Pedagogía Dialéctica
Pedagogía Dialéctica
Pedagogía Dialéctica
PEDAGOGÍA
DIALÉCTICA
2
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
Libro 87
3
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Colección
SOCIALISMO y LIBERTAD
Libro 1 LA REVOLUCIÓN ALEMANA
Víctor Serge – Karl Liebknecht – Rosa Luxemburgo
Libro 2 DIALÉCTICA DE LO CONCRETO
Karel Kosik
Libro 3 LAS IZQUIERDAS EN EL PROCESO POLÍTICO ARGENTINO
Silvio Frondizi
Libro 4 INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS
Antonio Gramsci
Libro 5 MAO Tse–tung
José Aricó
Libro 6 VENCEREMOS
Ernesto Guevara
Libro 7 DE LO ABSTRACTO A LO CONCRETO – DIALÉCTICA DE LO IDEAL
Edwald Ilienkov
Libro 8 LA DIALÉCTICA COMO ARMA, MÉTODO, CONCEPCIÓN y ARTE
Iñaki Gil de San Vicente
Libro 9 GUEVARISMO: UN MARXISMO BOLIVARIANO
Néstor Kohan
Libro 10 AMÉRICA NUESTRA. AMÉRICA MADRE
Julio Antonio Mella
Libro 11 FLN. Dos meses con los patriotas de Vietnam del sur
Madeleine Riffaud
Libro 12 MARX y ENGELS. Nueve conferencias en la Academia Socialista
David Riazánov
Libro 13 ANARQUISMO y COMUNISMO
Evgueni Preobrazhenski
Libro 14 REFORMA o REVOLUCIÓN – LA CRISIS DE LA
SOCIALDEMOCRACIA
Rosa Luxemburgo
Libro 15 ÉTICA y REVOLUCIÓN
Herbert Marcuse
Libro 16 EDUCACIÓN y LUCHA DE CLASES
Aníbal Ponce
Libro 17 LA MONTAÑA ES ALGO MÁS QUE UNA INMENSA ESTEPA VERDE
Omar Cabezas
Libro 18 LA REVOLUCIÓN EN FRANCIA. Breve historia del movimiento obrero en
Francia 1789–1848. Selección de textos de Alberto J. Plá
Libro 19 MARX y ENGELS. Selección de textos
Carlos Marx y Federico Engels
Libro 20 CLASES y PUEBLOS. Sobre el sujeto revolucionario
Iñaki Gil de San Vicente
Libro 21 LA FILOSOFÍA BURGUESA POSTCLÁSICA
Rubén Zardoya
Libro 22 DIALÉCTICA Y CONSCIENCIA DE CLASE
György Lukács
Libro 23 EL MATERIALISMO HISTÓRICO ALEMÁN
Franz Mehring
Libro 24 DIALÉCTICA PARA LA INDEPENDENCIA
Ruy Mauro Marini
4
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
5
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
6
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
7
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
“No es sueño ni delirio, sino filosofía... ni el lugar donde esto haga será
imaginario, como el que se figuró el Canciller Tomás Moro; su utopía será, en
realidad, la América. ¿Dónde iremos a buscar modelos? La América Española
es original. Original han de ser sus Instituciones y su Gobierno. Y originales
los medios de fundar unas y otro. O inventamos o erramos.”
Simón Rodríguez (1771-1854)
8
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
“...Decía el Libertador:
“Siempre es grande, siempre es noble, siempre es justo conspirar contra
la tiranía, contra la usurpación y contra una guerra desoladora e inicua
(…) Sin duda la espada de los libertadores no debe emplearse sino en
hacer resaltar los derechos del pueblo (…) La insurrección se anuncia
con el espíritu de paz. Se resiste al despotismo porque éste destruye la
paz, y no toma las armas sino para obligar a sus enemigos a la paz. (…)
Los altos mandos de las Fuerzas Militares de Colombia no conocen hoy a
Simón Bolívar, ni lo estudian ni mucho menos lo hacen conocer de las tropas:
el Pentágono lo prohíbe en su documento Santa Fe IV; lo declara su
enemigo… Bolívar es un fantasma todavía librando batallas. Aún después de
muerto hace temblar a los enemigos de la causa justiciera del continente...”
Iván Márquez
Prólogo al libro “El ser guerrero del libertador”
Segunda Edición Especial, Bloque Martín Caballero. FARC–EP. 2010
“He visto más de una vez que un argumento antimarxista no es más que el
rejuvenecimiento aparente de una idea premarxista. Una pretendida
superación del marxismo no pasará de ser en el peor de los casos más que
una vuelta al premarxismo, y en el mejor, el redescubrimiento ya contenido en
la idea que se cree superar”
Jean Paul Sartre, “Crítica de la razón dialéctica”
https://elsudamericano.wordpress.com
HIJOS
La red mundial de los hijos de la revolución social
9
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
(1997)1
Betty Ciro
César Julio Hernández
León Vallejo Osorio
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
I. TENTACIONES POSTMODERNAS
1. De la Escuela y la postmodernidad
2. La IAP como obstáculo
III. EL “ENTABLE”
6. El “entable” de las pedagogías al servicio de la explotación y
la opresión
7. A propósito del Constructivismo
1
Publicado con el titulo: “Elementos para una pedagogía dialéctica”, Medellín, Colombia, 1997
10
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
11
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
PRESENTACIÓN
1
Agradecemos a los autores de este libro que aceptaron el encargo de
sistematizar la discusión adelantada en el seno del Centro de Investigación y
Formación Obrera y Popular (CINFORO), sobre la cuestión pedagógica. Para
ello tuvieron acceso a variados materiales utilizados en el debate. Los
reorganizaron y ordenaron en una secuencia lógica e histórica, con la debida
autorización de las fuentes.
Algunos de los textos que aquí se asumen como capítulos han sido publicados
por sus autores en diversos órganos de expresión o aparecieron como
posición oficial de esos mismos órganos; otros, se recogieron de esas u otras
publicaciones luego de los correspondientes trámites editoriales. Fue
necesario utilizar también otros documentos que se escribieron –en
condiciones especiales– como materiales de base para algún taller y otros que
–al contrario– fueron el resultado de su desarrollo, que se habían quedado por
algún tiempo sometidos a lo que Marx llamaba la “crítica roedora de los
ratones”.
En todos los casos se explica en nota al pié de página la procedencia de cada
apartado.
2
En el tejido de las leyes que “reforman” la educación colombiana, en sus
reglamentaciones (especialmente la Resolución 2343 de 1996) y en los planes
de formación de centenares de organizaciones que funcionan como tuercas y
tornillos del capital, están omnipresentes corrientes pedagógicas, ideologías de
diferentes “matrices”; todas ellas tienen su fundamento en otras tantas
concreciones del corporativismo, el estructural-funcionalismo, el conductismo,
el positivismo, el pragmatismo, el constructivismo y –más recientemente– el
espíritu mismo de la “postmodernidad”. Todas estas corrientes y matrices son
por completo ajenas a los intereses del proletariado y el pueblo. Son,
integralmente consideradas, contrarias a los intereses emancipadores de “los
de abajo”.
Aquí no podía ser de otra manera cuando, en Colombia, las clases
dominantes, de la mano de las potencias imperialistas americanas, europeas y
asiáticas (principalmente bajo la coyunda de Estados Unidos), continúan
desarrollando un modelo de acumulación de capitales con el cual pretenden
resolver sus cada vez más frecuentes crisis.
Para ello implementan la “Apertura Económica”, la “Modernización del Estado”
y la “Apertura Educativa”. Estos son elementos de un plan único que les
permite la sobrexplotación aún mayor de la fuerza de trabajo, el control político
de las masas populares y, desde luego, su dominación ideológica. A tales
propósitos han estado dirigidas la “reconversión” industrial, la
“internacionalización” de la economía, la Constitución corporativa de 1991, la
Reforma a la Educación superior (Ley 30 de 1992), la Ley General de
Educación, las recomendaciones de la “Misión de Educación, Ciencia y
12
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
3
Se ha venido construyendo, desde las ‘pedagogías de victoria’ de la burguesía,
Sujetos que contemporicen con las necesidades del capital, en el seno de las
organizaciones de las masas; la pretensión que ahora ya no se oculta, apunta
a eternizar esta sociedad de explotación. Este permanente ejercicio
reaccionario se ha hecho de una manera consciente, durante años y años, por
parte de los intelectuales a servicio de la reacción política, a través de aparatos
como las ONG’s, los Ministerios y Secretarías de Educación. Pero, también, a
través de los “Medios Masivos de Comunicación” y demás instrumentos del
Estado. No obstante, también en este período reaccionario, se levanta una
Nueva Cultura, una nueva opción ideológica, de la que hace parte una
Pedagogía Dialéctica al servicio del nuevo poder (obrero y popular) que,
inexorablemente, se gesta. Esta Nueva Cultura, y esta nueva pedagogía que la
dinamiza, se yergue frente a las mencionadas corrientes, filosofías,
pedagogías e ideologías burguesas que apuntan a reproducir, en su conjunto,
los elementos superestructurales y la cultura que requieren los opresores. La
perspectiva que ahora se sigue construyendo, desde siempre la ha venido
gestando con sudor, sangre y combate permanente, los explotados y
oprimidos de Colombia y del mundo entero.
4
Desde estos elementos, en cuanto trabajadores de la cultura, queremos terciar
en el debate y en la lucha con las grises pedagogías de la opresión. Lo
hacemos desde la perspectiva de la construcción de esta Pedagogía
Dialéctica.
Desde la familia hasta el órgano legislativo, pasando por la escuela, la fábrica
y el barrio al servicio de las luchas del proletariado y el pueblo. Al editar este
libro estamos recogiendo –es nuestra aspiración– el fértil legado histórico de la
Comuna de París, la Revolución de Octubre, la Gran Revolución Cultural
Proletaria del pueblo chino; pero también el de las Revoluciones
antiimperialistas de los pueblos vietnamita y cubano.
2
Como la n° 91 de 1989, la n° 50 de 1990, y la n° 100 de 1993
3
Desde la familia hasta el órgano legislativo, pasando por la escuela, la fabrica y el barrio.
13
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
5
Sin embargo, el trabajo que aquí publicamos, asumiendo esta herencia, no es
en sí mismo un análisis que haga el monitoreo histórico de estas experiencias.
Este es un cometido que debe emprenderse de manera urgente.
En este orden de ideas, nos complace entregar a nuestros lectores este libro,
fruto de un trabajo colectivo, de previas discusiones, talleres y debates en
torno a la propuesta de una Pedagogía Dialéctica.
Sus capítulos conforman una unidad temática; no obstante, cada uno podrá
leerse por separado, de acuerdo a la necesidad específica, apuntando sólo al
asunto particular que trata: la discusión con la llamada “postmodernidad” o con
la IAP; las teorías del grupo, manipuladas por la reacción; las propuestas de la
llamada “tolerancia”; la crítica del articulado de la Ley General de la Educación;
la crítica del constructivismo o de otras pedagogías “de victoria” de la
burguesía, y/o su marco político, económico y social, entre otras.
Como quiera que sea, esperamos que esta inicial sistematización de los
elementos de una pedagogía de combate al servicio del pueblo, elaborada por
los autores desde el punto de vista de la ideología del proletariado, sirva como
instrumento ideológico y teórico en la necesaria pelea contra las pedagogías
burguesas y su “entable”; así, estará al servicio de la fragua de una pedagogía
articulada, tal como se ha sugerido, a una Nueva Cultura, al servicio de la
emancipación y de la construcción de un nuevo poder.. donde florezcan
nuevos y más fecundos amaneceres proletarios.
14
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
I. TENTACIONES POSTMODERNAS
“Adiós al proletariado”
André Gorz
1. DE LA ESCUELA Y LA POSTMODERNIDAD 4
POSMODERNIDAD, ESCUELA Y ONG's
Entre la bruma de estos dos últimos decenios, se abre paso una discusión, en
los espacios mismos de la cotidianidad, en torno a la llamada
“postmodernidad”. A caballo entre los filósofos de la alteridad, los metodólogos
de la IAP y los políticos que agencian, también en este país, el código de
barras del corporativismo se revierten, todos ellos, como tuerca y tornillo, pero
no como las únicas tuercas y tornillos, de uno y otro matiz del “nuevo orden”.
