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Karl Popper ante el problema de la verdad

2005, El problema de la verdad en K. R. Popper: Reconstrucción histórico-sistemática

Se aborda en el texto los sucesivos planteamientos de Popper ante la verdad. Primero, una concepción en términos lógico-metodológicos; después, un enfoque epistemológico; y, posteriormente, un énfasis en la verdad ontológica.

K ARL POPPER ANTE EL PROBLEMA DE LA VERDAD Wenceslao J. González 1. VERTIENTES TEMÁTICAS EN LA PRODUCCIÓN INTELECTUAL DE K. POPPER Dentro del panorama del siglo XX, uno de los autores más importantes para la Filosofía, en general, y para la Filosofía de la Ciencia, en particular, es Karl R. Popper (1902-1994). Su dilatada trayectoria intelectual, que se inicia hacia 1919 y abarca la mayor parte del siglo 1, ha tenido un influjo apreciable en dos direcciones. Por un lado, ocupa un lugar central en el campo filosófico-metodológico, principalmente con sus propuestas acerca del desarrollo científico. En ellas la Epistemología del Racionalismo crítico acompaña a la Metodología de la Ciencia del falsacionismo. Y, por otro lado, también ha tenido una incidencia considerable en el espacio que abordan la Filosofía Social y la Filosofía Política. Ahí la actitud crítica sirve de hilo conductor –propicia la sociedad abierta– y la defensa de la tolerancia está en armonía con la búsqueda de la verdad. Entre esas distintas vertientes temáticas que han centrado su atención –la científica y la sociopolítica– hay un nexo. Se encuentra en la Filosofía de las Ciencias Sociales, donde Popper ofrece las bases lógico-metodológicas para el estudio de las relaciones entre el individuo y la sociedad. Uno de sus ejes es el problema de la “predicción histórica” 2. Su preocupación es descartar el “historicismo” –en la acepción que tiene en sus escritos–, pues no sabemos hoy lo que conoceremos mañana, de manera que la predicción científico-social a largo plazo y de gran alcance le parece carente de base. Propugna, en cambio, el individualismo metodológico dentro del marco de un indeterminismo histórico, de modo que el agente está movido por el principio de racionalidad ante las situaciones, en vez de estar determinado por ellas. Aunque la Filosofía de las Ciencias Sociales de Popper no siempre resulta coherente con su Filosofía y Metodología general de la Ciencia 3, parece claro que 1 Buena parte de su trayectoria intelectual se encuentra descrita en POPPER, K. R., Unended Quest. An Intellectual Autobiography, Fontana/Collins, Londres, 1976; edic. ampliada, Routledge, Londres, 1992 (reedición en 2002). Un análisis pormenorizado de las primeras fases de su Filosofía se lleva a cabo en HACOHEN, M. H., Karl Popper –The Formative Years, 1902-1945, Cambridge University Press, Cambridge, 2000. 2 Cfr. POPPER, K. R., The Poverty of Historicism , Routledge and Kegan Paul, Londres, 1957; 3ª ed., 1961 (reimpresión en Routledge, Londres, 1991). 3 Esto se aprecia cuando se aborda la cuestión de la predicción en Ciencias Sociales y el caso par ticular de la Economía, GONZALEZ, W. J., “The Many Faces of Popper’s Methodological Approach to Prediction”, en CATTON, PH. y MACDONALD, G. (eds), Karl Popper: Critical Appraisals , Routledge, Londres, 2004, pp. 78-98; en especial, pp. 85-94. xi xii El problema de la verdad en K. R. Popper: Reconstrucción histórico-sistemática en ambos casos se admite que el desarrollo científico se lleva a cabo mediante la eliminación de lo falso. Así, la falsabilidad –la pauta metodológica de poner a prueba la propia teoría o hipótesis para ver si es falsa– y la refutabilidad –la consideración como “insostenible”, por falsa, respecto de una teoría o hipótesis a tenor de la prueba empírica o el “experimento crucial” aportado– descansan en la idea de la cognoscibilidad de lo falso 4. Esto supone, a su vez, que un enunciado (o conjunto de enunciados) es verdadero o, al menos, que está más próximo a la verdad que otros enunciados (“verosimilitud”). Este plano general, que profundiza