Efectua Tu Ministerio Plenamente Verdadero
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Efectua Tu Ministerio Plenamente Verdadero
PRIMER DIA
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Pg. 4 - w80 1/11 pg. 12 prrs. 5-6
5
Una regla que omos repetida con frecuencia es que sacamos de una cosa determinada lo
que dedicamos a ella. Jess indic el beneficio que obtendramos de prestar la atencin merecida
a lo que l deca. Lo indic por medio de aadir las siguientes palabras a su amonestacin sobre
la atencin: Con la medida con que ustedes miden, se les medir a ustedes, s, aun se les
aadir. Porque al que tiene se le dar ms; pero al que no tiene, aun lo que tiene le ser
quitado.Mar. 4:24, 25.
6
Por consiguiente, si le medimos a Jess poco inters y atencin, no podemos esperar que
hayamos de recibir mucho de l, por lo menos de lo que est diciendo para nuestra gua, para
nuestro beneficio. Pero si mostramos que realmente le tenemos aprecio como Maestro nuestro y
le damos nuestra mayor medida de atencin, entonces l responder por medio de darnos una
cantidad comparable de informacin e iluminacin. Sin embargo, a este respecto, a l no le
interesa simplemente igualar las cosas y equilibrar las cuentas. Ms bien, por su generosidad, y
en conformidad con su capacidad, nos favorece con ms de lo que esperamos. As se nos
enriquece y estamos en mejor posicin para compartir con otros nuestra abundancia,
impartindoles el entendimiento de las cosas.
Pg. 7 *** it-2 pg. 353 Meditacin ***
Accin de aplicar con intensidad el pensamiento y la reflexin al conocimiento y consideracin
de una cosa, bien experiencias del pasado, asuntos del presente o posibles acontecimientos
futuros.
A fin de meditar debidamente, es necesario estar libre de distracciones, estar a solas con los
pensamientos. Por ejemplo, al caer la tarde, Isaac sali a pasear solo con el fin de meditar,
posiblemente sobre su inminente matrimonio con Rebeca. (G 24:63.) Durante la soledad de las
vigilias nocturnas, el salmista medit sobre la grandeza de su magnfico Creador. (Sl 63:6.) La
meditacin del corazn debe dirigirse hacia cosas beneficiosas, como el esplendor y las obras de
Jehov y las cosas que le agradan a l (Sl 19:14; 49:3; 77:12; 143:5; Flp 4:8), no hacia los
ardides de los inicuos. (Pr 24:1, 2.)
La meditacin provechosa evita las respuestas necias. Supone pensar seriamente en los
asuntos de importancia para dar respuestas desde el corazn que no haya que lamentar ms
tarde. (Pr 15:28.)
*** w13 15/10 pgs. 27-28 prr. 7 Actuemos en armona con la conmovedora oracin
de Jess ***
7 De acuerdo con algunos estudiosos del idioma griego, la expresin que se traduce que
estn adquiriendo conocimiento tambin se puede traducir que sigan conociendo. Estas dos
ideas tienen un significado parecido y son necesarias para llegar al fin deseado. En la Biblia con
referencias, la nota al pie de pgina para Juan 17:3 ofrece esta opcin: [que] te conozcan. Por
tanto, la expresin que estn adquiriendo conocimiento se refiere a un proceso continuo que nos
lleva a conocer a Dios. Pero conocer al Ser ms grandioso del universo implica mucho ms que
entender su voluntad y sus cualidades. Implica tener una relacin cercana con l y con nuestros
hermanos en la fe, una relacin basada en el amor. Bien dice la Biblia: El que no ama no ha
llegado a conocer a Dios (1 Juan 4:8). Conocerlo tambin significa obedecerlo (lea 1 Juan 2:3-5).
Qu honor es estar entre quienes conocen a Jehov! Ahora bien, esa hermosa relacin se puede
perder, como lo demuestra el caso de Judas Iscariote. Esforcmonos por conservarla. As,
cuando llegue el momento, podremos recibir el don inmerecido de la vida eterna (Mat. 24:13).
*** w13 1/8 pg. 11 Las cualidades invisibles de l se ven claramente ***
Cree usted que Dios existe? Si as es, podra demostrarlo? A nuestro alrededor hay
infinidad de pruebas de que existe un Creador sabio, poderoso y lleno de amor. A qu pruebas
nos referimos? Son confiables? Para encontrar la respuesta, analicemos lo que el apstol Pablo
escribi a los cristianos de Roma.
l dijo: Las cualidades invisibles de [Dios] se ven claramente desde la creacin del mundo en
adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder [eterno] y Divinidad, de modo
que ellos son inexcusables (Romanos 1:20). Tal como seala Pablo, la creacin lleva la firma de
su Creador. Analicemos un poco ms estas palabras.
Pablo escribi que las cualidades de Dios pueden verse desde la creacin del mundo. En este
caso, la palabra griega que se traduce mundo se refiere a la humanidad, no al planeta Tierra.
(La Biblia tambin dice que el mundo es culpable de pecado y que necesita un salvador, lo cual
demuestra que, en estos casos, el trmino se refiere a la humanidad y no a la Tierra Juan 1:29;
4:42; 12:47). Lo que Pablo estaba diciendo es que desde el momento en que fue creada, la
humanidad ha podido percibir las cualidades de Dios en la creacin.
Las pruebas no estn ocultas; se ven claramente a nuestro alrededor. Las creaciones desde
la ms grande hasta la ms pequea revelan la existencia de un Creador que posee cualidades
maravillosas. Pensemos, por ejemplo, en el inteligente diseo de la naturaleza. Acaso
no demuestra lo sabio que es Dios? Y los cielos estrellados? Y las fuertes olas del mar?
No dan prueba de su poder? Qu hay de la variedad de sabores que deleitan nuestro paladar,
o de la belleza de los amaneceres y las puestas de sol? Verdad que dejan ver el amor que Dios
siente por la humanidad? (Salmo 104:24; Isaas 40:26.). La creacin lleva la firma de su Creador
Son tan claras las pruebas que quienes no las ven y se niegan a creer en Dios son
inexcusables. Un erudito lo explica de la siguiente manera. Imagine que un conductor ve una
seal de trnsito que dice: Desvo. Gire a la izquierda, pero no le hace caso. Cuando un polica
lo detiene para darle una multa, el conductor le dice que no vio la seal. La excusa no convence
al polica porque la seal est a plena vista y el conductor no tiene problemas de visin. Adems,
este tiene la responsabilidad de fijarse en todas las seales y obedecerlas. Del mismo modo, las
pruebas de la existencia de Dios que hay en la naturaleza estn a plena vista. Y nosotros, que
somos seres racionales, podemos verlas. No tenemos motivos para ignorarlas.
En efecto, la creacin revela mucho acerca de nuestro Creador. Pero hay un libro que revela
an ms sobre l, la Biblia. En sus pginas se responde esta importante pregunta: cul es el
propsito de Dios para la Tierra y la humanidad? Saber la respuesta nos ayudar a tener una
buena relacin con Dios, cuyas cualidades invisibles [...] se ven claramente en el mundo que
nos rodea.
Pg. 9 *** cf cap. 13 pgs. 133-134 prrs. 14-15 Yo amo al Padre ***
14 Otra forma en que Jess mantuvo fuerte su amor a Jehov fue orando de continuo. Aunque
era un hombre amigable y disfrutaba de estar con otras personas, es interesante notar lo mucho
que valoraba la soledad. Por ejemplo, Lucas 5:16 dice que continuaba en retiro en los desiertos
ridos [...] orando. Asimismo, Mateo 14:23 relata: Por fin, habiendo despedido a las
muchedumbres, subi solo a la montaa a orar. Aunque se hizo tarde, estaba all solo. Jess
busc la soledad en estas y en otras ocasiones, no porque fuera un ermitao ni porque rehuyera
la compaa de los dems, sino porque deseaba estar a solas con su Padre y hablar libremente
con l mediante la oracin.
15 En sus oraciones, Jess emple a veces la expresin Abba, Padre (Marcos 14:36).
En aquel entonces, Abba era una palabra cariosa para padre, muy comn en el uso familiar;
figuraba entre las primeras palabras que aprendan los nios. Al mismo tiempo, era un trmino
respetuoso. Si bien revelaba la intimidad del Hijo que habla a su Padre amado, tambin indicaba
profundo respeto por la autoridad paterna de Jehov. Tal combinacin de intimidad y respeto se
percibe en todas las oraciones de Jess registradas en la Biblia. Por ejemplo, en el captulo 17 de
Juan, el apstol puso por escrito la larga y sincera oracin que Jess hizo la ltima noche de su
vida humana. Cuando la estudiamos, nos sentimos profundamente conmovidos. Pero es
fundamental que hagamos algo ms: que imitemos dicha oracin. Cmo podemos hacerlo?
No repitindola, por supuesto, sino buscando la forma de hablar desde el corazn con nuestro
Padre celestial cuantas veces sea posible. Al hacerlo, mantendremos vivo y fuerte nuestro amor
por l.
*** w14 15/2 pg. 15 Jehov, nuestro mejor Amigo Los amigos se comunican
18 La amistad se hace ms profunda cuando hay una buena comunicacin. En esta era de
Internet y tecnologa, las redes sociales y los mensajes de texto se han vuelto muy populares.
Pero qu lugar ocupa en nuestra vida la comunicacin personal con Jehov, nuestro mejor
Amigo? Sabemos que l es el Oidor de la oracin (Sal. 65:2). Con cunta frecuencia tomamos
la iniciativa y le hablamos?
19 A algunos siervos de Dios les cuesta abrir su corazn y expresar sus sentimientos ms
profundos. Sin embargo, eso es precisamente lo que Jehov quiere que hagamos al orar (Sal.
119:145; Lam. 3:41). Y si no encontramos palabras para describir lo que sentimos, la Biblia nos
ayuda. Pablo escribi a los cristianos de Roma: El problema de lo que debemos pedir en oracin
como necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el espritu mismo aboga por nosotros con
gemidos no expresados. Sin embargo, el que escudria los corazones sabe cul es la intencin
del espritu, porque este aboga en conformidad con Dios por los santos (Rom. 8:26, 27). Meditar
en las palabras contenidas en libros bblicos como Job,
Salmos y Proverbios nos ayudar a expresarle a Jehov nuestros sentimientos ms ntimos.
20 Cuando afrontemos situaciones penosas, sigamos el consejo que Pablo escribi por
inspiracin divina a los cristianos filipenses: No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo,
por oracin y ruego junto con accin de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios. Esa
comunicacin sin trabas con nuestro mejor Amigo nos dar fuerzas y consuelo, pues Pablo
aadi: Y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardar sus corazones y sus
facultades mentales mediante Cristo Jess (Filip.4:6, 7). Atesoremos siempre la incomparable
paz de Dios que verdaderamente protege nuestra mente y nuestro corazn.
21 La oracin nos permite estrechar la amistad con Jehov. Por lo tanto, oremos
incesantemente (1 Tes. 5:17). Que este artculo fortalezca la valiosa relacin que tenemos con
Dios y nuestra determinacin de cumplir sus justos requisitos. Y pensemos en cunto nos
beneficia que Jehov sea nuestro Padre, nuestro Dios y nuestro Amigo.
*** w02 15/10 pgs. 17-18 prr. 16 Jehov se interesa por nosotros ***
16 Est usted convencido de que Jehov tiene poder para salvarnos? Siente su proteccin
anglica? Ha gustado y visto personalmente que Jehov es bueno? Cundo fue la ltima vez
que percibi que Jehov haba sido bueno con usted? Haga memoria. Fue en aquel ltimo
hogar que visit en el ministerio, justo cuando crea que no poda ms? Quiz en ese momento
tuvo una magnfica conversacin con el amo de casa. Se acord de darle gracias a Jehov por
haberle proporcionado las fuerzas que necesitaba y por bendecirlo de esa forma? (2 Corintios
4:7.) Por otra parte, es posible que le resulte difcil recordar algn acto bondadoso que Jehov
haya efectuado por usted. Tal vez tenga que retroceder en el tiempo una semana, un mes, un ao
o incluso ms. En ese caso, por qu no se esfuerza por acercarse ms a Jehov y ver cmo l
lo gua y dirige? El apstol Pedro aconsej a los cristianos: Humllense [...] bajo la poderosa
mano de Dios, [...] a la vez que echan sobre l toda su inquietud, porque l se interesa por
ustedes (1 Pedro 5:6, 7). Le asombrar ver cunto se interesa l por usted (Salmo 73:28).
Pg. 10 *** w12 15/2 pg. 7 prrs. 16-17 Imitemos la actitud vigilante de Jess ***
16 Cuando Jess afront situaciones difciles, se neg rotundamente a confiar en su propio
entendimiento. Imagnese! El hombre ms sabio que ha pisado la Tierra no se fi de su propia
sabidura. Por citar un caso, cuando Satans lo tent, us varias veces la frase: Est escrito
(Mat. 4:4, 7, 10). Ms bien, se apoy en la sabidura de su Padre para resistir la tentacin,
mostrando as la humildad que Satans tanto desprecia y de la que carece totalmente.
Actuamos nosotros igual que Jess? El cabeza de familia que imita su actitud vigilante se gua
por la Palabra de Dios, en particular cuando pasa por dificultades. Y eso es precisamente lo que
estn haciendo miles de cristianos por todo el mundo. Con fidelidad, buscan primero el Reino de
Dios y la adoracin pura, anteponiendo estas cosas a los intereses materiales. De este modo,
brindan el mejor cuidado a sus familias. Jehov, por su parte, bendice los esfuerzos que realizan
para sostener a los suyos, tal como promete Su Palabra (Mat. 6:33).
17 No cabe duda: Jess nos dio el mejor ejemplo posible de vigilancia, un ejemplo que es
provechoso y que puede hasta salvarnos la vida. Recordemos que Satans quiere dormirnos
espiritualmente, pues en ese estado tendremos una fe dbil, nuestro deseo de adorar a Jehov
ir languideciendo y nuestra lealtad a l se ver comprometida (1 Tes. 5:6). No le demos ese
gusto. Mantengmonos vigilantes como Jess: vigilantes en la oracin, en el ministerio y en la
adversidad. As disfrutaremos de una vida rica, plena y feliz aun en las horas agonizantes de este
mundo. Tendremos asimismo la seguridad de que cuando el Amo venga a destruir este sistema
de cosas, nos encontrar alerta y activos, efectuando la voluntad de su Padre. Qu contento se
pondr Jehov cuando nos premie por nuestra fidelidad! (Rev. 16:15.)
*** cf cap. 7 pg. 72 prrs. 15-16 Consideren con sumo cuidado [...] al que ha
aguantado ***
15 Aunque Jess era el Hijo perfecto de Dios, no confi en sus propias fuerzas para aguantar,
sino que acudi a su Padre celestial por ayuda. El apstol Pablo escribi: Cristo ofreci ruegos y
tambin peticiones a Aquel que poda salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lgrimas
(Hebreos 5:7). Observe que Jess ofreci no solo peticiones, sino tambin ruegos. El trmino
ruego se refiere a una splica especialmente sincera e intensa; significa implorar ayuda.
La palabra ruegos, en plural, indica que Jess le implor a Jehov en ms de una ocasin.
De hecho, en el jardn de Getseman, l or con fervor una y otra vez (Mateo 26:36-44).
16 Jess tena plena confianza en que Jehov escuchara sus ruegos, pues saba que su
Padre es el Oidor de la oracin (Salmo 65:2). Durante su existencia prehumana, el Hijo
primognito haba visto al Padre contestar las oraciones de sus siervos fieles. l estaba en los
cielos cuando Jehov envi a un ngel para responder a la oracin sincera del profeta Daniel,
incluso antes de que terminara de orar (Daniel 9:20, 21). Cmo, entonces, no iba a contestar el
Padre a su Hijo unignito cuando este le abriera su corazn con fuertes clamores y lgrimas?
Jehov respondi a las splicas de su Hijo y mand a un ngel para que lo fortaleciera y as
pudiera resistir la prueba (Lucas 22:43).
*** si pg. 324 prrs. 18-19 Estudio nmero 7: La Biblia en nuestros tiempos ***
18 El 3 de septiembre de 1949, en las oficinas centrales de la Sociedad en Brooklyn, el
presidente anunci a la Junta Directiva la existencia del Comit de Traduccin de la Biblia del
Nuevo Mundo, y que aquel comit haba completado una traduccin moderna de las Escrituras
Griegas Cristianas. Se ley el documento del comit, mediante el cual el comit asignaba a la
Sociedad la posesin, el control y la publicacin del original de su traduccin, en reconocimiento
de la obra no sectaria de la Sociedad de fomentar la educacin bblica por toda la Tierra. Tambin
se leyeron porciones del original, como ejemplos de la naturaleza y calidad de la traduccin. Los
directores aceptaron unnimemente el regalo de la traduccin, y de inmediato se hicieron planes
para imprimirla. La composicin empez el 29 de septiembre de 1949, y a principios del verano
de 1950 decenas de millares de ejemplares quedaron completos y encuadernados.
19 Presentacin de la Traduccin del Nuevo Mundo en partes. El mircoles 2 de agosto
de 1950, en el cuarto da de su asamblea internacional en el Estadio Yanqui, de Nueva York, un
auditorio totalmente sorprendido de 82.075 testigos de Jehov acept gustosamente la
presentacin de la Traduccin del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en ingls. El
Comit de traductores, estimulado por aquella acogida entusistica inicial y por expresiones
posteriores de aprecio por los mritos de la traduccin, enseguida emprendi la extensa obra de
traducir las Escrituras Hebreas. Estas se publicaron en otros cinco tomos, que se presentaron en
sucesin desde 1953 hasta 1960. El conjunto de seis tomos form una biblioteca de la Biblia
entera en ingls moderno. Cada tomo contena tambin ayudas valiosas para el estudio de la
Biblia. As se le hizo accesible al estudiante de la Biblia de nuestros das un inmenso almacn de
informacin bblica. Se haban hecho esfuerzos diligentes para usar toda fuente confiable de
informacin textual, de manera que la Traduccin del Nuevo Mundo expresara clara y
acertadamente el vigoroso mensaje de las Escrituras inspiradas originales.
*** jv cap. 27 pg. 609 Impresin y distribucin de la Palabra sagrada de Dios ***
Tras esto, se tradujeron al ingls las Escrituras Hebreas y se publicaron paulatinamente, en
cinco tomos, a partir de 1953. Al igual que con las Escrituras Griegas Cristianas, se dio atencin a
comunicar de la manera ms literal posible lo que deca el idioma original. Se ejerci especial
cuidado para traducir con uniformidad, comunicar con exactitud la accin o el estado de los
verbos y utilizar lenguaje sencillo que fuera entendible para el lector moderno. Siempre que
apareca el Tetragrmaton en el texto hebreo se traduca correctamente por el nombre personal
de Dios, en vez de reemplazarlo por otro trmino, costumbre que siguen muchas versiones. Los
artculos de los apndices y las notas de estos tomos permitan al estudiante cuidadoso examinar
la razn de las traducciones empleadas.
El 13 de marzo de 1960 el Comit de Traduccin de la Biblia del Nuevo Mundo concluy la
lectura final de la porcin de la Biblia que se publicara en el quinto tomo. Haban transcurrido
doce aos, tres meses y once das desde el comienzo de la traduccin de las Escrituras Griegas
Cristianas. Unos meses despus se present el quinto tomo impreso de las Escrituras Hebreas
para su distribucin.
Principios de la traduccin bblica
Pg. 11,12 nwt-E pg 1718-1721
Algunos podran concluir que una traduccin estricta, palabra por palabra, estilo interlinear sera
que el lector pueda llegar ms cerca de lo que se expres en los idiomas originales. Sin embargo,
eso no siempre es el caso. Considere algunas de las razones:
No hay dos lenguas que sean exactamente iguales en la gramtica, el vocabulario, y estructura
de la oracin. Un profesor de hebreo, S. R. Conductor, escribieron que las lenguas "difieren no
slo en la gramtica y la races, pero tambin. . . en la forma en que las ideas se construyen en
una frase. "Diferentes lenguajes requieren bastante diferente patrones de pensamiento. "En
consecuencia", contina el profesor Conductor, "Las formas adoptadas por la frase en diferentes
idiomas no son los mismos
Ninguna lengua moderna refleja exactamente el vocabulario y gramtica del hebreo bblico,
arameo y griego, as que una traduccin palabra por palabra de la Biblia podra ser poco claras o,
a veces incluso podra transmitir el significado equivocado.
El significado de una palabra o de una expresin puede variar en el contexto en el que se utiliza.
Un traductor puede ser capaz de reflejar la representacin literal de la lengua original, en algunos
pasajes, pero esto debe hacerse con mucho cuidado.
Aqu estn algunos ejemplos de cmo la traduccin palabra por palabra puede se malinterprete:
- Las Escrituras usan las expresiones "sueo" y "se duermen" para referirse tanto al sueo
fsico y para el sueo de la muerte. (Mateo 28:13; Hechos 7:60) Cuando se utilizan estas
expresiones en contextos que se refieren a la muerte, los traductores de la Biblia pueden
utilizar expresiones como "quedarse dormido en la muerte", que ayuda al lector a evitar
confusion.-1 Corintios 7:39; 1 Tesalonicenses 04:13; 2 Pedro 3:4.
- El apstol Pablo us una expresin que se encuentra en Efesios 4:14 que puede traducirse
literalmente "en el juego de dados de los hombres." Esta antigua expresin alude a la
prctica de engaar a otros cuando se utiliza dados. En la mayora de los idiomas, una
traduccin literal de esta alusin tiene poco sentido. La traduccin de esta expresin como
"la astucia de los hombres "es una manera ms clara para transmitir el significado.
- En Romanos 12:11, se utiliza una expresin griega que literalmente significa "el espritu de
ebullicin." Esta traduccin no transmite el significado previsto en ingls, por lo que se
traduce "fulgurar con el espritu.
- Durante su famoso Sermn del Monte, Jess us una expresin que a menudo se traduce
"Bienaventurados los pobres en espritu. (Mateo 05:03, King James Versin) Sin embargo,
en muchos idiomas, una traduccin literal de esta expresin es oscuro. En algunos casos,
una traduccin estrictamente literal podra implicar que "la pobres de espritu "son
mentalmente desequilibrada o carente de vitalidad y determinacin. Sin embargo, Jess
estuvo aqu enseando a la gente que su felicidad dependa, no en la satisfaccin de sus
necesidades fsicas, si no en el reconocimiento de su necesidad de la direccin de Dios.
(Lucas 6:20) Por tanto, tales representaciones como "los que tienen conciencia de su
necesidad espiritual "o" los que reconocen su necesidad de Dios transmite con mayor
precisin el significado de la expresin original. Mateo 5:03; El Nuevo Testamento en Ingls
Moderno.
- En muchos contextos, la palabra hebrea traducida como "los celos" corresponde con el
sentido comn de la palabra Ingls, a saber, sentir ira por la aparente infidelidad de un
estrecho colaborador o que envidia a otros de sus posesiones. (Proverbios 06:34; Isaas
11:13) Sin embargo, la misma palabra hebrea tambin tiene una connotacin positiva. Por
ejemplo, puede referirse al "celo" o ardor, que Jehov muestra por sus siervos de los
cuales requiere devocin exclusiva" (xodo 34:14; 2 Reyes 19:31; Ezequiel 05:13;
Zacaras 8:2) Tambin puede ser usado por el "celo" que sus siervos fieles tienen a Dios y
su culto o de no "tolerar ninguna rivalidad 'hacia l. Salmo 69:9; 119:139; Nmeros 25:11.
- Expresin hebrea que generalmente se refiere a los recursos humanos la mano tiene una
gran variedad de significados Dependiendo del contexto, esta palabra puede ser traducida
como "autoridad", "generosidad" o "poder." (2 Samuel 8:03; 1 Reyes 10:13; Proverbios
18:21) De hecho, esta palabra en particular se traduce ms de 40 diferentes maneras en la
edicin de Ingls de la Traduccin del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras.
En vista de estos factores, la traduccin de la Biblia implica ms que simplemente emitir una
palabra en idioma original con el mismo trmino cada vez que ocurre. Un traductor debe utilizar
buen juicio con el fin de seleccionar las palabras en el idioma de destino que mejor representan
las ideas del texto original en el idioma. Adicionalmente, hay una necesidad de estructurar las
frases en una forma que se ajusta a las normas de la gramtica de la lengua, haciendo el texto
fcil de leer.
Al mismo tiempo, los extremos en la reformulacin del texto deben ser evitados. Un traductor que
liberalmente parafrasea de la Biblia de acuerdo a cmo interpreta la idea general podra
distorsionar el significado del texto. Cmo es eso? El traductor puede insertar errneamente su
opinin de lo que significa que el texto original o puede omitir detalles importantes que figuran en
el texto original. As, mientras que las parfrasis de la Biblia puede ser fcil de leer, su misma
franqueza, a veces puede impedir al lector conseguir el verdadero mensaje del texto.
El prejuicio doctrinal puede alterar fcilmente el trabajo de un traductor. Por ejemplo, Mateo 07:13
dice: "espacioso es el camino que conduce a la destruccin." Algunos traductores, tal vez
afectados por el prejuicio doctrinal, han utilizado el trmino "infierno" en lugar de lo que realmente
el trmino griego significa, a saber, "la destruccin".
Un traductor de la Biblia tambin debe tener en cuenta que la Biblia fue escrita utilizando el
lenguaje cotidiano de la gente comn, como agricultores, pastores y pescadores. (Nehemas 8:08,
12; Hechos 4:13) Por lo tanto, una buena traduccin de la Biblia hace que el mensaje que
contiene sea comprensible para la gente sincera, sin tener en cuenta sus antecedentes.
Expresiones comunes claras, de fcil comprensin son preferibles a los trminos que se usan
muy poco por la persona promedio.
Un buen nmero de traductores de la Biblia han tomado la injustificable libertad de omitir el
nombre de Dios, Jehov, de las traducciones modernas a pesar de que ese nombre se encuentra
en antiguos manuscritos de la Biblia. (Vase el Apndice A4.) Muchas traducciones reemplazan el
nombre con un ttulo, como "Seor", y algunos incluso ocultar el hecho de que Dios tiene un
nombre. Por ejemplo, en algunas traducciones, la oracin de Jess registrada en Juan 17:26 dice:
" "Te he dado a conocer a ellos" y en Juan 17:6:" Te he manifestado a los hombres que me diste.
Sin embargo, una representacin fiel de la oracin de Jess dice: "He manifestado tu nombre a
ellos," y "He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste
Como se afirma en el prlogo a la edicin original en Ingls de la Traduccin del Nuevo Mundo:
"Ofrecemos no parfrasis de las Escrituras. Nuestro esfuerzo durante todo ha sido dar en lo
posible una traduccin literal, donde el idioma Ingls moderno lo permite y donde no permite una
traduccin literal no esconder el pensamiento previsto.
"Por lo tanto, el Comit de Traduccin del Nuevo Mundo de la Biblia se ha esforzado por
encontrar un equilibrio entre el uso de palabras y frases que reflejan el original y, al mismo tiempo,
evitando texto que lee torpemente u oculta el pensamiento previsto.
Como resultado, la Biblia se puede leer con facilidad y el lector puede tener plena confianza de
que su mensaje de inspiracin ha sido transmitida firlmente.-1 Tesalonicenses 2:13.
*** w08 1/5 pgs. 19-21 Cmo escoger una buena traduccin de la Biblia ***
Son mejores las traducciones palabra por palabra?
Traducir estrictamente una palabra por otra no suele ser la mejor manera de expresar el
significado de un pasaje bblico. Por qu no? Aunque hay varias razones, analicemos dos de
ellas:
1. No hay dos idiomas que tengan exactamente la misma gramtica, vocabulario y forma de
expresar las ideas. El profesor de hebreo S. R. Driver seala que las lenguas no solo difieren en
su gramtica y vocabulario, sino tambin [...] en la manera de construir las frases para expresar
las ideas. Las personas que hablan un idioma no piensan igual que las que hablan otro. Por
consiguiente aade el profesor Driver, las formas que adoptan las frases no son las mismas.
Puesto que ningn idioma refleja exactamente el vocabulario y la gramtica del hebreo y el
griego bblicos, una traduccin palabra por palabra sera poco clara y hasta podra transmitir un
significado errneo. Vemoslo en los siguientes ejemplos.
En su carta a los Efesios, el apstol Pablo utiliz una expresin que literalmente se traduce en
el juego de dados de los hombres (Efesios 4:14, Jnemann, nota). Esta expresin alude a la
prctica de hacer trampas en los dados. Sin embargo, en la mayora de los idiomas, una
traduccin literal no tendra ningn sentido. Por lo tanto, una manera ms clara de transmitir el
significado de esta expresin es traducindola las tretas de los hombres.
Al escribir a los romanos, Pablo emple una expresin griega que significa literalmente en el
espritu, hirvientes (Romanos 12:11, Bover-Cantera). Le suena a usted natural esta expresin?
En realidad, la frase original transmite la idea de estar radiantes, o fulgurantes, con el espritu.
Observe este otro ejemplo. En uno de sus ms famosos discursos, Jess emple una
expresin que a menudo se traduce as: Bienaventurados los pobres de espritu (Mateo 5:3).
En numerosos idiomas, una traduccin literal como esta oscurecera el significado original.
De hecho, en algunos casos incluso implicara que los pobres de espritu son personas que
sufren un desequilibrio mental o que carecen de vitalidad y determinacin. Sin embargo, Jess
us esa expresin para ensear a la gente que su felicidad no dependa de satisfacer sus
necesidades fsicas, sino de reconocer que necesitaban la gua divina (Lucas 6:20). De modo que
traducciones como los que tienen conciencia de su necesidad espiritual o los que reconocen su
necesidad espiritual comunican con mayor exactitud el verdadero significado (Mateo 5:3; Versin
Popular, tambin conocida como Dios habla hoy).
2. El significado de una palabra o expresin puede variar dependiendo del contexto en que
se use. Tomemos por caso la expresin hebrea que normalmente alude a la mano. Tal expresin
puede adoptar una amplia variedad de significados, dependiendo del contexto. Puede, por
ejemplo, traducirse por control, a mano abierta o poder (2 Samuel 8:3; 1 Reyes 10:13;
Proverbios 18:21). De hecho, este trmino en particular se vierte de ms de cuarenta maneras
distintas en la Traduccin del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras en ingls.
Puesto que el contexto puede influir en el significado de una palabra, la Traduccin del Nuevo
Mundo en ingls emplea cerca de 16.000 expresiones para traducir unos 5.500 vocablos griegos,
as como ms de 27.000 expresiones para traducir unas 8.500 palabras hebreas. A qu se debe
esa variedad en la traduccin de las palabras? El comit de traduccin consider que transmitir
su sentido ms exacto de acuerdo con el contexto era ms importante que producir una versin
estrictamente literal. Aun as, la Traduccin del Nuevo Mundo en ingls emplea, siempre que es
posible, las mismas palabras al traducir los trminos hebreos y griegos.
Pero est claro que no basta con traducir de la misma manera un trmino del idioma bblico
original cada vez que aparezca. Por eso, los traductores deben seleccionar con buen criterio las
palabras que comuniquen las ideas con exactitud y claridad. Adems, han de combinar las
palabras y frases segn las reglas gramaticales del idioma al que traducen.
Qu hay de las traducciones libres?
Los traductores de las comnmente llamadas parfrasis de la Biblia se toman la libertad de
alterar en alguna medida lo que dicen los textos originales. De qu manera? O bien insertando
expresiones que reflejan su opinin sobre el posible significado del texto original, o bien omitiendo
alguna informacin. Las parfrasis pueden resultar atractivas porque son fciles de leer. Sin
embargo, a veces, su estilo libre oscurece o cambia el significado del texto original.
Veamos, por ejemplo, la forma en que una traduccin libre vierte la famosa oracin modelo de
Jess: Padre nuestro que ests en el cielo: Que todos reconozcan que t eres el verdadero Dios
(Mateo 6:9, Traduccin en lenguaje actual [TLA], tambin conocida como Biblia en Lenguaje
Sencillo). Pero una traduccin ms exacta sera esta: Padre nuestro que ests en los cielos,
santificado sea tu nombre. Observemos tambin de qu manera se vierte Juan 17:26 en algunas
Biblias. Segn la traduccin libre ya citada, Jess dirigi estas palabras a su Padre la noche que
fue arrestado: Les he dicho quin eres (TLA). Sin embargo, una traduccin ms fiel es la
siguiente: Les he dado a conocer tu nombre. Se da usted cuenta de cmo algunos traductores
en realidad ocultan el hecho de que Dios tiene un nombre que debemos usar y honrar?
*** w08 1/5 pgs. 21-22 Cmo escoger una buena traduccin de la Biblia ***
Por qu hay que tener cautela?
Algunas traducciones libres oscurecen las normas morales expresadas en el texto original. Por
ejemplo, cierta versin dice en 1 Corintios 6:9, 10: No comprenden que esa no es forma de
vivir? Los injustos que no se preocupan por Dios no tendrn parte en su reino. Quienes son
culpables de uso y abuso del prjimo, uso y abuso del sexo, uso y abuso de la tierra y de todo lo
que hay en ella, no pueden ser ciudadanos en el reino de Dios (The Message: The Bible in
Contemporary Language).
Compare esas palabras con la versin ms exacta que presenta la Traduccin del Nuevo
Mundo: No saben que los injustos no heredarn el reino de Dios? No se extraven.
Ni fornicadores, ni idlatras, ni adlteros, ni hombres que se tienen para propsitos
contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas dominadas
por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsin heredarn el reino de
Dios. Note que la traduccin libre ni siquiera menciona las conductas especficas que Pablo nos
dice que debemos evitar.
Las convicciones doctrinales del traductor tambin pueden condicionar su labor. Por ejemplo,
segn la Versin Nueva Vida, Jess dijo a sus discpulos: Entren por la puerta angosta, porque la
puerta y el camino que llevan al infierno son anchos y grandes; mucha gente pasa por esa puerta
(Mateo 7:13). Los traductores insertaron el trmino infierno a pesar de que el relato de Mateo
instrucciones a los reyes de Israel para hacer sus propias copias de la ley escrita. (Deuteronomio
17:18) Adems, Dios hizo a los levitas responsables de la preservacin de la ley y ensear a la
gente. (Deuteronomio 31:26; Nehemas 8:07) Despus de la deportacin de los Judos a
Babilonia, una clase de copistas o escribas (Sopherim), (Esdras 7:6, notas al pie) con el tiempo,
los escribas hicieron numerosas copias de los 39 libros de las Escrituras Hebreas.
A travs de los siglos, los escribas meticulosamente copiaron estos libros. Durante la Edad Media,
un grupo de escribas judos conocido como los masoretas llevaron esa tradicin. El ms antiguo
Manuscrito masortico es el Cdice de Leningrado, que data de 1008/1009 CE Sin embargo, a
mediados del siglo 20, se descubrieron unos 220 manuscritos o fragmentos bblicos entre ellos
los Rollos del Mar Muerto. Esos manuscritos bblicos eran ms de un millar de aos ms antiguo
que el Cdice de Leningrado.
Una comparacin de los Rollos del Mar Muerto con el Cdice de Leningrado confirma un punto
vital: Mientras que los Rollos del Mar Muerto contienen algunas variaciones en la redaccin,
ninguna de esas variaciones afectan el mensaje en s.
Qu pasa con los 27 libros de las Escrituras Griegas Cristianas? Esos libros fueron escritos por
primera vez por algunos de los apstoles de Jess y por algunos de los primeros discpulos.
Siguiendo la tradicin de los escribas judos, los primeros cristianos hicieron copias de los libros.
(Colosenses 4:16) A pesar de los intentos de emperador romano Diocleciano y otros para destruir
toda la literatura cristiana primitiva, miles de fragmentos y manuscritos antiguos se han
conservado hasta nuestros das.
Los escritos cristianos tambin fueron traducidos a otros idiomas. Las primeras traducciones de la
Biblia son a lenguas tan antiguas como el armenio, copto, etope, Georgiano, latn y siraco.
ESTABLECIENDO TEXTOS PARA LA TRADUCCIN DEL HEBREO YGRIEGO
No todas las copias de antiguos manuscritos de la Biblia contienen una redaccin idntica.
Cmo, entonces, podemos saber lo que contena el texto original? La situacin podra
compararse a la de un profesor que pide a 100 estudiantes que copien un captulo de un libro.
Incluso si el captulo original se perdi ms tarde, una comparacin de las 100 copias podra
revelar el texto original. Mientras que cada estudiante podra cometer algunos errores, es muy
poco probable que todos los estudiantes hicieran exactamente las mismas. Del mismo modo,
cuando los estudiosos comparan los miles de fragmentos y copias antiguas de los
Libros de la Biblia a su alcance, pueden detectar errores de copista y determinar la redaccin
original.
Qu confianza podemos tener en que los pensamientos contenidos en el Textos original de la
Biblia se han transmitido con precisin a nosotros? Comentando sobre el texto de las Escrituras
Hebreas, el erudito William H. Verde declar: "Se puede decir con seguridad que ninguna otra
obra de la antigua se ha transmitido con tanta precisin. "En cuanto a las Escrituras Griegas
Cristianas, el tambin llamado Nuevo Testamento, El erudito FF Bruce escribi: "La evidencia de
los escritos del Nuevo Testamento es siempre mucho mayor que la evidencia de muchos escritos
de autores clsicos, autores clsicos, cuya autenticidad nadie cuestiona". l tambin dijo: "Si el
Nuevo Testamento fueran una coleccin de escritos seculares, su autenticidad en general se
considerara fuera de toda duda.
*** w98 1/4 pgs. 11-12 prr. 7 Un libro para todo el mundo ***
7 Segn parece, los escritores bblicos escribieron sus palabras con tinta en papiros (que se
elaboraban con la planta egipcia del mismo nombre) y en pergaminos (que se preparaban con la
piel de animales) (Job 8:11). Tales materiales de escritura, sin embargo, tenan enemigos
naturales. El docto Oscar Paret explica: Estos dos materiales de escritura estn igualmente
amenazados por la humedad, el moho y varios tipos de gusanos. Conocemos por la experiencia
cotidiana la facilidad con que se deteriora el papel, e incluso el cuero resistente, cuando se coloca
a la intemperie o en una habitacin hmeda. As que poco sorprende que no se conozca la
existencia de ninguno de los escritos originales; probablemente se desintegraron hace mucho
tiempo. Pero si los escritos originales sucumbieron a sus enemigos naturales, cmo ha
sobrevivido la Biblia?
*** w90 15/7 pg. 29 Necesitamos realmente los originales? ***
Con el tiempo el copiar las Escrituras se convirti en una profesin en Israel. De hecho, Salmo
45:1 dice: Sea mi lengua el estilo de copista hbil. A copistas como Safn y Sadoc se les
menciona por nombre. Pero el copista mejor conocido de los tiempos antiguos fue Esdras, quien
tambin contribuy a los escritos originales de la Biblia. (Esdras 7:6; Nehemas 13:13; Jeremas
36:10.) Aun mientras se escriban porciones posteriores de la Biblia, los libros que ya se haban
completado se copiaban y distribuan.
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra haba copias de las Escrituras Hebreas (Gnesis hasta
Malaquas) disponibles no solo en Jerusaln, sino tambin aparentemente en sinagogas de
Galilea. (Lucas 4:16, 17.) Pues, hasta en la distante Berea de Macedonia judos de disposicin
noble podan examinar las Escrituras diariamente! (Hechos 17:11.) Hoy existen unas
1.700 copias manuscritas de libros bblicos que se escribieron antes del nacimiento de Jess, as
como unas 4.600 de los que compilaron sus discpulos (Mateo hasta Revelacin).
Eran exactas aquellas copias? S; sumamente exactas. Los copistas profesionales de las
Escrituras Hebreas (llamados soferim) se preocupaban mucho por evitar equivocaciones. Para
revisar su trabajo contaban las palabras y hasta las letras de cada manuscrito que copiaban. Por
eso Jess, el apstol Pablo y otros que solan citar de los antiguos escritores bblicos no dudaban
de la exactitud de las copias que utilizaban. (Lucas 4:16-21; Hechos 17:1-3.)
*** ba pg. 7 Cmo sobrevivi el libro? ***
Los copistas profesionales vivan entregados a su labor. Sentan profunda reverencia por las
palabras que copiaban y eran muy meticulosos. El trmino hebreo traducido copista es sofr,
que alude a la accin de contar y registrar. Hallamos un ejemplo de la fidelidad de los copistas en
el caso de los masoretas. Con respecto a ellos, el erudito Thomas Hartwell Horne dice:
Calcularon qu letra se encuentra a mitad del Pentateuco [los primeros cinco libros de la Biblia],
qu frase se encuentra a mitad de cada libro y cuntas veces aparece en las Escrituras Hebreas
cada letra del alfabeto [hebreo].
A fin de comprobar su trabajo, los copistas diestros utilizaban diversos sistemas. Para no omitir
ni una sola letra del texto bblico, iban al extremo de contar tanto las palabras como las letras que
copiaban. Esta tarea implicaba un gran esmero, pues se afirma que contaban las 815.140 letras
de las Escrituras Hebreas Tal minuciosidad garantizaba un alto grado de fidelidad.
Los masoretas (trmino que significa los maestros de la tradicin) fueron copistas de las
Escrituras Hebreas que vivieron entre los siglos VI y X E.C. Sus copias manuscritas se
denominan textos masorticos.
*** w05 15/7 pgs. 12-13 Luz clara sobre la Biblia procedente de la biblioteca ms
antigua de Rusia ***
Tesoros bblicos de Crimea
En la introduccin de este artculo mencionamos a otro erudito que buscaba tesoros bblicos.
Quin era? Unos aos antes de que Tischendorf regresara a Rusia, se ofreci a la Biblioteca
Imperial una coleccin de textos tan increble que despert el inters del zar y atrajo a estudiosos
de toda Europa. Era difcil creer lo que tenan ante sus ojos: una enorme coleccin de
manuscritos y otros materiales. Constaba de 2.412 piezas, incluidos 975 manuscritos y rollos.
Entre estos figuraban 45 manuscritos de Biblias anteriores al siglo X. Por increble que parezca,
todo lo haba recopilado un solo hombre, Abraham Frkovich, un estudioso carata que en aquel
tiempo tena ms de 70 aos. Pero quines eran los caratas?
Esta pregunta fue de gran inters para el zar. Rusia haba extendido sus fronteras hasta
abarcar territorios anteriormente ocupados por otros pases, por lo que el imperio contaba con
nuevos grupos tnicos. La pintoresca regin de Crimea, a orillas del mar Negro, estaba habitada
por un pueblo que pareca judo, pero que tena costumbres turcas y hablaba un idioma
emparentado con el trtaro. Estos caratas decan ser descendientes de los judos exiliados a
Babilonia tras la destruccin de Jerusaln en 607 antes de nuestra era. Sin embargo, a diferencia
de los judos rabnicos, rechazaban el Talmud y recalcaban la lectura de las Escrituras. Los
caratas de Crimea estaban deseosos de probar ante el zar que eran diferentes de los judos
rabnicos, lo que les dara un estatus distinto. Con la presentacin de manuscritos antiguos que
eran propiedad de los caratas, esperaban demostrar que descendan de los judos que haban
emigrado a Crimea tras el destierro en Babilonia.
(29 copias) e Isaas (21 copias), que son tambin los citados con mayor frecuencia en las
Escrituras Griegas Cristianas.
Aunque los rollos demuestran que la Biblia no ha sufrido alteraciones sustanciales, tambin
revelan que, hasta cierto grado, los judos de la poca del segundo templo empleaban distintas
versiones de los textos hebreos de la Biblia, cada una con sus propias variaciones. No todos los
rollos son idnticos al texto masortico en redaccin y ortografa, algunos se aproximan ms a la
Septuaginta griega. Anteriormente, los eruditos pensaban que las diferencias de la Septuaginta tal
vez se deban a errores o hasta invenciones deliberadas del traductor. Ahora, los rollos revelan
que muchas de esas discrepancias en realidad fueron provocadas por modificaciones en el texto
hebreo, lo cual quiz explique algunos casos en los que los cristianos primitivos citaron textos de
las Escrituras Hebreas sin usar las mismas palabras del texto masortico (xodo 1:5; Hechos
7:14).
Por tanto, este tesoro escondido de rollos y fragmentos bblicos suministra una excelente base
para estudiar la transmisin del texto hebreo de la Biblia. Los Rollos del mar Muerto han
confirmado el valor para la comparacin textual tanto de la Septuaginta como del Pentateuco
samaritano. Proporcionan una fuente adicional para que los traductores de la Biblia estudien
posibles enmiendas del texto masortico. En muchos casos, confirman la decisin adoptada por
el Comit de Traduccin del Nuevo Mundo de volver a poner el nombre Jehov en los lugares
donde haba sido suprimido del texto masortico.
Los rollos que exponen las reglas y creencias de la secta de Qumrn dejan muy claro que
no haba una nica forma de judasmo en el tiempo de Jess. Dicha secta tena tradiciones que
diferan de las de los fariseos y saduceos, unas discrepancias que con toda probabilidad
resultaron en que sus miembros se retiraran al desierto. Estos crean errneamente que en ellos
se cumpla Isaas 40:3, que habla sobre una voz en el desierto que haca recto el camino de
Jehov. Unos cuantos fragmentos de los rollos se refieren al Mesas, cuya venida los autores
consideraban inminente. Este hecho es de particular inters debido al comentario de Lucas de
que el pueblo estaba en expectacin de la aparicin del Mesas (Lucas 3:15).
Los Rollos del mar Muerto nos ayudan hasta cierto grado a entender el contexto de la vida de
Jess durante el tiempo en que predic. Suministran informacin comparativa para el estudio del
hebreo antiguo y el texto de la Biblia. No obstante, el contenido de muchos de ellos todava
requiere un anlisis ms profundo, por lo que tal vez se comprendan an mucho mejor en el
futuro. En efecto, el mayor hallazgo arqueolgico del siglo XX sigue entusiasmando tanto a
eruditos como a estudiantes de la Biblia al adentrarnos en el siglo XXI.
*** ba pg. 9 Cmo sobrevivi el libro? ***
Se corrigen los errores de los copistas
Supongamos que se pidiera a 100 personas que copiaran a mano un documento extenso. Sin
lugar a dudas, por lo menos algunos copistas cometeran errores, aunque no todos incurriran en
los mismos. Si se compararan minuciosamente las 100 copias, podran aislarse los errores y
determinar el texto exacto del original aun sin haberlo visto.
As mismo, no todos los copistas de la Biblia cometieron las mismas equivocaciones. Con los
miles de manuscritos bblicos que ahora pueden someterse a anlisis comparativo, los crticos
textuales han logrado aislar los errores, determinar el texto original y anotar las correcciones
precisas. El fruto de su estudio cuidadoso son los textos maestros en los idiomas originales. Estas
ediciones depuradas de los textos hebreo y griego recogen las palabras que, a juicio de la
mayora de los expertos, formaron parte del texto original, y suelen incluir al pie de la pgina
todas las variantes o lecturas alternativas que hay en los manuscritos. Los traductores de la Biblia
utilizan las ediciones depuradas de los crticos textuales para traducir la Biblia a los idiomas
actuales.
De modo que cuando leemos una versin moderna de la Biblia, tenemos fundadas razones
para confiar en que los textos hebreo y griego que toma como base reflejan con notable fidelidad
las palabras de los escritores originales de la Biblia. La historia de la supervivencia de la Biblia
tras haberse copiado a mano durante milenios es realmente extraordinaria. Por esa razn, sir
Frederic Kenyon, quien fue por mucho tiempo conservador del Museo Britnico, dijo: Hay que
hacer especial hincapi en la seguridad sustancial del texto de la Biblia. [...] No es posible decir lo
mismo de ningn otro libro antiguo del mundo.10
Ciertas porciones de la Biblia Hebrea realmente estn en lengua aramea, pero escritas en
caracteres hebreos. Las transliteraciones de estas porciones estn precedidas por el smbolo
aram. Se han indicado otras versiones arameas por sus respectivos smbolos.
nwt-E pg 1729
Texto griego: En el siglo 19, los estudiosos BF Westcott y F.J.A. Hort compararon manuscritos y
fragmentos existentes de la Biblia mientras se preparaban el texto maestro griego que refleja ms
cerca los escritos originales. En la mitad del siglo 20, el Comit de Traduccin del Nuevo Mundo
de la Biblia usa este texto maestro como la base para su traduccin. Otros papiros antiguos, del
segundo y tercer siglo E. C., tambin fueron utilizados. Desde entonces, ms papiros se han
hecho disponibles. Adems, el texto maestro como los de Nestl y Aland y por las Sociedades
Bblicas Unidas, han realizado estudios acadmicos recientes. Algunos de los hallazgos de esta
investigacin se han incorporado a la presente revisin.
Sobre la base de esos textos maestros, es evidente que algunos versculos de las Escrituras
Griegas Cristianas basadas en traducciones ms antiguas, como la versin King James, en
realidad eran adiciones hechas ms tarde copistas y nunca fueron parte de las Escrituras
inspiradas. Sin embargo, debido a que la divisin de versculos generalmente aceptadas en
traducciones de la Biblia se estableci en el siglo 16, la omisin de estos versculos ahora crea
lagunas en la numeracin de verso en la mayora de Biblias. Los versos son Mateo 17:21; 18:11;
23:14; Marcos 7:16; 9: 44, 46; 11:26; 15:28; Lucas 17:36; 23:17; Juan 5:4; Hechos 8:37; 15: 34;
24:7; 28:29; y Romanos 16:24. En esta edicin revisada, los versos omitidos se indican mediante
una nota al pie en la ubicacin de la omisin.
En cuanto a la conclusin de largo para Mark 16 (versculos 9-20), la conclusin breve de Marcos
16, y la traduccin encontrada en 1730 John 7:53-8:11, es evidente que ninguno de estos versos
se incluyeron en los manuscritos originales. Por lo tanto, los textos espurios no se han incluido en
esta revisin. En otro texto se ha ajustado para incorporar lo eruditos aceptan generalmente como
el reflejo ms autntico de la escritos originales. Por ejemplo, de acuerdo con algunos
manuscritos, Mateo 07:13 dice: "Entren por la puerta estrecha, porque amplia es la puerta y
espacioso el camino que lleva es volcarse a la destruccin. "
En anteriores ediciones de la Traduccin del Nuevo Mundo ", es la puerta "no fue incluida en el
texto. Sin embargo, el estudio adicional de la evidencia de los manuscritos llev a la conclusin
de que "es la puerta" estaba en el texto original. Por lo tanto, se incluy en la presente edicin.
Hay un nmero de refinamientos similares. Sin embargo, estos ajustes son menores, y ninguno
de ellos cambia el mensaje bsico de la Palabra de Dios.
*** Rbi8 pg. 6 Introduccin ***
TEXTO GRIEGO: El texto griego bsico que se emple en la preparacin del texto en ingls de la
porcin de las Escrituras Griegas Cristianas de la Traduccin del Nuevo Mundo fue The New
Testament in the Original Greek, de Westcott y Hort (publicado originalmente en 1881). Tambin
se tomaron en cuenta los textos griegos de Bover, Merk, UBS, Nestle-Aland y otros. Las
transliteraciones del griego que aparecen en la porcin de las Escrituras Griegas Cristianas de la
Biblia, identificadas con la abreviatura gr., se basan en el texto de Westcott y Hort, segn se ha
reproducido en The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures (1985). En las
Escrituras Hebreas gr. se refiere a transliteraciones de la Septuaginta griega (LXX), de A. Rahlfs,
Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart, 1935. Otras fuentes griegas estn indicadas por sus
respectivos smbolos
El nombre de Dios en las Escrituras Hebreo arameas
nwt-E pg 1731-1733
1731 El nombre divino, representado por las cuatro consonantes hebreas , aparece casi 7.000
veces en las Escrituras Hebreas. Esta traduccin hace que esas cuatro letras, conocido como el
Tetragrammaton "Jehov." Ese nombre es de lejos el ms recuente nombre en la Biblia. Mientras
que los escritores inspirados se refieren a Dios por muchos ttulos y trminos descriptivos, tales
como "Todopoderoso", "Altsimo y " Seor ", el Tetragrammaton es el nico nombre personal que
utilizan Dios.
Por qu el nombre est ausente en muchas traducciones de la Biblia? Las razones varan.
Algunos piensan que Dios Todopoderoso no necesita un nico nombre para identificarlo. Otros
parecen haber sido influenciados por la tradicin juda de evitar el uso del nombre, tal vez por
miedo a profanarlo. Y otros creen que ya que nadie puede estar seguro de la pronunciacin
exacta del nombre de Dios, es mejor slo utilizar un ttulo, como "Seor" o "Dios". Tales
objeciones, sin embargo, carecen de fundamento por las siguientes razones:
Aquellos que argumentan que Dios Todopoderoso no necesita un nico nombre, ignoran la
evidencia de que los primeros ejemplares de su Palabra, incluidos los que se conservan desde
antes de la poca de Cristo, contienen el nombre personal de Dios. Como se seal
anteriormente, Dios dispuso que su nombre se incluyera en su palabra unas 7.000 veces.
Obviamente, quiere que se conozca y utilice su nombre.
1733 Los traductores que eliminan el nombre por respeto a tradicin juda dejan de reconocer un
hecho clave. Mientras que algunos escribas judos se negaron a pronunciar el nombre, no lo
quitaron de sus copias de la Biblia. Antiguos pergaminos encontrados en Qumrn, cerca del Mar
Muerto, contienen el nombre en muchos lugares. Algunos traductores de la Biblia que aceptan
que el nombre divino apareci en el texto original, lo sustituyen por el ttulo "SEOR" en
maysculas. Pero la pregunta sigue siendo: Por qu se han sentido estos traductores libres para
sustituir o eliminar el nombre de Dios de la Biblia, cuando reconocen que se encuentra en los
miles de textos bblicos? Quines les dio autoridad para hacer tal cambio? Slo ellos pueden
decir.
Los que dicen que el nombre divino no debe ser utilizado porque no se sabe exactamente cmo
se pronuncia, no obstante, s utilizan libremente el nombre de Jess. Sin embargo, los primeros
discpulos de Jess dijeron su nombre de manera muy diferente que la mayora de los cristianos
hoy. Para los cristianos judos, el nombre Jess fue probablemente pronunciado Ye-shua. Y el
ttulo "Cristo" era Mashiach, o Messiah." Cristianos de habla griega Lo llam I e sous 'Khri
stos', y los cristianos de habla latina Ie'sus Chri'stus. Bajo la inspiracin, la traduccin griega de su
nombre fue registrado en la Biblia, lo que demuestra que los primeros cristianos siguieron la
costumbre de usar el nombre comn en su idioma. Del mismo modo, el Comit de Traduccin del
Nuevo Mundo de la Biblia considera que es razonable utilizar la forma "Jehov", a pesar de que la
representacin no es exactamente la forma en que el nombre divino hubiera sido pronunciado en
hebreo antiguo.
Por qu utiliza la Traduccin del Nuevo Mundo de la forma "Jehov"? En espaol, las
cuatro letras del Tetragramaton ( )corresponden con las consonantes YHWH. Como fue el
caso de todos los escritos en el hebreo antiguo, el Tetragrmaton no contenan vocales. Cuando
el hebreo antiguo se encontraba en el uso diario, los lectores fcilmente insertaban las vocales
apropiadas.
Alrededor de mil aos despus de que las Escrituras Hebreas se completaron, los eruditos judos
desarrollaron un sistema de pronunciacin por puntos, o signos, por el cual se indican qu
vocales a usar cuando se lee el hebreo. Para entonces, sin embargo, muchos Judos tuvieron la
1734 idea supersticiosa de que era incorrecto decir el nombre personal de Dios en voz alta, por lo
que utilizan expresiones de sustitucin. Por lo tanto, parece que cuando ellos copian el
Tetragrmaton, combinaron las vocales para las expresiones de sustitucin con las cuatro
consonantes que representa el nombre divino. Por lo tanto, los manuscritos con los puntos
vocales no ayudan a determinar cmo era el nombre originalmente pronunciado en hebreo.
Algunos creen que el nombre era pronunciado "Yahweh", mientras que otros sugieren diferentes
posibilidades. Un Rollo del Mar Muerto contiene una porcin de Levtico en
Griego transcribe el nombre divino Iao. Adems de esa forma, a principios Escritores griegos
tambin sugieren las pronunciaciones Iae, Iabe, y Iaoue. Sin embargo, no hay razn para ser
dogmtico. Simplemente no sabemos cmo siervos antiguo de Dios pronunciadas este nombre
en hebreo. (Gnesis 13:4; xodo 03:15) Lo que s sabemos es que Dios us su nombre en varias
ocasiones en la comunicacin con su pueblo, que se dirigan a l con ese nombre, y que lo
utilizaron libremente en su habla con los dems.-xodo 06:02; 1 Reyes 8:23; salmo 99:9.
Por qu, entonces, esta traduccin utiliza la forma "Jehov"? porque la forma del nombre divino
tiene una larga historia en el idioma Ingls. La primera representacin del nombre personal de
Dios en una Biblia en Ingls apareci en 1530 en la traduccin de William Tyndale del
Pentateuco. l us la forma "Iehouah." Con el tiempo, el idioma Ingls cambi, y la ortografa del
nombre divino fue modernizada. Por ejemplo, en 1612, Henry Ainsworth utiliza la forma "Iehovah"
a travs de su traduccin del libro de los Salmos. Luego, en 1639, cuando ese trabajo se revis y
se imprime con el
1735 Pentateuco, se us la forma "Jehov". En 1901, se tradujo la American Standard Version de
la Biblia y se utiliza la forma "Jehov" donde el nombre divino apareca en el Texto hebreo.
Al explicar por qu se usa "Jehov" en lugar de "Yahweh" en 1911 en su trabajo Estudios de los
Salmos, el respetado erudito bblico Joseph Bryant Rotherham dijo que quera emplear una
"forma del nombre ms familiar (aunque perfectamente aceptable) a lectura bblica Pblica. "En
1930 erudito FA Kirkpatrick hizo una observacin similar con respecto al uso de la forma
"Jehov". l dijo: "Gramticos modernos argumentan que debera ser ledo Yahveh o Yahaveh;
pero Jehov parece firmemente arraigada en el idioma Ingls, y el punto realmente importante no
es la pronunciacin exacta, si no el reconocimiento de que es un nombre propio, no slo un ttulo
apelativo como 'Seor' ".
Cul es el significado del nombre de Jehov? En hebreo, el nombre de Jehov viene de un
verbo que significa "llegar a ser" y un nmero de estudiosos consideran que refleja la forma
causal del verbo hebreo. Por lo tanto, la comprensin del Comit de Traduccin del Nuevo Mundo
de la Biblia es que el nombre de Dios significa "l Hace que llegue a ser". Eruditos sostienen
diferentes puntos de vista, as que no podemos ser dogmticos acerca de este significado. Sin
embargo, esta definicin se ajusta bien el papel de Jehov como el Creador de todas las cosas y
el Cumplidor de su propsito. l no slo hizo que el universo fsico y los seres inteligentes lleguen
a existir, si no que sigue desarrollando los acontecimientos para que su voluntad y su propsito se
hagan realidad.
Por lo tanto, el significado del nombre Jehov no se limita al verbo relacionado encontrado en
xodo 03:14, que dice: YO RESULTAR SER LO QUE RESULTAR SER o" Yo llegar a ser lo
que yo quiera". En el sentido ms estricto, esas palabras no definen completamente el nombre de
Dios. Ms bien, revelan un aspecto de la personalidad de Dios, mostrando que l se convierte en
lo que se necesita en cada circunstancia para cumplir su propsito. As, mientras que el nombre
de Jehov puede incluir esta idea, no se limita a lo que l mismo decide convertirse. Tambin
incluye lo que hace que suceda en lo que respecta a su creacin y la realizacin de sus
propsitos.
Pg. 14 nwt-E pg 1736-1743
1736 Estudiosos de la Biblia reconocen que el nombre personal de Dios, tal como se representa
por el Tetragrmaton (), aparece casi 7.000 veces en el texto original de las Escrituras
Hebreas. Sin embargo, muchos piensan que no figuraba en el texto original de los cristianos
Escrituras Griegas. Por esta razn, Biblias ms modernas en ingls no utilizan el nombre Jehov
en la traduccin del denominado Nuevo Testamento. Incluso cuando se traduce citas de las
Escrituras Hebreas en los que aparece el Tetragrmaton, la mayora de los traductores utilizan
"Seor" en lugar del nombre personal de Dios.
La Traduccin del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras no sigue esta prctica comn. Utiliza el
nombre Jehov un total de 237 veces en las Escrituras Griegas Cristianas. Al decidir hacer esto,
los traductores tuvieron en cuenta dos factores importantes:
(1) Los manuscritos griegos que poseemos hoy en da no son los originales. De los miles de
ejemplares en existencia hoy en da, la mayor parte se hicieron por lo menos dos siglos despus
de que los originales fueron compuestos.
(2) En el momento, de copiar los manuscritos, reemplazaron el Tetragrmaton con Ky'ri os, la
palabra griega para "Seor", o copiaron de manuscritos en los que ya se haba ha hecho.
El Comit de Traduccin del Nuevo Mundo de la Biblia determin que hay pruebas convincentes
de que el Tetragrmaton apareca en los manuscritos griegos originales. La decisin se bas en
las siguientes pruebas:
- Las copias de las Escrituras hebreas usadas en los das de Jess y sus apstoles
contenan el tetragrmaton en todo el texto. En el pasado, algunas personas cuestionaron
esa conclusin. Ahora que las copias de las Escrituras Hebreas que datan del primer siglo
Diaglotn enftico, por Benjamin Wilson (1864); Las Epstolas de Pablo en Moderno Ingls,
George Barker Stevens (1898); Epstola de San Pablo a los Romanos, por W. G. Rutherford
(1900); Las Cartas del Nuevo Testamento, por J.W.C. Wand, obispo de Londres (1946). Adems,
en una traduccin al espaol en el siglo 20, traductor Pablo Besson utiliza "JEHOVA" en Judas
14, y casi 100 notas al pie en su traduccin sugieren el nombre divino como una representacin
probable. Mucho antes de que esas traducciones, versiones hebreas de las Escrituras Griegas
Cristianas del siglo 16 en adelante han utilizado el Tetragrmaton en muchos pasajes. En la
lengua alemana, por lo menos 11 versiones usan "Jehov" (o la transliteracin de la palabra
hebrea "Yahweh") en las Escrituras Griegas Cristianas, mientras que cuatro traductores aaden el
nombre en parntesis despus de "Seor." Ms de 70 traducciones al alemn utilizar el nombre
divino en las notas o comentarios.
Traducciones de la Biblia en ms de cien idiomas diferentes contener el nombre divino en las
Escrituras Griegas Cristianas.
Muchos africanos, nativos americanos, asiticos, europeos y lenguajes de las Islas del Pacfico
utilizan el nombre divino liberalmente. (Vea la lista En las pginas 1742 y 1743.) Los traductores
de estas ediciones decidieron utilizar el nombre divino por razones similares a las que se han
indicado anteriormente. Algunas de estas traducciones de las Escrituras Griegas Cristianas han
aparecido recientemente, como la Biblia Rotuman (1999), que utiliza "Jihova" 51 veces en 48
versculos, y la versin de Batak (Toba) (1989) de Indonesia, que utiliza "Jahowa" 110 veces.
Sin lugar a dudas, existe una base clara para la restauracin del nombre divino, Jehov, en las
Escrituras Griegas Cristianas. Eso es exactamente lo que los traductores de la Traduccin del
Nuevo Mundo han hecho. Ellos tienen un profundo respeto por el nombre divino y un sano temor
de eliminar cualquier cosa que apareci en el texto original. Rev. 22:18, 19.
Aunque el texto mismo es generalmente literal, muchas notas contienen otras traducciones
literales valiosas. Estas pueden presentar: 1) el significado lingstico bsico de ciertos trminos,
2) la etimologa de algunas palabras o 3) definiciones lexicolgicas aceptadas de la palabra o
frase original. En el caso de las Escrituras Griegas Cristianas se pueden comparar las
traducciones literales adicionales con la traduccin interlineal que se halla en The Kingdom
Interlinear Translation of the Greek Scriptures.
De esta manera, hemos dotado la traduccin de un aparato crtico ms bien que de un
comentario sobre las Escrituras. Sin embargo, tambin se presenta informacin til que no es de
naturaleza tcnica.
Se arroja luz sobre asuntos bsicos de la Biblia tales como: alma, Seol, rescate,
resurreccin, expiacin, Dios, Cristo, Reino y Milenio. Se presentan variaciones entre las
lecturas hebrea, griega y latina, entre ellas diferencias en la numeracin de los versculos,
variaciones lingsticas, palabras tomadas de idiomas ajenos al hebreo y notas textuales
significativas que se han tomado de los mrgenes de los manuscritos.
En las notas tambin se incluyen otras lecturas valiosas, informacin sobre el significado literal
y razones por las cuales se han preferido variantes al texto bsico hebreo o griego. Se provee
informacin respecto al significado de los nombres de los libros de la Biblia y de personas y
lugares mencionados en ella, as como datos geogrficos. El dinero, los pesos, las medidas y las
fechas del calendario se dan en su equivalente moderno. (Vanse Ap. 8A, 8B.)
Con el aparato de notas se respalda plenamente la restitucin del nombre divino a los lugares
correspondientes. Los ttulos y trminos descriptivos que aplican a Jehov Dios reciben debida
atencin. En las notas se aportan datos que apoyan la exactitud cientfica de la Biblia, y puntos
que aclaran supuestas contradicciones. Se puede hallar informacin til sobre importantes datos
de la cronologa bblica. Otros datos ayudan a aclarar trminos bblicos relacionados con la
conducta moral, el servicio sagrado, la predicacin y la organizacin. Las notas tambin
contribuyen a mantener clara la diferencia entre el Seor Jehov y el Seor Jess.
En las notas se ofrece informacin breve sobre estilo de composicin, figuras retricas, juego
de palabras, modismos, metforas y eufemismos con el fin de transmitir el sabor de las lenguas
originales de la Biblia. Los datos gramaticales respecto a gnero, nmero, casos y formas
verbales se dan con referencia a las lenguas originales y no a la traduccin en espaol.
Por lo general los parntesis de las notas encierran palabras o expresiones que se ofrecen
como alternativa de la palabra o frase precedente. Generalmente las palabras o frases entre
corchetes tienen que ver con informacin suplementaria o explicativa.
Cada nota est indicada por uno de una serie de smbolos colocado despus de la palabra o
frase anotada. La nota, que se halla a pie de columna de texto bblico, va antecedida del nmero
del versculo en letra negrita y el mismo smbolo. Cuando hay varias notas sobre el mismo
versculo, estas se diferencian entre s mediante los siguientes smbolos: *, #, *, *, *, *.
Pg. 17 *** Rbi8 pg. 1500 ndice de palabras bblicas ***
CONSOLAR, Isa 61:2 c. a los de duelo
2Co 1:4 c. los que se hallan en tribulacin
G 37:35; Job 2:11; Isa 40:1; 49:13.
CONSUELO, Ro 15:4 mediante c. de Escrituras
G 37:35; 2Co 1:3.
conocimiento espiritual de manera similar. Veamos cmo Jehov ilumin a su pueblo en tiempos
antiguos y cmo lo hace hoy.
Pg. 21 *** w14 15/1 pgs. 13 prr. 6 ***
6 Jess entonces us su autoridad real para nombrar un esclavo fiel y discreto. Este esclavo
suministrara regularmente alimento espiritual nutritivo a todos los miembros del solo rebao que
est bajo el cuidado de Jess (Mat. 24:45-47; Juan 10:16). Desde 1919, un pequeo grupo de
hermanos ungidos ha cumplido fielmente con la gran responsabilidad de alimentar a los
domsticos. El abundante alimento espiritual que nos llega por ese canal fortalece nuestra fe y
nuestra determinacin de mantenernos limpios en sentido espiritual, moral, mental y fsico.
Tambin nos educa y nos prepara para participar en la obra ms importante que se est
realizando en la Tierra: la predicacin. Aprovechamos al mximo este alimento espiritual?
*** w13 15/7 pg. 22 prr. 10 Quin es el esclavo fiel y discreto? ***
10 Quin, entonces, es el esclavo fiel y discreto? Segn el patrn que Jess fij de alimentar
a muchos por medio de unos pocos, ese esclavo est compuesto por un pequeo grupo de
hermanos ungidos que participan directamente en preparar y proveer alimento espiritual durante
la presencia de Cristo. A lo largo de los ltimos das, estos hermanos ungidos que constituyen el
esclavo fiel han estado sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de
cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehov. Ahora bien, note
que, aunque se trata de un esclavo compuesto por ms de una persona, la palabra esclavo est
en singular. En armona con este hecho, el Cuerpo Gobernante acta como uno solo, es decir,
toma sus decisiones de manera conjunta.
*** w10 15/7 pg. 22 El espritu escudria [...] las cosas profundas de Dios ***
El espritu revela el significado del templo espiritual
Una de las cosas profundas de Dios que se revelaron en el siglo primero fue el hecho de que el
antiguo tabernculo y los templos que posteriormente hubo en Jerusaln simbolizaron una
realidad espiritual muy superior. A esta realidad, Pablo la llam la tienda verdadera, que Jehov
levant, y no el hombre (Heb. 8:2). Se trata de un gran templo espiritual, el cual representa el
sistema que Dios ha establecido para que podamos acercarnos a l gracias al sacrificio y el
sacerdocio de Jesucristo.
La tienda verdadera surgi en el ao 29, cuando Jess se bautiz y fue reconocido por Jehov
como aquel que llegara a ser un sacrificio perfecto (Heb. 10:5-10). Una vez que muri y resucit,
Cristo entr en el Santsimo del templo espiritual y present el valor de su sacrificio delante de la
persona de Dios (Heb. 9:11, 12, 24).
Pablo ya haba dicho en otra de sus cartas que los cristianos ungidos estaban creciendo para
ser un templo santo para Jehov (Efe. 2:20-22). Sera este templo lo mismo que la tienda
verdadera de la que el apstol habl despus en su carta a los Hebreos? Por dcadas, los
siervos de Jehov creyeron que s. Les pareca que los cristianos ungidos estaban siendo
preparados en la Tierra para llegar a ser piedras del templo celestial de Jehov (1 Ped. 2:5).
No obstante, alrededor del ao 1971, los representantes de la clase del esclavo comenzaron a
entender que el templo mencionado en Efesios no poda ser el gran templo espiritual de Jehov.
Si la tienda verdadera hubiera estado formada por cristianos ungidos resucitados, no habra
podido existir sino hasta la presencia del Seor, pues durante ese perodo empezaron a
resucitar (1 Tes. 4:15-17). Sin embargo, Pablo indic lo siguiente sobre el tabernculo: Esta
misma tienda es una ilustracin para el tiempo sealado que est aqu ahora (Heb. 9:9).
Al comparar detenidamente estos y otros pasajes, se comprendi que el templo espiritual
no est en proceso de construccin y que los cristianos ungidos no son piedras que estn
siendo preparadas en la Tierra para formar parte de dicho templo. Ms bien, ellos estn sirviendo
en el patio y en el Santo del templo espiritual y ofrecen a diario sacrificio de alabanza a Dios
(Heb. 13:15).
*** w94 15/2 pgs. 19-20 Dinos: cundo sern estas cosas? ***
Qu tribulacin ocurrir antes de los fenmenos celestes?
alguno de sus agentes, como si a Jehov no le correspondiera ese nombre? De ninguna manera.
No fue el nombre de Jehov lo que se desafi y lo que necesitaba ser vindicado. Por eso, las
publicaciones actuales de la Sociedad Watch Tower no mencionan la vindicacin del nombre de
Jehov, sino la vindicacin de la soberana de Jehov y la santificacin de su nombre. Tal
proceder est en conformidad con lo que Jess nos dijo que pidiramos en oracin: Santificado
sea tu nombre. (Mateo 6:9.) Jehov dijo en muchas ocasiones que santificara su nombre, el cual
los israelitas haban profanado, no desafiado. (Ezequiel 20:9, 14, 22; 36:23.)
*** w13 15/7 pgs. 20-25 Quin es el esclavo fiel y discreto? ***
Quin es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombr sobre
sus domsticos [...]? (MAT. 24:45)
BUSQUE LAS RESPUESTAS
Quin es el esclavo fiel y discreto?
Quines son los domsticos, y cundo nombr Jess al esclavo fiel sobre ellos?
Cundo nombrar Cristo al esclavo fiel sobre todos sus bienes, y cules son estos?
HERMANOS, he perdido la cuenta de las veces que han llegado a mis manos artculos que
decan justo lo que yo necesitaba cuando ms lo necesitaba. As expres una hermana su
gratitud en una carta dirigida a nuestra sede mundial. Le ha pasado a usted lo mismo que a ella?
A muchos de nosotros s. Y eso es algo que no debera sorprendernos.
2
El contexto muestra que la ilustracin del esclavo fiel y discreto no empez a cumplirse en el
Pentecosts del ao 33, sino en este tiempo del fin. Veamos cmo nos llevan las Escrituras a esa
conclusin.
5
Esta parbola forma parte de la profeca de Jess sobre la seal de [su] presencia y de la
conclusin del sistema de cosas (Mat. 24:3). La primera seccin de la profeca, registrada en
Mateo 24:4-22, tiene dos cumplimientos. El primero tuvo lugar en los aos que transcurrieron
desde el 33 hasta el 70, y el segundo mucho ms abarcador lo estamos viendo en nuestros
das. Significa esto que la parbola de Jess sobre el esclavo fiel tambin tendra dos
cumplimientos? En realidad, no.
6
A partir de las palabras que leemos en Mateo 24:29, Jess se refiri principalmente a sucesos
que ocurriran en nuestros das (lea Mateo 24:30, 42, 44). Hablando de la gran tribulacin, dijo
que los habitantes de la Tierra vern al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo.
Luego exhort a quienes vivieran en los ltimos das a mantenerse alerta con estas palabras:
No saben en qu da viene su Seor [...], porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo
del hombre. En este contexto al hablar de sucesos que ocurriran en los ltimos das, Jess
relat la parbola del esclavo fiel. As pues, podemos concluir que sus palabras sobre ese esclavo
fiel solo empezaron a cumplirse despus de 1914, cuando comenzaron los ltimos das. Por qu
es lgica esta conclusin?
7
Piense en la pregunta que plante Jess: Quin es, verdaderamente, el esclavo fiel y
discreto[?]. En el siglo primero no tena sentido hacerla. Como vimos en el artculo anterior, los
apstoles realizaban milagros y hasta transmitan dones milagrosos, as que estaba claro que
eran ellos los que tenan el apoyo divino (Hech. 5:12). Por eso, por qu iba alguien a preguntar
quin haba sido nombrado por Jess para dirigir a sus ovejas? Sin embargo, en 1914 la situacin
era muy distinta. La temporada de la cosecha haba empezado ese ao. Por fin era hora de
separar la mala hierba del trigo (Mat. 13:36-43). Pero al empezar la temporada de la cosecha,
haba muchos cristianos falsos que afirmaban ser los verdaderos seguidores de Jess. As que
surgi esta cuestin fundamental: cmo podra reconocerse el trigo, es decir, los cristianos
ungidos? La ilustracin de Jess dio una clave. Los cristianos ungidos seran aquellos que
estuvieran bien alimentados espiritualmente.
QUIN ES EL ESCLAVO FIEL Y DISCRETO?
8
El esclavo fiel debe estar compuesto por cristianos ungidos que vivan en la Tierra. A ellos se
les llama un sacerdocio real, y se les ha encomendado que declaren en pblico las
excelencias de aquel que los llam de la oscuridad a su luz maravillosa (1 Ped. 2:9). Por esta
razn resulta apropiado que miembros de ese sacerdocio real participen directamente en
ensear la verdad a sus hermanos en la fe (Mal. 2:7; Rev. 12:17).
9
Componen el esclavo fiel todos los ungidos que viven en la Tierra? No, la realidad es que
no todos los ungidos participan en proveer alimento espiritual a sus compaeros de creencia de
todo el mundo. Es cierto que entre el trigo hay hermanos ungidos que son siervos ministeriales o
ancianos. Ellos ensean de casa en casa y en sus congregaciones y apoyan con lealtad las
instrucciones que recibimos de la sede mundial, pero no participan en proveer alimento espiritual
a la hermandad. Adems, entre los ungidos hay hermanas humildes que nunca intentaran asumir
la funcin de maestros de la congregacin (1 Cor. 11:3; 14:34).
10
Quin, entonces, es el esclavo fiel y discreto? Segn el patrn que Jess fij de alimentar a
muchos por medio de unos pocos, ese esclavo est compuesto por un pequeo grupo de
hermanos ungidos que participan directamente en preparar y proveer alimento espiritual durante
la presencia de Cristo. A lo largo de los ltimos das, estos hermanos ungidos que constituyen el
esclavo fiel han estado sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de
cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehov. Ahora bien, note
que, aunque se trata de un esclavo compuesto por ms de una persona, la palabra esclavo est
en singular. En armona con este hecho, el Cuerpo Gobernante acta como uno solo, es decir,
toma sus decisiones de manera conjunta.
QUINES SON LOS DOMSTICOS?
11
Debe destacarse que, en la ilustracin de Jess, el esclavo fiel y discreto recibe dos
nombramientos distintos. En primer lugar, se le pone a cargo de los domsticos, y en segundo
lugar, de todos los bienes del amo. Puesto que la parbola se cumple exclusivamente en este
tiempo del fin, ambos nombramientos tendran que producirse despus de 1914, cuando
comenz la presencia de Cristo como Rey.
12
Cundo nombr Jess al esclavo fiel sobre sus domsticos? Para averiguar la respuesta,
debemos retroceder al ao 1914, al comienzo de la temporada de la cosecha. Como ya
aprendimos, en ese entonces haba muchos grupos que afirmaban ser cristianos. De entre cul
de ellos seleccionara y nombrara Jess al esclavo fiel? La pregunta se respondi una vez que l
y su Padre vinieron a inspeccionar el templo el sistema de adoracin que Dios ha establecido
, lo que tuvo lugar desde 1914 hasta principios de 1919 (Mal. 3:1). Cunto se alegraron al ver a
un pequeo grupo de leales Estudiantes de la Biblia que demostraban un profundo amor por
Jehov y su Palabra! Por supuesto, necesitaban pulirse en algunos aspectos, pero humildemente
se dejaron moldear durante un breve perodo de prueba y limpieza (Mal. 3:2-4). Aquellos fieles
Quines, entonces, son los domsticos? Dicho sencillamente, los que son alimentados.
Al comienzo de los ltimos das, todos los domsticos eran cristianos ungidos. Pero ms tarde, el
grupo de los domsticos lleg a incluir a la gran muchedumbre de otras ovejas. Estas componen
ahora la inmensa mayora del solo rebao que sigue a Cristo (Juan 10:16). Tanto los ungidos
como las otras ovejas se benefician del mismo alimento espiritual que el esclavo fiel proporciona
al tiempo apropiado. Y qu puede decirse de los miembros del Cuerpo Gobernante que hoy
componen ese esclavo fiel y discreto? Ellos tambin necesitan alimentarse espiritualmente, as
que con humildad reconocen que a nivel individual son domsticos como todos los dems
cristianos verdaderos.
14
Jess puso una seria responsabilidad sobre los hombros del esclavo fiel y discreto.
En tiempos bblicos, un esclavo de confianza, o mayordomo, tena a su cargo a todos los siervos
de la casa de su amo (Luc. 12:42, nota). De igual modo, el esclavo fiel y discreto tiene a su cargo
a todos los siervos de Jehov. Entre sus deberes figura supervisar el uso de bienes materiales, la
obra de predicar, la preparacin de asambleas y la produccin de las publicaciones bblicas que
se emplean en el ministerio, en el estudio personal y en las reuniones cristianas. Los domsticos
dependen de todos los recursos espirituales que proporciona este esclavo compuesto.
CUNDO SE LE NOMBRA SOBRE TODOS LOS BIENES DEL AMO?
15
Cundo hace Jess el segundo nombramiento, el que consiste en poner al esclavo a cargo
de todos sus bienes? l dijo: Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar [o, literalmente,
habiendo venido, segn la nota], lo hallara hacindolo as! En verdad les digo: Lo nombrar
sobre todos sus bienes (Mat. 24:46, 47). Observe que Jess efecta el segundo nombramiento
despus de llegar y ver que el esclavo ha estado hacindolo as, es decir, que ha estado
suministrando fielmente alimento espiritual. As que habra un intervalo entre los dos
nombramientos. Entonces, cmo y cundo nombra Jess al esclavo sobre todos sus bienes?
Para contestar esta pregunta, debemos saber dos cosas: cundo llega l y cules son esos
bienes.
16
Cundo llega Jess? El contexto lo aclara. Recuerde que cuando los versculos previos
dicen que Jess viene, esa palabra se refiere al tiempo en que llega a dictar y ejecutar su
sentencia al final de este sistema (Mat. 24:30, 42, 44). Por lo tanto, la llegada, o venida, de Jess
mencionada en la ilustracin del esclavo fiel tiene lugar durante la gran tribulacin.
17
Cules son todos [los] bienes de Jess? l no dijo que fueran nicamente sus bienes en
la Tierra. En realidad, Jess tiene una inmensa autoridad en los cielos. Toda autoridad me ha
sido dada en el cielo y sobre la tierra, declar (Mat. 28:18; Efes. 1:20-23). Ahora sus bienes
incluyen el Reino mesinico, que le ha pertenecido desde 1914 y que compartir con sus
discpulos ungidos (Rev. 11:15).
18
A qu conclusin nos llevan estos hechos? Cuando Jess venga como Juez durante la gran
tribulacin, ver que el esclavo fiel ha estado suministrando lealmente alimento espiritual a los
domsticos al tiempo apropiado. Entonces se complacer en efectuar el segundo nombramiento:
lo nombrar sobre todos sus bienes. Quienes componen el esclavo fiel recibirn ese
nombramiento cuando obtengan su recompensa celestial y lleguen a ser reyes con Cristo.
19
Es la recompensa que el esclavo fiel recibe en los cielos mayor que la del resto de los
ungidos? La respuesta es no. Aunque una recompensa se le haya prometido a un grupo pequeo
en un momento determinado, tambin pueden acabar recibindola otras personas. Por ejemplo,
piense en lo que Jess les dijo a sus 11 apstoles fieles la noche antes de morir (lea Lucas
22:28-30). l le prometi a ese pequeo grupo de hombres una magnfica recompensa por su
lealtad: compartira con ellos su autoridad de Rey. Sin embargo, aos despus indic que todos
los ungidos, los 144.000 sin excepcin, se sentaran en tronos y reinaran con l (Rev. 1:1; 3:21).
De modo parecido, segn indica Mateo 24:47, Jess le prometi a un pequeo grupo de hombres
los hermanos ungidos que componen el esclavo fiel que lo nombrara sobre todos sus
bienes. Pero, realmente, son los 144.000 en su totalidad los que compartirn la inmensa
autoridad celestial de Cristo (Rev. 20:4, 6).
20
Mediante el esclavo fiel y discreto, Jess est siguiendo el mismo patrn que estableci en el
siglo primero: alimentar a muchos por medio de unos pocos. Nombr a ese esclavo para
asegurarse de que en estos ltimos das sus verdaderos discpulos sean de los ungidos o de
las otras ovejas tuvieran un suministro constante de alimento espiritual al tiempo apropiado.
Cunto lo agradecemos! Pues bien, demostremos nuestra gratitud apoyando lealmente a los
hermanos ungidos que componen ese esclavo fiel y discreto (Heb. 13:7, 17).
NOTAS FINALES: (Deben leerse como notas a pie de pgina en los prrafos
correspondientes.)
[Notas]
Prrafo 2: En una ocasin anterior, Jess relat una parbola similar en la que se refiri al
esclavo como un mayordomo y a los domsticos como su servidumbre (Luc. 12:42-44).
Prrafo 6: La venida (del verbo griego rkjomai) de Cristo es distinta de su presencia
(parousa). Su presencia invisible comienza antes de que venga a ejecutar su sentencia.
Prrafo 12: Vea el artculo Estoy con ustedes todos los das en esta misma revista, pginas 10
a 12, prrafos 5 a 8.
Prrafo 16: Vea el artculo Cundo sern estas cosas? en esta misma revista, pginas 7 y 8,
prrafos 14 a 18.
[Recuadro de la pgina 22]
LO HA CAPTADO?
El esclavo fiel y discreto: Un pequeo grupo de hermanos ungidos que participan
directamente en preparar y proveer alimento espiritual durante la presencia de Cristo. Hoy, esos
hermanos ungidos componen el Cuerpo Gobernante
Sus domsticos: Todos los que son alimentados, tanto ungidos como otras ovejas
Su amo [lo] nombr sobre sus domsticos: En 1919, Jess seleccion hermanos ungidos
capacitados para componer su esclavo fiel y discreto
Lo nombrar sobre todos sus bienes: Quienes componen el esclavo sern nombrados sobre
todos los bienes del amo al recibir su recompensa en los cielos. Junto con los dems de los
144.000 compartirn la inmensa autoridad celestial de Cristo
[Recuadro de la pgina 24]
SI ALGUNA VEZ AQUEL ESCLAVO MALO...
Jess ha colocado sobre los hombros del esclavo fiel y discreto la ms pesada de las
responsabilidades: cuidar de los domsticos y proporcionarles alimento espiritual al tiempo
apropiado. Jess saba que a quienes ms responsabilidades tienen, ms se les exige (Luc.
12:48). Por consiguiente, concluy su parbola sobre el esclavo fiel y discreto con una seria
advertencia.
Jess habl de un esclavo malo que, creyendo que su amo tarda en volver, se pone a golpear a
sus coesclavos. Cuando el amo llega dijo Jess, lo castiga con la mayor severidad (lea
Mateo 24:48-51).
Estaba prediciendo Jess que habra un simblico esclavo malo en los ltimos das? No.
Es verdad que algunos han manifestado un espritu similar al descrito por Jess. A estos se les
podra llamar apstatas, sean ungidos o de la gran muchedumbre (Rev. 7:9). Pero esas
personas no componen un esclavo malo. Jess no dijo que nombrara a un esclavo malo; ms
bien, sus palabras constituyen una advertencia dirigida al esclavo fiel y discreto.
Observemos que Jess comienza su advertencia con las palabras si alguna vez. Cierto
especialista seala que en el texto griego esta expresin denota una idea de condicin o
hiptesis. En otras palabras, Jess dijo: En el supuesto caso de que el esclavo fiel y discreto
maltratara as a sus compaeros, esto es lo que el amo hara al llegar (vea tambin Lucas
12:45). Sin embargo, el esclavo fiel y discreto en conjunto se ha mantenido alerta proporcionando
alimento espiritual nutritivo.
Los hermanos ungidos que componen el esclavo fiel reconocen que rendirn cuentas al Amo por
el modo como cuiden de sus domsticos. Desean de corazn cumplir lealmente su
responsabilidad para que, cuando por fin llegue el Amo, puedan escuchar que les dice bien
hecho.
Todos los ungidos, los 144.000 sin excepcin, compartirn la inmensa autoridad celestial
de Jess (Vea el prrafo 19)
*** jv cap. 13 pgs. 172-175 Se nos conoce por nuestra conducta ***
VIVIMOS en una era en la que grandes sectores de la humanidad han descartado las normas
morales que haban sido respetadas por mucho tiempo. La mayora de las religiones de la
cristiandad han hecho lo mismo, ya sea en nombre de la tolerancia o arguyendo que los tiempos
han cambiado y que ya no tienen vigencia los tabes de generaciones pasadas. En cuanto al
resultado de esto, Samuel Miller, un den del Colegio Teolgico de la Universidad de Harvard,
dijo: Lo que pasa es que la Iglesia ya no lleva la delantera. Ha aceptado y absorbido la cultura de
nuestro tiempo. El efecto de esto en la vida de los que buscaban gua en esas iglesias ha sido
devastador.
En cambio, con referencia a los testigos de Jehov LEglise de Montral (La Iglesia de
Montreal), boletn semanal de la archidicesis de Montreal (Canad), dijo: Tienen extraordinarios
valores morales. Muchos maestros, patronos y funcionarios gubernamentales concuerdan en
esto. Qu da cuenta de esta reputacin?
Ser testigo de Jehov implica mucho ms que sencillamente adoptar cierto conjunto de
creencias doctrinales y testificar a otros acerca de ellas. El cristianismo primitivo era conocido
como el Camino, y los testigos de Jehov reconocen que hoy la religin verdadera debe ser un
modo de vivir. (Hech. 9:2.) Sin embargo, como sucedi con respecto a otras cuestiones, a los
Testigos modernos les tom algn tiempo llegar a tener una comprensin equilibrada de lo que
esto implica.
Carcter o pacto, cul?
Aunque comenzaron con consejo bblico bien fundado sobre la necesidad de imitar a Cristo, el
nfasis que pusieron algunos de los primeros Estudiantes de la Biblia en lo que llamaban
desarrollo del carcter tendi a minimizar ciertos aspectos del cristianismo verdadero. Parece
que algunos opinaban que el ser de disposicin gentil presentar siempre la apariencia de ser
amables y buenos, hablar con dulzura, evitar todo despliegue de ira, leer las Escrituras
diariamente les garantizara la entrada al cielo. Pero perdan de vista el hecho de que Cristo
haba comisionado a sus discpulos para efectuar una obra.
Este problema se trat con seriedad en el artculo Carcter o pacto, cul? de la revista The
Watch Tower del 1 de mayo de 1926. El artculo mostraba que el intento de los Estudiantes de la
Biblia por alcanzar un carcter perfecto mientras estaban en la carne haca que algunos se
desanimaran y se dieran por vencidos, pero a la misma vez llevaba a otros a una actitud
santurrona que resultaba en que perdieran de vista el mrito del sacrificio de Cristo. Despus de
recalcar la importancia de tener fe en la sangre derramada de Cristo, el artculo destac que era
fundamental hacer cosas en el servicio divino como prueba de que se segua un camino que
agradaba a Dios. (2 Ped. 1:5-10.) En aquel tiempo, cuando gran parte de la cristiandad an
pretenda apegarse a las normas morales de la Biblia, lo que intensific el contraste entre los
testigos de Jehov y la cristiandad fue el nfasis que estos dieron a la importancia de actuar. El
contraste se not an ms a medida que todo el que deca ser cristiano tuvo que enfrentarse con
cuestiones de moralidad que iban hacindose comunes.
Abstnganse de la fornicacin
La norma cristiana relacionada con la moralidad sexual se expuso con claridad hace mucho
tiempo en la Biblia. Esto es la voluntad de Dios: la santificacin de ustedes, que se abstengan de
la fornicacin [...]. Porque Dios nos llam, no con permiso para inmundicia, sino con relacin a
santificacin. As, pues, el hombre que muestra desatencin, no est desatendiendo a hombre,
sino a Dios. (1 Tes. 4:3-8.) Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal
sea sin contaminacin, porque Dios juzgar a los fornicadores y a los adlteros. (Heb. 13:4.)
No saben que los injustos no heredarn el reino de Dios? No se extraven. Ni fornicadores, [...]
ni adlteros, ni hombres que se tienen para propsitos contranaturales, ni hombres que se
acuestan con hombres, [...] heredarn el reino de Dios. (1 Cor. 6:9, 10.)
Ya para noviembre de 1879 la Watch Tower haba sealado esta norma a los cristianos
verdaderos. Sin embargo, no se trat con frecuencia ni extensamente como si fuera un problema
grave entre los primeros Estudiantes de la Biblia. No obstante, a medida que la actitud del mundo
se haca ms permisiva, hubo que dar ms atencin a este requisito, especialmente para el
tiempo de la II Guerra Mundial. Esto se hizo necesario debido a que algunos testigos de Jehov
estaban empezando a creer que, con tal de ocuparse en dar testimonio, cualquier tipo de laxitud
en cuestiones relacionadas con la moralidad sexual era solo asunto personal. Es cierto que en
agosto de 1935 La Torre del Viga haba dicho con claridad que el participar en el ministerio del
campo no autorizaba la conducta inmoral. Pero no todos tomaron a pecho lo que se dijo. De
modo que en el nmero de septiembre de 1941 La Atalaya analiz de nuevo el asunto con
bastante detenimiento en el artculo El da de No. Este seal que el libertinaje sexual de los
das de No fue una de las razones que llevaron a Dios a destruir al mundo de entonces, y mostr
que lo que Dios hizo en aquella ocasin fij un patrn para lo que hara en nuestro tiempo. Con
franqueza advirti que un siervo ntegro de Dios no poda dedicar parte de su da a hacer la
voluntad del Seor y luego, el resto del tiempo, entregarse a las obras de la carne. (Gl. 5:1721.) A este sigui, en La Atalaya de octubre de 1942, otro artculo que condenaba la conducta que
no armonizara con las normas morales que la Biblia da a personas solteras y casadas. Nadie
debera pensar que su participacin en la predicacin pblica del mensaje del Reino como testigo
de Jehov le daba permiso para llevar un estilo de vida relajado. (1 Cor. 9:27.) Con el tiempo se
tomaran medidas an ms estrictas para proteger la limpieza moral de la organizacin.
Algunos de los que entonces expresaban el deseo de ser testigos de Jehov se haban criado
en lugares donde se permita el matrimonio de prueba, se toleraban las relaciones sexuales entre
personas comprometidas, o se vea como algo normal una relacin consensual entre gente que
no estaba casada legalmente. Algunos matrimonios procuraban abstenerse de las relaciones
ntimas. Otras personas, aunque no se haban divorciado, haban dado un paso imprudente al
separarse de sus cnyuges. Con el fin de proveer la direccin necesaria, durante los aos
cincuenta La Atalaya trat todas estas situaciones, analiz las responsabilidades maritales,
enfatiz la prohibicin bblica de la fornicacin y, para evitar malentendidos, explic en qu
consista. (Hech. 15:19, 20; 1 Cor. 6:18.)
Este asunto recibi atencin especial en lugares donde los que empezaban a asociarse con la
organizacin de Jehov no tomaban en serio las normas morales de la Biblia. As, cuando
N. H. Knorr, tercer presidente de la Sociedad Watch Tower, visit Costa Rica en 1945, dijo en un
discurso sobre la moralidad cristiana: Voy a darles un consejo a todos los que estn aqu esta
noche y viven con una mujer sin haber legalizado su matrimonio. Vayan a la Iglesia Catlica e
inscrbanse en ella, porque all pueden seguir con esa prctica. Pero esta es la organizacin de
Dios, y aqu eso no se permite.
