15 Mitos y Realidades de La Mineria

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15 mitos y

realidades de la
minera transnacional
en la Argentina
Gua para desmontar
el imaginario prominero
Colectivo Voces de Alerta
Elaborado por

Horacio Machado, Maristella Svampa,


Enrique Viale, Marcelo Giraud,
Lucrecia Wagner, Mirta Antonelli,
Norma Giarracca y Miguel Teubal
Aportes de Javier Rodrguez Pardo
y Daro Aranda
Argentina, 2011

ndice
9

Presentacin

Mito 1
Son fundamentalistas, estn en contra de todo tipo de minera 13
Mito 2
La minera es un motor de desarrollo que impulsa
la economa nacional

21

Mito 3
La minera genera empleo y crecimiento econmico local

29

Mito 4
La minera crea muchos puestos de trabajo indirectos

35

Mito 5
La minera se instala en zonas postergadas, crea un
crculo virtuoso, genera desarrollo y eleva el nivel de vida
de la poblacin

37

Mito 6
Los beneficios de la minera se quedan en los pases donde
se extraen los minerales, y las empresas contribuyen con
el pago de diferentes impuestos en el desarrollo del pas

47

Mito 7
La minera puede ser limpia, no contamina el ambiente,
y se puede hacer sin riesgos ambientales. Hay una solucin
tcnica para cada problema ambiental

69

Mito 8
Los emprendimientos cumplen con exigentes regulaciones
ambientales y la minera es la nica actividad regulada por
una ley ambiental en nuestro pas

83

ndice 

Presentacin

Este libro est pensado como una caja de herramientas y, a


la vez, como un instrumento de lucha poltica. Fue concebido
colectivamente al calor de la campaa en favor de la ley de proteccin de glaciares,1 sancionada por el Congreso Nacional en
septiembre de 2010, en un momento en el cual debamos responder punto por punto los argumentos falaces y los indicadores econmicos, muchas veces mentirosos, esgrimidos por el
lobby minero.
En ese entonces, varios investigadores que desde hace aos
y desde diversas provincias del pas acompaamos las luchas socioambientales que cuestionan la megaminera transnacional en la
Argentina, comenzamos a sistematizar informacin sobre el
tema. Nuestro propsito era deconstruir los discursos y los lugares comunes del imaginario prominero, desmontar y desactivar
dichos mitos que sobre la minera a gran escala repiten cotidianamente y con total impunidad sus defensores ms acrrimos
(corporaciones mineras, representantes del gobierno nacional y
de las diferentes provincias promineras, voceros periodsticos),
amparados en la escasa informacin y conocimiento que el
argentino medio tiene sobre estos temas. Fue entonces que nos
1 Ley 26.639 de Presupuestos Mnimos para la Preservacin de los
Glaciares y del Ambiente Periglacial, publicada el 28 de octubre de 2010 en
el Boletn Oficial.

Presentacin

grafos, especialistas en ciencias ambientales, abogados, socilogos, analistas del discurso, economistas, periodistas, entre otros,
muchos de los cuales conformamos el colectivo Voces de Alerta.
Dicho espacio, compuesto por cientficos, artistas, intelectuales, profesionales, organizaciones de derechos humanos, de
pueblos originarios, de campesinos y socioambientales, y todos
aquellos/as interesados/as por la interrelacin entre mltiples
saberes y entramados sociales, polticos, culturales, surgi de
un episodio en el mbito cientfico argentino ocurrido en 2009
un investigador dio a conocer hallazgos que tienen graves implicancias en la salud pblica, a partir del cual se desencaden
un debate que puso de relieve el poco espacio que queda para
la autonoma y libertad cientfica. En esa ocasin y frente a la
respuesta de intereses de cmaras empresariales, corporaciones e incomprensibles desligamientos de las autoridades cientficas nacionales, un conjunto de personas de muy diversos
mundos sociales, que hace tiempo trabajamos coordinada, pero
informalmente en diferentes espacios, decidi expresarse pblicamente, asumiendo el nombre de Voces de Alerta.
Desde Voces de Alerta, cuestionamos radicalmente la actual
colonizacin que los grandes poderes econmicos producen en
las universidades, sistemas cientficos y en la educacin pblica en general. Estamos convencidos de que no existe ninguna
posibilidad de avanzar en la democratizacin de la sociedad, si
no se pone coto tanto al modelo extractivo (rgimen social de
acumulacin y distribucin de riqueza), que necesita dominar y
doblegar bajo cualquier medio a las poblaciones que habitan esos
territorios, como a las guardias pretorianas que los custodian.
Por ltimo, deseamos dedicar este texto a quienes creemos
son sus principales destinatarios y los grandes protagonistas de
esta lucha: a todas las asambleas ciudadanas que, en nuestra
extensa y rica geografa, y dentro de una situacin de clara asimetra de fuerzas, abogan por la defensa del agua, la vida y el
futuro de las prximas generaciones.
Desde Buenos Aires, Catamarca, Crdoba,
Mendoza, Tandil

Abril de 2011

Presentacin

11

Pero, ms que desconsiderar las diferencias culturales que


han existido y existen en torno a la actividad minera (como
con el resto de las actividades humanas), lo que hace la presuncin de universalidad es reducir todas esas diferencias culturales en una misma lnea de tiempo, discriminando por la
variable tecnolgica y de acuerdo al criterio de rentabilidad
las formas ms avanzadas de las formas ms arcaicas o atrasadas de minera (la nica diferencia que existira entonces, por
ejemplo, entre la minera incaica y la actual, sera de tecnologa: la inca, atrasada; la actual, moderna, de punta).
Por otro lado, no slo se introduce una visin discriminatoria respecto de otras formas culturales (en este caso, de minera), sino que, adems, se procura identificar ciertas prcticas
de minera con la evolucin y el progreso mismos de la humanidad. As, quienes se oponen a esas determinadas formas de
minera son identificados como enemigos del progreso de la
humanidad. Implcita o explcitamente se instala la identificacin de la minera como sinnimo de desarrollo, con lo cual
al problema de la minera como modelo nico y evolutivo, se
suma, todava, la introduccin del concepto de desarrollo,
como supuestamente unvoco y aproblemtico.3
Ahora bien, an ms all de esta cuestin de fondo, lo cierto es que actualmente no hay una nica forma de explotacin
minera. Tampoco las resistencias sociales que da a da se ven
en nuestros territorios se oponen a todo tipo de minera. Los
conflictos y las resistencias se centran predominantemente en
torno a un tipo especfico de explotacin: la minera transnacional a gran escala, mayormente practicada a cielo abierto.

14

3 Como es de suponer, no hay una nica concepcin del desarrollo;


hay, s, una visin hegemnica, naturalizada, asociada a la mirada etnocntrica de Occidente y a la expansin del capitalismo como geocultural y como
economa-mundo. Esta visin hegemnica viene siendo objeto de fuertes crticas y discusiones tanto en el plano poltico como en el acadmico, tanto
por parte de quienes an siguen creyendo en las posibilidades de salvar la idea de desarrollo adosndole ciertas adjetivaciones (humano, sustentable, integral, etc.) como por parte de quienes estn planteando la
necesidad de buscar/construir otros horizontes e idearios civilizatorios.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Atendiendo, en primer trmino, a sus caractersticas tecnolgicas, hay que aclarar que la minera a gran escala
generalmente a cielo abierto es bastante diferente de la
minera tradicional predominantemente subterrnea. El elemento central que explica el pasaje de la minera tradicional
a la moderna est dado por la escala de explotacin, y esta
obedece en realidad al progresivo agotamiento a nivel mundial de los metales en vetas de alta ley. Esto significa que, al
disminuir la concentracin del mineral contenido en las rocas, la
explotacin mediante socavones deja de ser rentable. Entonces,
la explotacin minera a cielo abierto, cuya prctica emplea
actualizadas tcnicas de procesamiento por lixiviacin o flotacin, es, precisamente, la tecnologa que permite extraer de
modo rentable los minerales diseminados en la roca portadora.4
Mediante la utilizacin de explosivos (usualmente ANFO:
nitrato de amonio + fueloil) se producen voladuras de montaas
que permiten remover grandes volmenes de roca. De este modo,
se forman escalones que dan lugar al tajo abierto u open pit
mining.5 Esto ocasiona que se movilicen tonelajes de roca cre-

16

4 Cabe aclarar que todava se practica minera subterrnea y que algunos emprendimientos combinan, en etapas, la explotacin subterrnea con
la de cielo abierto. En ciertos aspectos, la minera a cielo abierto es igual
a la subterrnea: ambas usan mucha agua y energa, y procesan el mineral
mediante lixiviacin con qumicos o por flotacin. Aunque no es predominante, en la Argentina tambin hay minera subterrnea reciente, por ejemplo, las minas Martha y San Jos-Huevos Verdes en Santa Cruz. La primera,
a los pocos aos de haber sido inaugurada por la presidenta Cristina
Fernndez de Kirchner, permanece inactiva actualmente debido a un dudoso plan de cierre temporario. Por su parte, la segunda no corri con mejor
suerte. La Subsecretara de Trabajo, a causa de una larga lista de normas
de seguridad incumplidas desde su apertura en 2007, la cerr preventivamente por un tiempo en septiembre de 2010. Dichas irregularidades eran
an ms graves que las no respetadas por la compaa San Esteban Primera
S.A., propietaria de los yacimientos de la mina chilena de San Jos en la
ciudad de Copiap, en la que aconteci el fatdico derrumbe del 5 de agosto de 2010, donde estuvieron atrapados los famosos 33 mineros durante
setenta das.
5 (Ingls): mina a cielo abierto.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

las comunidades involucradas, generando cuantiosos pasivos


ambientales.
Uno de los elementos fundamentales del nuevo mtodo (aunque la minera a cielo abierto es del siglo pasado) es el agua.
Estamos frente a una nueva tecnologa minera que utiliza grandes cantidades de agua, un bien comn cada vez ms escaso y
necesario para la vida y reproduccin de las poblaciones. Por ello,
numerosos emprendimientos mineros suelen establecerse cerca
de las cuencas hdricas y reservorios de agua, como sucede en
las zonas de la cordillera y precordillera, que son nuestras fbricas de agua dulce. No por casualidad, la consigna de las asambleas de vecinos que se oponen a este tipo de minera es: El
agua vale ms que el oro.
Por esta razn, se habla de megaminera metalfera hidro
qumica; esto es, minera a gran escala orientada a la extraccin de oro, plata, cobre y otros minerales crticos estratgicos.
As, a diferencia de otros pases (como Bolivia), en los cuales coexisten la pequea y mediana minera con la gran minera, en la
Argentina, el tipo de minera llevada a cabo (a cielo abierto) viene asociada con la gran escala. De este modo, la utilizacin de
recursos es mayor y, por ende, tambin, los impactos econmicos y socioambientales.
Por otro lado, atendiendo a sus caractersticas econmicas,
sealamos que este tipo de minera es bsicamente transnacional. Esto quiere llamar la atencin no slo respecto a que la actividad est altamente concentrada en unas pocas grandes
empresas de capitales extranjeros que operan a escala global, sino
tambin a que el destino casi exclusivo de estas explotaciones es
la exportacin de minerales con escasa transformacin. El tamao y los niveles de concentracin vertical y horizontal de las corporaciones mineras transnacionales7 son relevantes, porque se

18

7 Los niveles de mundializacin y de concentracin de la extraccin minera metalfera actual son de los ms altos entre todos los sectores econmicos.
En el caso del oro, las diez empresas ms grandes, hace varios aos, ya concentraban el 60% de la extraccin, refinacin y comercializacin; el 67,3% en
el caso del hierro; el 70,6% en el caso del aluminio; y el 74,6% en el del cobre
(Campodnico y Ortiz, 2002; Snchez Albavera y Lard, 2006). El proceso de
concentracin por fusiones y adquisiciones ha continuado desde entonces.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

con la pretensin de ganar legitimidad social, en particular los


mitos 2, 3, 4 y 5 que se revisarn a continuacin.
Por ltimo, de modo adicional, y en referencia a la desinformacin que se alega respecto a quienes se oponen a este tipo
de minera, podemos decir que los vecinos y organizaciones movilizados estn bastante bien informados; y ha sido el acceso y la
difusin de la informacin lo que precisamente ha dado impulso y crecimiento a la resistencia social. As, desde 2003, existe
toda una red informativa en la cual intervienen asambleas, vecinos y profesionales de todo tipo, quienes han venido elaborando, en articulacin con los saberes locales, un saber experto
independiente del discurso dominante sobre la minera a cielo
abierto. Como muestra elocuente de ello, puede visitarse el sitio
de la Asamblea de Esquel (www.noalamina.org), que es un verdadero repositorio de informacin sobre las caractersticas de la
megaminera en nuestro pas y en Amrica Latina.

20

 15 mitos y realidades de la minera transnacional

receptores de inversiones mineras, aun en trminos estrictamente convencionales del crecimiento econmico.
En trminos de relaciones econmicas, la globalizacin plante una nueva divisin internacional del trabajo que acentu an
ms las asimetras entre los pases centrales y los perifricos. Se
trata de la tendencia de los pases del norte a desplazar fuera
de sus fronteras las primeras fases de la actividad extractiva, privilegiando el cuidado del ambiente local, pero a costa de un
mayor deterioro del ambiente a nivel global, y, particularmente, de los pases del sur, cuyos territorios son utilizados como
fuente de recursos y sumidero de residuos (Naredo, 2006).
En tal sentido, los principales efectos macro de la radicacin de las fases extractivas de la minera transnacional a gran
escala sobre las economas nacionales estn vinculados a la recreacin geopoltica y econmica de asimetras entre pases proveedores de recursos primarios y pases consumidores de bienes
ambiente-intensivos y, correlativamente, la extranjerizacin,
concentracin y reprimarizacin del aparato productivo interno.
Estos impactos redundan en mayor dependencia econmica,
comercial, financiera y tecnolgica respecto a los mercados
internacionales y a las estrategias corporativas de las empresas que controlan el sector a escala global, y provocan mayor
vulnerabilidad de las economas nacionales en relacin con los
flujos cclicos y los vaivenes especulativos de la economa mundial, trasladando al interior dicha inestabilidad.
Veamos punto por punto estos impactos:

22

a) Expansin de la megaminera y nuevas asimetras geopolticas. En trminos macroeconmicos y geopolticos, las


reformas mineras, que impulsaron la expansin inusitada de la
minera transnacional en las economas latinoamericanas y en
nuestro pas en particular, han implicado una significativa prdida de la capacidad de regulacin y control de los territorios y
sus recursos para los estados nacionales frente a las grandes corporaciones transnacionales. Sin ningn nimo nacionalista, las
reformas neoliberales han hecho del territorio latinoamericano
un proveedor intensivo de bienes y servicios ambientales para
abastecer la carrera productivista del mercado mundial. Tras
la maduracin de las inversiones, la regin se convirti nue-

 15 mitos y realidades de la minera transnacional

imanes, esto es, segn la mayor liberalizacin comparativa conducente a la concentracin antes referida; en la actualidad, el
escenario, que hacen visible las 500 empresas mineras canadienses que actan a nivel global-regional, es que el sector sigue prospectando la expansin y concentracin en trminos de los
atractivos de las polticas de los gobiernos.9

b) Impacto sobre el aparato productivo interno. Los impactos que la minera transnacional a gran escala produce en la
estructura productiva de los pases donde radican sus fases
extractivas se pueden sintetizar en la siguiente ecuacin: economas de enclave = extranjerizacin, concentracin y reprimarizacin de la estructura productiva. La expansin de la minera
transnacional, promovida por las reformas de los 90 de la mano
de las privatizaciones y el ingreso masivo de inversiones extranjeras directas, coadyuv a un fenomenal proceso de transformacin de la estructura productiva regional; la extranjerizacin de
la economa acompa un proceso de redireccionamiento en dos
sentidos:
Por un lado, la prioritaria orientacin al mercado interno
es desplazada por un creciente esfuerzo exportador como factor dinamizador de la economa en su conjunto.
Por el otro, se verifica un retroceso relativo del sector
industrial que genera mayor valor agregado, y cuya contrapartida es la creciente reprimarizacin generalizada del aparato productivo regional. Resumiendo una evaluacin ampliamente
indagada, Arceo indica que como resultado de estas transformaciones, al cabo de la dcada, Amrica Latina se encuentra con
[] una estructura productiva extranjerizada y reprimarizada,
donde la apertura econmica ha acarreado la desaparicin de
los segmentos ms complejos del sistema productivo, y las altas
tasas de inters ligadas a las exigencias del pago de la deuda
externa han transformado, en la mayora de los pases, la actividad financiera y la especulacin en las reas de ms alta ren9 Canad sera el principal territorio minero del mundo, 2011. En:

24

<http://www.noalamina.org/mineria-mundo/mineria-norteamerica/canadaseria-el-principal-territorio-minero-del-mundo.ink.reuters.com/few38r>
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

26

comprenda: productos agropecuarios 9,6%, combustibles y productos de la minera 18,6% y manufacturas 68,6%. Para Amrica del
Sur y Central (excepto Mxico), los valores respectivos eran
30,5%, 38,9% y 27,4%, mostrando claramente la insercin primario-exportadora de estas economas en el sistema mundial
(Organizacin Mundial del Comercio, 2010: 26, 27 y 44).
Amrica del Sur y Central representan el 12,4% de la superficie de tierras emergidas, donde vive el 6,9% de la poblacin
mundial. Pero su participacin en las exportaciones mundiales
de menas y minerales es mucho mayor: de 13,8% del total mundial en 1990, lleg al 19,3% en 2009 13 veces ms que sus importaciones de menas y minerales (OMC, 2010: 195 y 197; OMC,
2001), y se prev que siga creciendo, ya que en 2010 atrajo el
27% del presupuesto mundial de exploracin minera por metales no ferrosos (Metals Economic Group CESCO, 2011: 4).
Contrastando con esos valores, en 2009 slo particip con un exiguo 1,5% en las exportaciones mundiales de manufacturas.
En relacin a esta reprimarizacin exportadora del aparato
productivo regional, cabe sealar que las condiciones y modalidades de la privatizacin y extranjerizacin del aparato productivo regional y, en especial, de la explotacin de los recursos
naturales, han incidido negativamente sobre la composicin sectorial y regional del PIB, el perfil de insercin internacional, y
la capacidad de desarrollo endgeno de las economas nacionales, tal como lo indican una amplia diversidad de estudios sobre
el caso.
En trminos generales, no se puede disociar el masivo ingreso de la Inversin Extranjera Directa (IED) de la transnacionalizacin de las economas latinoamericanas del concomitante
proceso de reprimarizacin exportadora del aparato productivo
regional; mecanismo y efecto de un mismo proceso, ambos estn
vinculados al diseo macroeconmico de generacin de divisas
para el pago de la deuda externa.
Desde el punto de vista estructural, la IED, en el marco de
apertura comercial y de crecimiento basado en la exportacin
de bienes intensivos en recursos naturales, ha provocado fuertes daos a los sectores productivos de mayor complejidad tecnolgica con un alto dinamismo potencial en la generacin de
empleo y de valor agregado (Martins, 2005; Arceo, 2007; Albala 15 mitos y realidades de la minera transnacional

taciones contrasta notoriamente con su exigua relevancia en la


estructura del PIB y en la proporcin de ocupados en el sector.
INCIDENCIA DEL SECTOR MINERO EN EL PIB, EL EMPLEO,
LAS EXPORTACIONES Y
LOS INGRESOS FISCALES DE CHILE, PER Y ARGENTINA

Pases
Chile1
Per

Argentina1

Produccin
minera
metalfera
destinada a
la exportacin
97,6%

94,6%4

92,9%8

Exportaciones
mineras sobre
el total de las
exportaciones
63%

60,14%5
2,55%

Participacin
del sector
minero en la
composicin
del PIB
6,0%

4,6%6
2,0%

Contribucin
Ocupados en
de la
el sector
minera sobre
minero sobre
el total de
el total
ingresos fiscales
0,8%

15,8 %2 - 7,1%3

0,06%

0,43%9

0,9%6

6,9%7

Fuente: Elaboracin de Horacio Machado Araoz en base a datos COCHILCO, Anuario de


Estadsticas del Cobre y Otros Minerales 1987 2007. Anuario Minero 2008 (MEM del Per).
Secretara de Minera, AFIP e INDEC (Argentina).
Notas de referencia: 1. Datos correspondientes al ao 2006; 2. Aportes fiscales de Codelco
y Enami; 3. Aportes fiscales de empresas mineras privadas; 4. Promedio correspondiente al
Cobre, Oro, Zinc y Molibdeno; 5. Promedio anual perodo 2005 2007; 6. Promedio anual
perodo 1990 2006; 7. Promedio anual perodo 1998 2006; 8. Promedio correspondiente
a Cobre, Oro y Plata; 9. Impuesto a las ganancias de la minera metalfera sobre el total de
la recaudacin fiscal, ao 2007.