Trataremos entonces, en este curso-taller, de ubicar su representación y su
representatividad ideológica. En el trabajo anterior del seminario hemos partido
de afirmar que, a contramano de la consciencia filosófica reconocida en los
más encopetados círculos intelectuales de hoy día, el mundo “moderno” no es
sólo el mundo de la consciencia individualmente considerada, sino también el
mundo regido por las relaciones de producción capitalistas, el mundo burgués,
donde sobrevivir cuesta luchar. Así veíamos, en los informes preliminares, de
qué manera, por estos días, la cuestión de la postmodernidad copa, con una
verdadera furia, todos los espacios; no sólo los académicos en la universidad.
Cubre, así mismo, todo el contexto de la llamada “apertura educativa”, y se
instala en los espacios de las organizaciones de las masas, a las cuales tienen
llegada -y control- las más importantes de las ONG's5 actuantes en Colombia.
PERIODIZACIONES “POST”
Definir las articulaciones de la representación ideológica de lo “moderno” tiene
que ver con un recorrido que nos reconstruya, de Maquiavelo a Kant, los
lineamientos de la ideología Iusnaturalista, de la ideología burguesa que se
representa la sociedad capitalista como una sociedad “eterna” que rige y es
regida por los espacios de una democracia abstracta y formal. Si estos son los
contenidos de la modernidad, su “post” es, necesariamente, lo que le sigue: su
crítica radical.
Esa sería al menos la manera más elemental de entenderlo, si de por medio
no estuvieran los magos de la “interacción”, los epistemólogos al servicio de
uno u otro imperialismo, confundiéndolo todo.
4
El texto siguiente corresponde a las notas finales de la intervención de los autores en un
“curso-taller” extracurricular desarrollado con estudiantes de la Universidad Nacional de
Colombia, investigadores independientes y activistas sociales, en el de 1993.
5
Organizaciones no gubernamentales.
15
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
6
Para no embrollarse demasiado, algunos de estos filósofos postmodernos, vienen utilizando
con más comodidad de concepto de “contemporánea”, para ubicarse y ubicar estos
aconteceres.
16
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
7
José Nun, “La izquierda ante la cultura de la postmodernidad”. En: Centro de
Investigaciones Europeo-Latinoamericanas y Fundación Friedrich Erbert en Argentina,
“Provechos de cambio –La izquierda democrática en América Latina–”, Editorial Nueva
Sociedad. Caracas, 1988
8
Ibidem.
9
Agnes Heller y F. Feher. ”La condición política postmoderna”. En: “Políticas de la
postmodernidad”. Ediciones Península. Barcelona, 1989.
17
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
10
Gianni Vattimo “Postmodernidad: ¿una sociedad transparente?”. En: G. Vattimo, et al “En
torno a la postmodernidad”, Barcelona: Anthropos, 1990.
11
Heller, op. cit.
18
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
12
Ser “progre” es, en la modernidad, “estar a favor de la historia”... cf: “Contribución a la
crítica de la ideología dominante en diez años de lucha”. Comité editorial de la Revista
Octubre
13
Como se ve, esto está conectado a la entelequia de la supuesta “identidad latinoamericana”
articulada en los caminos de la alteridad, del todo diferente a tesis de un proceso aún no
culminado de formación de la nacionalidad en estos países.
19
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Resulta así que la filosofía surgida en los siglos XIX y XX, vino sólo a criticar
esa cansina idea de la historia unitaria y la cultura con pretensiones de
universalidad.14
Liquidada la idea de progreso, como idea del progreso unitario, según sus
pregoneros, la crisis de la idea de la historia es inminente.
Sin embargo, los desastres de la modernidad no terminan allí, continúan
diciendo los portavoces de la postmodernidad: esta idea lleva consigo –al
contrario– la crisis de la idea de progreso.
Estos planteamientos son presentados como si partieran sólo de los
acontecimientos, en ausencia de elaboraciones teóricas, por ejemplo de las
críticas planteadas frente al historicismo decimonónico.15
Si lo sucedido reviste mucho más importancia es, precisamente, por cuanto los
pueblos “primitivos” (colonizados por los europeos, en nombre y a nombre de
la necesidad histórica del buen salvaje y del “buen derecho” de las
civilizaciones superiores a establecerse), terminaron por declarase en rebelión
o, sin declararla, han asumido su condición de rebeldes.
Es –dicen– a partir de este hecho que se puede establecer cómo la historia
centralizada y unitaria se volvió problemática. “No hay cultura universal, sólo
cultura de grupos”, pontificó entonces algún sociólogo estructural–
funcionalista.16
Resultó que el Ideal europeo (y, por tanto, el Marxista) de humanidad,
finalmente, era apenas un ideal más entre muchos,
“no necesariamente peor, pero que no puede pretender, sin violencia, el
derecho de ser la esencia verdadera del hombre, de todo hombre”17
Este planeamiento se presenta y, de hecho, quiere aparecerse como una
defensa de los pueblos oprimidos, como un ataque contra el colonialismo (no
sólo cultural) europeo, que –por lo demás– es algo más que evidente. De
algún modo toda la batahola que se ha vivido (y se vivió) cabalgando sobre el
espíritu de los “500 años”, sobre la reconstrucción de la figura de Colón18, y el
llamado derecho al “redescubrimiento”, tiene que ver con esta manida
maniobra teórica.
Siguiendo el hilo de la argumentación puede verse cómo, sin mayor
demostración, y sobre el terreno de la evidencia, se hace la exigencia en
cumplimiento de la cual habría que aceptar que ya se ha llegado, sin saber
cómo, al final del colonialismo; esto sucedió, dicen, en el punto y momento en
el cual “se disolvió la idea imperialista de historia” que propiciaba el Marxismo,
en el corazón mismo de la tradición eurocentrista: ¡Liquidado el concepto,
extirpada y/o suprimida la realidad!.
14
Vattimo. op. cit.
15
Ludolfo Paramio, “Tras el diluvio”. Editorial Siglo XXI. Madrid, 1980.
16
Cf: infra: “En la cueva del minotauro”. Esta expresión planteada en el aula universitaria por
la socióloga Lucia Duque.
17
Vattimo. op. cit.
18
Pirata-ladrón-cuasi-único-responsable-de-todo..
20
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
Tal desarticulación del imperialismo ocurre, bendito sea Dios, a causa de “la
irrupción de la sociedad de la comunicación” en la cual lo que pasó en el Golfo
Pérsico fue conocido por todos “en vivo y en directo”.19
Según esta argumentación, como “ya no se puede ocultar la verdad”,
finalmente, la idea de la aldea global de McLuhan acabó efectivamente con el
colonialismo.
Como los pueblos del mundo, al parecer, ni se han enterado de ello, puede
resultar que ésta ha sido la única noticia que no han transmitido los medios...
“ADELGAZAR EL SUJETO”
De este modo se encuentra el lado perverso del problema. Porque este
“análisis” no se detiene; y prosigue, simplemente, con un informe que nos deja
ver cómo bajo el imperialismo cultural que se venía desarrollando desde
Europa, en los ejes del conocimiento, que son –sobra decirlo– ejes europeos,
los racionalistas partieron de la reivindicación del sujeto y de su ubicación
central en el terreno del conocimiento, por definición, él mismo, “racionalista”.
Lo mismo ocurrió en los esguinces de la ética, y/o de la estética.
Se empezaron a complicar las cosas cuando el objeto, y la objetividad, surgen
como última garantía de cientificidad. La necesidad de la demostración como
condición del conocimiento –nos dicen– instaura desde entonces, en la
herencia griega, su imperio sobre la cultura occidental, y sus proyectos
coloniales.
La verdad –aquí– ya no depende de la fe y es, simplemente, demostrable.
Para conocer un objeto, necesariamente las ideas que apuntan a él, tienen que
demostrar un saber, sobre todo un saber coherente.
Culminando este recuento, en el desarrollo de su discurso, los teóricos de la
postmodernidad hacen una inflexión donde “muestran” que este proceso es, al
mismo tiempo, un proceso que construye el “imperialismo del sujeto”, la
“inflación del sujeto”.
Así, se establece que, cuando se reivindica el objeto, o siquiera la posibilidad
de conocer el objeto20, lo que se está dando –a la larga–, y lo que se está
encubriendo, es la prepotencia y el imperio del sujeto... Este es el esquema y
el planteamiento básico del saber filosófico postmoderno.
Se sabe que en este camino venían avanzando, desde hace veinte años, los
estructuralistas, proclamando la muerte del hombre, la muerte del sujeto,
prefigurando una nueva reivindicación de la muerte de (o asalto a) la razón21.
En esta perspectiva, todo sujeto es apenas una ilusión, pues sólo existen las
estructuras.
19
Se le “olvida” decir a Vattimo, que la “Película” del golfo llegó a través de la CNC, o de la
BBC, o RCN, o... bajo el “análisis” de los politólogos que “enseñaron” a (todos) los que no
sabíamos, cuáles eran los roles de los personajes en acción: el malo de Sadam, los héroes
norteamericanos, etc...
20
O, sencillamente la posibilidad de ser objetivos en los análisis.
21
Cf: Eugenio Trias, et al. “Estructuralismo y Marxismo”. Ediciones Martínez Roca Barcelona,
1969. Sobre todo los textos “Luz roja al humanismo” y “Estructuralismo y muerte del hombre”.
21
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Las conclusiones todos las conocen, a estas alturas de la historia (esa, que
ahora se niega). Pero también se sabe de sus implicaciones en la política: la
negación de los sujetos esenciales de la historia, las masas, las clases, el
Partido, los organismos y las organizaciones con pertinencia de clase, los
cuadros, los dirigentes.
Todo eso proclamado en el área de una cierta resurrección del
“sustitucionismo” con el cual se ha pretendido “explicar” las condiciones
históricas del surgimiento de la Perestroika.22 Según esta versión, las masas se
quedaron así sin funciones, sin historia y sin socialismo.
Por otro camino, pero esencialmente en las mismas articulaciones ideológicas,
los postmodernos proponen hoy simplemente que, una vez constatado el
imperialismo del sujeto, hay que debilitarlo en los análisis; pretenden morderlo
en el camino de la práctica, desplazarlo de la acción, para que sólo quede el
individuo empírico y, en el mejor de los casos, el grupo como suma empírica
de individuos. Por eso le dan la razón a León Blum, y al Papa: “Las masas son
el caos”, “el socialismo una porquería”; y “el Partido”, afortunadamente, sólo
“un tirano”.
De este modo la maniobra que proclama adelgazar el sujeto de la historia,
termina proponiendo acciones instrumentales de interacción individual para
someter las consciencias en el ámbito micro, parroquial, semifeudal; el
escenario propicio para la maniobra es el territorio de una nueva Edad Media
construida sobre la promoción de falsos cadáveres (los imperios, el sujeto, el
hombre, la razón); ello no quiere decir que en su juego no aparezcan, también,
reales y manifiestamente empíricos valles de lágrimas, sudor y sangre de los
pueblos, “liberados” –en la retórica– del imperialismo cultural europeo;
sacudidos, por tanto, del sujeto, de la razón, de la historia, y del Marxismo. Es
la maniobra que distrae, mientras, las pedagogías de victoria, construidas y
puestas a funcionar por el imperio, se dan las mañas para fundar sujetos al
servicio del poder gran burgués, obsecuentes con la opresión y la explotación
(de los pueblos, de las naciones y de los proletarios).
Aparece en el horizonte ético y teórico el agnosticismo, en el cual estructura-
listas de ayer y postmodernos e “interaccionistas” de hoy, se dan la mano: No
es posible conocer la realidad, o no es posible conocerla como totalidad, y
mucho menos es posible... transformarla. El enunciado, reducido a nota
esencial, es relativamente sencillo: concebir el ser como un principio
fundamental de la razón, y la realidad como un sistema racional de causas y
efectos, no es sino un modo de hacer extensivo a todo el ser, el modelo de la
objetividad, pretendidamente científica, desde la cual se construyó el
“paradigma racional y el paradigma empírico”.
