La Enunciación
La Enunciación
La Enunciación
Quien enuncia lo hace para decir algo a alguien -incluso cuando ese alguien puede ser
el mismo enunciador- en una situación determinada / “situación enunciativa espacio-
temporal” Cingolani.
TÍTULOS POSIBLES
Enunciación, lengua y comunicación
Subjetividad, lengua y comunicación: la enunciación
Introducción
Una introducción puede vincular el tema con los temas que lo anteceden en el
programa; otra puede enmarcar la problemática de la enunciación dentro del campo
de los estudios del lenguaje [Benveniste hace esto]: en la lingüística (en relación con
el estructuralismo), en la filosofía del lenguaje (Wittgenstein y la escuela analítica), en
la pragmática lingüística; otra puede enfocar la enunciación desde el punto de vista
pedagógico [Marta Marín hace esto] y ligarla con los otros temas de la planificación
anual y fundamentar el valor de su aprendizaje y desde el punto de vista científico.
Borrador 1
Hasta aquí hemos estudiado la comunicación como proceso y la lengua en las
prácticas sociales y discursivas que genera su uso. Nos toca ahora detenernos en la
enunciación que se estudia como un acto lingüístico que tiene lugar dentro de una
situación comunicativa en la que se produce (y recibe) un discurso que pone a la
lengua en relación con su contexto. Desde este punto de vista, y siguiendo las
tradiciones del campo de estudio del lenguaje inauguradas en el siglo XX, podemos
ubicar la problemática de la enunciación dentro de la filosofía del lenguaje
(Wittgenstein y la escuela analítica, John Austin, John Searle), la lingüística (desde
1970 en adelante con Emile Benveniste, Oswald Ducrot, Catherine Kerbrat-Orecchioni,
Dominique Maingueneau, Patrick Charaudeau) y la pragmática. También debemos
incluir los trabajos de Mijail Bajtín que se dedicó a esta temática muy tempranamente
en las primeras décadas de la centuria pasada.
Podemos decir que hasta este momento nos concentramos en dos objetos: la
comunicación y el discurso. En ese marco, hemos hablado de los participantes de la
comunicación y de los usuarios de la lengua; ahora nos vamos a concentrar en esos
sujetos que se comunican e intercambian enunciados y cómo dejan sus huellas (y
cómo los podemos reconocer a través de ellas) en sus productos a través de los
recursos que les proporciona el sistema de la lengua.
Índice
Introducción
1.Lengua y enunciación
1.1.Un sujeto de la enunciación: Benveniste
1.2.Dos o más sujetos de la enunciación: Ducrot (lingüística) y Bajtín (estudios
literarios)
2. Comunicación y enunciación
2.1. Kerbrat
2.2. Maingueneau
3. Los recursos lingüísticos y estrategias discursivas de la enunciación
Más allá de las consideraciones particulares de cada propuesta, encontraremos
que la lista de recursos lingüísticos y estrategias abarca los que revisaremos a
continuación.
Los deícticos
Las lenguas gramaticalizan algunos elementos del contexto a través del
fenómeno de la deixis. Los participantes de un encuentro comunicativo se ubican en
sus discursos y, al mismo tiempo, seleccionan aquellos elementos de la situación
(personas, objetos, acontecimientos , lugares, etc.) que resultan pertinentes o
relevantes para sus objetivos y los colocan en primer plano o en el fondo tomando
como eje al enunciador y sus coordenadas espaciotemporales. Levinson destaca,
además, que la deixis es la clave de interpretación de los enunciados en relación con
las características del contexto de enunciación. Dicho de otra manera, el significado de
los deícticos depende de ese entorno compuesto por quien los pronuncia, a quien se
dirige, cuando y donde.
Los deícticos se diferencian de las referencias anafóricas o catafóricas, puesto
que éstas remiten a otro elemento del texto, mientras que aquéllos a los componentes
del contexto enunciativo.
En todos los casos, se dice que el locutor se rió mucho con una historieta
(dictum), pero lo que se puede decir en cada caso es diferente:
Un mozo puede dirigirse a los clientes: -¿Qué van a ordenar los señores?
El presidente de la Nación al Papa Francisco I: -Saludo a su Santidad.
• algunas locuciones prepositivas: delante de / detrás de, cerca de / lejos de, etc.
• un juicio acerca de la fuerza ilocutiva con que se dice algo: ordenar, aconsejar,
afirmar, pedir, rogar;
• una descripción del modo en que se dice: explicar, aclarar, contar, repetir,
exponer, argumentar;
Las modalidades
El lingüista suizo Charles Bally (1932) observa que una representación mental
puede ser analizada en sus componentes: dictum -contenido representado- y modus
-operación psíquica que toma al dictum como objeto, que puede ser nombrado
explícita o implícitamente.
