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Andar con respecto a todo y a cualquiera
Mi corazón tiene fisuras tan pequeñas menos en la revolución socialista
Chicas y subterráneas aquí, allá y en todas partes. Cuando respiro las siento como un bálsamo Tenemos derecho a dudar De esperanza de todo y de todos Me cansa el olvido, es aplastante menos del triunfo del hombre Me gustaría delirar subrayado y recorrer con las manos vacías sobre el hombre entre comillas. Me gozaría que mi transitar fuera tolerable Podemos postergar un compromiso, y no llevar un alma cargada de dejar para mañana la respuesta a una pregunta desconsuelo . pero no podemos abandonar por un Jennifer Paz Vidal minuto Soy lo que soy el compromiso con la historia que hoy No soy como los demás tenemos. no me gusta el viento María Cristina López Stewart no me conmueven los atardeceres 26-7-73 (2) no me gusta visitar a los apenados Girando sobre un símbolo encendido ni compartir la satisfacción girando y girando me gusta sentir que la humanidad sin encontrar salida. florece Mariposa nocturna de la noche me goza notar que la tristeza se que sales a buscar luz en plena desvanece oscuridad me gusta forjar mi corazón con la quién te dijo que el sol alegría no te quería. me gusta vivir con rebeldía cada Fea, un frágil murciélago coke marcha. que golpea su cabeza contra un muro Jennifer Paz Vidal que poco a poco deteriora tus Antagonista sentidos Contiendo con mis propios deseos y terminas por caer no tengo otro rival que mis ganas de estrepitosamente al suelo rendirme ... a pesar de tu tamaño… Ni siquiera quiero ganar solo quiero no dejar de intentarlo No me gustas, me recuerdas Jennifer Paz Vidal a las fieras indomables de la selva a pesar de tu tamaño… 23-7-73 (1) me das miedo. Tenemos derecho a perder las María Cristina López Stewart esperanzas 27-7-73 (2) No sé amar, y en tus labios lo mucho que has pero amo las flores silvestres, amado. que cubren la primavera Máximo Collins a Chile entero, norte a sur. Filosofía del Amor No sé querer, Te amo desde los primeros siglos pero quiero las miradas, con las primeras palabras, las risas, los gestos de los niños una profecía de equinoccios de otoño al jugar. dejó caer sus hojas, No sé reír mientras los astros se alejaban de tus pero río frente a la dulzura ojos, de un anciano viejo tu llegaste a mí, descalza y como el tiempo. silenciosa. No soy feliz, Te abracé con todas las aguas del Pero me alegro al recordar. mar, María Cristina López Stewart ven a mis brazos en otoño, Filosofía del Amor a un lugar sagrado donde el amor es Ven a nacer conmigo, tierra fértil, tráeme el cielo en tus ojos nos quedamos dormidos en el en tu piel las semillas para la tierra, corazón del sol, en tus labios traes lo mucho que has y ahí descubrimos que somos eternos amado. en este minúsculo planeta. Ven a nacer conmigo, Máximo Collins cuéntame la primera vez que Filosofía del Amor contemplaste la mar, Tu perfumas de cielo la tierra, el sol te acompañó hasta tu casa, la tierra profunda, yo te esperaba en el mar de la luna, fragancias que hacen girar el mundo. te llevaré las palabras de los ángeles, Tú que nutres mi tierra con tu boca, el ruido de las alas y mi corazón que me das de beber de tus labios. no murió nunca, Mi corazón finalmente conocerá lo abandónate al vuelo con los ojos eterno, cerrados. juntos iremos a inventar el mundo y Ven a nacer conmigo, la eternidad es otros mundos. un día, Tremó mi cuerpo cuando me besaste, el día que me besaste y se me despertaron tus labios, el sol y el estremeció mi cuerpo lamento del mar, me despertaron tus labios, ven a nacer conmigo, tráeme las me sorprendió la luz y el lamento del semillas para la tierra, mar. tráeme el cielo en tus ojos, Ven a nacer conmigo, y en tus labios lo mucho que has trae las semillas para la tierra, amado. trae el cielo en tus ojos, Máximo Collins Disculpe ¿es aquí la tabaquería? un estúpido Nadie dice todo. Nadie dice nada. accidente doméstico, seguiría siendo Lo deseable es decir poquísimo. yo. Callar no es más radical. También seguiría siéndolo si perdiera Callar es como raparse la cabeza: las dos piernas, o el pelo vuelve a crecer. incluso todos mis miembros. Pero decir poquísimo, decir lo mínimo ¿Cuánto cuerpo tendría que perder que uno puede decir, para dejar de ser yo? eso es lo que nos permite decir algo. Quizás una mínima parte de mí Mario Montalbetti representaría al resto por Ritos sinécdoque. O quizás mis restos me los recuerdos son facturas a tu convertirían en otra. nombre Cortarte las uñas te modifica sé que el adiós tiene su rito y el tuyo existencialmente. es dejarme vacía la despensa de los Erika Martínez sueños a veces me pregunto qué hicimos mal XIX te mandaré flores cada otoño puedes Feliciano me adora y le aborrezco. venir Lisardo me