Finales y Temas 54
Finales y Temas 54
Finales y Temas 54
y TEMAS
Evgeni N. Somov-Nasimovich
“64”, 1939
(Corrección)
01853
XIIIIIIIIY
9-+-+-+-vl0
9+-+-tRPwq-0
9-+-+l+L+0
9+-+-+-+-0
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9+-+-+-+-0
9-zPP+-mk-+0
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xiiiiiiiiy
7+4 =
1.e5! £xe5 2.f8£+ ¢g1 3.c3 £e1+ 4.¥b1 £xc3! 5.¦g7+!! ¥xg7 Si 5...£xg7 6.£xg7+ ¥xg7=
6.£f1+!! ¢xf1 7.¥d3+!! ¢e1! Si 7...£xd3 Ahogado. 8.bxc3 ¢d2! 9.¥c2! Las otras llevan al mate.
9...¢c1 Si 9...¢xc2 Ahogado. 10.¥b3! ¥xb3 Ahogado, un Estudio extraordinario que se conoció en
Buenos Aires en la época del Torneo de Las Naciones en 1939; posiblemente traído a esta por
alguno de los maestros europeos que intervinieron en esa histórica justa.
N U M E R O E XTRA
T
uve el honor y la alegría de compartir el pasado 29 de junio una cena en
Buenos Aires con los dos, a mi entender, mejores periodistas
especializados en ajedrez de habla hispana en el mundo; el español
Leontxo García* del diario “El País” de España y mi compatriota Carlos Ilardo**
de “La Nación” de Argentina. Digo la alegría por ser ambos amigos con los que
se puede hablar e intercambiar opiniones de los temas que nos son comunes con
la más amplia libertad y objetividad. Pero además el honor ya que felizmente con
ambos no es posible el intercambio de opiniones que no profundicen y lleguen a la
esencia de los temas tratados. Es muy grato estar sentado ante amigos que dicen
lo que piensan con la mayor honestidad intelectual. Eso es muy reconfortante
porque es indicativo de que el ajedrez cuenta, al menos en el idioma de
Cervantes, con periodistas que no sólo hacen el honor a su profesión sino que
también aportan de continuo las mejores ideas, para que nuestro noble juego sea
uno de los instrumentos culturales para la formación de una sociedad mejor: más
justa, más libre, más solidaria y no discriminatoria desde lo socio económico y
cultural. He notado que felizmente en ellos no han muerto las utopías. Las utopías
que dinamizan el accionar del hombre en cualquiera de las actividades sociales en
que este se inserte; las utopías que nos fijan metas y que demuestran que el fin de
la historia en la especie humana está lejano, muy lejano en horizontes
inalcanzables. Las utopías, en fin, que nos trascienden como personas y que nos
impulsan en nuestros mejores sueños.
Pues como no tener alegría sabiendo, a pasar de los agoreros y mediocres, que
nada está perdido, sino que el horizonte del hombre es una posibilidad infinita, y
que en esa posibilidad el arte milenario del ajedrez será uno de los eslabones de
tal futuro.
* Leontxo García, nació en Irún, Guipúzcoa el 12 de febrero de 1956 está casado y tiene un hijo
de 22 años, es periodista especializado en ajedrez y conferenciante en dicha especialidad, dirigió
la revista especializada “Jaque”, es Maestro Internacional y actualmente tiene a su cargo la
columna de ajedrez del diario español “El País” y escribe para la Página Web de Chess Base,
cubriendo eventos internacionales de gran envergadura, además de dar conferencia sobre
variados temas ajedrecísticos en los más diversos países del mundo. Sus actividades
profesionales le han hecho visitar más de 80 países (ver “Finales… y Temas, Nº 40, septiembre de
2006).
*** Historia del ajedrez argentino, Tomo I, Editorial de Los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2007.
Leontoxo García y Carlos Ilardo en plena tarea periodística
FINALES… y TEMAS
Nº 54, Julio de 2009
Año XIII
Es una publicación de circulación gratuita para los cultores del noble arte
ajedrecístico.
