Mostrando entradas con la etiqueta QUESO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta QUESO. Mostrar todas las entradas

martes, 9 de abril de 2019

LABNEH CON HIERBAS AROMÁTICAS






¿Tienes la maleta a mano? ¿Te gustan los viajes así sin avisar? ¿Las sorpresas? Es que ahora mismo nos vamos a Roma a visitar uno de los edificios más significativos de la Ciudad Eterna, el Panteón de Agripa. En CocinArte nos proponen todos los meses una obra de arte y nos piden que hagamos una receta relacionada con ella. Este mes la propuesta no podía ser más interesante. ¿Quién no se ha sentido sobrecogido por ese edificio, por esa cúpula impresionante?




El templo que ahora conocemos se construyó sobre uno más antiguo levantado por Agripa en el año 27 a.C  en un terreno propiedad de la familia y que fue destruido por un incendio  en el 80 d. C. Su nombre derivaría de la cúpula tan espectacular, reproducción de la cúpula celeste y morada de todos los dioses. Y es a una de ellos, a Cibeles, a la que dedico la receta de hoy. En el mes de abril se celebraban muchas fiestas en  honor a Cibeles para honrar la fecundación de la tierra. Del 4 al 10 de abril se celebraban juegos en honor a la diosa, procesiones ruidosas por los instrumentos que portaban los que danzaban alrededor de la imagen, representaciones teatrales y banquetes en los que se comía queso mezclado con finas hierbas.





Pues bien, en honor a Cibeles, moradora del Panteón de Agripa, os dejo una receta fácil y muy resultona. No vas a tener que esforzarte en absoluto ni pasar horas en la cocina pendiente de nada. 


Ingredientes:

500 gr de yogur griego
1/2 cucharadita de sal
aceite de oliva
perejil, hierbabuena, cebollino y ajo muy picado
gasa

1. En un bol ponemos el yogur griego y salamos. Mezclamos para que la sal se distribuya por igual.

2. Cubrimos un escurridor de verduras con un par de gasas y vertemos el yogur haciendo una especie de hatillo para que se escurra el suero del yogur. 



3. Lo llevamos a la nevera y dejamos que pierda el suero durante 24-48 horas. Queremos que quede bastante seco para poder darle forma. De vez en cuando presionaremos el hatillo para ayudar a que drene el suero.

4. Una vez pasado el tiempo, sacamos el labneh de la nevera y hacemos bolas del tamaño deseado. Quizás tengas que humedecerte un poco las manos para poder manipularlas. 






5. En un plato tendremos las hierbas muy picadas. Envolveremos las bolas de labneh en las hierbas y las pondremos en un bote cubiertas de aceite. 

 Las puedes tomar como aperitivo, sobre una tostada con tomates o pimientos asados,  en unas lentejas o esta sopa de boniato y garbanzos.

jueves, 5 de julio de 2018

RISOTTO CAPRESE





¡Hola! ¿Hay alguien ahí? Volver al blog después de tantos meses no es fácil, no señor. No sé si hay alguien al otro lado de la pantalla del ordenador o si alguna vez recuperaré la audiencia que tenía. Mi ausencia al principio no fue voluntaria, había cuestiones importantes que atender, y, resultó que con el paso del tiempo, el blog quedó relegado al último rincón de mi voluntad porque hay que tener fuerza de voluntad para volver a pensar las recetas, montar el chiringuito de las fotos y sentarse delante del ordenador sin saber si alguien te leerá. Ahora que lo pienso, me siento como aquel día que subí la primera receta. Tanto ha pasado y tanto ha llovido desde aquella vez.

Pero vamos con algo menos nostálgico y más alegre. Las chicas de Cooking the Chef me han dado la excusa perfecta y el empujoncito definitivo para volver ya que en los retos mensuales que nos lanzan este mes nos proponen a Gennaro Contaldo.




Así, por el nombre puede que no te suene pero si te digo que es ese señor tan simpático que aparece con Jamie Oliver en algunos de sus programas, puede que caigas ¿a qué sí? Disfruta tanto con la comida ¿verdad? Pues esa es nuestra propuesta, hacer una receta de Gennaro. No te creas que es fácil elegir una, no. Te pones a ver el recetario y son todas tan apetecibles que no sabes con cuál quedarte: ¿pasta, pizza, verdura, pollo, carne?  ¿Un postre, quizás? Vale. Ninguna de ellas. He elegido un risotto porque nos encanta el arroz y porque por alguna extraña razón me he juntado con muchos tomates cherry a los que tenía que dar alguna salida que no fuera la consabida ensalada. A veces detrás de una receta hay algo tan poco glamuroso como que no se te estropee algún alimento.


Ingredientes:

40 gr de mantequilla
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla pequeña muy picada
albahaca
260 gr de tomates cherry en cuartos
320 gr de arroz arborio
100 ml de vino blanco
1.5 litro de caldo de verduras
200 gr de mozzarella cortada en dados
30 gr de parmesano rallado




1. En una cazuela calentamos el aceite y la mitad de la mantequilla. Añadimos la cebolla, salamos,  e incorporamos un par de hojas de albahaca. Rehogamos durante un par de minutos hasta que la cebolla esté transparente. Agregamos los tomates y seguimos rehogando durante un minuto antes de añadir el arroz. Removemos bien el arroz para que se impregne del aceite.

