15 Mitos y Realidades de La Mineria
15 Mitos y Realidades de La Mineria
15 Mitos y Realidades de La Mineria
realidades de la
minera transnacional
en la Argentina
Gua para desmontar
el imaginario prominero
Colectivo Voces de Alerta
Elaborado por
ndice
9
Presentacin
Mito 1
Son fundamentalistas, estn en contra de todo tipo de minera 13
Mito 2
La minera es un motor de desarrollo que impulsa
la economa nacional
21
Mito 3
La minera genera empleo y crecimiento econmico local
29
Mito 4
La minera crea muchos puestos de trabajo indirectos
35
Mito 5
La minera se instala en zonas postergadas, crea un
crculo virtuoso, genera desarrollo y eleva el nivel de vida
de la poblacin
37
Mito 6
Los beneficios de la minera se quedan en los pases donde
se extraen los minerales, y las empresas contribuyen con
el pago de diferentes impuestos en el desarrollo del pas
47
Mito 7
La minera puede ser limpia, no contamina el ambiente,
y se puede hacer sin riesgos ambientales. Hay una solucin
tcnica para cada problema ambiental
69
Mito 8
Los emprendimientos cumplen con exigentes regulaciones
ambientales y la minera es la nica actividad regulada por
una ley ambiental en nuestro pas
83
ndice
Presentacin
Presentacin
grafos, especialistas en ciencias ambientales, abogados, socilogos, analistas del discurso, economistas, periodistas, entre otros,
muchos de los cuales conformamos el colectivo Voces de Alerta.
Dicho espacio, compuesto por cientficos, artistas, intelectuales, profesionales, organizaciones de derechos humanos, de
pueblos originarios, de campesinos y socioambientales, y todos
aquellos/as interesados/as por la interrelacin entre mltiples
saberes y entramados sociales, polticos, culturales, surgi de
un episodio en el mbito cientfico argentino ocurrido en 2009
un investigador dio a conocer hallazgos que tienen graves implicancias en la salud pblica, a partir del cual se desencaden
un debate que puso de relieve el poco espacio que queda para
la autonoma y libertad cientfica. En esa ocasin y frente a la
respuesta de intereses de cmaras empresariales, corporaciones e incomprensibles desligamientos de las autoridades cientficas nacionales, un conjunto de personas de muy diversos
mundos sociales, que hace tiempo trabajamos coordinada, pero
informalmente en diferentes espacios, decidi expresarse pblicamente, asumiendo el nombre de Voces de Alerta.
Desde Voces de Alerta, cuestionamos radicalmente la actual
colonizacin que los grandes poderes econmicos producen en
las universidades, sistemas cientficos y en la educacin pblica en general. Estamos convencidos de que no existe ninguna
posibilidad de avanzar en la democratizacin de la sociedad, si
no se pone coto tanto al modelo extractivo (rgimen social de
acumulacin y distribucin de riqueza), que necesita dominar y
doblegar bajo cualquier medio a las poblaciones que habitan esos
territorios, como a las guardias pretorianas que los custodian.
Por ltimo, deseamos dedicar este texto a quienes creemos
son sus principales destinatarios y los grandes protagonistas de
esta lucha: a todas las asambleas ciudadanas que, en nuestra
extensa y rica geografa, y dentro de una situacin de clara asimetra de fuerzas, abogan por la defensa del agua, la vida y el
futuro de las prximas generaciones.
Desde Buenos Aires, Catamarca, Crdoba,
Mendoza, Tandil
Abril de 2011
Presentacin
11
14
Atendiendo, en primer trmino, a sus caractersticas tecnolgicas, hay que aclarar que la minera a gran escala
generalmente a cielo abierto es bastante diferente de la
minera tradicional predominantemente subterrnea. El elemento central que explica el pasaje de la minera tradicional
a la moderna est dado por la escala de explotacin, y esta
obedece en realidad al progresivo agotamiento a nivel mundial de los metales en vetas de alta ley. Esto significa que, al
disminuir la concentracin del mineral contenido en las rocas, la
explotacin mediante socavones deja de ser rentable. Entonces,
la explotacin minera a cielo abierto, cuya prctica emplea
actualizadas tcnicas de procesamiento por lixiviacin o flotacin, es, precisamente, la tecnologa que permite extraer de
modo rentable los minerales diseminados en la roca portadora.4
Mediante la utilizacin de explosivos (usualmente ANFO:
nitrato de amonio + fueloil) se producen voladuras de montaas
que permiten remover grandes volmenes de roca. De este modo,
se forman escalones que dan lugar al tajo abierto u open pit
mining.5 Esto ocasiona que se movilicen tonelajes de roca cre-
16
4 Cabe aclarar que todava se practica minera subterrnea y que algunos emprendimientos combinan, en etapas, la explotacin subterrnea con
la de cielo abierto. En ciertos aspectos, la minera a cielo abierto es igual
a la subterrnea: ambas usan mucha agua y energa, y procesan el mineral
mediante lixiviacin con qumicos o por flotacin. Aunque no es predominante, en la Argentina tambin hay minera subterrnea reciente, por ejemplo, las minas Martha y San Jos-Huevos Verdes en Santa Cruz. La primera,
a los pocos aos de haber sido inaugurada por la presidenta Cristina
Fernndez de Kirchner, permanece inactiva actualmente debido a un dudoso plan de cierre temporario. Por su parte, la segunda no corri con mejor
suerte. La Subsecretara de Trabajo, a causa de una larga lista de normas
de seguridad incumplidas desde su apertura en 2007, la cerr preventivamente por un tiempo en septiembre de 2010. Dichas irregularidades eran
an ms graves que las no respetadas por la compaa San Esteban Primera
S.A., propietaria de los yacimientos de la mina chilena de San Jos en la
ciudad de Copiap, en la que aconteci el fatdico derrumbe del 5 de agosto de 2010, donde estuvieron atrapados los famosos 33 mineros durante
setenta das.
5 (Ingls): mina a cielo abierto.
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7 Los niveles de mundializacin y de concentracin de la extraccin minera metalfera actual son de los ms altos entre todos los sectores econmicos.
En el caso del oro, las diez empresas ms grandes, hace varios aos, ya concentraban el 60% de la extraccin, refinacin y comercializacin; el 67,3% en
el caso del hierro; el 70,6% en el caso del aluminio; y el 74,6% en el del cobre
(Campodnico y Ortiz, 2002; Snchez Albavera y Lard, 2006). El proceso de
concentracin por fusiones y adquisiciones ha continuado desde entonces.
15 mitos y realidades de la minera transnacional
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receptores de inversiones mineras, aun en trminos estrictamente convencionales del crecimiento econmico.
En trminos de relaciones econmicas, la globalizacin plante una nueva divisin internacional del trabajo que acentu an
ms las asimetras entre los pases centrales y los perifricos. Se
trata de la tendencia de los pases del norte a desplazar fuera
de sus fronteras las primeras fases de la actividad extractiva, privilegiando el cuidado del ambiente local, pero a costa de un
mayor deterioro del ambiente a nivel global, y, particularmente, de los pases del sur, cuyos territorios son utilizados como
fuente de recursos y sumidero de residuos (Naredo, 2006).
En tal sentido, los principales efectos macro de la radicacin de las fases extractivas de la minera transnacional a gran
escala sobre las economas nacionales estn vinculados a la recreacin geopoltica y econmica de asimetras entre pases proveedores de recursos primarios y pases consumidores de bienes
ambiente-intensivos y, correlativamente, la extranjerizacin,
concentracin y reprimarizacin del aparato productivo interno.
Estos impactos redundan en mayor dependencia econmica,
comercial, financiera y tecnolgica respecto a los mercados
internacionales y a las estrategias corporativas de las empresas que controlan el sector a escala global, y provocan mayor
vulnerabilidad de las economas nacionales en relacin con los
flujos cclicos y los vaivenes especulativos de la economa mundial, trasladando al interior dicha inestabilidad.
Veamos punto por punto estos impactos:
22
imanes, esto es, segn la mayor liberalizacin comparativa conducente a la concentracin antes referida; en la actualidad, el
escenario, que hacen visible las 500 empresas mineras canadienses que actan a nivel global-regional, es que el sector sigue prospectando la expansin y concentracin en trminos de los
atractivos de las polticas de los gobiernos.9
b) Impacto sobre el aparato productivo interno. Los impactos que la minera transnacional a gran escala produce en la
estructura productiva de los pases donde radican sus fases
extractivas se pueden sintetizar en la siguiente ecuacin: economas de enclave = extranjerizacin, concentracin y reprimarizacin de la estructura productiva. La expansin de la minera
transnacional, promovida por las reformas de los 90 de la mano
de las privatizaciones y el ingreso masivo de inversiones extranjeras directas, coadyuv a un fenomenal proceso de transformacin de la estructura productiva regional; la extranjerizacin de
la economa acompa un proceso de redireccionamiento en dos
sentidos:
Por un lado, la prioritaria orientacin al mercado interno
es desplazada por un creciente esfuerzo exportador como factor dinamizador de la economa en su conjunto.