28

En suma, es una falacia afirmar que Amrica Latina es mineral o que histricamente se halla condenada a exportar naturaleza, como subrayan periodistas promineros, ocultando los
complejos procesos histricos, a la vez polticos, econmicos y
sociales, que estn detrs de ello. La opcin mineral, que hoy
busca implantarse desde Mxico a la Argentina, responde a una
nueva divisin global y territorial del trabajo, basada en la apropiacin irresponsable de los recursos naturales no renovables, la
cual produce nuevas asimetras econmicas, polticas y ambientales entre los pases del centro y de la periferia. En este sentido, el extractivismo resultante no es un destino, sino una opcin
poltica y civilizatoria que reconfigura negativamente los territorios y economas y genera una nueva dependencia: cada vez
exportamos ms materias primas y avanzamos en el proceso de
reprimarizacin, concentracin y extranjerizacin de nuestras
economas.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

La minera de gran escala se caracteriza por ser una de las


actividades econmicas ms capital-intensivas. Cada 1 milln de
dlares invertido, se crean apenas entre 0,5 y 2 empleos directos.12 Cuanto ms capital-intensiva es una actividad, menos
empleo se genera, y menor es la participacin del salario de los
trabajadores en el valor agregado total que ellos produjeron con
su trabajo: la mayor parte es ganancia del capital.
La minera metlica industrial emplea de modo directo en
el mundo a 2,75 millones de personas, lo cual representa 0,09%
de los puestos de trabajo a escala global; la minera de pequea escala emplea unos 13 millones. Segn la Organizacin
Internacional del Trabajo (OIT), entre 1995 y 2000, la tercera parte de los trabajadores mineros en los 25 pases de mayor produccin de minerales perdieron su trabajo. La razn principal:
la introduccin de tecnologas que desplazan la mano de obra.
Tomemos, por ejemplo, el caso emblemtico de Chile, pas
minero por excelencia, al que tanto le gustan adular como
modelo los gobernadores de nuestros pagos, los Gioja, los
Beder Herrera, los Brizuela y otros ms Formateado al extremo como ninguno por los postulados del neoliberalismo, la redinamizacin reciente de las explotaciones mineras en Chile deja
al desnudo la falacia de la minera como creadora de empleos. Las estadsticas del perodo 1990-2004 de la minera en Chile
muestran de forma contundente el fuerte incremento de los volmenes de explotacin y extraccin, y de los valores de exportacin producidos a la par de una paralela cada en la cantidad
absoluta y relativa del empleo minero.
Los datos permiten observar el gran aumento en los volmenes de mineral extrados, del 45% en el caso del oro, de ms del
107% en el de la plata, triplicndose en el caso del molibdeno.
En cuanto al cobre, que representa en torno al 90% de la minera metalfera chilena, en 2004 los volmenes haban aumentado ms de 240% respecto de 1990. No obstante, la cantidad de
empleos en el sector minero en general registra una cada superior al 30% en 2004 con relacin a los puestos de trabajo en 1990.
12 Clculo sobre datos de Minera Alumbrera, Veladero, Potasio Ro

30

Colorado y otras. Hernndez (2005) indica 1 empleo directo por cada US$
1,2 millones.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

directos en la minera de esa provincia en 2006 (Secretara de


Minera de San Juan, 2006), equivalentes a 1,8% de la PEA sanjuanina. Sumando el empleo indirecto, se puede estimar entre
7 y 8% de la PEA.13
En reas poco pobladas y con predominio de actividades agropecuarias extensivas, se puede presentar un porcentaje similar
o ms elevado (Malarge, noroeste de San Juan, Santa Cruz,
Puna), pero gran parte del personal es contratado en otras zonas.
Por ejemplo, en el ao 1993, Minera Alumbrera, segn publicidad del Gobierno, auspiciaba la creacin de 10.000 puestos de
trabajo para ocupacin de mano de obra directa (vase la imagen de la pgina 33). Durante la fase de construccin de la mina
se crearon 4.000 puestos de trabajo, segn un informe publicado por la Cmara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). Sin
embargo, segn un estudio de la Universidad Nacional de San
Martn, el empleo directo fue de 831, 795 y 894 puestos de trabajo para los aos 2000, 2001, y 2002 respectivamente (UNSAM,
2004). Y segn la pgina de la empresa, en el yacimiento minero trabajan actualmente 1.800 empleados: 800 puestos de planta permanente y un promedio de 1.000 contratistas. La cantidad
de empleados en el sector minera durante este perodo fue de
apenas el 0,8 % (Censo Nacional 2001) del total de ocupados de
la provincia de Catamarca (Machado Araoz, 2009c).
Consecuentemente, la expectativa de generacin de puestos
de trabajo supera ampliamente los puestos de trabajo efectivamente creados. Sin embargo, el fantasma del desempleo es un
argumento utilizado de manera recurrente para promover la
Megaminera, pese a que en el desenvolvimiento de estos emprendimientos difcilmente se cumplan con las promesas publicitadas,
como bien muestra el folleto de minera La Alumbrera, que prometa nada menos que 10.000 empleos directos

13 A partir de los datos all indicados, se calcul el empleo propiamen-

32

te minero, descontando 2.352 empleos en fabricacin de productos derivados (cal, ladrillos, cermicos, ferroaleaciones).
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Mito 4

La minera crea muchos


puestos de trabajo indirectos

Como siempre se recalca desde el discurso oficial minero,


podra decirse que el anlisis anterior no toma en cuenta los
puestos de trabajo indirectos que crea la minera; empleos que,
aunque no son en labores mineras, no se habran creado de
no ser por la demanda generada por la misma

Es comn que el sector minero destaque los empleos indirectos que se generan con su actividad, es decir los de actividades inducidas por la demanda de bienes y servicios de las
empresas. Es cierto que las grandes empresas mineras compran
en la Argentina parte de sus insumos corrientes durante la fase
de explotacin, y eso genera empleo nacional. Sin embargo, la
mayor parte de los bienes de capital (palas cargadoras, camiones, maquinarias, etc.) y muchos insumos son importados, lo cual
origina empleo, pero en otros pases. Por ejemplo, para la fase
de construccin de su proyecto, Minera San Jorge (Mendoza) prev que las importaciones representarn el 75% del costo total de
los bienes por adquirir.14
Hacia adelante, las mineras radicadas en la Argentina tampoco generan encadenamientos o complejos productivos, pues
14 Clculo a partir del Informe de Impacto Ambiental: Proyecto Planta

Concentradora San Jorge, pp. 370-371. Direccin de Proteccin Ambiental,


Mendoza, Expediente 371-M-08-1583.
La minera crea muchos puestos de trabajo indirectos

35

Mito 5

La minera se instala en
zonas postergadas, crea un
crculo virtuoso, genera
desarrollo y eleva el nivel
de vida de la poblacin

Otro de los grandes mitos que se suelen emplear para procurar la legitimacin social de la minera a gran escala es el relativo a los mltiples impactos positivos sobre las economas locales,
a las que se presenta como territorios vacos y/o desrticos,
regiones econmicamente atrasadas sin otras oportunidades
que la actividad minera para su desarrollo econmico. Lo cierto es que la representacin miserabilista de las regiones como
desrticas y pobres constituye una construccin ideolgica que
generalmente oculta historias precedentes de explotacin econmica de los territorios para presentarlos como territorios disponibles o socialmente vaciables, para su valorizacin por parte
del capital, en este caso, transnacional. Se trata de una vieja estrategia de devaluacin-expropiacin de los territorios largamente
empleada a lo largo de los distintos ciclos de acumulacin por
desposesin (Harvey, 2004), que tras la fachada de la modernizacin se pueden verificar en nuestra historia econmica.
Como se indica en Machado Aroz (2010b):

En trminos de la incidencia de la minera transnacional sobre


las economas regionales, lo cierto es que una vasta experiencia de casos histricos y presentes en nuestra regin latinoamericana permite constatar los efectos destructivos que la misma
tiene sobre los circuitos y sistemas de produccin y consumo locaLa minera se instala en zonas postergadas... 

37

mentos tecnolgicamente complejos de la cadena de valor


minera en los pases de origen de las grandes empresas transnacionales; la escasa investigacin y desarrollo tecnolgico que
stas realizan en los pases donde se radican las explotaciones;
la limitacin de las empresas locales a roles de intermediacin
comercial, imitacin tecnolgica y aporte de mano de obra barata;18 la provisin de mano de obra altamente calificada y de
materiales e insumos tecnolgicos complejos a travs de grandes proveedores transnacionales que inhiben y desplazan las posibilidades de generacin de procesos de trabajo y conocimiento
intensivos en las economas locales; los fuertes vnculos de dependencia que articulan subordinadamente a los proveedores locales con las grandes empresas mineras y sus roles subsidiarios en
segmentos de baja especializacin (Curvewell, 2001); etc. son
los principales resultados que se destacan en cada una de las
investigaciones realizadas.
En sus conclusiones, Buitelaar seala:
La minera desarrolla ventajas locales estticas, sobre todo en
la forma de infraestructura especializada, pero desarrolla pocas
ventajas locales dinmicas en trminos de capacidad innovadora. El derrame financiero de la actividad se da ms en las metrpolis dentro o fuera de Amrica Latina que en las economas de
ras en Amrica Latina, [] Las empresas transnacionales tradicionalmente
mantienen su capacidad de investigacin y desarrollo en sus respectivas sedes
de sus pases de origen. Consideran estratgica esta capacidad tecnolgica y
no estn dispuestas a compartirla con empresas locales (Ocampo, 2001: 01).
18 Al respecto, basndose en el estudio del caso de Minera Yanacocha
(Cajamarca, Per), Kuramoto concluye: Primero, se dan escasas relaciones productivas y comerciales con los agentes de la zona [] Segundo, an
cuando la mayor parte de las relaciones productivas se dan con empresas
limeas, la debilidad tecnolgica del sector industrial genera una dependencia de tecnologa extranjera y limita a las empresas a un rol comercializador. Tercero, hay un potencial nicho de competitividad para las empresas
cajamarquinas en la provisin de servicios no intensivos en conocimiento.
Cuarto, debido al poco desarrollo institucional en Cajamarca, la empresa
mantiene relaciones con instituciones pblicas y gremiales en Lima
(Kuramoto, J. 2000: 08). Conclusiones similares se han indicado para estudios de caso en Chile (Katz y otros, 2001).
La minera se instala en zonas postergadas... 

39

competitivas y aptitudes empresariales entre los pobladores


locales. Un anlisis especfico sobre la cuestin mostrara adems
la tendencia a monopolizar servicios e/o insumos bsicos para el
sector como la produccin de cal, las consultoras, los seguros,
etc. por grupos o asociados que guardan estrechas relaciones con
funcionarios y empresarios.
Aunque excede el mbito estrictamente econmico, resulta
pertinente aqu solo sealar los gravosos efectos micropolticos
que conllevan tales programas de promocin de clusters mineros locales. Por un lado, no se puede soslayar el funcionamiento de este tipo de programas como una virtual herramienta de
extorsin/disciplinamiento que los actores promineros ejercen
sobre las comunidades. Las promesas de buenos negocios
asociados a la mina hacen que (al menos parte de) las comunidades se avengan a aceptar el emprendimiento y, en lugar de
oponerse insensatamente, aprovechen y participen proactivamente en las oportunidades de progreso que dicho programa ofrece. Por cierto, este tipo de programas/promesas ha sido
un eficaz mecanismo generador de profundas divisiones y conflictos internos en las comunidades locales (no solo entre quienes se convierten en proveedores y quienes militan contra
la minera, sino tambin entre muy diversos grupos atravesados
por acusaciones y sospechas de conveniencias econmicas y/u
oportunismos polticos, etc.), funcionando, de hecho, como un
efectivo dispositivo de debilitamiento y/o desbaratamiento de
las oposiciones a los proyectos mineros. Por otro lado, de la mano
de este tipo de programas, avanza un discurso desarrollista que
promueve la articulacin pblico-privada como una necesaria virtud para romper el crculo de la pobreza y avanzar hacia
el desarrollo local. Bajo este discurso se tornan invisibles y/o
naturalizan prcticas, a travs de las cuales el Estado asume
directamente la gestin del capital, ya sea favoreciendo la rentabilidad de los emprendimientos por medio de subvenciones
pblicas (infraestructura, capacitaciones, bsqueda de mercados, etc.), ya removiendo las oposiciones y resistencias
sociales a la penetracin de las empresas en particular, y la mercantilizacin de la vida sociocultural en general.
Lo cierto es que el impacto de la actividad minera sobre las
economas locales depende y vara fuertemente en relacin a
La minera se instala en zonas postergadas... 

41

a tal punto que, entre 1997 y 2002, mientras que la variacin


del valor agregado del sector minero se increment en un
11.353,3%, la industria sufri una variacin negativa del 22,1% y
la construccin del 47,7%. Un estudio oficial seala que el sector minero constituy la fuente de crecimiento del Producto Bruto
Geogrfico (PBG) durante el perodo 1997-2002 [] compensando las cadas de las restantes actividades productivas (DPPD,
2005: 70), lo que en realidad puede interpretarse como un solapamiento del deterioro de las capacidades productivas del territorio provincial.
Comparando los aos anteriores y posteriores al inicio de las
actividades de Minera Alumbrera, se puede observar una profunda transformacin en la estructura productiva de la economa
provincial. El crecimiento de ms de 18 puntos porcentuales promedio de la participacin del sector minero ha ocasionado una
correlativa retraccin de la casi totalidad de las restantes actividades; entre ellas, resalta la magnitud del retroceso de la industria manufacturera, con una cada de 10 puntos porcentuales, y
del sector terciario en general, que desciende en 7 puntos en
los perodos comparados.
Un estudio de una dependencia del propio Ministerio de la
Produccin del Gobierno de Catamarca, seala al respecto:
La actividad extractiva metalfera, con el cobre como principal
producto, se constituy en el principal factor para el crecimiento de los indicadores macroeconmicos provinciales. No obstante ello, su funcionamiento con caractersticas de enclave, le
impidi convertirse en motor de la economa provincial (DPPD,
2005: 68).

Probablemente, por la veracidad de este reconocimiento


tras ms de doce aos de funcionamiento de la explotacin, la
provincia de Catamarca siga registrando los peores indicadores
sociales. El diario provincial de mayor tirada brindaba recientemente un sinttico panorama de la situacin social de la provincia en estos trminos:
Es habitual sostener que Catamarca es una provincia pobre.
Deprimentes indicadores sociales parecen sostener el aserto.
La minera se instala en zonas postergadas... 

43

tura productiva catamarquea, consolidando condiciones para


que pueda desarrollarse con el apoyo de la comunidad. La resistencia a la minera, palpable en todo el territorio provincial, es
ms intensa en los departamentos del Oeste, donde estn los
yacimientos de mayor envergadura. Segn una encuesta realizada recientemente por una prestigiosa consultora nacional, en
Andalgal, 7 de cada 10 ciudadanos est en contra de las explotaciones mineras. Mientras que en Santa Mara, la oposicin ronda el 60%. []
Sabemos ya cules fueron los errores que llevaron a la situacin
que se vive, de la que son responsables las autoridades polticas tanto como las propias empresas mineras. [] La falta de
informacin es aprovechada para desinformar por los sectores
interesados en demonizar la minera, a la que postulan, sin sustento, como la causa de un sinnmero de males mientras difunden apocalpticas profecas. No puede negarse el xito que los
enemigos de la minera han tenido hasta ahora en sus objetivos
de atemorizar a la poblacin.
Pero el discurso antiminero, por otra parte, no tendra ningn
margen para extenderse si los catamarqueos pudieran percibir
que la explotacin de sus riquezas tiene impacto concreto en su
calidad de vida. Lo cierto es que esto no ha ocurrido. Por el contrario, se ha permitido el dispendio de la renta minera, dilapidada mayormente en aras del clientelismo y la corrupcin
(Zitelli, 2010).

El ndice de pobreza del Gran Catamarca siempre ha sido


mayor al promedio nacional, pero en los ltimos aos la diferencia respecto de ese promedio se ha mantenido, y en algunos perodos aument. En 1997 empez a producir la mina Bajo de la
Alumbrera, Catamarca, la ms importante del pas hasta hoy. Trece
aos despus, en el primer semestre de 2010, segn la metodologa del INDEC,19 en la Argentina haba un 12,0% de personas bajo
la lnea de pobreza. Ese valor se elevaba a 20,9% en el Gran
Catamarca, y a 14,4% en el Gran San Juan (INDEC, 2010). Los promotores de la minera suelen anunciar que, debido a la competencia de los altos salarios pagados por esta actividad, las dems
se vern obligadas a elevar los suyos. Sin embargo, la presencia
19 Aunque cuestionable, aplicada por igual en todo el pas: es vlido

comparar resultados provinciales.

La minera se instala en zonas postergadas... 

45

Mito 6

Los beneficios de la minera


se quedan en los pases donde
se extraen los minerales, y
las empresas contribuyen con
el pago de diferentes
impuestos en el desarrollo
del pas

Como corolario de los efectos macroeconmicos resultantes


de la especializacin minera, hay que sealar el fenomenal
proceso de captacin y transferencia de valores excedentes que
tiene lugar a travs del conjunto de dispositivos de poltica econmica instalados con las reformas mineras de los 90: todo el
andamiaje fiscal, financiero, comercial y regulativo (ambiental
y laboral) instalado con las reformas componen, en su conjunto, las extraordinarias tasas de rentabilidad de las grandes
corporaciones mineras transnacionales. Los aspectos que tienen
un rol clave en la construccin poltica de la rentabilidad empresarial minera son, en primer lugar, la ingeniera fiscal compuesta de inditas exenciones y beneficios impositivos que inciden
de modo determinante en la porcin de las rentas de explotacin que los estados y las sociedades ceden a favor de los inversionistas.

El resultado es una ecuacin financiera asimtrica: ingresos


fiscales exiguos versus ganancias empresariales extraordinarias.
Esto permite que coexistan en un mismo territorio empresas
inmensamente ricas y pueblos extremadamente pobres, como
ocurre en Catamarca, donde la actividad de Minera Alumbrera,
a pesar de estar en funcionamiento desde hace ms de 15 aos,
Los beneficios de la minera se quedan...

47

que comenz a regir a partir del 1 de mayo de 1887. As, nuestro Cdigo de Minera tiene, desde su misma creacin en el siglo
XIX, la disposicin establecida en su artculo 7, la cual seala
que: Las minas son bienes privados de la Nacin o de las
Provincias, segn el territorio en que se encuentren.
Estas disposiciones que establecen el dominio provincial de
los recursos mineros, fueron ratificadas con la reforma
Constitucional del ao 1994. As nuestra Carta Magna establece
que Corresponde a las provincias el dominio originario de los
recursos naturales existentes en su territorio.
Durante los 90, como en otros pases de la regin, la introduccin del nuevo modelo de megaminera en la Argentina se realiz gracias a una serie de leyes promulgadas durante los dos
mandatos de Carlos Menem (1989 1995; 1995 1999). Con este
marco, la actividad minera es la actividad extractiva que ms
ha sido beneficiada e incentivada por la legislacin de nuestro
pas. El rgimen jurdico aplicable a la minera cuenta con un
tratamiento impositivo y financiero diferencial con beneficios
exclusivos para el sector que, si bien se originan en la dcada
de los 90, permanecen y se consolidaron en los ltimos aos (ver
cuadro 1).
En mayo de 1993, entra en vigencia la Ley 24.196 de
Inversiones Mineras, que, con posterioridad, fue modificada por
las Leyes 24.296, 25.161 y 25.429, las cuales acentan y profundizan an ms los beneficios impositivos y financieros a la actividad. Estas normas a las cuales adhirieron la totalidad de las
provincias mineras otorgan, confundiendo seguridad jurdica con
seguridad econmica, a la minera un rgimen de Estabilidad
Fiscal del que no goza ningn habitante de nuestro pas por el
trmino de 30 aos. Esto significa que los sujetos alcanzados por
estos beneficios no pueden ser afectados por ese plazo por la
creacin de nuevos impuestos, el aumento de alcuotas, impuestos aduaneros, la derogacin de exenciones otorgadas, la eliminacin de deducciones admitidas, etc., tanto a nivel nacional y
provincial como municipal. Esta estabilidad fiscal permiti, entre
otras cosas, que las empresas mineras acogidas a este rgimen
no sufran el gravamen a los dbitos y crditos bancarios, ms
conocido como Impuesto al cheque.
Los beneficios de la minera se quedan...

49

b)
c)

d)
e)

f)

Impuesto a las Ganancias, como gasto o inversin amortizable, lo que se traduce en una doble deduccin de estos
gastos.
Exencin del Impuesto a la Ganancia Mnima Presunta respecto a los activos (patrimonio) de las empresas mineras.
Deduccin del Impuesto a las Ganancias de hasta el 5%
de los costos operativos que establezcan para prevenir y
subsanar las alteraciones del ambiente.21
Exencin del Impuesto a las Ganancias respecto de aquellas utilidades provenientes de aportes en el Capital Social
de las empresas incluidas en el Rgimen Minero.22
Amortizacin acelerada 23 en el impuesto a las ganancias respecto de las inversiones de capital que se realicen para la ejecucin de nuevos proyectos mineros y para
la ampliacin de la capacidad productiva de las operaciones mineras existentes, as como aquellas que se requieran durante su funcionamiento.
Capitalizacin del avalo de reservas de mineral econmicamente explotable que tendr efectos contables
exclusivamente, careciendo por tanto de incidencia alguna a los efectos de la determinacin del impuesto a las
ganancias (Ley 24.196, Art. 15).

La relacin con las regalas se encuentra prevista en el artculo 22 de la Ley 24.196. Este establece que las provincias no
podrn cobrar un porcentaje superior al 3% sobre el valor boca
mina del mineral extrado. Si este porcentaje pareca escaso,
21 El Artculo 23 de la Ley 24.196 establece que las empresas consti-

tuirn una previsin especial a los efectos de prevenir y subsanar las alteraciones del medio ambiente, pero la fijacin del importe anual de dicha
previsin no slo quedar a criterio de la empresa, sino que tambin, un
gran porcentaje se considerar como cargo deducible del impuesto a las
ganancias.
22 La ampliacin del capital y emisin de acciones a que diere lugar la
capitalizacin de los aportes mencionados en el prrafo anterior estarn
exentas tambin del impuesto de sellos.
23 La amortizacin significa reconocer el desgaste o prdida de valor
de un bien.
Los beneficios de la minera se quedan...

51

sis, de parte de los materiales que se transportaban en tren desde Tucumn hasta San Lorenzo. En dicho procedimiento se constat la presencia de minerales valiossimos que Minera Alumbrera
ni siquiera menciona. En virtud de lo expuesto, el fiscal puso en
conocimiento de la situacin al Procurador General de la Nacin,
quien anotici al Fiscal General de Rosario (Jurisdiccin n 12),
abrindose luego una causa por contrabando. Lo antedicho evidencia que en el marco de la actividad minera la falta de mecanismos de control es alarmante. Ms an, de la investigacin del
fiscal se desprende tambin que la declaracin final en los permisos aduaneros de embarque, es cumplimentada (tipos de minerales y cantidades despachadas de cada uno) por quien recibe
la carga en destino (Japn, Corea, Alemania, Espaa y otros pases), impidiendo el cotejo con aquello que fue efectivamente
exportado. El INDEC seala mensualmente en Intercambio
Comercial Argentino: En virtud de la resolucin 281/98, los
exportadores de minerales tienen opcin de modificar el valor
de sus transacciones en virtud de las variaciones en la cantidad
y en la ley del mineral constatadas por el comprador. Esta opcin
puede ser ejercida dentro de los seis meses de embarque, con
posibilidades de prorrogar este plazo por otros seis meses. En
suma, lo que tributan en el pas las empresas mineras termina
siendo fijado por los destinatarios de dichas exportaciones.
Por otra parte, en la Patagonia la gran minera est terminando de gozar de reintegros porcentuales sobre el valor de las
exportaciones de mercaderas originarias de dicha regin.
Mediante el sistema de reembolsos adicionales por exportaciones desde puertos ubicados al sur del ro Colorado,25 el Estado
Nacional devolva a las empresas hasta un 13% del valor facturado por la mercadera despachada. El porcentaje de reintegro
depende de la posicin geogrfica del puerto, siendo mayor cuanto ms austral fuera el puerto de embarque. As, se dio que el
Estado Nacional terminara reembolsando a mineras radicadas en
Santa Cruz una suma mayor que la aportada por la empresa a la
provincia en concepto de regalas. La Ley 24.490 prev un cro25 Aplicables a exportaciones mineras y de otros productos, aunque la
minera en Santa Cruz ha sido de las mayores beneficiarias. Ley 23.018 (ao
1983), prorrogada por su modificatoria, Ley 24.490 (ao 1996).

Los beneficios de la minera se quedan...

53

las provincias y la Nacin, se encomend esa tarea respecto de


los impuestos, tasas y gravmenes provinciales y municipales.
Este se firm en mayo de 1993 y fue ratificado dos meses despus por el Congreso Nacional a travs de la Ley 24.228. Algunos
de los beneficios acordados en el mismo son los siguientes: eliminacin de gravmenes y tasas municipales que afecten directamente la actividad minera; eliminacin del Impuesto de Sellos
en todos los actos jurdicos relacionados con la prospeccin,
exploracin, explotacin y beneficio de sustancias minerales;
compromiso de las provincias de evitar distorsiones en las tarifas de energa elctrica, gas, combustibles y transporte que
pudieran afectar a la actividad minera.
Junto a los beneficios del rgimen impositivo, otros importantes componentes de los dispositivos extractivos de excedentes involucrados con las grandes operaciones mineras son, desde
el punto de vista financiero y cambiario, la libre disponibilidad
de divisas establecidas para el sector, as como la remisin libre
e incondicionada de utilidades y la plena repatriacin del total
de las inversiones realizadas.
En este sentido, fue en el ao 2004 cuando se sancion el
Decreto N 753/04,27 por el cual se dej sin efecto la obligatoTauguinas; de Chubut, Carlos Maestro; de Crdoba, Eduardo Angeloz; de
Entre Ros, Mario A. Mone; de Formosa, Vicente Joga; de Jujuy, Roberto
Domnguez; de La Pampa, Rubn Marn; de La Rioja, Bernab Arnaudo; de
Mendoza, Rodolfo Gabrielli; de Misiones, Federico Ramn Puerta; de
Neuqun, Jorge Sobisch; de Rio Negro, Horacio Massaccesi; de Salta,
Roberto Ulloa; de San Juan, Juan Carlos Rojas; de San Luis, Adolfo Rodrguez
Saa; de Santa Cruz, Nstor Kirchner; de Santa Fe, Carlos A. Reutemann; de
Santiago del Estero, Carlos A. Mujica; de Tierra del Fuego, Jos A. Estabillo;
de Tucumn, Ramn Ortega; el Ministro de Agricultura, Ganadera, Industria
y Comercio de Corrientes, Bernardo Laurel; el Ministro de Economa y Obras
y Servicios Pblicos, Domingo Cavallo; el Ministro del Interior, Dr. Gustavo
Osvaldo Bliz; el seor Secretario de Minera, ngel Eduardo Maza; y el
Secretario General del Consejo Federal de Inversiones, Ing. Juan Jos
Cicera.
27 Decreto 753/04: Art. 1 - Djase sin efecto la obligatoriedad del
ingreso y negociacin en el mercado de cambios de las divisas provenientes de la exportacin de productos, que fuera prevista por los Artculos 1
Los beneficios de la minera se quedan...

