Formacion Permanente Sacerdotes Baccioli
Formacion Permanente Sacerdotes Baccioli
Formacion Permanente Sacerdotes Baccioli
Este documento est disponible en la Biblioteca Digital de la Universidad Catlica Argentina, repositorio institucional
desarrollado por la Biblioteca Central San Benito Abad. Su objetivo es difundir y preservar la produccin intelectual
de la institucin.
La Biblioteca posee la autorizacin del autor para su divulgacin en lnea.
(Negro plancha)
10
carlos baccioli
mados todos los sacerdotes en razn del don de dios que han recibido con
la ordenacin sagrada. ellas nos ayudan a entender el contenido real y la originalidad inconfundible de la formacin permanente de los presbteros
(n. 70).
los principales documentos que se refieren a la formacin permanente son los decretos christus dominus (n. 16), presbyterorun ordinis (n.
19), optatum totius (n. 22) del concilio vaticano ii.
otros documentos, emanados despus del concilio vaticano ii, confirman la preocupacin permanente de la iglesia por este tema1.
entre estos documentos se destacan:
-
la carta inter ea de la sagrada congregacin para el clero (4-111969)2, que es el primer documento que ha utilizado el trmino
formacin permanente;
1. concepto
la formacin permanente es el proceso de formacin teolgico-pastoral que, iniciada en el seminario, a partir de la ordenacin debe durar toda
la vida.
2. importAnciA
el ministerio sacerdotal reclama una continua actualizacin para ser
eficaz.
el canon 279: aun despus de recibido el sacerdocio, los clrigos
han de continuar los estudios sagrados, y deben profesar aquella doctrina
1 a.d. bUsso, la fidelidad del apstol. visin cannica del ser y el obrar del clrigo, tomo ii, ed. Uca, buenos aires 2004, pp. 22-30.
2 cfr. istruzione e formazione permanente del clero, en enchiridion vaticanum, vol.
iii, edizioni dehoniane, bologna 1990, nn. 1745-1788, pp. 1069-1095.
(Negro plancha)
(Negro plancha)
11
slida fundada en la sagrada escritura, transmitida por los mayores y recibida como comn en la iglesia, tal como se determina sobre todo en los
documentos de los concilios y de los romanos Pontfices; evitando innovaciones profanas de la terminologa y la falsa ciencia (1). segn las
prescripciones del derecho particular, los sacerdotes, despus de la ordenacin, han de asistir frecuentemente a las lecciones de pastoral que deben
establecerse, as como tambin a otras lecciones, reuniones teolgicas o
conferencias, en los momentos igualmente determinados por el mismo derecho particular, mediante las cuales se les ofrezca la oportunidad de profundizar en el conocimiento de las ciencias sagradas y de los mtodos pastorales (2).
el decreto conciliar presbyterorun ordinis dice:como en nuestros
tiempos la cultura humana, y tambin las ciencias sagradas, avanzan con un
ritmo nuevo, los presbteros se ven impulsados a completar convenientemente y sin intermisin su ciencia divina y humana, y a prepararse, de esta
forma, para entablar ms ventajosamente el dilogo con los hombres de su
tiempo n. 19).
el decreto optatum totius: la formacin sacerdotal, sobre todo en
las condiciones de la sociedad moderna, debe proseguir y completarse aun
despus de terminados los estudios en el seminario (n. 22).
juan Pablo ii en la pastores dabo vobis dice: es de mucha importancia darse cuenta y respetar la intrnseca relacin que hay entre la formacin que precede a la ordenacin y la que le sigue. en efecto, si hubiese
una discontinuidad o incluso una deformacin entre estas dos fases formativas, se seguiran inmediatamente consecuencias graves para la actividad
pastoral y para la comunin fraterna entre los presbteros, particularmente
entre los de diferente edad.
la formacin permanente no es una repeticin de la recibida en el
seminario y que ahora es sometida a revisin o ampliada con nuevas sugerencias prcticas, sino que se desarrolla con contenidos y sobre todo a travs
de mtodos relativamente nuevos, como un hecho vital unitario que, en su
progreso teniendo sus races en la formacin del seminario requiere
adaptaciones, actualizaciones y modificaciones, pero sin rupturas ni solucin de continuidad. Y viceversa, desde el seminario mayor es preciso preparar la futura formacin permanente y fomentar el nimo y el deseo de los
futuros presbteros en relacin con ella, demostrando su necesidad, ventajas
y espritu, y asegurando las condiciones de su realizacin (n. 71).
12
carlos baccioli
3. AreAs3
las reas de la formacin permanente comprenden la teologica
(teologa dogmtica, la sagrada escritura, la teologa Moral), la juridicocannica, la espiritual, la humana, la Pastoral y el area de las ciencias
auxiliares de la Pastoral (la Psicologia Pastoral, la sociologa).