2. Seguidamente vertemos el vino blanco y dejamos que se evapore antes de añadir el caldo poco a poco, cucharada a cucharada sin dejar de remover. Y así entre 17 y 20 minutos. La verdad es que hacer un risotto requiere su pelín de paciencia así que si tienes prisa, entonces quizás debas hacer este risotto otro día.



3. Cuando el arroz esté al dente lo retiramos del fuego y añadimos el resto de la mantequilla, la mozzarella y el parmesano removiendo bien hasta que todo se haya mezclado.

Nos falta el toque final. Unas hojas de albahaca en cada plato antes de disfrutar del verano en tu plato.

lunes, 14 de noviembre de 2016

HOJALDRE RELLENO DE MANZANA Y QUESO CHEDDAR




Esta es una de esas recetas que llegan a reconciliarte con un ingrediente y hace que lo adores cuando antes poco menos que lo rechazabas. No me estoy refiriendo a la manzana, no, sino al queso cheddar y eso es muy raro en mí, porque me encantan casi todos los quesos. De hecho, el ratón que habita en mí se pone muy, pero que muy contento cada vez que visita la sección dedicada a los quesos de cualquier charcutería y se pone muy, pero que muy nervioso si no hay un par de trozos de queso en casa. De hecho, cuando llego a casa por el mediodía lo primero que hago es sacar el queso de turno de la nevera y atacarlo mientras preparo la comida. Pero este queso nunca me ha hecho demasiada ilusión. Ni siquiera sabía de su existencia hasta que llegué a Irlanda (hace ya muchos años) y lo probé. No me entusiasmó y ahí quedó la cosa ... hasta que encontré esta receta.

Fue verla en el libro Wintersweet y dudar si hacerla con cheddar o con otra variedad de queso. Al final me decidí por respetar la receta original y me alegré mucho. Seguro que el hojaldre ayuda a que desde ahora mire al queso cheddar con otros ojos y quiera repetir esta receta muchas veces. Así que bienvenido Mr. Cheddar!




Ingredientes:

una plancha de hojaldre de 20x20 cm
2 manzanas medianas
50 ml de agua
50 gr de azúcar
nuez moscada
60 gr de queso cheddar rallado
1 huevo batido

Esta receta es taaaaaan fácil de hacer, se tarda tan poco y es tan agradecida que se merece una oportunidad.




Necesitamos pelar las manzanas y cortarlas en trozos pequeños que pondremos en una cazuela con el agua y el azúcar. Dejaremos que cuezan tapadas durante unos 3 minutos y destapadas hasta que la fruta esté blanda y no quede nada de líquido. Tenemos que dejar que se enfríe esta especie de compota que hemos hecho así que la puedes preparar con antelación y dejar en la nevera.

Sacamos la plancha de hojaldre de la nevera y lo cortamos de las dimensiones que necesitemos. Yo pensé hacer varios paquetes pequeños pero luego me decanté por hacer dos piezas. Una vez cortemos el hojaldre, cubrimos una de las planchas con una generosa capa de queso cheddar rallado, una capa de manzana y queso de nuevo. Cubrimos con otra plancha de hojaldre y hacemos algunas aberturas para que salga el vapor que se pueda generar. Sellamos los bordes con la ayuda de un tenedor, por ejemplo, y pintamos con huevo batido.
Espolvoreamos con un poco de azúcar y metemos al horno durante unos 18 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado.




Creo que hay muy poca gente a la que no le guste el hojaldre, es un salvavidas de la cocina y no sé si su inventor tiene un monumento, y especialmente el hojaldre recién salido del horno. Si a eso le añadimos manzana caliente y queso casi fundido... Es una maravilla, de verdad.

lunes, 31 de octubre de 2016

PEPERONATA CON MOZZARELLA Y CROUTONS DE ORÉGANO



Oooops! Se ha colado en el blog algo tan veraniego como la peperonata justo cuando debería venir con alguna receta de buñuelos o algo relacionado con Halloween bajo el brazo. En realidad no hay manera de saber en qué estación estamos así que, después de todo, puede que no sea tan "inapropiada". Generalmente hago el cambio de armario a mediados de octubre pero este año lo hice ayer y no porque haga fresco sino porque sospecho que el frío y la lluvia llegarán sin avisar,  de sopetón, y me pillarán con la camiseta de manga corta y casi con sandalias. Lo que no tengo preparado es el congelador porque a estas alturas mis cazuelas echaban humo preparando caldos y aún no me he puesto a la tarea. De hecho, solo he tomado sopa una sola vez y fue porque mi madre la hizo. Para una sopera recalcitrante como yo esto no es normal.

Como tampoco me parece normal que a las 7:30 de la tarde ya sea de noche y en la calle haga calor. No, parece que después de todo esta ensalada típica de Italia no desentona con el tiempo. ¿Qué será lo próximo que verá este blog? ¿Una receta invernal en pleno verano? No lo descartaría en absoluto.



Ingredientes:

2 pimientos rojos
2 pimientos amarillos
2 tomates pelados, cortados en trozos y sin pepitas
3 dientes de ajo
1 cebolla morada
2 hojas de laurel
1 cucharada de vinagre de vino tinto
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de azúcar
1 cucharada de alcaparras
tomates cherry
albahaca
pan
romero
mozzarella
brotes de lechuga
piñones

En una sartén rehogamos los dientes de ajo picados hasta que estén dorados. Entonces los retiramos y reservamos. Añadimos la cebolla cortada en juliana fina y rehogamos justo  hasta que empiece a dorarse. Es el momento de añadir los pimientos cortados en tiras, los dientes de ajo ya dorados y las hojas de laurel.

