El Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan
El Tai Chi Chuan
"Nuestros resultados demuestran que el Tai Chi Chuan puede disminuir los índices de
declive en la función circulatoria cutánea, o flujo sanguíneo cutáneo", ha indicado
Shyan Wang. Por ello, apunta que la práctica de esta actividad podría ser recetada
como un ejercicio aeróbico para la gente mayor.
En este estudio, los investigadores trabajaron con un grupo de diez ancianos que
habían estado practicando Tai Chi Chuan durante un promedio de once años, una hora
al menos tres veces por semana. Estos hombres fueron comparados con un grupo de
diez hombres que tenían características físicas similares pero que eran sedentarios.
Flujo sanguíneo
Los hombres que habían practicado Tai Chi Chun tenían un flujo sanguíneo y una
temperatura cutánea bastante más elevada durante el ejercicio que el grupo de
personas sedentarias, lo que demostraba que sus vasos sanguíneos tenían una mayor
capacidad de procesar y suministrar el calor que generaba su cuerpo durante las
pruebas.
Además, todos ellos presentaban mayores niveles de óxido nítrico en sangre después
de realizar ejercicio, una indicación de que sus vasos sanguíneos eran más capaces
de responder ante el aumento del flujo sanguíneo.
(Archives of Physical Medicine and Rehabilitation 2001; Vol. 89. Numero 9: 1176-
1181).
Como arte marcial interna, sólo puede considerarse Tai Chi Chuan, aquellas prácticas que
respeten los principios de relajación, continuidad, lleno - vacío, tanto en la práctica de sus formas como
en el combate, con o sin armas.
Para el ojo inexperto esos lentos movimientos, que suelen verse en las plazas, no son
más que una danza, sin siquiera imaginar que en ella se esconden, y muy bien,
poderosas técnicas de lucha como las del Karate o el Tae kwon do.
Este tal vez, sea uno de los aspectos más secretos de este arte. Su historia tiene una
larga evolución en el seno de la cultura china. Desde tiempos inmemorables el hombre
ha peleado por sobrevivir. El arte marcial nació como una necesidad: la supervivencia.
En un principio lo que prevalecía era la fuerza. Fuerza era sinónimo de victoria. Con el
paso del tiempo, la inteligencia fue ganando terreno y muchas veces ganaban los más
astutos. Al principio las técnicas eran muy elementales, pero poco a poco estas se
fueron desarrollando y pronto los "débiles pudieron vencer a los fuertes". Esto poco a
poco se fue volcando sobre las técnicas marciales, y se descubrió que con menos
esfuerzo se obtenían los mismos logros. Ahora para vencer a un oponente, solo
bastaba una técnica inteligente.
Los experimentados guerreros descubrieron como mejorar sus técnicas y vencer a los
luchadores inexpertos.
Fue así como el Tai Chi Chuan se desarrollo, como un refinamiento y evolución de
muchas técnicas del Kung Fu. Sus ejecuciones son más difíciles, en muchos casos,
pero los resultados son asombrosos. Existen otras dos artes con características
similares, La Palma de los 8 Trigramas ( Pa Kua Chang ) y el Boxeo de la Mente ( Hsin
I Chuan) .Con el paso del tiempo a estos "métodos inteligentes" se le agregaron
técnicas respiratorias y energéticas, aumentando así, aún más, su efectividad.
Nunca fue fácil alcanzar este nivel de destreza, su dominio requiere mucha paciencia y
perseverancia. Desde la antigüedad la dificultad fue siempre la misma: era muy difícil
encontrar un buen maestro, había que viajar grandes distancias ( a pie o a caballo ), y
tolerar los primeros años de "prueba". Hoy en día es más fácil encontrar maestros,
pero es difícil encontrar discípulos perseverantes.
Desde antes de la aparición de las armas de fuego ( que relegaron el combate cuerpo
a cuerpo a un segundo lugar ), muchas artes marciales orientales habían evolucionado
al punto en que también fueron utilizadas como medio de desenvolvimiento espiritual.
Entonces el combate principal no era con otros, sino contra uno mismo. A través de
una dura disciplina, uno debía " ascender a sí mismo" y entre tantas otras cosas tratar
de incorporar a la conciencia la propia violencia y agresión, para poder controlarla ( no
aniquilarla ).En casi todas las artes marciales son comunes los moretones, torceduras,
tirones e incluso fracturas. En el Tai Chi, en cambio, por su metodología donde se
enfatiza "lo blando sobre lo duro", es raro sufrir lesiones con la práctica del mismo. Las
progresiones van de lo fácil a lo complejo y de lo blando a lo duro.