3.1. Area teolgica
la formacin permanente surge de la necesidad que tienen los clrigos de actualizar y profundizar los conocimientos de las ciencias teolgicas
para su mejor aplicacin pastoral.
el decreto presbyterorun ordinis: en el sagrado rito de la
ordenacin el obispo recomienda a los presbteros que estn maduros en
la ciencia y que su doctrina sea medicina espiritual para el pueblo de
dios(pont. rom., de ordinatione Presbyteri).
3 a.d. bUsso, la fidelidad del apstol. visin cannica del ser y el obrar del clrigo, cit. pp. 30-33; 36-43.
(Negro plancha)
(Negro plancha)
13
14
carlos baccioli
de esta manera, la formacin permanente encuentra su propio fundamento y su razn de ser original en el dinamismo del sacramento del orden
(n. 70).
3.3. Area humana
ciertamente no faltan tambin razones simplemente humanas que
han de impulsar al sacerdote a la formacin permanente dice juan Pablo ii
en la pastores dabo vobis . ello es una exigencia de la realizacin personal progresiva, pues toda vida es un camino incesante hacia la madurez y
sta exige la formacin continua (n. 70). esta exhortacin, al resaltar que
la dimensin humana es el fundamento de toda la formacin, enumera una
serie de virtudes humanas y de capacidades relacionales que se le piden al
sacerdote para que su personalidad sirva de puente y no de obstculo a los
dems en el encuentro con jesucristo redentor del hombre (n. 43).
stas van desde el equilibrio general de la personalidad, a la capacidad de llevar el peso de las responsabilidades pastorales, y desde el conocimiento profundo del alma humana al sentido de la justicia y de la lealtad.
en el trato con los hombres y en la vida de cada da, el sacerdote debe acrecentar y profundizar aquella sensibilidad humana que le permite comprender las necesidades y acoger los ruegos, intuir las preguntas no expresadas,
compartir las esperanzas y expectativas, las alegras y los trabajos de la vida
ordinaria; ser capaz de encontrar a todos y dialogar con todos.
sobre todo conociendo y compartiendo, es decir, haciendo propia, la
experiencia humana del dolor en sus mltiples manifestaciones, desde la
indigencia a la enfermedad, desde la marginacin a la ignorancia, a la soledad, a las pobrezas materiales y morales, el sacerdote enriquece su propia
humanidad y la hace ms autntica y transparente, en un creciente y apasionado amor al hombre.
al hacer madurar su propia formacin humana, el sacerdote recibe
una ayuda particular de la gracia de jesucristo; en efecto, la caridad del buen
Pastor se manifest no slo con el don de la salvacin a los hombres, sino
tambin con la participacin de su vida, de la que el verbo, que se ha hecho
carne (cf. jn 1, 14), ha querido conocer la alegra y el sufrimiento, experimentar la fatiga, compartir las emociones, consolar las penas.
viviendo como hombre entre los hombres y con los hombres,
jesucristo ofrece la ms absoluta, genuina y perfecta expresin de humanidad; lo vemos festejar las bodas de can, visitar a una familia amiga, con-
(Negro plancha)
(Negro plancha)
15
16
carlos baccioli
(Negro plancha)
(Negro plancha)
17
para la educacin catlica, directrices sobre la formacin de los seminaristas acerca de los problemas relativos al matrimonio y a la familia, del
19-3-1995, dice: el derecho cannico, que aplica los principios de la fe y
de la moral a la vida concreta, constituye una importante componente de la
pastoral familiar, con la normativa sobre las condiciones para la celebracin
vlida del sacramento del matrimonio y para la tutela del vnculo matrimonial. su estudio asiduo, debidamente abierto a los problemas planteados por
la vida moderna y el progreso de las ciencias humanas, biolgicas y mdicas, deber ofrecer a los futuros sacerdotes la ayuda necesaria para poder
acompaar y asistir sea a los matrimonios que se inician, sea a aquellos ya
concluidos o a los que se encuentran en crisis. hace falta, por tanto, darles
tambin ciertas nociones sobre los procesos de anulacin de matrimonio y
la praxis de los tribunales eclesisticos, como tambin de las leyes civiles
que, directa o indirectamente, se refieren a la familia. Por eso, se recomienda tambin un estudio de la carta de los derechos de la familia promulgada por la santa sede (n. 28).
la conferencia episcopal italiana, en el decreto del 5-11-1990,
hablando de las formas de ayuda que debe ser prestada a los cnyuges en
grave dificultad, en la que se debe contemplar tambin la orientacin de los
mismos en orden a una declaracin de nulidad de su matrimonio, se refiere
a los prrocos diciendo: una primer ayuda para tal verifica debe ser asegurada con discreta y solicita disponibilidad pastoral especialmente por parte
de los prrococs, sirvindose, si es necesario, tambin de la colaboracin de
un consultorio de inspiracin cristiana (art. 65).