Tapamos la sartén y dejamos que la verdura se vaya haciendo unos 15 minutos justo hasta que los pimientos estén hechos. Añadimos los tomates, vinagres, sal y azúcar. Dejamos que se cocine todo durante otros 10 minutos antes de retirar la sartén del fuego.




Agregamos las alcaparras y los tomates cherry. El calor de la verdura hará que los tomates cherry se ablanden pero no se deshagan. Queremos que estén lo más enteros posibles. Añadimos albahaca y salpimentamos.

Mientras los pimientos se hacen, nos ponemos manos a la obra para tener nuestros croutons de orégano listos. Hacer croutons es muy fácil y no tan laborioso como pudiera parecer. Precalentamos el horno a 200º. Cortamos el pan bien en rebanadas o bien en trozos (así parecerá más rústico) del tamaño que más te guste o se adecúe a la receta. Hemos elegido el orégano para darle un toque diferente pero puede ser el tomillo o el romero o simplemente alguna especia que te guste.




En este caso ha sido el orégano, así que lo mezclamos con aceite de oliva y pincelamos los trozos de pan con este aceite. Salamos ligeramente y horneamos unos 8 minutos o hasta que veas que están dorados.

En la fuente o plato que vayas a llevar a la mesa, ponemos unos brote de lechuga y encima la peperonata con los piñones, croutons y mozzarella.

Te va a dar igual que sea invierno o verano porque la vas a hacer más de una vez. Ya verás.

lunes, 11 de abril de 2016

RISOTTO CON PESTO SICILIANO



Si tuvieras que elegir dos de los ingredientes más usado en tu día a día en la cocina, aquellos a los que recurres cuando las ideas se acaban o no tienes ganas de preparar algo complicado ¿cuáles serían? Y no valen especias. Yo lo tengo claro. Elegiría la pasta y el arroz sin dudarlo. Fíjate que en casa tienen el día asignado (bueno, casi) y ya sabemos que los miércoles o jueves hay pasta y arroz los lunes. O sea hoy comemos arroz. Y a pesar de que son mis dos ingredientes preferidos no se me ocurriría preparar ninguna receta con ellos cuando alguien viene a comer a casa. Los evito completamente porque a mí me gustan más bien duros y sé que muchas personas los prefieren más cocidos. En casa ya se han acostumbrado a esta rareza mía pero aún así no me suelo guiar de mi criterio y pido a quien aparezca por la cocina que pruebe y de su opinión sobre el punto de cocción. Para mí no hay nada peor que la pasta blanda, blanda y el arroz hecho puré.




En el blog puedes encontrar recetas en las que el arroz es el rey del plato,  nueve risottos diferentes, arancinis,  arroz con carabineros o con patatas y bacalao. Pero ¿con pesto? Ninguna y tengo que decirte que le sienta muy bien.

Te estarás preguntando que es eso del pesto siciliano. Es simplemente una salsa espesa típica de la cocina de Trapani, en Sicilia, y cuyos ingredientes principales son los tomates, albahaca y almendras. Muy veraniego ¿verdad?  Seguro que te va a encantar y le vas a sacar mucho partido en infinidad de platos.


Ingredientes para el pesto siciliano:

75 gr de almendras en láminas
50 gr de albahaca
1 diente de ajo y si eres valiente 2
400 gr de tomates pelados, sin semillas y picados
80 ml de aceite
75 gr de queso pecorino

Empezamos preparando el pesto y para ello molemos las almendras con un pellizco de sal.
Con la ayuda de un robot hacemos una pasta con los tomates, albahaca y diente de ajo. Añadimos las almendras, aceite, queso y salpimentamos. Mezclamos bien y dejamos que repose al menos dos horas.



Para el risotto necesitaremos:

1 cebolla pequeña
500 gr de arroz para risotto
60 ml de vino
1 litro de caldo de verduras

En una cazuela calentamos aceite de oliva y rehogamos la cebolla muy picada hasta que esté transparente. Entonces añadimos el arroz, removemos para que se mezcle bien con la cebolla y vertemos el vino. No dejamos de remover hasta que se evapore el alcohol.




Vamos añadiendo el caldo muy caliente poco a poco y removiendo de vez en cuando. Tardaremos unos 18 minutos en  tener el risotto listo así que cuando llevemos unos 15 minutos, añadiremos el pesto. Removemos para que se integre bien en el risotto.

Cuando lo sirvamos en los platos, añadiremos más almendras fileteadas, algo más de queso y un poquito de albahaca.



lunes, 14 de marzo de 2016

ESPIRALES DE HOJALDRE RELLENAS DE CORDERO, ESPINACAS Y PISTACHOS



El sábado cuando fui al mercado y le dije al carnicero que necesitaba carne de cordero picada me miró, dejó de sonreír, miró a la máquina picadora y movió la cabeza negativamente. Yo dejé de sonreír también y me quedé con la boca abierta esperando una explicación a esa negativa. Tardó en llegar. El buen hombre, muy compungido, me explicó que si picaba carne de cordero luego los siguientes clientes se podrían quejar por el extraño sabor que pudiera tener la carne de ternera que tuviese que picar después. Como yo no parecía muy convencida con la explicación que me había dado, me ofreció picar, después de la de cordero, un poco de ternera y así él limpiaba la máquina y yo me llevaba, más o menos, lo que había ido a buscar.

