HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
algunos apuntes aplicados a la restauración de ríos
en la cuenca del Duero
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
algunos apuntes aplicados a la restauración de ríos
en la cuenca del Duero
Autores:
Daniel Ballarín Ferrer (Mastergeo, S.L. / Departamento de Geografía - Universidad de Zaragoza).
Ignacio Rodríguez Muñoz (Confederación Hidrográfica del Duero).
Colaboradores:
Alfredo Ollero Ojeda (Departamenteo de Geografía. Universidad de Zaragoza).
Daniel Mora Mur (Mastergeo, S.L.).
Coordinación y revisión de contenidos:
Rosa Huertas González (Confederación Hidrográfica del Duero).
Celia García Asenjo (AT Confederación Hidrográfica del Duero).
Fotografías:
- Ignacio Rodríguez Muñoz, todas excepto:
- Vanesa Acín. Pág. 75 (superior izquierda).
- Mateo Herranz. Contraportada.
- Juan Carlos López-Amezua. Pág 14, 24, 46, 50, 54, 82 (inferior izquierda), 86 y 116.
- José Ignacio Santillán. Pág. 96.
- Pedro San Venancio. Pág. 90.
- Jesús Mª Vielba/David Rodríguez. Pág. 71 (nº 2).
Ilustraciones:
Juan Carlos López – Amezua
Desarrollo editorial:
Coordinación: Ambigés, S.L.
Diseño y maquetación: Kikomaratón
Impresión y encuadernación: Gráficas Celarayn, S.L.
Fotocomposición: Gráficas Celarayn, S.L.
Datos técnicos:
Formato: 21 x 29.7 cm.
Caja de texto: 17 x 20 cm.
Composición: Dos columnas.
Tipografía: Rotis Sans Serif a cuerpo 12
Encuadernación: Rústica cosido hilo vegetal
Papel: Estucado multicapa brillo 135 g/m²
Cubierta: Estudado multicapa 350 g/m²
Tintas: 4/4 .
© Edita:
Confederación Hidrográfica del Duero (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente)
1ª edición, diciembre 2013
C/ Muro, 5
47004 Valladolid
www.chduero.es
Catálogo de Publicaciones de la Administración General del Estado:
http://publicacionesoficiales.boe.es/
NIPO: 283-13- 013-4 (papel)
NIPO: 283-13- 014-X (linea)
Depósito legal: VA-874-2013
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
algunos apuntes aplicados
a la restauración de ríos
en la cuenca del Duero
Valladolid, 2013
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................
9
Capítulo 1
QUÉ ES LA RESTAURACIÓN FLUVIAL ...............................................................................................
15
Capítulo 2
PRESIONES HIDROMORFOLÓGICAS ..................................................................................................
2.1 IDENTIFICACIÓN DE PRESIONES .............................................................................................
2.2 ELEMENTOS, PRÁCTICAS Y USOS QUE GENERAN ESTAS PRESIONES ............................
2.3 EL EFECTO DE LAS PRESIONES: IMPACTOS HIDROMORFOLÓGICOS ...............................
25
26
30
42
Capítulo 3
LOS INDICADORES HIDROMORFOLÓGICOS Y LA RESTAURACIÓN FLUVIAL .......................
3.1 CAUDAL ........................................................................................................................................
3.2 CAUCE ..........................................................................................................................................
3.3 CONTINUIDAD LONGITUDINAL ...............................................................................................
3.4 DINÁMICA LATERAL EN ORILLAS ............................................................................................
3.5 DINÁMICA VERTICAL .................................................................................................................
3.6 TRANSPORTE DE SEDIMENTOS ...............................................................................................
3.7 DISPOSICIÓN DE LOS SEDIMENTOS .......................................................................................
3.8 VEGETACIÓN DE RIBERA ..........................................................................................................
51
52
61
69
72
75
78
80
82
Capítulo 4
SEGUIMIENTO DE LAS ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN FLUVIAL ....................................
4.1 ALCANCE TEMPORAL ................................................................................................................
4.2 ALCANCE ESPACIAL ...................................................................................................................
4.3 ALCANCE CUALITATIVO Y CUANTITATIVO .............................................................................
4.4 FICHAS DE SEGUIMIENTO ........................................................................................................
87
89
91
91
92
REFERENCIAS ...........................................................................................................................................
1. Referencias bibliográficas ..........................................................................................................
2. Referencias en Internet ..............................................................................................................
3. Referencias normativas ..............................................................................................................
117
118
120
122
INTRODUCCIÓN
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Los ríos son el principal nexo de unión
entre las tierras emergidas y los océanos.
Son un elemento esencial en el ciclo hidrológico y en los ciclos biogeoquímicos y
de desmantelamiento continental, motores del funcionamiento de la Biosfera.
Quienes trabajan con los ríos son conscientes de
este “universo fluvial” diverso y complejo, para
el que se han desarrollado diferentes enfoques,
abundantes modelos y fórmulas que se aproximan a la realidad. Pero es imposible controlar y
medir todas las variables y, sobre todo, es imposible pronosticar con exactitud todas las posibles respuestas.
Por otra parte, son sistemas naturales extremadamente complejos y diversos, debido a la gran
cantidad de variables que intervienen en su funcionamiento. Estas variables se encuentran en
cambio continuo en el espacio y en el tiempo,
originando una gran diversidad de respuestas. Y
a la enorme variabilidad natural hay que añadir
la que está generada por la acción humana, que
obliga a los ríos a complejos procesos de ajuste
y a diferentes velocidades de respuesta.
Muchos científicos continúan profundizando
en todos estos aspectos, pero otros, con no
menos sentido común, comienzan a hacer un
esfuerzo por simplificar los métodos de análisis
y por aceptar el amplio margen de imprevisibilidad en las respuestas fluviales. La visión empírica, sensorial y sobre el terreno ha de prevalecer sobre la racionalista en la aproximación
Río Curueño. León.
Grupo de alumnos y profesores haciendo mediciones granulométricas en una barra de acarreos.
10
Introducción
a los ríos. El experto fluvial debe ser capaz de
identificar la situación y de diagnosticar el estado del río a partir de una buena inspección
visual y con las mediciones imprescindibles.
Los ríos son, como ya se ha dicho, sistemas
naturales con un funcionamiento complejo y
dinámico. Las intervenciones humanas generan presiones sobre ellos que deben ser minimizadas y corregidas. Las actuaciones de
restauración fluvial deben encaminarse a la
búsqueda de la naturalización de los cursos
fluviales mediante una recuperación del régimen hidrológico y del espacio de libertad fluvial, eliminando, en la mayor medida posible,
el exceso de presencia antrópica de nuestro
ríos, repletos de todo tipo de artefactos hidráulicos o de otra naturaleza. A estos aspectos se dedican los dos primeros capítulos de
esta publicación.
Pero, ¿quién es ese experto fluvial?, o dicho de
otro modo, ¿a quién se dirige esta publicación?
Sería pretencioso por nuestra parte atribuir la
categoría de experto a todo aquel que con la
lectura de este documento se acerque a un río.
Nada más alejado de nuestra intención. Sin embargo, esta publicación pretende ser tan útil
para aquellos que en su trayectoria profesional
tengan relación directa con los cursos fluviales y la restauración fluvial, como para quienes
quieran aproximarse a este mundo.
El régimen hidrológico de un río condiciona
la forma de éste, mientras que el estudio de
los indicadores geomorfológicos es clave para
determinar su estado ecológico. Esta es una
cuestión mal entendida en nuestros días sobre
la que hay que insistir: la base biotópica de los
ecosistemas fluviales es el régimen y su consecuencia, la forma. Sin un buen conocimiento
de la dinámica fluvial es muy difícil realizar
un análisis y diagnóstico certero del estado
de un río, tal y como se hace en ocasiones a
través de bioindicadores inadecuados por una
desacertada aplicación de la Directiva Marco
del Agua. Con este fin el capítulo tercero recoge los indicadores hidromorfológicos básicos
a considerar en un proceso de restauración
fluvial.
Para los primeros, puede que el desarrollo
profesional les haya conducido a inercias que
con el paso del tiempo se hayan demostrado poco recomendables. Es posible que a este
grupo le invite a reflexionar y posteriormente
a actuar en consecuencia. Con ello se habrá
conseguido el primero de los objetivos planteados. En cuanto al segundo grupo, los profanos en la materia, pueden descubrir todo
un universo de aspectos tanto técnicos como
sensoriales en torno a los cursos fluviales que
a buen seguro sentarán las bases de una profundización posterior en función de los intereses de cada cual.
Con este doble objetivo de aproximación y
reflexión sobre los ríos hemos planteado una
estructura sencilla para esta publicación que
facilite la comprensión de aspectos que tienen cierta complejidad técnica. Las imágenes e
ilustraciones son básicas para evidenciar muchos de los fenómenos y consecuencias que se
describen por lo que existe un abuso consciente con el fin de mejorar la comprensión de lo
explicado en el texto. A pesar de haberse elegido intencionadamente ejemplos de la cuenca
del Duero, la mayoría de los hechos y cuestiones que reflejan las imágenes son universales y
aplicables a otras cuencas hidrográficas.
Y, enlazando con los contenidos anteriores, el
capítulo cuarto se centra en establecer una sistemática para el seguimiento de las actuaciones
de restauración fluvial con el fin de validar los
datos en un proceso continuo de aprendizaje.
Conscientes de la complejidad de algunos de los
contenidos tratados en este trabajo se aportan
unas fichas de seguimiento para facilitar la recogida de datos.
Y, como señalábamos en el inicio de esta introducción, habrá quién satisfaga sus inquietudes
con la lectura de este documento pero otros, sin
11
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
embargo, precisarán profundizar en determinados aspectos. A ellos está dirigido el último
apartado de referencias bibliográficas, en la red
y en la normativa vigente.
Confiamos que esta publicación resulte fundamentalmente útil tanto para la toma de
decisiones sobre nuestros ríos como para una
reflexión general sobre el papel que nos hemos
atribuido en un sistema tan complejo como es
la biosfera.
Sirva como colofón esta cita de Aldo Leopold,
ecólogo y ambientalista norteamericano que
desarrolló una línea fundamental de pensamiento basada en la forma de preservar nuestro
entorno y que resume con certeza el espíritu de
este trabajo:
“La esencia de la conservación no reside en
los planes físicos de los gobiernos sino en los
procesos mentales de los ciudadanos”.
Río Aravalle. Ávila.
12
Introducción
13
1
QUÉ ES LA
RESTAURACIÓN FLUVIAL
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
La restauración fluvial es un conjunto
de medidas de gestión y de intervención
encaminadas al logro de unos objetivos
muy sencillos: que el régimen hidrológico
y la morfología del río sean lo más parecidos posible a las condiciones naturales
del mismo.
lo es. Igualmente hay que tipificar las actuaciones que conducen a mejoras o rehabilitaciones fluviales pero no alcanzan el grado de
restauración.
Por tanto, la auténtica restauración fluvial es
auto-restauración (pasiva o de mínima intervención) y principalmente hidromorfológica,
operando con las dos variables fundamentales del sistema fluvial, que realizan el trabajo:
caudal y sedimentos. Si se recupera el funcionamiento hidromorfológico natural, lo hace
también el biotopo y ello favorece la recuperación del conjunto de los seres vivos, lo que los
ecólogos denominan biocenosis, y cuyo conjunto configura el hábitat o ecosistema.
Hoy su necesidad no se discute. Pocos ecosistemas han sufrido un grado de transformación mayor con la consiguiente pérdida de
bienes y servicios medioambientales. Por otra
parte, al analizar detenidamente las cosas podemos ver que muchas de esas transformaciones han resultado contraproducentes, innecesarias e incluso insostenibles tanto hidráulica
como económicamente.
En síntesis, restaurar es restablecer o recuperar un sistema natural, en este caso un sistema fluvial, a partir de la eliminación de los
impactos que lo degradan y a lo largo de un
proceso prolongado en el tiempo, hasta alcanzar un funcionamiento lo más natural y
autosostenible.
Muchas actuaciones en nuestros ríos son
definidas como restauración fluvial, pero
este concepto no puede ser tomado de una
manera tan amplia y, a veces, frívola. Es necesario identificar de la forma más exacta
posible qué es restauración fluvial y qué no
¿Qué nos aportan los ríos?
En la literatura científica se habla también de “Servicios medioambientales de los ecosistemas fluviales” tal vez por deformación de una visión economicista de la naturaleza. En todo
caso se quiere referir con esta expresión a un conjunto de funciones naturales que son muy
útiles e imprescindibles para el funcionamiento de la Biosfera.
Son el principal sistema de erosión, transporte y sedimentación dentro del ciclo de denudación continental, y desempeñan otras funciones asociadas (corredor ecológico, corredor
bioclimático, hábitat, sistema regulador de escorrentías extremas, sistema de depuración,
sistema regulador de la salinidad marina y de la dinámica litoral, etc.); así como otras que se
manifiestan localmente (ecotono, barrera, filtro, fuente y sumidero de agua, fuente y sumidero de carbono, partículas, organismos, nutrientes, etc.).
Todas estas funciones se alternan en el tiempo sobre un mismo espacio, y tienen una enorme
eficiencia en los intercambios de materia y energía.
Por tanto la acción humana en la restauración fluvial debería consistir exclusivamente en eliminar los impactos que impiden la
auto-restauración fluvial. En definitiva, restaurar un río es permitirle recuperar su liber-
tad, liberarlo de las presiones e impactos a las
que está sometido. Y esto es muy complicado, porque implicaría modificar muchos usos
del agua y del territorio y desterrar bastantes
prejuicios.
16
Qué es la restauración fluvial
Río Gamo. La Lurda. Salamanca.
Ortoimagen en la que se observa muy bien la brusca transición entre un tramo canalizado cuya llanura de inundación ha sido ocupada por cultivos y
otro con su morfología original, en este caso meandriforme, y la llanura de inundación poco modificadas. (Fuente: Google-Earth).
