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miércoles, 18 de marzo de 2009

Sionismo y Racismo

Puede parecer que el drama de Gaza ha terminado, y puede parecerlo porque los informativos ya no nos bombardean con escalofriantes imágenes de las atrocidades cometidas por el ejército israelí. Atrocidades cometidas con el apoyo de la inmensa mayoría de la población residente en el Estado de Israel, tal y como lo demuestran los resultados de las recientes elecciones, en la que los partidos y agrupaciones de políticas proclives a un entendimiento con los palestinos han sufrido una severa derrota. Quiero aclarar, para que nadie coja el rábano por las hojas, que cuando me refiero a los residentes en el Estado de Israel, me refiero a los residentes en el Estado de Israel, practiquen o no religión alguna, y no a ningún grupo compuesto de heterogéneos orígenes y costumbres, vagamente unidos por la mesiánica idea, transmitida por la religión que practican o han practicado ellos o sus antepasados, de que tienen unos históricos derechos sobre unos territorios situados en Oriente Medio, por más que sean, y en muchos casos por generaciones, de Tucumán, Katowice o Amsterdam. Resumiendo cuando se habla de judios argentinos, polacos u holandeses, para mí, se está hablando de ciudadanos argentinos, polacos u holandeses que pueden tener en común un determinada práctica religiosa o unas determinadas prácticas culturales y sociales, y que tienen el mismo derecho a residir en Jerusalén que yo mismo, es decir todo, porque parto de la base de que todo el mundo puede residir donde quiera, acoplándose, como es lógico a los usos y costumbres de los que estaban antes. Quiero aclarar también, no vaya a ser que alguna mente calenturienta piense lo que no es, que tengo muy presente que seis millones de ciudadanos, por el mero hecho de prácticar una religión o tener unas costumbres como las que antes he citado, fueron torturados y asesinados por el nacional socialismo alemán, sin que ello condene in aeternum al pueblo alemán, en el que hay de todo como en botica, ni que otorgue a los supervivientes del holocausto, que nadie en su sano juicio niega, de derecho alguno a construir un estado expulsando a los que allí estaban. Y entramos en el espinoso tema de la legitimidad del Estado de Israel, más allá de la resolución de la ONU de 1948, puesto que una decisión de la ONU no tiene porque ser necesariamente justa.
No puedo resistir a transcribir un artículo publicado en Mundo Obrero, por un conocido hombre de teatro, convecino de Alpedrete y habitual colaborador de nuestra Asamblea, aunque no esté afiliado a ella, Benito Rabal:
En 1898 Teodoro Herzl, considerado el padre del sionismo, tras viajar a Palestina, declaró que el país era una tierra sin pueblo a donde debía ir el Pueblo sin tierra. El escritor francés - y judío - Max Nordau le dijo asombrado: "Pero en Palestina hay árabes. Vamos a cometer una injusticia". A modo de respuesta, Herzl expuso sus intenciones acerca de la construcción del futuro Estado de Israel: "La edificación del Estado Judío no puede hacerse por métodos arcaicos. Supongamos que queremos exterminar los animales salvajes de una región. Es evidente que no iremos con arco y flecha a seguir la pista de las fieras, como se hacía en el siglo XV. Organizaremos una gran cacería colectiva, bien preparada, y mataremos las fieras lanzando entre ellas bombas de alto poder explosivo."En 1917, mientras en las universidades francesas se enseñaba que los argelinos eran más parecidos a los monos que a los hombres, David Ben Gurion -padre también él, pero del Estado de Israel- afirmaba que "en un sentido histórico y moral, Palestina es un país sin habitantes". No ignoraba que el 90% de los habitantes eran árabes; decía simplemente que no existían como seres históricos o morales. Claro que esto iba en consonancia con el texto de la Declaración Balfour del mismo año, mediante la cual Gran Bretaña sentaba el moderno fundamento del Estado de Israel, declarando en carta a Lord