Este arte inigualable cumple una función terapéutica muy eficaz para prevenir las
enfermedades conservando y vigorizando la salud, y puede ayudar a numerosos
terapeutas a descubrir una mayor comprensión de la unidad del cuerpo y el espíritu.
Su práctica garantiza progresivamente un equilibrio psicosomático, logrando una
mayor armonía con uno mismo y con nuestro entorno, permitiendo remediar los
desequilibrios de las condiciones en que nosotros vivimos, producto del andar agitado
y brusco, exterior e interior.
El Tai Chi Chuan es el arte de la acción. Su práctica desarrolla una energía que
progresivamente se refina y aumenta la capacidad de estar activo con atención,
flexibilidad y calma, (firme pero no tenso). Es notable la regulación de la energía. Esta
armonización aumenta con la práctica y cada uno desarrolla en sí mismo el arte de la
acción que se manifiesta no solamente en el ejercicio específico sino también en la
vida cotidiana.
La influencia del Tai Chi Chuan sobre el sistema nervioso es tan tangible como obvia.
La tonificación equilibrada del sistema nervioso central por la realización unificada de
los movimientos, ejerce un efecto sumamente benéfico sobre el conjunto del cuerpo.
Esta relación entre el sistema nervioso y la motricidad favorece la capacidad de la
atención, la calma y la movilidad.
El Tai Chi Chuan y la psicomotricidad. Durante la práctica debe de existir una estrecha
relación entre la flexibilidad y la estabilidad, la respiración, la continuidad y la fluidez
del movimiento. La perfecta armonía entre todos estos factores hacen resaltar los
beneficios del Tai Chi Chuan sobre la tonicidad y la motricidad.
Todos los movimientos son realizados de forma unificada, sin rupturas. Los
movimientos parten de la cintura en donde está situado el centro de gravedad del
cuerpo (la cintura es el amo, el cuerpo el criado). La forma circular de los movimientos,
la experiencia de la energía y su dirección, interior y exterior, constituyen la base de
este principio de globalidad y unidad.
El ejercicio del Tai Chi Chuan ayuda progresivamente a sentir la unión entre relajación
y estabilidad en el movimiento. En la práctica se aprende a guardar la energía que no
es débil ni rígida. Así el abatimiento, la crispación y la discontinuidad del gesto ceden
poco a poco a una armonía de gestos y posturas. Este aspecto está relacionado en
una regulación de la respiración que se hace más profunda, lenta y regular. Contribuye
así mismo a un mejor empleo y a un control más consciente de la energía. Descubrir
con la atención la relación entre la dirección del movimiento, la flexibilidad y la
respiración abdominal es el medio para alcanzar este equilibrio tónico.
En el tratamiento de las personas disminuidas en el plano motor, el aporte del Tai Chi
Chuan puede ser muy beneficioso. Dos aspectos importantes aparecen relacionados
con este tema: la globalidad del movimiento y las posturas ayudan a la persona a
sentir una parte del cuerpo en relación con su cuerpo entero, por otra parte la práctica
despierta una sensibilidad que contribuye a integrar la parte corporal disminuida. En el
caso de lesiones perdurables y difíciles de sanar, los ejercicios del Tai Chi Chuan
pueden desarrollar una percepción más unificada del cuerpo y a la vez contribuir a una
mejoría.
Reencontrar esta fuente de unidad que puede aportar el Tai Chi Chuan no es un
repliegue sobre la práctica misma, sino lo contrario, ofrece la posibilidad de sentirse
"vivo" para actuar con estabilidad y confianza.
Hay quien considera al tai chi simplemente como una meditación en movimiento, pero
la concepción misma o la finalidad de esta gimnasia china va mucho más allá que en
los movimientos pasivos. En el tai chi se medita, pero no es un método para meditar;
se establecen posturas curativas, pero no es una gimnasia para curarse de
enfermedades; también se controla la respiración, aunque como un medio para
conseguir mayor efectividad en los movimientos.
La finalidad global del tai chi es el individuo consigo mismo, no en relación al universo,
y por ello trata de potenciar todas las cualidades reales del ser humano. El tai chi y el
resto de los métodos chinos de autosuficiencia no tratan de lograr un individuo pasivo,
meditabundo y concentrado en sí mismo, sino alguien eficaz en la vida moderna y que
sea capaz de sobrevivir con mejores medios que los demás. El practicante de tai chi
no es una persona débil ni sumisa y no acepta los designios del destino con
resignación, sino con energía y lucha. Aunque no es agresivo, puede repeler una
agresión con eficacia si las circunstancias lo requieren. El fin del tai chi, por tanto, es
práctico y muy directo.
