Matillapanoramica PDF
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un mundo enfermo" (enferrno de coloniaje) que lo lleva a rendir los diversos escenarios de
la desdicha colonial islena, incluyendo la ya pare entonces notoria emigracion a los
Estados Unidos. A comienzos de la decade de 1890-1900 escribe el relato "La dicha en el
pecado", el cual se desarrolla en la urbe y es anticipo de la seccion final de Redentores
(redactada en 1917, publicada en el periddico El Imparcial durante 1925). Inconclusa qued6
su quinta "crdnica", Nueva York, colofUn al panorama de la historia boricua (las otras tres
son La charca, 1894; Garduna, 1896, aunque (19)
1. Intento establecer en este trabajo, bordeando la peligrosidad del catalogo de autores y
obras, un esquema basico pare futures investigaciones, que a la vez valga de introducci6n
general a esta seccidn de literature puertorriquena en los Estados Unidos, entendida segun
los SUpueSto5 de que al unisono Puerto Rico es una nacidn hispanoamericana y un pais
que "pertenece" militar, poKtica y econ6micamente, a los Estados Unidos.
compuesta en 1890; y El negocio, 1922). La ciudad que retrata Zeno es el chiquero fastuoso
de la miseria humane, adonde sucumbe la idiosincracia boricua, ya maltratada bajo la
hegemonia espaffola. Ademas de mostrar las lacras politic al ( herenc ia de l natural i sm o
fenc es) la obra de e ste in si gn e hombre publico -medico, politico, etc.- acusa una
voluntad de crear un "corpus" interpretativo de la historia insular que ayudaria a conjurer
el caos social que creia descubrir en torno a sit
No fue Zeno Gandia el unico que planteo la tematica metropolitana a fines del siglo
pasado. La avanzadilla de los escritores exilados, Francisco Gonzalo (Pachin) Marin
(1863-97) y Arturo Alfonso Shomburgh (1874-1938) publican una parse importante de su
obra en periddicos neoyorquinos. El primero, tipografo criollo y poeta insurrecto (murio
en la manigua cubana luchando contra las fuerzas espaffolas ), escribio una serie de relatos
pare el periodico La Gaceta del Pueblo (1892), entre otros: "Violet", "Asesino" y "Nueva York
por dentro", de corte autobiografico y representativos de su vida romantica. El segundo,
negro del pueblo aledafio a la capital, Cangrejos (troy Santurce), llega a Nueva York en
1891 y aunque siempre mantuvo vinculos con lo boricua a traves de publicaciones en
diarios y de actividades culturales y political, su aportacion principal fue la de ser uno de
los fundadores principales del llamado Harlem Rennaissance y de los estudios
afro-norteamericanos.
La obra en general de "Pachin" Marin refleja las mires antillanistas del sector nativo,
marginado por la ineptitud y el pensamiento retr6grado de la Espaffa of~cial del
diecinueve, y que reclamaba el control propio de su vida y hacienda. La de Shomburgh
encarna las nuevas dimensiones que parecian presentarse c omo alternatives al m undo
represivo y esclav is ta espafio l en America (la abolicidn de la esclavitud no tuvo vigencia
en Puerto Rico haste mil ochocientos setenta y tres, un affo despues del nacimiento de
Shomburgh). Su labor lo llev6 a la presidencia del American Negro Society (1912) y a la
direcci6n del Departamento de Estudios y Archivos de la Universidad de Fisk (1930). A el
se debe una de las recopilaciones mas importantes de documentos sobre la expresidn
afro-norteamericana, site en la Coleccidn Shomburgh de la Biblioteca Publica de la ciudad
de Nueva York. La aportacidn de estos puertorriqueffos al mundo politico y cultural de
las Americas cierra el siglo diecinueve (Mann) y se adentra en el veinte (Shomburgh),
demarcando la doble vertiente actual del boricua, mencionada arriba.
Hasta aproximadamente mil novecientos treinta, cuando queda establecido el Barrio en la
ciudad, la produccidn literara se halla desperdigada por un sinnumero de revistas y
periddicos hispanos. Bernardo Vega (de quien volveremos a hablar) trace un primer
recuento de estos, apuntando el caracter (20) popular- obrero de la mayoria de los au tores
, como por eje mplo Alfonso Diappa, merino mercante, quien elabor6 una versidn de El tfo
Juanito, de Chejov (1918), amen de otros escritos, tal vez perdidos pare siempre. Este cauce
popular de las letras neoyorquinas seguira creciendo haste rendir a partir de los ailos
sesenta sus obras mas maduras haste la fecha, como discutiremos mas adelante. Mientras,
el tema metropolitano continuara su rumbo en los autores isleffos, la mayoria de los
cuales se radica en Nueva York temporalmente.
