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viernes, 22 de enero de 2021

SPONGE CAKE DE CHOCOLATE CON SALSA DE CHOCOLATE



Después de zamparnos un Sloppy Joe con sus panecillos de cerveza negra, aros de cebolla fritos y coleslaw para rebajar, tenía medio claro que la siguiente receta debía ser ligera y a ser posible con verduras. Y conste que está preparada, fotografiada, comida, digerida y casi redactada. Peeeeero se cruzó en mi vida este sponge cake de chocolate con salsa de chocolate y no he podido aguantar esta receta en el escritorio de mi ordenador. Tenía que contaros que he descubierto la receta definitiva de un bizcocho esponjoso y delicioso. Además luego lo vamos a bañar en una salsa de chocolate igual de buena. Tienes que probar este bizcocho, de verdad. Seguiré probando recetas, pero dudo que encuentre otra igual.



Ingredientes:

250 gr de mantequilla sin sal

100 gr de chocolate (70%)

4 huevos

150 gr de azúcar blanca

100 gr de azúcar moscovado

250 gr de harina bizcochona

1 cucharadita de levadura

1 cucharadita de extracto de vainilla

125 gr de leche templada

Antes de ponernos con el bizcocho, precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde de 20 cm. Me sobró masa así que si tienes un molde un poco más grande aprovecharás toda la masa de una vez. 

1. Fundimos el chocolate junto con la mantequilla en un cazo al baño María o en el microondas sin remover. Una vez ya estén fundidos, removemos hasta obtener una masa homogénea.

2. Batimos los huevos con los dos tipos de azúcar hasta que cambie de color y esponje. Sin dejar de batir, incorporamos la mezcla de chocolate y mantequilla, harina, levadura y extracto de vainilla para acabar con la leche templada. 



Llegados a este punto te aviso que te van a entrar ganas de comerte la masa a cucharadas. Imagina que tienes delante para ti sola una mousse de chocolate de lo más esponjosa. Bueno, pues eso es lo que vas a verter en el molde y llevar al horno.  

Después de 40-50 minutos en el horno ya tendrás un bizcocho de chocolate que te va a robar el corazón. Ya así sin nada más es perfecto, pero queremos mejorarlo porque en esta vida hay que intentar mejorarlo todo, hacerlo lo más bonito, agradable, y en este caso, delicioso posible.

Para la salsa de chocolate necesitamos:

200 ml de leche entera

400 ml de nata para montar

100 gr de coccolate (70%)

2 cucharadas de golden syrup

2 cucharadas de ron (opcional)



Calentamos la leche y la nata hasta que casi hiervan. Añadimos el chocolate, golden syrup y ron. Removemos fuera del fuego hasta el chocolate se funda. 

Ahora ya podemos servir nuestro bizcocho de chocolate con la salsa de chocolate. 

Perfecto para un fin de semana lluvioso o para enderezar cualquier día nublado.




miércoles, 15 de mayo de 2019

ENSALADA DE APIONABO, MANZANA Y ZANAHORIA




Ni sé el tiempo que llevo queriendo probar el apionabo, esa raíz de aspecto más bien feúcho que esconde su belleza y sabor en el interior. En la zona en la que vivo no es muy común, vale, imposible  de encontrar así que cuando, en uno de mis viajes a Portugal, lo encontré en una frutería, me lancé a por él como si me lo fueran a robar. Porque sí, he de reconocer que soy de las que se viene con la bolsa de la compra de mis viajes y excursiones.





A pesar de tener curiosidad por su sabor y estar casi convencida de que me iba a gustar, no lo tenía tan claro con el probador oficial. Ya me veía dándome un atracón de apionabo cocinado en todas sus variantes: ensaladas, cocido, asado, en cremas... Pero, oye, gustó.
Ahora que el tiempo de las ensaladas ha llegado, te propongo una fresquita y perfecta para acompañar carnes y aves. Es parecida a una coleslaw a la que le vamos a añadir un pelín de pimentón.
Ya sabes, si lo ves, no lo dejes escapar.





Ingredientes para 4 personas:

200 gr de apionabo rallado
185 ml de mayonesa
1 cucharada de zumo de lima
2 manzanas cortadas en láminas
2 zanahorias ralladas
1/2 cebolla morada cortada en juliana muy fina
1/2 cucharadita de pimentón dulce
albahaca
una pizca de sal


1. Ponemos el apionabo rallado en una ensaladera, añadimos el zumo de lima para que no se oxide y adquiera un color poco atractivo. Añadimos la mayonesa.




2. Añadimos los demás ingredientes y mezclamos bien.

No me digas que hemos tardado mucho en prepararla. Venga, anímate a buscar un apionabo. Será un flechazo.

martes, 5 de marzo de 2019

TACOS DE CORDERO



Para empezar quiero empezar dando las gracias a las chicas de Cooking the Chef por haber elegido a Cristina Martínez como chef invitada de este mes. No conozco a todos los chefs que nos proponen aunque sean mediáticos o tengan una gran actividad en redes sociales. Aunque sea la primera vez que oiga hablar de ellos, es fácil encontrar recetas suyas en la web, youtube, instagram ... y lo difícil, al menos para mí, es decidirme por una receta. Suelo tardar mucho en elegir una receta y dudo mucho. Este mes la cosa estaba complicada porque la única receta que he encontrado de esta cocinera es esta: tacos de cordero a la barbacoa. Pero no a la barbacoa como la conocemos aquí, no. En México el término barbacoa se usa para referirse a carne cocinada en su jugo, al vapor. Se trata de un horno excavado en el suelo cuyo fondo se cubre con piedras que se calientan el día antes de hacer la barbacoa. Se recubre de hojas de maguey, más piedras, arena y sobre todo ello se enciende un fuego que se deja encendido unas 12 horas.



