Archivo de la categoría: 2023

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Javier Cámara: El hijo del Labrador (Ánjel María Fernández)

Javier Cámara: El hijo del Labrador es una singular biografía del actor Javier Cámara, en la que como si de una novela se tratara, un personaje, a la sazón actor, acepta el reto de interpretar a Javier Cámara.

No, el elegido no es el actor francés Gillaume Canet, de quien pongo una foto por si no les suena.

Guillaume-Canet

Cuando un actor debe interpretar a un personaje famoso, sea un escritor, un político, o un tenista, lo que viene al caso es leer su libros, escuchar sus discursos o ver sus partidos. Así nuestro actor decide visionar todo lo que tenga a mano de Javier Cámara, con la idea de mimetizarse con él, empezando por absorber su gestualidad. Me pregunto yo qué cómo se interpreta a un actor tan camaleónico como Javier Cámara y esa misma pregunta es la que se formula el protagonista de la novela. ¿Está en los ojos, en su mirada, la clave actoral de Javier?

Además de los visionados, otra forma de conocer a Javier es ir a las fuentes, o sea a Albelda de Iregua, pueblo de donde es oriundo Javier y una vez allí hablar con su madre y sus hermanas. Beber entonces de los recuerdos familiares y remembranzas de aquellos años en los que Javier ya supo que no gustaba del campo y que ser el hijo del labrador daría como mucho para el título de un libro futurible pergeñado por un escritor arnedano, porque su sitio no era el campo ni el tractor, sino el escenario y la interpretación.

Así lo veremos luego estudiando en La Laboral y en Logroño haciendo sus pinitos en una escuela de teatro que cerró, para luego ir a ganarse el pan a Madrid, currando como acomodador en un teatro e ingresando como alumno en la Real Escuela Superior de Arte Dramático, la RESAD.

Más tarde, tras los años de formación, llega la recolección: junto a Pajares, hace tres décadas, lo vimos en ¡Ay señor, señor!, consagrarse en la serie Siete vidas al lado de Amparo Baró, adelgazar a lo bestia a las órdenes de Santiago Segura para verlo en Torrente, el brazo tonto de la ley, con gafas de culo de vaso. Caer bajo el paraguas mágico de Almodóvar y brillar en Hable con ella. Lo oímos hablar con acento colombiano en El olvido que seremos. Ser un profesor bonachón en Vivir es fácil con los ojos cerrados. Y luego en series estupendas como Viva Juan, dando vida a un crápula entrañable o en Rapa donde luce su mala baba y sus dotes investigadoras, dejando de lado la docencia que es su profesión. Otra cima para Javier supone haber rodado con Sorrentino en la serie The New Pope. Pero no se trata de hacer aquí un copia y pega de su filmografía.

A media que el protagonista de la novela ve más películas de Cámara más parece alejarse de él, porque copiar los gestos, o calcar el físico, ¿supone representar? No parece ser lo más importante, por eso más allá de lo epidérmico, de lo evidente, la búsqueda (como debe serlo también la escritura) luego irá dirigida al interior, para saber de qué está hecho Javier. El montante de respuestas tanto de familiares como de múltiples amigos con los que se entrevista, da como resultado una persona amable, afable, empática, humana, cariñosa, amiga de sus amigos, ajeno a las envidias, concienzudo, trabajador incansable, valiente encima de un escenario…

Hace unos meses pude ver en Logroño, en el Teatro Bretón, Vania x Vania. Mi interés consistía en ver a Cámara encima de un escenario. Además, el papel que interpretaba era el de un labriego y ahora leyendo el libro, mirando el título, pienso en Teodoro y en cuanto de ese mundo que Javier tan bien conoció pudo volcar (o rellenar) en su personaje.

Para acabar, apuntar que todo el texto lo recorre un viento cálido, algo parecido a la ternura, al cariño, a esa verdad tan esencial que Javier transmite en sus películas, series y obras de teatro y que Ánjel María atrapa y condensa, asimismo, en estas páginas.