Se “denuncia” incluso cómo opera la mentalidad que –para dominar– este
“paradigma” empirista implementa, organizando rigurosamente todas las cosas
reducidas al nivel de puras apariencias mensurables, manipulables,
substituibles, reduciendo –finalmente– al hombre mismo –su interioridad y su
historicidad– a semejante condición de número.
22
El Partido bolchevique –con Lenin a la cabeza– reemplazó a las masas; el Comité Central
al Partido; el buró al Comité Central, el secretario al buró... y el Espíritu Absoluto a
secretario...
22
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
NEGAR EL OBJETO.
Desde luego que una crítica así elaborada y presentada contra el empirismo, el
positivismo y el “paradigma cuantitativo”, tiene que tener o encontrar adeptos
en las mentalidades democráticas. Pero sobre todo procura encontrar adeptos
que no vayan mas allá de esta denuncia de la empiria. Sin embargo, al
observar un poco más despacio, se encuentra que lo que aquí se está
haciendo es –simplemente– recogiendo una polémica planteada por Nietzsche
frente a las dificultades del conocimiento, válida pero estrecha,
inconsecuentemente materialista pero seductora, desvertebrada de la
dialéctica pero incandescente. Y ello no deja de tener su encanto y hasta su
encantamiento.
Tal vez por eso el tránsito hacia las concepciones socialdemócratas de
algunos teóricos que fungieron en este país, y en el medio universitario, como
guías espirituales del pensamiento marxista23, partieron –en su último camino–
hacia el pensamiento “post” por el laberinto tendido de Kant a Nietzsche.
Anotemos cómo aquí hay también una especie de “huida hacia delante” en los
teóricos que salen, red conceptual en mano, a cazar y a dejar bien amarrado el
concepto marxista de forma y su crítica de la apariencia.
Tampoco es accidental que Nietzsche se haya puesto tan de moda.24
Coherente con el “espíritu de la época”, tampoco resulta extraño que, en los
reinados de belleza, la mayoría de las candidatas se den un toque “intelectual”
proclamando que su tema favorito es la “metafísica”, el “esoterismo”, la
astrología y la reencarnación, los modales de la “nueva era”.
Para nada resulta ahora extravagante que los medios masivos y sus
principales figurones hagan la apología de las más retorcidas artimañas
adivinatorias, o que se haya fundado con ruidos y timbales una facultad de
“astrología” que aspira, en la universidad, a formalizar el manejo que del país
ha venido haciendo por la vía de la consulta de los principales cuadros del
viejo Estado a su “carta astral”, o a los encantos del Tarot.
En fin, en la argumentación de los postmodernos, y en particular de Vattimo,
hay un planteamiento esencial en el desarrollo de esta discusión: Hay que
desaparecer tanto la idea de la racionalidad como la idea de la objetividad, en
todos los espacios, incluidos los de la ética.
“Una vez desaparecida la idea de una racionalidad central de la historia,
el mundo de la comunicación generalizada estalla como una multiplicidad
de racionalidades ‘locales’ –minorías étnicas, sexuales, religiosas,
culturales o estéticas (como los Punk, por ejemplo)– que toman la palabra
y dejan de ser finalmente acallados y reprimidos por la idea de que sólo
existe una forma de humanidad valedera digna de realizarse, con
menoscabo de todas las peculiaridades, de todas las individualidades
limitadas, efímeras, contingentes...”.
23
Como por ejemplo, y sólo es un ejemplo, Estanislao Zuleta.
24
Nietzsche campea incluso como “lectura” ligera para la juventud en textos como “Así
hablaba Zaratustra”, o el libro “Humano, demasiado Humano”, donde se establece una
certera crítica de los valores burgueses que aparecen y se proyectan como valores de la
“modernidad”.
23
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
“menor” porque, nos dicen, en este país ya casi no hay racismo..(“¡Cómo va a haber racismo
aquí, si la sirvienta de la casa es negra, y no hay problema”!, dijo en alguna parte un
conferenciante defendiendo la tesis contraria dentro de la misma problemática).
27
No es entonces accidental que este sea el nombre de una de las más importantes ONG's
manipuladas por la Socialdemocracia.
28
En: Vattimo, et al, ob. cit.
29
Op. Cit.
30
Como se ve, la lista desde luego es incompleta. Y, no sólo eso... está vuelta al revés.
25
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
31
Mardones, ob cit,
32
Paramio, ob. cit.
33
Ibíd.
26
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
34
León Vallejo, Ob. Cit.
35
Mardones. Ob. cit.
36
Ibídem.
27
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Como se ve, no hay nada escrito, no hay nada definido, no hay nada cierto.
Hay que vivir, simplemente, la posibilidad del error y corregirlo... ya no se trata
de interpretar el mundo, pero tampoco de transformarlo, hay que vivirlo antes
que se acabe. Estamos a tientas en el camino de la alteridad reduplicando
cada moral, de espaldas a la ética imposible.
No es extraño entonces que Koyré, en el espíritu de la nueva era, le haya
dedicado algo más de 40 libros de muy buena aceptación en las facultades de
ciencias de nuestras universidades a demostrar que los fundamentos de
Galileo eran equívocos. Galileo era, en el mejor de los casos, un señor muy
inteligente y “chepudo”...37
A veces, estos teóricos de la postmodernidad, adulterando la verdad histórica,
quieren hacer creer que el primero en abandonar el determinismo galileano,
por considerarlo “mecanicista”, dizque fue el propio Marx. Cualquiera que
conozca el planteamiento básico de Marx al respecto puede señalar lo
contrario:
“el determinismo dialéctico no niega sino que subordina el determinismo
propuesto por Galileo”.38
Sin embargo, los postmodernos insisten en adjudicarle a Marx su propio
devaneo, para decirlo con otras palabras. Reinciden a coro, en afirmar que
todos los fundamentos epistemológicos de la razón y de la posibilidad de
conocimiento, todos los fundamentos del método científico, son apenas una
ilusión... que también tienen su desencanto.
Este “adiós a la ciencia” identifica a los postmodernos y a su reciente
retroalimentación con los llamados “nuevos filósofos”39 y, en pedagogía, a los
constructivistas.
Si en la primera parte nos convencían de la existencia de sólo “nuevos sujetos”
que imponían un “adiós al proletariado” (André Gorz), en el punto que venimos
tratando nos imponen un “adiós a la ciencia” (Lard Dreau). La continuidad es
apenas lógica: “Adiós a la historia”.
Este último es un canto entonado en diversas modulaciones por el
pensamiento postmoderno. Dice, por ejemplo, Mardones:
“No hay verdad última, no hay progreso. Sólo hay ‘aperturas’...”.
En otras palabras: Estamos ante el fin de todo proyecto, ante el fin de toda
“normativa histórica totalizante”: La dictadura del proletariado, por ejemplo, no
es más que un “error”. El argumento que nos presentan es “fácil”:
¡¿Cómo así que van a encasillar a todos los hombres bajo la dictadura del
proletariado, cuando nuestras únicas urgencias están signadas por el deseo de
vivir la libertad plena, absoluta, total y completa?!
37
Otra cosa es la discusión, a propósito de la física cuántica, sobre el equívoco concepto de a
“indeterminación”, que a nuestro modo de ver, fortalece el punto de vista que sostiene la
causalidad y el determinismo dialéctico.
38
Cf: Infra.
39
Cf: Francoice Aubral, y Xavier Delcurt. “Contra la nueva filosofía”. Premia editora La red de
Jonás. México, 1978.
28
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
40
Cf: Gilles Deleuze. “La lógica del sentido”. Editorial Bote de Vela. Medellín 1982.
41
Ferdinand Saussure, “Curso de lingüística general”. Losada. Buenos Aires, 1973.
42
Ernest Cassirer, “La clase de la naturaleza del hombre: el símbolo”. En: “Antropología
filosófica”. Fondo de cultura económica, México 1963.
29
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
43
Jean Dechamps. “Psicoanálisis y estructuralismo”. En: Trias et al, ob, cit. pág 211.
44
Cf: Jurguen Habermas, “El discurso filosófico de la Postmodernidad”. Ed. Taurus Buenos
Aires, 1989. En particular el “Excurso sobre el envejecimiento del paradigma de la
producción”.
45
Vattimo ha fungido como secretario de las Sociedades Católicas Italianas, las que –en su
prehistoria– constituyeron el apoyo principal a la elaboración de la encíclica Rerum Novarum.
30
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
“VENGA, CONVERSEMOS”.
El trasfondo de ésto lo encontramos en las tesis de otro filósofo que pendula
en los sortilegios de la postmodernidad, pasando por crítico de Vattimo y
archicontendor de ese otro ideólogo de la derecha venido desde la izquierda,
que es Daniel Bell. Habermas, ideólogo de cabecera de más de una
organización (gubernamental o no) en este país, es el arquitecto de la ya
famosa interacción comunicativa.46
El fundamento del pacto social continuamente renovado es la ética de la
alteridad en la vía del consenso. Heredero de la concepción ética que tiene su
más alta sistematización en Kant, desarrolla el preconcepto según el cual es el
discurso lo que nos hace iguales.
46
Depurada de toda la bazofia, se reduce a una ética que plantea esencialmente una cosa
sencilla: todos los problemas los podemos resolver si sólo nos tomamos sistemáticamente el
trabajo de conversar racionalmente, si conversamos y dialogamos racionalmente.
31
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
47
Estanislao Zuleta, “Ética, terror y revolución”. En: “Colombia, violencia, democracia y
derechos humanos”. Ediciones Altamir, Bogotá 1991.
48
Cf. Zuleta.
32
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
34
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
35
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
50
Material generado en el debate sobre la IAP, en un curso de Práctica de la Fundación
Universitaria Luis Amigó, donde se desarrolla el debate anterior en el seno del INS (Instituto
Nacional Sindical)
36
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
Y, lo mejor del caso: ese era también nuestro propio punto de vista, el punto de
vista desde el cual se mira las necesidades reales que la comunidad siente,
para adelantar una investigación puesta realmente al servicio de su lucha.
No íbamos, pues, a descubrir con ellos el agua tibia del método (cualquiera
que él fuera).
LA “OTRA” HISTORIA.
Vamos, pues, a retomar la discusión desplegada tanto en el seno del INS
como en el de CINFORO:
El 30 de Junio de 1991, en el marco del seminario Nacional “El Marxismo Hoy”,
el Regional Viejo Caldas, Antioquia y Chocó, citó a un debate sobre
“la lucha de clases y el papel de la educación y la investigación en
Colombia”.
Nuestros amigos de CINFORO, presentaron una ponencia bajo el titulo “El INS
que defendemos”,51 en la cual se hace una crítica global de la IAP, y se
formulan algunas tesis sobre el papel del intelectual, partiendo de
especificaciones tomadas, fundamentalmente, de Mao Tse-tung y Antonio
Gramsci.52
Nos parece justo y necesario empezar por recoger los planteamientos básicos
en esa ponencia establecidos porque, de alguna manera, fueron el fundamento
de la acción Pedagógica que, luego, fue desplegada.
Se muestra en ella cómo el período estaba signado por la confusión ideológica
y el escepticismo; la manera cómo, a la construcción de semejante espíritu,
había contribuido notablemente la gestión desplegada por la mayoría de las
Escuelas Sindicales y de Educación Popular, convertidas en ONG’s; desde
ese nuevo estatuto, habían venido formando el grueso de la militancia de las
organizaciones sindicales, barriales y populares, no sólo en el
desconocimiento (ausencia de conocimiento) del Marxismo, sino contra él. El
resultado venía siendo que excelentes activistas no contaban con las
herramientas necesarias para hacer una investigación, o un análisis siquiera,
que efectivamente respondiera a sus propios intereses de clase. Había para
ello una sencilla razón: no contar, en su formación –brindada por esas
escuelas–, ni con las herramientas conceptuales, ni con el punto de vista de
clase, necesario para ello. Por el contrario, se evidenciaba una formación de
esta militancia en el espíritu de la concertación, del pacto social, de la
conciliación y del abandono de sus intereses de clases, en beneficio de
intereses individuales, corrupción mediante; o, de la patronal, en nombre de
intereses “superiores” tales como los de la “nación”, la “economía nacional”, la
“imagen internacional”, la “democracia” o el simple “qué dirán”.
