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Cristianismo

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CATAMARCA FACULTAD DE HUMANIDADES Introducción a la Filosofía “CRISTIANISMO” PROFESORA: Remetería, Marcela Alejandra ALUMNOS: Faría, Iris Nazarena Arnedo, Luciana Rivas, Eliana Carrizo Jesús Amadeo ¿Qué es el Cristianismo? El cristianismo es una religión basada en las enseñanzas y milagros de Jesús, el cual es el Cristo. La palabra “Cristo” significa el ungido. Cristo no es el apellido de Jesús. Jesús es el ungido de Dios el Padre el cual vino a este mundo, cumplió las leyes y profecías del Antiguo Testamento, murió en la cruz y se levantó físicamente de la muerte. Llevó a cabo muchos milagros los cuales fueron registrados en los Evangelios por los testigos. Él es tanto divino y humano en naturaleza. Por lo tanto, Él tiene dos naturalezas y es digno de adoración y a Él se le puede orar. El cristianismo enseña que existe un solo y único Dios en toda la existencia, el cual hizo el universo, la tierra y creó a Adán y a Eva. Dios creó al hombre a Su imagen. Esto no significa que Dios tiene un cuerpo de carne y huesos. A su imagen significa similar al carácter de Dios, racionalidad, etc. Debido a que estamos hechos a la imagen de Dios, cada persona merece respeto y honor. Aún más, esto significa que nosotros no evolucionamos por el proceso del azar desde un organismo único celular hasta convertirnos en seres racionales, emocionales. Dios creó a Adán y a Eva colocándolos en el Jardín del Edén y les dio libertad para escoger entre el bien y el mal. Ellos escogieron pecar. El pecado es hacer lo contrario a la naturaleza y la voluntad de Dios. Por ejemplo, Dios no puede mentir; por lo tanto, mentir es un pecado. El pecado que Adán y Eva cometieron al desobedecer a Dios resultó en la expulsión de ellos del Jardín del Edén también como el sufrimiento del efecto de la muerte. Como resultado del pecado de ellos, sus hijos y todos nosotros heredamos una naturaleza pecadora. En otras palabras, nuestros hijos no son perfectos en naturaleza. Nosotros no tenemos que enseñarles a nuestros hijos a ser egoístas; ellos lo saben ser por naturaleza. Por lo tanto, lo que es pecado no puede dejar de producir lo que es pecado. El Cristianismo enseña que Dios es una Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo; no tres dioses), de que Cristo Jesús es la segunda Persona de la Trinidad, que murió en una cruz y fue levantado de la muerte físicamente, que todas las personas se encuentran bajo el justo juicio de Dios ya que todos han pecado contra Él. También enseña que Jesús es el único camino para ser salvos del juicio venidero de Dios y de que la salvación se recibe por fe en la obra de Cristo en la cruz y no por otra cosa diferente con la que no podemos complacer a Dios. Mientras que las otras religiones en el mundo enseñan que nosotros debemos hacer algo bueno para cooperar con Dios para lograr obtener el derecho a Su presencia en nuestras vidas, el Cristianismo en la única religión que enseña que la salvación es por gracia. Esto significa que nosotros no somos justos delante de Dios por nuestros esfuerzos, sinceridad u obras. En vez de esto, somos hechos justos delante de Dios por la fe en lo que Jesús hizo en la cruz. Aún más, el cristianismo enseña que una vez que la persona es “nacida de nuevo”, es salva, el Santo vive en esa persona y la persona es cambiada. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas.” (2 Co 5:17). Esto significa que Dios vive en la persona y el cristiano experimenta entonces una verdadera y viva relación con Dios. Por lo tanto, la pregunta “¿Qué es el Cristianismo?”, puede ser mejor respondida al decir que esta es una relación con el Dios verdadero y viviente a través de la persona de Cristo Jesús por quien nuestros pecados son perdonados y escapamos del justo juicio de Dios. La religión cristiana surgió en torno a la persona de Jesús de Nazaret, nacido en Palestina en el año 753 de la fundación de Roma, y el comienzo de la era cristiana, durante el gobierno de Augusto. Desde el 63 a. C. la zona de Palestina había sido ocupada por las legiones romanas comandadas por Herodes Antipas, con el título de rey. La comunidad judía, a la que pertenecían Jesús y su familia, estaba regida por un Consejo o Sanedrín, presidido por un rabino elegido por el procurador romano. ¿Quién fue Jesús?  