Rotschild que "el gobierno de Su Majestad contempla con simpatía las aspiraciones Judías Sionistas sobre el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo Judío, y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el cumplimiento de ese objetivo". Dos años más tarde, el propio canciller británico Balfour añadiría que "el sionismo, bueno o malo, es mucho más trascendente que los deseos y prejuicios de los 700.000 árabes que ahora habitan esa antigua tierra. En Palestina no pensamos llenar siquiera la formalidad de consultar los deseos de los actuales habitantes del país". En 1921 la Organización Sionista se preguntaba: "¿Quién ha dicho que la colonización de un territorio subdesarrollado debe hacerse con el consentimiento de sus habitantes? Si así fuera, un puñado de pieles rojas reinarían en el espacio ilimitado de América." La inmigración judía había comenzado a llegar a Palestina y las directrices del sionismo no dejaban confusión alguna. El trabajador árabe, el habitante desde hace más de 2000 años de Palestina, se convirtió primero en competidor del inmigrante, después en enemigo y finalmente en víctima. La Histradut, central sindical judía - socialdemócrata -, no les admite en su seno, les boicotea y prohíbe a las empresas judías que compren materiales trabajados por los árabes. David Hacohen, miembro de la Histradut y años después parlamentario israelí, intentaba explicarlo a los socialistas ingleses: "en nuestro país uno adoctrina a las amas de casa para que no compren nada a los árabes, se piquetean las plantaciones de cítricos para que ningún árabe pueda trabajar en ellas, se vuelca petróleo sobre los tomates árabes, se ataca en el mercado a la mujer judía que ha comprado huevos a un árabe, y se los rompe en la canasta…"El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea de las Naciones Unidas aprobó el plan por el que Palestina sería dividida en dos Estados, uno judío, Israel, y otro árabe, Palestina, que nunca llegó a convertirse en Estado. En ese momento había 1.200.000 palestinos que poseían el 94% de la tierra y 500.000 judíos que tenían el 6%. Pero, curiosamente, la mitad de las tierras de propiedad palestina caían bajo jurisdicción israelí, y en la mayoría de los casos, las aldeas árabes quedaban separadas de las tierras que cultivaban sus habitantes. El mapa de la partición fue votado bajo la presión de Estados Unidos, tanta que el Secretario de Defensa norteamericano, James Forestal, escribió: "Los métodos que se han usado en la Asamblea General para presionar y coaccionar a otras naciones, bordean el escándalo".Ese fue el pistoletazo de salida que puso en práctica el plan del sionismo para hacerse con la totalidad del país, aterrorizar a la población palestina de tal manera que abandonaran sus tierras. El 9 de Abril de 1948, los sionistas entraron en Deir Yassin, una pequeña aldea árabe a cinco kilómetros al oeste de Jerusalén sin importancia estratégica alguna y masacraron a 254 hombres, mujeres y niños. El autor del genocidio, Menajem Begin, aclaró sus motivos: "un pánico sin límites asaltó a los árabes, que empezaron a huir en salvaguarda de sus vidas. Esta fuga en masa se convirtió en un éxodo enloquecido e incontrolable. De los 800.000 árabes que vivían en el actual Estado de Israel, sólo quedaron 165.000". Abraham León, judío marxista de 26 años, escribió en Auschwitch en 1944, su último año de vida: "El sionismo, que pretende extraer su origen de un pasado dos veces milenario, es en realidad el producto de la última fase del capitalismo".Así es como se construyó el Estado Sionista de Israel y así continúa, fiel a su carácter colonial de último estado europeo. Es contra su esencia y fundamentos, contra lo que debemos luchar. Y también contra nuestros gobiernos que lo sustentan en base a su capacidad policial y de baluarte del capitalismo más feroz, asesino. El fascismo y el racismo, como el que practican los sionistas, no sólo son enemigos del pueblo palestino, sino de toda la humanidad, incluidos los judíos.

