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Catalogación en la fuente: Biblioteca Universidad EAN
El Museo del Oro. Un caso de gestión de patrimonio cultural
[Recurso electrónico] / Martha Milena Bautista Gómez. -- Bogotá
: Universidad EAN, 2012. -- (Cuaderno de Casos)
42 p.
ISBN: 978-958-756-189-0
1. Administración de museos - Estudio de casos 2.
Administración cultural - Estudio de casos 3. Museo del Oro
(Bogotá)
069 .09861 CDD 21
Edición
Dirección Gestión del Conocimiento
Revisor Estilo
Jhony Caicedo
Diagramación
Monica Andrea Rincón
Publicado por Ediciones EAN 2013.
Todos los derechos reservados.
ISBN: 978-958-756-189-0
Universidad EAN, Carrera 11 No. 78-47 Bogotá D.C., Colombia, 2013
Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra sin autorización de la Universidad EAN
Producido en Colombia.
2
©
El Museo del Oro
Contenido
1.
Introducción................................................
7
Turismo cultural: procesos y alcances.......
7
Turismo cultural en Bogotá.........................
15
Gestión del patrimonio de los centros
culturales: el caso del Museo del Oro......
21
Referencias bibliográficas...............................
39
2.
3.
4.
3
UNIVERSIDAD EAN
4
El Museo del Oro
Presentación
E
El estudio de caso del Museo del Oro, realizado en el marco
de la investigación titulada: Los destinos turísticos y su
relación con centros de promoción y difusión de actividades
artístico – culturales: caso localidad de la Candelaria; que
se desarrolló como proyecto del Grupo de Investigación en
Cultura y Gestión de la Universidad EAN constituyéndose en
una herramienta de trabajo y análisis para la investigación;
tomando el Museo como un caso exitoso de gestión del
patrimonio, que hoy, lo ubica como el principal receptor del
turismo de la ciudad, tras haber realizado un proceso de
renovación, importante para su fortalecimiento como centro
cultural.
A partir del caso, con la descripción de una situación real, se busca
que los estudiantes comprendan el proceso en el que las instituciones,
en este caso el Museo, protegen el patrimonio de nuestro país, a
través de un dinámico proceso de gestión, que logra una circulación
efectiva del mismo, generando toda una serie de experiencias desde
la perspectiva del turismo cultural.
En el documento se da cuenta del contexto general, la conceptualización
del turismo cultural y del proceso de consolidación que se ha dado en
Bogotá, en su posicionamiento como destino turístico cultural; para
luego profundizar en el caso de Gestión del Patrimonio del Museo del
Oro, en sus antecedentes y principales herramientas en el proceso de
renovación.
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UNIVERSIDAD EAN
Este escrito consta de tres partes: una guía metodológica, que debe
permitir al profesor hacer uso de este estudio de caso como herramienta
de enseñanza y trabajo en clase; la contextualización del caso, que
permite al lector ubicarse en el contexto a través de un mapa cultural
de la localidad de la Candelaria y el caso de Gestión del Patrimonio
del Museo del Oro.
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El Museo del Oro
1.
Introducción
En la gestión del patrimonio cultural, de la mano con las políticas de
protección y conservación, deben existir formas de promoción y difusión de la cultura, para dinamizar los procesos de significación, de lo
que se denomina como sujetos patrimoniales. En este sentido, es de
gran importancia la labor de los centros culturales, públicos y privados,
ya que es a través de ellos que se consolida la oferta cultural, y de
forma directa o indirecta el turismo, tanto de residentes locales, como
nacionales e internacionales.
La localidad de la Candelaria y su área de influencia, tiene una gran
cantidad de instituciones que dinamizan altamente su oferta cultural
y la definen como escenario principal de promoción y difusión de
actividades artístico - culturales de la ciudad, de las cuales se encuentra
una versátil oferta, que ha contribuido enormemente al desarrollo del
turismo.
El caso del Museo del Oro, resulta un hito dentro del turismo cultural,
por una parte, por ser uno de los referentes históricos y simbólicos de
mayor importancia a nivel nacional, y por otra, por ser el principal polo
del turismo cultural de la ciudad, de acuerdo al sondeo realizado por el
Instituto Distrital de Turismo, IDT.
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Por ello, se analizará la gestión del patrimonio del Museo del Oro,
desde su proceso histórico y sus cambios fundamentales, para luego
profundizar en las principales directrices del proyecto de renovación,
realizado entre el 1988 y el 2008, a través de la gestión de los
atractivos turísticos, la capacidad de renovación y reinterpretación del
centro cultural, la visión del patrimonio histórico como experiencia y no
como reverencia; las redes: políticas públicas, organizaciones pares y
vínculos con su entorno, y, los centros culturales como orientadores
del desarrollo cultural y simbólico.
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El Museo del Oro
2.
Turismo cultural:
procesos y alcances
Tomando como referente la definición de Richards (2000), sobre turismo
cultural: “…el modo en que los turistas consumen la cultura”. Entendiendo por cultura lo que piensan las personas (actitudes, creencias,
ideas y valores), lo que hacen (pautas de comportamiento normativo o
modos de vida) y lo que fabrican (obras de arte, artefactos, productos
culturales). En este sentido, la cultura se compone de procesos (las
ideas y el modo de vida de las personas) y de los productos de esos
procesos (edificios, artefactos, arte, tradiciones, ambiente).
