Lima y Sus Pregones

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ndice

Hacer Luz. Presentacin por Ignacio Blanco


Prlogo por Luis Enrique Tord
Lima Antigua
Monumentos de Lima

Baslica Catedral de Lima

Iglesia San Francisco

Iglesia San Pedro

Convento de Los Descalzos

Iglesia Las Nazarenas

Baslica Santa Rosa

Estacin de Desamparados

Palacio Legislativo

Palacio de Gobierno
Rosa Mercedes Ayarza de Morales
Los Pregones de Lima

Revolucin caliente

El negro frutero

El cholo frutero

El chino frutero

La ramilletera

La causera

La tamalera

La sanguera

La picaronera

La tisanera

El listn de toros

El sereno
Los que conocieron a Rosa Mercedes

Clemencia Morales de Cedrn. La hija de la artista

Luis Alva. Tenor del Per para el mundo

Armando Villanueva. El discpulo entraable
Bibliografa
Agradecimientos

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Pancho Fierro, Vendedora de aves, en


Manuel Cisneros Snchez, Pancho Fierro y la Lima del 800. Lima, 1975. Lm. 31 - Pg. 95.

hacer luz
Por Ignacio Blanco
Nuestra principal labor es HACER LUZ. La entregamos cada da en todos los rincones de Lima. Con perseverancia
y con ilusin, pues sabemos que nuestro trabajo contribuye de forma sustancial al desarrollo de la sociedad de la que formamos parte. sa es la esencia de Edelnor. Y por eso vinculamos nuestras gestiones con el desarrollo sostenible del entorno en
el que trabajamos. Una tarea en la que la preservacin del patrimonio histrico, religioso y cultural de la capital ocupa un
lugar preponderante.
Haba muchos motivos para trabajar en la recuperacin de Lima. No en vano su centro histrico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en 1988. La Ciudad de los Reyes es una sobreviviente heroica de
no pocos terremotos que, a pesar de las vicisitudes que ha debido atravesar a lo largo de los siglos, nos ofrece hoy su mejor
sonrisa a travs del valioso legado que constituyen sus singulares iglesias y monumentos civiles, en los que artesanos locales
y del Viejo Mundo fusionaron su arte creando as un estilo arquitectnico nico.
Conscientes de la riqueza cultural que alberga Lima, Edelnor lleva varios aos colaborando para resaltar la belleza de
esta ciudad singular. Una labor que comenz en agosto de 2001, cuando se oficializ Iluminando Nuestra Fe, programa
con el que se ha renovado la iluminacin de emblemticas joyas de la arquitectura capitalina. Y que dura hasta nuestros das
con la recuperacin del patrimonio musical de la vieja Lima. As, sus viejos pregones retocados y acariciados por el inigualable talento de Rosa Mercedes Ayarza de Morales, suenan hoy en la voz de destacados intrpretes de la lrica nacional, gracias
al incondicional apoyo de Luis Alva, a la sazn, discpulo de la compositora.
Con HACER LUZ se han iluminado monumentos civiles de gran importancia histrica, como la Estacin de Desamparados, el Palacio de Gobierno del Per y ms recientemente el Palacio Legislativo, donde sesiona el Congreso de la
Repblica. Tambin se han enaltecido las bondades de nuestra arquitectura religiosa, tales como las iglesias San Francisco,
Las Nazarenas, San Pedro, Santa Rosa, el Convento de Los Descalzos y la Catedral de Lima, adems de otros monumentos
religiosos al interior del pas.
Pero si con la luz Edelnor destac el alma de todas y cada una de estas edificaciones, con la recopilacin de los Pregones de Lima, sin duda, el corazn de la ciudad volvi a latir. Y hoy, en cada esquina y en cada jirn, la msica de esos cantos
callejeros de los primeros vendedores ambulantes de Lima nos hace ms fcil evocar a la Revolucin Caliente, al alegre Negro Frutero, a la sensual Ramilletera o a la siempre dulce Picaronera. Porque Lima est ms viva que nunca.