51
Cf: Comité de redacción de la Revista Octubre. Octubre: 10 años. “Contribuciones a la
critica de la Ideología dominante”.
52
C. f. “¿Intelectuales orgánicos de la burguesía o intelectuales orgánicos del proletariado?”
En Cuadernillo de Octubre n° 15, Septiembre de 1991.
37
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
53
Discusión que sería necesario retomar cuando se discutan algunas opiniones planteadas,
en torno a la cuestión de la historia de la IAP en Colombia, por parte de Orlando Fals Borda o
Samoc.
54
Paul Oquist, “La epistemología de la investigación-acción”. En: Guillermo Londoño
Restrepo, y María Ubiter Quiñones. “Práctica como reflexión, práctica como investigación-
acción”. U. de A. Centro de educación a distancia y extensión. Medellín, 1987.
38
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
60
Comenius. op cit. (supra).
61
Estanislao Zuleta. “Sobre la lectura”. En “Técnicas de la comunicación”. Medellín
Universidad San Buenaventura, 1989.
41
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
67
Ibid.
68
No confundir con la “Escuela Nueva”, proyecto que en los últimos 15 años, el Estado viene
impulsando para ahorrar en el pago de salarios a los maestros.
43
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
47
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
77
Gramsci, Ob. cit.
78
Liu Shao Shi. “El autocultivo de los comunistas”. Ediciones en Lenguas extranjeras. Pekín,
1980.
48
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
88
Cf: Carlos Marx, “Manuscritos económico y filosóficos de 1844”. Ediciones Cultura Popular,
México, 1979, pág 111.
51
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Pregúntate entonces:
“...cómo la formulaste [la pregunta por quién engendró al primer hombre].
Pregúntate si tu interrogación no se origina en un punto de vista al cual no
puede responder, porque tiene una intención perversa. Pregúntate si esa
progresión como tal existe para una mente racional. Cuando preguntas
acerca de la creación de la naturaleza y del hombre, haces abstracción
del hombre y de la naturaleza. Los postulas como no existentes y, sin
embargo, quieres que te pruebe que son existentes. Ahora digo:
Abandona esa abstracción y tendrás que abandonar tu pregunta. O, si
quieres mantener tu abstracción, sé consecuente, y si piensas en el
hombre y la naturaleza como no existentes, piénsate a ti mismo como no
existente porque tú eres, sin lugar a dudas, hombre y naturaleza. No
pienses, no me interrogues, porque en cuanto pienses y preguntes, no
tiene sentido tu abstracción de la naturaleza y del hombre”89
Si para Marx lo ontológico está dado en la naturaleza que se manifiesta, es, y
existe históricamente, al adoptar su perspectiva, no hay cabida para los sesgos
doctrinales de los nuevos señores de la metafísica “post”, campeando en los
espacios de lo pedagógico. El hombre conoce el mundo para transformarlo,
para asumir la libertad en el hecho de satisfacer sus necesidades planteadas
históricamente en sus posibilidades de satisfacción. Por eso el embuchado
positivista que deduce la “eternidad” de las condiciones de opresión y de la
explotación, puede ser demolido desde un punto de vista que reivindica la
construcción de sujetos en el sentido de la Historia. Sujetos que la hagan
partiendo de sus mismas condiciones concretas.
89
Íbid, p. 114
90
Aún las personas modernas, las definidas por la “personería” jurídica o natural.
52
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
91
José Enrique Rodríguez Ibañez, “Teoría critica y sociología”.
53
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Resultó entonces que el problema del conocimiento se resolvía con sólo poner
la gente a hablar, o integrarnos nosotros a su conversación, observándolos.
Fue tomando confianza, cuerpo y tenazas el más corrompido de todos los
conceptos del pluralismo ideológico.
A nombre de la correctísima tesis según la cual la historia la hacen las masas y
son ellas los sujetos de la historia, se dio un pasito: “todo lo que las masas
dicen es correcto”. Al fin y al cabo, dijeron, “con ese saber... nuestro pueblo ha
sobrevivido”92
Se adoptó, en el terreno ideológico y en la práctica política, esta divisa: las
masas hacen la historia –y está bueno que la hagan– si la hacen pensando y
haciendo desde la ideología dominante.
En este territorio se “cajoneó” cualquier discurso, cualquier acción que
postulara una crítica de la ideología dominante. Y en la academia se refinó la
propuesta diciendo que de todas maneras la alteridad93 requería que el dialogo
de todos los saberes llegara a otra dimensión, valiéndose de la práctica y la
interacción comunicativa.
Se dijo entonces que las clases sociales ya no existían, o no había para qué
“pararle tantas bolas” a su existencia, cuando nos planteáramos alguna
investigación en los espacios de los “nuevos sujetos”, que –nos advirtieron– en
todo caso ya no tenían determinaciones de clase.
Si los que interactúan son sólo los individuos empíricamente considerados, y
los saberes son sólo saberes individuales que se articulan en la cultura
interactuando, el punto de vista de clase desaparece y sólo queda el mundo de
la armonía universal, transpirándonos en la nuca.
De pronto descubrimos en boca de Fukuyama que la historia había
desaparecido; en boca de Habermas, que el “paradigma del trabajo” había
muerto; en boca de Plinio Apuleyo, que la clase obrera ya no existía; en boca
de ‘la Dama de hierro’ y el Papa, que el socialismo era una porquería; y en los
manuales de investigación de las universidades, que el camino a seguir era el
eclecticismo, y la ausencia no sólo de un punto de vista de clase sino de todo
punto de vista, era el camino al saber funcional y eficaz. De pronto nos dimos
cuenta que los grandes medios se precipitaban en la New Age (la Nueva Era
del medievalismo actual).
Fue entonces cuando, en el seno de estas organizaciones destinadas a la
formación de los activistas, algunos volvimos sobre el camino. Levantamos allí
la vieja y siempre nueva tesis: en las sociedades divididas en clases la
ideología dominante es la ideología de la clase dominante. Y, ¡Claro!... es
dominante... ¡porque domina!.
92
Orlando Fals Borda, “Reflexiones sobre investigación, participación y acción social”. En:
Guillermo Londoño y María Ubiter Quiñones. “Práctica como reflexión, práctica como
investigación-acción. Práctica como reflexión, práctica como investigación Acción”. U. de A
Centro de educación a distancia y extensión. Medellín, 1987.
93
Propuesta “ética” (sobre todo para Latinoamérica) esencialmente socialdemócrata, que
parte del reconocimiento del Otro, tal cual es, burgués, latifundista, obrero...
54
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
55
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
94
Mao Tse-tung,. “Contra el culto a los libros”. En: Textos Escogidos. Ed. en lenguas
extranjeras. Pekín, 1976.
56
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
57
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
95
Este capítulo es el resultado de procesar una discusión establecida en el seno de la
Licenciatura en Pedagogía Reeducativa, en la Fundación Universitaria Luis Amigó.
96
Bajo la denominación de “terapia de grupos”, “dinámica de grupos”, y otras similares se
suele articular en las facultades de Educación y/o Pedagogía, un "área de formación" de los
maestros colombianos, donde –en lo fundamental– se les proporciona un aprestamiento para
el manejo y control de los grupos en función de la institución.
97
Pío Sbandi, “Intento de una aclaración conceptual”. Tomado de “Psicología de grupos”,
Barcelona, Herder, 1980. En: “Lecturas de dinámicas de grupos”, Seleccionadas por Ofelia
Bermúdez de Alvarez, FUNLAM. sf.
98
“En o entre las colectividades” es –ya– una redundancia
58
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
103
“Marx puso fin a la concepción que se tenía de que la sociedad es un agregado mecánico
de individuos que admite toda clase de cambios por voluntad de los jefes (o, lo que es igual,
por voluntad de la sociedad y del gobierno), agregando que surge y se modifica casualmente
Así dio por vez primera a la teoría de la sociedad una base científica, al formular el concepto
de formación socioeconómica como conjunto de determinadas relaciones de producción...” V.
I. Lenin, “Quiénes son los amigos del Pueblo”, Ed. Oveja Negra, 1977
104
Op. cit. p. 7
105
Sacados de su contexto social al aislarlos en su mera condición de “grupo” sin pecados de
clase
106
Op. cit.
60
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
107
National Trining Laboratory, (“Laboratorio Nacional de Formación”), Especializado en los
métodos informales y experimentales de enseñanza de la “Dinámica de Grupos”, creado en
Bethel, en Maine, EE.UU.
108
De hecho, este es el origen de los llamados “Círculos de Calidad”
109
El llamado “Neofordismo” es el intento consciente de “romper” la cadena taylorista de
organización del trabajo que tenía el inconveniente de convertir en necesario el trabajo
específico de un trabajador, en un puesto determinado, y hacía “perder” el tiempo en que el
resto de la cadena esperaba que el movimiento más lento pudiera ser ejecutado.
110
Ob. cit. p. 10 y ss.
111
“¿Se procederá al empleo de un método científico que permita a otros verificar la exactitud
y la veracidad de los resultados?” (…) “Tocante a los abusos posibles en la aplicación de los
conocimientos adquiridos, nada podemos hacer para cortarlos, como no sea recurrir a una
forma de control del pensamiento (censura), que pocas personas estarían dispuestas a
preconizar.” p. 11. Op. Cit.
61
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
112
Op. Cit.
113
Sean estos “micro” (en los espacios de la cotidianidad) o, “macros” (en las urgencias
societarias)
62
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
114
Pío Sbandi, “El Grupo”. En “Psicología de grupos”, Barcelona: Herder, 1980. George Beal,
et al. “La dinámica interna de Los grupos”. tomado de: “Conducción y acción dinámica del
grupo”. Editorial Kapeluz. Buenos Aires, 1964.
115
cf: Sbandi, op cit. (pág 13, en la edición del módulo de la FUNLAM
116
Concepto que el autor termina aceptando –no muy conscientemente– y suponiendo en el
desarrollo de su discurso, a pesar de reiterar su desconfianza en él.
63
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
117
Op. cit.
118
Op Cit., pp. 96-103
64
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
119
En los hechos, todo el trabajo desarrollado desde una perspectiva de independencia de
clase tendría entonces, esta fea ‘mancha’.
120
1-Corintios, 12
121
Concepto que fundamenta, en sus orígenes todo Iusnaturalismo que confunde la voluntad
de Dios con el funcionamiento “natural” de lo social.
65
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
122
León Vallejo, “El juego separado”; Guillermo Rochabraun Silva, “Base y superestructura en
el "Prefacio" y en el “Capital”, en Guillermo Hoyos Vázquez, et al, “Espistemología y Política”.
Fundación Friedrich Naumann: Cinep. Véase más adelante, en este Trabajo de Grado, un
desarrollo de éste planteamiento en el apartado sobre “Antiguos y modernos”.
123
O también como lo llaman actualmente: “reinserción”.
124
Estanislao Zuleta, “Marxismo y Psicoanálisis”. En “Ensayos sobre Marx”. Ed. Percepción.
66
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
padre, jefe del clan. La masa sería para Freud como una resurrección de
la horda primigenia, con lo que subrayaba que el hombre primitivo está
virtualmente contenido en todo hombre actual. Tanto para Le Bon, como
para Freud, el Estado primitivo vendría a ser una desordenada mezcla de
sujetos no diferenciados individualmente. Tendían, por tanto, a concebir la
pérdida del orden como una regresión a estadios más antiguos”.128
Para explicar su distinción entre los conceptos de grupo, masa y multitud,129
discutiendo con P. R. Hofstatter, quien se oponía al concepto de regresión
afirmando que en los albores de la humanidad lo que predominaba era el
grupo, Batteguey argumenta que:
“sin embargo, cuanto más retrocedemos en la historia, tanto más
observamos que el entendimiento se supedita a los impulsos y
emociones, y tanto más se justifica la sinonimia de los vocablos ‘grupo’ y
‘masa’...”.
Sentado este argumento, se desboca en la afirmación según la cual hay una
progresión que va de la horda sin control al mundo ordenado.
“En la medida que avanzamos hacia el presente se acentúa el desarrollo
ordenado de la masa”.