Bajo esta concepción, el turismo cultural no sólo implica la visita a
sitios y monumentos, además involucra el consumo del modo de
vida de los lugares visitados, junto con sus productos culturales del
pasado y del presente. Desde este punto de vista, el turismo cultural
puede definirse como “…el desplazamiento de personas desde sus
lugares habituales de residencia hasta los zonas de interés cultural
con la intención de recoger información y experiencias nuevas que
satisfagan sus necesidades culturales” (Richards, 2000).
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Hoy por hoy, este tipo de turismo, es un fenómeno de grandes
magnitudes a escala mundial, de acuerdo con la UNESCO, la industria
turística es actualmente considerada como una de la más importantes
del mundo, incluso por encima de la del automóvil y la química, en
términos del peso económico que representa, las expectativas de
crecimiento futuro que proyectan las previsiones de la Organización
Mundial de Turismo, y del intercambio cultural que implica, como
un fenómeno en el que intervienen diferentes sectores económicos,
instituciones y procesos en torno a los cuales circula el patrimonio
cultural.Dentro de los sectores prestadores de servicios, el turismo
presenta una característica fundamental: el producto ofrecido consiste
en una experiencia, que se puede manifestar de diferentes formas, a
través de un conjunto de actividades realizadas por distintas empresas
y actores.
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El Museo del Oro
Figura 1. Cadena de valor del turismo cultural
Políticas
culturales
Patrimonio cultural
Localidades
tangible e
turístico
intangible
culturales
Actividades
artístico-culturales
Infraestrctura
y
servicios
Fuente. Elaboración propia.
En la figura anterior, se presenta el eslabonamiento de la cadena de
valor del turismo cultural, el cual resulta tan consistente que sin él, no
se podría hablar de un producto turístico. De tal forma que, quien viaja
por turismo lo hace para vivir y disfrutar una experiencia particular,
pero ésta no se podría ofrecer si no se cuenta con toda una estructura
organizada de todos los actores que intervienen en el proceso.
La cadena de valor empieza con el patrimonio cultural, material e
inmaterial de un destino turístico, es decir el patrimonio fijo y físico,
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así como la historia, la cultura y el arte; es a partir de allí que se crea
una dinámica que hace atractivo y deseado un lugar por los viajeros,
y a su vez moviliza la consolidación de una infraestructura por parte
de la población residente del lugar, para dar respuesta a la demanda
turística.
Este patrimonio es movilizado, preservado y conservado por
instituciones públicas, privadas y sociales, que fortalecen el valor
cultural a través de políticas, y a su vez consolidan una infraestructura
de recursos y servicios para satisfacer las necesidades básicas y
complementarias del turista.
Además de la gestión del patrimonio propiamente dicha, son los recursos
y servicios los que definen un tipo de planta turística, entendiéndose
por ellos, el conjunto de medios y actividades que facilitan la estancia
y el bienestar del viajero, convergiendo en ella elementos tangibles
e intangibles de consumo interdependiente, que van desde la red de
información y asesoramiento, en cuanto al viaje en sí mismo, hasta los
servicios de transporte adecuados y los servicios de apoyo en el lugar
de destino, compuestos por alojamiento, lugares de comida, guías,
organización de actividades, entre otros, dependiendo del grado de
complejidad y desarrollo del destino y de la experiencia seleccionada.
Este proceso de revitalización por parte de las instituciones, aunado
a una infraestructura y servicios, llega al consumidor final como un
producto turístico, que se puede definir como un componente a través
del cual se busca maximizar la satisfacción de una experiencia particular
y para cuyo cumplimiento, se requiere contar con la articulación de
un conjunto de empresas y actividades individuales, que actúan en
estrecha conexión entre sí para que resulte, como consecuencia de la
sumatoria de atractivos turísticos, servicios de la planta y accesibilidad
que, puestos en un mercado, satisfacen necesidades y motivaciones
de los viajeros.
En síntesis, el turismo cultural, es un proceso mediado por la oferta
turística-cultural, el patrimonio cultural tangible e intangible, así como
la infraestructura y servicios, en un proceso en el que intervienen
organismos públicos, privados y sociales. Todos estos factores, en
12
El Museo del Oro
conjunto generan diferentes actividades en los destinos turístico
culturales, en torno a los cuales surge una relación social entre
visitantes y visitados, generadora de cambios socioculturales para
ambos actores, en un proceso de resignificación cultural.
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UNIVERSIDAD EAN
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El Museo del Oro
3.
Turismo cultural en Bogotá
En el ámbito distrital, desde las políticas públicas se ha entendido
la importancia del turismo cultural en la recuperación de la identidad
nacional, como vehículo para dar a conocer la historia de los pueblos,
además de la sostenibilidad al patrimonio tangible e intangible, mueble
e inmueble, y del importante impacto económico que genera.
Con la creación del Observatorio Turístico de Bogotá, se ha venido
consolidando información periódica sobre el turismo en la ciudad,
como base para la acción pública; estableciéndolo como un sector
prioritario, en la promoción de Bogotá como un destino turístico cultural.
De acuerdo a los datos registrados por esta entidad, durante el año
2010 Bogotá fue visitada por cerca de ocho millones de Turistas (IDT
y DANE, 2010)1, con lo cual la ciudad se consolidó como el primer
destino turístico de Colombia, por encima de Cartagena y de los
destinos tradicionalmente turísticos del país.
_____________
1
Para este estudio probabilístico realizado mensualmente se efectuaron 243.000 encuestas distribuidas así:
70.000 en el Aeropuerto El Dorado, 135.000 en la Terminal de Transporte y 38.000 en los peajes de salida
de la Capital.