Juan Mauricio Rugendas, El mercado principal de Lima (1843). Fragmento. Col. Baring Brothers, Londres, en
Juan Mauricio Rugendas. El Per Romntico del siglo XIX. Editor Carlos Milla Batres. Lima, 1975. Lm 74 - Pg. 164.

prlogo
Por Luis Enrique Tord
El centro histrico de Lima es uno de los referentes fundamentales de la identidad tanto de la ciudad como de la
nacin. Ya antes de la fundacin de la urbe espaola, el lugar era un espacio notable en el que se levantaban importantes
edificios prehispnicos, como las huacas para los cultos practicados a la vera del ro Rmac. La proximidad del santuario de
Pachacmac, adems, sumada a la fertilidad de sus tres valles (el Rmac, el Chilln y el Lurn), la benignidad de su clima y
su proximidad al mar, hicieron de ella un lugar grato para vivir. Y el enclave era un paraje de natural importancia estratgica, por su ubicacin entre el ocano y las estribaciones de la cordillera andina occidental. Una privilegiada situacin que
se acentu cuando don Francisco Pizarro decidi ubicar en ella el centro de su gobernacin, y que se consolid cuando en
1542 la Corona cre el Virreinato del Per y design a Lima como su capital.
Fue entonces que alrededor de su Plaza Mayor se extendieron los solares en los que se levantaron primero la Casa de
Pizarro y, ms tarde, el Palacio de los Virreyes, el Palacio Presidencial Republicano, la Catedral, el Arzobispado, el Ayuntamiento y sus soportales. En las islas o manzanas aledaas, asimismo, se construyeron las moradas de los limeos, y los templos
y conventos que haran de Lima una ciudad elogiada por los ms distinguidos escritores. Ya en 1550 Pedro de Cieza de Len
dijo de Lima que ...para pasar la vida humana, cesados los escndalos y alborotos y no habiendo guerra, verdaderamente es
de las buenas tierras del mundo, pues vemos que en ella no hay hambre, ni pestilencias, ni llueve, ni caen rayos ni relmpagos,
ni se oyen truenos; antes siempre est el cielo sereno y muy hermoso.
En el conjunto de la Lima antigua se levantan de manera predominante, tanto por su belleza arquitectnica, como por
sus dimensiones, monumentos de singular belleza, algunos de los cuales constituyen verdaderas joyas de la herencia virreinal
limea como la Baslica Catedral de Lima, la iglesia San Francisco y sus amplios claustros conventuales, el convento de Los
Descalzos, la iglesia San Pedro, la iglesia de Las Nazarenas y la Baslica Santa Rosa de Lima, entre otros. En un esfuerzo
mancomunado, Endesa, a travs de las empresas del Grupo que operan en el Per, se ha abocado a preservarlos, dotndolos
de modernos sistemas de iluminacin que resaltan la armona de sus conjuntos arquitectnicos, segn la jerarqua de sus
partes, enfatizando en el volumen y la composicin.
Estos monumentos, que hoy recobran vida gracias a la luz, fueron testigos privilegiados de aquella vida cotidiana del
virreinato y la primera poca republicana en la que los ambulantes que ofrecan sus mercaderas eran parte esencial del paisaje
urbano. En ese sentido, Endesa ha comprendido que su trabajo va ms all del rescate del valioso patrimonio que alberga
Lima. Su compromiso es tambin con la historia, costumbres y riqueza cultural de nuestra ciudad. Y para realizar esta tarea
ha encontrado a valiosos aliados como Luis Alva y Prolrica.
Es as que, gracias a Endesa, en octubre del ao 2005 volvimos a escuchar en el atrio de la iglesia San Francisco los
pregones rescatados por el genio de esa gran limea que fue Rosa Mercedes Ayarza de Morales. Hoy esas voces retornan a
nosotros para devolvernos el encanto y el color de una Lima cuyo recuerdo late firmemente en esas festivas composiciones
plenas de vivacidad, en donde la alegra no deja de preservarle un discreto espacio a la melancola.
Los pregones de Lima quedan as registrados en un disco compacto editado y grabado con las mejores voces de la
lrica peruana y en el trabajo de difusin de la historia y el arte de la capital antigua, que presentamos en este libro.
De este modo el artista, con su amor e inspiracin, impide que nada desaparezca, pues la msica es capaz de recrear
mgicamente el pasado, al propio tiempo que los principales monumentos de nuestro centro histrico, hoy bellamente
iluminados, afirman con orgullo que en ellos subsiste el testimonio de una tradicin que, a pesar de los grandes cambios
contemporneos, anida fina y discretamente en el alma inmortal de la ciudad.