El Tai Chi Chuan es un Arte Marcial interno de origen taoísta, que se desarrolló en la
antigua China hace varios siglos, destaca entre otras técnicas porque en ésta la
suavidad prevalece sobre la fuerza, el trabajo interior sobre la exhibición exterior, el
cultivo de la armonía, concentración sobre la competitividad, la agresividad y la
tensión. En Tai Chi Chuan los movimientos son por regla general lentos, circulares y
continuos, aunque como en la naturaleza, esta calma se ve a veces adornada con
tormentas, que en Tai Chi Chuan serían las explosiones de energía características de
estilo Chen.
Literalmente se podría traducir "Kung" por trabajo y "Chi" por energía interna o fuerza
vital luego entonces podríamos decir que el Chi Kung son una serie de ejercicios
encaminados a desarrollar y dirigir Chi. Los principales beneficios terapéuticos que se
obtienen por la práctica del Tai Chi Chuan se deben en buena parte a los ejercicios de
Chi Kun en los cuales el control de la respiración y su recorrido por los diferentes
canales o meridianos tiene efectp benefico en los sistemas circulatorio, nervioso,
digestivo y locomotor principalmente.
La práctica del Chi Kung mejora y previene enfermedades de carácter físico como la
artrosis, jaquecas, problemas circulatorios, tensión arterial, trastornos del aparato
digestivo, tensiones musculares, problemas en las articulaciones; y de carácter
psíquico como la ansiedad, el estrés y la depresión entre otras. No podemos olvidar
que el Tai Chi surge corno un Arte Marcial y por consiguiente aunque en Occidente
este aspecto del Tai Chi Chuan es en gran medida desconocido. Tanto las Formas de
Tai Chi Chuan como la mayoría de los ejercicios de Chi Kung se pueden trabajar
desde un punto de vista marcial, ya que de todos ellos se pueden desarrollar
aplicaciones marciales.
En la práctica del Tai Chi Chuan es muy importante el desarrollar un estado de calma
mental y de atención tanto en el movimiento, como en la respiración, para lo cual se
desarrollan una serie de técnicas de meditación encaminadas a conseguir una mayor
pacificación mental. Cualquier persona puede practicar, sólo es necesario motivación y
perseverancia. No existen limitaciones de edad; si bien, al tratarse de una serie de
prácticas que necesitan de atención, no suele ser muy indicada para los niños, ya que
éstos no suelen ser capaces de mantener la atención de una manera voluntaria. La
práctica del Tai Chi Chuan está indicada para aquellas personas que desean gozar de
buena salud no sólo física sino también emocional y mental, ya que todos los trabajos
realizados van encaminados a eliminar los bloqueos y tensiones que la vida cotidiana.
De este modo, el Tai Chi permite transformar la alternancia de tensión y depresión que
uno se encuentra en la vida cotidiana, la cual lleva consigo una enorme carga de
estrés, por lo cual trascurre nuestra existencia.
Reencontrar esta fuente de unidad que puede aportar el Tai Chi ofrece la posibilidad
de sentirse vivo y en gran medida "energetizado" para actuar con estabilidad y
confianza. La práctica permite prevenir las tensiones y los desequilibrios que nacen del
estilo de vida que caracteriza este, nuestro tiempo.
He aquí una buena alternativa terapéutica, basada en principios filosóficos y arte, que
bien podría, de alguna manera, intervenir en forma directa para lograr ese tan ansiado
equilibrio, el cual nos permitirá el proceso hacia una verdadera armonía interna y
externa
Al igual que la Acupuntura, el Tai Chi, con sus movimientos suaves y armónicos
contribuye a flexibilizar las articulaciones, disolver los bloqueos crónicos y restaurar el
libre flujo energético.
Junto a la dieta, los masajes y la acupuntura, el Tai Chi Chuan integra el conjunto de
técnicas ofrecidas hoy por la medicina china.
En resumen el Tai Chi Chuan se constituye en una gimnasia sana y terapéutica que
conserva la salud y ayuda a la curación de distintas enfermedades. Para obtener estos
beneficios, es de destacar lo que enseñan los maestros: en la práctica del Tai Chi
debemos tener disciplina, perseverancia y paciencia.
