Encuentros Cuaresmales 2022
Encuentros Cuaresmales 2022
Encuentros Cuaresmales 2022
1
FRANCISCO, Discurso para la Conmemoración del 50º aniversario de la institución
del Sínodo de los Obispos (17 de octubre de 2015).
2
DP 9 (UR n. 6; cf. EG, n. 26).
II
El Sínodo es un evento del Espíritu, un kayros, y requiere de
nosotros una respuesta comprometida para que en comunión
participemos de la misión evangelizadora de la Iglesia. Y como el
Espíritu Santo «sopla donde quiere: oyes su voz, pero no sabes
de dónde viene ni a dónde va» (Jn 3,8), proponemos estos
encuentros con contenidos que son perfectibles, y que pueden
adaptarse y enriquecerse conforme a la realidad, las
aportaciones, los procesos y la creatividad de cada comunidad o
de cada nivel de Iglesia.
III
ENCUENTROS CUARESMALES 2022
“Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis”
Indicaciones Generales
V
VI
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
I. Objetivo
1
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
III. Ambientación
Motivación: Buenas tardes/noches, nos da mucho gusto
recibirlos, sean todos bienvenidos. Queremos que en estos
encuentros cuaresmales nos sintamos en confianza, como en
familia, porque de hecho lo somos, pues por el Bautismo somos
el Pueblo de Dios, eso es la Iglesia. Por eso vamos a iniciar
nuestro encuentro presentándonos, diremos nuestro nombre, de
dónde venimos y cómo nos sentimos en el presente momento.
2
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Se deja un tiempo suficiente para que cada equipo elabore una
oración de petición por los laicos, los consagrados y los
ordenados, al terminar dicen “somos Pueblo de Dios en camino”
para indicar que han terminado.
V. Ver
Motivación: Los miembros del Pueblo de Dios estamos unidos
por el Bautismo (cf. DP 12), allí está la raíz de nuestra dignidad
de hijos de Dios, de nuestra igualdad como hermanos en Cristo
y de nuestra misión de anunciar el Evangelio. Antes de
profundizar más en esto veamos cómo lo estamos viviendo en
nuestra comunidad:
3
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Preguntas para el trabajo en grupos
VI. Juzgar
Motivación: Ahora, bajo la luz de la Palabra de Dios vamos a
redescubrir que la Iglesia, a pesar de las apariencias, es Pueblo
de Dios, para ello vamos a buscar en nuestras biblias el pasaje de
la primera carta de Pedro, capítulo 2, versículos del 9 al 10 (1 Pe
2,9-10).
Reflexión
4
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
de Dios. Pedro aplica a este nuevo Pueblo de Dios los
títulos que exaltaban la dignidad del pueblo de Israel: raza
elegida, sacerdocio real, nación santa, pues estos títulos
encuentran su cumplimiento en la comunidad cristiana,
pero gracias a que este pueblo ha sido adquirido por la
muerte y resurrección de Jesús, de quien recibe la misión
de proclamar las maravillas del que los llamó de las
tinieblas a su maravillosa luz.
5
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
4. Bautismo. Dios quiere la Iglesia porque no nos quiere
salvar individualmente, sino juntos. Dios mismo es
misterio de comunión en el amor y según el modelo de
Dios trinitario, el ser humano está hecho para la relación,
el compartir y el amor. Por el "nacimiento de arriba", "del
agua y del Espíritu" (Jn 3, 3-5), que recibimos en el
Bautismo, participamos en la comunión trinitaria de Dios
y formamos parte de la Iglesia Pueblo de Dios. Si la
comunión trinitaria en la que hemos sido sumergidos en
el Bautismo es el origen y el modelo de la Iglesia, entonces
el Pueblo de Dios manifiesta y realiza en concreto su ser
comunión en el caminar juntos, reuniéndose en asamblea
y participando de la misión evangelizadora. El Bautismo
está en la base de nuestra vocación cristiana y por él existe
entre nosotros una auténtica igualdad en cuanto a la
dignidad y a la misión común, por la cual, estamos
llamados todos a participar activamente en la vida de la
Iglesia (cf. Vademécum, 1.2).
6
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
de Dios; en segundo lugar, caminamos juntos como
Pueblo de Dios, pero con toda la familia humana (cf. DP
15 ), siempre en un clima de sentirnos Pueblo de Dios que
avanza y se acompaña, que se anima, que se guia y que
está atento a los que se quedan para que juntos lleguemos
a la santidad, asumiendo nuestra responsabilidad
bautismal de ser signo y presencia de Dios en el mundo y
la Iglesia.