PROHIBIDA SU VENTA
C
reo que es propicio rememorar los hechos y circunstancias que ese
histórico Torneo de Las Naciones significó para el ajedrez argentino y
latinoamericano que en ese entonces buscaba su lugar en el concierto de
las naciones del universo.
No cabe duda pues, que el match por el Campeonato Mundial de 1927 realizado
en la Argentina puede ser considerado el comienzo de una era trascendente en la
historia grande del ajedrez en nuestro país, que sin duda y por razones aleatorias,
se prolongó en el tiempo más de treinta años catapultando nuestro noble juego y
sus protagonistas a los escalones más altos de la consideración internacional; a
tal punto que luego de tal hito puede considerarse el prolegómeno de la época de
oro del ajedrez argentino.
Los Campeones Argentinos de Ajedrez que hasta ese año de 1939 lucían los
pergaminos mayores del ajedrez local eran: Damián Reca que en 1921 había
logrado tal halago: Luego le seguían por orden cronológico: 1922 Benito H.
Villegas; 1923 y 1924 Damián Reca; en 1925 no hubo torneo Mayor como se
denominaba en ese entonces al Campeonato Argentino, en 1926, 1927 y 1928
Roberto Grau; en 1929 y 1930 Isaías Pleci; en 1931 y 1932 Jacobo Bolbochán; en
1933 Luis R. Piazzini; en 1934 y 1935 Roberto Grau; en 1936 y 1937 Carlos E.
Guimard y en 1938 nuevamente Roberto Grau, quien luego de finalizado el Torneo
de Las Naciones renuncia por razones particulares (en 1940) a medirse con
Carlos Hugo Maderna, quien había adquirido en derecho al desafiarlo por el título
de campeón.
Fue Roberto Grau (RR2) junto Luis R. Piazzini (jugador del Club Argentino de
Ajedrez), quienes llevan adelante la difícil y diplomática tarea, como delegados de
la Federación Argentina de Ajedrez ante el congreso realizado en Estocolmo en
1937 en ocasión del Torneo de Las Naciones, de lograr que la Argentina fuera
sede del próximo evento mundial dentro de 2 años ya que tuvieron que vencer con
mucha astucia las aspiraciones de Hungría y de los Estados Unidos de
Norteamérica que tenían intenciones de organizar la prueba en sus respectivos
países, aunque fue el primero de los mencionados el que más seriamente
apostaba a tal fin, ya que USA no había presentado formalmente su postulación, lo
que denotaba la falta de seriedad al aspirar a una candidatura de forma virtual.
Sugestivamente ese país no se hizo presente a la cita en 1939 ya que sus
pretensiones económicas fueron desmesuradas. Lo extraño es que USA había
triunfado en cuatro de las Olimpíadas anteriores (Praga en 1931, Folkestone,
1933, Varsovia, 1935 y Estocolmo, 1937), lo que da que pensar pues su condición
de Campeón no ameritaba tales pretensiones, menos en una justa de tales
características… de ser así cuales deberían haber sido, posteriormente y luego de
concluida la guerra, las condiciones de la URSS que tuvo la hegemonía olímpica
durante tanto tiempo.
Lo cierto es que ambos delegados argentinos convencieron a su par húngaro de
que desistiera con la promesa de apoyar la candidatura de ese país para el
Torneo de 1940 (lamentablemente por la guerra esa promesa no pudo ser
cumplida ya que no se realizó la Olimpíada de 1940). La delegación húngara
perseguía el objetivo de tal candidatura pues en 1939 se festejaría el centenario
de la fundación del Circulo de Ajedrez de Budapest y querían hacer tal festejo
con el hecho trascendente de una Olimpíada.
Las cualidades diplomáticas la simpatía y la gran capacidad de trabajo que Grau
desplegaba, volcó las preferencias del resto de los delegados de los distintos
países hacia la Argentina, lo demás ya es conocido, ¡el torneo de Las Naciones se
realizaría en nuestro país!