Creo que me estoy anticipando y no te estoy contando quién es Cristina Martínez. Si tienes Netflix puedes ver el capítulo que el programa A Chef's Table le dedica y que pone los pelos de punta. Mujer que desde pequeña sufre abusos por parte de su padre, deja su casa para casarse pensando que su vida iba a mejorar y no lo hace. Es explotada laboralmente por parte de la familia de su marido y sufre abusos por parte de este. Pero Cristina no se rinde y decide intentar el sueño americano. Es tremenda la forma de contar cómo se preparó físicamente para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos y te das cuenta de lo desesperada que debe estar una persona para pasar por ese sufrimiento. Cristina vive como indocumentada en Estados Unidos, tiene un restaurante, paga impuestos, no puede conseguir la ciudadanía americana porque fue fichada por la policía en su entrada ilegal en el país, pero no se esconde. Hay que ser muy valiente para construir una vida nueva, un negocio sabiendo que en cualquier momento lo puedes perder todo.




Y volviendo a la receta,  te diré que estos tacos son una adaptación muy libre de los suyos porque no hay receta oficial y esto es lo que saqué después de ver el programa. Seguro que no son como los suyos, pero también te digo que están buenísimos.
La primera cuestión era cómo iba a hacer para que la carne de cordero quedara tan blanda como la suya. Tan blanda y suave que se deshilachara fácilmente sin tener la barbacoa que ella usaba. Y aquí me acordé de la Crock-Pot. La compré hace unos meses y no la he usado mucho que se diga.
¿Nos ponemos manos a la obra?




Ingredientes:

Tortillas para tacos
Paleta de cordero pequeña
2 naranjas
1 cebolla
cebolleta
pimiento rojo asado
chile
vinagre
comino
tomillo

Como te decía, conseguí que la carne quedara suave y tierna cocinándola en la olla de cocción lenta.
Aunque el cordero sea lechal y en la carnicería me digan que no va a tener ese sabor fuerte, siempre me gusta añadirle un chorrito de vinagre. Luego salamos, añadimos comino y el zumo de las dos naranjas. Masajeamos el cordero bien para que la carne se impregne de los sabores y dejamos macerando unas horas.
Ponemos el cordero junto con el líquido de la maceración, cebolla en juliana fina y tomillo en la olla y dejamos unas 4-5 horas en alta.
Una vez tengamos la carne hecha, es cuestión de separarla del hueso y picarla bien para que no queden trozos grandes.


Me dio pena dejar el jugo que había soltado la pierna al cocerse y lo pasé por la batidora para hacer una salsa con la que bañar los tacos.
Para preparar los tacos cogemos las tortillas y ponemos una generosa cantidad de carne y un poco de salsa para que no se reseque demasiado. Lo puedes tomar así o aderezar con cebolleta, pimiento asado y un poco de chile para darle un poco de gracia al taco.
Espero que si los haces, te gusten.

lunes, 13 de noviembre de 2017

MOUSSE DE CHOCOLATE CON LECHE Y CARAMELO SALADO




¡Golosos del mundo, tengo el postre perfecto para vosotros! Pasad, pasad con papel y lápiz para anotar la receta que os va a hacer disfrutar tanto, tanto que vais a querer hacerla más de una vez. Los no tan golosos del mundo nos quedaremos muy contentos viendo cómo disfrutáis de un postre que une  chocolate y caramelo salado.

Los postres dulces no me entusiasman demasiado y no los hago con mucha frecuencia. Me empachan mucho. Prefiero postres ácidos como la tarta de limón o aquellos que llevan frutos rojos. Pero en casa hay golosos y de vez en cuando también hay que darles gusto. Yo sabía que con esta receta iba a acertar porque si hay chocolate, como sea, gusta. Y así fue.
Te lo recomiendo si tienes chocoadictos en casa.





Ingredientes para 6 personas:

100 gr de azúcar
3 huevos
200 gr de chocolate con leche
50 gr de mantequilla con sal
20 cl de nata
3 cucharaditas de cacao crudo

1. Vertemos la nata en un cazo y la llevamos a ebullición.

2. En otro cazo ponemos el azúcar y una cucharada de agua para que se haga el caramelo. Una vez tengamos el caramelo, y con cuidado, vertemos la nata. Mezclamos bien y dejamos que enfríe un poco antes de volver a llevar a fuego suave y  de añadir la mantequilla. Retiramos del fuego e incorporamos el chocolate. Dejamos que el chocolate se derrita y se mezcle bien con el caramelo.




3. Separamos las claras de las yemas. Batimos ligeramente las yemas y las agregamos al chocolate removiendo bien para que no se cuajen. El chocolate ya habrá perdido temperatura pero aún así es mejor remover bien para que no haya  grumos.

4. Ponemos  las claras en un bol, añadimos una pizca de sal, y las montamos  a punto de nieve. Vamos incorporando poco a poco las claras a la mezcla del chocolate y el caramelo salado con la ayuda de una espátula.

