2.5. Séneca y El Neoestoicismo

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 17

2.5. EL NEOESTOICISMO EN ROMA. SNECA EL FILSOFO.[Cf. M. von Albrecht, vol. II pp.

1060-1100]

1. Datos biogrficos y cronologa.Lucio Anneo Sneca, llamado Sneca el Filsofo fue el segundo hijo de Sneca el Rtor, un escritor de poca augstea. Sneca el Filsofo naci en Crdoba, probablemente hacia el 4-1 a.C., en el seno de una familia del ordo equestris de la Btica. A su hermano mayor L. Anneo Novato, luego adoptado por el rtor L. Junio Galin, dedica Sneca dos de sus dilogos, De uita beata y De ira. Su hermano menor, L. Anneo Mela, sera el padre del poeta M. Anneo Lucano, poeta pico autor de la Farsalia. En la Crdoba hispana de la poca se mantena particularmente pura la lengua de los fundadores de la colonia, como ocurre en otros lugares del Imperio; tradicional era tambin el culto a la repblica y a la memoria de Pompeyo (de cuya parte estuvo Crdoba en la guerra civil contra Csar). Sneca debi trasladarse de Crdoba a Roma, con su familia, cuando todava era muy pequeo (Consolatio ad Heluiam matrem, 19.2). Del aprendizaje junto al grammaticus (maestro y profesor de literatura) Sneca guarda al igual que Horacio del suyo (plagosum Orbilium, en Ep.2.1.70-71) un mal recuerdo (Epistula 58.5); en cambio se convierte a las ideas del filsofo neopitagrico Socin hasta el punto de volverse vegetariano: durante un ao el joven Sneca renuncia a comer carne (Epistula 108.17-22); sin embargo, su padre le hizo desistir de tal actitud, por la que hubiera podido ser perseguido como seguidor de cultos extranjeros. Despus de esto, Sneca se centra en la doctrina estoica, que satisface con menos ostentacin sus aspiraciones a la ascesis ( Epistula 110.19). Uno de sus maestros es Atalo, el entonces baluarte de la Stoa1, quien le ensea que la cultura es algo distinto de la mera acumulacin de conocimientos, y lo conduce de la sabidura libresca a la organizacin prctica de la vida; ello confiere a Sneca un punto de vista sorprendentemente libre frente a la tradicin.

Al estoicismo se le conoce por este nombre, stoa -en latn porticus-, por el lugar de su actividad, la poikle stoa de Atenas, prtico de las pinturas, donde los estoicos, desde su iniciador Zenn de Citio (finales del siglo IV a.C.), enseaban a sus discpulos (en Atenas el prtico por antonomasia era el de las pinturas, de ah su denominacin mediante el nombre comn, stoa; al estoicismo tambin se le denomina el Prtico).

Otra gua espiritual, decisiva para la formacin ideolgica y literaria del joven Sneca, se la proporciona Papirio Fabiano ( Epistula 100.9), a su vez discpulo de ambos Sextios2 padre e hijo; Fabiano era un hombre de ideas eminentes enmascaradas tras una expresin discreta, por lo cual lograba convencer a sus oyentes ms con el contenido que con la forma de sus discursos. Papirio Fabiano hace profesar a Sneca la doctrina de los Sextios, inculcndole la prctica del examen de conciencia cotidiano y la preocupacin por las ciencias de la naturaleza, de donde surge un temprano inters cientfico, que constituye un rasgo fundamental de la singular trayectoria de Sneca. Tras decidirse por la carrera senatorial, el autor en plena juventud estudia con entusiasmo retrica, lee a los poetas augsteos los cuales ejercern una influencia decisiva en su obra dramtica y compone epigramas. Sin embargo, Sneca careca de buena salud desde joven, y estuvo habitualmente enfermo durante toda su vida; frecuentes afecciones en las vas respiratorias lo impulsaron casi al suicidio ( Epistula 78.1). Pero una vez ms, la consideracin hacia su anciano padre lo preserva de dar un paso tan irreversible; los mdicos le prescriben un cambio de clima, por lo que Sneca se traslada a Egipto, donde su ta materna (en latn matertera, hermana de la madre) estaba casada con C. Galerio, prefecto de dicha provincia durante varios aos (16-31 d.C.). Dentro de estos mrgenes cronolgicos, no se sabe en qu momento, se traslad Sneca a Egipto, aunque s se conoce la fecha de su vuelta, el ao 31 d.C., al finalizar la prefectura de Galerio. El viaje fue tan dramtico que su to muri durante una tempestad que se abati sobre el barco, mientras tambin su ta estuvo a punto de perecer al lanzarse al mar embravecido para recuperar el cadver del marido, lo que consigui tras correr un enorme riesgo ( Consolatio ad Heluiam matrem 19.4-5). Fruto de la estancia del joven Sneca en Alejandra, capital de Egipto, fue una obra perdida sobre la tierra y la religin de los egipcios (De situ et sacris Aegyptiorum) y otra sobre la India (De situ Indiae), afianzando all su inters por las ciencias naturales.

La escuela filosfica de los Sextios enseaba, a comienzos de poca imperial, un moralismo impregnado de ideas neopitagricas y platnicas; siguiendo adems las huellas de la stoa antigua y de la filosofa cnica, establecen sobrias normas de vida, acordes con el sentido prctico de los romanos. Dicha escuela proporciona asimismo una fuente de florilegios morales, donde especialmente se recogan mximas de Publilio Siro, quien en poca cesariana escribi piezas teatrales del gnero del mimo, con un carcter sentencioso-moral. En la Epistula 59.7 dice Sneca de uno de los Sextios que filosofaba con palabras griegas pero con costumbres romanas; los Sextios, efectivamente, escribieron en griego. Estos maestros de Papirio Fabiano conducen al que a su vez es uno de los maestros de Sneca de la retrica a la filosofa, como antiguos oradores convertidos en filsofos.

