Poemario Guatemalteco
Poemario Guatemalteco
Poemario Guatemalteco
Me despido de ti con un dulce beso, Con aquel sentimiento, de un encanto de un momento Juntos estando en aquel balcn, el lugar donde te conoc Ahora es el lugar donde todo acaba, donde todo comenz. Romance o amor? Cul es la voluntad de tu dios? Separarnos y no volver? O alejarnos? para comprender que an Nos amamos aunque lejos andamos. Amor si pudiera decir an te amo, Y te extrao, como aquel da que te conoc, No puedo decirte eso, pues ya no te amo ms, Como aquella rosa, en aquel jardn Que algn da te di as se marchit nuestro amor. Es claro que no puedo lograr ms por ti Pero no lo hago por ti, sino es por m No valgo si t no ests aqu, pero no soy nadie junto a ti Prefiero la soledad a una compaa que muerta est. P.D: Ms de alguna vez te am pero el viento se llev mis palabras y mi amor se marchit como aquella flor que con una lgrima te la di en un adis.
tienes el encanto de todas y de ninguna, esperad y detened tu marcha que esta noche, voy por ti.
Apasionado, de Mario Gilberto Andino Dardn imprimir | correo Del vientre de mi inocencia, al clamor de mis fantasas, a que duras pesadillas, en la faz de mi existencia.
Caudal de mis anhelos, otrora de mis mis pasados, hoy se deslumbran en los cielos, mis amores apasionados. Que caros mis sueos, que difciles mis pasados aos, por qu tantos daos, crueles desengaos. En la pureza de mi ser, dentro del vaivn de mi existir, qu duro y franco el amanecer, cuando vuelvo a vivir. Me falta el aire la tierra y el cielo, me falta la aurora en cada maana, la fe que se empaa, en la profundidad de mi anhelo...
Pequeez, de Marco Antonio Morales Orellana imprimir | correo En sus ojos le: Usted es y a su amor abr las puertas, le dije soy soador ella se fue mas no cerr mis puertas.
Tantas cosas buenas dijo era yo mas sin querer con otro amor le vi; sus ojos piadosos lanz mas al lado de l se qued y yo a escribir versos me march. Una luz en el cielo observ es una estrella me dije mas era un avin que llevaba una ilusin que no quiso querer. Un poema le d meses esper agradeciera mi fe y al fin me dijo esas cosas no suelo leer, en el amor no puedo creer si existe no s. Y el avin se fue... 1994
xtasis de fantasas, de Mario Gilberto Andino Dardn imprimir | correo Sabor a felicidad, lazos de amistad, amor que madura, en las mieles de la dulzura. Me haces soar, que aun puedo amar, me llego a preguntar, si t me podras amar. Late fuerte mi corazn, cuando mi alma suspira, el amor es la razn, cuando mi corazn respira. Qu bello es saber, que existe el querer, qu bueno conocer, el siguiente amanecer. Yo podra quererte y amarte, como jamas llegars a imaginarte, a an ms que adorarte yo podra,
Amor, de Cielo imprimir | correo Del cielo cay una rosa mi madre la recogi se la puso en el pelo y que linda se vio.
