Arellano Teoria de La Organización
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11
DAVID ARELLANO GAULT
DIVISIN DE
Administracin
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CIDE
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NMERO
1992
CIDE
www.dde.edu
"* Las colecciones de Documentos de Trabajo del CIDE representan
un medio para difundir los avances de la labor de investigacin, y
para permitir que los autores reciban comentarios antes de su
^ publicacin definitiva. Se agradecer que los comentarios se hagan
Z llegar directamente al (los) autor(es).
tfera para interpretar y actuar con cierta efectividad sobre un mundo altamente
incierto donde no pueden existir patrones universales y lineales de comprensin
y prediccin.
Los esfuerzos por engendrar cambios de configuracin (que a fin de cuentas
son reconfiguraciones culturales) entre las diversas agencies (cuestin que
denominamos innovacin, Cabrero-Arellano, 1991) se convierten en este sentido
en piedra angular de cualquier anlisis que pretenda comprender y despus
incidir en el cambio organizacional dirigido.
sta es la premisa de la que parte la presente lnea de investigacin que
estamos desarrollando, enfocando su atencin slo sobre un tipo particular del
cambio organizacional: la innovacin, entendida como detonador de un proceso
de reconfguracin de las relaciones estructura-actor, y en el entendido de que
esta reconfguracin es, en ltima instancia, tambin en el espacio generador
de cohesin, la cultura organizacional.
Las hiptesis ms importantes de esta perspectiva en general (de la que el
presente documento es slo una parte) son:
a) Los patrones relacinales de los actores organizacionales se sustentan en
primera instancia bsicamente en principios culturales (interpretacin del
mundo y sentido de la accin, smbolos y mitos explicativos).
b) El cambio organizacional puede ser referido a una especificidad contingen-
te respecto a los patrones relacinales (estructura) de los actores y, por lo tanto,
a sus movimientos de reconfguracin dirigidos a modificar la naturaleza de los
circuitos de poder establecidos.
c) Las configuraciones del agency organizacional pueden ser modificadas a
travs de procesos de innovacin que afecten exacteimente al punto crtico de la
naturaleza estructural que sostiene a tal agency (estrategia).
d) Los procesos de cambio organizacional que parten de una innovacin np
pueden controlarse ni dirigirse del todo bajo un plan predeterminado: la genev
racin de adaptaciones continuas a las mltiples resistencias y reacciones
cruzadas de diversos actores, as como las consecuencias inesperadas de nuevas
o viejas estructuras requieren de una comprensin amplia de la cultura organ-
zacional presente y de sus reacciones particulares para cambiar y adaptarse.
En un documento anterior (Arellano, 1991) presentamos nuestra visin de la
teora de la organizacin como un continuo de la complejidadjinterpret^cin,
simplicidad-prescripcin y avanzamos sobre una perspectiva que desde la com-
plejidad permitiera aspirar a la intervencin dirigida: i estrategit. Esta la
interpretbamos como unai capacidad decisoria que busca descubrir la natura-
leza contingente y estructrii de la relacin actor-estructura (agency), para
entonces inducir la transformacin en un punto crtico de tal naturaleza que,
inevitablemente, generara movimientos de los actores y cierto cambio del
agency, como primer punto de transicin de los circuitos del poder presente,
hacia uno nuevoT.
DAVID ARELLANO GAULT 9
mente a cierto plazo. A este efecto se le dio el nombre de "efecto nariposa" (o,
por su nombre cientfico, dependencia sensitiva a las condiciones iniciales),
dando a entender que el vuelo de una mariposa en Brasil podra afectar el clima
en Nueva York. A partir de esta experiencia comenzaron a descubrirse mltiples
mecanismos naturales o humanos que en el largo plazo aparecen como ordena-
dos, pero que en realidad dependen de movimientos mltiples, impredecibles y
desordenados^ 1 orden dependiendo del caos:
Sin embargo, es importante no caer en sobresimplificaciones, ya que la teora
del caos no propone que el mundo sea catico en sentido estricto. Lo que quiere
establecer es que el orden del mundo es producto, en muchos sentidos, del caos:
el orden deviene del caos (Prigogine-Stengers, 1984) y no de patrones sustan-
cialmente ordenados^ El orden no es resultado de rdenes ms pequeos y
sistemticos, sino de procesos impredecibles^ aleatorios y complejos que, sin
embargo, se dirigen (generalmente) hacia un patrn! La posibilidad de encontrar
verdades globales, conio misin bsica de la ciencia, encuentra un duro obstculo
ante una perspectiva de la realidad que establece que el orden aparente del
mundo no se debe a un conjunto de reglas simples del movimiento de las cosas,
sino a una intrincada dinmica de mltiples factores y efectos no predecibles ni
controlables. Es ms, la idea de que no existe un sistema estable a lo largo de
toda la lnea de movimientos del sistema necesariamente tiene un efecto
contrastante con la idea clsica de ciencia.