A partir de los aos sesenta, cuando los homosexuales comenzaron a manifestar abiertamente
sus prcticas, muchas iglesias decidieron aceptarlos en su seno despus de debatir el asunto. En
la actualidad, ciertas iglesias ordenan incluso clrigos que son homosexuales. Las publicaciones
de los testigos de Jehov tambin trataron estas cuestiones con el fin de ayudar a la gente
sincera que tena preguntas al respecto. Pero los Testigos nunca tuvieron dudas en cuanto a
cmo ver la homosexualidad. Por qu no? Porque para ellos los requisitos bblicos no son
simples opiniones de hombres de otra poca. (1 Tes. 2:13.) Con gusto dan lecciones bblicas a
homosexuales para que aprendan los requisitos de Jehov; y esas personas pueden asistir a las
reuniones de los Testigos para escuchar; sin embargo, nadie que siga practicando la
homosexualidad puede ser testigo de Jehov. (1 Cor. 6:9-11; Judas 7.)
En los ltimos aos se ha hecho comn en el mundo el que jvenes no casados se entreguen
a la satisfaccin de sus deseos sexuales. El mundo ejerci presin sobre los jvenes de familias
de los testigos de Jehov para inducirles a seguir ese proceder, y algunos de ellos comenzaron a
adoptarlo. Qu hizo la organizacin al respecto? En La Atalaya y Despertad! se publicaron
artculos para ayudar a los padres y a sus hijos a tener el punto de vista bblico. En las asambleas
se presentaron dramas de la vida real con el fin de ayudar a todos a darse cuenta de lo que
sucede cuando se rechazan las normas morales de la Biblia y de los beneficios que resultan al
obedecer los mandamientos de Dios. Uno de los primeros dramas, presentado en 1969, fue
Espinas y trampas hay en el camino del independiente. Se prepararon libros especiales que
ayudaban a la juventud a apreciar la sabidura del consejo bblico. Entre estos estuvieron Tu
juventud... aprovechndola de la mejor manera (publicado en 1976) y Lo que los jvenes
preguntan.Respuestas prcticas (publicado en 1989). Los ancianos locales dieron consejo
espiritual a individuos y familias. Tambin se protegi a las congregaciones de los testigos de
Jehov expulsando de ellas a los pecadores que no se arrepentan.
El derrumbe moral del mundo no ha hecho que los testigos de Jehov adopten una actitud
permisiva. Antes bien, el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehov ha recalcado an ms lo
imprescindible de evitar no solo los actos sexuales ilcitos, sino tambin las influencias y
situaciones que socavan los valores morales. Durante las tres ltimas dcadas ha provisto
instruccin para fortalecer contra faltas secretas como la masturbacin, y ha advertido del
peligro de la pornografa, las telenovelas y la msica que degrada. As, aunque en el mundo la
moralidad ha ido en decadencia, entre los testigos de Jehov ha subido.
*** w95 15/5 pg. 13 prr. 15 Destellos de luz en tiempos apostlicos ***
15 Se toleraban casos flagrantes de inmoralidad sexual en la congregacin cristiana de
Corinto. Un hombre haba tomado a la esposa de su padre, practicando as fornicacin como ni
siquiera la haba entre las naciones. Pablo escribi claramente: Remuevan al hombre inicuo de
entre ustedes. (1 Corintios 5:1, 11-13.) La accin de expulsar era nueva para la congregacin
cristiana. Otro proceder inapropiado sobre el que la congregacin de Corinto tambin necesitaba
esclarecimiento era que algunos de sus miembros llevaban a sus hermanos espirituales ante los
tribunales mundanos para resolver sus diferencias. Pablo los reprendi enrgicamente por hacer
esto. (1 Corintios 6:5-8.)
*** Ministerio del Reino agosto 2002 pg. 3, 4 ***
Demostremos lealtad cristiana cuando se expulsa a un pariente
1 Los vnculos familiares pueden ser muy fuertes. Este hecho supone una prueba para el
cristiano cuando su cnyuge, un hijo, un padre u otro pariente cercano es expulsado o se
desasocia de la congregacin (Mat. 10:37). Cmo debe el cristiano leal tratar a ese pariente?
Es diferente el trato que se le da si dicha persona vive en la casa del Testigo? Pues bien,
repasemos lo que dice la Biblia al respecto, y tengamos presente que sus principios son
aplicables tanto a los que han sido expulsados como a los que se han desasociado.
2 Cmo tratar a los expulsados. La Palabra de Dios manda a los cristianos que no se
relacionen con alguien que ha sido expulsado de la congregacin al decir: Cesen de mezclarse
en la compaa de cualquiera que, llamndose hermano, sea fornicador, o persona dominada por
la avidez, o idlatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsin, y ni siquiera coman con tal
hombre. [...] Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes (1 Cor. 5:11, 13). Las palabras de
Jess anotadas en Mateo 18:17 tambin son aplicables: [Que el expulsado] sea para ti
exactamente como hombre de las naciones y como recaudador de impuestos. Quienes oyeron a
Jess saban muy bien que sus contemporneos judos no confraternizaban de modo alguno con
los gentiles y evitaban a los recaudadores de impuestos como si fueran marginados. Con estas
palabras, Jess orden a sus seguidores que no se relacionaran con los expulsados (vase
La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, pgs. 12-14).
3 Eso significa que los cristianos leales no tienen trato espiritual con nadie que ha sido
expulsado de la congregacin. Pero hay ms implicado. La Palabra de Dios dice que ni siquiera
comamos con tal hombre (1 Cor. 5:11). De modo que tambin evitamos el trato social con tal
persona, lo que descartara ir con ella a una comida campestre, a una fiesta, a un partido, al
centro comercial, al cine o sentarnos a comer con ella, sea en el hogar o en un restaurante.
4 Se puede hablar con un expulsado? Aunque la Biblia no menciona todas las situaciones
que pudieran surgir, 2 Juan 10 nos ayuda a comprender cmo ve Jehov el asunto: Si alguno
viene a ustedes y no trae esta enseanza, nunca lo reciban en casa ni le digan un saludo.
La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, pgina 19, comenta: Decir un sencillo Hola! a alguien
puede ser el primer paso que lleve a una conversacin y tal vez hasta a una amistad.
Quisiramos dar ese primer paso respecto a una persona expulsada?.
principalmente porque sera una vida ms fcil? Qu se puede decir acerca de su moralidad y
de su actitud? Introducir levadura en el hogar?Gl. 5:9.
12 Los beneficios de ser leales a Jehov. Cooperar con la disposicin bblica de la
expulsin y evitar a los pecadores impenitentes nos reporta beneficios. Conserva la limpieza de la
congregacin y nos caracteriza como apoyadores de las elevadas normas morales de la Biblia
(1 Ped. 1:14-16). Nos protege de las influencias corruptoras (Gl. 5:7-9). Adems, da al pecador
la oportunidad de beneficiarse plenamente de la disciplina recibida, la cual puede ayudarle a
producir fruto pacfico, a saber, justicia (Heb. 12:11).
13 Tras escuchar un discurso en una asamblea de circuito, un cristiano y su hermana se
dieron cuenta de que tenan que hacer cambios en la manera de tratar a su madre, quien no viva
con ellos y llevaba seis aos expulsada. Tan pronto termin la asamblea, l la llam y, luego de
confirmarle su amor, le explic que ya no le hablaran a menos que surgieran asuntos importantes
de familia que los obligaran a ponerse en contacto. Poco despus, la madre empez a asistir a
las reuniones y con el tiempo fue restablecida. Adems, su esposo no creyente comenz a
estudiar la Biblia y se bautiz.
14 Apoyar lealmente la disposicin bblica de la expulsin es una demostracin de nuestro
amor a Jehov y suministra una respuesta para el que lo desafa con escarnio (Pro. 27:11).
A cambio, podemos contar con la bendicin divina. El rey David escribi lo siguiente acerca de
Jehov: En cuanto a sus estatutos, no me desviar de ellos. Con alguien leal t actuars en
lealtad (2 Sam. 22:23, 26).
*** w12 15/3 pgs. 30-31 Preguntas de los lectores ***
Puede un cristiano llegar tan bajo en el vicio de ver pornografa que termine siendo
expulsado de la congregacin?
La respuesta es s. Esto subraya la importancia de rechazar de plano cualquier clase de
pornografa, ya sea en forma de texto o de imgenes en revistas, pelculas, videos o Internet.
La pornografa ha llegado hasta el ltimo rincn de este mundo. Internet la ha puesto al
alcance de la gente como nunca antes, y personas de todas las edades se han visto infectadas
por esta terrible plaga. Hay quienes se han topado con pginas pornogrficas sin pretenderlo.
Otros, sin embargo, han accedido a ellas a propsito, tal vez en el hogar o la oficina, donde les
resulta ms fcil leer o ver pornografa en secreto. Este es un asunto que los cristianos debemos
tomar muy en serio. Por qu?
Jess indic una de las principales razones cuando advirti: Todo el que sigue mirando a una
mujer a fin de tener una pasin por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazn (Mat.
5:28). Por supuesto, las relaciones sexuales normales no tienen nada de malo cuando sirven
como fuente de placer dentro del matrimonio (Pro. 5:15-19; 1 Cor. 7:2-5). Pero la pornografa
muestra relaciones inmorales que estimulan los malos pensamientos condenados por Jess.
Dicho sin rodeos, quien lee o ve pornografa viola este mandato divino: Amortigen [o den
muerte a] [...] los miembros de su cuerpo que estn sobre la tierra en cuanto a fornicacin,
inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatra (Col. 3:5; Traduccin en
lenguaje actual).
Qu hay si un cristiano ha mirado pornografa en una o dos ocasiones? En cierto sentido, se
encuentra en una situacin tan peligrosa como la de Asaf, quien admiti: En cuanto a m, mis
pies casi se haban desviado, casi se haba hecho que mis pasos resbalaran. Si ha estado
viendo imgenes pornogrficas de hombres o mujeres desnudos o de una pareja teniendo
relaciones, no puede tener la conciencia tranquila ni estar en paz con Dios. Ms bien, se sentir
como Asaf: Llegu a ser plagado todo el da, y la correccin ma es cada maana (Sal.
73:2, 14).
Si un cristiano ha cado en este pecado, es vital que abra los ojos y comprenda que necesita
ayuda espiritual. La Biblia indica que puede conseguirla en la congregacin: Aunque un hombre
d algn paso en falso antes que se d cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas
cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espritu de apacibilidad, vigilndote a
ti mismo (Gl. 6:1). En efecto, uno o dos ancianos pueden prestarle asistencia, lo que incluye
orar con l teniendo fe en que Jehov sanar al enfermo espiritual y le perdonar (Sant. 5:1315). Quienes han buscado ayuda para romper con el vicio de la pornografa se sienten hoy como
Asaf, quien afirm: Acercarme a Dios es bueno para m (Sal. 73:28).
una actitud descarada o un atrevimiento irreverente, es decir, una actitud que revela falta de
respeto o hasta desprecio por las leyes, normas y autoridad. Pablo tambin relaciona la conducta
relajada con el coito ilcito (Romanos 13:13, 14). Puesto que en Glatas 5:19-21 se incluye la
conducta relajada entre algunas de las prcticas pecaminosas que impediran que se heredara el
Reino de Dios, esta es motivo suficiente para que una persona sea censurada y hasta expulsada
de la congregacin cristiana.
La palabra inmundicia (en griego akatharsa) es, de los tres trminos que se traducen
fornicacin, inmundicia y conducta relajada, el que tiene el sentido ms amplio. Abarca
cualquier clase de impureza, sea en asuntos sexuales, en el habla, en la conducta o en las
relaciones espirituales. Inmundicia incluye una amplia variedad de pecados graves.
En 2 Corintios 12:21, Pablo alude a los que pecaron antes, pero que no se han arrepentido de
la inmundicia y fornicacin y conducta relajada que han practicado. Puesto que la inmundicia
aparece junto con la fornicacin y la conducta relajada, es evidente que algunas clases de
inmundicia son motivo para formar un comit judicial. Claro est, el trmino inmundicia es
amplio y abarca asuntos que no ameritan la formacin de un comit judicial. Tal como una casa
puede estar un poco sucia o sumamente asquerosa, tambin hay diversos grados de inmundicia.
En Efesios 4:19, Pablo habla de algunas personas que haban llegado a estar ms all de
todo sentido moral y que se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de
inmundicia con avidez. As pues, Pablo sita la inmundicia con avidez en la misma categora
que la conducta relajada. Si un cristiano bautizado practica inmundicia con avidez y no se
arrepiente, puede ser expulsado de la congregacin por ser culpable de inmundicia grave.
Supongamos que una pareja de novios se acariciara apasionadamente en numerosas
ocasiones. Podra ser que los ancianos determinaran que, aunque la pareja no manifest una
actitud de descaro caracterstica de la conducta relajada, s hubo cierta avidez en su
conducta. Por lo tanto, los ancianos formaran un comit judicial, pues se produjo inmundicia
grave. Si alguien mantuviera repetidas conversaciones telefnicas de ndole sexual con otra
persona, tambin se podra tratar el caso sobre la base de la inmundicia grave, sobre todo si se le
haba aconsejado anteriormente.
Los ancianos deben ser discernidores al atender casos como estos. Tienen que analizar con
cuidado lo que ha sucedido y el grado al que se lleg. No es cuestin de concluir que alguien es
culpable de conducta relajada porque no acept el consejo bblico. Tampoco se trata de
establecer de manera sistemtica el nmero de veces que puede cometerse un pecado antes de
que se forme un comit judicial. Los ancianos deben pedir la ayuda de Jehov y pesar
cuidadosamente cada situacin; tambin han de averiguar lo que ocurri, la frecuencia, la
naturaleza y el grado del mal comportamiento, as como las intenciones y los motivos del pecador.
La inmundicia grave no solo se manifiesta en pecados sexuales. Por ejemplo, imagnese a un
jovencito bautizado que se fuma unos cuantos cigarrillos en un corto espacio de tiempo.
l confiesa el pecado a sus padres y est decidido a no volver a hacerlo. Se trata de un caso de
inmundicia en el que no ha llegado a haber inmundicia con avidez. Bastara con que el joven
recibiera los consejos bblicos de uno o dos ancianos y el apoyo de sus padres. Ahora bien, y si
el joven fumara habitualmente? Esto constituira una contaminacin deliberada de la carne, y se
formara un comit judicial para que atendiera el asunto sobre la base de inmundicia grave
(2 Corintios 7:1). Si el muchacho no se arrepintiera, habra que expulsarlo.
Algunos cristianos han comenzado a ver pornografa. Aunque esto ofende a Dios, y es normal
que los ancianos se sorprendan si se enteran de que un hermano en la fe ha estado viendo
pornografa, no siempre es necesario formar un comit judicial. Por ejemplo, supongamos que un
hermano ha visto pornografa blanda en varias ocasiones. Como se siente avergonzado, lo
confiesa a un anciano, resuelto a no repetir este pecado. El anciano bien podra llegar a la
conclusin de que su conducta no ha llegado al punto de ser inmundicia con avidez. El hermano
tampoco mostr una actitud descarada, y por lo tanto no constituira conducta relajada. Aunque
no sea necesario emprender ninguna accin judicial, este tipo de inmundicia exigir slidos
consejos bblicos y, quizs, la ayuda continuada de los ancianos.
Ahora bien, supongamos que, durante aos, un cristiano ha visto en secreto pornografa
repugnante y sexualmente degradante, y ha hecho todo lo posible por ocultar este pecado. Dicho
material pornogrfico pudiera abarcar violaciones en grupo, sadomasoquismo, tortura sdica,
maltrato de mujeres o hasta pornografa infantil. Cuando su conducta sale a la luz, se siente
profundamente avergonzado. Aunque no tenga una actitud descarada, los ancianos tal vez
determinen que se ha entregado a un vicio repugnante y que ha practicado inmundicia con
avidez, es decir, inmundicia grave. En ese caso, se formara un comit judicial porque su
conducta implica inmundicia grave. El pecador sera expulsado si no demostrara que est
sinceramente arrepentido y que ha tomado la determinacin de nunca ms volver a ver
pornografa. Si hubiera invitado a alguien a ver pornografa en su casa lo que equivaldra a
promoverla, sera prueba de que tal persona tena una actitud descarada, caracterstica de la
conducta relajada.
El trmino bblico conducta relajada siempre se refiere a un pecado grave, normalmente de
ndole sexual. Para ver si se trata de conducta relajada, los ancianos deben analizar si hay
descaro, desenfreno, grosera y desvergenza, y si se atent contra la decencia pblica. Por otro
lado, las transgresiones graves de la ley de Jehov que comete una persona que no manifiesta
una actitud de descaro pudieran implicar avidez. Tales casos tienen que ver con inmundicia
grave, y deben tratarse sobre esa base.
Es una seria responsabilidad tener que determinar si alguien ha llegado al punto de hacerse
culpable de inmundicia grave o de conducta relajada, pues hay vidas en juego. Por eso, quienes
tengan que juzgar estos casos deben pedir a Jehov espritu santo, discernimiento y
entendimiento. Los ancianos han de mantener la pureza de la congregacin, y sus decisiones
deben basarse en la Palabra de Dios y en las instrucciones del esclavo fiel y discreto (Mateo
18:18; 24:45). Ms que nunca, en estos das malvados, los ancianos querrn tener presentes las
siguientes palabras: Vean lo que hacen, porque no es para el hombre que ustedes juzgan, sino
que es para Jehov (2 Crnicas 19:6).
*** w97 1/1 pgs. 26-29 Aborrezcamos lo que es inicuo ***
JEHOV es un Dios santo. En tiempos antiguos l era el Santo de Israel, y como tal, exiga
que Israel fuera limpio, inmaculado. (Salmo 89:18.) Dijo a su pueblo escogido: Tienen que
resultar santos, porque yo soy santo. (Levtico 11:45.) Cualquiera que deseara ascender a la
montaa de Jehov deba ser inocente de manos y limpio de corazn. (Salmo 24:3, 4.) Estas
palabras implicaban ms que evitar los pecados. Queran decir odiar lo malo. (Proverbios 8:13.)
En muestra de su amor, Jehov promulg leyes detalladas para que la nacin de Israel
pudiera reconocer y evitar la maldad. (Romanos 7:7, 12.) Estas leyes incluan directrices estrictas
sobre moralidad. El adulterio, las prcticas homosexuales, las relaciones incestuosas y la
bestialidad se sealaron como contaminantes inmundos de la espiritualidad. (Levtico 18:23;
20:10-17.) A las personas culpables de esos actos degradados se las cortaba de la nacin de
Israel.
Cuando la congregacin de cristianos ungidos lleg a ser el Israel de Dios, se promulgaron
para ellos estas mismas normas morales. (Glatas 6:16.) Los cristianos tambin tenan que
aborrecer lo que es inicuo. (Romanos 12:9.) Lo que Jehov le dijo a Israel les aplicaba asimismo
a ellos: Tienen que ser santos, porque yo soy santo. (1 Pedro 1:15, 16.) Las prcticas inmundas,
como la fornicacin, el adulterio, la homosexualidad, la bestialidad y el incesto, no deban
corromper la congregacin cristiana. Los que no quisieran abandonarlas seran excluidos del
Reino de Dios. (Romanos 1:26, 27; 2:22; 1 Corintios 6:9, 10; Hebreos 13:4.) Las otras ovejas
deben cumplir las mismas normas en estos ltimos das. (2 Timoteo 3:1; Juan 10:16.) Por
consiguiente, los cristianos ungidos y las otras ovejas componen un pueblo limpio y sano, en
condicin de llevar el nombre de su Dios como testigos de Jehov. (Isaas 43:10.)
Se mantiene limpia la congregacin
En cambio, el mundo aprueba todo tipo de inmoralidad. Aunque los cristianos verdaderos son
distintos, no deben olvidar que muchos de los que ahora sirven a Jehov estuvieron alguna vez
en el mundo. Hay gran cantidad de personas que antes de conocer a nuestro santo Dios,
no vean ninguna razn para no satisfacer los deseos y las fantasas de su carne cada, y se
revolcaban en un bajo sumidero de disolucin. (1 Pedro 4:4.) Despus de hablar de las prcticas
repugnantes de la gente degradada de las naciones, el apstol Pablo dijo: Eso era lo que
algunos de ustedes eran. No obstante, sigui diciendo: Pero ustedes han sido lavados, pero
ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro
Seor Jesucristo y con el espritu de nuestro Dios. (1 Corintios 6:11.)
Palabras reconfortantes, sin duda. No importa lo que alguien haya hecho en el pasado, esa
persona cambia cuando las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo tocan su corazn.
Entonces ejerce fe y se dedica a Jehov Dios. De ese momento en adelante vive una vida pura
moralmente, limpia a los ojos de Dios. (Hebreos 9:14.) Los pecados que cometi anteriormente le
son perdonados, y puede extenderse hacia adelante a las cosas ms all. (Filipenses 3:13, 14;
Romanos 4:7, 8.)
Jehov perdon a David, arrepentido, su asesinato y adulterio, y perdon a Manass, tambin
arrepentido, su idolatra inmoral y su mucho derramamiento de sangre. (2 Samuel 12:9, 13;
2 Crnicas 33:2-6, 10-13.) Podemos estar verdaderamente agradecidos de que l est dispuesto
a perdonarnos a nosotros tambin si nos arrepentimos y nos acercamos a l con sinceridad y
humildad. Ahora bien, aunque Jehov perdon a David y Manass, estos dos hombres, y todo
Israel, tuvieron que sufrir las consecuencias de sus pecados. (2 Samuel 12:11, 12; Jeremas 15:35.) Del mismo modo, aun cuando Jehov perdona a los pecadores que se arrepienten, tal vez
haya consecuencias de sus acciones que estos no puedan eludir.
Consecuencias inevitables
Por ejemplo, puede ocurrir que un hombre que lleva una vida desenfrenada moralmente y
contrae el sida, acepte la verdad y cambie hasta el punto de dedicarse y bautizarse. A partir de
entonces es un cristiano limpio espiritualmente que tiene una relacin con Dios y una maravillosa
esperanza para el futuro; pero sigue estando enfermo de sida. Puede que con el tiempo muera de
esa enfermedad, una consecuencia triste, aunque ineludible, de su conducta pasada. En el caso
de algunos cristianos, los efectos de la grave inmoralidad de su vida pasada tal vez persistan de
otras maneras. Puede que aos despus de su bautismo, quiz durante el resto de su vida en
este sistema de cosas, tengan que seguir luchando contra los impulsos carnales por volver a su
anterior modo de vida inmoral. Muchos han logrado resistir gracias a la ayuda del espritu de
Jehov. Pero tienen que pelear una batalla constante. (Glatas 5:16, 17.)
Tales personas no pecan siempre y cuando controlen sus impulsos. Pero, si se trata de
varones, tal vez decidan sabiamente no procurar una responsabilidad en la congregacin
mientras tengan que luchar contra los fuertes impulsos carnales. (1 Timoteo 3:1.) Por qu?
Porque son conscientes de la confianza que la congregacin deposita en los ancianos. (Isaas
32:1, 2; Hebreos 13:17.) Se dan cuenta de que a estos se les consultan muchos asuntos ntimos
y de que tienen que tratar casos delicados. No sera ni amoroso ni sabio ni razonable que la
persona que tiene una lucha constante contra los deseos carnales inmundos, procure alcanzar tal
posicin de responsabilidad. (Proverbios 14:16; Juan 15:12, 13; Romanos 12:1.)
En el caso de un hombre que haya sido corruptor de menores antes de bautizarse, tal vez
haya otra consecuencia. Cuando aprende la verdad, se arrepiente y se vuelve, de modo que
no introduce ese horrible pecado en la congregacin. Quiz despus progrese bien, venza
completamente sus malos impulsos y quiera alcanzar un puesto de responsabilidad en la
congregacin. Qu ocurre, sin embargo, si la comunidad todava no ha olvidado la mala
reputacin que se gan cuando abus sexualmente de menores? Sera irreprensible? Tendra
un excelente testimonio de los de afuera y estara libre de acusacin? (1 Timoteo 3:1-7, 10; Tito
1:7.) No, en absoluto. Por lo tanto, no llenara los requisitos para tener privilegios en la
congregacin.
Cuando peca un cristiano dedicado
Jehov comprende que somos dbiles y que podemos caer en el pecado incluso despus del
bautismo. El apstol Juan escribi a los cristianos de su da: Les escribo estas cosas para que
no cometan un pecado. Y no obstante, si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para
con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo. Y l es un sacrificio propiciatorio por nuestros
pecados, pero no solo por los nuestros, sino tambin por los de todo el mundo. (1 Juan 2:1, 2.)
En efecto, sobre la base del sacrificio de Jess, Jehov perdonar a los cristianos bautizados que
caigan en el pecado, siempre y cuando se arrepientan de verdad y abandonen su mal proceder.
Vemos un ejemplo de lo susodicho en lo ocurrido en la congregacin de Corinto del siglo
primero. Cuando lleg a odos del apstol Pablo que haba en la joven congregacin un caso de
fornicacin, dio instrucciones de que se expulsara al culpable. Tiempo despus, el pecador se
arrepinti, y Pablo exhort a la congregacin a que lo restableciera. (1 Corintios 5:1, 13;
2 Corintios 2:5-9.) As, gracias al poder sanador de la bondad amorosa de Jehov y al gran valor
del sacrificio de rescate de Jess, se limpi a ese hombre de su pecado. Hoy pudiera ocurrir lo
mismo. Por otra parte, sin embargo, aunque la persona bautizada que ha cometido un pecado
serio se haya arrepentido y Jehov la haya perdonado, tal vez an tenga que afrontar las
consecuencias de su pecado. (Proverbios 10:16, 17; Glatas 6:7.)
Pongamos por caso el de una joven dedicada que ha cometido fornicacin; quiz sienta
profundamente haberlo hecho y con el tiempo recobre la salud espiritual con la ayuda de la
congregacin. Ahora bien, qu pasa si est embarazada como consecuencia de su acto
inmoral? En ese caso, lo que hizo cambia inevitablemente toda su vida. Un hombre que haya
cometido adulterio pudiera arrepentirse y no ser expulsado, pero el cnyuge inocente tendra
fundamento para divorciarse de l, y tal vez decidiera hacerlo. (Mateo 19:9.) Si este fuera el caso,
ese hombre, aunque Jehov lo hubiera perdonado, vivira el resto de su vida con esta grave
consecuencia de su pecado. (1 Juan 1:9.)
Qu ocurre en el caso del hombre cuya falta de amor lo lleva a divorciarse de su esposa para
casarse con otra mujer? Quiz con el tiempo se arrepienta y sea restablecido a la congregacin.
Puede que con el paso de los aos, progrese y pase adelante a la madurez. (Hebreos 6:1.) Pero
mientras su primera esposa no se case de nuevo, l no llenar los requisitos para servir en una
posicin de responsabilidad en la congregacin. No es esposo de una sola mujer porque se
divorci de la primera sin base bblica. (1 Timoteo 3:2, 12.)
No son estas razones poderosas para que un cristiano aborrezca lo que es inicuo?
Qu ocurre con los que abusan de menores?
Qu pasa si un cristiano adulto bautizado abusa sexualmente de un nio? Es el pecador tan
malvado que Jehov no lo perdonar nunca? No necesariamente. Jess dijo que la blasfemia
contra el espritu santo era imperdonable. Y Pablo dijo que no queda sacrificio por los pecados
del que practica voluntariosamente el pecado a pesar de conocer la verdad. (Lucas 12:10;
Hebreos 10:26, 27.) Pero la Biblia no dice en ningn lugar que no pueda perdonarse a un
cristiano adulto que abuse sexualmente de un nio, se trate de incesto o no. En efecto, se pueden
lavar sus pecados si se arrepiente con sinceridad desde el corazn y cambia su conducta, si bien
tal vez tenga que seguir peleando contra los impulsos carnales impropios que foment. (Efesios
1:7.) Y quiz haya consecuencias que no pueda evitar.
Dependiendo de la ley del pas donde viva, es probable que lo encarcelen o que el Estado le
imponga otras sanciones. La congregacin no lo proteger de estas consecuencias. Adems, ese
hombre ha demostrado una seria debilidad que en lo sucesivo tendr que tomarse en cuenta. Si
parece estar arrepentido, se le animar a progresar espiritualmente, a salir al servicio del campo e
incluso a participar en la Escuela del Ministerio Teocrtico y tener asignaciones que no impliquen
enseanza en la Reunin de Servicio. Eso no quiere decir, sin embargo, que llenar los requisitos
para ocupar una posicin de responsabilidad en la congregacin. Cules son las razones
bblicas para ello?
Por una parte, los ancianos deben tener autodominio. (Tito 1:8.) Es cierto que nadie tiene un
autodominio perfecto. (Romanos 7:21-25.) Pero un cristiano adulto dedicado que cae en el
pecado de abusar sexualmente de un menor demuestra una debilidad carnal anormal. La
experiencia muestra que esos adultos probablemente abusen de otros nios. Es cierto que
no todos los que abusan de un menor vuelven a cometer ese pecado, pero muchos lo hacen. Y la
congregacin no puede leer el corazn para decir quin probablemente abusar de un nio de
nuevo y quin no. (Jeremas 17:9.) Por lo tanto, el consejo de Pablo a Timoteo es aplicable con
especial fuerza en el caso de los adultos bautizados que hayan abusado de menores: Nunca
impongas las manos apresuradamente a ningn hombre; ni seas partcipe de los pecados
ajenos. (1 Timoteo 5:22.) Para la proteccin de nuestros hijos, un hombre que haya abusado de
menores no llena los requisitos para ocupar una posicin de responsabilidad en la congregacin.
Adems, no puede ser precursor ni participar en ningn otro aspecto del servicio especial de
tiempo completo. (Comprese con el principio de xodo 21:28, 29.)
Puede que alguien pregunte: No ha habido casos en que quienes cometieron otros tipos de
pecado y parecieron arrepentirse, volvieron a cometer el mismo pecado ms tarde?. S, eso ha
ocurrido, pero hay otros factores que analizar. Si, por ejemplo, un individuo se acerca a otro
adulto con intenciones inmorales, este puede oponer resistencia. A los nios es ms fcil
engaarlos, confundirlos o aterrorizarlos. La Biblia habla de su falta de sabidura. (Proverbios
22:15; 1 Corintios 13:11.) Jess utiliz a los nios como un ejemplo de inocencia y humildad.
(Mateo 18:4; Lucas 18:16, 17.) Su inocencia implica una total falta de experiencia. La mayora de
los nios son abiertos, estn deseosos de agradar, y por ello son ms vulnerables a que abuse de
ellos un adulto malintencionado a quien conocen y en quien confan. Por lo tanto, la congregacin
tiene ante Jehov la responsabilidad de proteger a los nios.
Los nios bien educados aprenden a obedecer y honrar a sus padres, a los ancianos y a otros
adultos. (Efesios 6:1, 2; 1 Timoteo 5:1, 2; Hebreos 13:7.) Sera una horrible perversin que una de
estas personas con autoridad se aprovechara de la confianza inocente de un nio para seducirle
o forzarle a someterse a actos sexuales. Los que han pasado por esta experiencia con frecuencia
luchan durante aos para superar el consiguiente trauma emocional. Por tanto, quien abusa de un
nio tiene que afrontar disciplina severa de parte de la congregacin y algunas restricciones. Lo
que debe importar no es su posicin como persona con autoridad, sino la pureza sin tacha de la
congregacin. (1 Corintios 5:6; 2 Pedro 3:14.)
Si una persona que ha abusado de un menor se arrepiente sinceramente, reconocer la
sabidura de aplicar los principios bblicos. Si en verdad aprende a aborrecer lo que es inicuo,
rechazar el pecado cometido y luchar por no repetirlo. (Proverbios 8:13; Romanos 12:9.)
Adems, seguramente agradecer a Jehov la grandeza de Su amor, gracias al cual un pecador
arrepentido, como l, puede seguir adorando a nuestro Dios santo y tener la esperanza de ser
uno de los rectos que residirn en la Tierra para siempre. (Proverbios 2:21.)
*** w06 15/2 pgs. 26-28 Caminemos en la senda de la iluminacin progresiva ***
La senda de los justos es como la luz brillante que va hacindose ms y ms clara
hasta que el da queda firmemente establecido. (PROVERBIOS 4:18.)
QUIN mejor que la propia Fuente de la luz, Jehov Dios, para describir el efecto que la
salida del Sol produce en la oscuridad de la noche? (Salmo 36:9.) Cuando el alba se [ase] de las
extremidades de la tierra, dice l, esta se transforma como barro bajo un sello, y las cosas
toman su puesto como en la ropa (Job 38:12-14). Segn aumenta la luz del da, los objetos
terrestres van adquiriendo forma y se hacen reconocibles, tal como la blanda arcilla se transforma
cuando se estampa en su superficie el emblema de un sello.
2
Jehov anunci por medio del profeta Isaas: En vez del cobre traer oro, y en vez del hierro
traer plata, y en vez de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro (Isaas 60:17). Tal
como reemplazar un material de calidad inferior por uno de mayor calidad supone una mejora, as
los testigos de Jehov han experimentado mejoras en su organizacin durante la conclusin del
sistema de cosas, o los ltimos das (Mateo 24:3; 2 Timoteo 3:1).
4
Al comienzo de los ltimos das se elega democrticamente a los ancianos y los diconos de
las congregaciones de los Estudiantes de la Biblia (como se conoca entonces a los testigos de
Jehov). Sin embargo, haba ancianos que carecan del verdadero espritu evangelizador; otros
no solo eran reacios a predicar, sino que intentaban disuadir a los dems de que lo hicieran. Por
lo tanto, en 1919 se cre una nueva funcin en las congregaciones: la de director de servicio.
En vez de ser elegido por la congregacin, el director de servicio era nombrado de manera
teocrtica por la sucursal de los siervos de Dios. Entre sus deberes figuraban organizar la
predicacin, asignar territorios y fomentar la participacin en el ministerio del campo. Dicho
cambio dio a la obra de evangelizar un extraordinario impulso en los aos siguientes.
5
La predicacin del Reino recibi gran mpetu la tarde del domingo 26 de julio de 1931 al
adoptarse una resolucin, primero en una asamblea realizada en Columbus (Ohio, EE.UU.), y
luego en todo el mundo. La resolucin deca en parte: Somos siervos de Jehov Dios
comisionados a hacer una obra en su nombre, y, en obediencia a su mandamiento, a entregar el
testimonio de Jesucristo, y dar a conocer a la gente que Jehov es el verdadero y Omnipotente
Dios; por lo tanto gozosamente aceptamos el nombre que la boca de Jehov Dios ha
pronunciado, y deseamos ser conocidos como y llamados por el nombre de testigos de Jehov
(Isaas 43:10). Con cunta claridad defini el nuevo nombre cul era la principal actividad de sus
portadores! En efecto, Jehov tena mucho trabajo para todos sus siervos, y la respuesta general
fue muy entusiasta.
7
Aun cuando muchos ancianos se dedicaron humildemente a predicar, hubo algunos que
opusieron bastante resistencia a la idea de que todos los miembros de la congregacin deban
participar en el ministerio pblico. Pero an vendran otras mejoras. Mediante la revista La Torre
del Viga, las congregaciones recibieron en 1932 la directriz de que cesaran de elegir a los
ancianos y los diconos, y que, en su lugar, eligieran un comit de servicio formado por hombres
espirituales que predicaran pblicamente. De este modo, la superintendencia qued a cargo de
quienes participaban activamente en el ministerio, y la obra sigui adelantando.
La luz ms clara trae nuevas mejoras
8
La luz iba hacindose ms y ms clara. En 1938 se eliminaron por completo las votaciones.
Todos los siervos de la congregacin seran nombrados de manera teocrtica bajo la supervisin
del esclavo fiel y discreto (Mateo 24:45-47). Prcticamente todas las congregaciones de los
testigos de Jehov aceptaron el cambio de buena gana, y la obra de dar testimonio continu
produciendo fruto.
9
10
El Cuerpo Gobernante fue organizado en seis comits, los cuales asumieron desde el 1 de
enero de 1976 la supervisin de todas las actividades de la organizacin y de las congregaciones
del mundo. Acaso no ha sido sumamente beneficioso contar con una multitud de consejeros
que dirija todo aspecto de la obra del Reino? (Proverbios 15:22; 24:6.)
11
El ao 1992 fue testigo de otro refinamiento, uno comparable a lo que ocurri despus de
que los israelitas y otras personas regresaron del exilio en Babilonia. Como hacan falta levitas
que sirvieran en el templo en ese entonces, se asignaron ms tareas a los netineos, que no eran
israelitas. De manera parecida, en 1992 se dieron mayores responsabilidades de servicio a
algunos miembros de las otras ovejas para que colaboraran con la clase del esclavo fiel y
discreto en el cuidado de los intereses terrestres, que van en aumento. Se les nombr ayudantes
de los comits del Cuerpo Gobernante (Juan 10:16).
12
Los nmeros de La Torre del Viga de noviembre y diciembre de 1938 (en ingls, 1 y 15 de
junio) contenan destellos de luz que mostraban que los siervos de congregacin no deban ser
elegidos, sino nombrados, es decir, nombrados teocrticamente. En 1971, otro destello de luz
mostr que la congregacin no deba ser dirigida nicamente por un siervo de congregacin, sino
por un cuerpo de ancianos, o superintendentes, a quienes nombrara el Cuerpo Gobernante de
los Testigos de Jehov. Por tanto, gracias a este aumento de luz producido durante un perodo de
unos cuarenta aos, qued claro que los ancianos y los diconos, conocidos hoy como siervos
ministeriales, deban ser nombrados por el esclavo fiel y discreto a travs de su Cuerpo
Gobernante. (Mateo 24:45-47.) Tal procedimiento estaba en armona con lo que se haca en
tiempos apostlicos. El cuerpo gobernante del siglo primero nombr superintendentes a hombres
como Timoteo y Tito. (1 Timoteo 3:1-7; 5:22; Tito 1:5-9.) Todo esto cumpli de manera notable las
palabras de Isaas 60:17: En vez del cobre traer oro, y en vez del hierro traer plata, y en vez
de la madera, cobre, y en vez de las piedras, hierro; y ciertamente nombrar la paz como tus
superintendentes, y la justicia como los que te asignan tus tareas.
8
Otra cuestin era el funcionamiento de la Sociedad Watch Tower. Durante muchos aos se
identificaba al Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehov con la junta de directores de la
Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, y muchos asuntos se dejaban en manos
del presidente. El Anuario de los testigos de Jehov para 1977 (pginas 258, 259) indica que
en 1976 se formaron seis comits del Cuerpo Gobernante, cada uno de los cuales atiende ciertos
aspectos de la obra mundial. El Comit de Personal se encarga de todo lo relacionado con el
personal, que incluye los intereses de todos los miembros de la familia mundial de Betel. El
Comit de Publicacin se ocupa de todos los asuntos seculares y legales, como los relacionados
con propiedades e imprentas. El Comit de Servicio se encarga de la obra de predicar y supervisa
a los superintendentes viajantes, los precursores y la actividad de los publicadores de
congregacin. El Comit de Enseanza es responsable de las reuniones de congregacin, los
das especiales de asamblea, las asambleas de circuito, de distrito y las internacionales, as como
de las diversas escuelas para la educacin espiritual del pueblo de Dios. El Comit de Redaccin
supervisa la preparacin y traduccin de todas las publicaciones, y se asegura de que toda la
informacin est en conformidad con las Escrituras. El Comit del Presidente atiende
emergencias y otros asuntos urgentes. Desde los aos setenta, las sucursales de la Sociedad
Watch Tower han estado bajo la direccin de un comit y no de un superintendente.
*** km 10/13 pg. 2 El sitio jw.org: til para educar a los hijos ***
1
Nuestro sitio de Internet, jw.org, est dirigido a personas de todas las edades. Por ejemplo, la
seccin Nios (vaya a Enseanzas bblicas > Nios) contribuye a que hijos y padres se
mantengan unidos y estrechen su relacin con Jehov (Deut. 6:6, 7). Cmo puede usted valerse
de esta seccin para educar a sus hijos?
2
Sea flexible. Cada nio es diferente (1 Cor. 13:11). Entonces, cmo se puede determinar lo
que conviene estudiar con cada uno? Pues bien, se deben tener en cuenta su edad y sus gustos.
Adems, hay que pensar en lo que es capaz de entender y en el tiempo que puede permanecer
atento. La serie de jw.org Mis primeras lecciones de la Biblia es ideal para nios de tres aos o
menos. Y las historias bblicas de la seccin De padres a hijos son amenas y entretenidas.
Veamos a continuacin otros recursos que tiene a su disposicin.
3
Ideas para la adoracin en familia. Esta seccin contiene sugerencias prcticas para los
cabezas de familia. Haga clic en el botn Descargar y consulte la Gua para los padres a fin de
saber cmo aprovechar mejor las historias y actividades. Con los nios pequeos se recomienda
usar las actividades ilustradas, como las pginas para colorear. Y a los nios ms grandes se les
puede ayudar a realizar los proyectos de investigacin. Todas las actividades que se hallan en la
hoja Gua para los padres estn relacionadas con la misma historia o leccin bblica. De este
modo, todos en la familia tienen la oportunidad de participar.
4
Hazte amigo de Jehov. Los videos, canciones y actividades de esta seccin de jw.org
ayudan a los padres a inculcar la Palabra de Dios en sus pequeines (Deut. 31:12). Los videos de
dibujos animados les ensean a los nios valiosas lecciones, y los juegos de la pgina de
actividades se las recalcan. Como a la mayora de ellos les gusta cantar y las canciones son
herramientas muy tiles para recordar lo aprendido, cada cierto tiempo se publican en esta
seccin cnticos del Reino y canciones infantiles.
5
Padres, Jehov desea que tengan xito y logren ensear la verdad a sus hijos. Por eso,
no duden en pedirle su gua y direccin (Juec. 13:8). As podrn ayudar a sus hijos a hacerse
sabio[s] para la salvacin mediante la fe relacionada con Cristo Jess (2 Tim. 3:15; Prov. 4:1-4).
*** km 12/12 pg. 3 Nuestro sitio oficial de Internet: til para todo el mundo ***
Jess nos encomend la tarea de predicar las buenas nuevas del Reino en toda la tierra
habitada para testimonio a todas las naciones (Mat. 24:14). Y a fin de efectuar nuestro ministerio
ms plenamente, se ha creado un nuevo sitio jw.org que rene el contenido de watchtower.org,
jw-media.org y del antiguo jw.org (2 Tim. 4:5).
Toda la tierra habitada. Casi una tercera parte de la poblacin mundial utiliza Internet. Para
muchos, sobre todo para los jvenes, se ha convertido en la principal fuente de informacin.
Nuestro sitio le ofrece al pblico en general respuestas confiables a preguntas bblicas. Mediante
l podrn conocer la organizacin de Jehov y solicitar fcilmente un curso bblico gratuito. Esto
contribuir a que las buenas nuevas lleguen a personas que viven en partes de la Tierra donde es
poco probable que escuchen el mensaje.
Todas las naciones. Para poder dar testimonio a gente de todas las naciones, los testigos
de Jehov tenemos que presentar la verdad bblica en muchos idiomas. Por eso, en nuestro sitio
hemos puesto al alcance de todo el mundo informacin en unos cuatrocientos idiomas, como
ninguna otra pgina de Internet.
Squele provecho. El nuevo sitio jw.org no solo est diseado para dar testimonio al pblico
en general. Tambin se ha creado pensando en los testigos de Jehov. Si usted tiene acceso a
Internet, le invitamos a explorar cada rincn del sitio jw.org. A continuacin se dan algunas
sugerencias para sacarle provecho a esta til herramienta.
1 Escriba www.jw.org/es en el campo de direccin del buscador de Internet.
2 Explore la pgina haciendo clic en las distintas secciones, las opciones de los mens y los
vnculos.
3 Visite el sitio jw.org desde su dispositivo mvil. La configuracin de la pgina cambiar para
ajustarse al tamao de la pantalla, pero la informacin ser la misma.
*** km 12/12 pg. 4 Nuestro sitio oficial de Internet: til para el estudio personal y en familia
***
Lea las revistas ms recientes en lnea. En el sitio encontrar las revistas La Atalaya y
Despertad! varias semanas antes de que lleguen a su congregacin. Tambin hallar la
grabacin en audio. (Vaya a Publicaciones/Revistas.)
Vea los artculos que solo estn en Internet. Algunos artculos se publicarn nicamente en
nuestro sitio de Internet. Entre estos figuran El rincn del joven, Mis primeras lecciones de la
Biblia, Actividades para la familia y Los jvenes preguntan. Analice algunos de estos artculos
en su estudio personal o en su adoracin en familia. (Vaya a Enseanzas bblicas/Nios o a
Enseanzas bblicas/Jvenes.)
Entrese de las ltimas noticias. Benefciese de alentadores informes y experiencias, y
disfrute de videoclips que muestran el progreso de la obra en distintas partes del mundo. Las
noticias sobre desastres naturales o casos de persecucin contribuirn a que sus oraciones a
favor de la hermandad sean ms especficas (Sant. 5:16). (Vaya a Noticias.)
Utilice la herramienta Biblioteca en lnea. Si esta herramienta est disponible en su idioma,
utilcela para leer el texto diario o buscar informacin en publicaciones recientes desde su
computadora o dispositivo mvil. (Vaya a Publicaciones/Biblioteca en lnea o escriba la direccin
www.wol.jw.org/es en su explorador.)
1 Al hacer clic en la lmina o en el vnculo, aparecer el artculo en formato PDF. Imprmalo y
haga la actividad con sus hijos.
2 Haga clic en el smbolo de reproducir para ver un videoclip.
*** km 12/12 pg. 5
Invite a otros a visitar el sitio. Puede que algunas personas no estn muy dispuestas a
conversar con nosotros o a quedarse con una publicacin. Pero tal vez quieran buscar
informacin sobre los Testigos usando jw.org en la privacidad de su hogar. As pues, siempre que
sea oportuno, invite a sus oyentes a visitar nuestra pgina.
Utilcelo para dar respuestas. Cuando alguien del territorio, una persona interesada o un
conocido le haga una pregunta acerca de los Testigos, ensele de una vez la respuesta en su
computadora o dispositivo mvil. Claro, a menudo es mejor leer las referencias bblicas
directamente de las Escrituras. Si en ese momento no tiene acceso a Internet, explquele cmo
hallar la respuesta en jw.org. (Vaya a Enseanzas bblicas/Preguntas sobre la Biblia o a Sobre
nosotros/Preguntas frecuentes.)
Enve un artculo o una publicacin a algn conocido. En un correo electrnico, puede
adjuntar archivos PDF o EPUB que haya descargado del sitio. Tambin puede descargar la
versin en audio de una publicacin y grabarla en un CD. Las versiones electrnicas de libros,
revistas o folletos que se le hagan llegar a alguien no bautizado pueden contarse en el informe del
servicio del campo siempre y cuando se trate de publicaciones completas. Ahora bien, no debe
La columna era una garanta de que Dios estaba con los israelitas. Representaba a Jehov,
quien a veces les hablaba desde ella (Nm. 14:14; Sal. 99:7). Adems, fue el medio que identific
a Moiss como el caudillo elegido por Jehov (xo. 33:9). De igual modo, sirvi para confirmar el
nombramiento de Josu como sucesor de Moiss, tal como indica el ltimo pasaje donde se la
menciona (Deu. 31:14, 15). Ciertamente, el xito de los israelitas durante el xodo dependa de
que reconocieran el medio visible que Dios estaba usando para dirigirlos y siguieran su gua.
Perdieron de vista el propsito de la columna
Cuando los israelitas vieron por primera vez aquella seal milagrosa, debieron de quedar
maravillados. Lamentablemente, su presencia constante no bast para infundirles confianza plena
en Jehov. De hecho, llegaron a cuestionar la gua divina en varias ocasiones. Por ejemplo,
cuando los egipcios salieron tras ellos, no creyeron que Dios pudiera salvarlos. Ms bien,
acusaron a su representante, Moiss, de haberlos metido en una trampa mortal (xo. 14:10-12).
Despus de atravesar el mar Rojo, lo criticaron a l, a Aarn y al propio Jehov porque pensaron
que no tendran comida ni agua (xo. 15:22-24; 16:1-3; 17:1-3, 7). Y unas semanas ms tarde,
presionaron a Aarn para que les fabricara un becerro de oro. Imagnese la situacin. En un
sector del campamento se alcanzaba a ver la columna de fuego y nube, la majestuosa prueba de
que estaba con ellos su Libertador, Jehov. Pero al mismo tiempo, no lejos de all, los israelitas
estaban adorando a un dolo sin vida mientras decan: Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo
subir de la tierra de Egipto. Qu actos de falta de respeto tan horribles! (xo. 32:4; Neh. 9:18.)
Con su rebelda, los israelitas estaban demostrando desprecio por la gua de Jehov. Tenan
un problema de visin, pero no era fsico, sino espiritual. Contemplaban la columna, pero ya
no significaba nada para ellos. Sus acciones le causaban dolor [...] al Santo de Israel, pero aun
as, l fue misericordioso y continu dirigindolos mediante la columna hasta que llegaron a la
Tierra Prometida (Sal. 78:40-42, 52-54; Neh. 9:19).
Reconozcamos el medio que Dios usa para guiarnos hoy
En la actualidad, Jehov sigue guiando a su pueblo. Tal como no esperaba que los israelitas
trazaran su propia ruta en el desierto, tampoco nos pide a nosotros que nos las arreglemos solos
para alcanzar el prometido nuevo mundo. Ha nombrado Cabeza de la congregacin a Jesucristo
(Mat. 23:10; Efe. 5:23). Este ha delegado parte de su autoridad en el esclavo fiel, el grupo de
cristianos ungidos de nuestros das. Y ellos, a su vez, nombran superintendentes para cuidar de
las congregaciones (Mat. 24:45-47; Tito 1:5-9).
Cmo podemos estar seguros de que hemos logrado identificar al esclavo, o mayordomo,
fiel? Jess mismo dio la clave al decir: Quin es verdaderamente el mayordomo fiel, el discreto,
a quien su amo nombrar sobre su servidumbre para que siga dndoles su medida de vveres a
su debido tiempo? Feliz es aquel esclavo, si al llegar su amo lo halla hacindolo as! (Luc.
12:42, 43).
Para empezar, el grupo de cristianos ungidos es fiel. Siempre ha sido leal a Jehov, a Jess,
al pueblo de Dios y a la Biblia. Tambin es discreto, como lo demuestra la prudencia y buen juicio
con que dirige la importantsima obra de predicar las buenas nuevas del reino y hacer
discpulos de gente de todas las naciones (Mat. 24:14; 28:19, 20). Adems, distribuye
obedientemente alimento espiritual saludable y nutritivo a su debido tiempo. Est claro que
cuenta con la bendicin divina. Cmo lo sabemos? Para empezar, porque Jehov est haciendo
crecer a la congregacin. Adems, porque brinda a su pueblo la sabidura que necesita para
tomar decisiones importantes y una comprensin cada vez ms clara de las verdades bblicas.
Y tambin porque impide que sus enemigos lo destruyan y lo colma de paz y tranquilidad (Isa.
54:17; Fili. 4:7).
Agradezcamos la gua divina
Cmo podemos demostrar gratitud por la gua de Dios? El apstol Pablo nos da la respuesta:
Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos (Heb. 13:17).
Claro, esto no siempre es fcil. Para ilustrarlo, imagnese que usted es un israelita de la poca de
Moiss. Lleva das caminando por el desierto detrs de la columna. De repente, esta se detiene.
Por cunto tiempo se quedar aqu? piensa. Un da? Una semana? Varios meses?
Entonces se pregunta si valdr la pena deshacer el equipaje. Por si acaso, saca solo lo
imprescindible. Sin embargo, pasan varios das y se harta de estar buscando entre los bultos, de
modo que decide sacar el resto. Pero cuando est acabando, la columna se levanta, y usted
tiene que volver a guardarlo todo! Qu fastidio! Sin embargo, no le queda otra opcin que partir
inmediatamente despus, igual que el resto del pueblo (Nm. 9:17-22).
Cmo reaccionamos hoy cuando Dios nos da su gua? La seguimos inmediatamente
despus de recibirla, o continuamos haciendo las cosas como siempre? Estamos al da con las
ltimas instrucciones, como por ejemplo, las relacionadas con los estudios bblicos, la predicacin
a extranjeros, la adoracin en familia, la conducta durante las asambleas y la colaboracin con los
Comits de Enlace con los Hospitales? Otra manera de agradecer la direccin divina es
aceptando los consejos que se nos den. Por eso, al tomar decisiones importantes, no confiamos
en nuestro propio criterio, sino que acudimos a Jehov y su organizacin. Y tal como un nio
corre a sus padres cuando azota una tormenta, buscamos la seguridad que ofrece la
congregacin cuando azotan los problemas de este mundo.
Por supuesto, ninguno de los cristianos que estn al frente de la parte terrestre de la
organizacin es perfecto. Moiss tampoco lo era, y, sin embargo, la columna de nube y fuego era
una indicacin constante de que haba sido nombrado por Jehov y contaba con su aprobacin.
Adems, cabe notar que los israelitas solo levantaban el campamento por orden de Jehov,
mediante Moiss; nadie decida por su cuenta cundo trasladarse (Nm. 9:23). Por lo visto,
Moiss, el intermediario entre Dios y la nacin, era quien daba la voz de partida.
Hoy da, el mayordomo fiel nos da una seal clara cada vez que es necesario emprender la
marcha, por decirlo as. Se vale de La Atalaya y Nuestro Ministerio del Reino, as como de
publicaciones nuevas y discursos en las asambleas. Tambin nos hace llegar instrucciones
mediante los superintendentes viajantes, o mediante cartas y cursos de capacitacin para los
siervos nombrados.
Reconocemos el medio por el cual nos dirige Dios durante los ltimos das? l usa su
organizacin para guiarnos a travs de este mundo, que es como un peligroso desierto. Gracias a
ello disfrutamos de proteccin, amor y unidad.
Cuando los israelitas ya estaban asentados en la Tierra Prometida, Josu afirm: Ustedes
bien saben con todo su corazn y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas
palabras que Jehov su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes
(Jos. 23:14). El pueblo de Dios de tiempos modernos tambin llegar sin falta al prometido nuevo
mundo. Pero la supervivencia de cada uno de nosotros depender en buena medida de que
aceptemos humildemente la direccin de Jehov. Esforcmonos, pues, por reconocer el medio
que l usa para guiarnos.
*** w13 15/4 pgs. 23-25 Asegurmonos de las cosas ms importantes ***
LA PARTE CELESTIAL DE LA ORGANIZACIN DE JEHOV EN ACCIN
5
Hay muchas cosas que Jehov decidi no incluir en la Biblia. Por ejemplo, aunque habra
sido fascinante que l explicara cmo funciona el cerebro o el universo, no lo hizo. Ms bien, nos
dio la informacin que necesitamos para entender sus propsitos y vivir en armona con ellos
(2 Tim. 3:16, 17). Y qu interesantes son los detalles que aporta la Biblia sobre la parte invisible
de la organizacin de Jehov! Es emocionante leer lo que Isaas, Ezequiel, Daniel y Juan
escribieron sobre la forma en que Dios ha organizado los asuntos en el cielo (Is. 6:1-4; Ezeq. 1:414, 22-24; Dan. 7:9-14; Rev. 4:1-11). Es como si Jehov abriera una cortina y los cielos quedaran
expuestos ante nuestros ojos. Por qu quiso l que esa informacin estuviera en las Escrituras?
6
Porque l quiere que siempre recordemos que formamos parte de una organizacin
universal. Para que los propsitos de Jehov se cumplan, estn sucediendo muchas ms cosas
que las que podemos ver. Por ejemplo, el profeta Ezequiel vio la parte invisible de la organizacin
de Dios representada por un enorme carruaje celestial. Este poda moverse a gran velocidad y
cambiar de direccin en un instante (Ezeq. 1:15-21). Con cada giro de sus ruedas se desplazaba
a grandes distancias. Ezequiel tambin observ algunos detalles del Conductor del carruaje:
Llegu a ver algo como el fulgor del electro, como la apariencia del fuego todo alrededor [...]. Era
la apariencia de la semejanza de la gloria de Jehov (Ezeq. 1:25-28). El profeta debi quedar
boquiabierto y admirado. Contempl a Dios controlando perfectamente su organizacin, dirigiendo
cada movimiento mediante su espritu santo. Qu impresionante visin de la parte celestial de la
organizacin de Jehov en accin!
7
Daniel tambin vio muchas cosas que nos llenan de confianza. Se le permiti contemplar en
visin a Jehov representado por un Anciano de Das sentado en un trono de llamas de fuego
con ruedas (Dan. 7:9). Jehov quera que Daniel viera que su organizacin est en movimiento,
cumpliendo su propsito. Este profeta tambin observ a alguien como un hijo del hombre,
Jess, a quien se le encargaba la supervisin de la parte terrestre de la organizacin de Jehov.
El reinado perfecto de Jess no dura unos pocos aos, pues su gobernacin es una gobernacin
de duracin indefinida que no pasar, y su reino uno que no ser reducido a ruinas (Dan.
7:13, 14). Verdad que esto nos anima a confiar en Jehov y a valorar lo que est logrando?
l dio gobernacin y dignidad y reino a su Hijo, quien fue probado y demostr su lealtad. Est
claro que Jehov confa en su Hijo. Y nosotros tambin podemos confiar en Jess, que es
nuestro lder.
8
En ocasiones se nos aclaran algunas de las cosas profundas de Dios (1 Cor. 2:10-13).
Cmo respondemos a la iluminacin con la que Jehov nos ayuda a comprender cada vez mejor
su Palabra? Deberamos actuar como el apstol Pedro. En cierta ocasin, Jess dijo a sus
oyentes: A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en
ustedes. Hubo quienes tomaron sus palabras al pie de la letra y dijeron: Este discurso es
ofensivo; quin puede escucharlo?. Como resultado, se fueron a las cosas de atrs.
En cambio, notemos lo que le dijo Pedro a Jess: Seor, a quin nos iremos? T tienes dichos
de vida eterna (Juan 6:53, 60, 66, 68).
15
1:27). Para el hermano africano, en cambio, ir de la mano era sencillamente un gesto de amistad.
Rechazar la mano significara rechazar la amistad.
Por qu deben interesarnos los choques culturales? En primer lugar, porque el pueblo de
Jehov desea cumplir la comisin divina de [hacer] discpulos de gente de todas las naciones
(Mateo 28:19). Con ese propsito, algunos cristianos han ido a servir de ministros a lugares ms
necesitados. A fin de triunfar en su nuevo ambiente, deben comprender las distintas culturas que
se encuentren y adaptarse a ellas. As trabajarn en armona con sus hermanos y tambin sern
ms eficientes en el ministerio pblico.
Adems, en este mundo tan turbulento, muchas personas han huido de sus atribulados pases
por razones polticas o econmicas y se han establecido en otras naciones. De modo que es muy
probable que nos topemos con nuevas costumbres al predicar a estos nuevos vecinos (Mateo
22:39). Nuestro primer contacto con modos de actuar distintos puede causarnos cierta confusin
en cuanto a las costumbres diferentes.
Campos bien definidos
La cultura est entrelazada en la estructura de la sociedad humana. Sera intil, por tanto,
hacerse justo en demasa y examinar hasta las costumbres ms insignificantes para determinar
si son compatibles o no con los principios bblicos (Eclesiasts 7:16).
Por otra parte, es necesario identificar las costumbres locales que vulneran claramente los
principios divinos. No suele ser difcil, pues la Palabra de Dios sirve para rectificar las cosas
(2 Timoteo 3:16). Por ejemplo, en algunos pases es comn tener muchas esposas, pero la norma
bblica para los cristianos verdaderos es que el hombre tenga una sola esposa viva (Gnesis
2:24; 1 Timoteo 3:2).
Del mismo modo, ciertos usos funerarios concebidos para mantener alejados a los malos
espritus o basados en la creencia en el alma inmortal, son inaceptables para los cristianos
verdaderos. Algunas personas ofrecen incienso u oraciones a los difuntos a fin de ahuyentar a los
malos espritus. Otras realizan velatorios e incluso un segundo entierro con objeto de ayudar a
quien ha fallecido a prepararse para la vida en el otro mundo. Pero la Biblia ensea que quien
muere no tiene conciencia de nada en absoluto y no puede ni beneficiar ni perjudicar a nadie
(Eclesiasts 9:5; Salmo 146:4).
Por supuesto, hay muchas costumbres compatibles con la Palabra de Dios. Es muy
reconfortante entrar en contacto con culturas en las que todava florece el espritu de la
hospitalidad, en las que la costumbre exige que se d una calurosa bienvenida incluso al extrao
y que, si es necesario, se le abran las puertas del hogar. Cuando somos objeto directo de ese
trato, no nos sentimos impulsados a copiar tal ejemplo? Si lo hacemos, no hay duda de que
mejorar nuestra personalidad cristiana (Hebreos 13:1, 2).
A quin le gusta que le hagan esperar? En algunos pases ocurre raras veces, pues se da
importancia a la puntualidad. La Biblia nos dice que Jehov es un Dios de orden (1 Corintios
14:33), por lo que ha fijado un da y una hora para acabar con la maldad y nos asegura que ese
acontecimiento no llegar tarde (Mateo 24:36; Habacuc 2:3). Las culturas que fomentan la
puntualidad, dentro de lo razonable, nos ayudan a ser ordenados y a mostrar el debido respeto a
otras personas y a su tiempo, lo cual est, sin duda, en conformidad con los principios cristianos
(1 Corintios 14:40; Filipenses 2:4).
Y las costumbres inofensivas?
De modo que hay costumbres a todas luces compatibles con el modo de vida cristiano y otras
que no lo son. Pero y las que no pueden definirse ni como buenas ni como malas? Muchas son
inofensivas, y la actitud que tenemos respecto a ellas demuestra nuestro equilibrio espiritual.
Por ejemplo, hay muchas formas de saludar: dar la mano, hacer una reverencia, dar un beso o
hasta un abrazo. Tambin hay una enorme variedad de costumbres que regulan los modales a la
mesa. En algunos pases las personas comen de un mismo plato o una misma fuente. Hay
lugares donde eructar es una forma aceptable, e incluso deseable, de expresar agradecimiento,
mientras que en otros es inaceptable y se considera el colmo de la mala educacin.
En lugar de determinar cules de estas costumbres inofensivas nos gustan o nos disgustan,
concentrmonos en adoptar la actitud adecuada con respecto a ellas. El consejo eterno de la
Biblia es que no hagamos nada movidos por espritu de contradiccin ni por egotismo, sino
[consideremos] con humildad mental que los dems son superiores a [nosotros] (Filipenses 2:3).
En la misma lnea, Eleanor Boykin dice en su libro This Way, PleaseA Book of Manners (Hgalo
as, por favor. Un manual de buenos modales): Lo primero que necesitamos es un buen
corazn.
Este enfoque humilde impedir que menospreciemos las prcticas ajenas. Nos sentiremos
motivados a tomar la iniciativa y aprender cmo viven otros pueblos, seguir sus costumbres y
probar sus comidas, en vez de refrenarnos o sospechar de todo lo que parezca distinto. Teniendo
una mente abierta y la disposicin a probar nuevas maneras de actuar, mostramos cortesa a
nuestro anfitrin o a los vecinos extranjeros. Tambin nos beneficiamos nosotros, pues
ensanchamos nuestro corazn y ampliamos nuestros horizontes (2 Corintios 6:13).
Cuando las costumbres entorpecen el progreso espiritual
Qu debemos hacer en el caso de encontrarnos con costumbres que no son en s
antibblicas, pero que tampoco favorecen el progreso espiritual? Por ejemplo, es posible que en
algunos pases las personas tiendan a dejar las cosas para ms tarde. Tomarse la vida con calma
puede reducir la tensin, pero probablemente dificulte el que efectuemos nuestro ministerio
plenamente (2 Timoteo 4:5).
Cmo ayudaremos a otras personas a no posponer hasta maana lo que es importante?
Recordemos que lo primero que necesitamos es un buen corazn. Motivados por el amor,
podemos dar el ejemplo y luego explicar con bondad los beneficios de no dejar para maana lo
que debe hacerse hoy (Eclesiasts 11:4). Al mismo tiempo, hemos de tener cuidado de
no sacrificar la confianza mutua por causa de la productividad. Si no se aceptan de inmediato
nuestras sugerencias, no tratemos con prepotencia a los dems ni descarguemos nuestra
frustracin sobre ellos. El amor siempre debe primar sobre la eficiencia (1 Pedro 4:8; 5:3).
Tengamos en cuenta las preferencias del lugar
Hemos de asegurarnos de que las sugerencias que hacemos son vlidas, que no estamos
tratando de imponer nuestras preferencias personales. Por ejemplo, el modo de vestir vara
enormemente. En muchas regiones es adecuado que un hombre lleve corbata cuando predica las
buenas nuevas, mientras que en algunos pases tropicales posiblemente se considere demasiado
formal. Una pauta til suele ser tener en cuenta qu manera de vestir se considera propia en el
pas para un profesional que trata con el pblico. El buen juicio es fundamental cuando tratamos
el delicado asunto de la ropa (1 Timoteo 2:9, 10).
Y si una costumbre no nos gusta? Debemos rechazarla sin ms? No necesariamente. La
costumbre de que los hombres vayan de la mano, mencionada al principio, es perfectamente
aceptable en esa comunidad africana en particular. Cuando el misionero observ que otros
hombres paseaban de la mano, se sinti ms cmodo.
Durante sus largos viajes misionales, el apstol Pablo visit congregaciones cuyos miembros
tenan diversos antecedentes. Sin duda, haba frecuentes choques de culturas. Por ello, Pablo se
adapt a todas las costumbres que pudo sin dejar de observar los principios bblicos. Me he
hecho toda cosa a gente de toda clase dijo, para que de todos modos salve a algunos.
(1 Corintios 9:22, 23; Hechos 16:3.)
Plantearnos algunas preguntas pertinentes puede ayudarnos a decidir cmo reaccionar ante
costumbres nuevas. Qu impresin daremos a quienes nos observan si adoptamos o
rechazamos cierta costumbre? Se sentirn atrados al mensaje del Reino al ver que intentamos
integrarnos en su cultura? Por otro lado, se encontrar falta en nuestro ministerio si adoptamos
una prctica del lugar? (2 Corintios 6:3.)
Si deseamos hacernos toda cosa a gente de toda clase, tal vez debamos modificar algunos
conceptos profundamente arraigados con respecto a lo que es y no es apropiado. Muchas veces,
la manera correcta e incorrecta de hacer algo solo depende de dnde vivimos. Por ello, el que
dos hombres se agarren de la mano es una manifestacin de amistad en un pas, mientras que
en muchos otros seguramente restara valor al mensaje del Reino.
Por otro lado, hay costumbres que son aceptables en diversos lugares y quiz hasta sean
apropiadas para los cristianos, pero con las que hay que tener cuidado.
Cuidado con rebasar el lmite
Jesucristo dijo que aunque no era posible sacar del mundo a sus discpulos, estos no deban
ser parte del mundo (Juan 17:15, 16). No obstante, a veces no es fcil distinguir el lmite entre lo
que forma parte integral del mundo de Satans y lo que es sencillamente propio de la cultura. Por
ejemplo, la msica y el baile estn presentes en casi todas las culturas, si bien en algunos pases
tienen mayor importancia.
Pudiramos fcilmente emitir un juicio basndonos ms en nuestros antecedentes que en
razones bblicas slidas. Un hermano alemn de nombre Alex recibi una asignacin en Espaa.
En su anterior entorno, el baile no era muy popular, mientras que en Espaa forma parte de la
cultura. La primera vez que vio a un hermano y una hermana ejecutar un alegre baile espaol, se
sinti confundido. Era incorrecto o mundano el baile? Rebajara sus normas si aceptaba esa
costumbre? Alex aprendi que aunque la msica y el baile eran diferentes a los de su pas,
no haba razn para suponer que sus hermanos espaoles estaban rebajando las normas
cristianas. Su confusin se deba a la diferencia cultural.
Sin embargo, Emilio, un hermano al que le gusta el baile espaol tradicional, reconoce que
existe un peligro. Observo que en muchos bailes la pareja ha de tener un contacto muy cercano
comenta. Como estoy soltero, me doy cuenta de que eso puede tener efecto en los
sentimientos de al menos uno de los bailarines. A veces, el baile se utiliza como excusa para
mostrar afecto a la persona a la que te sientes atrado. Cerciorarse de que la msica es sana y de
que el contacto fsico se reduce lo ms posible puede servir de proteccin. No obstante, debo
admitir que cuando un grupo de solteros y solteras se van juntos a bailar, es muy difcil mantener
un ambiente teocrtico.
Desde luego, no deberamos poner de excusa nuestra cultura para permitir la conducta
mundana. El canto y el baile ocupaban un lugar en la cultura de los israelitas, y cuando fueron
librados de los egipcios en el mar Rojo, cantaron y bailaron como parte de la celebracin (xodo
15:1, 20). Sin embargo, su msica y su baile eran distintos de los del mundo pagano que los
rodeaba.
Lamentablemente, mientras esperaban que Moiss volviera del monte Sina, se
impacientaron, hicieron un becerro de oro y, despus de comer y beber, se levantaron para
divertirse (xodo 32:1-6). Cuando Moiss y Josu escucharon el sonido del canto,
inmediatamente se perturbaron (xodo 32:17, 18). Los israelitas haban rebasado el lmite, y su
forma de cantar y bailar reflejaba entonces el mundo pagano que los rodeaba.
Del mismo modo, hoy da la msica y el baile pueden ser aceptados en general en nuestro
pas y no ofender la conciencia de los dems. Pero si el lugar est poco iluminado, se encienden
luces intermitentes o se pone msica con un ritmo distinto, lo que antes era aceptable puede
reflejar ahora el espritu del mundo. Forma parte de nuestra cultura, pudiramos decir. Aarn
recurri a una excusa similar cuando consinti formas de recreacin y adoracin paganas, a las
que denomin errneamente fiesta a Jehov. Esta pobre excusa no tena validez. La conducta
de los israelitas se vio incluso como una ignominia entre sus opositores (xodo 32:5, 25).
La cultura tiene su lugar
Es posible que las costumbres exticas nos choquen al principio, pero no todas son
necesariamente inaceptables. Con las facultades perceptivas entrenadas, podemos determinar
cules son compatibles con los principios cristianos y cules no (Hebreos 5:14). Al mostrar un
Pg. 25 *** w08 15/5 pgs. 4-5 prr. 12 Cmo deberamos tratar al prjimo? ***
12
Como hemos visto, debemos tratar bien a nuestros semejantes. Pero lo mejor que podemos
hacer por ellos es ayudarles a recibir iluminacin espiritual de parte de Dios (Sal. 43:3). Jess les
dijo a sus discpulos que ellos eran la luz del mundo y les mand que hicieran brillar su luz para
que as la gente pudiera ver sus obras excelentes, es decir, sus buenas acciones a favor del
prjimo. Su luz brillara delante de los hombres, iluminando espiritualmente a la humanidad
(lase Mateo 5:14-16). Hoy en da, nuestra luz resplandece cuando ayudamos en lo que podemos
a nuestros vecinos y cuando colaboramos en la labor de evangelizacin que se lleva a cabo en
todas las naciones, s, en todo el mundo (Mar. 13:10; Mat. 26:13). Qu gran honor tenemos!
Pg. 28 *** be pg. 38 prr. 2 La investigacin eficaz ***
Una vez cosechado el trigo, hay que quitarle la cscara al grano. Lo mismo sucede con el fruto
de nuestra investigacin. Antes de utilizarlo, debe separarse lo que es valioso de lo que resulta
superfluo.
SEGUNDO DIA
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Pg. 30 *** it-2 pgs. 1044-1045 Soberana ***
Dominio; dignidad del gobernante, rey, emperador u otra persona que ejerce o posee la
autoridad suprema del poder pblico; fundamento del poder de una persona o grupo en los que
se halla depositada la mxima autoridad de un Estado.
En las Escrituras Hebreas aparece con frecuencia la palabra Adhoni, y 285 veces la
expresin Adhoni Yehwh. Adhoni es una forma plural de adhhn: seor; amo. Otra forma
plural, adhonm, puede aplicarse a hombres simplemente como pluralidad: seores o amos.
Pero el trmino Adhoni sin sufijo siempre se utiliza en las Escrituras con referencia a Dios,
indicando el plural excelencia o majestad. Los traductores lo suelen traducir por Seor. Cuando
acompaa al nombre de Dios (Adhoni Yehwh), como, por ejemplo, en el Salmo 73:28, la
expresin se traduce DIOS el Seor (BAS), Seor Dios (DK, PIB), Jehov el Seor (Mod,
Val), Seor Jehovah (Val, 1989), donay Yahveh (CI), Seor Yav (NC), Yahweh Dios
(BR), Seor Soberano Jehov (NM). Aunque la Versin Valera de 1960 utiliza la palabra
soberano en Job 31:28 y Ezequiel 38:2 y 39:1, no lo hace como traduccin de Adhoni.
La palabra griega despts designa a la persona que posee la autoridad suprema o tiene la
posesin absoluta y el poder sin control alguno. (Vase el Diccionario Expositivo de Palabras del
Nuevo Testamento, de W. E. Vine, vol. 1, 1984, pg. 93; vol. 4, 1987, pgs. 44, 73.) Se traduce
seor, amo y dueo. Cuando se utiliza para dirigirse directamente a Dios, se traduce Seor
(NC, CI y otras), Soberano (Besson), Soberano Seor (ENP, VHA) y Seor Soberano (NM)
en Lucas 2:29, Hechos 4:24 y Revelacin 6:10. Otras versiones la traducen en este ltimo texto
Soberano (Mod, NBE, SA, Sd, VP), Soberano Seor (HAR; NVI; Val, 1989), Dominador (RH),
Dueo (BJ, JT, NTI) y (el) Amo (AFEBE, CEBIHA, CJ).
Por tanto, aunque los textos hebreos y griegos no tienen una palabra especfica para
soberano, las palabras Adhoni y despts comunican esta idea cuando las Escrituras hacen
referencia a Jehov Dios, indicando la excelencia de su seoro.
La soberana de Jehov. Jehov Dios es el Soberano del universo (Seor del universo; Lu
2:29, Sd) debido a que es el Creador y a su Divinidad y supremaca como el Omnipotente. (G
17:1; x 6:3; Rev 16:14.) Es el Dueo de todas las cosas y la Fuente de toda autoridad y poder, el
Gobernante Supremo de todos los gobiernos (Sl 24:1; Isa 40:21-23; Rev 4:11; 11:15); de l dijo el
salmista: Jehov mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda
cosa su propia gobernacin real ha tenido la dominacin. (Sl 103:19; 145:13.) Los discpulos de
Jess oraron dirigindose a Dios: Seor Soberano, t eres Aquel que hizo el cielo y la tierra.
(Hch 4:24, NM; vanse tambin CEBIHA; HAR; NTI; NVI; Val.) Para la nacin de Israel, Dios
mismo constitua los tres poderes del gobierno: el judicial, el legislativo y el ejecutivo. El profeta
Isaas dijo: Jehov es nuestro Juez, Jehov es nuestro Dador de Estatutos, Jehov es nuestro
Rey; l mismo nos salvar. (Isa 33:22.) Moiss da una notable descripcin de Dios como
Soberano en Deuteronomio 10:17.
Por ser Jehov el Soberano, tiene el derecho y la autoridad de delegar responsabilidades
gubernativas. Hizo a David rey de Israel, y aunque las Escrituras hablan del reino de David, este
rey reconoci a Jehov como el Gran Gobernante Soberano al decir: Tuya, oh Jehov, es la
grandeza y el podero y la hermosura y la excelencia y la dignidad; porque todo lo que hay en los
cielos y en la tierra es tuyo. Tuyo es el reino, oh Jehov, Aquel que tambin te alzas como cabeza
sobre todo. (1Cr 29:11.)
Gobernantes terrestres. Los gobernantes de las naciones ejercen su limitada gobernacin
por tolerancia o permiso del Seor Soberano Jehov. Los gobiernos polticos no reciben su
autoridad de Dios, es decir, no desempean su cargo debido a que Dios les haya concedido
autoridad o poder, como se muestra en Revelacin 13:1, 2, donde se dice que la bestia salvaje de
siete cabezas y diez cuernos consigue su poder y su trono y gran autoridad del dragn, Satans
el Diablo. (Rev 12:9; vase BESTIAS SIMBLICAS.)
De modo que aunque Dios ha permitido que se sucedan los gobiernos humanos, uno de sus
reyes poderosos tuvo que reconocer por experiencia propia: Su gobernacin es una gobernacin
hasta tiempo indefinido, y su reino es para generacin tras generacin. Y a todos los habitantes
de la tierra se est considerando como meramente nada, y l est haciendo conforme a su propia
voluntad entre el ejrcito de los cielos y los habitantes de la tierra. Y no existe nadie que pueda
detener su mano o que pueda decirle: Qu ests haciendo?. (Da 4:34, 35.)
Por ello, mientras Dios permita la existencia de los gobiernos humanos, aplicar la admonicin
del apstol Pablo a los cristianos: Toda alma est en sujecin a las autoridades superiores,
porque no hay autoridad a no ser por Dios; las autoridades que existen estn colocadas por Dios
en sus posiciones relativas. Luego el apstol explica que cuando estos gobiernos actan para
castigar al que hace el mal, la autoridad superior o gobernante (aunque no sea un fiel adorador
de Dios) acta indirectamente como ministro de Dios en esta misin particular, al expresar ira
sobre los malhechores. (Ro 13:1-6.)
En cuanto a que estas autoridades estn colocadas por Dios en sus posiciones relativas, las
Escrituras indican que esto no significa que Dios haya constituido estos gobiernos ni que los
apoye. Ms bien, los ha utilizado para realizar su buen propsito en relacin con su voluntad para
sus siervos terrestres. Moiss dijo: Cuando el Altsimo dio a las naciones una herencia, cuando
separ a los hijos de Adn unos de otros, procedi a fijar el lmite de los pueblos con
consideracin para el nmero de los hijos de Israel. (Dt 32:8.)
El hijo de Dios como Rey. Despus de que se destron al ltimo rey que se sent en el
trono de Jehov en Jerusaln (1Cr 29:23), el profeta Daniel recibi una visin en la que
contempl el nombramiento futuro del propio Hijo de Dios para ser Rey. La posicin de Jehov
sobresale claramente cuando l, el Anciano de Das, concede la gobernacin a su Hijo. El relato
dice: Segu contemplando en las visiones de la noche, y, pues vea!, con las nubes de los cielos
suceda que vena alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Das obtuvo acceso, y lo
presentaron cerca, aun delante, de Aquel. Y a l fueron dados gobernacin y dignidad y reino,
para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a l. Su gobernacin
es una gobernacin de duracin indefinida que no pasar, y su reino uno que no ser reducido a
ruinas. (Da 7:13, 14.) Cuando se compara este texto con Mateo 26:63, 64, no queda ninguna
duda de que el hijo del hombre mencionado en la visin de Daniel es Jesucristo. l obtiene
acceso a la presencia de Jehov y recibe autoridad para gobernar. (Comprese con Sl 2:8, 9; Mt
28:18.)
Se desafa la soberana de Jehov. La iniquidad ha existido durante la prctica totalidad de
la existencia de la raza humana en la Tierra. La humanidad ha ido muriendo, y los pecados y las
transgresiones contra Dios se han multiplicado. (Ro 5:12, 15, 16.) Como la Biblia indica que Dios
dio al hombre un comienzo perfecto, han surgido las siguientes preguntas: cmo empezaron el
pecado, la imperfeccin y la iniquidad?, y por qu ha permitido el Dios Todopoderoso que estas
cosas continen por siglos? Las respuestas tienen que ver con un desafo a la soberana de Dios
que plante una cuestin suprema relacionada con la humanidad.
Pg. 31 *** it-2 pg. 1047 Soberana ***
Se acusa a los siervos de Dios de egosmo. Una expresin posterior de esta cuestin se
halla en lo que Satans dijo a Dios en cuanto a su siervo fiel Job. Estas fueron sus palabras: Ha
temido Job a Dios por nada? No has puesto t mismo un seto protector alrededor de l y
alrededor de su casa y alrededor de todo lo que tiene en todo el derredor? La obra de sus manos
has bendecido, y su ganado mismo se ha extendido en la tierra. Pero, para variar, srvete alargar
la mano, y toca todo lo que tiene, y ve si no te maldice en tu misma cara. Despus, Satans de
nuevo present la siguiente acusacin: Piel en el inters de piel, y todo lo que el hombre tiene lo
dar en el inters de su alma. (Job 1:9-11; 2:4.) De ese modo acusaba a Job de no estar en
armona con Dios de corazn, que serva obedientemente a Dios solo por motivos egostas, por
lucro. Satans calumni a Dios respecto al ejercicio de Su soberana, y a los siervos de Dios, en
cuanto a su integridad a esa soberana. Dijo a todos los efectos que no habra ningn hombre
sobre la Tierra que mantuviese integridad a la soberana de Jehov si a l, Satans, se le permita
ponerle a prueba.
Jehov acept el desafo. No lo hizo debido a que dudara de la justicia de su soberana. l
no necesitaba que se le probase nada. Permiti tiempo para que se analizara esta cuestin
debido al amor que senta por sus criaturas inteligentes. Dej que Satans pusiese al hombre a
prueba ante todo el universo. Dio a sus criaturas el privilegio de demostrar que el Diablo es un
mentiroso y de quitar la calumnia que manchaba, no solo el nombre de Dios, sino tambin el suyo
propio. Satans, con su actitud egotista, fue entregado a un estado mental desaprobado. Su
enfoque al abordar a Eva fue totalmente contradictorio. (Ro 1:28.) Por una parte acus a Dios de
ejercer su soberana de manera injusta y parcial, pero por otra deba contar con Su imparcialidad:
al parecer pens que Dios se considerara obligado a dejarle vivir si poda probar su acusacin
con respecto a la infidelidad de las criaturas de Dios.
*** it-2 pg. 195 Lealtad ***
En las Escrituras Hebreas el adjetivo jasdh se utiliza con relacin a alguien leal o de
bondad amorosa. (Sl 18:25, nota.) El sustantivo jsedh se refiere a la bondad, pero aunque
comprende la tierna consideracin o bondad que se deriva del amor, va ms all. Es la bondad
que se adhiere amorosamente a un objeto hasta que su propsito con relacin a ese objeto se ha
realizado. Esta es la clase de bondad que Dios muestra a sus siervos y que ellos le muestran a
l. Por lo tanto, entra en el campo de la lealtad, una lealtad justa, devota y santa, por lo que se
traduce bondad amorosa y amor leal. (G 20:13; 21:23; vase BONDAD.)
En las Escrituras Griegas el sustantivo hosits y el adjetivo hsios conllevan la idea de
santidad, justicia, reverencia, devocin o piedad, la observancia cuidadosa de todos los deberes
para con Dios. Supone una buena relacin con Dios.
No parece que haya ninguna palabra espaola que exprese exacta y plenamente el significado
de los trminos correspondientes en hebreo y en griego, pero como lealtad implica devocin y
fidelidad cuando se usa con relacin a Dios y su servicio, sirve para transmitir una idea parecida.
La mejor manera de determinar el significado pleno de los trminos bblicos en cuestin es
examinar su uso en la Biblia.
La lealtad de Jehov. Como Jehov Dios, el Santsimo, es justo, muestra incesante bondad a
sus siervos e incluso trata con justicia y de modo coherente a sus enemigos, es confiable en
grado sumo. De l se declara: Grandes y maravillosas son tus obras, Jehov Dios, el
Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de la eternidad. Quin no te temer
verdaderamente, Jehov, y glorificar tu nombre, porque solo t eres leal?. (Rev 15:3, 4.) La
lealtad de Dios a la justicia y al derecho, as como el amor que le tiene a su pueblo, le mueven a
dictar sentencia. Por ello, un ngel se sinti impulsado a decir: T, Aquel que eres y que eras, el
Leal, eres justo porque has dictado estas decisiones. (Rev 16:5; comprese con Sl 145:17.)
Jehov es leal a sus pactos. (Dt 7:9.) Por causa del pacto con su amigo Abrahn, durante
siglos tuvo gran paciencia con la nacin de Israel y le mostr misericordia. (2Re 13:23) Por ello,
mediante su profeta Jeremas hizo este llamamiento a Israel: De veras vulvete, oh renegada
Israel, es la expresin de Jehov. No har caer mi rostro airadamente sobre ustedes, porque soy
leal. (Jer 3:12.) Los que son leales a Jehov pueden confiar plenamente en l. David pidi la
ayuda de Dios en oracin y dijo: Con alguien leal t actuars en lealtad; con el poderoso, exento
de falta, tratars de un modo exento de falta. (2Sa 22:26.) David hizo un llamamiento al pueblo y
le pidi que se volviera del mal a fin de practicar el bien, porque Jehov es amador de la justicia,
y no dejar a los que le son leales. Hasta tiempo indefinido ciertamente sern guardados. (Sl
37:27, 28.)
Los que son leales a Jehov pueden confiar en que l est cerca y los ayudar hasta el
mismo final de su proceder fiel, y pueden tener la plena seguridad de que los recordar en
cualquier situacin. l guarda su camino (Pr 2:8) y sus vidas o almas. (Sl 97:10.)
Jesucristo. Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra, le fortaleci saber que Dios haba predicho
de l, Su principal leal, que no dejara su alma en el Seol. (Sl 16:10.) En el da del Pentecosts
de 33 E.C. el apstol Pedro aplic esta profeca a Jess, diciendo: [David] vio de antemano y
habl respecto a la resurreccin del Cristo, que ni fue abandonado en el Hades ni su carne vio
corrupcin. A este Jess lo resucit Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. (Hch
2:25-28, 31, 32; comprese con Hch 13:32-37.) En un comentario sobre Hechos 2:27, The
Expositors Greek Testament dice que la palabra hebrea jasdh (usada en Sl 16:10) no solo
aplica a alguien piadoso y devoto, sino tambin al que es objeto de la bondad de Jehov (edicin
de W. R. Nicoll, 1967, vol. 2).
Dios requiere lealtad. Jehov exige lealtad de sus siervos, que han de imitarle. (Ef 5:1.) El
apstol Pablo dice a los cristianos que deben vestirse de la nueva personalidad que fue creada
conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad. (Ef 4:24.) Cuando Pablo
recomienda la oracin a la congregacin, dice: Por lo tanto, deseo que en todo lugar los hombres
se ocupen en orar, alzando manos leales, libres de ira y debates. (1Ti 2:8.) La lealtad es una
cualidad esencial que capacita a un varn para un puesto de superintendencia en la congregacin
de Dios. (Tit 1:8.)
Pg. 32 *** w13 15/6 pgs. 17-18 prrs. 4-6 Jehov es leal y est dispuesto a perdonar ***
4
Cmo demuestra Jehov su lealtad? Pues bien, nunca abandona a sus siervos fieles. Uno
de ellos, el rey David, as lo reconoci (lea 2 Samuel 22:26). l comprob que esa lealtad no se
queda en simples palabras, pues Dios lo dirigi, lo protegi y lo libr en sus pruebas (2 Sam.
22:1). Por qu fue Jehov leal con l? Porque David mismo era alguien leal. Dios valora la
lealtad de sus siervos y los recompensa siendo leal con ellos (Prov. 2:6-8).
5
Reflexionar en los actos de lealtad de Jehov nos da fuerzas. Un fiel hermano de nombre
Reed seala: Me anima mucho leer cmo Jehov ayud a David en los momentos difciles.
Siempre lo sostuvo, hasta cuando era un fugitivo que tena que refugiarse en cuevas. Eso me
fortalece tanto! Me recuerda que, sin importar lo sombra que parezca la situacin, Jehov estar
a mi lado mientras yo siga fiel. Sin duda, todos sentimos lo mismo (Rom. 8:38, 39).
De qu otros modos demuestra Jehov que es leal? Uno es mantenindose fiel a sus
normas. l nos asegura: Aun hasta la vejez de uno yo soy el Mismo (Is. 46:4). Sus decisiones
siempre se basan en sus invariables normas sobre lo bueno y lo malo (Mal. 3:6). Adems,
permanece fiel a su palabra, es decir, cumple sus promesas (Is. 55:11). Su lealtad nos beneficia a
todos sus siervos fieles, pues cuando hacemos lo posible por obedecer sus normas, podemos
estar seguros de que cumplir su promesa de bendecirnos (Is. 48:17, 18).
*** w93 15/10 pgs. 12-16 Cmo hallar la clave del cario fraternal ***
Suministren a su [...] devocin piadosa, cario fraternal. (2 PEDRO 1:5-7.)
EN CIERTA ocasin, un mdico que no era testigo de Jehov asisti a la graduacin de su hija
de la Escuela Bblica de Galaad de la Watch Tower, donde haba recibido preparacin misional.
Le impresion tanto la alegre multitud que pens que deba haber muy pocos enfermos entre
ellos. Por qu estaban tan contentas aquellas personas? A propsito, qu hace que todas las
reuniones del pueblo de Jehov, tanto en las congregaciones como en las asambleas de circuito
y de distrito, sean ocasiones felices? No es el cario fraternal que se muestran unos a otros?
No cabe duda de que el cario fraternal es una de las razones de que se haya dicho que ningn
otro grupo religioso deriva ms placer, felicidad y satisfaccin de la religin que los testigos de
Jehov.
2
Sera lgico que esperramos encontrar este cario fraternal en vista de lo que dice el
apstol Pedro en 1 Pedro 1:22: Ahora que ustedes han purificado sus almas por su obediencia a
la verdad con el cario fraternal sin hipocresa como resultado, mense unos a otros
intensamente desde el corazn. Uno de los elementos bsicos de la palabra griega que se
traduce cario fraternal es fila (afecto). Su significado est relacionado estrechamente con
agpe, que por lo general se traduce amor. (1 Juan 4:8.) Aunque el cario fraternal y el amor
suelen utilizarse indistintamente, cada uno tiene aspectos caractersticos. No debemos
confundirlos, como hacen muchos traductores de la Biblia. (En este artculo y en el siguiente
examinaremos cada uno de estos trminos.)
3
Respecto a la diferencia entre estas dos palabras griegas, un helenista coment que fila
fundamentalmente denotaba calidez, intimidad y afecto. Por otra parte, agpe tiene que ver
ms con la mente. Por eso, aunque se nos dice que amemos (agpe) a nuestros enemigos,
no sentimos cario por ellos. Por qu no? Porque las malas compaas echan a perder los
hbitos tiles. (1 Corintios 15:33.) Lo que Pedro pasa a decir tambin indica que hay una
diferencia entre estas palabras: Suministren a su [...] cario fraternal, amor. (2 Pedro 1:5-7;
comprese con Juan 21:15-17.)
Ejemplos de cario fraternal muy especial
4
La Palabra de Dios da algunos buenos ejemplos de cario fraternal muy especial. Este cario
especial no es el resultado de un capricho, sino que se basa en el aprecio que uno siente por las
cualidades sobresalientes de alguien. El ejemplo ms notable es ciertamente el cario que
Jesucristo tuvo al apstol Juan. No cabe duda de que Jess sinti cario fraternal por todos sus
apstoles fieles, y no le faltaban razones. (Lucas 22:28.) Una manera de demostrarlo fue
lavndoles los pies, y as les dio una leccin de humildad. (Juan 13:3-16.) Pero Jess sinti un
cario especial por Juan, como este mencion en varias ocasiones. (Juan 13:23; 19:26; 20:2.) Si
Jess tena razones para sentir cario por sus discpulos y apstoles, es muy probable que Juan
le hubiera dado motivos para que le tuviera cario especial a l, pues Juan sinti un aprecio ms
profundo por Jess. As se desprende de sus escritos, tanto de su Evangelio como de sus cartas
inspiradas. Cuntas veces menciona el amor! El mayor aprecio que Juan senta por las
cualidades espirituales de Jess se observa en lo que escribi en los captulos 1 y 13 al 17 de
Juan, as como en las referencias que hace en varias ocasiones a la existencia prehumana de
Jess. (Juan 1:1-3; 3:13; 6:38, 42, 58; 17:5; 18:37.)
5
Tampoco queremos pasar por alto el cario fraternal muy especial que existi entre el apstol
Pablo y su compaero cristiano Timoteo, un cario que ciertamente se basaba en la estima que
cada uno tena por las cualidades del otro. Los escritos de Pablo contienen excelentes
comentarios acerca de Timoteo, tales como: No tengo a ningn otro de disposicin como la de l,
que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes. [...] Ustedes saben la
prueba que l dio de s mismo, que, cual hijo con su padre, sirvi como esclavo conmigo en el
adelanto de las buenas nuevas. (Filipenses 2:20-22.) En sus cartas a Timoteo, Pablo le habla
muchas veces de una manera que revela el mucho cario que le tena. Por ejemplo, 1 Timoteo
6:20 dice: Oh Timoteo, guarda lo que ha sido depositado a tu cuidado. (Vase tambin
1 Timoteo 4:12-16; 5:23; 2 Timoteo 1:5; 3:14, 15.) El cario especial que Pablo senta por el joven
Timoteo se destaca sobre todo cuando comparamos las cartas que le escribi a l con la que
escribi a Tito. Timoteo debe haber sentido lo mismo con respecto a su amistad con Pablo, como
se ve por las palabras de Pablo en 2 Timoteo 1:3, 4: Nunca ceso de acordarme de ti en mis
ruegos [...], anhelo verte pues recuerdo tus lgrimas para llenarme de gozo.
6
Jonatn senta tanto cario por David que arriesg su propia vida para defenderlo del rey
Sal. Nunca se resinti por el hecho de que Jehov hubiera escogido a David para que fuera el
siguiente rey de Israel. (1 Samuel 23:17.) David tambin senta profundo cario por Jonatn,
como lo muestra lo que dijo al lamentar su muerte: Estoy angustiado por ti, hermano mo,
Jonatn, muy agradable me fuiste. Ms maravilloso me fue tu amor que el amor procedente de
mujeres. Ciertamente un verdadero aprecio mutuo caracteriz su relacin. (2 Samuel 1:26.)
8
Otro buen ejemplo de cario especial en las Escrituras Hebreas es el de dos mujeres: Noem
y su nuera Rut, que haba enviudado. Recuerde lo que Rut le dijo a Noem: No me instes con
ruegos a que te abandone, a que me vuelva de acompaarte; porque a donde t vayas yo ir, y
donde t pases la noche yo pasar la noche. Tu pueblo ser mi pueblo, y tu Dios mi Dios. (Rut
1:16.) No debemos concluir que la conducta de Noem y lo que deca de Jehov contribuyeron a
que Rut manifestara tal aprecio? (Comprese con Lucas 6:40.)
El ejemplo del apstol Pablo
9
Como hemos visto, el cario fraternal que el apstol Pablo senta por Timoteo era muy
especial. Pero Pablo tambin dio un ejemplo maravilloso al mostrar mucho cario fraternal a sus
hermanos en general. Dijo a los ancianos de feso que por tres aos, noche y da, no haba
cesado de amonestar a cada uno con lgrimas. No era esto una muestra de cario fraternal?
