Farmer Philip - Los Amantes (1967)
Farmer Philip - Los Amantes (1967)
Farmer Philip - Los Amantes (1967)
Los Amantes
TITULO ORIGINAL: THE LOVERS
PHILIP J. FARMER, 1967
INTRODUCCION
PERTENECIO A UNA EPOCA DE MAXIMA POBLACION
El - y el resto de la humanidad - viva una existencia rgidamente controlada en un
mundo en que, por necesidad, se tena que funcionar durante las 24 horas del da,
dando as a la mitad de la poblacin oportunidad de "vivir" mientras la otra mitad
dorma ... y viceversa. Nunca ningn apartamento, despacho, o lugar cualquiera
estaba vaco ... nadie se encontraba jams.
Inevitablemente, la Iglestal (Iglesia Estatal) buscaba mundos que colonizar.
Inevitablemente, tambin, con el fin de hallar espacio para los humanos, la Iglestal
crea perfectamente natural someter y aniquilar a las dems culturas no humanas.
Y nunca hubo un terrestre que objetara a la justicia de este punto de vista.
No, hasta que aquel humilde "Jetco" (Jefe de Todos los Comercios, Especializado en
Idiomas) aprendi a dar expresin a un amor prohibido en su propio planeta.
I
Tengo que salir - pudo or Hal Yarrow que alguien murmuraba desde una gran
distancia - Debe de haber una salida.
Despert sobresaltado y se dio cuenta que era l quien acababa de hablar. Adems,
lo que habla dicho mientras emerga de su sueo, no tena ninguna relacin con la
cosa. Sus palabras semiadormecidas eran dos acontecimientos discretos.
Pero qu significaba murmurar esa frase? Y dnde estaba? ,Acaso habla viajado
en el tiempo o experiment un sueo subjetivo? Fue algo tan vivido, que le cost
regresar a este nivel del mundo.
Una mirada al hombre sentado a su lado le aclar la mente. Se encontraba en el
coche que iba a Signien City en el ao 550 B.S. (segn el viejo calendario el 3.050
a.b., le indic su mente). No estaba con el viaje por el tiempo, como en el sueo, en
un extrao plante a muchos aos luz de aqu, a muchos aos a partir de ahora. Ni
tampoco estaba frente a frente con el glorioso Isaac Sigmen. El predecesor, por real
que fuese su nombre.
El individuo que est a su lado, le mir de reojo, era un tipo delgado, con pmulos
altos, pelo negro, liso y ojos pardos con ligeros rasgos monglicos. Vesta el uniforme
azul claro de ingeniero y llevaba en la parte izquierda del pecho una insignia de
aluminio que indicaba que perteneca al escaln superior. Probablemente se trataba de
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reprimieron
la
sonrisa
que
senta
nacer
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XI
Hal Yarrow llam suavemente en la puerta del apartamento de Fobo, contiguo al
suyo. La puerta no se abri de inmediato. No le extraaba, haba mucho ruido en el
interior. Hal golpe con ms fuerza, aunque de mala gana, porque no quera llamar la
atencin de Porsen. El gapt viva enfrente de Fobo, cruzando el pasillo, y podra abrir
su puerta para ver lo que ocurra. Esta noche era un buen momento para que Porsen le
viese visitar al empatista. Incluso aun cuando Hal tuviese todo el derecho del mundo
de entrar en casa del wog sin ser acompaado por un gapt, se senta intranquilo a
causa de Jeannette. No invitara al gapt a entrar en su apartamento, en el puka de Hal,
mientras estuviese la muchacha all. Tambin si Porsen le vea visitar a un nativo,
aunque fuese con la excusa de efectuar un poco de espionaje extraoficial, quiz
sintiera curiosidad por examinar el apartamento de Hal. Y si Porsen hacia esto, tendra
a Hal a su merced: todo quedara descubierto.
Pero Hal se consol con la idea de que Porsen no era un hombre muy valiente. Si
tomaba la libertad de entrar en el apartamento de Hal, tambin correra el riesgo de
ser descubierto. Y Hal, como lamechiano, podra ejercer tal presin como para que
Porsen no slo fuese degradado y caera en desgracia, sino que lo presentasen incluso
candidato al H.
En cualquier caso, antes de salir Hal orden a Jeannette que se escondiese en el
interior del doble armario que un carpintero wog construyera por encargo suyo. La
puerta del diminuto recinto secreto se confunda estrechamente con la pared posterior
del armario principal y slo un examen muy minucioso la descubrira.
Con fuerza e impaciencia, Hal volvi a llamar a la puerta. Esta vez se abri. Abasa,
la esposa de Fobo, apareci sonriente.
- Hal Yarrow! - dijo en siddo -. Bienvenido! Por qu no entr sin llamar?
Hal mostr sorpresa.
- No poda hacerlo! - exclam.
- Porque no es vuestra costumbre.
Abasa se encogi de hombros, pero era demasiado educada para hacer el menor
comentario. Aun sonriendo, dijo:
- Entre, no muerdo.
Hal entr y cerr la puerta tras de s, aunque no sin mirar de reojo al apartamento
de Porsen. Estaba cerrado.