No obstante, no debe interpretarse que este movimiento cientfico pretende
descalificar a la ciencia clsica. sta, tal cual se conoce de manera formal,
funciona en determinadas circunstancias. As, por ejemplo, la teora de la
dinmica de Newton sigue siendo vlida peira los movimientos fsicos a gran
escala, como puede apreciar el ser humano a simple vista. Pero en movimientos
a alta velocidad (cereanos a la de la luz), la teora de la relatividad, y no las leyes
newtonianas es la que puede explicar los procesos. Y a nivel subatmico, ninguna
de estas dos puede explicar el movimiento de las partculas, cosa que hace la
teora cuntica a travs de las leyes de la termodinmica (Prigogine-Sten-
gers, 1984). (En la segunda ley de la termodinmica, es decir, la de la tendencia
de todo sistema a la entropa, se encuentra el corazn de la teora del caos: el
orden deviene del caos y se dirige al caos, irremisiblemente.
En efecto, la "caologa" no debe ser interpretada como una apologa del
desorden, pues trata ms bien de demostrar que si los acontecimientos y las
turbulencias de la naturaleza dan una impresin de confusin es porque, sin
embargo, son atrados por ciertos estados (Balandier, 1990). Orden y desorden
no se separan. El mito del orden pretendi dar fuerza a la necesidad de la
seguridad, dar al mundo un sentido primordial y una unidad. Romper este mito
no termina necesariamente en una visin pesimista y destructivista, sino en una
comprensin de la complejidad que construye la realidad.
El gran cuestionamiento que esta teora tiene que enfrentar est en la
DAVID ARELLANO GAULT 13
Esta idea nace de la conviccin de que^i caos es slo nrta parte del csmpor-
tamiento de los sistemas rnmplpjnHj 5^e-la-pgeapnta rnmn IIT> fpT^nmpnn rpptrairi-
tuitivo que pu3e ser entendido como flnti.rHn.<L (Kaufftnan, 1991). En las
ciencias naturales, el afgmfo corre bajo los ejemplos de la evolucin. Hasta
ahora, el supuesto de que la seleccin natural, a travs de los leirgos siglos, ha
ido generando una actuacin homognea que hace que las estructuras biolgicas
hayan mantenido un patrn, se ha expandido sin realmente tener una compro-
14 TEORA DE LA ORGANIZACIN Y ANLISIS ORGANIZACIONAL
bacin estricta (cosa que es imposible, por cierto). Por qu los organismos tienen
programas de solucin de problemas que se hacen universales, ante contextos
muy cambiantes? Por qu las estructuras biolgicas pueden variar desde un
patrn gentico nico?
El caos es tambin slo una parte de la explicacin del comportamiento de los
sistemas complejos, donde el comportamiento desordenado tiene a su vez siste-
mas de regulacin hacia la organizacin. En este sentido, de lo que realm.ente
se est hablando es de complejidad.
b) La teora de la complejidad
Aqu nos referiremos bsicamente a la obra de Edgar Morin (Morin, 1980), quien
propugna por una idea de la eco-organizacin.
Se parte por establecer que la certidumbre es un valor que no puede soste-
nerse como el principio de la ciencia. Todo lo contrario, la complejidad abreva
en la incertidumbre como su fuente de creacin. Es decir, el entorno no es
solamente orden y detenninismo, as como tampoco desorden y destruccin, sino
que existe un nivel intermedio en el cual el movimiento general de las cosas
(orden) se expresa como organizacin de la complejidad del movimiento de las
diversidades
L>a dinmica de la autoorganizacin se genera espontneamente, ante el
exceso de diversidad. El orden y el desorden, la solidaridad y el antagonismo
extremo no coexisten sino, ms que eso, se encuentran vinculados y unidos
necesariamente. El equilibrio de las cosas est construido por una unin de
complementariedad y antagonismo en un ciclo de organizaciiVdesorganiza-
ciiv reorgUiizacin. Pero esto no significa slo que la reorganizacin permanen-
te responda a la desorganizacin permanente, sino ms bien significa ^e el
"proceso de reorganizacin se encuentra eri el proceso de desorganizacin
mismo* (Morin, 1980, p. 47). La misma desorganizacin puede ser reorganiza-
cin. La organizacin opera en el proceso mismo de desorganizacin.
