Cómo Controlar El Inventario en Tu Restaurante
Cómo Controlar El Inventario en Tu Restaurante
Cómo Controlar El Inventario en Tu Restaurante
¿Por qué dos personas? Pueden contar los artículos por separado y tú puedes ver si obtienen
el mismo resultado. Si se diferencian, hay que hacer un recuento. Si el gerente o el dueño del
restaurante pone esto en práctica de vez en cuando, se asegurará de que los empleados
están haciendo bien su trabajo.
En otras palabras, asignar el trabajo a dos personas en lugar de a una dará lugar a más
exactitud y reducirá las posibilidades de que los registros se cambien deliberadamente.
Usa la norma de “lo primero que llega, lo primero que sale” (“first-in, first-out” en inglés, o
FIFO por sus siglas). Debes entrenar a tu personal para colocar al frente del almacén o la
despensa aquellos artículos que llegaron antes. De esta manera, serán usados antes que los
productos más frescos.
Puedes leer más sobre este útil método y ver un ejemplo concreto haciendo clic aquí.
Estas prácticas para implementar un inventario de comida bien planificado y efectivo tendrán
como resultado una reducción de la comida desperdiciada, un buen balance entre efectividad
y costo, entre otros beneficios. Para ver otros métodos que harán crecer tu restaurante y tus
beneficios, sigue leyendo aquí.
La rotación de inventarios puede ser calculada en forma mensual, semestral o anual. Para
ello, simplemente habrá que utilizar el costo que corresponda a ese período. Es decir, si
calculamos la rotación mensual, sólo habrá que registrar el costo que corresponda a ese
período en el numerador de la fórmula.
Si las ventas varían, el inventario deberá ser ajustado de forma práctica, ya que de lo contrario
la mercancía se estancará o faltará, lo que a su vez ocasionará mayores mermas y menor
calidad.
Sin embargo, como el almacén contará casi siempre con un sin número de productos,
encontraremos que los niveles de rotación de los mismos no serán iguales. Por ello, debemos
realizar el cálculo de la rotación, al menos, para los productos fundamentales, y mantener un
adecuado control en las compras del resto de los productos con el propósito de evitar excesos
y/o insuficiencias de los mismos.
En algunos libros de ingeniería industrial se indica que, mientras menor sea el inventario de
las empresas, mayor será su eficiencia. Esto es generalmente falso, ya que únicamente
funciona cuando las condiciones de mercado y costos de almacenaje lo permitan, lo que sólo
se cumple en una minoría de los casos.
Máximos y Mínimos en un almacén
Capacidad de almacenamiento.
Precio de mayoreo.
Costo financiero.
Costo de oportunidad.
Este tipo de sistemas funciona en forma adecuada si el consumo fuera constante, de tal forma
que justo cuando la mercancía estuviera prácticamente por acabarse y se llegara al mínimo,
entonces mágicamente llegara el proveedor con la nueva compra cuando la mercancía se
termine.
Transferencias Internas
Las transferencias internas son formatos de control que permiten el traslado de mercancías
del almacén a los puntos de venta. Son de suma importancia, ya que de no elaborarlas se
perdería el control tanto del almacén como de las distintas áreas de producción y de consumo.
Las transferencias internas permiten legalizar las salidas del almacén.
Por otra parte, la administración y sus directivos deben tener en cuenta que, en ocasiones, el
personal tiene un sexto sentido para identificar los materiales y la materia prima que no se
controlan, por lo que será necesario que sistemática y sorpresivamente realicen un
seguimiento de los productos, desde que entran al almacén hasta que salen del mismo.
Se dice que en muchos restaurantes, los gerentes o los capitanes que suelen autorizar las
transferencias internas, la firman como si se tratara sólo de un trámite, sin importar las
repercusiones que implica surtir más o menos de lo necesario.
En los días de descanso del almacenero o en los horarios que no se encuentre, no es correcto
que varias personas tengan acceso al almacén y que también sean varios los que surtan,
debido a que se pierde el control, además, de que en caso de haber faltantes nunca se
conocerá el responsable.
