ADITIVOS ALIMENTARIOS
Dr. Francisco C. Ibáñez (Prof. TU); Dra. Paloma Torre (Prof. TU); Dra. Aurora Irigoyen (Ay)
Área de Nutrición y Bromatología
Universidad Pública de Navarra
1.
INTRODUCCIÓN
La incorporación de sustancias a los productos alimenticios, aunque de forma accidental, posiblemente tenga sus orígenes en el Paleolítico: la exposición de los
alimentos al humo1 procedente de un fuego favorecía su conservación. Posteriormente, en el Neolítico, cuando el hombre desarrolla la agricultura y la
ganadería, se ve obligado a manipular los alimentos con el fin de que resulten más apetecibles o que se conserven mejor. Con el primer objetivo se
utilizaron, entre otros, el azafrán y la cochinilla y con el segundo, se recurrió a la sal y al vinagre. El empleo de estas y otras muchas sustancias
era empírico, pero con los avances experimentados por la química en el
siglo XVIII y con las nuevas necesidades de la industria agroalimentaria
del siglo XIX, la búsqueda de compuestos para añadir a los alimentos se
hace sistemática. No es hasta finales de este siglo cuando en el lenguaje
alimentario se incluye el término “aditivo”2. Y se hace de un modo confuso,
ya que bajo esta denominación también se agrupaban diversas sustancias con
distintos efectos sobre la salud humana: las especias, los enriquecedores, los coadyuvantes tecnológicos3, las impurezas4 y los contaminantes5.
Hoy en día, y según el Codex alimentarius6, el concepto de aditivo se refiere a cualquier sustancia que, independientemente de su valor nutricional, se añade intencionadamente a un alimento con fines tecnológicos. en cantidades
controladas.
2.
LA REGULACIÓN LEGAL DE LOS ADITIVOS
El uso generalizado que la industria alimentaria actualmente hace de tipo de sustancias obliga a establecer unos mecanismos de control que regulen su correcta utilización y que verifiquen sus resultados. Para que una sustancia sea
admitida como aditivo debe estar bien caracterizada químicamente y
debe superar los controles toxicológicos establecidos por parte de los
correspondientes organismos sanitarios. Asimismo, ha de demostrarse
su necesidad de tal modo que su uso suponga ventajas tecnológicas y
beneficios para el consumidor. Los motivos por los que deberá establecerse dicha necesidad son:
• Conservar la calidad nutritiva de un alimento.
• Proporcionar alimentos con destino a un grupo de consumidores
con necesidades dietéticas especiales.
• Aumentar la estabilidad de un alimento o mejorar sus propiedades
organolépticas.
• Favorecer los procesos de fabricación, transformación o almacenado de un alimento, siempre que no se enmascare materias primas La FAO, con sede en Roma, tiene entre otras funciones
recopilar información sobre la inocuidad de los
defectuosas o prácticas de fabricación inadecuadas.
alimentos para proteger a los consumidores.
Son varios los organismos con competencias en materia de aditivos alimentarios. Así, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), creó un conjunto
de comités que evalúan diversos aspectos de los aditivos.
En la Unión Europea, previo estudio del Comité Científico de la Alimentación Humana, el Consejo de Europa ha
emitido Directivas para armonizar la legislación de los países miembros en materia de aditivos. En este sentido se toma
1
El ahumado de los alimentos no sólo confiere unas cualidades sensoriales típicas, sino que incorpora sustancias presentes en el humo con
capacidad para disminuir la alteración de los mismos.
2
Para que una sustancia reciba este calificativo su inocuidad debe estar suficientemente comprobada y legalmente aceptada.
3
Tales compuestos, que no se consumen como ingredientes alimentarios por sí mismos, se añaden intencionadamente con una finalidad
tecnológica durante el tratamiento o elaboración de los alimentos.
4
Sustancia o material cuya presencia no está permitida en el alimento, bien porque no es comestible, bien porque resulta de un tratamiento
tecnológico insuficiente o bien porque indique un deficiente estado higiénico sanitario.
5
Agente de naturaleza física, química o biológica que modifica la naturaleza del alimento resultando inaceptable para el consumo.
6
Este nombre se ha tomado prestado del Codex alimentarius austriacus (1897-1922). El actual Codex alimentarius fue propuesto por la FAO en
1961 y reconocido en 1963 por la OMS. Este código alimentario se ha convertido en un punto de referencia mundial para los organismos nacionales
de control de los alimentos y el comercio alimentario internacional.
1
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como referencia la Directiva 89/107/CEE, que se desarrolla a través de las Directivas 94/35/CEE (sobre edulcorantes),
94/36/CEE (sobre colorantes) y 95/2/CEE (sobre aditivos distintos de colorantes y edulcorantes).
En España, las primeras disposiciones sobre la definición y uso de los aditivos corresponden al Código Alimentario
Español (Decreto 2484/1967), el cuerpo de normas básicas y sistematizadas relativas a los alimentos. Además, la Reglamentación técnico-sanitaria de aditivos alimentarios (Real Decreto 3177/1983), desarrolla los requisitos que deben
cumplir estas sustancias, así como la lista autorizada de las mismas.
Los sistemas de regulación de los aditivos pueden estar basados en las llamadas listas positivas7 o listas negativas8.
Las primeras pueden ser horizontales, cuando enumeran las sustancias admitidas como aditivos, pero sin establecer los
alimentos a los que se puede agregar ni la dosis de adición (las Directivas de la UE, destinadas a la armonización de las
normativas de los países miembros son un ejemplo) o verticales, si presentan las sustancias admitidas como aditivos señalando los alimentos a los que se incorporan, así como las dosis máximas permitidas. El uso de una sustancia no
incluida en la lista, o en el caso de que figure en la lista y se añada a un alimento no autorizado o en una dosis superior a
la establecida, da lugar a una infracción de la reglamentación.
Ahora bien, el que se recoja legalmente la posibilidad de utilizar sustancias como aditivos, no significa que su uso
sea obligatorio, sino que, si es necesaria su incorporación, sólo podrán emplearse en los alimentos señalados. Hay que
indicar, sin embargo, que la filosofía actual en el campo de la industria alimentaria es el de incorporar lo menos posible
cualquier sustancia, ya sea como aditivo o como coadyuvante, y se recurre a métodos físicos que permitan una mejor
manipulación y procesado de las materias primas, así como una óptima conservación del producto final.
