Obras de Estabilizacion de Taludes
Obras de Estabilizacion de Taludes
Obras de Estabilizacion de Taludes
5.1 INTRODUCCIÓN
Las obras civiles, los desarrollos urbanos y las explotaciones mineras a cielo abierto, son
actividades que intervienen las formas del terreno y en muchas ocasiones es necesario modificar
para estabilizarlas, para construir las estructuras hidráulicas y la siembra de la vegetación
El presente capítulo se realiza una descripción de los métodos más comunes utilizados para la
estabilización de taludes, en terrenos conformados por suelos. La siguiente tabla es un resumen
de los métodos de estabilización de taludes en suelos.
Tabla 5.1 Métodos de estabilización de taludes en suelos (Holtz y Schuster, 1996)
Adaptado del Manual de Estabilización y Revegetación de Taludes. Pag 152.
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5.2 MODIFICACIÓN DE LA GEOMETRÍA DEL TALUD
El tratamiento de una superficie es necesario cuando un talud es inestable o su estabilidad es
incipiente. Las actividades se enfocan a modificar su
geometría para obtener una nueva configuración que
resulta estable. Esta configuración busca obtener al
menos uno de los dos efectos siguientes.
• Disminuir las fuerzas que tienden al
movimiento de la masa.
• Aumentar la resistencia al corte del terreno
mediante el incremento de las tensiones
normales en zonas convenientes de la
superficie de rotura.
El primer efecto se logra al reducir el volumen de
material de la corona de un talud o deslizamiento y
el segundo incrementando del volumen del pie de un
talud.
Las estrategias para actuar sobre la geometría de un
talud para mejorar su estabilidad son las siguientes:
a. Eliminar la masa potencialmente
inestable o inestable. Figura 5.1 Labores de perfilado de un
talud de cenizas volcánicas. (Carlos E Escobar P)
Es una solución que solo se aplica en casos
extremos, consiste en retirar toda la masa incorporada en la inestabilidad con el fin de evitar su
movilización. Para lograrlo se debe comprobar que la nueva configuración del talud no es
inestable.
b. El perfilado de taludes.
Su finalidad es configurar un talud de corte o de un terraplén para adaptarlo a las pendientes y
alturas que los hacen estable. El perfilado permite borrar los surcos o las irregularidades que se
presentan en un talud. Se ejecuta simultáneo con la construcción de las estructuras hidráulicas
para el manejo de las aguas de escorrentía y con las labores de establecimiento de vegetación de
las áreas a tratar.
El perfilado se inicia desde la corona del talud. La corona se redondea con el fin de controlar la
velocidad de las aguas de escorrentía cuando acceden al talud, conservar la humedad del suelo y
su características de plasticidad para estimular la presencia de materia orgánica suficiente para el
arraigo de las coberturas vegetales, además de incrementar la estabilidad y ejercer el control de
la erosión en la corona del talud.
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Con el perfilado de un talud se disminuye el grado
de la pendiente, se mejora su estabilidad y se
adecua para el establecimiento de la vegetación.
Estas prácticas son convenientes para realizar el
ordenamiento de los taludes y adaptarlos al
paisaje.
c. Construcción de tacones de tierra o
escollera.
Los tacones de tierra en el pie de un talud se
realiza simultáneo con el perfilado y la finalidad es
aumentar las tensiones normales en la parte baja
para aumentar la resistencia. El incremento
depende del ángulo de rozamiento interno de la
parte inferior de la superficie de falla. Si es
elevado el deslizamiento se produce por el pie y
es ventajoso construir el tacón encima del pie del
talud; si el ángulo de rozamiento interno es bajo,
Figura 5.2 El perfilado del talud tiene como
el deslizamiento compromete la base y es igual de
finalidad lograr continuidad de la superficie , la
efectivo colocar el relleno frente al talud. estimular las escorrentías y la siembra de la
vegetación. (Carlos E Escobar P.)
El peso propio del tacón aumenta el momento
estabilizador frente a la rotura.
