CRITICA DEL MUNDO METAFSICO Nietzsche sera uno de los filsofos de la sospecha, es decir, intuy que detrs de las

manifestaciones culturales de su poca se esconde un conjunto de intereses, fuerzas vitales que debemos sacar a la luz. Nietzsche considerar que las distintas manifestaciones culturales son sntomas, signos que hay que interpretar descubriendo las fuerzas vitales o instintivas (voluntad de poder) que se esconden detrs de ella y que nos imponen una cierta valoracin e interpretacin de la vida. Adems para Nietzsche el hombre es un animal del sentido, ya que es el nico que necesita que todo tenga sentido. Sin embargo, Nietzsche defiende que el sentido lo aade el hombre a la vida. Por tanto, las construcciones culturales no son ms que interpretaciones y valoraciones de la vida hechas por el hombre para dar sentido a su vida, que surgen de acuerdo con las fuerzas vitales de quin conoce y que proporcionan su propia perspectiva. No hay por tanto, una nica verdad objetiva y universal, pues lo que llamamos verdad son interpretaciones nacidas de una fuerza vital y que se ha impuesto como superior. Para Nietzsche la tarea del filsofo es desenmascarar las fuerzas vitales (voluntad de poder) y el mtodo adecuado ser el genealgico: se trata de averiguar la gnesis y la evolucin de todas esas manifestaciones culturales y as sacar a la luz que tipo de voluntad de poder ha predominado en el hombre occidental. Pero la voluntad de poder, supone una afirmacin de la vida o una negacin de la vida que frena la posibilidad de desarrollo? El diagnstico de Nietzsche es que la cultura occidental es una cultura decadente, Nihilista. Los valores e interpretaciones sobre la vida que se manifiestan en nuestros diferentes fenmenos culturales son signos de una vitalidad enferma y negativa, decadente hacia la vida. As pues, descubre que en Occidente, est el miedo de unos hombres mediocres al devenir y cambio. En toda la trayectoria del pensamiento occidental, en el cristianismo, movimientos polticos modernos y en la ciencia moderna Nietzsche encuentra el mismo error ontolgico: la distincin entre el mundo sensible y el mundo inteligible, entre fenmeno y cosa en s. Este hecho para Nietzsche es negar la

vida, pues se le da ms importancia al mundo ficticio situado ms all que al mundo real, que percibimos con los sentidos. En definitiva, la condena y crtica de Nietzsche es desde la ptica de la vida, pues califica como sana o enferma una religin, moral, filosofa segn afirmen o nieguen la vida. Pero, qu entiende Nietzsche por vida? Para Nietzsche la vida es voluntad de poder, que es una fuerza primaria, una energa, de carcter inconsciente de todo lo viviente por crecer, superarse por autoafirmarse. As pues, tiene como objetivo la potenciacin de la pasin, la bsqueda del riesgo y del peligro como muestra de autoafirmacin, de superacin aunque esto conlleve dolor y sufrimiento. Esta actitud ante la vida, a este decir si a la vida incluso con sus problemas, es el sentimiento trgico de la vida, que no es pesimismo sino una afirmacin de la vida incluso de lo terrible. Por tanto, vida y muerte forman una unidad inseparable. Y es justamente este sentimiento trgico que constituye el alma de los antiguos griegos, llamado tambin Dionisaco en honor al Dios Dionisos. En definitiva, es que las tragedias griegas se levantan sobre la conciencia del sufrimiento, dolor, y muerte que acompaan a la existencia, pero su esencia es decir s a la vida a pesar de todo. Sin embargo, en el hombre esta voluntad de poder puede enfermar, aparece el cansancio, el hasto o la felicidad eterna en un ms all inventado. Acaba por negarse la vida y la voluntad de poder se convierte en una voluntad que quiere la nada. Nietzsche llama esta actitud ante la vida decadencia o Nihilismo. Sntomas de esta actitud son la renuncia a aspirar a nada ms elevado, que son los que se encuentran en la cultura occidental. El primer tipo de decadente es el hombre moderno, el hombre masa que es mediocre, servil, manso Tambin estn los hombres que la humanidad admira: los sabios que suelen coincidir en su racionalismo, su fe en la razn y su creencia en la verdad, su desprecio a los sentidos, su inhibicin de las pasiones y la creacin de otro mundo ficticio inteligible a la razn. En primer lugar, estas caractersticas se hallan en Scrates, que continu en Platn y por toda la filosofa y ciencia occidental. Tambin considera nihilista el cristianismo, pues encontramos la duplicidad de mundos y la desvalorizacin de la vida. Pero tambin en la ciencia moderna, al reducir la realidad a lo medible, cuantificable Pues bien, la cultura occidental cree que gracias a la razn han conseguido un gran progreso. Ahora bien, el conocimiento solo es posible si lo que se quiere