Pancho Fierro, Mujer a caballo adornada con flores de amancaes tomando chicha, en
Manuel Cisneros Snchez, Pancho Fierro y la Lima del 800. Lima, 1975. Lm. 28 - Pg. 92.

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LIMA ANTIGUA

Juan Mauricio Rugendas, El ro y el puente de Lima. Lpiz 18.8 x 32.7 cm. Lima Dec 20 de 1842. M.- n/i 16835. en
Juan Mauricio Rugendas, El Per Romntico del siglo XIX. Editor Carlos Milla Batres. Lima, 1975. Lm 8 - Pg. 96.

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LIMA ANTIGUA
Desde la poca prehispnica la comarca de Lima ya ejerci una especial predominancia, tal y
como atestiguan las diferentes aldeas y adoratorios que a lo largo de diferentes periodos culturales se
levantaron en sus tres valles: el Chilln, el Rmac y el Lurn. El lugar en aquella poca se caracterizaba por sus verdes campos de cultivo, regados por extensas acequias que los pueblos yungas haban
abierto desde antiguo.
Los yungas fueron remotos descendientes de los primeros cazadores y recolectores que recorrieron la zona diez mil aos atrs, dejando tras de s vestigios de su presencia en Chivateros y en la
Tablada de Lurn. De ellos se sabe que en una primera poca se alimentaban de peces y mariscos del
litoral, y de la fauna y la flora presente en las quebradas, hondonadas y contrafuertes de la cordillera
andina occidental, como lo atestiguan las puntas de flechas y los restos de redes encontrados. Con el
tiempo, no obstante, los yungas fueron evolucionando y llegaron a periodos de elevado desarrollo,
con una agricultura no slo de subsistencia, sino con edificaciones, pinturas murales, textiles y cermicas altamente elaboradas, como las encontradas en Garagay, Cieneguilla y Ancn.
Importantes culturas como la huari y la inca tambin estuvieron asentadas en esta comarca
privilegiada que es Lima. Pero sin duda alguna el smbolo indiscutible que nos da idea de la importancia de la regin es la presencia en su territorio del orculo de Pachacmac, divinidad a la que
se rindi culto en todo el universo andino. El santuario no fue slo destino de peregrinacin de
los pueblos de la costa y la sierra central. Tambin fue respetado por sociedades invasoras como la
del poderoso Imperio cusqueo del Tahuantinsuyo, que bajo el Inca Yupanqui elev a pocos pasos
de aquel respetado adoratorio oracular un imponente Templo del Sol. ste es an hoy el edificio
ms prominente de los que todava se levantan sobre las calientes arenas de este desierto al sur de
la capital.

Juan Mauricio Rugendas, Escena en la calle de San Pedro. leo en tela 41 x 34 cm. MR. Lima 1843. Paradero desconocido, en
Juan Mauricio Rugendas, El Per Romntico del siglo XIX. Editor Carlos Milla Batres. Lima, 1975. Lm. 55 - Pg. 135.

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monumentos de lima

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Vista panormica de la
Catedral de Lima.

