Que Lola Flores es ya un mito nadie lo discute. No sólo porque bailaba y cantaba como ella sólo sabía, sino porque hasta como persona era única. Pero seguro que nunca pensó que la boda de su hija mayor iba a pasar a la historia por acuñar una frase, que aunque mal construida gramaticalmente, todo el mundo repetiría para siempre. Todo fue por casarse en una Marbella que bullía de gente en pleno mes de julio y como una boda de un hijo de la Faraona no se celebra todos los días, se organizaron excursiones desde todos los puntos cercanos al lugar del evento. Vamos, que hasta autobuses enteros acudieron de gente ansiosa por ver "in situ" tan magno evento. Tanto fue así, que el templo dobló su capacidad y la pobre Lolita ni al altar podía subir. Así que, su madre indignada gritaba a la multitud la ya mítica frase: "Si me queréis, irse". Os dejo el video de ese momento estelar que ya es un clásico del zapping. Y ya sabéis: "Si me queréis, leerse".
domingo, 30 de agosto de 2009
martes, 11 de agosto de 2009
MEMPC (Por un mundo sin contaminación acústica)
En el otro blog que gestiono tengo un "gadget" del MEMPC (siglas de "metete el móvil por el c..."). Suena algo basto, pero yo creo que es la única forma de acabar con estos individuos que se creen que su móvil (o en su defecto el mp3) es una discoteca andante y, van con él a todo volumen, sin importarles para nada que a los demás no nos interesa lo que suene de su aparato.
Normalmente es en los transportes públicos (como trenes, buses o metro) donde estos "agresores sonoros" actúan a sus anchas. Debe ser que todavía no conocen los auriculares porque sino no se explica semejante falta de respeto ante los demás conciudadanos que no tenemos que vernos alterados ante semejante ruido produciéndonos una situación innecesaria de stress.
Ayer, sin ir más lejos, mientras esperaba un tren en una pequeña estación, fui víctima de uno de estos "agresores". Siempre aprovecho a leer durante los cerca de 10 minutos que tengo que aguardar para que ese tren me lleve a mi destino, pero ayer mi lectura se vio perturbada por uno de estos "cacharros" . Y en este caso no sólo sonaba música (que al menos, si te gusta la canción, puede resultar ciertamente placentera sino fuera porque la calidad musical de esos aparatos sin auriculares es pésima) sino que salían por sus "deliciosos" altavoches risas tontas de bromas de esas que andan por la red y que la gente usa hasta de tono de llamada (otro tema este de los tonos del que también tendríamos que hablar en otra ocasión). Noté que no me concentraba en mi libro y que mi cabeza parecía estallar, por lo que opté por alejarme de este "gracioso del móvil" para poder seguir con mi cometido (no es muy grande el andén, pero lo suficiente para no estar cerca de uno de estos nuevos "acosadores" que tan de moda están).
Por eso me decidí a escribir este post y a añadir el "gadget" de este original movimiento en este blog también. Y os animo a contribuir para acabar con esta falta de respeto que no ha hecho más que empezar. Así que, "Ciudadanos del mundo, uníos" (están incluidas las ciudadanas, por supuesto, que luego las feministas se enfadan).
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