5. Finalmente vertemos la mousse en los vasos o copas en las que vayamos a presentarla. Este es un momento muy muy delicado. Hasta ahora puede que hayas resistido la tentación de probar la mousse pero ahora, bien, ahora vas a necesitar toda tu fuerza de voluntad para no comértela a cucharadas. El proceso de verterla en los vasos  no es muy limpio que digamos y los dedos se van peligrosamente a rebañar los restos de la mousse que resbalan por las paredes. Y luego está el tema de rechupetear la cuchara, claro.


Una vez superado el paso más complicado, dejamos la mousse como mínimo tres horas aunque recomendaría toda la noche para que la mousse esté bien firme. Ya solo nos faltaría añadir el cacao crudo para decorar los vasos o copas.

lunes, 5 de diciembre de 2016

PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE CODORNICES




Llega el día cinco de cada mes y eso supone que tenemos una cita con algún chef español o extranjero en Cooking the Chef. Abrir el correo y descubrir a quién le vamos a dedicar la receta pone un pelín nerviosa, no creas. A veces se trata de cocineros muy conocidos y cuyas recetas son fáciles de hacer, bien porque los ingredientes están presentes en todas las cocinas o por la sencillez del procedimiento. Pero hay otras veces que son un auténtico reto porque la lista de ingredientes llega hasta Madagascar y porque la mitad de ellos no sabría ni dónde encontrarlos.  Pero me gusta conocer nombres de la cocina, saber qué se cuece en otros fogones y darle la vuelta al mundo con la cazuela y la cuchara en la mano. Bueno, hasta ahora siempre había un cocinero pero Cooking the Chef nos ha sorprendido este mes no con un chef  sino con dos! Se trata de los Hermanos Torres, estos gemelos tan simpáticos, naturales y con una estrella Michelín que hacen que la cocina sea fácil. La primera vez que los vi fue en el programa Cocina2 y me gustaron sus recetas y la manera desenfadada de transmitirlas. Desgraciadamente no puedo ver el programa que tienen en TVE pero ya mi madre se encarga de vez en cuando de contarme lo que han cocinado estos dos hermanos.

La receta que he elegido es muy resultona y se puede dejar casi preparada el día anterior.




Ingredientes para 2 personas:

6 pimientos
6 codornices
6 dientes de ajo
2 yemas de huevo
2 anchoas
10 aceitunas negras deshuesadas
2 huevos de codorniz
tomillo
alcaparras
limón
brandy

En una cazuela que sea grande vamos a rehogar las codornices con los dientes de ajo sin pelar y un par de ramas de tomillo. Como queremos que se doren bien, les daremos un par de vueltas hasta que tengan un bonito color dorado. Vertemos algo menos de medio vaso de brandy y esperamos que el alcohol se evapore antes de cubrirlas de agua. Dejaremos que hiervan al menos 30 minutos o hasta que veas que ya están hechas, que la carne se puede desprender fácilmente del hueso. Entonces reservaremos las codornices el tiempo necesario para que se enfríen o nos quemaremos los dedos cuando procedamos a deshuesarlas. Reservamos la carne.




Mientras, dejamos que el caldo de la cazuela vaya cociendo hasta que haya reducido la mitad. Reservamos.

Cocemos los huevos de codorniz unos tres minutos en abundante agua hirviendo. Enfriamos y reservamos.

Ahora vamos a preparar el relleno de los pimientos. Para ello recuperamos la carne de las codornices y a ella le vamos a añadir las anchoas, aceitunas picadas, algunas alcaparras, las yemas de los huevos y un par de cucharadas, en principio, del caldo que tenemos reduciendo para que la mezcla no esté muy seca. Yo pasé toda la mezcla por un robot para que me fuera más fácil rellenar los pimientos. Puede que el relleno siga un poco seco, entonces puedes añadirle otro par de cucharadas más.




Rellenamos los pimientos con cuidado para que no se rompan y los llevamos al horno unos cinco minutos a 200º.
Mientras los pimientos están en el horno, preparamos la vinagreta con la que vamos a aliñar el plato antes de servirlo. En un bol mezclamos dos cucharadas del caldo reducido, vinagre, aceite de oliva y un poco de zumo de limón.

Una vez tenemos los pimientos fuera del horno los aliñamos con la vinagreta y los servimos acompañados de un huevo de codorniz.

domingo, 20 de noviembre de 2016

GNOCCHI




Hace un par de años más o menos, un domingo por la mañana, intenté hacer gnocchi. Esto está chupado, me dije, pero no me pareció tan fácil después de haber estado un buen rato haciendo que aquella masa de varios colores no se pegara a las manos. He de confesar que ya llevaba una cantidad indecente de harina y no conseguía "domar" aquella masa. Fue un fracaso que acabó donde van todos a parar: al cubo de la basura. Gnocchi 1- Pilar 0. Y así ha seguido el marcador hasta que en Desafío en la Cocina nos han propuesto hacer estas pequeñas bolitas de patata y harina. Esta es la mía, me dije. Preparaos que voy a por vosotros. Y empecé a buscar recetas, a coleccionarlas, desecharlas y quedarme con una muy compleja, que ya sabía que iba a ir al mismo sitio que el anterior fracaso, y otra muy sencilla y que me pareció asequible para el poco tiempo que tengo para cocinar. No muy segura de que fuera a salir bien, cocí bastantes patatas por si había que intentarlo varias veces. Tampoco ha sido tan terrible, se preparan rápidamente, son ligeros y están buenísimos.
¿Qué necesitamos parar preparar estos gnocchi? Harina y patatas. Sí, no llevan huevos por lo que son perfectos para veganos. Luego le añadimos la salsa que más nos guste y listos para comer.