Fernando Sierra Berdecia (1903-62) situa el drama Esta noche juega el joker (1938) entre
personas de la clase media acomodada. El tema sentimental acompaffa el planteamiento
principal: la emancipaci6n de la mujer latina en la sociedad moderna (ejemplarizada por
los Estados Unidos) y la obsolencia del hombre acomplejado ante el empuje igual de la
hispanoamericana.
Clemente Soto Velez (1905- ) y Juan Antonio Corretjer (1908- 85) fueron encarcelados en
prisiones federales de los Estados Unidos como resultado de su militancia politica
nacionalista contra la presencia estadounidense en la isle. Soto Velez, luego de cumplir su
condena, permancecio en Nueva York, donde reside aunt Corretjer vivio un tiempo en la
ciudad regresando mas tarde a Puerto Rico. La obra de ambos nos refieren sin ambages al
acervo literario insular, incorporando la vivencia neoyorquina a un concepto de lo
universal puertorriquefio en su poesia.
La obra de ambos es extensa, abarcando una buena parse del siglo, y sign)fica la busqueda
de la raigambre boricua entre los esquemas miticos universales. La perspective telurica,
nacionalista -patrioticadel ser puertorriqueffo no esta reffida con el alien to planetario ,
reflej ado en Corretjer en la re-interpretacion de la historia patria (en siete poemarios
titulados en conjunto Irnagen de Borinquen, 1950-61), y en Soto Velez en la elaboracidn de
una mitologia de la negacion, de la sierra ofrecida pero no poseida, de una utopia
historica de care al futuro y a lo que podn'a ser, de acuerdo a su sentir (La sierra
prornetida, 1979).
Julia de Burgos (1914-53) y Guillermo Cotto Thorner (1916- ) nos tienden el puente pare
pasar a la mesa migratoria de la decade de los cincuenta. Julia de Burgos representa un
cave poco comun en las letras hispanoamericanas. Mulata de extracc ion popular; anti-c
oloniali sta ; prom ulgadora de los derechos humanos y especificamente los de la mujer;
gustadora de la vida bohemia. Combinacidn diffcil de tragar pare una sociedad insular
donde todavia regia una moral espaffolizante catolica, racista y orientada hacia el hombre.
Su produccidn poetica en Nueva York no esta del todo recopilada,2 pero en los diez affos
que residio alli no parece haber escrito una obra extensa (tampoco lo es su creacion
anterior). Aqui deseo resaltar sus poemas en ingles, tal vez los ultimos que escribiera, en
los cuales la busqueda angustiosa del yo, la soledad, (22)
2 Ver mas adelante el articulo de Efrain Barradas ''Entre la esencia y la forma: sobre el
peldano que pisa el puertorriqueffo "dUcil" antes de descender, tragado por la ciudad -por
lo norteamericano-, al infierno de la transculturacidn. Para Marques no existe alternative,
pues los que no emigran, los que permanecen en la isle, se hallan abocados al suicidio
colectivo bajo el Estado Libre Asociado, que eventualmente habra de despojarnos de
nuestra personalidad de pueblo (pare el es igualmente suicide el nacionalismo radical,
pues conduce al enfrentamiento armado con una nacidn muchisimo mas poderosa). Esta
visidn pesimista de la historia, nacida de la desesperacidn de la clase criolla desbancada
por los norteamericanos, ha sido contundentemente (23) refutada por varios pensadores
actuales. Uno de ellos, cuya obra es el resultado de una reflexion mas profunda y mucho
mas coherente que la de Marques, lo es Jose L. Gonzalez.