Con el regreso a Italia el ao 31 a.C. comienzan once aos de actividad poltica de Sneca (cursus honorum) hasta que sobreviene el momento de su exilio en Crcega; durante dicho perodo, los negotia pblicos le obligan a dejar la filosofa en segundo trmino. No obstante, en esta poca se componen la Consolatio ad Marciam, los tres libros del dilogo De ira, as como obras perdidas sobre piedras, peces y terremotos. Por recomendacin e influencias de su ta, Sneca llega a la magistratura de cuestor; a la vez se hace un orador de renombre, pero hasta el punto de que uno de sus discursos suscita peligrosamente la envidia del emperador Calgula (37-41 d.C.). Segn el testimonio de Din Casio (59.19.7), Sneca se libr de la ejecucin sumarsima porque una cortesana, favorita del tirano, coment ante el csar que, de todas formas, el achacoso intelectual iba a morir pronto, debido a su salud precaria. A raz de este percance, que podra haber tenido funestas consecuencias, Sneca perdi todo inters por defender causas ( Epistula 49.2). Condenado al silencio en la cima de su gloria como orador, Sneca consagra todas las dotes de su arte retrica al servicio del estudio y de la educacin del alma humana, desempeando con ello un cometido histrico dentro de la literatura romana. En el ao 41 d.C., acusado de adulterio (Din Casio 60.8) con Julia Livila hermana de Calgula al igual que lo era Agripina, madre del futuro emperador Nern, Sneca tiene que exiliarse a Crcega, donde permanece, nueve aos en el exilio, hasta el 49 d.C. La causa real de su destierro3 es su posicin relevante en la oposicin senatorial al entonces emperador, Claudio (41-52 d.C.), siendo la emperatriz Mesalina la maquinadora del destierro de Sneca. El filsofo compone en el exilio sus otras Consolationes, aludiendo en la dedicada a su madre, Helvia, a dos hroes de la oposicin senatorial, mientras en la que dedica al liberto Polibio, favorito del emperador Claudio, evoca la imagen ideal del csar clemente. La sucesora de Mesalina como esposa imperial es la madre de Nern, Agripina, quien necesita del concurso de Sneca para sus planes. A Sneca se le hace volver de Crcega como preceptor del joven Nern, y se le encarga su educacin terica, mientras Sexto Afranio Burro se ocupa de la enseanza de poltica prctica de Nern, hijo adoptivo de Claudio y coheredero con Britnico, el hijo biolgico de Claudio que no tardara en ser

M. von Albrecht, Historia de la literatura romana. Desde Andronico hasta Boecio , vers. castellana D. Estefana-A. Pocia, revisada por el autor, Barcelona [Herder] 1999, vol. II p. 1061.

eliminado. Una vez que Nern asciende al trono, en el ao 54 d.C., Sneca se convierte en su consejero directo, al igual que Burro, el prefecto del pretorio; la actuacin de ambos en la poltica del momento proporciona al Imperio algunos aos felices: se producen cambios positivos en la administracin, se induce a los partos a abandonar Armenia sin necesidad de una guerra, el senado queda revalorizado, los habitantes de las provincias reciben un tratamiento ms equitativo, el pueblo se une espiritualmente a un csar que, a travs de sus consejeros, gobierna con magnanimidad y justicia. A Nern se le permita vivir de acuerdo con sus inclinaciones, que no tardaron en manifestarse en su verdadera naturaleza: al caer el csar bajo la influencia de malos consejeros como Tigelino, un primer signo de los nuevos tiempos es el asesinato de Agripina, madre de Nern, que marca la cada del propio Sneca. Tras la muerte de Burro, al Filsofo ya slo le queda la salida de apartarse de la vida pblica, lo que se consolida el ao 62. A partir de este momento, compone obras como las Cartas morales a Lucilio y las Cuestiones naturales (cuyo prlogo ensalza el conocimiento puro). Tres aos despus sobreviene la frustrada conspiracin de Pisn contra el csar, en la que Sneca es acusado de participar; Nern ordena que Sneca y el poeta Lucano, sobrino de Sneca, se suiciden. El historiador Tcito ( Ann. 15.60-64) narra su valerosa muerte, que se produjo lentamente, mientras un Sneca anciano y sereno ante su final inminente pronuncia una especie de testamento filosfico, siguiendo los pasos de figura tan fundamental para el pensamiento antiguo como lo es Scrates.