Por el otro, se verifica un retroceso relativo del sector
industrial que genera mayor valor agregado, y cuya contrapartida es la creciente reprimarizacin generalizada del aparato productivo regional. Resumiendo una evaluacin ampliamente
indagada, Arceo indica que como resultado de estas transformaciones, al cabo de la dcada, Amrica Latina se encuentra con
[] una estructura productiva extranjerizada y reprimarizada,
donde la apertura econmica ha acarreado la desaparicin de
los segmentos ms complejos del sistema productivo, y las altas
tasas de inters ligadas a las exigencias del pago de la deuda
externa han transformado, en la mayora de los pases, la actividad financiera y la especulacin en las reas de ms alta ren9 Canad sera el principal territorio minero del mundo, 2011. En:
24
<http://www.noalamina.org/mineria-mundo/mineria-norteamerica/canadaseria-el-principal-territorio-minero-del-mundo.ink.reuters.com/few38r>
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comprenda: productos agropecuarios 9,6%, combustibles y productos de la minera 18,6% y manufacturas 68,6%. Para Amrica del
Sur y Central (excepto Mxico), los valores respectivos eran
30,5%, 38,9% y 27,4%, mostrando claramente la insercin primario-exportadora de estas economas en el sistema mundial
(Organizacin Mundial del Comercio, 2010: 26, 27 y 44).
Amrica del Sur y Central representan el 12,4% de la superficie de tierras emergidas, donde vive el 6,9% de la poblacin
mundial. Pero su participacin en las exportaciones mundiales
de menas y minerales es mucho mayor: de 13,8% del total mundial en 1990, lleg al 19,3% en 2009 13 veces ms que sus importaciones de menas y minerales (OMC, 2010: 195 y 197; OMC,
2001), y se prev que siga creciendo, ya que en 2010 atrajo el
27% del presupuesto mundial de exploracin minera por metales no ferrosos (Metals Economic Group CESCO, 2011: 4).
Contrastando con esos valores, en 2009 slo particip con un exiguo 1,5% en las exportaciones mundiales de manufacturas.
En relacin a esta reprimarizacin exportadora del aparato
productivo regional, cabe sealar que las condiciones y modalidades de la privatizacin y extranjerizacin del aparato productivo regional y, en especial, de la explotacin de los recursos
naturales, han incidido negativamente sobre la composicin sectorial y regional del PIB, el perfil de insercin internacional, y
la capacidad de desarrollo endgeno de las economas nacionales, tal como lo indican una amplia diversidad de estudios sobre
el caso.
En trminos generales, no se puede disociar el masivo ingreso de la Inversin Extranjera Directa (IED) de la transnacionalizacin de las economas latinoamericanas del concomitante
proceso de reprimarizacin exportadora del aparato productivo
regional; mecanismo y efecto de un mismo proceso, ambos estn
vinculados al diseo macroeconmico de generacin de divisas
para el pago de la deuda externa.
Desde el punto de vista estructural, la IED, en el marco de
apertura comercial y de crecimiento basado en la exportacin
de bienes intensivos en recursos naturales, ha provocado fuertes daos a los sectores productivos de mayor complejidad tecnolgica con un alto dinamismo potencial en la generacin de
empleo y de valor agregado (Martins, 2005; Arceo, 2007; Albala 15 mitos y realidades de la minera transnacional
Pases
Chile1
Per
Argentina1
Produccin
minera
metalfera
destinada a
la exportacin
97,6%
94,6%4
92,9%8
Exportaciones
mineras sobre
el total de las
exportaciones
63%
60,14%5
2,55%
Participacin
del sector
minero en la
composicin
del PIB
6,0%
4,6%6
2,0%
Contribucin
Ocupados en
de la
el sector
minera sobre
minero sobre
el total de
el total
ingresos fiscales
0,8%
15,8 %2 - 7,1%3
0,06%
0,43%9
0,9%6
6,9%7
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En suma, es una falacia afirmar que Amrica Latina es mineral o que histricamente se halla condenada a exportar naturaleza, como subrayan periodistas promineros, ocultando los
complejos procesos histricos, a la vez polticos, econmicos y
sociales, que estn detrs de ello. La opcin mineral, que hoy
busca implantarse desde Mxico a la Argentina, responde a una
nueva divisin global y territorial del trabajo, basada en la apropiacin irresponsable de los recursos naturales no renovables, la
cual produce nuevas asimetras econmicas, polticas y ambientales entre los pases del centro y de la periferia. En este sentido, el extractivismo resultante no es un destino, sino una opcin
poltica y civilizatoria que reconfigura negativamente los territorios y economas y genera una nueva dependencia: cada vez
exportamos ms materias primas y avanzamos en el proceso de
reprimarizacin, concentracin y extranjerizacin de nuestras
economas.
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Colorado y otras. Hernndez (2005) indica 1 empleo directo por cada US$
1,2 millones.
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te minero, descontando 2.352 empleos en fabricacin de productos derivados (cal, ladrillos, cermicos, ferroaleaciones).
15 mitos y realidades de la minera transnacional
Mito 4
Es comn que el sector minero destaque los empleos indirectos que se generan con su actividad, es decir los de actividades inducidas por la demanda de bienes y servicios de las
empresas. Es cierto que las grandes empresas mineras compran
en la Argentina parte de sus insumos corrientes durante la fase
de explotacin, y eso genera empleo nacional. Sin embargo, la
mayor parte de los bienes de capital (palas cargadoras, camiones, maquinarias, etc.) y muchos insumos son importados, lo cual
origina empleo, pero en otros pases. Por ejemplo, para la fase
de construccin de su proyecto, Minera San Jorge (Mendoza) prev que las importaciones representarn el 75% del costo total de
los bienes por adquirir.14
Hacia adelante, las mineras radicadas en la Argentina tampoco generan encadenamientos o complejos productivos, pues
14 Clculo a partir del Informe de Impacto Ambiental: Proyecto Planta
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Mito 5
La minera se instala en
zonas postergadas, crea un
crculo virtuoso, genera
desarrollo y eleva el nivel
de vida de la poblacin
Otro de los grandes mitos que se suelen emplear para procurar la legitimacin social de la minera a gran escala es el relativo a los mltiples impactos positivos sobre las economas locales,
a las que se presenta como territorios vacos y/o desrticos,
regiones econmicamente atrasadas sin otras oportunidades
que la actividad minera para su desarrollo econmico. Lo cierto es que la representacin miserabilista de las regiones como
desrticas y pobres constituye una construccin ideolgica que
generalmente oculta historias precedentes de explotacin econmica de los territorios para presentarlos como territorios disponibles o socialmente vaciables, para su valorizacin por parte
del capital, en este caso, transnacional. Se trata de una vieja estrategia de devaluacin-expropiacin de los territorios largamente
empleada a lo largo de los distintos ciclos de acumulacin por
desposesin (Harvey, 2004), que tras la fachada de la modernizacin se pueden verificar en nuestra historia econmica.
Como se indica en Machado Aroz (2010b):
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Mito 6
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que comenz a regir a partir del 1 de mayo de 1887. As, nuestro Cdigo de Minera tiene, desde su misma creacin en el siglo
XIX, la disposicin establecida en su artculo 7, la cual seala
que: Las minas son bienes privados de la Nacin o de las
Provincias, segn el territorio en que se encuentren.
Estas disposiciones que establecen el dominio provincial de
los recursos mineros, fueron ratificadas con la reforma
Constitucional del ao 1994. As nuestra Carta Magna establece
que Corresponde a las provincias el dominio originario de los
recursos naturales existentes en su territorio.
Durante los 90, como en otros pases de la regin, la introduccin del nuevo modelo de megaminera en la Argentina se realiz gracias a una serie de leyes promulgadas durante los dos
mandatos de Carlos Menem (1989 1995; 1995 1999). Con este
marco, la actividad minera es la actividad extractiva que ms
ha sido beneficiada e incentivada por la legislacin de nuestro
pas. El rgimen jurdico aplicable a la minera cuenta con un
tratamiento impositivo y financiero diferencial con beneficios
exclusivos para el sector que, si bien se originan en la dcada
de los 90, permanecen y se consolidaron en los ltimos aos (ver
cuadro 1).