Como obras complementarias se deben instalar sistemas filtrantes que permitan el drenaje de las
aguas freáticas. Estos pueden ser lechos en grava o drenes en zanja encargados de abatir los
niveles freáticos y evitar las presiones de poro. El tacón se puede reemplazar por una escollera
que cumple la función de estabilización y es elemento filtrante.
d. Secuencia de bermas y taludes (Abancalamientos)
La disposición de bermas intermedias en un talud es una medida que se diseña previamente y su
función es lograr varios beneficios en la tarea de estabilización de un talud o ladera. Las bermas
cumplen una función estabilizadora del talud, facilitan el proceso constructivo y las labores de
mantenimiento del tratamiento, retienen la caída de fragmentos de roca y se pueden disponer las
estructuras hidráulicas y los drenes horizontales permitiendo el ordenamiento de aguas
superficiales y subsuperficiales.
Los taludes pendientes dejados por los cortes de excavaciones o de terraplenes se abancalan con
el fin de interceptar las escorrentías y controlar la erosión hídrica. Los taludes del tratamiento
cuentan con alturas entre cuatro y ocho metros, separados por bermas impermeables recubiertas
con concreto o geomembrana.
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La berma por lo general, está conformada por un canal localizado en la base del talud y una área
impermeabilizada con concreto o geomembrana, la cual se dispone con bombeo hacia el canal.
Este sistema es muy utilizado para
impermeabilizar laderas de pendientes
fuertes y a la vez
permite el
ordenamiento de las aguas superficiales y
subterráneas de zonas tratadas.
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Las superficies imprimadas se deben proteger del tráfico vehicular y del peatonal intenso. Su vida
útil no puede estimarse en más de 5 años con buena protección y mantenimiento. Existen
alternativas de impermeabilización con Geotextiles no tejidos impregnados con asfalto. La figura
5.3 presenta una impermeabilización con geotextil y asfalto.
b. Pavimentos
Los pavimentos se consideran estructuras encargadas de impermeabilizar áreas de trafico
vehicular o peatonal; además sirven como canales abiertos permitiendo la conducción de las
escorrentías hasta estructuras de captación que pueden ser alcantarillas o canales abiertos.
c. Impermeabilización con geomembrana
La impermeabilización con geomembrana se realizan en zonas de movimientos lentos de suelos y
sobre las cuales es necesario controlar el exceso de infiltración. La figura 5.4 presenta un corte
de una berma recubierta con geomembrana.
La pendiente longitudinal de la berma se hace en lo posible concordante con la rata de los
movimientos; es decir, la localización de las entregas del sistema de drenajes se orienta hacia las
zonas con mayor desplazamiento. Localizar las estructuras con este criterio permite incrementar
la vida útil del tratamiento, además de disminuir los costos de mantenimiento y reparación.
La geomembrana colocada sobre la berma excavada y nivelada es protegida por un relleno de 15
centímetros de espesor, conformado por suelo libre de piedras y materiales que puedan romper
la geomembrana. Las pendientes del bombeo, entre 4 y 6 por ciento permiten mejorar el
escurrimiento en la berma. Las aguas de escorrentía se conducen por una cañuela de concreto
simple.
Cañuela
en concreto
Geomembrana
1. El talud se perfila con sus bordes superior (corona) e inferior (pata) en forma redondeada.
2. La geomembrana se coloca hasta una altura mínima de 20 cm por encima de la cañuela en concreto.
3. El relleno que cubre la geomembrana cuenta con un espesor de 15 cm en tierra, libre de fragmentos rocosos.
4. La pendiente transversal de la berma es mayor al 4%
5. La pendiente longitudinal de la cañuela, en concreto, está entre el 4% y el 7%.
6. La cobertura vegetal para la berma es de tipo rastrero y cuenta con un sistema radicular poco profundo.
7. La sección de la cañuela es semicircular, el espesor del concreto varía desde 5 cm en el centro a 0 en los extremos. Figura
Las secciones de los taludes y las bermas, se redondean, con el fin de controlar el excesivo secado
del suelo, garantizar la presencia de materia orgánica necesarios para el establecimiento de
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coberturas vegetales, además de la protección que se le brinda al suelo de los agentes del
intemperismo por la exposición al sol o a las lluvias.