A mi me resulta complicado que alguien que se considere progresista no ponga en tela de juicio la legitimidad misma del Estado de Israel. A partir de ahí hablamos de terrorismo y de lo que haga falta

lunes, 26 de enero de 2009

No terminemos con Palestina

Aparentemente la agresión del estado de Israel a la población civil palestina de la franja de Gaza ha terminado, o está en vias de finalizar. Resultado: varios miles de muertos que añadir a los muchos que lleva el pueblo palestino, y si bien, tal y como decía en la entrada anterior, el ejército, la mayoría de la población israelí que ha apoyado el intento de genocidio y el estado de Israel como tal no han salido indemnes, sobre todo en lo que se refiere a su imagen ante la opinión pública mundial, no podemos obviar que el mortífero poder del Tsahal no ha mermado un ápice y es más ante la impotente mirada de esos simpáticos inútiles, en terminología mafaldiana,
han utilizado armas especialmente crueles y dañinas para la población civil, como el fósforo blanco . Con lo cual, y siguiendo su lógica irracional se sienten legitimados para continuar con sus prácticas de terrorismo de estado con todo lo que tengan a su alcance.
Si tenemos en cuenta la posibilidad más que hipotética de que Israel sea ya una potencia nuclear, el que la comunidad internacional tome cartas en el asunto es una prioridad, máxime si tenemos en cuenta que el síndrome de pueblo elegido por Dios anida, debidamente alimentado por los apóstoles del sionismo, en los corazones de la mayoría de la población israelí, y muy especialmente en los que no son sabra (צבר‎) , es decir, en los emigrados recientes, mayoritariamente de los países exsocialistas, furibundos reaccionarios capaces de terminar con la humanidad sin mover un músculo.
Ha sido importante la reacción producida contra la brutalidad israelí tanto dentro del mundo islámico

como en el resto, y particularmente en España

Incluso en la siempre aséptica europa occidental, celosa de que se le recuerde como su innacción permitió el holocausto, como permitió y consintió el triunfo del franquismo en la guerra y que se perpetuara durante cuarenta años ha habido importantes protestas.
Y ahora, ¿qué hacemos ahora?, una vez que cesa la efervescencia en la protesta, una vez que se calma la indignación por tanto sufrimiento, no podemos volver a la vida cotidiana con una especie de íntima satisfacción por el deber cumplido, ni mucho menos, el drama continua, la injusticia permanece, el peligor es palpable: Un estado teocrático, armado hasta los dientes, con un demostrada indiferencia ante el sufrimiento humano, el sufrimiento de los gentiles , según su racista terminología, amenaza a la humanidad en su conjunto desde su atalaya de pueblo elegido por Dios con el que tiene una alianza. Hoy, junto con LOS MUCHOS MILES DE JUDIOS que deploran y aborrecen lo que, en su nombre, usurpado como propio por el sionismo, perpetra el estado de Israel, debemos continuar la campaña para desenmascarar la verdadera cara del sionismo, infame ideología racista y mentirosa. Esto no ha teminado.

domingo, 18 de enero de 2009

Elocuentes silencios, dolorosos asentimientos

Dicen, y estoy de acuerdo, que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Sin embargo ocurre que, a veces, los silencios gritan a pleno pulmón y dejan de ser propiedad de quien no habla. Y en estos últimos días, en los que este mundillo, pequeño y reducido, que hemos dado en llamar blogosfera o blogocosa, y que se acerca más a un ciberpatio de vecinos que a otra cosa, se ha volcado de forma casi , ¡cuanto duele este casi!, unánime en la solidaridad con el pueblo palestino indignamente machacado por el sionismo terrorista, se ha producido algún silencio doloroso, a mí al menos me ha dolido, en momentos en los que el aserto de "Quien no está conmigo esta contra mi" tiene más validez que nunca.
El martes día 20 el chuchuguay pijo hawaiano Mr. Obama toma posesión de su cargo de consul del imperio, en su momento y con su admirable laconismo monsieur Babeuf apuntaba lo primero que debía hacer el día 21, y yo me voy a permitir afirmar que lo segundo debería ser tomar cartas en el asunto de la actitud de su provincia sionista en Oriente Medio. No tengo ninguna esperanza, nunca me emocionó el yes we can, era una mentira más, tiempo al tiempo.