BASLICA CATEDRAL DE LIMA


El templo mayor de la ciudad de Lima se levanta en un espacio privilegiado, exactamente
al noreste de la Plaza Mayor, sobre el emplazamiento de unas antiguas huacas prehispnicas. Un
lugar preeminente, tal y como lo ordenaban las Leyes de Indias, que obligaban a los fundadores de
ciudades espaolas a disponer para la iglesia principal de un amplio solar en el que proceder a su
edificacin. Y en acatamiento de aquella disposicin, luego de que se trazara a cordel la divisin de
las islas o manzanas en que se dividira la capital, el 18 de enero de 1535 (da de la fundacin de la
Ciudad de los Reyes), don Francisco Pizarro procedi a colocar la primera piedra de la Catedral, as
como carg sobre sus hombros el madero inicial para la construccin del templo que slo seis aos
despus sera su sepulcro, luego de su asesinato por los almagristas en junio de 1541.
La Catedral de Lima, no obstante, no fue siempre igual. A la traza primitiva de 1540 le
sucedi una segunda de mayores dimensiones, en 1551, que fue puesta bajo la advocacin de San
Juan Evangelista. Esta construccin de adobe fue desmontada en 1565 por el alarife Alonso Beltrn,
proyectndose entonces la construccin de un templo de ladrillo ms grande todava, que inclua
tres naves fuera de las capillas. El proyecto, sin embargo, y dada la falta de recursos, no se empez
definitivamente hasta el periodo de gobierno del virrey Francisco de Toledo (1569-1581), pero
nunca se termin, pues el arzobispo Francisco de Loayza fue contrario a la edificacin del grandioso
proyecto de Beltrn, y el Cabildo de Lima debi revocar el acuerdo adoptado aos atrs y se procedi a la demolicin de los cimientos que ya haban comenzado a abrirse. No fue hasta finales del
siglo XVI que se emprendi la iglesia definitiva, cuya planta es la que se aprecia hoy, a pesar de las
modificaciones que la catedral ha sufrido en los ltimos cuatro siglos.
La traza definitiva de la Catedral de Lima fue iniciada por el arquitecto Francisco Becerra en
1598. En aquel entonces Becerra, natural de Trujillo (Extremadura, Espaa) ya era un profesional
de renombre, pues haba intervenido en la Catedral de Puebla en el Virreinato de Mxico, y en la
Catedral de la Audiencia de Quito. Despus de la Catedral de Lima, adems, Becerra tambin diseara la magnfica Catedral del Cusco. De hecho la planta de distribucin de ambas construcciones
es similar, pues tanto la Catedral de Lima como la Catedral de la Ciudad Imperial tienen planta de
saln, tres amplias naves, capillas laterales, carecen de cpula en el crucero, estn cubiertas por bvedas de crucera y sus torres se hallan fuera del eje de las naves laterales. El edificio definitivo de Lima
se concluy hacia 1622, mientras que las capillas laterales y las criptas fueron terminadas en 1635.
La fachada principal de la Catedral es obra del alarife Juan Martnez de Arrona y del escultor
Pedro de Noguera. Se labr en piedra de Panam y constituye el primer ejemplo de fachada retablo,

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ROSA MERCEDES
AYARZA DE MORALES

Juan Mauricio Rugendas, La Plaza Mayor de Lima. Gouache sobre papel. 24,5 x 29 cm.
Coleccin Museo de Arte de Lima. Donacin Manuel Cisneros Snchez.

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LA GRAN COMPOSITORA DE LIMA


La gran compositora peruana naci en Lima el 8 de julio de 1881, en uno de los periodos
ms dramticos de la historia republicana nacional. En enero de ese mismo ao (el tercero de la
Guerra del Pacfico) se haban librado los combates por la defensa de Lima, los pueblos de Chorrillos, Barranco y Miraflores haban sido saqueados e incendiados, y las tropas enemigas ocupaban la
capital. Eran das trgicos en los que la ciudad guardaba luto por los cados, la resistencia comenzaba
a organizarse en la sierra central bajo la direccin del coronel Andrs A. Cceres, y el gobierno de
Nicols de Pirola se haba instalado en Ayacucho.
Lima, sin embargo, an deba sufrir por largo tiempo las secuelas de aquel desgraciado conflicto y el castigo a su heroica resistencia, cobrado con el botn de su rica Biblioteca Nacional y el
despojo de numerosas obras de arte y de ornato pblico. La ciudad slo fue desocupada militarmente en agosto de 1884, a raz de la ratificacin en una Asamblea Constituyente del Tratado de Ancn
que dio por concluida la guerra. Y fue en esa sombra atmsfera que transcurrieron los primeros
balbuceos de quien iba a cantar, con tanto amor e inspiracin, a la ciudad que durante los tres siglos
virreinales haba sido el centro del poder espaol en la Amrica meridional, y la urbe ms bella del
Pacfico hasta aquel conflicto con Chile.
La histrica lnea divisoria que marc aquella guerra tiene una importancia decisiva, pues
ese acontecimiento cancel un largo periodo de predominancia poltica, econmica y cultural de
un Per, que se haba mecido desde la Independencia en el engreimiento de su legendario pasado
incaico, y en la dorada aureola colonial que an impregnaba de un carcter particularmente hispano
a la capital en los dos primeros tercios del siglo XIX.
En efecto, la Repblica vieja haba heredado del virreinato mentalidad, formas y costumbres
que no la hacan muy diferente del aspecto que haba tenido en las dcadas finales del siglo XVIII
y en los primeros lustros del siglo XIX. Una aseveracin vivamente evidenciada por las fotografas
decimonnicas anteriores al conflicto, y los dibujos, leos y acuarelas de artistas como el mulato
capitalino Pancho Fierro (1807-1879), el cnsul francs Leonce Angrand (que vivi en Lima entre
1834 y 1838) y el artista alemn Juan Mauricio Rugendas (que vivi en Per entre 1842 y 1845). Sus
obras recogieron con excepcional realismo el aspecto de los habitantes y las costumbres de la ciudad,
as como el de sus plazas, iglesias, conventos, casonas, huertos, calles y paseos.