Posterior se establece la cobertura vegetal de tipo rasante y arbustivo evitando los problemas de
interacción negativa entre las obras y el entorno, y menor impacto ambiental por la presencia de
las obras de corrección.
El tratamiento es económico y de fácil instalación. Cuando se tratan bermas en taludes de
depósitos, la geomembrana se puede remplazar por un geotextil tejido. La geomembrana, además
de regular la infiltración sirve de refuerzo a la cañuela de concreto, protegiéndola de la socavación
que puede comprometer la estructura de drenaje.
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Cuando se instala un drenaje en zanja paralelo a una cuneta, esta se debe revestir en concreto a
fin de proteger el relleno del drenaje en zanja, de la erosión lineal y evitar la presión sobre el filtro
por el exceso de infiltración.
b. Trincheras filtrantes:
Las trincheras filtrantes son estructuras utilizadas para establecer un camino preferencial al agua
en zonas de bajo nivel freático.
Las trincheras filtrantes y los drenes son elementos utilizados para provocar un abatimiento de las
presiones intersticiales y permitir así un incremento de las presiones efectivas. En otras ocasiones
se persigue también la captación y evacuación de las aguas de algún terreno húmedo.
El material filtrante deberá estar constituido de partículas sanas, duras y limpias. El material
filtrante y filtrado deben tener características compatibles para que se produzca un buen flujo de
agua sin que ocurra arrastre de partículas que generarían lavado y posterior erosión interna del
material.
Las trincheras filtrantes practicadas en zonas de movimientos lentos controlados por capas
impermeables (asfaltos sepultados, estratos arcillosos), sirven de apoyo a drenes sub horizontales
para abatir niveles freáticos de zonas con dificultades de drenaje. Las trincheras cuentan con
estructuras de inspección que permitan el mantenimiento y monitoreo sobre la evolución del flujo
de agua.
c. Drenes horizontales:
Los drenes horizontales son perforaciones sub horizontales ejecutadas normalmente en la pata o
sitios inferiores de laderas y taludes. Van revestidos con tubería perforada o especial y se utilizan
para generar abatimiento de las presiones neutras o intersticiales en la pata de taludes saturados
total o parcialmente.
Algunas recomendaciones de diseño: Cuando se construye un muro en la pata de un talud o ladera
inestable y se requiere, en forma simultánea instalar drenes horizontales y drenes en zanja por el
trasdós del muro. Los primeros se deben llevar hasta la cara exterior del muro con el fin de poder
inspeccionarlos; se facilita el monitoreo y el mantenimiento además de evitar presión sobre el
drenaje en zanja.
d. Gateras o "Lloraderos" en muros y pisos:
Gran parte de las cargas que soportan los muros de contención se deben al cuerpo de agua que
se almacena atrás de los mismos. Por ello siempre se debe colocar un filtro en el trasdós. Otro
sistema de alivio de presión adicional que contribuye a mejorar la estabilidad de las estructuras
de contención son las "gateras" o "lloraderos". Estos orificios practicados en el vástago de los
muros, evacuan rápidamente las aguas del trasdós, impidiendo que se llegue a establecer presión
hidrostática contra el tablero del muro.
En suelos pueden ser "lavados" a través de dichas gateras, se recomienda colocar geotextil no
tejido interior del muro. El diámetro sugerido varía de acuerdo al tipo de suelo y a la separación
de los agujeros.
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Otro tipo de gateras son las que se practican en losas de piso de gran tamaño, donde se pudiese
presentar una sub-presión apreciable. En este caso es conveniente no sólo el geotextil, sino un
material bien gradado con el que se llena la gatera para evitar que se colmate con material fino
de sedimentos del río o quebrada. Este tipo de gateras de piso, requieren un mantenimiento
periódico para verificar el que no se hayan taponado completamente.
4. Enrollamiento: El alambre deberá dejarse enrollar en espirales cerradas y paralelas sobre un cilindro de
diámetro doble del suyo, sin que al zinc le pase nada.