aborrece y yo le adoro; por las facturas al menos las de la luz por quien no me apetece ingrato, estoy a oscuras por culpa de tus ritos lloro, Pablo García Casado y al que me llora tierno, no apetezco: Crecer es a quien más me desdora, el alma Andar más, con más miedo, ofrezco por calles más vacías, a quien me ofrece víctimas, desdoro; no creer en otros mundos desprecio al que enriquece mi decoro posibles o imposibles, y al que le hace desprecios hacer daño a los otros sin palabras, enriquezco; comprar cosas usadas por el placer si con mi ofensa al uno reconvengo, extraño de su tacto, vender cosas, me reconviene el otro a mí ofendido romper cosas que nunca hemos y al padecer de todos modos vengo; tenido, arrojarlas al fuego como quien pues ambos atormentan mi sentido: cambia la hora aquéste con pedir lo que no tengo de todos los relojes de la casa y aquél con no tener lo que le pido. para poder perder un poco el tiempo. Sor Juana Inés de la Cruz Rosa Berbel XVIII Abolirse Al que ingrato me deja, busco Se podría afirmar: yo soy mi cuerpo. amante; Sin embargo, si perdiera la pierna al que amante me sigue, dejo ingrata; derecha en una batalla constante adoro a quien mi amor o huyendo de la batalla o más bien en maltrata; maltrato a quien mi amor busca Morir, y joven: antes que destruya constante. el tiempo aleve la gentil corona; Al que trato de amor hallo diamante. cuando la vida dice aún: soy tuya, y soy diamante al que de amor me aunque sepamos bien que nos trata; traiciona. triunfante quiero ver al que me mata Manuel Gutiérrez Nájera y mato a quien me quiere ver NEÓN triunfante. Neón, en eso estamos. Si a éste pago, padece mi deseo: Infringida realidad si ruego aquél, mi pundonor enojo:10 del cosmos; de entrambos modos infeliz me veo. De la esquela humana Pero yo por mejor partido escojo a cada paso, de quien no quiero, ser violento En la ciudad nocturna, empleo, en las aceras; que de quien no me quiere, vil en la otra polis despojo. moderna, occidental. Sor Juana Inés de la Cruz Neón, esa es la suerte. En un abanico La muerte del cerebro Pobre verso condenado Por el éxtasis verbal a mirar tus labios rojos del mundo. y en la lumbre de tus ojos Y para nada. No hay quien quererse siempre abrasar. comprenda. Colibrí del que se aleja ¡Tan sólo tú, ante el espejo! el mirto que lo provoca Cosechar tu corazón y ve de cerca tu boca He amado infinitamente y no la puede besar. La vida, Manuel Gutiérrez Nájera Pero fui difuso, Para entonces Pero fui plural. Quiero morir cuando decline el día, A veces un aire, en alta mar y con la cara al cielo, Un suspiro, donde parezca sueño la agonía, Un temblor exánime y el alma, un ave que remonta el Del viento vuelo. Y el sudor. No escuchar los últimos instantes, Así transcurrieron los años ya con el cielo y con el mar a solas, Y el dolor, más voces ni plegarias sollozantes Amor, que el majestuoso tumbo de las olas. A punto de cosechar tu corazón. Morir cuando la luz, triste, retira José Bazaga García sus áureas redes de la onda verde, Síndrome y ser como ese Sol que lento expira: Todavía tengo casi todos mis dientes algo muy luminoso que se pierde. casi todos mis cabellos y poquísimas seguro azar. canas Pedro Salinas puedo hacer y deshacer el amor . Mademoiselle Isabel trepar una escalera de dos en dos Mademoiselle Isabel, rubia y y correr cuarenta metros detrás del francesa, ómnibus con un mirlo debajo de la piel, o sea que no debería sentirme viejo no sé si aquél o ésta, oh pero el grave problema es que antes mademoiselle no me fijaba en estos detalles. Isabel, canta en él o si él en ésa. Mario Benedetti Princesa de mi infancia; tú, princesa A un general promesa, con dos senos de clavel; Región de manos sucias de pinceles yo, le livre, le crayon, le...le..., oh sin pelo Isabel, de niños boca abajo de cepillos de Isabel..., tu jardín tiembla en la mesa. dientes De noche, te alisabas los cabellos, Zona donde la rata se ennoblece yo me dormía, meditando en ellos y hay banderas innúmeras y cantan y en tu cuerpo de rosa: mariposa himnos rosa y blanca, velada con un velo. y alguien te prende, hijo de puta, Volada para siempre de mi rosa una medalla sobre el pecho -mademoiselle Isabel- y de mi cielo. Y te pudres lo mismo. Blas de Otero Julio Cortázar Tus ojos son lucero Despedida Tus ojos son luceros, Mata su luz un fuego abandonado. tus labios, de terciopelo, Sube su canto un pájaro enamorado. y un amor como el que siento, Tantas criaturas ávidas en mi silencio es imposible esconderlo. y esta pequeña lluvia que me Anonimo acompaña. Alejandra Pizarnik Fe mía No me fío de la rosa de papel, tantas veces que la hice yo con mis manos. Ni me fío de la otra rosa verdadera, hija del sol y sazón, la prometida del viento. De ti que nunca te hice, de ti que nunca te hicieron, de ti me fío, redondo