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Trabajo práctico N° 3
El diseño curricular provincial. Marco conceptual y componentes.
El diseño curricular de la provincia es un marco conceptual que organiza las decisiones político-curriculares para el nivel secundario.
Lee los apartados I a VI, (Pág. 7 a 27) y extrae las ideas más relevantes de cada apartado.
ALUMNA: Carrizo Zoe
I- ENCUADRE POLÍTICO – JURÍDICO
El Estado Provincial a través del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología asume la responsabilidad indelegable de asegurar las condiciones para el pleno ejercicio del derecho a la educación, a través de un proyecto político educativo que garantice una educación obligatoria de calidad para todos los niños, jóvenes y adultos de la provincia, desde los principios de igualdad, justicia, solidaridad e inclusión social. Se destaca el valor de la educación en la consolidación de la vida democrática y de una sociedad cada vez más justa e inclusiva fundada en la formación de ciudadanos libres, responsables y capaces de ejercer plenamente sus derechos, deberes y obligaciones. En esta perspectiva, el acceso al conocimiento constituye un derecho que el Estado garantiza con un espíritu democratizador de modo que la escuela represente la posibilidad de acceder a los saberes y capacidades relevantes para interactuar en los distintos campos de vida social y en escenarios sociales e históricos cada vez más complejos. La obligatoriedad de la educación secundaria interpela el sentido que se le ha asignado a este nivel de la enseñanza, históricamente comprometido con la formación de las élites dirigenciales, selectivo de las clases medias urbanas, escindido del mundo del trabajo y dirigido a una población con mayores probabilidades de continuidad educativa en el nivel superior.
II – ORGANIZACIÓN PEDAGÓGICA DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA
EDUCACIÓN SECUNDARIA COMÚN En función de lo dispuesto en estos marcos legales, la provincia de Catamarca ha establecido que la Educación Secundaria común tiene una duración de 6 años, dividida en dos ciclos de tres años de duración cada uno. El Ciclo Básico constituye el primer tramo formativo de la escuela secundaria, es común a todas las orientaciones y su finalidad es afianzar los aprendizajes considerados básicos para el desarrollo personal, para el desempeño cívico y social y para la continuidad de la trayectoria educativa en el ciclo orientado. El Ciclo Orientado tiene por finalidad profundizar la formación de los alumnos en campos del saber y del quehacer social y productivo, desarrollando capacidades que los habiliten para afrontar los desafíos de los nuevos contextos y escenarios. Así “… Las orientaciones deberán incluir propuestas educativas para que los estudiantes experimenten procesos personales y colectivos de creación, disfrute, producción, participación, acción solidaria frente a necesidades personales o comunitaria, entre otras posibilidades…” EDUCACIÓN SECUNDARIA MODALIDAD TÉCNICO PROFESIONAL Esta modalidad educativa garantiza a los estudiantes un recorrido de profesionalización definido a partir del acceso al conocimiento y el desarrollo de habilidades profesionales en relación con áreas ocupacionales amplias y significativas cuya complejidad exige haber adquirido una formación general, una cultura científico tecnológica de base, a la par de una formación técnica específica, que responda a las demandas y necesidades del contexto socio productivo. La Educación Técnico Profesional de nivel medio se organiza desde una mirada integral y prospectiva que trasciende la simple preparación para el desempeño en puestos de trabajo específicos, y supone una formación que posibilite al estudiante continuar aprendiendo y los habilite para ingresar a cualquier tipo de oferta de estudios superiores. FINALIDADES DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA La propuesta formativa para el nivel secundario se orienta a la adquisición de saberes y al desarrollo de un conjunto de capacidades, de carácter cognitivo, social, afectivo y práctico, algunas de ellas genéricas y básicas que son transversales en la formación general común, y otras específicas que son inherentes a un determinado campo del saber y quehacer social y productivo, definido por cada orientación y que especialmente se profundizan en el ciclo superior del nivel. …las capacidades básicas y fundamentales se caracterizan por un grado creciente de complejidad; se desarrollan de manera conectiva y procuran el máximo despliegue de las potencialidades de la persona. En este sentido, cada área de conocimiento o disciplina, - desde su particularidad, naturaleza y finalidades formativas - contribuye a la adquisición, desarrollo y fortalecimiento de estas capacidades, ya que estos logros se alcanzan al operar con diferentes