Sin lugar a dudas. Y ellos sentan lo mismo por Pablo. Al enterarse de que no lo veran ms,
prorrumpi gran llanto entre todos ellos, y se echaron sobre el cuello de Pablo y lo besaron
tiernamente. (Hechos 20:31, 37.) Cario fraternal basado en el aprecio? Claro que s. Pablo
tambin manifiesta su cario fraternal al decir en 2 Corintios 6:11-13: Nuestra boca se ha abierto
para ustedes, corintios, nuestro corazn se ha ensanchado. Ustedes no se hallan apretados y
escasos de lugar en nosotros, pero s se hallan apretados y escasos de lugar en sus propios
tiernos carios. As es que, como recompensa, en cambio hablo como a hijos, ustedes,
tambin, ensnchense.
10
Es obvio que muchos de los corintios no tenan suficiente cario fraternal y estima por el
apstol Pablo. Algunos se quejaron: Sus cartas son de peso y enrgicas, pero su presencia en
persona es dbil, y su habla desdeable. (2 Corintios 10:10.) Por tal razn, el apstol Pablo hizo
referencia a sus apstoles superfinos y se vio en la necesidad de relatar las pruebas que haba
aguantado, como aparece en 2 Corintios 11:5, 22-33.
11
El cario que Pablo senta por aquellos a quienes ministraba queda muy claro por lo que dijo
en 1 Tesalonicenses 2:8: Tenindoles tierno cario, nos fue de mucho agrado impartirles, no solo
las buenas nuevas de Dios, sino tambin nuestras propias almas, porque ustedes llegaron a
sernos amados. De hecho, tanto cario tena a estos nuevos, que no pudo esperar ms tan
deseoso estaba de saber cmo les iba con la persecucin y les envi a Timoteo, quien luego
dio un buen informe que alent mucho a Pablo. (1 Tesalonicenses 3:1, 2, 6, 7.) Bien lo dice la
obra Perspicacia para comprender las Escrituras: Se forj una estrecha relacin de cario
fraternal entre Pablo y aquellos a quienes ministraba.
El aprecio: la clave del cario fraternal
12
Sin duda, el aprecio es la clave del cario fraternal. No tienen todos los siervos dedicados
de Jehov cualidades que apreciamos, que hacen que sintamos mucho cario por ellos? Todos
buscamos primero el Reino de Dios y su justicia. Todos luchamos con valor contra nuestros tres
enemigos comunes: Satans y sus demonios, el mundo inicuo bajo el control de Satans y las
tendencias egostas de la carne pecaminosa que hemos heredado. No deberamos pensar
siempre que nuestros hermanos lo hacen lo mejor que pueden en vista de las circunstancias?
Toda persona est o de parte de Jehov o de parte de Satans. Nuestros hermanos dedicados
estn de parte de Jehov, s, son de los nuestros, y, por lo tanto, merecen nuestro cario
fraternal.
13
Qu podemos decir del aprecio que tenemos a nuestros ancianos? No deberan ocupar
un lugar especial en nuestro corazn por su ardua labor a favor de los intereses de la
congregacin? Ellos, como nosotros, han de mantenerse a s mismos y a su familia. Tambin
tienen las mismas obligaciones que nosotros: estudiar personalmente, asistir a las reuniones de
congregacin y participar en el ministerio del campo. Adems, es su obligacin preparar partes en
el programa de las reuniones, pronunciar discursos pblicos y atender problemas que surjan en la
congregacin, lo que a veces les supone pasar muchas horas en audiencias judiciales.
Ciertamente queremos [seguir] teniendo aprecio a hombres de esa clase. (Filipenses 2:29.)
Mostremos cario fraternal
14
Para agradar a Jehov, tenemos que demostrar el afectuoso sentimiento de cario fraternal
a nuestros compaeros de creencia, como lo hicieron Jesucristo y Pablo. Leemos: En [cario
fraternal] tnganse tierno cario unos a otros. (Romanos 12:10, Kingdom Interlinear.) Respecto
al [cario fraternal], ustedes no tienen necesidad de que les escribamos, porque ustedes mismos
son enseados por Dios a amarse unos a otros. (1 Tesalonicenses 4:9, Int.) Que su [cario
fraternal] contine. (Hebreos 13:1, Int.) No cabe duda de que a nuestro Padre celestial le agrada
cuando mostramos cario fraternal a sus hijos terrestres.
15
Cuando entramos en el Saln del Reino, hacemos un esfuerzo especial por demostrar
cario fraternal? Si as es, nos sentiremos impulsados a decir algo animador a nuestros
hermanos, sobre todo a los que parecen estar deprimidos. Se nos manda que [hablemos]
confortadoramente a las almas abatidas. (1 Tesalonicenses 5:14.) Esta es una buena manera de
comunicar lo clido del cario fraternal. Otra excelente manera de hacerlo es agradeciendo un
buen discurso pblico, una asignacin bien presentada en el programa de la reunin, lo bien que
se ha esforzado un estudiante en la Escuela del Ministerio Teocrtico y as por el estilo.
17
Pudiramos invitar a algunos hermanos a nuestro hogar para disfrutar de una comida o tal
vez de un refresco despus de una reunin, si no es muy tarde? No deberamos regirnos por el
consejo de Jess anotado en Lucas 14:12-14? Un ex misionero fue nombrado superintendente
presidente de una congregacin en la que todos los dems hermanos eran de otra raza. Percibi
la falta de cario fraternal, de modo que se propuso remediar la situacin. Cmo? Todos los
domingos invitaba a una familia diferente a comer. Al cabo de un ao, toda la congregacin le
tena mucho cario fraternal.
18
Cuando un hermano est enfermo, sea en su casa o en el hospital, el cario fraternal nos
impulsar a dejarle saber que nos interesamos por l. Y qu se puede decir de los que viven en
un asilo de ancianos? Por qu no visitarlos, telefonearles o enviarles una tarjeta que exprese
nuestro afecto?
19
Al dar muestras de cario fraternal, preguntmonos: Soy parcial? Me dejo influir por el
color de la piel, la educacin o las posesiones materiales de las personas? Necesito ensanchar
mi cario fraternal, como inst el apstol Pablo a los cristianos de Corinto?. El cario fraternal
har que veamos a nuestros hermanos de manera positiva y que los apreciemos por sus buenas
cualidades. Tambin nos ayudar a alegrarnos por el progreso de nuestro hermano en vez de
envidiarlo.
20
El cario fraternal tambin nos impulsar a estar al tanto de ayudar a nuestros hermanos en
el ministerio. As obraremos en conformidad con lo que dice el cntico 92:
Al que est dbil hay que ayudar;
darle denuedo para el hablar.
A los niitos no hay que olvidar,
sino librarlos de su vacilar.
21
Por lo tanto, no olvidemos que, al mostrar cario fraternal, es aplicable el principio que Jess
enunci en su Sermn del Monte: Practiquen el dar, y se les dar. Derramarn en sus regazos
una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes
miden, se les medir en cambio. (Lucas 6:38.) Nos beneficiamos personalmente cuando
mostramos cario fraternal, estimando a aquellos que sirven a Jehov como nosotros. En
verdad, felices son los que se deleitan en manifestar cario fraternal!
++Pg. 34 *** w06 15/8 pg. 21 prr. 9 Job, ejemplo de integridad y aguante ***
9
Cmo podemos hacer frente a estos problemas? Vindolos como oportunidades para
demostrar que amamos a Jehov y nos sometemos a su soberana pase lo que pase (Santiago
1:2-4). Si comprendemos bien la importancia de ser leales a Dios, mantendremos el equilibrio
espiritual sin importar cul sea la causa de nuestra angustia. El apstol Pedro escribi a los
cristianos: Amados, no estn perplejos a causa del incendio entre ustedes, que les est
sucediendo para prueba, como si algo extrao les sobreviniera (1 Pedro 4:12). Y Pablo explic
por qu: Todos los que desean vivir con devocin piadosa en asociacin con Cristo Jess
tambin sern perseguidos (2 Timoteo 3:12). Tal como hizo con Job, Satans sigue poniendo a
prueba la integridad de los testigos de Jehov. Es ms, la Biblia indica que el Diablo ha
incrementado sus ataques contra el pueblo de Dios en estos ltimos das (Revelacin
[Apocalipsis] 12:9, 17).
*** it-2 pg. 820 Reino de Dios ***
Sin embargo, despus de esto se someter a esos sbditos terrestres a una prueba final de
integridad y devocin. Satans ser soltado del abismo. Los que permitan que l los seduzca lo
harn por la misma cuestin que surgi en Edn: la legitimidad de la soberana de Dios, pues se
dice que atacan el campamento de los santos y la ciudad amada. Como el Tribunal del cielo
habr zanjado judicialmente esa cuestin y habr cerrado el caso ya no se permitir otra rebelin
prolongada. Los que no permanezcan leales al lado de Dios no podrn apelar a Cristo Jess
como un ayudante propiciatorio, sino que Jehov Dios ser todas las cosas para ellos.
No habr ninguna apelacin o mediacin posible. Todos los rebeldes, espritus y humanos,
recibirn la sentencia divina de destruccin en la muerte segunda. (Rev 20:7-15.)
Pg. 35 *** be leccin 30 pg. 189 prr. 3 Inters en los oyentes ***
Muestre inters sincero. El inters por los dems no es una tcnica que deba dominarse,
sino una cualidad del corazn. El grado al que lo manifestamos se evidencia de muchas maneras:
en cmo los escuchamos, en qu les decimos, y en la bondad y consideracin con que los
tratamos. Aun cuando no digamos ni hagamos nada, nuestra actitud y expresin facial les indicar
que en verdad nos preocupamos por ellos.
Pg. 36 *** km 9/00 pg. 4 Utilice los sucesos de actualidad para despertar el inters ***
1
Las noticias de actos violentos, como las tragedias familiares o entre compaeros de
escuela, proporcionan otro tema de conversacin. Podra preguntar:
Ha ledo en el peridico que [refirase a una tragedia ocurrida en la comunidad]? Luego
aada: En su opinin, a qu se debe que haya tanta violencia en el mundo?, o: Cree que
alguna vez llegar el da en que podamos sentirnos seguros?.
4
Est al tanto de los sucesos de actualidad que pueda emplear en su introduccin. Hallar
sugerencias tiles en las pginas 9 y 10 del libro Razonamiento, bajo el apartado Actualidades.
No obstante, evite tomar partido en cuestiones polticas o sociales. Ms bien, dirija la atencin a
las Escrituras y al Reino de Dios como la nica solucin permanente a los problemas de la
humanidad.
*** km 5/13 pg. 2 A quin podra interesarle este tema? ***
1
Las revistas La Atalaya y Despertad! se redactan para un pblico mundial. Por eso,
contienen una inmensa variedad de temas. Al leerlas, sera bueno que tratramos de determinar a
quin podra interesarle cada artculo y nos pusiramos la meta de presentrselo.
2
Se analiza en La Atalaya un asunto bblico del que hayamos hablado con algn compaero
de trabajo? Hemos visto un artculo sobre la familia que pudiera serle til a algn pariente?
Sabemos de alguien que planee viajar a un lugar que se haya descrito en un artculo de
Despertad!? Hay alguna revista en particular que pudiramos ofrecer en ciertos negocios u
oficinas del gobierno dentro del territorio? Por ejemplo, en un asilo podramos ofrecer una revista
que analice ciertos problemas de la edad avanzada. Y si una revista trata sobre la delincuencia,
no sera mala idea presentarla en lugares como los tribunales o las comisaras.
3
Resultados. Despus de recibir la Despertad! de octubre de 2011 titulada Cmo criar hijos
responsables, un matrimonio de Sudfrica telefone a 25 escuelas del territorio de su
congregacin. Como resultado, 22 centros aceptaron las revistas y las distribuyeron entre los
estudiantes. A otra pareja de ese pas se le ocurri lo mismo y logr dejar ejemplares en las
escuelas de su territorio. En una de estas, algunos maestros los utilizaron en su programa
Pg. 37 *** km 5/11 pg. 3 Cmo se usa el formulario Srvase visitar (S-43) ***
Usamos este formulario siempre que encontremos a una persona interesada que no vive en el
territorio o que habla otro idioma. Aunque antes llenbamos un formulario cuando encontrbamos
a alguien que hablaba otro idioma sin importar si tena inters o no, ahora solo lo usamos si la
persona demuestra inters. La nica excepcin es si la persona es sorda. En este caso, debemos
llenar un formulario S-43 siempre.
Qu hacemos con el formulario una vez completado? Entregrselo al secretario de la
congregacin. Si l sabe a qu congregacin corresponde, sencillamente lo enva a los ancianos
de esa congregacin para que se atienda el inters. Cuando el secretario no encuentra cul es la
congregacin, lo enva a la sucursal.
Si la persona interesada habla otro idioma pero vive en nuestro territorio, podemos seguir
cultivando su inters hasta que la visite un publicador de la congregacin de su idioma (vase
Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 2009, pgina 4).
*** be leccin 44 pg. 236-pg. 239 Uso eficaz de las preguntas ***
Qu implica?
Utilizar las preguntas para obtener un resultado en particular. Quiz se espere una
contestacin verbal o, ms bien, que los oyentes respondan mentalmente.
La eficacia de las preguntas depende de su contenido y del modo como se formulan.
POR QU ES IMPORTANTE?
Ayuda a los oyentes a interesarse en el asunto que se est tratando. Por otra parte,
el maestro puede obtener informacin valiosa sobre sus estudiantes si les plantea
preguntas bien pensadas.
COMO las preguntas exigen una respuesta sea verbal o mental, contribuyen a que los
oyentes centren la atencin en lo que usted les dice. Puede valerse de ellas para entablar
conversaciones y disfrutar de un estimulante intercambio de ideas. Tanto en su funcin de orador
como de maestro, emplelas para despertar el inters, ayudar a razonar sobre un tema o hacer
hincapi en ciertos puntos. Si las utiliza bien, animar a otras personas a reflexionar en vez de
limitarse a escuchar. Pngase un objetivo y formule las preguntas de forma tal que lo alcance.
Para entablar conversaciones. Cuando participe en el ministerio del campo, procure invitar a
las personas a expresarse, si as lo desean.
Muchos Testigos comienzan dilogos interesantes con solo decir: Se ha preguntado alguna
vez...?. Si el asunto al que se refieren preocupa a mucha gente, est casi garantizado que
disfrutarn de su predicacin. Aun en el caso de que la persona no haya pensado nunca en la
cuestin, tal vez se despierte su curiosidad. Con expresiones como Qu piensa sobre...?,
Qu le parece...? y Cree usted que...?, se puede plantear gran variedad de temas.
Cuando el evangelizador Felipe abord a un funcionario etope que lea en voz alta una
profeca de Isaas, se limit a preguntarle: Verdaderamente sabes [es decir, entiendes] lo que
ests leyendo? (Hech. 8:30). El interrogante prepar el terreno para que Felipe le explicara las
verdades acerca de Jesucristo. Con preguntas similares, algunos Testigos de la actualidad han
encontrado personas ansiosas de entender con claridad la verdad bblica.
Mucha gente est ms dispuesta a escuchar si antes se le da la oportunidad de expresar su
parecer. Por tanto, cuando haga una pregunta, escuche atentamente la contestacin de su
interlocutor. Responda a su comentario con amabilidad, y no con crtica. Siempre que sea posible,
encmielo de manera sincera. En cierta ocasin, un escriba contest[] inteligentemente a Jess,
y este lo elogi con las palabras: No ests lejos del reino de Dios (Mar. 12:34). Aunque no est
de acuerdo con la persona, puede darle las gracias por haber expresado su opinin. Quiz lo que
le ha dicho revele una actitud que usted deba tener en cuenta al hablarle de la verdad bblica.
Para dar paso a ideas importantes. Cuando hable en pblico o converse con alguien,
procure servirse de las preguntas para dirigir la atencin a puntos importantes. Asegrese de que
estas aludan a asuntos de verdadero inters para sus oyentes. Tambin puede emplear
preguntas que intriguen por no tener respuesta obvia. Si tras formularlas hace una pausa breve,
su auditorio probablemente escuchar lo que sigue con mayor inters.
En cierta ocasin, el profeta Miqueas plante una serie de interrogantes. Para empezar,
inquiri qu pide Dios de quienes lo adoran y, a continuacin, formul cuatro preguntas ms que
sugieren posibles contestaciones. Todas esas preguntas preparan al lector para la sabia
respuesta con que concluye el razonamiento (Miq. 6:6-8). Por qu no prueba usted a hacer algo
parecido cuando ensee?
Para razonar sobre un tema. Tambin pueden emplearse preguntas para ayudar a los
oyentes a seguir la lgica de una argumentacin. Jehov se vali de este recurso al dirigir una
seria declaracin formal contra los israelitas, como muestra Malaquas 1:2-10. En primer lugar les
dijo: Los he amado. Puesto que ellos no reconocieron su amor, les pregunt: No fue Esa el
hermano de Jacob?. Entonces Jehov seal a la desolacin de Edom como prueba de que, a
causa de la maldad de esta nacin, l no la am. A continuacin utiliz varias ilustraciones
intercaladas con interrogantes que ponan de relieve que Israel no responda debidamente a Su
amor. Algunas de tales preguntas se ponen en boca de los sacerdotes infieles, mientras que otras
se las plantea Jehov a ellos. El emocionante dilogo nos cautiva con su lgica irrefutable y su
impactante mensaje.
Algunos oradores usan con eficacia las preguntas de un modo parecido. Aunque no esperen
recibir una contestacin verbal, logran que los oyentes respondan mentalmente a lo que les dice,
como si de un dilogo se tratara.
Cuando dirigimos estudios bblicos, empleamos un mtodo que requiere la participacin oral
del estudiante. Si este se limita a repetir la respuesta impresa, es obvio que no se beneficiar
plenamente. As pues, con un tono afable, hgale preguntas auxiliares que le ayuden a razonar.
En las ideas clave anmelo a basar su respuesta en la Biblia. Tambin pudiera preguntarle: Qu
relacin hay entre este punto y [otra cuestin que ya hayan estudiado]? Por qu es importante?
Qu efecto debera tener en nuestra vida?. Con este mtodo obtendr mejores resultados que
expresando sus propias convicciones o dando explicaciones detalladas, pues ayudar al
estudiante a utilizar su facultad de raciocinio para adorar a Dios (Rom. 12:1).
Si el estudiante no capta una idea, sea paciente. Quizs est comparando lo que usted le dice
con lo que l ha credo por muchos aos. Trate de enfocar el asunto desde un ngulo diferente.
A veces, sin embargo, hay que recurrir a razonamientos muy elementales. Utilice las Escrituras
con frecuencia. Emplee ilustraciones acompaadas de preguntas sencillas que induzcan a
razonar sobre la base de las pruebas.
Para que la persona exprese lo que realmente opina. Las respuestas de la gente a las
preguntas no siempre revelan su verdadera opinin. Tal vez nuestro interlocutor d la
contestacin que piensa que esperamos or. Por tanto, debemos tener discernimiento (Pro. 20:5).
Pudiramos imitar a Jess y preguntarle: Crees t esto? (Juan 11:26).
Cuando muchos discpulos de Jess se ofendieron por lo que les dijo y lo abandonaron, l
invit a sus apstoles a expresar su parecer. Les pregunt: Ustedes no quieren irse tambin,
verdad?. Pedro revel el sentir de todos ellos al responder: Seor, a quin nos iremos?
T tienes dichos de vida eterna; y nosotros hemos credo y llegado a conocer que t eres el Santo
de Dios (Juan 6:67-69). En otra ocasin, Jess pregunt a sus discpulos: Quin dicen los
hombres que es el Hijo del hombre?. Entonces les formul otra pregunta para que expresaran su
opinin sincera: Pero ustedes, quin dicen que soy?. Pedro contest: T eres el Cristo, el Hijo
del Dios vivo (Mat. 16:13-16).
En los estudios bblicos posiblemente obtenga buenos resultados empleando un enfoque
parecido en ciertos temas. Pudiera preguntar: Qu piensan tus compaeros de clase (o de
trabajo) de este asunto?. Entonces aada: Y qu piensas t?. Al saber lo que de verdad cree
su estudiante, estar en situacin de ofrecerle la mejor ayuda.
Para dar nfasis. Tambin puede utilizar preguntas para dar nfasis a ciertas ideas. As lo
hizo el apstol Pablo, como muestra Romanos 8:31, 32: Si Dios est por nosotros, quin estar
contra nosotros? El que ni aun a su propio Hijo perdon, sino que lo entreg por todos nosotros,
por qu no nos dar bondadosamente tambin con l todas las dems cosas?. Note que las
dos preguntas de estos versculos amplan la idea expresada en la frase que las antecede.
Tras dejar constancia escrita de la sentencia divina contra el rey de Babilonia, el profeta Isaas
aadi con total conviccin: Jehov de los ejrcitos mismo ha aconsejado, y quin puede
desbaratarlo? Y su mano es la que est extendida, y quin puede volverla atrs? (Isa. 14:27).
Tales preguntas llevan implcito que nadie puede hacerlo. No necesitan respuesta.
Para poner de manifiesto ideas incorrectas. Las preguntas bien pensadas son tambin muy
tiles para sacar a la luz ideas incorrectas. Antes de sanar a cierto hombre, Jess pregunt a los
fariseos y a algunos entendidos en la Ley: Es lcito curar en sbado, o no?. Tras curar al
enfermo, agreg: Quin de ustedes, si su hijo o su toro cae en un pozo, no lo saca
inmediatamente en da de sbado? (Luc. 14:1-6). No hubo respuesta, aunque tampoco Jess la
esperaba. Las preguntas pusieron de manifiesto la forma de pensar errnea de aquellos hombres.
A veces, hasta los cristianos verdaderos tienen ideas equivocadas. Algunos corintios del siglo
primero llevaron a sus hermanos a los tribunales para resolver problemas que deberan haber
zanjado entre ellos. Cmo trat el apstol Pablo la cuestin? Plante una serie de preguntas
directas destinadas a corregir su manera de pensar (1 Cor. 6:1-8).
*** w05 1/6 pg. 32 Conversa usted con sus seres queridos? ***
NUESTRA capacidad para comunicarnos con los seres queridos est menguando de manera
alarmante, informa el diario polaco Polityka. En Estados Unidos se calcula que los cnyuges solo
dedican seis minutos al da a conversar de forma constructiva. Algunos entendidos creen que la
mitad de las separaciones y los divorcios son el resultado de esta tendencia.
Y las conversaciones entre padres e hijos? En la mayora de los casos parecen ms un
interrogatorio que una conversacin: Cmo te fue en la escuela? Qu tal los amigos?, seala
el informe arriba mencionado, y despus pregunta: Cmo van a aprender as los hijos a
establecer vnculos emocionales?.
Puesto que las dotes comunicativas no surgen de la nada, hay algn modo de mejorar
nuestra habilidad para conversar? El discpulo cristiano Santiago nos dio un valioso consejo:
Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a or, lento en cuanto a hablar, lento en cuanto a ira
(Santiago 1:19). En efecto, si queremos mantener una conversacin constructiva, tenemos que
prestar cuidadosa atencin y no interrumpir con impaciencia ni precipitarnos a sacar
conclusiones. Tampoco debemos caer en la crtica, pues puede asfixiar fcilmente la
conversacin. Es cierto que Jess hizo preguntas, pero con mucho tacto y no con el objetivo de
interrogar, sino para sacar lo que haba en el corazn de quienes lo escuchaban y fortalecer su
relacin con ellos (Proverbios 20:5; Mateo 16:13-17; 17:24-27).
Por tanto, tome la iniciativa de conversar y comunicarse con sus seres queridos y ponga en
prctica los tiles principios que se hallan en la Biblia. Es posible que esto derive en una relacin
estrecha y preciada que dure muchos aos, tal vez toda la vida.
Pg. 38 *** be leccin 30 pg. 187 prrs. 1-5 Inters en los oyentes ***
Escuche atentamente. Aunque Jehov es omnisapiente, escucha a los dems. El profeta
Micaya recibi una visin en la que se vea a Jehov invitando a los ngeles a expresar sus ideas
sobre cmo efectuar cierta tarea. Luego, Dios permiti que uno de ellos llevara a cabo lo que
haba sugerido (1 Rey. 22:19-22). Cuando Abrahn expres su preocupacin por la sentencia que
iba a ejecutarse contra Sodoma, Jehov tuvo la deferencia de escucharle (Gn. 18:23-33).
Cmo podemos imitar Su ejemplo en nuestro ministerio?
Anime a su interlocutor a expresarse; plantele una pregunta oportuna y haga una pausa a fin
de darle tiempo para responder. Escuche atentamente. Su atencin considerada lo animar a
hablar sin trabas. Si la respuesta revela algo de lo que le interesa, formule otras preguntas con
tacto. Intente conocer mejor a la persona, sin convertir la conversacin en un interrogatorio.
Siempre que le sea posible, encmiela con sinceridad por lo que piensa. Aunque no concuerde
con su punto de vista, acepte con amabilidad sus comentarios (Col. 4:6).
Debemos tener cuidado para no cruzar la lnea de lo que es propio en nuestro inters por los
dems. Preocuparnos por ellos no nos da licencia para inmiscuirnos en su vida privada (1 Ped.
4:15). Si hablamos con alguien del otro sexo, debemos proceder con cautela para que
no malinterprete nuestra amabilidad. Es preciso ser juiciosos, pues lo que se considera propio a
este respecto vara de un pas a otro, e incluso de una persona a otra (Luc. 6:31).
La preparacin contribuye a que seamos buenos oyentes, pues si tenemos una idea clara de
lo que deseamos comunicar al amo de casa, estaremos relajados y le prestaremos atencin de
manera natural. As, l se sentir cmodo y ms inclinado a conversar con nosotros.
Cuando escuchamos a los dems, les mostramos honra (Rom. 12:10). De ese modo
evidenciamos que valoramos sus ideas y sentimientos, y hasta puede motivarlos a prestar ms
atencin a nuestro mensaje. Por ello, con buena razn, la Palabra de Dios nos aconseja que
seamos prestos en cuanto a or, lentos en cuanto a hablar (Sant. 1:19).
*** be leccin 13 pg. 124-pg. 125 Contacto visual ***
Qu implica?
Mirar por unos instantes a los ojos de quienes le estn escuchando, si lo permiten
las costumbres de la comunidad. Ver personas, no simplemente un grupo.
POR QU ES IMPORTANTE?
En muchas culturas se considera el contacto visual una seal de inters en
el interlocutor, as como una prueba de que se est convencido de lo que se dice.
LOS ojos comunican actitudes y sentimientos. Pueden indicar sorpresa o temor, transmitir
compasin o amor y, a veces, revelar incertidumbre o dolor. Un seor mayor dijo respecto a la
gente de su nacionalidad, que haba sufrido mucho: Hablamos con los ojos.
Los dems pueden sacar conclusiones sobre nosotros y lo que decimos basndose en dnde
fijamos la vista. En muchas culturas se tiende a confiar en quienes miran a los ojos con expresin
amistosa, pero se duda de la sinceridad o competencia de quienes miran al suelo o algn objeto
en vez de a su interlocutor. En otras culturas, la mirada fija y sostenida revela una actitud
descarada, agresiva o desafiante, sobre todo ante alguien del otro sexo, un jefe u otra persona de
rango superior. Y en algunas zonas se considera una falta de respeto que un joven mire
directamente a los ojos de un adulto al dirigirle la palabra.
No obstante, en los lugares donde no es ofensivo, el que se mire a los ojos cuando se hace
una afirmacin importante subraya lo que se dice y se interpreta como seal de conviccin. Note
la respuesta de Jess cuando sus discpulos, muy sorprendidos, le preguntaron: Quin,
realmente, puede ser salvo?. La Biblia indica: Mirndolos al rostro, Jess les dijo: Para los
hombres esto es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles (Mat. 19:25, 26). Las
Escrituras tambin muestran que el apstol Pablo observaba con atencin las reacciones de la
gente. En una ocasin se encontraba entre su auditorio un hombre cojo de nacimiento. Hechos
14:9, 10 relata: Este estaba escuchando hablar a Pablo, el cual, mirndolo fijamente, y viendo
que tena fe para recibir la salud, dijo con voz fuerte: Levntate erguido sobre tus pies.
Sugerencias para el ministerio del campo. Cuando se dirija a la gente en el servicio del
campo, sea amigable y afectuoso. Si es oportuno, haga preguntas que inviten a la reflexin para
iniciar un dilogo sobre un tema que pueda ser de inters mutuo. Procure establecer contacto
visual desde el principio, o al menos mire a su interlocutor a la cara de forma respetuosa y cordial.
Una sonrisa clida, acompaada de una mirada que irradia gozo, resulta muy atractiva. Tal
expresin facial le dice mucho al amo de casa sobre el tipo de persona que es usted y contribuye
a que se relaje mientras le escucha.
Donde sea apropiado, observe la expresin de los ojos de la persona, pues pudiera indicarle
cmo tratar la situacin. Posiblemente capte si el amo de casa est enojado, no tiene inters o
no le comprende. Tambin notar si se est impacientando o, por el contrario, si sigue sus
palabras con vivo inters. De la expresin de sus ojos puede deducir que debe hablar ms
despacio o ms deprisa, tratar de que intervenga en la conversacin, concluir esta o proseguir
con una demostracin de cmo estudiar la Biblia.
Sea que est dando testimonio pblico o dirigiendo un estudio bblico, esfurcese por
mantener contacto visual con su interlocutor de manera respetuosa. No clave la vista en l, pues
har que se sienta incmodo (2 Rey. 8:11). Ms bien, mrele a menudo a la cara con naturalidad y
simpata, lo cual en muchos pases denota inters sincero. Por supuesto, si est leyendo la Biblia
u otra publicacin, tendr la vista fija en la pgina impresa, pero cuando desee hacer hincapi en
una idea, puede mirar a la persona, aunque brevemente. Al levantar la vista alguna que otra vez,
tambin le ser posible observar su reaccin a lo que le est leyendo.
Si al principio por su timidez le resulta difcil mirar a los ojos, no se rinda. Con la prctica
lograr hacerlo de forma natural, lo cual le ayudar a comunicarse con mayor eficacia.
Pg. 39 *** km 6/13 pg. 1 prr. 3 Estamos dispuestos a adaptarnos? ***
3
Presta constante atencin a ti mismo y a tu enseanza. (1 Tim. 4:16.) Este consejo inspirado
que el apstol Pablo dio a Timoteo muestra que, seamos nuevos o experimentados, debemos
esforzarnos por mejorar. Con este fin, Nuestro Ministerio del Reino contendr una nueva serie
titulada Mejore sus habilidades en el ministerio. Cada artculo analizar una habilidad importante
y ofrecer sugerencias para desarrollarla. Se nos anima a todos a prestar especial atencin a
dicha habilidad durante el mes. Al cabo del mes, tendremos la oportunidad de explicar en una
seccin de la Reunin de Servicio los beneficios que hemos obtenido. En esta ocasin, se nos
invita a concentrarnos en llevar un registro de las personas interesadas. Por qu es importante.
Nuestra comisin implica ms que solo predicar: supone visitar de nuevo a quienes muestren
inters y ensearles la verdad, regando as las semillas que hemos plantado (Mat. 28:19, 20;
1Cor. 3:6-9). Para ello, tenemos que volver a encontrar a las personas, hablarles de lo que les
importa y agregar algo nuevo apoyndonos en la conversacin anterior. De ah la necesidad de
hacer un registro cuando encontremos a alguien interesado.
Cmo hacerlo:
Lleve en el bolso o maletn los tiles necesarios. Mantenga los registros impecables, ordenados y
al da. Anote los datos justo al terminar la visita. Apunte informacin sobre la persona, como su
nombre y datos de contacto (direccin, nmero de telfono, correo electrnico).
Qu cosas observ acerca de ella o su familia que sean relevantes? Escriba los detalles de la
conversacin.
Qu textos ley? Qu dijo la persona sobre sus creencias? Le dej alguna publicacin? Anote
la hora, el da y la fecha de la visita. Escriba lo que piensa hacer la prxima vez. De qu tema
prometi hablar?
Cundo se comprometi a volver? Actualice el registro cada vez que vuelva. No pasa nada si
toma notas dems. Intente esto durante el mes: Cuando est haciendo un registro, dgale a su
compaero qu cosas est apuntando.
Pg. 41 *** bt cap. 5 pg. 41 prr. 16 Tenemos que obedecer a Dios como gobernante ***
16
Sin perder tiempo, los apstoles pusieron manos a la obra. Lejos de amilanarse, se dejaban
ver todos los das en el templo, y de casa en casa [...] declarando las buenas nuevas acerca del
Cristo (Hech. 5:42). Estos celosos evangelizadores estaban decididos a dar testimonio cabal, s,
un testimonio completo y exhaustivo. Observemos que, tal como les haba enseado Jess,
llevaban el mensaje a un hogar tras otro (Mat. 10:7, 11-14). Seguramente fue as como llenaron
Jerusaln con su enseanza. Hoy, los testigos de Jehov somos famosos por seguir este mtodo
apostlico. Al visitar todas las viviendas del territorio, dejamos muy claro que queremos dar un
testimonio concienzudo y ofrecer a cada vecino la oportunidad de escuchar las alegres noticias
del Reino. Ha bendecido Jehov esta faceta del ministerio? Sin duda. En este tiempo del fin,
millones de personas han abrazado el mensaje, y muchas de ellas lo oyeron por primera vez
cuando un Testigo llam a su puerta
*** cf pg. 76 Ensear y predicar las buenas nuevas ***
El carpintero. El que haca milagros. El que sanaba a la gente. Jess fue todo eso y mucho
ms; sin embargo, la gente no lo conoca por tales obras. Ms bien, lo llamaban Maestro.
En efecto, la obra primordial en su vida era ensear y predicar las buenas nuevas (Mateo 4:23).
Los discpulos de Jess tenemos que realizar esa misma obra. En esta seccin estudiaremos su
ejemplo, que nos muestra cmo llevarla a cabo
*** cf cap. 8 pgs. 77-81 prrs. 1-9 Para esto fui enviado ***
JESS y los apstoles llevan horas caminando. Van de Judea a Galilea, en direccin norte.
El camino ms corto que se puede recorrer en unos tres das atraviesa Samaria. Cerca del
medioda llegan a un pueblo llamado Sicar, donde hacen un alto para reponer fuerzas.
2
Mientras los apstoles van a comprar alimentos, Jess se queda descansando junto a un
pozo en las afueras del pueblo. En eso ve que se acerca una mujer a sacar agua. Puesto que
est cansado del viaje, podra decidir no prestarle atencin (Juan 4:6). Sera comprensible que
sencillamente cerrara los ojos, sin fijarse en lo que ella hace. Segn lo que vimos en el captulo 4,
es muy probable que la samaritana crea que Jess, como cualquier otro judo, la va a tratar de
manera desdeosa. Sin embargo, Jess entabla conversacin con ella.
3
Inicia el dilogo valindose de una comparacin extrada de las tareas diarias de la mujer, o
mejor dicho, de la tarea que est a punto de realizar. Ella ha venido a buscar agua, y Jess le
habla de un agua que da vida y que apagar su sed espiritual. A lo largo de la conversacin, la
mujer hace varias declaraciones polmicas. Sin embargo, Jess evita con delicadeza entrar en
discusiones y, sin desviarse del tema, se centra en los asuntos espirituales, a saber, la adoracin
pura y Jehov Dios. Sus palabras tienen gran repercusin, pues cuando la samaritana les cuenta
a los hombres del pueblo lo que l le ha dicho, ellos tambin quieren or a Jess (Juan 4:3-42).
4
Cmo reaccionan los apstoles cuando llegan y ven el asombroso testimonio que Jess
est dando? No muestran el menor entusiasmo. Les sorprende encontrar a Jess hablando con
aquella mujer, y al parecer no cruzan ni una palabra con ella. Una vez que esta se marcha, le
ruegan a Jess que coma de lo que han trado. Yo tengo alimento para comer del cual ustedes
no saben, responde l. Extraados, al principio toman sus palabras al pie de la letra, pero l les
explica: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envi y terminar su obra (Juan 4:32, 34).
De este modo, Jess les ensea que la obra que debe realizar en su vida es mucho ms
importante que el alimento fsico, y quiere contagiarles ese sentimiento. Ahora bien, cul es esta
obra?
5
En cierta ocasin, Jess dijo: Tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios,
porque para esto fui enviado (Lucas 4:43). As es, Jess fue enviado a predicar y ensear las
buenas nuevas del Reino de Dios. Hoy sus discpulos hemos recibido el mismo encargo. Por eso
es tan importante que examinemos las razones por las que l predic, el mensaje que declar y la
actitud con que cumpli su comisin.
Por qu predic Jess?
6
Empezaremos por examinar lo que Jess senta por las verdades que enseaba, para pasar
luego a la actitud que mostraba hacia la gente a quien instrua. Mediante un grfico ejemplo,
Jess revel cunto valoraba la oportunidad de dar a conocer las verdades que haba aprendido
de su Padre. Dijo: Todo instructor pblico, cuando ha sido enseado respecto al reino de los
cielos, es semejante a un hombre, un amo de casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas
(Mateo 13:52). Por qu saca cosas de su tesoro este dueo de casa?
7
No es simplemente para presumir de sus posesiones, como hizo el antiguo rey Ezequas,
una accin que a la larga le sali muy cara (2 Reyes 20:13-20). Entonces, cul es el motivo?
Pues bien, pongamos un ejemplo. Suponga que usted va a visitar a un profesor suyo a quien
aprecia mucho, y este le muestra dos cartas que guarda en su escritorio. Una est amarillenta por
el paso de los aos, y la otra es ms reciente. Son cartas de su padre. La primera la recibi hace
dcadas, cuando no era ms que un nio, mientras que la segunda le lleg hace poco. Los ojos le
brillan de felicidad al hablar del gran cario que les tiene, de cmo sus consejos le han cambiado
la vida y de cmo pueden serle tiles a usted tambin. Est claro que estas cartas significan
mucho para su profesor y ocupan un lugar especial en su corazn (Lucas 6:45). Si se las ha
mostrado, no es por vanidad ni para obtener algn provecho econmico, sino para que usted se
beneficie de ellas y pueda comprender el valor que tienen.
8
El Gran Maestro, Jess, enseaba a la gente las verdades de Dios por motivos semejantes.
Estas eran para l un tesoro inestimable: las amaba, ansiaba mostrarlas a otros y quera que todo
discpulo suyo todo instructor pblico sintiera lo mismo que l. Es eso lo que usted siente?
Hay buenas razones para amar todas y cada una de las verdades que aprendemos de la Palabra
de Dios. Para nosotros, las gemas de la verdad son inmensamente valiosas, ya sean enseanzas
que aprendimos hace mucho tiempo o algunas explicaciones ms recientes. Como Jess,
transmitiremos ese amor si hablamos con entusiasmo de las cosas que Jehov nos ha enseado
y si no perdemos el aprecio que sentimos por ellas.
9
Jess tambin amaba a aquellos a quienes instrua, como veremos con ms detalle en la
seccin 3. Las Escrituras haban predicho que el Mesas le [tendra] lstima al de condicin
humilde y al pobre (Salmo 72:13). Jess se interesaba de verdad por la gente. Se preocup por
conocer las ideas y las actitudes que los movan a actuar, y por entender las cargas que los
opriman y los obstculos que les impedan captar la verdad (Mateo 11:28; 16:13; 23:13, 15).
Recordemos el caso de la samaritana. Sin duda, a ella debi de causarle una impresin muy
honda el inters que l le mostr. Al ver la capacidad que Jess tena para comprender aspectos
de su vida personal, no pudo menos que reconocerlo como profeta, y se puso a hablar a otros
acerca de l (Juan 4:16-19, 39). Nosotros, por supuesto, somos incapaces de leer el corazn de
aquellos a quienes predicamos; pero, como Jess, s podemos interesarnos por ellos,
demostrarles que nos importan y adaptar lo que decimos a sus intereses, problemas y
necesidades.
Pg. 42 *** cf cap. 8 pgs. 84-86 Para esto fui enviado ***
Qu actitud tuvo hacia su ministerio?
16
En primer lugar, Jess hizo del ministerio el centro de su vida. Hablar del Reino era su
verdadera vocacin, la obra de su vida, su mayor inters. Por eso, como se explic en el captulo
5, decidi con sabidura llevar una vida sencilla. Aplicando l mismo lo que enseaba, mantuvo la
vista fija en lo ms importante y no se distrajo acumulando bienes que tendra que pagar y luego
mantener, reparar o reemplazar. Vivi con sencillez para que nada lo apartara innecesariamente
de su ministerio (Mateo 6:22; 8:20).
18
En segundo lugar, Jess dio lo mejor de s en su ministerio. Dedic a l todas sus energas y
recorri a pie literalmente centenares de kilmetros por toda Palestina buscando a todo el que
escuchara las buenas nuevas. Les hablaba a las personas en sus hogares, en las plazas
pblicas, en los mercados y al aire libre. Les hablaba aunque estuviera cansado, con hambre o
con sed, o aunque necesitara un momento de tranquilidad en compaa de sus amigos ntimos.
Ni siquiera en los ltimos instantes de su vida dej de hablar de las buenas nuevas del Reino de
Dios (Lucas 23:39-43).
19
Jess tom esta imagen de la poca del ao en que estaban. Era, por lo visto, el mes de
kislev (noviembre-diciembre), y todava faltaban cuatro meses para la siega de la cebada, que
tiene lugar alrededor de la Pascua (celebrada el 14 de nisn). No haba razn para que los
agricultores se apresuraran, pues an quedaba mucho tiempo. Pero poda decirse lo mismo de
la siega de discpulos? Claro que no! Haba muchas personas que estaban listas para
escuchar, para aprender, para seguir a Cristo y obtener la maravillosa esperanza que Jehov les
ofreca. Era como si Jess pudiera alzar la mirada sobre aquellos campos simblicos y ver que
estaban blancos de mies madura que se meca suavemente con la brisa, lo que sealaba que
estaba lista para ser cosechada. Haba llegado la hora, y era urgente realizar el trabajo. Por eso,
cuando los habitantes de una ciudad trataron de retenerlo, l les contest: Tambin a otras
ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado
(Lucas 4:43).
21
Es posible imitar a Jess de las tres formas antes mencionadas. Primero, haciendo del
ministerio cristiano el centro de nuestra vida. Aun si tenemos familia, un trabajo y otras
obligaciones, podemos demostrar que damos prioridad al ministerio participando en l con
entusiasmo y regularidad, como lo hizo Jess (Mateo 6:33; 1 Timoteo 5:8). Segundo, dando lo
Jess tambin mostr que entenda la importancia de la obra al asegurarse de que esta
continuara tras su muerte; por eso mand a sus discpulos que siguieran predicando y
enseando. De esta comisin tratar el captulo siguiente.
*** w13 15/5 pg. 9 prr. 4 Es usted un cristiano celoso de obras excelentes? ***
4
Con las palabras Vayan [...] y hagan discpulos, el resucitado Jesucristo dej en manos de
sus seguidores una gran responsabilidad. l no estaba pensando solamente en los discpulos que
se haban congregado en la montaa de Galilea aquel da primaveral. Su encargo fue predicar a
gente de todas las naciones, y esta obra seguira efectundose hasta la conclusin del sistema
de cosas, por lo que evidentemente todos sus seguidores, incluidos nosotros, debemos participar
en ella. Analicemos con ms detalle el mandato que Cristo dio en Mateo 28:18-20.
15
Antes de encomendar la misin de hacer discpulos, Jess dijo: Toda autoridad me ha sido
dada en el cielo y sobre la tierra (versculo 18). Tiene Jess realmente tanta autoridad? Claro
que s! l es el arcngel, y capitanea miradas y miradas de ngeles (1 Tesalonicenses 4:16;
Revelacin 12:7). Como cabeza de la congregacin, tiene autoridad sobre sus discpulos en la
Tierra (Efesios 5:23). Adems, gobierna desde 1914 como Rey Mesinico en el cielo (Revelacin
11:15). Incluso posee autoridad sobre la sepultura, pues tiene el poder de resucitar a los muertos
(Juan 5:26-28). Al referirse primero a su gran autoridad, Jess indica que lo que va a decir a
continuacin no es una sugerencia, sino un mandato; y puesto que la fuente de tal autoridad
no es l, sino Dios mismo, lo ms sabio es obedecerle (1 Corintios 15:27).
16
Ahora Jess pasa a explicar la misin en s, la cual comienza con una sola palabra: Vayan
(versculo 19). Como vemos, l quiere que seamos nosotros quienes vayamos y llevemos a otros
el mensaje del Reino. Para cumplir con esta encomienda podemos usar diversos mtodos. Por
ejemplo, predicamos de casa en casa, lo cual es una de las formas ms eficaces de tener
contacto personal con la gente (Hechos 20:20). Tambin creamos oportunidades para dar
testimonio informalmente, pues estamos deseosos de entablar conversaciones sobre las buenas
nuevas en cualquier momento oportuno del da. Y aunque los mtodos en s varan segn las
necesidades y circunstancias locales, hay una cosa que no cambia: todos vamos y buscamos
hasta descubrir quin es merecedor (Mateo 10:11).
17
Entonces, Jess pasa a explicar cul es el objetivo de nuestra misin: [Hacer] discpulos de
gente de todas las naciones (versculo 19). Cmo lo logramos? Pues bien, un discpulo es un
aprendiz, alguien a quien se ensea. Pero hay algo ms implicado en hacer discpulos. Cuando
ayudamos a alguien a estudiar la Biblia, no queremos que simplemente llene su mente de
conocimiento. Queremos que se convierta en un seguidor de Cristo. Por eso, siempre que
podemos, resaltamos el ejemplo de Jess, para que el estudiante aprenda a verlo como su
Maestro y Modelo, imite su modo de vida y haga la misma obra que l hizo (Juan 13:15).
18
el venidero nuevo mundo. Ha ayudado usted a alguien a hacerse discpulo bautizado de Cristo?
Si as es, habr comprobado que no hay otra cosa que cause ms gozo en el ministerio cristiano
(3 Juan 4).
19
Jess explica la siguiente parte de la misin al decir: Ensendoles a observar todas las
cosas que yo les he mandado (versculo 20). Los cristianos enseamos a los nuevos a obedecer
los mandatos de Jess, entre ellos amar a Dios y al prjimo y hacer discpulos (Mateo 22:37-39).
Les enseamos gradualmente a explicar las verdades bblicas y a defender su fe, que va
aumentando de da en da. Cuando renen los requisitos para participar en la predicacin pblica,
los acompaamos y les mostramos con nuestras palabras y ejemplo cmo hacerlo de manera
efectiva. Ahora bien, la instruccin que damos a los nuevos discpulos quiz contine despus de
su bautismo, pues es probable que necesiten ayuda para hacer frente a las dificultades que se
presentan al seguir a Cristo (Lucas 9:23, 24).
*** w07 15/11 pgs. 15-17 Somos una fuente de alivio? ***
EN EL extremo sur de la cordillera del Antilbano se alza el monte Hermn. Su majestuosa
cumbre, que alcanza los 2.814 metros (9.232 pies) sobre el nivel del mar, est nevada durante la
mayor parte del ao. Cuando los vapores nocturnos pasan sobre ella, se condensan formando
roco, que desciende por las laderas, humedeciendo abetos y frutales, hasta llegar a las vias.
En el antiguo Israel, era un alivio contar con este roco, la principal fuente de humedad para las
plantas durante la larga temporada seca.
Un canto inspirado dice que la unidad entre los siervos de Jehov es tan reconfortante como
el roco de Hermn que viene descendiendo sobre las montaas de Sin (Salmo 133:1, 3).
Al igual que el Hermn es fuente de roco para las plantas, nosotros podemos ser fuente de alivio
para los dems. En qu sentido?
El ejemplo de Jess
Jesucristo era un hombre que dejaba huella. Hasta un breve encuentro con l era una
experiencia tan agradable como el frescor del roco. Por ejemplo, el Evangelio de Marcos indica
que Jess tom a los nios en los brazos y empez a bendecirlos, poniendo las manos sobre
ellos (Marcos 10:16). Qu bien tienen que haberse sentido aquellos pequeos!
La ltima noche que vivi como hombre en la Tierra, Jess lav los pies a sus apstoles,
demostrando as una humildad que tuvo que llegarles al corazn. Acto seguido, Jess les dijo: Yo
les he puesto el modelo, que, as como yo hice con ustedes, ustedes tambin deben hacerlo
(Juan 13:1-17). En efecto, ellos tambin deban ser humildes. Aunque no captaron de inmediato la
idea y esa misma noche discutieron sobre quin tena ms importancia, Jess no se enoj, sino
que razon pacientemente con ellos (Lucas 22:24-27). Hasta cuando [sus enemigos] lo estaban
injuriando, no se puso a injuriar en cambio. De hecho, cuando estaba sufriendo, no se puso a
amenazar, sino que sigui encomendndose al que juzga con justicia. Sin duda, la actitud de
Jess es reconfortante, y hacemos bien en imitarla (1 Pedro 2:21, 23).
Jess dijo a sus oyentes: Tomen sobre s mi yugo y aprendan de m, porque soy de genio
apacible y humilde de corazn, y hallarn refrigerio para sus almas (Mateo 11:29). Qu maravilla
poder aprender directamente de Jess! Enseaba tan bien que, cuando tom la palabra en la
sinagoga de su pueblo, la gente se qued atnita y dijo: Dnde consigui este hombre esta
sabidura y estas obras poderosas? (Mateo 13:54). Hoy en da, cuando leemos los relatos sobre
la vida y ministerio de Jess, tambin aprendemos muchas cosas de l, entre ellas a ser una
fuente de refrigerio, o alivio. Fijmonos, por lo tanto, en el extraordinario ejemplo que dio al hacer
comentarios constructivos y ayudar al prjimo.
Seamos constructivos al hablar
Con las relaciones humanas ocurre lo mismo que con las casas: es mucho ms fcil destruir
que construir. Es muy fcil atacar las faltas ajenas, pues todo el mundo es imperfecto y comete
errores. Como bien dijo el rey Salomn, no hay en la tierra hombre justo que siga haciendo el
bien y no peque (Eclesiasts 7:20). As que no es nada difcil descubrir los defectos del prjimo y
derrumbarlo haciendo comentarios hirientes (Salmo 64:2-4). Pero ser constructivos cuando
hablamos es todo un arte.
Con sus palabras edificantes, Jess animaba a las personas. Les brindaba alivio espiritual
anuncindoles las buenas nuevas del Reino (Lucas 8:1). Tambin animaba a sus discpulos al
ayudarles a conocer ntimamente a su Padre celestial (Mateo 11:25-27). No es extrao que la
gente se sintiera atrada a Jess.
Pero los escribas y fariseos no eran como l. No tenan en cuenta las necesidades ajenas.
De ellos dijo Jess: Les gusta el lugar ms prominente en las cenas y los asientos delanteros en
las sinagogas (Mateo 23:6). Lo cierto es que menospreciaban a la gente comn, llegando a decir:
Esta muchedumbre que no conoce la Ley son unos malditos (Juan 7:49). Qu actitud tan poco
edificante!
Nuestras palabras suelen revelar tanto lo que somos por dentro como lo que pensamos de los
dems. As lo reconoci Jess cuando seal: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazn
produce lo bueno; pero el hombre inicuo produce lo que es inicuo de su tesoro inicuo; porque de
la abundancia del corazn habla su boca (Lucas 6:45). Entonces, si queremos que nuestras
palabras sean una fuente de alivio, qu podemos hacer?
En primer lugar, antes de hablar hay que pensar. Como indica Proverbios 15:28, el corazn
del justo medita para responder. Y eso no tiene por qu tomarnos mucho tiempo. Basta con
reflexionar un poco para ver cul ser la reaccin ms probable a nuestros comentarios.
Deberamos preguntarnos: Es una muestra de amor lo que voy a decir? Se basa en hechos
comprobados, o en habladuras? Es una palabra a su tiempo? Va a animar y fortalecer a
quienes me escuchen? (Proverbios 15:23). Si determinamos que es un comentario negativo o
inoportuno, lo mejor es olvidarnos de l. O, mejor an, sustituirlo por otro ms positivo y
pertinente. Las palabras que se dicen sin pensar son como las estocadas de una espada,
mientras que los comentarios positivos son una autntica curacin (Proverbios 12:18).
Otra cosa que nos ayudar a edificar a los hermanos es tener presente por qu son tan
valiosos a los ojos de Dios. Jess dijo: Nadie puede venir a m a menos que el Padre, que me
envi, lo atraiga (Juan 6:44). Es obvio que Jehov ve las buenas cualidades de todos sus
siervos, incluidos los que, en nuestra opinin, tienen una personalidad difcil. Si nos esforzamos,
nosotros tambin lograremos ver sus virtudes, lo que nos permitir decir algo bueno de cada uno
de ellos.
Ayudemos al prjimo
Jess conoca muy bien las terribles condiciones en que vivan los oprimidos. As, leemos que
al ver las muchedumbres, se compadeci de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas
como ovejas sin pastor (Mateo 9:36). Pero l no se limit a observar la situacin en que se
hallaban, sino que hizo algo para aliviarla. Les dirigi esta invitacin: Vengan a m, todos los que
se afanan y estn cargados, y yo los refrescar. Y agreg estas tranquilizadoras palabras: Mi
yugo es suave y mi carga es ligera (Mateo 11:28, 30).
Hoy atravesamos tiempos crticos, difciles de manejar (2 Timoteo 3:1). Muchas personas
viven abrumadas por la inquietud de este sistema de cosas (Mateo 13:22). Y otras estn
agobiadas por sus circunstancias personales (1 Tesalonicenses 5:14). Cmo podemos ser una
fuente de alivio para ellas? Aligerndoles la carga, tal como hizo Cristo.
Hay quienes se quitan un peso de encima hablando de sus problemas. Si alguien quiere
desahogarse con nosotros, escuchamos con atencin? Para ser oyentes compasivos tenemos
que ser disciplinados. No debemos perder la concentracin en lo que dice la persona, tal vez
pensando en la respuesta que vamos a darle o en la solucin que podemos ofrecerle. Al escuchar
con atencin, mirar a los ojos y sonrer cuando es oportuno, demostramos verdadero inters.
En la congregacin cristiana tenemos muchas oportunidades de animar a los hermanos. Por
ejemplo, en el Saln del Reino podemos hablar con quienes tienen problemas de salud. A veces,
no hace falta ms que dedicarles unos minutos antes o despus de las reuniones y decirles algo
que los fortalezca. Tambin podemos fijarnos en quines han faltado al estudio de libro, y luego
telefonearles para ver si estn bien y brindarles nuestra ayuda (Filipenses 2:4).
Los superintendentes de la congregacin llevan sobre sus hombros una gran responsabilidad.
Les haremos mucho ms llevadera la carga cooperando con ellos y realizando humildemente las
asignaciones que nos den. La Palabra de Dios dirige esta exhortacin a los cristianos: Sean
obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos estn
velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con
gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sera gravemente daoso a ustedes (Hebreos 13:17).
Si estamos dispuestos a colaborar, seremos una fuente de alivio para quienes presiden
excelentemente (1 Timoteo 5:17).
No escatimemos comentarios constructivos ni buenas obras
El roco que alivia la sequa es el conjunto de miles de gotitas que descienden con suavidad,
sin que uno sepa de dnde salen. De igual manera, el alivio que ofrecemos a los dems
no consiste en una sola accin noble, sino en el conjunto de obras cristianas que realizamos a
favor del prjimo da a da.
El apstol Pablo escribi: En amor fraternal tnganse tierno cario unos a otros. En cuanto a
mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera (Romanos 12:10). Si ponemos en prctica este
consejo, lograremos ser, de palabra y obra, una autntica fuente de alivio.
Tan pronto como fueron liberados, Pedro y Juan se reunieron con el resto de la
congregacin y, todos juntos, levantaron la voz de comn acuerdo a Dios pidindole que les
diera entereza para seguir predicando (Hech. 4:24). Pedro saba por experiencia lo absurdo que
es tratar de hacer la voluntad de Jehov apoyndose nicamente en las propias fuerzas.
Semanas antes haba pecado de confiado al decirle a Jess: Aunque a todos los dems se les
haga tropezar respecto a ti, a m nunca se me har tropezar!. Pero tal como el propio Cristo
profetiz, el apstol no tard en dejarse dominar por el temor y negar a su amigo y maestro.
No obstante, aprendi la leccin (Mat. 26:33, 34, 69-75).
14
As que no basta con adoptar la firme decisin de ser fieles testigos de Cristo. Si el enemigo
intenta minar nuestra fe o impedir que prediquemos, imitemos a Pedro y a Juan. Ciertamente,
debemos pedirle a Jehov que nos d fortaleza, apoyarnos en la congregacin y contarles a los
ancianos y a otros hermanos maduros las dificultades que afrontamos. No olvidemos que sus
oraciones a favor nuestro pueden ser muy eficaces (Efe. 6:18; Sant. 5:16).
15
Qu debemos pedirle a Dios si las autoridades nos oprimen? Bueno, los apstoles no le
suplicaron que los librara de las pruebas. Aquellos fieles discpulos saban muy bien que Jess
haba dicho: Si ellos me han perseguido a m, a ustedes tambin los perseguirn (Juan 15:20).
Por eso, se limitaron a rogar a Jehov que prestara atencin a [las] amenazas de sus enemigos
(Hech. 4:29). Tenan muy claro el cuadro general, y entendan que el acoso que estaban sufriendo
cumpla profecas bblicas. Eran conscientes de que, como indicaba la oracin de Jess, la
voluntad de Dios tendra que hacerse en la Tierra, dijeran lo que dijeran los polticos (Mat.
6:9, 10).
17
Como queran obrar en armona con la voluntad divina, los discpulos imploraron al Altsimo:
Concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo. Aquella peticin de
valor recibi una respuesta inmediata: El lugar donde estaban reunidos fue sacudido; y todos sin
excepcin quedaron llenos del espritu santo, y hablaban la palabra de Dios con denuedo (Hech.
4:29-31). Como vemos, nada puede impedir que se cumpla la voluntad de Jehov (Isa. 55:11). Da
igual que el obstculo o el enemigo parezcan insuperables: si elevamos nuestras plegarias al
Creador, l nos dar las energas necesarias para continuar anunciando su mensaje con audacia.
Pg. 43 *** w08 15/7 pg. 8 Cmo superar los desafos de la predicacin de casa en casa ***
Cobremos valor
4
Algo que nos ayudar a cobrar valor es la oracin. Una precursora dijo al respecto: Oro para
poder hablar con confianza, oro para poder llegar al corazn de la gente, oro para poder disfrutar
de mi servicio. Despus de todo, esta es la obra de Jehov, no la nuestra. De modo que
no podemos hacer nada sin su apoyo (1 Tes. 5:17). Todos necesitamos pedirle continuamente a
Dios que su espritu nos ayude a predicar con valor (Luc. 11:9-13).
*** km 9/06 pg. 8 La predicacin de casa en casa ***
1
Quien tenga experiencia en los distintos mtodos de difundir la Verdad concordar en que la
predicacin de casa en casa con La Aurora del Milenio es, por mucho, la forma ms eficaz de
predicar la Verdad ahora. As resalt la revista Zions Watch Tower (hoy La Atalaya) del 1 de julio
de 1893 el valor del ministerio de casa en casa. Hoy, por todo el mundo, la gente ve este mtodo
de predicacin como la marca distintiva de los testigos de Jehov. Pero puesto que en varios
pases resulta cada vez ms difcil hallar a la gente en su hogar, seguir siendo prctico?
2
La predicacin de casa en casa sigue siendo un importante medio para difundir las buenas
nuevas hoy. Nos permite buscar a los merecedores de forma sistemtica y ordenada (Mat.
10:11). La gente por lo comn est ms tranquila en casa. Cuando hablamos con una persona
cara a cara oyendo su voz, viendo sus expresiones faciales y observando sus alrededores,
podemos percibir su inters y sus preocupaciones. Adems, suele ser la mejor forma de entablar
una conversacin prolongada.
4
Haga cambios personales. El apstol Pablo estuvo dispuesto a hacer cambios personales
por causa de las buenas nuevas (1 Cor. 9:23). Nosotros podramos tal vez acomodar nuestro
horario para predicar cuando sea ms posible encontrar a la gente en su hogar, por ejemplo en
las tardes, los fines de semana o los das festivos. Anote siempre los no en casa y procure volver
en otro da de la semana o a una hora distinta.
5
Incluso quienes tengan salud limitada pueden ir de casa en casa. Por qu no hacemos
planes para ir con alguien que tenga limitaciones a casas accesibles y dejamos que vaya a un
paso cmodo? El problema respiratorio de una hermana solo le permita hablar en una casa cada
media hora, pero qu contenta y satisfecha se sinti de que la incluyeran en el grupo!
6
En el antiguo Israel se ofrecan sacrificios diariamente. (xo. 29:38-42.) El fuego del altar se
mantena ardiendo y el humo que ascenda era un olor conducente a descanso agradable a
Jehov. (xo. 29:18.) En la actualidad, se nos anima a ofrecer a Dios sacrificio de alabanza, es
decir, el fruto de labios que hacen declaracin pblica de su nombre. (Heb. 13:15.) En vez de
ofrecer los sacrificios prescritos por la Ley, adoramos a Jehov relatando sus alabanzas sin cesar.
(Isa. 43:21; Hech. 5:42.)
2
Jesucristo, el mayor Testigo que jams ha vivido en la Tierra, nos ense a ofrecer en
nuestra adoracin sacrificios de alabanza. Ayud a sus discpulos a comprender la urgencia del
mensaje que predicaban. Saba que la mejor manera de llevar las buenas nuevas a las personas
era hablndoles personalmente en sus hogares. (Mat. 10:7, 12.) Por consiguiente, podemos ver
que los apstoles siguieron su direccin inspirada por Dios en la predicacin de casa en casa.
(Hech. 20:20.)
3
Lo mismo sucede hoy en da. Como discpulos de Jess, los verdaderos cristianos seguimos
su ejemplo al predicar las buenas nuevas de casa en casa. Aunque pudiramos ser criticados o
perseguidos por ello, millones de personas han aprendido la verdad y centenares de miles de
nuevos discpulos se aaden a la gran muchedumbre todos los aos, demostrando que este es el
modo en que Jehov efecta su voluntad. Por tal motivo, perseveramos en nuestro ministerio.
4
Casi todos los publicadores incluso los jovencitos, los mayores y los ms nuevos pueden
participar en la obra de casa en casa. As pueden presentar declaracin pblica para salvacin.
(Rom. 10:10.) Participar en el ministerio de casa en casa con los dems fortalece nuestros lazos
de amor y unidad. A la vez, se nos hace ms fcil aguantar la indiferencia y la oposicin. Esta
demostracin pblica de fe nos presenta como un espectculo teatral que permite a las
personas sinceras saber que contamos con un sistema organizado de enseanza bblica del que
pueden beneficiarse. (1 Cor. 4:9.) Todo ello muestra claramente que Jehov est bendiciendo la
obra de casa en casa y utilizndola para reunir a la gran muchedumbre en su casa de adoracin
pura. (Isa. 2:2-4.)
6
Hoy, ms que en cualquier otro tiempo de la historia, la gente necesita or el mensaje del
Reino. Sigamos predicando de casa en casa sin cesar hasta que Jehov diga que es suficiente.
(Isa. 6:11.) De este modo, tendremos como galardn el gozo de participar en esta importante y
beneficiosa faceta del servicio en el tiempo del fin. (1 Cor. 15:58.)
Pg. 46 *** km 2/09 pg. 2 Hagamos todas las cosas por causa de las buenas nuevas ***
1
Por el inters en el bien eterno de su semejante, Pablo consideraba una obligacin moral
declararle las buenas nuevas (1 Cor. 9:16, 19, 23). Ese mismo inters es lo que nos impulsa a
siempre hacer mayores esfuerzos por llevarle las buenas nuevas a la gente.
El mejor horario y el mejor lugar. Un buen pescador no arroja el hilo o la red en el sitio que
le resulta ms cmodo, sino donde piensa que hay ms posibilidades de encontrar peces. As
nosotros, como pescadores de hombres que somos, tal vez tengamos que hacer cambios
personales para encontrar a las personas del territorio y aumentar nuestras oportunidades de
recoger peces de todo gnero (Mat. 4:19; 13:47). Por ejemplo, podramos aprovechar las
ltimas horas de la tarde o las primeras horas de la maana para predicar en las calles? Pablo
nos puso el ejemplo de aprovechar toda oportunidad apropiada, pues su objetivo era dar
testimonio cabal de las buenas nuevas (Hech. 17:17; 20:20, 24).
3
Qu alegra da proclamar buenas nuevas de algo mejor! (Isa. 52:7.) Y puesto que
queremos llegar a la mayor cantidad de personas posible, hagamos todas las cosas por causa
de las buenas nuevas (1 Cor. 9:23).
Pg. 47 *** w03 1/11 pgs. 8-13 Mujeres que regocijaron el corazn de Jehov ***
Que Jehov recompense tu manera de obrar, y que llegue a haber para ti un salario
perfecto procedente de Jehov. (RUT 2:12.)
EL TEMOR a Dios impuls a dos mujeres a desobedecer a un faran. La fe hizo que una
prostituta arriesgara su vida para proteger a dos espas israelitas. La sensatez y la humildad de
una mujer en una situacin crtica salvaron muchas vidas e impidieron que el ungido de Jehov
incurriera en culpa de sangre. La fe en Jehov Dios, aunada a la hospitalidad, motiv a una
madre viuda a dar al profeta de Dios la ltima comida que le quedaba. Estos son solo algunos de
los numerosos ejemplos bblicos de mujeres que regocijaron el corazn de Jehov.
2
La forma en que Jehov consider a estas mujeres y las bendiciones que les otorg
demuestran que lo que ms le agrada de una persona, sin importar si es hombre o mujer, son sus
cualidades espirituales. En el mundo de hoy, obsesionado con lo material, dar prioridad a la
espiritualidad no es nada fcil. Pero tampoco es algo imposible, como demuestran millones de
mujeres temerosas de Dios que constituyen gran parte del pueblo de Dios en la actualidad.
Dichas cristianas imitan la fe, discrecin, hospitalidad y dems virtudes que caracterizaron a las
mujeres temerosas de Dios mencionadas en la Biblia. Por supuesto, los varones cristianos
tambin deben imitar las cualidades de aquellas mujeres ejemplares de tiempos antiguos. Para
ver cmo hacerlo ms plenamente, examinemos con detalle los relatos bblicos de las mujeres a
las que se aludi al comienzo (Romanos 15:4; Santiago 4:8).
Desobedecieron al Faran
3
En los juicios de Nuremberg que tuvieron lugar en Alemania al trmino de la segunda guerra
mundial, muchos acusados de genocidio trataron de excusar sus crmenes aduciendo que
simplemente haban obedecido rdenes. Pues bien, comparemos a estas personas con dos
parteras israelitas, Sifr y Pu, que vivieron en el antiguo Egipto durante el reinado de un faran
tirnico a quien no se identifica. Temiendo que la poblacin hebrea creciera, el Faran orden a
las parteras que dieran muerte a todo varn hebreo recin nacido. Qu hicieron ellas ante una
orden tan horrible? No hacan como les haba hablado el rey de Egipto, sino que conservaban
vivos a los varoncitos. Por qu no sucumbieron estas mujeres al temor al hombre? Porque
teman al Dios verdadero (xodo 1:15, 17; Gnesis 9:6).
4
Hay en la actualidad mujeres como Sifr y Pu? Desde luego que s. Ao tras ao, miles de
mujeres predican sin temor el mensaje bblico de salvacin en pases donde lo prohbe la orden
del rey, arriesgando as su libertad e incluso su misma vida (Hebreos 11:23; Hechos 5:28, 29).
Motivadas por el amor a Dios y al prjimo, estas valientes mujeres no permiten que nadie les
impida llevar las buenas nuevas del Reino de Dios, por lo que muchas de ellas afrontan oposicin
y persecucin (Marcos 12:30, 31; 13:9-13). Al igual que en el caso de Sifr y Pu, Jehov est
muy al tanto de los hechos de estas intrpidas y excelentes mujeres, y les demostrar su amor
conservando sus nombres en el libro de la vida si aguantan fielmente hasta el fin (Filipenses 4:3;
Mateo 24:13).
Una ex prostituta alegra el corazn de Jehov
6
En el ao 1473 a.E.C. viva en la ciudad cananea de Jeric una prostituta llamada Rahab.
Por lo visto, era una mujer bien informada. Cuando dos espas israelitas fueron a ocultarse en su
casa, ella les relat detalles especficos del xodo milagroso de Israel de Egipto, aunque haba
tenido lugar cuarenta aos antes. Tambin estaba al tanto de las recientes victorias de Israel
sobre los reyes amorreos Sehn y Og. Llama la atencin el efecto que tuvo en ella conocer
aquellos sucesos. Dijo a los espas: Yo de veras s que Jehov ciertamente les dar el pas, [...]
porque Jehov su Dios es Dios en los cielos arriba y en la tierra abajo (Josu 2:1, 9-11). As es,
lo que Rahab aprendi de Jehov y de sus hechos por Israel hizo que su corazn respondiera
favorablemente y que pusiera fe en l (Romanos 10:10).
7
Jehov recompens a Rahab de varias maneras. Por un lado, les salv milagrosamente la
vida tanto a ella como a los que se refugiaron en su casa, a saber, la casa de su padre y [...]
todos los que le pertenecan. Despus permiti que moraran en medio de Israel, donde se les
trat como naturales del pas (Josu 2:13; 6:22-25; Levtico 19:33, 34). Pero eso no es todo.
Jehov tambin concedi a Rahab el honor de ser antepasada de Jesucristo. Qu impresionante
demostracin de bondad amorosa a una mujer de origen cananeo que haba dado culto a dolos!
(Salmo 130:3, 4.)
9
Desde el siglo primero hasta nuestros das ha habido cristianas que, al igual que Rahab, han
dejado una vida inmoral a fin de agradar a Dios (1 Corintios 6:9-11). Algunas se han criado en
ambientes comparables al de la antigua tierra de Canan, donde predominaba la inmoralidad y
hasta se consideraba normal. Sin embargo, cambiaron de vida impulsadas por una fe basada en
el conocimiento exacto de las Escrituras (Romanos 10:17). Por lo tanto, de tales mujeres pudiera
decirse tambin que Dios no se avergenza de ell[a]s, de ser invocado como su Dios (Hebreos
11:16). Qu gran honor!
Bendecida por su sensatez
10
acaudalado terrateniente israelita llamado Nabal. La sensatez de esta mujer salv muchas vidas y
evit que David, el futuro rey de Israel, se hiciera culpable de derramamiento de sangre. Podemos
leer acerca de Abigail en el captulo 25 de 1 Samuel.
11
El relato comienza con David y sus hombres acampados cerca de los rebaos de Nabal, a
los que protegen da y noche en un acto de bondad para con su hermano israelita, sin cobrarle
nada. Pero las provisiones comienzan a escasear, de modo que David enva a diez jvenes para
que pidan alimento a Nabal, lo que le ofrece a este la oportunidad de demostrar su
agradecimiento a David y de honrarlo como el ungido de Jehov. Pero Nabal hace lo contrario.
En un arrebato de furia, insulta a David y despide a los jvenes con las manos vacas. Cuando
este suceso llega a odos de David, rene a 400 hombres armados y sale a buscar venganza.
Abigail se entera de la spera reaccin de su esposo y acta con rapidez y prudencia para
apaciguar a David envindole un generoso cargamento de provisiones. Luego sale
personalmente a su encuentro (versculos 2-20).
12
Cuando Abigail se encuentra con David, su humilde splica por misericordia revela el
profundo respeto que siente por el ungido de Jehov. Dice: Jehov sin falta le har a mi seor
una casa duradera, porque las guerras de Jehov son lo que mi seor est peleando, y expresa
su conviccin de que Jehov comisionar a David para que sea caudillo de Israel (versculos 2830). Al mismo tiempo, Abigail hace acopio de mucho valor al decirle a David que si no controla su
sed de venganza, terminar hacindose culpable de sangre (versculos 26, 31). La humildad, el
profundo respeto y la lucidez de Abigail hacen que David recobre el juicio y responda: Bendito
sea Jehov el Dios de Israel, que te ha enviado este da a mi encuentro! Y bendita sea tu
sensatez, y bendita seas t que me has restringido este da de entrar en culpa de sangre
(versculos 32, 33).
13
Al regresar a casa, Abigail decide con valenta notificar a su esposo del regalo que le ha
hecho a David. No obstante, lo encuentra borracho a ms no poder, as que espera a que est
sobrio para contrselo. Cmo reacciona Nabal? Se queda completamente anonadado y le
sobreviene lo que pudiera ser una forma de parlisis. Diez das despus Dios le da muerte.
Cuando David se entera, le propone matrimonio a Abigail, a quien sin duda admira y respeta
profundamente, y ella acepta (versculos 34-42).
Podemos ser como Abigail?
14
Sin importar los problemas que una cristiana tenga que soportar en su hogar, conviene
recordar que Jehov siempre est dispuesto a prestarle ayuda (1 Pedro 3:12). Por esa razn, es
imperioso fortalecerse espiritualmente, orar pidiendo sabidura y un corazn calmado.
Es necesario acercarse a Jehov mediante el estudio regular de la Biblia, la oracin, la
meditacin y la compaa de los hermanos en la fe. El amor de Abigail a Dios y el modo de ver a
su siervo ungido no se vieron afectados por la ptica carnal de su esposo; ella se gui por los
principios justos. Aun en un hogar donde el esposo es un siervo de Dios ejemplar, la cristiana
debe esforzarse por fortalecer y conservar su propia espiritualidad. Es cierto que las Escrituras
imponen al esposo la obligacin de cuidar de su esposa espiritual y fsicamente, pero en definitiva
es ella quien debe obrar su propia salvacin con temor y temblor (Filipenses 2:12; 1 Timoteo
5:8).
Recibi galardn de profeta
17
La forma en que Jehov cuid de una viuda pobre en tiempos del profeta Elas evidencia
que l aprecia profundamente a quienes dan de s mismos y de sus recursos para apoyar la
adoracin verdadera. A consecuencia de una larga sequa en tiempos de Elas, el hambre
comenz a afectar a muchas personas, entre las que se contaban una viuda y su joven hijo que
vivan en Sarepta. Justo cuando solo les quedaba alimento para una comida ms, les lleg un
visitante: el profeta Elas. Este hizo una peticin algo extraa. Aunque era consciente de la
situacin de la mujer, le pidi una pequea torta redonda, para lo cual ella tendra que usar todo
el aceite y la harina que le quedaban. Pero el profeta aadi: Porque esto es lo que ha dicho
Jehov el Dios de Israel: El jarro grande de harina mismo no se agotar, y el jarro pequeo de
aceite mismo no fallar hasta el da en que Jehov d un aguacero sobre la superficie del suelo
(1 Reyes 17:8-14).
18
Hoy da, infinidad de cristianas manifiestan el mismo espritu que la viuda de Sarepta. Por
ejemplo, todas las semanas, mujeres altruistas, muchas de las cuales son pobres y tienen
familias que atender, reciben con hospitalidad a los superintendentes viajantes y a sus esposas.
Otras invitan a comer a los ministros de tiempo completo de su localidad, ayudan a los
necesitados o dan de s mismas o de lo que tienen en otros mbitos a fin de apoyar la obra del
Reino (Lucas 21:4). Se fija Jehov en tales sacrificios? Por supuesto que s. Dios no es injusto
para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, por el hecho de que
han servido a los santos y continan sirviendo. (Hebreos 6:10.)
20
Despus de haber vivido Adn sin compaa en el jardn de Edn durante algn tiempo,
Jehov observ: No es bueno que el hombre contine solo. Voy a hacerle una ayudante, como
complemento de l. (Gnesis 2:18.) Aunque Adn era un hombre perfecto, faltaba algo para que
se cumpliera el propsito del Creador. A fin de satisfacer esa necesidad, Jehov cre a la mujer y
uni al primer matrimonio. (Gnesis 2:21-24.)
5
Acaso indican las palabras ayudante y complemento que el papel que Dios asign a la
mujer era degradante? Todo lo contrario. Los escritores de la Biblia muchas veces aplican a Dios
el sustantivo hebreo zer, que se traduce ayudante. Por ejemplo, Jehov es nuestro ayudador
y nuestro escudo. (Salmo 33:20; xodo 18:4; Deuteronomio 33:7.) En Oseas 13:9, Jehov
incluso se refiere a s mismo como el ayudante de Israel. En cuanto a la palabra hebrea
nghedh, que se traduce complemento, un especialista en textos bblicos explica: La ayuda
referida no se limita a secundar al hombre en su trabajo diario o en la procreacin de hijos [...],
sino que es el apoyo mutuo que proporciona el compaerismo.
6
Debi ser despus de la creacin del hombre y la mujer cuando vio Dios todo lo que haba hecho
y, mire!, era muy bueno. (Gnesis 1:28, 31.)
*** it-2 pg. 432 Mujer ***
Privilegios en la congregacin cristiana. En sentido espiritual, no hay distincin entre
hombre y mujer para aquellos a quienes Dios llama a la herencia celestial (Heb 3:1) a fin de ser
coherederos con Jesucristo. El apstol escribe: Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios
mediante su fe en Cristo Jess [...], no hay ni varn ni hembra; porque todos ustedes son una
persona en unin con Cristo Jess. (Gl 3:26-28.) Todos ellos tienen que recibir un cambio de
naturaleza en su resurreccin al ser hechos copartcipes de la naturaleza divina, y en esta
condicin nadie ser mujer, pues entre las criaturas celestiales no existe el sexo femenino, porque
el sexo es el medio otorgado por Dios para la reproduccin de las criaturas terrestres. (2Pe 1:4.)
*** w12 1/9 Dios respeta y valora a la mujer ***
MIENTRAS Jess estuvo en la Tierra, reflej a la perfeccin la personalidad y la forma de
actuar de su Padre celestial. No hago nada por mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas
as como el Padre me ha enseado, explic. Y aadi: Yo siempre hago las cosas que le
agradan (Juan 8:28, 29; Colosenses 1:15). As pues, si queremos hacernos una idea de lo que
Dios piensa de las mujeres y de cmo desea que las traten, nada mejor que analizar el ejemplo
de Jess.
Diversos estudiosos de los Evangelios han concluido que la actitud de Jess hacia la mujer es,
como mnimo, innovadora. En qu sentido? Y ms importante an, es posible que sus
enseanzas tengan algn efecto liberador en las mujeres de la actualidad?
Cmo trat Jess a las mujeres
Jess no las consideraba objetos sexuales. Para muchos lderes religiosos judos, las
mujeres eran una peligrosa fuente de tentaciones y cualquier contacto con ellas poda llevar a la
lujuria. De ah que les prohibieran hablar con hombres en pblico o salir sin cubrirse la cabeza.
Sin embargo, Jess nunca insinu que haba que excluirlas de la vida social. Ms bien, ense
que los hombres tenan que controlar sus deseos carnales y tratarlas con respeto (Mateo 5:28).
En otra ocasin dijo: Cualquiera que se divorcie de su esposa y se case con otra comete
adulterio contra ella (Marcos 10:11, 12). Obviamente, Jess no concordaba con la idea rabnica
tan comn entonces de que los hombres podan divorciarse por toda suerte de motivo (Mateo
19:3, 9). La mayora de los judos tenan un concepto equivocado del adulterio. No crean que un
hombre fuera adltero por acostarse con una mujer que no fuera su esposa. Segn los rabinos,
solo las mujeres eran infieles, nunca los hombres. Como explica cierto comentario bblico, Jess,
al poner al esposo bajo las mismas obligaciones morales que su esposa, elev el nivel y la
dignidad de la mujer.
Beneficio para las mujeres actuales: En las congregaciones de los testigos de Jehov, las
mujeres se relacionan con los varones seguras de que no las mirarn de forma inapropiada ni las
tratarn con excesiva familiaridad. Los hombres cristianos se esmeran por tratar a las mujeres de
ms edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas, con toda castidad (1 Timoteo
5:2).
Jess dedic tiempo a instruirlas. Los rabinos de aquel entonces abogaban por mantener a
las mujeres en la ignorancia. En contraste, Jess dedic tiempo a ensearles la verdad y las
anim a expresar lo que pensaban. Adems, no crea que hubiera que relegarlas a trabajar en la
cocina. Lo demostr cuando en cierta ocasin no le neg a Mara la oportunidad de aprender
(Lucas 10:38-42). Y las respuestas bien pensadas que Marta la hermana de Mara dio a
Jess tras la muerte de Lzaro revelan que ella tambin sac provecho de las enseanzas
cristianas (Juan 11:21-27).
Jess se preocupaba de educar a las mujeres. La mayora de las judas de su tiempo daban
mucho valor a tener un hijo que se convirtiera en alguien importante, sobre todo un profeta. Por
eso, cuando una mujer le dijo feliz es la matriz que te llev, l aprovech para ensearle que es
ms valioso ser obedientes a Dios (Lucas 11:27, 28). As demostr que las mujeres tenan tareas
ms importantes que las que les impona la tradicin (Juan 8:32).
Beneficio para las mujeres actuales: En la congregacin cristiana, los comentarios de las
mujeres durante las reuniones son muy bien recibidos. Los maestros respetan a las mujeres con
madurez cristiana que, en pblico y en privado, son ejemplares, maestras de lo que es bueno
(Tito 2:3). Tambin cuentan con ellas para anunciar las buenas noticias sobre el Reino de Dios
(Salmo 68:11; vase el recuadro Prohibi el apstol Pablo que hablaran las mujeres?, en la
pgina 9).
Jess valoraba a las mujeres. En tiempos bblicos se valoraba ms a los hijos varones.
El propio Talmud deca: Dichoso del que tiene hijos varones, y desdichado del que tiene
mujeres. Una hija era una pesada carga para algunos padres: tenan que encontrarle cnyuge y
pagar la dote, y no podan contar con que los cuidara en su vejez.
En cambio, Jess valoraba tanto la vida de una nia como la de un nio. Tal como resucit al
hijo de la viuda de Nan, resucit a la hija de Jairo (Marcos 5:35, 41, 42; Lucas 7:11-15). En otra
ocasin cur a una mujer que sufra debido a un espritu de debilidad desde haca dieciocho
aos. Hasta la llam hija de Abrahn, una expresin casi desconocida en los escritos judaicos
(Lucas 13:10-16). Con este apelativo digno y carioso demostr que, adems de reconocer a las
mujeres como miembros plenos de la sociedad, respetaba su profunda fe (Lucas 19:9; Glatas
3:7).
Beneficio para las mujeres actuales: Segn cierto dicho asitico, criar una hija es como regar el
jardn del vecino. Sin embargo, el padre cristiano amoroso no se deja llevar por esa forma de
pensar. Al contrario, cuida bien de todos sus hijos, sean nios o nias, y se asegura de que
reciban la educacin y la atencin mdica debida.
Jess confiaba en las mujeres. En los tribunales judos, el testimonio de una mujer vala tan
poco como el de un esclavo. De hecho, el historiador del siglo I Josefo deca: No valdr el
testimonio de mujeres por la frivolidad y temeridad propias de su sexo.
Qu diferente fue Jess! l eligi a mujeres para que anunciaran su resurreccin (Mateo 28:1,
8-10). Es interesante que, aunque estas fieles mujeres haban presenciado la ejecucin y el
entierro de su Seor, hasta a los apstoles les costaba creer lo que ellas decan (Mateo 27:55,
56, 61; Lucas 24:10, 11). Sin embargo, al escoger como primeros testigos de su resurreccin a
unas mujeres, Jess prob que las consideraba tan dignas de ser sus testigos como a cualquier
otro discpulo (Hechos 1:8, 14).
Beneficio para las mujeres actuales: Los varones que tienen responsabilidades en la
congregacin cristiana muestran su consideracin a las mujeres tomando en cuenta lo que
tengan que decir. Los esposos, por su parte, honran a sus esposas escuchndolas con atencin
(1 Pedro 3:7; Gnesis 21:12).
Los principios bblicos hacen ms feliz a la mujer
Quienes imitan a Cristo dan a la mujer la libertad y el respeto que Dios se haba propuesto
para ella cuando la cre (Gnesis 1:27, 28). Los esposos cristianos no promueven actitudes
machistas. Ms bien, se guan por principios bblicos que hacen ms felices a sus esposas
(Efesios 5:28, 29).
Cuando Yelena empez a estudiar la Biblia, sufra en silencio el trato duro e insensible de su
esposo. l se haba criado en un entorno violento, donde eran comunes el rapto de la novia y el
maltrato fsico de la mujer. La Biblia me dio fuerzas explica ella. Aprend que haba un Dios
que me amaba de verdad, me valoraba y se preocupaba por m. Me di cuenta de que mi esposo
poda cambiar si l tambin estudiaba la Biblia. Este sueo suyo por fin se hizo realidad cuando,
con el tiempo, su esposo se bautiz y se convirti en testigo de Jehov. Pas a ser un ejemplo
de autodominio dice Yelena. Y ambos aprendimos a perdonar. Ella reconoce lo siguiente:
celestiales de hombres, mujeres e incluso ngeles. (1 Corintios 6:2, 3.) Si bien es verdad que las
cristianas no podan ensear en las reuniones de congregacin, haba situaciones en las que
podan orar o profetizar. Se las designaba maestras de las jvenes, los nios y las personas
ajenas a la congregacin. (Mateo 24:14; 1 Corintios 11:3-6; Tito 2:3-5; comprese con Salmo
68:11.)
Otro buen indicativo de lo que Pedro quiso decir al ordenar que se asignara honra a la mujer
se encuentra en 2 Pedro 1:17. All leemos que Jehov honr a Jess al aprobarlo ante otros en
estos trminos: Este es mi hijo, mi amado. De igual modo, el esposo debe mostrar que asigna
honra a su esposa mediante sus hechos, tanto en pblico como en privado.
Herederas de la vida
A lo largo de la historia, los hombres generalmente han tributado poca honra y respeto a la
mujer; la han considerado una esclava o un instrumento para su gratificacin personal. El
concepto cristiano de asignar honra a la mujer la sita en un nivel ms elevado de respetabilidad.
El libro Barnes Notes on the New Testament seala que el consejo de Pedro contiene una
verdad fundamental referente al sexo femenino. En todo sistema religioso, exceptuando el
cristiano, se ha juzgado a la mujer inferior al hombre en todos los sentidos. El cristianismo ensea
que [...] ella tiene derecho a la totalidad de las esperanzas y promesas que ofrece la religin. [...]
Esta verdad por s sola sacara al sexo femenino de la condicin denigrada en que se halla a nivel
mundial y acabara de inmediato con la mitad de los males sociales de la humanidad.
En vista de que Cristo es el dueo tanto de los hombres como de las mujeres, los esposos
deben cuidar a sus esposas recordando que ellas son propiedad de Cristo. Inmediatamente
despus de referirse a la mujer como el vaso ms dbil, Pedro aadi: Puesto que ustedes
tambin son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones
no sean estorbadas. (1 Pedro 3:7b.) El apstol indic que el hombre que maltratara a su esposa
daara su relacin con Dios, pues dejara sin efecto sus oraciones.
La expresin vaso ms dbil no pretende en modo alguno insultar a las mujeres. Aunque
Jehov determin que el esposo sera el cabeza de la casa, no autoriza a este a maltratar a la
mujer. Por el contrario, le manda que, conocindola, la cuide y le d honra.
La Biblia exige a los hombres, casados o solteros, que asignen honra a las mujeres y no las
traten como a seres inferiores. Los hombres y las mujeres que adoran a Dios con sinceridad y se
tratan con dignidad recibirn abundantes bendiciones de la mano de Dios. (Comprese con
1 Corintios 7:16.)
Pg. 49 *** w12 1/9 pg. 9 Dios respeta y valora a la mujer ***
[Recuadro de la pgina 9]
Prohibi el apstol Pablo que hablaran las mujeres?
El apstol Pablo recomend que las mujeres guard[aran] silencio en las congregaciones
(1 Corintios 14:34). Qu quiso decir? Consideraba l que no tenan la inteligencia necesaria
para ensear? No pudo ser eso, pues a menudo alab su labor de evangelizacin (2 Timoteo 1:5;
Tito 2:3-5). En una de sus cartas a los corintios, Pablo aconsej no solo a las mujeres, sino
tambin a quienes tenan el don de lenguas y de profetizar que guardaran silencio cuando otro
cristiano estuviera hablando (1 Corintios 14:26-30, 33). Puede que algunas cristianas,
entusiasmadas con lo que estaban aprendiendo, interrumpieran al orador para hacer preguntas,
como se acostumbraba hacer en esa parte del mundo. Por eso, a fin de mantener el orden, Pablo
las anim a interrog[ar] a sus propios esposos en casa (1 Corintios 14:35).
*** g 7/10 Est bien que haya ministras religiosas? ***
La enseanza en la congregacin
No obstante, en la Biblia no hallaremos ninguna indicacin de que las mujeres puedan
ensear frente a la congregacin. Es ms, el apstol Pablo dio la siguiente instruccin: No se
debe permitir que las mujeres hablen en las reuniones. Por qu razn? Entre otras cosas, para
que todo se hiciera de manera correcta y ordenada (1 Corintios 14:34, 40, Nuevo Testamento en
Lenguaje Sencillo, 2000). A fin de que los asuntos de la congregacin fluyan sin complicaciones,
Dios ha encargado a un grupo compuesto por varones la tarea de ensear. Ahora bien, para
formar parte de ese grupo no basta con ser hombre, hay que estar capacitado para presidir y
llenar ciertos requisitos (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9).
Est claro que el papel que Dios ha dado a la mujer no es degradante. Como hemos visto,
Jehov les ha confiado una encomienda muy especial: dar testimonio acerca de l (Salmo 68:11).
Los testigos de Jehov, hombres y mujeres, son ministros que han ayudado a millones de
personas a alcanzar el arrepentimiento y tener la oportunidad de ser salvos (Hechos 2:21;
2 Pedro 3:9). No le parece esto un logro extraordinario?
El orden que Dios ha establecido en la congregacin confiere honra tanto al hombre como a la
mujer y promueve la paz. As pues, tal como los ojos y los odos se complementan en sus
funciones para que un peatn cruce una calle transitada, los hombres y las mujeres cristianos
cumplen con la voluntad divina segn las funciones que les corresponden. Dios, en consecuencia,
bendice con paz a la congregacin (1 Corintios 14:33; Filipenses 4:9).
[Notas]
Cabe sealar que la autoridad en la congregacin tiene lmites. Quienes ocupan puestos de
responsabilidad deben mantenerse sujetos a Cristo y obrar en conformidad con los principios
bblicos (1 Corintios 11:3). Adems, es imprescindible que estn en sujecin los unos a los
otros, sean humildes y estn dispuestos a cooperar (Efesios 5:21).
Adems, cuando las cristianas respetan el papel que Dios ha otorgado a los hombres en la
congregacin, les dan un buen ejemplo a los ngeles (1 Corintios 11:10).
Pg. 50 *** w02 15/7 pg. 26 Preguntas de los lectores *** En qu situaciones es apropiado
que la cristiana se cubra la cabeza por razones espirituales?
Quizs haya situaciones en la vida del matrimonio que requieran que la cristiana se cubra. Por
ejemplo, cuando la familia se junta para estudiar la Biblia o para comer, es el esposo quien
habitualmente dirige la enseanza y representa a todos al orar a Dios. Ahora bien, si el marido
no fuera creyente, esta responsabilidad podra recaer en la esposa. Por consiguiente, cuando ore
en voz alta en nombre de ella y de otras personas, o cuando dirija un curso bblico con sus hijos
en presencia de su cnyuge, la hermana ha de cubrirse. Sin embargo, no es necesario que lo
haga si este no est presente, pues Dios la autoriza a ensear a sus hijos (Proverbios 1:8; 6:20).
*** lv pg. 210 Cundo hay que cubrirse la cabeza, y por qu? ***
Pablo se refiere al segundo mbito, la congregacin, al escribir: Si algn hombre parece
disputar en pro de otra costumbre, nosotros no tenemos otra, ni tampoco las congregaciones de
Dios (versculo 16). Al frente de la congregacin, Jehov ha puesto a hombres bautizados
(1 Timoteo 2:11-14; Hebreos 13:17). As, solo permite que se nombre a varones para que cuiden
Su rebao como ancianos y siervos ministeriales (Hechos 20:28). Pero a veces es preciso que
una cristiana atienda tareas que normalmente corresponden a un varn bautizado y competente.
Por ejemplo, quizs tenga que dirigir una reunin para el servicio del campo porque no haya
ningn hermano capaz. Esta reunin es en realidad una extensin del programa de enseanza de
la congregacin, y debera dirigirla un hermano. Y lo mismo sucede si una cristiana tiene que
dirigir, en presencia de un varn bautizado, un estudio bblico establecido. Por eso, ella deber
cubrirse en reconocimiento de que realiza una funcin propia de un hombre.
Pg. 51 *** w02 15/7 pg. 27 Preguntas de los lectores *** En qu situaciones es apropiado
que la cristiana se cubra la cabeza por razones espirituales?
Deben cubrirse las cristianas que interpretan discursos bblicos a otro idioma, como el
lenguaje de seas, o que leen en voz alta alguna publicacin bblica durante una reunin de la
congregacin? No. Las hermanas que realizan tales labores no presiden ni ensean. De igual
Indica esto que Abigail no respetaba la autoridad de su esposo como cabeza de familia?
De ninguna manera. Recordemos que la vida de muchos hombres inocentes est en juego
porque Nabal trat con falta de respeto al hombre que Dios haba elegido para ser rey. Si ella se
quedara de brazos cruzados, no estara compartiendo hasta cierto grado la culpa de Nabal?
Abigail reconoce que, ahora ms que nunca, le debe obediencia y lealtad a Dios antes que a su
esposo.
*** g 7/10 Est bien que haya ministras religiosas? ***
ME INDIGNA que en la Iglesia nada haya cambiado para nosotras; es increble que una
mujer todava no pueda ser sacerdote, escribi una catlica al diario USA Today. Como ella,
muchas personas piensan que no hay nada malo en ordenar ministras. De hecho, en algunas
religiones ya hay mujeres sacerdotes, as como obispas, pastoras y rabinas.
Las religiones que estn a ambos lados de la controversia las que no creen que las mujeres
deban ser ministras y las que les permiten predicar desde el plpito afirman basarse en las
Escrituras. Sin embargo, la Biblia no apoya ninguna de estas posturas. Entonces, qu es lo que
ensea? Para saber la respuesta, primero hay que entender el uso bblico de la palabra ministro.
Ministras del primer siglo
En qu piensa cuando escucha la palabra ministro? A muchos les viene a la mente la imagen
de un lder religioso hombre o mujer que encabeza el culto en una iglesia. Pero la Biblia
utiliza dicho trmino (en griego dikonos) en un sentido ms amplio. Veamos el caso de Febe, a
quien el apstol Pablo describi como nuestra hermana, que es ministra [o diaconisa] de la
congregacin que est en Cencreas (Romanos 16:1).