P. bianchi comenta este documento diciendo que los parrocos estn
obligados, a brindar a los cnyuges en grave dificultad una primera orientacin en relacin a la verifica de la eventual invalidez del matrimonio por
ellos celebrado (6). Y se pregunta cual es la razn por la cual la conferencia
episcopal italiana, en lugar de dar prioridad a las curias diocesanas y a los
tribunales eclesisticos, ha querido imponer directamente y principalmente
a los parrocos la verifica acerca de la posibilidad de la introduccin de una
causa cannica de nulidad matrimonial. es posible ipotizar, contesta, que
la conferencia episcopal italiana haya querido privilegiar el momento por
as decir pastoral de tal primer discernimiento, donde tambin es de relie-
18
carlos baccioli
7 ib. p. 12.
8 gs, 54.
9 gs, n. 62.
(Negro plancha)
(Negro plancha)
19
20
carlos baccioli
(Negro plancha)
(Negro plancha)
21
tual, intelectual y pastoral de los sacerdotes, representa un bien cuyo destinatario es el mismo Pueblo de dios.
adems, el mismo ejercicio del ministerio pastoral lleva a un continuo y fecundo intercambio recproco entre la vida de fe de los presbteros y
la de los fieles.
Precisamente la participacin de vida entre el presbtero y la comunidad, si se ordena y lleva a cabo con sabidura, supone una aportacin fundamental a la formacin permanente, que no se puede reducir a un episodio o iniciativa aislada, sino que comprende todo el ministerio y vida del presbtero.
en efecto, la experiencia cristiana de las personas sencillas y humildes, los impulsos espirituales de las personas enamoradas de dios, la valiente aplicacin de la fe a la vida por parte de los cristianos comprometidos en
las diversas responsabilidades sociales y civiles, son acogidas por el presbtero y, a la vez que las ilumina con su servicio sacerdotal, encuentra en ellas
un precioso alimento espiritual.
incluso las dudas, crisis y demoras ante las ms variadas situaciones
personales y sociales; las tentaciones de rechazo o desesperacin en
momentos de dolor, enfermedad o muerte; en fin, todas las circunstancias
difciles que los hombres encuentran en el camino de su fe, son vividas fraternalmente y soportadas sinceramente en el corazn del presbtero que,
buscando respuestas para los dems, se siente estimulado continuamente a
encontrarlas primero para s mismo.
de esta manera, todos los miembros del Pueblo de dios pueden y deben
ofrecer una valiosa ayuda a la formacin permanente de sus sacerdotes.
a este respecto,
-
ofrecerles colaboracin en los diversos mbitos de la misin pastoral, especialmente en lo que atae a la promocin humana y al
servicio de la caridad;
22
carlos baccioli
5. etApAs11
la formacin permanente debe realizarse en cualquier edad y situacin. la formacin permanente, precisamente porque es permanente,
debe acompaar a los sacerdotes siempre, esto es, en cualquier perodo y
situacin de su vida, as como en los diversos cargos de responsabilidad
eclesial que se les confen; todo ello, teniendo en cuenta, naturalmente, las
posibilidades y caractersticas propias de la edad, condiciones de vida y
tareas encomendadas (pastores dabo vobis, n. 76).
en particular:
consideren, adems, los obispos, o en particular, o reunidos entre s,
el modo ms conveniente de conseguir que todos los presbteros, en tiempo
determinado, sobre todo en los primeros aos despus de su ordenacin,
puedan asistir a un curso en que se les brinde la ocasin de conseguir un
conocimiento ms completo de los mtodos pastorales y de la ciencia teolgica, y, sobre todo, de fortalecer su vida espiritual y de comunicarse mutuamente con los hermanos las experiencias apostlicas (cf. conc. vat. ii,
decr. de pastorali episcoporum munere in ecclesia, n. 16). (este curso no
es el mismo que el curso pastoral, que ha de celebrarse inmediatamente despus de la ordenacin, sobre el que habla el decreto optatum nobis, sobre
la formacin sacerdotal, n. 22).
aydese especialmente con estas y otras atenciones oportunas tambin a los neo-prrocos y a los que se destinan para una nueva empresa pastoral, o a los que se envan a otra dicesis o nacin (Presbyterorun ordinis,
n. 19).
tanto la pastores dabo vobis como el directorio para el ministerio y
la vida de los presbteros (nn. 93-97) sealan que hay que prestar atencin
a determinadas circunstancias: sacerdotes jvenes, adultos, ancianos, en
crisis
1. la formacin permanente dice la pastores dabo vobis, es un
deber, ante todo, para los sacerdotes jvenes y ha de tener aquella frecuencia y programacin de encuentros que, a la vez que prolongan la seriedad y
solidez de la formacin recibida en el seminario, lleven progresivamente a
los jvenes presbteros a comprender y vivir la singular riqueza del don
11 a.d. bUsso, la fidelidad del apstol. visin cannica del ser y el obrar del clrigo, cit. pp. 33-35.