La produccion de Gonzalez (ensayista, cuentista, novelista) arranca de un concepto
internacionalista del "cave" puertorriqueflo, de large ascendencia en n uestro arte , como lo
l levamos vi s lum bran do desde este v uelo de pajaro . Es uno de los pensadores mas
originales y profundos del ambito caribeflo. Nueva York comienza a manifestarse
temprano en su narrative con el relato "Paisa" (1950), producto de los affos que Gonzalez
vivi6 en la ciudad durante la decade de los cuarenta, que en Puerto Rico fueron tiempo de
gestacion del Estado Libre Asociado y de la gran emigracion "forzada" de cientos de miles
de personas hac ia los cen tros industriales del Norte. 3 Este primer acercami en to de Jose
L. Gonzalez al tema esta seflido de un cierto pesimismo generacional y del afan
aleccionador del autor, am en de la realidad m ism a. En "Pai sa" el realis m o desesperado
que trace las veces de felon de fondo al trasiego humano, abre paso al impetu vital que
acarrean estas comunidades en "La noche que volvimos a ser gente" (1972). Si la primera
concluia con los ojos muertos del acorralado clavados "en el pedazo de cielo extraflo,
sucio de nubarrones oscuros que se tragaban las ultimas estrellas fries", el ultimo (donde
"volvimos a ser gente"), el cielo y las estrellas conectan "como un milagro" Nueva York y el
nacimiento de una criatura con lo telurico, con la isle, trazando as~ metaf6ricamente el
camino histbrico del boricua en los Estados Unidos. Gonzalez habia aprendido ya la
leccidn de Nueva York; "La noche..." se escribe en plena relacidn creative entre los
escritores isleflos, los "neorriqueflos" y aquellos a caballo (mas bien en viaje aereo de ida y
vuelta) entre Nueva York y San Juan. Este relato marca una profundizacidn del
mundos (en distinto piano, recordemos El laberinto de la soledad, de Octacio Paz).4 Otro
angulo nos proporciona Emilio Diaz Valcarcel en Harlem todos los d~as (1972). Aqui la
denuncia anti-colonialista se halla revestida de una continua experimentaci6n linguistica y
un sentido ludico del lenguaje, supuestos fundamentales de toda su novelistica
(Figuraciones en el mes de marzo, 1970; Inventario, 1975; Mi mama' me ama, 1981).5 El
Nueva York de Diaz Valcarcel le permite ahondar en las posibilidades del lenguaje
-anudadas a la identidad cultural-, a la vez que situa la resistencia armada nacionalista en
el contexto mas amplio de la culture hegem6nica La insercidn misma del autor en la trama
-que al final retorna a la ~sla con la novela que leemos ya formada en la menteestablece
una intertextualidad y elipsis ironica que intenta atrapar al rector en la madeja histbrica.
Con el paso de los aflos, el "tremendismo" de Marques, Soto, y otros, que en un principio
fue trabajado como literature de denucia, ahora muestra las arrugas del hc nervioso,
siempre encogido hacia n mismo lado. (25)
4 Para comprender otros aspectos de la narativa de Soto, ver mas adelante "El
francotirador de Pedro Juan Soto- la crftica puertorriquena y la metaficcion", de Luz Marfa
Umpierre.
5 Ver el trabajo de Marfa Herrera-Sobek en esta seccion: "Identidad cultural e ~nteraCcion
dinamica entre texto y rector destinatano enMi rnamd rne ama".
La novela de Diaz Valcarcel , por el con trario , plantea una serie de in terrogan te s
culturales, enriquecidos por la realidad misma con el transcurso del tiempo.
Jaime Carrero es el primero que conjure el mundo isleflo y el neoyorquino en varios
poemas bilingUes, entre los que sobresale Jet neorriqueno-Neo-Rican Jetliner (1964),
estructurado en "vuelos" entre Puerto Rico y Nueva York. El ritmo del habla "neorrican", la
grafia fonetica del castellano en ingles, y a la in verse , y los m otivos del viaj e , la simul
taneidad y la esquizofren ia , an unci a n gran parse de la literature de "avanzada" que
pocos ahos mas tarde irrumpira en Nueva York, compuesta por escritores isleffos y
"neorriquehos": literature enardecida politicamente, bilingUe, en "viaje" de ida y vuelta
entre los extremos geograficos, etc. Tanto en esta obra poetica como en su teatro y
narrative, Carrero plasma el desgarramiento intemo del sojuzgado, la lucha contra la
opresi6n, y las fommas emergentes en la realidad puertorriqueha, tales como el
bilinguismo y el biculturalismo. Asimismo, las figures femeninas sostienen la coherencia
dramatica de gran parse de su teatro, proporcionandole una dimension poco usual a las
letras boricuas, pletoricas de caracteres masculinos. En el teatro neoyorquino no sera haste
la produccion abundante de Pedro Santaliz (1938- ) que volveremos a topamos con
personas femeninas que 11enen el espacio escenico. Por lo dicho, considero la obra de
Jaime Carrero como la que incorpora realmente a la literature insular la idiosincracia
"neorrican", es decir, quien muestra a traves del lenguaje la escisi6n entre el emigrado y el
is leho como la doble vertien te de una sola realidad hi s tbrica , no necesariam en te
sentenciada a la disolucidn.