En mayo de 1993, entra en vigencia la Ley 24.196 de
Inversiones Mineras, que, con posterioridad, fue modificada por
las Leyes 24.296, 25.161 y 25.429, las cuales acentan y profundizan an ms los beneficios impositivos y financieros a la actividad. Estas normas a las cuales adhirieron la totalidad de las
provincias mineras otorgan, confundiendo seguridad jurdica con
seguridad econmica, a la minera un rgimen de Estabilidad
Fiscal del que no goza ningn habitante de nuestro pas por el
trmino de 30 aos. Esto significa que los sujetos alcanzados por
estos beneficios no pueden ser afectados por ese plazo por la
creacin de nuevos impuestos, el aumento de alcuotas, impuestos aduaneros, la derogacin de exenciones otorgadas, la eliminacin de deducciones admitidas, etc., tanto a nivel nacional y
provincial como municipal. Esta estabilidad fiscal permiti, entre
otras cosas, que las empresas mineras acogidas a este rgimen
no sufran el gravamen a los dbitos y crditos bancarios, ms
conocido como Impuesto al cheque.
Los beneficios de la minera se quedan...
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b)
c)
d)
e)
f)
Impuesto a las Ganancias, como gasto o inversin amortizable, lo que se traduce en una doble deduccin de estos
gastos.
Exencin del Impuesto a la Ganancia Mnima Presunta respecto a los activos (patrimonio) de las empresas mineras.
Deduccin del Impuesto a las Ganancias de hasta el 5%
de los costos operativos que establezcan para prevenir y
subsanar las alteraciones del ambiente.21
Exencin del Impuesto a las Ganancias respecto de aquellas utilidades provenientes de aportes en el Capital Social
de las empresas incluidas en el Rgimen Minero.22
Amortizacin acelerada 23 en el impuesto a las ganancias respecto de las inversiones de capital que se realicen para la ejecucin de nuevos proyectos mineros y para
la ampliacin de la capacidad productiva de las operaciones mineras existentes, as como aquellas que se requieran durante su funcionamiento.
Capitalizacin del avalo de reservas de mineral econmicamente explotable que tendr efectos contables
exclusivamente, careciendo por tanto de incidencia alguna a los efectos de la determinacin del impuesto a las
ganancias (Ley 24.196, Art. 15).
La relacin con las regalas se encuentra prevista en el artculo 22 de la Ley 24.196. Este establece que las provincias no
podrn cobrar un porcentaje superior al 3% sobre el valor boca
mina del mineral extrado. Si este porcentaje pareca escaso,
21 El Artculo 23 de la Ley 24.196 establece que las empresas consti-
tuirn una previsin especial a los efectos de prevenir y subsanar las alteraciones del medio ambiente, pero la fijacin del importe anual de dicha
previsin no slo quedar a criterio de la empresa, sino que tambin, un
gran porcentaje se considerar como cargo deducible del impuesto a las
ganancias.
22 La ampliacin del capital y emisin de acciones a que diere lugar la
capitalizacin de los aportes mencionados en el prrafo anterior estarn
exentas tambin del impuesto de sellos.
23 La amortizacin significa reconocer el desgaste o prdida de valor
de un bien.
Los beneficios de la minera se quedan...
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sis, de parte de los materiales que se transportaban en tren desde Tucumn hasta San Lorenzo. En dicho procedimiento se constat la presencia de minerales valiossimos que Minera Alumbrera
ni siquiera menciona. En virtud de lo expuesto, el fiscal puso en
conocimiento de la situacin al Procurador General de la Nacin,
quien anotici al Fiscal General de Rosario (Jurisdiccin n 12),
abrindose luego una causa por contrabando. Lo antedicho evidencia que en el marco de la actividad minera la falta de mecanismos de control es alarmante. Ms an, de la investigacin del
fiscal se desprende tambin que la declaracin final en los permisos aduaneros de embarque, es cumplimentada (tipos de minerales y cantidades despachadas de cada uno) por quien recibe
la carga en destino (Japn, Corea, Alemania, Espaa y otros pases), impidiendo el cotejo con aquello que fue efectivamente
exportado. El INDEC seala mensualmente en Intercambio
Comercial Argentino: En virtud de la resolucin 281/98, los
exportadores de minerales tienen opcin de modificar el valor
de sus transacciones en virtud de las variaciones en la cantidad
y en la ley del mineral constatadas por el comprador. Esta opcin
puede ser ejercida dentro de los seis meses de embarque, con
posibilidades de prorrogar este plazo por otros seis meses. En
suma, lo que tributan en el pas las empresas mineras termina
siendo fijado por los destinatarios de dichas exportaciones.
Por otra parte, en la Patagonia la gran minera est terminando de gozar de reintegros porcentuales sobre el valor de las
exportaciones de mercaderas originarias de dicha regin.
Mediante el sistema de reembolsos adicionales por exportaciones desde puertos ubicados al sur del ro Colorado,25 el Estado
Nacional devolva a las empresas hasta un 13% del valor facturado por la mercadera despachada. El porcentaje de reintegro
depende de la posicin geogrfica del puerto, siendo mayor cuanto ms austral fuera el puerto de embarque. As, se dio que el
Estado Nacional terminara reembolsando a mineras radicadas en
Santa Cruz una suma mayor que la aportada por la empresa a la
provincia en concepto de regalas. La Ley 24.490 prev un cro25 Aplicables a exportaciones mineras y de otros productos, aunque la
minera en Santa Cruz ha sido de las mayores beneficiarias. Ley 23.018 (ao
1983), prorrogada por su modificatoria, Ley 24.490 (ao 1996).
53
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tar rentas extraordinarias provenientes de vaivenes en los precios internacionales como las polticas de sostenimiento de tipos
de cambio altos favorables a las exportaciones constituyen otros
tantos mecanismos indirectos de estmulos estatales a la rentabilidad de las empresas mineras.
En este sentido, se ha difundido la creencia (una especie de
submito) de que el actual modelo minero es un legado de la dcada de los 90 imposible de modificar, y cuyas consecuencias tenemos que soportar pasivamente.
Si bien es verdad que las normas fueron impuestas en esa
dcada, no es menos cierto que es posible desarmar el actual
andamiaje jurdico legal del actual modelo minero. A modo de
ejemplo, existen proyectos de ley que proponen la modificacin
integral del Cdigo de Minera y la derogacin de las leyes que
permiten el saqueo, que no pueden ser tratados en el Congreso
de la Nacin porque el bloque oficialista custodia la inmutabilidad de dichas normas y no admite siquiera su discusin en las
comisiones. Por ello, no resulta casual que la Comisin de Minera
de la Cmara de Diputados de la Nacin se encuentre presidida
actualmente por el diputado sanjuanino del Frente para la
Victoria, Hctor Daniel Tomas mano derecha del gobernador Jos
Luis Gioja, y que la anterior presidencia tambin haya estado
en manos de un legislador del FpV: la diputada riojana Griselda
Herrera.
Pero no slo se garantiza la inalterabilidad del modelo minero que arranc en la dcada de los 90, sino que ste se ha consolidado, e, incluso, acentuado en los ltimos aos. Al comenzar
el ao 2004, el ex presidente Nstor Kirchner, en oportunidad
de presentar el Plan Minero Nacional 2004/05, expres: El sector minero argentino es uno de los que durante la dcada del
90, con cambios importantes en la legislacin, empez a tener
un punto de inflexin que le permiti avizorar un destino estratgico diferente. En el mismo discurso el ex Presidente dijo dirigindose a los representantes del sector minero: [...] todo
lo que ayude al sector y ustedes como empresarios vean como
una perspectiva clara de incentivar la inversin y crean que esa
inversin se puede incentivar con determinadas medidas que
podemos conversar, estamos absolutamente dispuestos a escuchar [...] (Kirchner, 2004).
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Argentina
Filipinas
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Suecia
Sudfrica
Groenlandia
Namibia
Brasil
Etiopa
Gana
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Papa Nueva Guinea
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Chile
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Indonesia
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Ghana
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Brasil
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Filipinas
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%
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%
%
Fuente: Snchez Albavera y otros (1998: 37), en base a Colorado School of Mines,
Institute for Global Resources Policy and Management, Global Mining Taxation
Comparative Study, 1997.
Un indicador indirecto que muestra los niveles de apropiacin de rentas mineras que obtienen las empresas mineras en la
regin a expensas de los ingresos tributarios que los estados podran percibir de la actividad puede visualizarse en el caso chileno,
pas que al contar con la gran minera estatal Codelco, permite
evaluar los aportes totales al fisco que la empresa estatal proporciona en comparacin con los aportes de las empresas privadas. Mientras que Codelco representa en promedio para el
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43 Tomando como base de anlisis el caso chileno en tanto laboratorio de las reformas mineras neoliberales, hay que sealar la importancia determinante de la creacin del Cdigo de Aguas realizada por el rgimen
de Pinochet en 1981, tan importante como el propio Decreto Legislativo N
600 y la Ley Orgnica Constitucional sobre Concesiones Mineras (Ley n
18.097). En trminos generales, este marco normativo ha favorecido a las
grandes empresas y al sector exportador, en perjuicio de los derechos de la
poblacin y las comunidades de acceder a un recurso fundamental para la
vida. Ello se ha traducido en una concentracin progresiva de la propiedad
de los recursos, problemas de acceso a la poblacin, alzas de tarifas y agudizacin de los problemas de estrs hdricos y destruccin irreversible de
cuencas en muchas regiones donde el recurso es escaso (Larran, 2007).