(Negro plancha)
(Negro plancha)
23
24
carlos baccioli
(Negro plancha)
(Negro plancha)
25
26
carlos baccioli
fica la diocesaneidad, en virtud de la cual los sacerdotes se unen ms estrechamente al obispo y forman un estado de consagracin en el que los
sacerdotes, mediante votos u otros vnculos sagrados, se consagran a encarnar en la vida los consejos evanglicos.(231)
todas las formas de fraternidad sacerdotal aprobadas por la iglesia
son tiles no slo para la vida espiritual, sino tambin para la vida apostlica y pastoral (n. 81).
6. igualmente, la prctica de la direccin espiritual contribuye no
poco a favorecer la formacin permanente de los sacerdotes.
se trata de un medio clsico, que no ha perdido nada de su valor, no
slo para asegurar la formacin espiritual, sino tambin para promover y
mantener una continua fidelidad y generosidad en el ejercicio del ministerio sacerdotal.
como deca el cardenal Montini, futuro Pablo vi, la direccin espiritual tiene una funcin hermossima y, podra decirse indispensable, para la
educacin moral y espiritual de la juventud, que quiera interpretar y seguir
con absoluta lealtad la vocacin, sea cual fuese, de la propia vida; sta conserva siempre una importancia beneficiosa en todas las edades de la vida,
cuando, junto a la luz y a la caridad de un consejo piadoso y prudente, se
busca la revisin de la propia rectitud y el aliento para el cumplimiento
generoso de los propios deberes.
es medio pedaggico muy delicado, pero de grandsimo valor; es arte
pedaggico y psicolgico de grave responsabilidad en quien la ejerce; es
ejercicio espiritual de humildad y de confianza en quien la recibe.(232)
(n. 81).
7. adems de estos momentos, la formacin permanente se realiza a
travs de cursos de actualizacin teolgica, biblica, pastoralen forma
bimestral o anual, o durante el verano, o en semanas de estudio
Para que los presbteros se entreguen ms fcilmente a los estudios
y capten con ms eficacia los mtodos de la evangelizacin y del apostolado dice la presbyterorun ordinis, preprenseles cuidadosamente los
medios necesarios, como son la organizacin de cursos y de congresos,
segn las condiciones de cada pas, la ereccin de centros destinados a los
estudios pastorales, la fundacin de bibliotecas y una conveniente direccin
de los estudios por personas competentes (n. 19).
concretamente:
(Negro plancha)
(Negro plancha)
27
1) en las dicesis, sobre todo en las alejadas de los centros culturales y formativos, conviene que el obispo cree un instituto de pastoral, para
todos los sacerdotes sobre todo para los de edad avanzada o que, por sus
actividades pastorales o por algn problema de salud, no pueden trasladarse sin cierta dificultad a los centros alejados...
adems conviene que el obispo nombre un delegado episcopal para
la formacin permanente del clero, para que se ocupe de esta formacin.
el decreto christus dominus se dirige a los obispos diciendo: vivan
preocupados de la condicin espiritual, intelectual y material de sus saceredotes, para que ellos puedan vivir santa y piadosamente, cumpliendo su
ministerio con fidelidad y xito.
Por lo cual han de fomentar las instituciones y establecer reuniones
especiales, de las que los sacerdotes participen algunas veces, bien para
practicar algunos ejercicios espirituales ms prolongados para la renovacin
de la vida, o bien para adquirir un conocimiento ms profundo de las disciplinas eclesisticas, sobre todo de la sagrada escritura y de la teologa, de
las cuestiones sociales de mayor importancia, de los nuevos mtodos de
accin pastoral (n. 16).
la formacin permanente puede realizarse a travs de:
-
28
carlos baccioli
7. conclusin
en sntesis, la formacin permanente es muy necesaria porque, como
escribe a.d. busso, se debe a la constatacin de que las trasformaciones
constantes de la sociedad contempornea y la necesidad de adecuar las prcticas pastorales sostenidas por la reflexin teolgica, hacen indispensables una constante actualizacin del clero. los aos de estudio en el seminario son slo una etapa del ciclo formativo que exige que se prosiga con
ella durante toda la vida13.
12 cfr. j. de otadUY, comentario al can. 279, 1-3, en aavv, comentario exegtico
al cdigo de derecho cannico, vol. ii/1, eUnsa, Pamplona 1997, p. 347.
13 a.d. bUsso, la fidelidad del apstol. visin cannica del ser y el obrar del clrigo, cit. p. 21.
(Negro plancha)