Espinosa Koremblit
Espinosa Koremblit
Espinosa Koremblit
Rodolfo Espinosa
Marcos Koremblit
Ya se ha dicho que la televisin llev el espacio pblico al living del hogar. Las divas resultan una propuesta
identificatoria.
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Sabamos que las identificaciones no respetan la temporalidad y el espacio de la racionalidad conciente. Que la colegiala que
describe Freud en la identificacin histrica se conecta con un enamorado que est tan lejos y que ni conoce. No es nuevo como
fenmeno psicolgico. Sin embargo la magnitud que alcanzan estos fenmenos con los avances tecnolgicos era impensable. Por
supuesto ya la carta era un gran salto y de ella se benefici la identificacin de la colegiala en cuestin, pero todo por aquel
entonces cambiaba a un ritmo que permita que algunas generaciones se identificaran con el fenmeno. Ahora la velocidad de los
cambios es tal, que an dentro de la misma generacin podemos diferenciar los de la era de tal juego de los de la otra, o los del
MSN y los de Facebook.
Una definicin que Aries hace de lo privado, es el del lugar al que el pblico no tiene acceso intentando mostrar
lo difcil y hasta ingenuo que resulta tal definicin en tanto es precisamente lo privado aquello a lo que el pblico
intenta acceder, y que de hecho algunos logran.
privado pero no todo lo privado es ntimo. Lo ntimo conserva una cierta raz corporal.
ntimo encuentra races comunes con intestino.
Ya Montaigne estudi las costumbres ms bsicas e intestinales, ntimas,
construidas en cultura. Lo que nos parece eterno tambin en este terreno parece no
haber estado siempre. Lo que suponemos eterno, parece, slido, esencial. Lo que
construye la cultura parece muchas veces arbitrario. Buuel quiso afirmarlo,
probablemente, cuando en El discreto encanto de la burguesa, se renen para
defecar y se esconden para comer.
Si el pudor protege la intimidad, al cambiar los modos y las modas, el yo
tambin cambia las fronteras del pudor? La intimidad adquiere otras formas?
Cierta organizacin familiar, es producto de determinadas circunstancias
sociales. A partir de la revolucin industrial, con las formas predominantemente
urbanas de la modernidad, la nocin de familia tom el modo que todava forma parte
de los ideales de nuestra poca. Menos comunitaria, ms recortada segn formas de
transmisin patrimonial, se fue articulando con el desarrollo del capitalismo.
Aries
Desde otro vrtice, en el mismo libro, Gerard Vincent define la vida privada como aquella que escapa a las
normas jurdicas haciendo peso en el papel del control por parte del Estado en relacin a esta temtica. (Aries,
1987).
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El gusto por la soledad adems no era bien vista; la peor de las pobrezas era el aislamiento se deca hasta
entonces.
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En otros sectores sociales a su vez tener una vida privada es considerada un privilegio de clase.
En el siglo XX, sobre todo a partir de las dos postguerras mundiales, vara el
reparto de poderes entre el marido y la mujer. Durante la primera mitad del siglo no se
pona en duda la autoridad de los padres. Los hijos no tenan derecho a llevar una vida
privada6 que no estuviese autorizada por los adultos. Alguna vez la nocin de
intimidad apenas tena sentido. 7 (Aries, 1978).
En la segunda mitad del siglo XX los jvenes -que empiezan a ser llamados
adolescentes- reclaman una vida privada autnoma dentro de la vida familiar.
Aparece un fuerte conflicto inter-generacional. Comienzan a aparecer luchas de poder
dentro de la familia misma. Antes el control por parte de la figura del padre -o las
instituciones que lo encarnaban- resultaba incuestionable. La autoridad parental
aparece entonces como arbitraria, vaciada de contenido, pierde la facultad de dirigir las
tareas familiares8.
El individuo intenta separarse de la vida privada-familiar yendo en busca de una
forma de vida privada individual. Siente que la vida familiar lo ahoga. Cada individuo
pretende, entonces, su propia vida privada y la familia importa en funcin de su
contribucin al pleno desarrollo de las vidas privadas individuales (Aries, 1987).
Algunas nociones de espacio familiar que hoy en da sentimos naturales se
incorporaron tambin en la segunda mitad del siglo veinte. En la post-guerra a partir de
la intervencin del estado muchos sectores accedieron a la vivienda propia. El que
cada uno de los chicos tenga su propio cuarto de los sectores medios, demuestra un
El control de las relaciones de los nios se extenda naturalmente al correo: leer sus cartas no era solamente una
costumbre, sino tambin un deber cuando se los quera educar adecuadamente, hecho que se extenda tambin a las
autoridades de los internados (Aries, 1987).