55

tar rentas extraordinarias provenientes de vaivenes en los precios internacionales como las polticas de sostenimiento de tipos
de cambio altos favorables a las exportaciones constituyen otros
tantos mecanismos indirectos de estmulos estatales a la rentabilidad de las empresas mineras.
En este sentido, se ha difundido la creencia (una especie de
submito) de que el actual modelo minero es un legado de la dcada de los 90 imposible de modificar, y cuyas consecuencias tenemos que soportar pasivamente.
Si bien es verdad que las normas fueron impuestas en esa
dcada, no es menos cierto que es posible desarmar el actual
andamiaje jurdico legal del actual modelo minero. A modo de
ejemplo, existen proyectos de ley que proponen la modificacin
integral del Cdigo de Minera y la derogacin de las leyes que
permiten el saqueo, que no pueden ser tratados en el Congreso
de la Nacin porque el bloque oficialista custodia la inmutabilidad de dichas normas y no admite siquiera su discusin en las
comisiones. Por ello, no resulta casual que la Comisin de Minera
de la Cmara de Diputados de la Nacin se encuentre presidida
actualmente por el diputado sanjuanino del Frente para la
Victoria, Hctor Daniel Tomas mano derecha del gobernador Jos
Luis Gioja, y que la anterior presidencia tambin haya estado
en manos de un legislador del FpV: la diputada riojana Griselda
Herrera.
Pero no slo se garantiza la inalterabilidad del modelo minero que arranc en la dcada de los 90, sino que ste se ha consolidado, e, incluso, acentuado en los ltimos aos. Al comenzar
el ao 2004, el ex presidente Nstor Kirchner, en oportunidad
de presentar el Plan Minero Nacional 2004/05, expres: El sector minero argentino es uno de los que durante la dcada del
90, con cambios importantes en la legislacin, empez a tener
un punto de inflexin que le permiti avizorar un destino estratgico diferente. En el mismo discurso el ex Presidente dijo dirigindose a los representantes del sector minero: [...] todo
lo que ayude al sector y ustedes como empresarios vean como
una perspectiva clara de incentivar la inversin y crean que esa
inversin se puede incentivar con determinadas medidas que
podemos conversar, estamos absolutamente dispuestos a escuchar [...] (Kirchner, 2004).
Los beneficios de la minera se quedan...

57

Nacional Plurianual 1998/2000 Anexo Minera). El proyecto tuvo


una duracin de 6 aos (1995 2001), ejecutndose a nivel del
Estado Nacional y seis provincias. Posteriormente, se llev adelante la segunda fase, incluyendo esta vez a 17 provincias. Entre
los componentes del proyecto se encuentran el desarrollo del
marco institucional, el sistema de catastro y registro minero, el
manejo ambiental, el sistema unificado de informacin minera.
Asimismo, se implement una legislacin de facilitacin
fronteriza para que los lmites entre pases y sus consecuentes incumbencias no fueran un impedimento para la explotacin
a ambos lados de la Cordillera de Los Andes. El Tratado de
Integracin y Complementacin Minera con Chile, firmado en
julio de 1996, rige la explotacin integrada de yacimientos compartidos por los dos pases. Este instrumento jurdico es un verdadero smbolo de entrega de soberana a los negocios de la gran
minera multinacional, ya que permite a las multinacionales
mineras la exploracin y explotacin de los recursos mineros existentes en las zonas cordilleranas casi sin restricciones, otorgando facilitaciones tributarias y fronterizas inditas. Mediante dicho
tratado, los estados nacionales de Chile y la Argentina transfirieron poder de decisin y soberana, configurndose as un territorio donde se desdibujan las fronteras y se genera una legalidad
propia a los intereses mineros. Admite la explotacin y aprovechamiento unificado e integral de yacimientos que se encuentren emplazados sobre una franja de ancho variable hacia ambos
lados del lmite internacional. Los inversores podrn usar los
recursos naturales, entre ellos el agua, para utilidad del yacimiento, se encuentren o no dentro del rea concesionada.
Expresamente se encargaron de sortear cualquier impedimento
que existiera en las legislaciones internas de los pases, relativo a las zonas fronterizas calificadas como de seguridad nacional. Increblemente, su mbito de aplicacin se monta sobre la
frontera comn y territorios adyacentes, configurando una unidad
territorial y administrativa distinta casi como un tercer pas,
con normativa tributaria y fuerzas de seguridad propias, donde la
frontera desaparece para los negocios mineros, con una autoridad supranacional a cargo. Para regular cuestiones puntuales o el
desarrollo de determinados emprendimientos mineros se firmarn
Protocolos Adicionales Especficos, los que sern generados por
Los beneficios de la minera se quedan...

59

Ms all de todas las exenciones y beneficios tributarios


directos, este esquema fiscal favorece la licuacin de las obligaciones tributarias a travs del mecanismo de precios de transferencia que tiende a subvaluar contablemente las utilidades
de las firmas. Como es unnimemente admitido, incluso por quienes han estado involucrados en la implementacin de las reformas, este rgimen tributario ha permitido que el sector
funcionara en el transcurso de los 90 con altas tasas de rentabilidad sobre el capital invertido, mayores sin duda de las que
se hubieran obtenido en caso de que la industria minera hubiera estado sujeta a las generales de la ley (Katz y otros, 2001:
66), a tal punto que, durante los primeros aos de la dcada pasada, se han levantado fuertes voces crticas reclamando el cambio de la legislacin tributaria para la minera. De hecho, en Chile
y en Per, se dieron sendas discusiones parlamentarias sobre la
captacin fiscal de las extraordinarias rentas mineras. Estas discusiones desembocaron, en el caso chileno, en la sancin de la
Ley n 20.026/2005, que establece el pago de un impuesto equivalente al 5% de las Utilidades Operacionales para empresas (o
grupo de empresas relacionadas) que venden ms de 50 mil toneladas mtricas finas (TMF) de cobre al ao, o su valor equivalente para otros productos mineros.31 En el caso peruano,
llevaron, en el ao 2000, a la eliminacin de las exenciones impositivas por reinversin de utilidades32 (mecanismo mediante el
de las minas de oro de menor costo del mundo, segn Barrick. Pero con los
precios que registra la plata por estos das, cerca de US$18/oz, se obtiene todo el oro gratis, expres el ejecutivo. La nota original, publicada
por Bussines News Americas el 09 de abril de 2010, ha sido eliminada de su
sitio web. Puede encontrarse en las referencias citadas. Fuente sobre cotizaciones: London Bullion Market Association (LBMA), pp.6.
31 Uno de los casos emblemticos que incentiv y sirvi de marco para
alentar el debate sobre los escasos niveles de tributacin de las grandes empresas mineras en Chile fue el de la mina Disputada de las Condes operada por
Exxon Minerals (filial de Exxon Mobil), la que desde 1978 y hasta 2002 haba
presentado balances deficitarios, por lo que nunca haba pagado impuestos
durante todos esos ejercicios. Pese a ello, en 2002 la mina fue vendida a la
Anglo American por un valor de 1.300 millones de dlares (Folchi D., 2003).
32 La legislacin peruana fijaba que las empresas mineras podan deduLos beneficios de la minera se quedan...

61

la misma violaba el principio de estabilidad fiscal y tributaria


y se afectaba la seguridad jurdica.33
Adems de algunos beneficios y regmenes que la minera
comparte con otras actividades, el Ministerio de Economa de la
Nacin estim para 2007 un gasto tributario (impuestos no percibidos por el Estado) como promocin especfica a la actividad
minera (aplicacin de la ley 24.196 y en mucho menor medida
ley 22.095) de 913,6 millones de pesos. La aplicacin de retenciones a todo el sector minero implic que dicho gasto tributario estimado se redujera a 396,6 millones de pesos para 2008, y
a 430,6 millones de pesos para 2009 (Direccin Nacional de
Investigaciones y Anlisis Fiscal,34 2009).
En la actualidad, asimismo, se discute internacionalmente
las prebendarias ganancias del sector, incluso en pases mineros
como Australia. Segn Nicols Gutman (2010) En tanto, Australia
piensa gravar el sector (minero) en ms de 75.000 millones de
dlares en esta dcada para el financiamiento de la infraestructura del pas y Canad recibe ms de 50.000 millones por las operaciones de sus empresas en el extranjero. Mientras, el Estado
argentino con suerte salvar los glaciares, cobrar un exiguo 3
33 En medios nacionales, se explicit la capacidad de lobby de las trans-

nacionales. Ver, entre otros: El gobierno estudia aplicar retenciones a la


minera. Resistencia de las empresas. Pelea para no compartir la mina de
oro. La poderosa cmara minera presiona a funcionarios y legisladores para
frenar la instrumentacin de una escala de retenciones a las exportaciones mineras. Ganancias fabulosas contabilizan las compaas por el alza
internacional de los metales, por Roberto Navarro. Pgina 12, 28 de noviembre de 2007.
Las empresas que iniciaron causas: Minera Alumbrera, Brax Argentina,
Procesadora de Boratos Argentinos, Minera del Altiplano. La Cmara
Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) denunci entonces que a empresas del sector se les exigi un impuesto a la exportacin, que no forma
parte de la legislacin fiscal que regula su actividad. Ver tambin De actividad marginal a gran privilegiada. La ley que el inversor so, por Fernando
Krakowiak, Pgina 12, 28 de noviembre de 2007; y Mineras denuncian alza
irregular impuestos Argentina, Reuters Amrica Latina, 4 de diciembre 2007.
34 Unidad dependiente de la Secretara de Hacienda, Ministerio de
Economa y finanzas Pblicas, Presidencia de la Nacin.
Los beneficios de la minera se quedan...

63

garantiza las ms altas tasas de rentabilidad para el sector a nivel


mundial: tal como indica un reconocido estudio comparado sobre
la incidencia tributaria en las tasas de rentabilidad de proyectos mineros realizado por la Escuela de Minas de Colorado en 1997
y modificado por la CEPAL en 1998; Chile, Argentina, Mxico,
Per, y en menor medida, Bolivia y Brasil, aparecen entre los 23
principales pases mineros que garantizan las ms altas tasas de
retorno.
TASAS INTERNAS DE RETORNO
EN FUNCIN DE LA INCIDENCIA TRIBUTARIA

Proyecto modelo de oro

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15

Chile
Argentina
Filipinas
Mxico
Per
Indonesia
Suecia
Sudfrica
Groenlandia
Namibia
Brasil
Etiopa
Gana
Bolivia
Papa Nueva Guinea

21,0
18,1
16,9
16,6
16,0
15,8
15,8
15,8
15,5
14,9
14,7
14,2
14,0
13,7
13,6

%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%

Proyecto modelo de cobre

Chile
Mxico
Argentina
Etiopa
Indonesia
Groenlandia
Sudfrica
Suecia
Bolivia
Per
Ghana
Papa Nueva Guinea
Brasil
Namibia
Filipinas

16,8
15,3
15,1
15,1
14,5
13,9
13,8
13,8
13,7
13,2
12,7
12,7
12,3
12,3
12,1

%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%
%

Fuente: Snchez Albavera y otros (1998: 37), en base a Colorado School of Mines,
Institute for Global Resources Policy and Management, Global Mining Taxation
Comparative Study, 1997.

Un indicador indirecto que muestra los niveles de apropiacin de rentas mineras que obtienen las empresas mineras en la
regin a expensas de los ingresos tributarios que los estados podran percibir de la actividad puede visualizarse en el caso chileno,
pas que al contar con la gran minera estatal Codelco, permite
evaluar los aportes totales al fisco que la empresa estatal proporciona en comparacin con los aportes de las empresas privadas. Mientras que Codelco representa en promedio para el
Los beneficios de la minera se quedan...

65

de contratar un seguro de cobertura con entidad suficiente para


garantizar el financiamiento de la recomposicin del dao que
en su tipo pudiere producir, ninguna de las empresas mineras
est cumpliendo con este deber legal. Pero no lo hacen no solo
para evitar el pago de una prima de un seguro ambiental, sino
porque las empresas aseguradoras no estaran interesadas en asegurar la actividad, debido a lo generalizado e inestimable del
dao ambiental, as como a los efectos perdurables e incalculables en el tiempo de sus consecuencias daosas. As, es el propio capitalismo el que responde el interrogante de algunos en
relacin al impacto ambiental de la actividad.

mentos constitutivos, deber contratar un seguro de cobertura con entidad


suficiente para garantizar el financiamiento de la recomposicin del dao
que en su tipo pudiere producir; asimismo, segn el caso y las posibilidades, podr integrar un fondo de restauracin ambiental que posibilite la instrumentacin de acciones de reparacin.
Los beneficios de la minera se quedan...

67

impactos que le son inherentes, la Universidad Nacional de


Crdoba (2009) considera demostrado lo siguiente:

70

2. Los efectos negativos sobre las cuencas de varios ros: sobre


el Vis Vis-Amanao, por encontrarse en su cabecera el dique
de colas; sobre el ro Santa Mara debido a la captacin y alto
consumo de agua subterrnea en el Campo del Arenal; sobre
el Sal y el Dulce, por cuanto se vierten los lquidos residuales de la Planta de Filtros en Tucumn a travs del Desage
Pluvial 2 (DP2). En marzo de 2007 la Secretara de Minera de
la Nacin elabor un informe en el que se refiere a los elevados contenidos de metales en el canal DP2, indicando que
el efluente de la planta de tratamiento de Minera Alumbrera
presenta concentraciones de slidos totales disueltos (SDT),
sulfatos y molibdeno, detectadas en el comienzo del canal,
y que superan los lmites normados.
3. La contaminacin debida al drenaje cido, vinculado principalmente a la presencia de pirita (sulfuro de hierro), mineral que queda acumulado en las escombreras y diques de
colas, y que, bajo determinadas condiciones, se transforma
en cido sulfrico, que es lixiviado por la lluvia.
4. Los efectos a largo plazo del proceso de drenaje cido, con
todas sus implicancias socioambientales. Luego de veinte aos,
ese efecto se puede constatar an hoy tras el abandono de
minas con caractersticas similares Mina La Concordia, en
la Puna de Salta y Mina Pan de Azcar, en la Puna de Jujuy,
ya que el drenaje cido fluye superficialmente por los arroyos y tambin se infiltra, contaminando las capas subterrneas. Trabajos realizados en otras regiones del mundo
muestran que las plumas de drenaje cido, a travs de los
cuerpos de agua subterrnea que se desplazan por sistemas
de acuferos, se mantienen durante dcadas, y que, por ejemplo, en los Estados Unidos y Canad, las minas de oro algunas de ms de cien aos, unas recientemente cerradas y otras
activas presentan filtraciones cidas, las que insumen cientos de millones de dlares en acciones de mitigacin.
5. La grave e irreversible destruccin de los ecosistemas; contaminacin de las fuentes de agua; la magnitud y peligrosidad
de los insumos y efluentes; una profunda afectacin a la flora, la fauna, el hbitat y el paisaje local; y la consecuente
prdida de biodiversidad y la degradacin general de las condiciones socioambientales mnimas requeridas para las restan 15 mitos y realidades de la minera transnacional

algunas ocasiones, en las proximidades de reservas de agua fsil.


Segn la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) el consumo de
agua recomendado por persona es de 80 litros de agua por da.
Segn lo declarado por Barrick Gold, en su Informe de Impacto
Ambiental (IIA), para Veladero se utilizaran 110 l/seg. De acuerdo con el IIA de San Jorge, proyecto mucho menor que Veladero,
requeriran 141 l/seg. Para Pascua Lama, Barrick Gold declara
requerir del lado argentino un promedio de 215 l/s. Potasio Ro
Colorado (PRC) tiene otorgado por ley 1000 litros por segundo,
que es aproximadamente igual al consumo de Minera Alumbrera,
mina cuyo impacto es ms severo que el de PRC, dado que se
encuentra en un rea con mucho menor disponibilidad hdrica.
Tomando en cuenta las caractersticas tecnolgicas de la
megaminera a cielo abierto, estos procesos extractivos son
intensivos en agua y energa, de modo tal que por cada tonelada de mineral exportado se exportan tambin enormes cantidades de estos recursos. Respecto del agua, ya se ha indicado
que sin la existencia y disponibilidad de agua en grandes cantidades y a muy bajo costo, la minera resulta literalmente inviable. De all que uno de los aspectos clave dentro de las reformas
institucionales aplicadas para la promocin de las inversiones
mineras en la regin haya sido el de asegurar el abastecimiento a bajo o nulo costo de recursos hdricos.43
En lo que a energa se refiere, Pascua Lama ilustra un emblema de fiscalidad del siglo XIX, con privilegios escandalosos para
un pas con crisis energtica, como afirman Gutman y Adaro

72

43 Tomando como base de anlisis el caso chileno en tanto laboratorio de las reformas mineras neoliberales, hay que sealar la importancia determinante de la creacin del Cdigo de Aguas realizada por el rgimen
de Pinochet en 1981, tan importante como el propio Decreto Legislativo N
600 y la Ley Orgnica Constitucional sobre Concesiones Mineras (Ley n
18.097). En trminos generales, este marco normativo ha favorecido a las
grandes empresas y al sector exportador, en perjuicio de los derechos de la
poblacin y las comunidades de acceder a un recurso fundamental para la
vida. Ello se ha traducido en una concentracin progresiva de la propiedad
de los recursos, problemas de acceso a la poblacin, alzas de tarifas y agudizacin de los problemas de estrs hdricos y destruccin irreversible de
cuencas en muchas regiones donde el recurso es escaso (Larran, 2007).
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

de extrema sequedad. Este escenario de escasez del recurso en


el norte de Chile es fuente de conflictos no solo entre sectores
productivos competidores por su uso (minera versus agricultura), sino que tambin respecto a su disponibilidad para consumo humano. Las proyecciones de demanda crecientes de agua
imponen an mayor presin a un sistema que ya se encuentra
muy estresado (COCHILCO, 2008: 12).45

Agua Rica, otro emprendimiento cuestionado, emplazado


prximo a la ciudad de Andalgal, provincia de Catamarca, consumira, de ponerse en marcha, 390 litros por segundo, es decir
casi 34 millones de litros de agua por da. El consumo estimado
de agua de la poblacin de Andalgal, unos 15.000 habitantes,
es de apenas 1,5 milln de litros de agua por da. Minera Agua
Rica declara en su propio informe que:
Despus que Quebrada Minas sea interceptada y todo el drenaje del rea de la mina sea desviado [], la cantidad de agua
superficial [] disminuir. Una reduccin de agua en el Ro Minas
tiene el potencial de disminuir los flujos de agua en direccin
aguas abajo del Ro Andalgal [], lo cual, a su vez, podra tener
efectos adversos en la agricultura, la economa local y la calidad de la vida humana. El hbitat y la vida acutica tambin
podran verse afectados por los cambios en los caudales de
agua. (Proyecto Agua Rica, Informe de Impacto Ambiental,
Resumen Ejecutivo, 2007: 38).

En relacin al impacto que implicar el bombeo de aguas


subterrneas que proyecta la Minera, seala dicho informe que
se espera que la extraccin del agua subterrnea del acufero
Campo Arenal disminuya la cantidad de agua descargada en el
Ro Santa Mara en 1,6 l/s, y, en Ro Nacimientos, en 8,4 l/s

74

45 Esta situacin, por lo dems, permite evidenciar la importancia estratgica que reviste el Tratado Binacional de Cooperacin Minera celebrado
entre la Argentina y Chile; pues, en base al mismo, las mineras transnacionales que operan en Atacama (como Minera Escondida, controlada por BHP
Billiton), no conformes con el agotamiento de la cuenca del Copiap, han
trazado un plan para importar agua de la Puna saltea, a travs de un
acueducto que les proveera 6.000 litros/segundo.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

76

rajo u open pit) de hasta cientos de hectreas de superficie y


cientos de metros de profundidad. Esta excavacin es abandonada al finalizar la explotacin, es decir, donde antes haba un
cerro o una ladera del mismo, al concluir la actividad de la mina,
queda una gran hondonada (o hasta decenas de ellas, como las
que ya ha generado la mina Cerro Vanguardia en Santa Cruz).
Asimismo, y antes de comenzar la explotacin, esta megaminera ejerce una fuerte intrusin en vastas zonas del territorio para
acceder a los yacimientos y su posterior extraccin: huellas mineras, aperturas de acceso, camiones de muy gran porte, ingreso
y traslado de sustancias peligrosas y explosivos. Para ello, adems, utilizan a discrecin rutas y caminos pblicos; usufructan
la infraestructura del estado y demandan cuantiosa obra pblica para operar.
Se utilizan sustancias txicas, como el cianuro, el cido sulfrico o el xantato para extraer los metales de las rocas removidas, trituradas y molidas, mediante operaciones conocidas
como lixiviacin y/o flotacin, segn los casos. Los residuos de
esta operacin son almacenados en depsitos que, muchas
veces, ya sea por deterioros o derrames, terminan contaminado los cursos de agua o las aguas subterrneas. Tambin, suelen
contaminarse el aire y los suelos, los sistemas productivos y la
salud humana (cnceres, enfermedades respiratorias y en la piel
son algunos de los signos que han proliferado en las zonas afectadas). Del mismo modo, se contamina con los escombros generados: las rocas removidas, remanentes de la explotacin, son
depositadas formando escombreras, las cuales pueden drenar
diversas sustancias contaminantes cidos y metales de diversa
toxicidad (Ctedra UNESCO, 2008: 111-125; AA.VV., 2009).
En cuanto al aire, la fundicin de metales contribuye con el
13% de las emisiones de dixido de azufre a nivel mundial, y la
minera consume entre el 7 y 10% de la produccin de energa,
principalmente en base a petrleo y carbn. Este tipo de actividad minera contribuye con el 20% al cambio climtico global.
Segn un estudio de cuatro especialistas en geologa y minera, sobre una muestra representativa de las 183 mayores minas
que operaron en EE.UU. desde 1975, el 76% de ellas provoc en
las aguas superficiales y/o subterrneas excesos de cobre, cadmio, plomo, mercurio, nquel, zinc, arsnico, sulfato y/o cianu 15 mitos y realidades de la minera transnacional

78

del agua que devuelve en forma de efluentes, sean superficiales o subterrneos, implica elevados riesgos de contaminacin
con diversos elementos.
Por otra parte, tratndose de la produccin de alimentos,
la agricultura bajo riego debe gozar de una prioridad incomparablemente mayor a la minera, sobre todo respecto de la aurfera. Los caudales deberan ser asignados segn el valor social
de uso de los diversos productos a obtener o necesidades a satisfacer, y no segn el precio de mercado fijado por la demanda
solvente.
Por otro lado, el volumen anual disponible por habitante en
la Argentina es de 22.500 m3/hab, mientras que el lmite de escasez estrs hdrico adoptado por el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) es de 1.000 m3/hab. Pero, como
afirma el gegrafo Vicente Di Cione (2008): Esto no significa que
la geografa del pas sea homognea, por lo cual hay lugares donde escasea y escase el recurso histricamente, que son las zonas
ridas. Las regiones ridas y semiridas (que comprenden la
Patagonia, con excepcin de los Andes patagnicos, y las provincias del centro-oeste, oeste y noroeste; con excepcin de las
delgadas franjas del ecosistema de yungas en Jujuy, Salta,
Tucumn y Catamarca) representan el 61% del territorio. En algunas de ellas, existen valores de disponibilidad inferiores al piso
propuesto por el PNUD, especialmente en la cuenca hidrogrfica del ro Desaguadero y sus afluentes.
En tanto, en las zonas hmedas o semihmedas principalmente noreste y centro este de la Argentina, la disponibilidad
tampoco implica que el recurso se encuentre en ptimas condiciones. El vertido de desechos industriales y cloacales con escaso o nulo tratamiento, la lixiviacin desde basurales, el uso
intensivo y extensivo de agroqumicos y la sobreexplotacin de
acuferos para riego complementario constituyen una grave amenaza a su calidad.
La idea de que la Argentina es excedentaria en el recurso
del agua, dice Di Cione, ha impedido que la preservacin del agua
sea tema prioritario no slo de las autoridades sino del conjunto de la sociedad. El problema es que se suman una serie de
actividades; tiene que ver con esta visin de desarrollo indefinido: parecera que no hay lmites para el desarrollo y, por lo
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

sino, y de manera determinante, la desapropiacin de la cuenca hidrogrfica del cordn cordillerano para control de las
mineras.47
La segunda observacin se refiere a los proyectos de investigacin direccionados al control del recurso. En este punto, se
observa que, al igual que en la dcada de los 90, con respecto
al relevamiento para las empresas de los minerales que ellas hoy
explotan, gracias a investigaciones del sistema pblico, se est realizando el relevamiento de aguas en estos das, como entonces fue
del oro, el cobre, el uranio, etc. Esto se hace desde el mbito de
las instituciones y con la masa crtica pblica, y con endeudamiento tambin pblico, para el sector corporativo. Las modalidades en que esta entrega de recursos se presenta para tamaa
transferencia de patrimonio de aguas, suele adoptar la polticamente correcta expresin de aguas para usos productivos y sociales, donde el orden en que se enuncian ambos destinos
productivos y sociales adelanta la preeminencia y asimetra de
relaciones politicoempresariales con que se decidir tal administracin y distribucin. En tal sentido, este proceso no solo ya se
est disputando con otros sectores productivos como el agropecuario, sino, tambin, se est dando en el marco de procesos
de reordenamiento territorial en varias provincias; escenarios
estos, donde los sectores empresariales suelen imponer la lgica
de lucro de sus intereses sectoriales a travs de la clase poltica.
La tercera observacin se vincula con la manera apaciguadora, engaosa y denegatoria en que la voracidad y voluntad de
control del recurso aparece en el discurso corporativo. Al respecto, resulta particularmente ilustrativo sealar el doble juego por el cual, por un lado, la corporacin afirma que tiende a
minimizar el uso del recurso; y por otro, presenta el problema
del agua como una variable central en la conflictividad social
y comunitaria que genera la megaminera (GECOMIN, 2011).