2. La obra de Sneca.Los graves reveses que Sneca sufri a lo largo de su vida fueron encaminndolo a su verdadera vocacin: el descubrimiento del mundo interior, el del espritu, a travs de la filosofa. A ello se une desde poca muy temprana el inters cientfico, dada su formacin bsicamente estoica, dirigida por la curiosidad y la inquietud intelectual. Segn esto, los sucesos de su biografa sustentan en buena medida los rasgos de la produccin senecana. Durante los aos jvenes, hasta la vuelta de su estancia en Egipto por motivos de salud, Sneca se ocupa preferentemente de problemas de ciencias naturales, a los cuales retorna en la vejez. Los aos de madurez comienzan con una primera poca de actividad pblica en la que su brillantez y su excelencia oratoria a punto estuvieron de costarle la vida por envidia

de Calgula. Con impronta de orador compone la primera de sus Consolationes, la Consolatio ad Marciam; tras la interrupcin forzosa de la carrera de abogado bajo Calgula, escribe Sneca uno de sus dilogos, el De ira, en tres libros (con una extensin mayor de lo habitual en este tipo de obra filosfica). El segundo perodo de esta fase intermedia de la madurez incluye la experiencia del exilio (41-49 d.C.), aos en los que aparecen la Consolatio ad Polybium y la Consolatio ad Heluiam matrem, tal vez el perdido De forma mundi; por otra parte, Sneca compone sus ocho tragedias, al menos en su mayora (con las posibles excepciones del Thyestes y de las Phoenissae). A la poca de reflexin forzada en el exilio de Crcega le sigue, al volver a la corte imperial como preceptor de Nern, el perodo ms productivo de su creacin, el de los ltimos quince aos de su vida. Dicho perodo tambin se subdivide en dos fases: 1) la que coincide con los aos de su gestin como consejero de Nern, por una parte con la composicin de varios dilogos ( De breuitate uitae, De constantia sapientis, De tranquillitate animi, De uita beata, De otio). Al morir en el ao 54 d.C. el emperador Claudio, envenenado por Agripina, Sneca compone una despiadada stira menipea 4, la Apocolocyntosis o Ludus de morte Claudii. A ello se aade el De clementia, obra al parecer en tres libros (el ltimo perdido) sobre la ideologa del principado, la cual se halla en relacin con la diarqua emperador-senado a la que ya aspiraba Augusto; publicado en 55/56 d.C., el De clementia est dedicado a Nern, para lograr que el nuevo csar se muestre como optimus princeps que gobierna con clemencia antes que con la crueldad de la tirana. De esta misma poca es la obra en siete libros De beneficiis. 2) A sus ltimos aos corresponden obras seeras, las Ad Lucilium Epistulae morales, en veinte libros con un total de 124 cartas, y las Quaestiones naturales, en siete libros. En este perodo final, tras su retirada de la vida pblica al igual que en otros tiempos sucediera a Cicern, Sneca compone un corpus completo de escritos protrpticos de exhortacin al estudio de la filosofa. Tambin se tienen noticias de obras perdidas,

Gnero satrico en cuya composicin, el prosmetro, se mezcla la prosa con el verso, con un contenido de crtica social en un marco fantstico; as denominada por su iniciador, el cnico Menipo de Gdara (siglo III a.C.), la stira menipea la introduce en Roma en poca republicana el polgrafo y enciclopedista M. Terencio Varrn, y luego lo cultivan Petronio y Sneca en poca imperial.

como los Moralis philosophiae libri, el De immatura morte y unas Exhortationes (escrito protrptico, cf. Epistula 89).

A diferencia de la mayora de los autores latinos, Sneca cultiva tanto la prosa como la poesa, sobre todo en el gnero de la tragedia. Casos similares son los de Ennio, Accio y Cicern, antes que Sneca; tardamente el de Lactancio (s. IV) y el de Sidonio Apolinar (mediados del siglo V). Los gneros en prosa a los que se dedica Sneca son muy diversos. Mientras las Consolationes son suasorias de estilo elocuente, el gnero de los tratados filosficos es ms didctico que retrico. En las Cartas a Lucilio se cruzan dos gneros: el escrito filosfico y el epistolar. De los doce ttulos tradicionalmente denominados Dialogi5, slo uno tiene forma dialgica, el De tranquillitate animi ; sin embargo, en De beneficiis 5.19.8 el mismo Sneca da la denominacin de dialogus a la disputa con un interlocutor ficticio, mientras en Quintiliano (9.2.30-31) dialogus significa tambin monlogo y razonamiento filosfico. Sneca tambin pudo apoyarse en la tradicin de la diatriba forma de prdica filosfica conocida desde Bin de Borstenes (principios del siglo III a.C.) , al objeto de dar a sus escritos filosficos6 la configuracin de un gnero literario. La diatriba, como forma de prdica moral de signo cnico-estoico, se caracteriza por el uso frecuente del apstrofe, que se dirige bien a un destinatario real, bien a un interlocutor fingido; otros rasgos dialgicos que le confieren vivacidad y fuerza son las supuestas objeciones del adversario, los proverbios y sentencias, y las comparaciones con personas y hechos que proceden de la vida cotidiana o de la historia ( Epistula 95.72), constituyendo los llamados exempla, que Sneca prefiere tomar de la ltima poca republicana y de la primera poca imperial. La Apocolocyntosis, una composicin singular dentro de la produccin senecana, es una stira menipea en la que se introducen elementos dramticos. A su vez, las obras dramticas integran el llamado corpus trgico de Sneca, con nueve tragedias, que resultan muy diferentes de las correspondientes obras griegas, de

De prouidentia, De constantia sapientis, De ira, Consolatio ad Marciam, De uita beata, De otio, De tranquillitate animi, De breuitate uitae, Consolatio ad Polybium, Consolatio ad Heluiam matrem.
6

Los rasgos de la diatriba se encuentran en los tratados, en las Consolaciones y en las Cartas.

