Riesgo Sismico en RD
Riesgo Sismico en RD
Riesgo Sismico en RD
Por: R. Osiris de Len Academia de Ciencias. La posicin de la isla Hispaniola, justo en el borde de interaccin entre la placa tectnica de Norteamrica y la placa tectnica del Caribe, especficamente en el borde norte de la placa del Caribe, provoca que toda la isla, pero especialmente la regin septentrional, sea considerada como de alto riesgo ssmico, lo que se evidencia al pasar revista a nuestra historia ssmica, donde encontramos seis devastadores terremotos. Esos devastadores sismos, ocurridos en 1562, 1783,1842,1887,1904 y 1946 han destruido importantes ciudades dominicanas, principalmente en la regin norte; aprecindose que los ltimos cuatro grandes sismos tuvieron una separacin de 59,45,17 y 42 aos, por lo que es de esperarse que en un futuro relativamente cercano el pas sea afectado por una fuerte sacudida ssmica, ya que desde 1946 hasta el presente han transcurrido 57 aos. Pero no obstante el alto riesgo ssmico de nuestro territorio y no obstante la proximidad de un evento ssmico importante, el pas no est preparado ni fsica, ni squica, ni
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logsticamente para enfrentar un terremoto de magnitud superior a 7.0 grados en la escala de Richter, puesto que la mayor parte de la poblacin dominicana, por no haber vivi la experiencia del ltimo gran terremoto del 4 de agosto de 1946, tiende a subestimar el riesgo ssmico en la Repblica Dominicana. Esta subestimacin del riesgo ssmico permite que se levanten torres multipisos en reas poco aptas, especialmente en aquellas reas del Distrito Nacional donde el subsuelo est integrado por gruesos mantos de arenas saturadas, con alto riesgo de licuefaccin al momento de un sismo importante, ya que est claro que el comportamiento de una edificacin ante un fenmeno ssmico depender de cuatro factores: la magnitud del sismo, la duracin del sismo, el diseo estructural y las caractersticas del suelo. Dos edificios, estructural y arquitectnicamente iguales, se comportarn de formas diferentes si los suelos son diferentes. De ah que el vertiginoso desarrollo de las construcciones verticales, especialmente en las ciudades de Santo Domingo y Santiago, exija tomar todas las previsiones ingenieriles de lugar y demande la urgente adopcin de un riguroso cdigo de edificaciones con modernas normativas para diseos y construcciones sismorresistentes, ya
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que una gran cantidad de torres mltiples han sido levantadas sin tomar en consideracin el altsimo riesgo ssmico al que se enfrenta la Repblica Dominicana, y donde muchas veces hasta los estudios geotcnicos de rigor han sido ignorados o deficientemente ejecutados, al tiempo que los departamentos oficiales facultados para autorizar las construcciones no siempre exigen la presentacin de estudios geotcnicos detallados, ni mucho menos una evaluacin del comportamiento del suelo y de la estructura ante la eventualidad de un sismo. Esta situacin debe y tiene que cambiar para garanta de la ciudadana, ya que hoy da es posible zonificar horizontal y verticalmente el subsuelo a fin de conocer con mayor aproximacin la interaccin suelo-estructura y establecer el coeficiente del suelo en funcin de las velocidades de propagacin de las ondas de corte, para con ello definir el comportamiento del subsuelo ante los efectos de un sismo y adecuar el diseo para reducir el riesgo de colapso de la edificacin. Parte del problema anterior radica en el hecho de que la franja sur de la ciudad de Santo Domingo descansa sobre un sistema de terrazas calcreas emergidas del fondo ocenico y constituidas mayormente por diferentes estratos subhorizontales de calizas coralinas,
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calizas que en contados casos permiten el paso de las ondas ssmicas longitudinales a velocidades comprendidas entre 3,000 y 4,000 m/s, y el paso de las ondas transversales a velocidades comprendidas entre 1,600 y 2,200 m/s, conforme a mltiples mediciones que hemos hecho en la ciudad mediante el mtodo de refraccin ssmica. Esto provoca que muchos proyectistas asignen excelentes cualidades fsicas a las calizas coralinas subyacentes, y asuman que estas rocas se extienden hasta los 30 metros de profundidad requeridos para las consideraciones de los anlisis ssmicos, cuando en realidad el espesor de la caliza de buena calidad oscila entre 3 y 7 metros y bajo esta caliza usualmente encontramos horizontes de margas arenosas, margas arcillosas suaves y bancos coralinos no cementados, lo que indica que cuando excavamos para construir stanos o parqueos soterrados, estamos eliminando la roca de mejor calidad y estamos fundando sobre roca regular a pobre, roca esta que permite el paso de las ondas ssmicas compresionales a velocidades generalmente inferiores a los 1,000 m/s, lo que torna el rea en muy riesgosa, especialmente para las altas torres al momento de producirse un sismo de gran magnitud, por los efectos de amplificacin que pudieran presentarse en los subestratos. Pero otra situacin preocupante en la Capital es la construccin informal de viviendas en los sectores marginados, principalmente en escarpadas laderas arcillosas de la zona norte y de la zona oeste de la Capital, construcciones que son levantadas por los propios moradores o por vecinos del lugar que no cuentan con ninguna formacin ingenieril. Estas seran de las primeras edificaciones en colapsar al momento de un terremoto. Hacia el interior del pas encontramos que el bloque septentrional, integrado por el valle del
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Cibao, la baha de Saman, la cordillera Septentrional, la pennsula de Saman y la costa Atlntica, es el bloque que registra la mayor actividad ssmica de toda la isla y donde se han producido los sismos ms devastadores que hemos sufrido en los ltimos 500 aos, con el agravante de que la gran mayora de los centros urbanos como Santiago, La Vega, Bonao, Moca, Salcedo, San Francisco de Macors, etc., estn emplazados sobre suelos arcillosos, suelos arenosos o mezclas de arcillas, gravas y arenas, lo que puede provocar un efecto de amplificacin del espectro ssmico producto del lento desplazamiento de las ondas longitudinales y de las ondas transversales a travs de los suelos, lo que innegablemente podra ser catastrfico para una gran parte de las edificaciones levantadas sobre estos suelos arenosos saturados donde podran presentarse fenmenos de licuefaccin. De ah que sea necesario desarrollar una microzonificacin ssmica en cada una de estas ciudades para categorizar los suelos, construir edificaciones en los suelos ms aptos y dejar como reas verdes los suelos de mayor riesgo ssmico. Es hora de prestar la debida atencin a esta realidad nacional.
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