Anemias Carenciales
Anemias Carenciales
Anemias Carenciales
Este tipo de anemia es el más común en el mundo, con una prevalencia del 15%. Es más frecuente en
países en vías de desarrollo, aunque puede presentarse en cualquier parte del mundo. No hay una
predisposición por edad, sexo o lugar de origen para padecer esta enfermedad. En los niños las
causas más frecuentes son la deficiencia en la dieta y el aumento en las demandas.
La distribución del hierro en el cuerpo es variable: la mayor parte, el 66%, forma parte de la
hemoglobina. El 3o% esta como depósito o transporte, y el resto forma parte de diversas enzimas
como mioglobina, peroxidasas, catalasas, entre otras. La cantidad de hierro presente en el cuerpo
humano es de aproximadamente 3 a 6 gramos en el adulto; al momento del nacimiento es de 300mg.
En el lactante la principal fuente de este elemento es la leche materna y conforme va creciendo lo
obtiene de la dieta. Los requerimientos diarios de hierro en niños son: 1.5mg/kg/día en niños menores
de un año, 1mg/kg/día en niños de un año y 0.5mg/kg/día en niños de 18 meses.
La pérdida diaria de hierro es de aproximadamente un gramo; ésta se da por descamación celular del
tubo digestivo, tracto urinario, uñas, pelo o por el sudor. En las adolescentes la principal causa de
pérdida de hierro es la menstruación y en segundo lugar el aporte deficiente en la dieta.
• Fisiopatología:
Cuando la cantidad de hierro aportada por la dieta es insuficiente para satisfacer las demandas del
organismo, se comienza a hacer uso de las reservas de hierro presentes en la médula ósea, supliendo
las carencias parcialmente. Esto trae como consecuencia una disminución de la hemosiderina.
Posteriormente, se utilizan las reservas del hígado causando una disminución de la ferritina. Después
es utilizado el hierro presente en el sistema retículoendotelial, aumenta la absorción intestinal, cae el
nivel del hierro plasmático y aumenta la cantidad de transferrina sérica.
Cuando la saturación de hierro de la transferrina sérica es menor del 16% y el hierro presente en los
sideroblastos disminuye a menos del 10% se produce la disminución en el tamaño y en la
concentración de la hemoglobina de los eritrocitos, apareciendo la macrocitosis e hipocromía.
• Cuadro clínico:
Las manifestaciones del padecimiento son las propias de la anemia y las presentes en la deficiencia
de hierro.
Los datos de anemia son:
- Palidez de tegumentos
- Hipoxia tisular
- Apatía
- Falta de concentración
- Taquicardia
- Disena
- Palpitaciones
- Soplos funcionales
- Astenia.
- Adinamia
- Fatiga fácil
• Diagnóstico:
Debe diferenciarse de otras anemias carenciales como la causada por deficiencia de vitamina B 12 o
por deficiencia de ácido fólico. Las anemias hemolíticas son menos comunes y cursan con signos que
no aparecen en la anemia ferropénica (ictericia, fiebre, orina hiperpigmentada, esplenomegalia).
• Tratamiento:
Está enfocado reponer los niveles de hierro, corregir la causa primaria y reponer los depósitos en el
enfermo.
Las sales de hierro administradas por vía oral son el tratamiento de elección en este tipo de anemia,
ya que son altamente efectivas, seguras y de bajo costo. Entre estas tenemos al gluconato, sulfato y
fumarato ferroso, los cuales contienen 12, 20 y 33 gramos por 100ml de hierro, respectivamente.
También existe el complejo polimaltosado férrico, el cual es seguro y fácil de administrar, además de
causar menos efectos adversos.
- Irritación gastrointestinal
- Dolor abdominal
- Náuseas
- Vómito
- Diarrea
- Estreñimiento
- Pirosis
- Oscurecimiento de orina o heces
- Pigmentación de los dientes
En caso de presentar efectos adversos muy intensos, puede administrase el fármaco junto con los
alimentos, pero esto causará disminución en la absorción de las sales de hierro. El complejo
polimaltosado férrico se ha asociado a una buena absorción al administrarse junto con los alimentos,
además de presentar una mejor tolerancia en los niños y en mujeres embarazadas. Otro hecho es que
es difícil presentar una intoxicación por complejo polimaltosado férrico, ya que se absorbe mediante un
sistema de transporte activo en el intestino, el cual se satura en caso de una sobredosis.