Pero quedaban por vencer muchas otras dificultades endógenas,
fundamentalmente lograr el financiamiento, que no era poca cosa, para poder
organizar eficazmente el Torneo de Las Naciones en Buenos Aires, pues el
Gobierno del país, faltando poco más de dos meses para dar inicio al torneo dio
marcha atrás con su promesa de financiamiento del mismo mediante el subsidio
prometido desde hacía varios meses atrás. El torneo peligraba y ya se
escuchaban los ecos de esta situación tras nuestras fronteras, el papelón sería
trágico; tal vez la muerte de nuestro ajedrez. El trabajo por evitar el fracaso que
realizaron Robero Grau y la FADA, especialmente en la persona de su titular
Augusto de Muro, fue épico ya que la insólita declinación del Gobierno de la
República, cuyo Presidente había sido designado nada menos que como
Presidente Honorario del Torneo, no sólo hizo tambalear la organización toda, sino
que causó honda preocupación y angustia en toda la dirigencia, maestros y
aficionados del país, e incluso, del mundo.
Y el país se puso de pie, fueron cientos y cientos las colaboraciones de todo tipo,
la mayoría anónimas, que posibilitaron la realización del Torneo. El enorme
esfuerzo de Grau fue agotador, de ahí que su actuación en las partidas se haya
resentido nadie puede jugar y organizar al mismo tiempo por más ayuda y
acompañamiento que haya tenido en la organización. El 30% de rendimiento que
el titánico ajedrecista tuvo en esa Olimpíada es natural ante tanto esfuerzo y
sufrimiento para que su país no pasara el papelón del siglo. Roberto Grau logró
esa verdadera hazaña que quizá los libros que se ocupan más de las variantes de
aperturas, de los resultados y estadísticas; que están en lo anecdótico e
intrascendente, no reflejen. Pero cuando se escriba la historia grande del ajedrez
argentino, él tiene reservado, junto a un puñado de hombres, un lugar de
privilegio. Tal vez la Argentina hubiera estado algún escalón más alto si Grau no
hubiera tenido tan enorme e injusto desgaste previo al torneo. Pero eso es
anecdótico, lo importante es que Argentina pudo cumplir la palabra empeñada, lo
cual le significó años más tarde ser considerada en el concierto de las naciones
como uno de los países más poderosos y respetados de la tierra en el plano
ajedrecístico.
“El director del conjunto argentino que actuará en el campeonato mundial, Roberto
Grau, ha citado a todos los candidatos para el equipo local, que son, además de
Grau, Carlos Guimard, Luis R. Piazzini, Jacobo Bolbochán, Isaías pleci, Julio
Bolbochán, Carlos Hugo Maderna, Guillermo Puiggrós, Arón Schvartzman,
Alejandro Acuña Nogués y Virgilio Fenoglio. Entre estos jugadores se disputaran
varias partidas, matches y torneos de adiestramiento y un mes antes de comenzar
el certamen mundial se designará a los cinco jugadores que en definitiva
representarán a nuestro país…[…] El actual campeón mundial de ajedrez, doctor
Alejandro Alekhine está ya en América realizando una gira previa a su llegada a
Buenos Aires, donde ha sido contratado por la Federación Argentina para que se
traslade a una estación balnearia con los jugadores argentinos que jugaran en el
campeonato mundial, a fin de prepararlos convenientemente para tal
competición…”.
En efecto Alekhine fue el preparador técnico del conjunto argentino que estaba
concentrado en la localidad bonaerense de Adrogué, en el Hotel las Delicias,
lugar en el que Alekhine realizó su trabajo con nuestros ajedrecistas.
“Cuando todas las delegaciones llegaron a Buenos aires, se olvidaron en parte los
inmensos sacrificios realizados. El Torneo de las Naciones ya había salido del
terreno temido de lo utópico transformándose en lo que tanto se había anhelado:
una magnífica realidad. El triunfo le correspondía por entero al pueblo, que cuando
siente la simpatía de una obra, la hace enseguida suya…”
A Buenos Aires arribaron 26 equipos, que junto al argentino sumaban uno más.
Estos eran los de Alemania, Argentina, Bohemia y Moravia, Bolivia, Bulgaria,
Brasil, Canadá, Cuba, Chile, Dinamarca, Ecuador, Estonia, Francia, Guatemala,
Holanda, Inglaterra, Irlanda, Islandia, Letonia, Lituania, Noruega, Palestina,
Paraguay, Perú, Polonia, Suecia y Uruguay (Todos los equipos estuvieron
integrados por cuatro titulares y un suplente, excepto el de Noruega).