Independencia de mi Patria, de Rafael Mrida Cruz-Lascano Guatemala nombre y bello aforismo una alfombra que brilla adamantina alumbrando al cerleo espejismo, tierra de volcanes y golondrina entierra el trepidante cataclismo mientras surge soberana y germina a estas alturas reina del ocano La patrulla con el celo de hermano Nuestro escudo de Glorioso Exhala laureles victoria sus volcanes deja escoria de rojo fuego vaporoso Por Profano y caprichoso, Corta tus alas la verdad Tu espada de autoridad la montaa ve surcandosobre lienzo va sembrando laureles de Libertad. Lleva el rojo. Bermejo de guerrero, verde de selva; prpura de honor; amarillo del maz; del dolor; policromo azul nunca prisionero. Sobrevuela coronando el Quich bandolo con lluvia de esmeraldas, no envidia la belleza de guirnaldas ni realeza en campos de caf. Hoy por eso Guatemala, te adoro y mi himno ser tu trino sonoro! El ave de plumas verde-esmeralda vuela sobre el Seor de Utatln, dice, de San Martn Zapotitln que con Xetulul, doblaron su espalda. Soberbio Rey quich, Tecn Umn, Un adalid quich, fiero capitn a quienes vienen de Totonicapn. con su pueblo y solamente una lanza; 6 das de furia libr con pujanza frenando jacas, parando al caimn. Monja Blanca
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Renaces ensoadora iluminando la distancia, toda de sutil fragancia egregia poesa de aurora. Fulgor de maana bella, refulgente poesa pura, dulce nocturnal estrella rebosante, en tu dulzura. Eres bella, luz de gala, EMY LYCASTE GUATEMALA. Nuestro teclado percute tu aliento golpe, pregunta, respuesta es motivo bailable de ramas es tu alimento y excusa de gozo para el nativo el olivo es enorgullecimiento aceituna y son es ritmo adoptivo de verde aceite tu nagua esmeralda ritmo acstico que mueve tu falda Oh Ceiba! Vuestra hermosura no engaa; as como le das sombra al viajero y una nevada flor para la araa asimismo ofreces nido al jilguero, majestuosa sombra la tierra baa vigorizndola cual jardinero, profuso vegetal es tu vestido en donde florece lo ya vivido. Dr. Rafael Mrida Cruz-Lascano Hombre de Maz 2009 Guatemala. C.A.
Canto florido, de Luis Alfredo Arango imprimir | correo Bello pas de la muerte lindsimo pas te gustan los cadveres y para qu negarlo. Desde que te sabemos Hasta donde te recordamos En tu memoria siempre Nuestra sangre se mezcl con tus entraas Tierra con sangre Agua con sangre Fuego rociado Salpicado con la flor ceremonial de nuestras venas. Hay sangre hasta en el aire que respiras Hay ese aroma clido y humeante Adoras los cadveres en largos viernesantos Los venerados cuerpos de oscuros santoentierros
cubiertos de ornamentos de ptalos y llagas expuestos a la vista de fieles extasiados. A Juan Sacatepquez lo enterraste en una tela morada con oros y brocados A Juan Comalapa en un escaparate de plata del siglo diecisiete a Joyabaj en la caja de una marimba. Entierras todos los das todas las noches a Juan Ixcoy, Juan Ostuncalco, Juan Chamelco, Juan Cotzal cubiertos con plumas de gorrin. Al ngel Gabriel a mi hijo Calixto Camaj a Magdalena Milpas Altas y Agustn Acasaguastln a Domingo Tzunum, Diego Matas, Manuela Sapn, San Raymundo, Gualn, Zaragoza. A los Santos Apstoles Pedro y Pablo a la bienaventurada siempre Virgen Mara Cauqu, Mara Perpetua, Mara Sabina Mara Candelaria y no me alcanza este papel la noche no me alcanza. Asombroso pas alimentado con ngeles llenos de muertos de flores hmedas y blancas que no tuvieron tiempo que nunca ms se abrieron en sus labios de corazones apagados en el polvo de hermosas osamentas de ojos recin nacidos y leches y pezones y manos amarillas de rojas verdes manos Te embriaga esta cancin Te gusta Te adormece Vela tu siesta de saurio extravagante. Ocho mil tablas de pino colorado / mil cajas de caoba / cajitas blancas de seda / mortajas de cartn / como se pueda / entirrenlos como se pueda / con hojas de maxn
o con peridicos / los pobres que se vayan sin chamarra / sin trabas, sin petate / enrrllenle esta bandera /cuatrocientos quintales de cera de colmena / incienso parafina /clavos para crucificar / vigas / soleras, dinteles / puertas quebradas y que abran una zanja de aqu hasta el Usumacinta Pas esplendoroso Que nadie en ti pregunte qu sentido tiene nacer, llover, crecer, dar flor, multiplicarse. Que nadie haga pronsticos, ni cuentas, ni cmputos acerca del destino acerca de estos pueblos regados congregados alrededor del sol Ni de las plazas brillantes Ni de los muros cados y vueltos a construir Aqu nada es verdad Nada perdura pero Qu importa? La vida es un pauelo es un hermoso juego es un instante de plvora y colores y nada ms Tu fiesta predilecta es este gusto de morir vistosamente en grandes ceremonias colectivas o a solas tal vez en una celda con cuatro zopilotes y un gato enmascarado y todo por amarte lindsimo pas poblado de cadveres y crteres floridos.