Esquilo, Sfocles o Eurpides; presentan divergencias que pueden remontar o bien a tragedigrafos griegos de poca helenstica o bien a autores latinos de poca republicana y augstea, cuyas obras no se conservan. Los ttulos son Hercules furens (Hrcules enloquecido), Troades (Las Troyanas), Phoenissae (Las Fenicias, que se conserva incompleta), Medea, Phaedra, Oedipus, Agamemnon, Thyestes, Hercules Oetaeus; a ellos se aade dentro del corpus trgico la nica fabula praetexta de la literatura latina que ha llegado a la posteridad, la Octauia, una pieza espuria al igual que el Hercules Oetaeus (Hrcules en el monte Eta). La obra trgica de Sneca proporciona las nicas piezas del gnero de la tragedia en Roma que nos han llegado ntegras, con la nica excepcin de Phoenissae (Las Fenicias), de la que desgraciadamente subsisten slo dos grandes fragmentos, el de los vv. 1-362 y el de los vv. 363-664, si bien probablemente, junto con el Tiestes, esta obra fragmentaria representa una de las mejores tragedias de la produccin senecana. En su obra trgica, Sneca recrea numerosas ideas de filosofa moral de los tratados en prosa, fundamentalmente sustentados en principios del neoestoicismo, sin prescindir de elementos de otras corrientes filosficas (neopitagorismo, epicuresmo, filosofa cnica, academicismo platnico y escuela peripattica de Aristteles).

Entre Sneca y los filsofos de poca helenstica hay al menos cinco generaciones de filsofos7. Son muy abundantes en la obra prosstica de Sneca las sentencias de Epicuro (mediados del siglo IV a primer tercio del siglo III a.C.), especialmente en los tres primeros libros de las Cartas morales a Lucilio, que ofrecen una especial coherencia temtica; Epicuro le sirve igualmente como modelo para el gnero de las cartas filosficas. Adems cita Sneca en las Cartas a Lucilio probablemente con citas de segunda mano a Zenn de Citio, el fundador de la Stoa en Atenas, a finales del siglo IV a.C. El tema del monarca en el tratado De clementia, donde se propone la imagen del gobernante ptimo, remonta a Jenofonte e Iscrates, de la generacin de Platn, quien tampoco falta entre las autoridades a las que remite Sneca. Las lneas de su ideologa se trazan en tres vertientes: la tico-prctica, representada por los estoicos (en orden inverso, los maestros de Sneca; antes en Roma Posidonio y Panecio, hasta remontar a la antigua
7

Cf. M. von Albrecht, op. cit. pp.1075-1077.

Stoa); la dialctico-religiosa, tambin en orden inverso, a travs de Socin, maestro de Sneca, antes Posidonio y Antoco, hasta llegar a Platn y a los pitagricos; la cientficonatural, con Papirio Fabiano como maestro de Sneca, a travs de Posidonio, remonta a su vez a la escuela aristotlica.

Un modelo de vida importante para Sneca es la figura de Scrates, no slo ante la muerte, sino ya en el destierro; en la Consolatio ad Heluiam matrem (13,4) destaca Sneca el hecho de que Scrates, con su actitud, quit toda ignominia a su estancia en la crcel: neque enim poterat carcer uideri in quo Socrates erat pues no poda parecer una crcel (el sitio) en el que estaba Scrates.

3. Lengua y estilo de Sneca.La prosa de Sneca se caracteriza por la brevedad, con frases apoyadas en el ritmo y en lo conceptual. Es notable el ritmo artstico de su prosa, con clusulas cuya colometra se da a escala ms reducida que en Cicern. Sneca se sita en la direccin anticlsica de una modernidad que arranca de un siglo antes, lo cual no impide que nuestro autor reconozca los mritos estilsticos de Cicern (Epistula 100.7); tiene un latn muy puro y, por ende, paradjicamente conservador dada su calidad de prosista moderno, a mucha distancia de la prosa clsica de Cicern. En sus obras de tono ms personal, como las Cartas a Lucilio, aparecen elementos de la lengua coloquial8, que se mezclan con los poetismos; por otra parte, Sneca gusta de adornar sus escritos filosficos con frecuentes citas poticas. Se aparta intencionadamente del estilo humilde, y para ello recurre a la parataxis, a la anttesis y a la variatio, con tendencia al empleo abundante de sinnimos y a la riqueza lxica. La diccin condensada de Sneca intenta ajustarse al ideal estoico de la breuitas, lo que consigue en la frase, pero no en el conjunto del texto, que se amplia considerablemente. A menudo se aproxima Sneca al estilo elevado, tal como se representa en el tratado de teora literaria Per hpsous (Sobre lo sublime), que define un nuevo estilo, a la vez que aporta un estudio crtico y comparativo entre autores de la literatura griega; esta obra en griego es de autor annimo un erudito contemporneo de Sneca, en cuanto se compuso

A. Setaioli, Elementi di sermo cotidianus nella lingua di Seneca prosatore, Studi italiani di filologia classica (SIFC) 52, 1980, pp. 5-47; 53, 1981, pp. 5-49.