Dentro los gritos de doce nios wog jugando rebotaban en las paredes de una
habitacin tan grande como un campo de baloncesto. Abasa gui a Hal a travs de un
suelo sin alfombras hasta el extremo opuesto en donde se iniciaba un pasillo. Cruzaron
por una esquina en donde tres hembras wog, evidentemente visitantes de Abasa, se
sentaban a una mesa. Estas, ocupadas en coser, bebiendo de cuando en cuando de
copas altas que tenan ante s y charlando. Hal no pudo comprender las pocas palabras
que capt; las hembras wog, cuando hablaban entre s, utilizaban un vocabulario
restringido a su sexo. Esta costumbre, sin embargo, segn tena entendido Hal, decaa
rpidamente bajo el impacto de la creciente urbanizacin. Las hijas de Abasa ni
siquiera aprendan el idioma de las mujeres.
Abasa condujo a Hal hasta el extremo del pasillo, abri una puerta y dijo:
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XII
Porsen! Apenas haba recordado su nombre cuando apareci en carne y hueso. Se
oy el repicar de duros tacones de bota tras l. Gir en redondo. Una figura bajita y
encapuchada bajaba por el callejn. El resplandor de una lmpara recort la silueta del
hombro caldo y le hizo brillar las negras botas de cuero. Se haba quitado la mscara.
-Yarrow! - grit triunfante el gapt -. Es intil correr! Te vi en esa taberna! Ahora
no podrs salvarte!
Corri hasta su pupilo, que le esperaba rgido.
-Saba que estabas bebiendo!
- S - gru Hal -. Y qu ms?
- Es que no basta? - grit el gapt O es que escondes algo en tu apartamento?
Quiz s! Quiz lo tienes lleno de botellas. Vamos! Regresaremos a tu casa y
registraremos el apartamento para ver lo que encontramos. No me sorprendera hallar
toda clase de pruebas de tu forma irreal de pensar.
Hal dej caer los hombros y crisp los puos, pero nada dijo. Cuando el gapt le
orden que le precediese se regreso al edificio de Fobo, camin sin mostrar la menor
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Kyetil?
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XV
Despus de la comida, Jeannette diluy un jarro de jugo de escarabajo con agua,
preparando un lquido purpreo que hizo que la bebida oliese a olivas y dej caer
gotitas de una planta parecida a la naranja en la superficie. Colocando todo dentro del
vaso con un poco de hielo, resultaba refrescante e incluso con buen gusto. Pero lo ms
sorprendente para l es que no le mare en absoluto.
- Por qu me elegiste a m en vez de a Porsen? -pregunt.
Ella se le sent en las rodillas. Con un brazo le rode el cuello, el otro sobre la
mesa, la bebida en la mano.
- Oh, Porsen era tan feo y t tan guapo. Adems, pude sentir que inspirabas
confianza. Me daba cuenta de que tena que ser cuidadosa. Mi padre me haba hablado
de los terrestres. Dijo que no eran de fiar.
- Es cierto. Pero debes poseer intuicin para saber cul es el hombre adecuado,
Jeannette. Si tuvieses antenas, dira que podras detectar las emanaciones nerviosas.
Mira, veamos - le pas los dedos por el pelo, pero ella esquiv la cabeza y ri.
Hal la acompa en su risa y su mano cay hasta el hombro, acaricindole la fina
piel.
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- No s de lo que me hablas - le interrumpi ella. Su cara estaba seria, los ojos fijos
en el rostro de l.
- Ya captars el significado - continu Hal -. Los cuatro navos marcianos, fingiendo
ser naves mercantes orbitales, antes de entrar dejaron caer millones estos virus.
Porciones invisibles de molculas de protenas que vagaron por la atmsfera.
Extendindose todo el mundo, cubrindolo de una tenusima bruma. Esas molculas,
una vez penetraron en la piel del ser humano, encerraban a la hemoglobina de las
clulas rojas de la sangre y les daba una carga positiva. Esa carga haca que un
extremo de una molcula hemoglobina se adhiriese al extremo de la otra y la molcula
entraba en una especie da cristalizacin. Eso converta a las clulas en forma de coco
en cimitarras y causaba de esa manera una anemia artificial por enfermedad celular.
La anemia creada en el laboratorio era mucho ms rpida y segura, porque cada
clula de sangre en el cuerpo quedaba afectada y no slo un pequeo porcentaje. Cada
clula no tardaba en romperse. Ningn oxgeno era transportado por el organismo
humano el cuerpo mora.
El cuerpo muri. Jeannette ... el cuerpo de la humanidad. Casi todo un planeta de
seres humanos pereci por falta de oxgeno
- Me parece que comprendo la mayor parte de lo que me has dicho - apunt
Jeannette -. Pero no morirn todos?
- No. Y al principio, los gobiernos de la Tierra descubrieron lo que pasaba. Lanzaron
proyectiles dirigidos hacia Marte y estos proyectiles, diseados para causar terremotos,
destruyeron la mayor parte de las colonias subterrneas de Marte.
En la Tierra, quiz sobrevivi un milln en cada continente. A excepcin de ciertas
zonas, en donde casi la poblacin entera result intoxicada.
- Por qu?
- No lo sabemos en realidad. Pero algo, quizs el viento favorable, alej la cada del
virus hasta que este virus se pos en el suelo. Despus de cierto tiempo al exterior del
cuerpo humano, el virus mora.
De todas maneras, de las islas de Hawai a Islandia quedaron con gobiernos
organizados y plena poblacin. Israel, tambin, no sufri nada, como si la mano de
Dios les hubiese estado protegiendo durante la mortal cada de virus. Y Australia y las
montaas del Cucaso tambin resultaron libres.
Esos grupos se extendieron despus colonizando todo el mundo, absorbiendo los
supervivientes en las zonas de las que se apoderaban. En las junglas de Africa y la
pennsula malaya, bastantes quedaron vivos para aventurarse a salir y se
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