NO DISPONGO AÚN DE IMAGEN PROPIA PARA ESTE ARCANO.
11 – JOKER – 0
Sendero: 11: Jojmá (2)-Kéter(1)
Atribución Astrológica: AIRE
Teoría: Espíritu Aire del Aire.
Colores: Amarillo pálido/ Celeste/ Azul esmeralda/ Esmeralda y oro.
Sefer Yetziráh: “El Sendero Undécimo es la Inteligencia Centellante porque es la esencia de esa cortina que se sitúa próxima al orden de la disposición y es una dignidad especial dada a quien sea capaz de encontrarse ante el Rostro de la Causa de las Causas.”
Clave: ALEF, Buey, Arado,
Primera letra del Alef-Beth, el alfabeto hebreo. Signo primordial de la Divinidad. Principio generador: Voluntad de crear, de ser, de manifestarse. Espíritu. Ente absoluto que lo contiene todo y del cual emanan infinitas posibilidades. Iniciativa, originalidad, independencia, creatividad, superación. Unidad, Punto, poder, estabilidad, y continuidad. Valor: 1.
En el Árbol de Vida corresponde a Kéter (Corona) o Rátzon (Voluntad) y las nueve letras siguientes, en tanto números, a las nueve Sefiroth siguientes.
El Séfer Yetziráh nos recuerda que ALEF, MEM y SHIN son las tres letras madres. Entre incontables asociaciones son AIRE, AGUA y FUEGO. Sobre la TIERRA estamos parados. (Porque si no estamos parados sobre la tierra al plantear estos temas…oi, oi, oi…!) La TIERRA está representada por la letra TAV, la última del alfabeto Hebreo, la que identifica al Sendero 32, Arcano XXI, El UNIVERSO, entre Malkút (el Reino, el Portal de ingreso al misterio de la fe, la Madre del Héroe) y Yessod. Pero atención, que la letra TAV también representa a SATURNO, porque BINÁH (la Madre del UNIVERSO, en cuyo seno TODO lo que alguna vez será se encuentra diferenciado) está íntimamente vinculada a Malkút, en tanto SHEKHINÁH, la Divina Presencia (ver mi extensa nota sobre SHEKHINÁH, disponible para quien la solicite.)
A esta lámina otros autores la han llamado El Loco, El Tonto, The Fool, etc. He preferido denominarla JOKER, porque esta carta es la que inspira al Comodín y porque me siento más confortable con las connotaciones de este nombre, mucho más respetuoso y ajustado a las “infinitas posibilidades” encerradas en un Comodín, de impredecibles combinaciones. Pero tampoco me fue fácil. Pensé en MAKOR (La Fuente) por la visión que nos propone el autor del Zóar y que mostraré más abajo. Y Corona, y Voluntad, por supuesto! Por supuesto, comprendo perfectamente la “locura” que puede significar “sortir de sa zone de confort” para precipitarse en la vertiginosa aventura de experimentar otra realidad, como le ocurrió a Alice, la de Wonderland o a Carlos, el hijo del señor Castaneda.
El JOKER es uno de los varios arquetipos ANDRÓGINOS que encontraremos en el Tarot. Si descendemos desde 11-JOKER-0 hacia 32-UNIVERSO-XXI, es el primero que encontramos. Pero si inversamente optamos por recorrer el Árbol de Vida desde 32-UNIVERSO-XXI hacia arriba, también iniciaremos nuestro viaje a través de otro ANDRÓGINO del Tarot. “Dos puntas tiene el camino y en las dos alguien me aguarda…”, dice la cueca.
Ascendiendo, es el símbolo de quien “no sabe nada” porque habiendo dejado JOJMÁ a sus espaldas, se aproxima temerariamente a lo no manifestado, más allá del ámbito de la Creación, como bien lo advierte el Séfer Yetziráh. De Kéter (Corona) o Rátzon (Voluntad) NADA puede predicarse, no puede decirse nada, no pueden adscribírsele cualidades ni atributos. Estrictamente ni siquiera corresponde que le asignemos esos nombres. (Hecha la salvedad, como de alguna manera hay que entenderse, elegimos Voluntad, por poderosísima y totalmente inmaterial. O Corona, porque la Corona no es la Cabeza. La Corona jerarquiza al hombre que la lleva, sin ser parte orgánica de su cuerpo. De manera análoga a como Malkút es Kéter del Árbol siguiente, como veremos oportunamente.)
Cicerón, en su De Natura Deorum (Libro I, pag. 21) expresa: “Parménides ha imaginado algo que tiene la forma de una corona. Lo llama Stepháne (corona en griego) un círculo continuo, brillante, que encierra el cielo.” Lo que nos dice de la percepción del presocrático y de la perplejidad de romano.