en lo que es y debe ser la Ciencia, es donde –a mi juicio– la notoriedad de Popper ha sido mayor. Suscitó, de hecho, la aprobación de varios Premios Nobel (P. Medawar, J. Eccles, …), quienes con sideraron que su Filosofía y Metodología general de la Ciencia reflejaba mejor que ninguna otra el desarrollo científico 5. Esto propició un aumento del prestigio en el terreno académico, que contribuyó a los numerosos reconocimientos que obtuvo por parte de instituciones de diversos países (Estados Unidos, Reino Unido, Austria, Japón, …). Si bien las propuestas filosófico-metodológicas del “giro histórico” (en especial, de Thomas Kuhn e Imre Lakatos) incidieron desde los años sesenta en sentido contrario, debido a las objeciones planteadas a la concepción popperiana. Es dentro de ese plano general –que atañe a toda Ciencia empírica y, en principio, habría de ser válida para las Ciencias de la Naturaleza y las Ciencias Humanas y Sociales– donde el problema de la verdad aparece en una posición destacada dentro de la contribución de Popper. Pero tiene importantes variaciones en su planteamiento filosófico-metodológico 6, hasta el punto que la cuestión de la verdad la ha ido analizando sucesivamente en tres claves interpretativas: la lógico-metodológica, la epistemológica y la ontológica. De hecho, su evolución respecto de la verdad puede ser utilizada para hacer una 4 Para Imre Lakatos, a diferencia de Popper, las falsaciones no se comportan automáticamente como una refutación. Cfr. LAKATOS, I., “Popper on Demarcation and Induction”, en SCHILPP, P. A. (ed.), The Philosophy of Karl Popper, Open Court, La Salle, Illinois, 1974, pp. 241-273. Compilado en LAKA TOS, I., The Methodology of Scientific Research Programmes , editado por J. Worrall y G. Currie, Cambridge University Press, Cambridge, 1978, pp. 139-167; en especial, p. 150. A su juicio, puede haber “falsaciones” que sean sólo “anomalías”, en vez de genuinas “ref utaciones” que provoquen el rechazo de una teoría o hipótesis particular. 5 Entre los científicos destacados que resaltaron la contribución de Popper se encuentra en Sir Hermann Bondi. Con motivo del noventa cumpleaños de Popper, suscribe el cr iterio de demarcación científica de La Lógica de la inve stiga ción científ ica : “His seminal work of well over half a century ago (Die Logik der Forsch ung ) is still the basis of how we thin k about our subject, is still the touchstone of whether one’s ideas are scientif ically meaningful, or just a jumble of ingenious and perhaps satisfying thoughts”, BONDI, H., “The Philosopher for Science”, Nature , v. 358, n. 30 de julio, (1992), p. 363. 6 Los periodos filosófico-metodológicos se analizan en GONZALEZ, W. J., “La evolución del Pensamiento de Popper”, en GONZALEZ, W. J. (ed), Karl Popper: Revisión de su legado , Unión Editorial, Madrid, 2004, pp. 23-194; en especial, pp. 27-80. Son cuatro a tenor del interés predominante en los trabajos: 1) etapa de formación; 2) periodo de los trabajos más influyentes; 3) fase de innovación epistemológica; y 4) momento de la maduración ontológica. Karl Popper ante el problema de la verdad de su concepción acerca de la Ciencia 7. El presente volumen es un ejemplo paradigmático en ese sentido. reconstrucción histórico-sistemática 2. EL PROBLEMA DE LA VERDAD Y LA CIENCIA EMPÍRICA Popper centró su reflexión filosófico-metodológica en torno a la Ciencia empírica, tanto acerca de la Naturaleza (particularmente, Física y Biología) como Humana y Social (Historia, Sociología y, en menor medida, Economía). Mientras tanto dejó al margen la esfera de la Ciencia formal de la Matemática, tarea en la que confiaba en la aportación de I. Lakatos y que motivó la Cátedra que, finalmente, el pensador húngaro acabaría teniendo desde 1967 en la London School of Economics . Así, la contribución popperiana gira sobre la verdad en las Ciencias empíricas y su interés por la verdad en la Lógica derivaba fundamentalmente de su visión lógico-metodológica de la Ciencia. De ahí que, desde su etapa de