Ingredientes:

650 gr de patatas
150 gr de harina
nuez moscada
600 gr de tomates en lata
aceite de oliva
1/2 cebolla
2 dientes de ajo
60 ml de vino
guindilla
nata

Empezaremos preparando la salsa. Para ello trituramos los tomates. En una cazuela vertemos un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos la cebolla muy picada hasta que esté dorada. Añadimos el ajo y seguidamente vertemos el vino. Dejamos que cueza y se evapore todo el alcohol, incorporamos los tomates, sal y un poco de guindilla. Dejamos que la salsa espese ligeramente antes de añadir la nata. Removemos bien para que la nata se integre y reservamos. Ya, así, tienes una salsa buenísima y no necesitaría nada más. Escondidas entre los gnocchi quizás puedes ver unas gambas que tenía que usar urgentemente.

Para hacer los gnocchi hervimos las patatas sin pelar en abundante agua con sal. Cuando estén cocidas las retiramos y dejamos que enfríen ligeramente. Luego las pelamos y pasamos por un pasapurés o trituramos bien con la ayuda de un tenedor. Añadimos sal y un poco de nuez moscada. Vamos incorporando la harina poco a poco hasta que tengamos una masa suave, ligeramente pegajosa que parece plastilina. No es necesario que le añadas toda la harina. De hecho cuanta menos harina tengan, más suaves y ligeros saldrán.




Una vez tenemos la masa preparada, la cortamos en porciones que hacemos rodar en la encimera hasta que tengamos unos rollos de unos 2 cm de grosor. Entonces cortamos pequeñas porciones que aplastaremos ligeramente con un tenedor. Solo queremos que se queden las famosas estrías de los gnocchi. Los cocemos en abundante agua con sal.
Los retiramos según vayan saliendo a la superficie y los echamos a la cazuela en la que tenemos la salsa lista. Dejamos que se impregnen de la salsa y listos para la mesa.

Ahora el marcador está en empate.




Si te gustan los gnocchi prepárate para disfrutar con las recetas de este Desafío.


lunes, 13 de junio de 2016

PASTA CON ALMEJAS, TOMATES CHERRY Y PESTO SICILIANO



Si eres cocinilla seguro que, aparte de tener un número indecente de libros de cocina como yo, también ves y/o grabas programas de cocina. Yo grabo. Reconozco que grabo compulsivamente sin estar muy segura de si me van a gustar o no pero grabo. Si tuviera tiempo de verlos después no sería un problema (verás, que problema, problema con lo que está cayendo por ahí fuera, no es) pero el caso es que acabo borrando muchos de ellos o preguntándome por qué pensaba yo que me iba a gustar una cosa semejante. Eso sí, cuando veo que en cualquier cadena hay un programa de cocina de Jamie Oliver se dispara solito el mando, que ya lo tengo bien enseñado, y se graba. Y luego pasa lo que pasa que es imposible no ver un programa de Jamie Oliver y no sentir deseos de salir corriendo a la cocina a preparar algo, lo que sea. Me encanta ver sus programas, sacar ideas de sus recetas, ver cómo disfruta cuando las hace y también cuando las prueba porque se ve que le gusta lo que hace y eso inspira y mucho.

En casi todos sus programas hay una receta de pasta y es ahí cuando yo agarro papel y lápiz y me pongo a anotar ingredientes y procedimiento como si me estuvieran dictando alguna fórmula magistral. Fórmula, claro, a la que acabo haciéndole alguna modificación porque si no, no sería yo. En esta en concreto, he sustituido la salsa de tomate concentrado por pesto siciliano porque últimamente nos ha dado por el pesto y si no nos controláramos un poquito nos lo tomaríamos a cucharadas.




¿Nos vamos a la cocina?

Ingredientes para 2 personas:

140 gr de pasta
350 gr de almejas
2 dientes de ajo
vino blanco
tomates cherry
pesto siciliano a discreción
guindilla
albahaca

Empezamos ocupándonos de las almejas. A casi todos nos ha pasado alguna vez que se nos ha arruinado alguna receta porque las almejas tenían arena. Creo que hay pocas cosas más desagradables que masticar la arena que tienen las almejas. Por ello, como queremos  disfrutar del plato, revisaremos las almejas una a una y descartaremos las que estén rotas o abiertas. Las demás las enjuagaremos bajo el grifo de agua fría y las dejaremos en una fuente honda cubiertas de agua y una cucharadita de sal durante una hora más o menos.




 Luego, cuando hayan soltado toda la arena, las volveremos a enjuagar.
Bueno, las almejas ya están limpias así que llevaremos al fuego una cazuela con abundante agua para cocer la pasta el tiempo recomendado por el fabricante o un poco menos si te gusta al dente.