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Este representa un gran logro para la ciudad, teniendo en cuenta que
Bogotá no tenía una vocación clara como destino turístico, como lo
señalaba el entonces Instituto Distrital de Cultura y Turismo, IDCT
(2005), a pesar del importante flujo de visitantes que siempre ha
recibido Bogotá por su condición de capital, y de que tiene la mayor
concentración de atractivos turísticos del país, junto con una oferta
cultural igualmente importante, la ciudad no era visitada.
De forma que el turismo con el que hoy cuenta Bogotá, es el resultado
de una eficiente labor en la gestión del patrimonio cultural de la ciudad,
en términos del mejoramiento en infraestructura y en el posicionamiento
como centro cultural por excelencia, atrayendo de forma permanente
una gran cantidad de viajeros, que potencian significativamente su
actividad turística.
Con base en los resultados del Observatorio turístico del IDT (2010), se
destaca que Bogotá, durante este período recibió un total de 7.761674
turistas, de los cuales 6.859.814 (88,4%) corresponden a turistas
nacionales y 901.860 (11,6%) a turistas internacionales2. Como se
presenta en la siguiente figura:
_____________
2
Se incluyen en esta categoría a los colombianos radicados en el exterior que ingresan con pasaporte
colombiano, pero que vienen de visita a la ciudad y se hospedan en ella durante varios días.
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El Museo del Oro
Figura 2. Turistas nacionales e internacionales en Bogotá
Fuente. IDT. Observatorio Turístico, 2011.
El número de turistas que ha estimado el Observatorio Turístico, refleja
que la ciudad recibe cada año un número de visitantes equivalente a
la población residente en la misma, que genera un gran impacto en la
actividad económica, y evidencia que Bogotá es un importante polo de
atracción de turistas nacionales y extranjeros, constituyéndose como
el primer destino turístico nacional e internacional (IDT, 2011).
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Figura 3. Motivo de viaje de los turistas nacionales
Fuente: IDT. Observatorio Turístico, 2011.
La visita a familiares o amigos fue la razón principal por la que el 38%
de los turistas nacionales visitaron la ciudad en el año 2010. De otra
parte, las actividades laborales y la realización de negocios fueron los
motivos de viaje para el 32% de los turistas. El ocio y las vacaciones
adquieren especial importancia, ya que representan cerca del 15% y
se ubica en la tercera razón de visita a la ciudad.
El estudio permitió identificar que el 67% de las personas nacionales
que vienen a la Capital, se quedan de una a tres noches, el 19 % se
queda de cuatro a siete noches, y un 11% de ocho a 28 noches. Lo
cual evidencia que aunque la mayoría de visitantes nacionales acuden
a Bogotá por motivos muy concretos; paulatinamente está aumentando
las estancias más largas que permiten el conocimiento y disfrute de la
ciudad.
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El Museo del Oro
Figura 4. Motivo de viaje de los turistas internacionales
Fuente. IDT. Observatorio Turístico, 2011
Para el 31,3% de los turistas internacionales la recreación y las
vacaciones son el motivo principal de su visita a Bogotá, seguido por la
visita a familiares o amigos (26.2%) y los negocios (25.5%). De forma
que, más de la mitad de la visita de turistas internacionales implican el
disfrute de la ciudad.
En cuanto a la duración de la visita, se obtuvo que el 32% se queda de
una a tres noches, el 34% de cuatro a siete noches y el 28% se queda
de ocho a 28 noches, lo que permite inferir que su nivel de consumo
en la ciudad es alto, pues hay una mayoría de turistas que superan
las tres noches, datos que junto con el anterior, del motivo del viaje
reafirma a Bogotá como un destino turístico.
En términos generales, se han dado importantes avances en el turismo
cultural de la capital colombiana; no obstante, es un reto que deben
enfrentar ambos sectores (el turístico y el cultural), en los próximos
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años, para que su desarrollo beneficie directamente a las ciudades,
a sus habitantes y a la economía del país, con un profundo respeto y
cuidado por el patrimonio cultural que diferencia e identifica una cultura
ante el mundo.
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El Museo del Oro
4.
Gestión del patrimonio de los
centros culturales: el caso del
Museo del Oro
El museo es una institución, que sin perder sus funciones originales de
custodio, preservador, exhibidor, educador y comunicador; ha tenido
siempre la capacidad de renovarse y reinterpretarse conforme a las
teorías y técnicas de cada momento, lo que lo convierte en uno de los
establecimientos más activos y dinámicos dentro de la oferta cultural
y, consecuentemente, de visita obligada para todo turista.
El patrimonio cultural se encuentra en una notable experimentación
turística; paralelo al patrimonio tradicional representado en catedrales,
museos, paisaje urbano. Se está articulando una significativa dinámica
de nuevo patrimonio cultural de escala simbólica y emblemática
en museos, espacios escénicos y nueva arquitectura... (Marchena
Gómez, 1999). Como resultado de este proceso, se ha dado la
musealización de la cultura material y la reconceptualización del museo
como atractivo turístico, pues independientemente de sus temáticas y
la forma de exhibirlas, continúa siendo el repositorio por excelencia de
lo más significativo y preciado de cada lugar.
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4.1 Antecedentes
El Museo del Oro se crea en 1939 por el Banco de la República tras
la adquisición de la pieza El Poporo, como consecuencia de una
clara preocupación oficial por proteger una riqueza, que para este
entonces, empezaba a entenderse como parte del patrimonio nacional
amparado por la ley, que en 1920 prohibió sacar de Colombia objetos
arqueológicos, incluyendo los de metales preciosos, sin autorización
del Gobierno.
