Antología 20 PDF
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Runas
Rubén Vargas
Poeta boliviano
Pierde de lluvia
agua de pedernal
pulida
en el corazón de la mano
en la línea
cruzada
de todos los caminos
Un canto rodado
contra la corriente
contra la simiente
de los ecos
multiplicados
en el origen de los días
El santo y la señal
de la lengua redimida
su apacheta
Y a la vera
del crepúsculo anunciado
la más bellas ruinas
del aire
se levantan
Runas
Piedras
Hombres
Palabras
Una espiral
girando
en el vacío
La trenza de oro
La Torre Abolida
2
Poema 8
Pablo Neruda
Poeta chileno
3
Adiós
Enrique Molina
Poeta argentino
4
Poema
Cesare Pavese
Poeta italiano
5
En un café de Dweersstraat
6
Intima
Julia de Burgos
Poetisa puertorriqueña
7
Arte poética
8
Versos órficos
Marguerite Yourcenar
Escritora estadounidense de origen francés
9
Verde es tu piel
Miguel Carmona
Poeta chileno
10
Mater, fons amoris
Tomi Kontio
Poeta finlandés
Lo escribimos en la sangre,
escribimos la tierra y todo
lo que nos venía a la lengua,
escribíamos y bebíamos sangre
como los pelícanos, encima de los párpados
la noche obscena, cascos,
algo en tu boca,
un cielo más espeso, alma Mater,
sin conocimiento y por eso tan cerca
de los dientes de la tierra, centenar de mordiscos,
una total piel
y carne, pájaros lira, flora mística, tú
tomaste el río y la barca, oíste
cómo el líquido se desbordaba, sin ritmo, con fuerza.
11
Si he de morir lejos de mi tierra
12
La mujer transparente
Aldo Pellegrini
Poeta argentino
Escritor argentino
Tu voz era una bebida que yo sorbía silencioso
ante las miradas asombradas
un pájaro de luz
salió de tu cuerpo transparente
pájaro de luz
instante que revolotea
a una velocidad vertiginosa
atravesando calles y calles
persiguen tu cuerpo que huye
¿cuándo podrás alejar a la jauría enloquecida?
desamparada
te has destrozado al caer
los restos de tu cuerpo se arrastran por todos los rincones
del mundo
ah un día renacerás tú
la transparente
única, inconfundible
levemente inclinada , nunca caída
rodeada de impenetrable silencio
avanzando tu pie frágil entre la vacilante monotonía
ah un día renacerá tu risa
tu risa de pájaro transparente
tu risa herida.
13
Antes del reino
Homero Aridjis
Escritor mexicano
III
eras tú misma
y tu doble atrás como un espía
Antes del reino
todavía no eras tú
sólo premonición
y ya eras la presencia
la señal como saludo
los cuerpos
la cópula cayéndose a pedazos
14
Oda al viento del sur
II
Aquí, en este Sur donde la espera del tiempo
es una larga, desprendida, memoria
veo cómo el viento de la primavera arrastra
entre las estaciones un poco del alba y
las ruinas de ayer.
15
Despedida
Ingeborg Bachmann
Poeta austriaco
16
Son Diurno
17
Fin de fiesta
18
Tomemos café
Lina Zerón
Escritora mexicana
Ah.
Y ahora dices que me amas,
ahora que como tela de araña
de la cara el pellejo te cuelga,
que el magnífico color de tus ojos
ahora lo enmarcan un par de cadavéricas cuencas
y tu vanidad de macho viste de luto.
Ah,
ahora me amas como el primer día,
hoy que dejaste de ser el más codiciado,
la nota principal en todos los diarios,
hoy que famélica se encuentra tu billetera
y se agotó la cosecha de rubias y trigueñas.
Bien,
te agradezco decir que soy todo en tu vida
- todo lo que te queda -.
Tus días dejaste bordados en decenas de almohadas
y los billetes verdes, los grandes,
repartidos en muchas bocas color ambición.
Pero pasa,
ahora la sala principal es la cocina,
mi refugio preferido en tantas noches de espera
las otras habitaciones ya tienen polilla
y han olvidado sonreír las puertas.
Acércate,
toma asiento en la que siempre fue tu silla
aún sin sentir el peso de tu cuerpo.
Alégrate, hoy tenemos visitas,
llegaron aquellos niños que no sabes ni cuándo
dejaron de serlo;
una trae consigo al primer nieto
el otro, como tú, es un gran ejecutivo
al que casi nunca veo.