Sé que hay gente que no soporta el cordero, que le parece demasiado fuerte y que solo el olor ya le pone enfermo. Lo sé porque conozco a personas con esta aversión. Por eso, si tú eres uno de ellos no te vayas, quédate y si te convence la receta, llévatela. Solo tienes que sustituir la carne de cordero por ternera o cerdo.



Esta receta está inspirada en el libro The Baking Book de Honey & Co. Yo he hecho varios cambios en el relleno: especias diferentes, frutos secos distintos, he añadido queso feta y no solo hay espinacas sino que también incorporé rúcula. Bueno, esto no ha sido idea mía, sino que buscando una bolsa de espinacas encontré una con mezcla de espinacas y rúcula, que se vino derechita a casa.


Ingredientes para 4 personas:

300 gr de cebolla muy picada
750 gr de carne de cordero picada u otra de tu elección
4 cucharadas de pistachos picados
1 cucharada de comino
1/2 cucharadita de cúrcuma
1 cucharadita de semillas de hinojo
1/2 cucharadita de cardamomo en polvo
200 gr de espinacas y rúcula
2 planchas de hojaldre
1 huevo batido
queso feta

En una sartén calentamos aceite de oliva y rehogamos la cebolla hasta que esté blanda. Entonces añadimos la carne salpimentada y seguimos rehogando hasta que esté dorada. Incorporamos los pistachos y las especias (menos la cúrcuma). Cuidado con la sal porque el queso feta ya es bastante sabroso. Por eso te recomiendo que pruebes todo cuando ya tengamos todos los ingredientes y estén fríos. Entonces rectificaremos la sal.



Añadimos las espinacas y rúcula. Dejamos que se hagan con la carne y justo unos minutos antes de apagar el fuego, agregamos la cúrcuma. ¿Por qué ahora y no antes? Porque la cúrcuma pierde sus propiedades si la sometemos a altas temperaturas durante mucho tiempo. Ya solo falta el queso feta desmenuzado. Enfriamos antes de rellenar el hojaldre así que este paso lo podemos hacer un día o dos antes. O hacer una gran cantidad y tener en el congelador esperando, como yo, un tupper pequeño  que servirá para rellenar unas berenjenas asadas. ¿Te gusta la idea?

Vamos con el hojaldre. Buff! ¡Qué difícil es encontrar un buen hojaldre! Lo podemos hacer nosotros, que es el mejor de todos y algún día nos tendremos que meter en harinas, pero si tenemos prisa y poco tiempo lo compraremos. El último que compré no me pareció demasiado malo, a ver la próxima vez que repita.

Bien, el hojaldre, sí. Queremos dos planchas rectangulares que cortaremos por la mitad de manera que tengamos dos planchas más estrechas. Pondremos el relleno en uno de los extremos más largos (longitudinales) y enrollaremos para acabar con un rollo alargado.




 Partiendo de un extremo lo enrollamos haciendo una espiral. Pincelamos con el huevo batido y llevamos al horno a 200º unos 20-25 minutos o veamos que ya el hojaldre está dorado.

Las espirales se pueden congelar recién rellenas antes de pasar por el horno. Luego las dejamos descongelar y al horno.

Solo necesitan una ensalada, la que quieras, para acompañar.



miércoles, 10 de junio de 2015

TALLARINES CON CALABACÍN Y MOZZARELLA



Hay días en los que la desgana, el cansancio y la pereza pueden con una. Días en los que llegas a casa y te das cuenta de que se te olvidó sacar algo del congelador, de que después de todo una no es tan previsora ni está tan bien organizada como a veces presume. En esos días, la tentación llama a tu puerta y te susurra que porque un día vaya a por una hamburguesa no pasa nada, o que si te pasas por el súper y te llevas algo precocinado a casa nadie se va a enterar. Esos son días difíciles, sí señor.

En esos días siempre intento o sacudirme la pereza pensando en lo rápido que se hace un huevo frito y lo buenísimo que está o miro al bote donde guardo la pasta. En esos días suele ganar la pasta, tan socorrida ella, y, después de haberme tomado un buen plato  como el que te traigo hoy, me alegro de no haber sucumbido a la tentación.





En este caso este plato de pasta empezó siendo una receta de Donna Hay y acabó con algunos ingredientes más que no venían en su receta. Al abrir la nevera los pobres pedían a gritos ir al plato y ¿quién puede negarse a unos tomates cherry y un poco de mozzarella aderezado todo ello con albahaca? Vale, una no  puede resistirse tanto.

Ingredientes:

400 gr de tallarines
guindilla
2 dientes de ajo picados
3 calabacines rallados
tomates cherry
mozzarella
albahaca

Como ves este plato de pasta no es pesado, es muy veraniego y no lleva ninguna salsa. Si te estás cuidando, es perfecto.

Empezamos rallando los calabacines y dejando que suelten el agua que tienen en un escurreverduras. Si no se nos cocerán en vez de saltearse.