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5. Torsión: Tiras de alambre de 20 centímetros de longitud deberán soportar sin romperse y sin que al zinc le
pase nada, 30 vueltas completas de torsión (360 grados para cada vuelta) permaneciendo el eje del alambre
en línea recta.
6. Espesor del zinc (galvanizado): El alambre deberá soportar sin perder su capa protectora de zinc, ni aún
parcialmente, cuatro inmersiones sucesivas de un minuto cada una, en una solución de sulfato de cobre
cristalizado, cuya concentración será una parte de cristales por cinco (5) de agua. La temperatura de la
solución será de 15 grados centígrados. Entre cada inmersión los alambres serón lavados, limpiados y
examinados.
7. El hilo sostenido en una prensa de bordes redondeados (con curvatura de radio igual al diámetro del
alambre), deberá soportar sin romperse 10 plegados sucesivos de 90 grados. Los plegados se efectuarán
en un mismo plano con una amplitud de 180 grados.
El alambre utilizado para unir entre sí las caras de un mismo gavión y las aristas de un gavión
con las del vecino, deberá ser del mismo calibre y calidad de aquel que forma la malla.
b.- Relleno: El relleno de las canastas consiste en fragmentos de roca o cantos rodados, sanos,
resistentes y durables y deberá cumplir los mismos requisitos que la piedra para el concreto
ciclópeo. La dimensión de cada fragmento de roca o canto rodado deber estar comprendida entre
10 y 30 centímetros.
La construcción se inicia con la excavación y nivelación del terreno de fundación. Sobre este
terreno se construye una capa continua de grava y arena, con espesores de 5 cms; sobre esta
capa se colocarán los gaviones de base, en la forma como se indica en los planos. Los gaviones
de base deberán colocarse en forma tal que por lo menos la mitad de su altura quede por debajo
del lecho o terreno existente.
Durante la operación de llenado, las mallas deberán mantenerse firmes y en posición correcta por
medio de formaletas y tensores transversales adecuadamente espaciados. Las aristas tanto
verticales como horizontales de cada gavión deben ligarse firmemente con las correspondientes
de los gaviones adyacentes.
El llenado de las canastas se efectúa a mano, colocando cuidadosamente las piedras de mayor
tamaño en la periferia y el resto de tal forma que se obtenga una masa rocosa bien gradada, con
mínimo porcentaje de vacíos y con superficies de contacto entre gaviones, parejas y libres de
entrantes o salientes.
Se debe tender especial cuidado de no formar zonas con una gran acumulación de piedras
pequeñas.
Los muros en gaviones son estructuras que se pueden considerar flexibles, de fácil construcción
y adaptación a taludes viales con problemas de inestabilidad.
c. Muros en concreto reforzado.
Son estructuras utilizadas para estabilizar cortes y rellenos en espacios reducidos, donde no se
aceptan deformaciones del material de relleno. Estas estructuras ocupan espacios reducidos de
concreto y utilizan los materiales de relleno como elementos que contribuyen a la estabilidad.
Constan de concreto de resistencia superiores 3000 psi. En el respaldo de todos los muros se
colocará material filtrante con un espesor mínimo de 0.20 metros, que cumpla las características
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establecidas para el material, construyendo además el sistema adecuado para la evacuación del
agua captada y con orificios de drenaje.
d. Muros en tierra reforzada.
Uno de los tipos de obras más comunes en la ingeniería de vías ha sido la de muros de contención,
bien sea para la conservación de las dimensiones de la bancada, cuando se habla de suelos de
relleno o para el caso de deslizamientos en zonas de corte.
Tradicionalmente se han venido utilizando muros de contención por gravedad que contrarrestan
las presiones horizontales gracias a su gran masa. Una de las alternativas presentadas a mediados
de la década de los sesenta, fue creada por el ingeniero francés Henry Vidal, que consistía en la
inclusión de una serie de tiras metálicas, amarradas a unos elementos externos que componían la
cara del muro, hasta una determinada longitud dentro del relleno utilizado, para conformar así la
masa de contención. Este es un sistema que se ha venido empleando con relativo éxito en la
actualidad y tiene el nombre registrado de tierra armada. Se ha visto que aunque el sistema tiene
un buen desempeño, su principal problema radica en la determinación de la duración del refuerzo
metálico dentro del suelo, ya que este se encuentra expuesto a un proceso permanente de
corrosión.