jueves, 8 de enero de 2009

En 1948 ya eran nazis

Carta de Albert Einstein y otras personalidades judías al New York Times el 2 de diciembre de 1948


"Los dirigentes israelíes son fascistas"

Entre los fenómenos políticos más inquietantes de nuestra época tenemos, en el Estado de nueva creación de Israel, la aparición del «Partido de la Libertad» (Tnuat Haheteur) (1), un partido político con un enorme parecido en cuanto a su organización, métodos, filosofía política y planteamientos sociales, a los partidos nazi y fascista.
Dicho partido ha sido formado por los miembros y partidarios del antiguo Irgun Zyai Leumi, una organización nacionalista de extrema derecha en Palestina.
La actual visita del jefe de esta agrupación, Menajem Begin (2), a Estados Unidos, obviamente se ha calculado para dar la impresión de un apoyo estadounidense a su partido para las próximas elecciones israelíes y para cimentar vínculos políticos con los elementos sionistas conservadores de Estados Unidos.
Muchos estadounidenses de reputación nacional han prestado sus nombres para acoger esta visita.
Es inconcebible que quienes se oponen al fascismo en el mundo entero, si están correctamente informados sobre el pasado y las perspectivas políticas de Begin, puedan añadir sus nombres y su apoyo al movimiento que representa.
Antes de que las contribuciones económicas y las manifestaciones públicas de apoyo a Begin causen daños irreparables y antes de dar en Palestina la impresión de que una gran parte de Estados Unidos apoya a los elementos fascistas de Israel, el público estadounidense tiene que estar informado del pasado y los objetivos de Begin y su movimiento.
Las declaraciones públicas del partido de Begin (3) no muestran su auténtico carácter. Actualmente hablan de libertad, democracia y antiimperialismo, mientras que hasta ayer predicaban abiertamente la doctrina del Estado fascista.
Pero sus actuaciones traicionan sus palabras y muestran el auténtico carácter de este partido terrorista. De sus acciones pasadas podemos deducir lo que puede hacer en el futuro.
El ataque a una aldea árabe
Un ejemplo escandaloso ha sido su actuación en la aldea árabe de Deir Yassin. Este pueblo, lejos de las carreteras principales y rodeado de tierras judías, no tomó parte en la guerra e incluso combatió a las bandas árabes que querían utilizar el pueblo como base.
El 9 de abril, según el New York Times, las bandas terroristas atacaron ese pueblo tranquilo, que no era un objetivo militar en la guerra, y mataron a la mayoría de sus habitantes, 240 hombres, mujeres y niños, y mantuvieron a algunos con vida para hacerlos desfilar como prisioneros por las calles de Jerusalén.
La mayoría de la comunidad judía se quedó horrorizada por este acto y la Agencia judía envió un telegrama de disculpa al rey Abdalá de Transjordania (4). Pero los terroristas, lejos de avergonzarse de sus actos, estaban orgullosos de esta masacre, la proclamaron ampliamente e invitaron a todos los corresponsales extranjeros presentes en el país para que fueran a ver los montones de cadáveres y los daños perpetrados en Deir Yassin.