contenidos, cada uno de los cuales dejan su impronta sobre ese desarrollo, y lo enriquece. Las capacidades específicas son aquellas propias de la orientación o especialidad, y están vinculadas con las capacidades fundamentales sobre las cuales deben ser construidas o desarrolladas. Se pueden alcanzar diferentes grados de desarrollo de una capacidad. En este sentido, una capacidad terminal es un logro que, según su nivel de evolución y perfeccionamiento, supone el manejo adecuado de determinados conocimientos, destrezas y habilidades. Se pretende que los egresados de la Escuela Secundaria no sólo se apropien de saberes, sino que también cultiven y desarrollen capacidades, con una formación axiológica común para participar como sujetos activos y responsables en la vida democrática. OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN SECUNDARIA La Educación Secundaria en todas sus modalidades y orientaciones tiene la finalidad de habilitar a los/las adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuación de estudios. PERSPECTIVA CURRICULAR En el marco de la implementación de la nueva escuela secundaria, se destaca la centralidad de las políticas curriculares entendidas como el conjunto de decisiones referidas a la selección cultural que las escuelas toman como referencia legítima la cual expresa el carácter público de los saberes escolares. Esta selección cultural posibilita no sólo el acceso a los saberes socialmente valiosos sino también la puesta en valor del patrimonio cultural que inscribe a las nuevas generaciones en una herencia cultural común. En las políticas curriculares se compromete, entonces, la cohesión social, la continua recreación del entramado cultural y la construcción de lo común desde un legado que trasciende al sujeto y remite al universo simbólico colectivo en el cual los niños y jóvenes identifican referencias comunes y reafirman su pertenencia e integración social en un escenario cada vez más profundamente fragmentado.
III- LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES DE LA ESCUELA SECUNDARIA
Se puede afirmar que estamos frente a otras generaciones de alumnos, que nos exigen una permanente revisión de los modos en que hacemos posible la relación entre inclusión y calidad educativa. La escolarización de los adolescentes y jóvenes en un contexto de crisis y de exclusión social, nos demandan otras estrategias institucionales y pedagógicas para garantizar la permanencia y terminalidad educativa de los jóvenes, especialmente de quienes se encuentran condiciones de vulnerabilidad social. En este sentido se sostiene que el éxito y el fracaso del aprendizaje dependerá, en parte, de la capacidad que tengan las Instituciones para adecuar contenidos y dispositivos pedagógicos-didácticos a los nuevos ingresantes” Una de las categorías del discurso pedagógico que reviste una marcada impronta reguladora de la experiencia escolar, es la de “riesgo pedagógico” a través de la cual se agrupan aquellas características de los alumnos que resultan incompatibles con la condición del alumno ideal. Tal es el caso de “las adolescentes que son madres”, a las que comúnmente se las considera en “riesgo pedagógico”, porque la definición del riesgo está en estricta relación con los límites que enfrenta la institución educativa para la escolarización, ya que esta condición vital ha sido considerada, históricamente, incompatible con el proyecto de ser estudiante. Aquí el riesgo se manifiesta de manera concreta, a partir de la exigencia de presencialidad de la alumna y del cursado “en bloque” de cada año escolar. Por lo tanto, si la población en riesgo es la de “las adolescentes que son madres en escuelas con régimen académico presencial”, lo que habría que replantearse y resolver es el tiempo de la enseñanza y de las oportunidades de aprendizaje que se les brinda a esos estudiantes. La sobreedad es también una categoría construida por referencia a la correspondencia entre la edad del alumno y la edad teórica construida para establecer la gradualidad de la trayectoria escolar. La sobreedad es así una condición que presentan los estudiantes como producto de una diversidad de fenómenos como la multirepitencia, el abandono temporario, el ingreso tardío. Aquí la definición del riesgo está en estricta relación con los límites que enfrenta la institución educativa, que no deviene de la edad de los sujetos sino de las dificultades para compatibilizar la edad teórica con la edad real en relación con la gradualidad de la experiencia escolar. Frente a lo señalado el desafío estriba en restituir la institucionalidad y la eficacia simbólica de la escuela en los procesos subjetivación de los jóvenes, para que ésta constituya un espacio donde los estudiantes reciban, y recreen el legado cultural que contribuya de manera significativa a la constitución de su identidad.