Tambien existi6 un Nueva York menos desgarrado en la poesia de finales de los cincuenta,
a ralz de la muerte de Julia de Burgos y tal vez como resultado de un optimismo inicial
nacido de la puesta en marcha del Estado Libre Asociado. Para fines de esa decade, la
recien creada clase media aprovecha la relative facilidad de paso entre ambos mundos
pare lograr acceso a las manifestaciones culturales que en la isle s610 comenzaban a
hacerse accesibles Luis A. Rosario Quiles (1936- ) escribe "Imagen de la ciudad", "Noche de
agosto en Washington Square" y "Desperation", en 1958 (los dos primeros publicados en
La vida que pedi, de ese mismo aho). Son poemas de encuenu? afectivo con la ciudad y el
amor. El Nueva York de la soledad mortal de Julia de Burgos trace luger al gesto
conciliatorio, compartido asimismo por el casi inedito Jaime Velez Estrada (1936- ), quien
cierra este ciclo de aperture con Poemas del Washington Square (1959).
Jesus Coldn (1901- ), afincado en los Estados Unidos desde principios de la decade de los
veinte, comenz6 sus labores literaries haciendo traducciones al castellano del cine
norteamericano. Escribio casi toda su obra en ingles, (26) colaborando en la mayoria de las
publicaciones hispanas de la urbe. Fue columnista del Daily Worker y The Worker y un
escogido de sus columnas, unido a varies vifletas autobiograficas, completan A Puerto
Rican in New York and Other Sketches (1961), libro que funda la prose boricua en ingles,
que inmediatamente ha de enriquecer Piri Thomas (1928- ) con Down These Mean Streets
(1967), tambien autobiografica y en gran medida siguiendo la tematica basica de Coldn,
aunque en el cave de Thomas la experiencia del ghetto, brutal y desgarradora, ahoga
cualquier disquisicidn sobre el racismo (norteamericano y puertorriqueho ), que en
realidad es el fondo ideol6gico de su vida y prose. Coldn arremete contra el etnocentrismo
y los efectos devastadores pare la persona y la sociedad que este representa. Su obra nos
remite a la historia a traves de la experiencia individualizada. Tambien en el, la ideologia
anticolonialista queda patente, pues gran parse de su trabajo lo realizo expresamente con
esa intencidn.
Un obrero ilustrado, Bernardo Vega (1886-1965) traza el primer panorama hi storico- social
de l os puertorriquehos en Nueva York . Las Memorias (1972) abarcan no s610 su vida de
inmigrante -llega en 1916-, sino tambien la vida de la comunidad antillana desde
mediados del siglo diecinueve haste los aflos de la Segunda Guerra, dando noticia
-reconstruyendo- la historia de los miles de hispanos que desde trace mas de un siglo se
afincaron, fundamentalmente como obreros, en la metrdpoli. De manera limpia, directa,
documenta un compendio de historia oral, donde queda de relieve la comunidad boricua
y latinoamericana en el proceso de adaptacidn al nuevo medio, y de lucha contra las
injusticias del sistema. En este sentido, la obra es tambien un catalogo de penurias. Pero
por encima de estas y de la aparente condena a la marginalidad, brota la colectividad
trabajadora: el puertorriquefio de base, representante de la diaspora boricua. En primer
piano tambien surgen las luchas political, interpretadas desde la ideologia del autor,
forjada en el banco del tabaquero sindicalista.
Las perspectives de Coldn y Vega completan el marco de referencia histbrico literario del
pensamiento elaborado en el exilio. Durante la decade ~naugurada por Colon, surgira ya
de forma definitiva el concepto de literature (mundo) bilingae, desarrollado entre otros
por Jaime Carrero, Maria Arrillaga y el grupo de escritores nacidos en los Estados Unidos,
como Victor Hernandez Cruz (1949- ), con Snaps (1969), y Pedro Pietri (1944- ), quien a
partir de mil novecientos sesenta y siete producira uno de los cuerpos de trabajo (poesia
drama, prose) mas originales y complejos de la literature actual.
Vega, por su parse (en realidad fue a traves de los esfuerzos de Cesar Andreu Iglesias que
se ''edito" y se public6 las Memorias), le proporciona una historia escrita a la comunidad
que pare ese momento habia ya desarrollado una (27) direccion e idiosincracia unicas
dentro de la culture hegemonica. De esta manera, decia, queda enmarcado historicamente
el puertorriqueAo de base y, claro, su culture, subalterna doblemente, pues lo es en
relacion a la culture "oficial" insular, que nunca reconocio la creacion popular como
manifestacion "de altura", y en relacion a los Estados Unidos. Hemos indicado en otras
ocasiones que la literature escrita en ingles por emigrantes puertorriquefios es - junto a la
"chicana"- el ejemplo mas importante de las literatures latinoamericanas, radicado en las
clases subalternas.6 Y no es mere casualidad que sus cimientos esten echados por
Shomburgh, Colon y Vega, los tres de extraccion popular y todos comprometidos con la
nueva realidad que les toco vivir. Hasta la decade de los sesenta, la vision del mundo del
creador popular sencillamente no existia, no habia aun adquirido carte de ciudadania pare
el mundo "oficial" de la culture. En la isle, estaba relegada al espacio nebuloso del
"folklore", y en los Estados Unidos al no menos escamoteador de "literature de minorias".