Es interesante ver cómo este ordenamiento coincide con una afirmación
central del texto de Cirigliano, quien cree ver una línea o continuum de las
relaciones humanas que se mueven en una progresión que va de la
dependencia hacia la independencia; o –para decirlo en el lenguaje de Kant–
desde la heteronomía hasta la autonomía, siguiendo un proceso en el cual se
pasa de etapas ya (afortunadamente) superadas de lucha (enfrentamiento de
intereses opuestos), a una de coexistencia (tolerancia de intereses opuestos).
Partiendo de este “estadio” de ‘la tolerancia’, se llegaría hasta alcanzar el
grado actual de participación y colaboración (concurrencia en lo común, sin
renunciar a los propios intereses). El ejemplo que se pone, no faltaba más, es
el de los “bloques capitaneados por Rusia y Estados Unidos, que recorrieron
ya las dos primeras etapas” y el de la iglesia, que pasó de la persecución a los
infieles a la tolerancia y a la libertad de cultos.
Queda claro, pues, en este discurso que la etapa primitiva, la de la lucha, es la
de la violencia, que tiene “las solas alternativas del autoritarismo autocrático y
el paternalismo”... Se está, entonces, otra vez, en el cruce de una ontología de
derecha y la apuesta filosófica por las tesis del equilibrio, en rechazo de la
contradicción y de la dialéctica como fundamento del conocimiento del mundo
y de los procesos.
128
Op. cit, pág. 15
129
“Grupo” : Una formación social altamente organizada compuesta de un número casi
siempre reducido de individuos estrechamente relacionados entre sí, que “viven unos para
otros” atraídos por semejanza de ideas y sentimientos, en el cual cada uno de ellos ejerce
una función (rol). “Masa”: Conjunto pobremente organizado constituido por un número grande
e indeterminado de sujetos, unidos por impulsos y emociones parecidos que “viven unos con
otros”; no hay roles “a no ser la de súbdito y dirigente”. “Multitud”: Agregado desorganizado
casual e indeterminado de personas sin nada en común, excepto la percepción de un objeto
exterior, que simplemente “están juntos”; los Individuos, aquí, no se relacionan ni afectiva n
intelectualmente. Op. cit., pág. 16
69
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
130
Gustave Le Bon, “Psicología de las multitudes”, Biblioteca Nueva, Madrid, s.f.
131
No mencionada por Bateguey
132
Op Cit. p. 45. s.n.
133
Este es, hoy, ni más ni menos, uno de los principales argumentos del sindicalismo
“proactivo”, “propositivo” o “sociopolítico” contra la independencia de clase.
134
Op. Cit., p. 119
70
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
135
Op. Cit., p. 120
136
Op. Cit., p. 138. Tal vez por esta influencia evidente, la “comisión de sabios” recomendó
que se cambiara el nombre de “escuela” por el de “colegio”, como un elemento más a favor
de la aceptación, por parte de las masas, de la Ley General de la Educación. Cuando ya se
sabe, claramente, que el verdadero sentido de llamar “colegio” a las escuelas, está en que en
los nuevos “colegios” hay que pagar el “servicio” educativo.
137
Op. Cit. p. 146, Subraya Le Bon
138
Sigmund Freud,. “Psicología de las masas y análisis del yo”. Alianza editorial. Madrid,
1973.
71
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
139
Carlos Marx, “Tesis sobre Feuerbach”. Ed. Progreso: Moscú: 1960. Cf. José Manuel
Bermudo, “El concepto de Práxis en el joven Marx”. Ed. Península: Barcelona. 1985
140
Carlos Marx, “Elementos fundamentales para la critica de la economía” (1857-58). Siglo
XXI, t. I. México, 1971. Pp. 204-205.
141
Op, cit.
142
Estanislao Zuleta, “Ensayos sobre Marx”. Editorial percepción, Medellín 1987. p. 199
72
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
143
“Interacción comunicativa”, dice Habermas, e insiste Batteguey.
144
León Vallejo, “Kant, la propiedad y el derecho moderno”. Mimeografiado. Medellín. s.f.
145
Carlos Marx, “El Capital”. Fondo de cultura económico. México, 1968.
146
Op. Cit.
147
Op. Cit.
73
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
148
León Rozitchner, “Freud y los límites del individualismo burgués”. Ed. Siglo XXI Buenos
Aires, 1972. pp. 190 y ss.
74
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
75
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
149
“Roles sociales en el grupo. Estrato Social. Clase”. Op. cit.
76
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
150
Una discusión sobre “la afectividad”, “la tolerancia” y “la autonomía”; generada en la
práctica escolar de la Fundación Universitaria Luis Amigó.
151
Luis Carlos Restrepo, “La afectividad en el ambiente educativo”. Documento policopiado,
sf. Fundamentado en “El derecho a la ternura”, verdadero best seller postmoderno.
152
Op. cit
153
Ibíd. (Cursivas de los autores.)
154
En este plano teórico, la contradicción es negada y cuando se reconoce se la define a la
manera de Kant, sólo como antinomia, aceptando únicamente la identidad pero no la lucha de
contrarios que explican el movimiento y los procesos.
77
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
Pero no lo puede lograr. Por todas partes, en los ejemplos, en las metáforas,
en la fuerza misma de su discurso, se filtra la contradicción como punto de
referencia esencial para explicar el quehacer del hombre contemporáneo.
Sin embargo, un cierto pudor teórico postmoderno lo impele al uso moderado
de eufemismos en cuyo despliegue encuentra la fuerza para mantenerse en el
campo autogestionario del consenso y el equilibrio: la sociedad capitalista es
apenas “occidental”, la alienación es sólo “empobrecimiento histórico” aunque
se agregue que es “pavoroso”, la explotación solamente existe en relación a la
naturaleza, el pragmatismo y el positivismo son a duras penas “razón
burocrática” o –para estar a tono con el modelo Habermasiano– “dictado de la
lógica instrumental y operatoria”.
Desde estos supuestos, las tesis de Restrepo se ponen al servicio del
pragmatismo postmoderno, de la nueva ‘ética de la alteridad’ que empieza
proponiendo la relación de alteridad y tolerancia entre los individuos (por
ejemplo al interior de la familia y del nicho afectivo) y termina estatuyéndola
como condición social de reconocimiento y legitimación de las diferencias
sociales:
“en un país armado hasta los dientes y cruzado por vientos de guerra
[donde] ser tierno es afirmarse como un insurgente civil”.
De este modo, resultan confundidos los niveles del análisis. En la medida que
desde el principio se trastoca lo universal y lo particular, se hace un
planteamiento sobre la particularidad de la relación interpersonal y se termina
afirmando, en otro plano de la realidad, la necesidad de reconocer las
diferencias sociales para mantenerlas: por ejemplo el campesino sin tierra
debería reconocerse como tal, permanecer así, dejar que el terrateniente siga
siéndolo. Igual se aplicaría para la burguesía y el proletariado.
Esta, que resulta ser la intención del autor, se proyecta como una mediación
ontológica que resulta de la inversión de su análisis, por la fuerza misma de la
contradicción instaurada en el corazón del objeto que pretende analizar.
Si Restrepo asumiera simplemente que la contradicción existe y se expresa del
principio al fin de los procesos; si tuviera en cuenta que ella galopa en lo
general y pare lo particular, definiendo los contornos de la existencia real de
las cosas, y la posibilidad de conocerlos; si entendiera que lo concreto es
concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones155; si apuntara a
establecer el juego de las contradicciones que definen su objeto, señalando la
contradicción principal y el aspecto principal de la contradicción que lo rige; en
fin, si asumiera que un aspecto de la contradicción se transforma en su
contrario superándola,156 no tendría que hacerle esguinces a sus
planteamientos para forzar conclusiones o establecer argumentos viciados
como es aquel que, luego de la excelente metáfora del gato, termina
señalando como:
155
cf: Carlos Marx, “Introducción a la critica de la economía política”. En: “Borradores” tomo l.
Editorial Siglo XXl. México, 1986.
156
cf: Mao Tse-tung. “Sobre la contradicción”. En “Escritos Escogidos”. Ediciones en Lenguas
extranjeras, Pekín, 1973.
78
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
163
Esta categoría de sociedad civil, de origen hegeliano, utilizada alguna vez por Marx para
significar “el lugar y reino del mercado”, y luego abandonada, se ha convertido en un recurso
de quienes temen negar el estado como realidad, pero cuando éste les estorba en su
determinación de clase, terminan centrando todo el análisis en la llamada “sociedad civil”, con
a vana ilusión según la cual una vez tomada la sociedad civil por sus promotores, el estado se
quedará sin funciones (de clase) y, un buen día, amanecerá lleno de telarañas, reduciéndose
así la tarea no a destruirlo, sino a recogerlo.
164
Op. cit. p. 47.
165
Que aparece como un embrollo “racionalista”
166
Nada menos que todo lo que “contenga” cotidianos.
81
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
una herencia teórica que, en este caso, se dice asumir, al parecer sin beneficio
de inventario (el cuerpo conceptual de Agnes Heller, sobre todo en su obra
“Sociología de la vida cotidiana”).167
Independientemente de las distancias que se puedan tener con la “última”
Heller, militante –a su pesar– de la “postmodernidad”,168 el texto reivindicado
por Rockwell y Ezpeleta es, a no dudarlo, uno de los más significativos aportes
a la comprensión de lo cotidiano. La invitación a retomar sus tesis para
aplicarlas al campo de lo educativo (o reeducativo), debe tomarse
absolutamente en serio.
Sin embargo, hay que decir que, de nuevo, el fenómeno de lo que Althusser
denominaba las “lecturas”169 continúa estableciendo mediaciones. La versión
empirista de la cotidianidad que enarbolan los autores del artículo, no tiene
nada que ver ni con lo planteado por Agnes Heller, ni con el aval teórico que a
esta obra hace George Lukács.170
En la urgencia, valdría la pena retomar el concepto liminar, pero también
central, del texto de Heller, así como hacer referencia a un elemento principal
de la obra Lukácsiana (en “Historia y Consciencia de Clase”).171
Agnes Heller, reconociendo la aportación de Henry Lefébvre,172 para quien la
vida cotidiana es la mediadora entre la naturalidad y la “sociabilidad” del
hombre, y tomando distancia con las concepciones vitalistas que reducen lo
cotidiano a lo gris y convencional, plantea que:
“la vida cotidiana es la reproducción del hombre particular.”173
Nos dice la filósofa húngara que para reproducir la sociedad “es necesario que
los hombres particulares se reproduzcan a sí mismos como hombres
particulares” y que esta reproducción se da en el conjunto de actividades que
caracterizan la vida cotidiana. Sin embargo, aclara, la reproducción de la
sociedad no tiene lugar automáticamente a través de la reproducción del
particular, como sí sucede con las especies animales que se reproducen
automáticamente con la reproducción de los animales particulares.
Contrario a toda concepción protofascista, el Marxismo deja planteado que el
hombre sólo puede reproducirse en la medida en que está en la sociedad, de
tal modo que, si el individuo sólo existe como tal en el plano social, la propia
autorreproducción (individual), no puede pensarse (y hacerse) más que como
un momento de la reproducción de la sociedad.
167
Agnes Heller, “Sociología de la vida cotidiana”. En esta Colección Socialismo y Libertad,
libro n° 73.
168
Agnes Heller, y Ferec Feher, “Políticas de la postmodernidad”. Barcelona 1989.
169
Luis Althusser, “La revolución teórica de Marx”. Ed. Siglo XXI, México, 1972
170
George Lukács,. Prefacio a “Sociología de la Vida Cotidiana” (firmado en Budapest en
1971, poco antes de su muerte). En esta Colección Socialismo y Libertad, libro n° 73.
171
George Lukács. “Historia y consciencia de clase”. Ed. Grijalbo: México: 1979, Editado y
publicado en esta Colección Socialismo y Libertad como “Dialéctica y Conciencia de Clase”,
libro n° 22
172
En “Crítica de la vida cotidiana”, 1961
173
Heller Ob. Cit. p. 21.
82
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
Por eso la idea según la cual “la vida cotidiana también tiene una historia”
(citada por nuestras autoras) hay que asumirlo sensu stricto... y no puede ser
sólo la argucia para negar … la historia.