hacia comienzos de poca imperial, probablemente. La impresin de sublimidad en la obra prosstica de Sneca especialmente representada por los Dilogos, surge de la unin entre conceptos primordiales y una forma sencilla, que realmente slo lo es en apariencia. Segn A. Traina9, la lengua de Sneca es consecuencia de la tendencia a la interiorizacin, como prdica de postura del hombre ante la vida, y ello se manifiesta en aspectos concretos, que afectan incluso a la construccin sintctica, donde se evita el perodo demasiado extenso. Algunas opiniones antiguas sobre el estilo de Sneca conllevaban un sello negativo; segn Suetonio (Calig. 53.2), Calgula calificaba las composiciones senecanas de meras commissiones (simples piezas de lucimiento), escritas como harena sine calce, en cuanto se lograban a costa de acumular elementos dispersos, sin trabazn. Ms tarde el rtor Quintiliano valora la funcin de las mximas o sententiae que salpican los escritos de Sneca, pero rechaza el estilo en que aparecen expresadas, porque genera efectos tanto ms peligrosos, en cuanto estn llenos de atractivo ( dulcia); para Quintiliano, la gravedad de los temas que se desarrollan no recibe un tratamiento adecuado por parte del autor, tal es el aluvin de agudezas y filigranas verbales. El estilo de la prosa de Sneca no es uniforme, sino que se ajusta a cada tipo de obra. El prlogo de la Consolatio ad Heluiam est compuesto en perodos bien pulidos, notablemente diferenciados del estilo suelto de otros escritos prossticos. Tambin en el interior de una determinada obra puede haber diferencias estilsticas: mientras en el libro I del De clementia hay una mayor abundancia de elementos retricos, en el libro II prevalece lo abstracto-filosfico, presentndose los conceptos bajo una terminologa filosfica de carcter tcnico; por ejemplo, mientras en el libro I los sustantivos misericordia y uenia se usan como meros sinnimos de clementia, segn la tcnica de la uariatio, en el libro II se aprecian diferenciaciones conceptuales en su uso, dentro del lxico de la filosofa.

A su vez el estilo de las tragedias entronca esencialmente con la lengua potica de poca augstea, muy especialmente en el plano del lxico. Sus modelos son fundamentalmente Virgilio y Ovidio, a cuyos textos se atiene Sneca tanto en la eleccin de palabras como en las expresiones e imgenes. Sin embargo, el tragedigrafo de Corduba
9

A. Traina, Lo stile dramtico del filosofo Sneca, Bolonia, 1974.

tampoco descuida las preferencias de su propia poca: el estilo retrico, la bsqueda del efecto intenso y espectacular, el deleite detenido en la descripcin detallada de lo tremendo y espeluznante, la emocin y, en suma, todos los elementos del pathos retrico. Como en los escritos prossticos, Sneca muestra predileccin por las frases breves ideal estoico de la breuitas nuevamente, y entre ellas por la sencillez y agudeza de las mximas (sententiae), con su carcter atemporal y gnmico, habituales en el personaje de la Nodriza o afines. La lengua y el estilo de las tragedias slo se comprenden en su relacin con los escritos en prosa. Respecto a la mtrica de las tragedias, Sneca hace gala de un manejo minucioso de los trmetros ymbicos en las escenas (prlogos, monlogos, dilogos, relatos); respecto a la lrica coral, donde a menudo se encuentran ecos temticos de Horacio, dominan los anapestos, junto a otros metros lricos en los cantos polimtricos (sficos, alcaicos; glicnicos, aristofanios, etc.).

4. Sneca y la posteridad.Mientras algunos autores de la Antigedad pagana Quintiliano (s.I), Frontn y Aulo Gelio (s. II) rechazan la obra de Sneca, los autores cristianos, desde Tertuliano (1 mitad s. III) y Lactancio (s. IV), lo nombran con complacencia; en el siglo IV incluso se falsifica un intercambio epistolar entre Sneca y el apstol Pablo, del que surgiran cartas conocidas por San Jernimo (331-420 d. C.). En los Hechos de los Apstoles (18.12-17) se da noticia del encuentro entre San Pablo y Galin (el hermano mayor de Sneca, adoptado por L. Junio Galin); dicho encuentro motiv quizs la idea de la mencionada correspondencia espuria, y, sobre todo, contribuy a la conservacin de los escritos de Sneca, quien por lo dems estaba cercano a los principios del cristianismo por diversos aspectos de su ideologa, como la simpata estoica por los semejantes, en cuanto todos los hombres participan del lgos csmico; de ello resultan postulados senecanos como el buen trato a los esclavos, o bien el rechazo intelectual de los juegos de gladiadores y de la matanza de criminales en la arena del anfiteatro, con frecuencia los propios cristianos condenados a morir pblicamente en los juegos, como sucedi ya en la primera persecucin contra los seguidores de Cristo, ordenada por Nern en el ao 64 tras el gran incendio de Roma.

10

En su faceta de poeta trgico, Sneca influye en los poetas picos Lucano y Silio Itlico (s. I); ms de tres siglos despus se intensifica su influencia en los poetas cristianos, el hispano Prudencio (finales del s. IV) y los del sur de la Galia. Los breves versos lricos del De consolatione philosophiae, del autor romano Boecio (s. VI) senador en la corte del rey ostrogodo Teodorico y puente de la Antigedad latina con la escolstica medieval, recuerdan en buena medida los cantos corales de Sneca. Con un salto de cuatro siglos, en poca carolingia afloran textos de Sneca, excepto de los dilogos y las tragedias. Luego, en el siglo XII, es muy ledo como autor escolar y como fuente de sententiae o mximas; el despertar del inters por las ciencias naturales en Francia hace que se divulguen las Naturales Quaestiones senecanas. Por el contrario, la influencia de las tragedias queda inicialmente muy reducida. Incluso Dante cree que las tragedias y comedias latinas pertenecen al gnero narrativo, aunque Petrarca conozca mejor las obras teatrales de Sneca. Es Lovato Lovati quien vuelve a comprender los metros de Sneca; su alumno Albertino Mussato ya comenta las tragedias senecanas y, alrededor de 1315, escribe la Ecerinis en cinco actos, el primer drama europeo que imita a la Antigedad. Desde entonces, es a travs de la mediacin del corpus trgico de Sneca como el pathos y lo trgico del teatro antiguo se transmite al teatro europeo, en Italia, Francia, Espaa, Holanda e Inglaterra. En el siglo XV se traducen todas las tragedias del corpus senecano al espaol; desde mediados del siglo XVI se traducen a las lenguas nacionales en Italia y en Francia. Los dramaturgos ingleses conocen a Sneca mucho mejor que a los trgicos griegos, y las Ten Tragedies (incluyendo la praetexta espuria Octauia) las leen ya traducidas al ingls entre 1559 y 1581; para William Shakespeare (1564-1616), Sneca es, junto a Ovidio, Plutarco y Plauto, uno de los autores antiguos ms importantes 10. La obra del gran dramaturgo ingls, a la vez tragedigrafo y comedigrafo, como luego P. Corneille en Francia, pone de manifiesto numerosas influencias de Sneca: as, los tonos pesimistas, los hroes sombros e introspectivos (Hamlet, si se compara con Hiplito), los tiranos (Ricardo III frente a Lyco, Teseo o Atreo), los personajes enloquecidos (Macbeth frente a Hrcules); o bien las escenas de brujera, con el precedente magistral de la Medea senecana, las
10