Otros griegos, no menos sabios pero no tan originales, representaron por medio de un reptil que se muerde la cola (URÓVORO) no sólo la idea del Eterno Retorno, sino una alegoría del Eterno, lo Supremo, lo In-Finito. A menudo, en el centro de ese símbolo circular aparecen tres palabras: (H)En to Pan, TODO ES UNO.
JOJMÁ es ADÁM KADMÓN (así llamado para distinguirlo del Adam ha Rishón, el Primer Adám, el primer hombre) El Demiurgo, Sabiduría. A partir que el Hombre Celestial fue creado, fue empleado a modo de Mercabá, Carroza portadora del Trono Cristalino, propulsada por los Jayyot, Los Divinos Seres Vivientes, a fin de descender la Voluntad a todos los niveles de la Creación. Pero sólo podemos hablar de HaShem a partir de la aparición de JOJMÁ. En Sof, Infinito, equivale a “Ser-sin-Nombre”. Quién podría comprender qué era antes de Bereshit, En-el-Comienzo? Por eso nos está prohibido concederle forma o nombre alguno: Es HaShem sólo desde el momento que crea a Adám Kadmón, JOJMÁ, no antes. (JOJMÁ, La Sabiduría, -debo mencionarlo aquí, para redondear la idea- “luego” creará a BINÁ, La Inteligencia. Tales son los Tres Esplendores Supremos o Superiores a quienes el nabí Elías se refiere (6.3) cuando exclama: “Qadosh, Qadosh, Qadosh…” (Santo, Santo, Santo…) como lo encontramos incorporado en himnos litúrgicos.)
Zóar (parte 3, col. 307): “Hay dos a los cuales se une uno y forman tres; y siendo tres no son sino uno. Estos dos son los dos del versículo “Shma, Israel…(Deut.VI.4) Elohéinu, EHAD.” Y es el sello del sello del Altísimo. VERDAD. Y estando unidos en conjunto son uno en la unidad única.”
Zóar (parte 2, col.116): “Ven y considera el misterio del Nombre. Hay tres grados y cada uno de estos grados es distinto y, sin embargo, es un conjunto único, entrelazado en la unidad, grados inseparables uno del otro.”
Zóar (parte 2, col. 236) comentando el mismo versículo “Shma…”: “De una unidad única, de una voluntad única, sin ninguna división.”
Cabe preguntarse: Si son una unidad única, de una voluntad única, etc., etc….para qué se nos enseña que primero Kéter, después Jojmá y finalmente Bináh? Porque las tres primeras Sefirót son “tres cerebros” y, aunque se manifiesten como uno sólo, no deben ser confundidos porque cada uno de estos cerebros es distinto de los otros dos.
Habiendo sido el ser humano creado a “Imagen y Semejanza” de su Creador…de cuántos cerebros dispone? (consultar con San Google) …”son tres cerebros y, aunque se manifiesten como uno sólo, no deben ser confundidos porque cada uno de estos cerebros es distinto de los otros dos.”
The JOKER no tiene número, aunque le asignamos el CERO para que ocupe el lugar que le corresponde ANTES DE LA UNIDAD matemática. Esto respondiendo a la pregunta sobre cuál es el SITIO para el Comodín, el CERO. Y no cabe contradicción entre el CERO ordinal y el valor UNO que corresponde a la letra Alef, porque la letra, su nombre, su significado y su valor son CONCEPTUALES, no meramente ordinales. Se trata de dos categorías distintas, como cuando consideramos el Sendero 31, NEW AGE, Arcano XX, que corresponde a la letra SHIN, cuyo valor es 300 y nadie se sorprende: porque el sentido se torna auto-evidente. En cambio, la pregunta “Si Alef vale 1 por qué dice que se trata de la Carta Número Cero?”, merece una respuesta y es la que antecede. Algo análogo ocurrirá con el Sendero 12, DEMIURGO, Arcano I, a quien corresponde la letra BETH, que vale 2; y así sucesivamente, hasta alcanzar la letra IOD, que vale 10 y se corresponde con el Sendero 20, El Ermitaño, Arcano IX. A partir de IOD comienzan las decenas y luego las centenas y resulta obvio que no hay relación entre los distintos rubros numéricos. Por eso se utilizan números arábigos para los Senderos y números romanos para la secuencia de las láminas. Pero no hay relación con el valor de las letras hebreas asignadas. Además, la mención de NADA, letra AYÍN, postula que la serie numérica comienza desde el CERO, previo al UNO, que parecerá una nimiedad para nuestra generación pero que, en la noche de la historia, atreverse a imaginar el cero matemático constituyó la vanguardia del pensamiento abstracto.
Si, en cambio, The JOKER, desde Kéter estuviese a punto de zambullirse en el Abismo de la Creación, de la manifestación, de las formas, sus energías descenderán en zig-zag, desbordándose de una Sefiráh en otra (2-3-4-5-6-7-8-9) hasta alcanzar las profundidades del Reino, la Décima Sefiráh, Residencia, Malkút, La Reina, La Novia…precipitando el proceso cósmico y produciendo esta mezcla de realidad e ilusión tal como presuntamente bien la conocemos. (Y, como ya anticipara, tan simétrica que bien podría decirse que Malkút es Kether del Árbol subsiguiente …tema de meditación!)