Jesús nació en Belén, hijo de María y José, vivió unos 30 años en Nazaret trabajando como carpintero junto a su padre. Luego partió a recorrer Judea durante tres años propagando sus ideas, llamándose a sí mismo el Mesías (Cristo en griego = el Ungido) y el hijo de Dios. Doce discípulos, los apóstoles, lo acompañaron durante ese tiempo. Las enseñanzas de Jesús molestaron tanto a las autoridades romanas como a las judías del Sanedrín y fue condenado a muerte y crucificado en la pascua del año 33. ¿Cuáles eran sus ideas?  Las ideas de Jesús implicaban una verdadera revolución. Decía que todos los hombres son iguales ante Dios y que la salvación no dependía de la fortuna o de la práctica de ritos o ceremonias, sino de la fe y las buenas acciones de los individuos. Proponía la caridad y el amor al prójimo como normas de vida con relación a todos los seres humanos, incluso a los enemigos. La recompensa a los sufrimientos de este mundo estará en la otra vida, en el cielo al que se accederá tras el juicio final. Negaba el egoísmo, la hipocresía y la vanidad. Le quitaba el carácter divino al emperador al decir "Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios". ¿Por qué se difundió tanto el cristianismo?  Mucha gente estaba descontenta con los viejos credos basados sobre todo en la obediencia a las normas y ritos pero con poco contenido espiritual. El cristianismo venía a proponer una esperanza de cambio y salvación para la más pobre y olvidada en una época de cruel explotación y desesperanza. Jesús y sus seguidores predicaban sobre todo con el ejemplo, llevando una vida sana y solidaria, rechazando la riqueza y el poder y entregando sus vidas por defender sus ideas. La coherencia entre la palabra y la acción le valió la adhesión de mucha gente primero en Palestina y luego en todo el Imperio Romano. ¿Cómo eran las primeras comunidades cristianas?  Los discípulos de Jesús afirmaron que tras su muerte había resucitado y ascendido al cielo. Este hecho confirmaba para ellos el origen divino de Jesús. Estos primeros cristianos se organizaron en comunidades que carecían de jerarquías y donde todo se compartía. La ayuda mutua era la base de la vida en estas comunidades, a las que se accedía tras el bautismo. El nuevo miembro se incorporaba a la Iglesia (en griego ekklesía = asamblea) y se dedicaba a predicar las enseñanzas de Jesús. Los padres de la Iglesia  Al ascender Jesús a los cielos encomendó a Pedro la conducción de la Iglesia, transformándose así en el primer jefe del catolicismo. A partir de la conversión de Constantino, el obispo de Roma, llamado Papa o Sumo Pontífice gobernará a los católicos de todo el mundo. A partir del siglo IV surgieron grandes escritores que se dedicaron a difundir la doctrina cristiana, como San Jerónimo (331-420) que tradujo la Biblia del original hebreo al latín; San Agustín (354-430), el más famoso de los "padres de la Iglesia" y uno de los más grandes pensadores cristianos. Los textos cristianos  El Nuevo Testamento, compuesto por las epístolas (cartas) de San Pablo escritas durante los años 41 y 61, los Evangelios o relatos de la buena nueva, compuestos después del año 70 por cuatro discípulos, de los cuales dos San Juan y San Mateo conocieron a Jesús). La buena nueva es la salvación prometida a los que creen en Dios y en Jesús, su hijo: un cristiano cree firmemente en Cristo, espera todo de su bondad, manifiesta hacia su prójimo caridad y amor y llega a desprenderse de todos los bienes materiales. La división  A partir de que el catolicismo se transformó en religión oficial fue creciendo su poder e influencia política. En el siglo XV el sacerdote alemán Martín Lutero (1483-1546) realizó una protesta contra el poder de los Papas