Inicialmente, el Museo del Oro no fue público. Entre 1944 y 1959
estuvo abierto a dignatarios extranjeros, jefes de estado, miembros de
misiones comerciales, diplomáticos e invitados especiales del propio
país.
El proceso de gestión del patrimonio, en primer lugar tuvo un enfoque
de salvaguarda del patrimonio material, a través de la compra de
las principales colecciones privadas que se hallaban disponibles,
con lo cual empieza a adquirir magníficas piezas, incrementando
paulatinamente la cantidad de su colección, a la vez que aumentaba
su cubrimiento territorial.
A principios del decenio de 1940, comenzó a exhibirse la colección de
modo permanente en la sala de juntas del Banco; desde este entonces,
además de su función básica de exhibir objetos, se evidenciaba la
orientación de su gestión bajo los criterios de lo estético y lo didáctico
como constantes en la museografía del lugar. El 1944, recibe el
nombre de Museo del Oro, para designar la colección de orfebrería más
importante del país. Tras este proceso de aumento y diversificación
de su colección, además de preservar la pérdida y la destrucción del
patrimonio nacional de gran valor para los colombianos, y de exhibir sus
más preciados objetos de orfebrería; el Museo empieza a reconocerse
como lugar de investigación y estudio.
En articulación con el Servicio Arqueológico Nacional y el Instituto
Etnológico Nacional, que en 1953 se convertirían en el Instituto
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El Museo del Oro
Colombiano de Antropología, las investigaciones sobre los hallazgos
arqueológicos, lograron avances importantes, particularmente en
la exploración de San Agustín, Tierradentro, el Valle del Cauca, los
altiplanos de la cordillera Oriental y la costa Atlántica.
Aún cuando seguía siendo una exhibición restringida a un público muy
selecto, ya empezaba a consolidarse como parte del acervo cultural
y la memoria colectiva, tal como se expresa en la IX Conferencia
Panamericana: “El Museo del Oro es, sin lugar a dudas, la más
extraordinaria atracción de orden cultural que Bogotá pueda ofrecer a
propios y extraños. Muy particularmente a extraños, a turistas que de
lejanas tierras vienen a visitarnos con la esperanza de encontrar aquí
cosas nuevas, exóticas, que en otras partes no hayan vista. (Santos,
1948).
Más tarde, en 1947, la colección fue trasladada a un salón especial
del Banco de la República, ubicado entonces en el edificio Pedro A.
López en el centro de Bogotá, donde permaneció hasta 1959 cuando
pasó a exhibir su colección en una sala en el sótano del nuevo edificio
del Banco, a partir de este momento se da un cambio sustancial en
su proceso de gestión del patrimonio, pues decide abrir sus puertas
al público en general, de forma que su función ya no era solamente
adquirir y preservar, sino también exhibir y divulgar al público general.
El Museo del Oro buscaba acercar al colombiano común y corriente al
conocimiento de la historia y la cultura nacional más allá de los libros,
labor que desde entonces ha sido la directriz de su proceso de gestión
del patrimonio.
El Museo del Oro pasó en 1968 a un nuevo edificio construido
específicamente para albergarlo, bajo un concepto modernista con la
idea de dar realce al patrimonio orfebre de la nación sin renunciar al
aspecto estético. Continuando con el acceso al público en general, se
ubica en uno de los sectores más concurridas del centro de Bogotá
donde hasta hoy permanece, en el Parque Santander.
El nuevo enfoque del Museo una vez establecido en su nueva sede,
era claro: “erigir una institución organizada de acuerdo con los nuevos
conceptos de lo que es un museo moderno, es decir, como una
23
UNIVERSIDAD EAN
institución viva y activa al servicio de la cultura”. (Esguerra, Banco de
la República). Este redireccionamiento que toma, se evidencia en la
distribución del espacio interno, en el cual, además de las áreas de
exhibición, contó con depósitos para mantener la reserva arqueológica
y museológica, una pequeña biblioteca especializada y un área
administrativa.
Las áreas de exhibición se diseñaron de acuerdo con el criterio según
el cual el museo moderno debe cumplir una función didáctica y a la vez
ser un espacio de contemplación estética. Desde el primer momento,
se afianzó la idea de distribuir la exposición permanente de la colección
en dos niveles, en el primero de los cuales el énfasis recaería en el
aspecto didáctico, y en el segundo en el estético.
Todo este proceso de gestión del Museo del Oro fue altamente
fomentada por una parte, con la promulgación de la Ley 397 de 1997,
que cubrió muchos vacíos de la legislación precedente (Ley 163 de
1959) en la cual, por primera vez son castigadas las faltas contra el
patrimonio cultural de la nación. Y por otra parte, por el afianzamiento
de la antropología en las universidades y del Instituto Colombiano de
Antropología como institución especializada en investigación en el
país.
Esta es la perspectiva del actual Museo del Oro, que corresponde a la
noción clásica del museo como fuente de conocimiento y lugar donde
se guarda una parte significativa del aprendizaje, contemplación y
goce del patrimonio.