En todos los giros resulta de vital importancia el control de inventarios, dado que su descontrol
se presta no sólo al robo hormiga, sino también a mermas y desperdicios, pudiendo causar un
fuerte impacto sobre las utilidades.
Por ejemplo, sin el efectivo control de los inventarios dentro de un restaurante, las fortalezas
propias del giro (alta rentabilidad y liquidez) se convierten automáticamente en debilidades.
Falta de registros
En cuanto a la falta de registros (no sólo de inventarios, sino de cualquier tipo de operación)
se oyen los siguientes comentarios:
En efecto, muchos de estos comentarios son ciertos en su momento, pero muchas veces se
olvida que contar con registros de inventario no es simplemente necesario porque las
empresas grandes lo hacen, o porque el contador lo pide (cuando lo pide), o porque los
necesitamos para armar nuestro balance general.
El objetivo principal es contar con información suficiente y útil para minimizar costos de
producción, aumentar la liquidez, mantener un nivel de inventario óptimo y comenzar a utilizar
la tecnología con la consecuente disminución de gastos operativos.
Los programas de cómputo son excelentes, sin embargo, el que estén bien estructurados no
nos garantiza que vayan a cubrir nuestras necesidades de información, si no los alimentamos
con información real y constante. Otro inconveniente que presentan es su alto costo y, en
múltiples ocasiones, la falta de soporte técnico de parte del proveedor. En otras palabras, es
como si nos vendieran un avión y el piloto nos lo prestaran o alquilaran no cuando lo
necesitamos, sino el día que pueden, si es que pueden o quieren.
- La mayoría de las computadoras cuentan ya con el programa de hoja de cálculo más popular
en el mundo (Excel de Microsoft)
- La operación de una hoja de cálculo se vuelve repetitiva, por lo que es fácil de aprender y
fácil de enseñar.
- El uso de hoja de cálculo elimina tiempos muertos de personal de caja y administrativo, del
que nos podemos apoyar para el control del inventario.
El problema en cuanto a la cuantificación de los inventarios puede ser tan grande o tan
pequeño como nuestra gama de productos. No necesariamente una gama de productos
extensa implica problemas enormes. Lo que sí complica la operación de nuestro negocio es
una gran gama de productos dentro de la materia prima, es decir, si vendemos pizzas, pero
también vendemos sushi, tortas, tacos, helados, tostadas y comida internacional, entonces
nos enfrentamos con una diversificación excesiva que nos obliga a tener un inventario
demasiado alto.
En el año 1946, la empresa Interflora lanzó el slogan “Díselo con flores”, una de esas frases
que han trascendido a la marca y se han hecho hueco en nuestro vocabulario habitual. Si en
un contexto parejil las flores son la mejor manera – o casi, que los bombones están ahí
pugnando por el primer puesto – de decir “te quiero”, en cuestión de restaurantes… ¿qué
mejor manera de demostrarle a nuestro negocio que realmente lo “queremos” que haciendo
buenos inventarios que nos ayuden a conocer los datos mediante los que tomar
decisiones para reducir el consumo de materia prima y controlar los costes del
restaurante?
Antes de ver las claves para hacer buenos inventarios, vamos a refrescar conceptos.
El inventario es una foto del almacén de tu restaurante, que se corresponde con el momento
concreto en que haces el recuento de materia prima.
Para entendernos, un inventario, por sí mismo, no sirve de mucho, ya que solo tenemos la
información puntual del instante en que lo hemos hecho. Para que los datos que obtenemos
sean realmente útiles, debemos dotar de periodicidad a la tarea de hacer inventarios. De
este modo, podremos comparar las fotos de varios periodos y comprobar si tenemos alguna
arruga más, si hemos ganado algún kilito… o, lo que es lo mismo, ver la evolución de nuestro
consumo y, sobre todo, del coste de materia prima, con la fórmula que ya conoces:
Inventario inicial + Compras – Inventario final / Ventas.