VII. Actuar
Motivación: Si todos en el Pueblo de Dios compartimos una
dignidad y una vocación común a través del Bautismo, entonces
todos estamos llamados a participar activamente en la vida de la
Iglesia. La misión de la Iglesia requiere que todo el Pueblo de
Dios (laicos, consagrados y ordenados) estemos en camino, cada
uno desempeñando su rol y unidos unos a otros.
7
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
VIII. Celebrar
IX. Evaluar
Motivación: Queremos terminar haciendo unas preguntas en
general a todo el grupo y buscando respuestas espontáneas, su
participación es importante para corregir y mejorar los siguientes
encuentros.
8
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
I. Objetivo
Anunciar que la Iglesia es sacramento de Jesucristo al servicio del
Reino de Dios en el mundo, para asumir que, asociados a Cristo
por el Bautismo, todos somos miembros de su Cuerpo y vivamos
los valores del Evangelio.
9
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Nota: Seguimos conservando el altar: una mesita con un
mantel blanco, un crucifijo, un cirio y la Sagrada Escritura.
Al camino trazado con los signos de los encuentros
pasados le añadimos el signo de este encuentro: dibujar
en una cartulina una silueta del cuerpo de Cristo, pero
formado con imágenes de personas.
III. Ambientación
10
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Nota: Para este momento se necesitará una cartulina con
el Cuerpo de Cristo dibujado en ella (o en otro material,
según la creatividad de los animadores). Luego, cada
participante escribirá su nombre en un trozo de papel.
Para disponer el momento se invita al grupo a hacer la
señal de la cruz. Después se pasa a poner el nombre en el
Cuerpo de Cristo.
V. Ver
VI. Juzgar
Motivación: Ahora, iluminaremos nuestra realidad con la luz de
la Palabra de Dios, para redescubrir que la Iglesia es el Cuerpo de
Cristo del que nosotros somos miembros importantes. Vamos a
buscar en nuestras biblias el pasaje de la primera carta del
apóstol san Pablo a los corintios, capítulo 12, versículos del 12 al
30 (1Cor 12,12-30).
Reflexión
1. Cuerpo de Cristo. El apóstol san Pablo escribe a la
comunidad cristiana de Corinto que corre el riesgo de caer en
la división, por eso los exhorta a la unidad tomando la imagen
de la sociedad como cuerpo organizado, bastante común en
la cultura griega, sin embargo, Pablo la aplica creativamente
a la comunidad eclesial. Esta imagen expresa que los
creyentes que responden a la Palabra de Dios y se hacen
miembros del Cuerpo de Cristo, quedan estrechamente
unidos a Él: Por el Bautismo por nos unimos a la muerte y a la
Resurrección de Cristo (cf. Rm 6, 4-5; 1Co 12, 13), y por la
12
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Eucaristía "compartimos realmente el Cuerpo del Señor, que
nos eleva hasta la comunión con él y entre nosotros" (LG 7).
13
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
4. Caminar juntos. Si juntos formamos el Cuerpo de Cristo
debemos dejar a un lado el espejismo de la autosuficiencia, y
aprender unos de otros, caminar juntos y estar al servicio de
los demás. Podemos construir puentes más allá de los muros
que a veces amenazan con separarnos: edad, género, riqueza,
habilidades diferentes, distintos niveles de educación, etc.,
porque la unidad del Cuerpo místico vence todas las
divisiones humanas: "En efecto, todos los bautizados en Cristo
se han revestido de Cristo: ya no hay judío ni griego; ni
esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos son uno en
Cristo Jesús" (Ga 3, 27-28).
14
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
VII. Actuar
VIII. Celebrar
IX. Evaluar
Motivación: Queremos terminar haciendo unas preguntas en
general a todo el grupo y buscando respuestas espontáneas, su
participación es importante para corregir y mejorar los siguientes
encuentros.
15
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
I. Objetivo
Darse cuenta de la acción del Espíritu Santo que construye a la
Iglesia otorgándole dones y carismas, para asumir que, en cuanto
bautizados, todos somos servidores, impulsados por el Espíritu
Santo, en orden a la misión.
16
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
III. Ambientación
17
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Ven, dulce huésped del
alma, Riega la tierra en sequía,
descanso de nuestro sana el corazón enfermo,
esfuerzo, lava las manchas,
tregua en el duro trabajo, infunde calor de vida en el
brisa en las horas de fuego, hielo,
gozo que enjuga las doma el espíritu indómito,
lágrimas guía al que tuerce el
y reconforta en los duelos. sendero.