La vía parenteral está indicada cuando por alguna razón no se puede utilizar la vía oral; se utiliza
hierro dextrán. El principal efecto adverso de este fármaco es la reacción alérgica que puede causar
en algunos pacientes, la cual puede ocasionar incluso la muerte.
El hierro que se administre por vía intravenosa debe diluirse en solución de cloruro de sodio al 0.9%,
ya que algunos estudios han demostrado que cuando se utiliza solución glucosada o con dextrosa al
5% aumentan los efectos adversos como flebitis en el sitio de punción o dolor.
Además de tratar la deficiencia actual, puede emplearse un tratamiento preventivo administrando una
dosis de hierro de 2mg/kg/día vía oral en dos o tres tomas al día por 2-3 días por semana. Debe
administrarse a partir de los dos meses de edad en lactantes prematuros; desde los seis meses en
lactantes eutróficos y desde la pubertad y adolescencia de las mujeres.
También debe promoverse el consumo de alimentos ricos en hierro como las carnes rojas, el hígado,
riñones, huevos, duraznos, manzanas, espinacas, acelgas, verdolagas, betabel, entre otros.
Anemia megaloblástica.
Es el segundo tipo más común de anemia nutricional; es más frecuente la anemia por deficiencia de
ácido fólico que la causada por deficiencia de vitamina B12. La mayor parte de estas anemias son
causadas por deficiencia en el consumo de dichos nutrientes; los casos hereditarios son muy raros.
Los requerimientos diarios de vitamina B12 son de 20-50µg y su concentración sérica es de 100-
200pg/ml; los requerimientos diarios de ácido fólico es de 20-50µg, su concentración sérica es de 5-
20ng/ml y de 150-600ng/ml en paquetes eritrocíticos.
Las causas más comunes de anemia megaloblástica en niños son los defectos en la absorción y la
acción de medicamentos como metotrexato, trimetoprim y anticonvulsivantes. Entre otras causas se
enumeran:
• Fisiopatología:
La vitamina B12 y el ácido fólico son coenzimas necesarias para la síntesis de timidina, una de las
cuatro pares de bases presentes en el ADN. En la deficiencia de cobalamina, el folato es secuestrado
como N6-metil FH4; esta anomalía priva a la timidilato sintetasa de su coenzima folato (N5,10-metileno
FH4), alterando la síntesis de ADN. La deficiencia de estas vitaminas o el trastorno de su metabolismo
conducen a una maduración nuclear defectuosa por síntesis alterada o inadecuada de ADN, con
retraso o bloqueo consiguiente de la división celular. Sin embargo, la síntesis de ARN y proteínas
permanece relativamente normal, de modo que la maduración citoplásmica precede a la nuclear,
dando lugar a una situación denominada asincronía nuclear/citoplásmica. La síntesis de hemoglobina
tampoco se ve afectada.
• Cuadro clínico:
- Palidez de tegumentos
- Hipoxia tisular
- Apatía
- Falta de concentración
- Taquicardia
- Disnea
- Palpitaciones
- Soplos funcionales
- Astenia.
- Adinamia
- Fatiga fácil
La única diferencia que existe entre la deficiencia de estos elementos es que el déficit de ácido fólico
no origina signos neurológicos.
• Diagnóstico:
Las concentraciones de ácido fólico en sangre son menores de 2.7ng/ml y junto a una concentración
de folato eritrocitario menor de 100ng/ml establecen el diagnóstico de anemia megaloblástica por
deficiencia de folatos. La anemia causada por deficiencia de vitamina B 12 es menos común en
pediatría; una prueba para detectarla es la prueba de Schilling, que consiste en medir la cantidad de
vitamina B12 excretada en la orina por 24 horas; el resultado normal es excreción de 8-40% de la dosis
de vitamina administrada. En el frotis de sangre se pueden apreciar macrocitos u ovalocitos, con
adecuada concentración de hemoglobina.
• Tratamiento:
También debe aumentarse la ingesta de alimentos con altos contenidos de ácido fólico y vitamina B12;
entre estos se encuentran:
- Carnes rojas
- Riñones
- Hígado
- Huevo
- Leche
- Quesos
- Acelgas
- Aguacate
- Espinacas
- Nueces
- Naranjas
- Manzanas
- Bibliografía:
Martínez y Martínez R., Salud y enfermedad del niño y del adolescente., 6ª edición., Ed.
Manual Moderno, México, 2009.