El ataque a Deir Yassin ilustra el carácter y las acciones del Partido de la Libertad, que entre la comunidad judía predica una mezcla de ultranacionalismo, misticismo religioso y superioridad racial.
Lo mismo que otros partidos fascistas, ha colaborado para romper las huelgas y ellos mismos han alentado la destrucción de los sindicatos libres. En su congreso propusieron los sindicatos corporativos sobre el modelo fascista italiano.
Durante los últimos años de violencias antibritánicas esporádicas, el IZL y el grupo Stern han implantado el reino del terror entre la comunidad judía de Palestina.
Han apaleado a profesores que hablaban mal de ellos y han abatido a padres de alumnos para impedir que sus hijos se reunieran con los maestros.
Con métodos propios de los gángster: palizas, ventanas rotas y robos generalizados, los terroristas intimidan a la población y exigen un alto precio.
Los hombres del Partido de la Libertad no participan en los trabajos constructivos en Palestina. No han tomado ninguna tierra, no construyeron colonias y sólo han disminuido la actividad de la defensa judía.
Sus esfuerzos en la inmigración, muy divulgados, son minuciosos y se dedican principalmente a reclutar compatriotas fascistas.
Contradicciones
Las contradicciones entre las bonitas afirmaciones que ahora hacen Begin y su partido y los informes de sus pasadas actuaciones en Palestina dan la impresión de un partido político poco corriente.
Lleva la marca indudable de un partido fascista para el que el terrorismo (contra los judíos, los árabes y los británicos) y las falsas declaraciones son los movimientos, y cuyo objetivo es un «Estado líder».
A la vista de las observaciones precedentes, es imprescindible que en este país se conozca la verdad sobre Begin y su movimiento.
Todavía es más trágico que la alta dirección del sionismo estadounidense haya rechazado hacer una campaña contra las pretensiones de Begin e incluso se haya negado a explicar a sus propios elementos los peligros que conlleva para Israel el apoyo a Begin.
Por lo tanto, los firmantes utilizamos este medio para presentar públicamente algunos hechos sorprendentes con respecto a Begin y su partido y para recomendar a todos a quienes concierne que no apoyen esta última manifestación del fascismo.
Isidore Abramowitz,
Hannah Arendt
Abraham Brick
Rabbi Jessurun Cardozo
Albert Einstein
Herman Eisen, M.D.
Hayim Fineman
M. Gallen, M.D.
H.H. Harris
Zelig S. Harris
Sidney Hook
Fred Karush
Bruria Kaufman
Irma L. Lindheim
Nachman Majsel
Seymour Melman
Myer D.
Mendelson, M.D
Harry M. Orlinsky
Samuel Pitlick
Ffritz Rrohrlich
Louis P. Rocker
Ruth Sager
Itzhak Sankowsky
I.J. Shoenberg
Samuel Shuman
M. Znger
Irma Wolpe
Stefan Wolpe.
Notas:
(1) El Herut es el precursor del partido israelí Likud, conforme a la ideología de Vladimir Jabotinsky)