En otra cazuela vertemos una dos cucharadas de aceite de oliva y cuando ya esté caliente añadimos  los dos dientes de  ajo picados. Rehogamos unos minutos junto con los tomates cherry y un poco de guindilla. Agregamos un par de cucharadas de pesto, las almejas y un chorrito de vino blanco. Esperamos a que abran. Y ya tenemos la salsa preparada.




Ya tenemos también nuestra pasta cocida al dente así que la vamos a añadir a la cazuela en la que hemos abierto las almejas. Damos unas vueltas para que la pasta se mezcle con el pesto y el jugo que sueltan las almejas. Como toques finales podemos añadir algunos tomates cherry más, hojas de albahaca y más pesto. De hecho te recomendaría que te lo llevaras a la mesa porque verás cómo se sirven más. Le sienta fenomenal a este plato.

domingo, 15 de mayo de 2016

KHAO PAD GOONG



Si lo traducimos significa arroz salteado con gambas. Sí, este mes nos hemos ido a Tailandia con Cocinas del mundo. Ya sabes que el tercer domingo de cada mes tenemos la maleta lista y el pasaporte en la boca porque nos toca  viajar a algún lugar del mundo. Marga de Acibechería nos propuso marcharnos a Tailandia a disfrutar de su cocina y eso hemos hecho.  Saber cuál era el país elegido y ponerme a buscar recetas fue todo uno y te diré que acabé mareada porque me gustaban todas las recetas que encontraba. Tanto que creo que voy a abrir una sección en el blog dedicada a esta cocina. Para mí es fácil enamorarme de sus platos porque los ingredientes básicos son el arroz, los fideos, especias, leche de coco y un equilibrio entre lo dulce, salado, amargo, picante y agrio. En cada receta aparecen al menos dos de estos sabores si no los cuatro y no debe destacar ninguno.  Además son platos ligeros y que, en general, son rápidos de preparar.

La receta elegida, como te decía, es un arroz salteado con gambas que se prepara en nada de tiempo y que además nos permite reciclar el arroz blanco que nos haya sobrado de otra preparación.  Te recomiendo que hagas un poco más para tener un tupper en la nevera listo. Al día siguiente sigue igual de bueno.


Ingredientes para 2:

2 dientes de ajo pequeños picados
200 gr de gambas o langostinos pequeños pelados
1 cucharada de salsa de soja
1 cucharada de salsa de ostras
1 zanahoria cortada en trozos
50 gr de champiñones laminados
1/2 cebolla picada en juliana fina
2 cebolletas pequeñas picadas
270 gr de arroz cocido
1 cucharada de agua
zumo de limón o lima

Calentamos dos cucharadas de aceite en un wok. Añadimos el ajo picado y dejamos que se haga ligeramente. Incorporamos las gambas, damos unas vueltas y añadimos la salsa de soja y de ostras. Ahora es el momento de agregar la zanahoria, champiñones, cebolla y cebolleta. Dejamos que se haga todo unos 2 minutos más o menos.


Añadimos el arroz, damos unas vueltas para que se impregne de todos los sabores y las salsas que hemos añadido. Con un par de minutos es suficiente. Ya solo tenemos que añadir la cucharada de agua, un poco de zumo de limón (medio limón más o menos) y un poco más de cebolleta picada si te apetece.

Si quieres ver más platos de receta tailandesa pincha aquí.

Me temo que la próxima receta no va a ser nada ligera. Va a tener chocolate, mucho chocolate.

domingo, 17 de abril de 2016

GESCHNETZELTE CON RÖSTI




Sí, esta receta es complicada de pronunciar pero no por ello no le vamos a dar una oportunidad ¿verdad? Tras este nombre tan largo se esconde una ternera con una salsa maravillosa hecha con cebolla, vino, champiñones y nata. Es una receta típica de Suiza, de Zurich, y es que este mes en Cocinas del Mundo nos hemos ido a Suiza a comer.

Suiza está en el centro de Europa rodeado por Francia, Alemania, Italia y Liechtenstein. Las montañas están presente en todo el país y son su mayor atractivo junto con sus hermosos valles y los lagos en primavera y verano. Cada mes te cuento que me gustaría visitar el país que nos sugieren, que lo tengo en mi lista y que quiero ir. Bien, he estado mirando varias veces vuelos para ir a Suiza y hasta ahora nunca ha cuajado el viaje. Tendré paciencia y perseveraré como con el viaje a Florencia. Ni me acuerdo el número de veces que planeé ese viaje hasta que lo conseguí. Con este pasará lo mismo.




Pero volvamos a Suiza. Está dividido en 26 cantones y se hablan cuatro idiomas: el alemán, francés, italiano y el romancee (muy minoritario). Si nos centramos en la cocina veremos que tiene influencias alemanas, francesas e italianas y que sus ingredientes principales son el chocolate y los quesos. ¿Alguien ha dicho queso? Ya se despertó el ratón que habita en mí y me exige que cojamos el primer vuelo a Suiza.

Pero ninguno de esos dos ingredientes forman parte de la receta de hoy. Nos vamos a quedar con el guiso de ternera que te comentaba al principio y que es típico de Zurich. Imaginariamente hemos aterrizado en esta ciudad tan multicultural y vamos a disfrutar de su animada vida nocturna, cafés, clubs, tiendas y de la naturaleza que la rodea. También vamos a imaginar que nos hemos  sentado en la terraza de un bonito restaurante, que hoy no cocinamos y que solo tenemos que  degustar esta receta.