Sistema fluvial
Sistema complejo integrado en los ciclos del agua, de la materia sólida y biogeoquímicos,
resultado de un complejo mecanismo climático, hidrológico, geomorfológico y ecológico de
movilización o conducción superficial de las aguas continentales, acompañadas de los materiales que transportan, sedimentos, nutrientes y seres vivos o partes de estos, en el sentido
de la pendiente, a veces contracorriente, hasta que llegan a los océanos o a los lagos o mares
interiores. Cuenta con una enorme capacidad de transporte de masa y energía. Son sistemas
abiertos, actúan como corredores de intercomunicación de ecosistemas, son enormemente
dinámicos en el espacio y en el tiempo y considerablemente complejos, de manera que las
interrelaciones entre elementos son innumerables.
17
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
1
2
3
4
Río Cea. Villamorisca. León.
En esta secuencia de imágenes se muestra el estado en origen
(1) y actual (4) del río Cea tras la demolición de un azud . Las
imágenes intermedias (2 y 3) reflejan el desarrollo de las obras de
demolición y retirada de escombros del cauce del río.
18
Qué es la restauración fluvial
Si no podemos eliminar todos los impactos
nunca podremos conseguir una auténtica
restauración. Por ello la restauración fluvial
es, en la mayoría de los casos, un objetivo
utópico. Pero no por ello debe ser despreciado. Hay que intentar la restauración si es
posible y, si no lo es, hay que ayudar al río a
mejorar en su funcionamiento. A esto ya no
deberíamos llamarlo restauración, para no
llevar a engaño, sino rehabilitación o mejora.
Y para hacer rehabilitación hay que pensar en
restauración, hay que ayudar al río desde los
principios fundamentales de la restauración
acercándolo a la mejor situación para que
pueda auto-recuperarse en el mayor grado
posible.
Como se verá en el siguiente capítulo, ayudar al
río es, por ejemplo, retirar obstáculos transversales al cauce (presas, azudes, vados, puentes…),
desencauzar, retirar defensas y obstáculos laterales, ampliar el espacio de libertad del río…
Hay otras muchas acciones bastante frecuentes
en nuestros ríos a las que se da el nombre de
restauración de forma incorrecta y engañosa.
En muchos casos no pretenden más que publicidad o justificar inversiones con fondos destinados a actuaciones medioambientales o evitar
procedimientos de evaluación ambiental.
Así nunca es restauración, y es totalmente
contrario a sus principios, la estabilización de
un cauce fluvial, independientemente de la
Cauce recuperado
Cauce restaurado
Canal anulado en esta actuación
Río Castrón. Ferreras de Abajo. Zamora.
Imagen aérea de la recuperación del río Castrón tras su proceso de descanalización. En amarillo se observa el trazado del canal de rectificación que ha
sido rellenado dejándolo hidráulicamente inactivo. El canal amarillo tenía una longitud de 1.850 m mientras que el cauce recuperado sobrepasa los
3.000 m (Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico Nacional, IGN).
19
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Castrón. Ferreras de Abajo. Zamora.
Imagen actual de uno de los numerosos meandros que se han recuperado y que vuelven a funcionar como tales tras casi 30 años desde que el cauce
fuera rectificado en el marco de una concentración parcelaria.
técnica que se utilice. En la misma línea, nunca
es restauración, sino todo lo contrario, impedir
la erosión de márgenes o la inundación, o ampliar la sección de desagüe de un cauce. Ni revegetar, ni plantar árboles, ni cultivar chopos,
ni ajardinar, ni maquillar, camuflar o decorar
actuaciones de estabilización o de urbanización, ni construir meandros donde nunca los
hubo son actuaciones de restauración. No podemos tampoco hablar de restauración cuando
los objetivos de la actuación sean estéticos o
recreativos. Ni tampoco es restauración reformar cauces para beneficiar a determinadas especies, ni conformarnos con depurar el agua.
Todo esto no es restauración fluvial, y en muchos casos ni siquiera rehabilitación o mejora,
aunque la actuación se presente bajo esa denominación.
Las obras de demolición de azudes y otros obstáculos que hayan quedado fuera de uso son
muy aparatosas y parece que, más que mejorar,
van a producir un impacto negativo en el río.
Nada más lejos de la realidad. Una vez rematadas y retirados los residuos de demolición, el
río recupera sus condiciones naturales a una
gran velocidad, gracias a su resiliencia. Una
pequeña riada siempre ayuda a movilizar los
sedimentos acumulados y a que se redistribuyan aguas abajo. A veces se producen cambios
en la morfología, consecuencia del reequilibrio
de la pendiente.
20
Qué es la restauración fluvial
En el caso concreto de la estabilización del
cauce, que es una medida muy frecuente especialmente en ámbitos urbanos y que en general
se ve como positiva, debemos ser conscientes
de que es una acción muy perjudicial para
la dinámica fluvial. Contribuye a simplificar,
constreñir y estrechar el río y, al evitar la erosión de las orillas, impide localmente la aportación de sedimentos al lecho, lo que reduce la
diversidad de hábitats y limita drásticamente
su renovación. Con ello el río sufre un proceso progresivo de “fosilización” y se genera una
sensación de falsa seguridad que resulta muy
peligrosa. De ahí que este tipo de medidas se
deban reducir al mínimo estrictamente imprescindible, allí donde existan procesos urbanísticos irreversibles y no se deben extender a zonas peri o extraurbanas.
En buena medida los principios de la restauración fluvial chocan con las demandas sociales
de estabilidad, seguridad, urbanización, ocio,
etc., así como con numerosos intereses económicos y corporativistas y toda una serie de prejuicios estéticos. Si queremos conseguir que el
estado de nuestros ríos mejore y que la restauración fluvial sea cada vez menos utópica y más
viable, es necesario un cambio de mentalidad.
Río Cea. Soto de Valderrueda. León.
Demolición de azud.
21
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Carrión. Monzón de Campos. Palencia.
Demolición de azud.
Es imprescindible “desaprender” algunos estereotipos erróneos y obsoletos. Es necesario
consolidar, mediante la educación y programas
de formación adecuados, los principios básicos
de la restauración y los beneficios que aporta
al buen funcionamiento de la biosfera y por extensíón los beneficios que aporta al ser humano como parte de ella.
La restauración fluvial no es sencilla. Y aunque
los objetivos sean parciales, como ocurre con
la rehabilitación o la mejora, el proceso no deja
de ser largo y complejo y los resultados pueden
tardar en ponerse de manifiesto. Un proceso de
restauración o de rehabilitación fluvial implica
las fases y tareas que se detallan en el siguiente esquema.
Restauración o rehabilitación fluvial
¿Qué es?
El proceso de recuperación de un sistema fluvial hasta que alcance un funcionamiento natural y autosostenible. No es una acción sino un proceso largo llevado a cabo por el propio
río, a ser posible con la menor intervención humana.
¿Cómo se consigue?
• Eliminando todos los impactos o presiones que degradan el sistema fluvial en la cuenca,
en la llanura de inundación y en el cauce.
• Con caudales naturales, con sedimentos que puedan movilizarse, con crecidas que puedan
acelerar los procesos y con estiajes que puedan limitar la expansión de especies exóticas.
• Con espacio continuo y ancho para el río, sin obstáculos.
• Con el trabajo exclusivo del río (auto-restauración o restauración pasiva) a lo largo de un
proceso prolongado en el tiempo.
…/
22
Qué es la restauración fluvial
/…
¿Qué habrá recuperado el sistema fluvial al final del proceso de restauración fluvial?
• Sus procesos naturales y todas las interacciones entre sus elementos y con otros sistemas.
• Su estructura, es decir, todos sus componentes y flujos en toda su complejidad y diversidad.
• Sus funciones en el sistema Tierra: transporte, regulación, hábitat, ciclos biogeoquímicos…
• Su territorio, es decir, el espacio propio y continuo que debe ocupar para desarrollar todos
sus procesos y funciones.
• Su dinámica natural (movilidad, cambios, ajustes) en el espacio y a lo largo del tiempo.
• Su resilencia o fortaleza frente a futuros impactos, su capacidad de auto-regulación y
auto-recuperación.
• El resto de los beneficios medioambientales que aporta a la sociedad: laminación de
avenidas, sumidero de carbono, paisaje, recursos naturales, recarga de acuíferos, etc.
Fases del proceso de restauración fluvial
a) Fase preliminar
1: Estudiar cómo es y cómo funciona el sistema fluvial y diagnosticar sus problemas.
2: Consensuar y decidir cuál es el objetivo y el alcance de la restauración o de la rehabilitación.
3: Divulgar y sensibilizar explicando a la sociedad los problemas del sistema fluvial y las
soluciones planteadas.
b) Fase inicial
4: Eliminar los impactos y obstáculos totalmente (para restauración) o en la medida de
lo posible (para rehabilitación).
5: Garantizar la materia y energía necesarias para el funcionamiento del sistema fluvial: CAUDAL + SEDIMENTOS + CRECIDAS + ESTIAJES.
6: Lograr todo el espacio o territorio necesario para la recuperación del sistema fluvial.
c) Proceso de restauración o de rehabilitación
7: Es la auto-recuperación, la realiza el sistema fluvial y necesita tiempo.
8: Seguimiento de los procesos y observación y evaluación continua, en los que puede
jugar un buen papel el voluntariado.
9: Intervención modificando algunos parámetros para acelerar o corregir algún proceso
(no es recomendable, sólo excepcionalmente y en rehabilitación, no en restauración).
23
2
PRESIONES
HIDROMORFOLÓGICAS
2.1 Identificación de presiones
2.2 Elementos, prácticas y
usos que generan estas presiones
2.3 El efecto de las presiones:
impactos hidromorfológicos
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Las presiones son todas aquellas acciones y usos humanos que pueden afectar
negativamente a los ríos y sistemas fluviales alterando y modificando su comportamiento natural. Y estas afecciones
o impactos negativos no se producen solo
sobre el cauce, sino también sobre los
ecosistemas asociados.
un esfuerzo de sensibilización social sobre las
mismas. Las más importantes son las siguientes:
Contaminación
Puede ser puntual, cuando su procedencia está claramente determinada, o difusa,
cuando procede de numerosas fuentes no
localizadas. Las principales fuentes emisoras
de contaminantes son los vertidos urbanos e
industriales, mientras que la mayor parte de
la contaminación difusa procede de fuentes
agropecuarias (fertilizantes y fitosanitarios).
Las retenciones que producen los azudes y
presas favorecen la sedimentación de nutrientes y estos producen procesos de eutrofización.
Se trata de un término acuñado por la Directiva Marco del Agua (DMA 2000/60/CE) que
equivale a las acciones que producen impacto
ambiental negativo. Las presiones deben ser
descritas por los Estados miembros de la Unión
Europea en los planes de cuenca o planes hidrológicos como los conocemos en España.
2.1 IDENTIFICACIÓN DE PRESIONES
Extracción de agua
Hay una gran cantidad de presiones que podemos detectar en los sistemas fluviales aunque
algunas son difíciles de identificar ya que por
habituales nos hemos acostumbrado a no considerarlas como tales. En otros casos las presiones no son tan evidentes y por ello es necesario
Puede llegar a suponer la pérdida de caudal si la
extracción se realiza de forma abusiva. Durante el estiaje, cuando el agua es más escasa, se
pueden producir afecciones muy negativas. No
es necesario que la extracción se haga de forma
Río Tormes. Embalse de Almendra. Salamanca-Zamora.
Floración de cianofíceas (también conocidas como algas verde-azules). Este tipo de floraciones pueden tener incidencia sanitaria, ya que algunas
especies de cianofíceas producen unas toxinas muy venenosas conocidas con el nombre de microcistinas.
26
Presiones hidromorfológicas
Esquema de la evolución del nivel freático en las subcuencas
del río Zapardiel y río Trabancos durante los últimos 30 años
OESTE
Río Trabancos
Río Zapardiel
NIvel freático
En un primer estadio la explotación de las aguas subterráneas es escasa y se limita a pozos de reducida
profundidad, y con ello se mantiene el régimen permanente del caudal de los ríos. Los ríos reciben parte
de la aportación de las aguas subterráneas. “Son ríos ganadores”.
NIvel freático
El aumento de los riegos con aguas subterráneas se incrementa por el aumento de la superficie de
riego. Esta situación provoca el descenso del nivel freático y la consiguiente profundización de los
aprovechamientos mediante sondeos que sustituyen a los pozos.
Parte del caudal de los ríos se infiltra y podemos hablar por ello de “ríos perdedores”
que ven disminuir su caudal de forma muy notable.
Nivel
piezométrico
En la situación actual la sobre-explotación de los acuíferos es una realidad que ha modificado el
régimen permanente de los ríos Zapardiel y Trabancos pasando a ser ocasional y efímero, dependientes
exclusivamente de los aportes de aguas superficiales. A ello ha contribuido de forma importante el
desarrollo de una tecnología más sofisticada que permite aumentar la profundidad de los sondeos.
27
ESTE
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
directa sobre las aguas superficiales para que
se noten los efectos de la pérdida de caudal. La
sobre-explotación de acuíferos redunda en una
disminución de las aportaciones, ya que ríos que
antes eran “ganadores”, es decir, aquéllos cuyos
caudales se veían incrementados por descargas
subterráneas, pasan a ser “perdedores”, y una
buena parte de sus caudales se infiltran en el
terreno para compensar la bajada de los niveles freáticos y piezométricos. El ejemplo típico
en nuestro país es el alto Guadiana, pero en la
cuenca del Duero también tenemos nuestros
“guadianas”, ríos como el Zapardiel o el Trabancos, que prácticamente han desaparecido por la
sobre-explotación de aguas subterráneas.
bargo, es vital. Los caudales sólidos, es decir,
los sedimentos movilizados por el caudal líquido, configuran el canal o los canales y en
definitiva la forma del río, así como la llanura
de inundación. Además son el sustrato de la
vida, ya que sobre ellos se instala buena parte
de la biota (algas, macroinvertebrados *…) que
compone la base del sistema trófico del río, por
no hablar de su papel como área de cría de las
especies piscícolas, de los anfibios y otra fauna
asociada.
Regulación del agua
En los ríos, la presencia de infraestructuras que
regulan el paso del agua, como embalses o canales de derivación, puede producir afecciones
a los sistemas fluviales cambiando el régimen
del río. Es muy común ver cómo las crecidas invernales generadoras del cauce prácticamente
desaparecen, mientras que en verano circulan
cantidades anormalmente altas de agua, pro-
Retención de caudales sólidos
Puede ser total respecto de los arrastres de
fondo en el caso de las grandes presas. La
cuestión de los caudales sólidos está muy desatendida en la comprensión de los problemas
medioambientales de nuestros ríos y, sin em-
Canal del Duero. Valladolid.