Llevamos al fuego una cacerola con abundante agua. Dejamos que hierva antes de echar los tallarines.

Mientras cuece el agua, añadimos dos cucharadas de aceite de oliva a una cazuela y en ella salteamos los dientes de ajo, guindilla, los calabacines rallados y los tomates cherry cortados en dos.

Una vez que el agua haya hervido y nuestros tallarines estén hechos, los escurrimos y añadimos a los calabacines. Mezclamos bien y servimos en platos.





Antes de llevarlos a la mesa añadimos unos trozos de mozzarella, unas hojas de albahaca y un hilo de aceite de oliva.

No me digas que no es fácil. Y si no tienes mozzarella, un poco de parmesano o queso feta le sentarían igual de bien o mejor.

lunes, 13 de abril de 2015

ESPÁRRAGOS AL HORNO CON JAMÓN, PARMESANO Y PEREJIL



Tengo muchos libros. Vaaaaale, no es verdad. Acierto más si digo que tengo muchos, muchos, muchos libros. Son mi vicio junto con los zapatos. Tan es así que creo que he salido muy pocas veces sin un libro de una librería igual que no salgo sin zapatos de una zapatería a no ser que no tengan mi número. En Instagram podéis ver mi última adquisición, que no me podré poner hasta que no haga calor como Dios manda. ¡Qué ganas!

Sí, perdón, hablábamos de libros y no de zapatos. Como el volumen de libros crecía, y crecía y el espacio para guardarlos, no, decidí pasarme al libro electrónico y qué quieres que te diga. Sí, es más práctico y quizás no tenga que salirme de casa para entrar los libros, pero no es lo mismo que diría Alejandro Sanz. Eso de tener el papel en la mano, pasar las hojas, volver atrás si crees que te has perdido algo y ¿por qué no? echarle un vistazo al final del capítulo para ver qué pasa, así como quien no quiere la cosa, es una sensación que no tienes con el libro electrónico. Pero, ya me voy acostumbrando.

¿Eso quiere decir que no van a entrar más libros en papel en esta casa? Vaya si entrarán y sobre todo si se trata de libros de cocina. Porque este mes quiero hablarte de un libro de cocina que no tiene desperdicio y del que entran ganas de cocinar todas y cada una de sus recetas. Se trata de A Kitchen in France de Mimi Thorisson.





 Está en inglés así que si medio te defiendes con ese idioma te lo recomiendo. Mimi tiene un blog, Manger, con unas fotos, historias y recetas increíbles. No recuerdo cómo llegué a él pero sí te puedo decir que me he convertido en una gran fan suya y espero sus entradas, en las que cuenta cómo van los trabajos de rehabilitación de la casa (o más bien casona antigua, preciosa) en la que ahora vive con su familia, con verdadero interés. Y las fotos, bueno, son esas fotos que me gustaría llegar a hacer algún día.

Seguro que traeré muchas recetas de este libro pero para empezar he elegido una muy, muy fácil. De esas con las que una se luce sin apenas haber trabajado nada de nada y con el espárrago, ya que está de temporada, como ingrediente principal.

Ingredientes para 6 personas:

450 gr de espárragos
6 lonchas de jamón serrano
sal
aceite de oliva
perejil
queso parmesano en lascas





Limpiamos los espárragos sumergiéndolos en agua fría y teniendo cuidado de no dañar la yema, la parte más delicada. Los secamos bien y cortamos el extremo más leñoso.

Envolvemos cuatro o cinco por persona en una loncha de jamón serrano. Aseguramos con un palillo y ponemos sobre la bandeja del horno. Salpimentamos y rocíamos un poco de aceite de oliva antes de entrarlos en el horno a 200º durante 30 minutos o hasta que veas que estén a tu gusto.

Una vez hechos, los sacamos del horno y ponemos en el plato o fuente que vayamos a llevar a la mesa con un poco de perejil picado, unas lascas de queso parmesano y un poquito de aceite de oliva.

Tan simple y tan bueno.

lunes, 19 de enero de 2015

TARTALETAS DE CEBOLLA CARAMELIZADA, PERA, QUESO AZUL Y PISTACHOS




Ha encontrado una grieta. El muy traidor ha encontrado una grieta y yo que pensaba que estaba todo cerrado y sellado. Que este invierno también me iba a librar. Pero aquí está este invasor microscópico, este virus de la gripe, del que no logro deshacerme de ninguna manera y lo estoy intentando todo. Al principio pensé que no se quedaría mucho, que se iría pronto, pero, qué va, aquí sigue y no consigo domarlo ... de momento. Ni siquiera se calma coloreando mandalas pero, que se preparare, que le queda poco de existencia. Ya está. Esa ha sido la razón por la que a pesar de haber anunciado la receta en Instagram hace una semana no la he podido subir hasta hoy.

Ya os he comentado en alguna ocasión que habría que levantarle un monumento a la persona que creó  el hojaldre. Todo le sienta bien, lo mismo un relleno dulce que salado. Y lo más importante, que gusta a casi todos, por no decir todos. Nos vale para preparar un aperitivo, un entrante, un plato principal o un postre. La receta de hoy te vale tanto para el mediodía como para la cena acompañada de una ensalada.