Ingredientes:

800 gr de ternera
1 cebolla grande
200 gr de champiñones
1 dl de vino blanco
2,5 dl de nata
1 dl de caldo de carne
1 cucharadita de Maizena



La cocina suiza se caracteriza por ser calórica y la grasa que se usa para cocinar este plato es la mantequilla. Yo he usado aceite de oliva porque si me sigues ya sabes que tengo una relación extraña con la mantequilla y no me gusta nada en recetas saladas.

Cortamos los filetes de ternera en tiras, salpimentamos y las salteamos en la mantequilla o aceite de oliva hasta que estén doradas. Entonces las retiramos y en la misma sartén rehogamos la cebolla cortada en juliana. Salamos. Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadimos los champiñones en láminas y dejamos que se hagan con la cebolla.

Entonces vertemos el vino blanco. Dejamos que se evapore el alcohol e incorporamos la nata y el caldo de carne. Dejamos que cueza todo y que espese la salsa. Si vemos que sigue muy suelta, disolvemos una cucharadita de Maizena en un poco del caldo y lo añadimos a la salsa. Cuando ya esté casi lista incorporamos la carne para que se mezcle bien con la salsa.

Como acompañamiento a la carne vamos a preparar rösti, otro plato típico de Zurich. Tradicionalmente formaba parte del desayuno campesino y su correcta preparación es cuestión de debate nacional: si es mejor que las patatas estén cocidas o crudas, con cebolla o sin ella. Nos suena ¿verdad? Igual que con nuestra tortilla de patatas. No hay manera de ponerse de acuerdo en cuál es la mejor manera de prepararla aunque todo el mundo está de acuerdo en que la mejor es la que preparar su madre. En eso no hay discusión ninguna.



Para prepararlo necesitamos :

patatas
aceite de oliva o mantequilla
sal

Os cuento cómo he preparado estas pequeñas maravillas. He rallado las patatas y las he dejado unos 10 minutos en agua para que perdieran el almidón. He escurrido, secado a conciencia y salado.
En una sartén ( pequeña en mi caso) he puesto aceite a calentar y cuando ya estaba caliente he hecho una especie de hamburguesa y he dejado que se dorase muy bien por un lado antes de darle la vuelta y proceder a dorarla por el otro lado.

Servimos la carne con los rösti y a disfrutar.

lunes, 11 de abril de 2016

RISOTTO CON PESTO SICILIANO



Si tuvieras que elegir dos de los ingredientes más usado en tu día a día en la cocina, aquellos a los que recurres cuando las ideas se acaban o no tienes ganas de preparar algo complicado ¿cuáles serían? Y no valen especias. Yo lo tengo claro. Elegiría la pasta y el arroz sin dudarlo. Fíjate que en casa tienen el día asignado (bueno, casi) y ya sabemos que los miércoles o jueves hay pasta y arroz los lunes. O sea hoy comemos arroz. Y a pesar de que son mis dos ingredientes preferidos no se me ocurriría preparar ninguna receta con ellos cuando alguien viene a comer a casa. Los evito completamente porque a mí me gustan más bien duros y sé que muchas personas los prefieren más cocidos. En casa ya se han acostumbrado a esta rareza mía pero aún así no me suelo guiar de mi criterio y pido a quien aparezca por la cocina que pruebe y de su opinión sobre el punto de cocción. Para mí no hay nada peor que la pasta blanda, blanda y el arroz hecho puré.




En el blog puedes encontrar recetas en las que el arroz es el rey del plato,  nueve risottos diferentes, arancinis,  arroz con carabineros o con patatas y bacalao. Pero ¿con pesto? Ninguna y tengo que decirte que le sienta muy bien.

Te estarás preguntando que es eso del pesto siciliano. Es simplemente una salsa espesa típica de la cocina de Trapani, en Sicilia, y cuyos ingredientes principales son los tomates, albahaca y almendras. Muy veraniego ¿verdad?  Seguro que te va a encantar y le vas a sacar mucho partido en infinidad de platos.


Ingredientes para el pesto siciliano:

75 gr de almendras en láminas
50 gr de albahaca
1 diente de ajo y si eres valiente 2
400 gr de tomates pelados, sin semillas y picados
80 ml de aceite
75 gr de queso pecorino

Empezamos preparando el pesto y para ello molemos las almendras con un pellizco de sal.
Con la ayuda de un robot hacemos una pasta con los tomates, albahaca y diente de ajo. Añadimos las almendras, aceite, queso y salpimentamos. Mezclamos bien y dejamos que repose al menos dos horas.



Para el risotto necesitaremos:

1 cebolla pequeña
500 gr de arroz para risotto
60 ml de vino
1 litro de caldo de verduras

En una cazuela calentamos aceite de oliva y rehogamos la cebolla muy picada hasta que esté transparente. Entonces añadimos el arroz, removemos para que se mezcle bien con la cebolla y vertemos el vino. No dejamos de remover hasta que se evapore el alcohol.




Vamos añadiendo el caldo muy caliente poco a poco y removiendo de vez en cuando. Tardaremos unos 18 minutos en  tener el risotto listo así que cuando llevemos unos 15 minutos, añadiremos el pesto. Removemos para que se integre bien en el risotto.