Eso sí, el inventario no es solo una instantánea del almacén. El inventario es dinero. Esto es
algo que debes tener muy presente a la hora de hacerlos y, muy especialmente, a la hora de
gestionar las Compras en tu restaurante. Más inventario se traduce en más descontrol, más
desorden y más mermas.
Ahora que ya tenemos claro qué es un inventario, veamos para qué sirve. Si tienes la
tentación de pensar que no sirve para nada – y justificar de este modo estar haciendo la vista
gorda con la calidad de los inventarios de tu restaurante – aparta esa idea de tu cabeza. El
inventario es una herramienta clave del control del coste de materia prima. ¿Por qué?
Por que nos ofrece:
Información sobre las existencias de materia prima en el restaurante.
Información para decidir si es necesario comprar producto, de qué tipo y en qué cantidad.
Información sobre el consumo de materia prima (antes de cotejar los datos con las ventas).
Informes por producto, proveedor, periodo, categoría, local, grupo… Recuerda que puedes
descomponer el inventario por categorías, productos, ubicaciones y, muy importante, ver
cómo evoluciona el valor del inventario con el tiempo.
Analizando el consumo a través del tiempo podemos llegar a decidir el stock razonable que
debemos tener. Ese dato es importante, para minimizar el inventario sin roturas de stock (es
decir, sin quedarte sin producto)
Ahora bien, el inventario nos sirve como herramienta si está bien hecho. Gstock te ayuda
en la tarea de hacer buenos inventarios, de manera sencilla e intuitiva. Estas son las claves:
1. La primera clave es hacer el inventario. Si no está hecho o está hecho a medias, no te va a
servir de nada.
2. Una vez que nos hemos puesto manos a la obra, el primer paso es comprobar que no haya
productos sin ubicar, ya que estos productos no aparecerán en el inventario. Si los hay,
asígnales una ubicación. Así, al imprimir la hoja con la ubicación saldrán todos los productos
que nos podremos encontrar en ella.
3. La tercera clave es elegir el momento adecuado para hacer el inventario. Es imprescindible
hacerlo antes de que se mueva nada. Hazlo por la mañana o por la noche, pero no a lo largo
del día, ya que las variaciones de producto durante el desarrollo de la actividad podrían
distorsionar los datos.
4. La cuarta es la más laboriosa, pero es fundamental hacerla bien. Se trata de comprobar que
los datos que hay en las hojas de nuestro inventario en la aplicación se corresponden
efectivamente con el producto en el almacén. Para ello, debemos hacer el conteo físico y
anotar las discrepancias que pudiese haber, es decir: productos que están en ubicaciones
distintas, productos que nos encontramos en una ubicación que no tenemos en el listado…
5. Una vez hayamos realizado el conteo físico, modificamos los datos del inventario en la
aplicación, en la medida en que sea necesario.
¿Cuál es la frecuencia idónea para hacer inventarios en un restaurante? La pregunta del
millón. Una frecuencia razonable y sencilla de mantener es hacer inventarios una vez al
mes. De este modo, podremos comparar los datos y revisar la evolución del consumo y, por
tanto, del coste de materia prima al menos doce veces al año. En cualquier caso, recuerda
que:
Una mayor frecuencia en la realización de inventarios nos proporciona más oportunidades
para comprobar la evolución del Coste Real en el restaurante.
Además, ten en cuenta que no es necesario hacer un inventario completo. Un inventario
parcial, más frecuente, es perfectamente factible.
Más arriba decíamos que el inventario es dinero. Hacer y gestionar bien los datos que
obtenemos de los inventarios tiene beneficios que repercuten en el funcionamiento del
restaurante:
Nos muestran una visión real del almacén, en un momento determinado.
La comparación nos enseña la evolución del consumo y el coste de materia prima, siempre
que relacionemos los inventarios con las compras del periodo establecido.
Detectan mal uso, despilfarro o desajustes en el consumo de materia prima.
Nos permiten determinar si estamos gestionando mal las compras.
Ayudan a detectar la sobredimensión del almacén, en caso de que exista.
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