80

47 A escasas semanas de la sancin de la ley de proteccin de glaciares, se celebr el V Encuentro Minero Chileno Argentino 2010, denominado
estratgicamente Situacin y oportunidades del tratado minero, 7 de
diciembre 2010, Santiago de Chile, con la participacin del gobernador Gioja;
Gins Gonzlez Garca, embajador argentino en Chile; y el Secretario de
Minera de la Nacin.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

y un derecho humano, y que, al mismo tiempo, el Estado Nacional


comience de inmediato el inventario de glaciares y proteja el
patrimonio de los reservorios de aguas cordilleranas.

82

 15 mitos y realidades de la minera transnacional

metodolgicas importantes, incluyendo falencias en el diseo del


muestreo (esfuerzo de muestro insuficiente, mtodos inapropiados) y aplicacin inadecuada de los mtodos utilizados. Esto
resulta en indicadores inapropiados para el desarrollo de lneas
de base y la implementacin de planes de monitoreo. Asimismo,
la ausencia de medidas de dispersin que describan la precisin
de los estimadores impide realizar inferencias confiables en lo
que respecta a cambios en las abundancias poblacionales de las
especies monitoreadas. A las falencias metodolgicas se le suman
errores conceptuales (e.g., utilizacin de los conceptos censo y
muestreo como sinnimos, definicin de variables cuantitativas
como cualitativas) rindiendo lneas de base y programas de monitoreo inadecuados para evaluar el impacto sobre distintos
componentes de los sistemas ecolgicos afectados. Por ltimo,
los informes tienden a subestimar los impactos potenciales de
sus actividades ms all de la zona de la mina (e.g., viento o
aguas abajo de los emprendimientos) a pesar de ser estas explotaciones a cielo abierto y con un uso proyectado, en zonas ridas, de cientos de litros de agua por segundo.

84

Otra cuestin espinosa se presenta ya no con el cmo, sino,


con la pregunta, quines realizan esos informes. Al menos, dos
llamativas cuestiones se plantean sobre el particular. Por un lado,
la connivencia de profesionales pblicos, que forman parte de
consultoras privadas que realizan los estudios para las mineras.
Por otro, como si se tratara de una mera capacitacin tcnica,
en los ltimos aos, han proliferado y se ofertan cursos, seminarios, etc., privados que prometen la formacin a cabalidad de
expertos en informes de impacto ambiental; una feria de oportunidades para la salida laboral. De este modo, a la tercerizacin y mercantilizacin, se le aade la banalizacin de la
cuestin ambiental, apaciguando los riesgos y minimizando las
consecuencias irreversibles que de ellos se derivan.
En lo que respecta a la legislacin ambiental minera introducida con las reformas institucionales de los 90, cabe sealar
que las mismas estuvieron deliberadamente orientadas a remover los obstculos ambientales para la inversin extranjera y
a hacer de las liberalidades ambientales un factor de competitividad territorial. En efecto, como lo admite uno de sus
impulsores y protagonistas, la legislacin y la institucionalidad
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

86

La deficiencia en la proteccin ambiental otorgada por la Ley


24.585 es evidente. En la poca de redaccin del Cdigo de
Minera, siglo XIX, se crea que los recursos naturales eran ilimitados. Para este paradigma, los daos ambientales no son ms
que un costo que solamente debe ser resarcido mediante las
reglas del derecho tradicional: se permite daar si se indemniza. Pero la humanidad ha descubierto lo evidente: los bienes
comunes naturales no son ilimitados. Por ello, se revis el modelo extractivo-resarcitorio por un modelo donde se impone la prevencin del dao ambiental, atento a que no hay valor
econmico, no hay indemnizacin que supla la ausencia de un
ro, la alteracin de los glaciares o la contaminacin de un acufero. Deliberadamente la Ley 24.585 no modifica la aeja concepcin y, por tanto, evita incorporar en el Cdigo tanto en su
letra como en su espritu los principios preventivo, precautorio y de sustentabilidad (en ese entonces ya existentes en la doctrina y el derecho ambiental a nivel internacional), incitando el
accionar trasgresor posterior que supone ya una agresin al
ambiente para no perturbar la actividad.
Esta premeditada deficiencia qued bien evidenciada en la
creacin, por parte de la Ley 24.585, del artculo 356 del Cdigo
de Minera. Este artculo, dejado intencionalmente fuera del
Captulo Ambiental del Cdigo, establece que los impactos irreversibles e inevitables producidos no podrn afectar bajo ningn
aspecto las actividades que se estuvieren realizando. Este artculo no resiste el mnimo anlisis, ya que choca de frente con
los principios ms bsicos del Derecho Ambiental.
Tampoco resulta casual que, por disposicin de la Ley
24.585, la actividad minera requiera de un IIA y no de una
Evaluacin de Impacto Ambiental (EIA) como lo prev toda la
legislacin nacional e internacional. No es solo una confusin
terminolgica, sino que evidencia el carcter daoso de la actividad. No es lo mismo evaluar el impacto ambiental de una
actividad que informarlo. Y esto tambin est relacionado
con el viejo espritu resarcitorio del Cdigo, mantenido en el
captulo ambiental. De nuevo, se colisiona irremediablemente con el principio preventivo que obliga a actuar para evitar
el dao, incluso hasta no permitiendo la actividad si resultara
necesario.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Peligrosos es un ejemplo de ello, cuando en su artculo 1 establece que

La generacin, manipulacin, transporte, tratamiento y disposicin final de residuos peligrosos quedarn sujetos a las disposiciones de la presente ley, cuando se tratare de residuos
generados o ubicados en lugares sometidos a jurisdiccin federal, o aunque, ubicados en territorios de una provincia estuvieren destinados al transporte fuera de ella, o cuando, a criterio
de la autoridad de aplicacin, dichos residuos pudieran afectar
a las personas, al ambiente ms all de las fronteras de la provincia donde se hubiesen generado o cuando las medidas higinicas o de seguridad que a su respecto fuere conveniente
disponer, tuvieren una repercusin econmica sensible tal, que
tornare aconsejable uniformarlas en todo el territorio de la
Nacin , a fin de garantizar la efectiva competencia de las
empresas que debieran soportar la carga de dichas medidas.

Tambin, la mxima autoridad ambiental nacional debiera


entender, en aquellos proyectos cuyo impacto ambiental afecte, en forma actual o potencial, reas protegidas declaradas por
ley nacional, atenta a la importancia de las reas protegidas en
el mantenimiento de la biodiversidad.
Pero no es casual que se establezca la competencia provincial, ya que eso licua la capacidad de control efectivo sobre los
proyectos de explotacin en un contexto donde las provincias
atraviesan cclicamente por fuertes apremios financieros dejando a las grandes corporaciones extractivas en la mesa de negociacin frente a las inexpertas y dbiles administraciones
provinciales.50

88

50 En una solicitud de crdito presentada por la Secretara de Minera


de la Nacin al BID, destinada a fortalecer las capacidades institucionales
de control ambiental, se sealaba entre sus fundamentos: Actualmente,
la implementacin de los instrumentos de gestin ambiental del Sistema
Ambiental Minero Preventivo enfrenta una serie de desafos en el Estado,
particularmente a nivel provincial. Por un lado, las autoridades de aplicacin de la Ley 24.585 no cuentan con una adecuada capacidad para ejercer sus funciones de seguimiento y control de la calidad ambiental de las
operaciones mineras en sus reas de jurisdiccin. Los marcos normativos
provinciales para la gestin ambiental minera [] no se encuentran estan 15 mitos y realidades de la minera transnacional

El proceso de cierre de mina, una de las etapas ms conflictivas y crticas en materia ambiental, tampoco se encuentra regulado por esta legislacin especfica, como tampoco se establece
ningn procedimiento de participacin y/o de audiencia o consulta pblica, que s se encuentran en las obligaciones establecidas en los artculos 19 y 20 de la Ley General del Ambiente.
Por su parte, el Consejo Federal de Minera (COFEMIN) emiti una serie de disposiciones con la pretensin de complementar los preceptos contenidos en la Ley 24.585 de Proteccin
Ambiental Para la Actividad Minera, incorporados al Cdigo de
Minera de la Nacin. Esta normativa, lejos de acentuar los controles ambientales, tiene la perversa intencin de flexibilizar an
ms las obligaciones ambientales de los operadores mineros. En
efecto, contradiciendo inconstitucionalmente a la Ley General
del Ambiente, el artculo 23 de la Normativa Complementaria
dictada por el COFEMIN define al dao ambiental como:
Toda alteracin antrpica que provoque perjuicio para el ambiente o a uno o ms de sus componentes, generado por accin u
omisin, excediendo los lmites tolerables admitidos por la
Declaracin de Impacto Ambiental (DIA), que constituyendo
infraccin, sea verificada efectivamente en el marco del debido proceso legal.

90

Esto es un verdadero disparate jurdico. Segn el mandato


constitucional, es el Congreso Nacional el que establece la normativa de fondo como lo es la definicin de dao ambiental. Y
lo ha hecho a travs del artculo 27 de la Ley 25.675 General
del Ambiente cuando define el dao ambiental como toda alteracin relevante que modifique negativamente el ambiente, sus
recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o los bienes o valores
colectivos. Absurdamente y sin ningn sostn legal, esta
Normativa Complementaria dictada por un Consejo Federal pretende reducir los alcances de una definicin establecida por una
ley nacional.
Asimismo, esta Normativa Complementaria dictada por el
COFEMIN pretende establecer, en su Anexo IV, niveles gua propios de Calidad de Agua, de Calidad de Suelo y de Aire para la
actividad minera, pretendiendo, as tambin, despojarse de las
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

debern afrontar, y como fuentes de limitaciones a una actividad


necesaria para la generacin de empleo y la obtencin de regalas y otros beneficios econmicos que permitan cubrir las necesidades de nuestras poblaciones.
Chile no se puede dar el lujo de aplicar restricciones ambientales similares a las de los pases industrializados sin afectar de
forma negativa los recursos requeridos para atender sus urgentes necesidades sociales y sin provocar una prdida de competitividad de sus operaciones, que hara peligrar las bases de su
subsistencia (Gerardo Muoz, Director de Control Ambiental de
CODELCO, 1993: 243).

Mediante este discurso, el cuidado del ambiente es presentado como un bien de lujo, haciendo invisible la prdida de
actividades ya existentes que puede llegar a generar la megaminera, as como tambin la posible dependencia de una actividad que se llevar a cabo en un perodo de tiempo
determinado, y los impactos que podrn caer incluso sobre las
generaciones futuras que son siempre obviadas en estos anlisis costo-beneficio.
En trminos generales, basados en una fuente que no puede ser sospechada de ambientalista, las principales deficiencias que presentan los sistemas de gestin y control ambiental
para el caso de las explotaciones mineras en la regin se resumen en los siguientes tems:
Los estudios de impacto ambiental se realizan bajo condiciones limitadas y modalidades poco transparentes.

Los estudios de impacto ambiental son desarrollados por consultoras contratadas por las empresas [] finalmente estos estudios no tienen la independencia tcnica requerida para una justa
apreciacin y valoracin de los riesgos [] El resultado es que
en muchos casos no logran convencer a las poblaciones circundantes de las bondades del desarrollo minero (sic) (Polo
Robilliard, 2006: 20).

92

En el mismo sentido, otra de las crticas es la cantidad de


pginas que posee un Informe de Impacto Ambiental (IIA). Por
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

se indicaba que En caso de alguna diferencia entre el texto en


ingls y el espaol contenido en este plano, el texto en ingls
tomar precedencia.
Este tipo de hechos, entre otros, impiden que la poblacin
pueda estar informada al momento de la consulta y audiencia
pblica del proyecto. Sumado a ello, el lenguaje tcnico de estos
informes tambin limita a la mayor parte de los ciudadanos a
mensurar los costos y beneficios que le traera el proyecto. Ante
ello, una iniciativa destacable fue la del Consejo Provincial del
Ambiente de la provincia de Mendoza, que solicit permiso a la
Direccin General de Escuelas para informar a la poblacin, en
las escuelas de la zona de montaa donde pretende operar el
proyecto San Jorge, sobre los contenidos del Informe de Impacto
Ambiental presentado por la empresa canadiense Coro Mining
y del voluminoso expediente respectivo. Este Consejo, segn la
ley provincial de Preservacin del Ambiente (n 5.961) es rgano asesor de la Secretara de Medio Ambiente, y est compuesto por organizaciones preocupadas por la problemtica
ambiental. Incluso se invit a dicha Secretara a acompaar esta
iniciativa, pero nunca se obtuvo respuesta de las autoridades.
El proyecto lleg a instancia de audiencia pblica y fue aprobado por el Ejecutivo provincial, sin que los ciudadanos tuvieran
esta posibilidad de realizar consultas al mencionado Consejo
sobre los contenidos del Informe.

Concentracin en el mismo rgano estatal de las funciones de promocin de inversiones y de fiscalizacin ambiental.
Como admite Polo Robilliard (2006: 42):

Si la misma institucin oficial que promueve las inversiones, interesada por lo tanto en que stas se concreten a la brevedad,
debe ser la misma que apruebe los estudios ambientales y adems la misma que fiscaliza lo nico que hara es aumentar la
desconfianza y las percepciones negativas hacia la actividad
minera.

Y concluye, por tanto, que no es conveniente ni pertinente que sea una misma institucin la que realice estas tareas.

94

 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Daro Aranda (2010) ha sintetizado la cuestin:


La Municipalidad de Andalgal pidi en 2007 a la Universidad
Nacional de Tucumn (UNT) que hiciera un anlisis del Informe
de Impacto Ambiental (IIA) presentado por Agua Rica. La intencin era apurar la aprobacin de Agua Rica, que estaba demorada. Pero los consultores de la UNT cuestionaron el informe de
la empresa. El estudio se llam Anlisis del Informe de Impacto
Ambiental Mina Agua Rica y fue presentado en julio de 2008.
Abundan los cuestionamientos tcnicos, pide numerosos modificaciones, insta a la realizacin de nuevos estudios y recomienda que, de mantenerse como est, el proyecto sea desestimado.
A pesar de todo, la provincia dio luz verde al emprendimiento.
La Unidad de Gestin Ambiental (UGAP) es un organismo dependiente de la Secretara de Minera. En octubre de 2008, el jefe
de la UGAP, Jorge Eremchuk, reconoci que el proyecto tena
tres puntos crticos (no precis cules) y se neg a aprobar el
Informe Ambiental de Agua Rica. Al da siguiente, el secretario
de Minera, Jos Sinner, lo ech de su puesto.
Por los cuestionamientos al Informe Ambiental, Agua Rica funcion a paso lento. Era imprescindible esa aprobacin para
comenzar la construccin. El 17 de marzo de 2009, la compaa
anunci que echara personal, se declar en stand by y dej
trascender la noticia de que, de no obtener va libre en breve,
se retirara del emprendimiento. Dos das despus, la Secretara
de Minera de Catamarca aprob el cuestionado Informe de
Impacto Ambiental y autoriz el avance minero.

Otro caso de elusin de la dimensin social es el del proyecto San Jorge. Por ejemplo, entre los considerandos de la resolucin que otorga Declaracin de Impacto Ambiental al proyecto
San Jorge, ya citado, puede leerse: que durante las etapas de
consulta al pblico consulta pblica y audiencia pblica previstas en la normativa ambiental vigente se observa cierta resistencia social al proyecto, fundada en cuestiones de diverso
contenido, mas no ambientales (Direccin de Minera y Direccin
de Proteccin Ambiental Gobierno de Mendoza, 2011).54 Sin
embargo, en el texto de dicha resolucin no se encuentra defi-

96

54 Vase en detalle la foja n 11 del documento.


 15 mitos y realidades de la minera transnacional

los Pasivos Ambientales Mineros (PAM) [] que constituyen un


riesgo permanente y potencial para la salud de la poblacin, el
ecosistema circundante y la propiedad (Polo Robilliard, 2006: 33).

Adems de las deficiencias informativas sobre un inventario


detallado y preciso sobre los pasivos ambientales mineros y, en
particular, sobre la identificacin de sus responsables, est la cuestin determinante de la financiacin de las tareas de remediacin, lo que en la gran mayora de los casos, han sido hasta ahora
asumidos por los Estados a travs de crditos de organismos multilaterales. De esta manera se trasladan los dficit ambientales
de la actividad a la sociedad toda, lo que constituye adems de
una clara violacin al derecho colectivo a gozar de un ambiente
sano una transferencia ilegtima de pasivos que jams son considerados para analizar la viabilidad de los proyectos e incorporarlos adecuadamente en los anlisis costo/beneficio.56

Falta de capacidad tcnica de los organismos estatales para


supervisar el control ambiental y las acciones de remediacin.
Adems de la contradiccin de intereses que afecta a las entidades gubernamentales del sector minero, un problema adicional es la insuficiente capacitacin para controlar y fiscalizar
procesos tecnolgicos completamente exgenos. En palabras de
Polo Robilliard (2006: 38):

Nuestros pases hoy no tienen la experiencia suficiente para


supervisar y gestionar la remediacin ambiental. Para ello es
56 Para una aproximacin cuantitativa que permita dimensionar esta

98

problemtica, cabe sealar que el SERNAGEOMIN (Chile), identific 213 PAM


de riesgo, aparte de la situacin crtica respecto a los 665 tranques de relaves, de los cuales el 50% presentaban graves deficiencias (Oblasser y
Chaparro, 2008: 51). En el caso de Per, un estudio del Ministerio de Energa
y Minas de 2006 identific 850 PAM a lo largo de todo el territorio nacional;
sin embargo, un estudio en detalle de una de las cuencas ms afectadas,
la del ro Llaucano, registr 1280 PAM slo en esa eco-regin (Oblasser y
Chaparro, 2008: 29-77). En cuanto a los costos de remediacin, un estudio
realizado por Tribunal de Cuentas de Estados Unidos report, para el caso
de los PAM en su pas, un costo de remediacin unitario de 50 millones de
dlares (Oblasser y Chaparro, 2008; Gutman, 2007: 16).
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

de Director en la Direccin de Saneamiento y Control Ambiental


durante el perodo 2004 2007; y que el Consejo Provincial del
Ambiente no fuera debidamente consultado. Estos fueron los
antecedentes a la sancin de la Ley n 7.722, que limita la actividad minera con el uso de sustancias txicas. Por lo tanto, Aldo
Rodrguez Salas (2009) afirma:
Esta ley revela que el Estado no estaba preparado para recibir
las inversiones que intent atraer. Hay una evidente asimetra
entre las empresas internacionales interesadas y la estructura
administrativa para su control.

100

Ausencia de regulacin sobre el cierre de mina y falta de


exigencias de garantas financieras para pasivos ambientales
futuros. En las reformas tampoco se incorporaron mecanismos
preventivos como los planes de cierre y sus garanta para la ejecucin de dichos planes (Polo Robilliard, 2006: 21). Igualmente,
Chaparro seala: Es notoria la ausencia de normas sobre cierre de operaciones en la mayora de las legislaciones de la
regin (2002: 57). Esto, de hecho, implica no solo la elusin
prctica del mentado principio de que el que contamina
paga, sino la deliberada aceptacin de la degradacin de las
condiciones ambientales y sanitarias futuras de las poblaciones.
Siendo un tema clave para evitar la generacin de nuevos pasivos ambientales mineros, el cierre de minas resulta una cuestin problemtica para la lgica del negocio minero debido a
los altsimos costos que implica lograr la estabilidad fsica y
qumica y la recuperacin de las reas afectadas (Polo
Robilliard, 2006: 36).
La exigencia de garantas financieras constituye una condicin necesaria para afrontar los planes de cierre; sin embargo,
como admite el ex viceministro de Energa y Minas del Per, es
probablemente el tema ms difcil de aceptar por parte de los
inversionistas (Polo Robilliard, 2006: 38). Se trata, en realidad,
de una cuestin que, medida en trminos realistas, determinara probablemente la inviabilidad econmica de la mayora de
este tipo de explotaciones. De hecho, la inexistencia de seguros financieros para afrontar los pasivos ambientales constituye la diferencia ms gravitante entre las legislaciones
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

el proyecto Potasio Ro Colorado, no ha contado con una evaluacin estratgica de lo que el proyecto implica para el pas, a pesar
de constituir un emprendimiento que involucra a cinco provincias,58 y con un impacto significativo sobre las reservas gasferas
de todos los argentinos. Las repercusiones regionales y nacionales no pueden evaluarse mediante simple acumulacin de las evaluaciones de impacto ambiental presentadas en cada provincia
involucrada, ya que en cada una de ellas solo se evala el impacto especfico de las obras que se desarrollarn en el territorio provincial.59 Al respecto, por Resolucin n 108/10, la Defensora del
Pueblo de la Nacin realiz recomendaciones a la Secretara de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nacin:
a) que se expida en el anlisis de los impactos ambientales integrales, acumulativos e interjurisdiccionales del emprendimiento
minero Potasio Ro Colorado; b) que intervenga en las Evaluaciones de Impacto Ambiental de aquellos emprendimientos de
similares efectos ambientales interjurisdiccionales; y c) que,
para ello, establezca un Comit de Evaluacin de Impactos
Interjurisdiccionales con las autoridades ambientales de las provincias y con el COFEMA Consejo Federal de Medio Ambiente
(Wagner, L., y Giraud, Marcelo, 2010).