formación (antes de 1934) hasta el momento de la maduración ontológica (1972-1994), la preocupación es cómo aclarar la cuestión de la verdad (y, por tanto, de la falsedad) en las teorías científicas relacionadas con la observación y la experimentación. Toda la trayectoria filosófico-metodológica de Popper se puede ver como un despliegue de la actitud crítica, que según su autor arranca del año 1919 8. Se trata de una posición que defendió hasta sus últimos escritos. La hace equivaler a la “actitud racional” y a la “actitud científica”, pues la actitud crítica es aquella que cuestiona las propias posiciones y busca saber si son falsas. Así, insiste en que es ella y no la actitud dogmática –que intenta ratificar las posturas aceptadas, considerándolas verdaderas– aquello que hace avanzar la Ciencia. También considera que es entonces –en esta etapa de formación– cuando adopta el criterio de refutación: las pruebas científicas sirven para refutar las teorías científicas que se contrastan; a diferencia de lo propuesto por los verificacionistas del Círculo de Viena, donde las pruebas pueden verificar los enunciados contrastados (y, por consiguiente, llevan a declararlos empíricamente verdaderos). Ahora bien, entre la intuición inicial de la “actitud crítica” como actitud científica –componente epistemológico– y el planteamiento de la refutación como criterio metodológico transcurre –a juicio de M. H. Hacohen– una década 9. En tal caso, no sería hacia 1919-1920 cuando Popper establece de hecho la 7 Para esa reconstrucción histórico-sistemática reviste particular atención el seguimiento de las publicaciones de Popper a tenor de su fecha de redacción, que muchas veces es distinta de la correspondiente publicación. Esa información se ofrece en GONZALEZ, W. J., “La evolución del Pensamiento de Popper”, pp. 108-170. En ese detallado elenco (recoge el original – alemán o inglés–, su traducción al inglés o al alemán y la versión castellana disponible) permite apreciar su interés por este problema de la verdad a lo largo de su dilatada producción intelectual. 8 “I arrived, by the end of 1919, at the conclusion that the scientific attitude was the critical attitude, which did not look for verifications but for crucial tests; tests which could refute the theory tested, though they could never establish it”, POPPER, K. R., Unended Quest. An Intellectual Autobiog raphy, p. 38. 9 Cfr. HACOHEN, M. H., Karl Popper–The Formative Years, 1902-1945, pp. 95-96. xiii xiv El problema de la verdad en K. R. Popper: Reconstrucción histórico-sistemática pauta metodológica falsacionista 10, según la cual no cabe probar la verdad de una teoría científica, puesto que una experiencia futura puede contradecirla. Sería entonces hacia 1929 cuando adopta, en efecto, el criterio de la falsación como aquella contrastación que permite demarcar entre Ciencia y Pseudociencia (y, más tarde, entre Ciencia y Metafísica). Todo ello en el contexto de la Ciencia empírica. Mediante la adopción de la actitud crítica como actitud científica se consagra la revisabilidad de todo conocimiento científico, de modo que la verdad aparece en el horizonte como límite de la investigación en lugar de constituir un rasgo poseído por un enunciado científico. Esto le distingue abiertamente de los verificacionistas del Círculo de Viena y, en menor medida, también le separa de las versiones más sofisticadas de los partidarios de la “Concepción heredada” 11. En aquella época –etapa de formación– cobra cuerpo la idea de falsación como refutación, de modo que cabe considerar falso a un enunciado y esa falsedad trae consigo su rechazo. Durante el periodo de los trabajos más influyentes , que abarca desde 1934 –cuando se produce la publicación de la versión final de Logik der Forschung 12 – hasta el año 1959 (momento en el que aparece la traducción inglesa – The Logic of Scientific Discovery 13–), Popper se centra en una idea de verdad en clave lógicometodológica. Más aún, enuncia que es posible evitar el uso de los conceptos de “verdadero” (warh) y “falso” ( falsch): su lugar lo ocupan las consideraciones lógicas acerca de las relaciones de inferencia. Así, en el primer caso se sigue un enunciado tras la conjunción no contradictoria de los enunciados de partida, mientras que, en el segundo caso, el enunciado es contradicho sobre la base de un conjunto de enunciados aceptados 14. Plantea así Popper en Logik der Forschung que lo “verdadero” y lo “falso” son conceptos sustituibles por relaciones lógicas sin contradicción y con contradicción. De este modo, reduce el problema de la verdad a una cuestión en el terreno de la “coherencia” lógica. Son –a su juicio– dos conceptos no empíricos, 10 “In 1919-20, there was still much that Popper found confusing about science and philosophy. Contrary to his autobiographical accounts, he had not yet settled on testability, or falsifiability, as the demarcation between science and pseudoscience, or science and metaphysics”, HACOHEN, M. H., Karl Popper–The Formative Years, 1902-1945, p. 96. 11 Hilary Putnam propuso esa expresión – the received view –en 1962. También en los años sesenta, durante el Congreso de Urbana (Illinois) de marzo de 1969, se llevó a cabo una evaluación sistemática de su desarrollo, cfr. SUPPE, F. (ed), The Structure of Scientific Theories , University of Illinois Press, Urbana, 1974 (2ª ed. 1977), pp. 1-232. 12 POPPER, K. R., Logik der Forschung, Julius Springer Verlag, Viena, 1935 (reimp. en J. C. B. Mohr –P. Siebeck–, Tubinga, 1994). El prólogo del libro indica claramente que se terminó en el otoño de 1934, aun cuando figure como fecha de edición 1935. 13 POPPER, K., The Logic of Scientific Discovery , Hutchinson, Londres, 1959 (edición revisada, Harper and Row, N. York, 1968). La traducción la realizó el propio autor con la ayuda de Julius Freed y Lan Freed. 14 Cfr. POPPER, K. R., Logik der Forschung, pp. 219-220. Cfr. POPPER, K. R., The Logic of Scientific Discovery , pp. 273-274. Karl Popper ante el problema de la verdad puesto que –al igual que “tautología”, “implicación”, …– “verdadero” y “falso” describen o valoran un enunciado con independencia de los cambios en el mundo empírico15. Pero, cuando años más tarde publica la traducción del libro –The Logic of Scientif ic Discovery –, añade una importante nota aclaratoria, que muestra un giro copernicano en favor de una idea de verdad como una relación de correspondencia con los hechos de un enunciado científico. Escribe, en efecto, que ahora no duda en utilizar “verdad” y “falsedad” en consonancia con la Teoría de la Verdad absoluta de Alfred Tarski, tras haberlo conocido. Considera que la idea de verdad que tiene Tarski –para cuya definición en lenguajes formalizados dio un método– “es la misma idea que Aristóteles tiene en mente e, incluso, la mayor parte de la gente (salvo los pragmatistas): … la verdad es la correspondencia con los hechos (o con la realidad). (…) Una vez que … esta correspondencia no puede ser una similitud estructural, la tarea de elucidar esta correspondencia parece desesperanzadora; y, en consecuencia, podemos llegar a tener sospechas acerca del concepto de verdad y preferir no utilizarla. Tarski resolvió –con respecto a lenguajes formalizados– este problema, aparentemente desesperanzador, al reducir la idea inmanejable de correspondencia a una idea más simple (la ‘satisfacción’ o el ‘cumplimiento’)” 16. Posteriormente, en la fase de innovación epistemológica , marcada por el desarrollo de una Epistemología evolutiva (1960-1972), queda claro el énfasis de Popper en la búsqueda de la verdad frente a la primacía de la certeza: prevalece el conocimiento objetivo sobre el conocimiento intersubjetivo o el subjetivo. La actitud crítica lleva a descartar enunciados científicos cuya correspondencia con los hechos no se dé, pronunciándose en favor de otros enunciados que están mejor “corroborados”. Se da una “selección natural” de teorías, que lleva a un proceso de eliminación progresiva de enunciados falsos y de apoyo a las hipótesis con mayor contenido de verdad, esto