15 mitos y realidades de la minera transnacional
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45 Esta situacin, por lo dems, permite evidenciar la importancia estratgica que reviste el Tratado Binacional de Cooperacin Minera celebrado
entre la Argentina y Chile; pues, en base al mismo, las mineras transnacionales que operan en Atacama (como Minera Escondida, controlada por BHP
Billiton), no conformes con el agotamiento de la cuenca del Copiap, han
trazado un plan para importar agua de la Puna saltea, a travs de un
acueducto que les proveera 6.000 litros/segundo.
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del agua que devuelve en forma de efluentes, sean superficiales o subterrneos, implica elevados riesgos de contaminacin
con diversos elementos.
Por otra parte, tratndose de la produccin de alimentos,
la agricultura bajo riego debe gozar de una prioridad incomparablemente mayor a la minera, sobre todo respecto de la aurfera. Los caudales deberan ser asignados segn el valor social
de uso de los diversos productos a obtener o necesidades a satisfacer, y no segn el precio de mercado fijado por la demanda
solvente.
Por otro lado, el volumen anual disponible por habitante en
la Argentina es de 22.500 m3/hab, mientras que el lmite de escasez estrs hdrico adoptado por el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) es de 1.000 m3/hab. Pero, como
afirma el gegrafo Vicente Di Cione (2008): Esto no significa que
la geografa del pas sea homognea, por lo cual hay lugares donde escasea y escase el recurso histricamente, que son las zonas
ridas. Las regiones ridas y semiridas (que comprenden la
Patagonia, con excepcin de los Andes patagnicos, y las provincias del centro-oeste, oeste y noroeste; con excepcin de las
delgadas franjas del ecosistema de yungas en Jujuy, Salta,
Tucumn y Catamarca) representan el 61% del territorio. En algunas de ellas, existen valores de disponibilidad inferiores al piso
propuesto por el PNUD, especialmente en la cuenca hidrogrfica del ro Desaguadero y sus afluentes.
En tanto, en las zonas hmedas o semihmedas principalmente noreste y centro este de la Argentina, la disponibilidad
tampoco implica que el recurso se encuentre en ptimas condiciones. El vertido de desechos industriales y cloacales con escaso o nulo tratamiento, la lixiviacin desde basurales, el uso
intensivo y extensivo de agroqumicos y la sobreexplotacin de
acuferos para riego complementario constituyen una grave amenaza a su calidad.
La idea de que la Argentina es excedentaria en el recurso
del agua, dice Di Cione, ha impedido que la preservacin del agua
sea tema prioritario no slo de las autoridades sino del conjunto de la sociedad. El problema es que se suman una serie de
actividades; tiene que ver con esta visin de desarrollo indefinido: parecera que no hay lmites para el desarrollo y, por lo
15 mitos y realidades de la minera transnacional
sino, y de manera determinante, la desapropiacin de la cuenca hidrogrfica del cordn cordillerano para control de las
mineras.47
La segunda observacin se refiere a los proyectos de investigacin direccionados al control del recurso. En este punto, se
observa que, al igual que en la dcada de los 90, con respecto
al relevamiento para las empresas de los minerales que ellas hoy
explotan, gracias a investigaciones del sistema pblico, se est realizando el relevamiento de aguas en estos das, como entonces fue
del oro, el cobre, el uranio, etc. Esto se hace desde el mbito de
las instituciones y con la masa crtica pblica, y con endeudamiento tambin pblico, para el sector corporativo. Las modalidades en que esta entrega de recursos se presenta para tamaa
transferencia de patrimonio de aguas, suele adoptar la polticamente correcta expresin de aguas para usos productivos y sociales, donde el orden en que se enuncian ambos destinos
productivos y sociales adelanta la preeminencia y asimetra de
relaciones politicoempresariales con que se decidir tal administracin y distribucin. En tal sentido, este proceso no solo ya se
est disputando con otros sectores productivos como el agropecuario, sino, tambin, se est dando en el marco de procesos
de reordenamiento territorial en varias provincias; escenarios
estos, donde los sectores empresariales suelen imponer la lgica
de lucro de sus intereses sectoriales a travs de la clase poltica.
La tercera observacin se vincula con la manera apaciguadora, engaosa y denegatoria en que la voracidad y voluntad de
control del recurso aparece en el discurso corporativo. Al respecto, resulta particularmente ilustrativo sealar el doble juego por el cual, por un lado, la corporacin afirma que tiende a
minimizar el uso del recurso; y por otro, presenta el problema
del agua como una variable central en la conflictividad social
y comunitaria que genera la megaminera (GECOMIN, 2011).
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47 A escasas semanas de la sancin de la ley de proteccin de glaciares, se celebr el V Encuentro Minero Chileno Argentino 2010, denominado
estratgicamente Situacin y oportunidades del tratado minero, 7 de
diciembre 2010, Santiago de Chile, con la participacin del gobernador Gioja;
Gins Gonzlez Garca, embajador argentino en Chile; y el Secretario de
Minera de la Nacin.
15 mitos y realidades de la minera transnacional
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86
La generacin, manipulacin, transporte, tratamiento y disposicin final de residuos peligrosos quedarn sujetos a las disposiciones de la presente ley, cuando se tratare de residuos
generados o ubicados en lugares sometidos a jurisdiccin federal, o aunque, ubicados en territorios de una provincia estuvieren destinados al transporte fuera de ella, o cuando, a criterio
de la autoridad de aplicacin, dichos residuos pudieran afectar
a las personas, al ambiente ms all de las fronteras de la provincia donde se hubiesen generado o cuando las medidas higinicas o de seguridad que a su respecto fuere conveniente
disponer, tuvieren una repercusin econmica sensible tal, que
tornare aconsejable uniformarlas en todo el territorio de la
Nacin , a fin de garantizar la efectiva competencia de las
empresas que debieran soportar la carga de dichas medidas.
88
El proceso de cierre de mina, una de las etapas ms conflictivas y crticas en materia ambiental, tampoco se encuentra regulado por esta legislacin especfica, como tampoco se establece
ningn procedimiento de participacin y/o de audiencia o consulta pblica, que s se encuentran en las obligaciones establecidas en los artculos 19 y 20 de la Ley General del Ambiente.
Por su parte, el Consejo Federal de Minera (COFEMIN) emiti una serie de disposiciones con la pretensin de complementar los preceptos contenidos en la Ley 24.585 de Proteccin
Ambiental Para la Actividad Minera, incorporados al Cdigo de
Minera de la Nacin. Esta normativa, lejos de acentuar los controles ambientales, tiene la perversa intencin de flexibilizar an
ms las obligaciones ambientales de los operadores mineros. En
efecto, contradiciendo inconstitucionalmente a la Ley General
del Ambiente, el artculo 23 de la Normativa Complementaria
dictada por el COFEMIN define al dao ambiental como:
Toda alteracin antrpica que provoque perjuicio para el ambiente o a uno o ms de sus componentes, generado por accin u
omisin, excediendo los lmites tolerables admitidos por la
Declaracin de Impacto Ambiental (DIA), que constituyendo
infraccin, sea verificada efectivamente en el marco del debido proceso legal.
90
Mediante este discurso, el cuidado del ambiente es presentado como un bien de lujo, haciendo invisible la prdida de
actividades ya existentes que puede llegar a generar la megaminera, as como tambin la posible dependencia de una actividad que se llevar a cabo en un perodo de tiempo
determinado, y los impactos que podrn caer incluso sobre las
generaciones futuras que son siempre obviadas en estos anlisis costo-beneficio.
En trminos generales, basados en una fuente que no puede ser sospechada de ambientalista, las principales deficiencias que presentan los sistemas de gestin y control ambiental
para el caso de las explotaciones mineras en la regin se resumen en los siguientes tems:
Los estudios de impacto ambiental se realizan bajo condiciones limitadas y modalidades poco transparentes.
Los estudios de impacto ambiental son desarrollados por consultoras contratadas por las empresas [] finalmente estos estudios no tienen la independencia tcnica requerida para una justa
apreciacin y valoracin de los riesgos [] El resultado es que
en muchos casos no logran convencer a las poblaciones circundantes de las bondades del desarrollo minero (sic) (Polo
Robilliard, 2006: 20).
92
Concentracin en el mismo rgano estatal de las funciones de promocin de inversiones y de fiscalizacin ambiental.
Como admite Polo Robilliard (2006: 42):
Si la misma institucin oficial que promueve las inversiones, interesada por lo tanto en que stas se concreten a la brevedad,
debe ser la misma que apruebe los estudios ambientales y adems la misma que fiscaliza lo nico que hara es aumentar la
desconfianza y las percepciones negativas hacia la actividad
minera.
