El acelerado proceso de urbanización que se ha desarrollado en México durante el siglo XX, ha provocado la gestación de grandes aglomeraciones urbanas y zonas metropolitanas, cuya creciente importancia para el desarrollo regional y urbano...
moreEl acelerado proceso de urbanización que se ha desarrollado en México durante el siglo XX, ha provocado la gestación de grandes aglomeraciones urbanas y zonas metropolitanas, cuya creciente importancia para el desarrollo regional y urbano del país, es en sí mismo un fenómeno que ha sido fuente de estudio para un sinnúmero de investigadores, tanto desde las perspectivas económica, como sociológica y urbanística. Empero, la mayoría de estos trabajos han estudiado principalmente las zonas demográficamente más densas del centro del país y comparativamente las interrelaciones funcionales de los principales asentamientos del sistema urbano nacional. En este sentido, la aportación de este trabajo, realizado desde una panorámica general y empírica, es el estudio particular del caso de los municipios de Torreón, Coahuila, y Gómez Palacio y Lerdo, Durango, conocidas hoy como la Zona Metropolitana de Torreón (ZMT).
Este trabajo fue realizado en dos etapas: la primera, entre 2000 y 2001 y la segunda de 2002 a 2008. Sus objetivos son: i) explicar la manera en que se ha gestado el proceso de metropolización de la ZMT; ii) cuál ha sido el resultado formal de este proceso, y iii) si la planeación del desarrollo urbano normativo y sectorial ha coadyuvado u obstaculizado la integración funcional de las localidades que conforman la ZMT.
Al respecto del primer objetivo, se puede decir que, al 2008, la ZMT se define como una metrópoli bifuncional con dos municipios centrales Torreón-Gómez Palacio en el que ambas comparten el rol económico de centros de comercio y abasto para las regiones vecinas de sus respectivos estado. No obstante,, dentro del funcionamiento interno de la ZMT, Torreón se constituye como el proveedor de servicios, Gómez Palacio se especializa en actividades secundarias y Lerdo y Matamoros en actividades del sector primario; en este aspecto, la ZMT se encuentra en la segunda etapa de metropolitanismo, en la cual mientras sus distritos comerciales centrales decrecen y algunas partes adicionales a dichos distritos centrales se mantienen estables, las áreas urbanas de los contornos metropolitanos crecen a un ritmo mayor.
En lo que se refieren a los objetivos ii) y iii), los resultados son inesperados pues si bien se reconocen fuertes problemas económicos y políticos que dificultan la planeación urbana de la ZMT, su juventud (en 2007 cumplió apenas 100 años de antigüedad) y las iniciativas gubernamentales de la década de los ochenta que originaron a la ahora desaparecida “Comisión de Conurbación”, permitieron que la planeación urbana con enfoque metropolitano fuera más o menos efectiva.
En el umbral del siglo XXI, la ZMT se presenta como una metrópoli que paulatinamente ha ido franqueando las limitantes físicas tanto naturales como humanas que se oponen a la integración de tres ciudades internamente distintas que en conjunto muestran un funcionamiento complementario y relativamente integrado. Sin embargo, tras la desaparición de la “Comisión de Conurbación” la gestión metropolitana aún está lejos de ser una realidad cotidiana, mientras las autoridades de los estados de Coahuila y Durango sigan planeando el desarrollo urbano sectorialmente como si se tratara tan sólo de la unión física de tres ciudades independientes entre sí.