es, más “verosímiles”. Descarta Popper que haya fuentes últimas del conocimiento científico. Así, no se trata de buscar un soporte sólido al conocimiento sino de profundizar en el examen crítico orientado hacia un contenido de verdad. La pregunta entonces no ha de ser sobre “fundamentos” –que tanto interesaban a los verificacionistas– sino acerca de “si la aseveración realizada es verdad –esto es, si concuerda con los hechos–. (Todos podemos funcionar, sin vernos envueltos en antinomias, con la idea de verdad objetiva en el sentido de correspondencia con los hechos, que ha sido expuesta en la obra de Alfred Tarski). E intentamos encontrarla lo mejor que podemos, mediante el examen o la contrastación de la aseveración misma, bien sea de modo directo o a través de examinar o contrastar sus consecuencias” 17. 15 Cfr. Logik der Forschung, p. 220. Cfr. The Logic of Scientific Discovery , pp. 274-275. The Logic of Scientific Discovery , p. 274. 17 POPPER, K. R., “On the Sources of Knowledge and of Ignorance”, en POPPER, K. R., Conjectures and Refutations. The Growth of Scientif ic Knowledge , Routledge and Kegan Paul, Londres, 1963; 5ª ed., revisada, 1989 (reimpr. en Routledge, Londres, 2000), p. 27. 16 xv xvi El problema de la verdad en K. R. Popper: Reconstrucción histórico-sistemática Resulta claro en esta fase de innovación epistemológica que, para Popper, aceptar la idea de “error” –y, por consiguiente, la falibilidad del conocimiento científico– supone admitir la noción de “verdad objetiva”, ante cuyo estándar no llegamos: de ahí que sea una idea regulativa en lugar de ser una meta accesible a tenor de criterios asumidos. La tarea de la Ciencia es entonces la búsqueda de la verdad (esto es, de teorías científicas verdaderas). Pero la verdad tiene –a su juicio– dos cometidos distintos, especialmente en Ciencias de la Naturaleza: a) una función axiológica, en cuanto que es un objetivo ( aim) de la Ciencia; y b) una vertiente metodológica, puesto que la verdad buscada entraña un alto nivel de explicación, que es tan elevado que, por eso mismo, puede resultar inalcanzable 18. Más tarde, en el momento de maduración ontológica , que se despliega entre 1972-1994, Popper hace claro y manifiesto su deseo de poner en un lugar destacado a la Ontología de la Ciencia. Articula así una concepción ontológica propia: el Mundo 1 –lo material–, el Mundo 2 –los estados de conciencia– y el Mundo 3 –el ámbito de lo objetivo–, de modo que la Ciencia no sería reducible a contenidos subjetivos –las creencias de los científicos–, puesto que la configura como un campo objetivo 19. Paralelamente, también la verdad aparece con una nueva dimensión: es un rasgo de lo real, en lugar de ser reducible a una noción de “coherencia” lógico-metodológica o a un contenido cognitivo entendido en términos de “correspondencia”. Opta así, finalmente, por un realismo científico de base ontológica, que difiere netamente de afirmaciones vertidas durante el dominio de la opción lógico-metodológica y contiene matices respecto de lo señalado durante la fase del énfasis en la Epistemología evolutiva. Realidad y verdad pasan a estar asociadas en el momento de la maduración ontológica de Popper. Esto supone que la verdad posee un estatuto ontológico: son los hechos del mundo aquello que, en definitiva, hace a un enunciado verdadero. Con todo, no renuncia a su falsacionismo metodológico: “es más fácil hallar que una teoría es falsa que encontrar que es verdadera. Tenemos sólidas razones para pensar que la mayoría de nuestras teorías –e, incluso, las mejores– son falsas, en términos estrictos, porque simplifican en exceso o idealizan los hechos. Sin embargo, una conjetura falsa puede estar cerca de la verdad o menos próxima a la verdad. Así, llegamos a la idea de acercamiento 18 “The very idea of error –and of fallibility–involves the idea of an objective truth as the standard of which we may fall short. (It is in this sense that the idea of truth is a regulative idea). Thus we accept the idea that the task of science is the search for truth, that is, for true theories […]. Yet we also stress that truth is not the only aim of science . We want more than mere truth: what we look for is interesting truth –truth which is hard to come by. And in the natural sciences (as distinct from mathematics) what we look for is truth which has a high degree of explanatory power, in a sense which implies that it is logically improbable truth”, POPPER, K. R., “Truth, Rationality, and the Growth of Scientific Knowledge”, en POPPER, K. R., Conjectures and Refutations. The Growth of Scientific Knowledge , p. 230. 