Y concluye, por tanto, que no es conveniente ni pertinente que sea una misma institucin la que realice estas tareas.
94
Otro caso de elusin de la dimensin social es el del proyecto San Jorge. Por ejemplo, entre los considerandos de la resolucin que otorga Declaracin de Impacto Ambiental al proyecto
San Jorge, ya citado, puede leerse: que durante las etapas de
consulta al pblico consulta pblica y audiencia pblica previstas en la normativa ambiental vigente se observa cierta resistencia social al proyecto, fundada en cuestiones de diverso
contenido, mas no ambientales (Direccin de Minera y Direccin
de Proteccin Ambiental Gobierno de Mendoza, 2011).54 Sin
embargo, en el texto de dicha resolucin no se encuentra defi-
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100
el proyecto Potasio Ro Colorado, no ha contado con una evaluacin estratgica de lo que el proyecto implica para el pas, a pesar
de constituir un emprendimiento que involucra a cinco provincias,58 y con un impacto significativo sobre las reservas gasferas
de todos los argentinos. Las repercusiones regionales y nacionales no pueden evaluarse mediante simple acumulacin de las evaluaciones de impacto ambiental presentadas en cada provincia
involucrada, ya que en cada una de ellas solo se evala el impacto especfico de las obras que se desarrollarn en el territorio provincial.59 Al respecto, por Resolucin n 108/10, la Defensora del
Pueblo de la Nacin realiz recomendaciones a la Secretara de
Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nacin:
a) que se expida en el anlisis de los impactos ambientales integrales, acumulativos e interjurisdiccionales del emprendimiento
minero Potasio Ro Colorado; b) que intervenga en las Evaluaciones de Impacto Ambiental de aquellos emprendimientos de
similares efectos ambientales interjurisdiccionales; y c) que,
para ello, establezca un Comit de Evaluacin de Impactos
Interjurisdiccionales con las autoridades ambientales de las provincias y con el COFEMA Consejo Federal de Medio Ambiente
(Wagner, L., y Giraud, Marcelo, 2010).
Una evaluacin interjurisdiccional no es necesariamente estratgica, pero ciertamente habra sido muy oportuno ponerla en
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informe, el Dr. Jos Mara Corts (2010), cuyos escritos son citados por la
empresa, present un informe que muestra cmo la empresa consultora
interpret indebidamente las publicaciones previas al realizar el informe para
Minera San Jorge.
15 mitos y realidades de la minera transnacional
Mito 9
Hay innumerables estrategias de engao, cooptacin y coercin social; son estrategias acumuladas por una larga historia
de explotacin. A pesar de existir recomendaciones durante los
ltimos aos pidiendo que se reconozca el consentimiento de las
comunidades para resolver tales conflictos, no hay prcticas ni
reglamentos establecidos. Asimismo, cuando las comunidades
intentan realizar sus propias consultas populares, enfrentan
mucha presin o stas son anuladas sin ms.
Este mito se alimenta de una tpica o lugar comn del discurso proextractivo sobre la minera. Ese lugar comn es la instalacin legal de las empresas, esto es, que ellas solo ocupan las
zonas de los yacimientos si estn autorizadas y si cuentan con
licencia social para operar. En otras palabras, activa legalidad y
legitimidad, propias del imaginario de la transparencia del capital. Pero es necesario deconstruir un paso ms este aspecto que
distingue y separa el carcter fctico del discurso de la minera, y no sobre la minera como actividad (Antonelli, 2011),
que es la violencia de la ocupacin e inicio de etapas del proceso extractivo cateo, exploracin, etc. de manera ilegal; es
decir, sin ninguna autorizacin, por detrs y antes de todo proceso que las legalice. Son los pobladores quienes denuncian estas
prcticas delictuales invisibilizadas y silenciadas, desde Guerrero,
Ningn proyecto minero se hace sin el consentimiento...
107
Toda persona tiene derecho a opinar en procedimientos administrativos que se relacionen con la preservacin y proteccin
del ambiente, que sean de incidencia general o particular, y de
alcance general.
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65 Existe una amplia bibliografa actual directamente enfocada al abordaje y anlisis de los conflictos sociales suscitados por la minera en Amrica
Latina. Entre ellos, se pueden mencionar los siguientes: De Echave y otros
(2009a) y (2009b); Svampa, y Antonelli (eds.) (2009); AA.VV., CIDSE-ALAI
(2009a); AA.VV. Broderlijk Delen ALAI (2008a); Quevedo, Ormeo y Olivares
(2004); Alayza Moncloa (2007); Salinas y Karmy (2009); Rodrguez Pardo
(2009); Delgado Ramos (coord.) (2010).
15 mitos y realidades de la minera transnacional
118
En Mendoza, en agosto de 2009, el gobierno tom una activa postura a favor las mineras Vale y Coro Mining, trasnacionales brasilera y canadiense respectivamente. Los Vecinos
Autoconvocados de Uspallata y tcnicos haban organizado un
foro de discusin sobre el emprendimiento minero San Jorge. La
charla estaba planeada en la escuela Combate de Potrerillos, en
15 mitos y realidades de la minera transnacional
importante. Algunas han hecho ya or su voz, y la sociedad espera que lo sigan haciendo.
La Iglesia misma tiene una responsabilidad respecto a la creacin y la debe hacer valer en pblico. Y, al hacerlo, no slo debe
defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creacin
que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo al hombre
contra la destruccin de s mismo (Benedicto XVI, La caridad
en la verdad, 51). Queremos, por ltimo, hacer llegar nuestra
palabra de aliento a la comunidad de Uspallata, en la que se
cuentan muchos catlicos. Reconocemos, valoramos y apoyamos
sus esfuerzos toda vez que los consideramos seriamente fundados y pacficos. No se trata de ideologas o dogmatismos, sino
de peligros ciertos para la vida, la convivencia social y el desarrollo integral de la Provincia (Ibd.).
Parte del temor de los uspallatinos se vinculaba a los sucesos que tuvieron que vivir el 20 de noviembre de 2009, en ocasin de la presentacin de la pelcula documental Tierra
sublevada, oro impuro, del cineasta y diputado nacional Pino
Solanas. Estos hechos dieron lugar a una denuncia por parte de
los Vecinos Autoconvocados de Uspallata ante el Fiscal de
Estado de la provincia de Mendoza, donde manifestaron su preocupacin y pusieron en conocimiento las amenazas y agresiones verbales recibidas.
Sobre la divisin social generada en Uspallata, durante la
Audiencia Pblica, el cura prroco de Uspallata expres:
Algunos decan que no vean la alteracin de la paz social [],
en Uspallata jams ha habido violencia entre los que vivimos en
Uspallata, violencia fsica. Pero no slo la violencia fsica altera la paz social, esto de no me saludan, de unos a otros, descalificaciones de unos a otros. Eso es alteracin de la paz social.
[] Los pueblos tienen derecho a decir y elegir lo que quieren ser.
Lo mismo pasa en la familia con un hijo. Esto es indispensable que
sea respetado. Estas manifestaciones y todo este tiempo tan revolucionado en el pueblo; estoy convencido de que son los dolores
de parto de un nuevo Uspallata (Direccin de Minera Gobierno
de Mendoza, 2010).
120
De modo ms general, este contexto de conflictividad contribuye directa o indirectamente a la violacin de los derechos
15 mitos y realidades de la minera transnacional
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Mito 11
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127
El principio democrtico supone que cada ciudadano puede contribuir a su manera en los debates que atraviesan su sociedad.
Esta participacin supone una comprensin clara de los problemas en los cuales nos encontramos involucrados colectivamente. Hacer explotar el gas, confiar a la empresa privada la gestin
de nuestro sistema de salud o participar en un conflicto armado, todas esas cuestiones suponen un anlisis esclarecido de parte de los ciudadanos. Es lo mismo en cuanto a la apreciacin a
la cual tenemos derecho respecto de las actividades de sociedades comerciales, detentadoras de un estatus jurdico del derecho canadiense, cuando ellas exportan nuestro saber-hacer y
nuestra reputacin colectiva (Noreau, 2010).
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Mito 13
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dependencia de las poblaciones, afianzando por esta va, el control sobre las mismas.
En la Argentina, el caso de Minera Alumbrera, en CatamarcaTucumn, constituye uno de los ejemplos ms ambiciosos, en los
cuales las empresas asumen su condicin de agente socializador,
apuntando as a un control general de la produccin y reproduccin de la vida de las poblaciones.