En esta misma resolucin, el Defensor del Pueblo expresa:

Una evaluacin interjurisdiccional no es necesariamente estratgica, pero ciertamente habra sido muy oportuno ponerla en

102

58 Si bien este yacimiento se localiza al sur de la provincia de


Mendoza, en el departamento de Malarge y cercano al ro Colorado, el proyecto PRC afecta cinco provincias argentinas: Mendoza, Neuqun, Ro Negro,
La Pampa y Buenos Aires, en su transporte del mineral desde la mina hasta el puerto de Baha Blanca, donde ser almacenado antes de ser exportado casi en su totalidad al Brasil.
59 Un funcionario del Comit Interjurisdiccional del Ro Colorado
(COIRCO) manifest en una ocasin que esta evaluacin fragmentada en ms
de cien permisos favorece a la empresa, pues le resulta ms fcil conseguir una va de tren por aqu, el agua por ac, el gas ms all que si tuviera
que pasar por una evaluacin estratgica integral a escala nacional. Testimonio recogido por Marcelo Giraud (2010) durante el foro En defensa del
Ro Colorado, realizado el 1/10/2008 en la localidad homnima.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

que pretenda no impermeabilizar, argumentando que por las


caractersticas de las colas y las condiciones del suelo no era
necesario hacerlo. Finalmente, la Comisin Evaluadora
Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM) que evalu el proyecto exigi que la empresa proponga un proyecto de impermeabilizacin, el cual, como muchos otros estudios de base y
modificaciones al proyecto, sera presentado luego de otorgada
la DIA de aprobacin.
Sobre el mismo proyecto, la ONG Oikos Red Ambiental, que
ha denunciado penalmente a la empresa por falsedad ideolgica debido a la inconsistencia de la informacin presentada para
afirmar que la cuenca subterrnea sobre la que instalara el proyecto es cerrada, present un informe en el cual seala:
Para apoyar la tesis de que la actividad es plenamente segura,
la empresa ha sostenido que los acuferos de Yalguaraz y
Uspallata estn desconectados, es decir, que las aguas subterrneas de uno y otro estn separadas por la geologa del terreno (altos topogrficos), y que en el improbable caso de que
ocurriera un accidente con derrame de sustancias que provocaran la contaminacin (o lixiviados procedentes del cobre oxidado que no ser procesado), dicha contaminacin jams llegara
al ro Mendoza ni al Valle de Uspallata, ya que quedara confinada a la cinaga de Yalguaraz y su acufero igualmente confinado (Oikos Red Ambiental, 2009).

Sin embargo, la tesis de la incomunicacin de los acuferos


slo es sostenida por la informacin provista por las empresas
consultoras, no as por la bibliografa independiente, que en
algunos casos marca precisamente lo contrario.61
Resulta ms efectivo para desmontar este mito aportar como
dato que, para burlar la EIA en el propio Canad, las empresas
han recurrido a la estrategia de fragmentar los megaproyectos
en proyectos parciales, para cambiar la escala y la envergadu61 Sobre la bibliografa independiente a la que hace referencia este

104

informe, el Dr. Jos Mara Corts (2010), cuyos escritos son citados por la
empresa, present un informe que muestra cmo la empresa consultora
interpret indebidamente las publicaciones previas al realizar el informe para
Minera San Jorge.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Mito 9

Ningn proyecto minero se


hace sin el consentimiento
previo de las comunidades
involucradas

Hay innumerables estrategias de engao, cooptacin y coercin social; son estrategias acumuladas por una larga historia
de explotacin. A pesar de existir recomendaciones durante los
ltimos aos pidiendo que se reconozca el consentimiento de las
comunidades para resolver tales conflictos, no hay prcticas ni
reglamentos establecidos. Asimismo, cuando las comunidades
intentan realizar sus propias consultas populares, enfrentan
mucha presin o stas son anuladas sin ms.

Este mito se alimenta de una tpica o lugar comn del discurso proextractivo sobre la minera. Ese lugar comn es la instalacin legal de las empresas, esto es, que ellas solo ocupan las
zonas de los yacimientos si estn autorizadas y si cuentan con
licencia social para operar. En otras palabras, activa legalidad y
legitimidad, propias del imaginario de la transparencia del capital. Pero es necesario deconstruir un paso ms este aspecto que
distingue y separa el carcter fctico del discurso de la minera, y no sobre la minera como actividad (Antonelli, 2011),
que es la violencia de la ocupacin e inicio de etapas del proceso extractivo cateo, exploracin, etc. de manera ilegal; es
decir, sin ninguna autorizacin, por detrs y antes de todo proceso que las legalice. Son los pobladores quienes denuncian estas
prcticas delictuales invisibilizadas y silenciadas, desde Guerrero,
Ningn proyecto minero se hace sin el consentimiento... 

107

Toda persona tiene derecho a opinar en procedimientos administrativos que se relacionen con la preservacin y proteccin
del ambiente, que sean de incidencia general o particular, y de
alcance general.

Luego, el artculo 20 de la citada ley contina:


Las autoridades debern institucionalizar procedimientos de consultas o audiencias pblicas como instancias obligatorias para la
autorizacin de aquellas actividades que puedan generar efectos negativos y significativos sobre el ambiente. La opinin u
objecin de los participantes no ser vinculante para las autoridades convocantes; pero, en caso de que estas presenten opinin contraria a los resultados alcanzados en la audiencia o
consulta pblica debern fundamentarla y hacerla pblica.

A pesar de esta obligacin legal, no existen, ni han existido


instancias de participacin ciudadana (p. ej. la audiencia pblica) en la totalidad de los emprendimientos que se encuentran
funcionando en nuestro pas ni en los proyectos mineros en trmite (con la sola excepcin del Proyecto San Jorge, en Mendoza,
con las caractersticas que se resean ms adelante).
Asimismo, existen casos probados de manipulacin de las
comunidades indgenas. En la propia provincia de Chubut, la contracara poco conocida del caso de Esquel es sin duda el proyecto Navidad, uno de los depsitos de plomo y plata ms grandes
del mundo, llamado as porque los resultados del laboratorio se
dieron a conocer un 25 de diciembre. Como consignan Daro
Aranda y Luis Claps (2007), el 3 de febrero de 2003 (esto es, en
plena efervescencia esquelense), la empresa minera de capitales canadienses IMA Exploration anunci el descubrimiento de ese
yacimiento. Consciente del proceso de politizacin instalado por
Esquel, lo primero que hizo la minera fue declarar: Nosotros
no somos como la minera de Esquel, a lo que sigui la contradadanos interesados, en el nivel que corresponda. Toda persona deber tener
acceso adecuado a la informacin sobre el medio ambiente que dispongan
las autoridades pblicas (en cumplimiento de la Constitucin Nacional), as
como tambin la oportunidad de participar en los procesos de adopcin de
decisiones.
Ningn proyecto minero se hace sin el consentimiento... 

109

res mnimos para ser reconocido como tal. Lderes indgenas se


vieron forzados a aceptar el traslado del chenque y a negociar
en condiciones notoriamente desventajosas (citado en Svampa
y Antonelli, 2009).

Entre los pocos casos en donde se aplic el convenio 169 de


la OIT, que establece el derecho de consulta previo, libre e
informado a las comunidades de pueblos originarios, as como la
legislacin nacional (propiedad veinteal, reconocida por la
Constitucin), encontramos los de Ingeniero Jacobacci (Ro
Negro), Campana Mahuida y Loncopu (Neuqun) y Tilcara
(Jujuy), lugares donde las comunidades indgenas tuvieron que
acudir a acciones judiciales para lograr frenar proyectos mineros que tenan autorizaciones administrativas para funcionar
(Aranda, 2011).
Para el caso de Campana Mahuida, el 29 de marzo de 2011,
el Tribunal Superior de Justicia de Neuqun reafirm los derechos indgenas y de la Comunidad Mapuche Mellao Morales en su
integralidad territorial y rechaz la interposicin de un recurso
extraordinario federal interpuesto por la Corporacin Minera del
Neuqun (Cormine SEP) y de la Fiscala de Estado de la Provincia,
que tena por objeto dejar sin efecto la medida cautelar que suspende un emprendimiento minero en territorio indgena.
Por otro lado, recientemente en el norte argentino, las comunidades indgenas han iniciado un proceso de articulacin de las
resistencias frente al avance de la minera del litio. As, a fines
de julio de 2011, 86 comunidades indgenas, cortaron la Ruta
Nacional 52 reclamando la aplicacin de leyes nacionales e internacionales que explicitan el derecho al territorio de los pueblos
originarios.64 Expresamos nuestro rechazo a los proyectos de minera de litio y exigimos la entrega de los ttulos comunitarios de las
tierras que nos pertenecen, explicaron las comunidades. Como
explica Daro Aranda, La minera del litio requiere de enormes volmenes de agua, en una regin de extrema sequa. Del agua dependen todas las comunidades para el pastoreo y cra de ovejas, llamas
64 El litio es un mineral considerado estratgico, utilizado en bateras de
celulares y computadoras, y requerido por la industria automotriz, que experimenta el gradual reemplazo de los hidrocarburos por vehculos elctricos.

Ningn proyecto minero se hace sin el consentimiento... 

111

ciudadana a travs de la audiencia, de ms de 14.000 firmas de


oposicin al proyecto que constan en el expediente, y de varias
movilizaciones en las calles y rutas de Mendoza, en el texto de
esa DIA puede leerse:
[] siendo los legisladores provinciales los legtimos representantes del pueblo mendocino, esta Autoridad Ambiental Minera
entiende que corresponder a aquel Honorable Cuerpo
Legislativo otorgar la licencia social del proyecto requerida en
la audiencia pblica (Direccin de Minera y Direccin de
Proteccin Ambiental Gobierno de Mendoza, 2011).

Finalmente, en agosto de 2011, la legislatura provincial


rechaz por unanimidad el Proyecto Minero San Jorge. Como afirmaba el comunicado de la AMPAP: Nuestro es el triunfo, no de
los polticos que reaccionaron ante la presin de la gente en la
calle y que instaron a rechazar en la legislatura lo que antes, en
algunos casos, haban impulsado y defendido desde el poder ejecutivo. Es el triunfo de la gente y nadie puede salir a aprovecharse de manera oportunista de lo que se gan en la calle
(asambleapopularporelagua.blogspot, Mendoza, 25/08/2011).
En suma, en un escenario a veces recorrido por dinmicas
polticas contradictorias (visibles en los vaivenes de la clase
politica) no son pocos los casos en los cuales los dispositivos institucionales que se disponen (consultas pblicas, legislacin
provincial, nacional e internacional, audiencias pblicas), tienden a ser manipulados a fin de forzar una licencia social que
es negada por las poblaciones.

Ningn proyecto minero se hace sin el consentimiento... 

113

es momentneamente paralizado, ni cuando se hubiere agotado


el ciclo de vida del yacimiento; la conflictividad tiene, como los
pasivos ambientales que deja la minera misma, una sobrevida
que excede largamente la del perodo de explotacin del yacimiento, tal como se puede verificar en casos emblemticos de
la minera latinoamericana, en Guanajuato y Zacatecas (Mxico),
Cerro de Pasco, La Oroya o la Baha de Ilo (Per).65 Actualmente,
no hay pas latinoamericano con proyectos de minera a gran escala que no tenga conflictos sociales suscitados entre las empresas
mineras y el gobierno versus las comunidades: Mxico, varios pases centroamericanos (Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa
Rica, Panam), Ecuador, Per, Colombia, Brasil, Argentina y Chile.
Segn el Observatorio de Conflictos Mineros de Amrica Latina
(OCMAL) existen actualmente 120 conflictos activos que involucran a ms de 150 comunidades afectadas a lo largo de toda la
regin. Solo en el Per, la Defensora del Pueblo de la Nacin da
cuenta de que los conflictos por la actividad minera concentran
el 70% de los conflictos socioambientales y estos a su vez, representan el 50% del total de conflictos sociales en ese pas, no
casualmente uno de aquellos donde ms acelerada y descontroladamente se ha dado la expansin minera (De Echave, Hoetmer
y Palacios Panez, 2009b).
En la Argentina, no hay provincia con proyectos mineros donde no se hayan suscitado conflictos por este tipo de actividad.
Los motivos que desencadenan los conflictos son variadsimos,
comprendiendo desde la disputa por bienes naturales (tierras,
agua, pasturas) hasta conflictos por casos de corrupcin, clientelismo, afectaciones a las economas locales, conflictos por las
expectativas frustradas de empleo y/u oportunidades econmicas, etc. Cada proyecto minero de envergadura ha dado lugar a
una historia de conflictividad social que ha alterado radical y

116

65 Existe una amplia bibliografa actual directamente enfocada al abordaje y anlisis de los conflictos sociales suscitados por la minera en Amrica
Latina. Entre ellos, se pueden mencionar los siguientes: De Echave y otros
(2009a) y (2009b); Svampa, y Antonelli (eds.) (2009); AA.VV., CIDSE-ALAI
(2009a); AA.VV. Broderlijk Delen ALAI (2008a); Quevedo, Ormeo y Olivares
(2004); Alayza Moncloa (2007); Salinas y Karmy (2009); Rodrguez Pardo
(2009); Delgado Ramos (coord.) (2010).
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

a cielo abierto. Otro indicio de la falta de independencia de


los medios es la censura del documental de Silvina Cuman y
Javier Orradre, Jchal, cuando ya nadie te nombre, cuya difusin por el canal 7 canal pblico fue cancelada dos veces
sin explicacin.
Por supuesto, los apoyos ms importantes que las multinacionales compran son los polticos, esenciales para llevar a cabo
un proyecto de gran minera. Recordemos que en San Juan, el
defensor ms activo de la minera a cielo abierto es Jos Luis
Gioja, gobernador de esta provincia desde 2003, quien viene ayudando a Barrick Gold a enfrentar las denuncias de las asambleas ciudadanas locales, difundiendo informaciones que siembran
dudas, etc. (Renaud, 2008). El gobernador lleg a prohibir las
charlas de Fredy Espejo, un ex-empleado de Barrick Gold, sobre
los peligros de la gran minera en escuelas de la regin. Espejo
trabaj para la multinacional canadiense durante seis aos, en
el rea de estudios ambientales, y lo despidieron cuando vieron
que sus resultados y conclusiones iban en contra de los intereses de la empresa (Rodrguez Pardo, 2005).
Otro tanto sucede en La Rioja, donde en diciembre de 2008,
el gobernador Beder Herrera instruy a supervisores y directivos de las escuelas a prohibir a los docentes que trataran el tema
minero con sus alumnos, entre otras graves intimidaciones y persecuciones. Tal como denunciaron en su momento las Asambleas
Ciudadanas Riojanas, se instruy:
PROHIBIR a Docentes tratar el tema de la Minera con los alumnos; PROHIBIR el ingreso de las Asambleas a las Escuelas;
PROHIBIR colocar carteles con mensajes en contra de la minera contaminante; PROHIBIR hacer trabajos institucionales y para
la Feria de la Ciencia en contra de la Minera saqueadora y contaminante (No a la mina, 2009).

118

En Mendoza, en agosto de 2009, el gobierno tom una activa postura a favor las mineras Vale y Coro Mining, trasnacionales brasilera y canadiense respectivamente. Los Vecinos
Autoconvocados de Uspallata y tcnicos haban organizado un
foro de discusin sobre el emprendimiento minero San Jorge. La
charla estaba planeada en la escuela Combate de Potrerillos, en
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

importante. Algunas han hecho ya or su voz, y la sociedad espera que lo sigan haciendo.
La Iglesia misma tiene una responsabilidad respecto a la creacin y la debe hacer valer en pblico. Y, al hacerlo, no slo debe
defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creacin
que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo al hombre
contra la destruccin de s mismo (Benedicto XVI, La caridad
en la verdad, 51). Queremos, por ltimo, hacer llegar nuestra
palabra de aliento a la comunidad de Uspallata, en la que se
cuentan muchos catlicos. Reconocemos, valoramos y apoyamos
sus esfuerzos toda vez que los consideramos seriamente fundados y pacficos. No se trata de ideologas o dogmatismos, sino
de peligros ciertos para la vida, la convivencia social y el desarrollo integral de la Provincia (Ibd.).

Parte del temor de los uspallatinos se vinculaba a los sucesos que tuvieron que vivir el 20 de noviembre de 2009, en ocasin de la presentacin de la pelcula documental Tierra
sublevada, oro impuro, del cineasta y diputado nacional Pino
Solanas. Estos hechos dieron lugar a una denuncia por parte de
los Vecinos Autoconvocados de Uspallata ante el Fiscal de
Estado de la provincia de Mendoza, donde manifestaron su preocupacin y pusieron en conocimiento las amenazas y agresiones verbales recibidas.
Sobre la divisin social generada en Uspallata, durante la
Audiencia Pblica, el cura prroco de Uspallata expres:
Algunos decan que no vean la alteracin de la paz social [],
en Uspallata jams ha habido violencia entre los que vivimos en
Uspallata, violencia fsica. Pero no slo la violencia fsica altera la paz social, esto de no me saludan, de unos a otros, descalificaciones de unos a otros. Eso es alteracin de la paz social.
[] Los pueblos tienen derecho a decir y elegir lo que quieren ser.
Lo mismo pasa en la familia con un hijo. Esto es indispensable que
sea respetado. Estas manifestaciones y todo este tiempo tan revolucionado en el pueblo; estoy convencido de que son los dolores
de parto de un nuevo Uspallata (Direccin de Minera Gobierno
de Mendoza, 2010).

120

De modo ms general, este contexto de conflictividad contribuye directa o indirectamente a la violacin de los derechos
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Pueden aportarse dos datos contundentes que se han hecho


pblicos durante 2010, y cuya circulacin e impactos se ha minimizado, tanto en medios de comunicacin como en el discurso
de funcionarios y empresarios.67 Por un lado, los datos que presenta el informe de Naciones Unidas sobre empresas extractivas y violaciones a derechos humanos. Por otro, y directamente
relacionado con las transnacionales de origen canadiense, el
Proyecto C-300 a travs del cual se procur, infructuosamente,
controlar y regular al poderoso sector cuyas empresas operan a
nivel global.
En cuanto al informe de la Organizacin de las Naciones
Unidas (2008), elaborado por el representante de la ONU a solicitud de su Secretara General, indic los siguientes porcentajes:
[] de los 320 casos de violacin a los derechos humanos, el sector que obtuvo ms denuncias fue el de las industrias extractivas, con un 28 por ciento de menciones. Las industrias extractivas
representan al sector con ms denuncias por abusos contra los
derechos, incluido los crmenes contra la humanidad, por lo general, provocados por las fuerzas de seguridad pblicas y privadas
que protegen los bienes de las empresas. Del mismo modo se
asocian tambin a la corrupcin a gran escala, la violacin de
los derechos laborales y una amplia gama de abusos contra las
comunidades locales, especialmente los pueblos indgenas. Las
denuncias se concentran geogrficamente en Asia/Pacfico en un
28 por ciento, frica en un 22 por ciento y Amrica Latina en
un 18 por ciento.

122

En Canad, por otra parte, el tenor de las denuncias contra


empresas mineras de capitales de ese origen dio lugar al Bill C-300.
Este proyecto, titulado Ley de Responsabilidad de las Corporaciones de Minera, de Petrleo y de Gas en los Pases en Desarrollo,
propona un marco de derechos humanos y de normas ambientales para las empresas extractivas canadienses, as como un
mecanismo de denuncias que habra obligado al gobierno federal
de ese pas a investigarlas, y de comprobarse el incumplimiento
de normas, le autorizaba a retirarle el apoyo a esa compaa,
tanto en lo econmico, del Fondo de Desarrollo de las Exportaciones de Canad, como en lo poltico, por ejemplo, el de la
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Mito 11

Las empresas transnacionales


garantizan transparencia y
libertad de opinin en cuanto
a la evaluacin de sus
actividades

El financiamiento de las empresas mineras, especialmente


de muchas juniors, utiliza prcticas no transparentes que,
muchas veces, son monitoreadas muy dbilmente en cuanto a
los impactos ambientales y sociales de sus proyectos. Adems,
estas empresas tienen estructuras empresariales muy complicadas, diseadas para evitar el fisco y el riesgo judicial. Por ltimo, existe el caso de que incluso en sus propios pases de origen,
las corporaciones mineras estn lejos de garantizar transparencia y tolerar la libertad de opinin, tal como lo muestran los
casos de persecucin judicial contra aquellos que critican fundamentalmente sus actividades.

Un claro ejemplo de ello es el de la Bolsa de Valores de


Toronto (TSX). Esta ha emergido como fuente importante de fondos para la exploracin minera. Alrededor del 57% de las empresas mineras cotizan sus acciones en la Bolsa de Valores de Toronto
y, segn sus propios informes, en los primeros seis meses de 2007
facilit 48% de los financiamientos mineros mundiales, ms que
cualquier otra bolsa de valores en el mundo. Est especializada
en financiar proyectos en lugares riesgosos, o sea, en donde hay
conflicto o mucha oposicin, es decir, en proyectos propicios para
la especulacin. Las reglas vigentes en el TSX exigen de las
Las empresas transnacionales garantizan transparencia... 

125

tamos, garantas de financiamiento, apoyo diplomtico y logstico clave en el extranjero.


Cabe destacar que en la primavera de 2008, Barrick Gold
entabl en Quebec un juicio millonario por US$ 6 millones por
difamacin contra los autores y la editorial del libro Negro
Canad, una obra donde recopilaron y analizaron cientos de documentos e informes publicados por fuentes gubernamentales, as
como organizaciones y autores de reconocido prestigio, reportando casos de abusos por parte de empresas canadienses en frica, en particular del sector minero. Asimismo, en Ontario, los
autores son tambin enjuiciados por la misma razn, por la sociedad Banro, por US$ 5 millones. En 2010, Barrick Gold tambin
puso en suspenso al editor Talonbooks de Vancouver, a los traductores y autores de la edicin inglesa del libro Imperial Canada
Inc. para que le fuera suministrado el manuscrito de la obra
antes de que ste fuera finalizado. En el Congo, la canadiense
Emaxon tambin procedi contra el diario Le Potentiel, que citaba crticas provenientes del Financial Times.
Como afirman los autores hoy perseguidos judicialmente por la Barrick Gold: La libertad de expresin est mal en
Canad y la mala reputacin del pas ha alcanzado un pico en
este sentido (A. Deneault, D. Abadie y W. Sacher, 2008). Las persecuciones extraordinarias lanzadas por las sociedades mineras
Barrick y Banro tienen incluso un nombre, slapps (Strategic
Lawsuit against Public Participation).71
Estas persecuciones abusivas en contra de actores polticos
y ciudadanos comprometidos se resumen a una lista de problemas graves: desigualdad en el acceso a la justicia, instrumentalizacin poltica del poder judicial, debilitamiento de la condicin
de la democracia participativa, limitacin de facto de la libertad de expresin, y tensiones potenciales debidas al hecho de
que se reconoce, a la vez, a las personas fsicas o morales el derecho a recurrir a los tribunales, y a todo ciudadano el derecho de
tomar posicin pblicamente, etc.
En 2009, la Asamblea Nacional de Quebec vot una de las
primeras legislaciones anti-slapp en Canad. Esta estableca que
dichas persecuciones minan la voluntad de los ciudadanos,
71 (Ingls): demandas estratgicas contra la participacin ciudadana.