Esta idea se genera a un mayor nivel propositivo cuando asevera que no slo
la desorganizacin procrea reorganizacin, sino que es capaz de conducir a
nuevas formas de organizacin. Todos estos argumentos son muy claros en el
nivel de las cuestiones natxirales: simbiosis, regeneracin, alimentaciiVmuerte,
e incluso, evolucin. En esta ltima, por ejemplo, se propone que la evolucin no
es slo una seleccin aleatoria por el principio de la sobrevivencia a tales o cuales
condiciones, sino a todo lo que favorece la regulacin y la reorganizacin del
ecosistema. No son slo las especies y sus individuos los que son seleccionados sino
los bucles de reorganizacin.
Asimismo, la incertidumbre y la desinformacin son generadoras de complejidad
que permiten el desenvolvimiento de la respuesta organizada. La relacin diversi-
DAVID ARELLANO GAULT 15
1. Jurgen Habermas
co^ no para derruirlo totalmente, sino para poner en primer plano el hecho de
que no es la nica forma de accin humana- Es muy importante enfatizar que
existen otras formas (algunas inspiradas en la accin racional, como la estrat-
gica, otras distintas, como las normativas o las dramatrgicas, con principios
distintos como plantea Habermas, 1980) y que la accin comunicativa en
particular es capaz de descentrar la racionalidad del sujeto, ponindola entonces
en funcin de la necesidad de argumentacin, a travs del lenguaje, para buscar
un consenso. La accin comunicativa entiende por racionalidtd-''ant tedo la
disposicin de los sujetos capaces de lenguaje y accin para adquirir y utilizeur
conocimiento falible" (Habermas, 1989b, p. 373). LH razn comunicativa encuen-
tra sus cnones en procedimientos argumentativos que pretenden tener verdad
preposicional, rectitud normativa, veracidad subjetiva y concordancia o adecua-
cin esttica.
En la reafidad, la complejidad de los seres humanos y sus relaciones queda
expresada en la vinculacin entre acciones racionales con arreglo a fines o
instrumentales con las de la accin comunicativa: una preocupada por la
realizacin de resultados y consecuencias, y la otra en acciones entrelazadas de
actores que en la interaccin, en el proceso intersubjetivo que le da la naturaleza
a la relacin social, intentan definiciones comunes de la situacin. La irraciona-
lidad y la racionalidad no pueden separarse ni desvincularse, ya que el enten-
dimiento intersubjetivo se expresa en nexos mltiples de comprensiones argu-
mentativas. "El concepto de racionalidad comunicativa posee connotaciones que
en ltima instancia se remjnth a la experiencia central de la capacidad d
aunar sin coacciones y de generar consenso que frene n habla argumentativa
en qxae diversos participantes superan la subjetividadinicial de sus. respectivos
puntos de vista y merced a una comunidad de convicciones racionalmente
motivada se aseguran a la vez de la unidad del mundo objetivo y de la intersub-
jetividad del contexto en que se desarrollan sus vidas" (Habermas, 1980, p. 27)
En este sentido, la intersubjetividad vlida y reconocida por los otros miem-
bros de la comunidades el vehculo bsico de la relacin humana. La entrada
de elementos culturales^ especficos es consustancial a una idea de racionalidad
de este tipojEl "fin" de una racionalidad de este tipo no es el xito, no es el arribo
a una serie de consecuencias planeadas desde un individuo que comprende el
mundo y entonces acta instrumentalmente sobre l, sino que hablamos de una
bsqueda del entendimiento, de la consensualidad indispensable para alcanzar
expresarse con pretensiones de validez en un mundo social./fisto abre un amplio
nmero de relaciones humanas que se han hecho poco presentes de manera
explcita, pero que a fin de cuentas son la naturaleza de la relacin sociaU la
comunicacin, la necesidad de comprensin y validez, la lucha por la interpreta-
cin, la accin humana compleja intersubjetiva.