acusándolos de alejarse de las enseñanzas de Jesús, que predicaba que no había que hacer tesoros en la tierra. Esto produjo una ruptura dentro del cristianismo, por un lado la Iglesia Oficial de Roma y por el otro los seguidores de Lutero, conocidos como protestantes o luteranos, que proponen la libre interpretación de la Biblia, la posibilidad para los sacerdotes de contraer matrimonio y combaten la propiedad de bienes terrenales en manos de la Iglesia. Creencia Existe un núcleo más o menos compartido de creencias y doctrinas entre los diferentes grupos cristianos, si bien algunas de esas doctrinas no son aceptadas por todos. En ese núcleo se encuentra: Que Dios es uno y, al mismo tiempo, tres personas distintas (Padre, Hijo y Espíritu Santo; Mateo 28:19) con misiones diferentes; la doctrina de la Trinidad es aceptada por la mayoría de los cristianos en la actualidad, mas no por todos, y es motivo de controversia desde los inicios del cristianismo; Que Dios Padre creó y conserva el universo por su Palabra, el Verbo, sin quien no se hizo nada de todo lo hecho (Juan 1:3); Que Dios Padre se reveló desde el principio a los hombres y cuidó del género humano para dar vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras (Romanos 2:6-7); Que habló a la conciencia de nuestros antepasados en distintas ocasiones y de muchas maneras por medio de los profetas, y que en la etapa final habló por su Hijo (Hebreos 1:1-2), Jesucristo, hombre verdadero (Jesús de Nazaret), Palabra de Dios hecha carne (Juan 1:14), que lleva a su plenitud la acción del Padre a favor de la humanidad; Que fue Jesucristo quien reveló la verdadera naturaleza de Dios, llamando a Dios «su Padre y nuestro Padre» (Juan 20:17) y anunciando la venida del Espíritu Santo (Hechos 1:8), el Espíritu de Dios, Espíritu de la verdad (Juan 16:13), el mismo que lo movió a él y que hizo de sus apóstoles sus testigos. Sin embargo, en otras creencias y doctrinas los cristianos difieren entre ellos, por ejemplo, sobre cuál es el criterio válido para aceptar una creencia. Para los católicos y ortodoxos, sus respectivas Iglesias están instituidas o tuteladas de algún modo por Dios para servir de guía a los cristianos. Para los protestantes la principal fuente de conocimiento es la Biblia y la gracia divina que Dios concede a ciertos hombres. En general todos los cristianos reconocen que las acciones que Dios quiere sean llevadas a cabo están inspiradas por el Espíritu Santo. Los escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, son la principal fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular las de corriente protestante. Otra fuente doctrinal importante son la tradición apostólica (especialmente para la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa), los concilios y los credos, aunque no poseen necesariamente la unicidad de criterios para su aceptación, ya que pueden ser asumidos total o parcialmente, o rechazados totalmente, dependiendo de la denominación. Algunas tradiciones cristianas, tales como los bautistas y las Iglesias de Cristo, aceptan estas creencias, pero no el credo mismo, debido a que los credos son considerados en estos grupos como no pertenecientes a las escrituras. Todo lo anterior sucede también con otros escritos aunque no poseen tanta aceptación como la Biblia. Sin embargo, el catolicismo argumenta que fue gracias a su tradición apostólica que tuvo los criterios para seleccionar los documentos válidos que constituyen el Nuevo Testamento y determinar los apócrifos, durante el año 397 en el concilio de Cartago. Además la imprenta solo se inventó en el siglo XV en Alemania, por tanto los creyentes no contaban con la Biblia para sustentar su doctrina; había muy pocas biblias, pues eran escritas manualmente por los monjes durante varios años y eran demasiado costosas. Es decir, que antes que los cristianos pudieran apoyarse en el Nuevo Testamento, tenían que hacerlo en la tradición de la Iglesia. Ya desde los primeros tiempos de difusión de las enseñanzas de Cristo y de las diferentes escuelas que