Un informe especial de FOCO sobre las Empresas Transnacionales en la Argentina, firmado por Ricardo Ortiz (2007),
consigna:
Las organizaciones sociales han constatado que las grandes mineras en Catamarca, Tucumn, San Juan y Chubut efectan donaciones a escuelas y hospitales de esas provincias tratando de
provocar la captacin indirecta de voluntades y la limitacin del
ejercicio de la opinin de las comunidades. Esto ha sido corroborado por el Defensor del Pueblo de la Nacin, quien manifest su preocupacin porque estas donaciones estn acompaadas
por una contrapartida publicitaria a favor del trabajo desarrollado por las empresas mineras, pudiendo este simple hecho llegar a inhibir toda posible crtica y, an ms, restringir la
participacin y el ejercicio de la poblacin en la defensa de los
derechos ambientales que consideren afectados.
Esta suerte de clientelismo empresarial hacia las comunidades locales por parte de las empresas mineras cuenta, en la
mayor parte de los casos, con el beneplcito del poder poltico
local.
Por ejemplo, el Proyecto Potasio Ro Colorado (por aquel
entonces de la empresa Ro Tinto, comprado en el 2009 por la
empresa Vale), en Malarge, provincia de Mendoza, fue declarado de Inters Pblico Municipal, Econmico y Productivo,
Estratgico, de Desarrollo Social, Laboral, Cultural y de Desarrollo
Comunitario Departamental, por Resolucin n 028 (2007) del
Honorable Concejo Deliberante (HCD) de dicho Municipio. En esta
resolucin se destacan las iniciativas concretadas a favor de la
comunidad, tales como programa de entrenamiento docente en
medio ambiente, programa de apoyo escolar y becas, padrinazgo de escuelas, visitas escolares, programadas al sitio, entrega
de becas y apoyo a las iniciativas paleontolgicas.
Las empresas transnacionales se comportan con...
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144
En esta etapa de capitalismo neoliberal, predomina una construccin cultural-comunicacional que indica que debemos pensar en un puro futuro, como si todo comenzara nuevamente, y
muchas de las propuestas de los expertos de estos organismos
excluyen deliberadamente las experiencias y saberes de las
poblaciones involucradas, aunque sostengan a rajatabla el principio de la participacin o el otorgamiento de la licencia
social para la instalacin de empresas extractivas.
Cabe sealar que la Argentina exhibi desarrollos agroindustriales importantes que, de la mano de polticas pblicas democratizadoras (de algunos perodos) lograron la integracin de una
heterogeneidad de sujetos agrarios que hasta inclua campesinos. Durante el siglo XX y, sobre todo, en los perodos de expansin del mercado interno, cuando predomin el modelo de
industrializacin por sustitucin de importaciones (ISI), los casos
de desarrollos agroindustriales, tanto sectoriales como regionales, encontraron los momentos de mayor florecimiento dentro
de un sistema de integracin con fuertes desigualdades. El excedente de los sistemas agroindustriales era apropiado de modo
desigual por los distintos agentes dentro del espacio general
(industrias, agricultores, distribuidores, etc.) y en el espacio agrario en particular (entre los agricultores participantes). Con
estas expansiones, se beneficiaron los productores grandes, los
medianos y la agricultura familiar. Fue la etapa en la que muchas
poblaciones que se desplazaban de una provincia a otra para el
trabajo agrario pudieron asentarse y comenzaron a conformar
pequeos bolsones de campesinado, que entregaban la produccin a estas empresas agroindustriales (la caa de azcar en
Tucumn es paradigmtica en este sentido).
A nuestro juicio, este esquema agroindustrial comenz a resquebrajarse a partir de mediados de los aos 70 y, luego de un
perodo de transicin, en 1991, se lo desbarata con el decreto de
desregulacin econmica del gobierno de Carlos Menem. Desde
entonces, no solo se intensifica la desaparicin de las agriculturas familiares en favor de las agroindustrias, sino que stas mismas sufren fuertes transformaciones. Con la expansin sojera, se
impone un nuevo modo de funcionamiento general, con predominio del capital financiero, orientado ya casi exclusivamente al mercado externo y con una tendencia inherente a la concentracin
15 mitos y realidades de la minera transnacional
Ramos apel a una cita de un gobernador peronista, gobernar es regar, y explic que
[] toda el agua de San Juan est distribuida por ley. Cada productor tiene una cuota que no alcanza para regar toda la superficie que poseemos. Incluso, muchos de nosotros, debemos
perforar 330 metros para extraer el agua y as poder regar en
zonas que no cuentan con derechos, pero este recurso tambin
escasea (Ibd.).
146
excepto en Catamarca, donde tambin son importantes las oleaginosas, seguido por los granos. Entre los frutales de La Rioja,
San Juan y Mendoza, se destaca la vid, tanto para la elaboracin de vino fino como de mesa. No obstante, tambin existen
otros cultivos, algunos de los cuales tuvieron importancia significativa para alimentar a la poblacin, por ejemplo, los nogales
en La Rioja, durante la crisis del 2001/2002.
En el caso del proyecto San Jorge, en Mendoza, cabe destacar la mirada que el propio Informe de Impacto Ambiental despliega sobre las comunidades de Barreal y Uspallata. Segn el
estudio de Patricia Collado (2011), la empresa se encarga de
subrayar el carcter de zona abandonada,
[] con escasos recursos humanos y organizacionales, a quienes
viene a salvar el emprendimiento competitivo, globalizado
y fundamentalmente rentable. Esto que afirmo aparece reiteradamente en dicho informe, al que nuevamente cito:
El perfil productivo de Uspallata es muy limitado [] El futuro de la comunidad depender, en gran medida, de la capacidad de generar oportunidades de insercin laboral. De lo
contrario, este potencial impactar en los niveles de desocupacin de los habitantes de la zona, y de acuerdo a pautas de comportamiento que caracterizan a la comunidad, se producir el
xodo de los desocupados en la bsqueda de nuevos y mejores
horizontes (IIA, p.221-222).
Sin embargo, el valle de Uspallata creci en el perodo intercensal ms del 17% (Mendoza creci durante el mismo perodo
11,8%) y Barreal ms del 83%, mientras que San Juan creci el
17%. No parece que sean zonas expulsivas de poblacin, sino,
muy al contrario, polos de atraccin poblacional. Ms adelante,
consigna que el mismo informe detecta signos de instalacin
humana (IIA, p. 210) en la existencia de una actividad agropecuaria diversa, basada en el minifundio con una variedad de cultivos tales como papa, zanahoria, arvejas, alfalfa, ajo y
forestacin. Para remarcar sin embargo en la ponderacin socioeconmica que predominan los terrenos en condiciones de
abandono.
148
Por otro lado, cabe subrayar que los propios habitantes del
valle de Uspallata presentaron en 2009 un proyecto de ley a la
Legislatura Provincial, por el cual piden la creacin del Parque
15 mitos y realidades de la minera transnacional
Mito 15
Este argumento recorre de modo explcito o implcito el discurso prominero y consiste en afirmar que tradicionalmente
Amrica Latina ha exportado minerales. Sin embargo, es una
falacia afirmar que Amrica Latina es mineral, ocultando los
complejos procesos econmicos y polticos que estn detrs de
ello.
Como hemos sealado varias veces en este libro, en trminos geopolticos,78 la opcin mineral que hoy busca implantarse en la regin latinoamericana, desde Mxico a la Argentina,
responde a una nueva divisin territorial y global del trabajo,
basado en la apropiacin irresponsable de los recursos naturales no renovables, que ha dado lugar a nuevas asimetras econmicas, polticas y ambientales entre los pases del centro y de
la periferia.
La minera a gran escala es ciertamente la figura ms cuestionada dentro del modelo extractivista que hoy recorre Amrica
Latina. Pero no es la falta de cultura productiva lo que lleva al
cuestionamiento o a la demonizacin de esta actividad como
modelo de desarrollo. Esta es cuestionada porque resume un
conjunto de elementos directamente negativos para la vida de
78 Vase Mito 2.
151
153
155
Bibliografa
157
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Bibliografa
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165
167
169
Anexos
Chubut
Ro Negro
La Rioja
Tucumn
Mendoza
La Pampa
Crdoba
San Luis
Ley
5001
3981
8137
7879
7722
2349
9526
IX-634
Fecha
4/03
7/05
3/07
Anulada 7/08
3/07
6/07
8/07
09/08
10/08
171
explotacin minera a cielo abierto con tcnicas correspondientes al proceso de lixiviacin con cianuro, mercurio y/o cualquier
otra sustancia contaminante. Junto con esta ley, se promulgan
dos leyes ms. La Ley n 8.138, que dictaba el llamado a consulta popular (con carcter vinculante), deca en su art. 1:
Encomindese a la Funcin Ejecutiva convocar, en forma obligatoria, a una Consulta Popular para el da 29 de julio de 2007,
a los afectos de que el pueblo de los departamentos Chilecito y
Famatina se expidan afirmativa o negativamente por la explotacin minera a cielo abierto, utilizando sistemas de lixiviacin
con cianuro y/u otra sustancia que provoque contaminacin en
el territorio de dichos departamentos. Asimismo, la tercera, La
Ley, n 8.139, prevea la conformacin de una comisin para la
investigacin del traspaso de los derechos de explotacin de la
empresa pblica provincial a manos privadas y, particularmente, el acuerdo firmado con la empresa Barrick Gold.