IV- LA ENSEÑANZA EN LA ESCUELA SECUNDARIA
Enseñar es producir un efecto de conciencia en el otro, la enseñanza es una opción ética y política que todo docente adopta cuando selecciona y transmite determinados saberes, sistemas de disposiciones y valores que se entraman en los procesos de transmisión propios de cada contexto escolar. En este sentido, el saber que la escuela transmite no es solamente el saber científico, el saber disciplinar o el saber social; la escuela como dispositivo pedagógico construye saberes a partir de los saberes socialmente valorados. El docente no es el productor de ese saber, no es el que los genera, pero es quien los contextualiza para asegurar el aprendizaje. La enseñanza es así una práctica estructurada en torno a distintas condiciones sociales objetivas y condiciones sociales interiorizadas o subjetivas: concepciones de mundo, esquemas o modelos pedagógicos internalizados, matrices de enseñanza y de aprendizaje que los actores portan de manera singular y ponen en juego en el acto educativo. La enseñanza reviste un carácter multidimensional y complejo en cuyo seno se reflejan contradicciones y conflictos; por ser la enseñanza una práctica social en la que se entrecruzan lógicas de distinta naturaleza: la lógica de la práctica que se pone en juego en la inmediatez y la urgencia de la acción, una lógica que sólo comprende para actuar, y la lógica teórica, que sustrae "el hacer", de su espacio y tiempo de concreción, objetivándolo, deconstruyéndolo y desentrañando los principios que lo orientan. los diversos formatos de enseñanza promueven distintas reglas de juego para el trabajo en clase: • Proponen distintos tipos de relación con el contenido. • Proponen distintas formas de control de la actividad. • Proponen distintos tipos de tareas y, por lo tanto, de aprendizajes a los alumnos.
La elección de una estrategia/modelo determinado no depende de ningún valor intrínseco sino de
una combinación y balance entre varios rasgos • Adecuación • Pertinencia • Validez • Posibilidad Para este punto de vista las estrategias o modelos de enseñanza constituyen una verdadera caja de herramientas cuya utilización depende de una deliberación ponderada sobre el conjunto de elementos que configuran una situación educativa específica. 3) Propuestas de enseñanza sociocomunitarias Los proyectos sociocomunitarios solidarios son propuestas pedagógicas que se orientan a la integración de saberes de diferentes perspectivas disciplinares, para la comprensión de problemas complejos del mundo contemporáneo y la construcción de compromiso social. Este tipo de propuestas incluirán la construcción del problema sobre el que se trabajará, la búsqueda de información y recursos teóricos y prácticos para la acción, la producción de la propuesta de trabajo comunitario, su desarrollo y valoración colectiva. 6) Propuestas de apoyo institucional a las trayectorias escolares Acompañan y complementan las propuestas de enseñanza regulares generando nuevas oportunidades de enseñar y aprender y asumiendo la responsabilidad institucional por los procesos y los resultados del aprendizaje. Su construcción parte de poner en cuestionamiento el supuesto de que la uniformidad está equiparada a la justicia y la diferenciación a la injusticia, y de asumir que las prácticas homogeneizadoras resultaron fuertes productoras de desigualdad educativa luego traducidas, muy frecuentemente, en desigualdad social.