formaron los discípulos suyos al final de su vida y sus ministerios históricos, biográficos y humanos, surgieron diferencias muy significativas respecto del papel e importancia de Cristo, de su misión redentora, de su naturaleza y de su glorificación, y de muy numerosas cuestiones doctrinales referentes a su predicación y enseñanzas, la selección de textos que pudieron haberlas descrito de forma más correcta —el Nuevo Testamento, los llamados Logia (dichos o palabras) de Jesús, o bien, los evangelios y escritos gnósticos y apócrifos—, y la interpretación —textual o contextual— de los cuerpos de textos sagrados. De hecho, de los doce que, según el testimonio de dos de los llamados Evangelios canónicos, habrían sido investidos como apóstoles de forma original, sólo cinco de ellos dejaron documentos que fueron admitidos en el Canon del Nuevo Testamento, el resto de los doce —incluyendo a Judas Iscariote—, y algunos de los cinco ya antes mencionados, pasaron a la historia como autores de documentos gnósticos, que, al paso de los siglos, dejaron de ser vistos como textos sagrados, llegando a ser tenidos por apócrifos. Debe tenerse en cuenta que el nombre de cristianos ha sido compartido a través de los siglos, y no siempre de formas muy armónicas, por grupos numerosos de creyentes, cada cual, a su vez llegó a desconocer como cristianos a grupos con posturas dogmáticas concretas distintas de las propias. Dicho de otra forma, cristianos es el nombre común de grupos tan distintos entre sí como los católicos, marcionitas, arrianos, nestorianos, coptos, jacobitas, ortodoxos, cátaros o albigenses, anglicanos, protestantes, mormones, veterocatólicos y otros tipos de grupos que reflejan posturas dogmáticas concretas más disímiles. La Iglesia católica adoptó ese nombre luego que los discípulos liderados por Pedro siguieron las instrucciones de Jesús cuando resucitó: “Vayan y lleven las buenas nuevas a todas las naciones”, es decir: catolisis según como se narró en griego en los evangelios. O sea que “católico” es un adjetivo que corresponde al sustantivo “cristianos”. Se acostumbraba así llamarles católicos por su trabajo evangelizador en viajes misioneros de país en país. Los evangélicos (protestantes) aparecieron con los reformistas quince siglos después y en los últimos tiempos se han denominado más como 'cristianos'. A través de los siglos, todos estos distintos grupos confesionales, o al menos doctrinales, reivindican a Cristo como su Maestro, Líder, Rey, Señor o Dios, y algunos, así mismo, como su Redentor o Salvador, acogiendo con gusto todas sus enseñanzas —o cuerpos doctrinales que en su nombre les fueron entregadas—, y dando testimonio de estos hechos de múltiples maneras, que incluyen el dejarse privar de la existencia antes que renegar de su adhesión a él, o bien, de los valores, ideas o creencias de alguna u otra forma vinculadas a él. Aunque existen enormes diferencias en las creencias entre unos cristianos y otros, la mayoría de las cuales basadas en diferentes interpretaciones de los mensajes bíblicos, aun así es posible plantear afirmaciones generales que describen las doctrinas de una gran mayoría, entre las que destacan: la pasión, muerte y resurrección de Cristo, Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Las corrientes principales del cristianismo aseguran que es completamente Dios (o divino) y completamente humano. La Trinidad, esto es, que Dios es un ser único y eterno que existe como tres personas eternas, distintas e indivisibles: Padre, Hijo (Logos divino, encarnado en la persona de Jesucristo), y el Espíritu Santo. La salvación, mediante conversión, perdón de los pecados, y la victoria sobre todas las consecuencias del pecado. Esta salvación es otorgada por la gracia de Dios y fue conseguida por Jesucristo en su crucifixión y su posterior resurrección, mediante la cual se obtiene la vida eterna. La rama teológica que estudia cómo sucede esto se denomina soteriología. La ascensión de Jesucristo al cielo, la instauración del Reino de Dios o del señorío de Jesucristo y su