Dirigira Febe los servicios religiosos de la congregacin de Cencreas? En qu consista
realmente su ministerio? En la carta a los Filipenses, Pablo dice lo siguiente de ciertas cristianas:
Trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia, es decir, el mensaje
del Reino (cursivas nuestras; Filipenses 4:2, 3, Nueva Traduccin Viviente).
La principal manera en que los primeros cristianos daban a conocer las buenas nuevas era
predicando pblicamente y de casa en casa (Hechos 20:20). Cualquiera que participara en esta
obra era, en efecto, un ministro, incluso si se trataba de una mujer. Pongamos por caso a Priscila.
La Biblia dice que ella y su esposo expusieron con mayor exactitud el camino de Dios a un
hombre devoto que an no se haba bautizado como cristiano (Hechos 18:25, 26). Sin duda, Febe
y Priscila, as como muchas otras mujeres, eran ministras eficaces de las buenas nuevas.
Una tarea digna
Era el ministerio pblico y de casa en casa algo de poca importancia? Sera una tarea
secundaria que se les dejaba a las mujeres, mientras que a los hombres se les conceda el
privilegio de dirigir la congregacin? Para nada. En primer lugar, la Biblia seala que todos los
cristianos predicaban las buenas nuevas, incluso los hombres con responsabilidades de peso
(Lucas 9:1, 2). Y en segundo lugar, el ministerio pblico era al igual que hoy el principal
medio por el que hombres y mujeres cumplan el siguiente mandato de Jess: Hagan discpulos
de gente de todas las naciones, [...] ensendoles (Mateo 28:19, 20).
Adems, hay cristianas a quienes se les ha encomendado otra importante labor. Pablo
escribi: Que las mujeres de edad sean [...] maestras de lo que es bueno; para que hagan
recobrar el juicio a las mujeres jvenes para que estas amen a sus esposos, amen a sus hijos
(Tito 2:3, 4). As que las mujeres con mayor experiencia en la congregacin tienen el privilegio de
ayudar a las ms jvenes a adquirir madurez. Esta tambin es una tarea digna y muy valiosa.
La enseanza en la congregacin
No obstante, en la Biblia no hallaremos ninguna indicacin de que las mujeres puedan
ensear frente a la congregacin. Es ms, el apstol Pablo dio la siguiente instruccin: No se
debe permitir que las mujeres hablen en las reuniones. Por qu razn? Entre otras cosas, para
que todo se hiciera de manera correcta y ordenada (1 Corintios 14:34, 40, Nuevo Testamento en
Lenguaje Sencillo, 2000). A fin de que los asuntos de la congregacin fluyan sin complicaciones,
Dios ha encargado a un grupo compuesto por varones la tarea de ensear. Ahora bien, para
formar parte de ese grupo no basta con ser hombre, hay que estar capacitado para presidir y
llenar ciertos requisitos (1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9).
Est claro que el papel que Dios ha dado a la mujer no es degradante. Como hemos visto,
Jehov les ha confiado una encomienda muy especial: dar testimonio acerca de l (Salmo 68:11).
Los testigos de Jehov, hombres y mujeres, son ministros que han ayudado a millones de
personas a alcanzar el arrepentimiento y tener la oportunidad de ser salvos (Hechos 2:21;
2 Pedro 3:9). No le parece esto un logro extraordinario?
El orden que Dios ha establecido en la congregacin confiere honra tanto al hombre como a la
mujer y promueve la paz. As pues, tal como los ojos y los odos se complementan en sus
funciones para que un peatn cruce una calle transitada, los hombres y las mujeres cristianos
cumplen con la voluntad divina segn las funciones que les corresponden. Dios, en consecuencia,
bendice con paz a la congregacin (1 Corintios 14:33; Filipenses 4:9).
[Notas]
Cabe sealar que la autoridad en la congregacin tiene lmites. Quienes ocupan puestos de
responsabilidad deben mantenerse sujetos a Cristo y obrar en conformidad con los principios
bblicos (1 Corintios 11:3). Adems, es imprescindible que estn en sujecin los unos a los
otros, sean humildes y estn dispuestos a cooperar (Efesios 5:21).
Adems, cuando las cristianas respetan el papel que Dios ha otorgado a los hombres en la
congregacin, les dan un buen ejemplo a los ngeles (1 Corintios 11:10).
*** km 9/01 pg. 3 Seccin de preguntas ***
Qu informacin debe tratarse en las reuniones para el servicio del campo?
El propsito de tales reuniones es ayudarnos a centrarnos en la actividad que realizaremos a
continuacin: el ministerio. Por lo tanto, el conductor tiene que prepararse bien e impartir
informacin animadora, especfica y prctica. Se puede leer y analizar de manera breve el texto
del da si trata directamente de la predicacin. Sin embargo, debera hacerse ms hincapi en la
obra que se est por llevar a cabo y as ayudar a los hermanos a ir mejor preparados al ministerio
(2 Tim. 4:5).
Tambin es adecuado examinar algunos puntos pertinentes de Nuestro Ministerio del Reino a
fin de que todos sepan cul es la publicacin que se ofrecer y cmo hacerlo. Si es un da de
revistas, se puede demostrar una presentacin tomada de Cmo presentar las revistas. Si se
est ofreciendo otra publicacin, se pueden sealar una o dos introducciones del libro
Razonamiento que sean apropiadas para el territorio local. Se podra analizar o demostrar algn
aspecto del ministerio; por ejemplo, cmo utilizar la Biblia en la predicacin, contestar una
objecin, ofrecer un estudio bblico o cultivar el inters.
La reunin ha de durar de diez a quince minutos como mximo, lo que incluye la organizacin
de los grupos, la asignacin del territorio y la oracin. Antes de irse, todos tienen que saber
adnde van y con quin predicarn, y luego se dirigirn al territorio sin demora. Como la reunin
es breve, hay que llegar a tiempo. Debe ser ms breve an si tiene lugar despus de una reunin
de congregacin, como el Estudio de La Atalaya, en cuyo caso no hay necesidad de leer y
comentar el texto diario, puesto que ya se ha analizado un tema bblico.
Se designar con antelacin a los hermanos bautizados cualificados que dirigirn cada
reunin para el servicio del campo. Si hay un da especfico en que a ninguno le es posible
hacerlo, los ancianos nombrarn a las hermanas bautizadas que se encargarn de ello cuando
surja la necesidad. Sentada y con la cabeza cubierta, la hermana analizar con comentarios
breves el texto diario u otros puntos relativos a la predicacin.
Las reuniones para el servicio del campo son excelentes ocasiones de animarnos y
equiparnos para el ministerio. Cuanto mejor se prepare el conductor, ms se beneficiarn todos.
TERCER DIA
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Pg. 56 *** w99 1/6 Ddivas en hombres que cuidan de las ovejas de Jehov ***
Ddivas en hombres que cuidan de las ovejas de Jehov
Cuando ascendi a lo alto se llev cautivos; dio ddivas en hombres. (EFESIOS
4:8.)
GRACIAS por preocuparse tanto por nosotros. Sus sonrisas, su afecto y su inters son
autnticos. Siempre estn all para escucharnos con atencin y compartir con nosotros palabras
de la Biblia que nos elevan el nimo. Pido a Dios que yo nunca d por sentada su ayuda. Estas
fueron las palabras que escribi una hermana cristiana a los ancianos de su congregacin. Es
evidente que el amor de estos pastores cristianos la haba conmovido (1 Pedro 5:2, 3).
2
Los ancianos son una provisin de Jehov para cuidar de Sus ovejas (Lucas 12:32; Juan
10:16). Jehov ama a sus ovejas, las ama tanto que las compr con la sangre preciosa de Jess.
No es de extraar, entonces, que a Jehov le complazca que los ancianos traten con ternura a Su
rebao (Hechos 20:28, 29). Veamos cmo se describe profticamente a estos ancianos o
prncipes: Cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra
la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en pas rido, como la sombra de un peasco
pesado en una tierra agotada (Isaas 32:1, 2). S, tienen que proteger, refrescar y consolar a Sus
ovejas. Los ancianos que pastorean el rebao con compasin procuran hacer lo que Dios espera
de ellos.
3
La Biblia se refiere a estos ancianos como ddivas en hombres (Efesios 4:8). Cuando
pensamos en una ddiva, pensamos en algo que se da para satisfacer una necesidad o para
hacer feliz a quien la recibe. Se puede considerar que el anciano es una ddiva cuando emplea
sus aptitudes para ayudar al rebao y contribuir a su felicidad. Cmo puede lograrlo? La
respuesta, recogida en las palabras de Pablo de Efesios 4:7-16, magnifica el inters amoroso de
Jehov por sus ovejas.
De dnde proceden las ddivas en hombres?
4
Cuando Pablo utiliz la expresin ddivas en hombres, citaba del rey David, que haba
dicho de Jehov: Has ascendido a lo alto; te has llevado cautivos; has tomado dones en la forma
de hombres (Salmo 68:18). Cuando los israelitas llevaban ya aos en la Tierra Prometida,
Jehov ascendi de manera figurativa al monte Sin e hizo de Jerusaln la capital del reino de
Israel, y de David, su rey. Pero quines eran los dones en la forma de hombres? Fueron los
hombres tomados cautivos durante la conquista de la tierra. Algunos de estos se pusieron ms
tarde a disposicin de los levitas para ayudarles en los trabajos del tabernculo (Esdras 8:20).
5
En su carta a los Efesios, Pablo indica que las palabras del salmista tienen un cumplimiento
mayor en la congregacin cristiana. Pablo parafrasea Salmo 68:18 y escribe: A cada uno de
nosotros se le dio bondad inmerecida segn la manera como el Cristo dio por medida la ddiva
gratuita. Por lo cual l dice: Cuando ascendi a lo alto se llev cautivos; dio ddivas en hombres
(Efesios 4:7, 8). En este pasaje Pablo aplica el salmo a Jess como representante de Dios. Jess
venci al mundo con su fiel proceder (Juan 16:33). Tambin triunf sobre la muerte y sobre
Satans cuando fue resucitado por Dios de entre los muertos (Hechos 2:24; Hebreos 2:14). En el
ao 33, Jess resucit y luego ascendi muy por encima de todos los cielos, es decir, por
encima de toda otra criatura celestial (Efesios 4:9, 10; Filipenses 2:9-11). Como vencedor, Jess
tom cautivos de las fuerzas enemigas. De qu manera?
6
Cuando estuvo en la Tierra, Jess demostr su poder sobre Satans al liberar a los que
estaban esclavizados a los demonios. Fue como si invadiera la casa de este, lo atara y le
arrebatara sus bienes (Mateo 12:22-29). Imagnese cunto poda saquear Jess ahora que haba
sido resucitado y haba recibido toda autoridad en el cielo y en la Tierra! (Mateo 28:18.) A partir
del Pentecosts del ao 33, Jess ya ascendido al cielo, estuvo en condicin de despojar la casa
de Satans como representante de Dios, llevndose cautivos a hombres que haban estado por
mucho tiempo esclavizados al pecado y a la muerte, y bajo el control de Satans. Estos cautivos
se convirtieron por voluntad propia en esclavos de Cristo, haciendo de toda alma la voluntad de
Dios (Efesios 6:6). Es como si Jess los hubiera liberado del control de Satans y, en nombre de
Jehov, los hubiese entregado a la congregacin como ddivas en hombres. Es fcil imaginar la
ira y el sentimiento de impotencia de Satans al ver cmo le eran arrebatados en sus propias
narices.
7
En primer lugar, a las ddivas en hombres se las ha provisto con miras al reajuste de los
santos, dice Pablo (Efesios 4:12). El sustantivo griego que se traduce por reajuste se refiere a
la accin de poner en debida alineacin. Como seres humanos imperfectos, todos necesitamos
que se nos reajuste de vez en cuando, es decir, que se ponga nuestro modo de pensar, nuestras
actitudes o nuestra conducta en debida alineacin con el modo de pensar y la voluntad de Dios.
Jehov ha provisto amorosamente las ddivas en hombres para ayudarnos a efectuar los
cambios necesarios. Cmo lo hacen?
9
A veces se pide a un anciano que ayude a una oveja que se ha desviado, que quiz ha dado
un paso en falso antes de darse cuenta de ello. Cmo puede ayudar el anciano? [Tratando] de
reajustar a tal hombre con espritu de apacibilidad, dice Glatas 6:1. Por lo tanto, el anciano
no regaa ni utiliza palabras severas cuando aconseja al que ha errado. El consejo debe animar,
no aterrorizar, al que lo recibe (2 Corintios 10:9; comprese con Job 33:7). Es posible que la
persona ya se sienta avergonzada, de modo que el pastor amoroso procura no aplastar su
espritu. Cuando es evidente que el consejo, e incluso la censura firme, estn motivados por el
amor y se dan con amor, probablemente reajusten el modo de pensar o la conducta del que ha
errado, y logren restaurarlo (2 Timoteo 4:2).
10
Jehov ha provisto las ddivas en hombres que nos reajustan con el propsito de que
sean refrescantes espiritualmente y dignas de que Su pueblo las imite (1 Corintios 16:17, 18;
Filipenses 3:17). Reajustar a los hermanos no solo implica corregir a los que adoptan un mal
proceder, sino tambin ayudar a los fieles a seguir en el buen camino. Con tantos problemas que
causan desnimo, muchos necesitan estmulo para seguir adelante. Es posible que algunos
requieran ayuda tierna para alinear su modo de pensar con el de Dios. Por ejemplo, algunos
cristianos fieles luchan con sentimientos de ineptitud o inutilidad. Estas almas abatidas quiz
piensen que Jehov nunca podr amarlas, ni siquiera aceptar sus mejores esfuerzos por servirle
(1 Tesalonicenses 5:14). Pero este modo de pensar no est de acuerdo con lo que Dios
verdaderamente siente por sus adoradores.
11
Una faceta del amor que ayuda a los ancianos a edificar al rebao es la empata. Tener
empata significa ponerse en el lugar de los dems, identificarse con sus pensamientos y
sentimientos, y tener en cuenta sus limitaciones (1 Pedro 3:8). Por qu es importante que los
ancianos tengan empata? Sobre todo porque Jehov, el que ha provisto las ddivas en
hombres, es un Dios de empata. Cuando sus siervos sufren, se pone en su lugar (xodo 3:7;
Isaas 63:9). Tiene en cuenta sus limitaciones (Salmo 103:14). Cmo, entonces, pueden
demostrar empata los ancianos?
14
En tercer lugar, se ha proporcionado a las ddivas en hombres para que todos logremos
alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios (Efesios 4:13). La
expresin unidad en la fe no solo significa unidad de creencias, sino tambin de creyentes. Esta
es otra razn por la que Dios nos ha dado las ddivas en hombres: para promover la unidad en
Su pueblo. Cmo lo logran?
16
Para empezar, deben mantener la unidad entre ellos. Si los pastores estn divididos, es
posible que descuiden a las ovejas. Quiz dediquen innecesariamente tiempo valioso, que
podran emplear en pastorear al rebao, a largas reuniones y debates sobre asuntos de
importancia secundaria (1 Timoteo 2:8). Los ancianos tal vez no concuerden automticamente en
todos los asuntos que tratan, pues pueden ser hombres con personalidades muy diferentes. La
unidad no significa que no puedan tener opiniones distintas o incluso expresarlas de manera
equilibrada durante una conversacin imparcial. Estos mantienen la unidad escuchndose con
respeto unos a otros sin prejuicios. Y mientras no se viole ningn principio bblico, todos deben
ser flexibles y apoyar la decisin final del cuerpo de ancianos. Su flexibilidad demuestra que estn
dirigidos por la sabidura de arriba, que es pacfica, razonable (Santiago 3:17, 18).
17
Los ancianos tambin se esfuerzan por promover la unidad en la congregacin. Cuando las
influencias divisivas, como el chisme, la tendencia a imputar malos motivos o las actitudes
contenciosas amenazan la paz, ofrecen con presteza consejo til (Filipenses 2:2, 3). Por ejemplo,
tal vez los ancianos vean que algunos hermanos son demasiado crticos o entremetidos en los
asuntos ajenos (1 Timoteo 5:13; 1 Pedro 4:15). Los ancianos intentan ayudar a estos a reconocer
que su proceder es contrario a lo que Dios nos ha enseado y que cada uno debe [llevar] su
propia carga (Glatas 6:5, 7; 1 Tesalonicenses 4:9-12). Les explican con las Escrituras que
Jehov deja muchas cosas a la conciencia individual, y nadie debe juzgar a otros por estos
asuntos (Mateo 7:1, 2; Santiago 4:10-12). Para servir juntos en unidad debe existir un ambiente
de confianza y respeto en la congregacin. Estas ddivas en hombres nos ayudan a mantener
la paz y la unidad ofreciendo consejo bblico cuando es necesario (Romanos 14:19).
Proteccin del rebao
18
En cuarto lugar, Jehov suministra a las ddivas en hombres para protegernos contra la
influencia de todo viento de enseanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de
astucia en tramar el error (Efesios 4:14). La palabra original que se traduce por tretas significa
juego engaoso de dados o habilidad para manipular los dados. No nos recuerda eso la
astucia con la que actan los apstatas? Mediante hbiles argumentos manipulan las Escrituras
para desviar de la fe a los verdaderos cristianos. Los ancianos deben tener cuidado con esos
lobos opresivos (Hechos 20:29, 30).
19
Las ovejas de Jehov necesitan adems proteccin de otros peligros. En tiempos antiguos,
el pastor David tambin protegi de los depredadores a los rebaos de su padre (1 Samuel 17:3436). Hoy pueden surgir, asimismo, ocasiones en las que los pastores cristianos necesiten valor
para proteger al rebao de todo aquel que pueda maltratar u oprimir a las ovejas de Jehov,
particularmente a las ms vulnerables. Los ancianos deben echar con prontitud de la
Qu papel cumpliran los apstoles? A medida que se acercaba el Pentecosts del ao 33,
se hizo evidente que ocuparan un puesto de superintendencia (Hech. 1:20). Sin embargo, cul
sera su principal inters? Jess, ya resucitado, lo dio a entender en una conversacin con el
apstol Pedro (lea Juan 21:1, 2, 15-17). En presencia de otros apstoles le dijo: Apacienta mis
ovejitas. As indic que sus apstoles estaran entre los pocos mediante quienes l alimentara
espiritualmente a los muchos. Qu prueba tan conmovedora del cario que siente Jess por sus
ovejitas!
SE ALIMENTA A LOS MUCHOS DESDE EL PENTECOSTS EN ADELANTE
8
A partir del Pentecosts del ao 33, Cristo resucitado utiliz a sus apstoles como conducto
para alimentar al resto de sus discpulos ungidos (lea Hechos 2:41, 42). Los judos y proslitos
que ese da llegaron a ser cristianos ungidos por espritu reconocieron ese conducto con total
claridad. Plenamente convencidos, continuaron dedicndose a la enseanza de los apstoles.
Segn cierto erudito, el verbo griego que se traduce continuaron dedicndose denota una
permanencia persistente y absoluta, una adhesin total de un grupo orientado hacia un fin
comn. Los nuevos creyentes tenan hambre de alimento espiritual y saban exactamente dnde
obtenerlo. Con completa lealtad, escuchaban a los apstoles mientras estos explicaban lo que
Jess haba dicho y hecho y esclarecan el significado de pasajes de las Escrituras relacionados
con l (Hech. 2:22-36).
Pg. 57 *** w13 15/7 pg. 18 Jess alimenta a muchos por medio de unos pocos ***
MUCHA MALA HIERBA Y POCO TRIGO
13
Jess predijo que la congregacin cristiana sera blanco de ataques. Recuerde que, en una
ilustracin proftica, advirti que en un campo recin sembrado de trigo (los cristianos ungidos) se
sembrara despus mala hierba (los cristianos falsos). Entonces indic que se dejara que ambos
grupos crecieran juntos hasta la siega, la cual vendra en una conclusin de un sistema de
cosas (Mat. 13:24-30, 36-43). No tuvo que pasar mucho tiempo para que sus palabras se
cumplieran.
14
En el siglo primero hubo algunos brotes de apostasa, pero los fieles apstoles de Jess
actuaron de restriccin y mantuvieron a raya la contaminacin e influencia de las doctrinas
falsas (2 Tes. 2:3, 6, 7). Sin embargo, cuando muri el ltimo de los apstoles la apostasa ech
races y se propag durante un perodo de crecimiento que abarc muchos siglos. En ese tiempo,
la mala hierba se hizo mucha pero el trigo fue escaso. No exista ningn conducto organizado que
proporcionara alimento espiritual de manera constante. Llegara el momento en que eso
cambiara. Pero cundo?
NOTA FINAL Prrafo 13: Las palabras del apstol Pablo que se hallan en Hechos 20:29, 30
muestran que la congregacin sera atacada desde dos ngulos. En primer lugar, cristianos falsos
(mala hierba) entrar[an] entre los verdaderos. Y en segundo lugar, algunos de entre los
cristianos verdaderos se haran apstatas y hablaran cosas aviesas, o torcidas.
*** w13 15/7 pgs. 21-23 Quin es el esclavo fiel y discreto? ***
CUNDO SE CUMPLE LA ILUSTRACIN?
4
El contexto muestra que la ilustracin del esclavo fiel y discreto no empez a cumplirse en el
Pentecosts del ao 33, sino en este tiempo del fin. Veamos cmo nos llevan las Escrituras a esa
conclusin.
5
Esta parbola forma parte de la profeca de Jess sobre la seal de [su] presencia y de la
conclusin del sistema de cosas (Mat. 24:3). La primera seccin de la profeca, registrada en
Mateo 24:4-22, tiene dos cumplimientos. El primero tuvo lugar en los aos que transcurrieron
desde el 33 hasta el 70, y el segundo mucho ms abarcador lo estamos viendo en nuestros
das. Significa esto que la parbola de Jess sobre el esclavo fiel tambin tendra dos
cumplimientos? En realidad, no.
6
A partir de las palabras que leemos en Mateo 24:29, Jess se refiri principalmente a
sucesos que ocurriran en nuestros das (lea Mateo 24:30, 42, 44). Hablando de la gran
tribulacin, dijo que los habitantes de la Tierra vern al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes
del cielo. Luego exhort a quienes vivieran en los ltimos das a mantenerse alerta con estas
palabras: No saben en qu da viene su Seor [...], porque a una hora que no piensan que es,
viene el Hijo del hombre. En este contexto al hablar de sucesos que ocurriran en los ltimos
das, Jess relat la parbola del esclavo fiel. As pues, podemos concluir que sus palabras
sobre ese esclavo fiel solo empezaron a cumplirse despus de 1914, cuando comenzaron los
ltimos das. Por qu es lgica esta conclusin?
7
Piense en la pregunta que plante Jess: Quin es, verdaderamente, el esclavo fiel y
discreto[?]. En el siglo primero no tena sentido hacerla. Como vimos en el artculo anterior, los
apstoles realizaban milagros y hasta transmitan dones milagrosos, as que estaba claro que
eran ellos los que tenan el apoyo divino (Hech. 5:12). Por eso, por qu iba alguien a preguntar
quin haba sido nombrado por Jess para dirigir a sus ovejas? Sin embargo, en 1914 la situacin
era muy distinta. La temporada de la cosecha haba empezado ese ao. Por fin era hora de
separar la mala hierba del trigo (Mat. 13:36-43). Pero al empezar la temporada de la cosecha,
haba muchos cristianos falsos que afirmaban ser los verdaderos seguidores de Jess. As que
surgi esta cuestin fundamental: cmo podra reconocerse el trigo, es decir, los cristianos
ungidos? La ilustracin de Jess dio una clave. Los cristianos ungidos seran aquellos que
estuvieran bien alimentados espiritualmente.
QUIN ES EL ESCLAVO FIEL Y DISCRETO?
8
El esclavo fiel debe estar compuesto por cristianos ungidos que vivan en la Tierra. A ellos se
les llama un sacerdocio real, y se les ha encomendado que declaren en pblico las
excelencias de aquel que los llam de la oscuridad a su luz maravillosa (1 Ped. 2:9). Por esta
razn resulta apropiado que miembros de ese sacerdocio real participen directamente en
ensear la verdad a sus hermanos en la fe (Mal. 2:7; Rev. 12:17).
9
Componen el esclavo fiel todos los ungidos que viven en la Tierra? No, la realidad es que
no todos los ungidos participan en proveer alimento espiritual a sus compaeros de creencia de
todo el mundo. Es cierto que entre el trigo hay hermanos ungidos que son siervos ministeriales o
ancianos. Ellos ensean de casa en casa y en sus congregaciones y apoyan con lealtad las
instrucciones que recibimos de la sede mundial, pero no participan en proveer alimento espiritual
a la hermandad. Adems, entre los ungidos hay hermanas humildes que nunca intentaran asumir
la funcin de maestros de la congregacin (1 Cor. 11:3; 14:34).
10
Quin, entonces, es el esclavo fiel y discreto? Segn el patrn que Jess fij de alimentar
a muchos por medio de unos pocos, ese esclavo est compuesto por un pequeo grupo de
hermanos ungidos que participan directamente en preparar y proveer alimento espiritual durante
la presencia de Cristo. A lo largo de los ltimos das, estos hermanos ungidos que constituyen el
esclavo fiel han estado sirviendo juntos en la sede mundial. Hoy, ese esclavo es el grupo de
cristianos ungidos que forman el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehov. Ahora bien, note
que, aunque se trata de un esclavo compuesto por ms de una persona, la palabra esclavo est
en singular. En armona con este hecho, el Cuerpo Gobernante acta como uno solo, es decir,
toma sus decisiones de manera conjunta.
QUINES SON LOS DOMSTICOS?
11
Debe destacarse que, en la ilustracin de Jess, el esclavo fiel y discreto recibe dos
nombramientos distintos. En primer lugar, se le pone a cargo de los domsticos, y en segundo
lugar, de todos los bienes del amo. Puesto que la parbola se cumple exclusivamente en este
tiempo del fin, ambos nombramientos tendran que producirse despus de 1914, cuando
comenz la presencia de Cristo como Rey.
12
Cundo nombr Jess al esclavo fiel sobre sus domsticos? Para averiguar la respuesta,
debemos retroceder al ao 1914, al comienzo de la temporada de la cosecha. Como ya
aprendimos, en ese entonces haba muchos grupos que afirmaban ser cristianos. De entre cul
de ellos seleccionara y nombrara Jess al esclavo fiel? La pregunta se respondi una vez que l
y su Padre vinieron a inspeccionar el templo el sistema de adoracin que Dios ha establecido
, lo que tuvo lugar desde 1914 hasta principios de 1919 (Mal. 3:1). Cunto se alegraron al ver a
un pequeo grupo de leales Estudiantes de la Biblia que demostraban un profundo amor por
Jehov y su Palabra! Por supuesto, necesitaban pulirse en algunos aspectos, pero humildemente
se dejaron moldear durante un breve perodo de prueba y limpieza (Mal. 3:2-4). Aquellos fieles
Estudiantes de la Biblia eran autntico trigo. En 1919, ao en que experimentaron un
resurgimiento espiritual, Jess seleccion de entre ellos algunos hermanos ungidos capacitados
para que compusieran el esclavo fiel y discreto y los nombr sobre sus domsticos.
13
Quines, entonces, son los domsticos? Dicho sencillamente, los que son alimentados.
Al comienzo de los ltimos das, todos los domsticos eran cristianos ungidos. Pero ms tarde, el
grupo de los domsticos lleg a incluir a la gran muchedumbre de otras ovejas. Estas componen
ahora la inmensa mayora del solo rebao que sigue a Cristo (Juan 10:16). Tanto los ungidos
como las otras ovejas se benefician del mismo alimento espiritual que el esclavo fiel proporciona
al tiempo apropiado. Y qu puede decirse de los miembros del Cuerpo Gobernante que hoy
componen ese esclavo fiel y discreto? Ellos tambin necesitan alimentarse espiritualmente, as
que con humildad reconocen que a nivel individual son domsticos como todos los dems
cristianos verdaderos.
14
Jess puso una seria responsabilidad sobre los hombros del esclavo fiel y discreto.
En tiempos bblicos, un esclavo de confianza, o mayordomo, tena a su cargo a todos los siervos
de la casa de su amo (Luc. 12:42, nota). De igual modo, el esclavo fiel y discreto tiene a su cargo
a todos los siervos de Jehov. Entre sus deberes figura supervisar el uso de bienes materiales, la
obra de predicar, la preparacin de asambleas y la produccin de las publicaciones bblicas que
se emplean en el ministerio, en el estudio personal y en las reuniones cristianas. Los domsticos
dependen de todos los recursos espirituales que proporciona este esclavo compuesto.
*** w07 1/4 pgs. 28-30 Seamos humildes y sometmonos a nuestros amorosos pastores **
Cuatro razones para cooperar de buena gana
10
En Hebreos 13:7, 17, que ya hemos citado, el apstol Pablo da cuatro razones para
obedecer sumisamente a los superintendentes cristianos. La primera es que nos han hablado la
palabra de Dios. Recordemos que Jess entrega hombres como ddivas a la congregacin
teniendo en mira el reajuste de los santos (Efesios 4:11, 12). l reajust, o corrigi, la manera de
pensar y comportarse de los cristianos del siglo primero valindose de pastores fieles, algunos de
los cuales escribieron cartas inspiradas a las congregaciones. Mediante estos superintendentes
nombrados por espritu, gui y edific a los primeros cristianos (1 Corintios 16:15-18; 2 Timoteo
2:2; Tito 1:5).
11
En la actualidad, Jess nos dirige a travs del esclavo fiel y discreto, representado por su
Cuerpo Gobernante y los ancianos de la congregacin (Mateo 24:45). Por consideracin al
pastor principal, Jesucristo, seguimos este consejo de Pablo: Respeten a los que trabajan duro
entre ustedes y los presiden en el Seor y los amonestan (1 Pedro 5:4; 1 Tesalonicenses 5:12;
1 Timoteo 5:17).
12
La segunda razn para cooperar con los superintendentes cristianos es que ellos estn
velando por [nuestras] almas. Si perciben en nosotros alguna actitud o comportamiento que
ponga en peligro nuestra espiritualidad, enseguida nos darn el consejo necesario para
reajustarnos (Glatas 6:1). El verbo griego traducido estn velando significa literalmente se
abstienen de dormir. Segn un comentario bblico, implica la vigilancia continua del pastor.
En muchos casos, dicha vigilancia lleva a los ancianos incluso a desvelarse literalmente,
preocupados por nuestro bienestar espiritual. En vista de que estos amorosos pastores hacen
todo lo posible por imitar el tierno cuidado de Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, no
deberamos colaborar de buena gana con ellos? (Hebreos 13:20.)
13
La tercera razn para cooperar de buena gana con los superintendentes es que velan por
nosotros como los que han de rendir cuenta. Estos pastores recuerdan que estn al servicio de
los Pastores celestiales, Jehov Dios y Jesucristo (Ezequiel 34:22-24). Jehov es el Dueo de las
ovejas, a las que compr con la sangre del Hijo suyo, y pedir cuentas a los superintendentes,
quienes deben tratar a Su rebao con ternura (Hechos 20:28, 29). En realidad, todos deberemos
dar cuenta a Jehov por la manera en que respondemos a la direccin divina (Romanos 14:1012). Al obedecer a los ancianos, tambin daremos prueba de que nos sometemos a Cristo,
Cabeza de la congregacin (Colosenses 2:19).
14
Pablo aport una cuarta razn para ser humildes y someternos a los superintendentes
cristianos: Para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sera
gravemente daoso a ustedes (Hebreos 13:17). Dado que tienen los serios deberes de ensear,
pastorear, encabezar la predicacin, criar a sus familias y atender los problemas que surgen en la
congregacin, los ancianos llevan una gran carga (2 Corintios 11:28, 29). Si nos resistiramos a
seguir su direccin, les haramos esa carga an ms pesada, lo que los llevara a suspirar
abrumados. Nuestra actitud poco colaboradora desagradara a Jehov y tal vez nos perjudicara.
Por otro lado, cuando demostramos respeto y un espritu de cooperacin, los ancianos pueden
desempear sus funciones con gozo. Como consecuencia, todos estamos ms unidos y
participamos con ms alegra en la predicacin del Reino (Romanos 15:5, 6).
Pg. 58 *** w07 1/4 pgs. 28-29 prr. 12 Seamos humildes y sometmonos a nuestros
amorosos pastores ***
12
La segunda razn para cooperar con los superintendentes cristianos es que ellos estn
velando por [nuestras] almas. Si perciben en nosotros alguna actitud o comportamiento que
ponga en peligro nuestra espiritualidad, enseguida nos darn el consejo necesario para
reajustarnos (Glatas 6:1). El verbo griego traducido estn velando significa literalmente se
abstienen de dormir. Segn un comentario bblico, implica la vigilancia continua del pastor.
En muchos casos, dicha vigilancia lleva a los ancianos incluso a desvelarse literalmente,
preocupados por nuestro bienestar espiritual. En vista de que estos amorosos pastores hacen
todo lo posible por imitar el tierno cuidado de Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, no
deberamos colaborar de buena gana con ellos? (Hebreos 13:20.)
Pg. 60 *** jl leccin 17 pg. 20 Cmo nos ayudan los superintendentes viajantes? ***
Las Escrituras Griegas Cristianas mencionan frecuentemente a Bernab y al apstol Pablo. Estos
hombres eran superintendentes viajantes que visitaban a las congregaciones de aquel tiempo.
Qu los motivaba? El inters genuino en el bienestar de sus hermanos espirituales. Pablo
manifest su deseo de volver a visitar a los hermanos para ver cmo les iba. No le importaba
recorrer cientos de kilmetros con tal de fortalecerlos (Hechos 15:36). El mismo sentimiento
impulsa a los superintendentes viajantes del da actual.
Primero, deberamos fortificar la mente para actividad. (1 Ped. 1:13.) Para hacer eso, es
necesario tener el punto de vista correcto tocante a la visita y hacer planes especficos a fin de
tener una participacin ms amplia en el ministerio. Puede usted ser precursor auxiliar durante
el mes de la visita del superintendente de circuito? Podra ajustar su rutina diaria para trabajar
en el servicio del campo durante la semana? Podra hacer arreglos para hacer revisitas o
conducir un estudio bblico por la tarde un da de la semana? El superintendente de circuito
gustosamente le acompaara y hasta conducira el estudio, si usted as lo desea.
*** km 6/89 pg. 3 Apoye la visita del superintendente de circuito ***
1
Una vez que se anuncie la visita del superintendente de circuito, podemos comenzar a
prepararnos para esta y hacer ajustes en nuestro horario a fin de dar apoyo pleno a la actividad
especial durante esa semana. Algunos publicadores hacen planes para servir de precursores
auxiliares y as dedicar ms tiempo al ministerio del campo. Otros quizs tomen uno o dos das de
vacaciones para participar en la predicacin. Muchos publicadores hacen arreglos especficos
para trabajar con el superintendente viajante en algn rasgo del servicio. Nuestro apoyo de
corazn al ministerio del campo durante esa semana resultar en muchos galardones.
3
Los informes de los superintendentes viajantes indican que hay lugar para mejorar con
relacin al apoyo que damos a la obra de hacer revisitas y conducir estudios bblicos por las
tardes. Podra usted programar revisitas o un estudio bblico por la tarde durante la visita? El
superintendente de circuito gustosamente lo acompaar, y ser para l un placer conducir el
estudio si usted lo desea.
AYUDA PERSONAL
4
Una de las metas principales del superintendente de circuito es proveer instruccin adicional
a cualquiera que est procurando alcanzar mayores privilegios de servicio. (1 Tim. 3:1.) Tiene
Qu es el aire, o espritu, del mundo? Es la fuerza invisible que influye para mal en las
personas. Cmo? Incitndolas a desobedecer a Dios y promoviendo el deseo de la carne y el
deseo de los ojos (1 Juan 2:16; 1 Timoteo 6:9, 10). Por qu tiene este espritu autoridad, o
poder, sobre la humanidad? Porque apela a sus tendencias pecaminosas, es casi imperceptible,
acta incesantemente y, como el aire, est por todas partes. Y de qu manera opera en la
gente? Favoreciendo el desarrollo gradual de cualidades anticristianas, como el egosmo, el
orgullo, la ambicin, la actitud de independencia moral y la rebelda. En resumen, logra que, poco
a poco, las cualidades del Diablo crezcan en el corazn del hombre (Juan 8:44; Hechos 13:10;
1 Juan 3:8, 10).
Pg. 63 *** w13 15/1 pgs. 14-15 No permita que nada lo aleje de Jehov ***
LAS DIVERSIONES
11
La Biblia no nos condena al aburrimiento ni dice que divertirse sea una prdida de tiempo.
El apstol Pablo le escribi a Timoteo que el entrenamiento corporal es provechoso (1 Tim. 4:8).
Adems, la Biblia afirma que hay tiempo de rer y tiempo de dar saltos, y recomienda
descansar lo suficiente (Ecl. 3:4; 4:6). Pero si no tenemos cuidado, las diversiones podran
alejarnos de Jehov. Para que eso no nos ocurra, hay dos aspectos que debemos tener en
cuenta: el tipo de diversiones que elegimos y el tiempo que les dedicamos.
12
Y ahora hablemos del segundo factor: el tiempo. Dedicamos tanto tiempo a entretenernos
que nos queda poco para participar en las actividades espirituales, como la predicacin o las
reuniones? Si es as, nuestros ratos de ocio no sern tan agradables como podran ser.
La realidad es que quienes mantienen a raya las diversiones las disfrutan ms. Por qu? Porque
saben que ya han hecho las cosas ms importantes, de modo que no se sienten culpables
cuando descansan (lea Filipenses 1:10, 11).
14
Es verdad que pasar mucho tiempo divirtindonos puede ser tentador, pero quizs ese
camino nos distancie de Jehov. Una hermana de 20 aos llamada Kim lo aprendi por
experiencia. Me pasaba todos los fines de semana de fiesta en fiesta: viernes, sbados y
domingos cuenta ella. Pero ahora s que hay muchas cosas ms importantes que hacer. Por
ejemplo, como soy precursora me levanto a las seis de la maana para predicar, as que
no puedo estar divirtindome hasta la una o las dos de la madrugada. Est claro que no todas las
fiestas son malas, pero pueden ser una enorme distraccin. Como en todo, en este asunto
tambin hay que ser equilibrados.
15
Los padres deben atender sus necesidades y las de sus hijos en sentido material, espiritual
y emocional. Eso incluye organizar actividades recreativas. As que si usted es padre, no sea
aguafiestas; aunque debe estar atento a las influencias que pudieran hacerles dao a los suyos,
no piense que todas las diversiones son malas (1 Cor. 5:6). Si hace buenos planes, encontrar
pasatiempos saludables para su familia. De esa manera, usted y sus hijos andarn por un camino
que los acercar ms a Jehov.
Pg. 65 *** Rbi8 pg. 1575 5A Fornicacin Toda clase de relaciones sexuales ilegtimas
Mt 5:32.Gr.: (pornia); lat.: fornictio
La palabra griega pornia tiene un significado amplio. Bajo la palabra pornia, Bauer,
p. 693, dice que significa prostitucin, falta de castidad, fornicacin, de toda clase de relaciones
sexuales ilegtimas.
Al comentar acerca de las palabras de Jess en Mt 5:32 y 19:9, TDNT, tomo VI, p. 592, dice
que [pornia] se refiere a relaciones sexuales extramaritales. Por lo tanto, las
Escrituras usan el trmino pornia con relacin a personas casadas. El mismo diccionario, en la
p. 594, con relacin a Ef 5:3, 5, dice que Pablo se da cuenta de que no toda persona tiene el don
de la continencia, 1 C. 7:7. Como proteccin contra el mal de la fornicacin, el hombre [soltero]
que no tiene [continencia] debe tomar el camino prescrito divinamente del matrimonio legtimo, 1
C. 7:2. Por consiguiente, las Escrituras usan el trmino pornia tambin con relacin a personas
no casadas que participan en relaciones y prcticas sexuales ilegtimas. (Vase 1Co 6:9.)
B. F. Westcott, copartcipe en la preparacin del texto griego de Westcott y Hort, en su obra
Saint Pauls Epistle to the Ephesians, Londres y Nueva York, 1906, p. 76, comenta sobre los
varios significados de pornia en las Escrituras en una nota sobre Ef 5:3, y dice: Este es un
trmino general para toda relacin sexual ilegtima, I) adulterio: Os. ii. 2, 4 (LXX.); Mat. V. 32; XiX.
9; 2) matrimonio ilegtimo, I Cor. V. I; 3) fornicacin, el sentido corriente, como aqu [Ef 5:3]. Por
el sentido corriente obviamente se hace referencia al sentido moderno, limitado, que tiene que
ver solo con personas no casadas.
Adems de este significado literal, en ciertos lugares de las Escrituras Griegas Cristianas
pornia tiene un significado simblico. Acerca de este significado, Zorell Gr, col. 1106, dice bajo
pornia: apostasa de la fe verdadera, cometida o enteramente o en parte, desertar del nico
Dios verdadero Jahv a dioses extranjeros [4Re 9:22; Jer 3:2, 9; Os 6:10, etc.; porque la unin de
Dios con su pueblo se consideraba como cierta clase de matrimonio espiritual]: Rev 14:8; 17:2, 4;
18:3; 19:2. (Los corchetes y letras cursivas son de l; 4Re en LXX corresponde con 2Re en M.)
En el texto griego, pornia aparece en los siguientes 25 lugares: Mt 5:32; 15:19; 19:9; Mr
7:21; Jn 8:41; Hch 15:20, 29; 21:25; 1Co 5:1, 1; 6:13, 18; 7:2; 2Co 12:21; Gl 5:19; Ef 5:3; Col 3:5;
1Te 4:3; Rev 2:21; 9:21; 14:8; 17:2, 4; 18:3; 19:2.
El verbo relacionado pornuo, vertido en NM practicar fornicacin o cometer fornicacin,
aparece en los siguientes ocho lugares: 1Co 6:18; 10:8, 8; Rev 2:14, 20; 17:2; 18:3, 9.
Chismes y calumnias. Los comentarios sobre las vidas ajenas pueden ser inofensivos si
giran en torno a asuntos positivos o tiles, como quin se acaba de bautizar o quin necesita
nimo. Los cristianos del siglo I tambin se interesaban mucho por sus hermanos y hablaban de
ellos sin ninguna malicia (Efesios 6:21, 22; Colosenses 4:8, 9). Lo que no est bien es hacer
comentarios que distorsionen la realidad o revelen detalles de la vida privada. Esa costumbre
pudiera llevarnos incluso a algo ms grave: la calumnia, que se define como acusacin falsa
hecha maliciosamente en contra de alguien con el fin de daarlo o desprestigiarlo (Diccionario
del espaol usual en Mxico). Como ejemplo de claras calumnias, tenemos las mentiras que
lanzaron los fariseos contra Jess con la intencin de desacreditarlo (Mateo 9:32-34; 12:22-24).
Un hecho innegable es que las calumnias generan muchas discordias (Proverbios 26:20.)
12
Maltrato verbal. Como ya vimos, las palabras pueden hacer mucho dao. Y es cierto que la
imperfeccin nos lleva a todos a decir cosas que luego lamentamos. Pero la Biblia nos advierte
que hay una forma de hablar que no es admisible ni en la congregacin ni en la familia. Pablo
exhort a los cristianos: Que se quiten toda amargura maliciosa y clera e ira y gritera y habla
injuriosa (Efesios 4:31). Otras traducciones bblicas vierten habla injuriosa como insultos,
ofensas y lenguaje insultante. Esta forma de hablar que incluye las palabras humillantes, los
comentarios speros y las crticas despiadadas atenta contra la dignidad y la autoestima de las
personas. Y los nios, al ser ms inocentes y tiernos, son especialmente vulnerables (Colosenses
3:21).
14
mentalmente [...] en oscuridad fueron ms all de todo sentido moral, [y] se entregaron a la
conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez (Efe. 4:18, 19).
Pablo tambin mencion la inmundicia en Glatas 5:19. Un telogo britnico seala: En este
caso, el trmino puede referirse ms especialmente a todos los deseos antinaturales. Sin duda,
ningn cristiano puede negar que los actos anteriormente citados son deseos antinaturales
sucios, repugnantes y depravados. En Glatas 5:19-21, el apstol dej claro que los que
practican este tipo de inmundicia no heredarn el reino de Dios. Por lo tanto, qu sucedera si
un cristiano llevara cierto tiempo tal vez un perodo considerable viendo pornografa
repugnante y sexualmente degradante? Si no se arrepintiera y dejara ese vicio, tendra que ser
expulsado para conservar la pureza y el buen espritu de la congregacin cristiana (1 Cor.
5:5, 11).
Es bueno saber que algunos que han estado viendo estos tipos repugnantes de pornografa
han pedido ayuda a los ancianos y han hecho cambios drsticos. Jess advirti a ciertos
cristianos de la antigua Sardis: Fortalece las cosas restantes que estaban a punto de morir, [...]
contina teniendo presente cmo has recibido y cmo oste, y sigue guardndolo, y arrepintete.
Ciertamente, a menos que despiertes [...,] no sabrs de ningn modo a qu hora vendr sobre ti
(Rev. 3:2, 3). No hay duda de que es posible arrepentirse y escapar del fuego de la pornografa
(Jud. 22, 23).
No obstante, ser mucho mejor si cada uno de nosotros toma la firme resolucin de no correr
el ms mnimo riesgo en este campo. Por lo tanto, mantengmonos lo ms lejos posible de
cualquier tipo de pornografa!
Pg. 67 *** w04 1/12 pg. 13 prr. 4 Andemos en la senda de la integridad ***
4
El trmino integridad comunica la idea de ser recto, irreprochable, justo e intachable. Ser
ntegro no solo implica hacer lo que es justo, sino manifestar rectitud moral o devocin a Dios con
corazn completo. Satans cuestion los motivos de Job cuando le dijo a Jehov: Para variar,
srvete alargar la mano, y toca hasta su hueso y su carne, y ve si no te maldice en tu misma cara
(Job 2:5). En efecto, adems de actuar debidamente, hay que tener una motivacin adecuada.
Pg. 68 *** lv cap. 5 pgs. 51-52 Qu implica no ser parte del mundo ***
PERMANECER LEALES AL REINO Y NEUTRALES
3
autoridades que resultan elegidas. Ahora bien, toma la firme decisin de mantenerse neutral en
cuestiones polticas (Mateo 22:21; 1 Pedro 3:16). Pero y si en su pas es obligatorio votar o se
respira un clima hostil hacia quienes no acuden a las urnas? Si su conciencia se lo permite,
podra ir a las cabinas electorales. As, actuara como Sadrac, Mesac y Abednego, quienes, en
circunstancias parecidas, hicieron acto de presencia en la llanura de Dura. Eso s, para no violar
su neutralidad, el cristiano debe tener muy presentes estos seis principios:
*** lv pgs. 212-213 El saludo a la bandera, las votaciones y el servicio civil ***
Saludo a la bandera. Los testigos de Jehov creemos que honrar la bandera con saludos y
reverencias, a menudo mientras se entona un himno, es un acto de culto que atribuye la salvacin
a la patria y a sus lderes, en vez de a Dios (Isaas 43:11; 1 Corintios 10:14; 1 Juan 5:21). Entre
los reyes que recibieron una veneracin as figura Nabucodonosor de Babilonia. Decidido a
demostrar ante sus sbditos su majestad y religiosidad, el poderoso monarca erigi una colosal
estatua y orden que todos se inclinaran ante ella mientras se interpretaba una especie de himno.
Pero tres hebreos Sadrac, Mesac y Abednego se negaron a honrar la imagen, a riesgo de
sufrir la pena de muerte (Daniel, captulo 3).
Qu puede decirse de hoy? En su obra El nacionalismo: una religin, el historiador Carlton
Hayes habla del ritual del nacionalismo moderno y dice: La bandera nacional es el smbolo
principal y objeto central de culto. [...] Los hombres se descubren a su paso; los poetas dedican
odas en su honor; los nios le cantan himnos. Adems, seala que el nacionalismo tambin tiene
sus das santos como el 4 de julio, Da de la Independencia de Estados Unidos, as como
sus santos y hroes y sus templos, o lugares venerados. De igual modo, el Diario Oficial de la
Federacin, de Mxico, indica que el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, son los
Smbolos Patrios y exhorta a rendir culto a los smbolos nacionales. Y ya hace aos, una obra
de consulta mencion que la bandera, como la cruz, es sagrada (The Encyclopedia Americana).
En fecha ms reciente, esa misma obra explic que los himnos nacionales son expresiones
del sentir patritico que suelen incluir invocaciones para que Dios gue y proteja a su pueblo o a
sus dirigentes. As pues, los testigos de Jehov no somos extremistas al opinar que las
ceremonias patriticas donde se saluda la bandera o se toca el himno son actos religiosos. En su
libro Genio y figura del norteamericano, el profesor D. W. Brogan habl de varios juicios que
implicaron a alumnos Testigos que se negaron a rendir homenaje a la bandera estadounidense y
recitar el juramento de lealtad, subrayando el siguiente hecho: La Suprema Corte ha afirmado al
fin [en varias sentencias] que estos ritos cotidianos son de tipo religioso.
Los Testigos tenemos claro que aunque nosotros no participamos en tales actos, pues los
consideramos contrarios a los principios bblicos, las dems personas estn en su perfecto
derecho de hacerlo. Asimismo, respetamos a las banderas como emblemas nacionales y nos
sometemos a los gobiernos legtimos, pues son las autoridades superiores que actan
colectivamente como el ministro de Dios (Romanos 13:1-4). Tambin obedecemos el consejo de
orar respecto a [los] reyes y a todos los que estn en alto puesto. Sin embargo, lo hacemos con
la intencin de que nos permitan seguir llevando una vida tranquila y quieta con plena devocin
piadosa y seriedad (1 Timoteo 2:2).
*** lv cap. 5 pg. 55 Qu implica no ser parte del mundo ***
[Ilustracin y recuadro de la pgina 55]
ME MANTENGO NEUTRAL?
Principio: Mi reino no es parte de este mundo (Juan 18:36).
Preguntas para meditar
Cmo explicara yo que el saludo a la bandera es un tipo de idolatra? (xodo 20:4, 5; 1 Juan
5:21.)
Jams debemos olvidar que el mensaje que proclamamos no procede de nosotros, sino de
Jehov. (Jer. 1:9.) Debemos prestar cuidadosa atencin al mandato: Invoquen su nombre. Den a
conocer entre los pueblos sus tratos [...] en toda la tierra. (Isa. 12:4, 5.) l ha tolerado el trato
injusto de sus siervos por una razn especfica, a saber, para que [su] nombre sea declarado en
toda la tierra. (xo. 9:16.) Estamos efectuando la obra que Jehov ha ordenado y es l quien nos
da valor para hablar con denuedo. (Hech. 4:29-31.) Esta es la obra ms importante, benfica y
urgente que ha de llevarse a cabo en los ltimos das del viejo sistema.
12
Comprender estas cosas nos da el valor que necesitamos para adoptar una actitud firme en
contra de Satans y de este mundo. (1 Ped. 5:8, 9.) Saber que Jehov est de nuestro lado nos
hace ser animosos y fuertes, y disipa todo temor hacia quienes nos persiguen. (Deu. 31:6; Heb.
13:6.) Aunque siempre seremos discretos, razonables y prudentes en nuestro trato con los
opositores, mostraremos con claridad que estamos resueltos a obedecer a Dios como
gobernante ms bien que a los hombres. (Hech. 5:29.) Cuando consideremos prudente hablar en
nuestra defensa, lo haremos. (1 Ped. 3:15.) Sin embargo, no perderemos el tiempo disputando
con opositores testarudos que solo procuran desacreditarnos. En lugar de sulfurarnos o tratar de
desquitarnos por sus calumnias o acusaciones falsas, simplemente los dejaremos. (Mat. 15:14.)
*** w11 15/1 pgs. 29-30 prr. 15 Poder para superar todas las dificultades ***
15
A causa de su fe, Pablo tuvo que enfrentarse a muchas situaciones que pusieron en peligro
su vida (2 Cor. 11:23-28). Qu le ayud a no perder el equilibrio ni la estabilidad emocional?
La oracin y la confianza en Jehov. Durante un perodo de grandes pruebas, que probablemente
culmin en su martirio, escribi: El Seor estuvo cerca de m y me infundi poder, para que por
medio de m la predicacin se efectuara plenamente y todas las naciones la oyeran; y fui librado
de la boca del len (2 Tim. 4:17). De modo que el apstol saba muy bien lo que deca cuando
exhort a sus hermanos: No se inquieten por cosa alguna (lase Filipenses 4:6, 7, 13).
*** w10 15/11 pg. 32 prr. 20 Decididos a andar en integridad ***
20
Job se mantuvo fiel porque quera mucho a Jehov, y este le correspondi demostrndole
su cario y socorrindolo. Por eso, el patriarca le dijo: Vida y bondad amorosa [o, segn la nota,
amor leal] has obrado conmigo; y tu propio cuidado ha guardado mi espritu (Job 10:12). Pero
Job tambin trat con amor leal a quienes lo rodeaban, pues comprenda que si no lo haca,
terminara perdiendo el temor de Dios (Job 6:14). As es, las personas ntegras aman a Jehov y
al prjimo (Mat. 22:37-40).
*** w03 1/10 pg. 13 prr. 18 Perseguidos por causa de la justicia ***
18
Es difcil prepararse fsicamente para la persecucin debido a que uno no sabe exactamente
cul ser la situacin. Hasta que ocurra en realidad, uno no sabe si se pondr en vigor una
proscripcin estricta o una sin trabas, o incluso qu se proscribir. Quizs lo nico que se prohba
sea la obra de predicar de casa en casa, o tal vez las reuniones religiosas. A veces se disuelve la
organizacin legal de los testigos de Jehov o se encarcela inmediatamente a ciertos individuos.
Podemos tener presentes varios lugares donde se pudiera ocultar literatura si fuera necesario
hacerlo. Pero aparte de eso, hay pocas cosas que podemos hacer para prepararnos en sentido
fsico.
7
Sin embargo, usted puede preparar la mente y el corazn, y esto es mucho ms importante.
Fije el pensamiento en la razn por la que se permite la persecucin y por qu tal vez se le lleve
ante gobernantes. Para un testimonio, dijo Jess. (Mateo 10:16-19.) Si el corazn suyo est
completamente preparado para mantenerse fiel prescindiendo de lo que suceda, Jehov puede
darle a conocer la manera sabia de actuar cuando sea necesario. Por eso, cmo podemos
prepararnos en sentido espiritual para la persecucin?
Cmo trata usted con la gente?
8
Nosotros, tambin, podemos estar seguros de que en alguna ocasin tendremos que
aguantar insultos [...] por Cristo. Tal vez se nos maltrate de manera verbal o hasta fsica.
Soportaremos tal maltrato? Bueno, qu punto de vista tenemos ahora de nosotros mismos?
Nos tomamos demasiado en serio y reaccionamos rpidamente ante insultos verdaderos o
imaginados? Si as es, entonces, por qu no nos esforzamos por cultivar gran paciencia, [...]
apacibilidad, gobierno de uno mismo? (Glatas 5:22, 23.) Esto ser un entrenamiento excelente
para la vida cristiana ahora, y podra salvarnos la vida en tiempos de persecucin.
Qu punto de vista tiene usted del servicio del campo?
10
A menudo, la primera cosa que se restringe bajo una proscripcin es la predicacin pblica
de las buenas nuevas. Sin embargo, la obra de predicar y hacer discpulos es vital en estos
ltimos das. De qu otro modo aprender la gente acerca del Reino de Dios? Por eso, la
reaccin apropiada a una proscripcin de ese tipo es la que expresaron los apstoles cuando los
lderes religiosos judos trataron de proscribir su actividad de predicar. (Hechos 5:28, 29.) Debido
a una proscripcin, tal vez se obstaculicen algunos medios utilizados para predicar. Pero hay que
llevar a cabo la obra de alguna manera. Tendra usted las fuerzas para continuar predicando
bajo la presin de la persecucin?
11
Bueno, qu punto de vista tiene usted ahora de la obra de predicar? Permite que
obstculos insignificantes le estorben y le hagan irregular en el servicio del campo? Si as es,
qu hara bajo una proscripcin? Teme usted a los hombres ahora? Est dispuesto a predicar
de casa en casa en la calle donde usted vive? Teme predicar a solas? En algunos pases, el que
dos personas trabajen juntas en la predicacin frecuentemente llama mucho la atencin. Por eso,
donde no sea peligroso hacerlo, por qu no predica a solas de vez en cuando ahora? Ser buen
entrenamiento.
12
Participa usted en la obra con las revistas en las calles? Tiene el valor y la iniciativa de
crear oportunidades para dar un testimonio informal? Trabaja los territorios de negocios? Tiene
miedo de abordar a personas acaudaladas o influyentes? Si solamente participa en ciertos rasgos
de la predicacin, qu hara si, bajo proscripcin, ya no se pudiera predicar as?
13
Reconoce usted que tiene cierta debilidad en algn aspecto? Ahora es el tiempo de
trabajar en ello. Aprenda a confiar en Jehov y llegue a ser un ministro ms capacitado. Entonces
estar mejor equipado para predicar ahora y mejor preparado para perseverar en tiempos de
persecucin.
Es usted confiable?
14
A travs de las Escrituras Griegas Cristianas se hace mencin de personas que eran firmes
columnas de la congregacin. Por ejemplo, Onesforo ayud valerosamente a Pablo cuando este
estaba encarcelado en Roma. (2 Timoteo 1:16.) Febe fue recomendada debido a su duro trabajo
en la congregacin de Cencrea. (Romanos 16:1, 2.) Tales hombres y mujeres tienen que haber
sido una influencia estabilizadora cuando se desat la persecucin. Se mantuvieron despiertos,
estuvieron firmes en la fe, se portaron como hombres y se hicieron poderosos. (1 Corintios
16:13.)
15
Todos los cristianos, especialmente los ancianos, deben tratar de progresar y llegar a ser
como los cristianos primitivos, que eran firmes. (1 Timoteo 4:15.) Aprenda a mantener en secreto
los asuntos confidenciales y a tomar decisiones basadas en principios bblicos. Aprenda a
discernir cualidades cristianas en otras personas, a fin de que sepa quin podr ser confiable bajo
presin. Esfurcese, con la fortaleza que Jehov imparte, por llegar a ser una columna de la
congregacin donde est, alguien que ayude a otros en lugar de alguien que siempre necesite la
ayuda de otros. (Glatas 6:5.)
Se lleva usted bien con la gente?
16
El apstol Pablo nos anima: Vstanse de los tiernos carios de compasin, bondad,
humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia. Continen soportndose los unos a los otros y
perdonndose sin reserva los unos a los otros. (Colosenses 3:12, 13.) Es esto fcil para usted?
En los pases donde las reuniones estn proscritas, los cristianos se renen con regularidad
en grupos pequeos. En tales circunstancias, los defectos se hacen aun ms evidentes. Por eso,
por qu no se prepara ahora para soportar las debilidades de otros, as como ellos
indudablemente estn soportando las suyas? No critique a otras personas, pues esto las
desanima muchsimo. Adems, adistrese y adiestre a sus hijos a respetar la propiedad de otras
personas cuando asistan a los estudios de libro de congregacin. Bajo persecucin, dicho respeto
fomentar relaciones pacficas.
Tiende usted a inquirir por curiosidad?
18
Por naturaleza, algunos de nosotros tendemos a inquirir mucho por curiosidad. No podemos
resistir no estar enterados. Tiene usted tal tendencia? Si as es, considere lo siguiente: A
veces, cuando se ha proscrito la obra de los testigos de Jehov, las autoridades tratan de
averiguar los arreglos de organizacin de los Testigos y los nombres de los superintendentes
responsables. Si usted estuviera enterado de estos datos, se le podra someter a maltrato fsico
en un esfuerzo por obligarlo a divulgarlos. Y si de veras los divulgara, la obra de sus hermanos
podra afectarse gravemente. Por eso a veces es ms seguro saber slo lo que uno tiene que
saber, y nada ms.
19
Puede usted adiestrarse en eso ahora? Claro que s! Por ejemplo, si un comit judicial de
la congregacin estuviera atendiendo un caso, las personas deberan quedar satisfechas con lo
que los ancianos consideren que sea apropiado decir y no curiosear para enterarse de algunos
detalles. Ni las esposas ni los hijos de los ancianos deberan tratar de ejercer presin sobre estos
para que revelen asuntos confidenciales. En todos los aspectos, debemos aprender a no
entremeternos en lo que no nos atae. (2 Tesalonicenses 3:11.)
Es usted un estudiante de la Biblia?
20
El cultivar esta confianza es importante tambin. Los ancianos de la congregacin son parte
de la provisin de Dios para protegernos. Los ancianos tienen que obrar de manera digna de
confianza, y el resto de la congregacin tiene que aprender a confiar en ellos. (Isaas 32:1, 2;
Hebreos 13:7, 17.) Ms importante an, debemos aprender a confiar en el esclavo fiel y
discreto. (Mateo 24:45-47.)
24
Despus de haber sufrido persecucin, el envejecido apstol Juan nos dice: Todo lo que ha
nacido de Dios vence al mundo. Y sta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
(1 Juan 5:4.) Usted no puede vencer por sus propias fuerzas. Satans y su mundo son ms
fuertes que usted. Pero no son ms fuertes que Jehov Dios. Por consiguiente, si obedecemos
los mandatos de Dios, pedimos en oracin que Su espritu nos sostenga y confiamos
completamente en l para que nos d la fortaleza para perseverar, entonces podremos salir
victoriosos. (Habacuc 3:13, 18; Revelacin 15:2; 1 Corintios 15:57.)
26
En todos los pases hay cristianos que sufren persecucin, ya sea por cnyuges opositores
o de alguna otra manera. En algunos pases, todos los siervos de Dios estn sufriendo debido a
acciones oficiales por parte del gobierno de la localidad. Pero aunque usted ahora mismo no est
sufriendo personalmente oposicin o alguna dificultad extraordinaria, recuerde que eso podra
ocurrir en cualquier momento. Jess dijo que la persecucin de los cristianos sera parte de la
seal del tiempo del fin; por lo tanto, siempre deberamos estar a la expectativa de ella. (Mateo
24:9.) Por eso, por qu no se prepara para ella ahora? Resulvase a que, prescindiendo de lo
que haya por delante, su conducta siempre traiga alabanza a su Padre celestial, Jehov Dios.
(Proverbios 27:11.)
*** w00 1/4 pg. 22 prr. 17 Los que pelean contra Dios no prevalecern ***
17
Nuestros enemigos luchan contra nosotros sin causa, pero no nos acobardamos (Salmo
109:1-3). Nunca permitiremos que los que odian el mensaje bblico nos intimiden ni nos hagan
transigir. Aunque esperamos que nuestra lucha espiritual se intensifique, sabemos cul ser el
resultado. Al igual que Jeremas, experimentaremos el cumplimiento de las siguientes palabras
profticas: De seguro pelearn contra ti, pero no prevalecern contra ti, porque: Yo estoy contigo
es la expresin de Jehov para librarte (Jeremas 1:19). En efecto, sabemos que los que
pelean contra Dios no prevalecern.
*** w96 1/5 pg. 10 prr. 3 Dios y el Csar ***
3
De igual manera, el Estado ejerce su autoridad solamente porque Dios, como Gobernante
Soberano, se lo permite. (Juan 19:11.) En este sentido puede decirse que las autoridades que
existen estn colocadas por Dios en sus posiciones relativas. Comparada con la autoridad
soberana y suprema de Jehov, la del Estado es mucho menor. Sin embargo, las autoridades
civiles son ministros de Dios, siervos pblicos de Dios, por cuanto prestan servicios necesarios,
velan por el mantenimiento de la ley y el orden y castigan a los que obran mal. (Romanos
13:1, 4, 6.) Los cristianos, pues, deben entender que por el hecho de que Satans sea el
gobernante invisible de este mundo, o sistema, no estn sometindose a l cuando reconocen
que deben sujecin relativa al Estado; ms bien, estn obedeciendo a Dios. Todava en este ao
de 1996 el Estado poltico forma parte del arreglo de Dios, un orden temporal cuya existencia
Dios permite y el cual sus siervos terrenales han de aceptar como tal. (Romanos 13:2.)
Poco antes de su muerte, Jess dijo al representante especial del emperador romano en
Judea: Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis
servidores habran peleado para que yo no fuera entregado a los judos. Pero, como es el caso,
mi reino no es de esta fuente. (Juan 18:36.) Hasta que su Reino acabe con la dominacin de los
gobiernos polticos, los discpulos de Cristo imitan su ejemplo: obedecen a las autoridades
establecidas, pero no interfieren en sus empresas polticas. (Daniel 2:44; Mateo 4:8-10.) Jess
formul una pauta para sus discpulos cuando dijo: Paguen a Csar las cosas de Csar, pero a
Dios las cosas de Dios. (Mateo 22:21.) Anteriormente, en el Sermn de la Montaa, haba dicho:
Si alguien bajo autoridad te obliga a una milla de servicio, ve con l dos millas. (Mateo 5:41.) El
contexto indica que Jess estaba ilustrando el principio de sumisin espontnea a las exigencias
legtimas, ya en las relaciones humanas, ya en los requerimientos gubernamentales que se
conformen a la ley divina. (Lucas 6:27-31; Juan 17:14, 15.)
*** w96 1/5 pgs. 12-13 prr. 11 Dios y el Csar ***
11
En consonancia con este principio, el apstol Pablo exhort a los cristianos de Roma poco
ms de veinte aos despus de la muerte de Cristo: Toda alma est en sujecin a las
autoridades superiores. (Romanos 13:1.) Y aproximadamente diez aos ms tarde, poco antes
de su segundo encarcelamiento y martirio en Roma, escribi a Tito: Contina recordndoles [a
los cristianos cretenses] que estn en sujecin y sean obedientes a los gobiernos y a las
autoridades como gobernantes, que estn listos para toda buena obra, que no hablen
perjudicialmente de nadie, que no sean belicosos, que sean razonables, y desplieguen toda
apacibilidad para con todos los hombres. (Tito 3:1, 2.)
*** w96 1/5 pg. 15 prr. 2 Paguemos al Csar las cosas del Csar ***
2
Por supuesto, la principal preocupacin de los siervos de Jehov es pagar a Dios las cosas
de Dios. (Salmo 116:12-14.) Pero no por ello se olvidan de que Jess dijo que deban dar ciertas
cosas al Csar. Su conciencia enseada por la Biblia requiere que analicen bajo oracin hasta
dnde pueden llegar al dar al Csar lo que este pide. (Romanos 13:7.) Muchos juristas de
tiempos modernos reconocen que la potestad del Estado tiene lmites y que los pueblos y
gobiernos de todas partes estn sometidos a la ley natural.
*** w96 1/5 pg. 16 prr. 6 Paguemos al Csar las cosas del Csar ***
6
El apstol Pablo tambin escribi: Glorifico mi ministerio. (Romanos 11:13.) No cabe duda
de que debemos copiar su ejemplo. Tanto si somos ministros de tiempo completo como si no,
tengamos en cuenta que es Jehov mismo quien nos ha asignado nuestro ministerio. (2 Corintios
2:17.) Siendo que algunas personas pueden cuestionar nuestra postura, es preciso que todo
cristiano dedicado y bautizado est pronto a suministrar prueba contundente y positiva de que es
en verdad ministro de las buenas nuevas. (1 Pedro 3:15.) Adems, su conducta da prueba de su
ministerio. Como ministro de Dios ha de abogar por la sana moral y practicarla, defender la
unidad familiar, ser honrado y observar la ley y el orden. (Romanos 12:17, 18; 1 Tesalonicenses
5:15.) Las cosas ms importantes en la vida del cristiano son su relacin con Dios y el ministerio
que l le ha asignado. No puede renunciar a ellas a instancias del Csar, pues es obvio que se
cuentan entre las cosas de Dios.
*** w96 1/5 pg. 19 prr. 15 Paguemos al Csar las cosas del Csar ***
15
Ahora bien, qu har el cristiano que vive en un pas donde no se exime a los ministros
religiosos? Entonces deber tomar una decisin personal siguiendo los dictados de su conciencia
educada por la Biblia. (Glatas 6:5.) Tomar en cuenta la autoridad del Csar sin dejar de sopesar
cuidadosamente lo que debe a Jehov. (Salmo 36:9; 116:12-14; Hechos 17:28.) Recordar que la
marca del cristiano genuino es el amor que le tiene a todos sus hermanos en la fe, incluidos
aquellos que viven en otros pases o son de otra tribu. (Juan 13:34, 35; 1 Pedro 2:17.) Tampoco
olvidar los principios bblicos contenidos en pasajes como Isaas 2:2-4; Mateo 26:52; Romanos
12:18; 14:19; 2 Corintios 10:4, y Hebreos 12:14.
*** w96 1/5 pg. 20 prr. 20 Paguemos al Csar las cosas del Csar ***
20
Los testigos de Jehov saben que deben sujecin a las autoridades superiores, esto es, los
dirigentes gubernamentales. (Romanos 13:1.) Por consiguiente, su conciencia educada por la
Biblia les permite satisfacer las exigencias legtimas del Csar, o el Estado. Los verdaderos
cristianos, por ejemplo, figuran entre los contribuyentes ms ejemplares de la Tierra. El peridico
alemn Mnchner Merkur inform lo siguiente de los testigos de Jehov: Son las personas ms
honradas y puntuales en el pago de impuestos de la Repblica Federal. En Italia, el peridico La
Stampa coment: No hay ciudadanos ms leales: no tratan de evitar el pago de los impuestos
ni procuran lucrarse evadiendo leyes inconvenientes. Los siervos de Jehov lo hacen por causa
de su conciencia. (Romanos 13:5, 6.)
8
Se circunscriben las cosas de Csar solo al pago de impuestos? No. Pablo incluy otras,
como el temor y la honra. En su Critical and Exegetical Hand-Book to the Gospel of Matthew
(Manual crtico y exegtico del Evangelio de Mateo), el erudito alemn Heinrich Meyer escribi:
Por [las cosas del Csar] [...] no hemos de entender meramente el impuesto civil, sino todo
aquello a lo que el Csar tena derecho en virtud de su legtimo regir. El historiador E. W. Barnes,
en su obra The Rise of Christianity (La aparicin del cristianismo), coment que el cristiano
pagara los impuestos que debiera y aceptara asimismo toda otra obligacin impuesta por el
Estado, siempre y cuando no se le exigiera dar al Csar las cosas que fueran de Dios.
*** w96 1/5 pg. 20 prr. 22 Paguemos al Csar las cosas del Csar ***
22
Como cristianos que somos, no dejaremos de rendir al que pide honra, dicha honra.
(Romanos 13:7.) Respetaremos el orden y procuraremos ser ciudadanos pacficos y observantes
de la ley. (Salmo 34:14.) Incluso podremos orar respecto a reyes y a todos los que estn en alto
puesto cuando estos funcionarios deban tomar decisiones que afecten nuestra vida y labor
cristianas. Como resultado de pagar al Csar las cosas del Csar, esperamos seguir llevando
una vida tranquila y quieta con plena devocin piadosa y seriedad. (1 Timoteo 2:1, 2.) Ante todo,
seguiremos predicando las buenas nuevas del Reino como la nica esperanza para la
humanidad, pagando escrupulosamente a Dios las cosas de Dios.
Pg. 73 *** km 8/10 pgs. 3-4 Predicar informalmente? Claro que usted puede! ***
1
Los evangelizadores del primer siglo a menudo predicaron de manera informal. Por ejemplo,
cuando atravesaba Samaria, Jess le predic a una mujer que sacaba agua de la fuente de
Jacob (Juan 4:6-26). Con cierto funcionario de la corte etope que iba leyendo del libro de Isaas,
Felipe inici la conversacin preguntndole: Verdaderamente sabes lo que ests leyendo?
(Hech. 8:26-38). Mientras estuvo prisionero en Filipos, Pablo le predic a un carcelero (Hech.
16:23-34). Y ms tarde, el mismo Pablo reciba amablemente a todos los que venan a l
durante su arresto domiciliario, predicndoles el reino de Dios y enseando las cosas respecto al
Seor Jesucristo (Hech. 28:30, 31). Si ellos lo hicieron, usted tambin puede, aunque sea tmido.
Cmo?
3
Para empezar. A muchos se nos hace difcil comenzar una conversacin con un extrao.
Aun tratndose de un conocido, pudiramos sentirnos un tanto incmodos y no atrevernos a
hablar de la verdad. Pero si meditamos en lo bueno que es Jehov, en los tesoros espirituales
que nos ha dado y en la lamentable situacin en que se halla la gente del mundo, nos brotar el
deseo de expresarnos (Jon. 4:11; Sal. 40:5; Mat. 13:52). Adems, podemos pedirle a Jehov que
nos d valor (1 Tes. 2:2). Como dijo cierto estudiante de Galaad: A menudo he hallado que la
oracin me ayuda cuando se me dificulta hablar con la gente. Si se siente inseguro, haga en
silencio una corta oracin (Neh. 2:4).
4
Tal como su nombre lo indica, para predicar informalmente no hace falta una introduccin
formal o empezar leyendo un texto bblico. La meta incluso puede ser sencillamente entablar
conversacin, sin sentir la obligacin de dar testimonio de inmediato. Muchos hermanos dicen
que, despus que logran dar este paso, se sienten ms cmodos para mencionar las buenas
nuevas. Ahora bien, si la persona no desea conversar, no fuerce la situacin. Despdase
cortsmente y siga adelante.
5
Una hermana tmida tiene su propio mtodo: mientras anda de compras, mira a alguien a los
ojos y le sonre. Si le devuelven la sonrisa, ella hace un comentario pasajero. Cuando la persona
reacciona bien, eso le da confianza y prosigue la conversacin. Escucha con atencin y trata de
discernir qu aspecto de las buenas nuevas pudiera interesarle. De este modo ha dejado muchas
publicaciones en manos de la gente y hasta pudo comenzar un estudio.
6
Para romper el hielo. Qu podemos decir para empezar? Recuerde: con la mujer en el
pozo, Jess comenz simplemente pidiendo un poco de agua (Juan 4:7). As que tal vez un
saludo o una pregunta amable sirvan para romper el hielo. Conforme vayan hablando, quizs
usted vea oportuno introducir un pensamiento bblico que pudiera sembrar la semilla de la verdad
(Ecl. 11:6). A algunos les ha dado buenos resultados mencionar algo interesante, que despierte la
curiosidad de la persona y d pie a una pregunta. Por ejemplo, mientras espera su cita mdica,
podra decir: Qu contento me pondr cuando se acaben las enfermedades!.
7
Tambin ayuda ser observador. Por ejemplo, si notamos que los nios de alguien se portan
bien, podramos elogiar a la persona y preguntarle: Cmo logra educarlos tan bien?. Una
hermana pone atencin a los temas sobre los que hablan sus compaeros de trabajo y luego les
entrega informacin especfica de acuerdo con lo que les interese. Por ejemplo, una vez se enter
de que una compaera pensaba casarse, as que le llev una revista Despertad! que daba ideas
para planear una boda. El resultado fue una conversacin sobre temas bblicos.
8
Otra forma de comenzar conversaciones es leyendo nuestras publicaciones donde otros nos
vean. Un hermano abre La Atalaya o Despertad! en un artculo que llame la atencin y comienza
a leerlo en silencio. Si nota que alguien por ah est mirando la revista, le hace una pregunta o un
comentario sobre el artculo. A menudo, su mtodo conduce a una conversacin y l puede dar
testimonio. Incluso algo tan simple como dejar una publicacin donde otros la vean puede hacer
que compaeros de trabajo o de escuela sientan suficiente curiosidad como para hacer
preguntas.
Pg. 74 *** km 1/06 pg. 1 Mostremos inters personal haciendo preguntas y escuchando
***
A la mayora de las personas les gusta exponer sus puntos de vista, pero les desagrada que
alguien las sermonee o las interrogue. Por eso, los ministros cristianos debemos aprender el arte
de usar las preguntas para que nuestros oyentes se expresen (Pro. 20:5).
2
Cmo lograr que se expresen. Si las personas estn dispuestas a expresarse, escuche con
paciencia sin interrumpirlas innecesariamente (Sant. 1:19). Agradzcales sus comentarios (Col.
4:6). Quiz baste con decir: Esa es una opinin muy interesante. Encmielas con sinceridad
siempre que pueda. De manera bondadosa, hgales otras preguntas para averiguar lo que
piensan y por qu opinan as. Busque un terreno comn. Para dirigirlas a un texto bblico, podra
decir: Ha pensado alguna vez en esta posibilidad?. No sea dogmtico ni discuta (2 Tim.
2:24, 25).
4
La forma en que los oyentes respondan a nuestras preguntas bien puede depender de cmo
escuchemos nosotros. Las personas perciben si de verdad les estamos prestando atencin. Un
superintendente viajante seal: Demostrar que uno est dispuesto a escuchar con paciencia
ejerce una asombrosa atraccin y es una magnfica manera de expresar afecto e inters
personal. El que escuchemos a los dems los dignifica, y es probable que los impulse a prestar
atencin a las buenas nuevas que procuramos transmitirles (Rom. 12:10).
*** km 2/01 pg. 1 Cmo persuadir a otras personas ***
1
El apstol Pablo se gan la fama de ser un ministro persuasivo (Hech. 19:26). Incluso el rey
Agripa le dijo: En poco tiempo me persuadiras a hacerme cristiano (Hech. 26:28). Qu hizo
que el ministerio de Pablo resultara tan convincente? Razonaba con sus oyentes de manera
lgica basndose en las Escrituras y adaptando sus argumentos al auditorio (Hech. 28:23).
2
Escuchemos con atencin. Mientras habla la otra persona, debemos buscar un terreno
comn sobre el cual elaborar nuestro razonamiento. Si presenta una objecin, intentemos percibir
la causa. Sera til saber exactamente en qu cree, qu la convenci y por qu (Pro. 18:13).
Tratemos de obtener dicha informacin con tacto.
4
Hagamos preguntas. Si alguien nos dice que cree en la Trinidad, pudiramos preguntarle:
Ha pensado siempre as?. Y aadir: Ha estudiado alguna vez detenidamente lo que la Biblia
dice al respecto?. Tambin pudiramos plantearle el siguiente razonamiento: Si Dios fuera una
Trinidad, no esperaramos que la Biblia lo indicase con claridad?. Sus respuestas nos ayudarn
a razonar con l sobre lo que ensean las Escrituras.
5
Empleemos razonamientos slidos. Un Testigo le pregunt a una mujer que crea que
Jess era Dios: Si usted quisiera ilustrar que dos personas son iguales, qu parentesco
empleara?. Ella contest: Podra referirme a dos hermanos. Entonces l aadi: Puede que
hasta a gemelos idnticos. Pero al ensearnos a ver a Dios como el Padre y a l mismo como el
Hijo, qu dio a entender Jess?. La mujer capt la idea de que Dios es mayor y tiene ms
autoridad (Mat. 20:23; Juan 14:28; 20:17). El hermano pudo razonar con ella y llegarle al corazn
gracias al arte de la persuasin.
Por supuesto, sin importar lo lgica y exacta que sea nuestra presentacin, no todo el mundo
recibe la verdad con agrado. Aun as, busquemos diligentemente, al igual que Pablo, a las
personas sinceras de nuestro territorio y persuadmoslas a aceptar el mensaje del Reino
*** km 6/96 pg. 7 Las conversaciones amigables pueden llegar al corazn ***
1
Cmo empezar una conversacin amigable: Conversar con la gente no significa que
tengamos que presentar una impresionante serie de ideas y textos bblicos. Implica sencillamente
lograr que la otra persona hable con nosotros. Por ejemplo, cuando mantenemos una
conversacin amena con el vecino, no estamos rgidos, sino tranquilos. No estamos pensando en
lo que vamos a decir despus, sino que respondemos naturalmente a las ideas que exprese
nuestro interlocutor. Mostrar inters sincero en lo que la persona dice tal vez la anime a seguir
conversando con nosotros. Lo mismo sucede cuando damos testimonio.
3
Para entablar conversaciones amigables podemos valernos de temas como el delito, los
problemas de los jvenes, las noticias locales, las condiciones mundiales o incluso el tiempo. Los
asuntos que afectan directamente la vida de la gente suelen despertar su inters. Una vez que se
haya empezado la conversacin, podemos dirigir poco a poco la atencin al mensaje del Reino.
4
Conversar con otros debe ser una experiencia placentera. Por eso, debemos ser bondadosos
y prudentes cuando presentemos el mensaje del Reino. (Gl. 5:22; Col. 4:6.) Procuremos dejar
una buena impresin en el amo de casa. As, aunque no le hayamos llegado al corazn durante la
primera visita, quizs est ms dispuesto a escuchar a un Testigo la prxima vez.
7
Los evangelizadores del primer siglo a menudo predicaron de manera informal. Por ejemplo,
cuando atravesaba Samaria, Jess le predic a una mujer que sacaba agua de la fuente de
Jacob (Juan 4:6-26). Con cierto funcionario de la corte etope que iba leyendo del libro de Isaas,
Felipe inici la conversacin preguntndole: Verdaderamente sabes lo que ests leyendo?
(Hech. 8:26-38). Mientras estuvo prisionero en Filipos, Pablo le predic a un carcelero (Hech.
16:23-34). Y ms tarde, el mismo Pablo reciba amablemente a todos los que venan a l
durante su arresto domiciliario, predicndoles el reino de Dios y enseando las cosas respecto al
Seor Jesucristo (Hech. 28:30, 31). Si ellos lo hicieron, usted tambin puede, aunque sea tmido.
Cmo?
3
Para empezar. A muchos se nos hace difcil comenzar una conversacin con un extrao.
Aun tratndose de un conocido, pudiramos sentirnos un tanto incmodos y no atrevernos a
hablar de la verdad. Pero si meditamos en lo bueno que es Jehov, en los tesoros espirituales
que nos ha dado y en la lamentable situacin en que se halla la gente del mundo, nos brotar el
deseo de expresarnos (Jon. 4:11; Sal. 40:5; Mat. 13:52). Adems, podemos pedirle a Jehov que
nos d valor (1 Tes. 2:2). Como dijo cierto estudiante de Galaad: A menudo he hallado que la
oracin me ayuda cuando se me dificulta hablar con la gente. Si se siente inseguro, haga en
silencio una corta oracin (Neh. 2:4).
4
Tal como su nombre lo indica, para predicar informalmente no hace falta una introduccin
formal o empezar leyendo un texto bblico. La meta incluso puede ser sencillamente entablar
conversacin, sin sentir la obligacin de dar testimonio de inmediato. Muchos hermanos dicen
que, despus que logran dar este paso, se sienten ms cmodos para mencionar las buenas
nuevas. Ahora bien, si la persona no desea conversar, no fuerce la situacin. Despdase
cortsmente y siga adelante.
5
Una hermana tmida tiene su propio mtodo: mientras anda de compras, mira a alguien a los
ojos y le sonre. Si le devuelven la sonrisa, ella hace un comentario pasajero. Cuando la persona
reacciona bien, eso le da confianza y prosigue la conversacin. Escucha con atencin y trata de
discernir qu aspecto de las buenas nuevas pudiera interesarle. De este modo ha dejado muchas
publicaciones en manos de la gente y hasta pudo comenzar un estudio.
6
Para romper el hielo. Qu podemos decir para empezar? Recuerde: con la mujer en el
pozo, Jess comenz simplemente pidiendo un poco de agua (Juan 4:7). As que tal vez un
saludo o una pregunta amable sirvan para romper el hielo. Conforme vayan hablando, quizs
usted vea oportuno introducir un pensamiento bblico que pudiera sembrar la semilla de la verdad
(Ecl. 11:6). A algunos les ha dado buenos resultados mencionar algo interesante, que despierte la
curiosidad de la persona y d pie a una pregunta. Por ejemplo, mientras espera su cita mdica,
podra decir: Qu contento me pondr cuando se acaben las enfermedades!.
7
Tambin ayuda ser observador. Por ejemplo, si notamos que los nios de alguien se portan
bien, podramos elogiar a la persona y preguntarle: Cmo logra educarlos tan bien?. Una
hermana pone atencin a los temas sobre los que hablan sus compaeros de trabajo y luego les
entrega informacin especfica de acuerdo con lo que les interese. Por ejemplo, una vez se enter
de que una compaera pensaba casarse, as que le llev una revista Despertad! que daba ideas
para planear una boda. El resultado fue una conversacin sobre temas bblicos.
8
Otra forma de comenzar conversaciones es leyendo nuestras publicaciones donde otros nos
vean. Un hermano abre La Atalaya o Despertad! en un artculo que llame la atencin y comienza
a leerlo en silencio. Si nota que alguien por ah est mirando la revista, le hace una pregunta o un
comentario sobre el artculo. A menudo, su mtodo conduce a una conversacin y l puede dar
testimonio. Incluso algo tan simple como dejar una publicacin donde otros la vean puede hacer
que compaeros de trabajo o de escuela sientan suficiente curiosidad como para hacer
preguntas.
9
Hay que crear las oportunidades. En vista de la atencin urgente que merece nuestra obra,
es fundamental no ver la predicacin informal como algo que puede dejarse a la casualidad. Ms
bien, hay que buscar cmo crear oportunidades que nos permitan predicar durante nuestras
actividades cotidianas. Piense de antemano en las personas con quienes probablemente se
encuentre y en lo que puede decirles para entablar una conversacin agradable. Tenga siempre a
la mano una Biblia, adems de algunas publicaciones para entregarle a quien muestre inters
(1 Ped. 3:15).
10
Muchos publicadores han encontrado formas ingeniosas de dar testimonio informal. Por citar
un caso, una hermana que vive en un edificio de alta seguridad se pone a armar rompecabezas
de paisajes naturales en el rea de recreacin de las instalaciones. Cuando la gente se detiene y
alaba el hermoso paisaje, ella aprovecha y les cuenta de la promesa bblica de un nuevo cielo y
una nueva tierra (Rev. 21:1-4). De qu otras maneras se le ocurre que pueda crear
oportunidades para predicar informalmente?
11
Atienda el inters. Si encuentra un buen odo, procure atender el inters. Para ello, si lo ve
conveniente, podra decir: Fue un placer hablar con usted. Dnde puedo localizarlo para seguir
la conversacin?. Algunos hermanos simplemente le entregan su direccin y nmero telefnico a
la persona y le dicen: Me gust esta conversacin con usted. Si desea saber ms de lo que
hablamos, aqu me puede localizar. Si considera que no podr atender a la persona, entregue sin
demora el formulario Srvase visitar (S-43) al secretario de su congregacin para que la
congregacin correspondiente se encargue de darle seguimiento.
12
Predicamos informalmente por las ms nobles razones: el amor a Dios y al prjimo (Mat.
22:37-39). El profundo aprecio que sentimos por las cualidades y los propsitos de Jehov nos
impulsa a proclamar la gloria del esplendor de su gobernacin real (Sal. 145:7, 10-12). Por el
genuino inters que tenemos por el prjimo, aprovechamos toda oportunidad apropiada para
difundir las buenas nuevas mientras todava hay tiempo (Rom. 10:13, 14). Con un poco de
previsin y preparacin, todos podemos predicar informalmente... y quin sabe, hasta podramos
tener la alegra de contribuir a que alguien de buen corazn conozca la verdad.
Sugerencias para iniciar conversaciones
Pida a Jehov que le ayude a empezar
Busque rostros amigables y que no parezcan tener prisa
Establezca contacto visual, sonra y comente algo de inters mutuo
Escuche con atencin
[Recuadro de la pgina 6]
La predicacin informal da buenos resultados
Mientras esperaba en un taller a que le repararan su automvil, un hermano predic a la gente
que estaba all y reparti invitaciones para el discurso pblico. Un ao despus, en una
asamblea, lo salud afectuosamente un hermano que no le era conocido. Era uno de los
hombres a quienes les haba dado la invitacin en el taller el ao anterior! Fue a or el discurso
pblico y pidi un estudio bblico. Ahora l y su esposa estn bautizados.
Para una hermana que aprendi la verdad por la predicacin informal, su territorio personal lo
componen las personas que conoce a travs de sus tres hijos. Esto le permite hablar tanto con
vecinos como con las personas que conoce en la escuela y en las reuniones de padres de
familia. Siempre que se presenta, hace un comentario sencillo pero sincero de cmo la Biblia
la ayuda enormemente a criar a sus hijos; luego, cambia de tema. Una vez roto el hielo, le
resulta ms fcil mencionar la Biblia en conversaciones posteriores. Con este mtodo, ha
contribuido a que doce personas se bauticen.
Un vendedor de seguros fue a la casa de una hermana, quien aprovech para predicarle.
La hermana le pregunt si le gustara tener garantizada la buena salud, la felicidad y la vida
eterna. l dijo que s, y quiso saber de qu pliza de seguros hablaba. La hermana le mostr
las promesas divinas. El seor acept una de nuestras publicaciones y la ley completa en
una sola tarde. Se hicieron planes para que estudiara la Biblia. Empez a asistir a las
reuniones y ms tarde se bautiz.
Durante un viaje en avin, cierta hermana entabl una conversacin con su compaera de
asiento y pudo darle testimonio. Al final del viaje, la hermana le dio a la seora su direccin y
nmero de telfono, y la anim a pedir un estudio bblico la prxima vez que la visitaran los
testigos de Jehov. Justo al da siguiente, dos Testigos llamaron a su puerta. La seora
comenz a estudiar la Biblia, progres con rapidez, se bautiz y en poco tiempo ya daba ella
misma tres cursos bblicos.
Cierto hermano ciego de 100 aos de edad que vive en un hogar de ancianos dice
repetidamente: Necesitamos el Reino. Esto ha originado preguntas por parte de enfermeras
y otros pacientes, lo que le da la oportunidad de explicar qu es el Reino. Un da, una de las
trabajadoras del hogar le pregunt qu iba a hacer en el Paraso. El hermano respondi: Voy
a ver y a caminar otra vez y entonces voy a quemar mi silla de ruedas. Como es ciego, le pide
a esta persona que le lea las revistas. Un da lleg de visita la hija del hermano, y la
trabajadora le pidi permiso para llevarse las revistas a casa. Una de las enfermeras le
coment: Nuestro nuevo dicho en el hogar es Necesitamos el Reino.
Mientras esperaba en la fila de un restaurante, una hermana alcanz a or a un grupo de
hombres mayores sentados que hablaban de poltica. Cuando uno de ellos afirm que el
gobierno no era capaz de resolver los problemas de la gente, la hermana pens: Esta es mi
oportunidad. Or brevemente y se acerc a ellos. Primero se present, luego les cont de un
gobierno que resolver los problemas de la humanidad, el Reino de Dios, y entonces les
ofreci un folleto. En ese momento se acerc el gerente. La hermana pens que le iban a
pedir que se fuera, pero el gerente le dijo que haba estado escuchando la conversacin y que
tambin quera un folleto. Entonces vino una empleada, con lgrimas en los ojos, que tambin
haba estado escuchando. Result que antes haba estudiado la Biblia y ahora quera
reanudar su estudio.
*** km 12/95 pgs. 3-4 Que nuestra luz resplandezca continuamente ***
1
Qu es la luz? Un diccionario la define como una forma de energa que ilumina las cosas y
las hace visibles. Pero en realidad, pese a los avances tcnicos, el hombre no ha logrado aclarar
plenamente la cuestin que Jehov plante en Job 38:24. Podemos vivir sin luz? Sin ella
no podramos existir. La luz es esencial para la visin fsica, y la Biblia nos dice que en sentido
espiritual Dios es luz. (1 Juan 1:5.) Dependemos totalmente de Aquel que nos da luz. (Sal.
118:27.)
2
Aceptaron con gusto esa responsabilidad, que consideraron su principal objetivo en la vida. Poco
despus, Pablo pudo afirmar que las buenas nuevas se [haban] predicado en toda la creacin
que est bajo el cielo. (Col. 1:23.) Toda la congregacin cristiana realizaba unidamente esta gran
obra.
5
Hoy debemos estar agradecidos de que podamos contarnos con los que se han quitado las
obras que pertenecen a la oscuridad. (Rom. 13:12, 13.) Podemos mostrar nuestra gratitud
imitando el ejemplo de Jess y los cristianos fieles del pasado. La necesidad de que otros
escuchen la verdad es hoy ms urgente que en cualquier otro tiempo de la historia humana.
Ninguna otra actividad puede compararse con esta obra en lo que a urgencia y beneficios
duraderos se refiere.
6
Aunque dar el testimonio de manera informal es sencillo, algunos titubean al respecto. Quiz
vacilen por timidez o porque se pongan nerviosos al hablar con extraos. Tal vez teman llamar la
atencin a s mismos o recibir una respuesta spera. Los que tienen experiencia en dar el
testimonio informal afirman que al hacerlo rara vez se han visto en aprietos. La gente es como
nosotros; tiene las mismas necesidades, las mismas preocupaciones y desean las mismas cosas
para s mismos y sus familiares. La mayora responde bien a una amable sonrisa o un saludo
amigable. Para comenzar quiz deba cobrar denuedo. (1 Tes. 2:2.) Pero cuando lo haga, le
sorprendern los resultados.
10
Una hermana empez a conversar con una seora en la sala de espera de un consultorio
mdico. Esta la escuch con atencin, y luego dijo: En varias ocasiones los testigos de Jehov
han intentado hablar conmigo; pero si en alguna ocasin me hago testigo de Jehov, ser por lo
que usted acaba de decirme. Orla ha sido como ver la luz en la oscuridad.
12
Una hermana mayor da el testimonio temprano por la maana en una playa cercana. Habla
con sirvientas, nieras, empleados bancarios y otras personas que hacen su caminata matutina
por el paseo entarimado de la playa. Tiene algunos estudios, y los hace en los bancos de la playa.
Varias personas han conocido la verdad por medio de ella y ahora son testigos de Jehov.
14
En su empleo, una hermana escuch a una compaera que hablaba sobre un partido
poltico que, segn ella, resolvera los problemas mundiales. La hermana le habl sobre las
promesas que el Reino de Dios har realidad. La conversacin que tuvieron las llev a un estudio
regular de la Biblia en el hogar de la seora, y con el tiempo ella y su esposo se hicieron Testigos.
15
Nunca olvide que es Testigo: Cuando Jess habl de sus discpulos como la luz del
mundo, entenda que ellos ayudaran a otras personas a beneficiarse de la iluminacin espiritual
de la Palabra de Dios. Si seguimos su consejo, cmo debemos ver nuestro ministerio?
16
Cuando buscan un empleo, algunas personas escogen un trabajo de media jornada. Limitan
el tiempo y el esfuerzo que dedican a trabajar porque prefieren utilizar la mayor parte de estos en
otras actividades que consideran ms provechosas. Adoptamos un punto de vista similar sobre
nuestro ministerio? Prescindiendo de que nos sintamos obligados o deseosos de dedicar tiempo
al ministerio, deberan ser otros nuestros intereses primordiales?