Los equipos europeos se embarcaron en la nave “Piriapol” en el puerto de
Amberes que partió hacia fines de Julio. El resto de los jugadores del Continente
Americano venían al país por distintas vías. Sigue un fragmento de “El Ajedrez
Americano” del mes de Agosto de 1939:
“…El día 29 de Julio pasado fue para nuestro ajedrez una fecha histórica. Los
diarios de todo el mundo anunciaron la salida de noventa ajedrecistas europeos y,
por otra parte, en igual fecha se embarcaban las delegaciones de Cuba, Canadá y
la representante de Estados Unidos. Por todos lados se comentó el esfuerzo de
los argentinos, sin precedentes. La Federación Argentina de Ajedrez, pese a las
enormes dificultades con que tropezó para organizar el certamen, salió airosa
porque en sus filas encontró un grupo animoso de ajedrecistas que luchó con
extraordinario brío, sin desmayar, firmemente dispuestos a conseguir que nuestro
país no sufriera un rudo golpe en su prestigio…”
Los más fuertes jugadores que integraban distintos equipos eran: Capablanca,
Alekhine, Keres, Tartakower, Eliskases, Najdorf, Petrov, Mickenas, Stahlberg,
Opocensky, Czerniak, Enevoldsen, Scheltinga, Pelikán, Foerder, Lundin, etc. y
entre las mujeres: Vera Menchik, Sonja Graf, Berna Carrasco, etc.
Grupo A
1º/2º Polonia 18 ½
1º/2º Bohemia-Moravia 18 ½
3º Inglaterra 13 ½
4º Brasil 12 ½
5º Canadá 11
6º/7º Perú 5
6º/7º Paraguay 5
Grupo B
1º Letonia 17 ½
2º Alemania 16
3º Chile 14
4º Francia 13 ½
5º Bulgaria 10
6º Uruguay 8½
7º Bolivia 4½
Grupo C
1º Argentina 18
2º Lituania 16 ½
3º Holanda 15
4º Dinamarca 13 ½
5º Islandia 13
6º Irlanda 4½
7º Ecuador 3½
Grupo D
1º Suecia 14
2º Estonia 13
3º Palestina 11
4º Cuba 10
5º Noruega 8
6 Guatemala 4
Clasificaban 4 equipos por cada grupo, esos 16 conjuntos disputaron la Copa Hamilton Russell y
el resto, conformado por 11, la Copa República Argentina. Además participaban paralelamente
jugadoras de distintos países que disputan el Campeonato Mundial Femenino que tuvo el siguiente
cuadro:
La final por la Copa Argentina fue ganada por Islandia que demostró el mismo
juego sólido del grupo preliminar. Islandia terminó con la misma cantidad de
puntos que Canadá, pero se quedó con el triunfo por mayor cantidad de puntos
por encuentros. El Equipo de Islandia se adjudicó la Copa de Plata República
Argentina, estaba integrado por Baldur Moller (capitán), Asmundur Asgeirsson,
Jón Gudmundsson, Einer Thorvaldsson y Gudmundur Arnlaugsson.
El mejor escorer al tablero número uno (ver más abajo) lo recibió Ernst Rojahn de
Noruega, consistía en un poncho catamarqueño, donación de la Sra. Josefina
Cano de Piazzini.
El islandés Gudmundsson ganó las 10 partidas que jugó. Otra gran actuación fue
la del niño de 14 años Abraham (Abe)Yanofsky de Canadá, que logró 9½ sobre
10 puntos posibles y recibió de premio una cigarrera de plata y esmalte.
16. Islandia 28
17..Canadá 28
18. Noruega 27
19. Uruguay 26
20. Bulgaria 25 ½
21. Ecuador 21
22. Guatemala 15 ½
23. Irlanda 15 ½
24. Perú 14
25. Bolivia 10
26. Paraguay 9½
Medallas individuales
01 . Alemania 36
02 . Polonia 35 ½
03 . Estonia 33 ½
04 . Suecia 33
05 . Argentina 32 ½
06 . Bohemia-Moravia 32
07 . Letonia 31 ½
08 . Holanda 30 ½
09 . Palestina 26
10 . Francia 24 ½
11 . Cuba 22 ½
12 . Chile 22
13 . Lituania 22
14 . Brasil 21
15 . Dinamarca 17 ½
1º Alemania, 32 pts,
2º Letonia, 29
3º Argentina, 28
4º Bohemia y Moravia, 27
5º Polonia, 26…”.