Bajo esta concepción del Museo, primordialmente orientada hacia el
público, su educación y enriquecimiento intelectual y emocional. El
Banco de la República en 1980, decide crear los museos regionales, a
fin de facilitar el acceso descentralizado a la apreciación del patrimonio
en las diferentes regiones del país. A la vez que emplea diferentes
recursos didácticos y apoyos museológicos modernos, a través de los
cuales el visitante puede introducirse en la vida cotidiana, los medios
de institución vida, la organización económica, social y política, las
prácticas religiosas y mortuorias y las técnicas metalúrgicas de las
sociedades prehispánicas.
24
El Museo del Oro
4.2 la renovación del museo del oro3
Fuente. Elaboración propia.
Fuente. Elaboración propia.
_____________
3
Los datos relacionados en este apartado, son producto de la Entrevista realizada a la Sra. Diana Vargas,
Jefe de servicios al público del Museo del Oro, el día 25 de Noviembre de 2011.
25
UNIVERSIDAD EAN
Fuente. Elaboración propia.
4.2.1 Gestión cultural de los atractivos turísticos
Tras cumplir 60 años de labores, el Museo del Oro entró de nuevo en
un proceso de ampliación y renovación de la exposición permanente
(1998-2008), pero también de la planta física, gracias a la construcción
de una torre dotada de modernas tecnologías, bajo la concepción del
Museo del Oro como un centro cultural de permanente actividad y del
alto impacto, que lo ha consolidado como el principal polo del turismo
de la ciudad.
En esta nueva fase, el Museo del Oro, ha tenido como ejes
fundamentales de su gestión cultural y consolidación, por una parte,
el proyecto de renovación, y por otro, el enfoque hacia la promoción
cultural y turística.
En lo referente al proyecto de renovación del Museo del Oro, éste
se desarrolló en dos fases (1998 - 2004, y 2005 -2008) durante un
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El Museo del Oro
período de diez años en total. Se trató de un proyecto de ampliación
arquitectónica, de la colección, de la adecuación de diferentes
recursos artísticos para la exhibición, así como la renovación en su
guión museográfico, entre muchas otras estrategias que buscaban
consolidar el museo como un centro cultural de gran impacto.
El éxito de este proyecto de renovación, por un parte se derivó del
fomento dado por el Banco de la República como gestor del mismo,
dando un gran apoyo al trabajo cultural que le compete, no sólo en
Bogotá, sino también en las 28 ciudades y la red de los cinco museos
del oro regionales. A nivel interno, también el desarrollo del proyecto
implicó la articulación y trabajo en equipo de muchas áreas del banco
y de una planeación muy detallada y muy bien programada.
Complementario a lo anterior, la rigurosidad dada en el componente
de investigación, fue de gran importancia en cuanto a los contenidos
del guión museográfico, para poder hilar muy bien las colecciones y
las salas, dándole una unidad lógica y simbólica al museo, pero al
mismo tiempo haciéndolo lo suficientemente flexible para abordar su
contenido de diferentes maneras.
Con base en este guion, se encuentran organizadas las cuatro salas
del museo: la de los metales, que presenta las técnicas de elaboración;
la de la gente y el oro, muestra la transformación y el uso; la de
cosmología y simbolismo, que enseña toda esa perspectiva de los
indígenas en su percepción del universo; y la sala de ofrenda y duelo
chamánico, donde se observa el proceso de volver a la tierra para
equilibrar el universo.
A pesar de que estas cuatro salas que hacen parte de la colección
permanente poco varían, la colección es tan rica y tan variada, que
hace que el museo pueda ser visitado muchas veces, y en cada vez
se profundice el nivel de detalle, la perspectiva o el tipo de experiencia
que genera en el visitante.
A su vez, como parte de este proyecto de renovación, el museo entró
en una fase de trabajo enfocado hacia la promoción del nuevo museo y
de sus servicios, de forma que aunque el museo estaba siendo visitado
27
UNIVERSIDAD EAN
por miles de turistas al año, prácticamente sólo con el voz a voz del
turista y las personas interesadas. Se vio la oportunidad de realizar
una promoción externa mucho más precisa. Esta promoción estuvo
dirigida hacia la gente de la ciudad, en primera instancia, así como
hacia el turista nacional e internacional. Para ello, el Museo empezó a
establecer alianzas con instituciones estratégicas relacionadas con la
industria turística, tales como hoteles, restaurantes, taxis y redes como
COTELCO4 con quien compartieron bases de datos e información de
interés para ambas partes.
La estrategia estuvo enfocada hacia la sensibilización de las personas
que tenían contacto directo con el turista, y que informalmente se
constituyen en la fuente primaria de información, por lo que el Museo
empezó a realizar con ellos visitadas guiadas, entregándoles además
un material promocional como tarjetas informativas tamaño postal en
español e inglés, con imágenes de piezas emblemáticas del museo,
el concepto del guión museográfico, así como información práctica de
ubicación, horarios, etc. Es un material que ha sido de mucha utilidad
como pieza de divulgación a los turistas a través de las personas con
las que tiene contacto directo, la cual es demandada permanentemente
por los hoteles, y ha sido una de las herramientas que ha contribuido
a aumentar y mantener los niveles de asistencia.
Como resultado de esta gestión, tanto del proyecto de renovación
como del enfoque hacia la promoción cultural del museo, en el 2005, al
ponerse en funcionamiento la primera fase del proyecto, la asistencia
al museo tuvo un incremento sustancial de cerca de un 40 o 50%, en
el 2006 volvió a bajar, pero se mantuvo un poco más alto de los niveles
que presentaba en el 2004. En el 2009 luego de terminar la segunda
fase de noviembre de 2008, los niveles de asistencia aumentaron
mucho más de lo que había sido en el 2005, se llegó a cerca de los 500
mil visitantes en 2009, manteniendo los mismos niveles de asistencia
durante el 2010 y se proyecta niveles ligeramente inferiores para el
2011. Esto evidencia estabilidad en la gestión de promoción y difusión
cultural, que más allá del aumento de asistencia por el elemento de la
novedad y el cambio, se ha mantenido.