Los escritores que haste esa fecha habian determinado la histora de las letras insuLares,
recogieron el clamor de la comunidad muda (analfabeta), combatiendo "en su luger" ante
las esferas del pensamiento intelectual. Por el contrario, la literature que ire haciendose
"neorrican", hablara con voz propia (aprovechada, claro esta, por los medios masivos de
comunicacidn en los Estados Unidos dentro del ambiente populista de los sesenta), y
desde los supuestos del inmigrante marginado.
La figura de Pedro Pietri (1944- ) es una de las fuerzas dominantes de la literature actual.7
Publica Puerto Rican Obituary en 1973, cuando los poemas incluidos en el libro eran harto
conocidos entre las comunidades hispanas, a traves de innumerables lectures publicas de
todo tipo (recitales, festivalcs populares, espontaneas en calles, "subways", etc.), en las
cuales participaban entre otros, Jesus (Papoleto) Melendez, Jose A. Figueroa, Etnairirs
Rivera, Angel L. Mendez e Ivan Silen. El Obituario, traducido a varios idiomas (al
castellano -varies versiones-, italiano y griego) es la piedra de toque de las letras y el sentir
"neorriquefios". Ahi salta a primer piano la miseria material del emigrante y -segun la
cotidiana de la juventud "neorrican" habia sido retratada sin retoques en Snaps, es decir,
carente tanto de exaltacidn del ghetto, como de la denuncia sin cuartel del sistema.
Otro es el cave de Miguel Pifiero. Con el asistimos a la "elevacidn" del acto criminal (con
sonoros ecos de J. Genet) y de la vida del Ghetto. Su obra principal, el drama Short Eyes
(1975; 11evada despues al cine), se adentra en el infrarnundo carcelario, donde la
brutalidad y la poesia intentan -lograndolo en ocasiones- darse la mano.
Algunos de los escritores "neorriquefios" acusan un problema de identidad cultural
manifiesto en la busqueda de raices, tanto islefias como neoyorquinas. Piri Thomas lo
habia manifestado en Down These Mean Streets, en relacidn a lo
puertorriquefio/afro-norteamericano; Miguel Algarin ("San Juan/an arrest ~Iaguayo/a
vision of Malo Dancing", pongo por cave) y Tato Laviera, en su obra teatral La carreta
Made a U-Turn, 1979, encarnan esta tendencia, sin 11egar siempre a conjurer los dos
mundos, ni resolver la encrucijada de la identidad.
La narrative de Nicolasa Mohr, indudablemente autobiografica, logra encontrar su luger
en la metrdpoli. Nilda (1973), El Bronx Remembered (1975) y In Nueva York (1977)
constituyen la labor narrative femenina de mas envergadura en la literature
puertorriquefia. La integracidn del pasado boricua con el presente norteamericano
-patente desde los titulos- no implica sin embargo un regodeo "transculturado"; mas bien
refleja una tome de posicidn (29)
con respecto a su propia realidad, ajena ya -en gran medida- a la idiosincracia islefla
actual, pero metida de lleno (como la mayoria de la mejor literature "neorrican", con Pietri
a la cabeza) en un pasado cultural que aun opera sobre ella. Sin este trasfondo cultural
isleflo, tendriamos que dejar de hablar de literature "neorriquena" pare - dando un salto
cualitativo- referirnos a unas obras -tal vez como las afro-norteamericanas- que forman
parse, aunque marginadas, del arte hegemdnico exclusivamente.
A partir de mediados de los sesenta una parse importante de las nuevas generaciones de
escritores, criticos y artistes isleffos se instal6 en Nueva York, atraidos por la creacidn de
herederas del proceso migratorio y que se ha denominado "neorrican", siendo esa creacidn
uno de los poquisimos ejemplos de un "corpus" literario elaborado desde las clases
desposeidas en las Americas, tambien por vez primeM integrado al quehacer "culto" de
los escritores isleflos en el exilio neoyorquino, formando una "diaspora literaria" que es,
en efecto, reflejo de una dispersion histbrica, anudada y salvada en parse por el trabajo
intelectual comun.8 (31)
8. Refiero al lector interesado al magnffico libro de Josefina Rivera de Alvarez, Literatura
puertorriquena, su proceso en el tiempo, Madrid, 1983, donde encontrara una amplia
bibliografia practicamente al dia.
as e Los Es tado s Uni do s , pero que han crec ido princ ipal men te fuera de Cuba.