Para la identificación de los aditivos se sigue la numeración asignada por la UE, que va precedida por la letra E.
Cuando no figure ninguna letra antes del número, se referirá a sustancias que, a pesar de estar autorizado su uso, se consideran como provisionales. La cifra de las centenas indica el tipo de función que realiza un aditivo, de acuerdo con la
siguiente lista:
1XX.
2XX.
3XX.
4XX.
5XX.
6XX.
9XX.
11XX.
14XX.
Colorantes.
Conservantes.
Antioxidantes y reguladores del pH.
Agentes que actúan sobre la textura (estabilizantes, espesantes, gelificantes y emulsionantes).
Correctores de la acidez y sustancias minerales.
Potenciadores del sabor.
Otros aditivos (agentes de recubrimiento, gases de envasado y edulcorantes).
Enzimas.
Almidones modificados
En nuestro país, y hasta hace escasas fechas, se también se utilizaba un código basado en el prefijo H-, y que se destinaba a sustancias aún no recogidas como aditivos alimentarios en la normativa europea.
3.
LA SEGURIDAD DE LOS ADITIVOS
Para regular la incorporación de una sustancia a los alimentos son necesarias unas pruebas que aseguren su inocuidad a las dosis idóneas para su uso. Se puede definir la toxicidad de una sustancia como su capacidad para producir
efectos nocivos en un organismo vivo. Esta toxicidad depende de factores tales como: dosis (cantidad de sustancia absorbida), frecuencia de administración (única o repetida), grado de toxicidad de la sustancia y tiempo para que se
manifiesten los efectos.
Dadas las exigencias de seguridad obligada para los aditivos, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos
Alimentarios estableció que los aditivos deben someterse a estudios de toxicidad aguda (ensayos a intervalos de 24
horas), de corta duración (ensayos durante un período de hasta 90 días) y crónica (ensayos durante toda la vida o a varias generaciones de animales de vida corta), así como de teratogénesis9, de carcinogénesis10 y mutagénesis.
Para establecer la cantidad máxima de un compuesto que puede consumirse diariamente durante toda la vida, sin
que se pueda acusar un riesgo apreciable para la salud humana, se ha definido la Ingesta Diaria Aceptable (IDA), expresada en mg de aditivo por Kg de peso corporal (tabla 1). Para su cálculo se toma la dosis que no haya causado ningún
efecto toxicológico en la especie animal más sensible y se reduce mediante un factor de seguridad para aplicarlo al uso
humano. Normalmente se admite un factor de seguridad de 100, aunque en algunos casos también puede usarse un factor de 1000.
7
En la actualidad el uso de los aditivos se regula mediante el denominado sistema de listas abiertas: para cada tipo de alimento se autorizan unos
aditivos determinados. Tales listas señalan que sólo las sustancias en ellas recogidas pueden ser utilizadas, con exclusión de cualquier otra. Estas
listas se consideran abiertas, es decir, que los aditivos que figuran en estas listas pueden ser retirados si así lo aconsejan los estudios toxicológicos y
que se pueden incluir nuevos aditivos. Estas listas se pueden confeccionar a través de las listas horizontales o por medio de listas verticales.
8
Este tipo de listas, las primeras propuestas, recogían un conjunto de compuestos que no podían utilizarse en los alimentos. Así pues, cualquier
sustancia que no figurara en la mencionada lista podía añadirse a los alimentos. Sin embargo, tal sistema implica serios peligros, ya que cualquier
sustancia nueva podía incorporarse a los productos alimenticios, aunque se desconocieran sus posible efectos tóxicos.
9
10
Estos ensayos tienen como objetivo estudiar si la sustancia ensayada pasa al embrión causándole la muerte o le genera malformaciones.
Tienen como finalidad evidenciar el proceso por el cual las células se dividen con una frecuencia superior a la normal. Una sustancia se considera
cancerígena si induce tumores que no se forman espontáneamente o si aumenta la frecuencia de determinados tumores.
2
Aditivos alimentarios
Tabla 1. Tipos de ingesta diaria aceptable (IDA), fijadas por el Comité de Expertos sobre Aditivos Alimentarios de la Junta
FAO/OMS, para la clasificación de las sustancias según criterios toxicológicos.
IDA
Observaciones sobre la sustancia
no especificada
La toxicidad es tan baja que no representa ningún peligro para la salud.
temporal
El uso de la sustancia es seguro a corto plazo, pero se necesita más información a largo plazo.
sin asignar
Cuando no hay datos disponibles o cuando la toxicidad es tal que hace desaconsejable su uso.
4.
COLORANTES
La primera sensación percibida en un alimento, que incluso influye sobre el sabor y el olor, es el color. Pero los alimentos naturales poseen un color que varía tanto con la estacionalidad de la materia prima como con los tratamientos
tecnológicos aplicados en su procesado. Así que para hacerlos atractivos a los consumidores deben colorearse artificialmente. Más aún, el coloreado puede condicionar el éxito o fracaso comercial de un producto. Para ello se pueden
utilizar sustancias obtenidas de fuentes naturales o preparadas por métodos físicos o químicos. Pero no todas las sustancias colorantes son adecuadas con fines alimentarios, ya que algunas incluso pueden resultar perjudiciales para la salud.
Tal es el caso de derivados de cobre, plomo y arsénico, que se usaron en el siglo XIX para colorear fraudulentamente
los alimentos. Inicialmente se sustituyeron los colorantes naturales por los sintéticos, por ser inestables con el tiempo.
Actualmente, y en la medida de lo posible, se recurre a colorantes naturales en lugar de sintéticos, ya que existe una
presión importante por parte de los consumidores.
Salvo que se indique lo contrario, no pueden incorporarse colorantes (ni los legalmente aceptados) a los alimentos
que no se someten a tratamiento para modificar su estado inicial. Este es el caso de la carne cruda (entera, troceada o
picada).
a.
Colorantes naturales
En sentido estricto, solo sería natural el color que un alimento tiene por sí mismo. El que se incorpora se obtiene de
materiales biológicos no alimentarios (por ejemplo, plantas o insectos) o bien se forman espontáneamente al calentar un
alimento, como es el caso del caramelo. Los colorantes naturales son considerados, en general, como inocuos y las limitaciones específicas en su utilización son menores que las que afectan a los colorantes de síntesis.
Tabla 2. Colorantes naturales de uso más frecuentes que están autorizados en la UE.