Medallas individuales
Por primera vez sólo los resultados de la final fueron tomados en cuenta para
otorgar las medallas individuales.
1º Tablero:
Medalla de Oro; Presidente del Senado de la Nación, Dr. Ramón S. Castillo a:
José R. Capablanca, Cuba (77,3% de eficacia).
Medalla de Plata: Alexander Alekhine, Francia (75%).
Medalla de Bronce: Vladimirs Petrovs, Letonia (73,1%).
2º Tablero:
Medalla de Oro: Miguel Najdorf, Polonia (75%).
Medalla de Oro: Heinz Foerder, Palestina (75%).
Bronce: Erik Lundin, Suecia (65,4%).
3er.tablero
Medalla de Oro: Ludwig Engels, Alemania, (86,4%).
Medalla de Plata: Paulin Frydman, Polonia, (75%).
Medalla de Bronce: Jacobo Bolbochán, Argentina, (73,1%).
4to.tablero
Medalla de Oro: Gunnar Friedeman, Estonia, (76,9%).
Medalla de Plata: Lodewijk Prins, Holanda, (68,2%).
Medalla de Bronce: Teodor Regedzinski, Polonia, (60%).
5to.tablero (reserva)
Medalla de Oro: Isaías Pleci, Argentina, (73,1%).
Medalla de Plata: František Zíta, Checoslovaquia, (68,2%).
Medalla de Bronce: Enrique Reed Valenzuela, Chile, (62,5%).
El triunfo del equipo alemán fue inobjetable y varias de las partidas disputadas por
ellos de muy alto nivel. También fue excelente la actuación del equipo polaco que
estuvo integrado por Savielly Tartakower (Capitán), Mendel Najdorf, Paulin
Frydman, teodor Regedzinski y Franciszek Sulik. El tercer puesto correspondió al
fuerte conjunto de Estonia cuyos integrantes eran: Paul Keres (Capitán), Ilmar
Raud, Paul Schmidt, Graunar Friedmann y Joannes Türn.
El galardón a la mejor partida no fue otorgado, sin duda una omisión lamentable
debido quizá a los acontecimientos previos ya relatados, pero fue la opinión
general que debía ser la que Pleci le ganó a Endzelins de Letonia y que en esa
época se conoció como "La inmortal argentina".
El precio de las localidades según divulgaban las broadcastings y los diarios era
de 1 y 2 pesos; el primero permite el acceso a la platea, la sala de cuadros y la
confitería. El segundo todas esas facilidades más un asiento en los palcos. En el
boletín diario del evento se anunciaba escuetamente el precio: localidades sin
asiento $1, con asiento $2 . Cabe agregar que la sala de cuadros era el lugar en
donde se comentaban y reproducían, por medio de tableros murales, las partidas
más importantes de cada jornada.
En esa época con el precio de una entrada, la más barata, se alimentaba todo un
día una familia tipo del proletariado argentino. No hay que olvidar que se
transitaba por la etapa histórica, triste pero histórica a fin, denominada por algunos
sociólogos e historiadores, la década infame. Década de nuestra vida nacional
que tanto sufrimiento causó al pueblo, especialmente a los estamentos económico
y socialmente más desprotegidos del país.
Sin embargo las localidades se agotaban de continuo. Es interesante repasar los
dichos escritos para la historia del boletín diario del torneo de fecha 30 de Agosto
de 1939 el día que la Alemania nazi presentaba el ultimátum a Polonia:
“Anoche fue preciso colocar en la boletería del teatro Politeama el clásico cartel
que anuncia la terminación de las localidades. Una hora después de sonar el gong
indicador del comienzo de las partidas era difícil abrirse paso entre la concurrencia
que llenaba totalmente la sala de juego. Ninguno de los palcos bajos ofrecía claros
y tanteen los altos como en las tertulias habían tomado ubicación numerosas
personas, entre las cuales algunas seguían con prismáticos el desarrollo de las
partidas más sensacionales.