Rodriguez Sardinas, fltilizando el de primera y segunda generacin revolucionarias
desarrollado par Goytisolo, se refiere a una primera y segunda generacin del exilio.1 La
segunda generacin incluye a Los escritores nacidos desde 1940 en adelante; en general
este grupo se considera como el ms joven de Los excritores del exilio. Sin embargo la
obra de este grupo in d i ca que es ms una obra de transicin ; y Los novisimos escri tore
s del exilio son realmente Los hijos del exilio. He escogido la fecha de nacimiento del 1949
como limite para separar al grupo ms joven, Los hijos del exilio, pares an Los de ms
edad en este grupo tendrn 35 aos. Obviamente Las agrupaciones generacionales
siempre son un poco arbitrarias y lo que separa verdaderamente a Los dos grupos son sus
textos.
Este trabajo pretende buscar la manera en que Los textos de Los escritores recrean ese
espacio donde se unen dos culturas y dos idiomas, a la vez mostrando el porqu se puede
hablar de una conciencia de exilio en Los textos de estos afltores tan jvenes. Es
importante aclarar que en este anlisis no se (103)
1 Orlando Rodrguez Sardias, "Cuba Poesa entre revolucin y exilio," Revista/Review
h~eramerica,?a IV, No. 3 (1974), 359-369.
ha trabajado con Los textos de un nmero grande de escritores jvenes que salieron de
Cuba par el Muriel en 1980. Dado que su estancia fuera de Cuba ha side limitada, todavia
no se perciben en sus textos Los mismos elementos que unen a Los escritores cflbanos
nacidos o criados en Los Estados Unidos. Sin embargo, con el paso del tiempo, y con
nuevas experiencias es probable que muchas de Las actitudes temticas y formales de
ambos grupos se asemejen.
El inters par este grupo de escritores cflbano-americanos surgi como resultado de dos
factores. Primero, la inquietud par saber quines eran Los escritores ms recientes del
exilio, qu escriblan y en qu lengua estaban escribiendo. Segundo, la falta de material
sobre este grupo me hizo ver Las dificultades con que se enfrentan estos escritores
escritores cflbanos han comenzado a explorer esta rea. Por ejemplo, el ltimo libro de
Roberto Fernndez, La vida es un special, es una serie de vietas que recrea el ambiente
socio-ling6stico de la comunidad cabana en Miami con un tone tragi- cmico muy eficaz.
Por ejemplo:
-Qu casualidad encontrarte aqu en la guagua! Me has cado del cielo. Figrate t,
que me quiero bajar en la 27 y no se lo puedo decir al guaguero. Pero bueno,
gracias al cielo que me he topado contigo.
-What?
-S, ha side la gran casualidad!
- Excuse me, I can't understand you.
-T no eres el hijo de Seraf?na? (106)
6 Ricardo Alonso, C,narrn (Connecticut: Wesleyan University Press, 1979) p. 29. 7
Octavio Armand, Biograf~'a para feacios (Valencia: Pre-Textos, 1980).
-I'm sorry, but I can't understand you.
-Clara que si understand m~, si yo he odo cuando
tu madre grita:
M-I~-U-E-L-I-T-O M-A-Q-U-I a comer.
-Please. I don't want to understand you.
-S. T mismo eres Miguelito Hernndez, el hijo de
Serafina.
-My name is Micky. I don't understand you 8
Los personajes en esta obra presentan el proceso difcil de adaptacin a una ueva cultura,
especialmente cuando se quiere retener elementos culturales y ingst?cos de la cultura de
origen. Se percibe esa bsqueda de elementos fllturales que pertenecen al pasado a Los
cuales se refiere Ortega Los iguientes versos de Ricardo Pau-Llosa tambin crean una
triste e intense magen de Miami.
Los textos de algunos escritores puertorriqueos en Nueva York, como en Los de Miguel
Algarin.
Una caracterstica de la literature de exilio que surge en el pooma de PauLlosa es la
inclusin de dos centros. "another country/ has thrown up its own parody". Para muchos
escritores el otro centro, Cuba, evoca imgenes de separacin, desilusin o desamparo.
Damin Fernndez ha escrto vanes cflentos en Los cuales Los personajes se ubican en
Cuba. Estos siempre se rodean con imgenes de ampfltaciones, prdidas o encerramientos.