Gershom Scholem en su “Las Grandes Tendencias de la Mística Judía“(FCE), nos obsequia su traducción de este fragmento del Zóar (I, 15ª) que mencioné antes, donde Moisés de León, se atreve a visualizar cómo pudieron haber sido esos primeros instantes al borde de la eternidad que se inauguraba:
“Al comienzo, cuando la voluntad del Rey comenzó a actuar, grabó signos en el aura divina. Una llama oscura saltó del fondo más profundo del misterio del Infinito (En-Sof) como una niebla que se forma a partir de lo informe, encerrado en el anillo de esta aura, ni blanca ni negra, ni roja ni verde, ni de color alguno. Pero cuando esta llama comenzó a adquirir tamaño y extensión produjo colores radiantes. Pues en el centro más profundo de la llama surgió una fuente de la que se derramaron llamas sobre todo lo que había abajo, oculto en los misteriosos secretos del En-Sof. La fuente se abrió camino y sin embargo no atravesó totalmente el aura etérea que la rodeaba. Era completamente imposible reconocerla hasta que, bajo el impacto de su irrupción, brilló un punto superior hasta entonces oculto. Más allá de este punto nada se puede conocer ni entender, y por ello se denomina RESHIT, es decir “Comienzo”, la primera palabra de la creación.”
Tanto para el Zóar como para la mayoría de los kabalistas este punto primordial se identifica con la Sabiduría Divina: Jojmá, la segunda Sefirá. (Por lo que “Más allá de este punto nada se puede conocer…”, etc.)
Aprovecho para reiterar (hasta el hartazgo, sí) que hasta que el esquema del Etz Hayyim no sea totalmente interiorizado, debe tenerse siempre a mano una copia del mismo. Supongo que la primera página plastificada de nuestra carpeta de apuntes (o del Book of the Shadows) podría ser un sitio idóneo para conservarlo. Prácticos diseños se encuentran en mi “Introducción al Tarot” y por doquier. De otra manera, toda esta secuencia de nombres “raros” no será sino un incomprensible galimatías. Cuando se estudia Historia o Geografía los mapas a la vista son imprescindibles. Si se pretende entender algo de Tarot el diagrama del Árbol de Vida será el MAPA DE RUTAS.
Percibo una analogía simétrica entre el Sendero 32, EL UNIVERSO, Arcano XXI y el XI que nos ocupa. Ambos representan el inicio del viaje del Héroe. El viaje del Héroe es una metáfora universal de la jornada iniciática que va desde la luz a la oscuridad del mundo subterráneo (“loco subterraneo, lucerna extinta”) para una muerte simbólica de la semilla que muere y oportunamente regresa a la luz cargada de vida multiplicada (retorno/renacimiento del Héroe). El Sendero 25 continuará este tema sintetizado en la palabra VITRIOLVM. El anhelo más profundo de toda alma es, debería ser, retornar. Es menester que el Héroe retorne oportunamente para compartir las enseñanzas recogidas en las místicas landas, en “las playas del Averno”. No por otra razón el Boddhisattva debe renacer. El Iluminado debe regresar para enseñar el camino de la Perfecta Iluminación a las almas sintientes que sufren.
La CRISIS por medio de la cual se alcanza la más alta dimensión espiritual asequible a un ser humano se dispara con la percepción del LLAMADO. Ese llamado puede ser dócilmente aceptado, con naturalidad y agradecimiento, pero puede ser resistido con horror: es una reacción perfectamente humana y respetable el intentar huir de la llamada divina. Es una actitud responsable el reflexionar profundamente si estamos dispuestos a semejante jornada. (Preparados estamos, porque de otro modo el llamado no se hubiese producido. Aunque no podamos percibirlo, se dan coyunturas propicias para el embarque. Postergarlo podría implicar que no se vuelva a presentar una constelación de factores semejantes en el resto de nuestra vida. O sí! Pero la partida debe ser voluntaria.)
El primer paso podría ser la separación o retirada, que consiste en transferir el énfasis del mundo exterior al interior. Generalmente el Héroe es un individuo que ha sabido luchar hasta encontrar el modo de vencer las limitaciones de su medio, el entorno antropo-socio-cultural que, cargado de estupideces intrascendentes y supersticiones absurdas se oponía al ejercicio de una existencia acorde con la visión de la vida que nos prometimos.
