09425513032018literatura Hispano-Americana III Aula 02

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Aula 2

LA DÉCADA DE 1940-1950:
LOS RIOPLATENSES
Meta
Demostrar a los alumnos como un determinado grupo de autores rioplatenses contribuyó
para la promoción de las letras hispanoamericanas entre las décadas de 1940-1950.
Asimismo, apuntar como cierta visión de su tiempo permitió que los escritos de esa
generación aportaran a los inicios de la llamada Nueva Narrativa Hispanoamericana,
influenciando, incluso, a autores de lo que vendría a ser el Boom.

Objetivos
Al final de esta clase el alumno deberá ser capaz de:
Identificar los rasgos diferenciales de dicha generación literaria.
Saber ver de qué modo el contexto social rioplatense de aquellos tiempos influye en la
escritura de los autores aquí trabajados.

Prerrequisitos
El Realismo y los movimientos de Vanguardia, en Literatura Hispanoamericana II. La clase
anterior, sobre las décadas de 1940-1950.

Alessandra Corrêa de Souza


Luciano Prado da Silva
Literatura Hispano-americana III

INTRODUCCIóN

De acuerdo a lo que expusimos la clase anterior, la nueva narrativa


hispanoamericana tiene en la década de 1940 especie de fecha cumbre, pre-
sentando cambios temáticos y estructurales que se extenderán por los años
de 1950. Dentro de ese contexto de producción literaria, una determinada
región se vuelve como uno de los centros de dicho cambio, al concentrar
su visión del mundo de entonces a partir de su locus de expresión.
Los autores en cuestión son, en su mayor parte, argentinos. Pero,
también aportarán sobremanera a la calidad de esa generación los uru-
guayos Felisberto Hernández y Juan Carlos Onetti. Sin embargo, el paso
de la generación anterior, más bien anclada en lo regional, hasta las lacras
citadinas y el cuestionamiento social y a la vez metafísico, este paso lo dará
el argentino Roberto Arlt.
Si bien tiene la parte más grande de su producción dentro de los años
1930, Arlt será este puente hacia los rioplatenses de los 1940-1950. Uno
podrá incluso decir: sin él no habría la nueva manera hispanoamericana
de narrar que desemboca en la escuela aquí en epígrafe y por ende en las
inmediatamente posteriores. ¡Adelante, pues!

Arlt: ¿el antecesor de


toda una generación?
El argentino Roberto Arlt (1900-1942) es de esas personalidades inquie-
tas que trágicamente (muere de paro cardíaco) nos dejan temprano, pero
no sin antes haber dejado larga y relevante obra. En una de sus Aguafuertes
Porteñas (serie de crónicas periodísticas que publica desde los 1930, sobre
el cinismo de la clase media de Buenos Aires), el autor escribe que

Mientras que la novela moderna ha tratado de determinar los más


finos movimientos atómicos del alma de los personajes (…) los
físicos modernos, tratando de determinar la arquitectura del átomo
(…) han corrido aventuras materiales cuya repercusión (…) ha tenido
consecuencias que ningún novelista ha conseguido describir aún, ni
ha tentado novelar (…) La aventura es (…) descubrir el modo de
sustraer un electrón de un átomo de helio en el mismo momento de
besarse a una mujer (ARLT, [1941] 1994, s/p.)

Esa crónica Arlt la escribe en respuesta a una polémica con Ortega y


Gasset en torno a los rumbos de la novela moderna. Y es así que, al pa-
recer de muchos críticos y autores, es el propio Roberto Arlt quien inicia
esa misma novela moderna, novela sobre la modernidad de y en Buenos
Aires, en Hispanoamérica. En su corto periodo de vida, Arlt fue autor de