Sin embargo, una vez consolidado por la va electoral, el flamante gobernador deroga la ley que prohiba la minera, as como
aquella otra que dispona el llamado obligatorio a una consulta
popular por el tema, un reclamo ineludible de la comunidad movilizada. El escandaloso hecho, ocurrido en julio de 2008, tiene
dos corolarios: el primero es el nombramiento del presidente de
la Cmara de Minera como nuevo Secretario de Minera de la
provincia; y el segundo, consiste en la prohibicin de charlas
informativas sobre la minera en las escuelas de la provincia, a
fin de neutralizar las acciones de la asamblea ambientalista, que
cuenta con varios docentes como activistas. La persecucin de
los ambientalistas est atravesada por diferentes episodios de
represin y judicializacin de la protesta. En agosto de 2011, el
gobierno de La Rioja firm un convenio con la empresa canadiense Osisko Mining Corporation, concretando la entrega para la
exploracin y explotacin del cerro Famatina.
La Pampa: En agosto de 2007, se sanciona la Ley n 2.349
que dice en su artculo 1: Prohbese en el territorio de la provincia de La Pampa la utilizacin de cianuro, mercurio, cido sulfrico y toda sustancia qumica contaminante en el proceso de
cateo, prospeccin, extraccin, explotacin, tratamiento y/o
industrializacin de minerales metalferos. Art. 2: Prohbese
Anexos
173
pas, constituidas por cateo, prospeccin, exploracin, explotacin, desarrollo, preparacin, extraccin y almacenamiento de
sustancias minerales y la actividad minera, en todas sus etapas, de minerales nucleares tales como el uranio y el torio.
En el mes de mayo de 2010, la Cmara Empresaria Minera
de la Provincia de Crdoba (CEMINCOR) y la Asociacin de
Profesionales de la Comisin Nacional de Energa Atmica y la
Actividad Nuclear (APCNEAN) entablan una accin declarativa de
inconstitucionalidad de la norma ante el Tribunal Superior de
Justicia (TSJ) de Crdoba. El Tribunal acepta su tratamiento formal y an est pendiente de sentencia.
San Luis: Se aprueba la Ley IX 6342008 en agosto de 2008,
cuyo artculo 1 dice: [] prohbase en el territorio de la
Provincia de San Luis, el uso de sustancias qumicas como cianuro, cianuro de sodio, bromuro de sodio, yoduro de sodio, mercurio, cido sulfrico, cido clorhdrico, cido fluorhdrico, cido
ntrico, amonio, carbonato y otras sustancias txicas similares en
los procesos mineros metalferos de prospeccin, cateo, exploracin, explotacin, beneficio y/o industrializacin de minerales
metalferos obtenidos a travs de cualquier mtodo extractivo.
Las consultas que no fueron
San Juan: En Calingasta, en 2005, la poblacin demanda realizar una consulta popular que, al igual que en Esquel, permita a
los habitantes expresar su opinin acerca de los diferentes proyectos mineros que los involucran. En tres oportunidades, habitantes y autoridades locales intentan llamar a un plebiscito, pero
estos son suspendidos por el Tribunal Electoral de la provincia, alegando que el medio ambiente no es de competencia municipal.
175
avance, operado por Yamana Gold, empresa transnacional de origen canadiense, y localizado a apenas 25 km de la ciudad. La
accin directa de corte selectivo del camino comunal a maquinarias, camionetas y camiones con insumos es una de las medidas emprendidas no slo para resistir la posibilidad de ser
desplazados en un futuro prximo, e impedir la puesta en marcha de la nueva explotacin, sino para manifestar el rechazo
hacia una actividad con la cual la ciudad convive desde hace ms
de 13 aos.
Andalgal constituye un caso testigo, dado que sta se
encuentra a slo 70 km de Bajo de la Alumbrera, la primera
explotacin minera de estas caractersticas en la Argentina y una
de las mayores de Amrica Latina. Minera Alumbrera haba iniciado la extraccin de oro y cobre a cielo abierto en 1997, entre
grandes promesas de empleo y desarrollo, todas ellas incumplidas, y arrastra desde entonces un historial de violacin de derechos humanos, que incluye denuncias de enterramientos
clandestinos de derrames producidos a lo largo del mineraloducto de 317 km, denuncias por deforestacin y destruccin de patrimonio arqueolgico con motivo del tendido de un electroducto,
y mltiples denuncias por contaminacin, una de las cuales lleva en 2007 al procesamiento por la justicia federal por el delito de contaminacin grave.
Un nuevo captulo en el conflicto minero se abre as en la
Argentina, nada menos que en la provincia pionera. El 15 de
febrero de 2010, fuerzas policiales locales, grupos de elite provinciales y efectivos de infantera, con perros y equipos especiales para reprimir, intentan disolver el corte. Docenas de
asamblestas son detenidos y heridos. Detrs de la polica aparecen mquinas para la explotacin minera. Frente a la represin, la respuesta de los pobladores no se hace esperar, y en
medio de los desrdenes generados por la fuerza de seguridad,
los vecinos indignados atacan los locales de la minera y sus proveedores, y son incendiadas oficinas de la municipalidad.
proyecto Agua Rica sean mucho mayores que los de Alumbrera. Su puesta
en marcha conllevara un importante aumento en el riesgo e impacto ambiental tanto local como regional, involucrando la cuenca del ro Sal-Dulce y
territorios de las provincias de Tucumn, Santiago del Estero y Crdoba.
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ta la fiscala de Estado de la provincia de Neuqun y la empresa estatal Cormine contra la medida cautelar que suspende el
procedimiento minero en Campana Mahuida, en septiembre de
2009.
Cobra mayor entidad jurdica la decisin del mximo tribunal provincial que reconoci la plena vigencia y aplicabilidad del
Convenio 169 de la OIT y en virtud del cual ninguna actividad
minera podr ser realizada en territorio de la Comunidad
Mapuche Mellao Morales hasta tanto se resuelva definitivamente la nulidad del contrato celebrado entre Cormine y la empresa china Emprendimientos Mineros, seala la apoderada de la
Comunidad Mapuche Mellao Morales, Elena Picasso, quien pertenece al Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa).
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Alemania (2002)
En Estados Unidos: estado de Montana (lixiviacin con cianuro prohibida por plebiscito en 1998, rechazo ratificado
en 2004) y condados de Gunnison (2001), Costilla (2002)
y Summit (2004) del estado de Colorado.
Costa Rica (2010): Primer pas americano que prohbe la
minera a cielo abierto con utilizacin de sustancias qumicas.
Panam (2011): Derogacin de la ley de minera.
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3- Notas periodsticas
Pgina 12, 24/04/2010
El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Jujuy, mximo rgano judicial de la provincia, emiti un fallo que sienta precedente en los cuestionamientos sobre la minera a gran escala. Hace
hincapi en el principio precautorio ante la posibilidad de perjuicio ambiental irremediable es necesario tomar medidas protectoras e invierte la carga de la prueba: las poblaciones
cercanas a los yacimientos no debern probar los perjuicios sino
que el gobierno y las empresas tienen que aportar pruebas ciertas de que la actividad extractiva no afecta ni afectar el medio
ambiente. La sentencia cambi el paradigma jurdico al introducir el derecho ambiental en la actividad minera, afirm Alicia
Chalabe, abogada patrocinante, y explic que existen muchsimas causas en las provincias por la accin negativa de la megaminera, pero siempre los juzgados interponen el Cdigo Minero
y no dan cabida al derecho ambiental. El Superior Tribunal de
Jujuy, en sus fundamentos, es totalmente innovador y pionero.
La medida responde a una apelacin de vecinos de Tilcara, que
haban presentado un recurso de amparo para frenar el avance
de una empresa minera en la Quebrada de Humahuaca. El
Tribunal Contencioso Administrativo haba rechazado el pedido de
los autoconvocados, pero ahora el mximo tribunal de Jujuy cuestion duramente a los jueces de primera instancia, les orden que
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y precisa que los jueces desatendieron e ignoraron la existencia de presuntos daos ambientales en ocho causas penales, asentadas en los juzgados federales de Jujuy.