Cuando ESO, en AYÍN, sintió el llamado a Crear, desde el IN-FINITO (En-Sof) se descubrió como VOLUNTAD, pura voluntad. Voluntad de crear-se. Y fue un Punto de Luz (Jojmá) lo que produjo: Su Sabiduría. “Y vio la luz, que era buena” Sólo a partir de allí se le denomina Ha-Shem, no antes, como a menudo reitero, por la crucial importancia del concepto. Había comenzado la jornada del Héroe.
Y algo análogo, en las antípodas del Pilar Central, le ocurre al ser humano que escucha en Malkút el llamado: “Visita interiora terrae, rectificando invenies occultum lapidem, veram medicinam.” Si respondes, si aceptas la propuesta, habrás iniciado el viaje del Héroe, recibirás ayuda invalorable de tu Maestro, en consejos, instrumentos, dinero para peajes; cruzarás el umbral e ingresarás en la noche oscura del alma, encontrarás la Piedra Oculta, unirás la Plata al Oro, “Tuya será la Tierra y lo que ella contiene y, lo cual es más importante, serás un Hombre, hijo mío!”, por citar las expresiones finales del IF, de Sir Rudyard Kipling.
Toda alma es enviada a este mundo con una misión única y un propósito particular. Nuestra tarea es averiguar “Para qué se me necesita?” Ha Shem nos ha provisto a cada uno de nosotros con exactamente lo que necesitamos a fin de llevar a cabo nuestra misión en este mundo.
El Sendero Decimoprimero quizá sea la mejor respuesta a la pregunta originaria de la Filosofía: “Por qué EL SER y no LA NADA?” La respuesta del Joker, “el bromista”, sería: “Porque la Pura Voluntad quiso manifestarse, proyectarse, representarse.”, aprovechando para usar las expresiónes de Arthur Schopenhauer en su Die Welt als Wille und Vorstellung, que poca gracia le hubiese causado a dicho autor.
No me interesa desarrollar acá las CAUSAS argumentadas por los filósofos griegos respecto al origen, principio y razón del mundo físico, por apasionante que eso pudiere resultar. Cualquiera puede consultar un manual de Introducción a la Filosofía a tal fin.
Los Vedas, las escrituras sagradas de la India, adoptan una actitud ejemplar al respecto. El Rig Veda, el primero de los cuatro Vedas recopilados por el poeta Vyasa de la tradición oral, nos dice en su “Himno a la Creación” (X, 129): (apenas una muestra de imágenes e ideas entresacadas de sus 28 versos)
“Ni muerte ni inmortalidad había entonces. El día no era una cosa aparte de la noche. Sólo respiraba el Uno, sin halo extraño, de por sí y ningún otro sino Él existía.
“Despertóse entonces en Él por primera vez el deseo y ése fue el primer germen del Espíritu. El vínculo del Ser descubriéronlo en el No-Ser los sabios, afanándose, llenos de inteligencia, en su corazón…
“Quién sabe, quien puede decirnos de dónde procede la creación, y si los dioses no nacieron sino después de ella? Quién sabe de dónde procede la creación?
“De dónde procede esa creación, si fue creada o no lo fue? Tan sólo Aquel cuya mirada vela por ella desde el más alto Cielo, tan sólo Ese lo sabe; y aún Ese mismo…lo sabrá?”
Más honestidad no se puede pedir.
Las versiones más antiguas del proceso cosmológico que nos suministran los cabalistas que pululaban por Provenza y Catalunya durante la primera mitad del siglo XIII, cuyo paradigma fue Moisés de León, el verdadero autor del Séfer Ha Zóar, sugieren que desde Kéter surge una forma de poder creador hacia el exterior (lo cual sólo es una manera de decir, a falta de mejor expresión, pues TODO es En-Sof, In-Finito y todo proceso que se dé es necesariamente INTERIOR) Es decir EMANA, en un todo de acuerdo con el emanacionismo neoplatónico. Me he demorado extensamente en el “boom” cabalista del siglo XIII en mi INTRODUCCIÓN AL TAROT porque el “Libro de Thoth” no es otra cosa que una versión abierta de las principales líneas de pensar cabalístico puestas a disposición de quien quiera abordar “La Máquina de Imaginar”, al decir de Alberto Cousté. Y quien se emperre en afirmar rabiosamente que era sólo un juego de naipes, le responderé que sí, que era un inofensivo juego cuya serie fue adaptada para que se convirtiese en un código secreto que, para quien conociese las normas de permutación de símbolos (Los 32 Senderos del Árbol de Vida) se transformaba en el magnífico manual iniciático que sigue siendo hasta hoy y que pasaba desapercibido bajo las propias narices del poder represor de la superstición obscurantista reinante.
Durante la Segunda Guerra la Resistencia instruía a voluntarios para descarrilar trenes en las zonas ocupadas por los nazis: nadie puede ser sospechoso por llevar encima un alambre grueso. Pero si me quito el abrigo y con él envuelvo una roca y luego amarro el paquete debidamente al riel con el alambre, entonces un alambre vale por un convoy volcado. Tampoco se me puede detener por usar medias gruesas, pero una media dentro de otra y con una piedra adentro se convierte en un instante en la más eficiente cachiporra, totalmente descartable sin dejar rastros, tras su uso. O ahora es delito jugar a las cartas? En algunos sitios se las prohibió, sin duda.