17
Puesto que comprendimos que no podamos ser cristianos de media jornada, hicimos
nuestra dedicacin repudindonos a nosotros mismos y aceptando seguir a Jess de continuo.
(Mat. 16:24.) Queremos seguir sirviendo de toda alma, aprovechando toda oportunidad de hacer
que nuestra luz resplandezca para dar el mensaje a la gente en cualquier lugar. (Col. 3:23, 24.)
Tenemos que combatir las actitudes mundanas, mantener nuestro celo original y asegurarnos de
que nuestra luz siga resplandeciendo con fulgor. Algunos han permitido que su celo se apague y
su luz se reduzca a un plido resplandor, apenas perceptible a corta distancia. Debemos
ayudarlos a recuperar el fervor en el ministerio.
18
Es probable que algunos tiendan a retraerse porque nuestro mensaje es impopular para
muchos. Pablo dijo que el mensaje acerca de Cristo era necedad para los que estn pereciendo.
(1 Cor. 1:18.) Pero, dejando a un lado esas opiniones, dijo: No me avergenzo de las buenas
nuevas. (Rom. 1:16.) La persona que se avergenza siente cortedad o desconfianza. Cmo
podramos sentir vergenza de hablar del Soberano Supremo del universo y de sus maravillosas
provisiones para la felicidad eterna? Es inconcebible que podamos tener cortedad o desconfianza
cuando hablamos de estas verdades con otras personas. En vez de eso, deberamos sentirnos
impulsados a hacer cuanto podamos para manifestar con conviccin que no tenemos de qu
avergonzarnos. (2 Tim. 2:15.)
19
Conversar con otros debe ser una experiencia placentera. Por eso, debemos ser bondadosos
y prudentes cuando presentemos el mensaje del Reino. (Gl. 5:22; Col. 4:6.) Procuremos dejar
una buena impresin en el amo de casa. As, aunque no le hayamos llegado al corazn durante la
primera visita, quizs est ms dispuesto a escuchar a un Testigo la prxima vez.
*** km 6/03 pgs. 3-4 Seamos diligentes dando testimonio cabal ***
1
Al igual que Jess y muchos otros siervos fieles del pasado, el apstol Pablo era un
predicador celoso de las buenas nuevas que [daba] testimonio cabal en cualquier circunstancia.
Incluso cuando estaba bajo arresto domiciliario, reciba amablemente a todos los que venan a l,
predicndoles el reino de Dios y enseando las cosas respecto al Seor Jesucristo con la mayor
franqueza de expresin (Hech. 28:16-31).
2
Nosotros tambin podemos ser diligentes dando testimonio cabal en todo momento. Por
ejemplo, podemos hacerlo en el viaje de ida y vuelta a la Asamblea de Distrito Demos gloria a
Dios y mientras estemos en la ciudad anfitriona (Hech. 28:23; Sal. 145:10-13).
3
Preparmonos para dar testimonio. Pablo tuvo que buscar oportunidades para predicar
mientras se hallaba bajo arresto domiciliario en Roma. Tom la iniciativa en invitar a su casa a los
dirigentes judos de la localidad (Hech. 28:17). Aunque haba una congregacin cristiana en
Roma, el apstol se dio cuenta de que la comunidad juda de esa ciudad contaba con poca
informacin de primera mano sobre la fe cristiana (Hech. 28:22; Rom. 1:7). No se retrajo de [dar]
testimonio cabal acerca de Jesucristo y el Reino de Dios.
5
Piense en todas las personas con las que usted pudiera encontrarse mientras viaja y que
saben muy poco de los testigos de Jehov. Tal vez ni siquiera sepan que ofrecemos estudios
bblicos gratuitos a domicilio. Aproveche la oportunidad de predicar a quienes halle mientras viaja,
cuando se detiene en un rea de descanso en la carretera o en las gasolineras, en las tiendas, en
los hoteles, en los restaurantes, cuando usa el transporte pblico, etc. Determine de antemano lo
que puede decir para entablar una conversacin y dar un breve testimonio. Quizs en los
prximos das le sea posible ensayar predicando informalmente a sus vecinos, parientes,
compaeros de trabajo y otros conocidos.
6
Debemos vestir con modestia y dignidad. Si nuestra apariencia y conducta siempre reflejan
nuestra creencia en Dios, nunca nos retraeremos de dar testimonio informal porque nuestra
vestimenta no sea digna de un ministro (1 Ped. 3:15).
9
El testimonio informal es productivo. Durante los dos aos en que Pablo estuvo bajo
arresto domiciliario en Roma vio el buen fruto de su testimonio. Lucas dice que algunos crean
las cosas que se decan (Hech. 28:24). Pablo mismo se refiri a lo provechoso que haba sido su
testimonio cabal, cuando escribi: Mis asuntos han resultado para el adelantamiento de las
buenas nuevas ms bien que de lo contrario, de modo que mis cadenas se han hecho pblicas en
asociacin con Cristo entre toda la guardia pretoriana y entre todos los dems; y la mayora de los
hermanos en el Seor, sintiendo confianza a causa de mis cadenas de prisin, estn mostrando
tanto ms nimo para hablar sin temor la palabra de Dios (Fili. 1:12-14).
10
Esforcmonos por dar adelanto a las buenas nuevas. Imagnese el gozo que sinti Pablo
cuando oy que sus compaeros cristianos estaban imitando su ejemplo de celo. Hagamos
cuanto podamos por dar adelanto a las buenas nuevas testificando informalmente acerca de
nuestras creencias bblicas mientras tambin nos beneficiamos de la asamblea de distrito este
verano.
[Recuadro de la pgina 3]
Publicaciones que necesitamos para dar testimonio informal
Le gustara saber ms de la Biblia? (tratado)
Qu exige Dios de nosotros? (folleto)
Buenas nuevas para todas las naciones (folleto)
Otras publicaciones bsicas
[Recuadro de la pgina 4]
No los olvide
Olvidar a quines? A todos los interesados que asistieron a la Conmemoracin de la muerte de
Cristo o al discurso especial. Los ha invitado a la asamblea de distrito de este ao? Es probable
que muchos de ellos asistan si se les anima con bondad. Al disfrutar del compaerismo edificante
en la asamblea y del animador programa espiritual, se sentirn ms atrados a Jehov y su
organizacin. Invtelos y vea si responden. Deles todos los detalles necesarios, como por
ejemplo, la fecha de la asamblea, las instrucciones sobre cmo llegar al lugar, la hora en que
empiezan y terminan las sesiones y el anticipo del programa que aparece en la contraportada de
Despertad! del 8 de junio de 2003.
*** km 10/12 pg. 3 prr. 7 Usemos los tratados para difundir las buenas nuevas ***
7
Al dar testimonio informal. Es muy fcil predicar informalmente usando los tratados.
Un hermano se asegura de llevar unos cuantos en su bolsillo antes de salir de su casa. Entonces
cuando habla con alguien, tal vez con el empleado de una tienda, le ofrece algo para leer y le da
un tratado. Una pareja que fue de paseo a la ciudad de Nueva York llev consigo el folleto
Naciones y varios tratados en distintos idiomas, sabiendo que all veran a personas de muchos
pases. A todos los que escuchaban hablar en otra lengua sea que estuvieran vendiendo
artculos en la calle, descansando en el parque o comiendo en un restaurante le ofrecan un
tratado en su propio idioma.
*** km 12/11 pg. 1 prr. 3 Predicamos en todo momento ***
3
Una forma alternativa de predicar? A veces se ha dicho que la predicacin en las calles
y estacionamientos, los parques y los negocios es una forma alternativa de difundir las buenas
nuevas. Ahora bien, esto pudiera dar a entender que se trata de una manera opcional de predicar,
algo que se aparta de la forma tradicional de dar testimonio. Pero es as? El propio apstol
Pablo dijo que, adems de ir de casa en casa, l predicaba pblicamente (Hech. 20:20). Por
consiguiente, en vez de hablar de una forma de predicacin alternativa, sera mejor llamarle
predicacin pblica. Es cierto que la manera principal, y la ms efectiva, de proclamar el mensaje
del Reino siempre ha sido ir de casa en casa. Sin embargo, cul era el principal inters de los
primeros evangelizadores? Hablar con las personas, no sencillamente llamar en los hogares. Por
tanto, aprovechaban toda oportunidad de participar en la predicacin pblica, dar testimonio
informal e ir de casa en casa. Y para efectuar nuestro ministerio a plenitud, tenemos que hacer lo
mismo (2 Tim. 4:5).
Pg. 77 *** km 7/13 Nuevos programas de predicacin pblica ***
1
En el siglo primero, los cristianos predicaban de casa en casa, pero tambin solan hacerlo
en lugares pblicos (Hech. 20:20). Por ejemplo, iban al templo, donde saban que hallaran a
muchas personas (Hech. 5:42). En Atenas, el apstol Pablo predicaba todos los das en la plaza
del mercado (Hech. 17:17). Actualmente, nuestro mtodo principal de difundir las buenas nuevas
sigue siendo el ministerio de casa en casa. Pero tambin predicamos en estacionamientos,
negocios, parques y calles muy transitadas, es decir, dondequiera que haya gente. Aunque se nos
ha animado a todos a predicar pblicamente donde sea posible, muchos tendremos ahora la
oportunidad de participar en dos nuevos y emocionantes programas de predicacin pblica.
Veamos cules son.
2
Cmo se lleva a cabo la predicacin. Los precursores que participan en este programa
especial por lo general esperan a que alguien se acerque a la mesa o al exhibidor porttil, y
entonces lo invitan a llevarse cualquier publicacin que desee. Adems, le responden sus
preguntas con las Escrituras. Si la persona decide quedarse con alguna publicacin, no le
mencionan el sistema de donaciones. Pero si pregunta cmo se sostiene nuestra obra, le explican
que se pueden enviar donativos a la direccin correspondiente que aparece en la publicacin.
Siempre que es posible, le preguntan: Le gustara que alguien lo visite? o Le interesara
anotarse para recibir un curso bblico gratuito?.
5
Los ancianos deben determinar si el territorio de la congregacin cuenta con reas por donde
pasan muchos peatones y si sera prctico organizar un programa local de predicacin pblica.
Tal vez puedan colocarse mesas o exhibidores porttiles en centros de transporte, plazas,
parques, calles concurridas, centros comerciales, universidades, aeropuertos y lugares donde se
celebran eventos anuales. Por lo general, es mejor que el exhibidor est los mismos das, en el
mismo lugar y en el mismo horario. La experiencia demuestra que es ms productivo poner
mesas dentro de los centros comerciales que frente a una tienda grande donde la gente se limita
a entrar, hacer sus compras y marcharse. En algunos lugares como en aceras muy transitadas
es ms aconsejable utilizar un pequeo exhibidor porttil que una mesa. Existen unos archivos
que se han preparado especialmente para la elaboracin de carteles para este tipo de
predicacin. Estos carteles anuncian las revistas La Atalaya y Despertad! y el libro Ensea, y los
ancianos pueden bajar los archivos de nuestro sitio de Internet. Quienes participen en este tipo de
predicacin harn prcticamente lo mismo que quienes participen en el programa especial de
reas metropolitanas, siguiendo al pie de la letra las instrucciones del superintendente de servicio.
Cuando obtengan la direccin de una persona interesada que viva fuera del territorio de la
congregacin, llenarn de inmediato el formulario Srvase visitar (S-43) y se lo entregarn al
secretario.
8
En realidad, puede que solo as tengan la oportunidad de or las buenas nuevas. Por tanto,
prediqumosle a la gente dondequiera que est y efectuemos nuestro ministerio plenamente
(2 Tim. 4:5).
[Recuadro de la pgina 5]
Se requiere cooperacin
Se ha informado que publicadores de distintas congregaciones a veces participan en la
predicacin pblica en las mismas calles o estacionamientos y frente a los mismos negocios o
centros de transporte. Se ha visto tambin que publicadores de distintas congregaciones suelen
dejar revistas en los mismos vestbulos o salas de espera, y predicarles a los mismos
comerciantes. Y aunque los publicadores lo hagan por separado, esto ha causado que la gente
del territorio a veces se sienta asediada. De modo que al participar en la predicacin pblica, lo
mejor suele ser permanecer dentro del territorio de la congregacin.
Si los publicadores desean predicar en un rea pblica de otra congregacin, deben hablar
primero con el superintendente de servicio de su propia congregacin. A su vez, l le pedir
autorizacin al superintendente de servicio de la otra congregacin. Cuando congregaciones de
distintos idiomas comparten el mismo territorio, los superintendentes de servicio deben
mantenerse en comunicacin a fin de evitar situaciones que agobien a la gente. La cooperacin
har posible que todas las cosas se efecten decentemente y por arreglo (1 Cor. 14:40).
Demos testimonio dondequiera que haya gente
1
Se nos ordena hacer discpulos de gente. (Mat. 28:19.) Si solo nos ponemos en contacto
con unas cuantas personas en el ministerio, podemos cansarnos rpidamente y pensar que
hemos logrado poco; en cambio, disfrutamos ms del ministerio cuando encontramos muchas
personas y conversamos con ellas. Conseguirlo puede ser un poco difcil, pues requiere que
tomemos la iniciativa de ir dondequiera que haya gente para comunicarnos con ella.
3
Ejemplos prcticos: Podemos predicar en los mercados, los parques, las reas de
descanso y las terminales de transporte pblico. Cuando utilizamos el transporte pblico, vamos
preparados para dar testimonio durante el viaje? Dos Testigos que se dirigan a la reunin para el
servicio del campo en un autobs atestado, conversaban sobre la lmina del Paraso que se
encuentra en el libro Conocimiento y sobre las promesas de Dios para el futuro. Tal como
esperaban que sucediera, un joven que estaba de pie cerca de ellos qued impresionado por lo
que oy. Antes de bajarse del autobs, acept un libro y pidi que alguien lo visitara en su hogar.
4
A muchos publicadores les encanta dar testimonio informalmente. Cierta hermana fue al
centro comercial de su barrio una tarde y abord a las personas que ya haban hecho sus
compras, pero que parecan no tener prisa. Distribuy todas las publicaciones que llevaba en el
bolso. Un hombre que esperaba en su auto se alegr de recibir las revistas. Haba asistido antes
a las reuniones, y la conversacin con la hermana reaviv su inters.
5
estimamos el ser colaboradores de Dios? Declarando las buenas nuevas a cuantos hallamos en
la obra de casa en casa y en cualquier otro lugar.
2
Se nos ordena hacer discpulos de gente. (Mat. 28:19.) Si solo nos ponemos en contacto
con unas cuantas personas en el ministerio, podemos cansarnos rpidamente y pensar que
hemos logrado poco; en cambio, disfrutamos ms del ministerio cuando encontramos muchas
personas y conversamos con ellas. Conseguirlo puede ser un poco difcil, pues requiere que
tomemos la iniciativa de ir dondequiera que haya gente para comunicarnos con ella.
3
Ejemplos prcticos: Podemos predicar en los mercados, los parques, las reas de
descanso y las terminales de transporte pblico. Cuando utilizamos el transporte pblico, vamos
preparados para dar testimonio durante el viaje? Dos Testigos que se dirigan a la reunin para el
servicio del campo en un autobs atestado, conversaban sobre la lmina del Paraso que se
encuentra en el libro Conocimiento y sobre las promesas de Dios para el futuro. Tal como
esperaban que sucediera, un joven que estaba de pie cerca de ellos qued impresionado por lo
que oy. Antes de bajarse del autobs, acept un libro y pidi que alguien lo visitara en su hogar.
4
A muchos publicadores les encanta dar testimonio informalmente. Cierta hermana fue al
centro comercial de su barrio una tarde y abord a las personas que ya haban hecho sus
compras, pero que parecan no tener prisa. Distribuy todas las publicaciones que llevaba en el
bolso. Un hombre que esperaba en su auto se alegr de recibir las revistas. Haba asistido antes
a las reuniones, y la conversacin con la hermana reaviv su inters.
5
Muchos publicadores dan un testimonio eficaz mientras viajan en autobs, tren u avin.
Cmo puede iniciar una conversacin con el pasajero que viaja a su lado? Un publicador de
12 aos de edad sencillamente se puso a leer un ejemplar de Despertad! en el autobs con la
esperanza de que suscitara la curiosidad de una adolescente que estaba sentada a su lado.
Surti efecto. Ella le pregunt qu lea, y el joven respondi que estaba leyendo acerca de la
solucin a los problemas que afrontan los jvenes. Agreg que le haba beneficiado mucho el
artculo y que le ayudara a ella tambin. La adolescente acept las revistas con gusto. Otros dos
jvenes oyeron la conversacin y tambin pidieron ejemplares de las revistas. Entonces, el
conductor se estacion al lado de la carretera y pregunt por qu estaban tan interesados en
esas revistas. Cuando le explicaron la razn, tambin acept unos ejemplares. Desde luego, esto
no habra sido posible si el joven publicador no hubiera llevado una buena cantidad de revistas
para entregarlas a todos los que mostraran inters.
*** km 9/96 pgs. 4-5 prrs. 16-17 Prediquemos las buenas nuevas en todas partes ***
16
Algunas personas van al parque a descansar; otros van a jugar o a pasar tiempo con sus
hijos. Busquemos la oportunidad de darles testimonio sin interferir demasiado en sus actividades.
Un hermano empez una conversacin con el cuidador de un parque, quien expres su
preocupacin por el consumo de drogas y el futuro de sus hijos. Se inici un estudio bblico y se
condujo regularmente en el parque.
*** km 6/11 pg. 2 Predicacin eficaz en las calles ***
1
Durante su ministerio terrestre, Jess no dud en hablar con las personas que encontraba
por el camino y en otros lugares pblicos (Luc. 9:57-61; Juan 4:7). Estaba deseoso de llevar su
importante mensaje a tantos como pudiera. Actualmente, la predicacin en las calles es una
singular forma de ayudar a la gente a adquirir la sabidura divina (Pro. 1:20). Nuestro xito ser
an mayor si tomamos la iniciativa y obramos con buen juicio.
2
Obremos con buen juicio. Sea prudente al elegir dnde trabajar y a quin abordar. No es
preciso predicar a todo el que pasa. Sea observador. Por ejemplo, si alguien va deprisa, es mejor
no detenerlo. Si est predicando frente a un negocio, hgalo de forma discreta para no incomodar
al gerente. Por lo general, es mucho mejor hablar con las personas cuando salen del
establecimiento que cuando entran. Acrquese de manera que no asuste ni sobresalte a nadie.
Tambin es importante saber discernir a la hora de ofrecer las publicaciones. Si alguien muestra
poco inters, puede darle un tratado en vez de las revistas.
4
La predicacin en las calles nos permite esparcir muchas semillas de la verdad en poco
tiempo (Ecl. 11:6). Es probable que algunas de las personas con que nos topemos sean las
mismas que no hallamos en casa cuando vamos de puerta en puerta. Por qu no hace planes
para participar en esta modalidad del servicio del campo, tan agradable y eficaz?
*** km 2/91 pg. 8 Presentando las buenas nuevas... mediante testificar en las calles ***
1
Proverbios 1:20 dice: La sabidura verdadera misma sigue clamando a gritos en la calle
misma. En las plazas pblicas sigue dando su voz. Estas palabras resultan veraces
especialmente hoy, a medida que los siervos de Jehov predican con celo las buenas nuevas del
Reino dondequiera que hallen personas. Al igual que Jess y los profetas de la antigedad, el
amor genuino que le tenemos a la gente nos impulsa a hablar de la verdad a todos, en todas
partes. (Jer. 11:6; Mar. 6:56; Luc. 13:22, 26.)
Aunque por lo general el hogar de la persona es el mejor sitio para hablar con ella sobre la
verdad, no hallamos a muchas personas cuando predicamos de casa en casa. Si encontramos a
alguien en su hogar, por lo general es la misma persona con quien hablamos la vez anterior, y no
hablemos con otros miembros de la familia. Por lo tanto, el testificar en las calles debe tener un
lugar definido en nuestro ministerio. Puede que descubra que el testificar en las calles es como
cierto precursor lo expres: un territorio interesante, nuevo, donde s hay personas.
SEA AFECTUOSO Y POSITIVO
3
Por qu no trata de testificar con regularidad en las calles de la misma zona? Cierta
hermana que hace esto dice que se ha familiarizado con la mayora de los comerciantes y con
otras personas que frecuentan su calle. Eso ha resultado en una buena relacin con ellos,
abriendo el camino para muchas consideraciones bblicas productivas. Un precursor auxiliar que
disfruta plenamente de testificar en las calles dijo que aborda a los que miran los escaparates, los
que estn sentados en sus automviles, los que esperan el autobs y hasta a los que en otras
ocasiones han dicho que no. Se requiere valor y buen juicio para ser denodados y persuasivos,
pero no demasiado persistentes.
4
La clave para testificar eficazmente en las calles consiste en abordar a las personas de
manera afectuosa, alegre y sincera. Sonra. Si puede, trate de captar la atencin de la persona; si
no, abrdela de manera amigable. Observe las circunstancias y vlgase de estas. Cierta hermana
observa a las seoras que llevan bolsas de vveres y les dice: Veo que ha estado comprando
comestibles. El costo de estos realmente ha subido. Le puedo dejar alimento estimulador para la
mente y el corazn? He disfrutado de este artculo.... A alguien con hijos le dice: Veo que tiene
dos nios muy hermosos. Saba usted que la Biblia dice que los hijos son una bendicin de
Dios? Permtame mostrarle.... Al abordar a alguien que est pensativo le dice: Veo que est
pensando en algo. Hoy el mundo est tan lleno de problemas, no es cierto? Cree usted que
llegar el da en que...?.
5
Si la persona tiene prisa, pudiera sencillamente entregarle un tratado y decir: Aqu tiene
algunas buenas nuevas para que las lea cuando tenga la oportunidad. Si la gente no parece
tener prisa, ofrzcale las revistas y mencione el arreglo de donaciones. Siempre que sea posible
es bueno dejar literatura en manos de las personas.
6
Muchos publicadores que teman testificar en las calles ahora consideran esta actividad
como su forma favorita de predicar. Por supuesto, hay que ejercer buen juicio al trabajar en zonas
peligrosas o a horas que no sean apropiadas. Aun en pueblos pequeos, por lo general hay
zonas donde hay mucho movimiento de personas, como por ejemplo, los centros de
transportacin pblica o los estacionamientos pblicos, donde uno puede abordar a la gente con
las buenas nuevas. Aproveche las oportunidades que se presenten, y con sabidura proclame las
buenas nuevas en las calles y en las plazas pblicas, para bendicin de los que escuchen y para
la honra de Jehov. (Pro. 1:20.)
*** w08 15/9 pgs. 25-26 Predicacin en la plaza del mercado ***
CUANDO estuvo en Atenas, el apstol Pablo iba a diario a la plaza del mercado para predicar
las buenas nuevas sobre Jess (Hech. 17:17). Escogi ese lugar porque siempre estaba lleno de
gente.
Casi dos mil aos despus, el pueblo de Jehov sigue difundiendo el mensaje del Reino de
Dios en lugares donde puede hallarse a muchas personas. Por ejemplo, algunos Testigos van a
los mercados o a los centros comerciales. Tras obtener el permiso de la administracin, instalan
un mostrador o un pequeo puesto para exponer all sus publicaciones bblicas.
Por ejemplo, en un centro comercial de Nueva Jersey (Estados Unidos) se prepar una
atractiva exposicin de publicaciones sobre el tema Cmo preservar los valores familiares.
Cules fueron los resultados? En un solo da se distribuyeron 153 libros en seis idiomas.
Una mujer que se acerc al puesto de publicaciones escuch atentamente la explicacin que
dio una de las hermanas. La mujer reconoci que es importante tomar en cuenta a Dios tanto en
la vida personal como en la vida familiar, y obtuvo las siguientes publicaciones: Aprendamos del
Gran Maestro, El secreto de la felicidad familiar y Lo que los jvenes preguntan. Respuestas
prcticas.
A primera hora de la tarde, un seor que se diriga a la tienda que estaba junto al puesto de
publicaciones se qued mirando el libro Los jvenes preguntan. La hermana que estaba en el
puesto not su curiosidad y le pregunt: Le interesa alguno de estos libros?. l dijo que s y
seal el libro Los jvenes preguntan. Ella le entreg un ejemplar. El hombre dijo que tena tres
hijos dos de ellos adolescentes y mencion que una vez a la semana se sentaba a conversar
con ellos. Mientras hojeaba el libro, dijo que le podra servir de gua durante algunas de estas
conversaciones familiares. La publicadora tambin dirigi su atencin a El secreto de la felicidad
familiar, asegurndole que l y su esposa encontraran en esta publicacin consejos muy tiles
sobre cmo tomar decisiones familiares. El hombre agradeci la sugerencia, hizo una donacin y
acept que alguien lo visitara en su hogar.
Cmo se sintieron los Testigos tras su da de predicacin en el centro comercial? Disfrut
mucho de esta forma de predicar mencion una hermana. Fue una experiencia muy bonita!
Otra hermana seal: Jehov promete que las buenas nuevas se predicarn hasta la parte ms
distante de la Tierra. Hoy, en Paramus (Nueva Jersey), estas buenas nuevas han tocado el
corazn de personas que hablan diferentes idiomas. Fue maravilloso predicar de esta manera.
Todo el que particip se sinti feliz. Nadie quera irse al acabar el da.
Nuestro mtodo principal de predicacin es ir de casa en casa (Hech. 20:20). Sin embargo,
hay otras formas de dar a conocer las buenas nuevas. Le gustara intentar alguna de ellas?
Quiz usted tambin pueda predicar en la plaza del mercado o en el centro comercial.
*** km 9/96 pg. 5 prrs. 18-20 Prediquemos las buenas nuevas en todas partes ***
18
Una hermana inici una conversacin muy agradable con una anciana sobre lo alto que est
el costo de la vida. La anciana concord enseguida, y result en una conversacin animada. La
hermana logr obtener el nombre y la direccin de la seora y fue a visitarla esa misma semana.
*** km 3/12 pg. 2 Prediquemos sin temor en los negocios ***
1
Sentirn los empleados que los estoy interrumpiendo? En muchos negocios, los
empleados tienen el deber de dejar lo que estn haciendo a fin de atender al pblico. Adems,
por lo general sern corteses con usted, pues lo vern como un posible cliente. Si se viste de
manera digna y es amable, ser ms probable que lo traten con respeto.
3
Tendr que predicar frente a muchos clientes? Sera conveniente escoger un horario en
el que no haya tantos clientes, como cuando se abre el negocio. Espere a que el gerente o el
empleado est solo y procure ser breve.
4
Jess y Pablo predicaron con valor en los lugares de trabajo de las personas, y usted
tambin puede hacerlo (Mat. 4:18-21; 9:9; Hech. 17:17). Pdale a Jehov que le infunda
tranquilidad y denuedo (Hech. 4:29). Predicar en los negocios es muy productivo, pues casi
siempre hallar personas. Por qu no lo intenta?
*** km 7/04 pg. 4 La predicacin en territorio de negocios ***
1
Le gustara predicar en un territorio donde por lo general las visitas son bien recibidas y casi
siempre hay gente? Tal vez pueda hacerlo en el propio territorio de su congregacin. Cmo?
Visitando los negocios. Los publicadores que predican en los comercios a menudo obtienen
buenos resultados.
2
Emplee una introduccin sencilla. Para predicar en los negocios, vstase como si fuera a
una reunin en el Saln del Reino. Tambin ser conveniente escoger una hora en la que el
comercio no tenga mucho trabajo. Si es posible, entre cuando no haya clientes esperando a que
los atiendan. Pida hablar con el gerente o la persona encargada y sea breve. Qu podra
decirle?
4
Al hablar con el propietario o el gerente, puede decir algo as: Los comerciantes tienen
horarios tan ocupados que rara vez los encontramos en sus hogares, por eso lo visitamos en su
lugar de trabajo. Nuestras revistas ofrecen una perspectiva global de los sucesos actuales.
A continuacin destaque brevemente un punto de la revista.
5
He aqu otra opcin sencilla: A muchas personas les gustara aprender ms de la Biblia,
pero disponen de poco tiempo. Este tratado describe un programa de estudio gratuito que le
permitir encontrar las respuestas a sus preguntas sobre la Biblia. Luego mustrele las pginas 4
y 5 del tratado Le gustara saber ms de la Biblia?
6
Si la persona que est al cargo parece estar ocupada, puede ofrecerle sin ms el tratado y
decir: Pasar en otra ocasin que no est tan ocupado. Me gustara saber qu opina acerca de
este tratado.
7
Cultive el inters. En los territorios de negocios tambin se pueden dirigir estudios bblicos.
Un precursor especial le dejaba las revistas regularmente a un comerciante. Cuando este
manifest inters por lo que lea, el precursor le demostr con el folleto Exige en qu consista el
estudio bblico. El estudio se estableci en el mismo lugar de trabajo, y, teniendo en cuenta las
Si a usted se le pide que participe en esta obra por primera vez, recuerde que una buena
manera de cobrar denuedo es predicar primero en las tiendas pequeas; despus, cuando se
sienta ms confiado, predique en las ms grandes. (1 Tes. 2:2.) Cuando predique en las tiendas,
vstase como si fuera a asistir a una reunin en el Saln de Reino. Si es posible, entre en la
tienda cuando no haya clientes esperando que se les atienda. Pregunte por el gerente o la
persona encargada. Sea afectuoso, y sobre todo, breve. No es necesario pedir disculpas. Muchos
negocios estn concebidos para atender las necesidades de los clientes y los que trabajan all
estn acostumbrados a que las personas los aborden.
23
Despus de saludar al comerciante, pudiera decir: Los comerciantes tienen horarios tan
ocupados que casi nunca los encontramos en casa, de modo que venimos a visitarlo en su lugar
de empleo para dejarle un artculo que invita a la reflexin. Entonces haga uno o dos
comentarios acerca de la revista que est ofreciendo.
24
excelente opcin para todos. En trminos generales, es mejor que los grupos de predicacin sean
pequeos, para que todos aprovechen bien su tiempo.
En las pginas 5 y 6 aparece una prctica gua para la predicacin telefnica. Ver que hay
espacio para escribir otras presentaciones que le hayan dado buenos resultados en el territorio o
que le gusten ms. Sintase en libertad de sacar una copia de la gua si prefiere no escribir en el
original. Le recomendamos sentarse a una mesa y tener la gua a la vista.
Qu ms necesita para predicar por telfono? Repase esta lista durante su preparacin.
Ejemplar personal de la Biblia
Razonamiento a partir de las Escrituras
Buenas nuevas para gente de todas las naciones
Qu ensea realmente la Biblia?
Nmeros actuales de las revistas y Nuestro Ministerio del Reino
Variedad de tratados y folletos
Hojas sueltas
Registros de casa en casa y lpiz o pluma
NO LO PIERDA
GUA PARA LA PREDICACIN TELEFNICA
RECUERDE ESTOS PUNTOS:
Tranquilcese. Sea usted mismo. Sea corts, paciente y amigable.
Hable despacio, con claridad y suficiente volumen.
Sonra y haga ademanes como si tuviera a la persona de frente.
Evite pausas innecesarias.
Permita que la persona intervenga en la conversacin y agradzcale sus comentarios.
Si le hacen una pregunta, reptala en voz alta para que su compaero pueda ayudarle a
encontrar la respuesta en la Biblia, el libro Razonamiento o alguna otra publicacin (por lo
general, es mejor no usar el altavoz del telfono).
No mencione las donaciones, pues la persona podra pensar que se trata de una campaa
telefnica para recaudar fondos. Despus, cuando haya conversado con la persona cara a
cara, en un momento oportuno puede mencionarle que nuestra obra se sostiene
completamente mediante donaciones voluntarias.
INTRODUCCIONES
Hola, me llamo... Estoy llamando porque no puedo visitarlo en su hogar. Soy vecino de esta
comunidad [puede decir el nombre de la calle o del vecindario], y me gustara saber su opinin
sobre...
Hola, me llamo... Participo en un servicio a la comunidad ayudando a las personas a responder
sus preguntas de la Biblia. Alguna vez se ha preguntado...?
Hola, me llamo... Esta no es una venta por telfono; soy vecino suyo, y vivo en la calle...
A muchos de nuestros vecinos les preocupa... [Mencione alguna noticia reciente de inters
local.]
[Escriba su propia introduccin.]
[Luego siga con su presentacin. Puede leer una de las sugerencias del libro
Razonamiento o de Nuestro Ministerio del Reino o algo que usted mismo haya preparado.]
La prueba de que vivimos en los ltimos das es abundante. (2 Tim. 3:1.) Sin duda queda
poco tiempo para predicar el Reino y hacer discpulos. Por consiguiente, todos debemos sentir la
necesidad apremiante de ayudar al prjimo a adorar a Jehov Dios y recibir su aprobacin.
2
No debemos desistir de buscar a esas personas aunque sea difcil hallarlas. Cmo ve
Jehov la situacin en que se encuentran? El apstol Pedro escribi: Jehov [...] no desea que
ninguno sea destruido; ms bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento. Adems,
consideren la paciencia de nuestro Seor como salvacin. (2 Ped. 3:9, 15.) Hay vidas de por
medio, y a Jehov le importan todas ellas. (Mat. 18:14.) Cmo podemos reflejar la compasin y
misericordia que Jehov manifiesta hacia estas personas? Asegurndonos de que toda persona
del territorio reciba el mensaje. (Hech. 20:20, 21; Rev. 14:6, 7.)
6
Los publicadores que han superado el recelo inicial y han adquirido experiencia en la
predicacin telefnica se han dado cuenta de que es un campo productivo. Al principio, quizs
solo unos cuantos publicadores hagan estas llamadas. Despus de acostumbrarse y resultarles
agradable esta forma de predicar, puede que su entusiasmo y sus experiencias animadoras
motiven a otros a aprender a participar en esta interesante faceta de la obra de predicar.
9
Por dnde empezar: Pueden conseguirse los nombres de los que residen en los
apartamentos de un edificio en la recepcin del mismo. Despus pueden buscarse los nmeros
de telfono en el directorio telefnico. Puede que un directorio de la ciudad que se consigue en
una biblioteca presente los nombres de los ocupantes de cada hogar y apartamento de la
comunidad. En algunas zonas hay disponibles directorios especiales que alistan los nmeros
telefnicos por calles. Fotocopias de las ltimas ediciones pueden servir de territorios. Estos
territorios deben ser razonablemente pequeos.
10
En todas las facetas de la obra de predicar deben mantenerse registros exactos. Lo mismo
aplica a la predicacin telefnica. Anote cuidadosamente la informacin que sea til en una hoja
de registro de casa en casa, como el tema que trataron, las cosas que le interesaron al amo de
casa y el tema que tratarn la prxima vez. Indique si se har otra llamada en una fecha posterior
o si se har una visita personal.
11
Cmo prepararse: Hable con los que disfrutan de esta faceta del servicio y pdales algunas
ideas. Siempre sea positivo. Confe en Jehov como fuente de fortaleza y poder, y busque su
direccin mediante la oracin. (Sal. 27:14; Fili. 4:13.) Ponga todo su corazn en esta faceta del
servicio, tal como en los dems rasgos de la predicacin. (Comprese con Marcos 12:33.)
13
La experiencia ha demostrado que el sentarse frente a un escritorio o una mesa puede ser
til. Sentarse en una silla con respaldo vertical ayuda a pensar con claridad y a concentrarse.
Tenga a la mano todo lo que pudiera usar en la predicacin: los tratados, las publicaciones que se
estn ofreciendo, las ltimas revistas o algunos nmeros interesantes menos recientes, la Biblia,
el libro Razonamiento, una invitacin a las reuniones con el horario de estas y la direccin del
Saln del Reino, una pluma o un lpiz y hojas de registro de casa en casa. Mantenga las
publicaciones a su alcance, quizs abiertas en un artculo interesante. Ensaye cuidadosamente la
presentacin. Tenga presente que el propsito de su llamada es dar el mensaje y hacer planes
para visitar a la persona tan pronto como sea posible.
14
Haga la llamada: Tranquilcese; comprtese con naturalidad. Para predicar por telfono se
necesita un tono de voz afectuoso y agradable. Su sonrisa se reflejar en el tono de su voz. Hable
despacio, con claridad y con buen volumen. Sea corts, paciente y amigable. No tema al rechazo.
Acepte la posibilidad de que la persona no se interese en el mensaje. Sintase como si estuviera
haciendo la obra normal de casa en casa.
15
En la introduccin diga su nombre completo. Es mejor no decir que est llamando a todas
las personas de cierto edificio o complejo en particular, pues eso pudiera crear una barrera.
16
opina que la calidad de la vida mejorar algn da. A la mayora nos alegra estar vivos, pero
muchos se preguntan si realmente es posible disfrutar de una vida feliz. Qu cree usted al
respecto? [Permita que la persona conteste.] Cul dira usted que es en la actualidad uno de los
mayores obstculos para la felicidad?. O despus de presentarse como se sugiere arriba, podra
decir: Participo como voluntario en una obra internacional y me gustara saber qu opina sobre el
significado de la vida. Con el paso de los aos nos damos cuenta de que la vida es muy corta.
Es esto todo lo que se puede conseguir de la vida? Qu opina usted? (Vase el subtema
Vida/Felicidad de la pgina 14 del libro Razonamiento.) Un repaso de las sugerencias que se
presentaron en la pgina 4 de Nuestro Ministerio del Reino de julio de 1990, con relacin al uso
de introducciones y cmo vencer objeciones al predicar por telfono, le dar ms informacin
valiosa.
17
Es mejor que usted termine la conversacin que dejar que lo haga el amo de casa. Puede
concluir sencillamente invitando a la persona al discurso pblico en el Saln del Reino y dndole
la direccin y el horario de las reuniones. Tambin pudiera preguntarle si es posible visitarlo en su
hogar para conversar ms sobre el tema que trataron. Hasta pudiera ofrecer eficazmente
publicaciones por telfono. Pudiera ofrecer las revistas con la meta de iniciar una ruta de revistas.
19
Jesucristo mand a sus discpulos que se esforzaran por predicar hasta la parte ms
distante de la tierra. (Hech. 1:8.) En algunos lugares se necesita predicar por telfono para
cumplir con este mandato. Despus de haber repasado la informacin anterior, pregntese:
Puedo hacer ms para predicar en mi territorio las buenas nuevas a hombres de toda clase,
entre ellos a los que viven en lugares a los que nunca se ha llegado?. Los hermanos que han
seguido estas pautas han tenido resultados muy animadores. Se han dado cuenta de que la
predicacin telefnica es una manera excepcional de glorificar el ministerio. (Rom. 11:13.) Que
usted tambin pueda experimentar el gozo que produce la predicacin telefnica
*** yb06 pgs. 52-53 Informe mundial ***
Venezuela. A una familia de Testigos le instalaron recientemente una lnea telefnica y le
dieron un nuevo nmero de telfono. Debido a un problema tcnico comenzaron a recibir
llamadas de gente que quera contactar con un canal local de televisin para hablar con una
astrloga. La familia decidi sacar partido a la situacin. Valindose del libro Razonamiento,
prepararon algunos temas y unos cuantos textos bblicos para hablar con quienes llamaran.
Graciela, la madre, se volvi una experta. Cierto da, alguien llam y dijo: Hola. Es usted la
diosa de los astros?.
Hola. Me llamo Graciela contest la hermana y usted?
Carmen.
Y dgame, Carmen, por qu desea hablar con la diosa de los astros? Necesita algn tipo
de ayuda o consejo?
Carmen pas a contarle a nuestra hermana un problema personal. Con amabilidad, Graciela le
explic dnde podemos obtener los mejores consejos y le ley varios textos de la Biblia. Luego le
pregunt: No cree que, si queremos tener gua confiable ahora y en el futuro, deberamos
acudir a nuestro Creador?. Carmen reconoci haber estudiado la Biblia con los testigos de
Jehov en el pasado, as que se tomaron medidas para que se reanudara el estudio. Con el
tiempo, la familia de Graciela ha podido dar un buen testimonio a otras personas que llamaban
buscando ayuda, animarlas a escuchar a los Testigos cuando vayan a su puerta e invitarlas al
Saln del Reino local.
CUARTO DIA
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Pg. 84 *** it-2 pg. 80 Jesucristo ***
En qu sentido es Hijo unignito. El que a Jess se le llame Hijo unignito (Jn 1:14;
3:16, 18; 1Jn 4:9) no significa que las otras criaturas celestiales creadas no sean hijos de Dios,
puesto que tambin se las llama hijos. (G 6:2, 4; Job 1:6; 2:1; 38:4-7.) Sin embargo, por ser la
nica creacin directa de su Padre, el Hijo primognito fue nico, diferente de todos los dems
hijos de Dios, a los que Jehov cre o engendr mediante ese Hijo primognito. De modo que la
Palabra era el Hijo unignito de Jehov en un sentido especial, igual que Isaac tambin lo fue
de Abrahn en un sentido particular (su padre ya haba tenido otro hijo, pero no de su esposa
Sara). (Heb 11:17; G 16:15.)
*** it-2 pgs. 79-80 Jesucristo ***
JESUCRISTO
Nombre y ttulo del Hijo de Dios desde que fue ungido en la Tierra.
El nombre Jess (gr. Isus) corresponde al nombre hebreo Jesa (o Jehosa, su forma
completa), que significa Jehov Es Salvacin. Era un nombre bastante comn en aquel tiempo.
Por eso, con frecuencia se precisaba especificar diciendo Jess el Nazareno. (Mr 10:47; Hch
2:22.) El ttulo Cristo viene del griego Kjrists, cuyo equivalente en hebreo es Maschaj
(Mesas), que significa Ungido. Aunque el trmino ungido se aplic apropiadamente a otros
hombres anteriores a Jess, como Moiss, Aarn y David (Heb 11:24-26; Le 4:3; 8:12; 2Sa
22:51), el puesto, cargo o servicio para el que se les ungi solo prefigur o tipific el puesto, cargo
y servicio superiores de Cristo Jess. Por consiguiente, Jess es por excelencia y de modo
singular el Cristo, el Hijo del Dios vivo. (Mt 16:16; vanse CRISTO; MESAS.)
Existencia prehumana. La persona que lleg a ser conocida como Jesucristo no empez su
vida aqu en la Tierra. l mismo habl de su existencia celestial prehumana. (Jn 3:13; 6:38, 62;
8:23, 42, 58.) En Juan 1:1, 2 se da el nombre celestial del que lleg a ser Jess, al decir: En el
principio la Palabra [gr. Lgos] era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios [era
divina, Sd; comprese con An American Translation, Moffat (ambas en ingls); o: de esencia
divina, Bhmer; Stage (ambas en alemn)]. Este estaba en el principio con Dios. Dado que
Jehov es eterno y no tuvo principio (Sl 90:2; Rev 15:3), el que la Palabra estuviera con Dios
desde el principio debe referirse al principio de las obras creativas de Jehov. Esta conclusin la
confirman otros textos que identifican a Jess como el primognito de toda la creacin, el
principio de la creacin por Dios. (Col 1:15; Rev 1:1; 3:14.) De modo que las Escrituras
identifican a la Palabra (Jess en su existencia prehumana) como la primera creacin de Dios, su
Hijo primognito.
Las mismas declaraciones de Jess prueban que Jehov era verdaderamente el Padre o
Aquel que dio vida a este Hijo primognito, de modo que este Hijo era en realidad una creacin
de Dios. l seal a Dios como la Fuente de su vida, cuando dijo: Yo vivo a causa del Padre.
Segn el contexto, eso significaba que su vida proceda de su Padre o haba sido causada por l,
de la misma manera que los hombres encaminados a la muerte podran conseguir vida si ejercan
fe en el sacrificio de rescate de Jess. (Jn 6:56, 57.)
Si los clculos de los cientficos modernos sobre la edad del universo material se aproximan a
la realidad, la existencia de Jess como criatura celestial empez miles de millones de aos antes
de la creacin del primer ser humano. (Comprese con Miq 5:2.) El Padre se vali de su Hijo
primognito celestial para crear todas las dems cosas (Jn 1:3; Col 1:16, 17), entre ellas los
millones de otros hijos de la familia celestial de Jehov Dios (Da 7:9, 10; Rev 5:11), as como el
universo material y las criaturas que al principio se colocaron en l. Lgicamente, Jehov se
diriga a este Hijo primognito cuando dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, segn nuestra
semejanza. (G 1:26.) Todas estas otras cosas no solo fueron creadas mediante l, sino
tambin para l, como el Primognito de Dios y el heredero de todas las cosas. (Col 1:16; Heb
1:2.)
No fue un cocreador. No obstante, la participacin del Hijo en las obras creativas no lo
hicieron un cocreador de su Padre. El poder para la creacin proceda de Dios mediante su
espritu santo o fuerza activa. (G 1:2; Sl 33:6.) Y como Jehov es la Fuente de toda la vida, toda
la creacin animada, visible e invisible, le debe la vida a l. (Sl 36:9.) Ms que un cocreador, fue
el agente o instrumento por medio del que Jehov, el Creador, realiz sus obras. Jess mismo
atribuy la creacin a Dios, como lo hacen todas las Escrituras. (Mt 19:4-6; vase CREACIN.)
Pg. 85 *** it-2 pg. 80 Jesucristo ***
Sabidura personificada. Lo que las Escrituras dicen sobre la Palabra encaja de modo
sobresaliente con la descripcin de Proverbios 8:22-31. En este pasaje se personifica a la
sabidura, se la representa como si pudiera hablar y actuar. (Pr 8:1.) Muchos escritores cristianos
de los primeros siglos de la era comn entendieron que este pasaje se refera simblicamente al
Hijo de Dios en su estado prehumano. En vista de los textos ya analizados, no puede negarse
que Jehov produjera al Hijo como el principio de su camino, el ms temprano de sus logros de
mucho tiempo atrs, ni que el Hijo estuviera al lado [de Jehov] como un obrero maestro
durante la creacin de la Tierra, como dicen estos versculos de Proverbios. Es verdad que en
hebreo, cuyos sustantivos tienen gnero (como en espaol), la palabra para sabidura est
siempre en femenino. El que se personifique a la sabidura no cambia su gnero, pero tampoco
impide que se use figuradamente para representar al Hijo primognito de Dios. La palabra griega
para amor en la frase Dios es amor (1Jn 4:8) tambin est en femenino, aunque el trmino
Dios es masculino. Salomn, el escritor principal de Proverbios (Pr 1:1), se aplic el ttulo
qohleth (congregador) (Ec 1:1), aunque el gnero de esta palabra tambin es femenino.
La sabidura solo se manifiesta cuando se expresa de algn modo. La sabidura de Dios se
expres en la creacin (Pr 3:19, 20) mediante su Hijo. (Comprese con 1Co 8:6.) Del mismo
modo, el propsito sabio de Dios concerniente a la humanidad tambin se hace manifiesto
mediante su Hijo, Jesucristo, y se sintetiza en l. Por eso el apstol pudo decir que Cristo
representa el poder de Dios y la sabidura de Dios, y que Cristo Jess ha venido a ser para
nosotros sabidura procedente de Dios, tambin justicia y santificacin y liberacin por rescate.
(1Co 1:24, 30; comprese con 1Co 2:7, 8; Pr 8:1, 10, 18-21.)
*** w08 15/12 pgs. 12-13 El singular papel de Jess en el propsito divino ***
La Palabra
6
enseanza si es de Dios o si hablo por m mismo (Juan 7:16, 17). Jess sigui llevando el ttulo
de La Palabra de Dios aun despus de haber regresado a la gloria celestial (Rev. 19:11, 13, 16).
7
Pensemos por un momento en lo que implica ese ttulo. Aunque Jess es la criatura ms
sabia que existe, no confa en su propia sabidura y por eso solo transmite lo que su Padre le
comunica. Tampoco dirige la atencin a s mismo, sino a su Padre (Juan 12:50). Qu magnfico
ejemplo! A nosotros tambin se nos ha encomendado el maravilloso privilegio de declarar
buenas nuevas de cosas buenas (Rom. 10:15). El ejemplo de humildad de Jess debera
impulsarnos a tener cuidado con lo que decimos. Cuando se trata de comunicar el mensaje
salvador de las Escrituras, no vamos ms all de las cosas que estn escritas (1 Cor. 4:6).
*** w98 15/6 pg. 23 Jess, el gobernante cuyo origen es de tiempos tempranos ***
El vocero de Jehov
Las palabras de Juan sealan otro privilegio de que disfrut el Hijo de Dios, a saber, ser el
vocero de su Padre. Desde el principio fue la Palabra. De modo que cuando Jehov habl con
Adn y ms tarde con Adn y Eva, probablemente lo hizo a travs de la Palabra. Y quin mejor
para transmitir las instrucciones de Dios para el bienestar de la humanidad que aquel que estaba
encariado con ella? (Juan 1:1, 2.)
Cunto debi doler a la Palabra ver a Eva y luego a Adn desobedecer al Creador! Y cunto
debi haber anhelado remediar los males que la desobediencia trajo a sus descendientes!
(Gnesis 2:15-17; 3:6, 8; Romanos 5:12.) Jehov se dirigi a Satans, quien haba instigado a
Eva a rebelarse, y le dijo: Pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la
descendencia de ella (Gnesis 3:15). La Palabra, que fue testigo de lo ocurrido en Edn, se dio
cuenta de que, siendo la parte principal de la descendencia de la mujer, se convertira en el
objeto de un odio despiadado. Saba que Satans era un homicida (Juan 8:44).
Cuando, tiempo despus, Satans cuestion la integridad del fiel Job, a la Palabra debieron
indignarle las acusaciones calumniosas levantadas contra su Padre (Job 1:6-10; 2:1-4). De
hecho, en su papel de arcngel, a la Palabra se la conoce por Miguel, nombre que significa
Quin Es Como Dios? e indica que lucha a favor de Jehov contra todo el que aspira a usurpar
Su soberana (Daniel 12:1; Revelacin 12:7-10).
Durante la historia de Israel, la Palabra observ los esfuerzos de Satans por apartar a los
seres humanos de la adoracin pura. Despus del xodo de Egipto, Dios dijo a Israel mediante
Moiss: Voy a enviar un ngel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en
el lugar que he preparado. Cudate a causa de l y obedece su voz. No te portes rebeldemente
contra l, porque no perdonar la transgresin de ustedes; porque mi nombre est dentro de l
(xodo 23:20, 21). Quin fue ese ngel? Probablemente, Jess en su existencia pre humana.
*** it-2 pgs. 796-799 Reconciliacin ***
RECONCILIACIN
Accin de volver a la concordia, de atraer y acordar los nimos desunidos. Las palabras
griegas relacionadas con el trmino reconciliacin se derivan del verbo allss, que significa
bsicamente cambiar; alterar. (Hch 6:14; Gl 4:20, Int.)
Por lo tanto, aunque la forma compuesta katallss significa esencialmente cambiar o
canjear, adquiri el significado de reconciliar. (Ro 5:10.) Pablo emple este verbo al hablar de
la mujer separada que deba reconciliarse con su esposo. (1Co 7:11.) En las instrucciones de
Jess registradas en Mateo 5:24 en cuanto a que se deberan hacer primero las paces con el
hermano antes de presentar una ofrenda sobre el altar, aparece un trmino de la misma familia:
diallssomai.
Reconciliacin con Dios. Pablo utiliza los trminos katallss y apokatallss (una
forma intensificada) en la carta a los Romanos y en otras varias, al tratar el tema de la
reconciliacin del hombre con Dios por medio del sacrificio de Cristo Jess.
Estas personas obviamente se reconciliaron hasta cierto grado con Dios. No obstante, al igual
que el resto del mundo de la humanidad, todava eran pecadores por herencia, como de hecho lo
reconocan al ofrecer los sacrificios de animales. (Ro 3:9, 22, 23; Heb 10:1, 2.) Es verdad que
algunos hombres han pecado de manera ms abierta o grave que otros, y hasta se han vuelto
manifiestamente rebeldes; pero el pecado sigue siendo pecado, sin importar su grado o alcance.
Por lo tanto, como todos son pecadores, todos los descendientes de Adn, sin excepcin,
necesitan la reconciliacin con Dios que el sacrificio de su Hijo ha hecho posible.
La relativa amistad de Dios con hombres como los mencionados antes se basaba en la fe que
ellos mostraron, fe que abarcaba la creencia de que Dios proveera al debido tiempo el medio
para librarlos por completo de su condicin pecaminosa. (Comprese con Heb 11:1, 2, 39, 40; Jn
1:29; 8:56; Hch 2:29-31.) Por consiguiente, la relativa reconciliacin de la que disfrutaron estaba
supeditada al rescate que Dios proveera en el futuro. Como se muestra en el artculo
DECLARAR JUSTO, Dios cont, imput o abon en cuenta su fe como justicia, y, sobre esa
base, teniendo en mira la absoluta certeza de que proveera un rescate, poda considerarlos
provisionalmente sus amigos sin violar sus normas de justicia perfecta. (Ro 4:3, 9, 10; NM,
Besson; comprese tambin con 3:25, 26; 4:17.) Sin embargo, las exigencias propias de su
justicia con el tiempo tendran que satisfacerse, de manera que se saldaran con el pago real del
precio de rescate requerido. Todo esto exalta la importancia del papel de Cristo en el propsito de
Dios, y demuestra que, aparte de Cristo Jess, no hay ningn hombre que pueda alcanzar una
posicin de justo ante Dios por mritos propios. (Comprese con Isa 64:6; Ro 7:18, 21-25; 1Co
1:30, 31; 1Jn 1:8-10.)
Pasos necesarios para conseguir la reconciliacin. Dado que Dios es el ofendido y es su
ley la que se ha infringido vez tras vez, el hombre es quien debe reconciliarse con Dios y no Dios
con el hombre. (Sl 51:1-4.) El hombre no est en un plano de igualdad con Dios, y la norma de la
justicia divina no est sujeta a cambios, enmiendas o modificaciones. (Isa 55:6-11; Mal 3:6;
comprese con Snt 1:17.) Por lo tanto, sus condiciones para la reconciliacin no son negociables,
no estn sujetas a juicio o componenda. (Comprese con Job 40:1, 2, 6-8; Isa 40:13, 14.) Aunque
muchas versiones traducen Isaas 1:18: El Seor dice: Vengan, vamos a discutir este asunto
(VP), o emplean expresiones parecidas (BJ, SA, Str), una traduccin ms adecuada y coherente
es: Vengan, pues, y enderecemos los asuntos entre nosotros [Vengan, para que arreglemos
cuentas, RH; vanse tambin CB, CI, EMN] dice Jehov. La culpa de esta falta de armona
con Dios la tiene exclusivamente el hombre, no Dios. (Comprese con Eze 18:25, 29-32.)
Este hecho no impide que Dios demuestre su misericordia tomando la iniciativa de abrir el
camino para la reconciliacin por medio de su Hijo. El apstol escribe: Porque, de hecho, Cristo,
mientras todava ramos dbiles, muri por impos al tiempo sealado. Porque apenas muere
alguien por un hombre justo; en realidad, por el hombre bueno, quizs, alguien hasta se atreva a
morir. Pero Dios recomienda su propio amor [agpn] a nosotros en que, mientras todava
ramos pecadores, Cristo muri por nosotros. Mucho ms, pues, dado que hemos sido
declarados justos ahora por su sangre, seremos salvados mediante l de la ira. Porque si, cuando
ramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo, mucho ms,
ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida. Y no solo eso, sino que tambin
nos alborozamos en Dios mediante nuestro Seor Jesucristo, mediante quien ahora hemos
recibido la reconciliacin. (Ro 5:6-11.) Jess, quien no conoci pecado, fue hecho pecado por
nosotros y muri como ofrenda humana a fin de librar a las personas de la acusacin y la pena
del pecado. Librados de tal acusacin, tienen la oportunidad de parecer justos a los ojos de Dios,
y, por lo tanto, de [llegar] a ser justicia de Dios por medio de l [Jess]. (2Co 5:18, 21.)
Adems, Dios demuestra su misericordia y amor enviando embajadores a la humanidad
pecaminosa. En la antigedad se enviaban embajadores principalmente en tiempos de hostilidad
(comprese con Lu 19:14), no de paz, y su misin sola consistir en ver si poda evitarse la guerra
o en fijar las condiciones que propiciaran la paz cuando exista un estado de guerra. (Isa 33:7; Lu
14:31, 32; vase EMBAJADOR.) Dios enva a sus embajadores cristianos a los hombres para que
puedan aprender sus condiciones de reconciliacin y para que se valgan de ellas. El apstol
escribe: Somos, por lo tanto, embajadores en sustitucin de Cristo, como si Dios estuviera
suplicando mediante nosotros. Como sustitutos por Cristo rogamos: Reconcliense con Dios.
(2Co 5:20.) Esta splica no significa que se debilite la posicin de Dios o su oposicin al mal; es
una invitacin misericordiosa a los ofensores para que busquen la paz y escapen de las
inevitables consecuencias de la justa ira divina, que sobrevendr a los que persistan en oponerse
a Su santa voluntad y que supondr su segura destruccin. (Comprese con Eze 33:11.) Incluso
los cristianos tienen que cuidarse de no aceptar la bondad inmerecida de Dios y dejar de cumplir
su propsito, es decir, no buscar continuamente el favor y la buena voluntad de Dios durante el
tiempo acepto y el da de salvacin que l provee misericordiosamente, como muestran las
siguientes palabras de Pablo. (2Co 6:1, 2.)
Al reconocer la necesidad de reconciliarse y aceptar la provisin de Dios para ello, a saber, el
sacrificio de su Hijo, la persona debe arrepentirse de su proceder de pecado y convertirse o
volverse de seguir el camino del mundo pecaminoso de la humanidad. Apelando a Dios sobre la
base del rescate de Cristo, puede obtener perdn de pecados y reconciliacin, y como resultado,
tiempos de refrigerio [...] de la persona de Jehov (Hch 3:18, 19), as como paz mental y de
corazn. (Flp 4:6, 7.) Como ha dejado de ser un enemigo con quien Dios est encolerizado,
puede decirse que en realidad ha pasado de la muerte a la vida. (Jn 3:16; 5:24.) Despus, a fin
de mantener la buena voluntad de Dios, ha de invocarle en apego a la verdad, continuar en la fe
y no dejarse mover de la esperanza de las buenas nuevas. (Sl 145:18; Flp 4:9; Col 1:22, 23.)
En qu sentido ha reconciliado Dios consigo mismo a un mundo?
El apstol Pablo dice que mediante Cristo [Dios] estaba reconciliando consigo mismo a un
mundo, no imputndoles sus ofensas. (2Co 5:19.) Estas palabras no deberan interpretarse mal y
concluir que todas las personas se reconcilian automticamente con Dios en virtud del sacrificio
de Jess, pues seguidamente el apstol contina hablando de la obra de embajadores, que
consiste en suplicar a los hombres: Reconcliense con Dios. (2Co 5:20.) Lo que en realidad se
provey es el medio para que puedan reconciliarse todos los del mundo de la humanidad que
deseen responder. Por consiguiente, Jess vino para dar su alma en rescate en cambio por
muchos, y el que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no ver la vida,
sino que la ira de Dios permanece sobre l. (Mt 20:28; Jn 3:36; comprese con Ro 5:18, 19; 2Te
1:7, 8.)
No obstante, Jehov Dios se propuso reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas
en los cielos y las cosas en la tierra. (Ef 1:10.) Aunque es necesaria la destruccin de los que se
niegan a enderezar los asuntos (Isa 1:18) con Jehov Dios, el resultado ser un universo en
completa armona con Dios, en el que la humanidad volver a disfrutar de Su amistad y de
bendiciones continuas, como ocurra al principio en Edn. (Rev 21:1-4.)
Jehov Dios puso fin a la relacin que mantena con la nacin de Israel en virtud de Su pacto,
debido a que fueron infieles y rechazaron a su Hijo. (Mt 21:42, 43; Heb 8:7-13.) El apstol debe
referirse a este hecho cuando dice que el desecharlos signific reconciliacin para el mundo (Ro
11:15), pues, como muestra el contexto, de este modo se abri el camino para el mundo ajeno a
la comunidad o congregacin juda. En otras palabras, las naciones no judas tenan la
oportunidad de unirse a un resto fiel judo, con el que se haba hecho el nuevo pacto, y formar la
nueva nacin de Dios, el Israel espiritual. (Comprese con Ro 11:5, 7, 11, 12, 15, 25.)
Como pueblo de Dios, su propiedad especial (x 19:5, 6; 1Re 8:53; Sl 135:4), el pueblo judo
haba disfrutado de una relativa reconciliacin con Dios, aunque an tena la necesidad de una
reconciliacin plena por medio del predicho Redentor, el Mesas. (Isa 53:5-7, 11, 12; Da 9:24-26.)
Las naciones no judas, por otra parte, estaban alejadas del estado de Israel, eran extraas a los
pactos de la promesa, no tenan esperanza y estaban sin Dios en el mundo, pues no tenan una
posicin reconocida ante l. (Ef 2:11, 12.) No obstante, de acuerdo con el secreto sagrado
relacionado con la Descendencia, Dios se propuso bendecir a personas de todas las naciones de
la tierra. (G 22:15-18.) El medio para hacerlo, el sacrificio de Cristo Jess, abri por tanto el
camino para que personas de las naciones no judas alejadas de Dios estuvieran cerca por la
sangre del Cristo. (Ef 2:13.) No solo esto, sino que aquel sacrificio tambin elimin la divisin
entre el judo y el que no lo era, pues cumpli el pacto de la Ley y lo quit del camino, lo que
permiti a Cristo reconciliar plenamente con Dios a ambos pueblos en un solo cuerpo mediante
el madero de tormento, porque haba matado la enemistad [la divisin producida por el pacto de
la Ley] por medio de s mismo. A partir de entonces, tanto el judo como el que no lo era poda
acercarse a Dios mediante Cristo Jess, y con el tiempo se introdujo en el nuevo pacto como
herederos del Reino con Cristo a los que no eran judos. (Ef 2:14-22; Ro 8:16, 17; Heb 9:15.)
Pg. 86 *** it-2 pg. 87 Jesucristo ***
Su posicin fundamental en el propsito de Dios. Jehov Dios tuvo a bien hacer que su
Hijo primognito fuese la figura central o clave en el cumplimiento de todos sus propsitos (Jn
1:14-18; Col 1:18-20; 2:8, 9), la persona en la que convergera la luz de todas las profecas y
desde la que se irradiara esta luz (1Pe 1:10-12; Rev 19:10; Jn 1:3-9), la solucin a todos los
problemas que haba ocasionado la rebelin de Satans (Heb 2:5-9, 14, 15; 1Jn 3:8) y el
fundamento sobre el que Dios edificara todos sus preparativos futuros para el bien eterno de su
familia universal en el cielo y en la Tierra. (Ef 1:8-10; 2:20; 1Pe 2:4-8.) Debido a la funcin vital
que desempea en el propsito de Dios, Jess pudo decir apropiadamente y sin exageracin: Yo
soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por m. (Jn 14:6.)
*** it-2 pgs. 93-94 Jesucristo ***
Dar testimonio acerca de la verdad. A la pregunta de Pilato: Bueno, pues, eres t rey?,
Jess contest: T mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al
mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que est de parte de la verdad escucha
mi voz. (Jn 18:37; vase CAUSA JUDICIAL [El juicio de Jess].) Como muestran las Escrituras,
la verdad acerca de la que dio testimonio no era solo la verdad en general, sino que se trataba de
la verdad de mxima importancia en cuanto a lo que eran y lo que son los propsitos de Dios.
Esta verdad estaba basada en el hecho fundamental de la voluntad soberana de Dios y su aptitud
para cumplir dicha voluntad. Jess revel mediante su ministerio que esa verdad, contenida en el
secreto sagrado, era el reino de Dios con l mismo, el Hijo de David, sentado como Rey
Sacerdote en el trono. Este fue tambin, en esencia, el mensaje que proclamaron los ngeles
antes de su nacimiento y una vez que este se produjo en Beln de Judea, la ciudad de David. (Lu
1:32, 33; 2:10-14; 3:31.)
Para que Jess cumpliera en su ministerio con la comisin de dar testimonio acerca de la
verdad, era necesario que no se limitase a hablar, predicar y ensear. Adems de abandonar su
gloria celestial para nacer como humano, tuvo que cumplir todo lo que estaba profetizado acerca
de l, entre lo que se contaban las sombras o modelos contenidos en el pacto de la Ley. (Col
2:16, 17; Heb 10:1.) A fin de sostener la verdad de la palabra y las promesas profticas de su
Padre, Jess tuvo que vivir de tal modo que esa verdad se hiciera realidad, cumplirla de hecho y
de palabra, tanto por su modelo de vida como por su muerte. Tena que ser la verdad, de hecho,
la personificacin de la verdad, como l mismo dijo que era. (Jn 14:6.)
Por esta razn, el apstol Juan pudo escribir que Jess estaba lleno de bondad inmerecida y
verdad, y que aunque la Ley fue dada por medio de Moiss, la bondad inmerecida y la verdad
vinieron a ser por medio de Jesucristo. (Jn 1:14, 17.) La verdad de Dios vino a ser, es decir,
lleg a su realizacin, por medio de estos hechos histricos: el nacimiento humano de Jess, la
presentacin de s mismo a Dios mediante bautismo en agua, sus tres aos y medio de servicio
pblico a favor del reino de Dios, su muerte en fidelidad y su resurreccin al cielo. (Comprese
con Jn 1:18; Col 2:17.) Por lo tanto, toda la vida terrestre de Jesucristo consisti en dar
testimonio acerca de la verdad, acerca de lo que Dios haba jurado. De modo que Jess no fue la
sombra de un Mesas o Cristo, sino el verdadero Mesas que se haba prometido. No fue la
sombra de un rey sacerdote, sino, en esencia y de hecho, el verdadero Rey Sacerdote que se
haba prefigurado. (Ro 15:8-12; comprese con Sl 18:49; 117:1; Dt 32:43; Isa 11:10.)
Esta verdad sera la que librara a los hombres que demostrasen que estaban de parte de la
verdad al aceptar el papel de Jess en el propsito de Dios. (Jn 8:32-36; 18:37.) Quien no haga
caso del propsito de Dios concerniente a su Hijo, edifique esperanzas sobre cualquier otro
fundamento y oriente su vida a partir de cualquier otra base, se engaar a s mismo, creer una
mentira y seguir la direccin del padre de la mentira, el adversario de Dios (Mt 7:24-27; Jn 8:42-
47), lo que significar que morir en sus pecados. (Jn 8:23, 24.) Por eso Jesucristo no se retuvo
de declarar su lugar en el propsito de Dios.
Es verdad que dio orden rigurosa a sus discpulos de que no declararan a nadie su condicin
de Mesas (Mt 16:20; Mr 8:29, 30) y que en muy pocas ocasiones se refiri a s mismo
directamente como el Cristo, excepto cuando estaba en privado con ellos. (Mr 9:33, 38, 41; Lu
9:20, 21; Jn 17:3.) Pero con denuedo y regularidad hizo notar que tanto las profecas como sus
obras probaban que era el Cristo. (Mt 22:41-46; Jn 5:31-39, 45-47; 7:25-31.) Cuando Jess,
cansado del viaje, habl con una mujer samaritana al lado de un pozo, se identific como el
Cristo, quizs a fin de despertar la curiosidad de los ciudadanos y hacer que salieran de la ciudad
para verle, como por fin sucedi. (Jn 4:6, 25-30.) El mero hecho de que alegara ser el Mesas
no significara nada si no lo respaldaba con pruebas. De todos modos, se requera fe de los que
lo vieran y oyeran para aceptar la conclusin a la que esas pruebas sealaban inequvocamente.
(Lu 22:66-71; Jn 4:39-42; 10:24-27; 12:34-36.)
*** it-2 pg. 723 Profeca ***
Como todas estas profecas se realizan en Jesucristo, lo que ratifica que son verdaderas, se
entiende cmo fue que la verdad [vino] a ser por medio de Jesucristo. Porque no importa
cuntas sean las promesas de Dios, han llegado a ser S mediante l. (Jn 1:17; 2Co 1:20;
comprese con Lu 18:31; 24:25, 26, 44-46.) Pedro pudo decir con razn que de [Jess] dan
testimonio todos los profetas. (Hch 3:20-24; 10:43; comprese con 28:23.)
*** it-2 pgs. 87-88 Jesucristo ***
Su posicin fundamental en el propsito de Dios. Jehov Dios tuvo a bien hacer que su
Hijo primognito fuese la figura central o clave en el cumplimiento de todos sus propsitos (Jn
1:14-18; Col 1:18-20; 2:8, 9), la persona en la que convergera la luz de todas las profecas y
desde la que se irradiara esta luz (1Pe 1:10-12; Rev 19:10; Jn 1:3-9), la solucin a todos los
problemas que haba ocasionado la rebelin de Satans (Heb 2:5-9, 14, 15; 1Jn 3:8) y el
fundamento sobre el que Dios edificara todos sus preparativos futuros para el bien eterno de su
familia universal en el cielo y en la Tierra. (Ef 1:8-10; 2:20; 1Pe 2:4-8.) Debido a la funcin vital
que desempea en el propsito de Dios, Jess pudo decir apropiadamente y sin exageracin: Yo
soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por m. (Jn 14:6.)
El secreto sagrado. El propsito de Dios segn se revel en Jesucristo permaneci como
un secreto sagrado [o misterio] [...] guardado en silencio por tiempos de larga duracin. (Ro
16:25-27.) Durante ms de cuatro mil aos, desde la rebelin en Edn, hubo hombres de fe que
aguardaban el cumplimiento de la promesa de Dios de que habra una descendencia que
magullara la cabeza del adversario semejante a una serpiente, y con ello traera alivio a la
humanidad. (G 3:15.) Por casi dos mil aos ellos haban basado su esperanza en el pacto que
Jehov hizo con Abrahn, segn el cual, una descendencia tomara posesin de la puerta de
sus enemigos y por medio de ella se bendeciran todas las naciones de la Tierra. (G 22:15-18.)
Cuando por fin lleg el lmite cabal del tiempo, Dios envi a su Hijo, y a travs de l revel el
significado del secreto sagrado, dio la respuesta definitiva a la cuestin que haba hecho surgir
el adversario de Dios (vase JEHOV [La cuestin suprema es de naturaleza moral]) y suministr
los medios para redimir a la humanidad obediente del pecado y la muerte gracias al sacrificio de
rescate de su Hijo. (Gl 4:4; 1Ti 3:16; Jn 14:30; 16:33; Mt 20:28.) De este modo Jehov Dios
elimin cualquier incertidumbre o ambigedad que pudiera haber en la mente de sus siervos con
respecto a su propsito. Por eso el apstol dice que no importa cuntas sean las promesas de
Dios, han llegado a ser S mediante [Cristo Jess]. (2Co 1:19-22.)
El secreto sagrado no consista tan solo en identificar a Jess como el Hijo de Dios, sino en
definir el papel que se le asign en el propsito predeterminado de Dios y la revelacin y
realizacin de ese propsito a travs de Jesucristo. Tal propsito, que por tanto tiempo haba sido
un secreto, era para una administracin al lmite cabal de los tiempos sealados, a saber: reunir
todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas [que estn] en los cielos y las cosas [que estn]
en la tierra. (Ef 1:9, 10.)
Uno de los aspectos del secreto sagrado cristalizado en Cristo Jess es que l encabeza un
nuevo gobierno celestial, cuyos miembros sern personas (judas y no judas) tomadas de la
poblacin de la Tierra, y cuyo dominio abarcar tanto el cielo como la Tierra. En la visin
registrada en Daniel 7:13, 14 aparece alguien como un hijo del hombre (ttulo que ms tarde se
aplic con frecuencia a Cristo: Mt 12:40; 24:30; Lu 17:26; comprese con Rev 14:14) en la corte
celestial de Jehov, y se le da gobernacin y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos
nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a l. La misma visin, sin embargo, muestra que los
santos del Supremo tambin van a compartir con este hijo del hombre su reino, gobernacin y
grandeza. (Da 7:27.) Mientras Jess estuvo en la Tierra, seleccion de entre sus discpulos a los
primeros de los futuros miembros de ese gobierno del Reino. Despus que continuaron con l en
sus pruebas, hizo un pacto con ellos para un reino, orando a su Padre para que los santificase (o
los hiciera santos) y pidindole que donde l estuviera, ellos tambin estuvieran con l, para
que contemplaran su gloria que le haba dado. (Lu 22:28, 29; Jn 17:5, 17, 24.) Por estar as en
unin con Cristo, la congregacin cristiana tambin desempea su papel en el secreto sagrado,
como ms tarde expresa el apstol inspirado. (Ef 3:1-11; 5:32; Col 1:26, 27; vase SECRETO
SAGRADO.)
*** it-2 pg. 722 Profeca ***
En que sentido el dar testimonio de Jess inspira el profetizar?
En la visin del apstol Juan, un ngel le dijo que el dar testimonio de Jess es lo que inspira
[literalmente, es el espritu de] el profetizar. (Rev 19:10.) El apstol Pablo llama a Cristo el
secreto sagrado de Dios, y dice que cuidadosamente ocultados en l estn todos los tesoros de
la sabidura y del conocimiento. (Col 2:2, 3.) Esto se debe a que Jehov Dios ha asignado a su
Hijo el papel clave en la realizacin de su magnfico propsito, que consiste en la santificacin de
Su nombre y en que se vuelva a poner a la Tierra y sus habitantes en el lugar que Dios haba
previsto para ellos; esto se logra mediante una administracin al lmite cabal de los tiempos
sealados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las
cosas en la tierra. (Ef 1:9, 10; comprese con 1Co 15:24, 25.) Como el cumplimiento del
magnfico propsito de Dios est muy relacionado con Jess (comprese con Col 1:19, 20), toda
profeca, es decir, todos los mensajes inspirados de Dios y proclamados por sus siervos,
sealaban hacia su Hijo. As que, como dice Revelacin 19:10, todo el espritu (toda la
inclinacin, intencin y propsito) de la profeca era dar testimonio de Jess, aquel a quien
Jehov convertira en el camino y la verdad y la vida. (Jn 14:6.) Esto no solo es cierto de las
profecas anteriores al ministerio pblico de Jess, sino de todas las profecas posteriores. (Hch
2:16-36.)
Pg. 87 *** it-2 pg. 88 Jesucristo ***
Agente Principal de la vida. Por bondad inmerecida de su Padre, Cristo Jess entreg su
vida humana perfecta en sacrificio, lo que hizo posible que sus seguidores escogidos pudiesen
estar en unin con l reinando en el cielo y que hubiera sbditos terrestres de dicho Reino. (Mt
6:10; Jn 3:16; Ef 1:7; Heb 2:5; vase RESCATE.) De este modo lleg a ser el Agente Principal
[Prncipe, ENP; Ga; NC, 1981; Besson; Caudillo, BC] de la vida para toda la humanidad. (Hch
3:15.) El trmino griego que se usa en este pasaje significa bsicamente caudillo principal, y es
una palabra emparentada con la que se aplic a Moiss (Hch 7:27, 35) en su papel de
gobernante de Israel.
Por tanto, en su funcin de caudillo principal o pionero de la Vida (Moffat [en ingls]), Jess
introdujo un elemento nuevo y esencial para conseguir la vida eterna: su papel de intermediario o
mediador, que tambin lo desempea en sentido administrativo. Es el Sumo Sacerdote de Dios
que puede limpiar por completo del pecado y liberar de los efectos mortferos de este (Heb 3:1, 2;
4:14; 7:23-25; 8:1-3); es el Juez nombrado en cuyas manos se encomienda todo juicio, de modo
que administra con prudencia los beneficios de su rescate a las personas de la humanidad que
merezcan vivir bajo su gobernacin (Jn 5:22-27; Hch 10:42, 43); mediante l tambin se consigue
la resurreccin de los muertos. (Jn 5:28, 29; 6:39, 40.) Debido a que Jehov Dios quiso utilizar as
a su Hijo, no hay salvacin en ningn otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se
haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos. (Hch 4:12; comprese
con 1Jn 5:11-13.)
Como su nombre tambin abarca este aspecto de la autoridad de Jess, mediante l sus
discpulos, en calidad de representantes del Agente Principal de la vida, podan curar a personas
de sus enfermedades ocasionadas por el pecado heredado e incluso podan levantar a los
muertos. (Hch 3:6, 15, 16; 4:7-11; 9:36-41; 20:7-12.)
Pg. 88 *** w02 15/4 pgs. 18-22 Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios divinos
***
Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios divinos
[Jehov] te ensea para que te beneficies a ti mismo. (ISAAS 48:17.)
A LOS cientficos que tratan de desentraar los secretos del universo les asombra la tremenda
cantidad de energa que hay en el cosmos. El Sol, una estrella de tamao mediano, produce tanta
energa como la que liberaran 100.000 millones de bombas de hidrgeno que explotaran cada
segundo. El Creador controla y dirige esos enormes cuerpos celestes mediante su ilimitado
poder (Job 38:32; Isaas 40:26). Qu podemos decir de los seres humanos, dotados de libre
albedro, facultad moral, raciocinio y capacidad para la espiritualidad? De qu formas ha visto
oportuno dirigirnos nuestro Hacedor? Nos gua con amor mediante sus leyes perfectas y sus
elevados principios, en combinacin con nuestra conciencia bien educada (2 Samuel 22:31;
Romanos 2:14, 15).
2
A Dios le complace que las criaturas inteligentes decidan obedecerlo (Proverbios 27:11).
En vez de programarnos para que nos sometamos ciegamente, como si furamos robots sin
voluntad, Jehov nos dot de libre albedro a fin de que decidamos con conocimiento de causa y
hagamos lo bueno (Hebreos 5:14).
3
Jess, que reflej a la perfeccin a su Padre, dijo a sus discpulos: Ustedes son mis amigos
si hacen lo que les mando. Ya no los llamo esclavos (Juan 15:14, 15). En tiempos antiguos, a los
esclavos no les quedaba ms remedio que obedecer a su amo. Por otro lado, las amistades se
forjan manifestando cualidades que llegan al corazn. Nosotros podemos ser amigos de Jehov
(Santiago 2:23). El amor mutuo fortalece dicha amistad. Jess enlaz la obediencia a Dios con el
amor cuando dijo: Si alguien me ama, observar mi palabra, y mi Padre lo amar (Juan 14:23).
Con ese fin, y tambin para guiarnos bien, Jehov nos invita a vivir segn sus principios.
Principios piadosos
4
Qu son los principios? Se define principio como regla de conducta. Verdad o idea que
sirve de fundamento a otras o a un razonamiento (Diccionario de uso del espaol, de Mara
Moliner). Un estudio detenido de la Biblia revela que nuestro Padre celestial suministra directrices
esenciales que abarcan diversas situaciones y aspectos de la vida, y lo hace teniendo presente
nuestro beneficio eterno. Esto armoniza con lo que escribi el sabio rey Salomn: Oye, hijo mo,
y acepta mis dichos. Entonces para ti los aos de vida llegarn a ser muchos. Yo ciertamente te
instruir aun en el camino de la sabidura; ciertamente har que pises en los senderos trillados de
la rectitud (Proverbios 4:10, 11). Los principios fundamentales que suministra Jehov influyen en
nuestra relacin con l y con nuestros semejantes, en nuestra adoracin y en nuestra vida diaria
(Salmo 1:1). Analicemos algunos de dichos principios esenciales.
5
Jess dijo respecto a nuestra relacin con Jehov: Tienes que amar a Jehov tu Dios con
todo tu corazn y con toda tu alma y con toda tu mente (Mateo 22:37). Adems, Dios da
principios que tienen que ver con el modo de tratar al semejante, como la Regla urea: Todas las
cosas que quieren que los hombres les hagan, tambin ustedes de igual manera tienen que
hacrselas a ellos (Mateo 7:12; Glatas 6:10; Tito 3:2). Se nos da este consejo tocante a la
adoracin que rendimos: Considermonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras
excelentes, sin abandonar el reunirnos (Hebreos 10:24, 25). En lo que se refiere a los aspectos
de la vida cotidiana, el apstol Pablo dice: Sea que estn comiendo, o bebiendo, o haciendo
cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). En la
Palabra de Dios hay una innumerable cantidad de otros principios.
6
Los principios son verdades vigentes y esenciales, y los cristianos sabios aprenden a
amarlos. Jehov inspir a Salomn a escribir lo siguiente: De veras presta atencin a mis
palabras. A mis dichos inclina tu odo. No se escapen de tus ojos. Gurdalos en medio de tu
corazn. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne (Proverbios 4:20-22). En
qu difieren los principios de las leyes? Los principios constituyen el fundamento de las leyes. Las
reglas, que suelen ser especficas, tal vez sean pertinentes para cierto tiempo o situacin,
mientras que los principios son eternos (Salmo 119:111). Los principios divinos no se vuelven
anticuados ni pierden vigencia. Las palabras inspiradas del profeta Isaas resultan veraces: La
hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios,
durar hasta tiempo indefinido (Isaas 40:8).
Basemos nuestros pensamientos y acciones en los principios
7
La palabra de nuestro Dios nos anima una y otra vez a basar nuestros pensamientos y
acciones en los principios. Cuando se pidi a Jess que resumiera la Ley, hizo dos declaraciones
concisas: una de ellas recalcaba el amor a Jehov, y la otra, el amor al prjimo (Mateo 22:37-40).
De esta manera, cit parte de un breve resumen de los principios bsicos de la Ley mosaica
anotado en Deuteronomio 6:4, 5: Jehov nuestro Dios es un solo Jehov. Y tienes que amar a
Jehov tu Dios con todo tu corazn y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital. Al parecer,
Jess tambin tena presente la directriz divina que se encuentra en Levtico 19:18. En la clara,
sucinta e impactante conclusin del libro de Eclesiasts, el rey Salomn resume una gran
cantidad de leyes divinas: La conclusin del asunto, habindose odo todo, es: Teme al Dios
verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es todo el deber del hombre. Porque el Dios
verdadero mismo traer toda clase de obra a juicio con relacin a toda cosa escondida, en cuanto
a si es buena o es mala (Eclesiasts 12:13, 14; Miqueas 6:8).
8
Tener una comprensin cabal de esos principios fundamentales nos ayuda a entender y
aplicar pautas ms especficas. Adems, si no comprendemos perfectamente ni obedecemos
tales principios bsicos, no podremos tomar decisiones prudentes, y nuestra fe se debilitar
(Efesios 4:14). Por el contrario, si grabamos esas pautas en la mente y el corazn, estaremos
preparados para usarlas al tomar decisiones. Cuando las ponemos en prctica con
entendimiento, obtenemos buenos resultados (Josu 1:8; Proverbios 4:1-9).
9
Entender y aplicar los principios bblicos no es tan sencillo como seguir un cdigo legal. Los
seres humanos imperfectos tal vez rehuyamos el esfuerzo que exige razonar partiendo de
principios, y prefiramos la comodidad de seguir una regla al tomar decisiones o vernos ante una
disyuntiva. Es posible que en ocasiones busquemos la direccin de un cristiano maduro por
ejemplo, un anciano de congregacin con la esperanza de que nos d una regla especfica
pertinente para el caso. Sin embargo, puede ser que ni la Biblia ni las publicaciones que en ella
se basan suministren una regla categrica, y aun si se nos proporciona una, no nos servir en
todo momento ni en toda circunstancia. Quiz recordemos que cierto hombre hizo esta peticin a
Jess: Maestro, di a mi hermano que divida conmigo la herencia. En lugar de apresurarse a
dictar una norma para resolver las disputas entre hermanos carnales, Jess enunci un principio
ms general: Mantengan abiertos los ojos y gurdense de toda suerte de codicia. De ese modo
suministr una pauta que fue til entonces y sigue sindolo hoy da (Lucas 12:13-15).
10
Es probable que hayamos conocido a personas que tienden a obedecer las leyes a
regaadientes, por temor al castigo. Pues bien, el respeto a los principios impide que tengamos
esa actitud. La misma naturaleza de los principios mueve a quienes estn gobernados por ellos a
responder desde el corazn. De hecho, la mayora de los principios no llevan consigo un castigo
inmediato para quienes no se sujetan a ellos, lo cual nos da la oportunidad de revelar por qu
obedecemos a Jehov, cules son los motivos de nuestro corazn. Encontramos un ejemplo en
Jos, que rechaz las proposiciones inmorales de la esposa de Potifar. Aunque Jehov no haba
dado todava una ley escrita que condenara el adulterio y no haba prescrito un castigo por tener
relaciones con la esposa de otro hombre, Jos estaba al tanto de cules eran los principios
divinos sobre la fidelidad marital (Gnesis 2:24; 12:18-20). Su respuesta pone de relieve que tales
pautas le influyeron sobremanera: Cmo podra yo cometer esta gran maldad y realmente
pecar contra Dios? (Gnesis 39:9).
11
Los cristianos de la actualidad se dejan guiar por los principios de Jehov en sus asuntos
personales, como son la eleccin de las compaas, las diversiones, la msica y la lectura
(1 Corintios 15:33; Filipenses 4:8). Al aumentar el conocimiento, entendimiento y aprecio de
Jehov y sus normas, nuestra conciencia, es decir, nuestro sentido moral, nos ayudar a poner
en prctica los principios divinos en cualquier circunstancia, incluso en cuestiones muy
personales. Puesto que nos guiamos por los principios bblicos, no buscamos lagunas en las
leyes de Dios ni imitamos a los que tratan de ver hasta dnde pueden llegar sin quebrantar una
determinada regla. Comprendemos que tal modo de pensar es contraproducente y perjudicial
(Santiago 1:22-25).
12
Los cristianos maduros reconocen que para seguir los principios divinos, es esencial que
deseemos saber lo que piensa Jehov sobre los asuntos. Oh amadores de Jehov es la
exhortacin del salmista, odien lo que es malo. (Salmo 97:10.) En Proverbios 6:16-19 se
enumeran algunas cosas que Dios considera malas: Hay seis cosas que Jehov de veras odia;
s, siete son cosas detestables a su alma: ojos altaneros, una lengua falsa, y manos que
derraman sangre inocente, un corazn que fabrica proyectos perjudiciales, pies que se apresuran
a correr a la maldad, un testigo falso que lanza mentiras, y cualquiera que enva contiendas entre
hermanos. Cuando el deseo de reflejar el sentir de Jehov sobre tales cuestiones fundamentales
rige nuestra existencia, vivir en conformidad con los principios se convierte en algo habitual para
nosotros (Jeremas 22:16).
Hace falta un buen motivo
13
Conocer y aplicar los principios tambin nos protege de la trampa de adorar a Dios de una
manera formal, vaca. No es lo mismo regirse por principios que obedecer reglas de manera
estricta. Jess indic claramente este punto en el Sermn del Monte (Mateo 5:17-48). Conviene
recordar que su auditorio estaba compuesto de judos, cuya conducta deba estar regulada por la
Ley mosaica. La realidad era, sin embargo, que tenan una idea deformada de la Ley. Hacan
hincapi en la letra, en vez de hacerlo en el espritu. Y daban mucha importancia a sus
tradiciones, las cuales anteponan a las enseanzas de Dios (Mateo 12:9-12; 15:1-9). Como
consecuencia, a la generalidad de las personas no se les enseaba a pensar en funcin de los
principios.
14
Este ejemplo ilustra que jams debemos perder de vista el propsito y el espritu de los
principios de Jehov. Desde luego, no debemos tratar de ganar el favor de Dios mediante el
formalismo moral. Jess puso al descubierto lo engaosa que es tal actitud destacando la
misericordia y el amor de Dios (Mateo 12:7; Lucas 6:1-11). Si seguimos los principios bblicos,
no intentaremos regir nuestra vida por un conjunto inflexible de normas que van ms all de lo
que ensea la Biblia, ni lo exigiremos de los dems. Estaremos ms interesados en los principios
de amor y obediencia a Dios que en la apariencia externa de nuestra adoracin (Lucas 11:42).
Resultados felices
16
Al esforzarnos por obedecer a Jehov, es importante que tengamos presente que sus leyes
se basan en principios fundamentales. Por ejemplo, los cristianos han de huir de la idolatra, la
inmoralidad sexual y el uso impropio de la sangre (Hechos 15:28, 29). Qu hay detrs de la
posicin cristiana respecto a estos asuntos? Que Dios merece devocin exclusiva, que debemos
ser fieles a nuestro cnyuge y que Jehov es el Dador de la vida (Gnesis 2:24; xodo 20:5;
Salmo 36:9). Comprender estos principios subyacentes facilita el que obedezcamos las leyes
relacionadas.
17
Al percibir los principios subyacentes y ponerlos en prctica, nos damos cuenta de que son
para nuestro bien. Las bendiciones espirituales de que disfruta el pueblo de Dios suelen ir
acompaadas de beneficios tangibles. As, quienes no fuman, llevan una vida moral intachable y
respetan la santidad de la sangre no sufren determinadas enfermedades. Del mismo modo, vivir
en conformidad con la verdad divina puede favorecernos en sentido econmico, en las relaciones
sociales y en la vida familiar. Todos esos beneficios concretos demuestran el valor de las normas
de Jehov, que son realmente prcticas. Ahora bien, obtener ese provecho no es en s el motivo
principal por el que aplicamos los principios divinos. Los cristianos verdaderos obedecen a
Jehov porque lo aman, porque l merece que lo adoren y porque eso es lo que debe hacerse
(Revelacin 4:11).
18
Dejar que los principios bblicos nos rijan resulta en tener un modo de vida superior, que
puede atraer a otras personas al camino de Dios. Lo ms importante es que nuestra vida honra a
Jehov. Nos damos cuenta de que es en realidad un Dios amoroso que desea lo mejor para
nosotros. Cuando tomamos decisiones que estn en conformidad con los principios bblicos y
observamos que Jehov nos bendice, nos sentimos an ms cerca de l. En efecto, forjamos una
relacin ms estrecha con nuestro Padre celestial.
*** w02 15/2 Los principios divinos nos benefician ***
TODOS sabemos que los animales siguen su instinto, y que hay mquinas programadas para
ejecutar determinadas funciones. Pero el ser humano fue creado para que se guiara por
principios. Cmo podemos estar seguros de ello? Pues bien, Jehov, quien ha dado origen a
todo principio correcto, dijo lo siguiente cuando hizo a los primeros seres humanos: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, segn nuestra semejanza. El Creador es un espritu; no posee un
cuerpo fsico como nosotros. Por tanto, estamos hechos a su imagen en el sentido de que
podemos reflejar su personalidad, manifestando a cierto grado sus buenas cualidades. Tenemos
la facultad de regirnos por principios, es decir, obrar conforme a lo que creemos que es un cdigo
de buena conducta. Jehov se encarg de que se pusieran por escrito muchos de ellos en su
Palabra (Gnesis 1:26; Juan 4:24; 17:17).
Pero la Biblia contiene cientos de principios tal vez diga alguien. Me es imposible
aprenderlos todos. Y es verdad. Sin embargo, pensemos en esto: aunque todos los principios
divinos son buenos, algunos tienen mayor importancia. Sirva de botn de muestra Mateo 22:3739, donde Jess indic que entre los mandamientos y principios correspondientes de la Ley de
Moiss, unos eran de ms peso que otros.
Cules son estos? Los principios bblicos clave son los que ejercen una influencia directa en
nuestra relacin con Jehov. Si los obedecemos, el Creador resulta ser la fuerza dominante de
nuestra brjula moral. Adems, existen principios que influyen en las relaciones con los dems. Si
los ponemos en prctica, nos ayudarn a resistir el yosmo, o como sea que lo llamemos.
Analicemos una de las verdades bblicas esenciales. Cul es y cmo nos concierne?
El Altsimo sobre toda la tierra
Las Santas Escrituras dejan claro que Jehov es nuestro Magnfico Creador, el Dios
todopoderoso. Nadie puede igualarlo o suplantarlo. Esta verdad bblica es clave (Gnesis 17:1;
Eclesiasts 12:1).
Uno de los escritores del libro de Salmos dijo de Jehov: T solo eres el Altsimo sobre toda
la tierra. El rey David de la antigedad afirm: Tuyo es el reino, oh Jehov, Aquel que tambin te
alzas como cabeza sobre todo. Y el renombrado profeta Jeremas se sinti impelido a consignar:
De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehov. T eres grande, y tu nombre es
grande en podero (Salmo 83:18; 1 Crnicas 29:11; Jeremas 10:6).
Cmo debemos aplicar tales verdades acerca de Dios en nuestra vida cotidiana?
Es obvio que el Creador y Dador de vida debe ocupar un lugar preeminente en nuestra
existencia. No sera apropiado, pues, resistir toda tendencia a llamar la atencin a nosotros
mismos, tendencia que puede ser mayor en unos que en otros? Un sabio principio rector es
ha[cer] todas las cosas para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). El profeta Daniel fue un buen
ejemplo de ello.
La Biblia nos cuenta que un sueo perturb al rey Nabucodonosor de Babilonia, y que l pidi
que se le explicara su significado. A pesar del desconcierto general, Daniel inform con exactitud
al rey lo que deseaba saber. Se atribuy por ello el mrito? No, sino que glorific al Dios en los
cielos que es un Revelador de secretos. Y aadi: No por ninguna sabidura que exista en m
ms que en cualesquiera otros que estn vivos me es revelado este secreto. Daniel era un
hombre de principios. No sorprende que en el libro que lleva su nombre, se le califique de muy
deseable a la vista de Dios (Daniel 2:28, 30; 9:23; 10:11, 19).
Imitar a Daniel nos beneficiar. Para seguir su modelo, el factor clave es la motivacin. Quin
debe recibir la honra por lo que hacemos? Sin importar nuestra situacin, tenemos la capacidad
para actuar en armona con este principio bblico de vital importancia: Jehov es el Seor
Soberano. Si as lo hacemos, seremos muy deseable[s] a sus ojos.
Analicemos ahora dos principios bsicos que nos sirven de gua en el campo de las relaciones
humanas, mbito de la vida especialmente difcil ante el nfasis generalizado en el yo.
Con humildad mental
Los egostas rara vez se sienten satisfechos. La mayora anhela una vida cada vez mejor y la
quiere en el acto. La modestia, para ellos, es seal de debilidad. Creen que solo los dems deben
tener paciencia y que, con tal de triunfar, todo vale. Hemos de comportarnos como ellos, o
contamos con alguna otra opcin?
Los siervos de Dios se enfrentan a esa actitud a diario, pero no debera influir en ellos. Los
cristianos maduros aceptan el principio de que no el que a s mismo se recomienda es aprobado,
sino el hombre a quien Jehov recomienda (2 Corintios 10:18).
Aplicar la norma de Filipenses 2:3, 4 nos ayudar, pues ese texto nos anima a no hacer nada
movidos por espritu de contradiccin ni por egotismo, sino [a considerar] con humildad mental
que los dems son superiores a [nosotros]. As no estaremos vigilando con inters personal solo
[nuestros] propios asuntos, sino tambin con inters personal los de los dems.
