Los Comicios Por Centurias
Los Comicios Por Centurias
Los Comicios Por Centurias
Servio Tulio, llegado a rey en el año 166 de Roma, evita el tropezarse con
la resistencia que tenia paralizada las intenciones de tarquino. Deja de
subsistir la antigua organización patricia resultante de la distinción de las
tres tribus primitivas y de los comicios por curias que eran su
consecuencia. Pero establece una nueva división del pueblo, fundada no ya
sobre el origen de los ciudadanos si no sobre la fortuna de ellos,
comprendiendo el conjunto de la población. Los plebeyos fueron de este
modo llamados a concurrir con los patricios del servicio militar, al pago del
impuesto y así mismo a la confección de la ley dentro de las nuevas
asambleas, los comicios por centurias. He aquí el detalle de esta reforma:
divide desde luego el territorio de roma en cuatro regiones o tribus
urbanas, y el campo romano, en un cierto número de tribus rusticas. Esta
división no está fundada, como la antigua, sobre la distinción de razas: es
geográfica y administrativa. Cada tribu comprende todos los ciudadanos
con están domiciliados, sean patricios o plebeyos.
Servio tulio estableció después del censo. Todo jefe de familia debe ser
escrito en la tribu donde tiene su domicilio, y se halla obligado a declarar
bajo juramento, al inscribirse, el nombre y la edad de su mujer y de sus
hijos, así como el importante de su fortuna, dentro de la cual figuran sus
esclavos.
Los ciudadanos que tenían menos de 11 mil ases forman finalmente cinco
centurias colocadas como siquito del ejercito, bien a modo de obreros, o
bien para llenar los vacíos de las tropas regulares (accenci o velati). El
conjunto de ciudadanos esta, por consiguiente distribuido en 193 centurias.
El impuesto era pagado por los ciudadanos de las cinco clases, y por
aquellos que tenían por lo menos 150 ases; se les llama assidui (de
assendare). Los ciudadanos que tenían menos de 150 ases se hallan exentos
de impuestos. Estos son los capite censi o proletarii (de prolem dare), los
que no se cuentan más que por su cabeza y por los hijos que puedan dar al
estado. De esta organización nace una nueva especie de asamblea del
pueblo. Convocadas por el rey, las centurias se reunían en armas fuera de
la ciudad sobre el campo de Marte, para estatuir sobre los negocios que
están sometidos. Son los cometía centuriata, que comprenden el pueblo
entero, patricios y plebeyos.
La unidad del voto es centuria. Los seniores, que son, naturalmente, menos
numerosos que los júniores, cuentan sin embargo, un número igual de
centurias, y así tienen el mismo número de votos. Se consultaba desde
luego a las 18 centurias de caballeros. Depuse se pasaba a las 80 centurias
de la primera clase, las cuales son consultadas según el orden fijado por la
suerte. Cuando estas 98 centurias votaban en el mismo sentido, formaba la
mayoría es inútil consultar a las otras. De hecho, el poder pertenece, por
conciente, a la parte más rica de la población.