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Para Aries en lo que hace a las relaciones sexuales algunas veces tena lugar en las mrgenes tanto del espacio
privado como del pblico, los hijos compartan las camas entre ellos y con los padres y el problema de la educacin
sexual slo se plantea a partir de los aos 1960.
Los padres de antao eran autoritarios por necesidad tanto como por costumbre: cuando amenazaba la tormenta
no se le peda opinin a los hijos para hacerles entrar el heno y era necesario que alguien fuese a buscar el agua, la
madera, etc. La necesidad tena fuerza de ley (Aries, 1987).
La intimidad y la escritura
Es curioso el escaso sentimiento de vivir que tengo
cuando mi diario no recoge el sentimiento. Virginia Wolff
Comentarios
ngela resulta parte de la muchedumbre solitaria (David Riesman, Bs.As.
Paids 1971), forma frecuente de la vida urbana actual. Muchas veces sinti que
lograba con Pablo un clima de intimidad.
cambio, con una sensacin de inquietud. No saba bien porqu. Hoy en da sus amigas
no juzgaran su conducta como inadecuada. Entre el aislamiento y la fusin, muchas
veces, la intimidad es un instante. Internet permite estados de proximidad, que algunas
personas valoran particularmente, en tanto las libera de la asfixia a la que somete la
rutina. Pero tambin temen sus excesos. 10
Internet ha despertado una enorme polmica. Siendo una herramienta tan
poderosa y sorprendente, no podan no pasar por su espacio las representaciones de
muchos de los cambios de nuestra poca. Sin embargo, no todo lo que trae el ro forma
parte de l. El capitalismo, segn su forma de economa de mercado, condiciona
mucho de lo que algunas veces se le atribuye.
s cierto, Internet ha creado un nuevo espacio, subvirtiendo la relacin espaciotiempo conocida. En l conviven distintas prcticas. Algunos resaltan la recuperacin
de la escritura, otros el predominio de lo efmero y de la imagen.
cluhan impuso el aforismo el medio es el mensaje. Pero, cmo interpretar
Internet a la luz de lo planteado por Mcluhan? Es un mismo y nico medio? En su
interior conviven distintos lenguajes y distintos usos? Si como Mcluhan plantea, algo es
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Al escucharla no podemos olvidar los ejemplos que cita Sherry Turkle en los alguien a travs del sexo virtual logra
avanzar sobre zonas de conflicto corporal que antes recubra de forma impostada, para despus poder volver a lo
llamado real, de una forma que siente ms verdadera.
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Algunos fenmenos sociales que hoy solemos observar en la lnea del exceso -violencia, drogas, alcohol, etc.podran ser concebidas como la consecuencia de fallas en la estructuracin que conduce a que el aumento de
excitacin no encuentre otros cursos posibles de metabolizacin, ni en el orden social capaz de contenerlo, ni en su
propia estructura fallida incapaz entonces de ejercer un dominio pulsional efectivo. Este "exceso pulsional": lo
pensaramos entonces como la consecuencia de fallas en la constitucin del aparato, pensamos que el modo social
y las herramientas tecnolgicas a disposicin favorecen un funcionamiento compulsivo?. Las neurosis clsicas:
slo se amoldan a las nuevas formas del campo social y en un intento de sortear la represin encuentran nuevas
modalidades de expresin?.
Rodolfo Espinosa
Marcos Koremblit
Resumen
Sabiendo la dificultad que implica la definicin y diferenciacin de ciertos
elementos conceptuales, los autores intentan subrayar cmo, dentro de las nuevas
formas de comunicacin, conceptos como ntimo, pblico y privado merecen ser reconsiderados .
Si bien los psicoanalistas estamos inmersos en el trabajo en singularidad, los
autores consideran que los cambios sociales producen efectos en la constitucin
subjetiva, que
clnica.
Bibliografa
-Aries y Duby (1987): Historia de la vida privada 5. Ed. Taurus
.Aries y Duby (1987): Historia de la vida privada 9. Ed. Taurus.
-Espinosa, R. y Koremblit, M. (2008):Adolescencia y tecnocultura: aproximacin a las
culturas juveniles y a las nuevas formas de lazo social desde una perspectiva