En Safed, localidad en el norte de Galilea, se van reuniendo cabalistas de todas partes a partir de c. 1540, tras 40 años de la expulsión de España, en 1492. Entre las muchas obras que se producen destacan las investigaciones del genial Yitzhak Luria y la de otro no menos brillante joven Moshé ben Yaakov Cordovero.
Tras la hecatombe de 1492 el mundo judío sufrió una amputación cultural y económica que llevó un siglo superar. Masas de judíos españoles se desplazaron a Holanda. Los holandeses de entonces miraban con desprecio el ejercicio del comercio. Los judíos fueron a Holanda a realizar lo que los nativos despreciaban. (Con el correr de los años y la evidencia, los holandeses cambiaron de actitud y aprendieron a hacer negocios, parece…)
Los polacos de entonces miraban con desprecio las tareas docentes. Los judíos españoles marcharon a Polonia a educar a los polacos.
En Safed encontraremos a esos pocos que, hartos de asimilarse por siglos a tierras extrañas para terminar siendo expulsados por el fanatismo religioso de gentes ignorantes, se permitieron hacer realidad la promesa de cada Pesáj: “HA SHANÁ BA´A BE YERUSHLÁIM” (El año próximo en Jerusalén) El retorno de los judíos a la Tierra de Israel. Eran la vanguardia…todavía no se hablaba de Sionismo.
Así que el ánimo que embargaba a esa nueva generación de cabalistas en Safed, en 1540, no podía ser como la de sus padres emigrantes o sus abuelos en Languedoc o en el Reino de Aragón. Por ejemplo, de actividad oculta, esotérica, Ha Kabaláh pasa a ser “popular”. Con lo que no quiero decir que se puso de moda y que cualquiera se dedicaba a meditar sobre la Creación del Mundo. Sino que, para comenzar, se levantaron las restricciones y era bien visto tener estas edificantes actividades religiosas. El pueblo judío se identificó con esos “hombres ebrios de HaShem” en quienes, a pesar de todo, continuaba alentando el sentido de las “cosas nuestras”. Y no sólo para bien, porque los conflictos del “judaísmo popular” con la autoridad sinagogal, el formal judaísmo rabínico, llegó a extremos tan trágicos como el Shabetaísmo, la herejía mística. O, al contrario, a la aparición en la comunidad de cada aldea, de dos personajes tan entrañables como el Tzaddik y el Hassid.
La Kabaláh “à la mode” de Safed (me duele caer en la mezquindad de hablar de la “Kabaláh luriánica”, como también se la conoce) aportará algunos conceptos brillantes. Conceptos tan nuevos que a veces sonaban a blasfemia pero que fueron abrazados por la aclamación de los estudiosos, al explicar rincones oscuros que había dejado el Zóar.
Luria describe los momentos iniciales de la Creación con un dramatismo ausente en el Zóar. Se ampara en que sus visiones son asistidas por el profeta Elías. (Y quién se lo iba a discutir?)
Por ejemplo, actualiza, renovado, el concepto de TSIMTSUM, que etimológicamente significa “concentración” o “contracción” en un sitio determinado.(Como cuando la Shekhináh se concentra entre los Kerubim, suspendida sobre la tapa del Arca.) Pero los cabalistas de Safed le dieron el sentido contrario: La contracción era para dejar sitio libre, “espacio escénico”.
Si TODO es, está ocupado por Aquello, dónde va a tener lugar la Creación? Hay que hacer sitio! Entonces Aquello se retira, se contrae sobre sí, hace sitio para que su creatura pueda ser, pueda tener lugar. A cada emanación se produce una contracción previa, no se trata de una primera y única retirada.
Gershom Sholem asegura que un antiguo texto gnóstico (El Libro del Gran Logos) ya mencionaba que “se recogió sobre sí mismo, dentro de sí mismo”, aclarando, además, reiteradamente que esta retirada precede a toda emanación. Sabido es que el pensamiento cabalístico había siempre abrevado en el caudal gnóstico/neoplatónico que florecía en el Egipto de los primeros siglos de la Era Cristiana. Además no se conocía tal cosa como el copyright, ni nada por el estilo.
Otra originalidad de Luria es SHEBIRÁT HA KELÍM, la Ruptura de los Vasos o recipientes.