La detracción de caudales que producen en el río puede ser superior al caudal que discurre aguas abajo de las tomas, llegando a veces a ser
prácticamente total lo que produce efectos muy negativos en el río.
* Macroinvertebrados. Invertebrados de tamaño mayor a 0.5 mm ubicados generalmente en los fondos de los ríos. La mayor parte son larvas o ninfas de
insectos aunque también hay crustáceos y moluscos. Son indicadores de la calidad biológica de los cursos de agua y muy sensibles a las variaciones
hidromorfológicas, físicas y/o químicas que pueden sufrir en general los medios acuáticos.
28
Presiones hidromorfológicas
duciendo una inversión del régimen que produce drásticos cambios en los ecosistemas.
ductivos ha propiciado un fenómeno universal
de ocupación de las llanuras de inundación y
una exposición a las crecidas. Por supuesto,
existen grados: no es lo mismo exponer al régimen de inundaciones las viviendas que las
infraestructuras o los cultivos. Como consecuencia de esta ocupación, muchas veces se
realizan alteraciones morfológicas en los cauces pretendiendo favorecer el drenaje e incrementando la velocidad del agua. También se
aumenta la regulación con embalses, produciéndose toda una serie de sinergias negativas.
Lo cierto es que el urbanismo moderno, lejos
de guardarse del río, favorece la exposición, en
muchas ocasiones injustificada e innecesaria,
de bienes y personas a un riesgo de inundación
a veces muy grave. Y ello bajo el engañoso lema
de “vamos a vivir cara al río” o algo similar.
Alteraciones morfológicas
Son alteraciones de la forma del río. Suponen la
modificación total o parcial de los sistemas fluviales. Entrarían aquí actuaciones como defensas, dragados, extracciones de áridos, rectificaciones de cauce, canalizaciones, urbanización y
construcción de estructuras en las márgenes…
Ocupación de las llanuras de inundación
La accesibilidad al agua y el hecho de que los
terrenos adyacentes a los ríos son los más pro-
Río Esla. Santa Colomba de las Carabias. Zamora.
Imágenes comparativas donde la ortoimagen de la izquierda es actual (2009) mientras que la ortofoto situada a la derecha es del vuelo americano
de 1956, sobre la que aparece dibujado el cauce actual en azul. La simplificación de las formas y anexos fluviales, reducidas a un canal único, más
estrecho y la ocupación del espacio ribereño por cultivos herbáceos y de chopos en las zonas inundables, son evidentes y reflejan una gran pérdida
de hábitats y de capacidad hidráulica. (Fuentes: Iberpix, Instituto Geográfico Nacional, IGN; Sistema de Información MÍRAME, Confederación
Hidrográfica del Duero).
29
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Tormes. Ávila.
Azolla filiculoides en un brazo secundario del río Tormes (Ávila). Se trata de un helecho de agua, procedente de América tropical que se usa en acuarofilia
y en estanques de jardín como especie ornamental o para controlar el crecimiento de otras algas. Su capacidad de crecimiento es enorme, pudiendo
llegar a tapizar grandes masas de agua, como ocurriera en el pasado geológico, durante el Eoceno, en el denominado “evento azolla”.
Proliferación de especies invasoras
suelo o nuevas necesidades surgidas alrededor
de un desarrollo (urbano/rural) mal entendido. A todos estos elementos y prácticas vamos
a dedicar este apartado en el que trataremos
de identificar, explicar e ilustrar cada una de
ellas.
La introducción de especies exóticas tanto animales como vegetales puede llegar a ser un
gran problema. Este fenómeno se puede ver
favorecido en muchos casos por las presiones
anteriores, ya que las especies exóticas pueden
encontrar ecosistemas fluviales modificados en
los que tienen más oportunidades adaptativas,
lo que supone el desplazamiento y la disminución de las especies nativas.
Azud
Pequeña presa o barrera transversal colocada
en un cauce fluvial con objeto de elevar y regularizar la lámina de agua y embalsar agua,
facilitando la salida de un canal para abastecimiento, regadío o para uso hidroeléctrico
(antes para fuerza motriz de molinos de harina, batanes y otros artefactos hidráulicos). El
agua suele pasar por encima de la coronación
y su capacidad de retención de caudal sólido
es limitada. El trasiego de seres vivos o partes
de estos no se ve totalmente obstaculizado si
bien, a partir de cierta altura, constituyen una
barrera infranqueable para el remonte de ciertas especies. Pueden tener mucha importancia
en la retención de nutrientes, contribuyendo
notablemente a la eutrofización de los ríos
2.2 ELEMENTOS, PRÁCTICAS Y USOS
QUE GENERAN ESAS PRESIONES
Las presiones en los cursos fluviales son muy
diversas como ya hemos visto. Detrás de todas
ellas está la mano del hombre que bien para
un mejor aprovechamiento de los cursos fluviales o para mejorar las vías de comunicación
ha generado infraestructuras que irrumpen de
forma drástica en el normal discurrir del régimen fluvial. En otras ocasiones las presiones son consecuencia de cambios de uso del
30
Presiones hidromorfológicas
cuando son muy abundantes en tramos medios
y bajos, ya que constituyen una sucesión de láminas que “tablea” completamente el cauce. El
incremento de anchura facilita la iluminación
lo que unido a la disponibilidad de nutrientes
y a la desaparición de los rápidos favorece las
floraciones de algas, a veces con elevada producción de unas proteínas tóxicas que liberan
ciertas especies llamadas microcistinas.
Río Duero.
San Román de los
Infantes. Zamora.
Azud de San Román.
Río Duero. Villaralbo. Zamora.
Estancamiento de las aguas del río
Duero como consecuencia del azud
de una minicentral. El represamiento
mediante azudes alcanza en algunos
ríos tal grado de intensidad que ya no
es posible encontrar en ellos tramos
que corran libres y que mantengan
su original estructura de rápidos y
remansos. Además de la pérdida de
hábitats que comporta, actúa como
decantador y constituye una trampa de
nutrientes que favorece los procesos de
eutrofización, de ahí el aspecto verdoso
que tienen las aguas en verano y que
produce problemas de potabilidad.
31
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Tormes. Almendra. Salamanca.
Presa de Almendra, en el bajo Tormes, la más grande y la que contiene el mayor embalse de la cuenca del Duero. Desde su entrada en funcionamiento, en
los años 70 del pasado siglo, el río Tormes desde este punto hasta su confluencia con el Duero ha dejado de ser un río debido a una detracción prácticamente total del caudal.
Presa
un embalse, cuyas aguas se destinan al riego
de grandes superficies, el abastecimiento de
poblaciones, la producción de energía eléctrica, los usos recreativos, etc.
Se diferencia de los azudes en el tamaño y en
la capacidad de embalse, mucho mayores en
el caso de las presas. Ello les confiere capacidad de regulación, es decir de alteración del
régimen de caudales aguas abajo. Son impermeables para los caudales sólidos de fondo, retienen sólidos en suspensión y nutrientes y no
permiten el trasiego de seres vivos o partes de
estos hacia aguas arriba, limitando sus desplazamientos aguas abajo. Como consecuencia de
la presa se produce la sustitución del cauce por
Vado
Zona del río con poca profundidad o con alguna estructura artificial que favorece el paso de
vehículos, animales o personas. Normalmente
estas infraestructuras se localizan en cursos
fluviales de pequeña entidad.
Río Eresma. Navas de Oro. Segovia.
El vado sobre un río es una pésima solución
hidráulica. Además de producir un efecto muy
negativo sobre el río, supone un enorme peligro
para el tráfico rodado.
32
Presiones hidromorfológicas
Río Aliste. Dómez. Zamora.
Acumulación de restos vegetales y sobreelevación de la lámina de agua por un mal diseño hidráulico en un puente.
Río Cea. Castrobol. Valladolid.
Acumulación de restos vegetales en los pilares de un puente.
Puente
y actuar como una presa. Si llevan solera, al
igual que el resto de obras transversales, pueden producir un foso de incisión aguas abajo.
La falta de mantenimiento de vados y puentes
agrava los problemas señalados.
Construcción que permite el paso entre orillas
de los cursos fluviales a través de una plataforma elevada sobre el cauce. Existe una tipología muy variada de puentes. Los principales
efectos sobre los sistemas fluviales se deben
a la insuficiencia hidráulica para evacuar caudales de avenida y a la constricción del cauce.
Los pilares y, en especial los tubos, suponen un
obstáculo que puede retener flotantes, cegarse
Derivaciones y trasvases
La derivación de caudales líquidos con objeto
de utilizarlos en otras actividades (agrícola,
33
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Reseña cartográfica del trasvase del río Curueño al río Porma.
(Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico Nacional, IGN).
Vertidos y retornos
de abastecimiento, industrial…) supone una
reducción del caudal circulante, pudiendo llegar a detraer el total del caudal del sistema
fluvial, dejando el curso seco. Los canales de
derivación suelen partir de las presas y azudes,
aunque a veces se pueden realizar a partir de
un deflector o de un azud sumergido, lo cual
minimiza las presiones sobre el cauce.
Se trata de aportaciones de caudal al sistema
fluvial en zonas que no son las naturales. No
tienen que ser necesariamente vertidos contaminantes directos, ya que puede tratarse de los
sobrantes de acequias o canales, o alivios de
depósitos.
Ejemplo de vertido directo al cauce.
Los vertidos de naturaleza urbana son muy
abundantes y presentan, por lo general, un bajo
grado de tratamiento.
34
Presiones hidromorfológicas
Río Bernesga. León.
Incisión en el río aguas
abajo de la ciudad de León.
La canalización del tramo
urbano y la extracción masiva
e indiscriminada de áridos ha
provocado el peor fenómeno
de incisión que se produce
en la cuenca del Duero, que
supera en algunos puntos los
4 m. En la imagen se observa
el lecho de arcillas desprovisto
completamente de gravas y
cantos rodados.
Extracción de áridos
con el fin de dotar de mayor capacidad de desagüe al cauce. Es un sistema de defensa contrario a los habituales (motas, escolleras), ya que
en lugar de estrechar el cauce, el dragado trata
de ensanchar o profundizar el mismo. Los materiales resultantes de los procesos de dragado
son en ocasiones empleados en el refuerzo de
las márgenes o a veces se comercializan como si
se tratase de una extracción de áridos. Además
de sus graves impactos geomorfológicos y ecológicos, un problema habitual en los dragados
es la rapidez con que pueden llenarse de nuevo de sedimentos las zonas dragadas, a raíz de
cualquier crecida, lo que los hace especialmente
insostenibles hidráulica y económicamente.
Retirada de materiales de carácter minero que
suele afectar a las zonas de acumulación de
sedimentos en las orillas o al propio lecho.
Normalmente, las extracciones de áridos tienen un fin comercial obteniéndose material de
diverso tamaño que se emplea posteriormente
en actividades como la construcción.
Dragado
Extracción de material en el propio lecho o en
barras laterales, así como eliminación de islas,
Río Eria. Castrocontrigo. León.
Dragado del cauce y construcción
de escollera.
35
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Torío. Garrafe de Torío. León.
Escollera estaquillada.
Escollera
Gavión
Se trata de una defensa de margen muy común,
con tipologías diversas (de piedra natural, de
bloques o de escombros), resistente y fácilmente
adaptable a la topografía de la orilla. Antiguamente se prefería la artificial, de bloques cúbicos
de hormigón, pero hoy en día se utiliza la escollera natural, más útil por trabarse mejor unas
piedras con otras. Además de aislada, la escollera
suele emplearse como basamento de otras obras
de contención o como refuerzo de diques en los
tramos en que éstos se aproximan a la margen.
Si la llaga no está recibida con mortero, entre los
huecos es posible la colonización vegetal, resultando muy conveniente la plantación de estaquillas para acelerar el proceso de integración.
Es otra defensa de margen consistente en una
malla de acero rellena por piedras o gravas que
se localiza en las orillas de los ríos. Los gaviones suelen permitir el crecimiento de especies
vegetales al ser un sustrato más poroso.
Mota
Dique longitudinal sobreelevado que se sitúa
entre el cauce y la llanura de inundación y que
constituye el sistema de defensa más antiguo.
No sirve contra la erosión de las márgenes del
cauce sino para contener caudales de crecida, pretendiendo con su elevación impedir el
Río Valdeginate.
Mazariegos. Palencia.
Mota en la margen derecha
del río. El material acordonado
procede del dragado del río,
ahora convertido en un canal de
sección trapezoidal (línea azul)
invadido por macrofitos (flecha
roja). Este dragado forma parte
de las obras que se llevaron
a cabo en los años 50 para
drenar la Laguna de la Nava
de Campos, humedal que podía
alcanzar las 6.000 has, que se
producía como consecuencia
del desbordamiento de tres ríos
en su confluencia: Valdeginate,
Retortillo y Salón.
36
Presiones hidromorfológicas
Río Esla. Valencia de Don Juan. León.
Deflectores en la margen izquierda del río Esla. La ocupación de la llanura de inundación del río en esta zona ha conducido a la necesidad de realizar
costosas obras de defensa.
desbordamiento. Suelen presentar un perfil
transversal trapezoidal y en muchos casos son
aprovechadas como camino, pudiendo también
llevar adosadas acequias. Están conformadas
por tierra compactada, que puede estar recubierta por gravas en superficie o reforzada con
gaviones, hormigón, escollera, etc.
gón, etc.), llegándose incluso en ocasiones a
hormigonar toda la sección. El sistema fluvial
se convierte en un canal artificial. En muchas
ocasiones la canalización supone también la
modificación del trazado del río, generalmente reduciendo la longitud del cauce, es decir,
estableciendo un canal rectilíneo, a costa de
la sinuosidad natural, que a veces comporta
la corta de meandros. Esto se conoce con el
nombre de rectificación.
Espigón o deflector
Defensa de margen consistente en muros de
hormigón o gaviones de piedra que se ubican
en el cauce de forma perpendicular o casi a
las orillas para frenar la corriente del río, evitando que golpee directamente sobre las orillas
produciendo una alteración hidrodinámica que
puede cambiar el patrón de erosión-sedimentación.