19
Pero ven, acércate...
aprovecha este día y diles cuánto los quieres
tanto como me quieres hoy a mí.
20
Amor salvaje
Vicente Huidobro
Poeta chileno
Va rápido
Va rápido impulsado por los suspiros
El mar está cargado de naufragios
Y yo he alfombrado el mar para su paso
22
Booz ve dormir a Ruth
Gilberto Owen
Poeta mexicano
23
Si tus manos son manos, ¿cómo son las anémonas?
Cinco uñas se apagan en tu centro.
No haber estado el día de tu creación, no haber estado
antes de que Su mano te envolviera en sudarios de inocencia
—y no saber qué eres ni qué estarás soñando.
Hoy te destrozaría por saberlo.
24
El estudiante puede leer los dos poemas
El miedo
Alejandra Pizarnik
Poetisa argentina
Fernando Pessoa
Poeta portugués
25
Nocturno muy obscuro
Pablo de Rokha
Poeta chileno
26
A una y otra mano...
Paul Celan
Poeta alemán
Tú estás
donde tu ojo está, estás
arriba, estás
abajo, yo
encuentro salida.
Lo
Mismo
nos ha
perdido, lo
Mismo
nos ha
olvidado, lo
Mismo
nos ha -
27
El estudiante puede leer los dos poemas
Cielo despejado
Giuseppe Ungaretti
Poeta italiano
Después de la creciente
niebla
una
por una
las estrellas
se quitan el velo
Respiro
el aire fresco
que el color del cielo
me ofrece
Sé soy
una pasajera
imagen
atrapada en un círculo
inmortal
Versión de Rafael Díaz Borbón
La última inocencia
Alejandra Pizarnik
Poetisa argentina
Partir
en cuerpo y alma
partir.
Partir
deshacerse de las miradas
piedras opresoras
que duermen en la garganta.
He de partir
no más inercia bajo el sol
no más sangre anonadada
no más formar fila para morir.
He de partir
28
Líneas que pude haber escrito y perdido hacia 1922
29
Fragmentos de una alabanza inconclusa
Eduardo Chirinos
Poeta peruano
30
Canto del sur
Nan Ge Zi
Poeta chino
Vía Láctea:
río de estrellas
girando por el cielo
el frío va conquistando
mi lecho y mi almohada
llenos de lágrimas
entonces me levanto
únicamente mi pena
no es la misma de antes
31
Arioso
Erik Lindegren
Poeta sueco
32
Surrealismo al aire libre
(…)
o relojes con ojos.
De modo que pensabais
que había que inventar los increíbles.
Pero, entonces, ¿no habéis estado
en mi país, en mis países, nunca supisteis
lo que pasa en su paisaje de colores
en cólera, por ejemplo una bota
con espuela y un sombrero de cura
encima de un cadáver, de un indio
por más señas, como si no bastaran
los piojos de su historia, cuentas
de avemarías? Oh loca simetría de uniformes
en la humilde dictadura del difunto,
y es tan sabido el cada día americano
que también lo morimos de memoria,
y es tan igual a la vejez el hambre
cuando empieza por adentro a desvestirnos,
y están los dientes importantes que nos muerden
la tierra, y la Virgen con gorra y con polainas.
Eso es así, es así, es así más que qué, más
Américas en las bodegas del olvido, más
eco regresando a la puerta del grito,
buscándose la culpa como una culebra.
Qué sabíais, entonces, si no éstas estampas,
si no ésta atroz baraja del delito,
ni cómo inventaríais nada igual a ese
muerto que murió sin decir nada, llorándose
los gusanos que le quedaban desde
cuando le dejaron un rato sin matarle.
Pero esto no es pintura ni palabra
lograda: sucede, nada más, después
de misa, después de la independencia y otras
tonadas de larga duración. Pero la sangre,
no el llanto, tiene ahora la palabra
y ha de reír mejor al último de tanto.
33
Segunda naturaleza
Paul Eluard
Poeta francés
34
Soy un vagabundo solitario
Bob Dylan
Artista estadounidense
Señoras y señores,
Ya pronto no estaré aquí.
Pero dejad que os ponga en guardia...
Ahora antes de partir
Vivid lejos de los celos...
Y sin el código de los demás...
Y pensad por vuestra propia cuenta
Si no queréis acabar mal.
35