Muchas de estas caractersticas han sido cuestionadas por la racionalidad
instrumental como claramente "irracionales". Es decir, como estorbos a una
18 TEORA DE LA ORGANIZACIN Y ANUSIS ORGANIZACIONAL
racionalidad instrumental donde, en sus excesos, todo aquello que no puede ser
tcnicamente instrumentalizable (es decir, reduciendo la discrecionalidad de los
actores) es simplemente algo precientfico e imposible de racionalizarse sin un
fuerte proceso de mecanizacin y homogenizacihj A la luz de estas interpreta-
ciones parciales, desde un extremo de la racionalidad teleolgica, elementos por
dems caractersticos de la accin humana (el poder, el conflicto, la imposibilidad
de controlar los preceptos intersubjetivos de los actores ni sus respectivas
acciones, las particularidades culturales y simblicas, etc.) quedaron enterrados
en el mundo "no cientfico" de lo tcnicamente despreciable.
Descentrar la racionalidad del sujeto es necesariamente un paso indispensa-
ble para repensar categoras ms abiertas de las acciones humanas, interconec-
tadas, culturalmente diversas, heterogneas e intersubjetivamente amplias.
2. Niklas Luhmann
Pese a los mltiples esfuerzos por hacer ver a las ciencias y disciplinas como un
todo integrado y lgico, realmente lo que tenemos es una pugna muy fuerte entre
diversos psiradigmas que se contraponen (Sorman, 1991). Ya en el captulo
2D TEORA DE LA ORGANIZACIN Y ANUSIS ORGANIZACIONAL
a) Modernidad y organizaciones
te imposible sortear. Cabe destacar, antes que se diga otra cosa, que en el propio
nacimiento del proyecto modernidad las dudas aparecen y se vislumbran. La
cuestin inevitable, que incluso Weber (sin ser el nico aunque tal vez el ms
claro en este sentido) vea, en un proceso racionalizador instrumental bajo la
constitucin de una "jaula de hierro de la burocracia", donde el hombre ira
generando estructuris de actuacin cada vez ms eficientes a costa de una
impostergable reduccin de la capacidad discrecional y por lo tanto valorativa,
es una consideracin de importancia. Tal proceso de constitucin de la raciona-
lidad ha sido visto en estos trminos a la luz de los amplios procesos diferencia-
dores que procrean la capacidad de desenvolvimiento de la racionalidad como
tal: desde la divisin del trabajo con Smith hasta la modernidad como diferen-
ciacin de los sistemas sociales con Parsons. La modernidad, a fin de cuentas
vista como un proceso de alta diferenciacin (Clegg, 1990, p, 9).
La diferenciacin permite la desvinculacin del proceso de trabajo con la
divisin de la propia gente; que aqul no dependa de sta por s, sino de sta en
alguna forma establecida. Generar esta vinci^lacin de diferenciaciones se
convertira en el corazn de las organizaciones. /"La organizacin, concebida en
trminos de los antecedentes modernistas, implica un grado de unidad legal y
moral, un centro nico de clculo y clasificacin, una relativa distribucin no
ambigua de poder e inuencia, y un espacio de accin suficientemente uniforme
de acciones similares que se espera tengan similares consecuencias para todo
aquello que debe de ser interpretado en un sentido similar" (Clegg, 1990, p. 19).
La organizacin nace como expresin consciente en la modernidad y se convierte
en su propia esencia, como la estructura prima donde se establece la capacidad
de control y direccin de la diferenciacin.
El proyecto modernidad no slo cre su espacio de reflexin sino adems
construy todo lo dems a su imagen y semejanza, en un extrao concierto de
mltiples voces diferenciadoras que buscaban en ltima instancia la generali-
zacin y la homogenizacin. Modernidad es organizacin que diferencia para
vincular en la generalidad y en la universalidad. Es la capacidad por responder
a un contexto cambiante y "administrar sistemas complejos" (Touraine, 1988, p.
452), y las organizaciones son ese espacio de convergencia capaz y sustantivo de
la modernidad. Al ser la modernidad la era de la incertidumbre por excelencia,
su racionalidad se lanzar de lleno a reducirla, controlarla y, es ms, a elimi-
nEirla. "La incertidumbre tanto define como limita a la libertad. La define a
travs de establecer las condiciones ambientales y existenciales sobre las cuales
la racionalidad es posible. La limita imponiendo una tica del clculo como el
objetivo total de la racionalidad, a travs de la cual tal libertad puede actuar.
Por lo tanto, uno slo puede tener esperanza de mandar sobre la incertidumbre
a travs de la experiencia de la modernidad, aunque esta experiencia implique
una prdida de libeirtad subsumida a las restricciones de la racionalidad" (Clegg,
1990, p. 32).
DAVID ARELLANO GAULT 27
b) El concepto de agency
Una de las cuestiones clave del desarrollo de la teora social a partir de los
derrumbes de perspectivas que intentaban generalizar, ya sea desde un concepto
universal de racionalidad (econmica o administrativa) o desde una visin
sobresocializada del desenvolvimiento de las comunidades (estructural-funcio-
nalista, marxista), ha sido la reconsideracin de las relaciones entre el actor y
la estructura.
Es decir, la idea de que detrs de cualquier consideracin sobre el movimiento
de los sistemas sociales (o cualquier otra consideracin metafrica que se utilice)
est una concepcin particular de las vinculaciones especficas entre actor y
estructura, que puede generar una particular comprensin de los diversos
esqueras interpretativos alternativos para explicar una situacin. sta es la
idea del agency (Giddens, 1984). As por ejemplo, Whittington (1989) establece
que en realidad las ideas del movimiento de los actores han estado dominadas
pKjr determinismos que, ya enfatizando al actor o a los sistemas sociales, a fin
de cuentas han invocado a una racionalidad generalizante y universalizante de
las premisas de comportamiento. De esta manera, en lo que podra denominarse
"determinismo de la accin", la explicacin del comportamiento procede de
afuera de los actores y sus mecanismos de seleccin. Desde Smith hasta Hayek,
en Marx y en Pfirsons, el comportamiento de los actores es sustantivo para el
desarrollo de los acontecimientos; sin embargo, las premisas de ste estn
definidas desde afuera del actor, en su comportamiento individual- colectivo, en
la normatividad cultural y valorativa, en su naturaleza intrnseca o en la
dialctica de sus oposiciones (Whittington, 1989, pp. 26-28). De la misma forma,
el "determinismo contextuar coloca en la estructura de las relaciones al defini-
dor sustantivo de Tos acontecimientos, ya sea de manera absoluta o poniendo al
actor en una situacin de "fuerza inferior". Aqu observamos desde los economis-
tas clsicos que se arroparon en una especie de darwinismo social, hasta
aquellas visiones muy actuales de la ecologa poblacional derivada de la teora
de la contingencia (Astley, 1989).
La dificultad de desarrollar el concepto de agency estrictfmiente, es decir,
partiendo de una real interdependencia del actor con la estructura, dialctica-
mente constructora y afectada por sta, ha implicado objetivamente una sobre-
configuracin de la fuerza de la estructura. Esta dificultad tiene mucho que ver
DAVID ARELLANO GAULT 29
Todas las actividades presuponen una existencia principal de formas sociales. Consi-
deremos hablar, hacer y crear como caractersticas y modalidades del agency humano.
30 TEORA DE LA ORGANIZACIN Y ANLISIS ORGANIZACIONAL
Las personas no pueden comunicarse si no es utilizando los medios existentes [...]
Hablar requiere de lenguaje, crear, materiales, acciones, condiciones, [...] recursos,
actividad, reglas [...] La sociedad es tanto las condiciones permanentemente presentes
(causas materiales) como la repj-oduccin continuada del producto de la agencia
humana. La praxis es tanto la produccin consciente y (normalmente inconsciente)
reproduccin de las condiciones de la reproduccin; eso es la sociedad. [Bhaskar, 1979,
pp. 43-44]
c) Cultura organizacional
1. Peter L. Berger
Los acercamientos que Berger realiza sobre la cultura son una recuperacin de
la tradicin filosfica del siglo XIX, donde las constantes biolgicas y ambientales
de la condicin humana son revaloradas. La conciencia de la realidad constata
a la humanidad su incapacidad para aceptar de lleno la imposibilidad de tener
DAVID ARELLANO GAULT 33
2. Michel Foucault
Si bien Foucault es reconocido ms bien por sus estudios sobre procesos sociales
particulares, sobre todo la transmisin del conocimiento, su concepcin del jjoder
y de la racionalidad ubicua son importantes para el entendimiento de un punto
particular de la cultura organizacional. Es decir que, pese a que no habla de
cultura per se, enfatiza con gran inteligencia el proceso de creacin de la cultura
y su relacin con la creacin del conocimiento. De esta manera acude a las
estructuras de significado que se han convertido en facticidades, aunque no
fueran consciente y lgicamente estructuradas por los individuos.
As (Foucault, 1970) formula la hiptesi? de qu las actividades intelectuales,
durante cualquier periodo determinado, son dominadas por cdigos de conoci-
miento que se refieren a creencias, tecnologas y ordenaciones sociales. Los
individuos son mucho lo que es su poca y sus cdigos de conocimiento. Los
cdigos y smbolos no representan conexiones abstractas en s mismas, sino
como producciones de una poca desde la persp>ectiva del lenguaje.
El poder encuentra su fuerza, a fin de cuentas, en la cultural donde las
premisas de conocimiento que se van generalizando se institucionalizan y permi-
ten el flujo de la fuerza con base en una determinada interpretacin simblica
del sentido de la accin social. El orden social, construido bajo lgicas de poder e
imposicin, tiene un profundo sentido institucionalizado y cultural que permite
la intemalizacin de ciertos significados particulares sobre la sociedad. Pero debe
destacarse que la cuestin cultural, como un constructo, no significa que sea
homognea, que no permita el cambio, la mltiple interpretacin.
En algn sentido se est refiriendo al hecho de que ''las prcticas sociales pueden
llegar a engendrar dominios de saber que no slo hacen que aparezcan nuevos
objetos, conceptos y tcnicas, sino que adems hacen nacer formas totalmente
nuevas de sujetos y sujetos de conocimiento^ El mismo sujeto de conocimiento posee
ima historia, la relacin del sujeto con el o6Jto;o, ms claramente, la verdad misma
tiene ima historia" (Foucault, 1991, p. 14). Es decir, que la propia constitucin del
saber humano est dada en un proceso de relaciones sociales e histricas, de juegos
discursivos que estratgicamente alcanzan umbrales de credibilidad y justificacin,
y que muchas veces son impuestos con lujo de violencia. El sujeto de la historia que
es fundado y se funda continuamente en el interior mismo de sta y que es fundado
y vuelto a fundar por sten i^aa acciones y construcciones humanas son mucho ms
que una propuesta voluntarista y de crecimiento racional de las perspectivas.
3. Renato Rosaldo
4. Allaire y Firsirotu
miento de cada uno de sus miembros, y aqullos que piensan a la cultura como
un sistema de ideas o cdigos individuales, donde lo social y lo cultural se
diferencian y se interrelacionan a su vez.
De la misma manera, dividen a cada concepto en diversas escuelas, que tienen
implicaciones muy distintas respecto a la cuestin organizacional. Dentro del
concepto de cultura como sistema socioestructural, las organizaciones forman
parte del gran sistema, es decir, es una expresin reducida de la sociedad global,
en una concepcin holistica de la organizacin. As, la escuela funcionalista,
inspirada en las ideas de Malinowski, tiende a establecer la necesaria conciencia
organizacional por reproducir los esquemas sociales de satisfaccin de necesi-
dades humanas tales como la autorrealizacim Es as que las organizaciones se
consideran escenarios para los scripts de las necesidades de los hombres) Las
organizaciones deben acercarse a componer una estructura lgica que permita
a los miembros satisfacer sus deseos. Desde una visin un poco distinta, la
escuela funcional-estructuralista ve a la organizacin como un ente que en s
mismo guardaTas posibilidades de tener metas, intenciones y necesidades donde
la clave est en la funcionalidad de la propia institucin en el contexto global.
Desde Parsons, las organizaciones son una expresin subordinada del sistema
social cuya principal fuente de existencia est en su diferenciacin con base en
el nfasis en el alcance de objetivos (Parsons, 1964). As, las organizaciones se
componen de constructos parciales donde la sociedad se ve a s misma experi-
mentando sus mecanismos de integracin cultural, y por lo tanto puede existir
cierta diferencia entre la cultura social y la organizacional, siendo el gran
criterio de la funcionalidad el argumento base para su xito.
Pensando en las perspectivas que involucran una metarracionalidad como la
competencia, la seleccin (al estilo de Darwin y Wallace, como lo hace la escuela
de la ecologa poblacional, Astley, 1985), puede pensarse que las organizaciones
son organismos que adaptan las caractersticas influyentes del ambiente depen-
diendo del movimiento de los otros organismos que componen el sistema,
naciendo y muriendo en una lucha por la diferenciacin y adaptacin. Las
organizaciones se convierten en espacios donde diversos principios culturales
perduran o mueren, como fuente de subculturas dentro de la sociedad, en una
lucha por el predominio.
Por ltimo, la escuela histrico-funcionalista se diferencia de la anterior
porque explica el nacimiento o muerte de subculturas o principios culturales con
base en criterios histricos ms que de seleccin. Por qu algunas organizacio-
nes portadoras de ciertos principios estructurales y funcionales pueden ser ms
eficientes para difundir y expander tales principios hacia otras organizaciones
y espacios de la sociedad? Aunque no explicitan el concepto de cultura, es
entendible que comprenden que existen ciertas caractersticas histricas que
permiten a una organizacin difundirse y regenerarse en otros espacios de la
sociedad a travs del tiempo.
DAVID ARELLANO GAULT 3T
5. Ott
les que definen las fronteras de lo bueno y lo malo (en el caso de las creencias)
y de las razones que la gente tiene para ser como es (en el caso de los valores).
La manera en que stos se institucionalizan y se relacionan entre la lgica
individual y la organizacional es de suma importancia. As es como se constitu-
yen los cdigos ticos y morales y las ideologas. Con ellas los valores y creencias
encuentran un marco general de interpretacin y una red integral que da sentido
a muy diferentes situaciones en muy diversos momentos.
Desde esta perspectiva queda claro que no es posible hablar de la organizacin
monoltica ni siquiera desde la cuestin cultural, pues ms bien se habla de la
integracin de diversas subculturas. y sus componentes en una serie de princi-
pios generales y amorfos a nivel organizacional. El sentido de la accin organi-
zacional mantiene una serie de candados lgicos para asegurar cierta regulari-
dad y continuidad a la accin.
6. Pettigrew
8. Smircich
REFLEXIONES FINALES
NOTAS
1 La cuestin de traducir agency por agencia y agencies por agencias es una discusin compleja,
ya que el trmino surge de una redefinicin de la idea de actor en situaciones particulares y hoy da
es pturte de una polmica muy fuerte respecto a su utilizacin (desde la teora del agente y el prncipal
en la economa, hasta la de la relacin ms iunplia de los actores y las estructuras de accin en la
sociologa). Asi, hemos preferido por lo pronto dejar en ingls las palabras de agency y agencies para
dar a entender esa red relaciona] entre actores y la conformacin de la estructura, desde una
perspectiva sociolgica. Para estudiar ms la discusin de los diferentes conceptos vanse (Arms*
trong, 1991 y Walker. 1989).
2 No olvidemos que las propuestas de uno de los primeros posmodemos, Nietzsche, fueron
inspiracin para ideas fachistas.
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4S TEORA DE LA ORGANIZACIN Y ANUSIS ORGANIZACIONAL
k^
NDICE
Introduccin 7
b) La teora de la complejidad 14
a) Modernidad y organizaciones 25
b) El concepto de agency 28
c) Cultiira organizacional 31
Reexiones fnales 43
Referencias bibliogrfcas 45
49
Novedades
DIVISIN DE ECONOMA
Lehoucq, Fabrice and David L. Wall, Explainins Voter Turnout Rates in New
Democracies: Guatemala. EP-146
Lehoucq, Fabrice, Electoral Fraud: Causes Types and Consequences.
EP-147
Benton, Allyson, Strons Presidents Powerful Provinces: The Political-
Economy of Party BuHdins in Argentina 's Federal System. EP-148
Benton, Allyson, When Do Parties Survive Economic Ruin? The Political uses
of Fiscal Transfers in an Era of Economic Uncertainty. EP-149
Benton, Allyson, Economic Reform in Decentralized Systems: When
tnstitutions work to Protect Subnational Politicians from Economic Reform.
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Benton, Allyson, The Srategic Strussle for Patronase: Political Careers,
States Larsesse and Factionalism Latin American Parties. EP-151
Lehoucq, Fabrice and Clark C. Gibson, The Local Politics of Decentralized
Environmental Policy in Guatemala. EP-152
Benton, Allyson, Dissatisfied Democrats or Restrospective Voters?
Economic Hardship. Political Institutions and Votins Behavior in Latin America.
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Colomer M., Josep, Taming the Tiser: Votins Righis and Political
Instability in Latin America. EP-154
Colomer M,, Josep, Votins in Latin America: Low Benefits, Hish Costs.
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DIVISIN DE HISTORIA