Nombre
Obtención
Curcumina
Rizoma de la cúrcuma
(Curcuma longa)
Cochinilla
Carmín
Ácido carmínico
Hembras del insecto
Dactylopus coccus,
parásitos de algunas
especies de cactus.
Clorofilas
Algas
Caramelo
Calentamiento de azúcar
(sacarosa y otros)
Carotenoides
Capsantina: pimiento
rojo y del pimentón
Licopeno: tomate.
Rojo de remolacha
Betaína
Remolacha roja (Beta
vulgaris
Aplicación
Color amarillo intenso (curry).
Confituras, mermeladas, etc.
Embutidos picados (crudos y
cocidos).
Color rojo muy variable, utilizándose
en conservas vegetales, mermeladas,
helados, productos cárnicos y
bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
Color verde característico aplicado a
chicle, helados y bebidas
refrescantes.
Productos de bollería, repostería y
helados.
Bebidas de cola y alcohólicas (ron,
coñac, etc.).
Fabricación de embutidos
Bebidas refrescantes
Productos de repostería, helados y
derivados lácteos dirigidos al público
infantil.
Bebidas refrescantes, conservas
vegetales y mermeladas, conservas
de pescado
Efectos y límites
Baja absorción en el intestino,
Toxicidad reducida.
En algunos experimentos realizados
con animales se han observado
efectos teratógenos.
Se han señalado respuestas alérgicas
en sujetos que han consumido
bebidas con este colorante.
IDA: sin asignar.
Baja absorción intestinal.
IDA: sin asignar.
El 50% del caramelo son azúcares
asimilables.
Dosis de hasta 18 g/día tienen un
ligero efecto laxante
IDA: sin asignar.
Absorción intestinal muy baja.
IDA: 5 mg/Kg peso.
Baja absorción intestinal.
El colorante absorbido se elimina sin
cambios por la orina.
b.
Colorantes sintéticos
El coloreado de los alimentos alcanzó su apogeo con el desarrollo en el siglo XIX de la industria de los colorantes
orgánicos de síntesis. Ya en 1860 se coloreaba el vino en Francia con fucsina; más adelante se colorearon los macarrones y la mantequilla con dinitrocresol, etc. En los últimos años el interés de los consumidores por la seguridad de los
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alimentos ha llevado a muchas empresas a revisar la formulación de sus productos y sustituir cuando es tecnológicamente factible los colorantes artificiales por otros naturales. Además, aunque en general son más resistentes que los
colorantes naturales, los colorantes sintéticos presentan también problemas en su uso; por ejemplo, en muchos casos se
decoloran por acción del ácido ascórbico, efecto importante en el caso de las bebidas refrescantes, en que esta sustancia
se utiliza como antioxidante.
ADITIVOS Y DESINFORMACIÓN
A partir de la 2ª Guerra Mundial, se despertó una
preocupación por todo lo referente a los alimentos,
especialmente en l o que se relaciona con el cáncer.
Algunos aditivos han sido acusados de cancerígenos o
como
precursores
de
cancerígenos.
Los
más
cuestionados han sido las sales de nitratos y nitritos, el
ciclamato y l a sacarina y los carragenanos. Sin embargo,
y a nivel popular, el fenómeno más sorprendente en torno
a los aditivos ha sido el conocido como la “lista de Villejuif”
(figura 1). Esta consiste en un listado de aditivos,
siguiendo la numeración de l a normativa comunitaria,
acompañados de sus supuestos efectos sobre la salud,
en tono catastrofista. Dicha lista apareció en 1973 en esta
ciudad francesa, situada cerca de París, coincidiendo con
un conflicto laboral de una fábrica de bebidas refrescantes
situada en la localidad. En la lista figuraba como origen de
la información el “Hospital de Villejuif”, un c onjunto de
centros sanitarios de enseñanza e investigación (Institut
Gustave Roussy y Hôpital Paul Brousse), vinculados a l a
Facultad de Medicina París-Sur. La mencionada lista
considera al E-330 (ácido cítrico) como el aditivo más
peligroso y cancerígeno, y clasifica como inofensivos a
otros de uso restringido. Los desmentidos reiterados en
los medios de difusión por parte de los centros de Villejuif
no han tenido un efecto.
HOSPITAL DE VILLEJUIF (PARÍS)
Todos estos aditivos están autorizados en Francia y E spaña actualmente. Es, sin embargo, nuestro deber dar
constancia de lo que realmente son.
¡Frene la utilización de estos aditivos seleccionando los productos que compra!
¡Es el consumidor quien condiciona las opciones de los fabricantes!.
¡¡¡ PIENSE EN LA SALUD DE UD. Y DE LOS SUYOS!!!.
Reproduzca este documento, distribúyalo en su entorno, cuélguelo en sitios visibles y, sobre todo, utilícelo.
MALOS: Tóxicos, cancerígenos, productores de sensibilidad cutánea, perturbaciones intestinales y digestivas,
accidentes vasculares, cálculos renales, colesterol, trastornos dermatológicos, destrucción de vitamina B.
E-102
E-110
E-120
E-123
E-124
E-125
E-127
E-131
E-141
E-147
E-150
E-171
E-210
E-211
E-212
E-213
E-214
E-215
E-216
E-217
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Sospechoso
Cancerígeno
Sospechoso
Sospechoso
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Cancerígeno
Sospechoso
Sospechoso
Sospechoso
E-220
E-221
E-222
E-223
E-225
E-228
E-230
E-232
E-233
E-250
E-251
E-252
E-311
E-312
E-320
Cancerígeno. Trastornos de piel.
Destruye la vitamina B12.
Perturbaciones intestinales
Perturbaciones intestinales
Perturbaciones intestinales
Cancerígeno
Perturbaciones intestinales
Cancerígeno. Accidentes vasculares
(productos de charcutería)
Trastornos de la piel
Trastornos de la piel
Cancerígeno
Cancerígeno. Accidentes vasculares
(embutidos y charcutería).
Cancerígeno (embutidos y charcutería)
Cancerígeno. Sensibilidad cutánea,
perturbación de digestión
Sensibilidad cutánea
Colesterol
E-321
E-461
Colesterol
El más peligroso: cancerígeno,
perturbaciones de digestión.