Si me sigues habitualmente te habrás dado cuenta de que cocino mucho con fruta, que aparece en platos dulces y salados pero también habrás notado que la pera es una gran olvidada en mi cocina. Hay muy pocas recetas en las que esta fruta es la protagonista y por, no aparecer, no aparece ni de comparsa. Es que la veo en el mercado y ni se me ocurre comprarla. Bueno, estoy decidida a que tenga su lugar en mi cocina y, de hecho, hay tres bellezones esperándome en el frutero para que haga algo con ellas. En cuanto eche al ocupa este (gripazo que me ha dejado de regalo una faringitis monstruosa) me pongo con ellas. De momento las vamos a disfrutar con queso azul, que le sienta de maravilla.

Para 6 personas vamos a necesitar:

3 cebollas moradas medianas y cortadas en juliana fina
2 cucharaditas de azúcar moreno
tomillo
hojaldre
3 peras peladas y cortadas en rodajas finas
250 gr de queso azul
25 gr de pistachos





En una cazuela rehogamos las cebollas, a las que añadimos un poco de sal,  con aceite de oliva hasta que estén blandas. Añadimos el azúcar y seguimos rehogando hasta que tengan un bonito color dorado. Incorporamos las hojas de tomillo y dejamos que se enfríe para seguir con las tartaletas.

Precalentamos el horno. Sacamos el hojaldre de la nevera y si vamos a hacer pequeñas tartaletas individuales lo cortaremos sirviéndonos de un cuenco o un plato pequeño. Una vez tengamos el hojaldre del tamaño que queremos, lo pincharemos con un tenedor o un cuchillo para que no se hinche en el horno. Deja el borde sin pinchar.




Repartimos la cebolla en el centro del hojaldre, sin acercarnos mucho al borde para que este se hinche en el horno y "enmarque" las tartas. Encima de la cebolla pondremos las láminas de pera y el queso azul desmigado. Horneamos durante 10 minutos a 200º o hasta que veas que el hojaldre está dorado.
Una vez fuera solo nos queda añadir los pistachos naturales ligeramente picados.

El hojaldre caliente, recién salido del horno, con la cebolla caramelizada, pera y queso azul derretido... Bien, creo que es digno de probarse.

domingo, 14 de diciembre de 2014

DE VIEIRAS Y BOMBONES DE SALMÓN




Seguimos con el tema de los aperitivos y esta vez os traigo dos recetas de vieiras y una de salmón. Las tres son muy fáciles de hacer y en dos de ellas podemos tener el trabajo medio adelantado y dar los últimos toques justos antes de sentarnos a la mesa. No hay nada peor que estar hecha una esclava en la cocina mientras los demás disfrutan de la comida y de la compañía.

Vieiras en salsa de champán

Ingredientes para 12 personas:

12 vieiras
1/2 chalota muy finamente picada
50 ml de vino blanco
200 ml de caldo de pescado
100 ml de nata
1/2 cucharadita de Maizena
1 cucharadita de zumo de limón
50 ml de champán

Rehogamos la chalota en aceite hasta que esté hecha pero sin llegar a tomar color. Vertemos el vino blanco y el caldo y dejamos que todo cueza hasta que el líquido se haya reducido a la mitad. Colamos el líquido y retiramos la chalota. Añadimos la nata y dejamos que cueza unos 5 minutos. Engordamos la salsa con la Maizena y para ello ponemos un par de cucharada de la salsa en un bol y añadimos la 1/2 cucharadita de Maizena, dejamos que se disuelva y devolvemos a la salsa. Añadimos el zumo de limón y el champán par dejar que cueza hasta que la salsa haya engordado.

En una plancha muy caliente hacemos las vieras y las ponemos en los platos en los que las vayamos a servir con un par de cucharadas de la salsa y unas huevas de trucha para decorar.




Vieiras envueltas en bacon

Ingredientes:

12 vieiras
6 lonchas de bacon, finas

Fíjate que con solo dos ingredientes vamos a hacer un aperitivo que seguro triunfa en tu mesa. Y más fácil es imposible. Solo tienes que envolver cada vieira en la mitad de una loncha de bacon y pasarlo por la plancha. Ya está. No tiene más.

Puedes comprar vieiras congeladas para las dos recetas que te acabo de dejar. Desde luego no tiene ni punto de comparación con  un producto fresco pero también hay que tener en cuenta el precio. Yo he usado vieras congeladas para las dos recetas y no quedaron nada mal. Lo único es el tamaño porque, al menos, las que yo compré eran un poco pequeñas como ves en la foto pero por lo demás estaban bien.




Bombones de salmón

Ingredientes para 4 personas:

8 hojas de brik
2 lonchas de salmón ahumado
150 gr de salmón fresco
cebollino
60 gr de queso en crema

Esta receta tampoco tiene ningún misterio y puedes dejarlo casi todo preparado con antelación. Lo único que dejaremos para el final será envolver los bombones que requieren un poco de paciencia.
Cortamos el salmón fresco en dados y el salmón ahumado en trozos pequeños. Lo mezclamos con el queso en crema y un poco de cebollino cortado. No sales la mezcla porque el salmón ahumado ya tiene sal y esa sal se va a potenciar en el horno o te encontrarás con un aperitivo demasiado sabroso.
Cortamos las hojas de brik en tiras y cada tira la dividimos en dos. En el centro de cada tira ponemos un poco del queso con el salmón y lo cerramos y atamos con unas hojas de cebollino.
Pintamos con aceite de oliva y dejamos en el horno de 5 a 8 minutos hasta que el bombón esté crujiente.

jueves, 11 de diciembre de 2014

APERITIVOS ¿SÍ O NO?