Recordaremos que el Séfer Ha Zoar expresa que, en un determinado momento del fluir de llamas, “brilló UN PUNTO DE LUZ superior, hasta entonces oculto”…
Recordaremos, asimismo, que hay total acuerdo en que ese PUNTO DE LUZ es JOJMÁH, Reshit (Comienzo), Sabiduría, la Segunda Sefirá, el Infinito Universo Creado, Adam Kadmón, Creación de la Luz Divina que fluye desde el En Sof hacia el espacio determinado merced al tsimtsum: Entonces, UN PUNTO DE LUZ es la primera manifestación de la divinidad. “VIÓ LA LUZ Y ERA BUENA”. Cuando el Hombre Celestial fue creado, fue usado como Mercaváh (Carroza) para descender. Por eso es que se lo denomina “COMIENZO DE LOS CAMINOS DE HA SHEM”. Sólo a partir de entonces tenemos a Ha Shem. En Sof (In-Finito) significa Ser-sin-Nombre. Quién podrá comprender lo que era antes de Bereshit? Está prohibido asignarle un nombre o forma: Es Ha Shem sólo desde el momento en que crea a Adam Kadmón. No antes.
Otro de los apelativos para JOJMÁ es “Zodíaco”, MAZLOT. Pero es un nombre riesgoso pues puede confundir al usuario desprevenido porque no se refiere meramente al alegórico círculo de animales que ilusoriamente describe el ámbito de nuestro sistema solar desde la particular perspectiva del pequeño planeta que habitamos. Esa sería una visión mezquina y fugaz (hace 20.000 años esas constelaciones no se hubiesen visto como las vemos hoy y dentro de 20.000 años tampoco se verán como las vemos hoy).
Se debe tener presente que los MITOS cosmológicos se manejan sub especie aeternitatis, mientras la escena sideral, por estar en vertiginoso y constante desplazamiento, debe ser considerada sub especie temporalis.
Es decir, los MITOS expresan valores absolutos y lo que ocurre dentro de las SEIS dimensiones espaciales que ocupamos es esencialmente relativo debido, entre otras consideraciones, a que TODO FLUYE y lo único permanente es el CAMBIO, el constante devenir, YI KING dixit.
Por lo tanto, ilustrar la identidad de la Sabiduría Divina con el título de Zodíaco, MAZLOT, sólo es válido evocando la inconmensurable profundidad sideral, es decir, si somos capaces de tener presente que detrás de las constelaciones que podemos percibir a simple vista en nuestro cielo nocturno, se extienden incontables nebulosas, galaxias, pulsars, agujeros negros, estrellas negras, blancas, amarillas, rojas, muertas y multitud de los más variados objetos y fenómenos que son cotidianamente descubiertos por nuestros científicos, de todo lo cual dicho Zodíaco, MAZLOT, en este caso, sólo sería UN SÍMBOLO y no una referencia objetiva.
Por eso, de semejante caldo en permanente ebullición, JOJMÁ, se predica que contiene todo lo que alguna vez habrá de ser, de manifestarse, en estado in-diferenciado, y que constituye la Carroza, Ha Mercaváh, donde está instalado el Cristalino Trono sobre el cual se desplaza El Inefable, quien creó la Luz y vio “que la Luz era buena.”
De los ojos, boca, oídos y nariz de Adam Kadmón, el Hombre Primordial, brotó la luz de las Sefirot COMO UN TODO INDIFERENCIADO. Era Olam ha necuddot (el Mundo de los puntos) que Luria denomina Olam ha tohu (el Mundo desordenado).
Como se trataba de individualizar a esas luces, a esas potencias nacientes, para ordenarlas se crearon/emanaron unos recipientes, unos vasos, para que las contuviesen. Los vasos para las tres Sefirot superiores lo hicieron eficientemente pero al atravesar el abismo la luz impactó con demasiada fuerza contra los otros recipientes, que se rompieron.
El concepto de la Ruptura de los Vasos no es una ensoñación de Luria, quien toma el tema del Séfer Ha Zóar. De lo que Luria se hace cargo es de “montar el espectáculo” y de los “efectos especiales”. Además, justo es reconocerlo, la idea había sido ya inaugurada por los gnósticos (otra vez) aproximadamente 1400 años antes, por más que esa realidad irrite a alguna gente…
El Zóar comenta en varios sitios sobre el capítulo 36 del Génesis (VER) que es la raíz de todo este asunto. Uno de esos comentarios dice así:
“Bocetó, midió y extendió una tela en la que dibujó y convocó a los reyes primigenios. Pero estas formas no perduraron. Y todos esos que estaban inscriptos en la tela recibieron nombres pero no perduraron pues los dejó y los escondió. Después de un tiempo, no obstante, entró en la tela y se dio forma a sí.
Y sabemos que, cuando se hizo a la idea de crear, la Toráh, que había estado guardada por 2000 años antes de la Creación del mundo, cuando la extrajo, la Toráh de inmediato le habló:
“Aquel que desea dar forma y que sea efectiva debe primero dar forma a sus propias formas.” “
Séfer Ha Zóar, III, 144ª.