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tres compilaciones de cuentos, ocho piezas teatrales y, además de las ya
mencionadas Aguafuertes, de cuatro novelas: El juguete rabioso/La vida puerca
(1926), Los siete locos (1929), Los lanzallamas (1931) y El amor brujo (1932).
Los enredos caóticos de las narrativas que compone traen personajes de
la escena capitalina de una Buenos Aires cosmopolita en sus muchos ha-
blares, entre los que se destaca el lunfardo de los inmigrantes italianos, de
una clase media que encubre sus lacras y disfraces, a la vez que hombres y
mujeres entre el pesimismo y el escepticismo. Asimismo, el tono narrativo
es a lo más cínico, cargado de ácida ironía, entre la bufonería, lo grotesco
y la crueldad. Cuestiona también instituciones como el casamiento y la
sociedad porteña moderna, de los negocios inescrupulosos.
Parece de hecho así inaugurar la narrativa de temas modernos, espe-
cialmente en estas bandas platinas, y encuentra espacio, entre los viajes de
algunos personajes agentes de mujeres y sus prostitutas, para presentar a
sus lectores descripciones entre modernistas y vanguardistas de su Buenos
Aires, la cual veía como

Distancia encajonada por las altas fachadas entre las que parece flotar
una neblina de carbón. A lo largo de las cornisas, verticalmente con
las molduras, contramarcos fosforescentes, perpendiculares azules,
horizontales amarillas, oblicuas moradas. Incandescencias de gases
de aire líquido y corrientes de alta frecuencia (…) Ómnibus verdes
trepidan sordamente lienzos de afirmados y cimientos. Por encima
de las terrazas plafón de cielo sucio, borroso (…) La luna muestra
su borde de plato amarillo, cortado por cables de corriente eléctrica.
(ARLT, [1933] 2013, p. 4)

De ahí que, desde los años 1930 hasta los inicios de los 1940, cuando
muere, Roberto Arlt cuestionaba la forma correcta de narrar a la modernidad
platense, trastocándolas ambas y, sin par a dudas, interfiriendo sobre la ma-
nera de contar de los que vendrían; ya fuese para servir como contrapunto,
en el caso de Jorge Luis Borges; ya fuera para influenciar más directamente,
al anunciar la crisis espiritual de su época, como en sus reflejos en Eduardo
Mallea. ¡A verlos, pues!

Jorge Luis Borges (1899-1986)

Su cuento “El jardín de los senderos que se bifurcan” (1941), junto a


la compilación de cuentos Ficciones (1944), son considerados un hito en el
proceso hacia la consecución de la nueva narrativa hispanoamericana. En
este Borges de los 1940 tenemos agnosticismo, a la vez que escepticismo.
Concibe al hombre como un ser misterioso, tanto como el universo. Al
mismo paso que la verdad es de difícil comprensión eso abre margen a que
todo pueda ser posible, a que toda explicación, lógica o ilógica, pueda ser

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Literatura Hispano-americana III

verdadera. En su narrativa todo es pasible de conjeturarse, por lo que hay


cierto misterio entre el mundo y la realidad que permite poner por tierra
antiguas certezas basadas en la razón (SHAW, 2005).
El tiempo es un capítulo aparte en la narrativa borgiana, siendo como
una manera de dar orden a la realidad. En el ya mencionado “El jardín de los
senderos que se bifurcan”, hay multiplicidad en las secuencias temporales,
divergentes, convergentes y paralelas entre sí. Habrá cuentos en los cuales
el tiempo se detendrá, mientras que en otros aparecerá la idea del tiempo
circular. Tal preocupación con el tiempo será fundamental en la nueva novela
latinoamericana, algo llevado a la escritura por Borges.
Desde Schopenhauer trae la visión de que la historia universal está
en todo ser humano. Con todos esos aspectos, Borges logra impactar la
construcción de la nueva novela latinoamericana. Las novedades temáticas y
técnicas ya existentes en autores como, por ejemplo, Macedonio Fernández,
Arlt, Asturias y Onetti se exacerban, llegan a la cumbre en Jorge Luis Bor-
ges. En él, fantasía y cierto humor inglés, influjo de su largo conocimiento
de la literatura británica, en él también la filosofía. En él nace el Realismo
Fantástico en la literatura latinoamericana, y su concepción circular del
tiempo influenciará a autores como Julio Cortázar.