Las cortas de cauce se pueden producir de forma natural, por estrangulamiento del meandro. Una consecuencia de la dinámica fluvial
del río es que puede producirse una migración
lateral del canal o los canales en su llanura
de inundación, lo que se denomina avulsión.
Esto lo podemos observar en numerosas zonas
de nuestra cuenca dónde se observan “madres
viejas” o “galachos” como los llaman en el
valle del Ebro. Son los vestigios de antiguos
canales que conformanban humedales aluviales de gran importancia y rareza, y que han
sido sistemáticamente barridos del mapa en
procesos de transformación agraria. Las cortas llevadas a cabo por el hombre suelen ser
insostenibles a medio y largo plazo con implicaciones hidráulicas, ecológicas y económicas
muy negativas.
Canalización
Sistema de defensa o encauzamiento en el
que se modifica completamente el cauce o los
cauces en ríos multicanal, mediante excavación que puede ir acompañada de la construcción de estructuras continuas en las dos orillas
(diques, escolleras, gaviones, muros de hormi-
37
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Eresma. Coca. Segovia.
Corta natural de un antiguo meandro (en rojo) en el río Eresma, tras
la desembocadura del Voltoya.
(Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico Nacional, IGN).
Desvíos de cauce
Cuando la modificación del cauce es apenas
perceptible se suele denominar encauzamiento, que sería una especie de canalización blanda. Si la canalización se produce en una zona
húmeda aluvial, es decir, una zona muy llana
en la que se genera un humedal producto del
desbordamiento de uno o más ríos, entonces
hablamos de drenaje. Suele conllevar una profundización mayor del cauce para lograr el “saneamiento” del terreno. Este es el caso de la
canalización de los ríos Valdeginate, Retortillo
y Salón en la Tierra de Campos palentina, en
cuya confluencia se formaba la hoy desaparecida laguna de La Nava de Campos; o el caso
de la canalización del río Salado aguas arriba
de Villarrín de Campos en Zamora, para drenar
parcialmente este saladar que forma parte del
complejo lagunar de Villafáfila.
Actuaciones llevadas a cabo en zonas puntuales o a lo largo de tramos más largos de río que
consisten en la desviación o simplificación del
trazado del sistema fluvial. Generalmente se
realizan, en teoría, para evitar riesgos de inundación, como el desvío del Esgueva en Valladolid. Este río desembocaba de forma divergente
en la margen izquierda del Pisuerga, dividiéndose en dos y hasta tres canales distributarios y configurando un delta interior de gran
amplitud. El asentamiento de Valladolid en la
margen izquierda del Pisuerga, entre los canales del Esgueva, comportaba que las crecidas
de éste, cuando sus aguas se encontraban con
aguas también altas en el Pisuerga, anegasen
buena parte de la ciudad.
Río Esgueva. Valladolid.
Desvío del Esgueva a la altura de Valladolid
por el Noreste. Antiguamente el cauce
del río Esgueva se dividía en dos cauces
distributarios que discurrían atravesando o
bordeando el núcleo urbano medieval hasta
su desembocadura en el río Pisuerga.
(Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico
Nacional, IGN).
38
Presiones hidromorfológicas
Río Arlanza. Lerma. Burgos.
Urbanización en la margen derecha del río Arlanza. De entre las posibles
ocupaciones de las llanuras de inundación la que se lleva a cabo para
construir urbanizaciones es la más peligrosa, ya que supone la exposición
al riesgo de inundación de bienes inmuebles de gran valor y, sobre todo, de
personas.
Urbanización
Pastoreo
La progresiva ocupación de las llanuras de
inundación a lo largo de los años por la expansión de las zonas urbanas, supone un cambio
que repercute en factores como la escorrentía,
la laminación, la infiltración, el aporte de sedimentos, etc.
La ganadería como presión en los sistemas fluviales se observa principalmente en la pérdida
de vegetación en las riberas debido al pisoteo
y al ramoneo. Esto produce una ausencia de
vegetación que, en momentos de crecida, sirve
para obstaculizar el flujo del agua disminuyen-
Río Sequillo. San Pedro de Latarce. Valladolid.
Rebaño de ovejas abrevando en la margen derecha del río.
39
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
ríos, eliminando la vegetación propia de ribera natural que pudiese existir en la zona.
La preparación del terreno mediante nivelaciones y rellenos ha destruido numerosos
anexos fluviales. En algunos casos, las plantaciones se defienden con defensas laterales
del río, a veces motas, llegando al culmen del
absurdo ya que un cultivo de llanura de inundación se intenta aislar de la inundación, lo
que implica perder capacidad de laminación,
de infiltración y recarga del acuífero aluvial
y de sedimentación de los sólidos en suspensión que contribuyen a la fertilización del
terreno.
do la velocidad y favoreciendo la sedimentación de material sólido. Además, la presencia
de mucho ganado en las márgenes de los ríos
también afecta a las orillas allí donde los animales acceden al río a beber, modificándose la
forma de la orilla por el pisoteo que se produce
por los rebaños.
Plantación
Los cultivos de árboles, generalmente chopos, para su aprovechamiento industrial se
localizan sobre todo en las márgenes de los
Río Esla. Palanquinos. León.
La ocupación del río, la modificación de cauce y de la llanura de
inundación y la eliminación de la vegetación de ribera natural son
actuaciones ligadas a este tipo de cultivos cuando se llevan a cabo
sin los debidos controles. (Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico
Nacional, IGN).
40
Presiones hidromorfológicas
Ejemplo de escombrera a orillas de un río.
La presencia de restos en las márgenes de nuestros cauces es habitual lo que debe hacernos reflexionar acerca de esta práctica.
Vertedero/escombrera
Vías de comunicación
Las márgenes y riberas de los ríos son las zonas
donde se vierten y acumulan más basuras y escombros. En alguna ocasión, estos materiales
se utilizan como relleno de motas o defensas
laterales, por lo que aparecen en superficie
cuando el sistema fluvial procede a erosionar
las orillas.
Suponen presiones sobre los sistemas fluviales porque muchas veces se construyen en el
mismo corredor por el que discurren los ríos,
especialmente en zonas de montaña o valles
en V donde es más sencillo rellenar el cauce
y sobreelevar la calzada que desmantelar la
ladera. Las vías de comunicación afectan di-
Río Eria. Villanueva de Azoague. Zamora.
Carretera inundada en la margen derecha del río Eria (Zamora), en un lugar próximo a su desembocadura en el Órbigo. La ocupación de la llanura de
inundación ha conducido a su vulnerabilidad a las inundaciones.
41
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Principales presiones hidromorfológicas
Elementos
Prácticas
Usos
Azud
Derivaciones y trasvases
Urbanización
Presa
Vertidos y retornos
Plantación
Vado
Extracción de áridos
Vertedero / Escombrera
Puente
Dragado
Vías de comunicación
Escollera
Espigón o deflector
Pastoreo
Gavión
Canalización
Mota
Desvíos de cauce
rectamente a la geomorfología del río cuanto
más cerca del cauce discurran. En las llanuras
de inundación los terraplenes pueden suponer
un obstáculo a la corriente cuando se producen desbordamientos favoreciendo los represamientos e impidiendo el normal drenaje.
sufren los efectos de las presiones pero los
hidromorfológicos además están sometidos a
una generalizada ausencia de conocimiento,
sensibilidad y valoración por parte de la sociedad y de los propios técnicos y gestores del
territorio, lo cual los convierte en más vulnerables. Es un hecho que el agua y los sedimentos,
como elementos simples, no gozan de la misma valoración que los seres vivos, por lo que
muchas veces no preocupa en absoluto actuar
de forma indiscriminada en su perjuicio. Esto
constituye un gravísimo error, no ya solo por el
valor intrínseco indudable que agua y sedimentos tienen, sino porque agua y sedimentos son
las variables clave en el funcionamiento fluvial
2.3 EL EFECTO DE LAS PRESIONES:
IMPACTOS HIDROMORFOLÓGICOS
Muchos de nuestros cursos fluviales se encuentran muy deteriorados por la acción humana. Todos los elementos del sistema fluvial
Río Torío. Vegacervera. León.
Azud de una minicentral situado en las Hoces de Vegacervera.
42
Presiones hidromorfológicas
y de ellas, de su buen estado, dependen todas
las demás, y especialmente los seres vivos. Los
caudales sólidos y líquidos son el motor de
nuestros ríos, y son los causantes de la morfología del río. Ambos, caudales y morfología
son la base física del ecosistema fluvial, lo que
los ecólogos llaman el biotopo. Toda la biota o
conjunto de seres vivos depende de ellos.
Los impactos hidromorfológicos de nuestros
ríos modifican los caudales hídricos (líquidos/
sólidos) y alteran tanto los procesos como las
formas, manifestándose en ocasiones diferidos
en el tiempo. Las principales alteraciones pueden clasificarse en cinco grandes grupos:
a) Impactos causados por desnaturalización hidrológica. Los embalses producen
graves alteraciones del régimen y pérdida
neta de caudales por incremento de la evaporación desde su vaso. La modificación
del régimen altera la distribución de caudales, a veces produciendo una auténtica
inversión de los mismos con máximos en
verano y mínimos en invierno en los casos
de embalses de regadío; y elimina o minimiza las puntas de caudal aguas abajo, reduciendo el número de crecidas ordinarias
y atenuando los estiajes. Al modificarse el
caudal cambia la potencia y competencia
de la corriente y con ello se modifican los
procesos de erosión, transporte y sedimentación, adaptándose a la nueva situación
la morfología y las dimensiones del cauce. Los casos más extremos corresponden
a los cortocircuitos hidroeléctricos en los
que quedan prácticamente en seco tramos
fluviales que pierden totalmente su dinámica hidromorfológica, convirtiéndose en
cauces fosilizados, incapaces de movilizar
los sedimentos.
A modo de resumen de las presiones expuestas, puede concluirse que las alteraciones hidromorfológicas de los ríos tienen su origen
en un desarrollo socioeconómico asentado en
actividades que consumen agua, sedimentos
(“áridos”) y territorio (espacio fluvial), y en una
sociedad que prefiere vivir junto a los ríos en
situaciones de riesgo exigiendo seguridad frente a las inundaciones y estabilidad frente a la
dinámica fluvial. Una sociedad además inmersa
en modas y modelos urbanos que la alejan de
los valores de naturalidad. Es muy significativo,
por ejemplo, el desprecio social por las gravas
a la vista, que se consideran suciedad, y por los
cauces secos; o el aprecio por los remansos en
detrimento de las aguas blancas o bravas. Esto
implica una demanda continua y creciente de
actuaciones sobre los cauces, generalmente
“duras” por creerlas más eficientes y rápidas,
ejecutadas con una despreocupación absoluta
hacia las funciones del río y su funcionamiento
hidromorfológico y ecológico. El resultado es el
deterioro creciente, en muchos tramos irreversible, de estos sistemas naturales.
Potencia y competencia
Son dos conceptos asociados. La potencia ( Ω ) es la cantidad de trabajo que ejerce la
corriente fluvial y se obtiene en watios por metro (W/m) multiplicando la masa volumétrica del agua (1.000 kg/m3) por la constante gravitacional (9,8 m/s2), por el caudal
(m3/s) y por la pendiente del cauce (m/m), según la fórmula: Ω = r g Q S. La competencia, determinada por la potencia, es la capacidad de la corriente para arrastrar los
sedimentos, definiéndose en función del tamaño de dichos sedimentos. En los estudios
fluviales suele emplearse un parámetro sencillo que sirve para comparar tramos fluviales
y para dar una idea de la competencia y de los procesos geomorfológicos de cada uno
de ellos: la potencia específica, que divide la potencia bruta entre la anchura del cauce
en m: Ωe = r g Q S / w (resultado en W/m2).
43
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Órbigo. Castañón. León.
Canal de Castañón en la margen
izquierda del Órbigo.
Río Pisuerga.
Venta de Baños. Palencia.
“Cortocircuito” hidroeléctrico en el
río Pisuerga, aguas arriba de Venta
de Baños. El cauce del meandro ha
perdido dinámica geomorfológica
por la disminución de caudal
circulante lo que favorece una
mayor colonización por la
vegetación. La flecha va paralela al
canal de derivación por dónde se
produce el “cortocircuito”. (Fuente:
Iberpix. Instituto Geográfico
Nacional, IGN).
b) Impactos generados por reducción de
flujos sedimentarios, retenidos sobre todo
por las grandes presas, aunque también
por azudes, vados, vías de comunicación,
etc. El déficit sedimentario origina fundamentalmente incisión, y también cambios
en la forma general del cauce, siendo responsable de tendencias como la desaparición de los cauces trenzados y su sustitución por cauces únicos. En ríos sinuosos
y meandriformes el déficit de sedimentos
provoca también incisión, pero acompañada de incremento de la sinuosidad, que se
explica principalmente por la colonización
y maduración vegetal de los lóbulos del
meandro. Así, las barras de sedimentos no
son ya movilizadas, mientras la vegetación
que las coloniza conduce el flujo contra
las márgenes cóncavas incrementando su
erosión.
44
Presiones hidromorfológicas
Río Duerna. Destriana. León.
Los ríos con gran cantidad de gravas y cantos rodados reciben el nombre de ríos de lecho móvil ya que las riadas los mueven con relativa frecuencia. En
la provincia de León hay buenos ejemplos, como el Duerna que aparece en la foto.
Esquema de cambio de sección transversal de un río
como consecuencia de la retención de caudal sólido
Sección natural del cauce.
Trazado trenzado con varios canales y
vegetación de ribera.
Simplificación del número de canales,
incisión y profundización del cauce con
descenso del nivel freático.
Disminución de la anchura activa y mayor incisión del cauce
lo que produce eliminación de la vegetación de ribera por
descenso del nivel freático y matorralización de la misma.
45
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Efectos de la retención de los flujos sedimentarios
Acorazamiento del
lecho a pie de presa.
Reducción de
la capacidad de
movilización y
transporte del
caudal sólido.
Alteraciones en
la granulometría
de los materiales
depositados y en
su ubicación.
Reducción de la
actividad en las
márgenes erosivas.
Corriente concentrada
en el centro del
caudal: Incisión
y simplificación
del cauce.
DESCENSO DEL NIVEL FREÁTICO
Instalación de la vegetación dentro del cauce.
Madurez rápida, estabilizando orillas e islas.