Las empresas transnacionales garantizan transparencia... 

127

El principio democrtico supone que cada ciudadano puede contribuir a su manera en los debates que atraviesan su sociedad.
Esta participacin supone una comprensin clara de los problemas en los cuales nos encontramos involucrados colectivamente. Hacer explotar el gas, confiar a la empresa privada la gestin
de nuestro sistema de salud o participar en un conflicto armado, todas esas cuestiones suponen un anlisis esclarecido de parte de los ciudadanos. Es lo mismo en cuanto a la apreciacin a
la cual tenemos derecho respecto de las actividades de sociedades comerciales, detentadoras de un estatus jurdico del derecho canadiense, cuando ellas exportan nuestro saber-hacer y
nuestra reputacin colectiva (Noreau, 2010).

Respecto a las estructuras de estas empresas, las empresas


juniors que han aumentado mucho su participacin en la
exploracin minera pueden brindar seguridad a las empresas
ms grandes que van a desarrollar las minas. Incluso, por su propia constitucin, estas empresas pueden evitar el riesgo judicial.
Otro ejemplo es el de Ascendant Copper Corporation (ahora Copper Mesa). Esta corporacin ha enfrentado una fuerte oposicin comunitaria a su proyecto en el noroeste de Ecuador, en
la zona de ntag, cantn de Cotacachi. De hecho, ha sido implicada en violaciones de los derechos humanos y denunciada ante
la Comisin Interamericana de Derechos Humanos, en 2007, por
intentar ingresar por la fuerza con un grupo de ms de 50 guardias fuertemente armados, y principalmente ex militares, a las
concesiones mineras de Ascendant en ntag. Pero en su sitio web,
la compaa reconoce que por su estructura empresarial se hace
muy difcil llevar a juicio a los miembros de su directiva:

Todos los directores de Ascendant y prcticamente todas sus


acciones y las de la corporacin estn radicados fuera de
Canad. Puede ser imposible que quienes compran seguridades
[] puedan notificar sobre directores que viven fuera del pas
en un juicio en Canad []
Mientras la empresa se incorpora en la provincia de British
Columbia, Canad, su sede est en Colorado, EE.UU. Tambin
Ascendant Copper Corporation tiene subsidiarias radicadas y/o
que cotizan en las bolsas de valores del Caribe con sus operaciones principales en Ecuador (Moore, 2009).
Las empresas transnacionales garantizan transparencia... 

129

Segn una denuncia judicial74 de la diputada nacional


Fernanda Reyes, el Secretario de Minera de la Nacin, Jorge
Mayoral, es propietario de la empresa Millstone S.A., con un porcentaje accionario del 15%. Esta empresa, segn el directorio de
empresas existente en la misma pgina de la Secretara de
Minera, figura con domicilio en la calle Marcelo T. de Alvear 624
Piso 1, Ciudad Autnoma de Buenos Aires. En el mismo domicilio estn domiciliadas, tal como consta en el mismo directorio
de empresas de la Secretara de Minera, las empresas: J. S.
Redpath Limited Sucursal Argentina, Minera Rodeo S.A., Newcrest
Minera Argentina S.A., Minera Peoles de Argentina, y la empresa Barrick Exploraciones Argentina S.A., la multinacional que lleva a cabo, entre otros proyectos en nuestro pas, el controvertido
proyecto Pascua-Lama. Adems, surge de la denuncia, tambin,
que las oficinas de la empresa de la que Mayoral es dueo, no
solo comparte espacio fsico con Barrick Gold, sino que el presidente de su firma, Hernn Atanasio Celorrio, ha sido el presidente de Barrick Exploraciones Argentina S.A.
Pero ese privilegio, como se desprende de los desarrollos precedentes en torno a los otros mitos, no es slo el que incumbe
a las leyes sancionadas en los 90. Como se ha dicho ms atrs,
la capacidad de lobby contina viabilizando el extractivismo, en
dos dimensiones: la legisferante y la judicial. En el primer caso,
y como se ha advertido en torno a la derogacin de leyes de
prohibicin La Rioja o los intentos en curso Mendoza y
Crdoba, adems de la zonificacin que procura habilitar
zonas sacrificables (Svampa, 2008) Chubut, Santa Cruz; y
tambin en el proceso de sancin de la ley de glaciares, se evidencia que la corporacin minera siempre procura la construccin de referentes jurdicos a medida de sus intereses (Antonelli,

132

74 La causa penal tramita ante el Juzgado Federal en lo Criminal y


Correccional n 2, a cargo del Dr. Marcelo Martnez De Giorgi, donde se investiga las motivaciones que llevaron en 2008 al veto de la ley de glaciares y
las vinculaciones ilegales entre el senador Csar Gioja, el secretario de
Minera de la Nacin, Jorge Mayoral, y la empresa minera Barrick Gold. La
causa fue iniciada ese ao a raz de una denuncia de la diputada Reyes por
los delitos de trfico de influencias y negociaciones incompatibles con el
ejercicio de funciones pblicas contra Csar Gioja y Mayoral.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

134

San Juan, porque al demandar una provincia a la Nacin debe


hacerlo directamente ante la Corte Suprema de Justicia de la
Nacin (competencia originaria). En este supuesto, la Corte podra
tener meses y hasta aos la causa en estudio, sin resolver la
peticin de la medida cautelar. En cambio, en un Juzgado Federal
de San Juan consiguieron sta en apenas 20 horas a travs del juez
federal Miguel ngel Glvez, ex diputado provincial por el partido justicialista y cercano al gobernador Gioja. El magistrado dict la medida cautelar que suspende a la ley de glaciares en
territorio sanjuanino, aplicando el Principio Precautorio al revs:
ante la duda, primero los negocios. As, el fallo subvierte arbitrariamente el ordenamiento jurdico y desconoce los ms elementales principios del Derecho Ambiental. De esta manera, se
desprotege abierta y manifiestamente a los glaciares hasta tanto
se resuelva la cuestin de fondo, desenmascarando lo que siempre sabamos: estn interviniendo los glaciares.
Por otro lado, un aspecto novedoso radica en la existencia
de un mbito judicial internacional, en detrimento de la justicia nacional, en lo que a resolucin de conflictos entre intereses y derechos vinculados a la actividad minera refiere. La
prdida de potestad del Estado en este mbito se institucionaliz efectivamente en los 90. Un temprano caso lo constituye
la normativa por la que se conform la unin transitoria de
empresas UTE, entre la interestadual YMAD y Bajo La Alumbrera.
Luego de casi una dcada y media de esa legislacin, Chubut ofrece el inaugural caso de la transnacionalizacin de las decisiones
respecto del proyecto Navidad, anteriormente citado, uno de los
depsitos de plomo y plata ms grandes del mundo. La particularidad del proyecto Navidad fue haberse constituido en el centro del litigio entre dos empresas trasnacionales que se
disputaban su propiedad: la ya citada IMA y Aquiline Resources,
que tambin es propietaria de otro proyecto en la meseta rionegrina. Este litigio, resuelto a favor de Aquiline en julio de 2006,
lejos de desarrollarse en los tribunales locales, se llev a cabo
en los tribunales canadienses, un hecho sin precedentes en la
historia jurdica argentina, como ha sido sealado en varias oportunidades.
La subordinacin a instancias de decisiones transnacionales
no es exclusiva de la Argentina. En efecto, la geopoltica de las
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Mito 13

Las empresas transnacionales


se comportan con
responsabilidad social
empresarial, robusteciendo
el tejido socioeconmico
de la zona

Muchas empresas sostienen que desarrollan una amplia


actividad en la zona, que desborda claramente la actividad
extractiva, en el marco de la denominada responsabilidad social
empresarial (RSE) o corporativa. Sin embargo, a travs de la RSE,
las empresas desarrollan una suerte de clientelismo empresarial que practica la cooptacin y el asistencialismo, contribuyendo a reforzar las asimetras sociales y econmicas. Este
escenario de asimetra entre lo local y lo global, en el cual la
empresa deviene un Estado dentro del Estado, favorece adems
la violacin de los derechos ciudadanos.

La nocin de responsabilidad social empresarial (RSE) es


un concepto reciente, de resonancias globales, que apunta a combinar la filantropa empresarial con una idea ms general acerca de la responsabilidad de las empresas respecto del impacto
social y ambiental que generan sus actividades. La importancia
de tal concepto debe ser entendida en el marco de la nueva
matriz neoliberal, en la cual las empresas pasan a ser consideradas el actor central y dinmico por excelencia.
Este nuevo modelo de accin empresarial, que surgi del Foro
Econmico de Davos en 1999, ha sido propuesto por y para las
grandes empresas, que operan en contextos de gran diversidad,
Las empresas transnacionales se comportan con... 

137

dependencia de las poblaciones, afianzando por esta va, el control sobre las mismas.
En la Argentina, el caso de Minera Alumbrera, en CatamarcaTucumn, constituye uno de los ejemplos ms ambiciosos, en los
cuales las empresas asumen su condicin de agente socializador,
apuntando as a un control general de la produccin y reproduccin de la vida de las poblaciones.
Un informe especial de FOCO sobre las Empresas Transnacionales en la Argentina, firmado por Ricardo Ortiz (2007),
consigna:
Las organizaciones sociales han constatado que las grandes mineras en Catamarca, Tucumn, San Juan y Chubut efectan donaciones a escuelas y hospitales de esas provincias tratando de
provocar la captacin indirecta de voluntades y la limitacin del
ejercicio de la opinin de las comunidades. Esto ha sido corroborado por el Defensor del Pueblo de la Nacin, quien manifest su preocupacin porque estas donaciones estn acompaadas
por una contrapartida publicitaria a favor del trabajo desarrollado por las empresas mineras, pudiendo este simple hecho llegar a inhibir toda posible crtica y, an ms, restringir la
participacin y el ejercicio de la poblacin en la defensa de los
derechos ambientales que consideren afectados.

Esta suerte de clientelismo empresarial hacia las comunidades locales por parte de las empresas mineras cuenta, en la
mayor parte de los casos, con el beneplcito del poder poltico
local.
Por ejemplo, el Proyecto Potasio Ro Colorado (por aquel
entonces de la empresa Ro Tinto, comprado en el 2009 por la
empresa Vale), en Malarge, provincia de Mendoza, fue declarado de Inters Pblico Municipal, Econmico y Productivo,
Estratgico, de Desarrollo Social, Laboral, Cultural y de Desarrollo
Comunitario Departamental, por Resolucin n 028 (2007) del
Honorable Concejo Deliberante (HCD) de dicho Municipio. En esta
resolucin se destacan las iniciativas concretadas a favor de la
comunidad, tales como programa de entrenamiento docente en
medio ambiente, programa de apoyo escolar y becas, padrinazgo de escuelas, visitas escolares, programadas al sitio, entrega
de becas y apoyo a las iniciativas paleontolgicas.
Las empresas transnacionales se comportan con... 

139

Respecto de la RSE, en la resolucin, El Honorable Consejo


Superior de la Universidad Nacional de Crdoba (2009), al rechazar los fondos provenientes de la Alumbrera,77 deca en sus considerandos:
Que tampoco resultan ajenas a esta problemtica, las prcticas
del clientelismo de empresa practicado por Minera Alumbrera
bajo el revestimiento ideolgico de la denominada minera
socialmente responsable, responsabilidad social empresaria,
o minera sustentable, para acallar las voces crticas y provocar la captacin indirecta de voluntades y la limitacin del ejercicio de la libertad de opinin de las comunidades y
judicializando la protesta social, tal como fuera denunciado por
el Defensor del Pueblo de la Nacin (Actuacin n 2538/05) instando al Estado a ser extremadamente cuidadoso para que el
cumplimiento de las funciones que le son obligatorias y justifican su razn de ser, tales como la promocin de la educacin,
la salud y la preservacin del ambiente, no se conviertan en un
instrumento de asistencialismo minero.

77 Ver texto ampliado en el Anexo 2.

Las empresas transnacionales se comportan con... 

141

144

En esta etapa de capitalismo neoliberal, predomina una construccin cultural-comunicacional que indica que debemos pensar en un puro futuro, como si todo comenzara nuevamente, y
muchas de las propuestas de los expertos de estos organismos
excluyen deliberadamente las experiencias y saberes de las
poblaciones involucradas, aunque sostengan a rajatabla el principio de la participacin o el otorgamiento de la licencia
social para la instalacin de empresas extractivas.
Cabe sealar que la Argentina exhibi desarrollos agroindustriales importantes que, de la mano de polticas pblicas democratizadoras (de algunos perodos) lograron la integracin de una
heterogeneidad de sujetos agrarios que hasta inclua campesinos. Durante el siglo XX y, sobre todo, en los perodos de expansin del mercado interno, cuando predomin el modelo de
industrializacin por sustitucin de importaciones (ISI), los casos
de desarrollos agroindustriales, tanto sectoriales como regionales, encontraron los momentos de mayor florecimiento dentro
de un sistema de integracin con fuertes desigualdades. El excedente de los sistemas agroindustriales era apropiado de modo
desigual por los distintos agentes dentro del espacio general
(industrias, agricultores, distribuidores, etc.) y en el espacio agrario en particular (entre los agricultores participantes). Con
estas expansiones, se beneficiaron los productores grandes, los
medianos y la agricultura familiar. Fue la etapa en la que muchas
poblaciones que se desplazaban de una provincia a otra para el
trabajo agrario pudieron asentarse y comenzaron a conformar
pequeos bolsones de campesinado, que entregaban la produccin a estas empresas agroindustriales (la caa de azcar en
Tucumn es paradigmtica en este sentido).
A nuestro juicio, este esquema agroindustrial comenz a resquebrajarse a partir de mediados de los aos 70 y, luego de un
perodo de transicin, en 1991, se lo desbarata con el decreto de
desregulacin econmica del gobierno de Carlos Menem. Desde
entonces, no solo se intensifica la desaparicin de las agriculturas familiares en favor de las agroindustrias, sino que stas mismas sufren fuertes transformaciones. Con la expansin sojera, se
impone un nuevo modo de funcionamiento general, con predominio del capital financiero, orientado ya casi exclusivamente al mercado externo y con una tendencia inherente a la concentracin
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Ramos apel a una cita de un gobernador peronista, gobernar es regar, y explic que
[] toda el agua de San Juan est distribuida por ley. Cada productor tiene una cuota que no alcanza para regar toda la superficie que poseemos. Incluso, muchos de nosotros, debemos
perforar 330 metros para extraer el agua y as poder regar en
zonas que no cuentan con derechos, pero este recurso tambin
escasea (Ibd.).

El viatero expres que la provincia cuenta con


un 25% de la tierra cultivable, que se puede regar, pero hay ms
de 400.000 hectreas que no tienen agua. Existen kilmetros de
desierto y no de montaa. Entonces, el argumento segn el cual
hay que explotar las montaas porque si no San Juan no es sustentable, tambin ha trado aparejado que se hayan aplicado
polticas para que nuestra actividad no sea sustentable (Ibd.).

146

Es decir, pese a que a nivel nacional ha desaparecido gran


parte de la agricultura de procesos orientados fundamentalmente al mercado interno, y de modo complementario al externo,
sigue teniendo gran importancia a escala regional y particularmente en las provincias en las que se pretende impulsar la megaminera. Por ende es falso considerar que lo que prevalece en
estas provincias es el desierto, que en ellas no existe un agro
importante que puede expandirse significativamente en la
regin, si son aplicadas las polticas adecuadas. Adicionalmente,
debe destacarse que quienes defienden los proyectos mineros,
porque generan empleo, no sealan que tales proyectos implican riesgos de reducir proporcionalmente mucho ms el empleo
generado por las actividades agrcolaganaderas ya existentes en
sus respectivas provincias.
Tomemos los casos de Catamarca, Mendoza, San Juan, y La
Rioja. En cada una de estas provincias prevalece histricamente una importante agricultura familiar y de procesos, parte de
la cual se orienta a los mercados externos. La Argentina es conocida en el mundo por sus vinos, provenientes de Mendoza, San
Juan, y en menor medida La Rioja. Se trata de vinos producidos
por una viticultura que, segn los casos, podra desaparecer,
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

excepto en Catamarca, donde tambin son importantes las oleaginosas, seguido por los granos. Entre los frutales de La Rioja,
San Juan y Mendoza, se destaca la vid, tanto para la elaboracin de vino fino como de mesa. No obstante, tambin existen
otros cultivos, algunos de los cuales tuvieron importancia significativa para alimentar a la poblacin, por ejemplo, los nogales
en La Rioja, durante la crisis del 2001/2002.
En el caso del proyecto San Jorge, en Mendoza, cabe destacar la mirada que el propio Informe de Impacto Ambiental despliega sobre las comunidades de Barreal y Uspallata. Segn el
estudio de Patricia Collado (2011), la empresa se encarga de
subrayar el carcter de zona abandonada,
[] con escasos recursos humanos y organizacionales, a quienes
viene a salvar el emprendimiento competitivo, globalizado
y fundamentalmente rentable. Esto que afirmo aparece reiteradamente en dicho informe, al que nuevamente cito:
El perfil productivo de Uspallata es muy limitado [] El futuro de la comunidad depender, en gran medida, de la capacidad de generar oportunidades de insercin laboral. De lo
contrario, este potencial impactar en los niveles de desocupacin de los habitantes de la zona, y de acuerdo a pautas de comportamiento que caracterizan a la comunidad, se producir el
xodo de los desocupados en la bsqueda de nuevos y mejores
horizontes (IIA, p.221-222).
Sin embargo, el valle de Uspallata creci en el perodo intercensal ms del 17% (Mendoza creci durante el mismo perodo
11,8%) y Barreal ms del 83%, mientras que San Juan creci el
17%. No parece que sean zonas expulsivas de poblacin, sino,
muy al contrario, polos de atraccin poblacional. Ms adelante,
consigna que el mismo informe detecta signos de instalacin
humana (IIA, p. 210) en la existencia de una actividad agropecuaria diversa, basada en el minifundio con una variedad de cultivos tales como papa, zanahoria, arvejas, alfalfa, ajo y
forestacin. Para remarcar sin embargo en la ponderacin socioeconmica que predominan los terrenos en condiciones de
abandono.

148

Por otro lado, cabe subrayar que los propios habitantes del
valle de Uspallata presentaron en 2009 un proyecto de ley a la
Legislatura Provincial, por el cual piden la creacin del Parque
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Mito 15

Amrica tiene un destino


mineral. Sin desarrollo
minero, no hay futuro para
nuestras sociedades

Este argumento recorre de modo explcito o implcito el discurso prominero y consiste en afirmar que tradicionalmente
Amrica Latina ha exportado minerales. Sin embargo, es una
falacia afirmar que Amrica Latina es mineral, ocultando los
complejos procesos econmicos y polticos que estn detrs de
ello.

Como hemos sealado varias veces en este libro, en trminos geopolticos,78 la opcin mineral que hoy busca implantarse en la regin latinoamericana, desde Mxico a la Argentina,
responde a una nueva divisin territorial y global del trabajo,
basado en la apropiacin irresponsable de los recursos naturales no renovables, que ha dado lugar a nuevas asimetras econmicas, polticas y ambientales entre los pases del centro y de
la periferia.
La minera a gran escala es ciertamente la figura ms cuestionada dentro del modelo extractivista que hoy recorre Amrica
Latina. Pero no es la falta de cultura productiva lo que lleva al
cuestionamiento o a la demonizacin de esta actividad como
modelo de desarrollo. Esta es cuestionada porque resume un
conjunto de elementos directamente negativos para la vida de
78 Vase Mito 2.

Amrica tiene un destino mineral...

151

tanto motor de desarrollo en la provincia de Catamarca, caso


testigo, parece impulsar la oportunidad de una discusin.
Como afirma Horacio Machado en una carta enviada a diversos medios de esa provincia, y que no fuera publicada (2011),
Tras casi quince aos de explotacin del mayor yacimiento del
pas y el tercero de Amrica Latina, nuestra provincia ha asistido al rotundo fracaso del modelo de desarrollo minero.
Oficialistas y opositores, y quienes de buena fe, por ingenuidad o por conveniencia, creyeron en la minera transnacional
como tabla de salvacin de la provincia admiten que las expectativas de ayer son, hoy, una amarga frustracin. La resistencia
social a las grandes explotaciones mineras ha crecido y es hoy
un dato clave de la realidad poltica local. La empresa periodstica El Ancasti, habitual vocera de oficio de los intereses mineros en la provincia, adverta a mediados del ao pasado que
[] la resistencia a la minera, palpable en todo el territorio provincial, es ms intensa en los departamentos del Oeste, donde
estn los yacimientos de mayor envergadura. Segn una encuesta realizada recientemente por una prestigiosa consultora nacional, en Andalgal, 7 de cada 10 ciudadanos est en contra de
las explotaciones mineras. Mientras que en Santa Mara, la oposicin ronda el 60%. En tal contexto, el desarrollo minero resulta una quimera (Zitelli, 2010).

Sin embargo, desde la brutal represin al pueblo andalgalense,79


a las elecciones de marzo de este ao, poco haba cambiado.
Sustancialmente, nada. Y el rechazo popular se hizo evidente
en las urnas. En Andalgal y en Tinogasta, se impusieron claramente candidatos que hicieron campaa con el rechazo a Agua
Rica y a la minera de uranio respectivamente. En los municipios de Beln y Santa Mara, los oficialismos promineros sufrieron sendas derrotas; los candidatos electos, de mnima, se
cuidaron de tomar una postura a favor de las mega-explotaciones transnacionales.
La necesidad de un cambio en la gestin poltica de la cuestin minera es incuestionable. Sin embargo, se abre un campo
de debate y de disputas sobre a qu nivel y con qu intensidad
producir los cambios. Los aliados locales del poder minero, alien79 La represin de Andalgal tuvo lugar el 15 de febrero de 2010.

Amrica tiene un destino mineral...

153

cial que vive la humanidad, esto es, a la gravedad de la crisis


ecolgica global (crisis energtica + crisis alimentaria + crisis climtica), lo cual reclama la necesidad de implementar alternativas superadoras, tanto en lo que se refiere a los modelos de
produccin vigentes como a los patrones de consumo masivo.
El segundo acuerdo se refiere a la gran paradoja latinoamericana, que marca la coexistencia de gobiernos progresistas, con
una cierta vocacin por la transformacin social, con modelos
extractivistas, basados en la apropiacin y destruccin de los bienes naturales. As, ms all de las retricas industrialistas y emancipatorias en boga, nuestros gobiernos tienden a aceptar como
destino el nuevo consenso internacional, en nombre de las
ventajas comparativas o de la pura subordinacin al orden geopoltico mundial, el cual, histricamente, ha reservado a Amrica
Latina el rol de exportador de Naturaleza, sin considerar sus
impactos desestructurantes sobre la poblacin ni los efectos
socioambientales. En este sentido, las luchas llevadas a cabo por
organizaciones campesino-indgenas y diferentes movimientos
socioambientales en toda Amrica Latina, nos recuerdan que el
extractivismo resultante no es un destino; es una opcin poltica y civilizatoria, asumida por los diferentes gobiernos, que va
reconfigurando negativamente nuestros territorios y economas
y genera una nueva dependencia: cada vez exportamos ms
materias primas, lo cual aparece reflejado en la concentracin
econmica, en la especializacin productiva, as como en la consolidacin de enclaves de exportacin, rasgos que histricamente fueron criticados tanto por el desarrollismo como por el
marxismo.
De este modo, apostar sin ms a la expansin de las fuerzas productivas, por ms que se quiera citar ciegamente a K.
Marx o a J. D. Pern, implica un gran retroceso e ignorancia; significa volver a una concepcin lineal del desarrollo, ampliamente cuestionada en vista de los costos sociales, sanitarios y
ambientales que el planeta est afrontando. En fin, muestra a
las claras que, ms all del discurso y aunque hablen de cuidado ambiental, los gobiernos progresistas y las grandes empresas
(y sus representantes y voceros) conservan una concepcin productivista, que identifica el desarrollo con el mero crecimiento
econmico, sin contemplar los indicadores sociales y ambientales,
Amrica tiene un destino mineral...