Leopoldo Marechal (1900-1970)

En su novela Adán Buenosayres (1948) hay el uso de novedosos recursos


humorísticos, los cuales se volverían bastante usuales en la nueva narrativa
latinoamericana. El tema central de esa novela del autor argentino es la
busca de una contestación a la angustia de la existencia, representada por un
viaje de ida y vuelta a Villa Crespo, Buenos Aires, como parte del itinerario
espiritual del protagonista Adán.
Hay en Adán Buenosayres riqueza verbal y expresividad bastante barroca
(JOZEF, 2005). Con esa novela, Marechal deja enmarcado su rechazo al
nacionalismo todavía en boga, cuestionando la novela tradicional y, por ende,
abriendo espacio para la nueva novela (SHAW, 2005). Además, trabaja con
multiplicidad de asuntos, personajes y perspectivas, con rasgos satíricos y
simbólicos, lo que demuestra la calidad de su imaginación creativa (JOZEF,
2005). A continuación, les dejamos con la descripción entre el irónico, el
burlesco y el grotesco de múltiples voces que resuenan desde las calles, a
perturbar la pereza del poeta protagonista Adán:

¡Númenes de Villa Crespo, duros y alegres conciudadanos; viejas


arpías gesticulantes como gárgolas, porque sí o porque no; malevos
gruñidores de tangos o silbadores de rancheras; demonios infantiles,
embanderados con los colores de River Plate o de Boca Juniors;
carreros belicosos que se agitaban en lo alto de sus pescantes y
se revolvían en sus cojinillos, para canturrear al norte, maldecir al

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sur, piropear al este y amenazar al oeste! ¡Y sobre todo vosotras,
muchachas de mi barrio, dúo de taconeos y risas, musas del arrabal
con la tos o sin la tos de Carriego el poeta! Bien sé yo que si trepando
la escalera del número 303 se hubiesen asomado todos ellos a la
habitación de Adán Buenosayres, la presencia del héroe dormido
les habría inspirado un generoso silencio (…) (MARECHAL, [1948]
1994, p. 152-3).

Eduardo Mallea (1903-1982)

Este autor argentino tiene como imperativos lo que sigue: incorporar


a la novela la crisis espiritual del hombre de su tiempo (influjo arltiano), a
la vez que practicarla desde una modernización de la técnica de narración,
algo que le permite adaptarla al contenido central (SHAW, 2005).
Sus temas son: la procura por un sistema de creencias e ideas que den
dirección a la vida, temática trabajada en su novela La bahía del silencio (1940);
la soledad, la orfandad del hombre en un mundo sin sentido, como en la
novela Todo verdor perecerá (1943); y el problema de la Argentina que le
duele a sus sujetos, reforzando el tema de angustia espiritual (SHAW, 2005).
Fue, además, un gran cultivador de la novela psicológica Latinoamérica.

Ernesto Sábato (1911-2011)

La temática principal de ese autor argentino será el mal, justo en un


mundo en que se borran las distancias entre bien y mal (SHAW, 2005). Prac-
tica la novela metafísica y sicológica a la vez. En cuanto a lo metafísico, por
culpa de una época en que predominan la ciencia y la tecnología, el hombre
de su tiempo vive una crisis espiritual (SHAW, 2005). Lo que ocurre en esa
mezcla llevada a cabo por Sábato en ese tipo de novela reflejaría lo ilógico
y caótica de y en la realidad moderna. Dicho caos contamina, toma cuenta
de la realidad interna del enredo al borrar la objetividad de la narración,
a la vez que no se respeta el tiempo cronológico. Además, logra imprimir
cierto tono triste, a través de un estilo simple y límpido que le permite pasar
al lector tal sentimiento.
Todas esas marcas estarán en su exitosa novela El túnel (1948), con la
cual llega a recibir reconocimiento internacional como, por ejemplo, el de
Thomas Mann y Albert Camus. De trama que se acerca a lo policiaco, la
vida es representada como un túnel oscuro y solitario y el caos mental de
los personajes simboliza el caos de la existencia (SHAW, 2005). En dicha
novela acontecerá un asesinato, pero la manera circunspecta, sombría como
la trama se desarrolla es lo que prende el lector.
Desde el principio, llama la atención el epígrafe de apertura: “…en
todo caso, había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío” (SÁBATO, 1948,