Sospechoso cancerígeno
Trastornos digestivos
Sospechoso cancerígeno
Trastornos digestivos
Cancerígeno
Cálculos renales
Cancerígeno
Sospechoso cancerígeno
Sospechoso cancerígeno.
Trastornos digestivos.
E-462
E-463
E-466
E-467
E-477
Sospechoso cancerígeno
Sosp. cancerígeno. Trast. digestiv.
Sosp. cancerígeno. Trast. digestiv.
Sosp. cancerígeno. Trast. digestiv.
Sospechoso cancerígeno
E-330
E-338
E-339
E-341
E-400
E-407
E-447
E-450
E-460
INOFENSIVOS: E-100; 101; 102; 104; 105; 111; 121; 122; 132; 140; 151; 160; 161; 162; 170; 174; 175; 180; 200; 201;
202; 236; 237; 239; 250; 251; 270; 280; 281; 290; 293; 300; 301; 304; 305; 306; 307; 308; 309; 322;
325; 327; 331; 332; 333; 334; 335; 336; 337; 401; 402; 401; 411; 412; 414; 420; 421; 440; 471; 472;
473; 474; 475; 480.
Facsímil del pasquín que circuló en los años 70 y que reproduce la ya famosa “lista del Hospital de Villejuif”. Aún siendo
errónea, actualmente se difunde en ciertos sitios de la red Internet que manifiestan su preocupación por temas de salud
y ecología.
La preocupación por la seguridad en el uso de los colorantes sintéticos ha hecho que hayan sido estudiados de forma
exhaustiva sus efectos sobre la salud, mucho más que la mayoría de los colorantes naturales. Ello ha llevado a reducir
progresivamente el número de colorantes utilizables, aunque al contrario de lo que sucede en los otros grupos de aditivos, existan grandes variaciones de un país a otro. Por ejemplo, en los países nórdicos están prohibidos prácticamente
todos los de síntesis, mientras que en Estados Unidos no están autorizados algunos de los utilizados en Europa, pero sí
4
Aditivos alimentarios
lo están otros que no se utilizan aquí. Además cada colorante tiene por sí mismo un límite que varía según la sustancia
de que se trate y del alimento en el que se utilice. La tendencia actual es a limitar mas aún tanto los productos utilizables
como las cantidades que pueden añadirse.
Tabla 3. Colorantes sintéticos más utilizados en la UE.
Nombre
Cantaxantina:
Característica
Color rojo estable
Aplicación
Se aplica al pienso de piscifactorías
(salmón y trucha).
Productos de repostería, fabricación
de galletas, de derivados cárnicos,
sopas preparadas, conservas
vegetales, bebidas refrescantes
Condimento sucedáneo del azafrán
Confitería, repostería helados y
derivados cárnicos.
Tartracina
Color amarillo limón
Rojo cochinilla A
Color de “fresa”
Amarillo de
quinoleína
Color de “naranja
Bebidas refrescantes y en bebidas
alcohólicas,
Eritrosina
Color de “fresa” poco
estable, especialmente en
presencia de vitamina C
Postres lácteos con sabor de fresa.
Confitería y derivados cárnicos.
Efectos y límites
Se le asocia a lesiones en la retina.
IDA: 0,03 mg/Kg peso.
Produce reacción alérgica en sujetos
con intolerancia a la aspirina (10%)
y en asmáticos (alrededor del 4%).
IDA: hasta 7,5 mg por Kg.
Efectos cancerígenos discutibles.
IDA: hasta 4 mg/Kg.
Se absorbe menos del 3% en el
aparato digestivo.
IDA: hasta 0,5 mg/Kg.
Baja absorción intestinal.
IDA: hasta 0,6 mg/kg.
5.
CONSERVANTES
La principal causa de deterioro de los alimentos es la actividad de los microorganismos (bacterias, levaduras y mohos). El problema de las alteraciones microbianas de los alimentos tiene implicaciones económicas, tanto para los
fabricantes (deterioro de materias primas y productos elaborados, pérdida de la imagen de marca, etc.) como para distribuidores y consumidores (deterioro de productos después de su adquisición y antes de su consumo). A los métodos
físicos, como el calentamiento, deshidratación, irradiación o congelación, pueden asociarse métodos químicos que
causen la muerte de los microorganismos o que al menos eviten su crecimiento.
Tabla 4. Aditivos con actividad conservante más utilizados en la UE.
Nombre
Ácido sórbico
Ácido benzoico
Anhídrido sulfuroso
Nitratos y nitritos
Característica
Ácido graso insaturado
muy poco soluble en
agua y presente en
algunos vegetales.
Aplicación
Pan envasado. y bollería.
Concentrados de zumos.
Postres a base de leche.
Quesos fundido, en lonchas, etc.
Aperitivos a base de cereales.
Actividad antimicrobiana Bebidas aromatizadas.
descubierta en 1875.
Cerveza sin alcohol.
Presente de forma
Mermeladas y confituras.
natural en canela o
Salsas de tomate o pimiento.
ciruelas
Uno de los más antiguos Zumos de uva, mostos, vinos, sidra
conservantes.
y vinagre.
Eficaz en medio ácido,
Cefalópodos y crustáceos frescos y
contra bacterias, mohos
congelados.
levaduras.
Impide el crecimiento de Productos cárnicos adobados.
microorganismos
Productos cárnicos embutidos.
patógenos como
Clostridium botulinum11,
Forma un compuesto
rosa brillante con el
pigmento de la carne.
Efectos y límites
Metabólicamente se comporta como
los demás ácidos grasos, es decir, se
absorbe y se utiliza como una fuente
de energía.
IDA: 25 mg/Kg peso
Se absorbe rápidamente en el
intestino, eliminándose también con
rapidez en la orina. No tiene efectos
acumulativos.
IDA: 5 mg/Kg peso
Destruye la tiamina (vitamina B1).
El 3-8% de los enfermos de asma
son sensibles a los sulfitos.
IDA: 0,7 mg/Kg peso.
El nitrito se une a la hemoglobina, e
impide el transporte de oxígeno.