Cuando lo sirvamos en los platos, añadiremos más almendras fileteadas, algo más de queso y un poquito de albahaca.



martes, 5 de abril de 2016

FLAN PUDIN CON FRESAS




El día 5 de cada mes está dedicado a conocer a un chef bien español o extranjero. Este mes en Cooking the Chef no tenemos que hacer la maleta sino que nos quedamos aquí, en casa, con Carme Ruscadella, la única chef que tiene siete estrellas Michelín distribuidas entre sus tres restaurantes Sant Pau, Moments y Sant Pau de Tokio.

Empezó su carrera como charcutera pero el gusanillo de la cocina ya lo llevaba dentro y en la charcutería que llevaba con su marido empezó a incorporar una sección de platos caseros para llevar. De ahí pasó  a comprar la torre que estaba en frente de su casa y abrir su primer restaurante en el que sus platos se basan y se nutren de los productos de temporada, de lo que dan la tierra y el mar en cada estación.

Eso de "no tomar judías tiernas en invierno porque además de carísimas, saben fatal" me gusta y mucho. Parece de sentido común ¿verdad? pero a veces se nos va un poco la cabeza cuando en las grandes superficies comerciales vemos productos fuera de temporada, productos que llevamos algún tiempo sin comer, que tienen un aspecto estupendo y que, de repente, se nos antojan para arrepentirnos después porque no saben bien, simplemente  no están en temporada.




Comparto esa idea con ella. Procuro comprar productos de temporada y en el mercado. Lo que no puedo es hacer la compra diariamente (ya me gustaría) y tampoco sigo su consejo de no comer delante de la televisión. ¿Ves? Esa es una mala costumbre que debo dejar porque las noticias ...

Estoy completamente segura de que disfrutaría enormemente comiendo en su restaurante y ojalá algún día pueda ir. Mientras tanto nos quedamos con una receta sencilla a más no poder que encontré en la revista Hola, un flan pudín de fresas y nata. Como te habrás dado cuenta, he suprimido la nata pero si a ti te gusta, adelante, sirve un poco de nata montada con vainilla. También hice otro pequeño cambio. En la receta original las fresas iban al natural, sin macerar, pero creo que le sienta bien el vino tinto. Además esta receta es maravillosa para aprovechar los trozos de bizcocho que se nos han quedado duros y no sabemos qué hacer con ellos.

Venga, vamos a la cocina.


Ingredientes

Para el caramelo:

100 gr de azúcar
30 gr de agua mineral





Para el flan pudin:

8 huevos
600 gr de leche
400 gr de nata
200 gr de bizcocho de soletilla
100 gr de azúcar

Para las fresas con vino tinto:

fresas
vino tinto
azúcar


Unas horas antes de hacer el flan dejaremos las fresas cubiertas con vino tinto y un poco de azúcar macerando en la nevera. Serán el acompañamiento del flan y aunque te parezca extraño, verás que el flan, las fresas y el vino tinto casan muy bien.

Empezamos haciendo el caramelo calentando a fuego medio el azúcar con el agua hasta que tengamos un caramelo oscuro. Lo vertemos en los moldes que vayamos a usar cubriendo la base y las paredes del molde.




Mezclamos muy bien los huevos con la leche, nata y azúcar. Añadimos los bizcochos de soletillas desmenuzados y lo vertemos en los moldes. Cocemos en el horno previamente calentado a 180º al baño María hasta que los flanes estén cuajados. Esperamos a que se enfríen los flanes antes de desmoldarlos y servirlos con las fresas.

¿Quieres ver más receta de esta gran chef? En Cooking the Chef te están esperando.


martes, 1 de marzo de 2016

POLLO EN PEPITORIA



Cuando hace frío, el cielo está gris y  llueve como si no hubiera un mañana es el momento ideal para meterse en la cocina y preparar algo que nos haga entrar en calor. Ese momento para mí fue el pasado fin de semana. Momento para sacar la cazuela más grande que tengo y armarme de paciencia para tener en el fuego este pollo en pepitoria sin mirar el reloj, sin acelerar la cocción en la olla, solo dejando que lentamente los sabores se fueran mezclando, el pollo se hiciera y tuviéramos una salsa que ya, ya. Digo que saqué la cazuela más grande porque cada vez que me pongo a hacer un guiso me gusta hacer bastante cantidad, como si a casa fuera venir un regimiento a comer en cualquier momento, y así poder tener un tupper esperando en el congelador.

Esta receta es un clásico, de las de toda la vida y que en cada casa seguro que tiene un toque diferente y especial. Es uno de esos platos que todos deberíamos saber cocinar y que no tiene ninguna dificultad. Lo único que se necesita es tiempo pero que si no se tiene, no pasa nada, para eso están las ollas. Como te comentaba seguro que en cada casa se le añade algún ingrediente distinto que lo hace diferente de los demás. Pero seguro que lo que no falta en todas las recetas son las almendras y la yema del huevo duro porque estos dos ingredientes son los que caracterizan a la salsa pepitoria.




Aunque no sepas cocinar o hayas cocinado poco, te recomiendo que no te pierdas esta receta, que te atrevas y te metas en la cocina porque no es difícil, te estarías perdiendo un gran plato de nuestra cocina y, sobre todo, porque te va a transportar a la cocina de tu madre, tía o abuela. Creo que la cocina es la mejor máquina del tiempo que hay.