Cuando este fragmento admirable (admirable para quien PINTA, al menos) llegó a mis ojos en agosto de 2008, inmediatamente acuñé lo que se transformó en mi lema: CREAR ES CREAR-SE.
Merced a la doctrina del Rompimiento de los Vasos, EL MAL surgió como un residuo (fragmentos, cáscaras; singular: Kelippáh, plural: Kelippóth) de las fuerzas liberadas por la rotura, quienes se congregaron como una colectividad semi-independiente, semi-autónoma, HOSTIL A LA VIDA en la condición que el Zóar denomina SITRA AJRA (El Otro Lado)
Cuando iniciamos un proyecto, no importa cuán vasto o pequeño, debemos calcular cuidadosamente si seremos capaces de concluirlo. Toda obra que no se termina constituye una victoria para el Otro Lado. Y nosotros la habremos hecho posible…
A partir de la idea del Sitra Ajra y las Kelippoth, el Zóar elabora toda una demonología cabalística que no me interesa en lo más mínimo debido, en parte, a que mis sabios instructores, cuyas tumbas mis labios no son dignos ni siquiera de besar, me han advertido que es altamente inconveniente dedicar pensamientos a esos temas. Aprovecho para cordialmente transmitir tan prudente exhortación a quienes lean estas líneas.
Max Heindel (The Rosicrutian Cosmo-Conception) enseñaba que Las fuerzas del mal son fuerzas de transición. Cuando el universo se reintegre, en Olam-ha-Ba, el mundo venidero, esas fuerzas desocupadas, ociosas, encontrarán su debido sitio en el TODO ARMÓNICO y su dolor y resentimiento no tendrá ya más razón de ser.
El tercer enorme aporte de Luria es el concepto de TICÚN (a veces transcripto como TIKÚN: preparación, organización, disposición, perfeccionamiento, mejora)
TICÚN (TIKÚN) es también labor, trabajo, pero no en el sentido de AVODÁ, actividad remunerada o interesada, sino como tarea voluntaria, desinteresada, sin contraprestación, sin salario, “mu-shotoku”.
El TICÚN al que Luria se refiere es a la reintegración de las luces dispersas a su estado primigenio, original, previo al estallido de los recipientes.
El desastre de la Rotura de los Vasos persiste hasta tanto no se restaure el orden primordial. Dicha restitución de las luces desde los rincones más oscuros del abismo a los respectivos sitios que les corresponden es el TICÚN del que Luria habla. En última instancia esa reintegración alcanzará a las escorias, las cortezas, los desechos, las Kelipóth; consecuentemente el mal se desvanecerá y quedará el camino dispuesto para la venida del Mashíaj.
Nueva luz proveniente de En Sof surgió de la frente de Adam Kadmón, el macroánthropos, restableciendo en buena medida la funcionalidad del sistema. Pero en nuestras manos queda la responsabilidad de la tarea voluntaria, el Ticún que posibilite la reunión del principio masculino, con la Shekhiná, la Novia, la Residencia, la Reina, la Presencia, la Sefirá 10.
Es decir, respondida aquella pregunta inicial de “Por qué el SER y no la NADA?” (respondida desde el punto de vista cabalístico, claro!) nos encaramos con otra pregunta bastante semejante a la primera: “Por qué el Ser Humano?”
Porque los detalles finales del proceso de restitución de los fragmentos dispersos corresponde a la humanidad. Y para evitar la circularidad desarrollo la idea:
Esos “detalles de terminación”, ese “final de obra” podría haberlo completado Adam en el Pardés, supongo que durante el primer Sábado, si no hubiese tropezado en el curso del primer viernes.
Otra oportunidad estuvo al pié del Sinaí, pero se distrajo con el KI TISÁ, el becerro de oro.
Recae en nosotros, en nuestro desempeño cotidiano, la restitución final de los remanentes exiliados. (A cuarenta años de la expulsión de España la figura del EXILIO se reitera en Luria.)
Cada gesto, cada acto que llevamos a cabo, acerca o aleja esa meta gloriosa que se nos ha asignado: la restitución, el Ticún. Por eso que nadie imagine que al MASHÍAJ “lo mandan”. Al Mashíaj lo traemos nosotros cuando hayamos terminado de dar al mundo la forma que le corresponde.
Enciende la radio, la TV…escucha las noticias. Observa la primera plana de los periódicos de cualquier país del mundo…esta es LA ERA CRISTIANA! Quién podría dudarlo? Acaso crees que esta es la escena digna para recibir al Mashíaj?
Enseña Max Heindel: “El mayor error es no hacer nada porque sólo se puede hacer poco.” Y José Hernández, autor del “Martín Fierro”: “Hasta el pelo más delgado hace su sombra en el suelo…”
Ya antes mencioné que la expulsión de España constituyó una tragedia para toda la colectividad judía (no sólo para los que se marcharon despojados de todos sus bienes sino también para los que optaron por la dudosa condición de “marranos”, apelativo que el catolicismo otorgaba a los judíos que se convertían a dicha fe para poder permanecer en la tierra que los había visto nacer.)
