Por suerte,
existes.
Y por suerte, también,
no solo existes,
sino que te colocas aquí,
justo al lado de todo lo que está lejos
para estar cerca.
Y por suerte, aún más,
no solo existes
y te colocas aquí,
sino que es en ese exacto lugar
en el que me haces creer
que merezco habitarlo,
conocer los rincones que lo atajan
y saber mirarte también
cuando cierro los ojos.
Como un sueño.
Como el sueño que aparece
en el momento preciso
en el lugar que tú ocupas.
REGOMAR: Tomás Soler Borja.
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*La odisea diaria *
Entre signos de exclamación
todo dolor
aun atándose firme al mástil del silencio
en previsión —absurda—
del canto de sirenas
que...
Hace 10 horas