Esto significa la definitiva consagración del ajedrez como espectáculo popular. Si
para los entendidos tiene una fascinante atracción lo que ocurre sobre los
tableros, existe para los profanos el incentivo de asistir a un acontecimiento
inédito, que ofrece variados motivos para la curiosidad.
Esa concurrencia culta y silenciosa que ocupó anoche todas las instalaciones
disponibles del Politeama señaló que Buenos Aires, capaz de entusiasmarse con
los despliegues de la energía de los estadios deportivos, sabe también
apasionarse con las manifestaciones de la inteligencia y el espíritu”.
A grandes rasgos tal fue el cuadro socio económico y político que signó la década
del 30, justamente denominada “década infame”. Bajo esas sombras y esos
estigmas sumados a los de la Segunda Guerra Mundial es que se jugó el torneo
de las Naciones en 1939.
Tal ponencia, que fue aprobada por unanimidad a excepción de las abstenciones
de los delegados de Argentina, Francia, Letonia y Alemania. Aunque estos dos
últimos delegados presentaron un escrito apoyando la moción del delegado
paraguayo Sr. L. O. Boettner, quien fuera el que presentara la iniciativa votada
por la Asamblea.
Por secretaría se dio lectura del acta del día anterior. El delegado argentino señor
Long Vidal, pidió que se modifique cierto párrafo de la misma.
A pedido del delegado Sr. Luciano Long Vidal, se aprueba la moción de que los
delegados presentes firmen la lista de asistencia. Lo que así se hizo.
Siendo las 14,45 horas y no habiendo más asuntos que tratar, la presidencia
acordó levantar la sesión”.
XIIIIIIIIY
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9zpQ+-+-+-0
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Y las Negras abandonaron sin esperar la respuesta por el inminente mate en "e8".
*
Las epidemias, el hambre y el frío causaron la muerte de aproximadamente el 20% de los judíos en
el Ghetto de Lodz.
El final que vemos en el diagrama fue exhibido en la página que “El Ajedrez
Americano” dedicaba a los Estudios y finales. Sin duda el mismo fue traído por su
autor, Capitán del Equipo de Bohemia y Moravia, desde su lejana tierra para
mostrar en nuestro país.
Karel Scalicka
El Ajedrez Americano, 1939
O1854
XIIIIIIIIY
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9-+-+-+-+0
9+-+-+-+-0
9-+l+-+-+0
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5+4 =
1.¢h1! Si 1.¦e1? e2–+ 1...e2 2.¦g1 ¦f1 Si 2...¥d5 3.¥c3= 3.¥c3 y tablas.
*
La Federación Argentina de Ajedrez fue fundada (según la palabra oficial que consta en sus
Estatutos), el 28 de Septiembre de 1922, en una Asamblea realizada en el Círculo de Ajedrez de
Buenos Aires, en la calle Esmeralda 135 de la ciudad de Buenos Aires, la que luego de sucesivos
cuartos intermedios, debido a las “naturales” pujas de poder por el manejo político del ajedrez
argentino, pasó al año siguiente. Hay quienes opinan que la fundación de tal institución fue el 23 de
Abril de 1923 (sobre este tema ver mi libro “Historia del Ajedrez Argentino”, Tomo 1º, Buenos Aires,
2007)
**
Clasificación de los Equipos en el Torneo de París de 1924: 1º Checoslovaquia, 31 pts.; 2º
Hungría, 30; 3º Suiza, 29; 4º/5º Argentina, 27 ½; 4º/5º Letonia, 27 ½ ; 6º Italia, 26 ½; 7º/8º Francia,
25 ½ ; 7º/8º Polonia, 25 ½ ; 9º Bélgica, 24; 10º España, 19; 11º Holanda, 18 ½ ; 12º Rumania, 18;
13º Finlandia, 15; 14º Inglaterra, 12 ½ ; 15º Irlanda, 5 ½ ; 16º Canadá, 5; 17º Rusia, 4 ½; 18º
Yugoslavia, 2 ½ .