IDA nitritos: 0,06 mg/kg peso
IDA nitratos: 3,7 mg/kg peso
Entre los conservantes más polémicos destacan las sales de nitrato y nitrito12, ya que en alimentos sometidos al
asado se pueden formar unos compuestos cancerígenos denominados “nitrosaminas”. Por otro lado, no se autoriza su
uso en la carne picada, ya que mantienen la apariencia de frescura En muchos alimentos existen de forma natural sustancias con actividad antimicrobiana: el ácido benzoico y el ácido cítrico de ciertas frutas o el ácido láctico liberado en
11
Produce la toxina botulínica (una dosis de entre 0,1 y 1 10-6 g puede causar la muerte de una persona). La intoxicación botulínica o botulismo se
debe al consumo de productos cárnicos, pescado salado o conservas caseras mal esterilizadas en las que se ha desarrollado la citada bacteria.
12
Las espinacas y el apio pueden contener de forma natural más de 2 g de nitrato /Kg producto (10 veces más que la concentración máxima
autorizada como aditivo).
5
F.C. Ibáñez, P. Torre y A. Irigoyen
febrero de 2003
la fabricación de leches fermentadas. Los ajos, cebollas y muchas especias también contienen agentes antimicrobianos,
o precursores que se transforman en ellos al triturarlos.
Actualmente se intenta reducir en lo posible la adición de conservantes, sustituyéndolos por el empleo de medios
físicos, como la esterilización, las atmósferas controladas en embalajes adecuados, o el mantenimiento de cadenas de
frío entre la producción y el consumo. Sin embargo, esto no siempre es práctico, ya que algunos alimentos no pueden
calentarse lo suficiente, algunas bacterias son muy resistentes al calor, no siempre se puede garantizar la continuidad de
la refrigeración, y además ésta no frena del todo el crecimiento microbiano. Otros procedimientos físicos de conservación, como la irradiación, tienen mala reputación por su relación con la industria nuclear. En algunos casos se puede
recurrir al uso de conservantes ya presentes en los alimentos, pero esto no siempre es factible. El uso de ajos o de sus
extractos en la elaboración tradicional de embutidos, dificulta el deterioro por la acción de los microorganismos. Ahora
bien, difícilmente se podrán utilizar en una bebida refrescante.
Ciertas sustancias no autorizadas, y que por ello no se pueden considerar aditivos, se han utilizado con fines fraudulentos. Estos usos se destinan a enmascarar la baja calidad sanitaria de las materias primas. Algunas de ellas son las
recogidas en esta tabla:
Sustancia
Agua oxigenada
Ácido bórico
Ácido salicílico
Acción
Aplicación
En leche destinada a la fabricación de
queso y en pescado para elaboración de
Agente bactericida.
conservas, en un proceso conocido con el
nombre engañoso de “pasteurización en
frío”.
En España se han detectado con cierta
Acción antimicrobiana. frecuencia casos de uso fraudulento del
Inhibe el
ácido bórico en la “conservación” de
mariscos, para evitar el oscurecimiento de
oscurecimiento del
las cabezas de gambas y langostinos.
marisco.
Sólo se permite en el caviar (E-284).
En la elaboración de conservas caseras y
encurtidos.
Acción antimicrobiana
Prohibido en España desde mediados de la
década de los 80.
Toxicidad
Ninguna, pues se descompone
rápidamente.
Se absorbe bien y se elimina mal,
acumulándose en el organismo.
Tóxico.
Se excreta lentamente (riesgo de
acumulación).
6.
ANTIOXIDANTES
La oxidación de las grasas es la forma de deterioro de los alimentos más importante después de las alteraciones producidas por microorganismos, y representa el factor limitante de la vida útil de muchos de ellos, desde las galletas de
aperitivo hasta el pescado congelado.
Las industrias alimentarias intentan evitar la oxidación de los alimentos utilizando diferentes técnicas, que van desde
el envasado hermético al vacío hasta el uso de sustancias con propiedades antioxidantes. La mayoría de los productos
grasos tienen sus propios antioxidantes naturales, aunque muchas veces estos se pierden durante el procesado (refinado
de los aceites, por ejemplo), pérdida que debe ser compensada de forma artificial. Las grasas vegetales son en general
más ricas en sustancias antioxidantes que las animales. También otros ingredientes, como ciertas especias (el romero,
por ejemplo), pueden aportar antioxidantes a los alimentos elaborados con ellos. Por otra parte, actualmente se propone
que las grasas predominantes de la dieta sean insaturadas, con el fin de prevenir las enfermedades cardíacas, por ello
hace más necesario el uso de antioxidantes, ya que son estas grasas las susceptibles de sufrir los fenómenos de oxidación.
Los antioxidantes actúan deteniendo la oxidación de las grasas. Otras sustancias refuerzan la acción de los antioxidantes eliminando las trazas de ciertos metales, como el cobre o el hierro, que facilitan la oxidación. Los primeros son
los antioxidantes propiamente dichos, mientras que los segundos reciben la denominación legal de “sinérgicos de antioxidantes”, o mas propiamente, de “agentes complejantes13”. Los antioxidantes retrasan la alteración oxidativa del
alimento, pero no la evita de una forma definitiva. Es más, el uso de antioxidantes en cantidades o en condiciones inadecuadas puede incluso acelerar la oxidación. Otros aditivos alimentarios (por ejemplo, los sulfitos) tienen una cierta
acción antioxidante, además de la acción primaria para la que específicamente se utilizan. Esta acción lateral se indicará
también al tratar cada uno de ellos.
En este grupo se incluyen aquellas sustancias, también denominadas a veces sinérgicos de antioxidantes, que tienen
acción antioxidante por un mecanismo específico, el secuestro de las trazas de metales presentes en el alimento. Estas
trazas (cobre y hierro fundamentalmente) pueden encontrarse en el alimento de forma natural o incorporarse a él durante el procesado, y tienen una gran efectividad como aceleradores de las reacciones de oxidación. Algunos de estos
aditivos tienen también otras funciones, como acidificantes o conservantes, mientras que otros aditivos, cuya principal
función es distinta, poseen cierta actividad antioxidante por este mecanismo, por ejemplo, los fosfatos, el sorbitol, etc.
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También denominados agentes quelantes, y que se caracterizan por formar estructuras químicas complejas y voluminosas.
Aditivos alimentarios
Tabla 5. Antioxidantes más utilizados en la UE.
Nombre
Ácido L-ascórbico
Butil-hidroxi-anisol
(BHA)
Característica
Evita el oscurecimiento
de la fruta troceada y
evitar la corrosión de los
envases metálicos.
Inhibe la formación de
nitrosaminas
Solamente es soluble en
grasas
Butil-hidroxi-tolueno
Las mismas que el BHA
(BHT)
Aplicación
La adición de ácido ascórbico como
antioxidante no permite hacer un uso
publicitario del enriquecimiento en
vitamina C del alimento.