“La reproducción del hombre particular, es siempre reproducción de un
hombre histórico, de un particular en un mundo concreto”174
Para terminar, tendríamos que recordar lo planteado por Lukács contra el
empirismo:
“Es obvio que todo conocimiento de la realidad parte de los hechos. 175
Pero lo que se pregunta es: ¿qué dato de la vida y en qué conexión
metódica merece consideración como hecho relevante para el
conocimiento?. El limitado empirismo niega, por supuesto, que los hechos
llegan a ser tales sólo a través de una elaboración metódica, diversa,
según el objetivo de conocimiento. Este empirismo cree que cualquier
dato, cualquier número estadístico, cualquier factum brutum de la vida
económica es un hecho importante. Con eso pasa por alto que ya la
enumeración más simple, la acumulación de “hechos” sin el menor
comentario, es una ‘interpretación’: que ya en esos casos los hechos han
sido captados desde una teoría, con un método, tomándolo de la
conexión vital en la que originalmente se encontraban, arrancándolos de
ella e insertándolos en la conexión de una teoría.”176
Mal parados los deja Lukács a todos quienes, apelando a los métodos de las
ciencias naturales, intentan explicar los “hechos puros” por medio de la
observación, la abstracción, el experimento... Tenía razón el maestro de Agnes
Heller: Hay que eliminar la dialéctica cuando se quiere fundar una teoría
consecuente con la idea de “desarrollo” sin revolución, de “crecimiento” sin
lucha de clases.177
174
Op. Cit. p. 22, enuncia Heller.
175
De ‘lo cotidiano’, diríamos, para asumir la discusión
176
Op. Cit. p. 6
177
Op. Cit. p. 6
83
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
III. EL “ ENTABLE ”
178
Tomado del periódico “Nueva Cultura”, n° 5.
179
El imperialismo.
180
Representado en el Gobierno.
84
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
181
Es decir que produjera más ganancias.
182
Aún se continúa arrebatando a los indígenas la tierra, la lengua y la cultura.
183
En Colombia, muy ligada a la estirpe leguleya del santanderismo fundado en los
preconceptos de Jeremías Bentham.
85
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
184
Entre ellos el ideal de “acabar con la lucha de clases”, prevenir los conflictos sociales para que
reine la propiedad privada capitalista partiendo de la implementación de organismos Tripartitos (un
representante de los patronos, un representante de los trabajadores y un representante del Estado
“neutro”),
185
Como Nasser en Egipto, Perón en Argentina, Velazco Alvarado en el Perú.
86
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
LA PROPUESTA “APERTURISTA”.
Entonces de la mano de Milton Friedman y los “Chicago Boys”, apareció un
concienzudo análisis de las contratendencias que era posible aplicar a esta
nueva caída de la tasa de ganancia, intentando detener las consecuencias del
fenómeno, entre otras salirle al paso a los pueblos del mundo que, con el
proletariado a la cabeza, daban batallas por entonces ya muy importantes. De
allí se desprendió una propuesta para salvar, una vez más, al capitalismo:
había que desmontar el Estado de Bienestar –su envejecido instrumento–
para, de la mano de los cambios, golpear a las masas y acoger el único
camino que destranca la acumulación capitalista: someter a una mayor
186
Que muchos quisieron explicar como un fenómeno resultante de la escasez real del crudo
en el planeta, y no como lo que era: un fenómeno resultante de la crisis originada en la
quiebra de los mecanismos de acumulación, fundamentados en la Renta petrolera.
187
Cuando los capitalistas destinan más capital a comprar equipos y maquinarias del que le
dedican a comprar fuerza de trabajo. Cf: Marx, Carlos; “El Capital”, Tomo I. Fondo de Cultura
Económica. México, 1968.
87
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
188
Todas estas medidas son, punto por punto, aplicaciones de las contratendencias
señaladas por Marx, en el mismo capítulo en el cual explica las leyes que rigen la crisis de
mundo capitalista.
189
Aplicadas sobre todo a los así llamados “servicios públicos”.
88
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
191
Cínicamente presentado como representante y modelo de todo materialismo, y hasta como
“Marxismo”.
192
Con este desplante se reduce el problema. De este modo no tienen que abocar la
discusión con el Marxismo que señaló claramente cómo, en contra de la tradición filosófica
burguesa, había que asumir la contradicción sujeto objeto, sin tomar partida por el
materialismo mecanicista que parte del objeto empíricamente considerado (en su forma
sucia); pero tampoco hay que regalar el lado del sujeto al idealismo. Desde este postulado el
Leninismo dio un combate sin cuartel al Machismo y a los discípulos de Berkeley, demoliendo
el llamado por esos días “empiriocriticismo”, compromiso pseudokantiano que pretendía
conciliar el criticismo y el empirismo. Mao, después, desde la tesis sobre la contradicción,
dejó sin fundamento toda metafísica moderna, que se estaciona en las avenidas de la
antinomia kantiana, negando la existencia de la contradicción.
193
Por entonces el gobernador era Alvaro Uríbe Vélez
90
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
194
Al congreso de los sindicatos Fascistas, 7 de Mayo de 1928.
195
Intransigencia absoluta. 22 de Junio de 1925.
91
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
92
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
93
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
196
Tomado del periódico “Nueva Cultura” n° 4
94
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
95
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
LOS FUNDAMENTOS
En el ritual de presentación en sociedad, los portavoces del constructivismo
han dado en propagandizar su filiación piagetiana. Sin embargo es poco lo que
se conoce (o reconoce) de sus fundamentos ideopolíticos y filosóficos. Sólo
algunos iniciados, aceptan, y proclaman ahora, a mucho honor su filiación
metafísica.
Por ejemplo, en un texto “paradigmático”, verdadera herramienta de combate,
editada por la Universidad Santiago de Cali,197 en el documento número cuatro
(“Cambio conceptual en el salón de clase”), de Joseph Nussbaum, se
presenta, como referencia una clasificación de tres escuelas del pensamiento,
desde las cuales es posible formularse la cuestión del conocimiento en general
y de la ciencia en particular. Según el esquema desde el cual se desarrolla la
tesis principal, “en el pasado” esta cuestión sería formulada desde el
empirismo-positivismo y/o desde el racionalismo; en cambio “en la actualidad”
tal problema hay que pensarlo desde el constructivismo.
De entrada queda claro que el Marxismo, simplemente no existe como
referente en esta discusión. De tal manera que sólo queda una opción: o
escogemos la manera “vieja de pensar” (el empirismo-positivismo-
racionalismo) o acogemos la “nueva”: el constructivismo. Los padres
fundadores del primer punto de vista son desde luego en su vertiente
empirista, Bacon, Hume, Locke y Comte, sin descuidar –desde luego– al
Positivismo Lógico; y, cómo no, Platón, Descartes y Kant, desde la veta
racionalista. Los portaestandartes del constructivismo son allí presentados:
Kuhn, Lakatos, Toulmin, y el inefable Karl Popper.
Esta prestigiosa lista de pensadores postmodernos, no tendría nada de
particular si no fuera porque ella misma muestra el cobre del verdadero punto
de vista que el constructivismo representa, y casi siempre se oculta en sus
reivindicaciones de un espíritu “revolucionario”.
La figura de Popper, por ejemplo, reconocido como uno de los pensadores
burgueses y reaccionarios en los cuales se fundamenta el constructivismo, nos
permite precisar el sentido específico en el cual se despliega esta “novísima”
doctrina pedagógica.
La historia, nos dice Popper, no progresa. Quienes progresan son los
individuos y las instituciones. De allí que sus máximos esfuerzos están en la
defensa de la democracia burguesa y el individualismo. A medio camino entre
la Socialdemocracia y el liberalismo sus tesis tienen como blanco principal al
materialismo dialéctico. Su proyecto político –confeso– es la lucha contra
Marx.
No tenemos aquí el espacio suficiente para retomar, una a una las tesis de
este filósofo reaccionario, pero nos interesa resaltar un aspecto: su filiación
archirreconocida –por él mismo– con Ernest Mach y con Kant, de quien se
declara heredero consecuente. De tal modo se presentan las cosas que la
vieja polémica desatada por Lenin, contra la filosofía de Mach, esa vieja cuenta
197
Guba & Lincoln, et al. “Constructivismo. El paradigma, el aprendizaje, la enseñanza y el
cambio conceptual”. Publicado por el Departamento de psicopedagógicas, Universidad
Santiago de Cali.1994
96
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
198
Cf. Mach, citado por Lenin en "Materialismo y empriocriticismo”.
199
Lenin. ob cit.
97
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
200
Tomado de Cuadernillos de Octubre n° 30. Recomendamos la lectura de los importantes
textos que, en el libro “OCTUBRE 10 años: contribuciones a la cítrica de la ideología
dominante”, hacen el seguimiento de todo el proceso de elaboración de esta nefasta Ley,
incluidos algunos de sus proyectos y antecedentes. CF; ob. Cit. Capítulo VIII, p. 251 y ss.
201
‘Curiosamente’ la reforma educativa colombiana, fue sancionada el mismo año que la “Ley
Federal de Educación”, impuesta por Carlos Menem en Argentina
202
Ver Cuadernillos de Octubre n° 20, 21, 22 y 26.
99
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
203
La cacareada “calidad total” en la educación queda al desnudo, en su verdadero sentido
cuando, en el “año de la calidad de la educación”, muchos maestros tanto en el sector oficia
como en el sector privado, han perdido sus trabajos o la posibilidad de emplearse porque “son
demasiado buenos” y tienen un escalafón muy alto, resultando “muy caros”. En estos
momentos es un verdadero peligro para un maestro subir en el escalafón más allá del octavo
grado.
100
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
204
Instrumentalizada permanentemente desde el “constructivismo”.
101
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
205
“Una cultura dada es el reflejo, en el plano ideológico, de la política y la economía de una
sociedad dada”, Mao Tse-tung. “Sobre la Nueva Democracia”. Obras Escogidas, Tomo II. En
Colombia hay una cultura que es, viene siendo, un reflejo de la dominación imperialista en el
terreno político, ideológico, económico.
206
El tipo específico de capitalismo generado por el imperialismo en países como éste.
207
Que no resulta, simplemente, de los llamados “rezagos feudales”, sino de los mecanismos
de acumulación ligados a la renta de la tierra como alcancía del capital que reproduce el
monopolio de la tierra.
102
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
103
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
208
La dirección administrativa, jurídica, de formación y prestación de servicios tecnológicos de
cada uno de los centros de formación profesional del SENA, se le entrega a un “comité”
técnico tripartito: con empresarios, representantes de la comunidad científica, ‘trabajadores’ y
gobierno.
104
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
106
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
108
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
109
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
110
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
111
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
PARA NO CONCLUIR
Queda, pues, la tarea de no dejarse engañar por la consigna que plantea que
el orden de nuestra lucha está sólo en lograr una supuesta “buena
reglamentación de la ley general de la educación”. Tal como hemos intentado
demostrarlo en este material, esta ley es lesiva para los intereses del pueblo,
de los maestros, de los trabajadores de la educación y de los estudiantes y
padres de familia pertenecientes a las masas de trabajadores y el pueblo.
Es necesario organizar la lucha bajo una consigna: ¡Abajo la reaccionaria ley
general de la educación!
112
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
NORMATIVIDAD EDUCATIVA
Como se sabe, el conjunto de la práctica de las sociedades modernas, está
organizada en torno a la legislación establecida por y desde las clases
dominantes, en una jerarquía que viene desde la Constitución Nacional, pasa
por las Leyes Generales que organizan una práctica concreta (por ejemplo la
educación, o la recolección de impuestos, o el castigo a quienes infringen la
ley, etc.), continúa en las leyes reglamentarias, se reorienta en resoluciones
ministerial es, toma cuerpo en circulares de los diferentes entes de control y
ejecución que el Estado tiene en el ámbito territorial o sectorial.
209
Ley 115 del 8 de febrero de 1994
210
En este ensayo se retoma la discusión en torno a las ideas filosóficas y políticas trabajadas
en un curso sobre “Teorías Políticas” desarrollado en el postgrado en “Derechos Humanos”
de la Universidad Autónoma Latinoamericana.
113
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
211
Del 5 de junio del 1996.