● Modalidades de la enunciación
La relación discursiva entre el enunciador y el enunciatario determina el uso de
las modalidades de la enunciación: declarativa, imperativa e interrogativa.
La primera aparece como una forma aparentemente neutra, que, en la oralidad,
está indicada por la entonación descendente, mientras que en la escritura, es la
ausencia de marcas la que la determina. Esta posición sensorialmente aséptica del
enunciador se debe a que en un enunciado declarativo predomina su relación con el
objeto referido y no con el enunciatario -al menos, no explícitamente. Los efectos de
sentido producidos por este tipo de enunciados, en general, no son susceptibles de ser
ilustrados y deben ser interpretados en cada contexto particular y según las claves del
género discursivo en el que se incluyen.
2 Bally, Ch. (1932). Linguistic générale et linguistique française. Francke. Berna, 1965. Página 35.
3 La atenuación es un procedimiento lingüístico de cortesía, tema desarrollado ampliamente en la unidad sobre
pragmática.
posee un saber que quiere conocer. El enunciador se constituye como un sujeto
autorizado a interpelar a su enunciatario, a quien le atribuye la capacidad de
satisfacer su afán de conocimiento.
- verbos o frases verbales como “Es cierto que” (refuerzo de la aserción) / “Parece
cierto” (suspensión de la aserción);
- adverbios o frases adverbiales como “de hecho” (refuerzo de la aserción) / “Tal vez”
(suspensión de la aserción);
- el futuro suele usarse para suspender la aserción (Si continúa engripado, no saldrá
el fin de semana), en tanto el presente es el que más se elige para la aserción en
discursos que aspiran a decir algo con validez universal (La velocidad de la luz es
300.000 kilómetros por segundo cada segundo).
- verbos o frases verbales como hay que, tenemos que, precisamos que;
La enunciación – Benveniste
En otro artículo, revisa ese carácter instrumental del lenguaje, porque entiende
que el ser humano no lo inventa como al fuego, la flecha, la rueda, sino que nace con
él, pertenece a su naturaleza. Lo que se intercambia, entonces, es la palabra (la
lengua) que se actualiza en cada acto individual; la garantía para que ello ocurra es el
lenguaje donde se funda el sujeto hablante que, a su vez, se presenta como alguien
que habla a otro. La conciencia de sí del ser humano, su subjetividad, nace en el
lenguaje y la experimenta en el diálogo que entabla con interlocutor, que también se
reconoce a sí mismo como ego en una relación recíproca.
Cuando el ser humano dice “yo” es el lenguaje el que lo está fundando como sujeto:
“Es en y por el lenguaje como el hombre se constituye como sujeto; porque el solo
lenguaje funda en realidad, en su realidad que es la del ser, el concepto de ‘ego’”
(Benveniste, a:181). A su vez, quien se presenta como yo lo hace ante alguien que
llamará ‘tú’, puesto que es el diálogo donde cada sujeto se constituye como persona.
Esta polaridad instaura la posibilidad del proceso de comunicación que, como la
presenta este autor, no se trata sino de una consecuencia de la actuación del sujeto
que usa el lenguaje. Aclara que esa polaridad no significa igualdad o simetría, debido
a que el lugar preeminente siempre será ocupado por ‘ego’, aunque éste no existe sin
su interlocutor, o sea, llevan una relación de complementariedad en términos de
interior/ exterior y de reversibilidad. De este modo, sostiene que cae la dicotomía
individuo / sociedad, pues se trata de una realidad dialéctica que comprende al ego y
al alter ego en una relación mutua, sobre la se alza el fundamento lingüístico de la
subjetividad.
El lingüista francés basa su definición del lenguaje como fundador de la
subjetividad en las pruebas que ofrecen las lenguas naturales, pues no existe alguna
en la que no se pueden hallar unidades lingüísticas referidas a las personas. Por eso,
examina los pronombres personales y los pone de relieve como signos especiales
debido a que no remiten como los demás a una entidad léxica sino que dependen de
su producción en un acto de discurso determinado:
AQUÍ
Advierte Benveniste que hay que distinguir entre las reglas que rigen el empleo
de las formas (fonológicas, morfológicas, sintácticas y semánticas) y las reglas que
ordenan el empleo de la lengua. Son las segundas las que interesan al estudio de la
enunciación que explican la relación entre el locutor y los caracteres lingüísticos que
escoge en la producción de un enunciado. Este proceso puede ser estudiado como: