La Teología Luterana Hasta La Formula de Concordia
La Teología Luterana Hasta La Formula de Concordia
La Teología Luterana Hasta La Formula de Concordia
Gonzales (pg. 106) comienza este capitulo hablando de la teologa luterana hasta la frmula
de concordia, dndonos las posiciones de los dos fundadores de la tradicin protestante: Lutero
y Zwinglio. Tambin presenta las posiciones de los seguidores de ambos reformadores. Juan
Calvino heredo la reforma de Zwinglio y en cierto modo trato de acercarla a la tradicin
reformada luterana. Al igual que Calvino, Felipe Melanchton desarrollo su teologa tratando de
acercarla a la luterana y a las posiciones de los reformadores Bucero y Calvino.
Melanchton al mitigar la teologa de Lutero, dio lugar a varias controversias dentro del
luteranismo. l y otros telogos propusieron opiniones que parecan amenazar al protestantismo.
Por lo cual, esta controversias llevaron a la Frmula de Concordia.
a. La teologa de Felipe Melanchton:
Est se uni a la facultad de la Universidad de Wittenberg en el 1518. Cuando comenz a
tomar auge la reforma de Lutero. Melanchton dominaba el campo de la enseanza en el
idioma griego y su lnea era de carcter filosfico. Su preparacin era en estudios humanista.
Por otra parte, las diferencian entre su teologa y la teologa de Lutero giraban alrededor del
su espritu humanista. Lutero reconoci las diferencias que existan en ambos, pero esto no
fue de obstculo para ambos, puesto que Melanchton era el discpulo favorito del reformador.
As que cuando surgi la necesidad de escribir un documento sobre la confesin de fe entre
los protestantes para ser presentada en la Dieta de Augsburgo (1530) se le encomend a
Melanchton. Este telogo llego a ser el gran sistematizador de la teologa luterana. Adems
esto le ayudo mucho, pues llego a formular sus propias opiniones. Por lo cual, muchos
llegaron a pensar que sus opiniones eran contradictorias al luteranismo original.
En 1521, Melanchton publico su primer libro titulado Loci comunes rerum theologicarum
(Temas teolgicos fundamentales). En donde difera en poco de lo dicho anteriormente por
Lutero. En cambio, esta obra fue la primera sistematizacin de la teologa protestante. Sin
embargo, cada vez mas se iba alejando del luteranismo original y reciba una influencia cada
vez mas clara del humanismo y de la tradicin reformada.
La primera edicin de Loci 1521 expresa los principios de la teologa de la cruz segn la
haba expuesto Lutero. As que Melanchton deca que la teologa deba tener un propsito
prctico y definido. Es decir, que deba de tratar de temas como el pecado y su poder, la
gracia, la ley y la justificacin. Por consiguiente, descartaba la posicin de los escolsticos,
quienes reflexionaban sobre la naturaleza y los modos de encarnacin.
Gonzales (pg. 108) afirma: la razn por la que en distintas pocas algunos telogos
cristianos han enseado la doctrina del libre albedro porque se han dejado llevar por los
filsofos. En su anlisis indica que las enseanzas de los filsofos y las Escrituras son
diametralmente opuestas. Por consiguiente, los filsofos afirman el libre albedro y la
Escritura lo niega. Puesto que la doctrina del libre albedrio tiende a eclipsar los beneficios de
Cristo.
Melanchton llego ha algunas conclusiones acerca de las virtudes paganas diciendo que hay
mucho digno de admiracin en Scrates, Zenn y Catn. Sin embargo, estos eran impuros y
no se deben considerar como verdades virtuales, sino como vicios. Melanchton entenda que
aunque la ley natural fue dada por Dios, no es gua fidedigno, puesto que la razn humana ha
quedado cegada por causa del pecado. Gonzales (pg. 109) entiende que Melanchton esta
profundamente convencido de la discontinuidad radical entre la razn y la revelacin, entre el
ser humano cado y los propsitos divinos, y entre la creacin tal y como existe ahora y la
redencin.
Por otra parte, la nueva edicin de los Loci 1555 trajo cambios importantes. Esta nueva
edicin comenz desarrollando los conceptos que haba dejado aun lado, tales como Dios,
Trinidad y Creacin. Segn Gonzales (pg. 109) los haba dejado aun lado no por ser
ciertos, sino por ser impenetrables a la razn humana y por no relacionarse estrechamente a
los beneficios de Cristo. Cuando hablo sobre el conocimiento de los sabios de la
antigedad, entindase Jenofonte, Platn, Aristteles y Cicern, dijo que estos sabios saban
de la existencia y naturaleza de Dios, pero no saban de los propsitos de Dios hacia ellos, ni
del evangelio. Este punto de vista no vas ms all de la distincin que Lutero haba hecho del
conocimiento general y el propio.
Gonzales (pg. 109-110) afirma que la distincin entre esta segunda edicin y la primera
radicaba en la discusin del pecado, el ser humano natural y el libre albedrio. Destacando as
que Dios no es el creador del pecado. Melanchton pudo decir, a casi toda la tradicin
cristiana, que Dios no desea ni causo el pecado. Sino que fue el Diablo y los hombres, sin
coaccin o participacin ninguna de parte de Dios, afirmando as que quienes cayeron en
pecado hacan uso de su propio albedrio. Discutiendo su postura relacionada al libre albedro
Melanchton se desalineo un poco, puesto que tena intereses distintos al del gran Reformador.
Melanchton hace una distincin entre dos campos dentro de los cuales es posible hablar del
libre albedro: en primer lugar, las acciones propias; y en segundo lugar, las relaciones con
Dios, y con la corrupcin de la naturaleza humana. En esta ltima posicin, Melanchton
entenda que el ser humano no tena albedro, puesto que el ser humano no puede por su
propio corazn encender una firme creencia en Dios. Por ende, aunque no pudiera lograr le fe
que justifica, si puede y debe tener fuerza para gobernar sus propias acciones segn la fuerza
del albedro que todava le queda. A diferencia de Crisstomo en el sentido de que Dios atrae
al humano hacia s, Melanchton comprenda que Dios atrae a quien desea y no a quien se
resiste. Segn Melanchton, en el proceso de la conversin hay tres causas concomitantes: la
Palabra, el Espritu y la voluntad humana. De aqu surge el sinergismo, esto es, Dios y el
hombre cooperan en la obra de salvacin.
Por otro lado, en la doctrina de la eucarista se acus a Melanchton de haber abandonado su
luteranismo anterior. Puesto que en la primera edicin de Loci se hace una breve referencia a
la mesa del Seor, y lo que se afirma es que no es la presencia de Cristo. Pero en la
Confesin de Augsburgo de 1530, Melanchton afirma claramente que la presencia real del
cuerpo y la sangre de Cristo en el pan, negando as lo que haba dicho en la primera edicin
de Loci. Aunque Melanchton nunca estuvo totalmente de acuerdo con Lutero en lo que se
refiere a la cena del Seor, pero fue su espritu conciliador lo que Lutero haba alabado en l.
En dicha Confesin, se elimino el articulo sobre la cena la frese verdadera presencia. Adems
Melanchton modifico el texto original de la Confesin en aquellos lugares que le pareca que
se haba hablando negativamente acerca de las capacidades humanas. El resultado fue la
Variata. Por otra parta, la Confesin era el documento oficial de las iglesias luteranas, por lo
tanto las distintas ediciones de la Variata amargas controversias entre los propios luteranos, y
a la larga recrudecieron la posicin luterana frente a la interpretacin calvinista de la
presencia de Cristo en la eucarista.
En 1548, Carlos V haba derrotado a los protestantes y les impuso un documento escrito
por dos catlicos y por el luterano Juan Agrcola, al cual llamaron Interin de Augsburgo. Este
humano necesita ahora para su justificacin es que el Hijo vuelva a morar en l. As que
por razn de la cada, la encarnacin vino a tener un propsito adicional: la redencin y la
justificacin de la humanidad. La justificacin no es, como en el caso de Lutero, algo que
Dios imputa por razn de su gracia y su amor, sino que es ms bien algo que Dios
encuentra en el humano porque Cristo esta en l. Por otra parte, Osiandro afirma que lo
que sucede cuando Cristo mora en el creyente es que el ocano de la justicia divina
envuelve la pequea gota del pecaminosidad humana, para que cuando Dios vea al
pecado lo declare justo. Las doctrinas de Osiandro fueron atacadas por diversos telogos.
Est en su anlisis sobre la justificacin vea que Cristo era mediador nicamente en la
divinidad y no en su naturaleza humana, como deca el telogo italiano Francesco
Stancaro para refutar la teologa de Osiandro.
- Matas Flacio (1520-1575):
Es considerado el mejor telogo de la segunda generacin de la teologa luterana. Este
fue un verdadero defensor del luteranismo cuando otros trataron de implementar nuevas
estrategias. Llego a conocer a Lutero durante unos pocos aos, es decir,
aproximadamente unos cinco aos antes de la muerte del Reformador. Frente a Osiandro
afirma la doctrina de la justificacin no es y una justificacin imputada; con esto separa
la satisfaccin de Cristo de la justificacin del creyente, y oculta as el carcter central de
esa satisfaccin. Por otra parte, Osiandro argumentaba que la redencin y la justificacin
no poda ser lo mismo, porque la primera haba tenido su cumplimiento hace
aproximadamente unos 1500 aos atrs, mientras que la ultima aun continua teniendo
lugar en la vida del creyente. Gonzales (pg. 119) dice: el acto de la redencin es el
mismo acto de la justificacin, porque cuando un pecador es justificado lo que Dios hace
es sencillamente que le considera justo en virtud de la redencin. Para Flacio, Dios
justifica al pecador, no porque vea en l al Verbo eterno, sino a base de la obediencia de
Cristo.
- La cuestin de la justificacin segn la naturaleza divina o segn la naturaleza humana:
Otros de los de los grande debates que surgi entre los protestante fue la cuestin de si
Cristo justifica segn su naturaleza divina (Osiandro) o naturaleza humana (Stancaro).
La Frmula de Concordia respondi: frente a estos dos errores creemos, enseamos y
confesamos que nicamente que Cristo es nuestra justicia, no segn la naturaleza divina
sola, ni tampoco segn su sola naturaleza es nuestra justicia por virtud de la obediencia
que le rindi al Padre hasta la muerte misma, tanto en su divinidad como en su
humanidad.
Las controversias respecto a las doctrinas de Osiandro y al antinomismo fueron rechazadas por
los luteranos estrictos y los filipista. En pero, dentro del luteranismo seguan surgiendo grandes
controversias. Por un lado, estaban los luteranos estrictos quienes queran conservar las doctrinas
de Lutero sin modificacin alguna; sin embargo, se encontraban los filipista que suavizaban las
doctrinas de Lutero. En algunos casos fue Melanchton mismo quien se encontraba en el centro de
la discordia, pero otros eran sus seguidores. Aunque los seguidores de luteranismo estricto
afirmaban seguir la lnea de Lutero estos en realidad no la seguan al pie de la letra. La realidad
era que estos no tenan el espritu del Reformador, porque sus esfuerzos eran para clarificar todo
detalle de la doctrina, y de pensar que su fe se encontraba continentemente amenazada.
- La controversia Interin o adiaforista:
voluntad humana ciada no solamente ha vuelto las espaldas a Dios, sino que tambin se
ha vuelto enemiga de Dios, de tal modo que solo desea y quiere lo que es malo y lo que
se oponerse a Dios. Por ende, Dios no fuerza la voluntad, sino que lo que sucede es que el
Espritu Santo gua y abre el corazn de tal modo podamos escuchar el evangelio.
Otras de las controversias era la communicatio idiomatum:
Una vez mas los luteranos estrictos salieron a la batalla contra los filipistas, Joaqun
Curaeus, uno de los filipistas, pblico un tratado annimo en el que declaraba que los
incrdulos no participan verdaderamente de Cristo en la comunin. Diciendo as que no
haba que entenderse como lo haba propuesto Lutero. Este ataque abierto a las
enseanzas de Lutero les dio a los luteranos estrictos la oportunidad de lograr una
condenacin del calvinismo en el 1574. Frente a esta clase de sacramentarios, se afirmo
que el cuerpo y la sangre de Cristo estn verdaderamente presentes, y se distribuyen y
reciben, en el pan y el vino, y que esto es cierto tanto para los creyentes como para los
que no lo son.
Esta cuestin de la eucarista llev a la cuestin de la unin hiposttica, esto que los
reformadores tenia distintas opiniones entre la unin de las dos naturalezas. Gonzales
(pg. 132) afirma: la posicin de luterana, que requera la ubiquidad la ubiquidad del
cuerpo de Cristo, se basaba en la opinin de que la unin de las dos naturalezas era tal
que las propiedades de la divinidad se transferan a la humanidad, esto es la
communicatio idiomatum. La posicin reformada, subrayaba la distincin ente las dos
naturalezas. La distincin consista en la imposibilidad de que el cuerpo de Cristo
estuviese presente al mismo tiempo en el cielo y en la multitud de la iglesia.
En 1571, Martin Chemnitz publico un tratado Sobre las dos naturalezas de Cristo. Lo
que propona era un modo de ver la unin hiposttica segn el cual cuando la divinidad se
uni a la humanidad esta ltima recibi todo los atributos de la divinidad de que la
humanidad es capaz. De aqu surgi el nombre de multivolipresencia ms bien que la
ubiquidad. Y esta se refiere a la capacidad de estar presente en varios lugares.
Chemnitz en su tratado hablo sobre la communicatio idiomatum, exponiendo tres
conjeturas: la primera lugar, la comunicacin de las propiedades de la dos naturalezas a la
una persona; en segundo lugar, la comunin entre ambas naturalezas, de modo que las
acciones de una puede predicarse de la otra; en tercer lugar, el poder de la naturaleza
humana recibe a la divina, de tal modo que pueda hacer todo lo necesario para la
salvacin de la humanidad. Chemnitz indicaba que Cristo siempre tuvo la majestad y el
poder omnipotente de Dios, pero que no los manifest en el estado de humillacin.
Por otro lado, los autores de la Formula Concordia se daban cuenta de la
predestinacin, la cual, se poda ver de dos modos distintos, y que esto dos modos
podran llevar a serias controversias. As que la doctrina de la eleccin no ha de abordarse
mediante la razn ni mediante la ley, sino mediante el conocimiento que el creyente tiene
que la salvacin descansa en Cristo. La predestinacin no ha de ser vista a priori, como si
se deriva del conocimiento natural de Dios, sino ms bien a posteriori, a travs del
conocimiento del amor de Dios que se nos ha revelado en Cristo. La Formula Concordia
intentaba ponerles fin a estas controversias, y en buena medida tuvo xito.