Reducción de la dinámica geomorfológica local.
El cauce se estrecha y profundiza cada vez más,
la ribera queda colgada y puede matorralizarse.
En la cuenca del Duero, bien porque haya
menos embalses o porque no haya dado
tiempo a llegar al tercero, prevalece el segundo estadio. El efecto combinado de la
regulación y la utilización de caudales en
primavera y verano para regar invierten el
régimen. Así, cuando en condiciones naturales se produciría un marcado estiaje, el
río lleva caudales mucho mayores, ya que
se utiliza de canal de transporte del agua
Río Duero. Castronuño. Valladolid.
Antiguo meandro en el río Duero con aguas estancadas como consecuencia del embalse de San José. A pesar de su artificialidad y del hecho de que la dinámica fluvial se ha perdido, este espacio está reconocido dentro de la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario y dentro de la Red de Espacios de
Castilla y León como Reserva Natural.
46
Presiones hidromorfológicas
destinada a los regadíos. Ello, en pleno periodo vegetativo, favorece el desarrollo de
una vegetación de ribera de porte arbóreo
en torno al canal principal. Además, la laminación de avenidas y la disminución de la
aparición de caudales formativos, favorece
la estabilización de las márgenes y riberas y
se desarrolla un bosque galería maduro que
incrementa dicha estabilidad en un proceso
que se retroalimenta. Se da la paradoja de
que, siendo muy artificial, es este el ecosistema fluvial que mayor grado de protección
ha merecido dentro de los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) de la Red Natura 2000 en la cuenca del Duero y posiblemente en el resto de cuencas españolas.
lidad. Los diques o motas evitan parcialmente los flujos desbordados, pero aumentan
la velocidad de la corriente, acelerando los
procesos de erosión lineal y lateral. Incrementan igualmente la peligrosidad aguas
abajo y en la margen opuesta o allí donde la
crecida rompa la defensa. También favorecen que la crecida se transmita rápidamente
a través del freático, inundándose espacios
alejados del cauce menor. En la fase de descenso de caudal se acumulan los sedimentos
en el propio cauce, ya que la decantación
sobre la llanura de inundación ha sido imposibilitada al evitarse el desbordamiento. En
consecuencia, hay modificaciones en forma,
granulometría y distribución de los depósitos sedimentarios tanto en el lecho como en
las márgenes. En los puntos en los que haya
cedido la defensa rompiéndose se originarán
fuertes socavaciones por entrada brusca de
agua en la llanura de inundación, así como
pequeños abanicos de sedimentos caóticos.
c) Impactos debidos a la reducción funcional
de la llanura de inundación, cuya función
laminadora y de disipación de energía es alterada por infraestructuras y usos del suelo
que modifican su morfología y su funciona-
Río Pisuerga. Tariego de Cerrato. Palencia.
Crecida ordinaria del Pisuerga que ocupa su cauce en su tramo medio. El cauce de los ríos no se corresponde con el canal de aguas bajas que
acostumbramos a ver la mayor parte del año, sino que es mucho más amplio. La llanura de inundación comienza a partir del cauce de crecida, que es
desde dónde está tomada la imágen.
47
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Este tipo de procesos puede registrarse también aguas abajo allí donde la corriente alcance un sector no defendido.
cesos de incisión en el fondo del lecho. Los
sedimentos se evacuan con facilidad por el
centro del canal, pero pueden quedar colgados depósitos laterales. Pueden registrarse cambios importantes en la ubicación de
la sucesión de rápidos y remansos (vados y
pozas). En general, el constreñimiento de la
dinámica lateral provoca incrementos en la
longitudinal y vertical, con efectos de incisión. Sin embargo, en tramos fluviales con
tendencia a la acreción o colmatación, se ha
observado que esta tendencia suele acentuarse al ser constreñidos por las defensas,
ya que la corriente tiende a sedimentar y
se ve forzada a hacerlo en menor espacio,
elevándose el cauce.
d) Impactos por acciones directas (canalizaciones, defensas, dragados, extracciones) sobre la forma del cauce, fondo y
márgenes. Sus efectos son muy intensos
localmente, con importantes repercusiones
también aguas abajo que se manifiestan en
el tiempo con bastante celeridad. Los dragados y extracciones también repercuten
aguas arriba por erosión remontante. La
pérdida de naturalidad en un cauce es una
pérdida de patrimonio natural y de geodiversidad, poniéndose en peligro la dinámica
fluvial y el buen estado ecológico. Generalmente se tiende a reducir la complejidad
natural del trazado, transformando el cauce
en un simple canal de desagüe. Ello implica
un incremento de la pendiente y de los pro-
La incisión es de dos tipos:
• Remontante o regresiva: producida por la
extracción de áridos por dragado o la dis-
Río Eria. Felechares de la Valdería. León.
Rotura de una mota-escollera construida dentro del cauce tras una crecida.
48
Presiones hidromorfológicas
e) Impactos por deterioro de la continuidad, anchura, estructura, naturalidad y
conectividad del corredor ribereño. En
general, la dinámica hidromorfológica se
acrecienta si se deteriora la vegetación ribereña. Las aguas desbordadas penetran
con mayor facilidad abriendo canales de
crecida y generando depósitos de material grueso y escarpes dentro del corredor.
Si no hay vegetación los materiales finos
se sedimentan con mayor dificultad, incrementándose la turbidez de la corriente.
Se aceleran los procesos de erosión en las
orillas. El deterioro vegetal puede favorecer que troncos y ramas se incorporen a la
corriente e intervengan en los procesos de
sedimentación.
minución de sección de los cauces por encauzamiento, canalización o rectificación.
(Ver página 95).
• Progresiva: producida por el represamiento y la retención de caudal sólido que
ejercen las presas.
En el primer caso la modificación de los parámetros hidráulicos produce incrementos
de velocidad y de la tensión de arrastre que
arrasan los lechos, produciendo un incremento del transporte del caudal sólido de
fondo y la profundización del lecho.
En el segundo la trampa de caudal sólido que
supone un embalse, resulta tan eficaz en lo
que a caudal de fondo se refiere que el río se
reequilibra aguas abajo variando la pendiente, lo que implica profundizar en su lecho
para alcanzar un nuevo equilibrio entre caudal y pendiente por un lado y caudal sólido
y tamaño medio de dicho caudal, equilibrio
que se conoce como balanza de Lane.
Estas alteraciones pueden ser diagnosticadas y evaluadas y puede llevarse a cabo
un seguimiento de sus efectos a través de
protocolos de observación hidromorfológica e índices, tal y como veremos a continuación.
DIÁMETRO
PENDIENTE
EROSIÓN
SEDIMENTACIÓN
Caudal líquido
Caudal sólido
Balanza de Lane (1955).
Se trata de una representación gráfica que pretende, de una forma sencilla, acercarse a la dinámica fluvial de un río o un tramo de este. Para ello propone
una relación entre las cuatro variables fundamentales de un río que son el caudal sólido, el caudal líquido, la pendiente y el diámetro de los sedimentos. La
mayor dominancia de uno o varios de estos factores combinados darán como resultado procesos de erosión o sedimentación en el río o tramo de éste que
se esté estudiando.
49
3
LOS INDICADORES
HIDROMORFOLÓGICOS Y LA
RESTAURACIÓN FLUVIAL
3.1 Caudal
3.2 Cauce
3.3 Continuidad longitudinal
3.4 Dinámica lateral en orillas
3.5 Dinámica vertical
3.6 Transporte de sedimentos
3.7 Disposición de los sedimentos
3.8 Vegetación de ribera
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
3.1 CAUDAL
Como ya se ha dicho, la restauración
fluvial debe encaminarse hacia la naturalización de los sistemas fluviales. A la
hora de evaluar y analizar los diferentes
cursos fluviales, existen numerosos indicadores, algunos de carácter biológico,
otros relacionados con las condiciones
físico-químicas del agua y un tercer
grupo que son los llamados hidromorfológicos.
¿Qué es?
Esta es la primera pregunta que conviene responder correctamente. Cuando se habla de
caudal se pueden diferenciar tres tipos:
l
En la Directiva Marco del Agua (DMA) se establecen unas variables y parámetros para el seguimiento y control de las masas de agua, dentro de lo que se conoce como monitorización.
No obstante no hay propuestas metodológicas
establecidas a la hora de realizar dicho control
y seguimiento, y el empleo de indicadores biológicos a menudo se hace mal.
Sin embargo, existen muchos otros indicadores
hidromorfológicos de gran utilidad que pueden
ayudar a entender mejor nuestros ríos.
Para realizar un análisis centrado en los parámetros de tipo hidromorfológico, se han considerado varios indicadores importantes para
poder estudiar y evaluar los diferentes cursos
fluviales. La mayor naturalidad en estos indicadores redunda en un comportamiento con
menos alteraciones, implicando un mejor estado hidromorfológico de los tramos analizados
y una mejor funcionalidad fluvial.
l
Caudal hídrico
Es la cantidad o volumen de agua que pasa
en un tiempo dado por una sección concreta
de un cauce. Se mide en m3/unidad de tiempo, lo cual resulta de multiplicar la velocidad
de la corriente (m/unidad de tiempo) por la
sección que ocupa esa corriente (en m2). Las
unidades de tiempo más empleadas son: el
segundo (caudales instantáneos), la hora, el
día (24 horas), el mes y el año, en este último
caso hablamos de aportación y se mide en
millones de metros cúbicos o hm3. Además
de los caudales medios, los caudales extremos son muy importantes, tanto en periodos
de crecida como de sequía, pues constituyen el motor de los procesos de cambio del
cauce y son limitantes para el desarrollo de
determinadas especies.
Caudal sólido
Un curso fluvial es un medio con un flujo
trifásico de agua, sedimentos y seres vivos
o partes de éstos. Esto es algo que se suele
Indicadores hidromorfológicos
Régimen hidrológico
Continuidad del río
Condiciones morfológicas
- caudales e hidrodinámica
del flujo de las aguas
- conexión con masas de
agua subterránea
- longitudinal
- transversal
- variación de la profundidad
y anchura del río
- estructura y sustrato del
lecho del río
- estructura de la zona
ribereña
- vertical
52
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Río Lucio. Villallano. Palencia.
Realización de un aforo directo con torno durante una crecida para calibrar, es decir, adecuar la
curva de gasto o relación entre caudal y altura de la estación de aforos cuyas regletas verdes se
ven en el primer plano de la imagen. En la ampliación se aprecia el “pez”, “torpedo”o velocímetro.
obviar, prestando atención exclusivamente a
los caudales líquidos ya que la mayoría de
estudios que se realizan forman parte de un
enfoque utilitarista del agua. El flujo de sedimentos o conjunto de materiales sólidos
transportados (que incluye partes de seres
vivos, como ramas, troncos, hojas, semillas,
esporas…) constituye el caudal sólido, que
puede medirse con diferentes técnicas y pue-
de expresarse del mismo modo que el caudal
líquido, en m3/s o en unidades de masa/s. El
caudal sólido juega un papel fundamental en
los procesos fluviales de transporte y sedimentación. Si no fuera porque los ríos transportan ingentes cantidades de caudal sólido
que depositan en las zonas aluviales, éstas
no tendrían unas características tan propicias para la agricultura y la ganadería.
Río Esla. Bretó. Zamora.
Crecida a la altura del puente que une Bretó y Bretocino, tras la desembocadura del Tera. El transporte de caudal sólido en suspensión es enorme en este
tipo de fenómenos lo que explica el color del agua. Ello es debido a que la aportación se hace de aguas de escorrentía superficial que arrastran partículas
sólidas del suelo. Cuando las aguas se calman, la escorrentía dominante es la subsuperficial, la que aportan el terreno y los acuíferos, de ahí que las
aguas se clarifiquen.
53
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
l
Caudal geomórfico, dominante o formativo
Se compone de una parte líquida (caudal
hídrico) y otra sólida (caudal sólido). Es el
caudal responsable de la forma y las dimensiones del cauce, necesario para que se
produzcan cambios en los cursos fluviales,
es decir, para que sea un sistema funcional.
Suele corresponderse con el caudal que se
produce en momentos de crecida, el que circula a máxima velocidad ocupando todo el
cauce (caudal a cauce lleno o bankfull), a
partir del cual se produce el desbordamiento
por la llanura de inundación.
¿Para qué es importante el caudal?
En los fenómenos extremos, en las crecidas, es
cuando se generan los cambios más importantes en los ríos, por norma general, ya que son
muy activos los procesos de erosión, transporte
y sedimentación. Es en crecida cuando el río
ejerce con más eficacia todas sus funciones
geomorfológicas, por eso es tan importante
contar con un buen funcionamiento hidrológico natural y por eso es importante que en ríos
muy regulados se realicen sueltas de caudal
que reproduzcan, al menos, la crecida ordinaria del río en las épocas y con la frecuencia que
corresponde al tramo en cuestión.
Río Omañas. Riello. León.
formado, si el valle lo permite, por un cauce
menor, unas riberas y un espacio inundable o
llanura de inundación, en la cual se pueden
encontrar otras formas fluviales tales como
canales abandonados o lagunas aluviales.
l
Existen numerosas tipologías de cursos fluviales (torrentes, ríos, ramblas...) y presentan funcionamientos hidrológicos diferentes, pero en
todos ellos son relevantes las crecidas y necesitan un comportamiento hidrológico natural.
l
Río
Sistema fluvial que cuenta casi siempre con
circulación hídrica superficial, salvo en estiajes extremos durante los cuales el agua
circula por la zona hiporreica. Es continuo
longitudinalmente, aunque puede dividirse
en tramos o sectores funcionales internamente homogéneos pero diferentes entre sí
en sus caracteres hidromorfológicos. Es complejo transversalmente, pudiendo estar con-
54
Rambla o riera
Tipo de curso fluvial de caudal efímero, es
decir, seco durante la mayor parte del año,
propio de medios áridos o semiáridos que
no contienen acuíferos de suficiente entidad para compensar con su descarga los
estiajes o los periodos sin precipitación. Su
lecho suele ser ancho y conformado por
aluviones mal clasificados, resultado de un
transporte espasmódico que se activa en
los escasos episodios torrenciales. En vez
de encajarse en “V” como los barrancos, las
ramblas suelen presentar orillas escarpadas,
próximas a la verticalidad, fácilmente erosionables por la acción fluvial. Las ramblas
suelen presentar complejas redes de drenaje, rápidas concentraciones de caudal y
potentes descargas rápidas y puntuales de
agua y sedimentos.