19 Estos tres Mundos incluyen relaciones causales entre ellos y el Mundo 3, que es el ámbito de la Ciencia, tiene objetos o entidades objetivas, cfr. POPPER, K. R., Objective Knowledge. An Evolutionary Approach , Clarendon Press, Oxford, 1972 (5ª ed. revisada, 1979) , pp. 153-190; en especial, pp. 155-158. Karl Popper ante el problema de la verdad a la verdad, o de una mejor o peor aproximación a la verdad; esto es, la idea de ‘verosimilitud ’ (verisimilitude )” 20. Conecta, por tanto, Popper en este momento la verdad ontológica –la realidad como garante de la verdad– y la verdad epistemológica , centrada en la idea de correspondencia, que aquí desea rehabilitar a través de la noción de “verosimilitud” (entendida como cercanía a la verdad). Pero terminará por descartar su planteamiento acerca de la “verosimilitud”, debido a las objeciones recibidas –que se analizan en el presente libro–, al tiempo que soslaya las relaciones entre verdad y significado, como ya había hecho desde el principio 21. Sugiere en este giro ontológico Popper que, “si podemos definir el concepto de verdad, también podemos definir el concepto de realidad (…). Esto no pretende sugerir que el término ‘verdad’ sea, en un sentido u otro, más básico que el término ‘realidad’ (…). Simplemente quiero decir que, si es posible definir ‘verdad’ como ‘correspondencia con los hechos’, entonces es posible igualmente definir ‘realidad’ como ‘correspondencia con la verdad’. Y, puesto que soy realista, me agrada ser capaz de reasegurarme a mí mismo que el concepto de ‘realidad’ no es ‘vacuo’ o sospechoso por cualquier otra razón, en igual medida que lo es el concepto de verdad” 22. Descarta así el idealismo que se seguiría de hacer prevalecer la idea de “verdad” sobre la noción de “realidad”. 3. EL ESTUDIO DEL PROBLEMA DE LA VERDAD EN POPPER Básicamente, el estudio del problema de la verdad en Popper aparece caracterizado según los distintos ámbitos temáticos. i) Semánticamente, la verdad no es analizada en sus relaciones con el significado, pues desde su juventud descartó esta cuestión (que tanto preocupó a los neopositivistas lógicos y buena parte de los filósofos de la Ciencia del siglo XX). ii) Vista desde la perspectiva lógica, la verdad tiene un indudable protagonismo en el periodo de sus escritos más influyentes. La concibe como un tipo de relación lógica y se encuentra asociada al uso del modus tollens para el proceso de justificación de la investigación científica, que lleva a descartar lo falso. iii) Epistemológicamente, la verdad recobra el componente de correspondencia de un enunciado con la realidad a través de una lectura en clave cognoscitiva de la “Concepción semántica de la verdad” de A. Tarski 23. Esta idea domina la fase de la innovación epistemológica. iv) Metodológicamente, la verdad se concibe como un principio regulativo, un ideal al que se aspira sin ser una meta conseguible, aun cuando quepa el recurso de lo “verosímil” (la aproximación a la verdad). v) Ontológicamente, la verdad es la 20 POPPER, K. R., “A Realist View of Logic, Physics and History”, en POPPER, K. R., Objective Knowledge, p. 318. 21 Cfr. POPPER, K. R., Unended Quest. An Intellectual Autobiography, pp. 17-18. 22 POPPER, K. R., “Philosophical Comments on Tarki’s Theory of Truth”, en POPPER, K. R., Objective Knowledge, p. 329. 