¿Tienes la maleta a mano? ¿Te gustan los viajes así sin avisar? ¿Las sorpresas? Es que ahora mismo nos vamos a Roma a visitar uno de los edificios más significativos de la Ciudad Eterna, el Panteón de Agripa. En CocinArte nos proponen todos los meses una obra de arte y nos piden que hagamos una receta relacionada con ella. Este mes la propuesta no podía ser más interesante. ¿Quién no se ha sentido sobrecogido por ese edificio, por esa cúpula impresionante?
El templo que ahora conocemos se construyó sobre uno más antiguo levantado por Agripa en el año 27 a.C en un terreno propiedad de la familia y que fue destruido por un incendio en el 80 d. C. Su nombre derivaría de la cúpula tan espectacular, reproducción de la cúpula celeste y morada de todos los dioses. Y es a una de ellos, a Cibeles, a la que dedico la receta de hoy. En el mes de abril se celebraban muchas fiestas en honor a Cibeles para honrar la fecundación de la tierra. Del 4 al 10 de abril se celebraban juegos en honor a la diosa, procesiones ruidosas por los instrumentos que portaban los que danzaban alrededor de la imagen, representaciones teatrales y banquetes en los que se comía queso mezclado con finas hierbas.
Pues bien, en honor a Cibeles, moradora del Panteón de Agripa, os dejo una receta fácil y muy resultona. No vas a tener que esforzarte en absoluto ni pasar horas en la cocina pendiente de nada.
Ingredientes:
500 gr de yogur griego
1/2 cucharadita de sal
aceite de oliva
perejil, hierbabuena, cebollino y ajo muy picado
gasa
1. En un bol ponemos el yogur griego y salamos. Mezclamos para que la sal se distribuya por igual.
2. Cubrimos un escurridor de verduras con un par de gasas y vertemos el yogur haciendo una especie de hatillo para que se escurra el suero del yogur.
3. Lo llevamos a la nevera y dejamos que pierda el suero durante 24-48 horas. Queremos que quede bastante seco para poder darle forma. De vez en cuando presionaremos el hatillo para ayudar a que drene el suero.
4. Una vez pasado el tiempo, sacamos el labneh de la nevera y hacemos bolas del tamaño deseado. Quizás tengas que humedecerte un poco las manos para poder manipularlas.
5. En un plato tendremos las hierbas muy picadas. Envolveremos las bolas de labneh en las hierbas y las pondremos en un bote cubiertas de aceite.
Las puedes tomar como aperitivo, sobre una tostada con tomates o pimientos asados, en unas lentejas o esta sopa de boniato y garbanzos.