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Arroyo del Milano. Maello. Ávila.
Se trata de un afluente del río Voltoya por la derecha, de carácter efímero, cuya morfología de lecho plano y ancho recuerda mucho la de las ramblas y
rieras mediterráneas.
l
Torrente
Curso fluvial de fuerte pendiente (por encima del 6%) que discurre por terreno montañoso o abrupto, alimentado principalmente
por lluvias intensas o fusión nival, pudiendo
permanecer seco temporalmente, a veces
durante largos períodos de tiempo. Como
sistema fluvial de fuerte energía cuenta con
competencia para transportar abundante
carga sólida, y su lecho suele ser rocoso o
conformado por sedimentos aluviales (del
propio cauce) y coluviales (procedentes directamente de las vertientes) de notable tamaño. La fuerte pendiente implica también
que el proceso geomorfológico dominante
sea la incisión o profundización del lecho,
que puede originar a su vez procesos de desestabilización en las laderas inestables que
conectan con el cauce.
Arroyo de los Portillos. Villaviciosa. Ávila.
Torrentera localizada sobre material granítico.
55
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Arroyo de la Barranca. Villaflor. Ávila.
Torrentera encajada en materiales del relleno terciario de la cuenca, que actualmente está sufriendo un proceso de incisión debida en parte a la
deforestación llevada a cabo para desarrollar cultivos.
La ausencia de caudal en determinadas épocas
del año no es un hecho que reste calidad a los
ríos, sino muy al contrario. Los ecosistemas interesantes no son los estables sino aquéllos en
los que se producen cambios, que son el motor
de la biodiversidad. No es infrecuente escuchar
a nivel coloquial hablar de caudales ecológicos
y cuando no se tiene una idea clara de cómo
es y cómo funciona un ecosistema fluvial, se
pueden hacer apreciaciones erróneas como:
este río se secaba en verano y ahora, gracias a
una presa de regulación, tiene “caudal ecológico” todo el año.
caudal y pérdida de naturalidad, ya que esa
tipología de cauces suele carecer de caudales
líquidos circulantes la mayor parte del año.
Esto puede suceder también en determinados
cauces estacionales, donde sí que es habitual
que circulen caudales líquidos, pero tampoco
es infrecuente que puedan quedar secos en
momentos puntuales, por ejemplo durante el
verano en períodos de sequía estival prolongada.
Desde un punto de vista científico y siendo rigurosos con su verdadero significado, el caudal ecológico es el que le corresponde al río
en función de su régimen, y nunca un módulo
estable que es más propio de un canal creado
por el hombre.
El caudal de un curso fluvial puede ser insuficiente para generar procesos gemorfológicos.
Es decir, que un caudal regulado o modificado
(con detracciones para otros usos, como cultivos o actividades industriales) no tendrá la
capacidad de modelar, de ir diseñando el cauce
del río, barranco o rambla. La presencia en la
cuenca o en tramos aguas arriba de infraestructuras de retención, derivación y extracción
¿Cuáles son los principales problemas?
Cuando ríos efímeros como las ramblas se
secan, no es un síntoma de modificación del
56
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
(embalses o presas, azudes, balsas, canales de
derivación, sondeos, …) puede alterar notablemente la hidrología y en especial el caudal
geomórfico. Cada tipo de infraestructura generará un grado de afección diferente. Así, una
gran presa se puede considerar una afección
máxima, dado que en momentos de crecida la
retención de caudales, tanto sólidos como líquidos, puede ser total. Sin embargo, azudes
de menor tamaño pueden en las crecidas ser
superados por la corriente, siendo su afección
menor, aunque sí existente con mayor intensidad en momentos de aguas bajas o medias.
rectas o indirectas en puntos de control establecidos o estaciones de aforo. Éstas deben ser
diseñadas de tal forma que no comprometan la
libre circulación de caudales líquidos, sólidos
y seres vivos. Las estaciones del tipo V-flat*
presentan problemas para la dinámica fluvial
ya que alteran la continuidad longitudinal y
producen sobreelevación de la lámina aguas
arriba, requieren un constante mantenimiento
y no miden caudales altos ya que se ven desbordadas con crecidas próximas a la ordinaria.
En el marco de los trabajos de restauración
fluvial, la medición directa del caudal en el
campo es poco útil para caracterizar al río, ya
que el caudal varía con mucha rapidez en función de si ha llovido hace poco (horas o días)
o si se produce un desembalse, o si se está
tomando agua para los cultivos, etc. Además,
el acceso y condiciones del río, especialmente
¿Cómo medir el caudal?
La medición de caudales es una actividad de
gran interés para el conocimiento de nuestros
ríos. Se lleva a cabo mediante mediciones diEstación V-flat en el río Arlanza
Burgos.
Estación V-flat en el río Duerna.
León.
Dispositivos de control de medición del
caudal tipo V-flat.
* Truncamiento del cauce mediante pequeños azudes de entre 0,5 y 1 metro de altura con forma de “v” abierta hacia arriba situada en el lecho fluvial
para la medición del caudal en un punto determinado del mismo.
57
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
la profundidad, pueden hacer difícil la medición. Es preferible utilizar los datos de los aforos próximos (si se trata de un curso de la red
principal), a veces disponibles en internet, para
conocer el caudal que hay en el momento del
trabajo de campo. Si no es así, hay que acudir
a métodos indirectos, como son las modelizaciones, campo este muy controvertido debido
a la cantidad de modelos y fórmulas que hay.
Una forma habitual y aproximativa de determinar caudales en un punto de la red es mediante fórmulas empíricas como la de Mannig,
que nos permite conocer la velocidad de una
corriente en función de la rugosidad de la sección mojada, la pendiente y el radio hidráulico.
Una vez determinada la velocidad y conocida
la sección es posible determinar el caudal.
del tiempo. Las series de datos, especialmente
cuando abarcan intervalos de tiempo superiores a los 20 años, se emplearán para identificar
el comportamiento general del río y su régimen
estacional y poder comprobar anomalías que
pueden señalar que existe algún tipo de regulación o modificación artificial de los caudales.
Los cambios más habituales son aquéllos debidos a las detracciones, aportaciones y retornos, con o sin regulación, que se llevan a cabo
de forma aleatoria o con regularidad diaria,
semanal o estacional.
Interpretación de resultados
Para conocer las posibles modificaciones en el
caudal hay que tener en cuenta la presencia
de zonas de almacenamiento de agua (embalses, balsas, azudes) a lo largo de la cuenca, lo
Lo más interesante es conocer el régimen, es
decir, cómo cambian los caudales a lo largo
Las Salas / 02102 / Q
700
650
670.000
600
550
500
Q m3/s
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
01.01.1974
0,020 01.01.1984
01.01.1994
01.01.2004
01.01.2014
01.01.1989
Modificación del régimen de caudales en el río Esla a la altura de Las Salas (León), aguas abajo de la presa de Riaño. La flecha roja marca el momento de
la entrada en operación de la presa en el año 1989. La disminución de los caudales punta como consecuencia de la laminación es evidente, y por lo tanto
de la capacidad geomórfica. Por otra parte, si analizásemos el hidrograma a lo largo de un año hidrológico medio observaríamos cómo en invierno disminuyen mucho los caudales medios, a veces por debajo del caudal de estiaje, dado que se produce retención de caudales en el embalse. En verano, el río
sirve de canal de transporte de agua hasta las tomas de los canales, con lo cual los estiajes desaparecen y nos encontramos con caudales anormalmente
altos. Todos estos cambios se traducen en un cambio radical de las condiciones ecológicas del río.
58
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Central de Requejada (Pisuerga)
Q m3/s
12
10
8
6
4
2
19:30:00
12:00:00
04:30:00
21:00:00
13:30:00
06:00:00
22:30:00
07:30:00
15:00:00
00:00:00
16:30:00
09:00:00
01:30:00
18:00:00
10:30:00
03:00:00
19:30:00
04:30:00
12:00:00
21:00:00
13:30:00
06:00:00
22:30:00
15:00:00
07:30:00
00:00:00
0
Ejemplo de hidropeaking (hidropuntas o variaciones bruscas de caudal) aguas abajo de los embalses de regulación. Registro semanal de una estación
de aforos aguas abajo de un aprovechamiento hidroeléctrico consistente en un salto a pie de la presa de La Requejada, en el río Pisuerga a la altura de
Cervera de Pisuerga (Palencia). Se produce como una alternancia de períodos de turbinación (crestas) y de no turbinación (valles) que se dan a lo largo
del día para producir energía en las horas de mayor demanda. Esta es otra modificación del régimen de caudales que produce cambios muy fuertes en
las condiciones ecológicas del río y cuya rapidez implica que la tasa de cambio* pueda ser muy alta.
cual supone alteraciones en el caudal natural
y puede conllevar que los procesos geomórficos no se desarrollen correctamente.
Si las barras tienen árboles de gran tamaño
y abundante vegetación (herbácea y/o arbustiva), es síntoma de que el flujo de agua
no circula con la naturalidad necesaria. Paradójicamente, en algunos sistemas de valoración de la calidad de ríos basados en la
vegetación de ribera, se puntúa más cuanto
más desarrollada y madura sea la vegetación
de ribera, lo cual se da en ríos con una drástica modificación de caudales que, desde un
punto de vista ecológico, son mucho más
pobres.
Del mismo modo, además de la presencia de
embalses, hay que intentar conocer las posibles derivaciones, retornos y usos que se dan
aguas arriba que, en un momento dado, pueden originar alteraciones en el régimen o el volumen de caudales naturales.
Cuando un río tiene un caudal geomórfico natural hay elementos que se pueden observar que
indican ese buen funcionamiento y una situación correcta. Algunos de esos elementos son:
- La movilización de los depósitos (barras).
Se puede observar, en salidas sucesivas al
campo, cómo estos depósitos se “mueven”,
se van desplazando aguas abajo; se hacen
más “grandes” (acreción) por el aporte de sedimentos; o se hacen más “pequeños” (erosión) porque el río transporta los materiales
aguas abajo.
- Presencia de depósitos (barras) que no tengan mucha colonización vegetal. Si el río
es dinámico, en los momentos de crecida las
especies vegetales que crecen de forma rápida en las barras son eliminadas por el río.
* Tasa de cambio, definida como la máxima diferencia de caudal entre dos valores sucesivos de una serie hidrológica por unidad de tiempo, tanto para
las condiciones de ascenso como de descenso de caudal. Instrucción de planificación hidrológica, apartado 3.4.1.4.1.3 (ORDEN ARM/2656/2008, de 10
de septiembre - BOE de 22 de septiembre de 2008)
59
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Barra
Depósito sedimentario fluvial que puede aparecer total o parcialmente sumergido dentro del
cauce o dando forma a la orilla. Hay diferentes tipologías: barras laterales (estrechas, adosadas a las márgenes), barras de meandro (con planta de media luna, formando la orilla convexa o interna), barras longitudinales (en el centro del cauce, formando una isla que aguas
abajo termina en forma de punta de flecha), barras transversales (en realidad diagonales a la
corriente, romboidales, propias de cauces trenzados), etc. En condiciones normales, los sedimentos de la barra se ordenan de más grandes a más pequeños hacia aguas abajo, al igual
que ocurre en los deltas, fenómeno que se denomina progradación. En las barras, los cantos
y gravas se imbrican, es decir, se superponen ordenadamente como las tejas de un tejado,
y se orientan con el eje principal paralelo a la dirección de la corriente. Los ríos arenosos,
cuyas características hidráulicas presentan ciertas particularidades, presentan barras que son
predominantemente arenosas.
Río Tormes. Ávila.
Barra semilunar en la
cara interna de una curva
parcialmente colonizada por
la vegetación de ribera en el
tramo alto del río.
Río Corneja.
Villar de Corneja. Ávila.
La barra semilunar de la derecha
(el río corre hacia el fondo de
la foto) es más estable y está
tapizada de pasto, mientras
que la central de la izquierda
es mucho más móvil y aparece
desnuda de vegetación.
60
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Río Eria. Pobladura de Yuso. León.
Barras laterales y central de acarreos de gran tamaño.
físico, es el aspecto en planta, sección y perfil que tiene una corriente de agua. Suelen
ser curvos, siendo los cauces rectos una rareza generalmente debida a la tectónica. Otra
cosa es la definición de cauce desde un punto
de vista legal o reglamentario, como podemos
ver en el cuadro.
3.2 CAUCE
¿Qué es?
De nuevo conviene ponerse de acuerdo desde
el principio. El cauce, desde un punto de vista
Cauce
Desde un punto de vista normativo
Artículo 4 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico
1. Álveo o cauce natural de una corriente continua o discontinua es el terreno cubierto por
las aguas en las máximas crecidas ordinarias. La determinación de este terreno se realizará atendiendo a sus características geomorfológicas, ecológicas y teniendo en cuenta
las informaciones hidrológicas, hidráulicas, fotográficas y cartográficas que existan así
como las referencias históricas disponibles.
2. Se considerará como caudal de la máxima crecida ordinaria la media de los máximos
caudales anuales, en su régimen natural producidos durante diez años consecutivos,
que sean representativos del comportamiento hidráulico de la corriente y que tengan en
cuenta lo establecido en el apartado 1.
Desde un punto de vista físico
Forma de relieve construida y dimensionada por el sistema fluvial para el transporte eficiente
del caudal hídrico y sólido. Puede ser simple o múltiple (trenzado, anastomosado), rectilíneo
o sinuoso, con mayor o menor tendencia meandriforme. Presenta cierto encajamiento que
permite su delimitación y por él circula el caudal la mayor parte de los días del año. Sus caracteres (sección, profundidad, número de brazos, morfología del lecho y orillas, textura, etc.)
son el resultado de la interacción entre las condiciones geomorfológicas del terreno concreto
por el que circula (litología, pendiente, etc.) y las características del flujo (caudales, régimen,
procesos extremos, caudal sólido, etc.).
61
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
CAUCE=DOMINIO PÚBLICO HIDRÁULICO
Margen y zona inundable
Ribera
Canal de aguas bajas
Ribera Margen y zona inundable
Nivel de crecida ordinaria
Nivel de aguas bajas
Zona de servidumbre (5 m.)