Segunda Venida. La “Resurrección General”, en la cual las personas que han muerto junto con los que se encontraren vivos para ese momento se levantarán de la muerte al final del tiempo, para ser juzgadas por Jesucristo. No todos los cristianos han aceptado completamente estos estatutos de fe. De hecho, la mayor parte de los credos apuntan a diferenciar ciertas creencias de otros cristianos primitivos, los cuales son tomados usualmente como heréticos, ya que representan una divergencia consciente de la corriente principal del cristianismo. La mayoría de las disputas se centran en la divinidad de Jesús, la Trinidad, o ambos. Ejemplos de esto incluyen a los grupos ebionitas, los cuales niegan la divinidad de Jesús; los no trinitarios o unitarios, que rechazan el dogma de la Trinidad; los grupos docetistas, que niegan que Cristo haya sido humano; o los arrianos, quienes consideran que el Hijo de Dios es una criatura creada por Dios, pero no Dios mismo, entre otros. Estilo de vida cristiana Al contrario que en otras religiones, el cristianismo no ha desarrollado un código legislativo religioso, probablemente debido a que elImperio romano ya poseía un código penal funcional, haciendo innecesario para las autoridades cristianas el duplicar varias de sus prohibiciones. Existe una gran tradición dentro del cristianismo al decir que Cristo excede las leyes del judaísmo; que el amor (a Dios y al prójimo) es el “Gran Mandamiento”, desde el cual todas las otras leyes morales son obtenidas; que ningún ser humano puede esperar evitar el pecado completamente; que una persona no debe juzgar a otros (teniendo únicamente Dios ese privilegio), entre otras. Aun así, el Nuevo Testamento también contiene importantes guías morales para los cristianos. Jesús en el Sermón de la montaña le pide a sus seguidores, entre otras cosas, el amar a sus enemigos, ser perseverantes, misericordiosos y humildes; en Marcos 10:21 le pide a un “joven hombre rico” que venda sus posesiones y dé el dinero a los pobres. Sin embargo, el pedido de Jesús en este caso no fue un enfoque en vivir una vida sin riqueza alguna, sino más bien desenmascarando la idolatría en el corazón de la mayoría de los ricos. Algunos cristianos dicen que estas directivas son extraordinariamente difíciles, bordeando lo impracticable. Al mismo tiempo, la mayoría de los cristianos admiran a aquellos cuyas vidas parecen personificar estos principios, como Francisco de Asís, Albert Schweitzer o la Madre Teresa. Algunos juicios morales de Jesús son más abordables, pero todavía no son de práctica general entre todos los cristianos. En el Sermón del Monte él habla en contra del divorcio(un tema controvertido en muchas denominaciones cristianas), y contra el juramento (una prohibición enfatizada principalmente por los cuáqueros). Símbolos Uno de los símbolos cristianos originarios fue el del pez o Ichthys (del griego, en letras mayúsculas, IXΘΥΣ). Este vocablo conformaba unacrónimo: «Ἰησοῦς Χριστός, Θεοῦ Υἱός, Σωτήρ» (Iēsoûs Christós, Theoû Hyiós, Sōtḗr) que, traducido al español, significa «Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador». Junto con el símbolo del ancla, el pez fue uno de los más empleados por los cristianos primitivos. El símbolo más conocido del cristianismo es sin duda la cruz, la cual apareció como símbolo una vez que Jesús murió en ella, y sobre la que existen una gran variedad de formas. Algunos afirman que la cruz es el primer logo exitoso a nivel mundial. Varias denominaciones tienden a favorecer cruces distintivas: el crucifijo para los católicos —dentro del cual diversas órdenes religiosas también incluyen variantes para identificarse, como la Tau franciscana o la Cruz de Calatrava de los Dominicos—, la cruz ortodoxa para los ortodoxos, una cruz sin adornos para los protestantes. Sin embargo, no es una regla utilizar una u otra cruz. Constantino I el Grande usó también el Crismón para identificarse con el cristianismo, el cual está formado por las primeras dos letras griegas del nombre “Cristo”. Crismón Cruz ortodoxa Crucifijo