_____________
4
Asociación hotelera y turística de Colombia
28
El Museo del Oro
Si bien es cierto, que esta afluencia turística al museo es un gran logro,
más que el aumento en la cantidad de asistentes, es la importancia de
la consolidación del museo como centro cultural, al igual que el vínculo
que se establece con el turista en un sentido antropológico, es decir, el
museo no sólo es visto como una alternativa de visita más, sino como
el núcleo de donde parten experiencias turísticas originales.
4.2.2 Capacidad de renovación y reinterpretación
del centro cultural
En la actualidad, los museos ofrecen gran riqueza y versatilidad en
sus contenidos y formas de exhibición, al tener a su cargo colecciones
originales de gran valor histórico y estar simultáneamente en la
posibilidad de jugar con diferentes herramientas tecnológicas y de
contenido, que permite vincular la tradición y la modernidad, a través
de elementos como la educación y la comunicación, lo ritual y lo lúdico,
entre otras; se despliegan toda una versátil programación cultural, que
lo consolidan como un centro cultural generador de una experiencia
significativa para sus visitantes.
Desde este punto de vista el Museo del Oro, ha sido y es un referente
muy importante de la cuidad, al atesorar una de las colecciones más
importantes del mundo sobre las culturas prehispánicas y que a la vez
cumple con los estándares internacionales en términos de museos,
razones por las cuales se encuentra como eje fundamental del
turismo, de tal forma que la visita es ineludible en cualquier producto
turístico formal, o en la información práctica que puede dar cualquier
colombiano a un turista.
Para ello, el Museo del Oro ha empleado como recursos artísticos
principales los siguientes aspectos:
•
Recursos arquitectónicos y museográficos. Con el proyecto de
renovación el museo creció arquitectónicamente, así como en su
exhibición en cuanto a la cantidad de salas y de piezas exhibidas.
Asimismo, se obtuvieron importantes logros de la investigación en
el campo técnico de las vitrinas, los soportes, y en general de los
29
UNIVERSIDAD EAN
detalles que permiten una exhibición muy bien lograda. Es decir,
hubo una renovación en la parte museográfica y de los servicios,
para exhibir de una manera muy profesional y agradable la
colección.
•
Portafolio de servicios y programación. Otro de los ejes de
la renovación, está dado en términos del diseño de servicios en
función de los diferentes tipos de público: adultos, niños y jóvenes,
visitantes nacionales y extranjeros, población discapacitada, etc. En
este sentido hay visitas guiadas en inglés y en español, en varios
horarios a lo largo del día; atención personalizada a los grupos
de colegios, con una metodología que inicia con un trabajo previo
dirigido hacia el docente; también hay un componente importante
de formación a través de talleres, conferencias y seminarios. Así
como las exhibiciones de las salas temporales, que se trata de
una sala espaciosa, adaptada casi a cualquier tipo de exposición,
desde el 2008 se ha tenido un promedio de dos exposiciones por
año, algunas desarrolladas por el museo y otras provenientes de
otros países, investigando permanentemente sobre temáticas
interesantes desde el punto de vista académico, de exhibición y de
interés para los visitantes.
•
Materiales didácticos. La sección de divulgación y servicios
educativos ha desarrollado diferentes materiales pedagógicos. Tal
es el caso de las maletas didácticas dirigidas a los colegios, cada
una maneja una temática en particular y tienen réplicas de objetos
de las culturas prehispánicas, éstas tienen un instructivo para guiar
al docente, así como una serie de actividades para que realicen
los alumnos. Es un proyecto que ha resultado bastante exitoso por
su componente pedagógico, de uso en el aula de clase y que la
gente demanda constantemente. A través de estas experiencias, la
formalidad ritual del museo cede paso a los aspectos lúdicos y de
intercambio social y, sin desmérito de su función educativa original,
se enriquece enormemente también por su valor comunicativo.
•
Recursos virtuales. El museo hace parte del portal cultural del
Banco de la República, tiene la información de los museos de oro
regionales, del de Bogotá, así como la de la Biblioteca Luis Ángel
30
El Museo del Oro
Arango y los Museos de la manzana cultural. Allí se encuentra
la programación que apoya las diferentes áreas, el contenido de
las salas, boletines que profundizan en temáticas abordadas por
el museo en sus exhibiciones. Recientemente se llevó a cabo un
proyecto con el IDT que permite realizar en el portal un recorrido
virtual por las salas a través de fotos 360°, entre otras experiencias.
A través de estas herramientas que posibilitan realidades virtuales,
el legado cultural puede transformarse en una experiencia
multimedia.
En general, el uso de estos y otros recursos artísticos, son de gran
importancia en la medida que se crean nuevas experiencias y espacios
significativos para el público que acude a los centros culturales. Como
lo menciona Marchena (1999): “se crean nuevos roles activos para el
legado cultural... una actividad, el turismo, un elenco de recursos, el
legado cultural y patrimonial, y una ordenación territorial y social: la
ciudad”.