Ingredientes:

1 pollo en trozos
2 huevos cocidos
3 cucharadas de almendras tostadas
2 cebollas medianas
2 hojas de laurel
aceite de oliva
2 dl de vino blanco
azafrán
caldo de pollo

En una cazuela vertemos tres cucharada de aceite de oliva. Salpimentamos los trozos de pollo. Cuando esté el aceite caliente empezamos a dorarlo por tandas. No queremos freírlo del todo, solo dorarlo. Lo retiramos y reservamos.



En esa misma cazuela nos ponemos manos a la obra con la salsa. Para ello rehogamos la cebolla cortada en trozos. En seguida verás que empieza a tomar un color tostado porque irá absorbiendo el repegado que hay en el fondo de la cazuela después de rehogar el pollo. Salamos y esperamos a que esté bien rehogada.

Añadimos el pollo, el vino blanco, las dos hojas de laurel y cubrimos con el caldo de pollo. Dejamos que lentamente se vaya haciendo removiéndolo de vez en cuando para evitar que se pegue y vigilando que no se quede sin líquido. Si eso pasara, añadiríamos más caldo de pollo.

En un mortero majamos las almendras con el azafrán y las yemas de los huevos cocidos. A mitad de cocción se lo añadimos al pollo. Ahora verás que la salsa va engordando. Sigue removiendo de vez en cuando hasta que veas que el pollo ya esté hecho. Al final añadiremos las claras de los huevos picadas.




¿Con qué puedes acompañar este plato? Con un arroz, unos picatostes o unas patatas asadas con tomillo, ajo y un poco de vinagre balsámico.

Es muy sencillo. Como habrás visto en la foto he escogido unas patatas pequeñas que  he cortado longitudinalmente y he puesto en una fuente apta para el horno. He añadido unas ramas de tomillo y unos dientes de ajo sin pelar. He salado, añadido aceite de oliva y un poco de vinagre balsámico. Al horno hasta que estén hechas y... listas para servir para acompañar nuestro pollo en pepitoria.


miércoles, 10 de febrero de 2016

CARRILLERAS DE CERDO GUISADAS CON ZUMO DE MANZANA Y CERVEZA NEGRA






Me encantan los guisos. Me gusta ese chup, chup de varias horas que consigue que en una cazuela se haga magia con paciencia y tranquilidad, mucha tranquilidad. Está claro que esto solo puedo hacerlo los fines de semana porque durante la semana la plancha y algo rápido en el horno es lo que más normal. Así que, cuando me meto en la cocina para guisar, me aseguro de hacer bastante cantidad para que sobre y llene el congelador de los benditos tuppers. Luego llega el día en el que llegamos cansadas, con el cuerpo descompuesto después de una mañana para olvidar y ahí está ese guiso que te recompone completamente, te reconcilia con el mundo y pone las cosas en su sitio.

En esta ocasión las carrilleras se han cocido a fuego lento, sin olla, cubiertas de zumo de manzana y cerveza negra. Es una combinación que te puede sorprender pero dale una oportunidad y pruébala, verás cómo te gusta. La salsa es simplemente una auténtica maravilla que solo necesita una buena barra de pan.


Ingredientes para 4-6 personas:

harina
12 carrilleras
aceite de oliva
2 cebollas grandes cortadas en juliana
1 rama de apio picada
1 puerro picado
tomillo
1 hoja de laurel
1 cucharada de miel
300 ml de cerveza negra
200 ml de zumo de manzana





En una cazuela ponemos unas dos o tres cucharadas de aceite de oliva para marcar las carrilleras previamente enharinadas y salpimentadas. No queremos freirías solo se trata de sellarlas un par de minutos por cada lado.

Las retiramos y reservamos. Posiblemente el fondo de la cazuela haya tomado un color dorado de la harina y los jugos que ha soltado la carne al sellarse. No te deshagas de ello, no la limpies. Ahí mismo vamos a rehogar las verduras durante 15 minutos más o menos, hasta que veas que ya empiezan a estar blandas. Entonces añadimos el tomillo, hoja de laurel y  la cucharada de miel. Dejamos que las verduras se hagan un poco más hasta que empiecen a estar doradas.

Incorporamos las carrilleras y cubrimos con el zumo de manzana y la cerveza negra. Ahora es el momento de dejar que se produzca la magia durante dos o tres horas. No se te olvide remover la carne y las verduras de vez en cuando. No queremos que se nos pegue y el sabor a quemado arruine este maravilloso guiso. Comprueba también que no falta líquido en la cazuela. Si ves que se evapora demasiado puedes ir añadiendo más zumo de manzana o cerveza.  Esta va a ser una fantástica salsa. Bueno, ya te irás dando cuenta porque como buenos cocineros que somos, hemos de probar la salsa durante la cocción de vez en cuando para saber si está en su justo punto o necesitamos  añadir más cantidad de alguno de los ingredientes. Entonces notarás que la salsa está de escándalo. Yo, de hecho, podría tomármela a cucharadas.






Una vez que la carne está hecha, solo nos falta comprobar que la salsa no está demasiado líquida. Si fuera así, retiraríamos la carne y dejaríamos que cociera hasta que tuviera la consistencia deseada. Ni muy líquida ni una crema.

Servimos acompañadas de unas verduras o patatas asadas. Y disfruta este guiso, que es perfecto para días grises o para una celebración. Es lo que tienen los guisos, que sirven para todo.

Fuente: The Great British Bake Off Winter Kitchen