V. Ver
Motivación: Para el tema de este tercer encuentro vamos a
tomar como punto de partida un hecho de vida referido a San
Francisco de Asís.
18
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Corría el año 1205. San Francisco recorría los montes en
oración pidiendo a Dios le hiciera conocer su voluntad. Un día
se acercó a la antigua iglesia de San Damián y, estando en
oración, escuchó una voz que salía de la imagen del Cristo
crucificado: «Francisco, ¿no ves que mi casa se derrumba? Anda,
pues, y reconstrúyela». Francisco, con gran temblor y estupor,
contestó: «De muy buena gana lo haré, Señor».
Hoy como ayer la Iglesia atraviesa por dificultades, Dios nos pide
que pongamos manos a la obra y la restauremos, ¿cómo puedo
hacerlo?, ¿cómo podemos hacerlo?
20
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
VI. Juzgar
Reflexión
21
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
es decir, este templo lo construyen las personas mismas,
reunidas por el bautismo en una comunidad sacerdotal. Decir
que la Iglesia es Templo del Espíritu Santo construido con
piedras vivas es afirmar que en ella habita Dios.
22
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
geográficas y existenciales de nuestro mundo. El Espíritu
Santo construye la Iglesia y la impulsa, recordándole su
misión, llamando hombres y mujeres a su servicio
introduciéndolos más profundamente con el Dios trino (cf.
Vademécum, 1.4), para que se convierta en una gran sinfonía
de voces que, en comunión y guiadas por el maestro de la
sinfonía, el Espíritu Santo, avanzan sinodalmente en una
alegría bautismal que es testimonio que impacta y transforma
al mundo por medio del anuncio gozoso del Evangelio.
VII. Actuar
VIII. Celebrar
IX. Evaluar
23
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Motivación: Con el tema de hoy cerramos un bloque de nuestros
encuentros cuaresmales, el día de mañana comenzaremos a
profundizar en la experiencia de caminar juntos, en sinodalidad.
Antes de eso queremos recoger las experiencias de los tres
encuentros hasta ahora realizados.
24
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
I. Objetivo
Reconocer la sinodalidad como dimensión esencial y estructural
de la Iglesia, para que, como discípulos de Jesús por el bautismo,
hagamos camino juntos y posibilitemos la sinodalidad como
estilo de vida en la Iglesia.
III. Ambientación
26
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Animador: Vemos que en estos días de preparación para la
Pascua nos hemos ido conociendo un poco más, quizá algunos
ya se conocen, pero otros apenas se están viendo, por ello, al leer
esta papeleta con las cualidades ¿qué experimentas?
27
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
estériles. Ven, Espíritu de amor, dispón nuestros corazones a la
escucha. Ven, Espíritu de santidad, renueva al santo Pueblo de
Dios. Ven, Espíritu creador, renueva la faz de la tierra. Amen.
V. Ver
28
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Terminamos con un plenario y colocamos las huellas en el
camino mientras cantamos “Camina Dios de los pobres”. (Ver
Anexo).
(https://www.youtube.com/watch?v=wDAMwAV4w_U) .
VI. Juzgar
Reflexión
29
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Resucitado a lo largo del camino. Se habían alejado de la
comunidad, pero el encuentro con Jesús que llega a su
culmen mientras comparten la mesa les da fuerza para
reemprender el camino de regreso, no obstante, la oscuridad
de la noche. Al llegar a donde el resto de la comunidad se
convierten en testigos de que, en Jesús, Dios camina con su
pueblo, aun en medio de las dificultades.
30
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
son escuchados. La finalidad de este proceso es avanzar hacia
una Iglesia que dé más fruto al servicio de la llegada del Reino.
VII. Actuar
31
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
pues esta palabra tiene un sentido muy profundo, no es una
simple palabra de moda en el lenguaje pastoral de este tiempo,
sino que, ir en sinodalidad «es el gran desafío que tenemos ante
nosotros en el milenio que comienza, si es que queremos ser
fieles al designio de Dios y responder también a las profundas
esperanzas del mundo».