Esta claro que sí, o si no no verías las fotos, no te daría las recetas ni estaría escribiendo esta entrada. También se podría llamar "De volovanes y otros aperitivos 2.0" después del exitazo que tuvo la entrada que publiqué el año pasado por estas fechas sobre distintos rellenos para volovanes. El tema es que, a veces, nos surge la duda de si desterrar los aperitivos definitivamente de la mesa porque después ya no se prueba el resto de la comida que hemos preparado. Eso, la verdad, da un coraje tremendo después de que una se ha pasado trescientas horas haciendo la cena o comida, o la versión de preparar una gran cantidad de aperitivos y algo ligero después. Esta es la conversación que siempre tenemos mientras estamos sentados en la mesa y nos estamos poniendo morados de aperitivos y que se nos olvida según van pasando los meses para volver a encontrarnos un año más tarde rodeados de aperitivos y cena o comida para volver a jurar que este es el último año en el que hacemos tanta comida. ¿Te suena de algo esta conversación?

Como ves en la fotografía que abre la entrada, hay donde elegir. Como dar todas las recetas en una sola entrada iba a quedar demasiado larga, hoy nos centraremos en los volovanes y el domingo te daré las demás recetas.




Volovanes rellenos de mejillones y puerros.

Ingredientes para 8 volovanes grandes:

2 kg de mejillones
250 gr de puerros
80 gr de champiñones
4 cucharadas de nata líquida
1 cucharadita de Maizena
curry

Lavamos los mejillones, limpiamos las barbas que tienen y los ponemos en una cazuela a fuego fuerte para que se abran. Según se van abriendo, los sacamos del fuego, retiramos las conchas y reservamos junto con el caldo que han soltado.

Seguidamente limpiamos los champiñones y los cortamos en láminas. Lavamos los puerros y los cortamos en juliana fina. Rehogamos los champiñones y el puerro en una sartén con aceite de oliva unos 5 minutos.

En un cuenco vertemos la nata líquida y añadimos el curry, Maizena y el caldo de los mejillones. Añadimos a los puerros y champiñones y dejamos que cueza y espese hasta que tenga una consistencia cremosa. Incorporamos los mejillones y dejamos que se enfríe un poco antes de rellenar los volovanes.




Volovanes rellenos de champiñones y coñac.

Ingredientes:

150 gr de champiñones
1/2 cebolla pequeña muy picada
1 diente de ajo muy picado
50 ml de nata
1/2 cucharadita de mostaza
1 cucharada de coñac
tomillo fresco

Rehogamos los champiñones limpios y cortados en trozos no muy grandes junto con el diente de ajo y la cebolla. Añadimos la nata, mostaza y el coñac. Dejamos que cueza unos 5 minutos sin dejar de remover. Rellenamos los volovanes y decoramos con tomillo fresco.

De los tres rellenos que os presento, sin duda el más refrescante y sorprendente a la vez es el de pavo, pera y nueces.


Ingredientes:
1 pera
200 gr de fiambre de pavo cortado
3 cucharadas de mayonesa
50 gr de queso en crema
1 diente de ajo muy picado
1 cucharadita de mostaza de Dijon
1 cucharadita de miel
150 gr de nueces picadas

Se me ha olvidado añadir que de los tres es el más fácil y rápido porque solo hay que mezclar todos los ingredientes y rellenar.

Nos vemos el domingo con el resto de aperitivos.


lunes, 27 de octubre de 2014

ENSALADA DE CALABAZA ASADA Y TRIGO DE ESPELTA



Mientras el verano y el otoño se lo juegan a los chinos para ver quién se queda hasta que llegue el invierno, nosotros nos beneficiamos de productos del otoño, como las calabazas, preparados en ensalada. Supongo que si tienes niños de aquí a unos días te vas a juntar con una cantidad considerable de pulpa de esta verdura a la que habrá que dar salida como sea. Siempre podemos hacer un bizcocho o una deliciosa crema pero y ¿una ensalada? Aprovechando que sigue haciendo calor vamos a asar la calabaza y a añadirle trigo de espelta, fácil de digerir y de encontrar en herbolarios.

Ingredientes:

370 gr de espelta
800 gr de calabaza
100 gr de queso feta
lechuga variada
40 gr de nueces
1 cucharada de miel
3 cucharadas de vinagre de manzana
1 cucharada de zumo de limón
5 cucharadas de aceite de oliva
tomillo
sal
tomates secos en aceite




Primero dejaremos los granos de espelta en remojo entre tres y ocho horas para que se ablanden. Yo los tuve cuatro horas. Escurrimos y ponemos en un cazo cubiertos de agua a que cuezan durante 30 minutos más o menos. Pruébalos para ver si están a tu gusto. Escurrimos y reservamos.

Ahora vamos a preparar la calabaza y para ello cortaremos la pulpa en trozos. Los ponemos en una fuente apta para el horno y los pintamos con la mezcla de la cucharada de miel y 2 cucharadas de aceite de oliva. Salamos y asamos durante 35  minutos o hasta que veamos que ya la calabaza empieza a estar tostada.