Zona de servidumbre (5 m.)
Zona de policía (100 m.)
Zona de policía (100 m.)
Energía alta
Forma del cauce
Predominio de procesos de arrastre de fondo
Cada curso fluvial tiene una forma diferente.
Hay ríos encajados en cañones, en estrechos
valles (normalmente en áreas de montaña y cabeceras), ríos de curso meandriforme (con numerosas “curvas” o meandros), ríos trenzados
o “braided”, que tienen varios cauces y muchos
sedimentos y barras… De cara a la evaluación
es importante comprobar si la forma actual es
fruto de la acción natural del sistema fluvial
y no se ve modificada por la acción humana.
Las presiones sobre el sistema fluvial afectan
al cauce de forma directa o indirecta y pueden
suponer el cambio de su morfología.
A
B
C
De entre las muchas clasificaciones de la forma de los cauces, nos quedamos aquí con la de
R. Charlton, 2008, que nos parece muy sintética y de aplicación universal:
A. Lecho trenzado de cantos rodados
B. Lecho trenzado de gravas
C. Lecho trenzado de arenas
62
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Clasificación morfológica de cauces aluviales
Fuente: Fundamentals of fluvial geomorphology. R. Charlton, 2008
Energía media
Energía baja
Equilibrio entre arrastres de fondo
y transporte en suspensión
D
E
F
Predominio del proceso de transporte en suspensión
G
H
I
J
K
POTENCIA ESPECÍFICA CRECIENTE
CALIBRE DE SEDIMENTO CRECIENTE
PENDIENTE CRECIENTE
ESTABILIDAD DE CANAL DECRECIENTE
D. Lecho divagante de gravas
E. Lecho divagante de arenas
F. Lecho meandriforme de arenas
G. Meandriforme de textura fina
H. Baja sinuosidad de textura fina
I. Anastomosado de textura fina
63
J. Cauces distributivos
K. Sucesión de estanques comunicados por
canales independientes
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Corneja. Ávila.
Cauce tipo divagante E, según Clasificación
morfológica de cauces aluviales. (Fuente:
Iberpix. Instituto Geográfico Nacional, IGN).
Río Tuerto. Campo Azálvaro. Ávila.
Tramo meandriforme (Cauce tipo G según
Clasificación morfológica de cauces aluviales)
del río Tuerto, afluente del Voltoya por la
izquierda. Tuerto es un hidrónimo común que
en este contexto significa tortuoso. (Fuente:
Iberpix. Instituto Geográfico Nacional, IGN).
¿Para qué es importante?
tos de mayor tamaño, como bloques y grandes
rocas. Los ríos trenzados, sin embargo, suelen
tener menos pendiente, una ribera menos desarrollada pero adaptada a los cauces de gravas,
un fondo del cauce con sedimentos de menor
tamaño (gravas, cantos, arenas…). La forma del
curso fluvial será diferente, pero lo que hay que
analizar y valorar es si esa forma es natural o no.
Es importante conocer el tipo de curso fluvial
porque cada uno tiene unas características y
un comportamiento diferente. Por ejemplo, los
ríos encajados suelen tener una pendiente más
elevada, un mayor número de pozas y rápidos,
riberas muy escasas (o inexistentes), y sedimen-
64
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
¿Cuáles son los principales problemas?
pe con cambio brusco de pendiente en cada
orilla puede determinar ese nivel, o bien la presencia de vegetación permanente por encima
del mismo. En ríos encajados o en valles sin
espacio inundable, la aparición de acumulaciones de madera arrastrada en las crecidas puede
dar una idea de la localización de dicho nivel.
Uno de los aspectos más importantes en este
apartado es la definición y análisis de la anchura bankfull o de cauce lleno. Este concepto
en el trabajo de campo suele plantear dificultades a la hora de definirlo. Un pequeño escar-
Río Duero. Fresno de la Ribera. Zamora.
La flecha indica el nivel de bankfull en la margen izquierda que aparece aquí como un talud muy marcado.
Río Almar. Ávila.
Nivel de bankfull en la margen derecha del río Almar.
La acumulación de restos indica que el nivel ha sido
casi superado recientemente por una crecida.
Río Castrón. Ferreras de Arriba. Zamora.
Representación del nivel de cauce normal o
de aguas bajas y nivel de bankfull.
Bankfull
Literalmente significa “orillas llenas”. Es un término muy usado por los hidrólogos y geomorfólos de EE.UU. El nivel de bankfull de un río marca un cambio brusco en la pendiente de la ribera, siendo el punto de desbordamiento que define la anchura total del cauce o cauces menores
y otros parámetros hidráulicos e hidrológicos. El nivel de bankfull suele distinguirse en el campo, tanto en la topografía de las orillas como observando la vegetación. El caudal bankfull en
cada punto fluvial es el caudal umbral de desbordamiento (por lo que puede ser utilizado para
diferenciar aguas altas de crecidas). Es el caudal generador, el de mayor eficiencia geomorfológica, ya que en bankfull, sin disipación por desbordamiento, se registra la máxima velocidad
y energía de la corriente. El periodo de retorno medio del caudal bankfull se sitúa alrededor de
los 2,3 años, aunque en nuestro país, muy mediterráneo y con diferencias inter e intraanuales
muy acusadas, puede resultar muy variable, con periodos de retorno de entre el año y medio
y los siete años según las zonas.
65
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
¿Cómo medir la forma del cauce?
esté observando un cauce único estabilizado
por canalización y regulación de un embalse,
con un bosque de galería muy desarrollado,
cuya condición de referencia se corresponde
con una morfología trenzada y que contaba
con una vegetación de ribera a la que no daba
tiempo a alcanzar estadios maduros ya que el
régimen de avenidas y el movimiento de acarreos eran muy activos.
Es interesante analizar la forma del cauce y
ver si se ha modificado de forma natural o
no. Para ello, se puede acudir al campo y observar la zona, buscando afecciones (obras,
movimiento de material en el lecho o en las
orillas, actuaciones llevadas a cabo en las
márgenes…). A veces la zona se ha naturalizado y resulta muy difícil apreciar los cambios
y el observador no avezado dará por natural
un cauce muy modificado simplemente por el
hecho de que tenga una vegetación de ribera muy desarrollada. Puede darse el caso que
Se pueden realizar mediciones periódicas de la
sección transversal del curso fluvial y se pueden
comparar los perfiles obtenidos para ver si se
ha modificado el río. Para hacer estos análisis,
Modulación del río Eresma,
1967. Fuente: Archivo General
de la Confederación Hidrográfica
del Duero.
Las modulaciones realizadas por la
CHD en los años 60-70 supusieron
el estudio de campo en profundidad
de numerosos cursos fluviales.
Incluye planos, fichas descriptivas
e imagenes identificativas de
la localización de las presiones
detectadas.
66
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
grafías aéreas de varios años. En la actualidad,
las Confederaciones Hidrográficas tienen imágenes actuales de su territorio y, en algunos
casos, también hay fotogramas más antiguos
con los que poder comparar los cursos fluviales. Se pueden observar, por ejemplo, cambios
a gran escala, como rectificaciones del cauce,
canalizaciones, cortas de meandros… pero a
escala local es difícil analizar los cambios en la
forma del cauce.
lo correcto es buscar un punto fijo en ambas
márgenes y, con ayuda de un nivel topográfico, realizar una sección transversal, tomando
medidas de forma regular o en las zonas de
cambios de pendiente. Esta zona seleccionada
debe ser identificable en las posteriores salidas
para realizar las mediciones en el mismo lugar,
intentando repetir las mismas zonas de control. Un aforo directo, si es posible, resulta muy
recomendable.
Otra fuente de datos muy importante son los
archivos, especialmente los de las Confederaciones Hidrográficas, ya que en ellos podemos
encontrar proyectos y expedientes de obras y
aprovechamientos llevados a cabo en el cauce.
En algunos casos, puede que la documentación
disponga de levantamientos topográficos que
nos pueden resultar muy útiles para comparar
cotas. Tal es el caso de las modulaciones.
Interpretación de resultados
Los cursos fluviales naturales son dinámicos,
evolucionan con el paso del tiempo, más rápido o más despacio según el tipo de río. Con el
análisis hay que tratar de descubrir si los cambios en la forma del río son debidos a factores
naturales o, por el contrario, se deben a la acción del ser humano.
También se puede hacer otro análisis, a otra
escala, para ver si ha habido cambios en la forma del cauce. Para ello hay que comparar foto-
La forma del río está muy asociada al caudal
circulante, por lo que la presencia aguas arriba
Río Negro. Otero de Centenos. Zamora.
Proceso de medición de una sección transversal.
67
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Bernesga. León.
Cambios en la morfología del río Bernesga aguas abajo de León, tras la confluencia del Torío. En amarillo, el espacio original que ocupaba el río en 195657 (vuelo americano) en el que se aprecia su morfología original trenzada, en rosa en el año 1972 (vuelo del Instituto de reforma y desarrollo agrario.
IRYDA), en azul claro la canalización actual. La cuarta imagen es una composición de las tres situaciones sobre una ortofoto actual (2009) en la que se
observa la enorme pérdida de espacio de libertad fluvial.
de la zona de estudio de embalses y represas
puede suponer una pérdida de caudal, originando que ríos trenzados y dinámicos acaben
siendo ríos más estables y con un único cauce.
En estos casos se puede hablar de un cambio
de forma originado por factores no naturales o
antrópicos.
Las canalizaciones, otro tipo de actuación no
natural, suponen el mayor grado de alteración
sobre la forma de los ríos, ya que se pierde toda
su estructura geomorfológica y se pasa a una
nueva forma totalmente alterada. La modificación más drástica es la que afecta a la planta,
el perfil y la sección del río.
Canalización de un tramo de río.
Paradójicamente la canalización y la construcción en lo que fuera el lecho, ahora solera de hormigón, imita un cauce natural de aguas bajas “sinuoso” y
con “islas”.
68
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
3.3 CONTINUIDAD LONGITUDINAL
existir barreras impermeables en el curso fluvial, tanto para los caudales (sólido y líquido)
como para los seres vivos, a excepción claro
está de las debidas a accidentes naturales del
terreno como puede ser el caso de los escarpes que producen cascadas. La continuidad a
lo largo del recorrido es un factor indicativo de
la correcta interacción entre las zonas de nacimiento, los tramos intermedios, el curso bajo y
la desembocadura.
¿Qué es?
Es la continuidad en el eje de la pendiente del
río. Un curso fluvial natural que no tiene discontinuidades transversales (azudes, presas,
vados...) que modifiquen de forma artificial su
funcionamiento y supongan cambios en los
ecosistemas asociados es, desde este punto de
vista, un sistema fluvial sano, con una continuidad longitudinal sin afecciones.
¿Cuáles son los principales problemas?
Las barreras transversales, especialmente las
que son totalmente impermeables, suponen
una pérdida muy notable de calidad hidromorfológica. El principal problema son las presas,
barreras impermeables con una altura notable
que destruyen totalmente la continuidad lon-
¿Para qué es importante?
La continuidad longitudinal es importante porque garantiza el flujo libre de aguas, sedimentos y biota. En una situación ideal no deberían
Río Pisuerga. Valladolid.
Tramo del bajo Pisuerga aguas arriba de la ciudad de Valladolid. Las flechas indican tres azudes de tres minicentrales consecutivas. La longitud del tramo
es de 21,7 km, con una pendiente media del 0,03%. La secuencia de rápidos y remansos ha desparecido, lo que comporta una notable pérdida de hábitats
y la retención de nutrientes hace que estos tramos sean eutróficos, con características más palustres que fluviales. En general, la ocupación de los tramos medios y bajos de los ríos ha alcanzado tal grado de “tableamiento” que desde un punto de vista limnológico el río (antes lótico*) ha sido sustituido
por una sucesión de estanques (léntico**). (Fuente: Iberpix. Instituto Geográfico Nacional, IGN).
* Lótico. Sistema de aguas en movimiento como son los ríos y arroyos.
** Léntico. Sistema de aguas de flujos lentos, como son los lagos y embalses, en los que dominan los movimientos verticales de agua.
69
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
gitudinal, reteniendo, por ejemplo, la mayor
parte de los sedimentos.
forma más negativa, mientras azudes de menor
tamaño, grandes vados o puentes con pilares en
el cauce pueden suponer una afección media.
Otro tipo de estructuras, como vados pequeños
o puentes sin pilares puede que solo afecten a
las orillas y no al cauce, por lo que la afección
sobre el sistema fluvial es mucho menor.
Otro tipo de barreras de menor tamaño, como
azudes o vados, pueden suponer temporalmente una pérdida de continuidad, dado que
en momentos de crecida la barrera es superada
por el flujo de agua.
Interpretación de resultados
¿Cómo medir la continuidad
longitudinal del sistema?
Para evaluar la continuidad longitudinal se
debe analizar la permeabilidad que exista tanto para elementos biológicos (fauna piscícola)
como para los sedimentos. No tiene la misma
importancia una barrera impermeable, como
puede ser una presa o un azud sin escala de
peces o bypass de sedimentos que una infraestructura de estas características que sí que disponga de elementos para su permeabilización.
Tampoco tiene la misma afección un vado que
un puente, ya que el segundo, en función de
su tipología, puede ejercer de barrera mientras
que el primero es fácilmente sorteable por el
agua en las crecidas.
Para medir la continuidad longitudinal del
sistema hay que analizar el número y tipo de
elementos transversales que hay a lo largo del
sistema fluvial o la zona de estudio.
El número de elementos se puede analizar
con fotografías aéreas. Si las fotografías son
recientes, los datos estarán actualizados. En
caso de que sean datos antiguos, se puede hacer una valoración inicial y luego realizar una
comprobación en el campo.
Otros elementos más puntuales y de menor
tamaño, como vados, son más complicados de
distinguir en fotografía aérea, aunque la presencia de pistas, caminos o carreteras en las
márgenes de los ríos puede ayudar a localizarlos. En el caso de trabajar en cursos fluviales
pequeños, con vegetación de ribera muy densa
o zonas con relieves muy marcados, la utilización de fotografías aéreas no ayudará apenas
y habrá que recurrir al trabajo de campo en
mayor medida.