Efectos y límites
Se absorbe y se metaboliza
rápidamente. El exceso se elimina
por orina, pero a partir de 6 g/día se
observa diarrea..
IDA: 15 mg/Kg
Se utiliza para proteger las grasas
utilizadas en repostería, fabricación
de galletas, sopas deshidratadas, etc.
Se utiliza siempre mezclado con el
BHA,
Actúa en el metabolismo hepático.
IDA: 0,3 mg/Kg
Parece incrementar las necesidades
de vitamina A.
IDA: 0,125 mg/Kg de peso
Tabla 6. Sinérgicos de antioxidantes admitidos como aditivos en la UE..
Nombre
Ácido láctico
Ácido cítrico
Ácido tartárico
Fosfatos
Característica
Aplicación
Efectos y límites
Regulador de la acidez
Coadyuvante de
antioxidantes.
Evita el oscurecimiento
de las frutas y otros
vegetales troceados
Coadyuvante de los
antioxidantes
Regulador de la acidez.
Coadyuvante de los
antioxidantes
• Acidificante (como
ácido fosfórico).
• Estabilizante
(disminuye la pérdida
de agua).
• Coadyuvante de los
antioxidantes
Confituras y mermeladas
Pan y pastas.
Legumbres y hortalizas en conserva.
Derivados cárnicos (salchichas,
salazones, fiambres),
Confituras y mermeladas.
Zumos y néctares.
Se degrada para obtener energía.
Es totalmente inocuo a las dosis que
se añaden.
Se incorpora al metabolismo,
degradándose para producir energía.
Es inocuo a las dosis añadidas en un
alimento.
IDA: no especificada.
La mayoría no se absorbe en el
intestino y la cantidad absorbida se
elimina rápidamente por la orina.
Los fosfatos presentan una toxicidad
baja. La formación de cálculos
renales sólo se ha observado con
ingestas excesivamente altas.
Sólo disminuye la absorción de
calcio, hierro y magnesio cuando
está unido al ácido fítico (presente
en vegetales).
IDA: hasta 70 mg/Kg peso (es más
importante la relación fósforo/calcio,
que debe ser de 1 y 1,5).
Conservas vegetales, mermeladas,
salmueras, salsas, sopas
deshidratadas
• Bebidas refrescantes (a base de
cola).
• Derivados cárnicos (embutidos),
leches UHT y esterilizada., queso
fundido.
7.
GELIFICANTES, ESPESANTES Y ESTABILIZANTES
Algunas sustancias, químicamente bastante complejas, insolubles en agua a concentraciones mayores del 5%, se
destinan a la modificación de la textura de los alimentos. Se obtienen de fuentes vegetales o de microorganismos. Nutricionalmente no se digieren y, por esta razón, no aportan nutrientes. Por ello, se utilizan ampliamente para elaborar
alimentos bajos en calorías. También son muy útiles en los alimentos precocinados congelados para mantener su estabilidad y evitar la pérdida de líquido al descongelarlos. Algunos de estos productos no están bien definidos
químicamente, pero todos tienen en común el tratarse de cadenas muy largas formadas por la unión de muchas moléculas de azúcares más o menos modificados. La industria de estos aditivos se desarrolló en Europa y América durante la
2ª Guerra Mundial, tras interrumpirse el suministro de los tradicionales gelificantes procedentes de Asia.
Las limitaciones legales a su uso se refieren normalmente al conjunto de sustancias de este tipo que pueden añadirse,
sea la que se añada una sola o una mezcla de varias.
Las gomas vegetales son productos obtenidos de exudados
(resinas) y de semillas de vegetales, o producidas por microorganismos. No suelen formar geles sólidos, sino soluciones más o
menos viscosas. Se utilizan, por su gran capacidad de retención
de agua, para favorecer el hinchamiento de diversos productos
alimentarios, para estabilizar suspensiones de pulpa de frutas en
bebidas o postres, para estabilizar la espuma de cerveza o la nata
montada, etc. En general son indigeribles por el organismo
humano, aunque una parte es degradada por los microorganismos presentes en el intestino. Asimilables metabólicamente a la
fibra dietética, pueden producir efectos beneficiosos reduciendo
los niveles de colesterol del organismo.
7
F.C. Ibáñez, P. Torre y A. Irigoyen
febrero de 2003
Tabla 7. Sustancias empleadas como modificadores de la textura y que actualmente se autorizan como aditivos en la UE.
Nombre
Obtención
Característica
Aplicación
Algas (Macrocrystis,
Fucus, Laminaria, etc.).
Geles muy estables al
calentarlos
Conservas vegetales y , salsas.
Confitería (mermeladas) y
repostería (galletas).
queso fresco
Productos cárnicos (fiambres y
patés).
Carragenanos
Algas (Gigartina,
Chondrus,
Furcellariayotras),
Geles térmicamente
reversibles con textura
similar a la de la
gelatina.
Concentraciones
superiores al 0,15%
proporcionan texturas
sólidas.
Postres lácteos
Conservas vegetales, sopas y
salsas,
Cobertura de derivados cárnicos
y de pescados enlatados
Pectinas
A partir de los restos de
pulpa de naranja, limón
y manzana.
Forma geles viscosos.
Repostería (mermeladas).
Conservas vegetales, Zumos de
fruta.
Almidones
modificados
A partir del almidón de
maíz y patata, que se
trata químicamente
Formación de geles
viscosos, resistentes al
calor y en medios
ácidos.
Yogures y helados.
Conservas vegetales y salsas
espesas del tipo de las utilizadas
en la cocina china
Sorbitol
Presente de modo
natural en ciruela y
manzana.
Acción estabilizante y
humectante por su
capacidad de retener
agua.
En todos los alimentos, limitado
según las buenas prácticas de
fabricación.
Manitol
Presente de modo
natural en apio y
endivia.
Se obtienen por síntesis.
Proporcionan sabor
dulce y refrescante.
En todos los alimentos, limitado
según las buenas prácticas de
fabricación.
Ácido algínico
Efectos y límites
No se absorbe en el intestino, y
no le afecta la flora bacteriana.
Cuando se exceden las
concentraciones del 4% pueden
disminuir la absorción de hierro
y calcio.