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Literatura Hispano-americana III

p. 3). Está listo así el terreno para que adentremos los oscuros túneles que
llevan al narrador, el despreciado pintor Juan Pablo Castel, a matar la única
persona que admira y comprende sus pinturas, María Iribarne. De ese modo,
pasamos al inicio de la narración del protagonista Castel:

Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María
Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que
no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona.
Aunque ni el diablo sabe qué es lo que ha de recordar la gente, ni por
qué. En realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva,
lo que quizá sea una forma de defensa de la especie humana. La frase
“todo tiempo pasado fue mejor” no indica que antes sucedieran
menos cosas malas, sino que —felizmente— la gente las echa en el
olvido. Desde luego, semejante frase no tiene validez universal; yo,
por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los hechos
malos y, así, casi podría decir que “todo tiempo pasado fue peor”, si
no fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado;
recuerdo tantas calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas
malas acciones (SÁBATO, 1948, p. 4).

La obscuridad de los sentimientos estará en la trama, al mismo paso


que se plantea eso como producto de la Argentina de entonces. Asimismo,
formarán parte de ese viaje por los túneles oscuros de la mente humana la
explotación del mal y de la incomunicación y soledad como temas narra-
tivos. Sábato seguirá escribiendo con éxito por largos años, pero sin par a
dudas forma parte del cambio de la nueva narrativa latinoamericana desde
los fines de los 1940.

Felisberto Hernández (1902-1964)

Este autor uruguayo, si bien no obtuvo gran reconocimiento como


músico (era pianista) y escritor, era considerado en su círculo de amigos
(entre los que estaba el exitoso Juan Carlos Onetti) de los mayores nombres
de la literatura de Uruguay. Lleva la música que abandona como labor hacia
cuentos por intermedio de los cuales inicia caminos nada comunes para la
época. Llena sus narrativas de lúdica ironía, con actitud crítica, reduciendo
la realidad al borde de lo absurdo, del misterio y de lo fantástico. Tiene larga
producción, incluyendo a la compilación Libro sin tapas (1929), titulado de
esa manera por de hecho ser sin tapas.
Por largo tiempo, no obtiene de la crítica el mismo fervor receptivo de
sus amigos. Sin embargo, es uno de esos que se agradan de sus escritos el
responsable por poner orden a una serie de textos y tachaduras compuestas
en un diario de F. Hernández hacia 1957. Esos textos, redactados a mano
o a máquina, son recolectados por el intelectual uruguayo José Pedro Díaz

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y salen en edición póstuma. A él Hernández le llamó Diario del sinvergüenza,
y nos quedamos con su empiezo suelto, un lío intencional del yo, de la
persona, de los límites entre persona y personaje, expresado con bastante
sentido de humor:

Una noche el autor de este trabajo descubre que su cuerpo, al cual


llama “el sinvergüenza”, no es de él, que su cabeza, a quien llama
“ella”, lleva, además, una vida aparte: casi siempre está llena de
pensamientos ajenos y suele entenderse con el sinvergüenza y con
cualquiera.
Desde entonces el autor busca su verdadero yo [y escribe sus
aventuras.
F.H.
Nota: El autor persigue a su yo todos los días, pero solo escribe
algunos; estos se distinguen por números y no por fechas. La forma
es de diario] (HERNÁNDEZ, [¿1957?] 1988, p. 186)

“Retrato de Felisberto Hernández”. Disponible en: http://cvc.cervantes.


es/literatura/escritores/fhernandez/. Accedido el: 18/07/2016.

Juan Carlos Onetti (1909-1994)

Las obras del uruguayo Juan Carlos Onetti, como, por ejemplo, Tierra
de nadie (1941) y La vida breve (1950) reflejan en sus páginas una realidad de
extrema amargura. Tiene él influjos del Surrealismo y de Céline, también
de Faulkner. Así, parece inaugurar en Latinoamérica un modo novedoso