A los ocho aos hizo


Rosa Mercedes su
primera aparicin
pblica interpretando
una pieza al piano.
Su fama precoz se
afirmara a los catorce
aos, al actuar como
cantante y directora
de coros de iglesia
integrados por personas
adultas a las que diriga
con firme disciplina.

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LOS PREGONES DE LIMA

Juan Mauricio Rugendas, o Toribio, en


Manuel Cisneros Snchez, Pancho Fierro y la Lima del 800. Lima, 1975.
Lm. 58 - Pg. 124.

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LOS PREGONES DE LIMA


Nadie mejor que don Ricardo Palma para introducirnos en el significado de los pregones
capitalinos y el orden que estos seguan en Lima. Ya lo dijo en su tradicin Con das y ollas venceremos: ...hasta pocos aos, los vendedores de Lima podan dar tema para un libro por la especialidad de sus pregones. Algo ms. Casas haba en que para saber la hora no se consultaba reloj, sino el
pregn de los vendedores ambulantes. Lima ha ganado en civilizacin, pero se ha despoetizado, y
da por da pierde todo lo que de original y tpico tuvo en sus costumbres.... Y contina:
Yo he alcanzado esos tiempos en los que parece que, en Lima, la ocupacin de los vecinos
hubiera sido tener en continuo ejercicio los molinos de masticacin, llamados dientes y
muelas. Juzgue el lector por el siguiente cuadrito de cmo distribuan las horas en mi barrio,
all cuando yo andaba haciendo novillos por huertas y murallas, y muy distante de escribir
tradiciones y dragonear de poeta, que es otra forma de matar el tiempo o hacer novillos.
La lechera indicaba las seis de la maana.
La tisanera y la chichera de Terranova daban su pregn a las siete en punto.
El bizcochero y la vendedora de leche-vinagre, que gritaba a la cuajadita!, designaban las ocho, ni
minuto ms ni minuto menos.
La vendedora de sanguito de aj y choncholes marcaba las nueve, hora de cannigos.
La tamalera era anuncio de las diez.
A las once pasaban la melonera y la mulata del convento vendiendo ranfaote, cocada, bocado de rey,
chancaquitas de cancha y de man, y frejoles colados.
A las doce aparecan el frutero de canasta llena y el proveedor de empanaditas de picadillo.
La una era indefectiblemente sealada por el vendedor de ante con ante, la arrocera y el alfajorero.
A las dos de la tarde la picaronera, el humitero y el de la rica causa de Trujillo atronaban con sus pregones.

Pancho Fierro, Arriero con carga de pisco, en


Manuel Cisneros Snchez, Pancho Fierro y la Lima del 800. Lima, 1975. Lm. 32 - Pg. 96.

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LOS QUE CONOCIERON


A ROSA MERCEDES

Leonce Angrand, Vendedoras de bizcochuelos y de flores. Acuarela de 1837. 0,21 x 0,30.7 m., en
Leonce Angrand, Imagen del Per en el siglo XIX. Lima, 1972. Lm. 11 - Pg. 47.