R.S. Miola, Shakespeare and Classical Tragedy. The Influence of Seneca , Oxford, 1992.

11

apariciones de espectros (el fantasma del padre de Hamlet, que seguira el precedente de las sombras de Tiestes y de Tntalo), las torturas y asesinatos en escena, etc. Formalmente, la influencia de Sneca en Shakespeare opera en los apartes y monlogos, en la tcnica de la esticomitia -alternancia de rplica y contrarrplica entre dos personajes, integradas por frases breves de cada uno de los interlocutores, que a veces se reparten un mismo verso (antilab)-, expresin hiperblica de obras y pasajes, etc. En el primer tercio del siglo XVIII el jesuita francs P. Brumoy es uno de los primeros en alzarse en duras crticas contra el teatro de Sneca. El crtico alemn G.E. Lessing (1729-1781), autor del Laoconte -serie de estudios de esttica sobre poesa y pintura-, empez defendiendo al tragedigrafo romano frente al criterio desfavorecedor de P. Brumoy, quien, comparando lo incomparable, prefera lgicamente la tragedia griega frente a las tragedias de Sneca; pero el propio Lessing mostrara luego sus juicios desfavorables a la tragedia senecana en el Laoconte, perfilando lo que en adelante iba a ser la orientacin de la crtica en la valoracin del teatro de Sneca. Sin embargo, todava en la poca de la Revolucin Francesa, con su rechazo de la tirana, el dramaturgo Vittorio Alfieri (1749-1803) se coloca en la sucesin de Voltaire y de Racine, coincidiendo con la posicin del propio Sneca en contra de los tiranos. La llegada del Romanticismo y del filohelenismo alemn supone casi la ruina de Sneca, al igual que la de muchos otros poetas latinos, incondicionalmente admirados hasta entonces. En las tragedias de Sneca se empez a ver slo una monstruosa acumulacin de motivos retricos, con una complacencia rayana en lo morboso respecto a lo macabro y lo horripilante: rasgo, que, paradjicamente, no deja de mostrar puntos de contacto con la esttica de ciertas obras romnticas, por ejemplo con las Leyendas de G.A. Bcquer, del tardo Romanticismo espaol. La crtica desfavorable contra el teatro de Sneca fue la que domin durante todo el siglo XIX y los comienzos del siglo XX; posteriormente, estudiosos como L. Herrmann, U. Knoche y E. Paratore, entre otros, han vuelto a conferir su justo valor a estas tragedias, muy distintas de las griegas, si bien exponentes de una relevante altura literaria. Al respecto, R.J. Tarrant11 seala que a Sneca trgico se le puede juzgar actualmente por sus propios mritos como poeta de una cierta inspiracin, cuya descripcin de personajes
11

R.J. Tarrant, Agamemnon, edited with a Commentary by, Cambridge, 1976, p. VII.

12

desequilibrados, en un mundo violento e inestable, ha sido objeto de nuevo inters en el siglo XX. En definitiva -por encima de las fluctuaciones que la valoracin de las tragedias de Sneca han recibido en las distintas pocas, segn los principios estticos de cada una de ellas-, hay una realidad innegable: la enorme y decisiva influencia que los dramas senecanos han ejercido en el teatro europeo a travs de los siglos, hasta el punto de que Sneca representa el modelo de todas las corrientes trgicas del Renacimiento y del siglo XVIII12.

Se observa un seguimiento de motivos de la Apocolocyntosis en la Octauia atribuida a Sneca en el corpus trgico; ms tarde, aqulla tambin pudo ser manejada por Ausonio (s. IV). En el siglo IX cita Radbertus en su Vita Walae la misma Apocolocyntosis que siglos despus (ss. XVI y XVII13) encontrar igualmente imitadores, siendo por otra parte J.J. Rousseau el ms famoso de sus traductores. La stira menipea en la sucesin de Luciano, Varrn y Sneca -mientras Boecio emplea la forma de la stira menipea, el prosmetro, ya con otros cometidos artsticos-, se ver continuada en Europa con una larga tradicin, sobre todo en Inglaterra.