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Literatura Hispano-americana III

de narrar, mezclando lo objetivo con lo subjetivo de los sueños, anhelando


establecer otra dimensión de la realidad, por lo que logra crear un mundo
propio de múltiple significación (JOZEF, 2005). Crea un ambiente de soli-
tarios en torno a una atmósfera sombría. Explota asuntos como la disemi-
nación de la prostitución, el alba de la nueva burguesía en Latinoamérica
y el proceso de urbanización representado por una ciudad imaginaria a las
orillas del Río de la Plata (JOZEF, 2005).
Su primera novela es El pozo (1939), la cual algunos críticos conside-
ran como la partida para la novela contemporánea. Es por primera vez
que estructura y crisis de los personajes siguen paralelos. Se propone en
ella algo de presentación del misterio del acto de creación haciéndose que
el narrador-personaje establezca por si solo el plan de la narración, pul-
verizando la imagen común del narrador (JOZEF, 2005). Hay todavía la
puesta de inversión de los valores cristianos, la representación de un total
escepticismo, en el rechazo del prójimo y en la vida sinsentido que llevan los
personajes. Esos parten de una blanda desesperanza para a nada llegaren,
buscan la salvación o la simple aceptación de la vida (SHAW, 2005). De esa
obra, destacamos su fragmento inicial:

HACE UN RATO me estaba paseando por el cuarto y se me


ocurrió de golpe que lo veía por primera vez. Hay dos catres, sillas
despatarradas y sin asiento, diarios tostados de sol, viejos de meses,
clavados en la ventana en lugar de los vidrios. Me paseaba con medio
cuerpo desnudo, aburrido de estar tirado, desde mediodía, soplando
el maldito calor que junta el techo y que ahora, siempre en las tardes,
derrama adentro de la pieza. Caminaba con las manos atrás, oyendo
golpear las zapatillas en las baldosas, oliéndome alternativa¬mente
cada una de las axilas. Movía la cabeza de un lado a otro, aspirando,
y esto me hacía crecer, yo lo sentía, una mueca de asco en la cara.
La barbilla, sin afeitar, me rozaba los hombros.
Recuerdo que, antes que nada, evoqué una cosa sencilla. Una
prostituta me mostraba el hombro izquierdo, enrojecido, con la piel
a punto de rajarse, diciendo:
—“Date cuenta el serán hijos de perra. Vienen veinte por día y
ninguno se afeita”.
Era una mujer chica, con unos dedos alargados en las puntas, y lo
decía sin indignarse, sin levantar la voz, en el mismo tono mimoso
con que salu¬daba al abrir la puerta. No puedo acordarme de la
cara; veo nada más que el hombro irritado por las barbas que se le
habían estado frotando, siempre en ese hombro, nunca en el derecho,
la piel colorada y la mano de dedos finos señalándola. (ONETTI,
[1939] 2016, s/p)

Esos personajes de tipo fracasados y fatalistas vuelven a merecer des-


cripción en las páginas de La Vida breve (1950), donde se abre el mundo

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de Santa María, la cara escondida de la vida urbana, en sus “vidas breves”,
solas y vacías (JOZEF, 2005). Otorga al lector un mundo novelesco trans-
cendente, donde la vida es sueño de otro sueño y los personajes despiertan
nada más que para otro sueño. La caracterización de Santa María volverá en
obras futuras, amén de otros personajes. No obstante, la marca de crítica y
transcendencia, el inicio de una nueva visión en términos de novela Onetti
ya había logrado obtener de los fines de los 1930 hacia 1950.

“Portada de la primera edición de El pozo de Onetti”. Disponible


en: http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/onetti/biblio-
grafia/obra_pozo.htm. Accedido el: 18/07/2016.

Conclusión

Los años de 1900 se abren en la América porteña y montevideana como


puertas para el progreso, con la apertura a la llegada del inmigrante europeo
y poco a poco la modernidad se presenta a esas capitales. Sin embargo, los
advenimientos de la Primera Guerra, el Entre Guerras, el crack de las bolsas
y la Segunda Guerra Mundial trajeron nueva oleada inmigrante hasta esas
bandas (la oriental y la porteña) que llegaron a juzgarse casi europeas, tanto
por la gente que recibe, como por la competencia par a par de sus impor-
taciones o por su clima. Estas nuevas oleadas asociadas a los desastrosos