114
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
212
Platón, “La República”
213
El Escolasticismo medieval fusionó el conocimiento y la revelación, la filosofía y la teología.
En el siglo XIII, Santo Tomás de Aquino (1226-1274), en la Summa Theológica, sistematizó el
Escolasticismo como elemento ideológico dominante de la monarquía imperial y de la Iglesia,
siendo el principio de unidad la primacía de la religión sobre la filosofía, de la revelación sobre
la verificación empírica, de la fe sobre el conocimiento, de dogma sobre la ciencia.
214
Citado por Aníbal Ponce en su libro “Educación y lucha de clases”. En esta Colección
Socialismo y Libertad, libro n° 16
115
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
215
Ley 50 o reforma laboral con la cual se flexibilizó la fuerza de trabajo a favor de los grandes
empresarios. Ley 100 que contribuyó a hacer de la salud un mayor negocio en manos de los
particulares. Ley 104 o de Orden Público. Ley 200 o Código disciplinario (fascista).
216
Elevación de impuestos, mayor carestía, salarios de hambre, desocupación, imposición del
modelo de “servicios públicos” como mercancías, incluida la educación y la salud, mayor
control poblacional, militarización de la vida civil, etc.
116
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
217
En seminario internacional sobre reformas educativas, al cual asistieron representantes de
la Universidad de Harvard, U. de California, U. de Bristol Inglaterra, del servicio cultural de las
embajadas de Francia, de México y de Chile. Citado en el libro “Octubre”, “Contribución a la
crítica de la ideología dominante”, en el capítulo dedicado al análisis de la apertura educativa
y, más precisamente, de la Ley General de Educación.
218
Incluidos acá el “sector solidario”, las cooperativas, las entidades “sin ánimo de lucro” o de
carácter “comunitario”.
117
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
219
Leyes 100, 104, 200, 30, 60, 134, 142, etc. Ley 60 o de la transferencia de recursos y
competencias de las entidades territoriales. Ley 134 sobre la “participación democrática”. Ley
142 sobre los servicios públicos domiciliarios.
118
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
220
Citado en el documento de “los Sabios”: “Colombia al filo de la Oportunidad”
119
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
121
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
222
“Libertad” de comprar y vender.
122
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
123
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
FORMA
INDICADOR DE LOGRO
IDEOLÓGICA
“Aprecia valores básicos de la convivencia ciudadana como
el respeto por el otro, la tolerancia y la solidaridad...”
(Sección tercera)
“Identifica más allá de las diferentes respuestas conocidas
o que están a su alcance, problemas o interrogantes
fundamentales de la vida que aproximan a los seres Corporativismo
humanos en lugar de separarlos y enfrentarlos” (Sección
sexta)
“Valora los derechos humanos y la justicia como principios
rectores de la convivencia pacífica y armoniosa” (Sección
tercera)
“Se ubica en grupos sociales cada vez más amplios tales
como la escuela, el barrio, la localidad...” (Sección
segunda)
“Coordina y organiza las nociones de barrio, localidad, Estructural-
ciudad, país, según relaciones de inclusión”. (Sección 2) funcionalismo
“Identifica y caracteriza las figuras de autoridad y poder y
algunas de sus funciones, en ámbitos y contextos
familiares y vecinales (Sección segunda)
“Comprende el concepto de la evolución de las
sociedades” (Sección segunda) Historiografía
“Comprende que las interpretaciones de los hechos Metafísica
históricos están sujetos a permanentes reelaboraciones”
(Sección cuarta)
223
Los conceptos “Pedagogía de combate” y “Pedagogías de victoria” son planteados, a
nuestro modo de ver correctamente por Bogdan Suchodolski, en su libro “Teoría Marxista de
la Educación”; editorial Grijalbo, México: 1977.
124
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
La Nueva sociedad, donde los bienes terrenales del hombre estén al servicio
del pueblo, requiere de un nuevo hombre, una nueva educación, una Nueva
Cultura. Un nuevo hombre formado integralmente como luchador, como
científico, que desarrolle al máximo sus potencialidades, que empuje
colectivamente la sociedad hacia estadios superiores, donde la explotación no
exista y la opresión no sea ya posible.
De lo expuesto en este ensayo podemos concluir algunos elementos:
1. La educación, la pedagogía, como parte de la cultura, de la ideología, de la
superestructura, se corresponden con la economía y el poder en toda
formación social.
2. Una comprensión más a fondo del tipo de sujeto que pretende la Ley
General de Educación implica la contextualización infraestructural y
superestructural.
3. La Ley General de Educación se propone una formación corporativa y que
corresponda al actual modelo capitalista de acumulación.
4. La Ley General de Educación, la Misión de Educación, Ciencia y Desarrollo,
el Plan Decenal de Educación y las normas reglamentarias –especialmente la
Resolución 2343– son coherentes con el tipo de sujeto que, desde el poder, se
quiere formar y reproducir.
5. Una opción a favor de los trabajadores, del pueblo, tiene que partir de la
confrontación a la política educativa burguesa, incluida la Ley General de
Educación; y, en materia cultural, de la construcción desde el materialismo
histórico y el materialismo dialéctico, de una nueva educación, una nueva
pedagogía y una Nueva Cultura al servicio de la liberación del hombre y la
Nación.
125
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
224
Las notas iniciales de este trabajo se originaron en la discusión presentada en el ya
mencionado postgrado en “Derechos Humanos” de la Universidad Autónoma
Latinoamericana.
225
Capital constante (c) y Capital variable (V), son categorías utilizadas por Marx para nombrar
el capital destinado a las máquinas y el capital destinado a pagar la fuerza de trabajo,
respectivamente. Su manejo es muy importante para entender el origen de la explotación
capitalista, vale decir, el mecanismo de obtención de Plusvalía por parte de los capitalistas.
126
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
128
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
227
Mencionados en el texto n° 9 de este libro “El tipo de individuo que pretende la Ley”
129
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
130
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
228
Con relación a las conquistas ya logradas por los maestros estatales que llevan largo
tiempo sindicalizados.
131
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
132
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
133
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
“El Marxismo será extirpado hasta la raíz ¿Cree usted que en plena
revolución pienso concertar compromisos con el Marxismo? Si lo hiciera,
el Marxismo reviviría treinta años después. Hay que exterminarlo”.
Adolfo Hitler
137
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
232
Adjuntamos un modelo práctico para el desarrollo de este trabajo, al menos en su primera
parte.
138
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
233
Si, de verdad, aspiramos a combatir los desarrollos desiguales y la herencia de la semi-
feudalidad imperante
139
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
140
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
141
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
B. El reformismo
• El reformismo “Clásico” también reivindica una educación que se
corresponda con este Nuevo Orden Económico Internacional, una educación
para “la democracia” y el desarrollo de “valores comunitarios”. Al nuevo modelo
de desarrollo económico y social habrá de corresponder, pues, una reforma
educativa “avanzada”, como requerimiento de la Nación y materialización de
una “fuerza histórica concreta”. Dicha ‘reforma’ estaría dirigida al
“perfeccionamiento” (o “ampliación”) de la democracia burguesa existente, la
cual, sabemos, no es ni más ni menos que la dictadura de clase de la
burguesía sobre el proletariado y el pueblo.
236
El mismo carácter de “Servicios públicos” se pone en cuestión debido a la marcada
tendencia a la privatización de los mismos. Más bien, para el modelo de acumulación que se
ha venido imponiendo, se trata del funcionamiento de los servicios como mercancías y
sometidos a la creciente privatización y a la descentralización (en tal sentido se ubica la
implementación de las reformas administrativa y política: municipalización desaparición del
INSFOPAL y del ICCE, la congelación de plazas docentes, el empleo de trabajadores
temporales en el ISS y el abandono del taylorismo en la nueva división del trabajo. Según el
Ministerio de Educación, “la capacitación docente adquiere sentido cuando deja de ser un
gasto y se convierte en una “inversión”. Ponencia “Hacia una Renovación de...”
144
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
• Para el reformismo ilustrado (y sus herederos) está a la orden del día una
educación y ética pedagógica que forme para manejar el conflicto, saber “vivir
en paz” y hacer de la cultura “una trinchera no sometida a esa dialéctica del
triunfo o de la muerte”.238 Esta concepción se enmarca también en la corriente
del civilismo tan en boga hoy.
“Es preciso que el movimiento pedagógico, en medio de la violencia
actual, sea capaz de resaltar la resistencia frente a la violencia de todos
los tipos”.239
Es decir, a la violencia reaccionaria en todos los órdenes a que es sometido el
conjunto de clases y sectores explotados, no habría que oponer una violencia
revolucionaria que apunte a destruir el Estado burgués y todas sus formas de
opresión. Bastaría, como forma de resistencia, la mera multiplicación de
“fuertes instituciones del saber” o la “desobediencia civil”.
La ética pedagógica al orden del día implica –según aseveraciones de Abel
Rodríguez, presidente de FECODE–:
“un compromiso con el niño, sin distingos de clase, de religión, de sexo y
de etnia... pero también un compromiso con el saber y la cultura”240
Una vez más, aparece el sentido integrador que “debería” tener la educación:
una reforma a la enseñanza dirigida a unir lo que de hecho está separado, lo
que es antagónico: los intereses de clase en el capitalismo.241
237
G. Arcila, “La calidad de la educación y los fines de la educación”.
238
Alberto Martínez Boom: “El movimiento pedagógico, un movimiento por el saber y la
cultura” (ponencia ante el C. P. N.)
239
Alberto Martínez Boom, Ibíd
240
Abel C. Rodríguez: “Obstáculos, hitos y compromisos de los maestros colombianos.”
(Discurso de instalación del C.P.N., agosto 19 de 1987, Bogotá)
241
No nos extraña, entonces, que la mayoría de las fuerzas que componen FECODE hayan
aclamado la declaración final del evento que, entre otras cosas, reivindica una educación y
cultura al servicio de la “convivencia” entre las clases sociales.
145
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
242
Aquí cabe la crítica a las concepciones que al interior de FECODE utilizan el “movimiento
pedagógico” como factor desmovilizador en las luchas reivindicativas.
243
Véase entre otros textos: “Hegemonía e ideología en Gramsci”, de Chantal Mouffé, en la
Revista Trópicos n° 1, Marzo de 1979, verdadero programa para la ofensiva ideológica de la
Socialdemocracia en Colombia
146
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
149
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
la idea según la cual tanto los principios morales como los valores son
ahistóricos y eternos, como lo son los principios educativos; de tal modo que la
pretensión esencial de la educación apuntaría simplemente –nos dicen– a
transmitir esos valores de “generación en generación” en el territorio de la
cultura...
Si –por el contrario– los hechos morales, los valores, y los principios que los
definen son históricos, e históricas son las reflexiones éticas que los piensan;
igual ocurre con los hechos educativos y con la reflexión pedagógica:
obedecen a las determinaciones históricas concretas. Al estar inmersas en la
cultura misma, son componentes ideológicos de la práctica social. De tal
modo, los grandes sistemas educativos que han existido objetivamente, tanto
como los sistemas morales establecidos en la carnadura de los pueblos, se
corresponden246 –estrechamente- con los grandes sistemas económicos y
políticos que los han generado, y tienen un sustrato ideo lógico que los define.
Pero también, y es la tesis que principalmente sostenemos en este libro, toda
clase genera –en los espacios de la lucha por el poder– las pedagogías
necesarias a la producción y la reproducción de los sujetos que necesita para
afrontar esas lucha.
246
Tal como ya ha sido demostrado no sólo por el Marxismo sino también por toda la
investigación realizada al respecto por serios investigadores de la cultura, incluidos los
burgueses.
247
Las categorías “pedagogía de combate” y “pedagogía de victoria” las hemos retomado,
como queda dicho, de la alusión que al respecto hace muy correctamente Bogdan
Suchodolski, en su clásico y ahora olvidado libro de los años 60, “Teoría Marxista de la
Educación”, editado en español por la editorial Grijalbo de México.