Un hombre que mantuvo una actitud equilibrada de s mismo y de su vala fue Geden, juez
de los antiguos hebreos. l no trat de ser caudillo de Israel, y aun cuando se le design para el
cargo, dijo que no se lo mereca. El millar mo es el ms pequeo de Manass, y yo soy el ms
chico de la casa de mi padre, argument (Jueces 6:12-16).
Por otra parte, tras la victoria que Jehov le dio, los hombres de Efran trataron de pelear con
l. Cmo reaccion Geden? Se haba engredo por el triunfo? No. Evit un desastre con una
respuesta suave, a saber: Pues qu he hecho yo en comparacin con ustedes?. Geden tena
humildad mental (Jueces 8:1-3).
Claro est, aquellos incidentes ocurrieron mucho tiempo atrs, pero, aun as, es til analizar el
relato. Se observa que la actitud de Geden era muy diferente de la que predomina hoy en da, y
que le report beneficios regirse por ella.
La actitud actual, centrada en el yo, puede distorsionar el concepto que tenemos de nosotros
mismos. Los principios bblicos corrigen tal distorsin y nos ensean cul es nuestra autntica
vala con respecto al Creador y al prjimo.
Cuando nos regimos por ellos, vencemos el yosmo. Ya no nos dominan los sentimientos o
nuestras inclinaciones personales. Cuanto ms aprendemos de los principios justos, mejor
conocemos a Aquel que les dio origen. En efecto, vale la pena prestar especial atencin a los
principios divinos siempre que leamos la Biblia (vase el recuadro).
Jehov hizo al hombre superior a los animales, los cuales siguen principalmente su instinto.
Hacer la voluntad de Dios supone vivir segn sus principios. As, mantendremos en ptimas
condiciones nuestra brjula moral para que nos gue hasta el nuevo mundo de Dios. La Biblia nos
da razn para esperar el cercano establecimiento de un nuevo sistema de cosas en el que la
justicia habr de morar por toda la Tierra (2 Pedro 3:13).
Principios bblicos tiles
En el crculo familiar.
Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona. (1 Corintios
10:24.)
El amor [...] no busca sus propios intereses. (1 Corintios 13:4, 5.)
Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a s mismo.
(Efesios 5:33.)
Esposas, estn en sujecin a sus esposos. (Colosenses 3:18.)
Escucha a tu padre, que caus tu nacimiento, y no desprecies a tu madre simplemente porque
ha envejecido. (Proverbios 23:22.)
En la escuela, el empleo o los negocios.
Una balanza defraudadora es cosa detestable [...]. El inicuo obtiene salario falso. (Proverbios
11:1, 18.)
El que hurta, ya no hurte ms, sino, ms bien, que haga trabajo duro. (Efesios 4:28.)
Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma. (2 Tesalonicenses 3:10.)
Cualquier cosa que estn haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehov.
(Colosenses 3:23.)
Deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas. (Hebreos 13:18.)
En la actitud hacia el dinero.
El que se apresura a ganar riquezas no permanecer inocente. (Proverbios 28:20.)
Un simple amador de la plata no estar satisfecho con plata. (Eclesiasts 5:10.)
Al determinar nuestra vala personal.
El que la gente ande buscando su propia gloria, es eso gloria? (Proverbios 25:27.)
Albete un extrao, y no tu propia boca. (Proverbios 27:2.)
Digo a cada uno que est all entre ustedes que no piense ms de s mismo de lo que sea
necesario pensar. (Romanos 12:3.)
Si alguien piensa que es algo, no siendo nada, est engaando su propia mente. (Glatas 6:3.)
*** w09 1/6 pg. 7 La mejor gua para la vida ***
Consejos tiles para la gente de hoy
La Biblia nos proporciona principios sencillos y prcticos para la vida actual. Veamos varios
ejemplos:
Para llevarse bien con los dems
Todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, tambin ustedes de igual manera
tienen que hacrselas a ellos. (Mateo 7:12.)
El que se porta como uno de los menores entre todos ustedes es el que es grande. (Lucas
9:48.)
Sigan la senda de la hospitalidad. (Romanos 12:13.)
Para dejar los vicios y mejorar la personalidad
El que est andando con personas sabias se har sabio, pero al que est teniendo tratos con
los estpidos le ir mal. (Proverbios 13:20.)
No llegues a estar entre los que beben vino en exceso. (Proverbios 23:20.)
No tengas compaerismo con nadie dado a la clera. (Proverbios 22:24.)
Para dar estabilidad al matrimonio
Que cada uno de ustedes [...] ame a su esposa tal como se ama a s mismo; por otra parte, la
esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo. (Efesios 5:33.)
Vstanse de los tiernos carios de la compasin, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad
y la gran paciencia. Continen soportndose [...] y perdonndose liberalmente unos a otros.
(Colosenses 3:12, 13.)
Para educar a los hijos
Entrena al muchacho conforme al camino para l; aun cuando se haga viejo no se desviar de
l. (Proverbios 22:6.)
No estn irritando a sus hijos, sino sigan crindolos en la disciplina y regulacin mental de
Jehov. (Efesios 6:4.)
Para evitar las discusiones
La respuesta, cuando es apacible, aparta la furia, pero la palabra que causa dolor hace subir la
clera. (Proverbios 15:1.)
En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera. (Romanos 12:10.)
En asuntos econmicos, se evitan problemas cuando los acuerdos, aunque sean entre amigos,
se ponen por escrito. As lo hizo el profeta Jeremas, quien dijo: Escrib en una escritura y le puse
el sello y tom testigos al ponerme a pesar el dinero en la balanza (Jeremas 32:10).
Para tener una actitud positiva
Cuantas cosas sean verdaderas, [...] amables, [...] de buena reputacin, cualquier virtud que
haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continen considerando estas cosas.
(Filipenses 4:8.)
La Biblia recomienda no centrarse en las ideas negativas y censura a quienes siempre andan
quejndose de su suerte en la vida. Ms bien, aconseja: Regocjense en la esperanza (Judas
4, 16; Romanos 12:12).
Si ponemos en prctica estos principios, viviremos ms felices y tranquilos, y nuestra forma de
vida agradar a Dios. Adems, recibiremos grandes bendiciones, pues la Biblia promete: Los
justos mismos poseern la tierra, y residirn para siempre sobre ella (Salmo 37:29
*** w02 15/4 pg. 19 Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios divinos ***
Principios piadosos
4
Qu son los principios? Se define principio como regla de conducta. Verdad o idea que
sirve de fundamento a otras o a un razonamiento (Diccionario de uso del espaol, de Mara
Moliner). Un estudio detenido de la Biblia revela que nuestro Padre celestial suministra directrices
esenciales que abarcan diversas situaciones y aspectos de la vida, y lo hace teniendo presente
nuestro beneficio eterno. Esto armoniza con lo que escribi el sabio rey Salomn: Oye, hijo mo,
y acepta mis dichos. Entonces para ti los aos de vida llegarn a ser muchos. Yo ciertamente te
instruir aun en el camino de la sabidura; ciertamente har que pises en los senderos trillados de
la rectitud (Proverbios 4:10, 11). Los principios fundamentales que suministra Jehov influyen en
nuestra relacin con l y con nuestros semejantes, en nuestra adoracin y en nuestra vida diaria
(Salmo 1:1). Analicemos algunos de dichos principios esenciales.
5
Jess dijo respecto a nuestra relacin con Jehov: Tienes que amar a Jehov tu Dios con
todo tu corazn y con toda tu alma y con toda tu mente (Mateo 22:37). Adems, Dios da
principios que tienen que ver con el modo de tratar al semejante, como la Regla urea: Todas las
cosas que quieren que los hombres les hagan, tambin ustedes de igual manera tienen que
hacrselas a ellos (Mateo 7:12; Glatas 6:10; Tito 3:2). Se nos da este consejo tocante a la
adoracin que rendimos: Considermonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras
excelentes, sin abandonar el reunirnos (Hebreos 10:24, 25). En lo que se refiere a los aspectos
de la vida cotidiana, el apstol Pablo dice: Sea que estn comiendo, o bebiendo, o haciendo
cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). En la
Palabra de Dios hay una innumerable cantidad de otros principios.
6
Los principios son verdades vigentes y esenciales, y los cristianos sabios aprenden a
amarlos. Jehov inspir a Salomn a escribir lo siguiente: De veras presta atencin a mis
palabras. A mis dichos inclina tu odo. No se escapen de tus ojos. Gurdalos en medio de tu
corazn. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne (Proverbios 4:20-22). En
qu difieren los principios de las leyes? Los principios constituyen el fundamento de las leyes. Las
reglas, que suelen ser especficas, tal vez sean pertinentes para cierto tiempo o situacin,
mientras que los principios son eternos (Salmo 119:111). Los principios divinos no se vuelven
anticuados ni pierden vigencia. Las palabras inspiradas del profeta Isaas resultan veraces: La
hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios,
durar hasta tiempo indefinido (Isaas 40:8).
Pg. 89 *** w02 15/4 pg. 20 prr. 9 Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios
divinos ***
9
Entender y aplicar los principios bblicos no es tan sencillo como seguir un cdigo legal. Los
seres humanos imperfectos tal vez rehuyamos el esfuerzo que exige razonar partiendo de
principios, y prefiramos la comodidad de seguir una regla al tomar decisiones o vernos ante una
disyuntiva. Es posible que en ocasiones busquemos la direccin de un cristiano maduro por
ejemplo, un anciano de congregacin con la esperanza de que nos d una regla especfica
pertinente para el caso. Sin embargo, puede ser que ni la Biblia ni las publicaciones que en ella
se basan suministren una regla categrica, y aun si se nos proporciona una, no nos servir en
todo momento ni en toda circunstancia. Quiz recordemos que cierto hombre hizo esta peticin a
Jess: Maestro, di a mi hermano que divida conmigo la herencia. En lugar de apresurarse a
dictar una norma para resolver las disputas entre hermanos carnales, Jess enunci un principio
ms general: Mantengan abiertos los ojos y gurdense de toda suerte de codicia. De ese modo
suministr una pauta que fue til entonces y sigue sindolo hoy da (Lucas 12:13-15).
*** w06 15/6 pgs. 21-22 Cmo amo tu ley, s! ***
Cmo satisfacer nuestra necesidad espiritual
6
El ser humano fue creado con varias necesidades. Por ejemplo: para gozar de salud fsica es
imprescindible tener alimento, bebida y cobijo. Sin embargo, tambin hay que saciar la necesidad
espiritual, ya que de lo contrario no se alcanza la verdadera felicidad (Mateo 5:3). Jehov dio
tanta importancia a satisfacer esta necesidad innata que mand a su pueblo que interrumpiera
sus actividades normales un da a la semana para dedicarlo por completo a los asuntos
espirituales.
7
La ley del sbado subrayaba el valor de cultivar la espiritualidad. La primera vez que aparece
la palabra sbado en la Biblia es con relacin a la ddiva del man provista en el desierto.
Se mand a los israelitas recoger aquel pan milagroso durante seis das. En la ltima jornada
tenan que acumular el pan de dos das, pues no habra man el sptimo da. Este sera un
sbado santo a Jehov, durante el cual cada uno habra de quedarse sentado en su lugar
(xodo 16:13-30). Uno de los Diez Mandamientos estableca, bajo pena de muerte, que no se
realizara ningn tipo de trabajo el sbado, pues era un da sagrado (xodo 20:8-11; Nmeros
15:32-36).
8
La ley del sbado reflejaba el inters de Jehov por el bienestar fsico y espiritual de su
pueblo. El sbado vino a existir por causa del hombre, dijo Jess (Marcos 2:27). Esta
disposicin no solo permita descansar a los israelitas, sino que tambin les daba la oportunidad
de acercarse a su Creador y demostrarle que lo amaban (Deuteronomio 5:12). Era un da
dedicado exclusivamente a los asuntos espirituales, en el que la familia poda adorar a Dios,
orarle y meditar sobre su Ley. El sbado sirvi para evitar que los israelitas emplearan todo su
tiempo y energas en ir tras intereses materiales, pues les recordaba que su relacin con Jehov
era lo ms importante en la vida. Jess reiter este principio inmutable al decir: Est escrito: No
de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresin que sale de la boca de Jehov
(Mateo 4:4).
9
El pueblo de Dios ya no tiene que guardar un descanso sabtico literal de veinticuatro horas;
con todo, tal disposicin no es simplemente una curiosidad histrica (Colosenses 2:16). No es
verdad que tambin nos recuerda a nosotros que debemos dar prioridad a las actividades
espirituales? No podemos permitir que los intereses espirituales queden eclipsados por las
preocupaciones econmicas o por las diversiones (Hebreos 4:9, 10). De modo que cabra
preguntarse: Qu ocupa el primer lugar en mi vida? Doy prioridad a estudiar, orar, asistir a las
reuniones cristianas y predicar las buenas nuevas del Reino? O los dejo de lado por otros
intereses?. Si ponemos los asuntos espirituales en primer lugar en nuestra vida, Jehov nos
asegura que tendremos cubiertas las necesidades bsicas (Mateo 6:24-33).
10
Algo que nos ayudar a acercarnos a Jehov es dedicar tiempo a estudiar la Biblia y las
publicaciones basadas en ella, y reflexionar sobre su mensaje (Santiago 4:8). Susan, quien
empez a estudiar regularmente la Biblia hace unos cuarenta aos, reconoce que al principio
no disfrutaba, sino que se aburra. Sin embargo, le fue gustando cada vez ms a medida que lea.
Ahora echa de menos su estudio personal si por alguna razn tiene que suspenderlo. El estudio
me ha ayudado a conocer a Jehov y a verlo como un Padre dice. Puedo confiar en l,
apoyarme en l y orarle con toda libertad. Es impresionante ver lo mucho que Jehov ama a sus
siervos, cmo me cuida personalmente y lo que ha hecho por m. Verdad que nos sentimos
felices cuando satisfacemos nuestra necesidad espiritual?
*** w02 15/4 pg. 22 prr. 16 Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios divinos ***
16
Al esforzarnos por obedecer a Jehov, es importante que tengamos presente que sus leyes
se basan en principios fundamentales. Por ejemplo, los cristianos han de huir de la idolatra, la
inmoralidad sexual y el uso impropio de la sangre (Hechos 15:28, 29). Qu hay detrs de la
posicin cristiana respecto a estos asuntos? Que Dios merece devocin exclusiva, que debemos
ser fieles a nuestro cnyuge y que Jehov es el Dador de la vida (Gnesis 2:24; xodo 20:5;
Salmo 36:9). Comprender estos principios subyacentes facilita el que obedezcamos las leyes
relacionadas.
*** it-2 pg. 930 Sangre ***
Fluido maravilloso que circula por el sistema vascular de los seres humanos y de la mayora
de los animales pluricelulares; en hebreo es dam, y en griego, hima. La sangre suministra
nutrientes y oxgeno a todas las partes del cuerpo, se lleva los desechos y desempea un papel
fundamental en proteger al cuerpo de las infecciones. Su composicin qumica es tan sumamente
compleja que los cientficos an desconocen mucho sobre la sangre.
La sangre est tan enlazada con los procesos de la vida que en la Biblia se dice que el alma
est en la sangre: Porque el alma de la carne est en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre
el altar para ustedes para hacer expiacin por sus almas, porque la sangre es lo que hace
expiacin en virtud del alma en ella. (Le 17:11.) La Biblia relaciona an de modo ms directo la
vida con la sangre al decir: El alma de toda clase de carne es su sangre. (Le 17:14.) Est claro
que la Palabra de Dios trata la vida y la sangre como algo sagrado.
Quitar la vida. Jehov es la fuente de la vida. (Sl 36:9.) El hombre no puede devolver una vida
que haya quitado. Todas las almas... a m me pertenecen, dice Jehov. (Eze 18:4.) Por lo tanto,
quitar una vida es quitar la propiedad de Jehov. Todo ser vivo tiene un propsito y un lugar en la
creacin de Dios. Ningn hombre tiene el derecho de quitar una vida excepto cuando Dios lo
permite y segn la manera como l dice.
Despus del Diluvio, se orden a No y sus hijos, los progenitores de toda la raza humana,
que respetaran la vida, la sangre, de sus semejantes. (G 9:1, 5, 6.) Por otra parte, Dios tuvo la
bondad de permitirles aadir la carne animal a su dieta. Sin embargo, tenan que reconocer que la
vida de todo animal que mataran para comer perteneca a Dios, y deban demostrarlo
derramando la sangre en el suelo como agua. Este era un modo de devolverla a Dios y
no utilizarla para propsitos personales. (Dt 12:15, 16.)
El hombre tena el derecho de disfrutar de la vida que Dios le haba concedido, y cualquiera
que le privara de esa vida sera responsable ante Dios. Esto se mostr cuando Dios dijo al
asesino Can: La sangre de tu hermano est clamando a m desde el suelo. (G 4:10.) Incluso si
alguien odiaba a su hermano hasta el grado de desear verlo muerto, o lo calumniaba o daba un
falso testimonio contra l con el objeto de poner en peligro su vida, se haca culpable de la sangre
de su prjimo. (Le 19:16; Dt 19:18-21; 1Jn 3:15.)
Debido al punto de vista de Dios sobre el valor de la sangre, se deca que la sangre de una
persona asesinada contaminaba la tierra, una contaminacin que solo poda expiarse si se
derramaba la sangre del homicida. Tomando esto como base, la Biblia autorizaba la pena capital
para el asesino, la cual se ejecutaba mediante la autoridad debidamente constituida. (N 35:33;
G 9:5, 6.) En el Israel antiguo no estaba permitido aceptar ningn rescate para librar de la pena
de muerte a un asesino deliberado. (N 35:19-21, 31.)
En los casos en que no se poda descubrir al homicida a pesar de las investigaciones, se
consideraba culpable de derramamiento de sangre a la ciudad ms cercana al lugar donde se
haba encontrado el cadver. Para eliminar dicha culpabilidad, los ancianos de esa ciudad tenan
que efectuar el procedimiento requerido por Dios, negar rotundamente cualquier culpa o
conocimiento del asesinato y orar a Dios por su misericordia. (Dt 21:1-9.) Si un homicida
involuntario no estaba seriamente preocupado por haber quitado una vida y no segua el
procedimiento fijado por Dios para protegerse huyendo a la ciudad de refugio y permaneciendo
all, el pariente ms cercano del muerto, como vengador autorizado, estaba obligado a matarle
para eliminar del pas la culpa de sangre. (N 35:26, 27; vase VENGADOR DE LA SANGRE.)
*** w12 15/1 pgs. 16-20 Lecciones que aprendemos de la armazn [...] de la verdad ***
Tienes en la Ley la armazn del conocimiento y de la verdad. (ROM. 2:20)
BUSQUEMOS LA RESPUESTA A ESTAS PREGUNTAS:
Qu representaron los sacrificios estipulados en la Ley mosaica?
En qu sentidos son parecidos los sacrificios de los israelitas fieles y los que
ofrecemos los cristianos?
Qu factores llevan a que Jehov acepte o rechace un sacrificio?
GRACIAS a los libros que escribi Pablo por inspiracin, captamos el significado de muchos
aspectos de la Ley mosaica que, de otro modo, seran difciles de entender. Tomemos como
ejemplo la carta a los Hebreos. All, el apstol nos habla de Jess en su funcin de sumo
sacerdote misericordioso y fiel, y nos aclara cmo pudo ofrecer de una vez para siempre un
sacrificio propiciatorio que resultar en la liberacin eterna de todos los que muestren fe en l
(Heb. 2:17; 9:11, 12). Igualmente, seala que el tabernculo fue tan solo una sombra de las
cosas celestiales y que Cristo fue Mediador de un pacto mejor que el que introdujo Moiss
(Heb. 7:22; 8:1-5). En tiempos de Pablo, estas explicaciones acerca de la Ley fueron muy tiles
para los cristianos. Y hoy lo siguen siendo, pues nos ayudan a comprender mejor lo valiosas que
son todas las medidas que Dios ha tomado para ayudarnos.
2
guiar, ensear e iluminar a las personas de otros pueblos, las cuales no estaban familiarizadas
con la Ley que Jehov haba dado a Israel (lase Romanos 2:17-20).
SOMBRAS DEL SACRIFICIO DE JESS
3
La armazn de la verdad que mencion Pablo sigue siendo muy necesaria para entender los
propsitos de Dios. En efecto, los principios en que se basa la Ley que recibi Israel no han
perdido valor ni vigencia. Teniendo esto presente, concentrmonos en un aspecto concreto de
dicha Ley: las instrucciones sobre cmo deban hacerse los sacrificios y ofrendas. Observaremos
cmo contribuyeron a que los judos humildes aceptaran a Cristo y entendieran lo que Jehov
esperaba de ellos. Y tambin veremos de qu forma nos ayudan dichas normas a analizar la
calidad de nuestro servicio sagrado, dado que los requisitos bsicos que Jehov fija para sus
siervos nunca cambian (Mal. 3:6).
4
En la Ley, los judos de la antigedad encontraban a cada paso indicaciones de que eran
pecadores. Sirva como muestra la regla de purificarse despus de tocar un muerto. Al tercer y al
sptimo da de haber estado en contacto con l, la persona impura tena que ser rociada con
agua de limpieza ceremonial, la cual se elaboraba degollando una vaca roja sana, quemndola
y disolviendo sus cenizas (Nm. 19:1-13). Otra norma semejante exiga que las parturientas
guardaran un perodo de impureza y luego ofrecieran un sacrificio de expiacin. As se recordaba
que los seres humanos transmiten en la reproduccin el pecado y la muerte (Lev. 12:1-8).
5
En la vida diaria haba muchas otras situaciones que requeran que los siervos de Jehov
sacrificaran animales para expiar los pecados. Sea que se dieran cuenta o no, tales ofrendas
que con el tiempo llegaron a realizarse en el templo eran una sombra, o modelo, que
prefiguraba el sacrificio perfecto de Jess (Heb. 10:1-10).
EL ESPRITU CON QUE DEBAN HACERSE LOS SACRIFICIOS
6
Cuando los israelitas sacrificaban a Jehov un animal, era imprescindible que este se
encontrara totalmente sano: sin deformidades, ceguera, heridas ni enfermedades (Lev. 22:20-22).
Igualmente, cuando le presentaban frutos o granos, deban ser las primicias, o primeros frutos, y
lo ptimo, s, lo mejor de la cosecha (Nm. 18:12, 29). l no iba a aceptarles ofrendas de
segunda categora. A qu sealaba el requisito de entregarle nicamente animales sin defectos?
Al hecho de que el sacrificio de Jess sera perfecto, sin tacha alguna, y que al proporcionar este
medio para redimir a la humanidad, Jehov estara dando lo mejor y lo que ms quera (1 Ped.
1:18, 19).
7
Sin duda, el adorador que agradeca de corazn la bondad divina seleccionaba para Jehov
lo mejor que tena a su alcance. Cierto, cada uno decida si la ddiva sera de mayor o menor
calidad. Pero nadie deba olvidar que si presentaba algo defectuoso daba a entender que vea la
ofrenda como un mero trmite e incluso una carga, por lo cual no complacera a Dios (lase
Malaquas 1:6-8, 13). Teniendo en cuenta este hecho, hacemos bien en preguntarnos: Con qu
espritu le sirvo a Jehov? Me convendra evaluar la calidad de mi adoracin y mis motivos al
realizarla?.
8
A veces, los israelitas ofrecan sacrificios voluntarios. Por qu razn? Poda ser porque
estaban agradecidos a Jehov o, como suceda con las ofrendas quemadas, porque deseaban su
aprobacin. En cualquiera de estos casos, no deba resultarles difcil seleccionar para l los
animales adecuados. Con gusto le daban lo mejor! Hoy, los cristianos no le entregamos ninguna
de las ofrendas que estipulaba la Ley mosaica. Sin embargo, seguimos hacindole sacrificios, ya
que dedicamos a su servicio una buena parte de nuestro tiempo, energas y recursos. El apstol
Pablo seal que al efectuar la declaracin pblica de nuestra esperanza, al hacer [el] bien y al
compartir cosas con otros, estamos presentndole sacrificios que le complacen (Heb.
13:15, 16). El espritu con el que llevamos a cabo estas actividades revela hasta qu punto le
agradecemos todo lo que ha hecho por nosotros y todo lo que nos ha dado. Como vemos,
nuestros motivos y actitudes al participar en el servicio cristiano deben ser los correctos, igual que
suceda con los fieles que hacan sacrificios voluntarios en la antigedad.
Cuando los israelitas cometan determinados errores, la Ley mosaica les exiga presentar
ofrendas tanto por el pecado como por la culpa. Al tratarse de sacrificios obligatorios, los haran
con una disposicin o actitud diferente, quizs hasta de mala gana? (Lev. 4:27, 28.) Si de verdad
deseaban mantener una buena relacin con Jehov, jams actuaran as.
10
Hoy se producen situaciones similares. Tal vez nos demos cuenta de que sin querer hemos
ofendido a un hermano al actuar de forma desconsiderada o descuidada. O puede que hayamos
cometido una falta y nos remuerda la conciencia. Si tomamos en serio nuestro servicio a Jehov,
haremos todo lo posible por arreglar las cosas. Quizs tengamos que disculparnos sinceramente
o, si se trata de pecados graves, pedir la amorosa ayuda de los superintendentes cristianos (Mat.
5:23, 24; Sant. 5:14, 15). Como vemos, para corregir las faltas cometidas contra el prjimo o
contra Dios hay que hacer sacrificios. Pero al pagar este precio, restablecemos la buena
relacin con Jehov y con el hermano, y aliviamos nuestra conciencia. A su vez, esto nos
confirma que actuar como pide Jehov es siempre lo mejor.
11
La Ley mosaica tambin estipulaba que los fieles hicieran sacrificios de comunin como
muestra de que estaban en paz con Jehov. Tanto ellos como sus familias coman la carne de los
animales, a menudo en los comedores del templo. Tambin reciban porciones el sacerdote que
oficiaba y los dems que se hallaban de servicio (Lev. 3:1, nota; 7:31-33). Lo nico que se
pretenda con estos sacrificios era gozar de una buena relacin con Dios. Era como si el
adorador, su familia, los sacerdotes y Jehov celebraran un banquete juntos y en paz.
12
Poda haber un mayor privilegio que, por decirlo as, invitar a Jehov a una comida y que l
aceptara? Como es lgico, quienes fueran los anfitriones querran ofrecerle lo mejor a tan ilustre
husped. Los sacrificios de comunin, como parte de la armazn de la verdad que hallamos en la
Ley, apuntaban a una realidad mayor: gracias al sacrificio de Jess, todos los seres humanos
tienen la oportunidad de entrar en una relacin pacfica con su Creador. En la actualidad, quienes
le sacrifican a Dios de buena gana sus energas y recursos disfrutan de una estrecha amistad con
l.
ADVERTENCIAS SOBRE LOS SACRIFICIOS
13
Como hemos visto, la Biblia indica que Jehov aprobaba las ofrendas prescritas por la Ley
nicamente si se hacan con el espritu y la actitud que l peda. De hecho, contiene ejemplos de
sacrificios que Dios rechaz. Repasemos dos de ellos y notemos por qu no fueron aceptados.
14
El profeta Samuel le seal al rey Sal que haba llegado el momento de ejecutar la
sentencia divina contra los amalequitas: tena que exterminarlos tanto a ellos como a sus
rebaos. Sin embargo, una vez que los derrot, permiti que sus soldados conservaran con vida
a Agag, el rey de Amaleq. Y lo mismo hizo con los mejores animales del rebao, argumentando
que poda sacrificrselos a Jehov (1 Sam. 15:2, 3, 21). Pero cmo se sinti Dios? Le indign
tanto la desobediencia de Sal que lo destituy de su cargo (lase 1 Samuel 15:22, 23). De este
pasaje extraemos la siguiente leccin: si no obedecemos a Jehov, l no aceptar nuestros
sacrificios.
15
Jehov detestaba los sacrificios de quienes violaban sus normas sin mostrar ningn
arrepentimiento. Pero aceptaba con gusto las oraciones y ofrendas de quienes se esforzaban de
corazn por cumplir sus mandatos. Gracias a la armazn de la Ley, aquellos fieles comprendan
que eran pecadores y necesitaban conseguir el perdn de Dios (Gl. 3:19). Les dola haberlo
ofendido con su conducta. Nosotros tambin debemos reconocer hoy que necesitamos el
sacrificio de Cristo, el cual puede expiar por completo nuestros pecados. Si apreciamos este
hecho, Jehov aceptar con deleite todo lo que le ofrezcamos en su servicio (lase Salmo
51:17, 19).
DEMOSTREMOS FE EN EL SACRIFICIO DE JESS
17
A diferencia de los cristianos, los israelitas tenan que contentarse con ver una simple
sombra de los propsitos divinos (Heb. 10:1). Aun as, las leyes sobre sacrificios los animaron a
cultivar las actitudes necesarias para ser amigos de Dios. Los ayudaron a manifestarle
agradecimiento sincero, sentir el deseo de darle lo mejor y tener claro que necesitaban ser
redimidos. Nosotros contamos con mucho ms: las explicaciones de las Escrituras Griegas.
Gracias a ellas conocemos los beneficios del rescate. En el futuro, el sacrificio de Jess har
posible que Jehov elimine para siempre los efectos del pecado, pero ya en la actualidad nos
permite disfrutar de una conciencia limpia a sus ojos. Qu regalo tan maravilloso es el rescate!
(Gl. 3:13; Heb. 9:9, 14.)
18
Ahora bien, no basta con entender el rescate para beneficiarse de l. Recordemos las
palabras de Pablo: La Ley ha llegado a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que se
nos declarara justos debido a fe (Gl. 3:24). As es, debemos demostrar fe, pero una fe que se
traduzca en obras (Sant. 2:26). En el siglo primero haba muchos cristianos que conocan los
principios bsicos de la Ley la armazn del conocimiento, y el apstol los exhort a ponerlos
en prctica en su vida. Al hacerlo, su conducta estara en armona con los principios que
enseaban (lase Romanos 2:21-23).
19
Aunque los cristianos ya no tenemos que guardar la Ley mosaica, an tenemos que
ofrecerle a Jehov sacrificios gratos a sus ojos. En el prximo artculo veremos cmo podemos
hacerlo.
[Comentario de la pgina 17]
Las condiciones bsicas que Jehov pone a sus siervos nunca cambian
[Ilustracin de la pgina 18]
Qu animal le habramos ofrecido a Jehov?
[Ilustracin de la pgina 19]
Jehov aprueba a quienes le ofrecen sacrificios gratos a sus ojos
*** w97 15/10 pgs. 29-30 Percibir los principios refleja madurez ***
Los principios y el corazn
Es posible obedecer una ley a regaadientes, quiz debido al miedo del castigo que conlleva
desobedecerla. Sin embargo, actuar en consecuencia con un principio excluye tal actitud, pues,
por la misma naturaleza de este, el corazn de la persona es lo que la motiva a observarlo.
Piense en el caso de Jos, quien, como Abel y No, vivi antes del establecimiento del pacto de
la Ley mosaica. Cuando la esposa de Potifar intent seducirlo, este respondi: Cmo podra yo
cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?. En efecto, Jos conoca el principio
de que el esposo y la esposa son una sola carne. (Gnesis 2:24; 39:9.)
Hoy el mundo est falto de principios justos. Se alimenta con glotonera de violencia e
inmoralidad. El cristiano corre el peligro de querer mordisquear, quiz en secreto, el mismo
alimento basura: pelculas, vdeos o libros. Qu loable es, pues, que, como Jos, rechacemos el
mal por principio, recordando que Dios conservar con vida a travs de la venidera gran
tribulacin solo a aquellos que son leales. (Mateo 24:21.) S, es fundamentalmente lo que
hacemos en privado, no en pblico, lo que revela lo que en verdad somos en nuestro interior.
(Salmo 11:4; Proverbios 15:3.)
En consecuencia, si nos guiamos por los principios bblicos, no buscaremos supuestas
lagunas en las leyes de Dios ni intentaremos ver cunto podemos apartarnos de ellas sin
violarlas. Este modo de pensar es contraproducente; a la larga nos perjudica.
TODOS sabemos que los animales siguen su instinto, y que hay mquinas programadas para
ejecutar determinadas funciones. Pero el ser humano fue creado para que se guiara por
principios. Cmo podemos estar seguros de ello? Pues bien, Jehov, quien ha dado origen a
todo principio correcto, dijo lo siguiente cuando hizo a los primeros seres humanos: Hagamos al
hombre a nuestra imagen, segn nuestra semejanza. El Creador es un espritu; no posee un
cuerpo fsico como nosotros. Por tanto, estamos hechos a su imagen en el sentido de que
podemos reflejar su personalidad, manifestando a cierto grado sus buenas cualidades. Tenemos
la facultad de regirnos por principios, es decir, obrar conforme a lo que creemos que es un cdigo
de buena conducta. Jehov se encarg de que se pusieran por escrito muchos de ellos en su
Palabra (Gnesis 1:26; Juan 4:24; 17:17).
Pero la Biblia contiene cientos de principios tal vez diga alguien. Me es imposible
aprenderlos todos. Y es verdad. Sin embargo, pensemos en esto: aunque todos los principios
divinos son buenos, algunos tienen mayor importancia. Sirva de botn de muestra Mateo 22:3739, donde Jess indic que entre los mandamientos y principios correspondientes de la Ley de
Moiss, unos eran de ms peso que otros.
Cules son estos? Los principios bblicos clave son los que ejercen una influencia directa en
nuestra relacin con Jehov. Si los obedecemos, el Creador resulta ser la fuerza dominante de
nuestra brjula moral. Adems, existen principios que influyen en las relaciones con los dems. Si
los ponemos en prctica, nos ayudarn a resistir el yosmo, o como sea que lo llamemos.
Analicemos una de las verdades bblicas esenciales. Cul es y cmo nos concierne?
El Altsimo sobre toda la tierra
Las Santas Escrituras dejan claro que Jehov es nuestro Magnfico Creador, el Dios
todopoderoso. Nadie puede igualarlo o suplantarlo. Esta verdad bblica es clave (Gnesis 17:1;
Eclesiasts 12:1).
Uno de los escritores del libro de Salmos dijo de Jehov: T solo eres el Altsimo sobre toda
la tierra. El rey David de la antigedad afirm: Tuyo es el reino, oh Jehov, Aquel que tambin te
alzas como cabeza sobre todo. Y el renombrado profeta Jeremas se sinti impelido a consignar:
De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehov. T eres grande, y tu nombre es
grande en podero (Salmo 83:18; 1 Crnicas 29:11; Jeremas 10:6).
Cmo debemos aplicar tales verdades acerca de Dios en nuestra vida cotidiana?
Es obvio que el Creador y Dador de vida debe ocupar un lugar preeminente en nuestra
existencia. No sera apropiado, pues, resistir toda tendencia a llamar la atencin a nosotros
mismos, tendencia que puede ser mayor en unos que en otros? Un sabio principio rector es
ha[cer] todas las cosas para la gloria de Dios (1 Corintios 10:31). El profeta Daniel fue un buen
ejemplo de ello.
La Biblia nos cuenta que un sueo perturb al rey Nabucodonosor de Babilonia, y que l pidi
que se le explicara su significado . A pesar del desconcierto general, Daniel inform con exactitud
al rey lo que deseaba saber. Se atribuy por ello el mrito? No, sino que glorific al Dios en los
cielos que es un Revelador de secretos. Y aadi: No por ninguna sabidura que exista en m
ms que en cualesquiera otros que estn vivos me es revelado este secreto. Daniel era un
hombre de principios. No sorprende que en el libro que lleva su nombre, se le califique de muy
deseable a la vista de Dios (Daniel 2:28, 30; 9:23; 10:11, 19).
Imitar a Daniel nos beneficiar. Para seguir su modelo, el factor clave es la motivacin. Quin
debe recibir la honra por lo que hacemos? Sin importar nuestra situacin, tenemos la capacidad
para actuar en armona con este principio bblico de vital importancia: Jehov es el Seor
Soberano. Si as lo hacemos, seremos muy deseable[s] a sus ojos.
Analicemos ahora dos principios bsicos que nos sirven de gua en el campo de las relaciones
humanas, mbito de la vida especialmente difcil ante el nfasis generalizado en el yo.
*** w97 15/10 pgs. 28-29 Percibir los principios refleja madurez ***
LAS malas compaas echan a perder los hbitos tiles. Se siega lo que se siembra.
(1 Corintios 15:33; Glatas 6:7.) Cada una de estas declaraciones, en sentido fsico o espiritual,
es un ejemplo de una verdad fundamental un principio, y de cada una de ellas pueden
derivarse leyes. El carcter de las leyes suele ser temporal y especfico. Los principios, por el
contrario, son amplios y pueden durar para siempre. As, la Palabra de Dios nos anima a pensar,
de ser posible, en funcin de principios.
El Diccionario de uso del espaol define principio como verdad o idea que sirve de
fundamento a otras o a un razonamiento. Y el Diccionario Esencial Santillana de la lengua
espaola incluye la siguiente acepcin: Causa primitiva o primera de una cosa o aquello de lo
que procede algo. Por ejemplo, a un nio se le puede dar la ley no toques la cocina. Pero para
un adulto la advertencia la cocina est caliente sera suficiente. Observe que la ltima es una
declaracin ms amplia. Puesto que va a influir en la actuacin como cocinar, hornear o apagar
el fuego en cierto sentido se convierte en un principio.
Los principios ms importantes de la vida son, por supuesto, de naturaleza espiritual; rigen la
adoracin que damos a Dios y nuestra felicidad. Algunas personas, sin embargo, prefieren evitar
el esfuerzo que requiere razonar basndose en principios. Prefieren la comodidad de una regla
cuando tienen que tomar una decisin. Este no es el proceder de la sabidura, y contrasta con el
ejemplo que dieron los hombres fieles de tiempos bblicos. (Romanos 15:4.)
Hombres de principios piadosos
Entre los hombres imperfectos, podra llamarse a Abel el primer hombre de principios
piadosos. Posiblemente pens mucho en la promesa sobre la descendencia y se dio cuenta de
que la redencin del pecado implicara un sacrificio cruento. (Gnesis 3:15.) Por ello ofreci a
Dios algunos primognitos de su rebao. La frase aun sus trozos grasos muestra que Abel dio
a Jehov lo mejor que tena. Sin embargo, no fue hasta ms de dos mil aos despus de la
muerte de Abel que Dios explic con detalle sus requisitos sobre los sacrificios. A diferencia de
Abel, hombre de principios y temeroso de Dios, su hermano Can present una ofrenda de
sacrificio por pura formalidad. Pero su actitud dejaba mucho que desear; algo en su ofrenda
indicaba que tena un corazn falto de principios. (Gnesis 4:3-5.)
No tambin fue un hombre de principios piadosos. Aunque el relato bblico dice que Dios le
mand especficamente construir un arca, no leemos que le mandara predicar a sus coetneos.
De todos modos, a No se le llama predicador de justicia. (2 Pedro 2:5.) Aunque es probable
que Dios le indicara a No que deba predicar, sin duda su sentido de los principios y su amor al
prjimo lo indujeron a hacerlo. Puesto que vivimos en tiempos parecidos a los de No, imitemos
su excelente actitud y ejemplo.
A diferencia de los lderes religiosos de su da, Jess ense a la gente a pensar en funcin
de principios. Su Sermn del Monte es un ejemplo de ello. Todo l apela a los principios. (Mateo,
captulos 5-7.) Jess ense de este modo porque conoca bien a Dios, como tambin lo
conocieron Abel y No antes que l. Aun de muchacho, respet la verdad fundamental: No solo
de pan [...], sino que de toda expresin de la boca de Jehov vive el hombre. (Deuteronomio 8:3;
Lucas 2:41-47.) S, la clave para ser una persona de principios piadosos es conocer
verdaderamente a Jehov: sus gustos, sus aversiones y sus propsitos. Cuando estas ideas
fundamentales en cuanto a Dios dirigen nuestra vida, se convierten, de hecho, en principios vivos.
(Jeremas 22:16; Hebreos 4:12.)
Los principios y el corazn
Es posible obedecer una ley a regaadientes, quiz debido al miedo del castigo que conlleva
desobedecerla. Sin embargo, actuar en consecuencia con un principio excluye tal actitud, pues,
por la misma naturaleza de este, el corazn de la persona es lo que la motiva a observarlo.
Piense en el caso de Jos, quien, como Abel y No, vivi antes del establecimiento del pacto de
la Ley mosaica. Cuando la esposa de Potifar intent seducirlo, este respondi: Cmo podra yo
cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?. En efecto, Jos conoca el principio
de que el esposo y la esposa son una sola carne. (Gnesis 2:24; 39:9.)
Hoy el mundo est falto de principios justos. Se alimenta con glotonera de violencia e
inmoralidad. El cristiano corre el peligro de querer mordisquear, quiz en secreto, el mismo
alimento basura: pelculas, vdeos o libros. Qu loable es, pues, que, como Jos, rechacemos el
mal por principio, recordando que Dios conservar con vida a travs de la venidera gran
tribulacin solo a aquellos que son leales. (Mateo 24:21.) S, es fundamentalmente lo que
hacemos en privado, no en pblico, lo que revela lo que en verdad somos en nuestro interior.
(Salmo 11:4; Proverbios 15:3.)
En consecuencia, si nos guiamos por los principios bblicos, no buscaremos supuestas
lagunas en las leyes de Dios ni intentaremos ver cunto podemos apartarnos de ellas sin
violarlas. Este modo de pensar es contraproducente; a la larga nos perjudica.
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Pg. 93 *** w07 1/8 pgs. 4-5 La verdadera espiritualidad: cmo cultivarla? ***
EL APSTOL Pablo escribi: La mente carnal es muerte, mas la espiritual, vida y paz
(Romanos 8:6, Versin Hispano-Americana). Con estas palabras, el apstol dio a entender que
ser una persona de inclinacin espiritual no es simplemente una cuestin de sentimiento o
eleccin propia. En realidad, es un asunto de vida o muerte. Por qu puede decirse que la
persona espiritual recibe vida y paz? Porque, segn la Biblia, en el presente disfruta de paz
consigo misma y con Dios, y en el futuro ser bendecida con vida eterna. (Romanos 6:23;
Filipenses 4:7). Con razn Jess afirm: Felices son los que tienen conciencia de su necesidad
espiritual (Mateo 5:3).
El hecho de que usted se encuentre leyendo esta revista demuestra que se interesa por la
espiritualidad, y eso es digno de elogio. Sin embargo, las opiniones sobre este asunto son tan
diversas que tal vez se pregunte: Qu es la espiritualidad realmente, y cmo se cultiva?.
La mente de Cristo
Adems de sealar la importancia y los beneficios de tener inclinaciones espirituales,
el apstol Pablo habl extensamente sobre lo que es la verdadera espiritualidad. l explic a los
cristianos de la antigua ciudad de Corinto la diferencia entre el hombre fsico que se deja llevar
por los impulsos carnales y el hombre espiritual que valora las cosas espirituales. Pablo
afirm: El hombre fsico no recibe las cosas del espritu de Dios, porque para l son necedad.
Por otra parte, aclar que las personas de inclinacin espiritual se caracterizan por tener la
mente de Cristo (1 Corintios 2:14-16).
Bsicamente, tener la mente de Cristo significa manifestar la misma actitud mental que tuvo
Cristo Jess (Romanos 15:5; Filipenses 2:5). En otras palabras, un hombre espiritual es aquel
que piensa como Jess y sigue sus pasos (1 Pedro 2:21; 4:1). Cuanto ms se parece la mente de
alguien a la de Cristo, ms profunda es su espiritualidad y ms cerca est de obtener vida y paz
(Romanos 13:14).
Cmo conocer la mente de Cristo
Sin embargo, para tener la mente de Cristo, primero hay que conocerla. De modo que el
primer paso para cultivar espiritualidad es familiarizarse con la forma de pensar de Jesucristo.
Pero cmo es posible conocer la mente de alguien que vivi en la Tierra hace dos mil aos?
Pongamos un ejemplo: cmo aprendi usted las hazaas de los personajes histricos de su
pas? Probablemente, leyendo sobre ellos. De igual modo, una de las claves para conocer la
mente de Cristo es leer la historia de su vida (Juan 17:3).
Existen cuatro relatos histricos muy grficos sobre la vida de Jess: los Evangelios, que
fueron escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Si los lee con atencin, percibir la manera de
pensar de Jess, la profundidad de sus sentimientos y los motivos que impulsaron sus actos.
Al reflexionar en lo que lea sobre l, se har una clara imagen mental de la clase de persona que
era. Incluso si considera que ya est siguiendo a Cristo, leer estos relatos y meditar en ellos le
tienen cuerpos carnales. El hombre fsico del que se habla aqu se refiere a alguien que carece de
inclinacin espiritual en su vida. Es animal (de ndole de alma) porque sigue los deseos del alma
humana y excluye las cosas espirituales.
Pablo contina diciendo que el hombre fsico no puede llegar a conocer las cosas del espritu
de Dios porque se examinan espiritualmente. Luego agrega: Sin embargo, el hombre espiritual
examina de hecho todas las cosas, pero l mismo no es examinado por ningn hombre. El
hombre espiritual tiene entendimiento de lo que Dios revela; tambin ve la posicin y el derrotero
incorrectos del hombre fsico. No obstante, el hombre fsico no es capaz de entender la posicin,
las acciones y el derrotero de vida del hombre espiritual; tampoco puede ningn hombre juzgar al
hombre espiritual, puesto que solo Dios es su Juez. (Ro 14:4, 10, 11; 1Co 4:3-5.) Como ilustracin
y argumento, el apstol aade: Porque quin ha llegado a conocer la mente de Jehov, para
que le instruya?. Nadie, por supuesto. Pero dice Pablo de los cristianos nosotros s
tenemos la mente de Cristo. Los cristianos llegan a ser hombres espirituales al conseguir la
mente de Cristo, que les permite conocer a Jehov y sus propsitos. (1Co 2:14-16.)
Pg. 94 *** w12 15/11 pgs. 10-14 Jess, nuestro modelo de humildad ***
Yo les he puesto el modelo, que, as como yo hice con ustedes, ustedes tambin
deben hacerlo. (JUAN 13:15)
QU RESPONDERA?
Cmo demostr el Hijo de Dios que ya era humilde antes de venir a la Tierra?
Cmo manifest Jess humildad durante su vida humana?
Cules han sido los beneficios de la humildad de Jess?
JESS est pasando la ltima noche de su vida en la Tierra con sus apstoles en el piso
superior de una casa en Jerusaln. Durante la cena, Jess se levanta, pone a un lado sus
prendas de vestir exteriores y se ata una toalla a la cintura. Entonces vierte agua en un recipiente
y empieza a lavarles los pies a los discpulos y a secrselos con la toalla. Finalmente, se pone
sus prendas exteriores. Por qu realiz esta accin tan humilde? (Juan 13:3-5.)
2
l mismo explic: Saben lo que les he hecho? [...] Por eso, si yo, aunque soy Seor y
Maestro, les he lavado los pies a ustedes, ustedes tambin deben lavarse los pies unos a otros.
Porque yo les he puesto el modelo, que, as como yo hice con ustedes, ustedes tambin deben
hacerlo (Juan 13:12-15). Al estar dispuesto a llevar a cabo un trabajo tan servil, les dio a sus
apstoles una leccin magistral que nunca olvidaran y que los impulsara a ser humildes por el
resto de sus vidas.
3
Aquella no fue la primera vez que Jess les ense a sus apstoles la importancia de ser
humildes. Anteriormente, cuando vio que algunos de ellos manifestaban un espritu competitivo,
puso a un nio a su lado y les dijo: Cualquiera que reciba a este niito sobre la base de mi
nombre, a m me recibe tambin, y cualquiera que me recibe a m, recibe tambin al que me
envi. Porque el que se porta como uno de los menores entre todos ustedes es el que es grande
(Luc. 9:46-48). Consciente de las ansias de grandeza de los fariseos, dijo tiempo despus: Todo
el que se ensalza ser humillado, y el que se humilla ser ensalzado (Luc. 14:11). Sin duda,
Jess desea que todos sus seguidores cultivemos humildad, es decir, una actitud opuesta al
orgullo, la vanidad y la arrogancia. A fin de imitarle, examinemos su ejemplo de humildad y
veamos cmo beneficia esta cualidad tanto a quien la muestra como a otras personas.
NO ME VOLV EN LA DIRECCIN OPUESTA
4
El Hijo unignito de Dios ya demostr que era humilde durante los millones de aos que pas
en el cielo con su Padre antes de venir a la Tierra. Hablando sobre la estrecha relacin que tena
con l, el libro bblico de Isaas explica: El Seor Soberano Jehov mismo me ha dado la lengua
de los enseados, para que sepa responder al cansado con una palabra. l despierta maana a
maana; me despierta el odo para que oiga como los enseados. El Seor Soberano Jehov
mismo me ha abierto el odo, y yo, por mi parte, no fui rebelde. No me volv en la direccin
opuesta (Is. 50:4, 5). Ansioso de aprender, Jess escuch con humildad lo que el Dios verdadero
le enseaba. Y, sin duda, prest mucha atencin al ejemplo de humildad que Jehov dio al
mostrarle misericordia a la humanidad pecadora.
5
Pero no todos los seres celestiales tuvieron esa misma humildad. Hubo un ngel que, en
lugar de dejarse ensear, permiti que lo dominaran el orgullo y la vanidad. Tanto es as que se
rebel contra Jehov y se convirti en Satans, el Diablo. Jess, en cambio, nunca se sinti
insatisfecho con su posicin en los cielos ni tentado a abusar de su poder. Cuando Miguel el
arcngel [es decir, Jess] tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de
Moiss, no se excedi en su autoridad, sino que fue humilde y modesto. Con gusto esper a que
Jehov, el Juez Supremo del universo, se encargara del asunto a su debido tiempo y manera
(lase Judas 9).
6
Sin duda, entre las cosas que Jess aprendi en el cielo estuvieron las profecas sobre su
vida humana. Por lo tanto, es muy probable que antes de venir a la Tierra a vivir y morir como el
Mesas prometido ya supiera las desagradables experiencias que le aguardaban. Aun as, el Hijo
unignito de Dios acept la misin. Por qu? Porque era humilde. El apstol Pablo destac este
hecho cuando escribi: Aunque exista en la forma de Dios, no dio consideracin a una
usurpacin, a saber, que debiera ser igual a Dios. No; antes bien, se despoj a s mismo y tom la
forma de un esclavo y lleg a estar en la semejanza de los hombres (Filip. 2:6, 7).
SE HUMILL DURANTE SU VIDA HUMANA
7
Pablo seal que, durante su vida humana, Jess se humill y se hizo obediente hasta la
muerte, s, muerte en un madero de tormento (Filip. 2:8). Ya desde nio fue un modelo de
humildad. Aunque lo criaron Jos y Mara, que eran imperfectos, continu sujeto a ellos (Luc.
2:51). Los jvenes pueden aprender mucho de l. Si imitan su buen ejemplo y son obedientes a
sus padres, tendrn la bendicin de Jehov.
8
Zacaras profetiz sobre el Mesas: Ponte muy gozosa, oh hija de Sin. Grita en triunfo, oh
hija de Jerusaln. Mira! Tu rey mismo viene a ti. Es justo, s, salvado; humilde, y cabalga sobre
un asno, aun sobre un animal plenamente desarrollado, hijo de un asna (Zac. 9:9). Estas
palabras se cumplieron en el ao 33, cuando Jess entr en Jerusaln antes de la fiesta de la
Pascua. La muchedumbre lo recibi tendiendo sobre el camino prendas de vestir exteriores y
ramas de palmera, y la ciudad entera se alborot por su llegada. Pero Jess no perdi la
humildad ni siquiera cuando fue aclamado como Rey (Mat. 21:4-11).
10
La muerte de Jess tambin sirvi para pagar el rescate de la humanidad (Mat. 20:28).
De este modo, Jehov puede perdonar a los seres humanos pecadores sin pasar por alto las
normas divinas de justicia y darles la oportunidad de vivir para siempre. Pablo escribi: Mediante
un solo acto de justificacin el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para
vida (Rom. 5:18). El sacrificio de Cristo les dio a los cristianos ungidos por espritu la esperanza
de ir al cielo y recibir la inmortalidad, y a las otras ovejas, la esperanza de disfrutar de vida
eterna en la Tierra (Juan 10:16; Rom. 8:16, 17).
HUMILDE DE CORAZN
12
Jess invit a todos los que se afanan y estn cargados a acudir a l. Tomen sobre s mi
yugo y aprendan de m dijo, porque soy de genio apacible y humilde de corazn, y hallarn
refrigerio para sus almas. (Mat. 11:28, 29.) Como era humilde y apacible, trat a los seres
humanos imperfectos con bondad e imparcialidad. No les pidi a sus discpulos ms de lo que
podan dar, sino que los elogi y anim. No los hizo sentir intiles ni indignos. Y, desde luego,
no fue duro ni opresivo con ellos. Al contrario, les garantiz que si se acercaban a l y seguan
sus enseanzas, se sentiran reconfortados, pues su yugo era suave y su carga, ligera. Las
personas se sentan cmodas a su lado sin importar su edad o sexo (Mat. 11:30).
13
Jess se compadeci al ver la triste situacin de la gente comn de Israel y atendi con
amor sus necesidades. Cerca de Jeric se encontr con dos mendigos ciegos, uno de ellos
llamado Bartimeo, quienes le pidieron ayuda con insistencia. Pero la multitud los rega y los
mand callar. Para Jess habra sido muy fcil ignorar las splicas de aquellos ciegos. Sin
embargo, pidi que se los trajeran y, llevado por la compasin, les devolvi la vista. Como vemos,
Jess imit a su Padre, Jehov, siendo humilde y compasivo con los ms desfavorecidos (Mat.
20:29-34; Mar. 10:46-52).
EL QUE SE HUMILLE SER ENSALZADO
14
La humildad que Jesucristo ha manifestado durante toda su vida es una fuente de gozo y de
grandes beneficios. Jehov se regocij al ver a su amado Hijo someterse de buena gana a su
voluntad. Los apstoles y discpulos se sintieron revitalizados por la personalidad llana y apacible
de Jess. Su ejemplo, sus enseanzas y sus afectuosos elogios los impulsaron a progresar
espiritualmente. La gente comn se beneficiaba de su humildad porque l les prestaba ayuda, les
enseaba y los animaba. Y todos los seres humanos obedientes recibirn bendiciones eternas
gracias a su sacrificio redentor.
15
Y Jess? Se benefici de su propia humildad? Desde luego que s. l les dijo a sus
discpulos: El que se humille ser ensalzado (Mat. 23:12). Sus palabras se cumplieron en l
mismo, pues Pablo seal: Dios lo ensalz a un puesto superior y bondadosamente le dio el
nombre que est por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jess se doble toda
rodilla de los que estn en el cielo y de los que estn sobre la tierra y de los que estn debajo del
suelo, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Seor para la gloria de Dios el
Padre. Debido a que fue fiel y humilde durante su vida humana, Jehov lo ensalz es decir, lo
elev a un puesto superior al concederle autoridad sobre todas sus criaturas celestiales y
terrenales (Filip. 2:9-11).
JESS CABALGAR EN LA CAUSA DE LA VERDAD Y LA HUMILDAD
16
En el futuro, el Hijo de Dios seguir siendo humilde. El salmista predijo cmo actuar Jess
contra sus enemigos desde su elevado puesto en los cielos: En tu esplendor sigue adelante al
xito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia (Sal. 45:4). En Armagedn,
Jesucristo cabalgar en defensa de la verdad y de la justicia, pero tambin de la humildad.
Y qu suceder al final del Reinado de Mil Aos cuando el Rey Mesinico haya reducido a nada
todo gobierno y toda autoridad y poder? Con su caracterstica humildad, le entregar el reino a
su Dios y Padre (lase 1 Corintios 15:24-28).
17
18
La cuarta razn por la que necesitamos que nos gue el espritu de Dios es que produce en
nosotros un excelente fruto (lase Glatas 5:22, 23). Qu cristiano no desea crecer en el amor,
el gozo y la apacibilidad? A quin no le hace falta cultivar la gran paciencia, la bondad y la
benignidad? Y quin no tiene que desarrollar la fe, la mansedumbre y el autodominio? La accin
del espritu santo se traduce en una cosecha de excelentes cualidades que nos benefician tanto a
nosotros como a nuestra familia y nuestros hermanos en la fe. Pero el cultivo de este fruto es una
labor que nunca cesa, pues siempre podemos y debemos producirlo en mayor cantidad.
17
Conviene que nos preguntemos: Muestran mis palabras y acciones que sigo la gua del
espritu santo y produzco su fruto? (2 Cor. 13:5a; Gl. 5:25). Tal vez veamos que nos hace falta
cultivar alguna de sus facetas. Qu haremos en tal caso? Cooperar a mayor grado con el
espritu santo para desarrollarlas. Cmo? Estudindolas en la Biblia y en nuestras publicaciones,
analizando cmo aplicarlas en nuestro diario vivir y esforzndonos por manifestarlas cada vez
mejor. Al observar los resultados de la actuacin del espritu santo en nuestro caso y en el de los
dems hermanos, comprenderemos claramente por qu es tan necesaria su gua.
*** w01 1/8 pgs. 15-16 Pongamos de manifiesto nuestro adelantamiento ***
Manifestemos el fruto del espritu
12
El apstol pas a hacer una lista de las obras de la carne, que son numerosas y
manifiestas. Las costumbres del mundo moldean la vida de las personas antes de que lleguen a
valorar los requisitos divinos, y es posible que en ella sean evidentes algunas de las cosas que
mencion Pablo: fornicacin, inmundicia, conducta relajada, idolatra, prctica de espiritismo,
enemistades, contiendas, celos, arrebatos de clera, altercaciones, divisiones, sectas, envidias,
borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas (Glatas 5:19-21). Ahora bien,
quien progresa en sentido espiritual va dominando poco a poco estas indeseables obras de la
carne y dando cabida al fruto del espritu. Este cambio visible es un claro indicio de que est
adelantando hacia la madurez cristiana (Glatas 5:22).
14
Fijmonos en dos expresiones: las obras de la carne y el fruto del espritu. Las obras
son el producto de nuestras acciones. En otras palabras: cada una de las obras de la carne que
Pablo menciona es el resultado o bien de un esfuerzo consciente, o bien de la influencia de la
carne cada (Romanos 1:24, 28; 7:21-25). Por otro lado, la expresin el fruto del espritu implica
que estas cualidades no son consecuencia de un intento por desarrollar el carcter o mejorar la
personalidad, sino de la actuacin del espritu de Dios en la gente. Tal como los rboles dan fruto
cuando estn bien atendidos, manifestaremos el fruto del espritu cuando el espritu santo fluya
libremente en nuestra vida (Salmo 1:1-3).
15
Analicemos tambin el hecho de que Pablo utilice la palabra fruto para englobar todas las
cualidades deseables que menciona. El espritu no produce diversos frutos para que escojamos el
que ms nos guste. Todas las cualidades citadas amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad,
bondad, fe, apacibilidad y autodominio son igual de importantes, y juntas hacen posible la
nueva personalidad cristiana (Efesios 4:24; Colosenses 3:10). Por consiguiente, aunque tal vez
nos demos cuenta de que algunas de las cualidades son ms evidentes en nuestra vida debido a
nuestra personalidad e inclinaciones, es fundamental que demos atencin a todas ellas. As
reflejaremos ms plenamente la personalidad cristiana en nuestra vida (1 Pedro 2:12, 21).
16
La leccin valiosa que nos ensea este anlisis de Pablo es que nuestro objetivo al tratar de
lograr la madurez cristiana no es adquirir grandes saberes ni cultivar una personalidad refinada,
sino conseguir que el espritu de Dios fluya con libertad en nuestra vida. En la medida en que
nuestros pensamientos y acciones respondan a la direccin del espritu santo, seremos maduros
en sentido espiritual. Cmo logramos este objetivo? Tenemos que abrir la mente y el corazn a
la influencia del espritu de Dios, lo cual implica asistir fielmente a las reuniones cristianas y
participar en ellas. Tambin deberamos estudiar con asiduidad la Palabra de Dios y meditar
sobre ella, as como dejar que sus principios guen nuestra relacin con el semejante y las
decisiones que tomamos. No hay duda de que en tal caso se ver con claridad nuestro
adelantamiento.
En tercer lugar, la Biblia nos insta a ir bien arreglados. En 1 Timoteo 2:9 se hace mencin del
vestido bien arreglado. Aunque el apstol Pablo se refera al atuendo femenino, este principio es
aplicable al de los hombres, quienes tambin han de vestir con pulcritud. Sin importar cunto
poseamos en sentido econmico, podemos tener una buena apariencia.
Uno de los rasgos fsicos que primero llaman la atencin es el cabello, por lo que debe
llevarse limpio y bien peinado. Tanto las costumbres locales como los factores hereditarios
guardan estrecha relacin con nuestro estilo de peinado, aspectos que Pablo tuvo presentes al
dar el consejo recogido en 1 Corintios 11:14, 15. Sin embargo, un peinado que cause la impresin
de que quien lo luce intenta parecerse al sexo opuesto est en conflicto con los principios bblicos
(Deu. 22:5).
En el caso de los hombres, la buena apariencia incluye que vayan afeitados y con el bigote
bien recortado, en las regiones donde llevarlo est bien visto.
En cuarto lugar, nuestra apariencia no ha de reflejar amor a este mundo y sus caminos.
El apstol Juan advirti: No estn amando ni al mundo ni las cosas que estn en el mundo
(1 Juan 2:15-17). El sistema actual se caracteriza por un sinnmero de deseos pecaminosos.
Entre ellos Juan menciona el deseo de la carne y la exhibicin ostentosa de las posesiones. Las
Escrituras tambin hacen referencia al espritu de rebelin y de desobediencia a la autoridad (Pro.
17:11; Efe. 2:2). Dichos deseos y actitudes a menudo se evidencian en la forma de vestir y
arreglarse de algunas personas, cuya apariencia es inmodesta, sensual, de mal gusto o
desaliada. Puesto que somos siervos de Jehov, evitaremos las modas que no reflejen la
personalidad cristiana.
En vez de imitar al mundo, sigamos el buen ejemplo de los hombres y mujeres maduros en
sentido espiritual de la congregacin. Los jvenes que en un futuro deseen pronunciar discursos
pblicos hacen bien en observar cmo visten quienes ya desempean esa responsabilidad. Todos
podemos aprender de los que llevan muchos aos participando lealmente en el ministerio pblico
(1 Tim. 4:12; 1 Ped. 5:2, 3).
En quinto lugar, al decidir qu es apropiado, hemos de tener en cuenta que hasta el Cristo
no se agrad a s mismo (Rom. 15:3). El inters principal de Jess era cumplir la voluntad de
Dios. Tambin antepuso la ayuda a los dems a su conveniencia personal. Qu haremos si
determinado tipo de atuendo o arreglo personal supone una barrera entre nosotros y la gente del
lugar donde ahora servimos? Tomaremos una decisin sabia si imitamos la humildad de Jess.
El apstol Pablo hizo constar el siguiente principio: De ninguna manera estamos dando causa
alguna para tropiezo (2 Cor. 6:3). Por esa razn no luciremos un peinado o una vestimenta que
despierte el prejuicio de las personas a quienes deseamos predicar.
*** be leccin 15 pg. 134 prrs. 1-4 Buena apariencia ***
Equipo en buen estado. No basta con ir limpios y bien arreglados, sino que tambin las
publicaciones y dems objetos que empleamos en la predicacin han de encontrarse en buenas
condiciones.
Pensemos en nuestra Biblia. No todos podremos obtener una Biblia nueva cuando se
deteriore la que tengamos. Sin embargo, prescindiendo del tiempo que la hayamos utilizado, debe
resultar obvio que ha recibido un buen trato.
Aunque hay, desde luego, muchas formas de preparar el maletn de la predicacin, siempre ha
de estar limpio y ordenado. Ha visto alguna vez papeles cayndose de la Biblia cuando un
publicador trataba de leer un pasaje al amo de casa o mientras un hermano pronunciaba un
discurso ante la congregacin? Le distrajo, verdad? Si los papeles que se guardan en la Biblia
son una fuente de distraccin, ponerlos en otro lugar contribuir a que su equipo luzca
presentable. Tenga asimismo en cuenta que dejar en el suelo la Biblia u otras publicaciones
religiosas se considera una grave falta de respeto en algunas culturas.
La buena apariencia debe ser importante para nosotros, pues influye en cmo nos ven los
dems. No obstante, la razn principal estriba en que deseamos adornar en todas las cosas [...]
la enseanza de nuestro Salvador, Dios (Tito 2:10).
Pg. 99 *** ia cap. 22 pg. 191 prr. 13 Un hombre de gran lealtad ***
13
De hecho, muchos han dejado de prestar atencin. Algunos incluso estn criticando
descaradamente el mensaje de Jess. Pero lo que ms inquieta a Pedro es que varios discpulos
de Cristo tampoco parecen cmodos. Sus rostros ya no reflejan la alegra de estar aprendiendo la
verdad. Se los ve claramente molestos. Pero eso no es todo: muchos de ellos llegan a afirmar
que el discurso de Jess es ofensivo, se niegan a seguir escuchndolo y se marchan de all.
Es ms, a partir de ese momento dejan de seguir a Jess (lea Juan 6:60, 66).
3
Tambin a los apstoles les cuesta asimilar las palabras de su Maestro. A decir verdad,
tampoco Pedro las comprende por completo, y hay que admitir que podran resultar ofensivas si
se tomaran al pie de la letra. Qu decidir hacer? No es la primera vez que se pone a prueba su
lealtad a Jess, y tampoco sera la ltima. Veamos, pues, cmo la fe firme de este hombre le
ayud a superar las pruebas y mantenerse leal.
Cuando los dems no fueron leales
4
En realidad, fueron muchas las ocasiones en las que las palabras y acciones de Jess
dejaron desconcertado a Pedro. Una de ellas haba ocurrido justo el da anterior. Despus de que
Jess haba alimentado milagrosamente a varios miles de personas, algunos intentaron
nombrarlo rey, pero l reaccion de una forma que sorprendi a muchos: se fue de all para
evitarlo. Luego orden a sus discpulos que subieran a una barca y se dirigieran a Capernaum.
Esa misma noche, mientras navegaban, volvieron a quedarse admirados al ver a Jess
caminando hacia ellos sobre las aguas del mar de Galilea en medio de una tormenta. En aquella
ocasin, Jess le ense a Pedro una importante leccin sobre la fe.
5
Por la maana, los discpulos se dieron cuenta de que la multitud tambin los haba seguido.
Qu hizo Jess entonces? l saba que no buscaban aprender verdades espirituales, sino
recibir ms comida milagrosamente, y por eso los reprendi (Juan 6:25-27). En la sinagoga de
Capernaum continu hablando del asunto y les transmiti una compleja pero importante
enseanza, una enseanza que volvera a dejar sorprendido a ms de uno.
6
Jess quera que aquellas personas cambiaran su actitud materialista y comprendieran que
tenan ante s al enviado de Dios, quien entregara su vida para darle a la humanidad la
posibilidad de vivir para siempre. Para lograrlo, Jess se compar a s mismo al man, el pan que
cay del cielo en los das de Moiss. Como vio que algunos lo criticaban, aadi una grfica
comparacin: explic que para obtener la vida era necesario comer su carne y beber su sangre.
Es entonces cuando, como vimos al principio del captulo, muchos se molestan y dicen: Este
discurso es ofensivo; quin puede escucharlo?. Incluso varios discpulos de Jess deciden
abandonarlo (Juan 6:48-60, 66).
Jess les pregunta a los apstoles: Ustedes no quieren irse tambin, verdad? (Juan 6:67).
Aunque la pregunta va dirigida a los 12, es Pedro quien responde. Sola ser as; tal vez la razn
se deba a que, al parecer, era el mayor de todos o, sencillamente, a que era incapaz de callar lo
que senta. Y su respuesta es una de las ms memorables: Seor, a quin nos iremos? T
tienes dichos de vida eterna (Juan 6:68).
9
Qu palabras tan conmovedoras las de Pedro! Es obvio que su fe en Jess le haba hecho
cultivar una valiosa cualidad: la lealtad. Pedro tena claro que Jess era el nico Salvador que
Jehov haba dado y que su vida dependa de escuchar sus enseanzas sobre el Reino de Dios.
Y aunque es cierto que no siempre entenda todo lo que Jess deca, saba que su Maestro era el
nico medio para obtener el favor de Dios y recibir la vida eterna.
10
Opina usted lo mismo que Pedro? Hoy da, muchas personas afirman que aman a Jess,
pero, por desgracia, no son leales de verdad. Ser realmente leal a Cristo implica ver sus
enseanzas como las vea Pedro. Hay que esforzarse por aprenderlas, comprenderlas y vivirlas,
incluso cuando algunas de ellas nos sorprendan o no encajen con nuestras preferencias
personales. La lealtad es el nico camino para recibir la vida eterna que Jess nos ofrece (lea
Salmo 97:10).
Cuando fue corregido
11
Poco despus, Jess parti con los apstoles y otros discpulos en un largo viaje hacia el
norte. La cumbre nevada del monte Hermn, ubicado en la frontera norte de la Tierra Prometida,
poda verse desde las azules aguas del mar de Galilea. La montaa iba creciendo ante sus ojos a
medida que se acercaban y suban por el camino que les llevaba hasta las aldeas cercanas a
Cesarea de Filipo. Y fue en este extraordinario lugar, con una inmejorable vista de la Tierra
Prometida a sus pies, donde Jess les plante a sus discpulos una cuestin importantsima.
12
Quin dicen las muchedumbres que soy?, les pregunt Jess. No es difcil imaginarnos a
Pedro clavando su mirada en los bondadosos ojos de su Maestro, consciente de su extraordinaria
inteligencia. Jess quera averiguar qu pensaban de l las personas a quienes haba hablado.
As que los discpulos le contaron algunos de los rumores que circulaban sobre su identidad. Pero
Jess deseaba indagar ms: haban credo aquellos falsos rumores sus discpulos ms
allegados? Por eso insisti: Pero ustedes, quin dicen que soy? (Luc. 9:18-20).
13
Las Santas Escrituras se haban referido a Cristo como la piedra que los edificadores
rechazaron (Sal. 118:22; Luc. 20:17). Teniendo presentes esta y otras profecas, Jess indic que
Jehov fundara una congregacin sobre la piedra (o masa rocosa) que Pedro acababa de
identificar como el Cristo. A continuacin, le otorg a Pedro un gran honor dentro de dicha
congregacin. No le dio un puesto superior al de los otros apstoles como algunos afirman,
sino que le confi importantes responsabilidades. El relato indica que le prometi las llaves del
reino (Mat. 16:18, 19). En otras palabras, le encarg el privilegio de abrir las puertas de entrada
al Reino de Dios a tres grupos: primero a los judos y proslitos, luego a los samaritanos y,
finalmente, a los gentiles (los no judos).
15
Sin embargo, algn tiempo despus, Jess les advirti a sus discpulos que se exigira ms
de aquellos que recibieran ms responsabilidades, y Pedro no tardara en comprobar cunta
razn tena su Maestro (Luc. 12:48). Despus de aquella conversacin sobre la comisin que
tendra Pedro, Jess les sigui explicando verdades sobre el Mesas, entre ellas, que pronto sera
torturado y asesinado en Jerusaln. Pero a Pedro le disgust tanto escuchar eso que lo llev
aparte y lo reprendi: S bondadoso contigo mismo, Seor; t absolutamente no tendrs este
destino (Mat. 16:21, 22).
16
De ms est decir que Pedro lo dijo con la mejor intencin del mundo. Por eso, debi
quedarse helado cuando Jess le dio la espalda y, mirando a los dems discpulos quienes
posiblemente opinaban como Pedro, exclam: Ponte detrs de m, Satans! Me eres un
tropiezo, porque no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres (Mat. 16:23; Mar.
8:32, 33). Todos podemos aprender mucho de la respuesta de Jess. Admitmoslo: es muy fcil
que nuestra mentalidad humana desplace a la espiritual. Y si no vigilamos nuestros comentarios,
sin quererlo podramos ponernos del lado de Satans, aun cuando nuestra intencin sea
contribuir a la voluntad de Dios. Pero volvamos al relato de Pedro y veamos cmo reaccion ante
aquella reprensin.
17
Pedro comprenda que Cristo no estaba hablando literalmente cuando lo llam Satans.
A fin de cuentas, cuando Jess se dirigi al Diablo, lo hizo en otros trminos. En cierta ocasin,
por ejemplo, le dijo: Vete, mientras que a Pedro le dijo: Ponte detrs de m (Mat. 4:10). Por lo
tanto, no estaba rechazando a Pedro como apstol suyo, pues vea su buen corazn y su
potencial; sencillamente estaba corrigiendo su forma de pensar. En otras palabras, el Maestro le
estaba pidiendo que dejara de ponerse delante de l, estorbndole el paso, y que, ms bien, se
colocara detrs de l para seguirlo y apoyarlo.
18
Poco despus, Jess realiz otra sorprendente afirmacin: Hay algunos de los que estn
en pie aqu que de ningn modo gustarn la muerte hasta que primero vean al Hijo del hombre
viniendo en su reino (Mat. 16:28). Quines tendran ese extraordinario honor? Seguro que
Pedro se mora de curiosidad. Pero despus de la reprimenda que acababa de recibir, tal vez se
preguntaba: Estar yo entre ellos?.
20
Sin embargo, una semana ms tarde, Jess se llev a Santiago, Juan y Pedro a una
montaa encumbrada, quizs al monte Hermn, que se encontraba a unos cuantos kilmetros de
distancia. Al parecer, era de noche, pues a aquellos tres hombres les costaba mantenerse
despiertos. Ahora bien, mientras Jess oraba, ocurri algo sorprendente, algo que, sin duda
alguna, les quit el sueo de golpe (Mat. 17:1; Luc. 9:28, 29, 32).
21
De repente, la cara de Jess comenz a brillar, hasta hacerse tan reluciente como el Sol.
Su ropa tambin se volvi de un blanco deslumbrante. Entonces vieron aparecer a su lado dos
figuras, que representaban a Moiss y Elas. Ambos conversaban con Jess sobre su partida,
es decir, sobre su muerte y resurreccin en Jerusaln. Desde luego, a Pedro no le qued ninguna
duda de que se haba equivocado al afirmar que Jess no tendra que sufrir y morir (Luc.
9:30, 31).
22
Segn parece, Pedro sinti el impulso de tomar parte de algn modo en aquella fascinante
visin. Es posible que deseara que se prolongara un poco ms. En cierto momento, pareci como
si Moiss y Elas estuvieran alejndose de Jess, as que Pedro le dijo: Instructor, es excelente
que estemos aqu; por eso, erijamos tres tiendas: una para ti y una para Moiss y una para Elas.
Aquellos personajes no necesitaban tiendas de campaa, pues solo eran representaciones
simblicas de dos siervos de Jehov que haban muerto mucho tiempo atrs. Est claro que
Pedro no saba muy bien lo que estaba diciendo, pero verdad que nos conmueve la actitud tan
noble y entusiasta de este hombre? (Luc. 9:33.)
23
Aquella noche, Pedro, Santiago y Juan recibieron otro honor. Por encima de sus cabezas se
form una nube en la montaa, y de ella sali una voz que dijo: Este es mi Hijo, el que ha sido
escogido. Escchenle. Era la voz de Jehov mismo! Con eso concluy la visin, y los tres
apstoles volvieron a quedarse a solas con Jess en la montaa (Luc. 9:34-36).
24
Pedro debi sentirse muy privilegiado por haber presenciado aquella visin de la
transfiguracin, y nosotros podemos sentirnos igual por saber lo que ocurri esa noche. Dcadas
despus, el apstol afirm contarse entre los que fueron testigos oculares de [la] magnificencia
de Jess. En efecto, tuvo el honor de verlo en su futuro puesto como glorioso Rey celestial. Esta
visin confirm muchas profecas de la Palabra de Dios y fortaleci a Pedro para superar las
pruebas a las que su fe sera sometida (lea 2 Pedro 1:16-19). Si somos como Pedro, de seguro
Jehov tambin nos bendecir. Ahora bien, cmo podemos imitar su ejemplo? Mantenindonos
leales al Gran Maestro que Dios ha nombrado, aprendiendo de l, aceptando su correccin y
siguiendo sus enseanzas da tras da.
Pg. 100 *** w03 15/11 pgs. 13-18 Ayudemos al prjimo a aceptar el mensaje del Reino ***
Agripa dijo a Pablo: En poco tiempo me persuadiras a hacerme cristiano.
(HECHOS 26:28.)
EN EL ao 58 E.C., el gobernador romano Porcio Festo recibi en Cesarea a sus invitados el
rey Herodes Agripa II y Berenice, la hermana de este, quienes llegaron con mucha pompa, y
entraron en la audiencia junto con comandantes militares as como varones de eminencia de la
ciudad. Cuando Festo dio la orden, trajeron ante ellos al apstol cristiano Pablo. Cmo es que
este seguidor de Jesucristo lleg a estar de pie ante el gobernador Festo para ser juzgado?
(Hechos 25:13-23.)
2
Hallamos la respuesta en lo que Festo dijo a sus visitantes: Rey Agripa, y todos ustedes los
varones que estn presentes con nosotros, ustedes contemplan a este hombre respecto de quien
toda la multitud de los judos junta ha recurrido a m, tanto en Jerusaln como aqu, diciendo a
voces que no debe seguir viviendo. Pero yo percib que l no haba cometido nada que mereciera
la muerte. Por eso, cuando este hombre mismo apel al Augusto, decid enviarlo. Mas respecto a
l no tengo ninguna cosa segura que escribir a mi Seor. Por eso lo traje ante ustedes, y
especialmente ante ti, rey Agripa, a fin de que, habindose efectuado el examen judicial, consiga
yo algo que escribir. Porque me parece irrazonable enviar a un preso y no significar tambin los
cargos contra l (Hechos 25:24-27).
3
De las palabras de Festo se desprende que sobre Pablo pesaban cargos de sedicin, delito
castigado con la muerte (Hechos 25:11). Pero Pablo era inocente. Aquellas acusaciones se
deban a los celos de los guas religiosos de Jerusaln, quienes se oponan a la obra de
proclamar el Reino que Pablo efectuaba y le haban cobrado profundo rencor por ayudar a otras
personas a hacerse discpulos de Jesucristo. Fuertemente custodiado, el apstol fue trasladado
de Jerusaln a la ciudad portuaria de Cesarea, donde apel a Csar. Desde all fue conducido a
Roma.
4
Imagine a Pablo en el palacio del gobernador ante un grupo en el que figura una persona que
tiene a su mando una importante seccin del Imperio romano. El rey Agripa se dirige a Pablo y le
dice: Se te permite hablar. Cuando el apstol lo hace, algo extraordinario ocurre. Sus palabras
comienzan a hacer mella en el rey, hasta el punto de que este le dice: En poco tiempo me
persuadiras a hacerme cristiano (Hechos 26:1-28).
5
Figrese! Con su hbil defensa, Pablo logr que el penetrante poder de la Palabra de Dios
influyera en un gobernante (Hebreos 4:12). Por qu fue tan eficaz su exposicin? Y qu
podemos aprender del apstol que nos ayude en nuestra labor de hacer discpulos? Cuando
analizamos sus palabras, dos elementos sobresalen claramente: 1) fue persuasivo y 2) emple
con habilidad su conocimiento de la Palabra de Dios, como el artesano que maneja con destreza
una herramienta.
En el libro de Hechos repetidamente se emplean en conexin con Pablo las palabras griegas
que transmiten la idea de persuasin. Qu relacin tiene esto con nuestra labor de hacer
discpulos?
7
Cmo puede usted convencer a alguien de que lo que proclama de la Palabra de Dios es la
verdad? Pablo se esforz por inducir un cambio en la manera de pensar de las personas a las
que hablaba, y para ello se vali de razonamientos lgicos, argumentos slidos y splicas
sinceras. Por tanto, en vez de limitarse a afirmar que algo es cierto, usted debe aportar pruebas
convincentes de ello. Cmo puede hacerlo? Pues bien, asegrese de que sus palabras se
basen por completo en la Palabra de Dios, no en opiniones personales. A continuacin, aporte las
pruebas que respalden sus declaraciones sinceras y basadas en la Biblia (Proverbios 16:23). Por
ejemplo, si seala el hecho de que la humanidad obediente disfrutar de la vida en un paraso
terrestre, apoye tal enseanza con un texto bblico como Lucas 23:43 o Isaas 65:21-25. Cmo
puede presentar pruebas que confirmen dicha verdad bblica? Quiz recurriendo a ejemplos que
le resulten familiares al oyente. Podra recordarle el placer sencillo y sin costo que nos produce la
belleza de una puesta de sol, la fragancia de una flor, el delicioso sabor de una fruta o la
contemplacin de un ave que alimenta a sus polluelos. Aydele a ver que tales placeres son
prueba de que el Creador desea que disfrutemos de la vida en la Tierra (Eclesiasts 3:11, 12).
9
Al tratar de persuadir de cierta enseanza bblica a una persona, tenga cuidado de que su
entusiasmo no lo haga parecer irrazonable o dogmtico, pues eso cerrara la mente y el corazn
del oyente. El libro Benefciese da esta advertencia: Aunque recitemos una larga lista de textos
bblicos, no es fcil que alguien reciba con agrado una declaracin directa de la verdad en la que
expongamos la falsedad de una creencia que le sea muy preciada. Por ejemplo, si nos limitamos
a condenar las celebraciones populares por su origen pagano, es probable que no cambiemos el
sentir de nuestros oyentes. Un enfoque que apele a la razn suele ser ms provechoso. Por
qu debemos hacer un esfuerzo consciente por razonar con la persona? El mismo libro responde:
Un planteamiento que apela a la razn, adems de ser muy persuasivo, estimula el anlisis
imparcial, promueve la posterior reflexin de quien escucha y abre la puerta a futuras
conversaciones (Colosenses 4:6).
La persuasin que motiva el corazn
10
Ha observado que Pablo us el ttulo de rey para dirigirse a Agripa, reconociendo el puesto
encumbrado de aquel personaje? As le demostr respeto y, con su acertada seleccin de
palabras, le otorg la honra debida (1 Pedro 2:17). El apstol lo reconoci como un experto en las
complejas costumbres y leyes de sus sbditos judos, y dijo que se consideraba feliz de presentar
su defensa ante un mandatario tan bien informado. El que Pablo fuera cristiano no hizo que se
comportara como si se sintiera superior a Agripa (Filipenses 2:3). Ms bien, rog al rey que lo
escuchara con paciencia, creando de ese modo un clima propicio para que tanto Agripa como los
dems oyentes aceptaran lo que iba a decirles. De este modo coloc un fundamento, un terreno
comn sobre el cual levantar sus argumentos.
12
Pablo deseaba motivar a sus oyentes a actuar en armona con las buenas nuevas
(1 Tesalonicenses 1:5-7). Para ello trat de llegar a su corazn figurado, el asiento de los motivos.
Volvamos a su defensa ante Agripa y observe cmo manej la palabra de Dios correctamente al
citar a Moiss y los profetas (2 Timoteo 2:15).
14
Pablo saba que, aunque fuera de nombre, Agripa era judo. Apelando a los conocimientos
que el monarca tena del judasmo, explic que con su predicacin realmente no estaba diciendo
ninguna cosa salvo las que los Profetas as como Moiss declararon que haban de efectuarse
en cuanto a la muerte y resurreccin del Mesas (Hechos 26:22, 23). Entonces le pregunt
directamente: Crees t, rey Agripa, a los Profetas?. Agripa se enfrentaba a un dilema. Si deca
que rechazaba a los profetas, su reputacin de judo creyente se derrumbara. Pero si
concordaba con el razonamiento del apstol, se pondra en una posicin de pblico acuerdo con
l y se arriesgara a que lo llamaran cristiano. Pablo respondi con habilidad a su propia pregunta
dicindole: Yo s que crees. Qu respuesta sali del corazn de Agripa? En poco tiempo me
persuadiras a hacerme cristiano. (Hechos 26:27, 28.) Aunque aquel rey no se convirti al
cristianismo, parece que el mensaje de Pablo hizo alguna mella en su corazn (Hebreos 4:12).
15
Se ha dado cuenta de que Pablo no solo proclam las buenas nuevas, sino que tambin
recurri a la persuasin? Debido a que de esa forma manejaba la palabra de Dios
correctamente, algunos de sus oyentes dejaron de ser simples espectadores y se hicieron
creyentes. As sucedi en la sinagoga de Tesalnica, donde el apstol busc a judos y gentiles
temerosos de Dios. Hechos 17:2-4 relata: Segn tena por costumbre Pablo, pas adentro a
donde ellos, y por tres sbados razon con ellos a partir de las Escrituras, explicando y probando
por referencias que era necesario que el Cristo sufriera y se levantara de entre los muertos [...].
Como resultado, algunos de ellos se hicieron creyentes. Pablo era persuasivo. Haca razonar,
explicaba y probaba con las Escrituras que Jess era el Mesas que tanto haban esperado.
Gracias a ello, se estableci una congregacin de creyentes.
16
Otra forma de llegar al corazn de quienes nos escuchan consiste en ver el ministerio desde
el punto de vista de Dios y ser pacientes. La voluntad divina es que hombres de toda clase
lleguen a un conocimiento exacto de la verdad (1 Timoteo 2:3, 4). Acaso no deseamos
nosotros lo mismo? Adems, Jehov es paciente, y esta cualidad les da a muchos la oportunidad
de alcanzar el arrepentimiento (2 Pedro 3:9). Por consiguiente, cuando encontramos a alguien
que est dispuesto a prestar atencin al mensaje del Reino, quiz sea necesario visitarlo una y
otra vez para cultivar su inters. Ver crecer las semillas de la verdad exige tiempo y paciencia
(1 Corintios 3:6). El recuadro titulado Cmo obtener buenos resultados al hacer revisitas ofrece
sugerencias al respecto. Hay que recordar que las vidas de las personas sus problemas y
circunstancias cambian continuamente. Tal vez las encontremos en casa solo despus de
muchos intentos, pero el esfuerzo vale la pena, pues queremos darles la oportunidad de or el
mensaje divino de salvacin. Por tanto, pidamos a Jehov Dios la sabidura necesaria para
desarrollar las aptitudes de persuasin al ayudar al prjimo a aceptar el mensaje del Reino.
19
Una vez que hallamos a alguien que desea adquirir mayor conocimiento sobre el mensaje
del Reino, qu ms podemos hacer como trabajadores cristianos? Veremos la respuesta en el
siguiente artculo.
Pg. 101 *** km 7/08 pg. 4 La preparacin: esencial para hacer revisitas eficaces ***
1
Jess se encarg de preparar bien a sus seguidores como predicadores de las buenas
nuevas del reino (Mat. 4:23; 9:35). Aunque su predicacin se limit a la zona de Palestina, antes
de ascender al cielo Jess les seal que el ministerio cristiano se extendera a tal grado que se
haran discpulos de gente de todas las naciones (Mat. 28:19, 20).
2
Cumplir con aquella comisin implicara volver a visitar a las personas que manifestaran
inters en las buenas nuevas del Reino de Dios para ensearles a observar todas las cosas que
Cristo haba mandado. Por eso nosotros tenemos que estar bien preparados: para hacer revisitas
eficaces.
3
Trace un plan. Algunos publicadores procuran plantear una pregunta al final de la visita
inicial y prometen volver con la respuesta. Al regresar, hacen referencia directa a la informacin
del libro Ensea y as logran comenzar el estudio.
4
Ahora bien, el que las revistas salgan una vez al mes no significa que tengamos que esperar
un mes para volver. Ms bien, podemos estimular el inters de la persona analizando un tema de
alguna revista que ya tenga.
5
Pngase un objetivo. Antes de volver a visitar a la persona, tome unos minutos para revisar
sus registros y determinar qu es lo que quiere lograr; por ejemplo, repasar algn punto de la
publicacin que le dej o entregarle alguna otra publicacin relacionada con un tema que hayan
tratado. Si usted plante una pregunta la ltima vez, es seguro que querr contestarla. Cuando
mencione algn texto que apoye su argumento, procure leerlo directamente de la Biblia.
6
Nuestro objetivo. Desde luego que nuestro objetivo es comenzar un estudio de la Biblia. Un
seor rechaz el estudio que le ofreci un hermano en la revisita. El hermano volvi despus con
las revistas ms recientes y le dijo: Aprovechando que estamos por aqu, estamos contestando
una pregunta bblica a la gente. Entonces dej que el seor se expresara, y luego le ley un texto
de la Biblia y un prrafo de una publicacin que utilizamos para dar clases bblicas. El resultado
fue un estudio.
7
Organcese mejor: Dado el nmero de revistas, folletos y libros distribuidos, no cabe duda
de que se est diseminando una gran cantidad de semillas. Estas semillas de la verdad que
hemos sembrado poseen un enorme potencial para producir nuevos discpulos. Ahora bien,
sentira un agricultor o un jardinero verdadera satisfaccin si continuamente plantara y, despus
de todos sus esfuerzos, nunca sacara tiempo para cosechar? Claro que no! As mismo, es
menester que dediquemos una parte de nuestro ministerio a cultivar el inters de la gente.
7
Aparta usted regularmente tiempo para hacer revisitas? No tarde en volver a visitar a todo
aquel que muestre inters y propngase empezar un estudio bblico. Lleva un registro ordenado
y actualizado de sus revisitas? Adems del nombre y la direccin del amo de casa, escriba la
fecha de la primera visita, la publicacin que dej, una breve descripcin del tema que trataron y
un punto que pueda desarrollar la siguiente vez. Deje espacio en su registro para aadir
informacin despus de cada visita.
8
Analice cmo hacer una revisita: Cules son algunos puntos que han de tenerse en
cuenta al volver a visitar a alguien interesado? 1) Sea afable, entusiasta y acte con sencillez.
2) Hable de temas que le interesen al amo de casa. 3) Mantenga la conversacin sencilla y
centrada en la Biblia. 4) En cada visita procure ensear algo que l considere que le ser de valor
personal. 5) Cree expectacin por el asunto del que hablarn la siguiente vez. 6) No se quede
demasiado tiempo. 7) No le haga preguntas que lo avergencen o lo pongan en apuros. 8) Sea
perspicaz y no condene sus ideas equivocadas o malos hbitos antes de que haya cultivado
aprecio por las cosas espirituales (vase el suplemento de Nuestro Ministerio del Reino de marzo
de 1997, donde hallar ms informacin til sobre cmo triunfar en las revisitas y empezar
estudios bblicos).
*** km 3/97 pg. 3 Cobre denuedo para hacer revisitas ***
1
Le gusta hacer revisitas? A muchos publicadores les encanta. Puede que usted haya
sentido temor al principio, especialmente al volver a visitar a los amos de casa que solo mostraron
un poco de inters. Pero a medida que cobra denuedo por medio de nuestro Dios para declarar
las buenas nuevas haciendo revisitas, quizs le sorprenda descubrir lo fcil y remuneradora que
puede ser esta obra. (1 Tes. 2:2.) En qu sentido?
2
En realidad, hay una gran diferencia entre una revisita y la visita inicial. La revisita se hace a
alguien a quien ya conocemos, no a un extrao, y por lo general es ms fcil conversar con un
conocido que con un extrao. Una de las muchas recompensas de participar en esta obra es que
puede resultar en que empecemos estudios bblicos productivos.
3
Cuando predicamos de casa en casa, visitamos vez tras vez a las personas que no han
mostrado inters. Por qu seguimos visitndolas? Porque sabemos que las circunstancias
cambian, y que tal vez aquella persona con quien hablamos antes y que pareci indiferente o
incluso opuesta, se interese la prxima vez que la visitemos. Teniendo esto presente, nos
preparamos bien y pedimos la bendicin de Jehov para decir algo en esta ocasin que provoque
la reaccin favorable de la persona.
4
Si estamos dispuestos a predicar de casa en casa a personas que no han mostrado ningn
inters, no deberamos estar ms dispuestos a visitar a las que s han mostrado algn inters en
el mensaje del Reino? (Hech. 10:34, 35.)
5
Muchos estamos en la verdad gracias a que un publicador pacientemente nos visit varias
veces. Si ese fue su caso, pregntese: Cul fue la primera impresin que le caus al
publicador? Abrac el mensaje del Reino en cuanto lo o por primera vez? Di la impresin de
ser indiferente?. Debemos alegrarnos de que aquel publicador que volvi nos haya considerado
dignos de una revisita y haya cobrado denuedo por medio de Dios para visitarnos y ensearnos
la verdad. Qu debemos hacer cuando las personas muestran algn inters al principio, pero
despus parece que tratan de evitarnos? Es esencial que tengamos una actitud positiva, como lo
ilustra la siguiente experiencia.
6
Mientras daban testimonio en la calle temprano por la maana, dos publicadoras hablaron
con una joven que llevaba a un nio en un cochecito. Ella acept una revista y las invit a su
hogar el domingo siguiente. Las hermanas llegaron a la hora acordada, pero la joven les dijo que
no tena tiempo para hablar. Sin embargo, prometi atenderlas la siguiente semana. Las
hermanas dudaban de que cumpliera con la cita, pero la joven estaba esperndolas cuando
volvieron. Se empez un estudio, y su progreso fue asombroso. En poco tiempo empez a asistir
regularmente a las reuniones y a participar en el servicio del campo. Ahora est bautizada.
7
Coloque el fundamento en la visita inicial: El fundamento para una buena revisita suele
colocarse en la visita inicial. Escuche cuidadosamente los comentarios del amo de casa. Qu le
comunican? Le atrae la religin? Le preocupan los temas sociales? Le interesa la ciencia?,
la historia?, el medio ambiente? Al concluir la visita, plantee una pregunta que invite a la
reflexin y prometa volver para examinar la respuesta bblica.
8
Por ejemplo, si al amo de casa le llam la atencin la promesa bblica de una Tierra
paradisaca, sera apropiado volver y conversar sobre ese tema ms a fondo. Antes de
despedirse, pudiera preguntar: Cmo podemos estar seguros de que Dios cumplir esta
promesa?. Entonces agregue: Tal vez pueda volver cuando toda la familia est en casa para
mostrarles la respuesta bblica a esa pregunta.
9
Si el amo de casa no muestra inters en ningn tema en particular, puede utilizar una de las
preguntas que aparecen en las presentaciones de la ltima pgina de Nuestro Ministerio del
Reino como base para la siguiente conversacin.
