ESE GENIO LLAMADO KELLEY STOLTZ (2ª PARTE)
El 23 de noviembre de 2013, hace justo nueve añitos (da vértigo ver cómo pasa el tiempo), coincidiendo con la publicación de “Double Exposure” (2013), dedicaba un notable reportaje al inigualable Kelley Stoltz. Eran los tiempos del descubrimiento, de la inmersión en la extensa discografía de este músico todoterreno, ilimitado y brillante songwriter afincado en San Francisco. Entonces hablaba de su excitante viaje por los confines de la música popular: “Hey chicos, estoy en marcha, acabo de subirme a una moto y voy a conquistar el mundo. En la mochila llevo de todo: folk hippilondio, blues, country, garage, pop, surf, rock and roll, lo que me pidáis”. Más tarde tuvimos la oportunidad de disfrutar de su directo en el Café Berlín de Madrid, en su gira de presentación de “Que Aura” (2017), ese directo cercano y familiar, pues sus shows siempre transcurren en lugares íntimos y recogidos. Kelley nunca ha sido hombre de grandes fastos ni vastas pretensiones, más bien un humilde trovador con miedo escénico. Pues bien, nueve años y una decena de discos después, el trovador sigue su viaje imparable, sin haber conquistado el mundo, pero sí nuestros corazones. Nos tiene rendidos a sus pies.
Del análisis y disfrute de su carrera y sonido se infieren muchas cosas: que es un currante, una mente prodigiosa, un creador hiperactivo, un amante incondicional de la música. Sus discos son pequeños experimentos de DIY (“hazlo tú mismo”) de eficiente (y sorprendente) resultado sónico. Sí, él se lo guisa y se lo come en el pequeño estudio-cocina instalado en su apartamento de la bahía, atreviéndose con toda clase de retos: cuerdas, percusiones, máquinas, voces y teclas. Por eso no es de extrañar que durante la pandemia haya estado tan entretenido. Mientras otros se dedicaban a lamentarse y holgazanear, él se ha dedicado a publicar tres LP: el ramoniano “Hard Feelings” (2020), el ecléctico “Ah! (Etc)” (2020) y el más reciente “The Stylist” (2022). Antes de eso ya había alumbrado los exquisitos “Natural Causes” (2018) y “My Regime” (2019), además de colaborar en otros proyectos con amigos o principiantes con necesidad de empujón profesional. Porque, además de lo suyo, Kelley se preocupa por lo de los demás, echando una mano creativa, productiva o promocional cuando es preciso. Músico prolífico y, además, generoso.
Su catálogo de los últimos años sigue ampliando más y más el espectro de estilos dominados. Además de sus inolvidables piezas de pop cristalino y rock sucio de garaje, Kelley es valiente, enamoradizo, caprichoso, dispuesto a coquetear con todo (post-punk, funk, disco-pop, glam-rock, R&B, psicodelia, etcétera, etcétera) y lograr que su música suene infinita. Se podrían empezar a decir nombres y apellidos de referencia e inspiración (Wilson, Lennon, Bowie, Gaye, Petty, Erickson…), pero la lista no acabaría jamás. Ingenio y posibilidades sin límite, música universal. ¿Habrá tercera parte para seguir agasajando al genio? Es más que probable.
Una selección de temas escogidos: “Natural Causes”, “Decisions, Decisions”, “How
Psychedelic of You”, “Are You an
Optimist?”, “2020”, “Uh Oh”, “Fire on Fire”, “Zonked”,
“Things Go Bump”, “Team Earth”, “The Quiet Ones”, “Cold”, “She Likes Noise”, “Tomorrow”, “We Grew So Far
Apart”, “Your Name Escapes Me”, “In The Night”, “My Island”, “Wings”, “Jacuzzi Blues”.