Historia de la Gramática latina

En 1711, Juan García de Vargas, jesuita, prefecto de estudios y profesor en el Colegio Imperial de Madrid, publica esta gramática latina, con la intención de completar y sustituir los tratados de Juan Luis de la Cerda o del Padre Álvarez en la enseñanza de la gramática latina, así como de luchar contra la gramática racional del Brocense, que tanto éxito estaba teniendo en Europa.

En el siglo VI d.C., en la parte Oriental del Imperio Romano, Prisciano, siguiendo al griego Apolonio Díscolo, escribe unas Institutiones Latinae en 18 libros, de los que los dos últimos (17 y 18) constituyen la primera sintaxis del latín que hemos conservado, una sintaxis en la que cobran carta de naturaleza aspectos fundamentales luego en la gramática racional como la elipsis, los verbos impersonales o el concepto de transitividad. No es extraño, pues, que tanto los modistas medievales como los humanistas, especialmente El Brocense y todos los autores que realizan un estudio racional de la gramática hasta nuestros días, se apoyen en este autor como fuente para sus afirmaciones sobre la sintaxis latina.