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Bibliografa

169

Anexos

1- Entre las consultas pblicas


y las leyes del NO

Cuadro N 1: Provincias Argentinas que dictaron leyes que prohben


o restringen algn aspecto de la actividad minera metalfera.
Provincia

Chubut
Ro Negro
La Rioja
Tucumn
Mendoza
La Pampa
Crdoba
San Luis

Ley

5001
3981
8137

7879
7722
2349
9526
IX-634

Fecha

4/03
7/05
3/07
Anulada 7/08
3/07
6/07
8/07
09/08
10/08

Fuente: Svampa, Sola lvarez, Bottaro, 2009.

Cronologa de leyes y consultas:

2002 Tambo Grande, Per: Primer plebiscito sobre este


tema en Amrica Latina, que arroja un resultado de 98,65% en
contra del proyecto minero. El 70% de la poblacin censada se
acerca a las urnas.
Anexos

171

explotacin minera a cielo abierto con tcnicas correspondientes al proceso de lixiviacin con cianuro, mercurio y/o cualquier
otra sustancia contaminante. Junto con esta ley, se promulgan
dos leyes ms. La Ley n 8.138, que dictaba el llamado a consulta popular (con carcter vinculante), deca en su art. 1:
Encomindese a la Funcin Ejecutiva convocar, en forma obligatoria, a una Consulta Popular para el da 29 de julio de 2007,
a los afectos de que el pueblo de los departamentos Chilecito y
Famatina se expidan afirmativa o negativamente por la explotacin minera a cielo abierto, utilizando sistemas de lixiviacin
con cianuro y/u otra sustancia que provoque contaminacin en
el territorio de dichos departamentos. Asimismo, la tercera, La
Ley, n 8.139, prevea la conformacin de una comisin para la
investigacin del traspaso de los derechos de explotacin de la
empresa pblica provincial a manos privadas y, particularmente, el acuerdo firmado con la empresa Barrick Gold.
Sin embargo, una vez consolidado por la va electoral, el flamante gobernador deroga la ley que prohiba la minera, as como
aquella otra que dispona el llamado obligatorio a una consulta
popular por el tema, un reclamo ineludible de la comunidad movilizada. El escandaloso hecho, ocurrido en julio de 2008, tiene
dos corolarios: el primero es el nombramiento del presidente de
la Cmara de Minera como nuevo Secretario de Minera de la
provincia; y el segundo, consiste en la prohibicin de charlas
informativas sobre la minera en las escuelas de la provincia, a
fin de neutralizar las acciones de la asamblea ambientalista, que
cuenta con varios docentes como activistas. La persecucin de
los ambientalistas est atravesada por diferentes episodios de
represin y judicializacin de la protesta. En agosto de 2011, el
gobierno de La Rioja firm un convenio con la empresa canadiense Osisko Mining Corporation, concretando la entrega para la
exploracin y explotacin del cerro Famatina.
La Pampa: En agosto de 2007, se sanciona la Ley n 2.349
que dice en su artculo 1: Prohbese en el territorio de la provincia de La Pampa la utilizacin de cianuro, mercurio, cido sulfrico y toda sustancia qumica contaminante en el proceso de
cateo, prospeccin, extraccin, explotacin, tratamiento y/o
industrializacin de minerales metalferos. Art. 2: Prohbese
Anexos

173

pas, constituidas por cateo, prospeccin, exploracin, explotacin, desarrollo, preparacin, extraccin y almacenamiento de
sustancias minerales y la actividad minera, en todas sus etapas, de minerales nucleares tales como el uranio y el torio.
En el mes de mayo de 2010, la Cmara Empresaria Minera
de la Provincia de Crdoba (CEMINCOR) y la Asociacin de
Profesionales de la Comisin Nacional de Energa Atmica y la
Actividad Nuclear (APCNEAN) entablan una accin declarativa de
inconstitucionalidad de la norma ante el Tribunal Superior de
Justicia (TSJ) de Crdoba. El Tribunal acepta su tratamiento formal y an est pendiente de sentencia.
San Luis: Se aprueba la Ley IX 6342008 en agosto de 2008,
cuyo artculo 1 dice: [] prohbase en el territorio de la
Provincia de San Luis, el uso de sustancias qumicas como cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de sodio, mercurio, cido sulfrico, cido clorhdrico, cido fluorhdrico, cido
ntrico, amonio, carbonato y otras sustancias txicas similares en
los procesos mineros metalferos de prospeccin, cateo, exploracin, explotacin, beneficio y/o industrializacin de minerales
metalferos obtenidos a travs de cualquier mtodo extractivo.
Las consultas que no fueron

San Juan: En Calingasta, en 2005, la poblacin demanda realizar una consulta popular que, al igual que en Esquel, permita a
los habitantes expresar su opinin acerca de los diferentes proyectos mineros que los involucran. En tres oportunidades, habitantes y autoridades locales intentan llamar a un plebiscito, pero
estos son suspendidos por el Tribunal Electoral de la provincia, alegando que el medio ambiente no es de competencia municipal.

Catamarca: En 2007, los vecinos de Tinogasta, con el apoyo


del intendente, la comunidad educativa y empresarios agrcolas
y vitivincolas de la regin, proponen realizar una consulta popular para que la poblacin se exprese sobre la explotacin de uranio. Sin embargo, dicha consulta no puede realizarse debido a su
prohibicin por la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de
Catamarca, que declara inconstitucional el plebiscito alegando
Anexos

175

avance, operado por Yamana Gold, empresa transnacional de origen canadiense, y localizado a apenas 25 km de la ciudad. La
accin directa de corte selectivo del camino comunal a maquinarias, camionetas y camiones con insumos es una de las medidas emprendidas no slo para resistir la posibilidad de ser
desplazados en un futuro prximo, e impedir la puesta en marcha de la nueva explotacin, sino para manifestar el rechazo
hacia una actividad con la cual la ciudad convive desde hace ms
de 13 aos.
Andalgal constituye un caso testigo, dado que sta se
encuentra a slo 70 km de Bajo de la Alumbrera, la primera
explotacin minera de estas caractersticas en la Argentina y una
de las mayores de Amrica Latina. Minera Alumbrera haba iniciado la extraccin de oro y cobre a cielo abierto en 1997, entre
grandes promesas de empleo y desarrollo, todas ellas incumplidas, y arrastra desde entonces un historial de violacin de derechos humanos, que incluye denuncias de enterramientos
clandestinos de derrames producidos a lo largo del mineraloducto de 317 km, denuncias por deforestacin y destruccin de patrimonio arqueolgico con motivo del tendido de un electroducto,
y mltiples denuncias por contaminacin, una de las cuales lleva en 2007 al procesamiento por la justicia federal por el delito de contaminacin grave.
Un nuevo captulo en el conflicto minero se abre as en la
Argentina, nada menos que en la provincia pionera. El 15 de
febrero de 2010, fuerzas policiales locales, grupos de elite provinciales y efectivos de infantera, con perros y equipos especiales para reprimir, intentan disolver el corte. Docenas de
asamblestas son detenidos y heridos. Detrs de la polica aparecen mquinas para la explotacin minera. Frente a la represin, la respuesta de los pobladores no se hace esperar, y en
medio de los desrdenes generados por la fuerza de seguridad,
los vecinos indignados atacan los locales de la minera y sus proveedores, y son incendiadas oficinas de la municipalidad.
proyecto Agua Rica sean mucho mayores que los de Alumbrera. Su puesta
en marcha conllevara un importante aumento en el riesgo e impacto ambiental tanto local como regional, involucrando la cuenca del ro Sal-Dulce y
territorios de las provincias de Tucumn, Santiago del Estero y Crdoba.
Anexos

177

ta la fiscala de Estado de la provincia de Neuqun y la empresa estatal Cormine contra la medida cautelar que suspende el
procedimiento minero en Campana Mahuida, en septiembre de
2009.
Cobra mayor entidad jurdica la decisin del mximo tribunal provincial que reconoci la plena vigencia y aplicabilidad del
Convenio 169 de la OIT y en virtud del cual ninguna actividad
minera podr ser realizada en territorio de la Comunidad
Mapuche Mellao Morales hasta tanto se resuelva definitivamente la nulidad del contrato celebrado entre Cormine y la empresa china Emprendimientos Mineros, seala la apoderada de la
Comunidad Mapuche Mellao Morales, Elena Picasso, quien pertenece al Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa).

Jujuy: La minera a cielo abierto, con grandes consumos


de agua y uso de sustancias txicas, tambin tuvo un freno en
el norte del pas. Un caso testigo de la accin minera en esta
provincia fue lo sucedido en Abra Pampa, una localidad de 13
mil habitantes en el norte de la provincia de Jujuy. All funcion durante tres dcadas la fundidora de plomo Metal Huasi,
que cerr en la dcada del 80. Al retirarse, dej en pleno casco urbano 15 mil toneladas de residuos, un cerro de plomo,
como lo llaman en el lugar (Aranda, 2010). As, aunque Jujuy
sea considerada la capital nacional de la minera, en rigor,
debiera llamarse la capital nacional de los pasivos ambientales. Ciertamente, Abra Pampa es un caso testigo en lo que se
refiere a pasivos mineros: un estudio de la Universidad Nacional
de Jujuy revel en 2007 que el 81% de los nios tiene altos niveles de plomo en la sangre como consecuencia de la actividad
metalfera y los pasivos ambientales presentes desde hace
dcadas.
Este municipio jujeo prohbe la actividad extractiva,
impulsado por el Consejo Departamental de Comunidades
Kollas, que nuclea a 40 comunidades indgenas. El Concejo
Deliberante aprueba una ordenanza en noviembre de 2010, pero
el intendente Ariel Machaca veta la norma. En enero de 2011,
luego de la movilizacin de pueblos originarios y organizaciones ambientales, el intendente da marcha atrs y pone en vigencia la ordenanza.
Anexos

179

Alemania (2002)
En Estados Unidos: estado de Montana (lixiviacin con cianuro prohibida por plebiscito en 1998, rechazo ratificado
en 2004) y condados de Gunnison (2001), Costilla (2002)
y Summit (2004) del estado de Colorado.
Costa Rica (2010): Primer pas americano que prohbe la
minera a cielo abierto con utilizacin de sustancias qumicas.
Panam (2011): Derogacin de la ley de minera.

Anexos

181

dad. Por todo esto, no resulta extraa la ausencia de Licencia


Social del proyecto: en octubre pasado se realiz la audiencia
pblica en Uspallata donde el 75% le dijo NO a Minera San Jorge,
en el expediente administrativo hay ms de 14.000 firmas en
rechazo al mismo, en febrero unos 2.500 mendocinos marcharon por las calles y ms de 7.000 en marzo para expresar su absoluto rechazo a San Jorge.
En suma, la ausencia de Licencia Social, la evidente violacin de la Ley 7.722, la bajsima calidad cientfica del Informe
de Impacto Ambiental presentado por la empresa, el relevante
impacto ambiental y el conflicto social que este emprendimiento ha generado en la comunidad de Uspallata son motivos ms
que suficientes para oponerse categricamente al proyecto.
Minera San Jorge es el preludio de la llegada de este tipo de
emprendimientos a la provincia que cambiara para siempre la
histrica relacin de Mendoza con el bien comn agua y el
ambiente en general. Por ello, es que se recordar por siempre
a los legisladores que aprueben este proyecto. Los exhortamos
a evitar las presiones corporativas y rechazar el proyecto para
de esta manera honrar la voluntad popular.
Frente a ello, llamamos a intelectuales, cientficos y comunidad en general a expresar pblicamente su APOYO A LA
DEFENSA DEL AGUA Y A RECHAZAR EL PROYECTO SAN JORGE EN
USPALLATA, MENDOZA.
Adhesiones a: <[email protected]>:

Adolfo Prez Esquivel, Premio Nobel de la Paz Maristella


Svampa (CONICET-UNLP) Miguel Teubal (CONICET-UBA) Enrique
Viale (Asociacin de Abogados Ambientalistas) Norma Giarracca
(IIGG-UBA) Daniel Cceres (CONICET-UNCrdoba) Carlos Figari
(CONICET-UBA-UNCa) Dora Barrancos (Investigadora UBA y
Directora del CONICET ) Mirta Antonelli (UNC) Pablo Bergel (INTI)
Claudia Korol (Coordinadora del Equipo de Educacin Popular
Pauelos en Rebelda) Roberto Gargarella (UBA-Di Tella) Rubn
Lo Vuolo (CIEPP) Horacio Tarcus (Cedinci-Unsam) Silvia Cloquell
(FCA-Universidad Nacional de Rosario) Mario Pecheny (UBACONICET) Juana Mara Pasquini (Fac. Farmacia y BioqumicaAnexos

183

3- Notas periodsticas
Pgina 12, 24/04/2010

UN FALLO DE LA CORTE SUPREMA JUJEA PRIORIZA EL DERECHO


AMBIENTAL POR SOBRE LAS DISPOSICIONES DEL CDIGO MINERO
Nace un megaproblema para la megaminera

El mximo tribunal de Jujuy orden a los jueces inferiores


otorgar un amparo pedido por vecinos de Tilcara contra un proyecto minero por el peligro de la contaminacin.
Por Daro Aranda

El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Jujuy, mximo rgano judicial de la provincia, emiti un fallo que sienta precedente en los cuestionamientos sobre la minera a gran escala. Hace
hincapi en el principio precautorio ante la posibilidad de perjuicio ambiental irremediable es necesario tomar medidas protectoras e invierte la carga de la prueba: las poblaciones
cercanas a los yacimientos no debern probar los perjuicios sino
que el gobierno y las empresas tienen que aportar pruebas ciertas de que la actividad extractiva no afecta ni afectar el medio
ambiente. La sentencia cambi el paradigma jurdico al introducir el derecho ambiental en la actividad minera, afirm Alicia
Chalabe, abogada patrocinante, y explic que existen muchsimas causas en las provincias por la accin negativa de la megaminera, pero siempre los juzgados interponen el Cdigo Minero
y no dan cabida al derecho ambiental. El Superior Tribunal de
Jujuy, en sus fundamentos, es totalmente innovador y pionero.
La medida responde a una apelacin de vecinos de Tilcara, que
haban presentado un recurso de amparo para frenar el avance
de una empresa minera en la Quebrada de Humahuaca. El
Tribunal Contencioso Administrativo haba rechazado el pedido de
los autoconvocados, pero ahora el mximo tribunal de Jujuy cuestion duramente a los jueces de primera instancia, les orden que
Anexos

185

y precisa que los jueces desatendieron e ignoraron la existencia de presuntos daos ambientales en ocho causas penales, asentadas en los juzgados federales de Jujuy.
Es inadmisible el rechazo (del amparo) ejercido por no
haberse arrimado prueba, segn el criterio del Juzgado
Contencioso Administrativo, cuestiona el mximo tribunal provincial, y reitera la necesidad de invertir la carga de la prueba,
responsabilizando al gobierno provincial y al sector privado: De
acuerdo a la doctrina y jurisprudencia [...] en caso de probables,
posibles o bien que puedan presumirse ya provocado un dao
ambiental por contaminacin deber acreditar su inexistencia no
slo quien est en mejores condiciones de hacerlo sino quien precisamente sostiene tan ciegamente que tal contaminacin no
existe. Y carga contra el gobierno por no haber aportado, en
su defensa, un estudio tcnico que asegure que no existe ni existir contaminacin por la actividad minera. Desde el gobierno
jujeo no respondieron las consultas sobre el fallo.
El Tribunal Superior seala que los daos ambientales obligan al sistema judicial a dejar moldes ortopdicos [...] y elaborar nuevas respuestas legales para brindar una adecuada
respuesta desde la perspectiva jurdica. Explica que, siempre
en daos ambientales, no se trabaja solo con la certeza sino
que se apunta a la probabilidad.
La sentencia del Superior Tribunal de Justicia es del 23 de
febrero pasado, pero recin fue dada a conocer ahora. El dictamen se bas en los argumentos expuestos por el juez del tribunal a cargo del expediente, Hctor Tizn, quien fundament con
aspectos jurdicos ambientales y remarc la importancia de seguir
el principio precautorio, artculo 4 de la Ley General del
Ambiente (25.675). El juez avanz un paso ms al utilizar el concepto de daos generacionales, enmarcado en el derecho
ambiental moderno, que consiste en aquellos que por su magnitud repercuten no slo en la generacin actual sino que sus
efectos van a impactar en las generaciones futuras.
El Tribunal Superior agrega suficiente argumentacin legal
como para ser usada en otras medidas judiciales del pas, aporta
un marco legal importante y marcar precedente en cuestiones
ambientales, explic Movida Nimuendaju, otra de las organizaciones sociales de Jujuy que lucha contra la megaminera.
Anexos

187

4- Cronologa de los delitos


ambientales de La Alumbrera
1.- Perfil corporativo:

Minera Alumbrera es una UTE (Unin Transitoria de Empresas)


entre Minera Alumbrera Ltd. y Yacimientos Mineros Aguas de
Dionisio (YMAD), sociedad interestadual perteneciente al Gobierno
de la Provincia de Catamarca, la Universidad Nacional de Tucumn
y al Gobierno Nacional, titular originario de los derechos de exploracin y explotacin del yacimiento Bajo de la Alumbrera. Minera
Alumbrera Ltd. es un grupo de empresas mineras que tienen a cargo la operacin integral de la explotacin de Bajo de la Alumbrera.
Su composicin accionaria est integrada en un 50% por la transnacional suiza Xstrata plc., un 37,5% por Goldcorp, y en un 12,5%
por Yamana Gold, ambas canadienses.
2.- Caractersticas de la explotacin:

a) Infraestructura: la explotacin comprende cinco grandes


instalaciones que se extiende a lo largo de cuatro provincias.

 rea de Mina: localizada en el departamento Beln (Pcia.


De Catamarca), comprende un rea global de 5.800 hectreas, en las que se hallan emplazados dos grandes campamentos mineros, un aeropuerto propio, el open pit, la
planta de molienda y concentrado y el dique de colas.
 Lnea de tendido elctrico de 220 Kv y de 202 km de extensin, desde la subestacin El Bracho (Pcia. De Tucumn)
hasta la mina.
 Mineraloducto de 316 kilmetros (con tres plantas de bombeo a lo largo de su recorrido, un dimetro de175 mm, y
una capacidad de transporte de ms de 100 toneladas por
hora) desde la planta de procesamiento a la de filtros en
Cruz del Norte (Tucumn).
Anexos

189

Tabla de Consumos de principales insumos y produccin de desechos.


Valores Anuales *
Electricidad
Diesel
Aceite lubricante
Gas licuado
Explosivos
Cal
Residuos totales

835.854.720 KW/h
61.183.000 litros
2.0420.000 litros
763.000 litros
24.608 toneladas
44.994 toneladas
5.590,5 toneladas

* Corresponden al ao 2008. Fuente: Informe de Sostenibilidad de Minera


Alumbrera Ltd.

3.- Principales hitos:

1936: Abel Peirano descubre los yacimientos vinculados al


centro volcnico de Aguas de Dionisio.

1958: Creacin de YMAD (Ley n 14.771) como empresa


estatal destinada a la exploracin, explotacin e industrializacin de los yacimientos mineros del complejo de Aguas de
Dionisio.

1978: Por impulso del entonces ministro de economa de


la dictadura, Jos A. Martinez de Hoz, se modifica la Ley n
14.771, eliminando su art. 5 que impeda a YMAD ceder sus derechos y/o asociarse con capitales privados, ni nacionales ni extranjeros, para la explotacin de los yacimientos bajo su dominio.

1993: Sancin del nuevo marco normativo para la actividad minera metalfera a gran escala en el pas (Ley n 24.196 y
conexas).
1993: La provincia de Catamarca adhiere a la Ley Nacional
de Inversiones Mineras, a travs de la Ley Provincial n 4.759.
1994 (27 de abril): Se firma el contrato de constitucin de
la UTE entre YMAD y Minera Alumbrera Ltd., entonces bajo el
Anexos

191

de Alumbrera tiene filtraciones contaminantes que afectan la


cuenca del ro Vis Vis, a travs de su tesis de maestra aprobada en la Escuela de Minas de Nancy (Francia). El Ing. Nievas es
apartado de su cargo en la Provincia.

2004 (julio): La familia Casas Flores, pobladores de la cuenca alta del ro Vis Vis, inician una denuncia civil contra Minera
Alumbrera por daos de contaminacin y destruccin de sembrados y ganado, a raz de lo cual se vieron forzados a abandonar
sus posesiones y radicarse en otra localidad. La causa sigue abierta al da de la fecha.

2004 (19 de septiembre): Se produce el primer derrame


reconocido pblicamente por Minera Alumbrera, en la estacin
de bombeo II, ubicada en la localidad de Villa Vil (Beln), diseminndose material concentrado sobre el cauce del ro e inmediaciones. La localidad qued con el servicio de agua potable
cortado por 72 hs.

2005 (enero): Con el objetivo de evitar una demanda judicial por parte del Gobierno de Tucumn, Minera Alumbrera
Limited accedi a realizar obras de infraestructura por 22 millones de pesos, como forma de compensacin por el dao ambiental ocasionado por su mineraloducto, electroducto y planta de
secado. La Federacin de Organizaciones Ambientalistas de
Tucumn y la comunidad de Taf del Valle, entre ellos, comunidades de pueblos originarios diaguita-calchaques, rechazaron el
acuerdo y lo calificaron de perverso, exigiendo una real reparacin de los daos ambientales ocasionados.

2005 (octubre): El Defensor del Pueblo de la Provincia de


Santiago del Estero se presenta como querellante en una denuncia por contaminacin del dique frontal de Termas de Ro Hondo
en una causa abierta ante el Juzgado Federal de esa provincia.

2006: Se producen nuevos derrames de concentrado mineralizado por rotura del mineraloducto, en el mes de junio, en las
cercanas de la localidad de Villa Vil y, en diciembre, en
Ampujaco. La frecuencia de estos episodios provoc la inquietud
Anexos

193

2009: En diciembre, se realiza la sesin extraordinaria del


Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumn solicitada por comunidades originarias diaguita-calchaques, la
Asociacin Civil Pro-Eco y un conjunto de organizaciones aglutinadas en la Asamblea Socioambiental del NOA, inicialmente solicitada en 2007, para demandar la denuncia del contrato de UTE,
que vincula a la UNT con Minera Alumbrera por su complicidad
con los casos de violaciones a los derechos humanos, destruccin ambiental y contaminacin de la regin.

Entre los aos 2009 y 2010, se generaliza un debate en el


seno de las universidades pblicas por los fondos que Minera
Alumbrera empieza a liquidar como parte de los dividendos en
el ao 2008, casualmente luego de haberse dictado el procesamiento de su vicepresidente, Julin Rooney. Inicialmente rechazado por la Seccional Esquel de la Universidad Nacional de la
Patagonia, el debate y los rechazos se extendern por diferentes unidades acadmicas y universidades nacionales del pas, siendo los casos ms resonantes los de la Universidad Nacional de
Crdoba, de Ro Cuarto y de Lujn.