***
Revista del Club Argentino de Ajedrez, Julio a Diciembre de 1924, Nº 85/86, páginas 605 a 609.
****
El Ajedrez Argentino, órgano de la FADA (primera época) publica densos comentarios del Torneo
de Las Naciones de París, junto a partidas extensamente analizadas desde lo técnico a lo
conceptual en varios de sus números de ese año.
(RR)
En esos tiempos existía lo que se denominaba “bolilla negra” que por votación secreta de los
miembros de la Camisón Directiva del Club se podía rechazar el ingreso a la institución de
cualquier postulante si algún integrante de la misma lo creía necesario. En los Estatutos del club
Argentino de Ajedrez, aprobados por la Asamblea efectuada el 8 de Julio de 1911 y el Decreto del
Poder Ejecutivo Nacional del 9 de Septiembre de 1918 se lee en su Capítulo 3ro. Relativo a las
Atribuciones y deberes de la Comisión Directiva, dice en el Artículo 18, inciso “d”: “Resolver la
admisión o rechazo de los socios presentados, lo que se hará por votación secreta, siempre que
así lo pida un miembro de la C. D., y si de aquella resultaran más de dos bolillas negras se dará
por rechazado el candidato, no pudiendo ser presentado de nuevo hasta seis meses después de la
fecha de rechazo”.
(RR1)
Damián Reca en 1917 hace sus primeras armas ajedrecísticas en la ciudad de La Plata y al poco
tiempo se radica en la Capital federal en donde de inmediato se asocia al Círculo de Ajedrez.
Valentín Fernández Coria, llega a ser Campeón de esa institución.
*****
El Club Argentino de Ajedrez en Asamblea Extraordinaria de socios, realizada el 22 se Septiembre
de 1923, decide separarse de la Federación Argentina de Ajedrez (FADA).
******
Las instituciones y clubes de ajedrez que quedaron afiliados a la FADA luego de tal ruptura fueron
los siguientes: Jockey Club, Club del Progreso, Club Español, Círculo de Ajedrez, Círculo Militar,
Centro Naval, Club Gimnasia y Esgrima, Sport Club General Urquiza, Sportivo Barracas, Círculo de
Ajedrez de Vélez Sarsfield, Club de los FF.CC. del Estado, Club de Ajedrez F. C. Pacífico, Centro
Ajedrecista de Lanús, Centro Sportivo Dolores, Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos
Aires, Club Gimnasia y Esgrima de La Plata, Club de Ajedrez de Quilmas, Club Gimnasia y
Esgrima de Rosario, Club de Ajedrez de Bernal, Club de Ajedrez de La Plata.
*******
De Alejandro Nogués Acuña (1907-1989), dice Guillermo Puiggrós en su conocido libro “Brillantes
partidas argentinas”, Buenos Aires, 1977: “El viejo Círculo de Ajedrez tuvo un “cuadro de honor” así
constituido: Reca, Palau Grau Fernández Coria, y siempre incluido en él, Alejandro Nogués
Acuña…”
********
El Ajedrez Americano (la revista que había nacido al calor del match Capablanca-Alekhine y cuyo
primer número vio la luz en Octubre de 1927), era dirigido a la sazón por Roberto Grau y Luis
Palau.
(RR2)
Es conocido el fundamental papel que tuvo Roberto Grau en la organización de la Olimpíada de
Buenos Aires de 1939, se dice que sin su activa participación la Olimpíada no se habría realizado.
Grau fue un inteligente periodista y escritor, además de dirigente del ajedrez que le dio gran
impulso a tal disciplina en nuestro país. Es considerado por algunos como el padre del ajedrez
argentino. Como se sabe Grau murió prematuramente a los 44 años el 12 de abril de 1944.
La mayor obra bibliográfica de Roberto Grau, además de haber dirigido por varios años la revista
“El ajedrez americano”, es sin duda el Tratado General de Ajedrez, obra en cuatro tomos –el 1º
Rudimentos, el 2º Estrategia, el 3º Conformaciones de peones y el 4º Estrategia superior– que ha
contribuido a formar varias generaciones de ajedrecistas.