23 Cfr. TARSKI, A., “The Semantic Conception of Truth and the Foundations of Semantics”, Philosophy and Phenomenological Research , v. 4, (1944), pp. 341-375. xvii xviii El problema de la verdad en K. R. Popper: Reconstrucción histórico-sistemática realidad. Esta faceta de los objetos reales como coextensivo con lo genuinamente verdadero tiene particular fuerza en su momento de maduración ontológica. vi) Axiológicamente, la verdad es un valor de la Ciencia que resplandece por encima de los demás en el universo cognitivo popperiano. vii) La verdad es también un valor de la Etica de la Ciencia, de modo que su búsqueda ha de inspirar el trabajo de los científicos. Cada uno de los ámbitos temáticos puede recibir atención. Se sitúan en el plano general de la Ciencia –inciden, en principio, en todas las disciplinas empíricas–, pero tienen también repercusión para la dimensión especial, principalmente en el terreno de las Ciencias Humanas y Sociales. En ellas Popper siempre insistió en que no es lo mismo “consenso” que “verdad”, de modo que la verdad no es reducible a “estar de acuerdo”, sino que es un concepto mucho más complejo. Al mismo tiempo, aunque destacó la noción de “verdad” como principio regulativo de la investigación científica, su postura no desarrolla el conjunto de criterios para estimar cuándo un enunciado (o un conjunto de ellos) es verdadero. El presente libro aborda en detalle el problema de la verdad en Popper en sus diferentes ámbitos, con los sucesivos avatares propios de cada periodo de su Filosofía y Metodología de la Ciencia. Ofrece, en sentido estricto, una reconstrucción histórico-sistemática acerca de cómo concibió este problema y el contexto de cada momento intelectual. Se centra en el plano general, viendo cada ámbito temático de su Filosofía y Metodología de la Ciencia (semántico, lógico, epistemológico, metodológico, ontológico, axiológico y ético). Su análisis proporciona de facto una imagen de conjunto de todo su Pensamiento acerca de la investigación científica, con particular atención a la Epistemología y Metodología de la Ciencia. Parelalemente al análisis temático, la estructura de los capítulos sigue la cronología de los trabajos de Popper. Comienza por las Tesis que no publicó en su etapa de formación y llega hasta sus últimas reflexiones publicadas póstumamente. En este recorrido, el volumen ofrece un pormenorizado análisis de los textos popperianos, poniendo de relieve tanto las influencias (en especial, en su etapa de formación) como la singularidad de sus propuestas (por ejemplo, en el momento de maduración ontológica). A este respecto, se enumeran las diversas variaciones de su modo de entender la verdad, tanto aquellas que eran ya conocidas –por haberlas explicitado en su autobiografía intelectual 24 – como otras apenas perceptibles, que sólo han salido a la luz mediante un meticuloso estudio. He tenido la oportunidad –y la satisfacción– de haber conocido este libro en sus diversas fases de elaboración, desde la preliminar hasta la final. Puedo resaltar el afán de rigor de su autor y su empeño constante por contrastar los textos, movido siempre por la aspiración de intentar conseguir un producto intelectual de primera calidad. Su dedicación de años al estudio de la Filosofía de Popper han 24 Como se ha puesto de relieve, algunas de las obser vaciones autobiográficas de Popper en Unended Quest han de ser matizadas a luz de las aportaciones realizadas por el importante libro de Malachi Haim Hacohen sobre los años 1902-1945. Karl Popper ante el problema de la verdad contribuido a que José Fco. Martínez Solano sea –a mi juicio– uno de los mejores conocedores de su Pensamiento en nuestro país. Progresivamente ha ampliado su proyección, dilatando el marco del análisis filosófico. Así, su estancia de investigación en King’s College London , donde ha trabajado con Donald A. Gillies, le ha permitido profundizar en el influjo popperiano en la Filosofía y Metodología de la Economía. La claridad de su estilo y la profundidad de sus apreciaciones filosóficas invitan a la lectura de sus contribuciones. Ferrol, 25 de diciembre de 2004. xix