Pensaba yo que, dado el desnivel (850 m.) y el hecho de pisar las dos vertientes, íbamos a pasar por diferentes pisos de vegetación y distintas formaciones vegetales, y que por tanto la jornada iba a ser propicia para observar diversidad de aves.
Sin embargo no fue un día especialmente interesante.
A parte de las especies habituales en los campos de cultivo de secano al principio (almendros/olivos), el pinar de pino carrasco después y el matorral mediterráneo más arriba, que no voy a detallar por no alargar el post; solo destacaré la pareja de cuervos (Corvus corax) que durante un rato nos sobrevoló "contestando" a mis intentos de imitar sus voces y un cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), con presa en las garras, que se dejó ver fugazmente.
Ya de bajada si resultó destacable el paso de 2 grandes bandos de abejarucos (Merops apiaster) en dirección norte.
(foto: Virgilio Beltrán) (foto: MªCarmen Romero)
Pero quizá lo que más me sorprendió
en el recorrido fue la presencia en la ladera sur y a tan solo 740 m. de altura, de varios ejemplares de acebo (Ilex aquifolium). Aunque si bien es cierto que el enclave era umbrío, en medio de un barranco que atravesaba el sendero, y se encontraban en medio de un carrascal, en las sierras de la Comunidad Valenciana yo siempre que los he visto ha sido a mayor altitud (Maestrazgo, Penyagolosa, Serra d'Espadà ...) y en laderas norte. No soy especialista en el tema pero me resultó algo "sorprendente".