La prensa de la época se refirió con elogiosos conceptos respecto al contenido del libro de Grau,
cuyo Primer Tomo ve la luz en octubre de 1930. Vemos algunos ejemplos en el inicio de esa
década; decía el diario “El Mundo”:
“… La bibliografía ajedrecística, tan copiosa en otros idiomas, es en español sumamente escasa,
infiriéndose de ello las dificultades con que tropieza el aficionado que, lejos de los centros cultores
del ajedrez y de los buenos jugadores, pretende perfeccionar su juego sin otro mentor que una
práctica mal encaminada la mayor parte de las veces, y por lo tanto, insuficiente para descubrir los
secretos del arte ajedrecístico.
La publicación del Tratado General de Ajedrez de Grau viene en esta forma a llenar el claro
sentido por los que buscan las sugestiones de los que saben más, y el conocido maestro lleva en
él, como de la mano, lo mismo que al novicio y al iniciado, por la línea recta del razonamiento, la
más corta, aunque también la más estrecha, siguiendo un método ilustrativo que obliga a
desarrollar la imaginación del lector, ensanchando sus horizontes y haciendo suyas las
conclusiones…”.
Leemos en “La Nación”:
“... En el tratado de Grau se advierte una evidente superioridad sobre lo ya existente en la materia,
pues con un criterio exclusivamente didáctico dedica el primer tomo […] a la exposición metódica
del juego, con una meticulosidad que asegura el aprovechamiento total de sus enseñanzas…”.
Y en el diario “Crítica”:
“La bibliografía ajedrecística de habla española cuenta, por fin, con un tratado que no desmerece
en forma alguna a los escritos en otros idiomas. Ya no tendremos necesidad de acudir al
monumental Handbuch de Bilguer (N. del A.), ni a las demás producciones alemanas, inglesas y
francesas para leer ajedrez, o para perfeccionar nuestros conocimientos empíricos. […]. Nos
interesa, sobre todo, el plan que se ha trazado Grau y que significa una saludable reacción contra
el exceso de “cientificismo” que venía sufriendo la enseñanza del ajedrez, en detrimento de las
nociones elementales que, por creerlas demasiado sabidas, se tenían arrumbadas…”.
N. del A.
El nombre real de ese libro que se editó en Berlín y en idioma alemán es: Handbuch des Schachspiels y su autor es Paul
Rudolph von Bilguer (1815-1840) –aunque lo correcto sería decir sus autores- quien en 1840 dejó el trabajo de
compilación de esa obra, para ser completado, luego, en 1843 por Von der Lasa (1818-1899); posteriormente ese
mamotreto fue reeditado en ocho ocasiones más: 1852, 1858, 1864, 1874, 1880, 1891, 1916-21 y 1922-23. La edición inicial
tenía 500 páginas y en las sucesivas se fueron agregando hasta llegar a la última con 1044.
Es interesante lo que decía luego de la muerte de Roberto Grau el Dr. Carlos Skalicka con
motivo de uno de los torneos que rememoraban su trayectoria y refiriéndose a la actividad de tan
dinámica institución:
“…El Círculo de Ajedrez de Buenos fue promotor y organizador de torneos Inter clubes de distintas
categorías en la Capital Federal y por consecuencia el verdadero precursor de la fundación de la
Federación Argentina de Ajedrez, que se constituyó por su iniciativa el 28 de septiembre de 1922.
Durante una época, larga y brillante, sus socios conquistaron laureles que aumentaron el prestigio
de la institución. En el año 1921, en Montevideo, Roberto Grau ganó el Primer Campeonato
Sudamericano. En el mismo año Damián Reca se clasificó como primer Campeón Argentino de
ajedrez oficialmente reconocido. El Segundo Campeonato Sudamericano, disputado en el año
1925 en Montevideo, lo conquistó Luis Palau, siguiéndole en el segundo y tercer puesto Damián
Reca y Roberto Grau respectivamente. En el Tercer Campeonato Sudamericano de 1928 triunfa
Roberto Grau, ocupando Luis Palau el segundo lugar. En el segundo torneo de Mar del plata del
año 1934, Grau se clasifica segundo…”.