Los efectos benéficos del Tai Chi sobre los diversos sistemas del cuerpo se pueden
resumir de la siguiente manera:
Es bien sabido que el sistema nervioso, en especial el cerebro, rige y controla todos
los órganos y sistemas del cuerpo.
El trabajo relajado y alerta del cerebro hace que el sistema nervioso tenga una buena
influencia sobre el resto del organismo. Por eso, con la práctica de Tai Chi se tendrá
una sensación de plenitud y bienestar en todo el cuerpo que producirá un
mejoramiento de la circulación de la sangre y una mayor facilidad en la inspiración del
aire.
En el sistema cardiovascular
La práctica de Tai Chi demuestra que al introducir y al exhalar mayor cantidad de aire
en cada ciclo respiratorio se incrementa el cambio de presiones dentro del tórax. De
esta manera la circulación coronaria es más libre y eficaz; aumenta la capacidad de
los capilares y se refuerza el proceso de oxigenación y de reducción del anhídrido
carbónico en el cuerpo. Así se mejora la nutrición del músculo cardíaco y se previene
la arteriosclerosis y las distintas enfermedades cardíacas.
En el sistema respiratorio
El dominio de una buena técnica respiratoria, no tiene como única meta el control y
dominio del ritmo y frecuencia respiratoria, sino muy especialmente conseguir una
carga energética del organismo.
El Tai Chi Chuan exige una suave y profunda respiración, con la atención concentrada
en que el aire llegue al hipogastrio. Las contracciones y relajaciones del diafragma y
de los músculos abdominales, además de realizar un verdadero masaje de los
órganos contenidos en el abdomen, también asegura una buena circulación
favoreciendo los procesos digestivos y una correcta evacuación intestinal.
Cuando se realizan los movimientos físicos se ejerce un drenaje importante de las vías
respiratorias que mejora el estado de insuficiencia respiratoria crónica obstructiva o
restrictiva como el asma bronquial, las bronquitis crónicas, sinusitis, catarros y alergias
nasales.
En el metabolismo
En el Tai Chi se aprenden unos movimientos muy suaves, muy lentos que,
combinados con la respiración adecuada, generan más energía consiguiendo un
equilibrio total del cuerpo.
Para aprender a utilizar la energía no es necesario utilizar la fuerza, sino repetir cada
movimiento del Tai Chi hasta hacerlo propio. Se trata de educar al cuerpo en el
aprovechamiento de su propia energía, algo que a los occidentales nos cuesta
bastante, ya que nuestra filosofía de vida es totalmente diferente a la de un oriental.
Uno de los postulados que manejan es que cuanto más tiempo se puede retener el aliento, mayor será el
volumen de aire inspirado. Este incremente representa un aumento del poder del chi (energía). El método
para concentrar el chi es una característica que identifica al Tai Chi y es lo que la diferencia de otros tipos
de ejercicios.
El Tai Chi Chuan es de gran importancia en la prevención y cura de enfermedades. Al eliminar el estrés,
permite controlar todas las patologías que él provoca. Esto demuestra la importancia del Tai Chi que a
diferencia de otras gimnasias o deportes clásicos sirve para:
Reunifica toda la energía que habitualmente está dispersa y se malgasta. El primer efecto será una
sensación de bienestar en todo el cuerpo, los músculos trabajarán sin rigideces produciendo una
verdadera descontracción muscular que hará desaparecer poco a poco las tensiones nerviosas,
favoreciendo el buen funcionamiento de las glándulas internas.
Aumenta y procura una respiración profunda y abdominal, que produce un efecto benéfico sobre los
órganos internos. La rotación continua de las caderas y la cintura, aporta gran elasticidad a los músculos
abdominales que, al contraerse, efectúan un verdadero masaje sobre el hígado, bazo, intestinos, etc., lo
que trae aparejado un mejoramiento de los procesos nutritivos y digestivos, previniendo la aparición de
úlceras.
Tonifica el corazón y regulariza su ritmo, mejorando la circulación de la sangre, como así también la
presión arterial alta, enfermedades cardíacas, tuberculosis pulmonar, reumatismo articular, anemia,
obesidad y otras dolencias en especial crónicas. Está indicado para prevenir y hacer desaparecer tanto
dolores lumbares como cualquier otra patología de columna vertebral, elemento primordial del cuerpo que
se refuerza y flexibiliza con la práctica constante del Tai Chi.
Otorga un carácter estable y apacible, dando una serena energía para enfrentar los problemas cotidianos.