*** w12 15/10 pg. 31 prr. 15 Que su s signifique s ***
15
Cumplir con nuestro voto de dedicacin implica que tambin debemos ser fieles en otros
asuntos importantes. Veamos algunos ejemplos. Est usted casado? Entonces debe seguir
honrando su sagrado voto de amar y cuidar con ternura a su cnyuge. Ha firmado un contrato
comercial o una solicitud para participar en algn privilegio teocrtico? En tal caso, cumpla los
compromisos que ha adquirido. Ha aceptado una invitacin para comer en casa de alguien de
escasos recursos? Si as es, no cambie de idea si surge lo que le parece una mejor oferta. O ha
prometido a alguien que encontr en el ministerio de casa en casa que regresara para darle ms
ayuda espiritual? Entonces procure por todos los medios que su s signifique s, y Jehov
bendecir su servicio (lase Lucas 16:10).
*** be leccin 23 pg. 159 prr. 1 Resaltar el valor prctico ***
Ayude a entender el valor prctico. Cuando damos testimonio, debemos destacar el valor
prctico de las buenas nuevas. Para ello es necesario saber lo que piensan quienes viven en
nuestro territorio. Cmo puede determinarlo? Escuchando las noticias o leyendo los titulares de
los peridicos. Tambin es importante lograr que las personas participen en la conversacin y
prestar atencin a lo que digan. Quiz se d cuenta de que afrontan problemas graves, como la
prdida del empleo, el pago del alquiler, una enfermedad, la muerte de un familiar, actos
delictivos, las injusticias cometidas por quienes ocupan puestos de autoridad, la ruptura de su
matrimonio o el control de los hijos menores. Puede ayudarles la Biblia? Por supuesto que s.
Pg. 102 *** km 4/00 pg. 8 prrs. 2-4 Somos proclamadores del Reino regulares? ***
2
Informemos la actividad. Algunos salen al servicio del campo pero no llenan el informe
puntualmente. Nunca pensemos que no merece la pena informar nuestra labor (comprese con
Marcos 12:41-44). Debemos hacerlo sin falta. Si seguimos en casa un sistema de anotacin de
las horas dedicadas al ministerio (por ejemplo, apuntarlas en un calendario), contaremos con un
recordatorio constante de que debemos hacer un informe exacto en cuanto acabe el mes.
4
Demos la ayuda necesaria. Tal vez haya que mejorar el programa local para el beneficio de
quienes necesiten ayuda para participar con regularidad en el ministerio. El secretario de la
congregacin y los conductores de estudio de libro deben pedir a los publicadores con
experiencia que ofrezcan esa ayuda. Si tenemos hijos o estudiamos la Biblia con publicadores
no bautizados, ensemosles a informar su actividad todos los meses.
*** be pg. 33-pg. 38 La investigacin eficaz ***
EL REY SALOMN medit e hizo un escudriamiento cabal, a fin de arreglar muchos
proverbios ordenadamente. Por qu? Porque se interes en escribir palabras correctas de
verdad (Ecl. 12:9, 10). Por su parte, Lucas indag todas las cosas desde el comienzo con
exactitud, a fin de narrar en orden lgico los sucesos de la vida de Cristo (Luc. 1:3). Ambos
siervos de Dios llevaron a cabo una investigacin.
Qu es investigar? Es buscar con detenimiento informacin sobre un asunto concreto. Para
ello es preciso leer, aplicar los mtodos y tcnicas de estudio, y quiz preguntar a otras personas.
En qu situaciones se requiere investigar? He aqu algunos ejemplos: en su estudio o lectura
personal de la Biblia le surgen incgnitas que considera importantes; alguien a quien predica le
formula una pregunta que usted deseara contestar aportando datos exactos, o se le ha
encomendado pronunciar un discurso.
Centrmonos en este ltimo caso. La informacin que debe abarcar tal vez d la impresin de
ser muy general. Cmo podra aplicarla a las circunstancias locales? Enriquzcala investigando.
Un aspecto en apariencia obvio resulta informativo y hasta motivador cuando lo apoya algn dato
estadstico o un ejemplo adecuado con el que se identifiquen los oyentes. Es posible que la
informacin con la que trabaja se haya publicado pensando en lectores de todo el mundo, pero
usted debe ampliarla, ilustrarla y adaptarla a una congregacin o persona en particular. Cmo lo
lograr?
Antes de iniciar la investigacin, piense en su auditorio. Qu es lo que ya sabe? Qu
necesita saber? Luego determine su objetivo. Es explicar, convencer, refutar, o motivar? Explicar
significa ampliar la informacin a fin de esclarecer un asunto; aunque los hechos fundamentales
se entiendan, quiz tenga que indicar el cundo o el cmo. Convencer requiere dar razones que
muestren el porqu, e incluye la exposicin de los hechos correspondientes. Refutar exige un
conocimiento exacto de los dos lados de una cuestin, adems de un anlisis detenido de las
pruebas. Claro est, no solo procuramos emplear argumentos de peso, sino tambin exponerlos
con tacto. Motivar supone tocar el corazn de los oyentes, incentivarlos, infundirles el deseo de
actuar en consonancia con lo que se dice. Para ello son muy tiles los ejemplos de personas que
hayan obrado as pese a afrontar diversas dificultades.
Ya est listo para empezar? No del todo. Piense en la cantidad de informacin que necesita.
El tiempo suele ser un factor importante. Si va a hablar en pblico, de cunto dispondr? De
cinco minutos? De cuarenta y cinco? Est la duracin ya fijada, como en las reuniones de la
congregacin, o es ms flexible, como en un estudio bblico o una visita de pastoreo?
Por ltimo, qu fuentes de informacin estn a su alcance? Aparte de las que tiene en casa,
hay ms en la biblioteca del Saln del Reino? Le permitiran los hermanos que llevan muchos
aos sirviendo a Jehov examinar las que poseen? Existe alguna biblioteca pblica cercana con
obras de consulta que podra utilizar?
Las Escrituras, nuestra principal fuente de informacin
Si desea investigar el significado de un pasaje bblico, empiece por la propia Biblia.
Examine el contexto. Pregntese: A quin se dirige el texto? De acuerdo con los versculos
que lo enmarcan, qu circunstancias provocaron lo que se declara? Cul fue la actitud de los
implicados?. Estos detalles suelen ayudarnos a entender el pasaje y aaden inters a los
discursos.
Tomemos como ejemplo Hebreos 4:12, citado a menudo para referirse al poder de la Palabra
de Dios, que llega al corazn de la gente e influye en su vida. Pues bien, el contexto nos permite
entender mejor esta verdad, ya que habla de las experiencias de los israelitas en sus cuarenta
aos en el desierto, antes de entrar en la tierra que Jehov haba prometido a Abrahn (Heb. 3:7
4:13). Lejos de estar muerta, la palabra de Dios la promesa de conducirlos a un lugar de
descanso en virtud de Su pacto con aquel patriarca estaba muy viva y se encaminaba a su
cumplimiento. Los israelitas tenan sobradas razones para cifrar su fe en ella. Sin embargo, una y
otra vez demostraron falta de fe cuando Jehov los condujo desde Egipto al monte Sina y luego
a la Tierra Prometida. Sus reacciones ante la forma en que Dios cumpli Su palabra revelaron lo
que haba en su corazn. Hoy, de igual modo, las promesas de la palabra de Dios ponen de
manifiesto lo que hay en el corazn de los hombres.
Busque las remisiones. Algunas Biblias cuentan con referencias marginales. Las tiene la
que usted posee? Si es as, pueden serle tiles. Observe un ejemplo tomado de la Traduccin del
Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. En 1 Pedro 3:6 se pone a Sara como modelo para las
esposas cristianas. Refuerza la idea una remisin a Gnesis 18:12, donde se indica que ella
llamaba seor a Abrahn dentro de s, seal de que su sumisin era sincera. Las referencias
marginales, adems de arrojar luz sobre el texto bblico, lo dirigirn a versculos que muestran el
cumplimiento de una profeca bblica o un patrn del pacto de la Ley. No obstante, tenga en
cuenta que no todas las remisiones pretenden dar esta clase de explicaciones, ya que quiz se
limiten a conducirlo a pensamientos paralelos o a datos biogrficos o geogrficos.
Utilice las concordancias bblicas. Estas listas alfabticas de palabras que aparecen en la
Biblia lo dirigirn a versculos que aportan informacin til sobre el tema de su investigacin, y en
los que encontrar ejemplos del modelo de la verdad expuesto en la Palabra de Dios (2 Tim.
1:13). La Traduccin del Nuevo Mundo contiene un ndice de palabras bblicas bsico. La Gran
Concordancia, editada en varios idiomas, es mucho ms completa, pues indica todos los
versculos en que figuran los trminos principales de la Biblia.
Aprenda a buscar en otras fuentes
En el recuadro de la pgina 33 se enumeran otras obras de consulta facilitadas por el esclavo
fiel y discreto (Mat. 24:45-47). Muchas de ellas cuentan con un ndice, y con frecuencia poseen
en sus ltimas pginas una lista de palabras que le ayudar a encontrar la informacin deseada.
Adems, en las revistas La Atalaya y Despertad! aparece al final de cada ao un ndice con los
artculos de los ltimos doce meses.
Si conoce el tipo de informacin que aporta cada una de estas publicaciones, el proceso de
investigacin le tomar menos tiempo. Digamos, por ejemplo, que desea analizar aspectos
referentes a las profecas, las doctrinas, la conducta cristiana o la aplicacin de principios bblicos.
En ese caso, es probable que encuentre en La Atalaya lo que busca. Despertad! trata de los
sucesos actuales, los problemas de nuestro tiempo, la religin, la ciencia y los pueblos de
diversas partes del mundo. En El hombre ms grande de todos los tiempos se comentan en orden
cronolgico todos los relatos evanglicos. Publicaciones como Apocalipsis... se acerca su
magnfica culminacin!, Prestemos atencin a las profecas de Daniel y los dos volmenes de Las
profecas de Isaas, una luz para toda la humanidad analizan versculo por versculo libros de la
Biblia completos. En el manual Razonamiento a partir de las Escrituras se da cumplida respuesta
a centenares de preguntas bblicas que suelen surgir en el servicio del campo. Si desea entender
mejor otras religiones, sus enseanzas, origen y desarrollo, consulte El hombre en busca de
Dios. El libro Los testigos de Jehov, proclamadores del Reino de Dios refiere en detalle la
historia moderna de los testigos de Jehov. En el ltimo Anuario de los testigos de Jehov hallar
un informe reciente sobre la marcha de la predicacin mundial de las buenas nuevas. La obra
Perspicacia para comprender las Escrituras es una enciclopedia y un atlas de la Biblia, una fuente
magnfica si necesita datos adicionales sobre la gente, los lugares, los objetos, los idiomas o los
sucesos histricos relacionados con las Escrituras.
ndice de las publicaciones Watch Tower. Esta obra, editada en ms de veinte idiomas, lo
dirigir a la informacin contenida en una amplia variedad de publicaciones cristianas. Se divide
en un ndice de materias y otro de textos bblicos. Para utilizar el primero, busque en l una
palabra que resuma el tema que quiere investigar. En cuanto al segundo, localice en la lista el
texto que desea comprender mejor. Si se ha publicado algo en su idioma respecto a dicho tema o
texto bblico en los aos abarcados en el ndice, hallar una relacin de referencias que puede
consultar. En sus primeras pginas se indica a qu publicaciones corresponden las abreviaturas
utilizadas (de este modo averiguar, por ejemplo, que w99 1/3 15 significa La Atalaya de 1999,
nmero del 1 de marzo, pg. 15). Las entradas principales como Biografas de testigos de
Jehov y Ministerio del campo pueden serle tiles en la preparacin de discursos que motiven a
la congregacin.
Puesto que la investigacin es una actividad muy absorbente, tenga cuidado de no desviarse
de su objetivo; para ello, cntrese en l y busque nicamente lo que necesita. Si el ndice lo
conduce a cierta fuente, dirjase a las pginas citadas y vlgase de los subttulos y las frases
iniciales de los prrafos para encontrar la informacin que precise. Si indaga el significado de un
versculo bblico, empiece por localizar la cita en la pgina indicada y luego examine los
comentarios que la preceden y la siguen.
Watchtower Library en CD-ROM. Si dispone de computadora, podr utilizar este disco
compacto que contiene una gran cantidad de nuestras publicaciones. El programa de bsqueda le
permite localizar con facilidad palabras, combinaciones de palabras o citas bblicas en las obras
incluidas en la Watchtower Library. En el caso de que no exista este programa en su lengua
materna, tal vez conozca algn idioma con difusin internacional en el que pueda consultarlo.
Otras bibliotecas teocrticas
En su segunda carta inspirada al joven Timoteo, Pablo le pidi que le llevara a Roma los
rollos, especialmente los pergaminos (2 Tim. 4:13). El apstol valoraba ciertos escritos y los
guardaba, y usted puede hacer lo mismo. Conserva sus ejemplares de La Atalaya, Despertad! y
Nuestro Ministerio del Reino, incluso despus de estudiarlos en las reuniones de la
congregacin? Si as es, podr utilizarlos como fuentes de informacin junto con las dems
publicaciones cristianas que haya adquirido. La mayora de las congregaciones disponen de una
biblioteca teocrtica en el Saln del Reino, accesible a todos los miembros de la congregacin
cuando asisten a las reuniones que all se celebran.
Lleve un archivo personal
Est atento a los datos de inters que podra usar cuando hable en pblico o ensee. Si en un
peridico o revista encuentra una noticia, estadstica o ejemplo que crea til para el ministerio,
recorte o copie la informacin. Consigne la fecha, el nombre de la publicacin, y quiz el del autor
o editor. En las reuniones de la congregacin anote puntos e ilustraciones que podra utilizar para
explicar la verdad al prjimo. Ha pensado alguna vez en una buena ilustracin, pero no ha
tenido ocasin de emplearla enseguida? Escrbala y gurdela en un archivo. Cuando lleve algn
tiempo en la Escuela del Ministerio Teocrtico, ya habr preparado varias asignaciones. Conserve
las notas de tales discursos, pues la investigacin que ha realizado tal vez le sirva ms adelante.
Hable con la gente
Las personas constituyen una valiosa fuente de informacin. Cuando Lucas recopil su
Evangelio, al parecer obtuvo muchos datos hablando con testigos presenciales (Luc. 1:1-4). Es
posible que un compaero cristiano lo ilumine sobre algn asunto que usted haya tratado de
indagar. Segn Efesios 4:8, 11-16, Cristo emplea ddivas en hombres para que crezcamos en
el conocimiento exacto del Hijo de Dios. Los siervos de Jehov con experiencia tal vez le den
ideas tiles. En la conversacin con los dems tambin puede aflorar lo que piensan, y ello le
permitir preparar intervenciones realmente prcticas.
Evale los resultados
Una vez cosechado el trigo, hay que quitarle la cscara al grano. Lo mismo sucede con el fruto
de nuestra investigacin. Antes de utilizarlo, debe separarse lo que es valioso de lo que resulta
superfluo.
Si va a emplear la informacin en un discurso, pregntese: Realmente aporta algo este
punto? O, aunque es interesante, podra desviar la atencin del tema?. Si piensa incluir
sucesos o datos actuales de los cambiantes campos de la ciencia o la medicina, cercirese de
que estn al da. Tenga presente, adems, que algunos aspectos tratados en nuestras
publicaciones menos recientes quiz se hayan revisado, de modo que examine lo ltimo que se
haya publicado sobre el asunto.
En particular, sea cauteloso si recopila datos de fuentes seglares. No olvide que la Palabra de
Dios es la verdad (Juan 17:17). Dado el papel clave de Jess en el propsito divino, Colosenses
2:3 declara: Cuidadosamente ocultados en l estn todos los tesoros de la sabidura y del
conocimiento. Evale los frutos de su investigacin desde esta perspectiva. Respecto a la
informacin que encuentre en obras seglares, pregntese: Es exagerada, especulativa o
estrecha de miras? Est escrita con fines egostas o comerciales? La apoyan otras fuentes
autorizadas? Y, sobre todo, armoniza con la verdad bblica?.
Proverbios 2:1-5 anima a buscar el conocimiento, el entendimiento y el discernimiento como a
la plata, y como a tesoros escondidos. Ello supone trabajo, pero tambin muchas recompensas.
Aunque requiere esfuerzo, la investigacin le permitir averiguar lo que Jehov piensa sobre los
asuntos, corregir las ideas errneas y afianzar su comprensin de la verdad. Adems, dar
sustancia y vida a sus discursos, de modo que sern una fuente de placer tanto para usted como
para su auditorio.
Pg. 103 *** km 12/06 pg. 1 prr. 2 Vuelva a visitar a todo el que d algn indicio de inters
***
2
Perciba el inters. Incluso si la persona no acepta ninguna publicacin, lo que dice, el tono
en que lo dice y su expresin facial pueden dar muestras de que valora el mensaje del Reino.
Basndonos en ello, es posible hacer una revisita. Un hermano volvi a visitar a un seor durante
cinco semanas seguidas sin dejarle ninguna publicacin. En la sexta visita, el seor acept una
publicacin, y con el tiempo se comenz un estudio de la Biblia
*** km 11/11 pg. 1 prr. 4 Reguemos la semilla a fin de que crezca ***
4
Persevere. Satans har todo lo posible por llev[arse] la palabra que ha sido plantada en el
corazn de la gente (Mar. 4:14, 15). Por eso, si no vuelve a encontrar en casa a las personas
interesadas, no se rinda. Podra dejarles una notita o enviarles una carta? Cierta precursora
empez un estudio bblico con una seora en la puerta de su casa, pero no volvi a encontrarla;
as que le envi una carta. Cuando por fin la hall, la mujer le dijo que su amable gesto la haba
conmovido profundamente. Regar las semillas de la verdad nos permitir sentir la dicha de verlas
germinar, crecer y dar fruto de a treinta y a sesenta y a ciento por uno (Mar. 4:20).
Pg. 104 *** km 12/13 pg. 1 Preparemos introducciones que despierten inters ***
1
Cuando vamos a una comida, por lo general quien nos invita prepara algo para abrirnos el
apetito. De modo parecido, para despertar en la gente el inters por el mensaje bblico, debemos
dedicar tiempo y esfuerzo a preparar buenas introducciones (Prov. 15:28). La duracin o el
contenido de una introduccin no es lo nico que determina su eficacia. Entonces, qu debemos
tener en cuenta a la hora de preparar una introduccin?
2
poco. En zonas donde la gente respeta la Biblia, quiz podamos referirnos a ella desde un
principio (Hech. 2:14-17). Pero donde no haya muchos cristianos o donde las personas no sean
creyentes, tal vez sea preferible mencionar la Biblia en una visita posterior (Hech. 17:22-31).
4
Las frases iniciales. Debemos elegir con cuidado las primeras palabras que pronunciemos.
Lo mejor suele ser usar frases breves y sencillas. Pero no solo hay que fijarse en lo que decimos
sino tambin en cmo lo decimos. Seamos entusiastas y positivos. Recordemos que una sonrisa
clida y sincera inspira confianza. Seguir estas sugerencias nos permitir preparar introducciones
que abran el apetito por lo que hay en la mesa de Jehov (1 Cor. 10:21).
Para ser eficientes en nuestro ministerio se requiere preparacin, as, cuando visitemos de
nuevo a las personas que inicialmente mostraron inters en la verdad, podremos reavivar su
inters y continuar con nuestra conversacin. Cmo pudiramos hacer esto?
2
Puesto que los cristianos verdaderos se interesan sinceramente en otras personas, usted
pudiera mencionar algo que haya aprendido sobre el amo de casa en la visita anterior.
A alguien que haya expresado su preocupacin por el aumento del delito, usted pudiera
decir:
La ltima vez que hablamos usted mencion que le preocupaba el notable aumento del
desafuero. Cree usted que el tener ms policas resolvera el problema?.
Si alguien expres inquietud debido a los acontecimientos recientes en la situacin
mundial, usted pudiera decir:
La ltima vez que hablamos usted dijo algo interesante sobre la falta de paz en el mundo.
Cree usted que los lderes del mundo traern un nuevo orden mundial?.
A la persona a quien preocupe el egosmo que ve en otros, usted pudiera decir:
La ltima vez que hablamos usted hizo resaltar un punto excelente sobre la avaricia que vemos
en la gente en general. Cmo cree usted que Dios considera a los codiciosos? [Permita que
responda.] Mire lo que la Biblia dice en Efesios 5:5.
3
Disfrut mucho de la ltima conversacin que tuvimos, as que busqu informacin sobre este
breve pensamiento que muestra que Jehov se da cuenta del aprieto en que se hallan los que no
tienen hogar. Mire lo que dice Isaas 65:21-23.
Disfrut de su comentario en cuanto a que la humanidad necesita mejor gobernacin.
Usted hizo una pregunta interesante en cuanto a si todas las religiones tienen la aprobacin de
Dios.
Lo que usted dijo sobre la predestinacin verdaderamente me hizo pensar.
Reflexion en la conversacin que tuvimos y hay un punto en el libro El Hombre ms grande de
todos los tiempos que creo que le va a interesar [puede mostrar al amo de casa puntos que haya
seleccionado del libro]. Introducciones como esas muestran que valoramos la conversacin
anterior y que nos interesa hablar otra vez con el amo de casa.
4
S que est ocupada, pero aqu hay un pensamiento en el que puede meditar mientras termina
su trabajo [lea Mateo 5:3].
O, pudiera decir:
Apunt estos tres textos bblicos para usted. Puesto que este no es el tiempo apropiado para
hablar, permtame dejarlos, y cuando regrese me gustara tomar cinco minutos de su tiempo para
considerarlos con usted.
*** km 1/92 pg. 8 prr. 6 Qu dir usted al regresar? ***
6
Introducciones negativas que se deben evitar: Por lo general, las preguntas que puedan
resultar en respuestas negativas o que incomoden al amo de casa no producen buenos
resultados. Por ejemplo: Ley la informacin que le dej?, tiene alguna pregunta?, se
acuerda de m?, regres para ver si usted todava est interesado en hablar sobre el propsito
de Dios para la Tierra.
Pg. 105 *** km 9/96 pg. 1 Seamos ejemplos en el hablar y en conducta ***
1
El apstol Pablo exhort a Timoteo a hacerse ejemplo en habla y conducta. (1 Tim. 4:12.)
Nuestra habla y nuestra conducta tambin deben ser ejemplares, especialmente cuando
participamos en el ministerio, pues eso puede ser el factor determinante para llegar al corazn de
los oyentes.
2
Debemos manifestar todos los aspectos de los buenos modales, entre ellos la cortesa, la
consideracin, la bondad, la amabilidad y el tacto. Al reflejar estas cualidades demostramos que
somos conscientes de que nuestras acciones repercuten en los sentimientos de otras personas.
Los buenos modales en el ministerio pudieran compararse a los condimentos que se utilizan para
realzar el sabor de la comida. Sin estos, aun los alimentos saludables son inspidos y poco
apetitosos. Habra un efecto parecido si no mostramos buenos modales al tratar con los dems.
(Col. 4:6.)
3
Seamos ejemplos en el hablar: Una sonrisa amigable y un saludo afectuoso son elementos
esenciales de nuestra presentacin de las buenas nuevas. Cuando sazonamos nuestra
introduccin con afecto y sinceridad, el amo de casa percibe que nos interesamos
verdaderamente en l. Cuando hable, escuchmosle con cuidado y respetemos su opinin.
Cuando nosotros hablemos, hagmoslo con prudencia y gracia. (Comprese con Hechos 6:8.)
4
De vez en cuando encontramos a personas que son poco amistosas, o incluso belicosas.
Cmo debemos reaccionar? Pedro nos exhort a hablar con genio apacible y profundo
respeto. (1 Ped. 3:15; Rom. 12:17, 18.) Jess dijo que si un amo de casa rechaza groseramente
el mensaje del Reino, sencillamente debemos sacudirnos el polvo de los pies. (Mat. 10:14.)
Desplegar modales ejemplares en dichas circunstancias pudiera, con el tiempo, ablandar el
corazn del opositor.
5
Seamos ejemplares en conducta: Predicar las buenas nuevas en calles en que circule
mucha gente y en lugares pblicos exige que seamos considerados, que no hablemos en voz
muy alta ni seamos insistentes y que no estorbemos el paso de los transentes. Cuando
visitamos a las personas interesadas en sus hogares debemos comportarnos con decoro y
cortesa, y mostrar agradecimiento por su hospitalidad. Si llevamos nios, ellos deben respetar al
amo de casa y su propiedad, y portarse bien y estar atentos cuando conversamos. Los nios que
son revoltosos causan impresiones poco favorables. (Pro. 29:15.)
6
Por nuestra apariencia personal, debe resultar obvio a los dems que somos ministros de la
Palabra de Dios. Nuestra forma de vestirnos y arreglarnos no debe ser descuidada y desaliada
ni tampoco llamativa y extravagante. Nuestra apariencia siempre debe ser digna de las buenas
nuevas. (Comprese con Filipenses 1:27.) Al prestar atencin cuidadosa a nuestra apariencia y
equipo no daremos a otras personas causa para tropiezo o para que encuentren alguna falta en
nuestro ministerio. (2 Cor. 6:3, 4.) Nuestra habla y conducta ejemplares aaden una cualidad
atractiva al mensaje del Reino, lo que trae honra a Jehov. (1 Ped. 2:12.)
*** jr cap. 3 pgs. 38-39 prrs. 13-14 Tienes que decirles esta palabra ***
13
En ocasiones, Jehov orden a Jeremas que anunciara mensajes profticos desde las
puertas del templo o las de Jerusaln (Jer. 7:2; 17:19, 20). As podra comunicar la palabra divina
a ms personas y, puesto que muchos como los hombres prominentes de la ciudad y los
mercaderes acostumbraban a entrar y salir por la misma puerta, podra hablar con algunos
repetidas veces para ayudarlos a comprender lo que haban odo antes. No nos ensean estos
pasajes que debemos volver a visitar a las personas interesadas?
14
Jeremas era consciente de que muchas vidas dependan de su labor como profeta de Dios.
Cierta vez no pudo cumplir la orden divina de hablar al pueblo; entonces mand en su lugar a su
amigo Baruc (lase Jeremas 36:5-8). Cmo podemos copiar este modelo? Cuando prometemos
volver a visitar a alguien, cumplimos nuestra palabra? Si no nos es posible acudir a una cita con
una persona interesada o con un estudiante de la Biblia, enviamos a alguien en nuestro lugar?
Jess dijo: Signifique su palabra S, S (Mat. 5:37). Cumplir nuestros compromisos es de suma
importancia, pues representamos al Dios de la verdad y el orden (1 Cor. 14:33, 40).
Pg. 106 *** bt cap. 11 pg. 90 prr. 13 Llenos de gozo y de espritu santo ***
13
Al tratar de persuadir de cierta enseanza bblica a una persona, tenga cuidado de que su
entusiasmo no lo haga parecer irrazonable o dogmtico, pues eso cerrara la mente y el corazn
del oyente. El libro Benefciese da esta advertencia: Aunque recitemos una larga lista de textos
bblicos, no es fcil que alguien reciba con agrado una declaracin directa de la verdad en la que
expongamos la falsedad de una creencia que le sea muy preciada. Por ejemplo, si nos limitamos
a condenar las celebraciones populares por su origen pagano, es probable que no cambiemos el
sentir de nuestros oyentes. Un enfoque que apele a la razn suele ser ms provechoso. Por
qu debemos hacer un esfuerzo consciente por razonar con la persona? El mismo libro responde:
Un planteamiento que apela a la razn, adems de ser muy persuasivo, estimula el anlisis
imparcial, promueve la posterior reflexin de quien escucha y abre la puerta a futuras
conversaciones (Colosenses 4:6).
Pg. 107 *** be leccin 39 pg. 222 prr. 2 Conclusiones eficaces ***
Es posible obtener buenos resultados incluso cuando la brusquedad o hasta la grosera del amo
de casa interrumpen la visita. Tenga presentes los consejos de (Mateo 10:12, 13) 12 Al entrar en la
casa, saldenla; 13 y si la casa lo merece, venga sobre ella la paz que le desean; pero si no lo
merece, vuelva sobre ustedes la paz de ustedes. y (Romanos 12:17, 18) 17 No devuelvan mal
por mal a nadie. Provean cosas excelentes a vista de todos los hombres. 18 Si es posible, en
cuanto dependa de ustedes, sean pacficos con todos los hombres
Su respuesta apacible tal vez consiga que l cambie de opinin respecto a los testigos de
Jehov, lo que, ya de por s, sera un magnfico resultado.
QUINTO DIA
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Pg. 113 *** cf cap. 16 pgs. 163-171 prrs. 6-20 Los am hasta el fin ***
6
Qu animador es saber que Jess no perdi las esperanzas con sus apstoles! Su
paciencia termin dando fruto, y estos fieles hombres aprendieron la importancia de ser humildes
y estar vigilantes (1 Pedro 3:8; 4:7). Cmo podemos imitar a Jess en nuestras relaciones con
otras personas? Los ancianos en particular han de ser pacientes con el rebao. Por ejemplo,
quizs un hermano aborde con sus problemas a un anciano que est agotado o absorto en sus
propias preocupaciones. O puede que a veces quienes necesitan ayuda tarden en aplicar el
consejo. A pesar de todo, los ancianos pacientes instruyen con apacibilidad y [tratan] al rebao
con ternura (2 Timoteo 2:24, 25; Hechos 20:28, 29). Tambin los padres deben copiar la
paciencia de Jess, pues hay momentos en que los hijos no siguen de inmediato sus consejos e
instrucciones. Pero el amor y la paciencia les ayudarn a no darse por vencidos. Recuerden que
su paciencia puede rendir grandes frutos (Salmo 127:3).
Atendi sus necesidades
7
El amor se demuestra con actos generosos (1 Juan 3:17, 18). No busca sus propios
intereses. (1 Corintios 13:5.) El amor impuls a Jess a atender las necesidades fsicas de sus
discpulos, y muchas veces lo hizo incluso antes de que ellos se lo pidieran. Cuando vio que
estaban cansados, los invit a ir a un lugar solitario [para que descansaran] un poco (Marcos
6:31). Cuando not que tenan hambre, tom la iniciativa para alimentarlos a ellos y a millares de
personas que haban ido a escuchar sus enseanzas (Mateo 14:19, 20; 15:35-37).
8
Jess tambin reconoci las necesidades espirituales de sus discpulos y las satisfizo (Mateo
4:4; 5:3). A menudo dirigi sus enseanzas a estos en particular. As, pronunci el Sermn del
Monte sobre todo para el provecho de ellos (Mateo 5:1, 2, 13-16). Cuando enseaba con
ilustraciones y ejemplos, privadamente explicaba a sus discpulos todas las cosas (Marcos
4:34). A fin de que estuvieran bien nutridos espiritualmente durante los ltimos das, predijo que
nombrara a un esclavo fiel y discreto. Este esclavo fiel, constituido por un pequeo grupo de
hermanos de Jess ungidos por espritu que viven en la Tierra, ha estado repartiendo alimento
[espiritual] al tiempo apropiado desde el ao 1919 (Mateo 24:45).
9
10
Reflexionar sobre el ejemplo de Jess es muy provechoso para los padres. El padre que de
verdad ama a su familia le proporciona lo necesario en sentido material (1 Timoteo 5:8). Adems,
de vez en cuando, los cabezas de familia equilibrados y bondadosos dedican tiempo al descanso
y el esparcimiento familiar. Pero lo ms importante de todo es que satisfacen las necesidades
espirituales de sus hijos. De qu manera? Estudiando la Biblia regularmente con ellos y
haciendo que las sesiones de estudio sean animadoras y agradables (Deuteronomio 6:6, 7). Con
su palabra y ejemplo les ensean que el ministerio es una labor muy importante, y que prepararse
para las reuniones y asistir a ellas es una parte esencial de las actividades espirituales (Hebreos
10:24, 25). (1 Timoteo 5:8) Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y
especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una
persona sin fe.
Estuvo dispuesto a perdonar
11
El perdn es una faceta del amor (Colosenses 3:13, 14). El amor no lleva cuenta del dao,
dice 1 Corintios 13:5. En repetidas ocasiones, Jess ense a sus discpulos la importancia del
perdn. Los exhort a perdonar dicindoles: No te digo: Hasta siete veces, sino: Hasta setenta y
siete veces, o sea, sin lmite (Mateo 18:21, 22). Les ense que hay que perdonar al pecador
que, tras una reprensin, muestra que est arrepentido (Lucas 17:3, 4). Pero Jess no era como
los fariseos hipcritas, que enseaban solo de palabra; l tambin enseaba con el ejemplo
(Mateo 23:2-4). Veamos cmo mostr su disposicin a perdonar incluso cuando un amigo de
confianza le fall. (Colosenses 3:13, 14) Continen soportndose unos a otros y perdonndose
liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehov los perdon
liberalmente a ustedes, as tambin hganlo ustedes. 14 Pero, adems de todas estas cosas,
[vstanse de] amor, porque es un vnculo perfecto de unin.
12
Jess tena una relacin muy estrecha con el apstol Pedro, un hombre de carcter afectuoso,
aunque a veces algo impulsivo. Conociendo sus virtudes, Jess le concedi privilegios
especiales. Por ejemplo, junto con Santiago y Juan, Pedro fue testigo presencial de algunos
milagros que el resto de los doce apstoles no vieron (Mateo 17:1, 2; Lucas 8:49-55). Y como
mencionamos antes, estuvo entre los que se adentraron con el Maestro en el jardn de Getseman
la noche que lo apresaron. Sin embargo, esa misma noche, cuando Jess fue traicionado y
arrestado, Pedro y los otros apstoles lo abandonaron y huyeron. Ms tarde, Pedro tuvo la
valenta de ir al lugar donde Jess estaba siendo sometido a un juicio ilegal, y se qued fuera.
Pero el temor lo empuj a cometer un grave error: minti tres veces cuando afirm que
ni siquiera lo conoca! (Mateo 26:69-75.) Cmo reaccion Jess? Qu habra hecho usted si un
amigo ntimo le hubiera fallado de esa forma? (Mateo 17:1, 2) Seis das despus Jess tom
consigo a Pedro y a Santiago y a Juan su hermano, y los llev a una montaa encumbrada donde
estuvieron solos. 2 Y fue transfigurado delante de ellos, y su rostro resplandeci como el sol, y sus
prendas de vestir exteriores se hicieron esplendorosas como la luz.
13
Jess estuvo dispuesto a perdonar a Pedro. Saba que este se senta profundamente abatido
por el peso de su pecado; de hecho, tan desconsolado estaba el arrepentido apstol que rompi
a llorar (Marcos 14:72). El da de su resurreccin, el Maestro se le apareci, sin duda para
consolarlo y tranquilizarlo (Lucas 24:34; 1 Corintios 15:5). Y menos de dos meses despus lo
honr permitiendo que fuera l quien saliera a dar un testimonio a la multitud congregada en
Jerusaln el da de Pentecosts (Hechos 2:14-40). Recordemos, asimismo, que Jess no guard
resentimiento contra los apstoles por haberlo abandonado. Al contrario: despus que hubo
resucitado, sigui llamndolos mis hermanos (Mateo 28:10). No es obvio, pues, que Jess hizo
ms que solo ensear de palabra a perdonar? (Marcos 14:72) E inmediatamente cant un gallo
por segunda vez; y Pedro record el dicho que Jess le haba hablado: Antes que un gallo cante
dos veces, me repudiars tres veces. Y, abatido, rompi a llorar.
14
Como discpulos de Cristo, necesitamos aprender a perdonar. Por qu? Porque a diferencia
de Jess, somos imperfectos, as como tambin lo son quienes pecan contra nosotros. Todos
tropezamos de vez en cuando, sea con palabras o con acciones (Romanos 3:23; Santiago 3:2). Si
perdonamos con misericordia cuando hay justificacin para ello, abrimos el camino para que Dios
nos perdone a nosotros (Marcos 11:25). Cmo, entonces, demostramos que estamos dispuestos
a perdonar a los dems? En muchos casos, el amor nos impulsar a simplemente pasar por alto
sus pequeas faltas (1 Pedro 4:8). Cuando alguien nos ofende pero se arrepiente con sinceridad,
como lo hizo Pedro, hacemos bien en imitar la disposicin de Jess a perdonar. En lugar de
guardar rencor, es mejor librarse del resentimiento (Efesios 4:32). As contribuimos a la paz de la
congregacin y a nuestra propia tranquilidad mental (1 Pedro 3:11). (Romanos 3:23) Porque
todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios,
Confi en ellos
15
El amor y la confianza van de la mano. El amor todas [las cosas] las cree (1 Corintios 13:7). El
amor motiv a Jess a confiar en sus discpulos pese a que eran imperfectos. As lo hizo porque
saba que en el fondo amaban profundamente a Jehov y queran hacer la voluntad divina. Y aun
cuando cometieron errores, no les atribuy malos motivos. Por ejemplo, cuando Santiago y Juan
persuadieron a su madre para que le pidiera a Jess que los dejara sentar a su lado en su Reino,
l no cuestion la lealtad de ellos ni les retir su nombramiento como apstoles (Mateo 20:20-28).
16
Como prueba de su confianza, Jess deleg en sus discpulos varias responsabilidades. As,
las dos veces que multiplic milagrosamente los panes y los peces para alimentar a la
muchedumbre, les asign la tarea de distribuirlos (Mateo 14:19; 15:36). Cuando preparaba su
ltima Pascua, envi a Pedro y a Juan a Jerusaln para que lo dejaran todo listo. Ellos se
encargaron, entre otras cosas, del cordero, el vino, el pan sin levadura y las hierbas amargas.
Este no era un trabajo servil, pues celebrar la Pascua debidamente era un requisito de la Ley
mosaica, y Jess estaba obligado a obedecerla. Adems, esa noche Jess utiliz el vino y el pan
sin levadura como smbolos al instituir la Conmemoracin de su muerte (Mateo 26:17-19; Lucas
22:8, 13). (Mateo 14:19) Luego, habiendo mandado a las muchedumbres que se reclinaran sobre
la hierba, tom los cinco panes y los dos pescados, y, mirando al cielo, dijo una bendicin, y,
despus de partir los panes, los distribuy a los discpulos, y los discpulos a su vez a las
muchedumbres.
17
De qu manera podemos seguir el ejemplo de Jess al relacionarnos con los dems? Tener
confianza en nuestros hermanos espirituales es una expresin de nuestro amor. No olvidemos
que el amor se centra en lo positivo, y no en lo negativo. Cuando otros nos decepcionen lo que
de seguro pasar alguna que otra vez, el amor evitar que nos apresuremos a atribuirles malas
intenciones (Mateo 7:1, 2). Si vemos a nuestros hermanos de manera positiva, los trataremos de
una forma que edifique y no que derribe (1 Tesalonicenses 5:11). (Mateo 7:1, 2) Dejen de juzgar,
para que no sean juzgados; 2 porque con el juicio con que ustedes juzgan, sern juzgados; y con
la medida con que miden, se les medir.
19
Cmo podemos imitar la disposicin de Jess a delegar? Es bueno que quienes dirigen la
congregacin deleguen en otros hermanos tareas adecuadas y tiles, confiando en que estos
pondrn todo su empeo en realizarlas. As, los ancianos con experiencia pueden dar la
capacitacin que es tan necesaria y valiosa a los jvenes que estn procurando ayudar en la
congregacin (1 Timoteo 3:1; 2 Timoteo 2:2). Dicha capacitacin es esencial, pues a medida que
Jehov siga acelerando el crecimiento de la obra del Reino, ser necesario preparar a ms
hermanos (Isaas 60:22). (1 Timoteo 3:1) Esa declaracin es fiel. Si algn hombre est
procurando alcanzar un puesto de superintendente, desea una obra excelente.
20
Jess nos dej un maravilloso ejemplo de cmo demostrar amor a otras personas. Aunque
hay muchas formas en que podemos seguirlo, la ms importante es imitando su amor. En el
Otro aspecto del fruto del espritu es la bondad. Jess siempre trat a la gente con bondad.
l recibi amablemente a todos aquellos que queran acercarse a l (lase Lucas 9:11). Cunto
podemos aprender de su ejemplo! La persona bondadosa es amable, compasiva, generosa y
amigable. Y as era Jess. l senta compasin por las personas porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor (Mat. 9:35, 36).
11
Pero Jess no solo sinti compasin por las personas; tambin hizo mucho por ayudarlas.
Veamos el ejemplo de una mujer que llevaba doce largos aos sufriendo hemorragias. Ella saba
que, de acuerdo con la Ley mosaica, su enfermedad la haca ceremonialmente inmunda a ella,
as como a cualquiera que la tocara (Lev. 15:25-27). No obstante, lo que haba escuchado sobre
Jess y sobre su manera de tratar a los dems de seguro la convenci de que l la curara.
Pens: Si toco nada ms que sus prendas de vestir exteriores, recobrar la salud. Armndose
de valor, se acerc a l, lo toc y de inmediato sinti que haba sido curada.
12
Jess se dio cuenta de que alguien lo haba tocado y mir a su alrededor para ver quin
haba sido. La mujer, temiendo quizs que l se hubiera enojado con ella por haber violado la Ley,
cay temblando a sus pies y le dijo toda la verdad. La reprendi Jess? Todo lo contrario; la
tranquiliz dicindole: Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz (Mar. 5:25-34). Qu aliviada
debi de sentirse esta pobre mujer al or esas afectuosas palabras!
13
A diferencia de los insensibles fariseos, Jess nunca us su autoridad para imponer cargas
a los dems (Mat. 23:4). En vez de eso, les ense con cario y paciencia las normas de Jehov.
Sus discpulos vean en l a un compaero afectuoso, a un verdadero amigo (Pro. 17:17; Juan
15:11-15). Hasta los nios se sentan a gusto con Jess, y l con ellos. Nunca estuvo demasiado
ocupado como para dedicarles tiempo. En una ocasin, los discpulos, actuando con los aires de
superioridad tan comunes entre los lderes religiosos, trataron de impedir que los padres le
trajeran sus hijos a Jess para que l los bendijera. Pero a l no le gust nada lo que hicieron, as
que les dijo: Dejen que los niitos vengan a m; no traten de detenerlos, porque el reino de Dios
pertenece a los que son as. Entonces, se vali de los nios para ensearles una leccin a sus
discpulos: En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niito, de ninguna
manera entrar en l (Mar. 10:13-15).
14
Imagnese lo que algunos de esos nios sintieron aos despus, ya de adultos, al recordar
que Jess los haba tomado en sus brazos y los haba bendecido (Mar. 10:16). Hoy da, los nios
del pueblo de Dios reciben los cuidados y el inters sincero de los ancianos y de otros miembros
de la congregacin, y cuando crezcan tambin recordarn con cario toda esa atencin. Lo que
es ms importante: estos nios aprenden desde pequeos que el espritu santo de Jehov est
con su pueblo.
Seamos amables en un mundo cruel
15
En la actualidad, mucha gente cree que est demasiado ocupada para ser amable con los
dems, lo cual promueve las actitudes egostas a las que nos vemos expuestos todos los das en
la escuela, el trabajo, la calle y el ministerio. Aunque esas actitudes seguramente nos hacen sentir
mal, no deberan sorprendernos. Despus de todo, Pablo advirti por inspiracin divina que en
estos ltimos das los cristianos verdaderos tendran que vivir entre quienes seran amadores
de s mismos y no tendran cario natural (2 Tim. 3:1-3).
16
parecidas. Por eso era muy necesario que se ayudaran con bondad. Pablo dio esta exhortacin a
sus hermanos: Hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los dbiles,
tengan gran paciencia para con todos (1 Tes. 5:14). Hoy da se espera que actuemos de la
misma manera: que demostremos con obras nuestra bondad.
17
Una manera de actuar con bondad es haciendo cosas por el bien de los dems. Pero esto
no se puede dejar a la casualidad: hay que tomar la iniciativa. Pablo dijo: En amor fraternal
tnganse tierno cario unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la
delantera (Rom. 12:10). Cmo podemos hacerlo? Siguiendo el ejemplo de Cristo, tratando a los
dems con cario y afecto, y amndolos con un amor libre de hipocresa (2 Cor. 6:6). El apstol
describi as esa clase de amor: El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se
vanagloria, no se hincha (1 Cor. 13:4). En vez de guardarles rencor a nuestros hermanos,
sigamos este consejo: Hganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y
perdnense liberalmente unos a otros, as como Dios tambin por Cristo liberalmente los perdon
a ustedes (Efe. 4:32).
19
Las experiencias que Jess vivi en la Tierra le ensearon cosas nuevas acerca de la
obediencia a Dios (Heb. 5:8). Pero qu ms poda aprender sobre este tema que no supiera ya?
Despus de todo, haba pasado millones de aos al lado de su Padre y haba colaborado
estrechamente con l como su obrero maestro durante la creacin (Pro. 8:30). Sin embargo, el
sufrimiento que padeci como ser humano lo puso a prueba, y al resistir fielmente demostr que
su obediencia y su integridad eran absolutas. Todo esto ayud al Hijo de Dios a crecer an ms
en sentido espiritual. Qu nos ensea su ejemplo?
3
Aunque Jess era perfecto, saba que no lograra obedecer a la perfeccin por sus propias
fuerzas. Por eso le pidi ayuda a Jehov (lase Hebreos 5:7). Nosotros tambin necesitamos ser
humildes y pedir siempre la ayuda de Dios para no desobedecer. El apstol Pablo exhort as a
los cristianos: Mantengan en ustedes esta actitud mental que tambin hubo en Cristo Jess,
quien [...] se humill y se hizo obediente hasta la muerte (Fili. 2:5-8). El ejemplo de Jess
demostr que es posible ser obediente a pesar de vivir en un mundo malvado. Pero cmo
podemos nosotros ser obedientes si, a diferencia de Jess, somos imperfectos?
Adn y Eva eran criaturas inteligentes dotadas de libre albedro. Tambin sus descendientes
poseemos esa capacidad. Qu implica esto? Que tenemos la libertad de elegir entre lo bueno y
lo malo, entre obedecer a Dios y desobedecerle. Pero esa libertad que l nos da conlleva
responsabilidades y trae consecuencias. As es, las decisiones que tomamos pueden afectar a
quienes nos rodean e incluso podran significar vida o muerte para nosotros mismos.
5
Los seres humanos imperfectos no somos obedientes por naturaleza, por lo que a menudo
nos resulta difcil seguir las normas de Dios. El propio apstol Pablo tuvo una lucha interna, como
l mismo reconoci: Contemplo en mis miembros otra ley que guerrea contra la ley de mi mente
y que me conduce cautivo a la ley del pecado que est en mis miembros (Rom. 7:23). Por
supuesto, es relativamente fcil obedecer cuando no hay que hacer sacrificios ni soportar
inconvenientes. Pero qu hacemos cuando el deseo de la carne y el deseo de los ojos crean
un conflicto en nuestro interior? Esos deseos, que surgen debido a nuestra imperfeccin y al
espritu del mundo, son muy intensos (1 Juan 2:16; 1 Cor. 2:12). De modo que para vencerlos
tenemos que preparar el corazn, es decir: antes de que surja una prueba o tentacin debemos
resolvernos a obedecer a Jehov pase lo que pase (Sal. 78:8). La Biblia contiene muchos
ejemplos de siervos de Dios que fueron fieles porque hicieron precisamente eso (Esd. 7:10; Dan.
1:8).
6
Una manera de preparar el corazn es estudiando con diligencia la Biblia y las publicaciones
cristianas. Imagnese en la siguiente situacin. Usted est llevando a cabo su estudio personal en
la noche que ha fijado para ello. Le ha pedido a Jehov que le d su espritu y que le ayude a
poner en prctica lo que aprenda en su Palabra. Suponga que al da siguiente van a pasar en la
televisin una pelcula que quiere ver. Pero aunque las crticas son muy buenas, se ha enterado
de que tiene algunas escenas violentas e inmorales.
7
Entonces reflexiona en el consejo del apstol Pablo que se halla en Efesios 5:3: Que la
fornicacin y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes, tal
como es propio de personas santas. Tambin recuerda la exhortacin que dio el apstol en
Filipenses 4:8 (lase). Y se pregunta: Si expusiera mi mente y mi corazn a pelculas como la
que planeo ver maana, estara siguiendo el ejemplo de obediencia absoluta de Jess?. Qu
hara usted si se encontrara en esta situacin? Vera la pelcula a pesar de todo?
8
Sera un error rebajar nuestras normas morales y espirituales pensando que somos lo
suficientemente fuertes como para resistir los efectos de las malas compaas, aunque esas
compaas sean los personajes de pelculas y programas violentos e inmorales. Tenemos que
protegernos a nosotros y a nuestros hijos de las dainas influencias satnicas. Mucha gente hace
todo lo posible por que su computadora no se infecte con virus informticos que pueden destruir
informacin, provocar fallos en el sistema o incluso aduearse de este para atacar otras
computadoras. Deberamos hacer menos por protegernos de las artimaas del Diablo? (Efe.
6:11, nota.)
9
Todos los das tenemos que decidir de una forma u otra si haremos las cosas a la manera de
Jehov. Si queremos obtener la salvacin, debemos obedecerle y respetar sus justos principios.
Para demostrar que nuestra fe es real, hemos de seguir el ejemplo de Jess y ser obedientes
hasta la muerte, si es necesario. Jehov recompensar nuestra fidelidad. Jess prometi: El
que haya aguantado hasta el fin es el que ser salvo (Mat. 24:13). Claro, la obediencia exige
valor, valor como el de Jess (Sal. 31:24).
Jess, el ejemplo de valor por excelencia
10
En vista de que estamos rodeados por un mundo corrupto, debemos ser valientes para
no contaminarnos con sus actitudes y conductas. Enfrentamos muchas presiones sociales,
morales, econmicas y religiosas que podran alejarnos de Jehov. Numerosos cristianos sufren
la oposicin de sus familiares. En muchos pases, las instituciones educativas promueven con
gran insistencia la teora de la evolucin, y el atesmo gana cada da ms adeptos. Si queremos
protegernos y resistir la presin, no podemos quedarnos con los brazos cruzados: debemos
actuar. El ejemplo de Jess nos ensea cmo podemos vencer.
11
Jess les dijo a sus discpulos: En el mundo estn experimentando tribulacin, pero cobren
nimo!, yo he vencido al mundo (Juan 16:33). l nunca se dej influir por el sistema de cosas.
Nunca permiti que este le impidiera cumplir su comisin de predicar o lo hiciera rebajar sus
normas morales y espirituales. Tampoco nosotros podemos permitirlo. Al orar a Dios, Jess dijo
de sus discpulos: Ellos no son parte del mundo, as como yo no soy parte del mundo (Juan
17:16). Si estudiamos el ejemplo de Jess y meditamos en l, tendremos el valor necesario para
mantenernos separados de este mundo.
Imitemos la valenta de Jess
12
A lo largo de su ministerio, Jess demostr que era un hombre muy valiente. Con la
autoridad que le daba el hecho de ser el Hijo de Dios, entr en el templo y ech fuera a todos los
que vendan y compraban en el templo, y volc las mesas de los cambistas y los bancos de los
que vendan palomas (Mat. 21:12). La noche antes de morir, cuando un grupo de soldados vino a
arrestarlo, se interpuso entre ellos y sus discpulos y dijo: Si es a m a quien buscan, dejen ir a
estos (Juan 18:8). Y momentos despus, cuando Pedro sac su espada, le dijo que la guardara,
demostrando as que no confiaba en el poder de las armas, sino en el de Jehov (Juan 18:11).
13
Jess denunci sin temor la maldad y las mentiras de los maestros religiosos. Les dijo: Ay
de ustedes, escribas y fariseos, hipcritas!, porque cierran el reino de los cielos delante de los
hombres. Y agreg: Han desatendido los asuntos de ms peso de la Ley, a saber: la justicia y la
misericordia y la fidelidad [...;] limpian el exterior de la copa y del plato, pero por dentro estn
llenos de saqueo e inmoderacin (Mat. 23:13, 23, 25). Los discpulos de Jess necesitaran tener
ese mismo valor, pues en el futuro los lderes religiosos los perseguiran e incluso mataran a
algunos de ellos (Mat. 23:34; 24:9).
14
Ni siquiera los demonios hicieron que Jess se acobardara. En cierta ocasin vino a su
encuentro un hombre endemoniado tan fuerte que nadie poda mantenerlo atado, ni siquiera con
cadenas. Sin embargo, Jess no se dej intimidar y expuls a los muchos demonios que tenan
dominado al hombre (Mar. 5:1-13). Hoy da, Dios no nos ha dado el poder de realizar ese tipo de
milagros. No obstante, al predicar y ensear a la gente, estamos librando una lucha espiritual
contra Satans, quien ha cegado las mentes de los incrdulos (2 Cor. 4:4). Tal como en el caso
de Jess, nuestras armas no son carnales, sino poderosas por Dios para derrumbar cosas
fuertemente atrincheradas, es decir, creencias falsas muy arraigadas (2 Cor. 10:4). Cmo
podemos usar esas armas espirituales? Veamos cmo lo hizo Jess.
15
Para que nuestra fe pueda resistir las pruebas que inevitablemente le sobrevienen a todo
cristiano, tenemos que leer y estudiar la Palabra de Dios todos los das y asistir a las reuniones.
As se nos quedarn grabadas en la mente las verdades que sustentan nuestra fe (Rom. 10:17).
Adems, debemos reflexionar profundamente a fin de que esas verdades echen races en el
corazn. Solo una fe viva nos dar el valor que necesitamos para actuar (Sant. 2:17). Finalmente,
debemos pedirle a Dios su espritu santo, pues la fe es parte del fruto de ese espritu (Gl. 5:22).
17
Una joven cristiana llamada Kitty sabe por experiencia propia que la fe verdadera da valor.
Desde pequea, ella saba que no deba aver[gonzarse] de las buenas nuevas en la escuela;
adems, realmente quera predicarles a sus compaeros (Rom. 1:16). Ao tras ao intentaba
hablarles de la verdad, pero le faltaba el valor para hacerlo. Ya siendo adolescente, tuvo que irse
a estudiar a otro lugar y pens: Esta vez voy a recuperar todo el tiempo que he perdido. Kitty le
pidi a Jehov que le diera valor y prudencia, y que se le presentara una buena oportunidad.
18
Lleg el primer da de clase, y los estudiantes tuvieron que presentarse ante sus
compaeros. Algunos dijeron que tenan una religin, pero aclararon que en realidad no la
practicaban. Entonces Kitty se dio cuenta de que esa era la oportunidad que haba estado
esperando. Cuando le lleg su turno, dijo con toda claridad: Soy testigo de Jehov y siempre
trato de actuar tal como manda la Biblia. A medida que sigui hablando, algunos de sus
compaeros empezaron a poner cara de fastidio, pero hubo otros que prestaron atencin y ms
tarde le hicieron preguntas. El profesor puso a Kitty de ejemplo por defender sus creencias, y ella
se sinti muy contenta de haber imitado el valor de Jess.
Sigamos el ejemplo de fe y valor que dio Jess
19
Los apstoles se dieron cuenta de que para ser valientes necesitaban fe; por eso le rogaron
a Jess: Danos ms fe (lase Lucas 17:5, 6). La fe verdadera implica ms que creer que Dios
existe. Implica confiar plenamente en l, cultivar una relacin con l como la que tiene un niito
con su querido padre. Salomn escribi por inspiracin: Hijo mo, si tu corazn se ha hecho
sabio, se regocijar mi corazn, s, el mo. Y mis riones se alborozarn cuando tus labios hablen
rectitud (Pro. 23:15, 16). De igual modo, Jehov se alegra cuando defendemos con valenta sus
justos principios, y saber esto nos da ms valor an. Imitemos, pues, el ejemplo de Jess y
defendamos con valor la justicia.
*** w09 15/9 pgs. 16-20 El amor de Cristo nos impulsa a amar ***
Jess, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los am hasta el
fin. (JUAN 13:1)
JESS es el ejemplo perfecto de amor. Por todo lo que hizo, dijo y ense, as como por el
sacrificio que realiz al morir por nosotros, demostr la profundidad de su amor. Hasta el fin de su
vida en la Tierra trat con cario a todos, y en especial a sus discpulos.
2
Los cristianos tenemos en Jess un magnfico modelo que seguir, un modelo que nos
impulsa a tratar con amor a nuestros hermanos y a toda otra persona. En este artculo veremos
cmo pueden los superintendentes imitar a Jess y tratar con bondad a los hermanos que han
cometido una falta, sea grave o no. Tambin veremos cmo nos impulsa el amor de Jess a
ayudar a los hermanos que se enfrentan a dificultades, enfermedades e incluso desastres
naturales.
3
La noche antes de que Jess muriera, Pedro, su propio apstol, lo neg en tres ocasiones
(Mar. 14:66-72). Pero Jess haba predicho que Pedro se arrepentira. Y cuando el apstol as lo
hizo, lo perdon, y ms tarde le confi serias responsabilidades (Luc. 22:32; Hech. 2:14; 8:14-17;
10:44, 45). Qu nos ensea esto? Qu aprendemos al observar la manera en que Jess
reaccionaba cuando alguien cometa una falta grave?
Tengamos la misma actitud que Jess hacia quienes cometen un pecado
4
Hay muchas situaciones en las que es necesario tener la misma actitud que Jess, pero una
de las ms difciles y dolorosas es cuando alguien de nuestra familia o de la congregacin comete
un pecado grave. Lamentablemente, cuanto ms nos acercamos al fin de este sistema satnico,
ms dao causa el espritu del mundo. Los cristianos, sean jvenes o mayores, pueden
contagiarse de la indiferencia y rebelda de la gente hacia las normas morales, y eso podra
debilitar su determinacin de seguir en el camino estrecho que lleva a la vida. En el siglo primero,
algunos cristianos tuvieron que ser expulsados de la congregacin, y otros fueron censurados.
Lo mismo sucede hoy (1 Cor. 5:11-13; 1 Tim. 5:20). Pero si los ancianos tratan con amor al
hermano que ha pecado, pueden llegar a su corazn.
5
Al igual que Jess, los ancianos deben defender las justas normas divinas en todo momento.
Pero al hacerlo, deben reflejar la apacibilidad, bondad y amor de Jehov. Cuando los cristianos
que pecan se sienten quebrantados de corazn y aplastados en espritu, es decir, estn
sinceramente arrepentidos, a los ancianos no les resulta muy difcil reajustar[los] [...] con espritu
de apacibilidad (Sal. 34:18; Gl. 6:1). Pero qu ocurre si el pecador tiene una actitud rebelde o
muestra poco o ningn arrepentimiento?
Cuando un pecador rechaza los consejos bblicos o trata de echarles a los dems la culpa,
los ancianos y otros miembros de la congregacin tal vez se sientan indignados. Como saben el
dao que dicha persona ha causado y ven su actitud, quiz se sientan tentados a expresar su
indignacin. Sin embargo, enojarse no hace ningn bien ni refleja la mente de Cristo (1 Cor.
2:16; lase Santiago 1:19, 20). Hubo ocasiones en las que Jess reprendi enrgicamente a
algunas personas, pero nunca dijo nada movido por el odio ni con la intencin de herir a nadie
(1 Ped. 2:23). Al contrario, siempre dej claro que los pecadores pueden arrepentirse y recobrar el
favor de Jehov. De hecho, una de las razones por las que Jess vino a la Tierra fue para salvar
a pecadores (1 Tim. 1:15).
7
Cmo debera influir el ejemplo de Jess en nuestra manera de ver a quienes reciben
disciplina en la congregacin? Para empezar, debe ayudarnos a recordar que las medidas
disciplinarias tienen el propsito de proteger al rebao y motivar al pecador a arrepentirse (2 Cor.
2:6-8). Aunque es muy triste ver que algunos son expulsados por su falta de arrepentimiento, es
reconfortante saber que muchos de ellos terminan regresando a Jehov. Si los ancianos se han
esforzado por tener la actitud de Cristo al tratar con el pecador, con el tiempo este quiz
recapacite y decida volver a la congregacin. Tal vez no recuerde todos los consejos bblicos que
le dieron, pero lo que seguramente no olvidar es el amor y la dignidad con que lo trataron.
8
Incluso en las circunstancias ms difciles, los ancianos deben manifestar el fruto del
espritu, sobre todo el amor (Gl. 5:22, 23). Jams deben apresurarse a expulsar a quien ha
cometido un pecado. Ms bien, deben mostrar que su deseo sincero es ayudarlo. As, cuando el
pecador se arrepienta como sucede en muchos casos, de seguro se sentir profundamente
agradecido a Jehov y a los ancianos, las ddivas en [forma de] hombres que le hicieron ms
fcil recuperarse (Efe. 4:8, 11, 12).
El amor cristiano en el tiempo del fin
9
En el Evangelio de Lucas vemos una de las muchas muestras de amor de Jess. l saba
que en el futuro el ejrcito romano sitiara Jerusaln, una ciudad condenada por Dios, y que sus
habitantes no podran huir. De modo que dio esta advertencia a sus discpulos: Cuando vean a
Jerusaln cercada de ejrcitos acampados, entonces sepan que la desolacin de ella se ha
acercado. Qu deban hacer cuando llegara ese momento? Las instrucciones de Jess fueron
muy claras: Los que estn en Judea echen a huir a las montaas, y los que estn en medio de
Jerusaln retrense, y los que estn en los lugares rurales no entren en ella; porque estos son
das para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que estn escritas (Luc. 21:20-22).
El ejrcito romano siti Jerusaln en el ao 66, pero levant el sitio, y los discpulos fieles
siguieron las instrucciones de su Maestro.
10
Mientras huan de Jerusaln, los cristianos tuvieron que mostrarse amor unos a otros, tal
como haba hecho Cristo con ellos, y compartir las provisiones que tenan. Ahora bien, la profeca
de Jess tendra un cumplimiento mucho mayor en el futuro. l predijo: Habr gran tribulacin
como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volver a
suceder (Mat. 24:17, 18, 21). Antes de la gran tribulacin y durante esta, es posible que
nosotros tambin pasemos por graves dificultades y privaciones. Adoptar la actitud mental de
Cristo nos ayudar en esos momentos tan crticos.
11
Cuando eso ocurra, tendremos que seguir el ejemplo de Jess y velar con amor por el bien
de los dems. Pablo dio este consejo: Cada uno de nosotros agrade a su prjimo en lo que es
bueno para la edificacin de este. Porque hasta el Cristo no se agrad a s mismo [...]. Ahora, que
el Dios que suministra aguante y consuelo les conceda tener entre s la misma actitud mental que
tuvo Cristo Jess (Rom. 15:2, 3, 5).
12
Pedro, que fue objeto del amor de Jess, tambin exhort a sus hermanos a actuar con
obediencia a la verdad y a tenerse cario fraternal sin hipocresa. As es, tenan que amarse
los unos a [los] otros intensamente desde el corazn (1 Ped. 1:22). Hoy ms que nunca
necesitamos desarrollar esas cualidades cristianas, pues las presiones que sufre el pueblo de
Dios ya estn aumentando. No podemos confiar en ningn elemento de este sistema moribundo,
como bien lo demuestra la grave crisis financiera que est viviendo el mundo (lase 1 Juan 2:15-
17). Puesto que el fin est tan cerca, debemos acercarnos an ms a Jehov. Y tambin
debemos acercarnos a nuestros hermanos y estrechar nuestros lazos de amistad con ellos. Pablo
dijo: En amor fraternal tnganse tierno cario unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a
otros, lleven la delantera (Rom. 12:10). Pedro, por su parte, enfatiz este punto con las
siguientes palabras: Ante todo, tengan amor intenso unos para con otros, porque el amor cubre
una multitud de pecados (1 Ped. 4:8).
13
En todo el mundo se conoce a los testigos de Jehov por demostrar su amor con obras. Por
ejemplo, en 2005, muchos de ellos participaron en las tareas de socorro que se llevaron a cabo
despus de los terribles huracanes que devastaron amplias zonas del sur de Estados Unidos.
Inspirados en el ejemplo de Jess, ms de veinte mil Testigos se ofrecieron como voluntarios.
Muchos incluso dejaron sus hogares y empleos para ayudar a sus hermanos necesitados.
14
En cierto lugar de la costa, un huracn provoc olas de 10 metros (30 pies) de altura, y las
inundaciones llegaron 80 kilmetros (50 millas) tierra adentro. Un tercio de las construcciones que
estaban en la ruta del huracn quedaron totalmente destruidas. Vinieron voluntarios de diversos
pases con herramientas y material de construccin para ayudar en lo que hiciera falta. Dos
hermanas carnales que son viudas hicieron las maletas y recorrieron 3.000 kilmetros
(2.000 millas) en camioneta hasta la zona del desastre. Una de ellas se qued a vivir all, donde
sirve de precursora regular y sigue colaborando con el comit de socorro.
15
Aunque relativamente pocos de nosotros hemos sufrido los efectos de un desastre natural,
casi todos tenemos problemas de salud o familiares enfermos. La actitud que Jess tuvo hacia los
enfermos tambin puede servirnos de ejemplo. Cuando le trajeron a quienes sufran
padecimientos, su amor lo hizo compadecerse de ellos y curar a todos los que se sentan mal
(Mat. 8:16; 14:14).
17
Hoy da no podemos curar a los enfermos de manera milagrosa, como hizo Jess, pero s
podemos tratarlos con la misma compasin que l. Por ejemplo, los ancianos imitan la actitud de
Jess al organizar y supervisar programas de ayuda para los hermanos enfermos de la
congregacin, siguiendo el principio que se expone en Mateo 25:39, 40 (lase).
18
Claro, no hace falta ser anciano para hacer el bien a los dems. Veamos el caso de
Charlene, una hermana de 44 aos que padeca cncer y a la que los mdicos le dieron tan solo
diez das de vida. Viendo lo agotador que era para su esposo cuidar de ella, Sharon y Nicolette,
dos hermanas de la congregacin, se ofrecieron para atenderla da y noche durante sus ltimos
das. Sin embargo, esos diez das se convirtieron en seis semanas. Aun as, las dos mostraron su
amor hasta el final. Fue muy duro saber que Charlene no se iba a recuperar comenta Sharon
, pero Jehov nos ayud a ser fuertes. Lo que vivimos nos acerc ms a l y estrech los lazos
entre nosotras. El esposo de Charlene dice: Nunca olvidar la bondad y el apoyo de estas dos
fieles hermanas. Sus esfuerzos sinceros y su actitud positiva le hicieron ms llevaderos sus
ltimos das a mi querida Charlene y me dieron el alivio fsico y emocional que tanto necesitaba.
Les estar siempre agradecido. Su abnegacin fortaleci mi fe en Jehov y mi amor por toda la
hermandad.
19
En esta serie de tres artculos hemos analizado cinco cualidades de Jess, as como
diversas maneras de imitar su forma de pensar y de actuar. Como l, seamos de genio apacible
y humilde[s] de corazn (Mat. 11:29). Esforcmonos tambin por tratar a todos con bondad, a
pesar de sus imperfecciones. Y obedezcamos con valor las normas de Jehov aun ante las
dificultades.
20
Adems, amemos a nuestros hermanos como los am Cristo: hasta el fin. Eso es lo que
nos identifica a los verdaderos cristianos (Juan 13:1, 34, 35). Por lo tanto, hagamos que [nuestro]
amor fraternal contine y actuemos con decisin: usemos nuestra vida para alabar a Dios y para
ayudar a los dems (Heb. 13:1). Jehov bendecir todos nuestros esfuerzos.
Pg. 114 *** it-2 pg. 95 Jesucristo ***
Jess fue para sus discpulos un ejemplo de hombre trabajador. Se levantaba temprano y
trabajaba hasta bien entrada la noche. (Lu 21:37, 38; Mr 11:20; 1:32-34; Jn 3:2; 5:17.) Ms de una
vez pas la noche orando, como la noche anterior a que pronunciara su Sermn del Monte. (Mt
14:23-25; Lu 6:127:10.) En una ocasin, despus de haber ayudado a otros hasta entrada la
noche, se levant mientras todava estaba oscuro y se fue a un lugar solitario para orar. (Mr
1:32, 35.) Aunque las muchedumbres a menudo interrumpan su intimidad, los reciba con
amabilidad y les hablaba del reino de Dios. (Lu 9:10, 11; Mr 6:31-34; 7:24-30.) Experiment
cansancio, sed y hambre, y a veces hasta se privaba de comer debido al trabajo que tena que
hacer. (Mt 21:18; Jn 4:6, 7, 31-34; comprese con Mt 4:2-4; 8:24, 25.)
Pg. 115 *** it-2 pg. 96 Jesucristo ***
Punto de vista equilibrado de las cosas materiales. Sin embargo, no era un asceta que
practicaba la austeridad a un grado extremo, sino que ms bien obraba en consonancia con cada
situacin. (Lu 7:33, 34.) Acept muchas invitaciones a comidas, e incluso a banquetes, y visit las
casas de personas de cierto nivel econmico. (Lu 5:29; 7:36; 14:1; 19:1-6.) Contribuy al disfrute
de una boda al convertir agua en buen vino. (Jn 2:1-10.) Tambin apreci las cosas buenas que
se hacan por l. Cuando Judas se indign porque Mara, la hermana de Lzaro, us una libra de
aceite perfumado (cuyo valor era de ms de 220 dlares [E.U.A.], aproximadamente el salario de
un ao de un trabajador) para ungir los pies de Jess, y fingi preocupacin por los pobres que
podan haberse beneficiado de la venta de ese aceite, Jess dijo: Djala, para que guarde esta
observancia en vista del da de mi entierro. Porque a los pobres siempre los tienen con ustedes,
pero a m no me tendrn siempre. (Jn 12:2-8; Mr 14:6-9.) La prenda interior de vestir que llevaba
cuando lo detuvieron, tejida desde arriba toda ella, debi ser una prenda de calidad. (Jn
19:23, 24.) No obstante, siempre puso en primer lugar lo espiritual; nunca se preocup en
demasa por lo material, como aconsej a otros que hicieran. (Mt 6:24-34; 8:20; Lu 10:38-42;
comprese con Flp 4:10-12.)
*** w05 1/1 pgs. 10-11 Sigamos el modelo que puso Jess ***
Bajo persecucin
16
Jess seal otro aspecto en que sus discpulos habran de imitarlo, diciendo: Este es mi
mandamiento: que ustedes se amen unos a otros as como yo los he amado a ustedes (Juan
15:12, 13, 17). Los cristianos tenemos muchas razones para amar a nuestros hermanos. Pues
bien, en esta ocasin en particular, Jess estaba pensando en otra ms: el odio de que seran
objeto. Si el mundo los odia asegur, saben que me ha odiado a m antes que los odiara a
ustedes. [...] El esclavo no es mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a m, a ustedes
tambin los perseguirn. (Juan 15:18, 20.) As es, los cristianos nos asemejamos al Maestro
hasta en el hecho de ser perseguidos. Por tanto, forjemos entre nosotros un fuerte vnculo de
amor a fin de contrarrestar ese odio.
17
Por qu odiara el mundo a los cristianos? Porque, al igual que Jess, no son parte del
mundo (Juan 17:14, 16). Se mantienen neutrales en cuestiones militares y polticas, y obedecen
los principios bblicos al respetar la santidad de la vida y al seguir elevados principios morales
(Hechos 15:28, 29; 1 Corintios 6:9-11). Sus prioridades son espirituales, no materiales, y aunque
viven en el mundo, no lo usan a plenitud, como escribi Pablo (1 Corintios 7:31). Es cierto que
hay quienes han expresado su admiracin por los elevados principios de los testigos de Jehov.
Pero debido a que estos no transigen a fin de ganar la aceptacin o el aplauso de nadie, la
mayora de la gente no los comprende, y muchos los odian.
18
Los apstoles no solo comprobaron el intenso odio del mundo cuando Jess fue arrestado y
ejecutado, sino que tambin vieron cmo reaccion l ante tal odio. Cuando sus opositores
religiosos fueron a apresarlo al jardn de Getseman, Pedro trat de protegerlo con su espada,
pero Jess le orden: Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada
perecern por la espada (Mateo 26:52; Lucas 22:50, 51). Tiempo atrs, los israelitas haban
combatido contra sus enemigos espada en mano, pero ahora las cosas haban cambiado.
El Reino de Dios no era parte de este mundo, y no haba fronteras nacionales que defender
(Juan 18:36). En breve, Pedro iba a formar parte de una nacin espiritual, cuyos miembros
tendran ciudadana celestial (Glatas 6:16; Filipenses 3:20, 21). A partir de entonces, por lo tanto,
los seguidores de Jess se enfrentaron al odio y la persecucin tal como lo hizo Jess: con valor,
pero de forma pacfica. Dejaron los asuntos en manos de Jehov y confiaron en que l les dara
la fortaleza necesaria para aguantar (Lucas 22:42).
19
Varios aos despus, Pedro escribi: Cristo sufri por ustedes, dejndoles dechado para
que sigan sus pasos con sumo cuidado y atencin. [...] Cuando lo estaban injuriando, no se puso
a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que sigui
encomendndose al que juzga con justicia (1 Pedro 2:21-23). Tal como advirti Jess, los
cristianos han sufrido una persecucin feroz a lo largo de los aos. Tanto en el siglo primero como
en la actualidad han seguido el ejemplo de Jess y se han labrado un magnfico historial de fiel
aguante, mantenindose ntegros pacficamente (Revelacin [Apocalipsis] 2:9, 10). Que cada uno
de nosotros haga lo mismo cuando lo exijan las circunstancias (2 Timoteo 3:12).
Pg. 116 *** it-2 pg. 273 Maestro, enseanza ***
MAESTRO, ENSEANZA
Persona que transmite informacin o ensea un trabajo de palabra o por el ejemplo. Un buen
maestro fundamenta lo que dice con explicaciones, pruebas o por el empleo de otros mtodos, a
fin de ayudar al que le escucha a aceptar y recordar lo que oye.
Jehov Dios, el Creador, es el Magnfico Instructor o Maestro de sus siervos. (1Re 8:36; Sl
27:11; 86:11; 119:102; Isa 30:20; 54:13.) Las mismas obras creativas ensean que existe un Dios
Omnisapiente y son en s mismas un campo para investigacin y aprendizaje que solo se ha
aprovechado de manera parcial. (Job 12:7-9.) Adems, Jehov Dios ha enseado a los humanos
su nombre, sus propsitos y sus leyes por medio de revelaciones. (Comprese con x 4:12, 15;
24:12; 34:5-7.) Tales revelaciones se hallan en la Palabra de Dios, la Biblia, y sirven de base para
ensear a otros cul es Su voluntad. (Ro 15:4; 2Ti 3:14-17.) El espritu de Dios tambin ejerce la
funcin de maestro. (Jn 14:26.)
La enseanza entre los israelitas. Dios dio a los padres israelitas la responsabilidad de
ensear a sus hijos. (Dt 4:9; 6:7, 20, 21; 11:19-21; Sl 78:1-4.) No obstante, los profetas, los
levitas, en especial los sacerdotes, y otros sabios, servan de maestros de la entera nacin.
(Comprese con 2Cr 35:3; Jer 18:18; vase EDUCACIN.)
Profetas. Los profetas enseaban al pueblo los atributos y propsitos de Jehov, denunciaban
la mala conducta de los israelitas y sealaban el camino correcto que deban seguir. Su
enseanza sola ponerse por escrito. (Comprese con 1Sa 12:23-25; Isa 7:3, 4; 22:15, 16; Jer
2:2.) Entre sus mtodos de enseanza estaban: las preguntas (Jer 18:13, 14; Am 3:3-8; Ag 2:1114), las ilustraciones (2Sa 12:1-7; Isa 10:15; Jer 18:3-10), los enigmas (Eze 17:2) y las
representaciones simblicas. (1Re 11:30-32; Jer 13:4-11; 19:1-12; 27:2; 28:10-14; Eze 4:15:4.)
Sacerdotes y levitas. Los sacerdotes y los levitas tenan la responsabilidad de ensear la ley
de Dios a la nacin de Israel (Le 10:11; 14:57; 2Cr 15:3; 35:3), una tarea que desempeaban de
diversas maneras. Todos los aos sabticos, se lea toda la Ley al pueblo entero: hombres,
mujeres, nios y residentes forasteros, durante la fiesta de las cabaas. (Dt 31:9-13.) A veces los
levitas se valan de las respuestas audibles del pueblo para inculcar las leyes divinas en los
oyentes. (Comprese con Dt 27:14-26.) Aparte de leer la Ley al pueblo, los sacerdotes y los
levitas tambin explicaban su significado. (Comprese con Ne 8:8.) Sus decisiones judiciales
enseaban al pueblo los principios de la justicia divina. (Dt 17:8-13; 1Cr 26:29; 2Cr 19:8-11.)
Escribas. En los das de Jess, los escribas eran maestros prominentes de la Ley. Pero no se
preocuparon nunca por los verdaderos problemas y necesidades del pueblo. Al igual que los
fariseos, los escribas daban ms importancia a las reglas y tradiciones que a la misericordia, la
justicia y la fidelidad. Convirtieron la Ley en una carga para el pueblo. (Mt 23:2-4, 23, 24; Lu
11:45, 46.) Debido a su actitud de superioridad hacia las personas comunes, no fueron un
ejemplo digno de imitar, por lo que su enseanza no tuvo el efecto que pudo haber tenido.
(Comprese con Mt 23:3, 6, 7; Jn 7:48, 49; vase ESCRIBA, ESCRIBANO.)
Qu hizo que la enseanza de Jess fuera tan eficaz?
Aunque los lderes religiosos del judasmo no eran sinceros cuando se dirigan a Jesucristo
como Maestro [gr. Didskalos], l tuvo el reconocimiento tanto de los creyentes como de los
no creyentes. (Mt 8:19; 9:11; 12:38; 19:16; 22:16, 24, 36; Jn 3:2.) Los oficiales que fueron a
detenerle quedaron tan impresionados por su enseanza que regresaron con las manos vacas y
dijeron: Jams ha hablado otro hombre as. (Jn 7:46.) Jess ense como persona que tiene
autoridad, y no como [los] escribas. (Mt 7:29.) Dios era la Fuente de su enseanza (Jn 7:16;
8:28), y Jess la transmiti con sencillez, lgica irrefutable, preguntas penetrantes, metforas
llamativas e ilustraciones significativas basadas en cosas conocidas. (Mt 6:25-30; 7:3-5; 24-27;
vase ILUSTRACIONES.) Tambin emple lecciones prcticas: lav los pies a sus discpulos con
el fin de ensearles que deberan servirse los unos a los otros. (Jn 13:2-16.)
Pg. 117 *** be pg. 57 Hgase un buen maestro ***
Honre a Jehov
Ser un maestro a semejanza de Cristo entraa ms que pronunciar discursos interesantes. Es
cierto que Jess maravill a la gente con palabras llenas de gracia (Luc. 4:22). Sin embargo,
con qu propsito hablaba as? No con el de convertirse en el centro de atencin, sino para
honrar a Jehov (Juan 7:16-18). Adems, dio esta exhortacin a sus discpulos: Resplandezca la
luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al
Padre de ustedes que est en los cielos (Mat. 5:16). Este consejo ha de influir en nuestra
enseanza, as que debemos evitar cuanto nos desve de tal objetivo. Por consiguiente, al pensar
en qu decir y cmo decirlo, conviene que nos preguntemos: Infundir aprecio por Jehov, o
centrar la atencin en mi persona?.
Por ejemplo, las ilustraciones y las experiencias de la vida real pueden ser eficaces en la
enseanza, pero si incluimos demasiados detalles, quiz eclipsemos la idea que pretendemos
destacar. De igual modo, las historias que no hacen ms que entretener nos distraen del
propsito de nuestro ministerio. En tal caso, el maestro se hara el centro de atencin y dejara de
cumplir el verdadero objetivo de la educacin teocrtica
Pg. 118 *** km 8/04 pg. 1 prrs. 2-4 Dirijamos estudios bblicos progresivos (2.a parte) ***
2
Cmo prepararse. Comience orando a Jehov por la persona y sus necesidades. Pdale
ayuda para llegar al corazn del estudiante (Col. 1:9, 10). A fin de captar el tema con claridad,
dedique unos minutos a examinar el ttulo del captulo o leccin, los subttulos y las ilustraciones.
Pregntese: Cul es la idea central de la informacin?. Si as lo hace, cuando dirija el estudio,
se centrar en los puntos principales.
3
Repase detenidamente el contenido de cada prrafo. Localice las respuestas a las preguntas
impresas y subraye solo las palabras y frases clave. Busque la relacin entre los textos bblicos
citados y la idea principal del prrafo, y escoja los que va a leer en el estudio. Tal vez le resulte til
hacer breves anotaciones en el margen de la pgina. El estudiante debe ver claro que lo que
aprende procede de la Palabra de Dios (1 Tes. 2:13).
4
metafrica, y una parbola es una comparacin o smil, una narracin corta, generalmente
ficticia, de la que se puede obtener una verdad moral o espiritual.
Las Escrituras emplean parabol en un sentido ms amplio que la palabra espaola
parbola, como lo muestra Mateo 13:34, 35, donde Mateo seala que se haba predicho que
Jesucristo hablara en ilustraciones (NM), parbolas (BJ, CI). El Salmo 78:2, citado por Mateo,
se refiere a un dicho proverbial (heb. maschl), y para esta expresin el evangelista emple la
palabra griega parabol. Tal como indica el sentido literal de la voz griega, la parabol era un
medio de ensear o comunicar una idea, un mtodo para explicar una cosa colocando al lado
algo semejante. (Comprese con Mr 4:30.) Muchas versiones se limitan a traducir el trmino
griego por la forma espaolizada parbola. Sin embargo, esta traduccin no siempre transmite
el significado pleno.
Por ejemplo, en Hebreos 9:9 y 11:19 muchas versiones ven necesario recurrir a trminos
diferentes a parbola. En el primero de estos textos el apstol Pablo llama al tabernculo o
tienda que usaba Israel en el desierto una ilustracin [parabol; smil, ENP; imagen, EMN;
figura, NC; smbolo, Val] para el tiempo sealado. En el segundo texto el apstol dice que
Abrahn recibi a Isaac de entre los muertos a manera de ilustracin (NM) (paraboli; en
sentido figurado, BAS; Val). Al dicho: Mdico, crate a ti mismo, tambin se le llama parabol.
(Lu 4:23.) En vista de esto, un trmino ms general, como ilustracin (NM), sirve para traducir
parabol de manera consecuente en todos los casos.
Otra palabra relacionada es alegora (gr. allgora), que consiste en varias metforas
consecutivas en las que una serie de acciones simbolizan otras, mientras que los personajes a
menudo son tipos o personificaciones. Pablo emplea el verbo griego allgor (alegorizar) en
Glatas 4:24 con respecto a Abrahn, Sara y Agar, un verbo que se traduce por ser una alegora
(Str), estar dicho en forma alegrica (CI) y quedar como un drama simblico (NM).
El apstol Juan us otra palabra (paroima) para comparacin (Jn 10:6; 16:25, 29); se ha
traducido: smil, parbola, proverbio, alegora, semejanza, smbolo, enigma, ejemplo,
figura, lenguaje figurado y comparacin (TA, NC, CI, FS, SA, BI, NM). Pedro emple la
misma palabra con respecto al proverbio del perro que vuelve a su vmito y la cerda que se
revuelca en el fango. (2Pe 2:22.)
Eficacia. Las ilustraciones o parbolas constituyen un mtodo de enseanza de gran eficacia
debido a, por lo menos, cinco razones: 1) Captan y retienen la atencin; pocas cosas atraen tanto
el inters como una experiencia o un relato. Quin no conoce las ilustraciones del hijo prdigo y
de la oveja perdida? 2) Avivan la facultad de pensar; uno de los mejores ejercicios mentales es
buscar el significado de una comparacin y captar las verdades abstractas que se presentan.
3) Afectan las emociones y, debido a que por lo general el oyente ve la aplicacin prctica de las
verdades, llegan a la conciencia y al corazn. 4) Ayudan a recordar; posteriormente se puede
reconstruir el relato y aplicarlo. 5) Conservan la verdad, puesto que siempre son aplicables y
comprensibles, en cualquier momento y poca. Mientras que las palabras pueden cambiar de
significado, las ilustraciones tratan de la vida y de la naturaleza. Esta es una de las razones por
las que las verdades bblicas conservan hoy la claridad que tuvieron cuando se pronunciaron o
escribieron.
Propsitos. Como se ha mostrado anteriormente, el propsito principal de todas las
ilustraciones es ensear. Pero las ilustraciones de la Biblia tambin tienen otros propsitos:
1) El hecho de que una persona a veces tenga que profundizar para captar su significado
completo, profundo y dirigido al corazn, tiende a desanimar a aquellos que no aman a Dios, cuyo
inters es solo superficial y por tanto no desean de corazn la verdad. (Mt 13:13-15.) Dios no est
recogiendo a tales personas. Las ilustraciones impulsaron a los humildes a solicitar una
explicacin; los orgullosos rehusaron hacerlo. Jess dijo: El que tiene odos, escuche, y aunque
la mayor parte de las muchedumbres que escuchaban a Jess siguieron por su camino, los
discpulos iban a l y le solicitaban una explicacin. (Mt 13:9, 36.)
2) Las ilustraciones ocultan las verdades a aquellos que podran hacer mal uso de ellas y
desean entrampar a los siervos de Dios. Jess respondi a la pregunta capciosa de los fariseos
con la ilustracin de la moneda relacionada con el pago del impuesto, y concluy: Paguen a
Csar las cosas de Csar, pero a Dios las cosas de Dios. A sus enemigos se les dej que ellos
mismos hiciesen la aplicacin; pero los discpulos de Jess comprendieron plenamente el
principio de neutralidad que se enunci. (Mt 22:15-21.)
3) Debido a que se deja que el oyente se aplique los principios de la ilustracin, esta puede
comunicarle un claro mensaje de advertencia y amonestacin, y al mismo tiempo desarmarle, de
manera que no tenga ninguna base para tomar represalias contra el orador. En otras palabras:
que aquel a quien le aplique, se d por aludido. Cuando los fariseos criticaron a Jess por comer
con los recaudadores de impuestos y los pecadores, Jess respondi: Las personas en salud
no necesitan mdico, pero los enfermizos s. Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa:
Quiero misericordia, y no sacrificio. Porque no vine a llamar a justos, sino a pecadores. (Mt 9:1113.)
4) Incluso cuando se emplean con el fin de corregir a una persona, las ilustraciones se pueden
usar para evitar el prejuicio del oyente y que su mente se obceque por causa de dicho prejuicio,
con lo que se consigue ms de lo que se lograra si se hiciese una exposicin directa de los
hechos. Tal fue el caso cuando Natn reprendi al rey David por su pecado con Bat-seba y Uras.
(2Sa 12:1-14.) Asimismo, el empleo de una ilustracin hizo que el inicuo rey Acab, sin darse
cuenta, sopesase los principios implicados en su propio caso cuando desobedeci al
perdonarle la vida al rey Ben-hadad de Siria, un enemigo de Dios y profiriese un juicio
condenndose a s mismo. (1Re 20:34, 38-43.)
5) Las ilustraciones pueden mover a las personas a proceder en un sentido o en otro, a
quitarse la mscara, mostrando si son o no siervos verdaderos de Dios. Cuando Jess dijo: El
que se alimenta de mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, muchos de sus discpulos se
fueron a las cosas de atrs, y ya no andaban con l. De esta manera Jess elimin a todos
aquellos que verdaderamente no crean de corazn. (Jn 6:54, 60-66.)
*** be leccin 45 pg. 240 prr. 1 Ilustraciones instructivas ***
LAS ilustraciones son poderosos recursos didcticos, pues captan la atencin con gran
eficacia y estimulan el pensamiento. Tambin despiertan sentimientos, con lo cual tocan la
conciencia y el corazn. A veces sirven para vencer prejuicios, y son muy tiles para grabar las
ideas en la memoria. Las emplea cuando ensea?
*** be leccin 50 pg. 259 prr. 4-pg. 261 prr. 1 Llegar al corazn ***
Despierte sentimientos positivos en su oyente. Una vez comprenda lo que la persona cree
y lo que no, as como sus razones para ello, estar en condiciones de edificar sobre ese
fundamento. Tras su resurreccin, Jess lleg al corazn de sus discpulos abri[ndoles] por
completo las Escrituras a la luz de los sucesos recientes (Luc. 24:32). Esfurcese usted tambin
por conectar las vivencias pasadas del oyente, sus anhelos y lo que ve en la Palabra de Dios.
Habr llegado al corazn del estudiante cuando este, plenamente convencido, diga para sus
adentros: Esta es LA VERDAD!.
Al destacar la benignidad de Jehov, as como su amor, su bondad inmerecida y la justicia de
sus caminos, usted ayuda a aquellos a quienes ensea a fortalecer su amor a Dios. Cuando
dedica algn tiempo a mostrarles las buenas cualidades que Dios observa en ellos, les da
razones para creer que es posible entablar una relacin personal con l. Un medio para lograrlo
es invitarlos a reflexionar en pasajes como Salmo 139:1-3, Lucas 21:1-4 y Juan 6:44, as como
sealarles la profundidad del cario que el Creador siente por sus siervos leales (Rom. 8:38, 39).
Explqueles que, ms all de los errores que cometemos, Jehov ve todo el curso de nuestra
vida, nuestro celo por la adoracin pura y el amor que sentimos por su nombre (2 Cr. 19:2, 3;
Heb. 6:10). l recuerda hasta el ms mnimo detalle de nuestro ser y, de una manera
extraordinaria, resucitar a todos los que estn en las tumbas conmemorativas (Juan 5:28, 29;
Luc. 12:6, 7). Puesto que Dios cre a los seres humanos a su imagen y semejanza, es fcil que
una conversacin sobre las cualidades divinas toque una fibra sensible en el interior de su
interlocutor (Gn. 1:27).
El corazn tambin puede conmoverse cuando la persona comienza a ver a los dems como
Jehov los ve. Es lgico que si Dios nos trata con ternura a cada uno de nosotros, tambin
muestre la misma consideracin por otras personas, sin discriminacin de orgenes, nacionalidad
o raza (Hech. 10:34, 35). Una vez el estudiante entienda esto, contar con una base bblica firme
para desarraigar de su corazn el odio y el prejuicio, lo cual le permitir disfrutar de relaciones
interpersonales pacficas mientras sigue aprendiendo a acatar la voluntad divina.
Otro sentimiento que debemos tratar de infundir en los dems es el temor piadoso (Sal.
111:10; Rev. 14:6, 7). Esta reverencia profunda, este temor de Dios, los mueve a lograr lo que con
sus propias fuerzas tal vez no podran. Hablarles de los imponentes actos de Jehov y de su
extraordinaria bondad amorosa los impulsar a cultivar un temor sano a desagradarle (Sal. 66:5;
Jer. 32:40).
Asegrese de que sus oyentes comprendan que a Jehov le importa la conducta de ellos. l
tiene sentimientos, y nuestra reaccin a sus mandatos puede entristecerlo o regocijarlo (Sal.
78:40-42). Muestre que nuestro comportamiento desempea un papel importante en la respuesta
al desafo que Satans lanz a Dios (Pro. 27:11).
Ayude a quienes lo escuchen a ver que cumplir con los requisitos divinos los beneficia (Isa.
48:17). Un modo de hacerlo es sealando las consecuencias fsicas y emocionales de rechazar,
aun de forma momentnea, la sabidura de Dios. Explqueles que el pecado nos aleja de Jehov
y priva a los dems de la oportunidad de aprender la verdad de nuestros labios, adems de
lesionar los derechos ajenos (1 Tes. 4:6). Anmelos a valorar las bendiciones de las que ya
disfrutan a causa de su obediencia a las leyes de Dios, as como a profundizar su gratitud por el
hecho de que andar en Sus justas sendas nos libre de tantas adversidades. Quien cifre su fe en
la sabidura de los caminos divinos sentir repulsin por cualquier proceder contrario a ellos (Sal.
119:104). En vez de ver la obediencia como una carga, la considerar un modo de expresar su
amor y devocin por Jehov.
*** be leccin 45 pg. 240-pg. 243 Ilustraciones instructivas ***
Qu implica?
Utilizar figuras retricas o ejemplos, sean ficticios o reales, de tal forma que le
permitan alcanzar sus objetivos al ensear.
POR QU SON IMPORTANTES?
Bien utilizadas, las ilustraciones enriquecen la exposicin, influyen en la vida de los
oyentes y graban las enseanzas en su mente. Pero mal empleadas, desvan la
atencin de los aspectos importantes.
LAS ilustraciones son poderosos recursos didcticos, pues captan la atencin con gran
eficacia y estimulan el pensamiento. Tambin despiertan sentimientos, con lo cual tocan la
conciencia y el corazn. A veces sirven para vencer prejuicios, y son muy tiles para grabar las
ideas en la memoria. Las emplea cuando ensea?
Uno de los medios de ilustrar enseanzas son las figuras retricas, que, aunque normalmente
constan de solo unas cuantas palabras, pueden crear vvidas imgenes mentales. Cuando estn
bien pensadas, su significado es, en su mayor parte, obvio. No obstante, aadindoles una breve
explicacin se refuerza su valor. La Biblia contiene muchos ejemplos de figuras retricas de los
que podemos aprender.
Empiece con comparaciones y metforas. Las comparaciones, o smiles, son las figuras
retricas ms sencillas. Si quiere aprender a usar ilustraciones, tal vez le convenga concentrarse
primero en estas. Por lo general, comienzan con un como, un igual que o una expresin
parecida. Las comparaciones destacan un aspecto que tienen en comn dos cosas muy
diferentes. La Biblia las utiliza en muchas ocasiones, recurriendo para ello a las creaciones
divinas plantas, animales y cuerpos celestes y a la experiencia humana. En Salmo 1:3
leemos que la persona que lee asiduamente la Palabra de Dios es como un rbol plantado al
lado de corrientes de agua, el cual produce fruto y no se marchita. Del inicuo se dice que es
como un len al acecho (Sal. 10:9). Jehov le prometi a Abrahn que su descendencia llegara
a ser tan numerosa como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la
orilla del mar (Gn. 22:17). Y tocante a la relacin estrecha que forj con la nacin de Israel, Dios
dijo: Tal como un cinto se adhiere a las caderas de un hombre, as hice que [...] Israel y [...] Jud
se adhirieran aun a m (Jer. 13:11).
La metfora tambin pone de manifiesto cierta semejanza entre dos elementos muy distintos,
pero con ms fuerza que la comparacin. Consiste en hablar de una cosa como si realmente
fuera otra, atribuyendo as una caracterstica de la segunda a la primera. Por ejemplo, Jess
indic a sus seguidores: Ustedes son la luz del mundo (Mat. 5:14). Con relacin al dao que
puede causar el habla irreflexiva, el discpulo Santiago escribi: La lengua es un fuego (Sant.
3:6). Y David cant a Jehov: T eres mi peasco y mi fortaleza (Sal. 31:3). Por regla general, la
metfora bien escogida necesita poca o ninguna explicacin; su brevedad la hace an ms eficaz.
Posiblemente su auditorio recuerde mejor un punto con una metfora que con la simple
exposicin de un hecho.
