martes, 16 de junio de 2015
ENSALADA DE HINOJO, MANGO Y NUECES
Yo ya estaba en modo verano cuando de repente llegó la lluvia y una bajada de temperaturas que me hizo pensar que era otoño en vez de casi verano. Ya había guardado todos los aparejos invernales y estaba mentalizada de que en breve nos achicharraríamos vivos. Si no ¿de qué una iba a escuchar los grillo cantando ya a principios de junio por la noche? Si oyes las chicharras cantando a las 12 del mediodía y a los grillos por la noche, prepárate a sudar como no las hecho en tu vida. Pues en esas estaba yo cuando me encontré este fin de semana con el pijama de invierno y una manta otra vez en la cama.
Para mi mente cuadriculada eso es demasiado. Yo ya no puedo pensar en potajes, cocidos o sopas. Esto último no es verdad porque las sopas las puedo tomar todo el año aunque en la calle estén cayendo los 38º de rigor del verano extremeño. Yo ya me he puesto con las ensaladas y, aunque tengáis que esperar a que apriete el calor, os recomiendo esta ensalada de hinojo y mango que además lleva granada, nueces y una vinagreta de lima y miel que seguro os va a encantar.
Ingredientes para 4 personas:
50 gr de nueces
1/2 granada
2 bulbos de hinojo grandes cortados en juliana fina
1 cebolla morada pequeña cortada en rodajas finas
1 mango cortado en láminas finas
rúcula
1/2 chile rojo (opcional)
cilantro
tomillo
vinagreta de lima y miel
En el listado de ingredientes incluyo el chile rojo por si te atreves con él. La cantidad es la que tú quieras y te admitan tus comensales. Yo, después de la que lie en esta receta, lo suelo dejar en lo mínimo de lo mínimo. Tampoco se trata de que todos acaben con una úlcera o algo así pero es que yo tengo un peligro enorme con un chile o una guindilla en la mano.
El único misterio que tiene esta ensalada es cortar los ingredientes porque el resto... bueno, el resto es tan fácil como disponerlos todos en la fuente o plato en la que vayas a servir la ensalada y aliñarla con sal, pimienta y la vinagreta de lima y miel que usé en esta otra receta. En realidad llevaba limón en vez de lima pero las limas han tomado mi nevera de repente, así sin avisar, y las uso mucho.
¿Con qué puedes servir esta ensalada? Ya en sí misma puede ser una comida ligera pero ¿qué te parece con salmón al vapor? A nosotros nos encantó y espero que a ti también.
miércoles, 10 de junio de 2015
TALLARINES CON CALABACÍN Y MOZZARELLA
Hay días en los que la desgana, el cansancio y la pereza pueden con una. Días en los que llegas a casa y te das cuenta de que se te olvidó sacar algo del congelador, de que después de todo una no es tan previsora ni está tan bien organizada como a veces presume. En esos días, la tentación llama a tu puerta y te susurra que porque un día vaya a por una hamburguesa no pasa nada, o que si te pasas por el súper y te llevas algo precocinado a casa nadie se va a enterar. Esos son días difíciles, sí señor.
En esos días siempre intento o sacudirme la pereza pensando en lo rápido que se hace un huevo frito y lo buenísimo que está o miro al bote donde guardo la pasta. En esos días suele ganar la pasta, tan socorrida ella, y, después de haberme tomado un buen plato como el que te traigo hoy, me alegro de no haber sucumbido a la tentación.
En este caso este plato de pasta empezó siendo una receta de Donna Hay y acabó con algunos ingredientes más que no venían en su receta. Al abrir la nevera los pobres pedían a gritos ir al plato y ¿quién puede negarse a unos tomates cherry y un poco de mozzarella aderezado todo ello con albahaca? Vale, una no puede resistirse tanto.
Ingredientes:
400 gr de tallarines
guindilla
2 dientes de ajo picados
3 calabacines rallados
tomates cherry
mozzarella
albahaca
Como ves este plato de pasta no es pesado, es muy veraniego y no lleva ninguna salsa. Si te estás cuidando, es perfecto.
Empezamos rallando los calabacines y dejando que suelten el agua que tienen en un escurreverduras. Si no se nos cocerán en vez de saltearse.
Llevamos al fuego una cacerola con abundante agua. Dejamos que hierva antes de echar los tallarines.
Mientras cuece el agua, añadimos dos cucharadas de aceite de oliva a una cazuela y en ella salteamos los dientes de ajo, guindilla, los calabacines rallados y los tomates cherry cortados en dos.
Una vez que el agua haya hervido y nuestros tallarines estén hechos, los escurrimos y añadimos a los calabacines. Mezclamos bien y servimos en platos.
Antes de llevarlos a la mesa añadimos unos trozos de mozzarella, unas hojas de albahaca y un hilo de aceite de oliva.
No me digas que no es fácil. Y si no tienes mozzarella, un poco de parmesano o queso feta le sentarían igual de bien o mejor.
miércoles, 3 de junio de 2015
CHIPIRONES SALTEADOS CON CHORIZO Y AJO
Llegó junio y con el calor, que nos acompaña desde hace ya unas semanas, lo único que va apeteciendo son las ensaladas, gazpachos, helados y sorbetes. Pero antes de traeros recetas frescas, no quería que se quedara en el escritorio del ordenador este plato que lleva esperando su turno desde el mes pasado. Mayo se presentó muy ajetreado y con una alergia como hacía años que no sufría. Por eso ha sido un poco difícil dedicarle algún rato al blog pero a ver si empiezo a tener un poco más de tiempo para asomarme a esta ventana y enseñaros recetas más ligeras. Bueno, no es que esta receta sea muy pesada pero en mi mente cuadriculada, el chorizo es para el otoño/invierno. A pesar de gustarme mucho, es raro verme comer este embutido con el calor pero por esta receta, soy capaz de hacer una excepción.
No se tarda nada en preparar. Lo único engorroso es limpiar los chipirones pero esta vez he tenido la suerte de que lo han hecho por mí en la pescadería. Una vez limpios, en el resto no se tarda nada. Como ves en las fotos, los he servido sobre una cama de arroz negro. ¿Lo conoces? Es un cereal muy apreciado en la cocina asiática y especialmente en la antigua China, ya que solo podía ser consumido por los nobles y estaba prohibido para los pobres. Es muy beneficioso para la salud porque tiene una gran cantidad de antioxidantes, más que los arándanos y las moras. Lo único que hay que tener en cuenta a la hora de prepararlo es que necesita una cocción más larga que el arroz blanco.
Ingredientes:
1,5 kg de chipirones limpios
chorizo
3 dientes de ajo
tomillo
aceite de oliva
pimentón
sal
pimienta
Picamos los dentes de ajo y los rehogamos en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Pasados un par de minutos, subimos el fuego y añadimos los chipirones. Los rehogamos y dejamos que se hagan a fuego más bien fuerte para que no se cuezan. Entonces empezarían a soltar agua y arruinarían el plato.
Una vez dorados, incorporamos unos dados de chorizo, tomillo. Salpimentamos con cuidado porque el chorizo ya es sabroso de por sí. Dejamos que se mezclen un poco los sabores y un minuto antes de retirar del fuego añadimos un poco de pimentón. Damos un par de vueltas a todo y ya tenemos los chipirones listos para irse directamente a la mesa sobre una cama de arroz negro o blanco, como prefieras.
Este plato es apto para celíacos siempre que ni el chorizo ni el pimentón tengan gluten.
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