Empezando por el colegio. Yo empecé a ir a los 4 años, pero claro, yo hasta diciembre no los cumplí, por lo que estuve 3 meses con 3 (desde setiembre que empieza el curso hasta diciembre que los cumplí). En todos los cursos pasaba igual: me tiraba el primer trimestre con 1 año menos del que correspondía. Luego, me ponía al día, pero resulta que en enero ya empezaban a cumplir años muchas compañeras, así que siempre me iba quedando atrás. Muchas de ellas me sacaban casi 1 año de edad, lo que cuando eres pequeño es mucho. Daos cuenta, que cuando nací yo, muchos niños estaban ya casi caminando. Y no os digo nada, cuando había repetidoras en una clase: ya no era 1 año de diferencia, sino 2 (y a veces, casi 3).
Me parecía curioso, que las que estaban en un curso más abajo, eran más próximas a mi edad muchas veces. Algunas eran de enero... pero del siguiente año, por lo que yo era mayor unos días (está claro quiénes eran más próximas a mi edad...).
Siempre me noté mucho más infantil e inmadura que el resto. Y, muchas veces, me notaba forzada en la clase. En el instituto me veía infantil con tanta gente mayor y tanto repetidor... Por eso, vi la luz el año que repetí No se notó casi, por hacerlos en diciembre y encima la gente ya era de mi edad casi (o más pequeña, lo que me hacía sentir mucho mejor). Vamos, que es ahí donde tenía que haber estado yo desde siempre.
También es verdad que así, yo hacía las cosas 1 año antes. Por ejemplo, la comunión la hice con 8 años en lugar de 9 (no había casi vestidos de mi talla de lo menuda que era). También aprendí a leer, a sumar o a dividir 1 antes que las demás. O eché mi primer cigarro casi a la vez que dejé de jugar con muñecas (ellas tenían 14 años, pero yo, al ser la pequeña, tenia 12 o así).
Sin embargo, cuando me cayó mi primer diente, las demás tenían toda dentadura. Cuando yo todavía andaba por el 24 de pie, las demás ya gastaban el 30. Cuando llegué al 30, todas gastaban el 34... Y cuando, por fin, gasté el 34, me decían que era muy pequeño (ellas ya usaban el 37 por lo menos). Llegué al 35, menos mal, porque sino hubiera tenido que seguir en mi juventud con merceditas y botas de bebé.
Viendo todo esto, está claro que nacer en diciembre marcó mi vida, para lo bueno y para lo malo. Lo bueno fue que cuando repetí: no se notó casi (y repetí 2 veces y aún así era bastante joven). Lo malo era lo forzada que iba en el colegio (creo que nos teníamos que plantear que la gente fuera al curso que le corresponde por madurez y no por cuestiones del año en que nació, como hacen en Finlandia).
Otra cosa bastante condicionante es lo de celebrar el cumple. Y es que al ser después de navidad, la gente está tan saciada de comida que no prueban bocado de lo que le pongas en la merienda. Eso, si encuentras a alguien que esté en casa, ya que cuando era pequeña, muchos estaban en el pueblo y no se podía contar con ellos. Por este motivo, optamos en mi familia por celebrar mi cumple en el cine (sólo mis padres, mi hermano y yo). Así, sin meriendas ni nada. Y como en diciembre hay muchas pelis infantiles, no teníamos problema a la hora de elegir una película.
No os digo nada, el regalo. Al ser navidad, todo el mundo tiene su regalo ya por este hecho. En mi casa, celebramos los reyes como manda la tradición, por lo que se me juntan 2 regalos en menos de 10 días. Lo que podría parecer una ventaja, para mí no lo es. ¿Y el resto del año? La gente, que nace en verano se encuentran en esa época (tan alejada de la navidad) con su regalo correspondiente. Yo, sin embargo, tengo la sensación de que el de reyes es la continuación del de mi cumple. Así, de pequeña, mi madre optó por regalarme algo para mi santo. Pensábamos que era el día del Corpus (primer jueves de junio). Estaba yo toda contenta con ese "pseudocumpleaños" cuando me entero, que no, que mi santo es....¡¡¡el 1 de enero!!! Como veis, un día "ideal" para celebrar algo que no sea una "superresaca" (sin contar, que es 6 días después de mi cumple... así que sí, podrían ser 3 regalos, pero joer, ¿y en verano nada?... Volvemos a lo de antes...). Hay que mirar que el santo de tu hijo, sea mucho después que su cumple (eso si no tiene 2 onomásticas, ya que si esto ocurre hay que celebrarlo el día más cercano a su nacimiento... nada que parece que nadie quiere celebraciones "extra"...).
Así, diciembre es un mes intenso doblemente: las navidades y mi cumple. Al ser al final de año, mi balance anual es doble (el resto de año, me lo tomo como un descanso, ya que ni mi santo puedo celebrar). Lo que si es verdad, es que siempre soy 1 año más joven: hace "taytantos" años que nací, pero tengo 1 menos. Pensándolo bien, no es tan malo nacer en diciembre...