Biologia Molecular en Medicina Unam
Biologia Molecular en Medicina Unam
Biologia Molecular en Medicina Unam
H, Romero Álvarez I (eds). Mensaje Bioquímico, Vol. XXXII. Depto de Bioquímica, Fac
de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México. Cd. Universitaria, México, D.F.,
MÉXICO (2008).
(http://bq.unam.mx/mensajebioquimico)
(ISSN-0188-137X)
Resumen
Abstract
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Introducción
Las células son las unidades funcionales de cualquier organismo vivo. Las instrucciones
necesarias para dirigir sus actividades están contenidas en los cromosomas del núcleo celular y
son conocidas en su conjunto como información genética. La información genética se encuentra
almacenada en el acido desoxirribonucleico (DNA) en forma de un código, denominado código
genético. Un segmento de DNA de localización cromosómica precisa que contiene el código para
un producto (proteína o RNA) de función definida se denomina gen. La información del gen es
transferida a los diferentes compartimentos celulares a través del ácido ribonucleico (RNA) y es
transmitida de una célula madre a las hijas por duplicación del material genético (DNA) [1].
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Medicina genómica
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Farmacogenómica
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Por ejemplo, actualmente está bien documentada la estrecha asociación entre la génesis
del cáncer de mama y las mutaciones de los genes BRCA. Los genes BRCA 1 y 2 funcionan como
supresores tumorales [11,12]; mutaciones en estos genes producen la pérdida de su función y por
lo tanto conducen a proliferación celular descontrolada. La detección de portadores de mutaciones
en BRCA1 y BRCA2 tiene un gran impacto sobre la práctica médica, permite implementar
estrategias de prevención y diagnóstico temprano en miembros de familias con individuos
afectados, además de permitir predecir la evolución (agresividad) del cáncer de mama para en
última instancia determinar el manejo más adecuado [13].
Diagnóstico molecular
Figura 3. Diagnóstico Molecular. Las técnicas generadas por la Biología Molecular ofrecen
ventajas sobre las técnicas convencionales en el diagnóstico de enfermedades hereditarias
y adquiridas.
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Terapia génica
Según el procedimiento que se aplique a las células para introducir el gen, la terapia génica
se divide en terapia génica ex vivo e in vivo (Figura 4). En la terapia ex vivo las células a transfectar
son cultivadas para posteriormente introducirles el material genético; una vez que estas células
expresan el gen terapéutico son introducidas nuevamente al paciente. Por otro lado; la terapia in
vivo consiste en la introducción directa del gen terapéutico al torrente sanguíneo o en la
administración directa en el órgano o tejido diana. Cuando la terapia génica se aplica en células
germinales se origina un cambio permanente de todo el organismo y en generaciones posteriores.
Por el contrario, la aplicación en células somáticas implica que solo tejidos u órganos sean
transfectados mediante administración sistémica, inyección directa o previa extirpación del tejido.
Este tipo de terapia génica se aplica a prácticamente cualquiera de las células del organismo y es
la más aplicada en la clínica.
Para transferir los genes terapéuticos, la terapia génica utiliza vehículos de origen viral o
no viral llamados vectores. La transferencia de genes y cambios fenotípicos provocados por un
vector viral se denomina “transducción”; en cambio, la transferencia de genes por un sistema no
viral se denomina “transfección” (Figura 5).
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Los vectores no virales muestran una baja toxicidad y en general son de bajo costo; sin
embargo, la transferencia de genes es generalmente ineficiente y transitoria. La transfección por
vectores no virales se divide a su vez en métodos físicos (electroporación, bombardeo de
partículas, inyección directa de DNA, etc.) y químicos (precipitación con fosfato de calcio,
liposomas, etc.).
Inyección directa del DNA; consiste en la introducción directa de DNA en el núcleo celular
mediante una especie de jeringa y un microscopio. Se utiliza principalmente para la producción de
animales transgénicos.
Por otro lado, los vectores virales presentan una mayor eficiencia de transducción
comparados con los sistemas no virales, por lo que son los vectores de elección en los modelos in
vivo y en protocolos clínicos de terapia génica. Hasta el momento se usan retrovirus, adenovirus,
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adenoasociados, herpesvirus y baculovirus. Para su uso como vectores, los virus son modificados
genéticamente para que sean deficientes en replicación; en algunas ocasiones además, su cápside
es modificada con la finalidad de dirigir o re-direccionar su célula blanco. Cada uno de estos
vectores posee ventajas y limitaciones respecto a los otros dependiendo del transgen, el tipo
celular y la vía de administración. En general, un vector ideal debe producirse de manera fácil y
eficiente, no ser tóxico o inducir reacciones inmunológicas, ser capaz de infectar a células tanto en
reposo como en replicación y transducir tipos celulares de manera específica.
