ACTUALIDAD

ANTEPRECAMPAÑAS

Ante los afanes de autopromoción que efectúan en todos los espacios que han hallado disponibles de nuestra entidad, y continuarán, al parecer, algunos pretendientes a las candidaturas de sus partidos para obtener la titularidad del poder ejecutivo estatal y varias otras posiciones burocráticas en el siguiente sexenio, vale preguntarse si tales personajes tienen méritos especiales, han hecho obra extraordinaria verdaderamente valiosa o realizado labor determinada en beneficio de esta entidad, en qué basar consistentemente su febril afán de que se les conceda lugar exclusivo en la próxima carrera por la posesión de la gubernatura, las alcaldías, regidurías, sindicaturas y diputaciones que estarán vacantes en 2011.
Dónde está, se pregunta la gente, la tarea relevante, el desempeño eficiente o la producción personal de mérito especial de estos señores y señoras, que justifique o al menos permita comprender tales desmesuras y “trastornos al reloj electoral”, como dijo Mario Santiago.
A menos que se trate de un noble impulso para apresurar “la continuidad del trabajo que con tanto esfuerzo [?] realiza el actual gobierno” (como dicen los heraldos oficiales)... Las diversas modalidades de dicha autogestoría constituyen, por otra parte, expresiones de irrespeto a la comunidad sudcaliforniana, porque sus autores trasgreden así prevenciones relativas de la ley electoral, a la cual tendrían que ser los primeros en someterse.
En especial porque resulta evidente que, amparados en cargos de la administración pública local, sus anteprecampañas corren a cargo del erario, con el visto bueno de aquel a quien se ha confiado su custodia.
Lo cual entra, ipso facto, en el ámbito de la ley de Responsabilidades de los servidores públicos del estado y los municipios de Baja California Sur.
Se erigen en precursores de un proceso que de tal manera hacen irregular antes de que empiece.
Son, por tanto, infractores que evidencian ansias megalomaníacas que empobrecen toda expectativa de desempeños presentes y potenciales.
Atropellan, de paso, con diseños plásticos y escriturales de mal gusto, la sensibilidad de la población y, lo que no es menos importante, la inteligencia de quienes integramos el padrón electoral, con mensajes a destiempo, de mal gusto y peor calidad.
Y, en casi todos los casos, queriendo meter con calzador subliminal las imágenes de individuos de origen incierto, inteligencia subejercida y analfabetismo palmario; gente de ideas cortas y discursos largos, que prometen más de lo que su exigua competencia les permitiría realizar. Lo más terrible de todo es que hasta eso ignoran.
Resulta entonces que el procedimiento contamina no sólo visualmente, sino que pretende inficionar también la mente social, pues es advertible, con toda claridad, la intención de grabar tempranamente en ella ideas persistentes de pésima naturaleza.
Alguien tendría que convencer a los actores en cuestión que el ejercicio de la política y los apetitos de acceso al poder público continúan teniendo reglas, pese a todo.

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HISTORIA

DE LAS VIRTUDES DE LA DAMIANA

Don Simón Avilez “es una reliquia que se conserva desde los tiempos de la conquista. Se dicen tantas cosas de su fuerza, valor y larga vida, que degenera en lo fabuloso, cuando no hay necesidad de exagerar en lo más mínimo para considerar al señor Avilez como un hombre extraordinario que verdaderamente admira a todos los que llegan a conocerlo.
"Vive actualmente (10 de febrero de 1859) en su rancho de El Refugio, seis leguas al sur del pueblo de Todos Santos. Según su aspecto parece que tuviera de 65 a 70 años, cuando mucho, pero claro que es mucho más mayor porque tiene hijos de su primer matrimonio que pasan de 20 años y parecen mucho más viejos que él, como don José o don Domingo Avilez: el primero vive en San José y el segundo en Todos Santos.
"El señor Avilez dice que no entiende de años ni fechas porque nunca aprendió a leer ni a escribir; que la única cuenta del tiempo que ha llevado siempre es de la semana, y eso para no faltar a la obligación de oír su misa todos los domingos.
"Quieren algunos atribuir su larga vida al uso de la damiana que acostumbra tomar diariamente como té en la mañana, endulzándolo con panocha en lugar de azúcar, y otros sacan de aquí mismo que la damiana tiene virtudes afrodisiacas porque el señor Avilez, que ha sido viudo dos veces y al último está casado con una mujer joven, y teniendo hijos como si no fuera viejo, dice que ése es todo su secreto porque, fuera de la damiana, todas las comidas y costumbres son las más comunes del país.
"Por eso es que, de algunos años a esta parte, han comenzado a demandar esta rama de varios puntos de la República y aun del extranjero, y hoy se exporta la damiana en número de muchas toneladas anualmente.
"Sea ello lo que fuere, lo cierto es que el señor Avilez tiene hijos hasta de un año, de su última esposa, y que todos sus hijos se le parecen mucho en la cara y en el cuerpo y hasta en el modo de andar. Manuel Avilez asiste diariamente a la escuela de Todos Santos, tendrá seis años y es el vivo retrato de don Simón Avilez."
¿Se quieren más argumentos para que en Sudcalifornia reiniciemos el cultivo, consumo y exportación de planta tan maravillosa?

Tomado de: E.M.C., Los apuntes históricos de Manuel Clemente Rojo sobre Baja California, La Paz, 1996, pág. 49.

LIBRERÍA

Los apuntes históricos de Manuel Clemente rojo sobre Baja California, Gobierno de BCS y otros copatrocinadores, 109 págs., La Paz, 1996.

El señor Rojo era originario de Perú, en cuya capital nació en 1823. Con estudios de jurisprudencia e ideas liberales, llegó exiliado a nuestro país en 1849. Luego vivió en Los Ángeles, Alta California, donde colaboró en un bufete jurídico y en un periódico local.
Participó luego, en la ciudad de México, dentro del movimiento que derrocó a López de Santa Anna, y en 1855 el presidente Ignacio Comonfort lo nombró juez constitucional de La Paz. Enseguida fue juez de Segunda Instancia en Todos Santos, y en este periodo empezó a escribir y consultar a varios personajes de la sociedad sudcaliforniana que tenían algo qué decir en relación a hechos significativos de la entidad.
Fue después secretario de gobierno, jefe político interino y comisionado para elaborar el programa en favor de la educación en este sur peninsular. Desempeñó algunos otros cargos en lo que hoy es el estado de Baja California, y ahí fundó la primera institución de la historia educativa norcaliforniana.
Murió en Ensenada en 1900, dejándonos sus crónicas y las de sus informantes, en cuyos textos “se paladea el estupendo sabor de la charla coloquial en que se halla contenida una rica información de primera mano sobre hechos, fenómenos, usos, costumbres e identidad de nuestra California misional y decimonónica. Transitan por ellos relatos en torno a la estricta represión moral, las limitaciones materiales, descripciones de gran valor etnográfico y aspectos de la vida cotidiana de las misiones; el caso lamentable de los archivos incendidados, la condición del indígena, los negocios con balleneros y contrabandistas, la experiencia con caníbales, las noticias sobre el poder afrodisiaco de la damiana, las tragedias de los alcaldes de Loreto, la costumbre de los californios que ´se dejaban crecer el pelo y usaban trenzas´, las referencias a que en pleno siglo XIX (en 1838), los jueces aún se guiaban por las Ordenanzas de Colón, y a que las actas judiciales se hacían en papel para cigarros, etc., en todo lo cual se advierte una abundante veta de novedosas aportaciones sobre la época...” [Fragmento de la introducción.]