El segundo mundo: Nuevas fuentes de poder

Espiral Estudios sobre Estado y sociedad (eISSN: 2594-021X), 2010

El segundo mundo ofrece una lectura fascinante e innovadora de la nueva configuración geopolítica del siglo xxi. La complejidad y la aparición de diversos núcleos de poder son la clave para describir el nuevo orden global. Estados Unidos, la Unión Europea y China parecen dirigir el nuevo liderazgo. No obstante, la influencia de los llamados países del segundo mundo es cada vez mayor en la conformación de la hegemonía mundial. Parag Khanna, calificado como el nuevo Francis Fukuyama de esta década, considera que la nueva geopolítica mundial se divide en tres esferas, el primer mundo está dirigido por los Estados Unidos, la Unión Europea y China, quienes concentran el mayor poder balístico, económico, político, así como una amplia proyección de poder hegemónico. El segundo mundo está representado por cinco macro-regiones separadas: Europa del este, Asia central, América Latina, Medio Oriente y el este de Asia, que concentran también cierto poder en tanto economías emergentes. El tercer mundo estaría representado por el resto de los países que siguen en posición de subordinación con respecto al primero y segundo mundo. Además su desarrollo es lento y su rol en la escena internacional es limitado. El segundo mundo: Imperios e influencias en el nuevo orden global

Estamos tan acostumbrados a pensar que vivimos en un mundo globalizado y conectado por medio del Internet, que poco reflexionamos acerca de lo que realmente implica el vivir en una sociedad en la que incluso nuestras amistades tienen un gran impacto en nuestras vidas, pues "individuals in a network make choices that are affected not only by their friends but by their friends' friends and their friends' friends' friends" (Slaughter 2017, 65). Cuando lo llevamos al plano internacional no es tan diferente, solo más complejo, pues se involucran diversos actores que son heterogéneos. Al Qaeda es el ejemplo perfecto de esta participación internacional la cual se da por dada. Es una red, una estructura que permite la rapidez, flexibilidad y adaptación e incluye diversos individuos y grupos que se coordinan para conseguir un objetivo. O incluso, algo más actual, es la pandemia, se necesita una red adecuada para evitar que se extienda más de lo que ya se encuentra esparcida. Son este tipo de situaciones, tan escuchadas pero poco analizadas las que permiten que este libro sea tan sorprendente.

Spannabis Magazine, 2008

Con el nuevo culto se olvidaron muchas cosas; igual que se olvidó la filosofía o la medicina se olvidó fumar opio o cannabis, e igual que quedaron en desuso estudios astronómicos quedó en el olvido la utilización de las plantas psicoactivas. Así se eliminaron las tiendas romanas que vendían opio para mitigar los dolores; así como las extensiones de cultivo de cáñamo; el consumo de hachís por las clases altas, los misterios eleusíacos, el ergot de los griegos, el vino resinato, las fumigaciones de beleño y mandrágora o los preparados de cantáridas. Y aparecieron con más fuerza los dolores, el insomnio, el asma, la disentería y tantos trastornos localizados o genéricos. Dejaron de existir cientos de fármacos para tratar las enfermedades eficazmente. Desaparecieron de Europa las triacas, los productos anestésicos y la cirugía mayor y menor. Todas las sustancias psicoactivas distintas de las del alcohol desaparecieron con el cristianismo y con ellas, sus consumidores.

Revista Ejército, 2023

About the New Global situation according the results of Ukraine's Ivansion

2017

This section of the monographic is sue "The New and the Old: Electoral Processes, Campaigns and Voting" brings together reflections by different authors on the various political changes that have shaken the world in recent years - especially since the 2008 international economic crisis - and the emergence of new electoral forces, often described as populist.

causados por la crisis financiera son dos acontecimientos globales que influirán para que las potencias emergentes aceleren su integración en el sistema internacional. El ascenso de estas nuevas potencias emergentes está modificando las coordenadas del poder internacional, empezando a valorarse más la importancia del poder económico, los recursos naturales, la capacidad de la ciencia y la tecnología y la fuerza de la diplomacia que el poder militar como valor determinante para liderar el mundo.