Algunas de las obras prossticas de Sneca reciben una gran atencin desde la Alta Edad Media. Las Naturales Quaestiones influyen en el Opus Maius de Roger Bacon (siglo XIII), as como los Dilogos en la Moralis Philosophia del mismo autor ingls. En la poca del Renacimiento se leen las Cartas y los Tratados en versin original, mientras las ediciones de Erasmo (Basilea, 1515, corregida en 1529) aumentan an ms su popularidad. Se traducen al francs en el siglo XIV y parcialmente al alemn en el siglo XVI. Otra obra prosstica de Sneca que influye en la posteridad es el De Clementia, que desde Cinzio, a travs de Corneille (con su tragedia Cinna) llega incluso a la pera de Mozart, en La clemenza di Tito. Desde otros planteamientos, el tema de la tirana y de la
12

E.M. Wilson D. Moir, A Literary History of Spain, Historia de la literature espaola, Siglo de Oro: Teatro, trad. C. Pujol, Barcelona, 1974, pp. 60 ss.; K.A. Blher, Seneca in Spanien. Untersuchungen zur Geschichte der Seneca Rezeption in Spanien vom 13 bis 17 Jahrhundert, Berna, 1969.
13

R. Roncali, LApocolocyntosis nel Cinquecento. Da Erasmo allellezione di Enrico IV, QS 6, 1980, 2, pp. 365-379.

13

adecuada conducta del monarca como poltico se trata asimismo en El Prncipe de Nicols Maquiavelo (1469-1527). Michel de Montaigne (1533-1592), el creador del ensayo moderno, hace de los pensamientos de Sneca una parte de los suyos propios14. Sneca el Filsofo aporta su savia vivificadora tambin a la prosa de los grandes moralistas europeos de la Edad Moderna: Baltasar Gracin (1601-1658), Francis Bacon (1561-1626), Franois de La Rochefoucauld (1613-1680), Jean de La Bruyre (1645-1696), Blaise Pascal (1623-1662), Arthur Schopenhauer (1788-1860) y Friedrich Nietzsche (1844-1900). Sneca es para los pensadores de la primera Edad Moderna un gua hacia la independencia interiorizada; en un aspecto genuino de su obra, como es el de la filosofa prctica filosofa para la vida y para la realidad del hombre, tambin ha sido redescubierto en nuestro siglo. Actualmente, se aprecia su religiosidad filosfica, su compromiso de entrega del centro personal al lgos del ser (P. Tillich 15), una definicin que, en opinin de M. von Albrecht 16 no hace plena justicia al papel liberador de este educador de Europa.

La extensa obra de Sneca, incluida la produccin teatral, representa la expresin de todo su pensamiento filosfico, expuesto con innegables valores literarios; el gran inters de la obra senecana radica adems, para la historia de la filosofa, en constituir un punto clave y decisivo para el conocimiento del estoicismo en Roma, donde confluyen elementos de otras corrientes filosficas que igualmente aportan contenidos a la filosofa y al moralismo prctico del autor de Crdoba.

14

C.H. Hay, Montaigne lecteur et imitateur de Snque , Poitiers, 1938; M. von Albrecht, Montaigne und Seneca , Filologia e forme letterarie. Studi offerti a F. della Corte, Urbino, 1987, vol. 5, pp. 543-559.
15

P. Tillich, Der Mut zum Sein (trad. del ingles, 1952), Gesammelte Werke, vol. 11, Stuttgart 1969, pp. 20 23. 16 Cf. M. von Albrecht, op. cit. p. 1095.

14

5. PUNTUALIZACIONES SOBRE LAS IDEAS ESTOICAS. LA TICA ESTOICA. http://acacia.pntic.mec.es/~falvar4/estoica.htm (Paulus Athenis) Act. Apost. 17.17. || Disputabat igitur in sinagoga cum Iudaeis, et colentibus et in foro, per omnes dies ad eos qui aderant. Quidam autem epicurei et stoici philosophi disserebant cum eo, et quidam dicebant: quid uult seminiuerbius hic dicere? Alii uero: nouorum daemoniorum uidetur annuntiator esse, quia Iesum et resurrectionem annuntiabat eis. El estoicismo 17 -que surge en el mundo griego de poca helenstica, en Atenas, y se desarrolla sobre todo en la Roma imperial- constituye una de las doctrinas morales ms importantes de la historia del pensamiento. Desde su fundador, el chipriota Zenn de Citio (332.262 a. C.), el primer imperativo tico para los estoicos lo constituye el vivir conforme a la naturaleza, lo que se identifica con vivir conforme a la razn (Lgos, Ratio), en tanto la naturaleza es racional y sigue un orden justo; sin embargo, no se trata de vivir siguiendo los dictados de una naturaleza primitiva o instintiva, segn propugnan los cnicos respecto a una forma de vida incivilizada, contraria a las normas y convenciones socialmente establecidas. Dado que el orden universal es justo, la aceptacin del destino (heimarmene, fatum) se convierte en la debida actitud moral. El hombre virtuoso es el que no se rebela contra el destino, el que acepta tranquilamente lo que le pasa porque comprende que estaba establecido que ello pasara de esa manera. Todos los seres obedecen necesariamente al destino, unos por la fuerza y otros de buen grado; all donde el bueno va voluntariamente, el malo va por la fuerza: ducunt uolentem fata, nolentem trahunt (Sen. Ep. 18.107.11) "los hados conducen al que se aviene, (en cambio) al que se resiste lo arrastran"; non pareo/seruio Deo, sed assentior (Sen. Prov. 5.6) "no obedezco a Dios, sino que me adhiero a lo que l establece", dice Sneca. Ah radica toda la dignidad y la libertad del hombre: en conocer el orden necesario del mundo y ser parte consciente del mismo. Esta es la ventaja del sabio sobre el ignorante, lo que le da el estado de imperturbabilidad (aptheia) y el estado de felicidad para los estoicos: el hecho de saber que todo est determinado. Ahora bien, si todo determinado por la ley de causas y efectos que sustenta la heimarmene, qu espacio queda para la libertad humana? Precisamente el de la conciencia

17

J. Berraondo, El estoicismo, Editorial Montesinos, 1992, http://books.google.es/books?id=Ed9tmSeT7j4C&printsec=frontcover.