En el cuento "Litany" la protagonista, Calixta, ha soportado una vida de separaciones
constantes. A Los nueve aos pierde a su madre como resultado de la Guerra de Los Diez
Aos. Ha perdido cuatro de sus hijos al exilio y uno a la prisin. Finalmente est al punto
de perder a su marido enfermo. Calixta decide encerrarse con el para morir juntas en su
case. "'No, it's better if I don't leave," she tells him...
'1'11 stay here,' she tells him once more, her brown, foggy eyes fixed, wide open, in the
snake like crack on the ceiling." 1O Los textos de otros escritores mflestran una
preocupacin con la bsqueda de identidad y de comunicacin con la isle. Sirvan de
ejemplo estos versos de Ricardo Alonso: 'me voy pa La Habana/ a divertirme/ a bailer
merengue/ que quiero morirme.../ Return/ Put it in a blue note/ But return/ a stranger
who must learn/ to chow the food again/ Put it in a blue note." 11
Las caracterstic as form ales de Los textos tambin apoyan la tem tic a de separacin,
alienacin, desamparo, desilusin, o bsqueda de identidad; sea resultado del ac o del
all, del entonces o del ahora, o de ambos. En la prose se manif?estan muchas de Las
caracteristicas de la literature del exilio sealadas anteriormente: la bsqueda de form as
culturales; Las ruptures del tiempo y el espacio que apuntan hacia la separacin del ahora
y el antes, o el ac y el all; Las imgenes de esferas, de espacios cerrados o de
ampfltaciones; Los persona)es desintegrados y enajenados; y la prdida de alga o de
alguien. (108)
9 Ricardo Pau-Llosa, Sorting Metaphors Cl allahassee: Anhinga Press, 1983), pp. 57-58.
mar y | ue quedan de recuerdo Los sonidos extraos que se oyen desde el centro de unos
~ocos que nadie entiende. Lo ms importante es sealar que a Los viejos "Los xpulsaron y
que poco a poco se les fueron cayendo Las escamas y Las aletas (109)
12 Robeno Fernndez, Cuentos sn rambo (Miami: New House Publishers, 1975)
13 Damian Fernndez, "Litany," p. 73.
y se fue perdiendo la tradicin...''l4 Aunque no se habla directamente de exilio es obvio
que existe una preocupacin con el future de una comunidad fuera de su ambiente
geogrfico, cultural y lingistico.
Otro importante en la literature de exilio es el uso de imgenes de espacios cerrados, de
prdidas o de ampfltaciones. El cuento de Damin Fernndez "In Our Town There Is a
Man Who Sleeps with Cats in the Moonlight" es un buen ejemplo de esta caracteristica. El
personaje central va perdiendo todo lo que valora. Comienza el cflento: "His pocket watch
is not there.''ls Y contina con la prdida de su esposa, su anillo de bode, su sombrero, sus
sandalias, sus espejuelos y finalmente la llave de su case. La palabra "ampfltar" se
menciona con relacin al sombrero perdido. "Although he doesn't wear it anymore, he still
feels it on his head. Like an amputated arm or leg.''l6 An cuando el tema del cuento no se
acerque a la problemtica del exilio, el personaje con su crisis y Las imgenes apuntan
hacia la prdida de un hogar y de una cultura. En general, se advierte en la prose el uso de
sitemas lingisticos que refuerzan la temtica de separacin, soledad y desgarramiento.
A diferencia de la poesia de Los escritores mayores del exilio, en la poesfa de Los afltores
ms jvenes raras veces se dun alflsiones nostlgicas del pasado, la niez o la naturaleza
cubana. No obstante, se advierte una conciencia de exilio y una preocupacin con la
dflalidad cultural y lingistica en la repeticin e insistencia en varies elementos: la
carencia, la fuga, la oposicin de tiempos, el desamparo, y la desilucin. Los siguientes
versos de Esperanza Rubido evocan la bsqueda de raices culturales.
Las hojas se crispan en,nis carnes
y arden en su propia sed.
un sistema de signos relacionado con la violencia a otro que rene aspectos ms pacficos.