La hiprbole es una exageracin, por lo que debe usarse con discrecin para que no se
malinterprete. Jess recurri a esta figura retrica cuando, a fin de crear una imborrable imagen
mental, pregunt: Por qu miras la paja que hay en el ojo de tu hermano, pero no tomas en
cuenta la viga que hay en tu propio ojo? (Mat. 7:3). Sin embargo, antes de emplear este recurso
estilstico u otros, aprenda a hacer buen uso de las comparaciones y las metforas.
Utilice ejemplos. En vez de figuras retricas, tal vez prefiera utilizar en su enseanza
ejemplos, sean historias ficticias o experiencias de la vida real. Ahora bien, puesto que es fcil
excederse en su elaboracin y frecuencia de uso, se requiere prudencia. Solo deben emplearse
para apoyar puntos de verdadera importancia, y han de presentarse de manera que el auditorio
recuerde la enseanza, no simplemente el relato.
Aunque no todos los ejemplos tienen que ser casos verdicos, deben reflejar actitudes y
situaciones de la vida real. As, cuando Jess quiso ensear cmo hay que considerar a los
pecadores arrepentidos, lo ilustr con una narracin sobre un hombre que se regocij al encontrar
a su oveja perdida (Luc. 15:1-7). En respuesta a un judo que no captaba el verdadero alcance del
mandato de la Ley relativo a amar al prjimo, Jess cont la parbola de un samaritano que
auxili a un herido despus de que un sacerdote y un levita se negaran a hacerlo (Luc. 10:30-37).
Si aprende a observar con atencin las actitudes y acciones de la gente, podr utilizar con
eficacia este recurso didctico.
Cuando el profeta Natn le cont una historia imaginaria al rey David con el fin de censurarlo,
obtuvo buenos resultados porque evit provocar una situacin que pudiera haber llevado al rey a
justificarse. Los personajes del relato eran un hombre rico que tena muchas ovejas y otro pobre
que solo posea una cordera, a la cual criaba con ternura. Por haber sido pastor, David entenda
los sentimientos de este ltimo, de modo que reaccion con justa indignacin contra el hombre
rico que le haba arrebatado al de escasos recursos su preciada cordera. Entonces Natn le dijo a
David sin rodeos: T mismo eres el hombre!. El mensaje le toc el corazn, y se arrepinti
sinceramente (2 Sam. 12:1-14). Con la prctica, usted tambin aprender a tratar de forma
atrayente cuestiones delicadas.
De los sucesos recogidos en la Biblia pueden tomarse muchos ejemplos tiles en la
enseanza. As lo hizo Jess cuando dijo de manera concisa: Acurdense de la esposa de Lot
(Luc. 17:32). De igual modo, al describir la seal de su presencia, se refiri a los das de No
(Mat. 24:37-39). Y en el captulo 11 de Hebreos, el apstol Pablo mencion por nombre a
diecisis hombres y mujeres, sealndolos como ejemplos de fe. A medida que usted vaya
conociendo mejor la Biblia, ir aumentando su capacidad de extraer ejemplos impactantes de las
personas y los sucesos citados en sus pginas (Rom. 15:4; 1 Cor. 10:11).
A veces le parecer oportuno reforzar cierta enseanza con una experiencia de nuestros das.
No obstante, tenga cuidado de escoger nicamente experiencias confirmadas y evitar las que
incomodaran innecesariamente a alguno de los presentes o desviaran la atencin hacia un tema
polmico ajeno a lo que est tratando. Recuerde, adems, que las experiencias deben relatarse
con un propsito. No incluya detalles superfluos, pues por lo general distraen del objetivo de la
exposicin.
Se entender? Sin importar la figura retrica o el ejemplo que utilice, debera lograr con ellos
un objetivo definido. Lo conseguir si no explica su relacin con el tema del que est hablando?
Tras llamar a sus discpulos la luz del mundo, Jess agreg unos comentarios sobre la
utilidad de una lmpara y la responsabilidad que tal uso supona en el caso de ellos (Mat.
5:15, 16). As mismo, concluy la ilustracin de la oveja perdida mencionando el gozo que se
produce en el cielo cuando un pecador se arrepiente (Luc. 15:7). Y despus de contar a un
hombre la parbola del buen samaritano, le hizo una pregunta pertinente seguida de un consejo
directo (Luc. 10:36, 37). En contraste, las ilustraciones sobre los distintos tipos de terreno y sobre
la mala hierba del campo solo se las explic a quienes fueron lo suficientemente humildes como
para preguntarle su significado, y no a las muchedumbres (Mat. 13:1-30, 36-43). Tres das antes
de morir, Jess relat una historia sobre unos viadores homicidas, y no aadi explicacin
alguna, pues no era necesario hacerlo. Los sacerdotes principales y los fariseos [...] se dieron
cuenta de que hablaba de ellos. (Mat. 21:33-45.) De modo que la actitud de los oyentes, la
naturaleza de la ilustracin y el objetivo al presentarla determinan si es preciso explicarla y, en
caso afirmativo, hasta qu punto.
Aunque toma tiempo desarrollar la habilidad de emplear ejemplos y otras ilustraciones con
eficacia, merece la pena. Las ilustraciones bien pensadas combinan el atractivo intelectual con el
impacto emocional. El resultado es que se transmite el mensaje con una fuerza que pocas veces
se alcanza con la simple exposicin de los hechos.
*** be leccin 46 pg. 244-pg. 246 Ilustraciones basadas en situaciones conocidas ***
Qu implica?
Emplear ilustraciones que remitan a actividades que el auditorio realice o a asuntos
con los que est familiarizado.
POR QU ES IMPORTANTE?
Las ilustraciones basadas en situaciones conocidas llegarn al corazn de
los oyentes.
NO HAY duda de que es fundamental que las ilustraciones se adapten al tema que se est
tratando. Sin embargo, para que sean ms eficaces, es igualmente importante que sean
adecuadas al auditorio.
Qu efecto debe tener en sus ilustraciones el tipo de pblico al que se dirija? Qu hizo
Jesucristo? Tanto si enseaba a las muchedumbres como a sus discpulos, no habl de culturas
diferentes a la israelita, pues ello les habra resultado extrao a sus oyentes. Por ejemplo, no se
refiri a la vida en la corte de Egipto o a las prcticas religiosas de la India. Ms bien, bas sus
ilustraciones en actividades comunes a todos los pueblos, tales como remendar ropa, hacer
negocios, perder un objeto valioso y asistir a banquetes de boda. Saba cmo reaccionaban las
personas en distintas circunstancias y aplic ese conocimiento (Mar. 2:21; Luc. 14:7-11; 15:8, 9;
19:15-23). Puesto que su predicacin pblica se diriga en particular al pueblo de Israel,
generalmente aluda a artculos y tareas que eran parte de la vida diaria de la gente. Se refiri,
por tanto, a las labores del campo, a la respuesta de las ovejas al pastor y a los odres de cuero
en que se guardaba el vino (Mar. 2:22; 4:2-9; Juan 10:1-5). Tambin recurri a episodios
histricos conocidos, como el de la creacin de la primera pareja humana, el Diluvio de los das
de No, la destruccin de Sodoma y Gomorra, y la muerte de la esposa de Lot, entre otros (Mat.
10:15; 19:4-6; 24:37-39; Luc. 17:32). Al seleccionar las ilustraciones, tiene usted presentes, de la
misma manera, las actividades con las que sus oyentes estn familiarizados, as como sus
antecedentes culturales?
Ahora bien, qu hacer si no se dirige a un pblico numeroso, sino a un grupo reducido, o
incluso a una sola persona? Ponga todo su empeo en encontrar una ilustracin que sea
adecuada para tales oyentes. Jess, al predicarle a una samaritana junto a un pozo cercano a
Sicar, le habl de agua viva, de que no le dara sed jams y de la fuente de agua que brotara
para impartir vida eterna, utilizando as figuras retricas estrechamente relacionadas con las
tareas de aquella mujer (Juan 4:7-15). Cuando convers con unos pescadores que haban estado
lavando las redes, eligi una ilustracin vinculada a ese oficio (Luc. 5:2-11). En ambas
circunstancias, podra haber hecho referencia a las labores del campo, ya que vivan en una zona
agrcola y ganadera; sin embargo, al aludir a las tareas que les eran propias, la imagen mental
que evoc en sus oyentes adquiri mayor realismo y eficacia. Se esfuerza usted por imitarlo?
A diferencia de Jess, que centr su atencin en las ovejas perdidas de la casa de Israel, el
apstol Pablo recibi la comisin de ir, no solo a Israel, sino tambin a las naciones de origen
gentil (Mat. 15:24; Hech. 9:15). Signific esto un cambio en la manera en que Pablo predic?
Claro que s. Al escribir a los cristianos de Corinto, mencion las carreras pedestres, la costumbre
de comer en los templos de los dolos y las procesiones triunfales, actividades con las que
aquellos gentiles estaban familiarizados (1 Cor. 8:1-10; 9:24, 25; 2 Cor. 2:14-16).
Elige usted con el mismo esmero que Jess y Pablo los ejemplos y dems ilustraciones que
utiliza? Tiene en cuenta los antecedentes y los quehaceres cotidianos de sus oyentes? De ms
est decir que el mundo ha cambiado desde el siglo primero. Innumerables personas se informan
de las noticias mundiales por la televisin y a menudo estn enteradas de acontecimientos de
tierras lejanas. Si es as donde usted vive, est claro que no hay ningn inconveniente en extraer
de tales noticias las ilustraciones. No obstante, lo que ms suele atraer a la gente es aquello que
atae a su vida misma: su hogar, su familia, su trabajo, los alimentos que come o el clima del
lugar.
Si una ilustracin le exige dar demasiadas explicaciones, probablemente usted se est
refiriendo a algo que no les resulta conocido a sus oyentes, lo cual puede eclipsar con facilidad lo
que pretende ensear. Como resultado, el auditorio tal vez recuerde la ilustracin, pero no la
verdad bblica que deseaba transmitirle.
En lugar de intrincadas comparaciones, Jess planteaba asuntos simples, cotidianos. Se vala
de las cosas pequeas para explicar las grandes, y de lo sencillo para esclarecer lo complicado.
Conectaba las verdades espirituales que enseaba con sucesos del diario vivir, hacindolas as
ms fciles de captar y recordar. Sin duda, nos dej un magnfico ejemplo.
CMO ADQUIRIR MAYOR DESTREZA
Habitese a pensar en sus oyentes, y no solo en lo que desea decir.
Observe los detalles de lo que ocurre a su alrededor.
Pngase la meta de utilizar todas las semanas por lo menos una buena ilustracin
que no haya empleado antes.
Pg. 124 *** be leccin 24 pg. 163 prr. 1 Buen uso del vocabulario ***
Emplear los trminos adecuados tambin le permite comunicar las ideas sin ser verboso.
Mientras que la verbosidad oscurece las ideas, la sencillez facilita la comprensin y retencin de
los hechos importantes. Ayuda a transmitir conocimiento exacto. La enseanza de Jesucristo
sobresali por su lenguaje sencillo; aprenda de l (vanse los ejemplos de Mateo 5:3-12 y Marcos
10:17-21). Practique para expresarse con concisin valindose de un vocabulario preciso.
*** km 2/05 pg. 6 Dirijamos estudios bblicos progresivos (6.a parte) ***
Cuando el estudiante plantea una pregunta
Una vez establecido el estudio, por lo general conviene analizar las enseanzas bblicas de
forma sistemtica, en vez de saltar de un tema a otro. De este modo se coloca un fundamento
basado en conocimiento exacto, y el estudiante puede progresar espiritualmente (Col. 1:9, 10).
Ahora bien, habr ocasiones en las que el estudiante plantee preguntas durante el estudio.
Cmo debemos contestarlas?
2
Sea discernidor. Las preguntas relacionadas con la informacin que se est analizando
pueden aclararse en ese mismo momento, a no ser que la propia publicacin de estudio lo haga
ms adelante, en cuyo caso bastar con indicarlo. Sin embargo, si la cuestin no tuviera que ver
con lo que se est estudiando o exigiera ms investigacin para contestarla adecuadamente,
convendra aplazar la respuesta hasta despus del estudio u otro momento. A algunos
publicadores les gusta escribir la pregunta porque as demuestran al estudiante que no se pasa
por alto su duda y, al mismo tiempo, evitan desviarse del tema del estudio.
3
Dediquemos el tiempo que haga falta cada semana para ayudar al estudiante a entender y
hacer suyo lo que aprende de la Palabra de Dios. Evitemos ir a un ritmo tan acelerado que le
impida aprovecharse al mximo de las valiosas verdades que le estamos enseando.
Permitmonos el tiempo suficiente para destacar las ideas principales y analizar los textos clave
en los que se basan dichas enseanzas (2 Tim. 3:16, 17).
4
Por otro lado, el entusiasmo por la verdad pudiera llevarnos a nosotros a hablar demasiado
(Sal. 145:6, 7). Es cierto que el estudio puede enriquecerse con algunas experiencias o ideas
adicionales, pero no conviene que sean tantas, o tan largas, que le impidan a la persona obtener
conocimiento exacto de las enseanzas bblicas elementales.
6
Analizar una cantidad razonable de informacin en cada sesin de estudio contribuir a que
los estudiantes de la Biblia anden a la luz de Jehov (Isa. 2:5).
Pg. 125 *** km 3/13 pg. 3 Cmo usar el nuevo folleto Quines hacen la voluntad de
Jehov en nuestros das? ***
Preparado para dirigir a los estudiantes de la Biblia a la organizacin
1
No hace mucho recibimos el folleto Quines hacen la voluntad de Jehov en nuestros das?
Lo hemos utilizado ya? Esta publicacin se ha preparado para ayudar a los estudiantes de la
Biblia a: 1) familiarizarse con el pueblo de Dios, 2) conocer mejor nuestras actividades y 3) ver la
organizacin en accin. Las lecciones del folleto La voluntad de Jehov son de una sola pgina y
pueden analizarse en cinco o diez minutos al final de cada sesin de estudio.
2
Diseo del folleto. Se compone de tres secciones que explican distintos aspectos de la
organizacin de Jehov y corresponden con los tres puntos antes mencionados. Los ttulos de las
28 lecciones estn en forma de pregunta, y los subttulos en negrita dan las respuestas. Por toda
la publicacin aparecen fotografas de ms de cincuenta pases y se indica el lugar donde fueron
tomadas, lo cual recalca el alcance internacional de la obra. Muchas lecciones incluyen un
recuadro titulado Para saber ms, el cual da tiles sugerencias a los estudiantes.
3
Cmo utilizarlo. Comience cada leccin planteando la pregunta del ttulo. Luego, mientras
se vayan leyendo los prrafos, destaque los subttulos. Por ltimo, haga las preguntas de repaso
que estn al final de la pgina. Pueden leer la leccin entera o, si prefieren, pueden ir
detenindose para comentarla. Seleccione bien los textos que se leern y no olvide incluir las
lminas y los recuadros Para saber ms. Por lo general, lo mejor ser analizar las lecciones en
el orden en que aparecen. Pero a veces ser conveniente adelantarse para analizar algn tema
que requiera atencin. Por ejemplo, si se aproxima una asamblea, podra estudiarse la leccin 11.
4
Al dirigir estudios bblicos, ayudamos a las personas a conocer a nuestro Padre celestial. Sin
embargo, tambin deberamos ayudarlas a familiarizarse con la organizacin de Jehov
(Prov. 6:20). Cunto nos alegra contar con esta nueva herramienta preparada especialmente con
ese propsito!
*** w01 1/8 pgs. 19-22 Dejemos que la fuerza de la costumbre obre en favor de nosotros ***
DURANTE doce aos siempre sigui la misma ruta desde el trabajo a su casa, situada en un
barrio perifrico de Atenas, hasta que se mud al otro extremo de la ciudad. Un da se dirigi a su
hogar tras la jornada laboral, pero fue al verse en medio de su antiguo vecindario cuando se
percat de que haba tomado la direccin equivocada. La fuerza de la costumbre lo haba llevado
a su anterior domicilio.
Con razn, pues, un refrn dice que la costumbre es una segunda naturaleza, una poderosa
influencia en la vida. En este sentido, las costumbres, o hbitos, pueden asemejarse al fuego.
Este calienta la comida y nos da luz y calor, pero tambin puede convertirse en un feroz enemigo
que destruye vidas y posesiones. Lo mismo es cierto de las costumbres: bien cultivadas son de
gran beneficio, de lo contrario, pueden ser destructivas.
En el caso del seor mencionado al principio del artculo, la fuerza de la costumbre tan solo le
hizo perder algo de tiempo en el trnsito. En asuntos de mayor importancia, las costumbres
pueden reportarnos xito o llevarnos a la ruina. Veamos en la Biblia algunos ejemplos de historias
reales que revelan cmo los hbitos facilitan o dificultan nuestra relacin con Dios y el servicio
que le rendimos.
Ejemplos bblicos de buenas y malas costumbres
A No, Job y Daniel se les favoreci con una relacin personal con Dios. La Biblia los ensalza
por su justicia (Ezequiel 14:14). Es significativo que la trayectoria de los tres puso de manifiesto
sus buenos hbitos.
A No se le orden construir un arca, una embarcacin ms larga que un campo de ftbol y
ms alta que un edificio de cinco pisos. Aquella formidable obra de ingeniera hubiera abrumado a
cualquier constructor naval de la antigedad. No, junto con los siete miembros de su familia,
construy el arca sin herramientas modernas y, adems, predic sin cesar a sus
contemporneos. Y no dudamos de que tambin atendi el bienestar fsico y espiritual de su
familia (2 Pedro 2:5). A fin de cumplir con todas estas tareas, precis buenos hbitos de trabajo.
El relato bblico dice sobre l: Andaba con el Dios verdadero. [...] No procedi a hacer conforme
a todo lo que le haba mandado Jehov (Gnesis 6:9, 22; 7:5). Puesto que, segn las Escrituras,
fue exento de falta, con toda seguridad sigui andando con Dios tras el Diluvio y durante la
rebelin contra Jehov que estall en Babel, hasta su muerte, a los 950 aos de edad (Gnesis
9:29).
Los buenos hbitos de Job lo hicieron un hombre sin culpa y recto (Job 1:1, 8; 2:3). Sola
oficiar de sacerdote para su familia y ofrecer sacrificios a favor de sus hijos despus de los
banquetes de estos, por si haban pecado y [...] maldecido a Dios en su corazn. As haca Job
siempre (Job 1:5). Sin lugar a dudas, las costumbres centradas en la adoracin de Jehov
ocupaban en aquella familia un lugar importante.
Daniel sirvi a Jehov con constancia durante toda su dilatada vida (Daniel 6:16, 20). Qu
buenos hbitos espirituales tena? Por un lado, oraba con asiduidad. Pese al decreto real que
prohibi tal prctica, tres veces al da se hincaba de rodillas y oraba y ofreca alabanza delante
de su Dios, como haba estado haciendo regularmente (Daniel 6:10). No poda renunciar a la
costumbre de hablar con Dios, aunque supusiera una amenaza para su vida. Sin duda, la oracin
lo fortaleci durante su excepcional trayectoria de integridad a Dios. Parece ser que este profeta
tambin tena el buen hbito de estudiar las emocionantes promesas de Dios y meditar
profundamente sobre ellas (Jeremas 25:11, 12; Daniel 9:2). Sus buenas costumbres
contribuyeron en gran manera a que permaneciera fiel hasta el mismo final de su carrera.
El caso contrario es el de Dina. Un mal hbito le cost caro: Sola salir [...] para ver a las hijas
del pas, quienes no servan a Jehov (Gnesis 34:1). Aunque era algo aparentemente
inofensivo, la llev al desastre. Primero, la viol Siquem, a quien se consideraba el ms
honorable de toda la casa de su padre. Luego, la reaccin vengativa de dos hermanos suyos
culmin con el asesinato de todos los varones de una ciudad. Qu horrible resultado! (Gnesis
34:19, 25-29.)
Cmo asegurarnos de que nuestros hbitos no nos perjudiquen, sino que nos beneficien?
Pongamos las costumbres a nuestro servicio
Los hbitos son el destino, escribi un filsofo. Pero no tienen por qu serlo, pues la Biblia
indica con total claridad que podemos optar por dejar los malos hbitos y adoptar los que sean
buenos.
Las buenas costumbres hacen ms fcil mantener el ritmo que impone el estilo de vida
cristiano, que adems se hace ms productivo. El hbito de ceirme a un horario a fin de cumplir
diversas tareas me ahorra un tiempo valioso, observa un cristiano griego llamado Alex. Tefilo,
un anciano de congregacin, comenta que la planificacin le permite ser eficaz. Estoy
absolutamente convencido dice de que no lograra encargarme de mis deberes cristianos si
no tuviera la costumbre de planificarlo todo con cuidado.
A los seguidores de Cristo se nos exhorta a que sigamos andando ordenadamente en esta
misma rutina (Filipenses 3:16). Este texto transmite la idea de una accin habitual que sigue un
procedimiento establecido. Los buenos hbitos son ventajosos porque no tenemos que pausar y
meditar para decidir cada paso, pues ya hemos fijado un proceder que seguimos por costumbre.
Los hbitos arraigados se convierten casi en un acto reflejo. Tal como los buenos hbitos de un
conductor prudente lo llevan a tomar decisiones en dcimas de segundo para eludir los peligros
de la carretera y proteger su vida, las buenas costumbres nos permiten tomar con prontitud
decisiones adecuadas en nuestra carrera cristiana.
El escritor ingls Jeremy Taylor lo expres as: Las costumbres son las hijas de la accin. Si
poseemos buenos hbitos, no nos costar mucho realizar buenas obras. Por ejemplo, para quien
suele predicar regularmente es ms fcil y placentero salir al servicio del campo. Leemos que los
apstoles, todos los das en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseando y
declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jess (Hechos 5:42; 17:2). En cambio, aquel
cuya presencia en el ministerio es solo ocasional tal vez se ponga nervioso y necesite ms tiempo
hasta adquirir confianza en esta vital obra cristiana.
Lo mismo puede decirse de otras actividades cristianas. Los buenos hbitos nos ayudarn a
ser constantes en leer la Palabra de Dios da y noche (Josu 1:8; Salmo 1:2). Cierto cristiano
tiene la costumbre de leer las Escrituras durante veinte o treinta minutos antes de acostarse.
Incluso cuando est muy cansado, no puede dormirse sin hacerlo. Ha de levantarse y satisfacer
esa necesidad espiritual, una buena costumbre gracias a la cual lleva varios aos leyendo toda la
Biblia una vez cada doce meses.
Nuestro Modelo, Jesucristo, sola asistir a reuniones en las que se analizaba la Biblia. Segn
su costumbre en da de sbado, entr en la sinagoga, y se puso de pie para leer. (Lucas 4:16.) A
Joe, un anciano con una familia numerosa y una extensa jornada laboral, la fuerza de la
costumbre le hace necesitar y desear las reuniones regularmente. Este buen hbito me incita a
asistir afirma, lo que me da la fortaleza espiritual que tanto necesito para superar desafos y
problemas. (Hebreos 10:24, 25.)
Tales hbitos son indispensables en la carrera cristiana por la vida. Un informe de un pas
donde se ha perseguido al pueblo de Jehov rese: Quienes poseen buenos hbitos
espirituales y un profundo aprecio por la verdad no tienen dificultad en permanecer firmes cuando
llegan las pruebas. En cambio, los que en tiempo favorable faltan a las reuniones, son irregulares
en el servicio del campo y transigen en asuntos pequeos no soportan las pruebas ardientes
(2 Timoteo 4:2).
Huyamos de las malas costumbres, vayamos tras las buenas
Se ha dicho que un hombre debe adquirir solo los hbitos que desea que rijan su vida. Los
malos hbitos son, en realidad, un amo opresivo. Con todo, se pueden vencer.
Durante un tiempo, Estela fue teleadicta. Detrs de cada mal hbito al que he sucumbido
admite, con frecuencia se esconde una razn inocente. Eso es precisamente lo que ocurri
con su vicio de ver televisin en exceso. Se deca a s misma que solo quera relajarse un poco
o romper el ritmo, pero se le fue de las manos, y acababa pegada al televisor durante horas.
Como mnimo, esta mala costumbre demor mi progreso espiritual, afirma. Con resolucin,
finalmente redujo el tiempo que dedicaba a ver televisin y se hizo ms selectiva. Siempre
procuro recordar por qu quise abandonar ese vicio dice Estela, y confo en Jehov para
apegarme a mi decisin.
Un cristiano llamado Caralampio revela un mal hbito que entorpeca su progreso espiritual:
dejar las cosas para ms tarde. Una vez que me di cuenta de que la costumbre de aplazar las
tareas era perjudicial explica, procur dar un giro a mi vida. Al fijarme metas, planeaba
especficamente cundo y cmo iba a materializarlas. El antdoto fue ser constante en poner en
prctica las decisiones y los planes, una buena costumbre que mantengo hasta la fecha. De
hecho, las buenas costumbres son el mejor sustitutivo de las malas.
Las amistades tambin pueden pegarnos buenos o malos hbitos, pues unos y otros son
contagiosos. Tal como las malas compaas echan a perder los hbitos tiles, las buenas nos
ponen el ejemplo de sanas costumbres que imitar (1 Corintios 15:33). Lo ms importante es que
los hbitos pueden fortalecer o debilitar nuestra relacin con Dios. Estela dice: Las buenas
costumbres facilitan nuestro servicio a Jehov. Las que no lo son lo entorpecen.
Adquiramos buenas costumbres y dejemos que nos guen; sern una fuerza poderosa y
beneficiosa en la vida.
Pg. 126 *** be pg. 278 prrs. 1-4 El mensaje que debemos proclamar ***
Ponga a Cristo como fundamento. La Biblia asemeja la formacin de discpulos a la
construccin de un edificio que tiene a Jess por fundamento (1 Cor. 3:10-15). Por tanto, hemos
de ayudarles a conocerlo tal y como lo describen las Escrituras. Evite que se consideren
seguidores suyos y dirija la atencin a Cristo (1 Cor. 3:4-7).
Si el fundamento est bien colocado, los estudiantes comprendern que Cristo dej un modelo
para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atencin (1 Ped. 2:21). A fin de continuar la
edificacin, anmelos a leer los Evangelios vindolos no solo como relatos verdicos, sino como
una gua para la vida. Aydelos a tener muy presentes las actitudes y cualidades que
caracterizaron a Jess, as como a analizar lo que senta hacia su Padre, su modo de afrontar las
pruebas y tentaciones, su sumisin a Dios y su manera de tratar a las personas en diversas
circunstancias. Destaquemos la actividad que llen la vida de Cristo. De este modo, cuando los
estudiantes se enfrenten a decisiones y pruebas, se preguntarn: Cmo habra actuado l en
esta situacin? Demostrar que agradezco lo que ha hecho por m?.
Al dirigirse a la congregacin, no debe razonar que, como sus hermanos ya tienen fe en
Cristo, no es preciso centrar la atencin en l. Las palabras que pronuncie sern ms
significativas si logran fortalecerles la fe. Cuando hable de las reuniones, relacinelas con el papel
de Cabeza de la congregacin que desempea Jess. Si diserta sobre la evangelizacin,
destaque el espritu con que Cristo la llev a cabo, y presntela a la luz de lo que l est haciendo
ahora, en su puesto de Rey, para reunir a las personas que entrarn vivas en el nuevo mundo.
Como es obvio, no basta con aprender algunos hechos bsicos acerca de Jess. Para ser un
verdadero cristiano, hay que ejercer fe en l y amarlo de corazn. Dicho amor se traduce en
obediencia leal (Juan 14:15, 21). Adems, motiva a las personas a mantenerse firmes en la fe a
pesar de las adversidades, a seguir los pasos de Cristo toda la vida y a demostrar la madurez
cristiana propia de quienes estn firmemente arraigados y establecidos sobre el fundamento
(Efe. 3:17). Tal derrotero glorifica a Jehov, el Dios y Padre de Jesucristo.
Pg. 128 *** bh cap. 18 pg. 177 prr. 9 El bautismo y nuestra relacin con Dios ***
9
Para empezar, pudiera explicar con tacto algunas verdades bblicas a sus familiares, amigos,
vecinos y compaeros de trabajo. Con el tiempo, es muy probable que quiera participar en la
predicacin que realizan organizadamente los testigos de Jehov. Cuando llegue ese momento,
hable con toda confianza con el Testigo que le est enseando la Biblia. Si l cree que usted
rene los requisitos para predicar pblicamente, se harn los planes oportunos para que ustedes
dos se renan con dos ancianos de la congregacin
Pg. 129 *** bh cap. 16 pg. 154 prr. 2 Pngase de parte de la adoracin verdadera ***
2
Algo parecido sucede con la religin falsa. La Biblia ensea que est contaminada con
enseanzas y prcticas inmundas, o sucias (2 Corintios 6:17). Por eso es vital salirse de
Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religin falsa (Revelacin [Apocalipsis] 18:2, 4).
Lo ha hecho usted ya? Si as es, lo felicitamos. Pero no es suficiente con que abandone una
religin falsa o presente su renuncia a ella. Tambin debe preguntarse: Quedan restos de la
adoracin falsa en mi vida?. Veamos algunos ejemplos
*** bh cap. 18 pgs. 177-178 prrs. 10-11 El bautismo y nuestra relacin con Dios ***
10
As conocer mejor a algunos ancianos cristianos, los pastores del rebao de Dios (Hechos
20:28; 1 Pedro 5:2, 3). Ellos se fijarn en si usted comprende las enseanzas bsicas de la Biblia
y cree en ellas, si est viviendo de acuerdo con los principios divinos y si desea sinceramente ser
testigo de Jehov. Si as es, le harn saber que rene los requisitos para ser publicador
no bautizado de las buenas nuevas, lo que le permitir predicar pblicamente.
11
Por otra parte, a veces los ancianos observan que la persona debe hacer ciertos cambios en
su vida para poder predicar pblicamente. Por ejemplo, tal vez tenga que dejar alguna prctica
que haya mantenido en secreto. Por eso, antes de pedir que se le nombre publicador
no bautizado, es necesario que usted lleve una vida libre de pecados graves, como la inmoralidad
sexual, la borrachera y el consumo de drogas (1 Corintios 6:9, 10; Glatas 5:19-21).
*** be pg. 282 prr. 6 Pautas para los superintendentes de la escuela ***
Matriculacin de estudiantes. Anime a todos los publicadores a matricularse en la escuela.
Otras personas que asistan con asiduidad a las reuniones tambin pueden hacerlo, siempre que
acepten las enseanzas bblicas y vivan en conformidad con los principios cristianos. Cuando
alguien exprese su deseo de inscribirse, encmielo de manera afectuosa. Si la persona an no es
publicadora, usted, como superintendente de la escuela, analizar con ella los requisitos que
debe reunir para matricularse, preferiblemente en presencia de quien le dirija el estudio bblico (o
de su padre o madre creyente). Tales requisitos son los mismos que se exigen a los publicadores
no bautizados, y se encuentran en las pginas 97 a 99 del libro Organizados para efectuar
nuestro ministerio. Mantenga una lista actualizada de todos los matriculados en la escuela.
*** w96 15/1 pg. 16 Las ovejas de Jehov necesitan de tiernos cuidados ***
Cuando los nuevos desean predicar
6
Tras haber adquirido conocimiento y haber asistido a las reuniones por un tiempo, es posible
que el estudiante de la Biblia quiera ser publicador del Reino, esto es, un predicador de las
buenas nuevas. (Marcos 13:10.) En tal caso, el Testigo que le dirige el estudio debe hablar con el
superintendente presidente, quien designar a dos ancianos, uno de los cuales ha de ser
integrante del Comit de Servicio de la congregacin, para que se renan con el estudiante y su
maestro y analicen las pginas 98 y 99 del libro Organizados para efectuar nuestro ministerio. Si
dichos ancianos ven que el estudiante cree en las doctrinas fundamentales de la Biblia y se rige
por los principios divinos, le harn saber que llena los requisitos necesarios para participar en el
ministerio pblico. Cuando entregue su informe del servicio del campo, este se apuntar en una
tarjeta de Registro de Publicador de Congregacin abierta a su nombre. Ahora ya puede informar
su actividad de predicacin junto con los millones de personas que alegremente publican la
palabra de Dios. (Hechos 13:5.) Se har un anuncio para comunicar a la congregacin que el
estudiante es un nuevo publicador no bautizado.
7
*** km 2/02 pg. 5 prrs. 14-18 Prediquemos la palabra de Dios plenamente ***
14
El cuerpo de ancianos analizar cmo ayudar a quienes se han hecho inactivos en aos
recientes (Mat. 18:12-14). El secretario debe examinar las tarjetas Registro de publicador de la
congregacin y confeccionar una lista de los inactivos. Se pondr especial empeo en brindar
asistencia mediante el programa de pastoreo. Quiz un anciano desee visitar a cierto publicador
inactivo debido a que lo conozca bien y haya tenido amistad con l. O tambin se podra solicitar
la colaboracin de otros publicadores, tal vez porque estudiaron con la persona que ahora est
inactiva; seguramente agradecern la oportunidad de ayudarla en estos momentos en que tanto
lo necesita. Es de esperar que muchos inactivos se sientan impulsados a predicar de nuevo la
palabra de Dios. Si renen los requisitos, la temporada de la Conmemoracin es el mejor
momento para reanudar su servicio (para ms informacin, vase la Seccin de preguntas de
Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 2000).
16
Hay otros que puedan predicar? Jehov sigue bendiciendo a su pueblo al incorporar a l
las cosas deseables de todas las naciones (Ageo 2:7). Todos los aos, miles de personas llegan
a ser publicadores no bautizados. Quines son estos? Tanto hijos de testigos de Jehov como
estudiantes de la Biblia que estn progresando bien. Cmo saber si ya pueden ser publicadores
de las buenas nuevas?
17
Hijos de testigos de Jehov. Hay muchos nios que llevan varios aos acompaando a
sus padres en el ministerio de casa en casa, pero todava no son publicadores no bautizados.
Marzo sera un buen mes para que lo fueran. Cundo rene un nio los requisitos? En la pgina
99 del libro Organizados para efectuar nuestro ministerio se indica que los llena cuando es
ejemplar en su conducta y puede dar expresin personal de su fe al hablar a otras personas
acerca de las buenas nuevas, porque se siente impulsado desde el corazn a hacer eso. Si
creemos que nuestro hijo cumple tales condiciones, hablemos con uno de los ancianos que
componen el Comit de Servicio de Congregacin.
18
Estudiantes de la Biblia. Una vez que los estudiantes de la Biblia adquieren conocimiento y
asisten durante algn tiempo a las reuniones, es posible que deseen ser publicadores del Reino.
Si estudiamos la Biblia con alguien as, preguntmonos: Est progresando bien para su edad y
aptitudes? Ha comenzado a hablar de su fe informalmente? Se est vistiendo de la nueva
personalidad? (Col. 3:10.) Satisface los requisitos para los publicadores no bautizados, tal como
se exponen en las pginas 97 a 99 del libro Nuestro Ministerio?. En tal caso, se informar de ello
al Comit de Servicio de Congregacin para que dos ancianos se renan con quien imparte el
curso bblico y con el estudiante. Si este cumple los requisitos, los dos ancianos le comunicarn
que ya puede participar en el ministerio pblico.
*** lv cap. 5 pg. 57 prr. 14 Qu implica no ser parte del mundo ***
14
19
*** w96 15/1 pgs. 16-17 prr. 8 Las ovejas de Jehov necesitan de tiernos cuidados ***
8
Cuando los ancianos determinan que un estudiante de la Biblia rene los requisitos para ser
publicador no bautizado, este puede participar con la congregacin en la predicacin pblica
(vase Organizados para hacer la voluntad de Jehov, pgs. 79-81). Cmo podemos ayudarlo a
afrontar el reto de predicar de casa en casa?
2
Preprense juntos. No hay nada que sustituya la buena preparacin. Muestre al estudiante
dnde puede hallar presentaciones en Nuestro Ministerio del Reino y en el libro Razonamiento, y
aydelo a seleccionar una que sea sencilla y prctica para el territorio. Anmelo desde el principio
a emplear la Biblia en el ministerio (2 Tim. 4:2).
3
Las sesiones de prctica son muy provechosas para el nuevo publicador. A medida que el
estudiante ensaye la presentacin, ensele cmo responder con tacto a las objeciones que sean
frecuentes en el territorio (Col. 4:6). Tranquilcelo dicindole que los ministros cristianos no tienen
por qu saber la respuesta a todas las preguntas que alguien pueda plantear. A menudo, lo ms
conveniente es ofrecerse a investigar el tema y a regresar para seguir hablando de l
(Pro. 15:28).
4
*** km 7/05 pg. 1 Dirijamos estudios bblicos progresivos (11.a parte) ***
Cmo ensear al estudiante a hacer revisitas
1
Preparacin de la revisita. Tras repasar las notas sobre la primera visita, ensee al
estudiante a escoger un aspecto del mensaje del Reino que pueda atraer a la persona (1 Cor.
9:19-23). Preparen juntos una breve presentacin que incluya la lectura de un texto bblico y de
un prrafo de la publicacin con la que quieran empezar el estudio. Busquen tambin una
pregunta que se pueda plantear al final de la conversacin y que siente las bases para la
siguiente visita. Muestre al nuevo publicador cmo aportar en cada visita algo que aumente el
conocimiento que la persona ya tiene de la Palabra de Dios.
4
Asimismo conviene ensear al estudiante una introduccin sencilla. Por ejemplo, despus de
saludar a la persona, podra decirle: Disfrut mucho de nuestra conversacin anterior y he vuelto
para mostrarle ms informacin bblica acerca de [mencione el tema escogido]. Explquele
tambin qu hacer si sale alguien diferente a la puerta.
5
Ensele a ser diligente. Anime al estudiante a ser ejemplar volviendo a visitar cuanto antes
a todos los que se hayan mostrado interesados. Tal vez tenga que ser muy persistente para
encontrarlos de nuevo en sus hogares. Ensele cmo acordar con la persona interesada un da
y una hora para volver, y aydele a comprender la importancia de cumplir con la cita (Mat. 5:37).
Prepare al nuevo publicador para que sea amable, considerado y respetuoso mientras busca a
los de condicin de oveja y cultiva su inters (Tito 3:2).
*** km 8/05 pg. 1 Dirijamos estudios bblicos progresivos (12.a parte) ***
Cmo ayudar al estudiante a comenzar y dirigir estudios de la Biblia
1
Es posible que cuando nuestros estudiantes empiecen a predicar les asuste la idea de
comenzar y dirigir sus propios estudios de la Biblia. Cmo podemos ayudarlos a ganar confianza
en este aspecto fundamental de nuestro ministerio? (Mat. 24:14; 28:19, 20.)
2
El estudiante que cumple los requisitos para ser publicador no bautizado probablemente ya
lleva algn tiempo matriculado en la Escuela del Ministerio Teocrtico. La instruccin que en ella
recibe para preparar y presentar asignaciones estudiantiles le permitir desarrollar las habilidades
docentes necesarias para ser un trabajador que no tiene de qu avergonzarse, que maneja la
palabra de la verdad correctamente (2 Tim. 2:15).
Ensele con el ejemplo. Jess prepar a sus discpulos dndoles instrucciones claras y
ponindoles un buen ejemplo. Todo el que est perfectamente instruido ser como su maestro,
dijo (Luc. 6:40). En nuestro caso tambin es vital que imitemos a Jess y seamos ejemplares en
la predicacin. El estudiante deber comprender, al observarnos en el ministerio, que el objetivo
de hacer revisitas es comenzar estudios de la Biblia.
4
Cuando sea apropiado, anime al estudiante a que lo acompae a usted o a otro publicador
experimentado a un estudio bblico y a que participe comentando un prrafo o un texto clave.
Observndonos, el estudiante aprender mucho sobre cmo dirigir estudios progresivos (Pro.
27:17; 2 Tim. 2:2). Encmielo y dgale cmo puede mejorar.
6
Ensear a los publicadores nuevos a ser maestros de la Palabra de Dios los preparar para
la buena obra de iniciar y dirigir sus propios estudios (2 Tim. 3:17). En verdad produce mucha
satisfaccin proclamar junto a ellos la siguiente invitacin amorosa: Cualquiera que desee, tome
gratis el agua de la vida (Rev. 22:17).
Pg. 130 *** km 8/94 pgs. 3-4 Sigamos progresando en una rutina ordenada ***
1
El apstol Pablo senta un cario especial por la congregacin de Filipos, pues haba
contribuido a su formacin. Agradeci sus bondadosas provisiones materiales y dijo que eran un
buen ejemplo. (2 Cor. 8:1-6.)
2
Lo que impuls a Pablo a escribir su carta a los filipenses fue el amor profundo que senta
por ellos. La obra Perspicacia, volumen 1, pgina 940, dice: A lo largo de toda la carta, anim a
la congregacin de Filipos a continuar en su buen proceder, a que procurasen ms
discernimiento, una mayor dependencia de la palabra de vida y una fe y esperanza ms fuertes
en el premio venidero. Ellos respondieron con cario, y el vnculo que los una al apstol se hizo
ms fuerte. Hoy da, las palabras de Pablo cobran un significado especial para nosotros, y nos
dan buenas razones para reflexionar en su exhortacin, sobre todo en lo que dice Filipenses 3:1517.
3
Es importante tener una actitud madura: En Filipenses 3:15, Pablo escribi como un
hombre con aos de experiencia. Reconoci el progreso espiritual de los filipenses y les habl
como a cristianos maduros de buena disposicin. En tanto su actitud reflejara la humildad y el
aprecio que haba manifestado Jess, resultaran sin culpa e inocentes, hijos de Dios sin
tacha [...], teniendo la palabra de vida asida con fuerza. (Fili. 2:15, 16.) Al leer estas palabras de
Pablo debemos sentir que se dirige a nosotros. Por ello deseamos sinceramente tener la misma
actitud mental que tuvo Jess y mostrar con humildad que apreciamos nuestros privilegios.
Pedimos continuamente a Jehov en oracin que nos ayude en este y en otros asuntos. (Fili.
4:6, 7.)
4
Como se indica en Filipenses 3:16, todos debemos esforzarnos por progresar. La palabra
progreso significa accin de ir hacia adelante, avance, adelanto, perfeccionamiento. Las
personas progresistas se interesan en ideas avanzadas, descubrimientos y oportunidades. Pablo
deseaba que los filipenses comprendieran que el cristianismo nunca se estanca y que quienes lo
profesan deben continuar adelantando. Su espritu progresista se vera con claridad en la
disposicin a autoevaluarse, reconocer sus debilidades y buscar oportunidades de aumentar la
cantidad y calidad de lo que hacan. Hoy, la organizacin terrestre de Jehov sigue avanzando
progresivamente, ampliando su gama de actividades y su entendimiento de la Palabra de Dios.
Todos debemos ir a su paso, aprovechando todas sus provisiones y participando de lleno en el
trabajo que efecta.
El progreso entraa una rutina ordenada: A continuacin, Pablo anim a sus hermanos a
seguir andando ordenadamente en esta misma rutina. (Fili. 3:16.) Para andar ordenadamente,
debemos ver a las personas y las cosas en su justa perspectiva y tener un buen comportamiento.
Los cristianos de Filipos se mantuvieron en su debido lugar, cerca de la organizacin de Jehov y
unos de otros. Regan su vida por la ley del amor. (Juan 15:17; Fili. 2:1, 2.) Pablo los exhort a
portarse de una manera digna de las buenas nuevas. (Fili. 1:27.) La necesidad de ser ordenado
y tener buena conducta es tan importante hoy como lo fue entonces.
6
Cuando nos hacemos nuevos hbitos, es posible que estos pugnen con los que tenamos
anteriormente. Quizs solamos perder el tiempo en actividades irrelevantes. Romper ese hbito
no es fcil. Nadie va a imponernos la costumbre de estudiar ni a exigirnos cuentas por lo que
dejemos de hacer en cuanto a ello. La persistencia en nuestros hbitos de estudio depender
principalmente del aprecio que sintamos por las cosas ms importantes y de nuestra disposicin
a comprar el tiempo oportuno para beneficiarnos de ellas. (Fili. 1:10; Efe. 5:16.)
11
Para asistir con regularidad a las reuniones, hay que tener buenos planes y cooperacin de
la familia. Entre semana, la mayora de nosotros tiene tantas cosas que hacer, que con frecuencia
nos queda poco tiempo. Entonces, si es posible, se debe programar la comida a una hora que le
permita a la familia comer, arreglarse y llegar a las reuniones antes de que empiecen. Para
lograrlo, todos tienen que cooperar de diversas maneras.
14
una parte secundaria de nuestra rutina. Pablo exhort: Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de
alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaracin pblica de su nombre. (Heb. 13:15.)
15
Imitemos los buenos ejemplos: La mayora de nosotros predica mejor cuando alguien
toma la delantera. Pablo y sus compaeros dieron un buen ejemplo, y l invit a otros a imitarlo.
(Fili. 3:17.) Su rutina inclua todos los elementos necesarios para mantenerlo fuerte en sentido
espiritual.
18
Si por el contrario nuestra rutina fue un tanto inconsecuente o espordica, cmo nos afect
espiritualmente? Hubo algo que estorbara nuestro progreso? La superacin comienza pidiendo
la ayuda de Jehov. (Fili. 4:6, 13.) Hable de sus necesidades con el resto de la familia y solicite su
cooperacin en los campos en que su rutina deba mejorar. Si tiene problemas, pida ayuda a los
ancianos. Si nos esforzamos sinceramente y seguimos la gua de Jehov, de seguro evitaremos
hacernos inactivos o infructferos. (2 Ped. 1:5-8.)
21
Seguir una rutina ordenada trae bendiciones que hacen que los esfuerzos valgan la pena.
Resulvase a seguir progresando en una rutina ordenada y no descuide sus quehaceres. Fulgure
con el espritu. Sirva a Jehov como esclavo. (Rom. 12:11.) (Si desea informacin ms detallada
sobre este tema, vea La Atalaya del 1 de mayo de 1985, pginas 13-17.)
Pg. 131 *** jl leccin 1 pg. 4 Qu clase de personas somos los testigos de Jehov? ***
Cuntos testigos de Jehov conoce? Tal vez algunos de nosotros seamos vecinos suyos, o
compaeros de trabajo o de escuela; quizs hayamos conversado con usted sobre la Biblia.
Quines somos realmente, y por qu hablamos con la gente acerca de nuestras creencias?
Somos personas comunes y corrientes. Entre nosotros hay hombres y mujeres de todos los
orgenes y estratos sociales. Algunos tenamos una religin, otros no creamos en Dios; sin
embargo, antes de llegar a ser testigos de Jehov, todos nos tomamos el tiempo para analizar
detenidamente las doctrinas bblicas (Hechos 17:11). Aceptamos lo que aprendimos y luego
tomamos una decisin personal: adorar a Jehov Dios.
Le sacamos provecho al estudio de la Biblia. Como todo el mundo, tenemos problemas y
debilidades; pero gracias a que nos esforzamos por poner en prctica los principios bblicos en el
diario vivir, nuestra calidad de vida ha mejorado muchsimo (Salmo 128:1, 2). Esa es una de las
razones por las cuales hablamos a la gente de las cosas buenas que hemos aprendido en la
Biblia.
Nos regimos por valores divinos. Estos valores, que se ensean en la Biblia, producen en
nosotros una sensacin de bienestar. Adems, nos motivan a respetar al prjimo y a ser honrados
y bondadosos. Nos ayudan a ser miembros sanos y productivos de la sociedad, y promueven la
unidad familiar y la moralidad. Estamos convencidos de que Dios no es parcial. Por eso, nuestra
hermandad es verdaderamente internacional, libre de barreras raciales y polticas. Aunque somos
personas comunes, formamos un pueblo nico en su gnero (Hechos 4:13; 10:34, 35).
*** jl leccin 2 pg. 5 Por qu adoptamos el nombre de testigos de Jehov? ***
Muchas personas creen que los testigos de Jehov somos una religin nueva. Sin embargo, hace
ms de dos mil setecientos aos, a los siervos del nico Dios verdadero se los llam testigos
suyos (Isaas 43:10-12). Antes de 1931 se nos conoca como Estudiantes de la Biblia. Por qu
decidimos entonces adoptar el nombre de testigos de Jehov?
Porque da a saber quin es nuestro Dios. El nombre de Dios, Jehov, aparece miles de veces
en la Biblia, como lo demuestran diversos manuscritos antiguos. En muchas traducciones, este
nombre ha sido sustituido por ttulos como Seor o Dios. Pero el Dios verdadero se present a s
mismo ante Moiss como Jehov y le dijo: Este es mi nombre hasta tiempo indefinido (xodo
3:15). As se distingui de los dioses falsos. A nosotros nos enorgullece portar el santo nombre de
Dios.
Porque subraya nuestra misin. Comenzando con el justo Abel, una larga sucesin de
personas dieron testimonio de su fe en Jehov. A lo largo de los siglos, otros, como No,
Abrahn, Sara, Moiss y David, se sumaron a esta gran nube de testigos (Hebreos 11:412:1).
Tal como un individuo atestigua a favor de una persona inocente en un tribunal, as nosotros
estamos decididos a dar a conocer la verdad acerca de nuestro Dios.
Porque imitamos a Jess. La Biblia llama a Jess el testigo fiel y verdadero (Revelacin
[Apocalipsis] 3:14). l mismo dijo que haba dado a conocer el nombre de su Padre y que haba
venido a dar testimonio acerca de la verdad sobre Dios (Juan 17:26; 18:37). Por eso,
sus verdaderos discpulos deben portar el nombre de Jehov y proclamarlo. Eso es lo que los
testigos de Jehov nos esforzamos por hacer.
*** jl leccin 5 pg. 8 Qu experimentar en nuestras reuniones cristianas? ***
Muchas personas han dejado de asistir a sus servicios religiosos porque no les brindan gua
espiritual ni consuelo. Entonces, por qu debera usted asistir a las reuniones de los testigos de
Jehov? Qu tienen que ofrecerle?
El placer de estar en compaa de personas afectuosas y bondadosas. En el siglo primero,
los cristianos estaban organizados en congregaciones y se juntaban para adorar a Dios, estudiar
las Escrituras y animarse mutuamente (Hebreos 10:24, 25). Reunidos con sus hermanos
pues como Jess le seal, no pensaba los pensamientos de Dios, sino los de los hombres. Tal
ptica constitua un error grave que podra tener tristes consecuencias. Qu hizo Jess? Tras
reprender a Pedro, les dijo a l y a los dems discpulos: Si alguien quiere venir en pos de m,
repdiese a s mismo y tome su madero de tormento y sgame de continuo. Valindose de
pasajes como Salmo 49:8 y 62:12, les record bondadosamente que sus perspectivas de vivir
para siempre dependan, no de los hombres, que no pueden dar la salvacin, sino de Dios (Mateo
16:22-28).
Aunque ms tarde Pedro sucumbi temporalmente al temor y neg tres veces a Jess, esta y
otras conversaciones con el Maestro sin duda lo prepararon para recuperarse con rapidez en
sentido espiritual (Juan 21:15-19). Tan solo cincuenta das despus, Pedro se puso de pie
denodadamente ante las muchedumbres reunidas en Jerusaln para dar testimonio de la
resurreccin de Jess. En las semanas, meses y aos siguientes hizo frente con valor a
continuos arrestos y palizas y al encarcelamiento, poniendo as un sobresaliente ejemplo de
valerosa integridad (Hechos 2:14-36; 4:18-21; 5:29-32, 40-42; 12:3-5).
Qu aprendemos de esto? Not lo que Jess hizo para sacar y exponer lo que haba en el
corazn de Pedro? Primero seleccion pasajes bblicos apropiados para que Pedro enfocara la
atencin en un asunto especfico. Luego le dio la oportunidad de responder de corazn.
Finalmente, le brind ms consejo de las Escrituras para ayudarlo a modificar su modo de pensar
y sus sentimientos. Quizs le parezca que esta forma de ensear est ms all de sus
habilidades, pero analicemos dos experiencias que ilustran cmo la preparacin y la confianza en
Jehov pueden ayudarnos a todos a seguir el ejemplo de Jess.
Saquemos lo que hay en el corazn
Cuando un padre cristiano supo que sus dos hijos de seis y siete aos tomaron dulces del
escritorio de su maestra, se sent y razon con ellos. l comenta lo que hizo en vez de pasar por
alto el incidente como una simple travesura infantil inofensiva: Trat de averiguar qu haba en
su corazn que los haba motivado a cometer ese mal acto.
El padre les pidi que recordaran lo que le haba ocurrido a Acn, segn se relata en el
captulo 7 de Josu. Los nios enseguida captaron el punto y admitieron su error. Ya les haba
estado molestando la conciencia. De modo que el padre los hizo leer Efesios 4:28, que dice: El
que hurta, ya no hurte ms, sino, ms bien, que haga trabajo duro [...] para que tenga algo que
distribuir a alguien que tenga necesidad. l reafirm el consejo bblico al hacer que los nios
pagaran su falta comprando dulces y llevndoselos a la maestra.
Razonando con ellos dice el padre, tratbamos de desarraigar los motivos impropios que
percibamos y reemplazarlos con motivos buenos y puros. Con el tiempo, estos padres tuvieron
buenos resultados porque imitaron a Jess al ensear a sus hijos. Posteriormente, ambos hijos
fueron invitados a servir en Betel, en las oficinas centrales de Brooklyn, y veinticinco aos
despus, uno de ellos an sirve all.
Observe cmo otra cristiana ayud a su estudiante de la Biblia. La estudiante asista a las
reuniones, participaba en el ministerio y ya haba expresado el deseo de bautizarse. Sin embargo,
pareca que confiaba demasiado en ella misma y no tanto en Jehov. Como soltera, se haba
hecho ms independiente de lo que se imaginaba recuerda la Testigo. Me tema que fuera a
sufrir una crisis nerviosa o una cada espiritual.
De modo que la Testigo tom la iniciativa en razonar con ella sobre lo que dice Mateo 6:33,
animndola a ajustar sus prioridades, poner el Reino en primer lugar y confiar en que Jehov se
encargar de los asuntos para nuestro bien. Le pregunt sin rodeos: Ser que vivir sola te
dificulta a veces confiar en los dems, incluso en Jehov?. La estudiante admiti que casi haba
dejado de orar. La publicadora entonces la anim a seguir el consejo de Salmo 55:22 y a arrojar
su carga sobre Jehov porque, como nos asegura 1 Pedro 5:7, l se interesa por sus siervos.
Esas palabras la conmovieron. La Testigo cuenta: Fue una de las pocas veces que la he visto
llorar.
Que la verdad siga obrando en usted
Nos da mucho gozo ver a nuestros estudiantes responder a las verdades bblicas.
No obstante, para lograr estos buenos resultados, nosotros mismos tenemos que poner un buen
ejemplo (Judas 22, 23). Todos debemos [seguir] obrando [nuestra] propia salvacin con temor y
temblor (Filipenses 2:12). Eso incluye dejar que la luz de las Escrituras alumbre nuestro corazn
regularmente a fin de buscar actitudes, deseos y sentimientos que tal vez tengamos que corregir
(2 Pedro 1:19).
Por ejemplo, ha disminuido ltimamente su celo por las actividades cristianas? Si as es,
por qu? Tal vez usted est confiando demasiado en s mismo. Cmo puede saberlo? Lea
Ageo 1:2-11 y reflexione con sinceridad sobre la lnea de razonamiento que emple Jehov con
los judos repatriados. Luego pregntese: Estoy demasiado preocupado por mi seguridad
econmica y mis comodidades materiales? Confo de verdad en que Jehov cuidar de mi
familia si doy prioridad a los asuntos espirituales? O pienso que tengo que cuidar de m mismo
primero?. Si debe realizar cambios en sus pensamientos y sentimientos, no vacile en hacerlo.
Los consejos bblicos, como los que se encuentran en Mateo 6:25-33, Lucas 12:13-21 y
1 Timoteo 6:6-12, suministran la base para tener el punto de vista equilibrado sobre las
necesidades y los bienes materiales, lo que garantiza la bendicin continua de Jehov (Malaquas
3:10).
Esta clase de autoexamen sincero puede darnos en qu pensar. Admitir las debilidades
especficas que tenemos cuando alguien nos las seala puede afectarnos emocionalmente. Sin
embargo, cuando usted toma la iniciativa para brindar correccin amorosa a su hijo, a su
estudiante de la Biblia o incluso a s mismo prescindiendo de lo personal o delicado que sea un
asunto, bien pudiera estar dando el primer paso hacia la salvacin de ellos o de usted mismo
(Glatas 6:1).
Ahora bien, qu hacer si sus esfuerzos no parecen surtir efecto? No se d por vencido
enseguida. Cambiar un corazn imperfecto puede ser una tarea delicada que consume tiempo y a
veces es frustrante. Pero tambin puede ser una tarea muy satisfactoria.
El joven Eric, mencionado al principio, con el tiempo recobr el juicio y volvi a anda[r] en la
verdad (2 Juan 4). Regres a Jehov cuando me di cuenta de lo que haba perdido, dice l.
Con la ayuda de sus padres, Eric ahora sirve fielmente a Dios. Aunque antes le molestaba que
sus padres lo instaran repetidas veces a examinar su corazn, ahora agradece mucho lo que
hicieron por l. Mis padres son muy especiales dice. Nunca dejaron de amarme.
Iluminar con la luz de la Palabra de Dios el corazn de aquellos a quienes enseamos es una
expresin de bondad amorosa (Salmo 141:5). Siga examinando el corazn de sus hijos y de sus
estudiantes de la Biblia para asegurarse de que la nueva personalidad cristiana realmente est
echando races en ellos. Procure que la verdad siga influyendo en otros y en usted al maneja[r] la
palabra de la verdad correctamente (2 Timoteo 2:15).
*** w10 15/1 Por qu hay que dedicarse a Jehov? ***
Esta noche estuvo de pie cerca de m un ngel del Dios a quien yo pertenezco.
(HECH. 27:23)
EN VIRTUD del sacrificio de Jesucristo, se ha arrepentido de sus pecados y se ha dedicado
a Jehov para hacer Su voluntad? Esta es una de las dos preguntas que se formulan al final del
discurso dirigido a los candidatos al bautismo. Ahora bien, por qu deben dedicarse a Jehov los
cristianos? Qu beneficios obtienen al hacerlo? Por qu es imprescindible que den este paso a
fin de que Dios acepte su servicio? Para encontrar la respuesta a estas preguntas, primero
debemos comprender qu es la dedicacin.
2
cristianos hemos llegado a pertenecer a Jehov (1 Juan 5:19). Cmo lo hemos logrado?
Haciendo una dedicacin vlida a Jehov es decir, realizando un voto, o promesa solemne, en
una oracin y luego, bautizndonos.
3
La dedicacin cristiana no es una promesa cualquiera. Es un asunto muy serio. Ahora bien,
qu beneficios ofrece? Algo que nos ayudar a entenderlo es examinar lo provechoso que es el
sentido de compromiso en las relaciones humanas. Comencemos por la amistad. Para tener
amigos, hay que ser amigo primero. Es necesario que haya un sentido de compromiso, que se
asuma la responsabilidad moral de cuidar de la otra persona. Una de las amistades ms
hermosas de tiempos bblicos fue la de David y Jonatn, quienes estaban tan unidos que hicieron
un pacto entre ellos (lanse 1 Samuel 17:57 y 18:1, 3). Hoy da no hay muchas relaciones tan
leales como aquella. Pero, al igual que ayer, las buenas amistades tienen en comn el sentido de
fidelidad y compromiso mutuo (Pro. 17:17; 18:24).
5
Otra relacin donde debe existir un elevado sentido de compromiso es el matrimonio. Claro,
el compromiso es con una persona, y no meramente con un contrato. Dos personas que viven
juntas sin casarse jams podrn ofrecer a su pareja y a sus hijos el mismo grado de seguridad
que proporciona el matrimonio cristiano honorable. Tampoco tendrn el mismo aliciente para
aceptar sus responsabilidades y esforzarse por resolver con amor las dificultades (Mat. 19:5, 6;
1 Cor. 13:7, 8; Heb. 13:4).
7
Veamos por ltimo las relaciones laborales. Desde tiempos bblicos, los contratos han
resultado muy tiles (Mat. 20:1, 2, 8). As, al iniciar un negocio o al comenzar a trabajar para
alguien, firmar un contrato protege a las partes involucradas. Como hemos visto, las relaciones
humanas trtese de amistades, matrimonios o acuerdos de negocios se fortalecen con el
sentido de compromiso. Pero en el caso de nuestra relacin con Jehov contamos con un vnculo
muy superior: la dedicacin, por la cual le entregamos incondicionalmente nuestra vida.
A continuacin hablaremos de los beneficios que reportaba en tiempos bblicos la dedicacin, y
veremos por qu era mucho ms que un compromiso.
La dedicacin benefici a Israel
8
Los israelitas en su conjunto se dedicaron a Jehov al hacerle un voto. l los haba reunido
frente al monte Sina y les haba dicho: Si ustedes obedecen estrictamente mi voz y
verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarn a ser mi propiedad especial de
entre todos los dems pueblos. Ante esto, el pueblo jur unnimemente: Todo lo que Jehov ha
hablado estamos dispuestos a hacerlo (xo. 19:4-8). Aquella dedicacin era mucho ms que un
compromiso. Era la seal de que le pertenecan a Jehov, quien a su vez les asegur que los
tratara como su propiedad especial.
Pertenecer a Jehov les trajo muchos beneficios a los israelitas. l fue leal y tierno con ellos
y los trat como a hijos. De hecho, les dijo: Puede una esposa olvidarse de su nio de pecho,
de modo que no tenga piedad al hijo de su vientre? Hasta estas mujeres pueden olvidar;
no obstante, yo mismo no me olvidar de ti (Isa. 49:15). Dios gui a su pueblo mediante la Ley, lo
fortaleci envindole profetas y lo protegi con sus ngeles. El salmista reconoci: [Jehov] est
anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a
Israel. No ha hecho as a ninguna otra nacin (Sal. 147:19, 20; lanse Salmo 34:7, 19 y 48:14).
Al igual que cuid de Israel, la nacin que le perteneca, hoy cuida de todos los cristianos que
estn dedicados a l.
Por qu debemos dedicarnos a Dios?
10
Hay quienes piensan: Por qu tengo que dedicarme y bautizarme para poder servir a
Jehov?. Entenderemos la razn si recordamos en qu situacin nos encontramos ante l.
Debido al pecado de Adn, todos hemos nacido fuera de la familia universal de Dios (Rom. 3:23;
5:12). Y la nica manera de ser aceptados en ella es dedicndonos. Veamos por qu.
11
Aun as, cada uno de nosotros puede pedirle a Jehov que lo acepte en la familia de siervos
suyos. Pero cmo podemos gozar de su favor si somos pecadores? Porque, como indic Pablo,
cuando ramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo (Rom.
5:10). Ahora bien, para que l nos reciba, tenemos que solicitarle una buena conciencia, y la
forma de hacerlo es bautizndonos (1 Ped. 3:21). No obstante, hay otros pasos que debemos dar
antes. Primero debemos conocer bien a Jehov y aprender a confiar en l; luego hemos de
arrepentirnos y cambiar el curso de nuestra vida (Juan 17:3; Hech. 3:19; Heb. 11:6). Qu
debemos hacer despus?
13
Para ser parte de la familia de adoradores de Dios, hay que hacer una promesa solemne.
Por qu? Ilustrmoslo. Un padre de familia muy respetado por la comunidad conoce a un
muchacho hurfano, se encaria con l y decide adoptarlo. Pero le pone una condicin: Quiero
que me prometas que me vers como tu padre y que me amars y respetars siempre. A menos
que el joven le haga esa promesa solemne, no lo aceptar como hijo. Sin duda, no es una
exigencia irrazonable. En el caso de Jehov ocurre igual: solo aceptar en su familia a quienes
estn dispuestos a hacer un voto de dedicacin. As lo indica la Biblia al decir: Entreguen todo su
ser como sacrificio vivo a Dios. Esa ofrenda que es su vida debe estar dedicada solamente a Dios
para poder agradarle (Rom. 12:1, La Palabra de Dios para Todos, 2008).
Un acto de amor y fe
14
La dedicacin es una prueba de nuestro amor por Dios. En cierto sentido es similar al voto
matrimonial. El da de la boda, el cristiano demuestra que ama a su novia prometindole
solemnemente que estar a su lado en las buenas y en las malas. No solo est
comprometindose a formar una unin matrimonial; est jurndole lealtad a una persona.
Adems, sabe que no podrn emprender una vida juntos a menos que haga ese voto. Del mismo
modo, no es posible disfrutar de todos los beneficios de ser parte de la familia de Jehov sin
hacer el voto de dedicacin. Como vemos, la razn por la que nos dedicamos a Dios es porque
deseamos pertenecerle y porque, dentro de nuestra imperfeccin, queremos serle leales pase lo
que pase (Mat. 22:37).
15
La dedicacin tambin es un acto de fe. As es: nos dedicamos porque creemos en Jehov y
confiamos en que su amistad es lo mejor para nosotros (Sal. 73:28). Sabemos que no siempre
ser fcil servirle, pues vivimos en medio de una generacin torcida. Sin embargo, estamos
seguros de que Dios cumplir su promesa de bendecir nuestros esfuerzos (Fili. 2:15; 4:13).
No nos cabe la menor duda de que l ser misericordioso cuando, por culpa de la imperfeccin,
cometamos errores (lanse Salmo 103:13, 14 y Romanos 7:21-25). Y tenemos la certeza de que
recompensar nuestra lucha por ser ntegros (Job 27:5).
La dedicacin a Dios es el camino a la felicidad
16
La dedicacin es causa de felicidad, pues implica entregarle a Jehov nuestra vida, y como
dijo Jess: Hay ms felicidad en dar que en recibir (Hech. 20:35). Durante su ministerio en la
Tierra, el Hijo de Dios vivi de acuerdo con ese principio fundamental y experiment la alegra de
ser generoso. Cuando haca falta, sacrificaba el descanso, la comida y su comodidad personal
para ensear a la gente el camino a la vida (Juan 4:34). Y nada le produca tanta satisfaccin
como complacer a su Padre. Por eso dijo: Yo siempre hago las cosas que le agradan (Juan
8:29; Pro. 27:11).
17
Jess les mostr a sus discpulos la forma de vivir que da ms alegras: Si alguien quiere
venir en pos de m, repdiese a s mismo (Mat. 16:24). Cuando nos repudiamos es decir,
cuando renunciamos al control sobre nuestra vida, nos acercamos al Dios de amor.
Podramos estar en mejores manos?
18
Quienes se dedican a Jehov y viven conforme a su voluntad son ms felices que quienes
consagran su vida al servicio de algn ser humano o al logro de un objetivo, como el de hacerse
ricos. A diferencia de ellos, los cristianos viven realmente satisfechos (Mat. 6:24). Es cierto que su
felicidad se debe en parte a que tienen el honor de ser colaboradores de Dios en su obra, pero
no olvidan que su voto de dedicacin no lo hicieron a una obra, sino a un Dios que los tiene en
alta estima (1 Cor. 3:9). Nadie podra valorar ms que l su lealtad y sus sacrificios. Incluso les
devolver la juventud para que vivan bajo su cuidado por siempre (Job 33:25; lase Hebreos
6:10).
19
Este libro ser el segundo que se analizar con los estudiantes de la Biblia, despus del libro
Ensea. Recuerde que cada persona crece espiritualmente a un paso distinto, por lo que cada
estudio se debe conducir al ritmo que sea cmodo para el estudiante. Pero eso s, asegrese de
que la informacin que se abarque se entienda claramente. En la mayora de los casos,
no ofreceremos un estudio con este libro a alguien que quizs ya haya estudiado varios libros
pero que no est asistiendo a las reuniones de la congregacin y que demuestre a todas luces
que no tiene la intencin de amoldar su vida a las verdades bblicas que ha aprendido.
3
Si al tiempo presente usted est dirigiendo un estudio con el libro Adoremos y ya est en los
ltimos captulos, tal vez sea mejor terminar esa publicacin y animar al estudiante a leer el libro
Amor de Dios por cuenta propia. Si no es as, sera mejor pasar al nuevo libro y comenzar desde
el principio. Como es el caso con el libro Ensea, es opcional analizar los temas del apndice.
4
Si un estudiante se bautiza antes de completar las dos publicaciones, se debe continuar con
el estudio hasta que termine el libro Amor de Dios. Y aun si se bautiza antes de terminar el
segundo libro, se pueden seguir contando el tiempo, la revisita y el estudio. El publicador que
vaya como acompaante tambin puede contar el tiempo.
5
Cuando un miembro del Comit de Servicio de la Congregacin le pida que dirija un estudio
bblico con alguien que se haya hecho inactivo, quizs le indique que analice solo determinados
captulos del libro Amor de Dios. En tal caso, el estudio no tiene que prolongarse por mucho
tiempo. Qu excelente provisin! Este nuevo libro ha sido preparado con el fin de que nos
mantengamos en el amor de Dios (Judas 21).
*** km 6/00 pg. 4 prrs. 7-8 []Cmo podra [...] a menos que alguien me guiara? ***
7
Es una seal de amor cristiano prestar mucha atencin personal a las personas interesadas
a las que impartimos cursos bblicos. Nuestro objetivo es ayudar al estudiante a conseguir una
mayor comprensin de la verdad de la Palabra de Dios. Entonces, podr ponerse firmemente y
con conocimiento de causa de parte de la verdad, as como dedicar su vida a Jehov y simbolizar
la dedicacin mediante el bautismo en agua (Sal. 40:8; Efe. 3:17-19).
8
SEXTO DIA
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Pg. 1367 *** it-1 pg. 1032 Gozo ***
Sentimiento de alegra o placer que se experimenta al poseer o esperar algn bien; felicidad;
jbilo. Las palabras hebreas y griegas que se usan en la Biblia para referirse a gozo, jbilo,
regocijo y alegra, expresan diversos matices y grados de gozo. Los verbos empleados denotan
tanto los sentimientos internos como la manifestacin externa de gozo, y pueden tener gran
variedad de significados, como estar gozoso; regocijarse; gritar de alegra; saltar de alegra,
entre otros.
Pg. 137 *** w95 15/1 pgs. 11-12 El gozo de Jehov es nuestra plaza fuerte ***
Nada sino gozoso
4
Una razn sobresaliente para tener gozo es la provisin que Jehov ha hecho para
reunirnos. Las asambleas de circuito y distrito producen gozo a los testigos de Jehov hoy da, tal
como las fiestas anuales regocijaban el corazn de los israelitas. Al pueblo de Israel se le dijo:
Siete das celebrars la fiesta [de las cabaas] a Jehov tu Dios en el lugar que Jehov escoja,
porque Jehov tu Dios te bendecir en todo tu producto y en todo hecho de tu mano, y nada sino
gozoso tendrs que llegar a estar. (Deuteronomio 16:13-15.) S, Dios quera que llegaran a estar
gozosos. Lo mismo puede decirse de los cristianos, pues el apstol Pablo exhort a sus
compaeros de creencia: Siempre regocjense en el Seor. Una vez ms dir: Regocjense!.
(Filipenses 4:4.)
5
Ya que Jehov quiere que estemos gozosos, nos da el gozo como uno de los frutos de su
espritu santo. (Glatas 5:22, 23.) Qu es gozo? Es el sentimiento de alegra que se
experimenta al esperar o poseer algn bien. Es el estado de verdadera felicidad, incluso jbilo.
Este fruto del espritu santo de Dios nos sostiene cuando afrontamos pruebas. Por el gozo que
fue puesto delante de [Jess,] aguant un madero de tormento, despreciando la vergenza, y se
ha sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12:2.) El discpulo Santiago escribi:
Considrenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que
ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante. Ahora bien, qu debemos
hacer si no sabemos cmo afrontar cierta prueba? Con confianza podemos pedir sabidura en
oracin. Si obramos en conformidad con la sabidura celestial, podremos resolver los problemas o
enfrentarnos a pruebas persistentes sin perder el gozo de Jehov. (Santiago 1:2-8.)
6
El gozo que da Jehov nos fortalece para promover la adoracin verdadera. Esto fue lo que
sucedi en los das de Nehemas y Esdras. Los judos de aquellos tiempos que haban hecho del
gozo de Jehov su plaza fuerte fueron fortalecidos para dar empuje a los intereses de la
adoracin verdadera. Y su gozo aument al promover la adoracin de Jehov. Lo mismo sucede
hoy. Como adoradores de Jehov, tenemos motivo para sentir gran regocijo. Analicemos a
continuacin otras de las muchas razones para estar gozosos.
Pg. 138 *** it-1 pgs. 1032-1033 Gozo ***
Jehov Dios y Jesucristo. A Jehov se le llama el Dios feliz. (1Ti 1:11.) Su creacin y Su
trabajo le producen gozo a l y a sus criaturas. Jehov se regocija en sus obras. (Sl 104:31.) De
igual manera, desea que sus criaturas disfruten de las obras que l hace para provecho de ellas y
que disfruten de su propio trabajo. (Ec 5:19.) Ya que es la Fuente de todas las cosas buenas (Snt
1:17), el llegar a conocerle es lo que ms regocija a todas las criaturas inteligentes, tanto
humanos como ngeles. (Jer 9:23, 24.) Por eso el rey David dijo: Sea placentera mi meditacin
acerca de l. Yo, por mi parte, me regocijar en Jehov. (Sl 104:34.) Tambin se expres en
cancin: Y el justo se regocijar en Jehov y verdaderamente se refugiar en l; y todos los
rectos de corazn se jactarn. (Sl 64:10.) Y el apstol Pablo anim a los cristianos a derivar gozo
en todo momento de su conocimiento de Jehov y de Sus tratos con ellos cuando escribi:
Siempre regocjense en el Seor [Jehov, en varias versiones]. Una vez ms dir:
Regocjense!. (Flp 4:4.)
Jesucristo, el ms cercano a Jehov, es quien lo conoce mejor (Mt 11:27), y puede darlo a
conocer a sus seguidores. (Jn 1:18.) Por lo tanto, est gozoso, y se le llama el feliz y nico
Potentado. (1Ti 6:14, 15.) Debido al amor que tiene a su Padre, est ansioso de hacer siempre
las cosas que le agradan. (Jn 8:29.) Por consiguiente, cuando se le present la misin de venir a
la Tierra, sufrir y morir con el fin de vindicar el nombre de Jehov, por el gozo que fue puesto
delante de l aguant un madero de tormento, despreciando la vergenza. (Heb 12:2.) Tambin
senta un gran amor por la humanidad y se deleitaba en ella. Por eso, las Escrituras, que lo
personifican en su existencia prehumana como la sabidura, ponen en su boca las palabras:
Entonces llegu a estar [al] lado [de Jehov] como un obrero maestro, y llegu a ser aquella con
quien l estuvo especialmente encariado da a da, y estuve alegre delante de l todo el tiempo,
pues estuve alegre por el terreno productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de mi
cario estuvieron con los hijos de los hombres. (Pr 8:30, 31.)
Jess deseaba que sus seguidores disfrutaran del mismo gozo. Por eso, les dijo: Estas cosas
les he hablado, para que mi gozo est en ustedes y su gozo se haga pleno. Los ngeles tambin
se regocijaron cuando se cre la Tierra. (Jn 15:11; 17:13; Job 38:4-7.) Asimismo, ven el derrotero
del pueblo de Dios y se alegran de su proceder fiel. Especialmente se regocijan cuando una
persona se vuelve de sus caminos pecaminosos y se adhiere a la adoracin pura y al servicio a
Dios. (Lu 15:7, 10.)
Pg. 141 *** w04 15/4 pg. 14 prrs. 10-11 Los siervos de Dios deben amar la bondad ***
10
Asimismo, la bondad est vinculada al amor. Jess dijo a sus seguidores: En esto todos
conocern que ustedes son mis discpulos, si tienen amor entre s (Juan 13:35). Y al describir
este amor, Pablo afirm: El amor es sufrido y bondadoso (1 Corintios 13:4). La bondad tambin
se une al amor en la expresin bondad amorosa, que aparece con frecuencia en las Escrituras y
que se refiere a una bondad que surge del amor leal. El sustantivo hebreo que se vierte bondad
amorosa significa ms que tierno cario. Es una bondad que se adhiere amorosamente a un
objeto hasta que su propsito con relacin a l se ha realizado. La bondad amorosa, o amor leal,
de Jehov se refleja de diversas formas. Por ejemplo, se observa en sus actos de liberacin y
proteccin (Salmo 6:4; 40:11; 143:12).
11
La bondad amorosa de Jehov atrae a las personas hacia l (Jeremas 31:3). Cuando los
siervos fieles de Dios necesitan liberacin o ayuda, saben que Su bondad amorosa realmente es
leal, amor leal. No les fallar. Por tanto, pueden orar con fe, como el salmista que cant: En
cuanto a m, en tu bondad amorosa he confiado; est gozoso mi corazn en tu salvacin (Salmo
13:5). Puesto que el amor de Dios es leal, Sus siervos pueden cifrar completa confianza en l.
Tienen esta garanta: Jehov no desamparar a su pueblo, ni dejar a su propia herencia
(Salmo 94:14).
Pg. 143 *** w13 15/8 pg. 25 prrs. 8-10 Piense en la clase de persona que debera ser ***
8
Satans emple la misma tctica para tentar a Jess en el desierto. Como este llevaba
cuarenta das y cuarenta noches sin comer, el Diablo trat de apelar a su deseo de alimentarse.
Si eres hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan, le dijo (Luc. 4:1-3). Jess tena
dos opciones: poda realizar un milagro para satisfacer su hambre, o poda no hacerlo. l saba
que no deba emplear su poder sobrenatural para complacerse a s mismo. Aunque estaba
hambriento, su relacin con Jehov le importaba mucho ms. Por eso contest: Est escrito: No
de pan solamente debe vivir el hombre sino de todo lo que procede de la boca de Jehov (Luc.
4:4, nota).
EL DESEO DE LOS OJOS
9
Juan mencion otro seuelo: el deseo de los ojos. Esta expresin sugiere que es posible
empezar a desear algo con tan solo mirarlo. En el caso de Eva, Satans apel a este deseo y
dijo: Tendrn que abrrseles los ojos. Cuanto ms miraba ella el fruto, ms lo deseaba. S, a los
ojos [el rbol] era algo que anhelar.
10
Y cmo utiliz Satans el deseo de los ojos para tentar a Jess? Le mostr todos los
reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; y [...] le dijo: Te dar toda esta autoridad y la
gloria de ellos. (Luc. 4:5, 6.) Obviamente, Jess no vio todos aquellos reinos con sus ojos
fsicos. Satans se los mostr en una visin, pensando que se sentira tentado al ver su gloria.
Entonces tuvo el atrevimiento de decirle: Si t haces un acto de adoracin delante de m, todo
ser tuyo (Luc. 4:7). Jess, sin embargo, no quera en absoluto ser la clase de persona que
Satans deseaba que fuera. Por eso contest: Est escrito: Es a Jehov tu Dios a quien tienes
que adorar, y es solo a l a quien tienes que rendir servicio sagrado (Luc. 4:8).
Pg. 147 *** w13 15/11 pg. 4 prrs. 6-7 Sean vigilantes en cuanto a oraciones ***
6
Fijmonos en la oracin que Jess nos dej como modelo y observemos lo que dijo sobre el
nombre, el Reino y la voluntad de Dios (lea Mateo 6:9, 10). Este mundo est hundido en la
maldad, y los gobiernos humanos no pueden cubrir ni siquiera las necesidades bsicas de la
gente. Obviamente, debemos suplicarle a nuestro Padre celestial que su nombre sea santificado y
que su Reino acabe con el dominio de Satans. Tambin es oportuno suplicarle que su voluntad
se haga en la Tierra como se hace en el cielo. En conclusin, tenemos que permanecer alerta y
usar todos los tipos de oracin.
Pg. 148 *** w95 15/3 pgs. 4-5 Vale la pena examinar las oraciones de la Biblia ***
UNA mujer ansiosa, un rey y el propio Hijo de Dios pronunciaron las oraciones que
examinaremos a continuacin. Cada una de las oraciones fue motivada por un diferente conjunto
de circunstancias. Estas circunstancias pueden ser similares a las nuestras hoy en da. Qu
podemos aprender de estos ejemplos?
Si miras sin falta la afliccin de tu esclava
Est usted luchando para vencer un problema persistente? Le abruma la ansiedad? En tal
caso tiene mucho en comn con Ana antes de que diera a luz a su primer hijo, Samuel. Ana
no tena hijos y otra mujer se mofaba de ella. De hecho, su situacin la preocupaba e irritaba
tanto que ni siquiera coma. (1 Samuel 1:2-8, 15, 16.) Esta mujer dirigi la siguiente splica a
Jehov:
Oh Jehov de los ejrcitos, si miras sin falta la afliccin de tu esclava y realmente te acuerdas
de m, y no te olvidas de tu esclava y realmente das a tu esclava prole varn, yo ciertamente lo
dar a Jehov todos los das de su vida, y no vendr navaja sobre su cabeza. (1 Samuel 1:11.)
Observe que Ana no habl generalidades. Se dirigi a Jehov con una peticin especfica (un
hijo varn) y con una resolucin definida (ponerlo a disposicin de Dios). Qu nos ensea esta
oracin?
Cuando se enfrente a la adversidad, sea especfico en la oracin. Sin importar cul sea su
problema situacin domstica, soledad, mala salud mencineselo a Jehov en oracin.
Explquele la naturaleza exacta de su dificultad y cmo se siente. Todas las noches le comunico
a Jehov mis problemas dice una viuda llamada Louise. A veces son bastantes, pero le
menciono claramente cada uno de ellos.
Hablar a Jehov en trminos exactos es beneficioso, pues nos ayuda a definir nuestro
problema y posiblemente a verlo en sus debidas proporciones. Las oraciones especficas nos
ayudan a aliviar la ansiedad. Aun antes de que se contestara su oracin, Ana se sinti confortada
y su rostro no volvi a mostrar preocupacin. (1 Samuel 1:18.) Adems, orar por cosas
especficas nos ayudar a identificar la respuesta a nuestra oracin. Cuanto ms especficas son
mis oraciones dice Bernhard, un cristiano alemn ms claras son las respuestas.
Pg. 149 *** w11 15/2 pgs. 18-19 Sabemos valorar nuestras bendiciones? ***
Intimidad con Jehov
El salmista cant: La intimidad con Jehov pertenece a los que le temen (Sal. 25:14). Qu
privilegio es para nosotros, simples mortales, disfrutar de una amistad tan ntima con l!
Lamentablemente, las ocupaciones del da a da tal vez nos lleven a descuidar la comunicacin
con nuestro Padre celestial. En tal caso, deberamos pensar en los efectos que eso podra tener
en nuestra relacin con l. Como Jehov es nuestro amigo, espera que le demostremos
confianza y le abramos el corazn contndole nuestros temores, deseos e inquietudes
(Pro. 3:5, 6; Fili. 4:6, 7). Ciertamente, vale la pena examinar la calidad de nuestras oraciones.
Cuando un joven Testigo llamado Paul se puso a reflexionar sobre su forma de orar, se dio
cuenta de que tena que mejorar. Explic: Haba cado en la costumbre de repetir siempre las
mismas expresiones. Decidi buscar informacin en el ndice de las publicaciones Watch Tower y
descubri que en las Santas Escrituras aparecen unas ciento ochenta oraciones. En ellas, los
siervos de Dios del pasado manifestaron sus sentimientos ms profundos. Al meditar en estos
ejemplos seal Paul, aprend a ser ms especfico, lo que me ha ayudado a hablarle a
Jehov desde el corazn. Ahora me encanta acercarme a l a travs de la oracin.
Alimento al tiempo apropiado
Otra bendicin es el extenso conjunto de verdades bblicas que nos ofrece Dios, un verdadero
banquete. No es de extraar que clam[emos] gozosamente a causa de la buena condicin de
corazn (Isa. 65:13, 14). Pero debemos tener cuidado, pues no queremos que ninguna influencia
nociva nos lleve a perder el entusiasmo por la verdad. Por ejemplo, si prestramos atencin a la
propaganda de los apstatas, podramos confundirnos y perder el aprecio por el privilegio de
recibir alimento [espiritual] al tiempo apropiado a travs del medio establecido por Jehov: el
esclavo fiel y discreto (Mat. 24:45-47).
Esta fue la triste experiencia de Andr, quien llevaba aos sirviendo a Jehov. Cay vctima de
los razonamientos de los apstatas porque crey que no sera peligroso echarle un vistazo a una
de sus pginas de Internet. Al empezar a leerla recuerda, me llamaron la atencin las
supuestas verdades que defendan. Cuanto ms lea, ms me convenca de que lo mejor era
abandonar la organizacin. Pero luego analic con ms cuidado los razonamientos que
presentaban contra los testigos de Jehov y me di cuenta de que aquellos renegados eran
maestros falsos y muy astutos. Sus pruebas irrefutables contra nosotros no eran ms que
informaciones sacadas de contexto. De modo que decid volver a leer nuestras publicaciones y
asistir a las reuniones. Enseguida me di cuenta de cunto me estaba perdiendo. Felizmente,
Andr regres a la congregacin.
Pg. 150 *** w87 15/7 pg. 19 prr. 14 Las oraciones requieren obras ***
14
El principio de que las oraciones requieren obras aplica tambin a estas palabras del
discpulo Santiago, medio hermano de Jess: Si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a
sabidura, que siga pidindole a Dios, porque l da generosamente a todos, y sin echar en cara; y
le ser dada. (Santiago 1:5; Mateo 13:55.) Pero nos imparte Dios esta sabidura por algn
milagro? No. En primer lugar, tenemos que tener la actitud correcta, como leemos: Ensear a
los mansos Su camino. (Salmo 25:9.) Y cmo ensea Dios a los mansos? Mediante su
Palabra. De nuevo, tenemos que esforzarnos por entenderla y ponerla en prctica, como se
indica en Proverbios 2:1-6: Hijo mo, si recibes mis dichos y atesoras contigo mis propios
mandamientos, de modo que con tu odo prestes atencin a la sabidura, para que inclines tu
corazn al discernimiento; si, adems, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el
discernimiento mismo, si sigues buscando esto como a la plata, [...] en tal caso entenders el
De todas partes del mundo llegan ejemplos del da moderno que prueban que los cristianos
verdaderos nunca estn solos. En Alemania, durante la II Guerra Mundial, miles de Testigos
fueron puestos en campos de concentracin de Hitler, por lo general despojados de sus Biblias.
Uno de estos Testigos, despus de ser puesto en libertad, escribi: Cuando fui arrestado me
sent agradecido de no haber desatendido el estudio bblico personal, ya que ste me ayud a
tener fe para aguantar. Con frecuencia pensaba en el aguante que mencion el escritor bblico
Santiago, que dijo: Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado.Sant. 5:11.
24
Aunque los oficiales de la prisin me quitaron la Biblia, permitan que otros presos [que
no eran Testigos] la tuvieran. Pensaban que mi fe se debilitara si no tena la Biblia, y que
renunciara a mi fe firmando una declaracin en ese sentido, preparada por los nazis.
No comprendan que yo haba grabado la verdad de la Palabra de Dios con gran profundidad en
mi mente por medio del estudio bblico personal y en grupo mucho antes de haber sido
encarcelado. No pudieron quitar de mi mente aquellas verdades fortalecedoras de la fe.
25
Y cmo se las arreglaron esos Testigos para adquirir alimento espiritual dador de fortaleza?
Uno de ellos contest: Cada maana considerbamos un texto bblico apropiado, escogiendo
uno que fuera animador para nuestros hermanos cristianos. Tambin escogamos dos captulos
de la Biblia sobre los cuales hablar. Entonces cada uno de nosotros sacaba de su memoria la
informacin que podamos recordar de estos captulos. Cada noche, tambin, nos reunamos
para un discurso bblico. Estas discusiones y discursos bblicos diarios de veras resultaron
fortalecedores para nosotros.
27
Realmente son muchos los ejemplos del da moderno que prueban que los cristianos
verdaderos nunca estn solos; Jehov est con ellos si se encomiendan a l y confan
enteramente en l.
*** w97 15/11 pgs. 8-9 Mantngase firme en la fe a pesar de las pruebas ***
Considrenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas
pruebas. (SANTIAGO 1:2.)
LOS siervos de Jehov son sus Testigos, que le sirven con fe y gozo de corazn.
(Deuteronomio 28:47; Isaas 43:10.) Lo hacen aunque los asedien las pruebas. Pese a las
dificultades, los consuela la siguiente exhortacin: Considrenlo todo gozo, mis hermanos,
cuando se encuentren en diversas pruebas, puesto que ustedes saben que esta cualidad probada
de su fe obra aguante. (Santiago 1:2, 3.)
2
Estas palabras las escribi el discpulo Santiago, medio hermano de Jesucristo, cerca del
ao 62. (Marcos 6:3.) Santiago era un anciano de la congregacin de Jerusaln. De hecho, l,
Cefas (Pedro) y Juan parecan ser columnas, es decir, slidos pilares de la congregacin.
(Glatas 2:9.) Cuando la cuestin de la circuncisin lleg a los apstoles y los ancianos,
alrededor del ao 49, Santiago present una propuesta basada en las Escrituras, que el cuerpo
gobernante del siglo primero acept. (Hechos 15:6-29.)
3
Santiago nos indica cmo debemos considerar las pruebas. (Santiago 1:1-4.) Sin aludir a su
parentesco con el Hijo de Dios, humildemente se llama esclavo de Dios y del Seor Jesucristo.
Santiago escribe a las doce tribus del Israel espiritual, esparcidas en un principio debido a la
persecucin. (Hechos 8:1; 11:19; Glatas 6:16; 1 Pedro 1:1.) A nosotros tambin se nos persigue
como cristianos y nos encontramos en diversas pruebas. Pero si recordamos que nuestra fe se
fortalece al aguantar las pruebas, lo consideraremos todo gozo cuando estas nos sobrevengan.
La lealtad a Dios durante las pruebas redundar en felicidad perdurable.
5
Algunas pruebas tienen que ver con adversidades comunes a la humanidad. Por ejemplo, es
posible que tengamos mala salud. Dios no realiza en este tiempo curas milagrosas, pero contesta
las oraciones en las que le pedimos la sabidura y la fortaleza necesarias para sobrellevar la
enfermedad. (Salmo 41:1-3.) Asimismo, sufrimos por causa de la justicia cuando se nos persigue
por el hecho de ser testigos de Jehov. (2 Timoteo 3:12; 1 Pedro 3:14.) Aguantar estas
tribulaciones prueba nuestra fe, y le confiere por tanto una cualidad probada. Y luego, el triunfo
de la fe obra aguante. Por otra parte, la fe, fortalecida por las tribulaciones, nos ayudar a
superar futuras pruebas.
6
Pero dice Santiago que el aguante tenga completa su obra. Si permitimos que la
prueba siga su curso y no intentamos ponerle fin prematuramente por medios contrarios a las
Escrituras, el aguante efectuar la obra de convertirnos en cristianos completos, no carentes de
fe. Por supuesto, si la prueba pone de manifiesto alguna debilidad, debemos buscar la ayuda de
Jehov para superarla. Y si la prueba es una tentacin para que cometamos un acto inmoral?
Oremos acerca de este problema y luego actuemos en armona con nuestras peticiones. Es
posible que tengamos que cambiar de empleo o tomar otras medidas para mantenernos leales a
Dios. (Gnesis 39:7-9; 1 Corintios 10:13.)
La bsqueda de la sabidura
Santiago nos indica qu debemos hacer si no sabemos cmo afrontar cierta prueba.
(Santiago 1:5-8.) Jehov no nos va a reprochar el hecho de que nos falte sabidura y se la
pidamos en oracin con fe. l nos ayudar a ver la prueba en su justa perspectiva y a aguantarla.
Es posible que se nos llame la atencin a algn texto bblico mediante los compaeros de
creencia o el estudio personal de la Biblia. La providencia divina puede maniobrar los
acontecimientos de modo que percibamos lo que debemos hacer, y el espritu de Dios puede
guiarnos. (Lucas 11:13.) Por supuesto, para disfrutar de esos beneficios tenemos que
mantenernos cerca de Dios y de su pueblo. (Proverbios 18:1.)
8
Jehov nos da la sabidura para enfrentarnos a las pruebas si seguimos pidiendo con fe, sin
dudar nada. El que duda es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de
una parte a otra de forma impredecible. Si somos as de inestables en sentido espiritual,
no debemos figurarnos que vamos a recibir cosa alguna de Jehov. No seamos indecisos
ni inconstantes en la oracin ni de otras maneras. Por el contrario, tengamos fe en Jehov, la
Fuente de la sabidura. (Proverbios 3:5, 6.)
*** km 10/12 pg. 3 prr. 6 Usemos los tratados para difundir las buenas nuevas ***
6
Al predicar en las calles. Ha usado los tratados al predicar en las calles? Algunos
transentes van de prisa y no desean detenerse a hablar con nosotros, as que es difcil
determinar cunto inters tienen en el mensaje. En lugar de darles las ltimas revistas sin saber si
van a leerlas o no, ofrezcmosles un tratado. La llamativa portada y la brevedad del contenido tal
vez los motive a leerlo cuando dispongan de unos minutos. Por supuesto, si se detienen a
conversar con nosotros, podramos hablarles de la informacin que contiene.
*** km 3/99 pg. 1 Invitmoslos a las reuniones ***
Una invitacin hecha siglos atrs se anuncia ahora en 233 pases: Vengan, y subamos a la
montaa de Jehov, [...] y l nos instruir acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en
sus sendas (Isa. 2:3). Encaminar a las personas hacia la organizacin de Jehov es una de las
mejores formas de ayudarlas a progresar en sentido espiritual para que alcancen la vida eterna.
2
Qu hacer. Vlgase de las hojas sueltas para informar a la gente acerca de las reuniones.
Mencione que son gratis y que no se hacen colectas. Explique cmo se llevan a cabo. Seale que
son verdaderos cursos bblicos y que se suministra material de estudio para que todos lo sigan.
Haga mencin de la variedad de culturas y de la condicin social de los asistentes. Diga que son
personas de la localidad, y que se puede llevar a nios de cualquier edad. Invitemos a nuestros
estudiantes a acudir a las reuniones y brindmosles la ayuda que precisen con este fin.
4
Uno de los ltimos pasajes de la Biblia contiene una afectuosa invitacin a participar de las
provisiones que Jehov otorga para la vida: Y el espritu y la novia siguen diciendo: Ven!. [...] Y
cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome gratis el agua de la vida (Rev.
22:17). Nada puede sustituir a las invitaciones que hagamos a la gente para que vaya a nuestras
reuniones.
5
Isaas 60:8 describe profticamente a los cientos de miles de nuevos alabadores que acuden
a las congregaciones del pueblo de Dios como palomas que vienen volando justamente como
una nube, y como palomas a los agujeros de su palomar. Todos podemos invitar a los nuevos a
las reuniones y darles una calurosa bienvenida. De este modo, colaboraremos con Jehov en el
aceleramiento de la recoleccin (Isa. 60:22).