Yitsjac Luria, nacido en Safed, hijo de exiliados españoles, en la medida que re-elabora los elementos cabalísticos que recibió de sus mayores, no dejó de impregnar sus concepciones con ese profundo sentimiento trágico del exilio que se respiraba en su casa y en la de todos los expatriados que lo rodeaban.
No sabría decir qué es antes: Si el dolor del exilio impregnando la doctrina, o la doctrina renovada apareciendo en ese entorno de expatriados. Pero, psicológicamente, la Ruptura de los Vasos, enviando las chispas y los fragmentos a los más remotos rincones del universo, no deja de ser una figura del GALÚT, la diáspora judía, que envía a los individuos a los cuatro puntos cardinales del mundo conocido.
Otro tanto me atrevería a sugerir respecto del TICÚN. Cuánto del anhelo por el reencuentro con los familiares y los amigos no hay en la doctrina de la Restitución, la Reintegración de las dispersas chispas divinas al lugar de dignidad que les corresponde, de retorno de los arrabales del mal adonde fueron a parar convertidas en “escorias, desechos, añicos”.
Nace en esos días el concepto de que cada vez que Israel marcha al exilio, la Shekhiná lo acompaña.
Se acabaron las metáforas psicoanalíticas: Restituir a la Shekhiná es restituir al disperso Pueblo de Israel.
Debido al paralelismo conceptual cito con admiración a Arthur Schopenhauer:
“Aquello que lo conoce todo y que de nadie es conocido, es EL SUJETO. Es, pues, el sostén del mundo, la condición constante, sobreentendida siempre, de todo lo perceptible, de todo objeto, puesto que todo cuanto existe sólo existe para el sujeto.”
Nunca imaginé tendencias cabalísticas en el filósofo alemán. Pero debo admitir que su discurso, al adaptarlo a nuestro tema, resulta mejor que el mío: A la pregunta “Por qué el Ser y no la Nada?”, se nos ofrece ahora otra manera para la misma respuesta.
Ese sujeto en potencia (mientras carece de objeto) está inmerso en la a-temporalidad de la Eternidad (que no es un tiempo muy largo sino la ausencia del tiempo) sin extensión, sin espacio.
Por eso NADA se puede predicar de ese cuasi-sujeto que de nadie es conocido: La existencia negativa, el Ser que no es. Para que el sujeto (EJAD/UNO) devenga plenamente tal, debe crear su objeto. Porque no hay sujeto sin objeto. Son dos mitades esenciales, necesarias e inseparables. Sin KU, no hay SHIKI; sin SHIKI, no hay KU. Una mitad es el sujeto y la otra mitad es el objeto, cuyas formas son el espacio y el tiempo que harán posible la pluralidad.
Para proyectarse debe crear un ámbito de posibilidad, lo que hace mediante el tsim-tsum, espacio donde tendrá lugar ese “espectáculo” de Luz y Color que nos describe el Zóar, hasta que aparece un punto que se llama Comienzo (Reshit) porque se ha iniciado el tiempo en el ámbito del espacio.
Por proyección del UNO, el Siendo emana al Otro, a su imagen y semejanza, lo que determina el DOS, donde “todo lo que alguna vez habrá de ser se encuentra ya en estado in-diferenciado”, mundo, universo infinito, “Carroza”, Adam Kadmón, macroántropos, Demiurgo, la Voluntad manifiesta del UNO, Su Sabiduría, JOJMÁ.
Ambas mitades son inseparables hasta para el pensamiento, pues ninguna de ellas tiene sentido ni existencia más que para la otra y por la otra.
Mantienen una relación como la del molde con la materia moldeada. La materia “tohu ve bohu” (informe, desordenada) toma forma al contacto con el molde que le imprime “Su Voluntad” particular de ser-así.
En palabras de Schopenhauer, el sujeto afirma: “El mundo es mi representación.”
Séame permitido recordar que tiempo y espacio no son entes de existencia real sino “intuiciones puras del espíritu” (es decir, de la razón) según la célebre definición de Emmanuel Kant, a efectos de más eficientemente manipular la materia percibida.
Aquello, KÉTER, RÁTZON (la Corona, la Voluntad) ahora El Sujeto, se instala en la Carroza donde se encuentra su Trono cristalino, es decir, la Voluntad del UNO se manifiesta en el DOS, Su Sabiduría. De la interacción entre el UNO y el DOS resultará Su Inteligencia, el TRES, Materia, Mater, Mother, Matter, BINÁH, La Gran Madre Celestial, en quien “todo lo que alguna vez habrá de ser se encuentra ya en estado diferenciado.” …Pero eso será tema de otro Arcano.
Hannah Migliavacca Caracas, Septiembre 2016.