Cuando leí el libro hace un par de meses, me bajé al Parque del Ebro pero antes pasé por la frutería del barrio. Lo que más llamó mi atención fueron las cerezas. Las había de Quel y de otros pueblos riojanos de cuyo nombre no logro acordarme, pero el frutero que de lo suyo sabe, me dijo que me llevase esas de Albelda (relucían como canicones) que no había otras mejores.

Acerté tanto con las cerezas como con la lectura de esta singular biografía de Javier Cámara.

Escritores riojanos en Devaneos |

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Jorge Alacid
Pascual Martínez
Juan Pablo Fuentes
Elvira Valgañón
Sonia San Román
Luis Martínez de Mingo
Marta Alamañac
Ánjel María Fernández
José Ignacio Foronda
Rubén Ángulo Alba
Bruno Belmonte

Que-hace-que

Qué hace que las montañas sean tan bellas (Franz Schrader)

El texto del libro es una conferencia impartida por Franz Schrader en 1897, en el Club Alpin de París, que resume bien su pensamiento estético. Franz fue geógrafo, dibujante, divulgador, topógrafo, cartógrafo, pintor y volcó su vida en los Pirineos.

Su idea creo que es la de hacernos ver la montaña de otra manera, distinta a como la vieron en su día, por ejemplo, Montesquieu o Chateubriand. Al primero, el Tirol le pareció una comarca horrible, porque no se veía nada. En una visita por el valle de Aosta me impresionó mucho una cadena montañosa que abarcaba todo mi campo visual a lo largo, a lo ancho y a alto, como si la mirada no encontrase salida al macizo rocoso que la sometía.

Según Franz es cuestión de educar la mirada, apreciar los juegos de luces en combinación con la roca caliza, coger la perspectiva necesaria para poder apreciar la montaña en toda su belleza, se requiere mucho tiempo para formular el arte del paisaje. Y esto lo afirma en su faceta como pintor.

En la montaña, en ese limbo donde el cielo y la tierra se funden, se penetran, es donde Franz encuentra sentido a la belleza, donde todo deviene silencioso, natural, salvaje e indómito, como respuesta a unas vidas artificiales, anquilosadas y falsas. Y todo ello con la capacidad que tienen las montañas para entusiasmarnos y emocionarnos, de tocar la fibra de nuestro ser que nos devuelve humanos.

Una naturaleza, no obstante, que se ve doblegada con la construcción de las estaciones de esquí o los recientes funiculares. Incluso con la construcción de hoteles cerca de la cumbre. Y vemos hoy que el progreso apunta en seguir abundando en ello.

Descontado el extenso prólogo, la conferencia son apenas 60 páginas en edición de bolsillo, que me han resultado escasas, a tenor de lo que Franz tiene que contarnos y toda vez que ha captado prontamente mi atención.

Qué hace que las montañas sean tan bellas
Franz Schrader
Prólogo de Sara Boix Llavería
Traducción de Victòria Quingles Bennàssar
José J. de Olañeta Editor
2023
123 páginas

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Criaturas galvánicas (Gema Monlleó)

Si la reseña es un subproducto de un libro, ¿qué es leer un libro de reseñas, la ganga de la ganga? ¿Y reseñarlo? Ahora bien, una reseña también puede ser un ejercicio, válgame el pleonasmo, de escritura creativa. Y por aquí van los tiros.

La singularidad de las reseñas de Gema Monlléo, publicadas en medios digitales y espigadas y recogidas ahora bajo el título de Criaturas galvánicas (titulo tributario de Mary Shelley, y su Frankestein, del que Gema se declara fan), en un preciosa edición de Ediciones Franz, tiene mucho que ver con ese término acuñado por Gema: reseñas emocionales. Porque no solo se insertan párrafos de los libros leídos y reseñados, y se también habla del argumento, sino que hay espacio para explicitar qué efecto causa la lectura en el lector, aquí en Gema. La manera en la que una lectura nos mueve, remueve, conmueve, zarandea, interpela, captura, apresa, asfixia, etc. Esto queda patente, por ejemplo, en su lectura de Leaving Las Vegas, la ciudad nunca es suficiente.