En un campo semntico se encuentran Los vocables: violence, rage, peril, war, blood, lust,
defeat, plunge, torn, aborting crack, push, killer air, menacing sun, crime, jolt, shooting; en
el otro ~campo: serene, peace, sleep, dreams, close eyes, beauty, warm water, caress
oneyed. La cause de estas asociaciones reside en el pasado. En varies poemas asocia la
violencia con Los antepasados. "But soon, the past blood will ~circle usJ the ancestors that
murmur our dreams to rage."20
La imagen del vuelo en fuga tambin es esencial en la poesfa de Paulosa. Casi siempre el
vuelo es un caer, un hair: "al caer," "huyendo," "m~ aide," "su fuga," "dropping," "plunge,"
"will fall," "descienden," "beneath,"
~e descend." Como en la poesfa de Armand, el tema del exilio no aparece ~rectamente, ni
ninguna alflsin nostlgica al pasado o a la naturaleza. No bstante, se advierte una
conciencia de exilio en la repeticin de varies lementos: la carencia, la fuga, la oposicin
de tiempos, el desamparo y la (111)
17. Esperanza Rubido, "Exilio," Antolog~a potica hispanoarnericana (Buenos Aires: undo
Ed~tonal Bonserense, 1978), p. 485.
18. Armand, p. 42
19. p.ll5.
20. Ricardo Pau-Llosa, "Four Poerns,"The Beloit Poetry Journal XXX, 3 (1980),16.
desilusin. Aunque estas actitudes, como Las de Armand y de Los otros poetas jvenes
cflbanos, se dun en la poesa de mflchsimos poetas mflndialmente, la reiteracin y
concentracin de estos elementos justifica hablar de una conciencia de destierro en su
poesa.
En Los escritores hijos del exilio, no se da una evocacin nostlg?ca, s?no una bsqueda
de respuestas a la condicin par media de nuevas imgenes, y con el uso de un nuevo
idioma o la mezcla de dos. El problema de la lengua tiene su nivel pragmtico como su
nivel personal. Se puede utilizar el idioma como un para acercarse major a la experiencia
cultural, como lo utiliza Roberto Fernndez en su libro o Damin Fernndez en algunos de
sus cflentos en Los que Los personajes cambian de una lengua a otra. La eleccin tambin
puede ser en respuesta a una bsqueda par identidad cutural o lingustica. En ese case el
bilingismo puede servir como una reafirmacin cultural. El poema "Home" de Gustavo
Prez Firmat mflestra la preocupacin con el problema de la lengua:
Give a guy a break.
Takle him back, let him step
on sail that's his or fecls his,
ler him have a tongue,
a story, a geography.
Ler him not trip back and forth between
bilingualisms,
hyphens,
explantaions.
As it is, he's a waLking-taLtcing bicameral
page,
two hemispheres and neither one like the
other.
Ambidextrous.
Omnipossibilist.
Mulvocal.
Let him stop having to translate himself
to himself
endlessly.
Give the guy a break,
crease him, slip him in an envelope,
adaress it, (112)
and let him go
Home.21
Algunos de Los afltores han comenzado a escribir solamente en ingls, como Ricardo
Pau-Llosa en su libro Sorting Metaphors. Otros fltilizan el expaol. Segn el linguista
Carlos Sol, para Los jvenes, el espaol con s tituye un pun to de referencia positive . "
Con scientes de Las circunstanc ias que Los llevaron al exilio y concientes tambin del
fuerte sentimiento de lealtad a Las tradic iones e insti tuciones de s us antecesores , tal
como perdura en s us hogares, no es de extraar entonces que para ellos el espaol sea
smbolo y vehculo integral de su herencia hispnica."22
En ambas lenguas la lecture de Los textos de estos escritores indica que si existe tal
categora como una literature de exilio, entonces sus textos pertenecen a sta. Algunos se
preguntarn cmo es posible que estos individuos criados o nacidos fuera de Cuba
puedan tener conciencia de exilio. La respuesta reside en su participacin dentro de una
comunidad de exilio que mantiene fuertes vnculos con la sitflacin cubana. Adems, la
llegada de nuevos escritores jvenes exiliados mantiene la problemtica vigente. Aunque
Los escritores cflbano-americanos comienzan a utilizar el ingls macho ms y aunque se
enfrentan a nuevos problemas sociales y culturales en el presente que forjan una nueva
identidad, todava se percibe una voz, conciente o subconciente, en el destierro. Los textos
de estos escritores reflejan la bsqueda de formas, imgenes y temas que permitan crear
esta nueva experiencia dentro de dos culturas. Sus textos son de gran valor y exigen ms
atencin de la que han recibido haste el momento.
BIBLIOGRAFIA SELECTA
Alonso, Ricardo, Cirnarrn. Connecticut: Wesleyan University Press, 1979. Armand,
Octavio. Biografa para feacios. Valencia: Pre-Textos 1980.
Avellaneda, Andrs. t'Exilio y literature latinoamericana." Point of Contact 34 (1981), 81-92.
Femndez, Damin J. A View from Within: The Interrelationship of Creative Writing and
Society in Cuba and Puerto Rico (1959-1979). Thesis for Degrce of Master of Arts,