(2) Begin (un terrorista reciclado) después se convirtió en Primer Ministro de Israel (Likud) y bajo su gobierno decenas de miles de civiles libaneses y palestinos fueron asesinados en los años 80.

(3) Los sucesores de Menajem Begin en el Likud y Kadama, escisión del primero(como Primeros Ministros israelíes), como Netanyahu , Sharon y Olmert son responsables de innumerables muertes de civiles.

(4) Aunque los autores mencionan las excusas de la Agencia Judía «enviadas al rey Abdalá», que no era ni siquiera de Palestina, las investigaciones posteriores demostraron la participación de la Haganna y la Agencia Judía en la masacre de Deir Yassin, así como la participación de la Agencia Judía y del Fondo Nacional Judío en la limpieza étnica.
Original en Francés

Un nazi vestido de socialdemócrata

Era un hecho conocido que en el PSOE, además de mucha gente sinceramente de izquierda, hay mucho oportunista que ha encontrado acomodo bajo sus siglas, es el caso de este individuo al que algún error burocrático permitió el que fuera inscrito como ser humano con el nombre de José Luis Prieto. Su bitácora no tiene desperdicio y es todo un monumento a la intolerancia a pesar de que en su cabecera se autodefine como demócrata y socialista, por ese orden aclara, y la aclaración aclara mucho porque para este frustrado aspirante a ser humano, lo del socialismo no es más que un brindis al sol, una etiqueta para intentar demostrar que desde la izquierda también se puede defender sin pudor el genocidio que el fascismo israelí, también conocido como sionismo, esta perpetrando contra el pueblo palestino desde antes de 1948, momento en que se dió carta de naturaleza, en una monumental injusticia, a uno de los mayores latrocinios de lahistoria de la humanidad. Es tan demócrata esta angelical criatura, abogado y consultor (¿qué consulta, nuevos métodos de tortura que añadir a los que habitualmente utiliza la policía israelí?), que se permite censurar a los que discrepan de él como a nuestro kabileño de Rivas. Pero como además de un fascista de mierda, de los de la peor especie, de los que se visten de progresistas, es un profundo analfabeto (¿o un malintencionado?) político, mete en el mismo saco a todo el mundo y sin pararse en barras califica de...¡¡¡Stalinista!!! tanto al propio Rafa García Almazán, uno de los tipos más sinceramente democráta, respetuoso y tolerante que este bolchevique conoce, como a nuestro moscovita don Ricardo , contertulio con el que suelo mantener discrepancias elevadas de tono, precisamente por su postura no ya sólo alejada de la que mantenemos los comunistas en IU, sino manifiestamente beligerante con lo que decimos desde el PCE. Pero claro, para este botarate con perfume de muñeira, cualquier postura que apueste abiertamente por un profundo cambio en la sociedad es directamente stalinismo. La lucha contra es ta clase de sinvergüenzas es mucho más importante de lo que parece, y yo ,desde luego, y a pesar de que como se teme Rafa ello suponga un aumento en el número de entradas de su bitácora, voy a seguir muy de cerca lo que escribe este caballarete.

martes, 6 de enero de 2009

El holocausto como pretexto

Lo analiza acertadamente Carlos Carnicero en ElPlural y yo no tengo mucho que añadir. Si acaso llamar la atención sobre lo que es el sionismo. En la propia página oficial del gobierno del Estado de Israel se reconoce que:


La solución nacional sionista fue el establecimiento de un estado nacional judío con una mayoría judía en su patria histórica, haciendo realidad así el derecho del pueblo judío a la autodeterminación.


Y sin mayores reparos admite que:


...que se convirtió de hecho en un choque entre dos pueblos que consideraban al país como propio - los judíos en virtud de su conexión histórica y espiritual, y los árabes debido a su presencia centenaria en el país.


Es decir los propios dirigentes del estado de Israel reconocen que sus posibles derechos a ocupar Palestina derivan de una conexión histórica y espiritual. La histórica es, como poco, discutible, porque aún dando por cierto un hecho un tanto subjetivo como la llamada diáspora, que no pocos antropólogos e historiadores ponen en tela de juicio, resultaría extraño que un, por ejemplo, natural de Polonia, descendiente de polacos de muchas generaciones, tenga más derecho a establecerse en Palestina que uno que desciende de quien nunca se movió de allí. En cuanto a la llamada conexión espiritual no deja de ser, se mire por donde se mire, una forma de cruel racismo disfrazado de religiosidad. Baste echar un vistazo por los textos religiosos básicos del judaísmo para encontrar numerosas similitudes entre la consideración del pueblo de Israel como el elegido de Dios , y la consideración de la raza aria como raza superior. Ese choque tuvo mucho que ver en que los ideólogos del nazismo consideraran la solución final , el exterminio judio, como imprescindible para la consecución de su delirante imperio de mil años, y ese delirio se llevó por delante a seis millones de inocentes, pero no hay demasiada diferencia entre la Gaza de hoy y el Dachau de ayer.