152
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
PEDAGOGÍAS DE COMBATE
Ahora bien, todas las pedagogías de combate, establecidas por las diferentes
clases sociales han sido y son históricamente revolucionarias. Combaten lo
caduco, luchan contra el ordenamiento social injusto, de acuerdo a los
intereses de la clase que las ha generado248. Así por ejemplo, la llamada
pedagogía romántica, en su momento, fue una pedagogía que libró
importantes combates contra la pedagogía tradicional. Poniendo el énfasis en
el ejercicio individual de la libertad (tal como la burguesía revolucionaria la
entendía), centró toda su propuesta en un paidocentrismo extremo, en una
disputa contra la autoridad que –desde entonces– ha cabalgado en las lindes
del anarquismo. Sin embargo, considerada históricamente esta corriente
pedagógica, ha sido un referente muy importante para el asentamiento de
posturas democráticas en la escuela.
Pero el hacer este reconocimiento no implica, para una postura materialista y
dialéctica, la reivindicación –hoy– sin crítica, de semejante propuesta
considerada globalmente. Incluso, las actuales pedagogías de la opresión,
cuando pretenden apoyarse en esos principios románticos (del culto al yo y el
trabajo por la construcción de la nación burguesa), lo hacen a contra mano,
castrando su filo revolucionario.
Otro tanto podría decirse de la obra de Comenius, quien libró una importante y
democrática batalla que llevó, en su desarrollo, a coronar con éxito la
exigencia de asumir las lenguas romances (nacionales) como el medio más
adecuado para adelantar el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el
momento histórico en que la nacionalidad era ya una realidad pujante que
venía de cocerse en las duras aguas del medioevo. Esta es evidentemente,
para la época, una conquista democrática –incluso radical– junto a la
construcción misma de la didáctica. Sin embargo es claro que en el
ordenamiento tradicional de la enseñanza esta misma obra aporta esquemas
conceptuales y prácticos tales como la existencia del manual, la separación de
las prácticas y de los saberes, el ordenamiento de los esquemas de los
prerrequisitos y muchos otros obstáculos que una pedagogía dialéctica debe
remover.
PEDAGOGÍAS DE VICTORIA
Las pedagogías de victoria se construyen en lucha con las pedagogías de
combate. Tienen, hasta ahora, y en las sociedades divididas en clase, una
carácter y una esencia reaccionaria, puesto que están al servicio –inmediato–
de la opresión y de la explotación. Son disciplinas del orden, por más que se
maquillen y se presenten –hoy día– como democráticas, y hasta pretendan
reclamar, en algunos casos, una factura revolucionaria. Su misión, tal como lo
hemos planteado, es formar los individuos en cuanto sujetos que sirvan al
mantenimiento del poder establecido, en relación con el mantenimiento activo
(y activado) de la explotación y la opresión.
248
Recordemos: también lo que resulta “justo” o “injusto” para una clase, o para los sujetos
que la integran, depende de la posición que esa clase tiene en un momento dado con
respecto a las articulaciones del Régimen político prevaleciente, a las contradicciones que lo
marcan con respecto al Sistema de Estado.
153
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
249
En los diferentes episodios históricos y en relación con cada ciclo gobernado por un
particular “modelo de acumulación”.
154
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
PEDAGOGÍA
Pero, las palabras mismas “pedagogía” y “dialéctica” podrían interpretarse de
múltiples y contradictorias maneras. Es, pues, necesario que precisemos el
sentido que para nosotros tiene tal expresión. Es necesario que ubiquemos el
punto de vista desde el cual postulamos la existencia de la Pedagogía
Dialéctica como la pedagogía de combate que, hoy, debe poner en alto el
proletariado.
155
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
250
Cf.: Luis Arturo Lemus, “Pedagogía. Temas fundamentales”. Editorial Kapeluz, Buenos
Aires: 1969.
251
Ministerio de Educación (Redactores; Teresa León Pereira, et al). “Lineamientos generales
de los procesos curriculares”. Bogotá. Noviembre de 1994
156
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
EDUCACIÓN.
El caso del concepto de “educación” es similar en las improntas de la
intervención etimológica. Viene del latín educare que significa criar, alimentar o
nutrir; pero también de educere (ex-ducere) que se traduce por conducir,
llevar, sacar fuera. También en este caso hay referencias historiográficas que
ligan la palabra al ejercicio de la crianza y pastoreo de los animales, y luego a
la conducción y crianza de los niños.253 Lemus, por ejemplo, luego de anal izar
las implicaciones de este ordenamiento etimológico, llega a la conclusión
según la cual el concepto de educación está necesariamente ligado a la
movilización consciente del individuo. Tal movilización, tal “conducir fuera”,
estaría sobredeterminada por una tarea especifica: llevar al individuo de la
heteronomía a la autonomía. De este modo
“el fin educativo es la formación de hombres libres, conscientes,
responsables de sí mismos, capaces de su propia determinación”.
Es, pues, una tarea esencialmente moral. Y para que no quede la menor duda
apunta:
“la educación tiene un sujeto que es el educando y tiene un objeto que es
la formación y la conservación del hombre como individuo y como
sociedad”.254
Dentro de una idea según la cual la educación conserva y transmite el acervo
cultural de una generación a otra, oculta tras el concepto de “generación”, las
determinaciones sociales de clase de los educandos.
Resaltemos pues, cómo se trata, para el autor, de reproducir la sociedad tal
como ella es, y reproducir los sujetos como individuos. Por ello no le es
extraña la máxima kantiana:
“Únicamente por la educación llega el hombre a ser hombre”.
253
Lemus, Ob. Cit
254
Lemus, Ob. Cit. (SN)
158
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
DIALÉCTICA
El otro componente de nuestra propuesta de Pedagogía dialéctica es
precisamente lo dialéctico, ¿qué entendemos por tal?.
El concepto de “dialéctica” no es unívoco.
Si nos atenemos a las acepciones propuestas en los diccionarios de más
frecuente uso encontraremos, por ejemplo que el Pequeño Larousse Ilustrado
la define de este modo:
“Del griego dialegomai, raciocinio. Arte de razonar metódica y
justamente”.
Allí se establecen, también, como sinónimos “lógica” y “razonamiento”. En este
mismo orden de ideas el Diccionario Planeta de la Lengua Española usual, lo
define como “arte del diálogo y de la discusión”, agregando como posible
acepción:
“Sutilezas, argucias, distinciones ingeniosas e inútiles”
Para nosotros es claro que no tiene nada de raro que esta última acepción
establecida para la Lengua Española usual, sea retomada por algunos de los
más encopetados portavoces del pensamiento filosófico oficial, quienes
también exigen un retorno a la “dialéctica”, pero a la dialéctica entendida,
simplemente, como la posibilidad de interactuar en un discurso con el otro
(empíricamente considerado), en un pie de igualdad meramente comunicativa.
En contra de lo que pudiera creerse, esta tradición es ya lo suficientemente
vieja. En la cuerda platónica,255 con este particular enfoque se definió el sentido
del concepto antiguo de la “dialéctica”: una cierta capacidad para el manejo del
discurso en el trajín de convencer al otro de lo adecuada, o afortunada, o
necesaria que puede ser una posición adoptada, o por adoptar. Luego,
Aristóteles liga esa concepción de la dialéctica platónica (y sobre todo
socrática), al ejercicio de la lógica. De tal modo su presupuesto llegó a
constituirse en un peculiar ordenamiento producido en el despliegue de los
silogismos. “La dialéctica se compagina con la retórica”, decía el filósofo que
se declaraba amigo de Platón, pero más amigo de la Verdad..
Por esta vía, bajo el esquema escolástico, “dialéctica” vino a significar el
experto uso de los silogismos, asumidos como criterio y ejercicio de la verdad.
Más tarde, en la modernidad, Kant, retomó un elemento que había sido
olvidado: el reconocimiento de la dialéctica como un campo que reconocía en
el mundo y en el pensamiento la existencia de los contrarios. Pero el
pensamiento kantiano está asentado sobre el terreno movedizo de las
antinomias256 articuladas a la teoría del equilibrio, y éste era un límite para sus
posibilidades.
255
Que se sepa, fue precisamente Platón quien incorporó la palabra “dialéctica” a la historia
de la filosofía, y –en general– a la cultura. Cf: Livio Sichirollo, “Dialéctica”. Editorial Labor.
Barcelona: 1976.
256
Que reconocen la unidad, pero no la lucha de los contrarios. Es decir, reconocen que “lo
negativo” necesita de “lo positivo”, que la burguesía necesita del proletariado, y al contrario;
pero no reconocen que esa contradicción pueda resolverse transformando el aspecto
principal de la contradicción.
159
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
DELEUZE Y SAGAN
Es bueno que recordemos, ahora, cómo Deleuze, siguiendo a Nietzsche,
reconstruye la historia de este pensamiento filosófico que arranca de Grecia, y
establece la existencia objetiva de por lo menos tres articulaciones que le
serían propicias: la subversión, la conversión y la perversión.257 Según este
punto de vista, los Presocráticos, los Platónicos y los Cínicos, definieron las
organizaciones fundamentales del sentido del discurso filosófico griego, y de
su proyección en Occidente.
El mundo, sabemos, asistió a la lucha que enfrentó, de un lado, al planteo
materialista, determinista y dialéctico de los Jónicos, y –del otro–, a lo
metafísico, idealista y subjetivo, representado en el pensamiento de esa
pléyade de hombres que organizaron sus postulados en torno a la figura y a la
herencia de Sócrates. Según la tesis de Deleuze, la pugna habría sido resuelta
–afortunadamente– a favor de un esquema superior: la perversión cínica, que
tendría su continuidad en la figura de Federico Nietzsche, ese “gigantesco
gladiador” que se bate permanentemente contra el “pensamiento socrático”.
A pesar de Deleuze, a contravía de éste y otros puentes levantados desde las
avenidas post-modernas, la tesis que elaboró Carl Sagan258 es a nuestro modo
de ver, con mucho, más adecuada y afortunada: la derrota –a manos del
platonismo– del pensamiento materialista y de los elementos dialécticos que
se habían conquistado en el trabajo de los Jónicos, produjo una enorme
involución del desarrollo posible de la humanidad entera.
257
Guilles Deleuze, “Lógica del sentido”. Medellín: Bote de Vela, 1990.
258
Cf: “Cosmos”, serie televisiva o el contenido de estos programas editados como libro.
160
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
DIALÉCTICA Y CONTRADICCIÓN
Por otra parte, existe una pequeña gran obra de Mao Tse-tung que se titula
“Sobre la contradicción”259 y que muchos quisieran olvidar, o hacer que se
olvidara. Ella representa no sólo una extraordinaria síntesis de la dialéctica
materialista procesada por Marx, Engels y Lenin, sino su más importante
desarrollo contemporáneo
259
Mao Tse-tung. “Sobre la contradicción”. En “Textos escogidos”, Ediciones en Lenguas
Extranjeras. Pekín: 1976.
161
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
162
ELEMENTOS PARA UNA PEDAGOGÍA DIALÉCTICA
163
Betty Ciro - César Julio Hernández - León Vallejo Osorio
TOMANDO PARTIDO
Los intelectuales orgánicos que gravitan en las esferas de la cultura, tomando
partido en uno u otro sentido de la historia, han hecho un ejercicio en relación
con la educación y con el hecho pedagógico.
Como puede verse en la lectura de los textos anteriores, incluidos como
capítulos del presente libro, los sujetos se fundan históricamente. Y, en las
sociedades divididas en clases, esta fundación, esta fundamentación, está
definida y establecida –objetivamente– en relación con el poder. Este proceso
articulado en el seno de la cultura, materializa los sujetos (colectivos o
individuales) que existen objetivamente, e independientemente de como ellos
perciben su propia “experiencia”, en la defensa el poder establecido, o en la
tarea de transformarlo en otro diferente.
Digamos, finalmente con Marx, que nos negamos a embellecer el proyecto
burgués con frases bonitas acerca de la libertad, los valores y las posibilidades
de desarrollo, sabemos que:
“Del mismo modo que para la burguesía la superación de la propiedad
privada de clase representa la abolición de la producción misma, [ella]
identifica también la abolición de la enseñanza clasista con la eliminación
de la enseñanza en general. (…) Los comunistas no han descubierto la
acción de la sociedad en la educación; sólo cambian su carácter...”260
260
Carlos Marx y Federico Engels, “Manifiesto del Partido Comunista”
164