V - LA EVALUACIÓN EN LA ESCUELA SECUNDARIA
Los componentes de un dispositivo curricular se ensamblan estableciendo un orden legítimo en relación con la determinación del “conocimiento válido a ser transmitido” así como las reglas que regulan esa transmisión y los principios ordenadores que dan coherencia y producen un alineamiento entre sus componentes. Desde esta perspectiva se entiende que las diferentes concepciones teórico-metodológicas de la evaluación, se inscriben en tradiciones curriculares y didácticas distintas las cuales han abonado el campo pedagógico, como campo discursivo y como campo de prácticas. En este sentido el campo de la evaluación se puede desagregar en dos amplias corrientes de pensamiento cada una de las cuales ha aportado profusos fundamentos y desarrollos metodológicos que se pueden identificar a través de denominaciones duales tales como: evaluación cuantitativa – evaluación cualitativa; evaluación sumativa - evaluación formativa; evaluación de procesos - evaluación de resultados; evaluación para la producción de la excelencia – evaluación para la regulación de los aprendizajes; evaluación para la selección - evaluación para la comprensión; evaluación clasificatoria - evaluación mediadora, entre otras. Esta visión dual del fenómeno de evaluar muestra su complejidad y la vigencia del debate en torno al sentido, las funciones y las metodologías de evaluación, debate que se actualiza y sigue sin saldarse especialmente en el nivel de las prácticas. No obstante, la vigencia de estos debates, los distintos enfoques coinciden en señalar que el acto de evaluar supone siempre: valorar, dar cuenta del valor de algo para la toma de decisiones. La tensión entre la función formativa y la sumativa asociada con la acreditación de los aprendizajes: esta tensión suele conducir a la confusión entre calificación, acreditación y evaluación con lo cual se debilita el carácter procesual, continuo y formativo de la misma en el proceso didáctico. Esta confusión se manifiesta cuando la evaluación se acota al hecho puntual de la aplicación de instrumentos para examinar cuánto saben los alumnos. No suelen recuperarse los significados que construyen los alumnos en torno a los saberes aprendidos, generalmente se procura dar cuenta de los resultados (qué aprendió) con lo cual es poco lo que se puede saber sobre cómo lo aprendió. Aquí se evidencia la tensión entre la función formativa de la evaluación y su función en el proceso de acreditar o certificar el logro de determinados aprendizajes. La preocupación por la exactitud y la objetividad suele observarse en el predominio de la evaluación formal como la principal fuente de información para valorar los aprendizajes de los alumnos. Estas situaciones suelen ser estandarizadas (todos los alumnos son evaluados con el mismo instrumento) desde el supuesto que todos los alumnos realizaron idénticos procesos de aprendizaje. En estas situaciones suelen omitirse los juicios o valoraciones espontáneos a veces implícitos, propios de la evaluación informal, los cuales no son susceptibles de cuantificación. Los juicios informales y espontáneos frecuentemente se integran en la valoración del desarrollo de las actitudes, lo actitudinal se percibe como un ámbito más propicio para dar lugar a esa interacción entre la evaluación informal y la evaluación formal.
VI- PROPUESTAS DE ENSEÑANZA PARA LA EDUCACIÓN SECUNDARIA
Cada una de las propuestas de enseñanza y aprendizaje, articula los lineamientos de la política educativa en torno al curriculum y es el producto de una construcción que privilegió la participación de los actores educativos en la perspectiva de disminuir la brecha entre la prescripción curricular y los procesos de concreción curricular. El desarrollo del curriculum comporta el compromiso de acompañar a las comunidades educativas, para garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados para dar cumplimiento a la obligatoriedad de la Educación Secundaria, desde la convicción de que la educación es un derecho y una herramienta clave para la inclusión, el desarrollo y promoción social de todos los ciudadanos de nuestra Provincia y País.