15

de la necesidad que es propia del hombre sabio, lo que le produce imperturbabilidad como ausencia de pasiones (aptheia) y el estado de calma y beatitud, la tranquilidad de espritu (ataraxa). Todo obedece necesariamente al destino, pero el hombre puede resistirse a l, porque la razn del hombre llega a extraviarse, oponiendo al Bien universal un bien propio que es ficticio: salud, riqueza, honor, etc. Lo ficticio, lo falso constituye la especificidad de la naturaleza humana, lo que la lleva a contrariar el orden universal; la Razn le permite al hombre sobresalir en dignidad, pero su ausencia le degrada. La naturaleza humana, como parte congruente con el todo de la naturaleza csmica, es la norma de conducta; toda tendencia natural es, por tanto, buena. Pero la naturaleza humana puede desorientarse, proponindose aquel bien ficticio, y entonces surge la pasin (pathos, affectus), contraria a la razn18; desde Crisipo el tercer jefe de la escuela estoica, tras Zenn y Cleantes, se distinguen cuatro tipos de pasiones en la tica estoica, considerados como movimientos irracionales de la mente: -dolor, pasin ante el mal presente (aegritudo); -miedo, pasin ante el mal futuro (timor); -placer, pasin ante el bien presente (voluptas, lubido); -deseo, pasin ante el bien futuro (cupiditas). Las pasiones separan al hombre de su felicidad y le hacen correr detrs de falsos bienes materiales; a medida que el hombre se afana en la consecucin de los bienes materiales, mayor es la necesidad (ficticia) de ellos. Frente a la pasin, la virtud consiste en el autodominio y en la apatheia (impasibilidad). El desorden pasional proviene del error del juicio y de una falsa opinin. La razn es culpable de este falso juicio. Para los estoicos la pasin implicaba una aprobacin del juicio que nicamente poda darse si la razn estaba en una condicin dbil. Todos los seres poseen un impulso instintivo a su propia conservacin. En los seres inorgnicos, en los vegetales y en los animales ese impulso es inconsciente; pero el hombre se distingue por poseer razn, con lo cual se eleva el impulso natural a volicin racional, es decir, a eleccin. Por ello, en todo lo que el hombre realiza hay un asentimiento de la razn; si la pasin se origina, es, por tanto, con el asentimiento de la razn. Los estoicos
18

F. G. A. Gagin, "Las pasiones en el estoicismo", Estudios de Filosofa 34 (2006), pp. 187-200.

16

intentan mostrar hasta qu punto las pasiones dependen de nosotros; el mismo Crisipo habla del prejuicio que nos hace creer que es bueno y apropiado entregarnos a la tristeza (aegritudo) cuando muere un pariente. Panecio, a su vez, desaconseja el placer del amor como pasin desenfrenada que hace que uno se someta a otro y se degrade a s mismo (Sen. Ep. XIX, 116.5). Siendo un efecto causado por un mal juicio, la pasin debe ser corregida atajando ste. Los estoicos pretenden apartar al individuo de las pasiones no por una resistencia asctica- directa a ellas, sino por una correccin del juicio mediante mximas o sentencias razonadas, lo que representa el papel de la filosofa). En la mencionada carta 116 del libro XIX de sus Epistolas morales a Lucilio sostiene Sneca que no basta con moderar las pasiones, sino que hay que erradicarlas, en tanto se convierten en vicios que hacen enfermar el alma. Con sus enseanzas morales, los estoicos pretendan efectuar una cura profilctica para erradicar la pasin, considerada como enfermedad mental que aparta al hombre de la accin correcta. Los estoicos sostienen la indiferencia de los bienes exteriores: slo la virtud es un bien. Todo lo que no sea ni virtud ni vicio, tampoco ser bueno ni malo, sino indiferente. Salud, enfermedad, riqueza, pobreza, suerte o infortunio, en tanto no dependen de la virtud o el vicio, son moralmente indiferentes. Todo es nada, salvo la disposicin interior en que consiste la sabidura. En lo que nos sucede no hay bien ni mal: es lo mismo, a efecto moral -y ello constituye la ndole interior del hombre-, el ser rico que ser pobre, el sufrir enfermedad que disfrutar de salud. Lo que distingue al sabio del hombre imperfecto es que no tiene ms apego a lo uno que a lo otro; o, por lo menos, que no tiene un apego incondicional. En consecuencia, Crisipo ridiculiza los mitos platnicos sobre las recompensas y castigos de la otra vida, ya que la virtud es autosuficiente y nunca deseable por otra cosa que ella misma. La virtud es lo nico que debe perseguirse. Los estoicos consideran un dictado de la razn el vivir en sociedad y participar en los asuntos pblicos y en la poltica, frente a lo que sostienen los epicreos. Todos los hombres tienen una naturaleza comn, que es la razn. De ah que slo deba haber una ley para todos los hombres y que todos ellos tengan una sola patria. El sabio no es ciudadano de este o aquel estado particular, sino del mundo (cosmopolitismo estoico).

17

También podría gustarte