IDA.: hasta 50 mg / Kg
Baja absorción intestinal.
No se han registrados casos de
lesiones por su consumo.
IDA: hasta 50 mg / Kg
Se digiere alrededor del 10%.
Dosis altas producen diarrea
IDA: no especificada.
Se digieren y se metabolizan
como el almidón natural,
aportando las mismas calorías.
La fracción modificada no puede
asimilarse y son eliminados o
utilizados por las bacterias
intestinales.
Se absorbe en el intestino
lentamente y sólo el 70% se
transforma en energía. Con fines
dietético no deben excederse los
25 g de ingestión diaria
Se absorbe poco en el intestino,
y el absorbido se excreta en la
orina sin metabolizarse.
Cantidades superiores a los
limites autorizados, pueden
producir diarrea.
No son metabolizados por las
bacterias de la boca, por lo que
no contribuyen a la aparición de
caries dental.
8.
POTENCIADORES DEL SABOR
Son sustancias que, a las concentraciones que se utilizan normalmente en los alimentos, no aportan un sabor propio,
sino que refuerzan el de los otros compuestos presentes (tabla 8). Esto es especialmente importante en el caso de sopas
y salsas deshidratadas, aunque también se utilizan en otros muchos productos. El más utilizado es el ácido L-glutámico,
uno de los 20 aminoácidos que está presente en las proteínas naturales. Al igual que la sal común, a bajas concentraciones refuerza los sabores de otras moléculas sápidas. A concentraciones superiores posee un sabor que se denomina
“umami” (voz japonesa para describir la sensación gustativa generada por este compuesto y que recuerda al caldo de
carne).
Tabla 8. Algunos de los potenciadores de sabor que se admiten como aditivos en la UE.
Nombre
Obtención
Ácido
L-glutámico
En 1908 se detectó en
los extractos del alga
Laminaria japonica,
usados en la cocina
japonesa.
Se obtiene
industrialmente por
fermentación de
azúcares.
Ácido guanílico
Se obtiene a partir de
levaduras o de extractos
de carne o de pescado
por hidrólisis química
Maltol
8
Característica
Aplicación
Efectos y límites
En forma libre se
encuentra, en pequeña
cantidad, en tomates y
champiñones. Esta es
probablemente una de
las razones de que éstos
sean tan útiles como
componentes de
guarniciones, salsas y
sopas.
Potencia el sabor 20
veces más que el ácido
glutámico.
A bajas concentraciones,
potencia los sabores y a dosis
altas, confiere un sabor que
recuerda a la carne.
Su toxicidad es mínima.
El “síndrome del restaurante
chino” (hormigueo,
somnolencia, sensación de calor
y cefaleas) se atribuye a dosis
superiores a 30g/kg peso
corporal.
IDA: 120 mg/Kg
Derivados cárnicos (fiambres,
patés, etc.)
Sopas y caldos deshidratados
Se metabiliza hasta ácido úrico.
IDA: no especificada.
Potencia el sabor dulce
de los azúcares.
Olor a caramelo
Repostería (postres, bollos,
galletas, etc.) y confitería
(caramelos, chicles, etc.).
Se absorbe en el intestino y se
elimina fácilmente en la orina.
IDA: 1 mg/Kg de peso.
Aditivos alimentarios
9.
EDULCORANTES
La obtención de edulcorantes no calóricos sintéticos (tabla 9)tiene su origen en la búsqueda de edulcorantes para
diabéticos. Actualmente está impulsado por el mercado de los productos bajos en calorías, sector que utiliza alrededor
del 60% del total de edulcorantes sintéticos producidos. Por otra parte, la discusión acerca de los riesgos a largo plazo
de la utilización de los edulcorantes sintéticos más comunes, con la prohibición de algunos de ellos en ciertos países,
hace que se busquen sustancias menos propensas a suscitar dudas sobre su seguridad para el consumidor. Para que un
edulcorante sea utilizable como aditivo, además de ser inocuo, su sabor dulce debe percibirse rápidamente, tiene que ser
lo más parecido al de la sacarosa (azúcar común) y no dejar regustos extraños. Además, ha de resistir las condiciones
del alimento en el que se va a utilizar, que es usualmente ácido, así como los tratamientos a los que se vaya a someter.
Esto reduce mucho las posibilidades, hasta el punto de que se utiliza un número muy reducido de edulcorantes
sintéticos y, siempre en una mezcla de los mismos.
Tabla 9. Sustancias de síntesis utilizadas como aditivos edulcorantes.
Nombre
Ciclamato
Sacarina
Aspartamo o
aspartame
Acesulfama-K
Característica
Aplicación
Sintetizado en 1937.
30-60 veces más dulce
que la sacarosa
Es muy estable, y no le
afecta la acidez ni el
calentamiento.
Sintetizada en 1878.
300 -00 veces más dulce
que la sacarosa.
Resistente al
calentamiento y a los
medios ácidos
Este péptido, descubierto
en 1965, se usa desde
1983.
100-400 veces más dulce
que la sacarosa.
No resiste el tratamiento
térmico.
Descubierto en 1967.
200 veces más dulce que
la sacarosa.
Muy estable.
Efectos y límites
Bebidas carbónicas.
Productos dietéticos
Los datos acerca de su posible
carácter cancerígeno son
contradictorios.
IDA: 11 mg por Kg de peso
Productos dietéticos
El efecto cancerígeno a dosis
elevadas se atribuye a compuestos
contaminantes que se forman
durante la síntesis.
IDA: 5 mg/Kg de peso corporal
Bebidas.
Tras su digestión, se descompone en
los aminoácidos que lo constituyen y
metabolizan como tales. Carece de
riesgo.
IDA: 40 mg / kg de peso
Productos dietéticos
No se metaboliza y se excreta
rápidamente sin cambios químicos,
por lo que no tiende a acumularse.
IDA: 9 mg/Kg de peso.
EDULCORANTES “NATURALES”
La b úsqueda de sustancias edulcorantes a partir de fuentes vegetales ha permitido aislar productos etiquetados como
“naturales”. Algunos de los que se presentan en esta tabla ya están autorizados como aditivos en la UE.
Sustancia
Taumatina
Esteviosido
Glicirricina
Poder edulcorante
(respecto a la sacarosa)
2500 veces
Características
Proteína extraída de una planta de África occidental.
Se metaboliza como las demás proteínas de la dieta.