4.2.3 Patrimonio histórico como experiencia y no
como reverencia
A pesar de que los museos han replanteado la tendencia historicista
que tenían en el siglo pasado, en la que se presentaban los hechos
históricos desde una perspectiva lineal – secuencial, en la que el
visitante se debía limitar a una actitud contemplativa y pasiva frente
al legado cultural. Caraballo (2000), en su estudio sobre los centros
históricos latinoamericanos, señala que aún es muy común en el
caso latinoamericano, las visitas guiadas que conservan este enfoque
historicista en el que podría decirse que se repiten textos escolares,
cargados de nombres, fechas, y quizás otros datos curiosos.
Contrario a ello, los centros culturales o de acervo del legado histórico
deben acudir a la capacidad de imaginación y deseo de participación
en la cultura, explotando todos los sentidos, no sólo la vista y el oído.
Es decir, como lo menciona el mismo autor, el patrimonio histórico
debe presentarse como experiencia y no como reverencia.
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UNIVERSIDAD EAN
Al respecto, el Museo del Oro ha tenido importantes logros, al
desarrollar diferentes estrategias de interactuación con los visitantes.
Una de ellas, se trata de la animación pedagógica, concerniente a una
visita guiada dirigida a escolares, en la cual el guía dirige la visita en
función de la observación del público, sus intereses y constantemente
está generando preguntas a los visitantes, como elemento de
retroalimentación y sentido para la construcción del aprendizaje, entre
los aportes espontáneos de los escolares y el conocimiento que brinda
el guía.
En el caso de las visitas para personas invidentes, el museo desarrolló
lo que denominan La mochila del animador, el animador es el guía que
realiza los recorridos para grupos en general en los que puede haber
personas invidentes, en la mochila tienen diferentes elementos réplicas
de la colección, que permiten a través del tacto entender cómo es el
objeto, de esta forma se empieza a generar una interacción importante
entre personas con condiciones diferentes, mediado por un discurso
del guía lo más descriptivo posible a fin de dar condiciones similares
en su información. En el caso de las visitas para las personas sordas,
se realizan visitas en lengua de señas, se trabaja con colegios para
niños sordos, así como población en general.
En este sentido, también se encuentra la sala exploratoria, con la
cual se experimentó la creación de un espacio distinto a las salas
convencionales: sin vitrinas, se trata de unos módulos interactivos,
que obligan a pensar y reflexionar a través de la experimentación de
otros sentidos. En esta sala hay cuatro módulos. En el primero, hay
un gran mapa de Colombia al nivel del piso, sobre el cual hay unas
fotos colgantes, es un mapa de la diversidad y riqueza nacional, en
el cual el público puede caminar sobre él, tiene la topografía, los ríos,
los nombres de todos los municipios del país, de forma que permite
generar diferentes tipos de interacciones del visitante que busca ubicar
sus experiencias espacial y geográficamente en el mapa.
En el segundo módulo, se encuentra un modelo de los canales
construidos perpendicularmente a los ríos Sinú y San Jorge, catalogados
como una gran obra de ingeniería de las sociedades prehispánicas, con
el propósito de controlar las frecuentes inundaciones de estas zonas en
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El Museo del Oro
época de lluvia, los cuales funcionaron durante aproximadamente diez
siglos según las evidencias. En el museo existe material fotográfico
y de video sobre los vestigios que quedan de esos canales, que
se complementan con información y casos de actualidad sobre las
inundaciones que ocurren en el país por estos días.
El tercer módulo es el de arqueología, a través de un video se puede
observar el proceso de excavación y en general el quehacer de
un arqueólogo. Y el cuarto módulo es un video interactivo, que se
denomina Los colombianos tal como son, muestra unos videoclips de
varias regiones, de los colombianos y sus costumbres.
Adicional a esta sala exploratoria, se encuentra en el auditorio el
módulo Jeque Popon de Ubaque, se trata de un video interactivo que
funciona sólo con la participación del público, a quienes va realizando
preguntas y proponiendo hipótesis sobre las piezas de la colección
y sus usos, y si no recibe respuesta de éste, el video no continua.
Este módulo es un éxito con los escolares, en la población adulta es
menor la participación pero igualmente genera un proceso pedagógico
interesante.
Todas estas experiencias, hacen que el Museo rompa con la rígida
estructura cronológica del recorrido y permitir el juego del tiempo, se
trata de una arqueología fundamentada en los problemas del presente.
De forma, que contrario, a la concepción de la historia como sucesión
de hechos muertos -si cabe la expresión- se busca su relación con
el presente, a fin de estructurar una memoria colectiva que implica
a la vez su deconstrucción a partir de una experiencia significativa
(Kingman, 2000).
Desde este punto de vista el museo es un recurso dinámico, en
movimiento, capaz de facilitar el diálogo entre distintas manifestaciones
sociales y culturales, así como entre el pasado y el presente. Es por
ello, que se encuentra en permanente construcción, como un escenario
abierto al análisis y la discusión de contenidos, así como las más
diversas formas de expresión.
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UNIVERSIDAD EAN
4.2.4 Redes: políticas públicas, organizaciones
pares y vínculos con su entorno
En todo este proceso de gestión del patrimonio y consolidación de los
centros culturales, empiezan a generarse alianzas estratégicas con
diversas organizaciones de diferente naturaleza, desarrollando un tipo
de trabajo en red, de beneficio para las partes involucradas, las cuales
amplían la cobertura del sector cultural y aumentan la eficiencia de su
gestión. El Museo del Oro trabaja con diferentes organizaciones como
aliados estratégicos, realizando diferentes tipos de co-gestión en el
desarrollo de eventos en conjunto, así como en promoción y difusión.