Anexos

195

el cateo, exploracin y explotacin de los minerales de cualquier


categora existentes en la zona minera de Agua de Dionisio, cuya
ubicacin y superficie se determinan en esta misma ley; y la
comercializacin e industrializacin de sus productos y la realizacin de cualquiera otra actividad o explotacin vinculada a su
objetivo principal. (Art. 1 de la Ley).
Al mencionar expresamente cada una de las etapas del proceso minero, se est indicando la voluntad expresa de la ley de
que sea YMAD la que controle todo lo referido a la explotacin
de los yacimientos. En los considerandos de los diputados de la
provincia durante las sesiones de su aprobacin, se pone nfasis en que no se d lugar a ninguna empresa privada, mucho
menos extranjera, a intervenir o tomar injerencia en la explotacin de tales yacimientos.
Por lo dems, esto se pone muy claramente en el posteriormente problemtico artculo 5 de la Ley que dice: YMAD no
podr transferir por ningn concepto los derechos que por la presente Ley se le otorga ni los que se deriven de la concesin minera a que se refiere el artculo 4, total ni parcialmente, a personas
o empresas privadas, nacionales o extranjeras, ni empresas mixtas, nacionales o provinciales.
Los trminos de la ley son muy claros. La idea era cerrar
las puertas al imperialismo, impidiendo que las empresas
extranjeras participaran de algn modo en la explotacin de los
yacimientos. Los alegatos de la sesin estn llenos de referencias a la preservacin de la soberana nacional para impedir
que las empresas extranjeras se queden con el beneficio de las
explotaciones.
Centro de las pujas polticas sobre la cuestin minera, el artculo 5 de la Ley 14.771. Este sera objeto de sucesivas reformas, ya derogatorias por gobiernos liberales, ya restauradoras
por gobiernos nacionalistas.
La primera modificacin se hace bajo la presidencia de
Ongana: por pedido de Krieger Vasena. En su solicitud, Krieger
Vasena afirma: el art. 5 de la ley de creacin de YMAD claramente impide la intervencin de personas o capitales ajenos a
YMAD en la explotacin de sus yacimientos, lo que hace imprescindible su modificacin para obviar la prohibicin referida que
no condice con los objetivos fijados en el anexo III del Acta de
Anexos

197

forma la Unin transitoria de Empresas entre YMAD y Minera


Alumbrera Ltd. Y la que permite actualmente su explotacin por
parte del holding de empresas transnacionales lideradas hoy por
Xstratta Cooper.
Entonces, se modific sucesivamente el centro neurlgico de
la Ley, objeto de disputa entre las posturas del desarrollismo
nacional y las posiciones liberales proclives al capital extranjero, pero permaneci el famoso artculo 18, que era el que
estableca las formas de distribucin de los beneficios de una
explotacin que nunca se pens a esta escala ni se pens que
podra ser capitalizada por capitales extranjeros.
En el marco de las actuales condiciones de operacin de las
empresas mineras, donde el estado no tiene un rol de fiscalizacin real de sus transacciones, y estas se toman a partir de una
simple declaracin jurada de la firma que controla la explotacin; decir que se verifica una distribucin de las ganancias,
a travs de lo previsto en el art. 18 de la Ley 14.771, es cuanto menos una ingenuidad. Esas utilidades se empezaron a
repartir recin en el 2008, a DIEZ aos de inicio de la fase de
explotacin! Cuando con todos los beneficios fiscales y comerciales que las leyes de los 90 concedieron a las mineras, estas
se aseguraron tasas de retorno inditas entre los pases mineros, segn lo verifica el Instituto Fraser y el College of Mines de
Colorado (USA) que sita a nuestro pas entre los tres primeros
en tasas de retorno para proyectos de cobre.
Las universidades no pueden sin ms aceptar la plata de la
repartija, desentendindose del espritu originario de la Ley,
de las modificaciones sucesivas y de los sustanciales cambios en
las condiciones y circunstancias en las que actualmente se llevan
a cabo las explotaciones mineras a gran escala. Mientras que originariamente el reparto de los beneficios de esos yacimientos (que
se pens dirigido y controlado por el Estado) a las universidades
tena el sentido de que stas eran la sede del desarrollo cientfico y tecnolgico, ligado a un proyecto de desarrollo nacional,
celosamente cuidado de los intereses extranjeros; actualmente ese reparto se da en un contexto de lisa y llana disolucin de
una idea tal, en el marco de una inusitada extranjerizacin y primarizacin de la estructura productiva del pas y del creciente control que ejercen los grandes capitales transnacionales sobre los
Anexos

199

6- Las principales razones por las


que la Universidad Nacional de Crdoba
ha rechazado fondos provenientes de
la megaminera. Diciembre de 2009
La megaminera dominantemente transnacional en nuestro
pas est mostrando todo su poder para condicionar la democracia nacional y de las provincias. En el caso de Crdoba, hoy se
verifica un escenario de presiones del sector empresarial minero y de gelogos de la CNEA ante el Tribunal Superior de
Justicia, con el afn de declarar la inconstitucionalidad de la Ley
Provincial 9.526 que, aprobada en setiembre de 2008, establece la prohibicin de la actividad minera metalfera en la modalidad a cielo abierto, en todas sus etapas, en todo el territorio
provincial. Asimismo, se constata la presencia de la empresa
Barrick Gold a travs de cartillas de prevencin vial en Villa
Carlos Paz (prxima a la zona donde pretenden explotar uranio);
y la circulacin de una supuesta declaracin sin firmas que aviesamente se autotitula Declaracin de las Universidades
Nacionales en defensa de la actividad minera, por distintos
medios promineros, estatales y empresariales.
Por la trascendencia del tema, a continuacin presentamos
las principales razones que motivaron por parte del Honorable
Consejo Superior de la Universidad Nacional de Crdoba
(Resolucin 1308, 15 de diciembre 2009), el rechazo de los fondos provenientes de la mega-minera, razones silenciadas por la
casi totalidad de los medios de comunicacin.
Al inicio de ese texto resultado de un extenssimo debate, en lo relativo a Visto, se recuerda []:
Que la Comisin de Vigilancia y Reglamento del HCS recibi a
representantes de las asambleas, de las comunidades afectadas
y a acadmicos e investigadores que tambin acercaron bibliografa especfica y fundaron sus apreciaciones en estudios publicados respecto de los impactos negativos ambientales, sociales
y econmicos de los emprendimientos mineros en cuestin;
Anexos

201

ta la Ley 25.675 (27/11/02), en la que se define en su artculo 27 el dao ambiental;


Que el Estado Nacional al haber asumido el compromiso, como
integrante de la comunidad internacional, de trabajar en pro de
la proteccin del medio ambiente sano en cuanto indispensable
para el desarrollo integral del ser humano y al haber reconocido en numerosos instrumentos internacionales y regionales []
Que la problemtica socioambiental, no slo involucra dimensiones econmicas y tcnicas, sino que implica fundamentalmente aspectos vinculados a los derechos humanos y el bienestar
de las comunidades. En tal sentido el Protocolo Adicional a la
Convencin Americana sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Econmicos, Sociales, Culturales -Protocolo de San
Salvador-, instrumento que suscribi nuestro pas dndole en ese
acto jerarqua constitucional, genera la responsabilidad ineludible de nuestro Estado Nacional de promover la proteccin, preservacin y mejoramiento del medio ambiente, para garantizar
a toda persona su derecho a vivir en un medio ambiente sano
(Art. 11, Protocolo de San Salvador);
Que la actividad de la minera metlica no tiene un alto impacto econmico en relacin a la generacin de riqueza ni es alta
su contribucin al PIB;
Que la actividad minera se ha visto beneficiada, a lo largo de
la dcada del noventa, por legislaciones (Ley 24.498; Ley
24.402; Ley 25.261; Ley 24.196) que permiten la libre transferencia de sus utilidades al exterior, la estabilidad fiscal por 30
aos, la deduccin en un 100% del pago del Impuesto a las
Ganancias por inversiones en prospeccin, exploracin, estudios
de suelos, ensayos y otras actividades, la exencin del pago del
Impuesto a las Ganancias respecto de los derechos mineros y
aportes de minas como capital social, el financiamiento y devolucin del IVA para bienes de capital e inversiones en obras de
infraestructura fsica, la exencin al pago de la Ley de Sellos,
la exencin del pago de derechos por importacin u otros tributos, por la introduccin de bienes de capital, equipos, repuestos y accesorios, la exencin al pago del Impuesto sobre los
activos, los cheques, y los combustibles lquidos. Ello hace que
el negocio de la minera reporte un escenario ms que favorable para la inversin transnacional, tanto es as que la Secretara
de Minera de la Nacin estima que el crecimiento acumulado
de proyectos para el perodo 2003-2006 se sita por encima del
800%. Todas estas inversiones dirigidas hacia la extraccin de oro
Anexos

203

sitivos de la dcada del 90 y que la legislacin minera no ha tenido cambios en la actualidad, con el agravante del veto a leyes protectoras de la integridad del ambiente como la ley de glaciares,
lo que resulta regresivo respecto de la proteccin del ambiente;
Que las causas y las fuentes de los problemas socioambientales
se debieran atender en forma prioritaria e integrada, tratando de
prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se puedan
producir (derecho preventivo) y que la ausencia de informacin
o certeza cientfica no debe ser motivo para la inaccin frente a
un peligro de dao grave o irreversible en el ambiente, en la salud
o en la seguridad pblica (derecho precautorio); y que el desarrollo econmico y social y el aprovechamiento de los recursos
naturales debieran realizarse a travs de una gestin apropiada
del ambiente, de manera tal que no comprometa las posibilidades de las generaciones presentes y futuras (sustentabilidad);
Que Minera Alumbrera ha desarrollado, desarrolla y financia, con
instituciones educativas de nivel primario, secundario e incluso
universidades, actividades formativas y acadmicas que son utilizadas como instancias de legitimacin de la empresa y de sus
emprendimientos extractivos y que a travs de estrategias de
validacin amparadas en la supuesta neutralidad del saber cientfico como variable asimtrica y vertical, se busca inhibir y/o
controlar los conflictos y anular la legitimidad de derechos ciudadanos, desautorizando, desacreditando, y/o invisibilizando las
resistencias al modelo de desarrollo que propugna;
Que la UNC mantiene un alto compromiso institucional en
defensa del bien pblico y que debe estar al servicio de los derechos de los ciudadanos y nunca sujetos a intereses corporativos,
y por lo tanto nuestro pronunciamiento pblico en este tema,
la decisin que tomamos y las acciones concretas que de esta
resolucin se deriven, no estn en ningn caso condicionadas por
necesidades financieras;
Que es misin de nuestra Universidad consagrada en el artculo
segundo de los Estatutos de la UNC: d) promover la actuacin
del universitario en el seno del pueblo al que pertenece, destacando su sensibilidad para los problemas de su poca y las soluciones de los mismos; y e) proyectar su atencin permanente sobre
los grandes problemas y necesidades de la vida nacional, colaborando desinteresadamente en su esclarecimiento y solucin.82
82 Los destacados en las citas son nuestros. La referencia a la

Resolucin puede hallarse detallada en la bibliografa (UNC, 2009).

Anexos

205

7- Cronologa de la Ley de Proteccin


de Glaciares
Por Matas Meo Guzmn

El veto de la Presidente de la Nacin, Cristina Fernndez de


Kirchner, a la ley de Presupuestos Mnimos para la Proteccin de
los Glaciares y el Ambiente Periglacial (Ley 26.418), elev a la
superficie una serie de acontecimientos que hasta entonces se presentaban ante la sociedad como hechos no concatenados y desconectados entre s, ms prximos a las profundidades oscuras de
lo espurio que a la claridad intrnseca del debate democrtico.
En el presente acpite se pretende abordar esta serie de
actos y decisiones de gobierno que guardan relacin con el veto
presidencial, poniendo en evidencia que el mismo fue la consecuencia previsible y necesaria de un modelo de neto corte extractivista.
A continuacin se exponen los acontecimientos centrales que
configuran la cronologa de la Ley de Glaciares:

1 de octubre de 2007: Es presentado el proyecto de Ley de


Presupuestos Mnimos para la Proteccin de los Glaciares y del
Ambiente Periglacial (Expte. 4777D07) por la ex Diputada de
la Nacin Marta Maffei, quien cont a tal efecto con el asesoramiento del Instituto Argentino de Nivologa, Glaciologa y Ciencias
Ambientales (IANIGLA).
13 de noviembre de 2007: El proyecto es aprobado por unanimidad en la Comisin de Recursos Naturales y Conservacin del
Ambiente Humano de la Cmara de Diputados de la Nacin.

22 de noviembre de 2007: El proyecto de ley es aprobado,


por unanimidad, en la Cmara de Diputados de la Nacin.

29 de agosto de 2008: Es aprobado por la Comisin de


Ambiente y Desarrollo Sustentable del Honorable Senado de la
Nacin.
Anexos

207

De la reunin participaron el Gobernador de San Juan, Jos Luis


Gioja, el Ministro de Planificacin Federal, Inversin Pblica y
Servicios, Julio De Vido, y el Secretario de Minera de la Nacin,
Jorge Mayoral.

28 de abril del ao 2009: Trece das despus de la reunin


de la Presidente de la Nacin con Peter Munk, se renen el
Secretario de Hacienda de la Nacin, Juan Carlos Pezoa, y el
Director de Servicios e Impuestos Internos de Chile, Ricardo
Escobar, y firman un acuerdo que aborda el tratamiento impositivo del proyecto minero binacional Pascua Lama.

7 de agosto de 2009: El Senador Daniel Filmus presenta un


proyecto de ley producto del foro convocado a travs del
Decreto 1837/08 de la Presidente de la Nacin, por el cual se
vet la Ley de Presupuestos Mnimos de Proteccin Ambiental de
los Glaciares y el Ambiente Periglacial.
21 de octubre de 2009: Obtiene media sancin de la
Cmara de Senadores de la Nacin el proyecto de autora del
Senador Filmus. Este proyecto es apoyado por los intereses mineros por reducir notablemente las prohibiciones de la norma (no
incluye el ambiente periglacial).

26 de junio de 2010: La presidente de la Nacin Cristina


Fernndez de Kirchner almuerza con el presidente de Barrick Gold,
Peter Munk, en el marco de la cumbre del G-20 en Toronto
(Canad), conjuntamente con algunos gobernadores de provincias
cordilleranas, entre los que se encontraban Jos Luis Gioja (San
Juan), Juan Manuel Urtubey (Salta), Luis Beder Herrera (La Rioja),
Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Walter Barrionuevo
(Jujuy), y con el Secretario de Minera de la Nacin, Jorge
Mayoral. Participaron tambin directivos del Royal Bank of Canada
(banco que financi parte del proyecto Pascua Lama), el Grupo
Cisneros (que tambin forma parte de la Barrick Gold) y las empresas mineras Panamerican Silver, Oro Cobre y Lithium Americas.
6 de julio de 2010: Gobernadores de ocho provincias emiten una declaracin conjunta en donde promueven sancionar
Anexos

209

ron la iniciativa acordada, mientras que 23 del mismo bloque se


manifestaron en contra de la aprobacin de la Ley con la redaccin aprobada en la Cmara de Diputados el 11 de agosto de 2010.

Noviembre de 2010: El juez Miguel ngel Glvez, titular del


Juzgado Federal n 1 de San Juan, suspende la aplicacin de seis
artculos de la Ley 26.639 de Rgimen de Presupuestos Mnimos
para la Preservacin de los Glaciares y del Ambiente Periglacial.
Lo hizo para toda la provincia de San Juan y tambin especficamente para el mbito de los emprendimientos mineros
Veladero y Pascua Lama de esa provincia, en las causas A.O.M.A
y Otras c/ ESTADO NACIONAL p/ Accin de Inconstitucionalidad,
BARRICK EXPLORACIONES ARGENTINA S.A. y Otro c/ ESTADO
NACIONAL p/ Ordinario y MINERA ARGENTINA GOLD S.A. c/
ESTADO NACIONAL p/ Ordinario.
28 de febrero de 2011: La Presidente de la Nacin, Cristina
Fernndez de Kirchner, sanciona el Decreto 207/11, por el cual
se aprob la Reglamentacin del Rgimen de Presupuestos
Mnimos para la Preservacin de los Glaciares y del Ambiente
Periglacial. No se reglament el artculo 15 de la Ley, relativo
a la obligacin de realizar el inventario de glaciares en las zonas
prioritarias dentro de un plazo de 180 das, y a las auditoras
ambientales a las que deben someterse las actividades prohibidas establecidas en el artculo 6 de la norma.

Anexos

211

Argentina de Empresarios Mineros. Tampoco es verdad que


la ley impida la realizacin del tren trasandino en
Mendoza o del tnel de Agua Negra en San Juan pues, a
diferencia del proyecto del Senado, el de Diputados no
prohbe la construccin de obras de infraestructura en el
ambiente periglacial, sino slo en los glaciares.

3. No menos importante es el hecho de que, as formulada,


la ley de proteccin de los glaciares sancionada por la
Cmara de Diputados apunta a proteger las CUENCAS
HDRICAS, las cuales presentan una unidad ecolgica y funcional, de carcter interprovincial, y por ende no pertenecen a una sola jurisdiccin provincial. Las aguas nacen
en una provincia, cruzan su territorio y continan su curso a travs de uno o ms provincias, regando campos y
ciudades, abasteciendo as a diferentes poblaciones. Al
tratarse de cuencas interprovinciales, compete tambin
al Estado Nacional el ser garante de la unidad de cuenca, dado que cualquier actuacin o determinacin legal
en la gestin de las aguas afecta a todos los territorios
de las distintas provincias por las que stas discurren. El
objetivo es lograr el mejor instrumento para un uso eficiente y sostenible de un recurso escaso y vulnerable,
garantizando la solidaridad entre las diferentes provincias,
en funcin de un concepto de territorio nacional. Esto
quiere decir que las provincias no pueden disponer exclusiva y discrecionalmente de los recursos hdricos interjurisdiccionales, ya que las cuencas hdricas no admiten
potestades provinciales exclusivas y por ende, compete
a toda la nacin y el pueblo argentino.

4. En su artculo 7, la ley aprobada en la Cmara de


Diputados incorpora la Evaluacin Ambiental Estratgica
(que la ley aprobada en el Senado no inclua) en las zonas
protegidas. Este tipo de evaluacin (estratgica) agrega
en su estudio los efectos acumulativos y regionales de los
emprendimientos a realizarse. Es decir, analiza las relaciones de diversos proyectos entre s. Al respecto, debe
entenderse que, desde la perspectiva sistmica ecoAnexos

213

6. El artculo 17 de la media sancin de Diputados introduce el Principio Precautorio. El mismo es, simplemente,
la aplicacin de lo que establece el artculo 4 de la Ley
General del Ambiente (N 25.675), el cual, en caso de
ausencia de informacin (como ocurre en las reas donde el inventario de glaciares no ha sido realizado an),
obliga a actuar preventivamente cuando haya peligro de
dao grave o irreversible. As, resulta claro que, en los
lugares donde no est finiquitado el inventario de
Glaciares y ambiente Periglacial no pueden autorizarse
nuevas actividades extractivas.

7. Los gobernadores que buscan escudarse en el artculo


124 de la Constitucin Nacional, que establece que los
recursos naturales son dominio originario de las provincias, no pueden disponer exclusiva y discrecionalmente
de sus recursos naturales, porque es justamente nuestra
Carta Magna quien ha limitado lo absoluto de este dominio provincial. As, las leyes de presupuestos mnimos de
proteccin ambiental son una facultad del congreso
nacional, facultad que delegaron las provincias a travs
del artculo 41 de la Constitucin. Corresponde a la
Nacin dictar las normas que contengan los presupuestos mnimos de proteccin, y a las provincias, las necesarias para complementarlas. As lo ha sostenido la Corte
Suprema de Justicia de la Nacin cuando afirm que:
corresponde a la Nacin dictar las normas que contengan los presupuestos mnimos de proteccin y a las provincias, las normas necesarias para complementarlas, ya
que complementar supone agregar alguna exigencia o
requisito no contenido en la legislacin complementada
[] (Voto de los doctores Lorenzetti, Fayth y Petracchi
in re Villivar Silvana versus provincia de Chubut y
otros 17/04/2007). Existe, por ende, una clara distribucin de competencias Nacin Provincias que provee
un andamiaje institucional bsico sobre el cual deben
sancionarse e interpretarse las leyes de presupuestos
mnimos.
Anexos

215

Mirta Antonelli (Universidad Nacional de Crdoba)


Pablo Bergel (Instituto Nacional de Tecnologa Industrial-INTI)
Norma Giarracca (Universidad de Buenos Aires)

Marcelo Giraud (Universidad Nacional de Cuyo)


Horacio Machado Aroz (Universidad Nacional de Catamarca)
Maristella Svampa (CONICET-Universidad Nacional de La
Plata)
Miguel Teubal (Universidad de Buenos Aires)
Enrique Viale (Asociacin Argentina de Abogados Ambientalistas)
20 de septiembre de 2010

Anexos

217

(neo)mapas en la Argentina actual. 2 etapa: Modelo minero y proyectos de sociedad (Secyt, UNC). Compiladora de Cartografas de la
Argentina de los 90. Cultura meditica, poltica y sociedad (2004) y
Coeditora de Minera transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales (2009).
Norma Giarracca
Sociloga. Profesora Titular de Sociologa Rural e Investigadora
Principal en el Instituto Gino Germani. Miembro del Centro de Estudios
Sociales-Amrica Latina (Institucin Transnacional con asiento en Brasil).
Coordinadora del Grupo de Estudios Rurales y del Grupo de Estudios de
Movimientos Sociales en Amrica Latina y ex Coordinadora del Grupo
de Desarrollo Rural de CLACSO. Ex Directora de la Maestra en Investigacin
Social de la UBA. Coautora principal de 20 libros sobre las transformaciones agrarias en Amrica Latina, en particular en la Argentina y Mxico,
las protestas y movimientos sociales alrededor de la tierra y otros recursos naturales en estos mismos territorios, y sobre problemas tericoepistemolgicos.
Marcelo Giraud
Profesor y Licenciado en Geografa. Profesor Asociado de la ctedra Geografa de los Espacios Mundiales, Facultad de Filosofa y Letras,
UNCuyo. Representante del Consejo Provincial del Ambiente ante la
Comisin Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM) de la
provincia de Mendoza, entre 2008 y 2010 (evaluacin de los proyectos
Potasio Ro Colorado y San Jorge). Miembro de la Asamblea Popular por
el Agua, AMPAP y Unin de Asambleas Ciudadanas.

220

Horacio Machado Aroz


Licenciado en Ciencia Poltica (UCC), Magter. en Ciencias Sociales
(UNCa), Candidato a Doctor en Ciencias Humanas (UNCa). Docente de
la Universidad Nacional de Catamarca. Becario de investigacin de
CLACSO. Autor de Economa Poltica del Clientelismo. Democracia y
Capitalismo en los mrgenes (2007). Autor de numerosos artculos sobre
megaminera, entre ellos, Minera transnacional, conflictos socioterritoriales y nuevas dinmicas expropiatorias: El caso de Minera
Alumbrera. En: Svampa y Antonelli (editoras), Minera transnacional,
narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Buenos Aires, Biblos,
2009.
 15 mitos y realidades de la minera transnacional

Colaboradores
Daro Aranda
Periodista. Colaborador del diario Pgina12 sobre pueblos originarios, campesinado y modelo extractivo. Autor de Argentina Originaria:
genocidios, saqueos y resistencias (2010).
Javier Rodrguez Pardo
Periodista, activista ambiental. Es coautor del libro La Patagonia
de pie y autor de En la Patagonia NO. Fund el Movimiento Antinuclear
del Chubut (MACH) y Sistemas Ecolgicos Patagnicos (SEPA). Es miembro fundador de la Red Nacional de Accin Ecologista (RENACE) y de la
UAC (Unin de Asambleas Ciudadanas). Su ltimo libro es Vienen por el
oro. Vienen por todo (2009).

222

 15 mitos y realidades de la minera transnacional

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