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Literatura Hispano-americana III

eventos mencionados pusieron tanta modernidad en jaque, revelando las


lacras multifacéticas y plurilinguísticas del lío urbano.
Más allá del desgastado nacionalismo y caduco regionalismo en la
literatura, un conjunto de autores percibió que tales tiempos necesitaban,
implicaban nueva manera de contar y de hacer novelas. Pero su rol no se
limita al ámbito rioplatense. No. Hablando, reflejando, representando lite-
rariamente lo suyo esos autores logran crear algo mayor que hable junto al
hombre contemporáneo y (super)viviente de y en la conflictiva modernidad
latinoamericana.
Ese éxito de los cuentistas y novelistas de las décadas de 1940-1950
no es mentira decir que empieza en Roberto Arlt, quien “contamina” con
su visión irónica, pesimista y de crítica de la urbanidad y de la clase media
porteña a autores de su lado y de la banda oriental del Río de la Plata. Si
bien, Borges difiera de Arlt en mucho, así como el Realismo Fantástico de
aquel estará más tarde en Cortázar, por ejemplo, Roberto Arlt también es
sumamente elogiado por el mismo Julio Cortázar, un su lector.
Al fin y al cabo, quizás podamos decir que sin Arlt no habría la ge-
neración rioplatense de los 1940-50; y luego no habría la nueva narrativa
latinoamericana; hasta que, por consiguiente, no llegaríamos al Boom.
Fueron estupendos los rioplatenses de aquellos años.

Resumen

Partimos en esta clase de la contextualización de la escuela estudiada,


desde los aspectos conflictivos de la modernidad latinoamericana. Luego,
estudiamos algo de un autor precedente a dicha escuela rioplatense de
los 1940-50, es decir, Roberto Arlt. En seguida, estudiamos importantes
nombres del período, con énfasis en algunos fragmentos que nos acercara
de la importancia de esos escritores para la narrativa contemporánea de
América Latina.

Actividad
Como actividad, recomendamos la adquisición de las traducciones As
feras y La vida puerca, cuentos y novela de Roberto Arlt. No se pierde nada
de la literatura del autor con las excelentes traducciones de las obras. Por
el contrario, presuntas dificultades léxicas del lunfardo arltiano se esfuman
dadas la calidad de las ediciones en portugués. Verán ustedes que el autor

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La Década de 1940-1950: los rioplatenses Aula 2
argentino se acerca en algunos tonos temáticos y narrativos a cierto autor
brasileño de la obra A vida como ela é.

Comentario de la Actividad
Asimismo, en otro campo de la narrativa de los años cuarenta/
cincuenta está Jorge Luis Borges, por lo que recomendamos la lectura
de su sin igual Ficciones, un hito de la nueva narrativa.

Autoevaluación

¿Qué has aprendido en esta clase? ¿Eres capaz de desarrollar razo-


namientos, ya sean por escrito u oralmente, respecto al contenido
presentado? Escribe algo sobre el contenido de sus conocimientos en
el cuadro que sigue.
¿He logrado comprender las ¿Logro observar que hay más coinci-
correspondencias entre la dencias que propiamente distinciones
narrativa de Roberto Arlt y la entre la narrativa de esos autores,
de los demás rioplatenses del como parte de nuevo entendimiento
periodo estudiado? del mundo a su alrededor?

Próxima clase

La próxima clase nos vamos al Neoindigenismo en la literatura hispa-


noamericana. ¡Hasta pronto!

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Literatura Hispano-americana III

Referencias

ARLT, Roberto. Cuentos y aguafuertes. Selección y prólogo de Victoria


Rigiroli. Buenos Aires, 2013. Disponible para lectura parcial en: https://
books.google.com.br/books?id=Sf08AAAAQBAJ&pg=PT46&lpg=PT
46&dq=roberto+arlt+distancia+encajonada+por+las+altas&source=bl
&ots=aCUvvC7CcQ&sig=N-KUoUY99OMu_ItJ0TlPrdc1lZ0&hl=pt-
-BR&sa=X&ved=0ahUKEwjyqbqWnr_OAhVLF5AKHQH6BZ0Q6AE
IHjAA#v=onepage&q=roberto%20arlt%20distancia%20encajonada%20
por%20las%20altas&f=false. Accedido el: 18/07/2016.
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SHAW, Donald L. “El novelista hispanoamericano y sus imperativos. Re-
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