Es inadmisible el rechazo (del amparo) ejercido por no
haberse arrimado prueba, segn el criterio del Juzgado
Contencioso Administrativo, cuestiona el mximo tribunal provincial, y reitera la necesidad de invertir la carga de la prueba,
responsabilizando al gobierno provincial y al sector privado: De
acuerdo a la doctrina y jurisprudencia [...] en caso de probables,
posibles o bien que puedan presumirse ya provocado un dao
ambiental por contaminacin deber acreditar su inexistencia no
slo quien est en mejores condiciones de hacerlo sino quien precisamente sostiene tan ciegamente que tal contaminacin no
existe. Y carga contra el gobierno por no haber aportado, en
su defensa, un estudio tcnico que asegure que no existe ni existir contaminacin por la actividad minera. Desde el gobierno
jujeo no respondieron las consultas sobre el fallo.
El Tribunal Superior seala que los daos ambientales obligan al sistema judicial a dejar moldes ortopdicos [...] y elaborar nuevas respuestas legales para brindar una adecuada
respuesta desde la perspectiva jurdica. Explica que, siempre
en daos ambientales, no se trabaja solo con la certeza sino
que se apunta a la probabilidad.
La sentencia del Superior Tribunal de Justicia es del 23 de
febrero pasado, pero recin fue dada a conocer ahora. El dictamen se bas en los argumentos expuestos por el juez del tribunal a cargo del expediente, Hctor Tizn, quien fundament con
aspectos jurdicos ambientales y remarc la importancia de seguir
el principio precautorio, artculo 4 de la Ley General del
Ambiente (25.675). El juez avanz un paso ms al utilizar el concepto de daos generacionales, enmarcado en el derecho
ambiental moderno, que consiste en aquellos que por su magnitud repercuten no slo en la generacin actual sino que sus
efectos van a impactar en las generaciones futuras.
El Tribunal Superior agrega suficiente argumentacin legal
como para ser usada en otras medidas judiciales del pas, aporta
un marco legal importante y marcar precedente en cuestiones
ambientales, explic Movida Nimuendaju, otra de las organizaciones sociales de Jujuy que lucha contra la megaminera.
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835.854.720 KW/h
61.183.000 litros
2.0420.000 litros
763.000 litros
24.608 toneladas
44.994 toneladas
5.590,5 toneladas
1993: Sancin del nuevo marco normativo para la actividad minera metalfera a gran escala en el pas (Ley n 24.196 y
conexas).
1993: La provincia de Catamarca adhiere a la Ley Nacional
de Inversiones Mineras, a travs de la Ley Provincial n 4.759.
1994 (27 de abril): Se firma el contrato de constitucin de
la UTE entre YMAD y Minera Alumbrera Ltd., entonces bajo el
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2004 (julio): La familia Casas Flores, pobladores de la cuenca alta del ro Vis Vis, inician una denuncia civil contra Minera
Alumbrera por daos de contaminacin y destruccin de sembrados y ganado, a raz de lo cual se vieron forzados a abandonar
sus posesiones y radicarse en otra localidad. La causa sigue abierta al da de la fecha.
2005 (enero): Con el objetivo de evitar una demanda judicial por parte del Gobierno de Tucumn, Minera Alumbrera
Limited accedi a realizar obras de infraestructura por 22 millones de pesos, como forma de compensacin por el dao ambiental ocasionado por su mineraloducto, electroducto y planta de
secado. La Federacin de Organizaciones Ambientalistas de
Tucumn y la comunidad de Taf del Valle, entre ellos, comunidades de pueblos originarios diaguita-calchaques, rechazaron el
acuerdo y lo calificaron de perverso, exigiendo una real reparacin de los daos ambientales ocasionados.
2006: Se producen nuevos derrames de concentrado mineralizado por rotura del mineraloducto, en el mes de junio, en las
cercanas de la localidad de Villa Vil y, en diciembre, en
Ampujaco. La frecuencia de estos episodios provoc la inquietud
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sitivos de la dcada del 90 y que la legislacin minera no ha tenido cambios en la actualidad, con el agravante del veto a leyes protectoras de la integridad del ambiente como la ley de glaciares,
lo que resulta regresivo respecto de la proteccin del ambiente;
Que las causas y las fuentes de los problemas socioambientales
se debieran atender en forma prioritaria e integrada, tratando de
prevenir los efectos negativos que sobre el ambiente se puedan
producir (derecho preventivo) y que la ausencia de informacin
o certeza cientfica no debe ser motivo para la inaccin frente a
un peligro de dao grave o irreversible en el ambiente, en la salud
o en la seguridad pblica (derecho precautorio); y que el desarrollo econmico y social y el aprovechamiento de los recursos
naturales debieran realizarse a travs de una gestin apropiada
del ambiente, de manera tal que no comprometa las posibilidades de las generaciones presentes y futuras (sustentabilidad);
Que Minera Alumbrera ha desarrollado, desarrolla y financia, con
instituciones educativas de nivel primario, secundario e incluso
universidades, actividades formativas y acadmicas que son utilizadas como instancias de legitimacin de la empresa y de sus
emprendimientos extractivos y que a travs de estrategias de
validacin amparadas en la supuesta neutralidad del saber cientfico como variable asimtrica y vertical, se busca inhibir y/o
controlar los conflictos y anular la legitimidad de derechos ciudadanos, desautorizando, desacreditando, y/o invisibilizando las
resistencias al modelo de desarrollo que propugna;
Que la UNC mantiene un alto compromiso institucional en
defensa del bien pblico y que debe estar al servicio de los derechos de los ciudadanos y nunca sujetos a intereses corporativos,
y por lo tanto nuestro pronunciamiento pblico en este tema,
la decisin que tomamos y las acciones concretas que de esta
resolucin se deriven, no estn en ningn caso condicionadas por
necesidades financieras;
Que es misin de nuestra Universidad consagrada en el artculo
segundo de los Estatutos de la UNC: d) promover la actuacin
del universitario en el seno del pueblo al que pertenece, destacando su sensibilidad para los problemas de su poca y las soluciones de los mismos; y e) proyectar su atencin permanente sobre
los grandes problemas y necesidades de la vida nacional, colaborando desinteresadamente en su esclarecimiento y solucin.82
82 Los destacados en las citas son nuestros. La referencia a la
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6. El artculo 17 de la media sancin de Diputados introduce el Principio Precautorio. El mismo es, simplemente,
la aplicacin de lo que establece el artculo 4 de la Ley
General del Ambiente (N 25.675), el cual, en caso de
ausencia de informacin (como ocurre en las reas donde el inventario de glaciares no ha sido realizado an),
obliga a actuar preventivamente cuando haya peligro de
dao grave o irreversible. As, resulta claro que, en los
lugares donde no est finiquitado el inventario de
Glaciares y ambiente Periglacial no pueden autorizarse
nuevas actividades extractivas.
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(neo)mapas en la Argentina actual. 2 etapa: Modelo minero y proyectos de sociedad (Secyt, UNC). Compiladora de Cartografas de la
Argentina de los 90. Cultura meditica, poltica y sociedad (2004) y
Coeditora de Minera transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales (2009).
Norma Giarracca
Sociloga. Profesora Titular de Sociologa Rural e Investigadora
Principal en el Instituto Gino Germani. Miembro del Centro de Estudios
Sociales-Amrica Latina (Institucin Transnacional con asiento en Brasil).
Coordinadora del Grupo de Estudios Rurales y del Grupo de Estudios de
Movimientos Sociales en Amrica Latina y ex Coordinadora del Grupo
de Desarrollo Rural de CLACSO. Ex Directora de la Maestra en Investigacin
Social de la UBA. Coautora principal de 20 libros sobre las transformaciones agrarias en Amrica Latina, en particular en la Argentina y Mxico,
las protestas y movimientos sociales alrededor de la tierra y otros recursos naturales en estos mismos territorios, y sobre problemas tericoepistemolgicos.
Marcelo Giraud
Profesor y Licenciado en Geografa. Profesor Asociado de la ctedra Geografa de los Espacios Mundiales, Facultad de Filosofa y Letras,
UNCuyo. Representante del Consejo Provincial del Ambiente ante la
Comisin Evaluadora Interdisciplinaria Ambiental Minera (CEIAM) de la
provincia de Mendoza, entre 2008 y 2010 (evaluacin de los proyectos
Potasio Ro Colorado y San Jorge). Miembro de la Asamblea Popular por
el Agua, AMPAP y Unin de Asambleas Ciudadanas.
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Colaboradores
Daro Aranda
Periodista. Colaborador del diario Pgina12 sobre pueblos originarios, campesinado y modelo extractivo. Autor de Argentina Originaria:
genocidios, saqueos y resistencias (2010).
Javier Rodrguez Pardo
Periodista, activista ambiental. Es coautor del libro La Patagonia
de pie y autor de En la Patagonia NO. Fund el Movimiento Antinuclear
del Chubut (MACH) y Sistemas Ecolgicos Patagnicos (SEPA). Es miembro fundador de la Red Nacional de Accin Ecologista (RENACE) y de la
UAC (Unin de Asambleas Ciudadanas). Su ltimo libro es Vienen por el
oro. Vienen por todo (2009).
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