VIII. Celebrar
Motivación: Hemos descubierto que, en la Iglesias, todos los
bautizados, estamos llamados a caminar juntos, sin embargo,
muchas veces nos pasa como a los discípulos vamos por el
camino separados de la comunidad sin esperanza y con
desilusión, pero Jesús siempre sabrá salirnos al encuentro para
que hagamos encontrándolo seamos misioneros con aquellos
que no lo conocen. Por ello, retomando el texto que nos ha
iluminado vamos a cantar juntos “La calzada de Emaús” para
terminar nuestro encuentro de este día.
32
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
IX. Evaluar
33
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
I. Objetivo
Descubrir el proceso sinodal como un evento suscitado por el
Espíritu Santo, para que, con alegría y esperanza nos abramos a
la escucha y al diálogo, que nos involucre en la vivencia de la
comunión, la participación y la misión.
V. Ver
35
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
se le entregan las papeletas con las letras de cada una de
las palabras (prever según el número de asistentes al
grupo). Quien anima mencionará una de las palabras,
ganará el equipo que forme la palabra mencionada en el
menor tiempo, así se hará para cada una de las palabras.
Al terminar se continúa con la presentación de estas tres
dimensiones de la sinodalidad.
36
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
correspondan lo más posible a la voluntad de Dios. Hay
que hacer esfuerzos genuinos para asegurar la inclusión
de los que están en los márgenes o se sienten excluidos.
VI. Juzgar
Reflexión
37
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
comunidades cristianas: Hch 2,42-47; 4,32-35; 5,12-16. En
el presente pasaje vemos que la comunidad está viva,
crece, y el ingreso de nuevos miembros va planteando
nuevos desafíos.
38
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Doce no colocan delegados suyos, por eso no eligen otros
doce, ni toman exclusivamente una decisión que influirá
en toda la comunidad, sino que: han escuchado el
malestar de la comunidad, han presentado una propuesta,
establecen criterios y ratifican a los elegidos; pero nótese
que no se trata tampoco de un proceso democrático,
porque ni se vota, ni se presentan candidatos, ni hay
partidos. Y, sin embargo, se da una participación real de
todos.
39
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
apasionarnos por el Reino viviendo en participación que
brota y hace experiencia alegre desde nuestra dignidad
bautismal que nos hace signos proféticos en la comunidad
y así soñar juntos en que nuestra Iglesia tenga un rostro
de Iglesia en salida misionera llevando la Buena Nueva a
cada rincón de nuestra Diócesis a través de todos
nosotros, miembros del Pueblo de Dios.
VII. Actuar
40
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
VIII. Celebrar
IX. Evaluar
41
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Pautas para realizar la Eucaristía Sinodal
42
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
43
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Te cantamos,
I. Espíritu de Dios oh hijo de la Virgen María,
te alabamos,
Espíritu de Dios, llena mi oh Cristo nuestro hermano,
vida, llena mi alma, llena mi nuestro Salvador.
ser (2).
III. Iglesia Peregrina
Lléname, lléname, con tu
presencia
Todos unidos formando un
lléname, lléname,
solo cuerpo, un pueblo que en
Con tu poder, lléname,
la Pascua nació.
lléname, con tu bondad.
Miembros de Cristo en sangre
redimidos, Iglesia peregrina
II. Pueblo de Reyes de Dios.
46
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Yo sentí que con Jesús VII. Alma Misionera
Nuestro corazón ardía
A la vista de Emaús Señor toma mi vida nueva
antes de la espera
Hizo seña de seguir desgaste años en mí.
Más allá de nuestra aldea Estoy dispuesto a lo que
Y la luz del Sol poniente quieras no importa lo que
Pareció que se muriera. sea tu llámame a servir.
48
Por una Iglesia Sinodal en nuestra Diócesis
Salvaste nuestra vida de la IGLESIA SENCILLA,
esclavitud SEMILLA DEL REINO,
esclavos de la ley sirviendo IGLESIA BONITA,
en el temor, CORAZÓN DEL PUEBLO.
nosotros hemos puesto (2)
la esperanza en ti Dios del
amor. En tus pasos va la esperanza
de las barriadas de la ciudad
El mundo por la guerra y en los campos muy de
sangra sin razón mañana
familias destrozadas buscan
tu voz es signo de despertar.
un hogar,
el mundo tiene puesta
Eres eco de los profetas,
su esperanza en ti, Dios de
eres reflejo del Salvador
la paz.
eres árbol que a diario florea
X. Iglesia sencilla porque tu retoño es la
herencia de Dios.
Como nace la flor más bella
muy lentamente en la
oscuridad
hoy renace de nuevo la
Iglesia
toda engalanada de
fraternidad.
50