Cubrimos la fuente o plato en el que vayamos a servir la ensalada con una selección de lechugas variadas o brotes verdes. Encima vertemos el trigo cocido, la calabaza asada, el queso feta, los tomates secos en trozos y las nueces picadas. Aliñamos con el zumo de limón, vinagre, sal, aceite y tomillo fresco.


Fuente: Revista Saveurs.

jueves, 2 de octubre de 2014

DE TOSTAS, SETAS, HIGOS Y QUESO



Si quieres que te diga la verdad prefiero el verano al otoño por los días largos y el calor, pero he de reconocer que da un gusto tremendo ir al mercado en otoño. Pasear entre los puestos de fruta y verdura, disfrutar de los colores y olores del otoño e imaginar qué voy a cocinar con setas, membrillos, naranjas, granadas, manzanas, coles, calabazas y batatas es todo un placer. Porque, sí, yo soy de las que va al mercado de la ciudad pequeña en la que vive y, ya de paso, de toda ciudad o pueblo que visite. Yo pensaba que era rareza mía, personal, pero parece que es algo genético que "sufrimos" las mujeres de mi familia. Ya te puedes imaginar cómo viene el maletero del coche cada vez que viajo. Me estoy acordando de aquella vez en la que el coche decidió dejarnos tirados a un par de kilómetros de casa y la cara que puso el conductor de la grúa cuando abrimos el maletero para coger lo que era más necesario, o sea todo, y vio la cantidad de bolsas con comida que teníamos. Creo recordar que hasta traía un par de bandejas con pato.

Como ya anticipé el lunes, hoy nos tocaba aprovechar ese rico pan que hicimos para unas deliciosas y otoñales tostas. En una se mezclan las setas, higos y queso gorgonzola y en la otra higos, queso fresco y anchoas. Fue en el mercado donde mi frutera me comentó que a su marido le encanta la combinación de higos con anchoas y de mi cosecha añadí el queso fresco porque si me dejan le pongo queso a todo. Es lo que tenemos los ratones.




Para las tostas vamos a necesitar:

pan
setas
higos
queso gorgonzola
vinagre balsámico
queso fresco
anchoas
aceite
tomillo

Para empezar cortamos unas rebanadas de pan que tostamos en el horno. Reservamos.

Limpiamos las setas, cortamos en láminas y rehogamos en una sartén con un diente de ajo muy picado. Cuando ya estén hechas, reservamos.

Mientras habremos lavado los higos y les habremos hecho unos cortes en forma de cruz. Añadimos unos trozos de queso gorgonzola y los ponemos en una fuente apta para el horno. Mojamos con un poco de vinagre balsámico y gratinamos unos minutos hasta que veamos que el queso está dorado.




Montamos la primera tosta poniendo una cama de setas encima del pan y terminamos con un higo y unas hojas de tomillo fresco.

Preparar la segunda tosta va a ser más sencillo. Una vez que el pan se haya tostado, lo cubrimos con queso fresco, encima unas rodajas de higo y finalmente unas anchoas. Solo queda terminarla con un fino hilo de aceite y unas hojas de tomillo.


lunes, 9 de junio de 2014

ESTA NO ES UNA ENSALADA DE PASTA MÁS





No. Esta es "la ensalada de pasta" de este verano. Te lo dice una persona a la que le encanta la pasta pero las ensaladas de pasta no es que le entusiasmen demasiado. ¿Por qué? No tengo ni idea, solo que no me interesan mucho. Perdón, no me interesaban porque desde que esta ensalada entró en mi vida, mi percepción sobre ellas cambió. Tiene todos los ingredientes que me pueden gustar, una vinagreta hecha con miel que es una maravilla, tomates secos, aceitunas negras, queso feta, tomillo y albahaca. El verano en tu plato.

Ingredientes:

300 gr de macarrones
1/2 cebolla roja picada
tomates secos en aceite
100 gr de aceitunas negras
200 gr de queso feta
tomillo fresco
100 gr de bacon
rúcula
albahaca
1 diente de ajo
3 cucharadas de vinagre
1 cucharadita de miel
6 cucharadas de aceite de oliva




Vamos a empezar a preparar la vinagreta para aliñar la ensalada. Para ello machacaremos el diente de ajo en el mortero y luego lo pondremos en un bol con las tres cucharadas de vinagre. Dejamos 15 minutos y retiramos. Añadimos la miel, sal, aceite de oliva y emulsionamos. Reservamos.

Mientras la vinagreta reposa cortamos el bacon en dados pequeños y los ponemos en una sartén a fuego fuerte para que se doren y suelten  gran parte de la grasa que tienen. Una vez dorados y crujientes, los dejamos sobre papel absorbente para que terminen de soltar  grasa. Reservamos.




Cocemos los macarrones en abundante agua con sal hasta que estén al dente. Hacía mucho tiempo que no cocía macarrones, siempre suelo ir directamente a por los tallarines o espaguetis y se me había olvidado el olor que tienen al cocer. Es diferente del otro tipo de pasta, curioso. Bien, los macarrones ya están listos, los escurrimos y echamos en la fuente en la que vayamos a servir la ensalada.

Los aderezamos con la vinagreta y añadimos la cebolla picada, los tomates, aceitunas y tomillo. Salamos e incorporamos el resto de ingredientes.

Ya verás como no es una ensalada de pasta más.
No te pierdas el postre del jueves.