Tiene un cierto regusto a regaliz
300 veces
Molécula con estructura similar a las hormonas esteroides que presenta
cierta acción antiandrogénica,.
50 veces
Presente en el regaliz.
Se le atribuye la capacidad de producir hipertensión.
10.
AROMATIZANTES
Comúnmente se acepta que aroma es sinónimo de olor. De hecho, el diccionario de la R.A.E. admite como tercera
acepción de este término la de “perfume, olor muy agradable”. Pero los científicos de los alimentos usan este concepto
para referirse a la sensación olfativa que se experimenta cuando un alimento está en la boca. Así pues, las moléculas
volátiles no sólo se registran directamente a través de la nariz (olor), sino indirectamente por vía retronasal (aroma). En
el campo de la ciencia alimentaria únicamente tienen aroma los alimentos que ingerimos. Otro vocablo que también se
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F.C. Ibáñez, P. Torre y A. Irigoyen
febrero de 2003
usa, prestado del inglés, es flavor. Se refiere al conjunto de sensaciones gustativas y olfativas que genera un producto
dispuesto en la boca. Y esto crea una situación peculiar desde el punto de vista de la normativa europea, ya que son
sinónimos los términos aroma (castellano), arôme (francés) y flavouring (inglés) y se refieren a “sustancias para
proporcionar sabor y olor a los alimentos” (Directivas 88/388/CEE y 91/71/CEE). En las Decisiones 1999/217/CE y
2002/113/CE están recogidas las 2700 sustancias aromatizantes autorizadas para incorporarse a los alimentos. Y
aquellos productos alimentarios que incorporen tales sustancias deberán reflejarlo en su etiqueta con la palabra
“aroma”, pudiendo utilizarse la expresión “aroma natural” cuando éstas sean de procedencia vegetal o animal.
Las sustancias odoríferas se encuentran usualmente en
cantidades muy reducidas en el alimento (el total de estos
compuestos no supera al 0,1% del peso), pero son
fundamentales en la aceptabilidad de un alimento. Las
moléculas responsables del aroma puede proceder de los
propios procesos bioquímicos del alimento (el de las frutas,
producido durante su maduración) o de los tratamientos
posteriores a los que se somete, incluyendo los culinarios (el
aroma a tostado o a asado, por ejemplo).
La industria química es capaz de reproducir a un precio
razonable la mayoría de las sustancias aromáticas cuya
estructura se conoce. Así se obtienen la vainillina (vainilla) o el
anetol (anís). Otros se obtienen por aislándolas a partir de
fuentes naturales. Uno de ellos es el eugenol, que se obtiene del
aceite de clavo, del que forma alrededor del 85%.
El que un aromatizante sea de origen natural no implica que El eugenol (4-alil-2-metoxifenol) es el principal componente
sea más seguro. Un ejemplo es el caso de la esencia de sasafrás, del aceite extraído de las flores de clavo (Eugenia
caryophyllus), un árbol que se supone originario de las islas
utilizada durante muchos años como aromatizante en bebidas Molucas. Es un líquido incoloro, de olor picante y sabor esperefrescantes. Este preparado contiene hasta un 90% de safrol, ciado. En 1982 se fijó su I.D.A. en 2,5 mg/kg peso corporal.
una sustancia cancerígena. Por supuesto, el uso de la esencia de
sasafrás ha sido prohibido, pero el safrol existe también, aunque
en pequeña cantidad, en el anís, pimienta, nuez moscada y otras especias. Otra sustancia cancerígena es el isotiocianato
de alilo, contenido en la mostaza. No obstante, las cantidades presentes son suficientemente pequeñas para que, en un
uso normal, estas especias no representen un riesgo significativo para la salud.
Las proporciones de las sustancias que configuran un aroma son muy variables. El acetato de isoamilo puede
suponer alrededor de la mitad de un aroma de plátano utilizado para elaborar caramelos, mientras que el α-furfurilmercaptano representa solo alrededor del 0,001 % del aroma de café usado con el mismo fin.
En cuanto a la cantidad de sustancia aromática que se puede utilizar, la legislación no la limita taxativamente, pero
indica que se empleen normalmente a la mínima dosis necesaria para producir el efecto buscado. Queda pues a criterio
del fabricante cuál es la cantidad que puede añadirse al alimento. Sin embargo, el relativamente alto costo de los aromas
(una disolución al 10% de un aroma normal cuesta del orden de los 12 euros / kg) hace que realmente se añada la menor
cantidad posible. Además, una cantidad excesiva de aromatizante reduce la calidad del producto terminado, haciéndolo
empalagoso y disminuyendo su aceptabilidad por el consumidor.
11.
BIBLIOGRAFÍA PARA CONSULTAR
• Comisión de las Comunidades Europeas. 2000. Libro blanco sobre seguridad alimentaria.
• CUBERO, N., MONTFERRER, A., Y VILLALTA, J. 2002. Aditivos alimentarios Editorial Mundi-Prensa Libros, S.A. Madrid.
• MULTON, J.L. 2000. Aditivos y auxiliares de fabricación en las industrias agroalimentarias (2ª ed.). Editorial Acribia, S.A.
Zaragoza.
• Orden SCO/1050/2002 (BOE nº 115), de 7 de mayo, por la que se modifica el anexo del Real Decreto 1917/1997, de 19 de
diciembre, por el que se establecen las normas de identidad y pureza de los aditivos alimentarios distintos de colorantes y
edulcorantes utilizados en los productos alimenticios.
• Orden SCO/1051/2002 (BOE nº 115), de 7 de mayo, por la que se modifica el anexo del Real Decreto 2106/1996, de 20 de
septiembre, por el que se establecen las normas de identidad y pureza de los edulcorantes utilizados en los productos
alimenticios.
• Real Decreto 3177/1983 (BOE nº 310), de 16 de noviembre, por el que se aprueba la Reglamentación técnico-sanitaria de
aditivos alimentarios.
• Real Decreto 485/2001 (BOE nº 122), por el que se modifica el Real Decreto 2001/1995, por el que se aprueba la lista positiva de
aditivos colorantes autorizados para su uso en la elaboración de productos alimenticios, así como sus condiciones de utilización.
• Real Decreto 142/2002 (BOE. nº 44), por el que se aprueba la lista positiva de aditivos distintos de colorantes y edulcorantes
para su uso en la elaboración de productos alimenticios, así como sus condiciones de utilización.
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