Gracias al desarrollo de nuevos materiales que pueden soportar las condiciones de humedad y de
acidez o alcalinidad dentro del suelo, se ha venido implementando el uso de mantos sintéticos
tales como los geotextiles, para que suministren refuerzo debido a las características mecánicas
que estos poseen, como su resistencia a la tensión, desarrollando de forma análoga la misma
función que las tiras metálicas, solamente que el refuerzo es suministrado en zonas determinadas
por franjas. Los estudios que condujeron al uso de esta nueva tecnología tuvieron origen en
Francia y Suecia a finales de la década de los setenta.
Los muros de contención reforzados con geotextil se han convertido mundialmente en una
alternativa de construcción frente a los muros de concreto reforzado y a los terraplenes
conformados naturalmente, principalmente cuando hay deficiencias en la capacidad portante del
suelo de fundación o cuando las condiciones geométricas de la sección de la vía no permiten que
las zonas de relleno sean realizadas a un ángulo igual o menor al de reposo natural del suelo de
relleno.
No necesariamente las condiciones tienen que ser tan críticas como las mencionadas
anteriormente, la gran ventaja es que son alternativa más económica, de hecho bajo las mismas
condiciones geotécnicas y constructivas, un muro de suelo reforzado puede originar una reducción
de los costos totales de un 30 a un 60%, si se compara con las técnicas tradicionales para la
construcción de este tipo de obras, debido al hecho de poder utilizar los materiales térreos del
sitio.
En países como los Estados Unidos de América solamente en proyectos de autopistas federales,
se han construido más de dos mil muros en suelo reforzado con geosintéticos. La evolución en
este campo ha sido tan grande, que hoy en día, gracias a investigaciones realizadas por la FHWA
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(Federal Highway Administration) de este país, se han desarrollado métodos constructivos y de
diseño para conformar las pilas de puentes, en suelo reforzado con geosintéticos.
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estructuras en concreto como bermas y zanjas especialmente aquellas construidas con bajas
pendientes de bombeo. Esta ausencia de humedad es la culpable de la desaparición de las
coberturas vegetales protectoras del talud.
En los diseños se deben prever las labores durante la operación del proyecto. Esto se refleja en la
programación de actividades durante los mantenimientos de las obras, adicionales a la rocería de
los taludes y la limpieza de las obras hidráulicas: la revisión de las estructuras en cauces y
quebradas y la reparación de sus tramos deteriorados, son actividades ajenas al mantenimiento
la revisión de los sistemas de monitoreo y las lecturas de los instrumentos, los cuales son básicos
para conocer el comportamiento y la evolución de los problemas más críticos en una vía.
Las rondas de mantenimiento adecuadamente programadas deben servir de apoyo para revisar
las zonas instrumentadas, registrar las lecturas y acumularlas en el tiempo necesario para el
análisis y los correctivos en forma oportuna de los problemas.
El inventario debe contemplar además las áreas en proceso de degradación; las estructuras de
drenaje en proceso de socavación o con problemas y los cauces en proceso de socavación. Esto
permite programar las actividades tendientes a corregir los problemas, y a su vez programar el
mantenimiento, no como la rutinaria rocería y limpieza de los taludes, sino como una actividad
donde la disposición de los residuos orgánicos sirve de apoyo para la recuperación de zonas
degradadas y la corrección de problemas incipientes en drenajes con procesos de socavación.
Los residuos orgánicos vistos así, se clasifican como material leñoso para la construcción de bio
estructuras; la hojarasca como materia orgánica para estimular el crecimiento de las coberturas
vegetales en las áreas desprovistas de vegetación y las semillas y estolones como material vegetal
vivo útil para proteger nuevas áreas.
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