Por una parte, están sus aliados naturales, correspondientes a la
biblioteca Luis Ángel Arango y los museos de la manzana cultural
(Museo Botero, Casa de la Moneda y Museo de Arte) ; todos ellos
como parte del componente cultural del Banco de la República,
constituyen la principal red de centros culturales que tienen presencia
en la Candelaria. Aunque en realidad su reconocimiento es de orden
nacional, generan un impacto bastante alto en la localidad, en términos
arquitectónicos, de patrimonio y de dinámica cultural, que consolidan un
hito dentro del espacio local. En conjunto, estas instituciones realizan
actividades y desarrollan programas temporales de forma articulada,
integrando programaciones y recursos compartidos.
En el orden distrital se ha generado sinergia con el IDT, cuya gestión
en turismo está directamente relacionada con el Museo del Oro al ser
el principal polo de turismo, con ellos han participado en ANATA5,
generando espacios de promoción y difusión cultural importantes,
por lo que se constituye en uno de sus principales aliados. A nivel
local, el museo ha establecido vínculos con las alcaldías locales de la
Candelaria y con Santa Fe, con quienes se han ido desarrollando una
serie de actividades; así como con el Centro Gabriel García Márquez
del Fondo de Cultura Económica, y algunos museos, como el de Trajes
Regionales. Con todos ellos se están empezando a generar alianzas
que buscan consolidar el sector cultural, se trata de buscar con las
_____________
5
Feria que realiza anualmente en Corferias para las agencias de viaje.
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El Museo del Oro
instituciones “los puntos en común y aprovechar los espacios de un
lado o del otro6”” (Vargas, 2011), realizando convocatorias en conjunto,
utilizando los espacios institucionales y estableciendo relaciones para
poder vincular públicos en conjunto.
En el ámbito privado, se han establecido redes para la divulgación de
la promoción y difusión de la programación cultural con COTELCO a
través de las cuales se vinculan con los principales hoteles de la ciudad.
Así como con las universidades que tienen programas académicos
relacionados con el sector cultural, con quienes se realizan programas
de visitas dirigidas a los trabajadores de las universidades que tienen
contacto directo con los estudiantes, a ellos se les da la programación
mensual, se envía material de divulgación promocional, así como
correos masivos a una serie de contactos, quienes a su vez multiplican
la información con sus estudiantes; y dado que por su ubicación el
Museo del Oro se encuentra en medio de una zona universitaria, ésta
es una población importante para el desarrollo de los programas de
formación del museo.
4.2.5 Centros culturales como orientadores
del desarrollo cultural y simbólico
Las instituciones, a través de políticas, realizan intervenciones
conscientes y estratégicas, para incidir sobre un determinado sistema
cultural, a fin de orientar el desarrollo simbólico y satisfacer necesidades
culturales.
Es así como, el Museo del Oro se constituye como un espacio simbólico
para la ciudad y eje central para la Candelaria; por una parte, está su
valor histórico para la cultura nacional, como uno de los referentes
principales de la memoria colectiva; pero por otra parte, están las
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6
Diana Vargas, Jefe de servicios al público del Museo del Oro, el día 25 de Noviembre de 2011.
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interacciones que surgen al interior del museo, es decir, la forma como
cada persona vive el museo y le otorga un sentido particular, que
dotan de nuevos significados el espacio. Como se menciona Vargas,
(2011): “Muchas personas vienen motivadas por ese deseo de visitar
un museo y la necesidad de entretenimiento, obviamente de conocer
la colección, pero también de ir a tomarse un café, de que sea un
punto de encuentro; es decir, desde que se planteó el museo como un
centro cultural, digamos esas cosas suceden dentro del museo”.
Es así como el museo a través de su política cultural interna, ha centrado
su acción sobre la base de dos líneas estratégicas fundamentales: la
protección de la cultura, concerniente a la recuperación del patrimonio
construido, su puesta en valor y uso, así como a la implementación
de programas de sensibilización ciudadana. Pero también desde
el enfoque de promoción cultural, referido a medidas de naturaleza
estratégica, que al ser adecuadas específicamente al contexto, por
una parte, produce nuevos significados de las instituciones en el
imaginario de sus visitantes, y por otra parte, posiciona los sectores
culturales en el mercado-red-internacional, a través de la promoción
de los destinos artístico - culturales.
En síntesis, el museo genera diferentes espacios simbólicos, de diversa
naturaleza que lo consolida como centro cultural de alto impacto.
Como menciona Vargas (2011), al hacer referencia a las sugerencias y
comentarios que el público deja: “Uno encuentra cosas curiosas, como
que vine al museo a proponerle matrimonio a mi novia, cosas así…
entonces cada persona vive el museo a su manera, y es precisamente
eso lo que queremos propiciar, y que se generen esas interacciones
dentro del museo, y también hacia afuera, pero que cada persona viva
el museo como lo quiera vivir, que su experiencia sea única… yo creo
que los museos dan para eso y mucho más”.
De esta forma el Museo se define como escenario del desarrollo
cultural, que desde una orientación muy flexible permite que surjan
diferentes tipos de interacciones entre los visitantes y el museo,
generadores de experiencias culturales y turísticas particulares, que
producen un hábitat cultural, como lo afirma Silva (1986), hace posible
la transformación de la realidad a través de símbolos filtrados por la
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El Museo del Oro
percepción social subjetiva, que va construyendo la significación social
y que se puede plasmar en escenarios de representación colectiva
(Cabra, 2003).
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