conocer permanece inmvil e idntico a s mismo. Sin embargo, los sentidos nos ofrecen una realidad en continuo cambio y movimiento. Lo real se nos presenta como cambiando constantemente. Por eso la realidad se presenta como revestida de un cierto misterio, puede ser experimentada, vivida pero no conocida. Pero, podemos soportar un mundo en continuo cambio y movimiento? La mayora de nosotros no, por el miedo al devenir y al cambio de las cosas, lo que hace que los filsofos inventen otro mundo situado en el ms all, donde nada escapa a la razn ni a sus categoras. Ante el miedo la filosofa ofrece una solucin, y es que detrs de la realidad que nos muestran los sentidos se halla la realidad autntica que nos descubre la razn y sus categoras, la razn explica la realidad mediante conceptos y definiciones. Se pretende que el concepto exprese una multiplicidad de cosas o realidades individuales. Aunque para Nietzsche las categoras o conceptos acaban petrificando y momificando una realidad siempre cambiante. Por eso los filsofos han considerado que el mundo cambiante es un engao, una falsedad y el culpable son los sentidos y el mundo verdadero nos lo muestra la razn, mediante conceptos y categoras. Adems, la razn se desliga del cuerpo y es independiente del contexto histrico, pues es una razn que aspira al conocimiento de verdades universales y objetivas. As pues y paralelo al que captan nuestros sentidos, momificado i petrificado, construido por conceptos y categoras vacas de contenido, pero que les otorgamos un estatus ontolgico. En definitiva, la filosofa occidental ha condenado todo aquello que tiene que ver con la sensibilidad. Ahora bien, si el origen de nuestra civilizacin es una estrategia para huir del miedo y no un camino para descubrir la verdad, es una necesidad vital, es nuestra fragilidad mental y la necesidad de sobrevivir en el devenir la que pone en funcionamiento a la razn, para que genere un mundo irreal que nos permita sobrevivir en un mundo catico y sin orden. Para Nietzsche la razn es manipuladora, engaadora, es el instrumento que han utilizado los filsofos para crear un mundo ficticio y hacrnoslo pasar por verdadero. Sin embargo, para Nietzsche es la principal responsable de nuestro alejamiento de la realidad cambiante. Tambin para l, la razn y sus categoras no pueden aprehender la realidad, una realidad siempre en movimiento y cambio, pues las categoras son meros sonidos articulados creados por el hombre. El error consiste en olvidar

que son pura creaciones e invenciones humanas, un simple mecanismo con el que nos ha dotado la naturaleza para comunicarnos y por tanto nos permiten sobrevivir. Pero la razn y el lenguaje no describen fielmente la realidad. Pues bien, al construir una realidad transmundana los filsofos no buscaban la verdad. La creacin metafsica de estos dos mundos se debe a una necesidad fisiolgica: e miedo. Las categoras con las que la razn pretenda conocer la realidad nos ayudan a adaptarnos y vivir con cierto reposo. Pero no tiene valor cognoscitivo, slo adaptativo. No hay, por tanto una nica verdad, slo hay una diversidad de interpretaciones y valoraciones de la vida, multitud de perspectiva todas ellas igualmente vlidas porque ninguna responde a la verdad, sino a la singular experiencia que cada uno tiene con la realidad mutable que se le presenta. Lo que tradicionalmente hemos llamado verdad es slo la fe o la necesidad de creer en algo permanente y eterno. Conocer no es un acto en el que aparece la verdad, la esencia de la cosa, sino una valoracin hecha desde una determinada perspectiva que surge de acuerdo con la voluntad de poder de quien conoce. As, mientras las interpretaciones de una voluntad de poder fuerte favorecen la vida, las otras la debilitan. Por tanto, no hay interpretaciones ms verdaderas que otras, sino que la diferencia es que si favorecen la vida o la niegan, debilitando al ser humano. En definitiva, para Nietzsche el hombre es un animal del sentido: necesita interpretar la vida y la realidad humana de manera que tengan sentido para l. Por tanto, las diferentes manifestaciones culturales no son ms que interpretaciones y valoraciones de la vida hechas por el hombre para dar sentido a su vida, cada interpretacin surge de acuerdo con las necesidades instintivas de quin conoce, las cuales le proporcionan su propia perspectiva sobre las cosas, pero siempre en lucha con otras interpretaciones. Se abre as, la puerta a una multitud de valoraciones cada cual crear la suya de acuerdo con sus fuerzas vitales. No hay por tanto una nica verdad objetiva y universal.