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CLEMENCIA MORALES DE CEDRN


LA HIJA DE LA ARTISTA
Clemencia Morales de Cedrn, hija de la genial Rosa Mercedes Ayarza,
tambin fue cantante y a lo largo de su vida particip en diversas representaciones de los Pregones de Lima, en los que interpretaba a la Causera.
De su madre, recuerda el temperamento alegre, su don y esa inmensa generosidad que le permiti descubrir y apoyar a talentos peruanos de talla
internacional como Alejandro Granda y Luis Alva.
Cul es el primer recuerdo que le viene cuando se le pregunta sobre su madre?
Que fue la primera mujer que dirigi la Orquesta Sinfnica Nacional. Yo
particip con esa orquesta en un segundo papel de El Rey que rabi,
obra dirigida por mi madre. Para ella la msica era lo primero, por lo que
en mi casa nunca faltaba. Los sbados siempre haba reuniones y stas eran
muy bonitas porque iba gente muy simptica, muchos artistas. Un da lleg
Plcido Domingo con su mam y ella le dijo: Seora Mercedes, quisiera
que oiga usted a mi hijo cantar. Y mi madre le respondi: Claro, trigalo. Y es as que tengo una fotografa en la que est Plcido, mi mam y mi
hermana Graciela, que le acompaaba al piano mientras cantaba.
Es decir que usted tuvo una niez absolutamente musical.
Efectivamente. Mi hermano tocaba el violn muy bien y mi hermana era
una maravilla en el piano. Yo, que era bastante menor que ellos, viv mi
niez escuchando msica, gracias a mis hermanos y a mi madre. Nosotros
hemos pasado momentos muy lindos y alegres. De nia escuchaba todos
los conciertos en mi casa. Tenamos tres pianos. Y siempre, por las noches,
venan amigos y amigas que gustaban de la msica, tocaban conciertos
enteros y yo prcticamente dorma oyendo tocar el piano. Mi familia fue y
sigue siendo muy musical. Mis tres hijos: Rita, Jorge y Marita Cedrn han
sido campeones de marinera en Trujillo. Esto fue algo que yo no esperaba.
Por otro lado, a mis nietos tambin les encanta la msica. Somos realmente
una familia de msicos.
Qu es lo que ms admiraba de su mam?
Admiraba su fortaleza, tambin la forma en que diriga la Orquesta Sinfnica. Era nica y buensima
en lo que haca. Me gustaba verla siempre tan alegre y tan llena de vida. Era una mujer que estaba
siempre dispuesta a dar consejos y mucho cario. Y conmigo era muy engreda y, la verdad, a m
me encantaba engrerla. Mi mam era muy cariosa, amiguera, alborotada e inquieta, no aparentaba
su edad y hasta el final fue igual. Adems de su temperamento especial, ella era admirable por su
talento innato. La Concheperla la escribi siendo muy pequeita todava. Su primera maestra de
piano fue una ta suya, pero posteriormente ella continu su formacin de manera autodidacta. Sin
duda tena un don y sa es la nica explicacin que encuentro para entender el porqu de todas las
cosas hermosas que compuso.
Qu presentaciones de su madre fueron sus favoritas?
Bueno, siempre me gustaron las presentaciones a cappella en el Teatro Municipal, eran muy emotivas. Lo que siempre rescat de todas sus presentaciones, eso s, fue la emotividad, belleza y alegra
con las que las haca.
Qu artistas fueron descubiertos por su madre?
El primero de todos fue Alejandro Granda. l era un tenor maravilloso que cuando cantaba deslum-