Es un hecho que cuando leemos toda la cronología de lecturas que están en nuestro cerebro activan una serie de procesos mentales y hay entonces un ruido de fondo que son los ecos de otras lecturas pretéritas (por ejemplo, la relación existente entre Travacio y Rulfo). Y esto es algo singular y aplicable única y exclusivamente a cada lector. De esta forma, a medida que leemos es como si un gusano de seda fuera tejiendo alrededor del libro una extensa red. El lector también sabe que cuando un libro nos ha gustado vamos a querer leer más libros de ese autor, como también se evidencia aquí.

Aunque son libros leídos por Gema entre 2021 y 2023, la puesta en el mercado de libros antiguos editados por otras editoriales, permite por ejemplo dedicar un espacio a Onetti y a Los adioses. En este caso, la autora reconoce ser este el primer libro que lee de Onetti, por lo tanto la reseña no podemos entenderla como un microensayo sobre el papel que ese libro en concreto desempeña dentro del universo onettiano. En más de una ocasión las reseñas son libros considerados exentos respecto a la obra.

Si la mayoría de las reseñas son sobre novelas, también hay otras dedicadas a la poesía, el ensayo, el cómic o la biografía. Además de evidenciar que los gustos en el leer de Gema son amplios y abarcan distintos géneros, la reseñas, aunque algunas sean de editoriales muy conocidas como Random House, Alfaguara, Tusquets o Anagrama, Gema presta su atención a editoriales menos conocidas, entre otras: Hurtado&Ortega, Pepitas de Calabaza, Sajalín, Dirty Works, La Caja Books, Dos Bigotes, La Uña Rota, Las afueras, La Navaja Suiza, Periférica, Cabaret Voltaire, Franz Ediciones, Candaya, La Bella Varsovia, Maclein y Parker, Newcastle, Minúscula, Cascaborra, Medusa, etc. Y algunas de ellas son de reciente creación como Muñeca Infinita.

Asimismo, y este es otro punto en el haber del libro es que Gema reseña tanto a autores consagrados y sancionados con el Nobel, como Ernaux, junto a otros autores noveles, como Ce Santiago, Pablo Acosta o Abel Azcona.

El libro va conformando por tanto una especie de cumplida autobiografía literaria. Reseñas emocionales donde Gema explica bien cómo le afecta lo leído, como si el libro-leído-por-el-lector fuese ya algo orgánico, materia viva, al tiempo que nos permite hacernos una idea bastante clara de las líneas maestras del libro. Y veo que las lecturas no son sobre temas complacientes, sino que lo que hay aquí es dolor, ausencias, desapariciones, misticismo, lo raro, aquello que nos desasosiega o bien hijos que tratan de explicarse la relación con sus padres (como hace Abel Azcona, Miguel Ángel Oeste o Laura Ferrero). De hecho Gema reconoce que goza con su adicción por las historias turbias.

Las reseñas, escritas con una prosa inflamada y apremiante es pródiga en el uso de paréntesis; así las palabras contienen o derivan en otras, todo al servicio de poner por escrito aquello que un libro nos suscita, y uno de los mejores ejemplos contenidos en el libro es la reseña de Ballard Reloaded.

Un libro de estas características me resulta necesario y plausible en cuanto me anima a querer leer algunos de los libros reseñados (otros como El mar indemostrable, Los adioses, Las desapariciones o Trajiste contigo el viento, ya los he leído y disfrutado) o ponerme en el radar a autores para mí desconocidos. Y por otra parte el quehacer de Gema tampoco me resulta ajeno, ya que es lo que vengo haciendo (a mi manera) en este blog desde hace más de dieciocho años, y a resultas de lo cual, hace unos pocos meses Ápeiron Ediciones publicó Una invitación a lectura de la obra de Roberto Vivero. Libro que recoge diez reseñas pergeñadas por mí, sobre novelas de Roberto Vivero.

Criaturas galvánicas
Gema Monlleó
Ediciones Franz
2023
386 páginas
Epílogo Nadal Suau