Con base en la naturaleza de su genoma los vectores virales pueden ser divididos en
vectores de RNA y DNA; dada su capacidad de integrar o no su genoma viral dentro del DNA
cromosómico de la célula huésped pueden ser clasificados como vectores integrativos o
nointegrativos. Los vectores integrativos se basan en retrovirus; los no integrativos incluyen a los
vectores adenovirales (Ad), virus adeno-asociados (AAV) y los virus de herpes simple tipo 1 (HSV-
1).
Medicina de RNA
El siguiente aporte en esta historia, después del descubrimiento de los RNA pequeños,
ocurrió a mediados del 2002 cuando se identificó una enzima con actividad de ribonucleasa
llamada Dicer. Esta enzima es la encargada de producir en la célula las moléculas de RNA
pequeño a partir de moléculas de RNA grandes. Los segmentos cortados pueden ser, según el
gen que los produjo, microRNAs y RNAs interferentes cortos (siRNAs).
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Los siRNAs se originan por el procesamiento de un RNA largo de doble cadena (dsRNA)
por la enzima Dicer que genera fragmentos de 20-25 nucleotidos de longitud. Este siRNA se
incorpora a un complejo denominado Complejo Silenciador Inducido por RNA (RISC) que contiene
proteasas. Al constituirse el RISC, las hebras complementarias (sentido y antisentido) del siRNA
son desapareadas. El siRNA desapareado antisentido se asocia, mediante hibridación, con el RNA
blanco y guía al complejo RISC hacia su secuencia blanco (mRNA sentido) al cual es
complementario. La actividad de endorribonucleasa corta el RNA blanco en la porción media de la
región pareada y algunas exonucleasas completan la degradación. Esta estrategia se ha utilizado
como herramienta para silenciamiento de genes específicos en células de mamífero. Otras
estrategias que se han implementado para inducir la expresión de estas moléculas son la inyección
de dsRNA (sintetizado químicamente o transcrito in vitro), el bombardeo de partículas recubiertas
del RNAi o la transfección con vectores que portan secuencias para la expresión endógena del
RNAi (transitoria o estable).
Las posibilidades y aplicaciones del RNA pequeño han cambiado la manera de entender
la producción de proteínas, la cual ya no se puede explicar sin la participación de estos RNA que
pueden inactivar genes completos. Como estrategia terapéutica, su poderosa acción de inhibición
y la posibilidad de propagarse de una célula a otra podrá generar nuevas terapias genéticas
altamente eficaces. Por su tamaño pequeño, su participación en la expresión o inexpresión de
proteínas y sus funciones todavía desconocidas, los RNA pequeños se han convertido en
moléculas clave que repercutirán en la forma en que nos acercamos a los mecanismos de la vida.
Los microRNAs (miRNA) son RNA de cadena sencilla de 21-23 nucleótidos de longitud
que regulan la expresión génica. Fueron descritos por primera vez por el grupo de Victor Ambros
en 1993 como small RNAs, aunque el termino micro RNA se acuño hasta el 2001 por Ruvkun
[19,20]. Los miRNA son codificados por genes que son transcritos mas no traducidos; estos
transcritos son procesados a un forma llamada pri-miRNA que originan las estructuras premiRNA
que contienen una pequeña horquilla; finalmente se originan los miRNA maduros. Los genes que
los originan son transcritos primariamente a pri-miRNA con una CAP y una cola de poli A que es
procesado en el núcleo de la célula a un segmento corto de 70 nucleótidos con estructura de
pasador llamado pri-miRNA. Este procesamiento lo realiza un complejo llamado “Microprocessor
complex”, que incluye una nucleasa llamada Drosha y una proteína de unión a RNA de doble
cadena denominada Pasha. Posteriormente, en el citoplasma, el pre-miRNA es procesado a su
forma madura por la nucleasa Dicer que inicia la formación del complejo RISC (complejo inductor
del silenciamiento de RNA). El corte por Dicer origina dos moléculas pequeñas complementarias
de RNA, de las cuales solo una, conocida como hebra “guía”, es seleccionada por la proteína
Argonauta (RNAasa del complejo RISC) para integrar el complejo RISC mientras que la cadena
sobrante es degradada. El miRNA generado complementara a su secuencia blanco la cual será
degrada por el complejo RISC.
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En plantas, la función de estas moléculas parece ser similar a la del RNAi (facilitar el
corte del mRNA); en el caso de los animales, se cree funciona previniendo la traducción proteica
sin degradar el mRNA. Los miRNA parecen también regular la metilación de secuencias.
La actividad de un miRNA puede ser bloqueada por un “locked nucleic acid” (LNA), que
es un oligonucleótido modificado (2'-O-methyl RNA oligo), o por un oligonucleótido bloqueador
estérico [21]. Los miRNA [22,23] han sido vinculados a patologías como cirrosis, cáncer, daño
muscular, etc; y su bloqueo está siendo explorado como una estrategia terapéutica para el
tratamiento de varios padecimientos [21].
Referencias
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