braba. Todos moran por la voz de ese chico. En


esa poca yo slo tena 5 aos, pero recuerdo
mucho que tena una voz tan potente que a veces me tena que tapar los odos. Impresionaba
a todos con esa voz que era lindsima, tanto es
as que lleg a ser el primer tenor peruano que
triunf en Italia. Y eso nos llen de orgullo. Mi
mam lo quera muchsimo y por ello le pidi
una entrevista al Presidente Legua para llevarlo
a Palacio de Gobierno. Y cuando el Presidente
lo escuch, lo nico que pudo decir fue: Este
muchacho es un tesoro, no se puede quedar,
tiene que irse. Y lo mand a Italia a estudiar.
Yo hasta la fecha conservo algunas cartas de
agradecimiento de Alejandro a mi madre en
las que l le deca madrina. Lo mismo puedo
comentar de Luis Alva. l lleg a mi casa siendo slo un muchachito. Particip en las zarzuelas con mi mam. Hizo Luisa Fernanda
y otras. Siempre ensayaban en la casa. Lucho es
muy carioso y sencillo, con una maravillosa
voz. Lo mismo que Edmundo Pizarro, que fue
como un hermano para nosotros.
Qu recuerda de la poca en que su madre compuso
los Pregones de Lima?
Que a medianoche se levantaba y le deca a mi
pap: Viejito, prende la luz, se me ha ocurrido esta letra. Y as compona a cualquier hora.
Ella haba escuchado de nia los verdaderos
pregones a los que les puso letra y msica. La
presentacin de los Pregones de Lima que Endesa realiz en el atrio de San Francisco me
emocion muchsimo. Yo estaba feliz, encantada. Disfrut mucho viendo a Lucho Alva junto
a Armando Villanueva, conversando y recordando los pregones y las tertulias en nuestra
casa del Jirn Moquegua.
A Armando Villanueva le compuso el pregn del
Chino Frutero.
Armando Villanueva era como un hijo para mi
madre, toda la vida estuvo en mi casa, acompaando a mis padres. Jugaban y se palomillaban
como chicos. Se queran mucho y siempre fue
como un hermano para nosotros.
Es verdad que su madre nunca quiso salir al extranjero?
As es. A ella no le gustaba viajar por nada.
Siempre nos deca: A m no me metan en un
avin. Y por nada del mundo viajaba, ni por

carretera. Y como adems siempre llegaron


muchas personas extranjeras a mi casa quizs
nunca sinti la necesidad de pasar las fronteras.
Pero una vez tuvo un gesto que fue la mejor
prueba de amor para m, cuando tom un carro
para ir a Pisco a visitarme, ya que me extraaba a m tanto como yo a ella. Para m eso fue
lindo. Mi madre dej por unos das lo que para
ella era su vida: la msica, el piano y la casa
llena de gente.

Doa Clemencia
Morales de Cedrn
como La Causera,
en la primera
representacin de los
pregones de Lima.

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Presentacin de los Pregones de Lima en


el atrio de la iglesia San Francisco.
De izquierda a derecha:
Armando Villanueva, El Chino
Frutero; Luis Alva;
Ximena Agurto, La Picaronera;
Jacqueline Terry, La Ramilletera;
Mariella Monzn, La Tisanera;
Josefina Brivio, La Tamalera;
Pilar Ciruelos, La Causera;
Mnica Canales, La Sanguera;
Alvaro Lpez, Revolucin Caliente;
Zenn Garca, El Cholo Frutero;
Xavier Fernndez,Listn de Toros;
Carlos Martnez, El Negro Frutero.

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SARMIENTO, Ernesto. El arte virreinal en Lima. Lima, s/f.
SERRANO CASTRILLN, Ral y VALVERDE, Eleazar. El libro de oro del vals peruano. Lima, 2000.
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Juan Mauricio Rugendas,


Tapadas en la alameda. leo
sobre papel, 25 x 36.5 cm.
M.- n/i 17012,en
Juan Mauricio Rugendas,
El Per Romntico del siglo XIX.
Lima, 1975.
Lm. 66 - Pg. 144.

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AGRADECIMIENTOS

Endesa agradece especialmente la colaboracin de las siguientes personas e instituciones:


Municipalidad Metropolitana de Lima, por invitarnos a participar de La Gran Semana de
Lima 2005 y 2006 y brindarnos las facilidades para presentar los Pregones de Lima de Rosa Mercedes Ayarza de Morales, en el atrio de la Iglesia San Francisco y la Plaza de Armas. Agradecemos
tambin a la Direccin de Educacin y Cultura del municipio por permitirnos reproducir parte de
la coleccin de acuarelas de Pancho Fierro.
Luis Alva, por su generosa participacin y compromiso con la cultura peruana.
Armando Villanueva y Clemencia Morales de Cedrn, quienes nos abrieron las puertas de la
vida y obra de la gran Rosa Mercedes Ayarza de Morales.
Museo de Arte de Lima, por permitirnos reproducir la acuarela Plaza de Armas de Lima,
de Juan Mauricio Rugendas, que forma parte de la coleccin del museo.

Pancho Fierro, Vendedor de canastas, en


Manuel Cisneros Snchez, Pancho Fierro y la Lima del 800. Lima 1975. Lm. 33 - Pg. 97.

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