Una vez obtenido el número de elementos
que hay en la zona de estudio y conociendo la longitud del río en esa zona, se puede
realizar un cálculo sencillo dividiendo la longitud (en km) entre el número de elementos
transversales. Así se obtiene un índice de
alteración por impactos transversales. Si el
valor obtenido es inferior a 1 significa que
la afección en este apartado es importante.
Cuanto mayor sea el valor obtenido, la afección en este apartado estará más dispersa,
menos localizada.
Es conveniente realizar trabajo de campo para
solventar las dudas que puedan haber surgido en la evaluación del número de elementos
transversales y para tipificar los elementos detectados con la fotografía aérea.
Por ejemplo, si hay un tramo de río de 12 km y
se detectan 17 elementos transversales:
12 / 17 = 0,70
Dentro de los elementos transversales presentes en los ríos, no todos generan la misma afección. La presencia de presas se valorará de la
Sin embargo, si en el mismo tramo de 12 km
sólo hay 3 elementos:
12 / 3 = 4
70
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
El segundo ejemplo es un caso con una continuidad longitudinal mejor que el primer ejemplo.
El número de obstáculos identificados en la
parte española de la cuenca del Duero ha sido
sorprendente: más de 3.500. Lo más curioso
es que muchos de ellos se encuentran sin uso,
como es el caso de numerosos azudes molineros, bataneros o de antiguas “fábricas de luz”
no reconvertidas en minicentrales. La mayoría
de estos obstáculos, en estado ruinoso por falta
de mantenimiento y con graves problemas de
seguridad en caso de los de mayores dimensiones, deberían ser demolidos, consiguiendo así
recuperar seguridad y una mayor continuidad
longitudinal.
En la cuenca del Duero, se ha utilizado un indicador de continuidad longitudinal más complejo, ya que tiene en cuenta el grado de franqueabilidad para la fauna piscícola de cada uno
de los obstáculos. De esta forma, se pondera el
índice, ya que no todos los obstáculos tienen el
mismo grado de afección. Además, se ha hecho
para cinco clases de peces, en función de sus
cualidades natatorias, de tal forma que se pueda discriminar más.
1
2
3
Río Aravalle. Umbrías. Ávila.
Obras de demolición (imágenes 1 y 2) de una gran presa construida en los años 70 del pasado siglo para abastecimiento de una urbanización que
no se llegó a construir. Ha estado más de 30 años obstaculizando la dinámica fluvial y suponiendo una amenaza para la seguridad dada su falta de
mantenimiento y explotación. Con su demolición se ha recuperado uno de los mejores tramos de freza de la trucha del Tormes. En la imágen 3, tomada
dos meses después de la demolición, la doble flecha muestra dónde se encontraban los estribos. Se observa que, en la margen derecha (parte izquierda
de la foto), justo dónde estaba parte del cuerpo de la presa se ha depositado una barra semilunar. La movilización de las arenas y los lodos acumulados
aguas arriba también es muy visible.
71
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
3.4 DINÁMICA LATERAL EN ORILLAS
en una disminución de la calidad ecológica del
espacio ribereño.
¿Qué es?
Una dinámica lateral correcta permitirá, en
momentos de crecida, que los espacios adyacentes al río interactúen de forma directa disipando energía, laminando el caudal, infiltrando parte del mismo lo que permitirá la recarga
de los acuíferos y aportes de sedimentos que
contribuyen a la mejora del sustrato y lo fertilizan. Igualmente, una buena conexión lateral
permite que las pulsaciones de crecida (desbordamiento y regreso al cauce o laminación)
realicen intercambios ecológicos de nutrientes
y materia orgánica entre el cauce y la llanura
de inundación, enriqueciendo enormemente
ambos espacios.
La dinámica lateral de los sistemas fluviales
comprende todas aquellas interacciones que se
producen entre la zona de cauce y los espacios adyacentes (riberas, márgenes y llanura de
inundación), es decir, los procesos laterales o
de conectividad transversal.
¿Para qué es importante?
Las conexiones con los espacios adyacentes al
cauce conforman una parte fundamental del
funcionamiento del sistema fluvial y, por ello,
han de ser lo más naturales posible, de forma
que se favorezcan los procesos laterales. Las
modificaciones que se pueden ver en las orillas
de los cursos fluviales suponen una pérdida, a
veces total, de la conexión lateral e influyen
Además, la dinámica lateral natural de un río
permite que el propio sistema fluvial diseñe
su recorrido y morfología, generando nuevos
meandros, nuevos cauces secundarios y humedales aluviales.
Zona inundable
Desde un punto de vista normativo
Artículo 14 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico. Se consideran zonas inundables las delimitadas por los niveles teóricos que alcanzarían las aguas en las avenidas cuyo
período estadístico de retorno sea de quinientos años, atendiendo a estudios geomorfológicos,
hidrológicos e hidráulicos, así como de series de avenidas históricas y documentos o evidencias históricas de las mismas, a menos que el Ministerio de Medio Ambiente, a propuesta del
organismo de cuenca fije, en concreto, la delimitación que en cada caso resulte más adecuada
al comportamiento de la corriente. La calificación como zonas inundables no alterará la calificación jurídica y la titularidad dominical que dichos terrenos tuviesen.
Desde un punto de vista físico
Es la zona coincidente con el lecho mayor de un sistema fluvial, que también recibe el nombre
de zona ortofluvial y se encuentra entre las últimas terrazas. Es de una topografía básicamente
llana (de ahí que suela llamarse llanura de inundación), generalmente con suave tendencia a
la concavidad, aunque las hay de sección transversal convexa. Durante las avenidas funciona
como recinto de disipación de energía de las aguas desbordadas y de almacenamiento de caudal, con un efecto laminador. También constituye un recinto de decantación de los materiales
finos que la corriente transportaba en suspensión, decantación que es responsable del crecimiento vertical de los depósitos y de su fertilidad. En los ríos encajados en cañón el espacio
inundable es más estrecho y, a veces, inexistente.
72
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Río Arlanza. Tordómar. Burgos.
Durante una crecida los sólidos en suspensión que transporta el río se depositan en las zonas aluviales fertilizándolas.
¿Cuáles son los principales problemas?
aumento de la velocidad del caudal, proporcional a la altura lo que implica a su vez aumento
de la tensión de arrastre. Los problemas que
pueden derivarse más comunes son la incisión
o descalzamiento.
Los principales problemas que presenta la falta
de erosión lateral es el encajamiento que puede sufrir el lecho fluvial, con el consecuente
Río Eria. Torneros de la Valdería. León.
El descalzamiento del pie central de este puente puede deberse al
hecho de que aquí el río va muy encajado en su canal principal,
alcanzando velocidades muy elevadas en aguas altas.
Río Órbigo. Carrizo de la Ribera. León.
La base de las pilas de este puente que une Carrizo de
la Ribera y Villanueva de Carrizo evidencia también
un proceso de incisión, pero en este caso seguramente
forzada por la canalización que ha sufrido el río.
73
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Támega. Verín. Ourense.
Tramo canalizado.
¿Cómo medir la dinámica lateral de
las orillas?
el mismo objetivo. El problema puede surgir en
zonas donde no se puede acceder al río para
realizar las secciones transversales, por lo que
la opción de los testigos en las orillas puede ser
más útil y segura.
Para poder medir la dinámica lateral de las
orillas es necesario realizar varias visitas al
campo, tomando medidas en cada una de ellas
para poder comparar los datos. Para comprobar la erosión de las orillas se pueden clavar
testigos (clavos, estacas de madera...) y medir
desde ellos hacia el escarpe o borde de la orilla. Con las visitas sucesivas, se puede ver si
el escarpe se ha erosionado o no, en función
de los datos obtenidos. La colocación de estos
testigos debe realizarse teniendo en cuenta
que las laderas pueden erosionarse, así que
conviene colocar más de un testigo para no
perder los datos en caso de una erosión muy
pronunciada.
La dinámica lateral no solo incluye procesos
de erosión, sino también de sedimentación. En
estos casos, se pueden analizar las barras que
aparecen en el cauce y tomar imágenes en las
diferentes visitas de campo para poder evaluarlas posteriormente en el trabajo de gabinete. La colocación de testigos fijos en las barras
es más complicada por el material de las barras
(cantos, gravas...) por lo que es más difícil analizar las mediciones.
También se puede evaluar la dinámica natural empleando fotos aéreas de distintas fechas,
comprobando avances de erosión o bien de desarrollo de depósitos sedimentarios.
También se pueden utilizar las mediciones de la
forma del cauce (secciones transversales) para
74
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
Río Urumea. Arano. Navarra.
Medición de testigos en una orilla con
procesos de erosión lateral.
Río Omañas. León.
Borde activo de erosión en la margen derecha del
bajo Omañas en León. A la izquierda se ve la zona
de acreción, con una barra semilunar dispuesta
en la parte interna de la curva (la corriente fluye
hacia el fondo de la foto). Este patrón hidráulico es
universal, y el balance de masas se aproxima a cero,
compensando lo erosionado con lo acrecido en la
misma sección. El transporte neto se debe a que lo
que se erosiona no se deposita en la misma curva,
sino en la siguiente, de tal forma que se produce
una onda de transporte neto aguas abajo.
3.5 DINÁMICA VERTICAL
Interpretación de resultados
Cuando se analiza la dinámica lateral de las
orillas hay que tener en cuenta que la existencia de procesos de erosión o sedimentación
solo son negativos si responden a una causa
humana. Lo que hay que analizar es si esos
procesos se están produciendo de una forma
más rápida de lo habitual y, en ese caso, buscar
las posibles causas, que a veces se encuentran
fuera del cauce, en la cuenca.
¿Qué es?
La dinámica vertical de los sistemas fluviales
comprende todas aquellas interacciones que
se producen en el fondo del lecho, principalmente procesos de erosión (incisión) y sedimentación (acreción), formas de relieve de
fondo (como la sucesión de rápidos y pozas)
y la continuidad con los medios hiporreicos
(zona de contacto entre el agua y el sustrato)
y subterráneos. En los ríos en roca el contacto
del cauce con el sustrato es nítido, pero en
los cursos aluviales el agua circula también
a través de los sedimentos que conforman el
fondo del lecho, en lo que constituye la zona
hiporreica, y el cauce está en contacto con el
acuífero aluvial, es decir, con las aguas subterráneas.
Un muy buen ejemplo de restauración es la retirada de azudes. En estos casos, lo más habitual
es que las orillas que se localizaban adyacentes
al vaso del azud hayan perdido el soporte que
ejercía el agua, por lo que los procesos de erosión lateral se acelerarán. Estas zonas son susceptibles de llevar un seguimiento para ver el
grado de erosión lateral que presentan, así como
analizar el proceso de estabilización de márgenes que se llevará a cabo con el paso del tiempo.
75
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
El propio perfil longitudinal del río también forma parte de la dinámica vertical, ya que constituye, en suma, la línea de contacto del cauce,
y puede asistir a procesos de erosión remontante o de acumulación en función de cambios
en el nivel de base final (el mar) o de cambios
en niveles de base locales de tipo tectónico y a
veces de origen antrópico. En este sentido, las
barreras transversales pueden alterar, además
de la continuidad, la dinámica vertical.
Así, actuaciones como canalizaciones o dragados contribuirán al aumento de la velocidad
del flujo originando cambios en el fondo y en el
perfil longitudinal, con probables consecuencias de incisión.
¿Cuáles son los principales problemas?
Los principales problemas que se pueden asociar a una dinámica vertical alterada son procesos de incisión y descalzamiento en el centro
del lecho y en las zonas de contacto del lecho
con las orillas.
¿Para qué es importante?
Una correcta dinámica vertical local servirá para
que los hábitats de los cursos fluviales se distribuyan de forma natural y para que haya una
adecuada biodiversidad en el agua y en el fondo.
A escala de tramo, las actividades e infraestructuras que modifican el perfil longitudinal natural
del río causan modificaciones de esta dinámica.
El tema de la incisión y el descalzamiento es
especialmente preocupante en las infraestructuras que se localizan en los sistemas fluviales,
porque pueden suponer un riesgo adicional a
la población, produciendo la rotura o caída de
dichas estructuras.
Incisión
Erosión en la base del lecho fluvial llevada a cabo por la acción del flujo del agua. La incisión
puede ser favorecida por actividades extractivas (dragados), por encauzamientos (regresiva o remontante) y por represamiento y consecuente retención del caudal sólido de fondo (progresiva).
Río Bernesga. León.
Proceso de incisión en el Bernesga aguas abajo de León. En la foto de la derecha se observan las arcillas en las cuales se ha encajado el río, tras haber
desaparecido todo el lecho de gravas y cantos rodados, con una incisión media de unos 4 m. La flecha horizontal marca el nivel del lecho original, que
ahora aparece como un nivel de bankfull. A la canalización del río en León y a la extracción masiva de áridos del lecho, hay que sumarle fenómenos locales
como el de la imagen de la izquierda, un puente que debería ser retirado ya que incumple los mínimos requisitos hidráulicos en cuanto a la sección útil
para evacuar avenidas, que en este río alcanzan valores de caudal muy elevados.
76
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
La incisión también afecta a los espacios de
ribera adyacentes. Si un sistema fluvial tiene
una incisión vertical excesiva, las orillas quedarán elevadas, colgadas sobre el lecho, con lo
que el nivel de las aguas superficiales y subterráneas (nivel freático) descenderá y originará
la desaparición de la vegetación de ribera.
También se puede analizar la incisión mediante
el análisis visual de elementos del cauce con
problemas, como el socavamiento en pilares de
puentes (ver página 73) o en defensas de margen. En estos casos, se pueden instalar testigos
en las infraestructuras para poder comparar
posteriormente si el grado de incisión del lecho
se incrementa o no.
¿Cómo medir la dinámica vertical?
Interpretación de resultados
La dinámica vertical es complicada de analizar
en el trabajo de campo porque supone la realización de mediciones muy precisas del lecho,
mediciones que se repetirán en el mismo sitio
periódicamente, lo cual presenta dificultades de
acceso e incluso riesgo para el observador si la
profundidad del cauce es importante. En cauces
no vadeables es necesario emplear embarcación.
Al igual que la dinámica lateral de las orillas,
la dinámica vertical es un proceso natural en
los sistemas fluviales que se puede ver alterada por las presiones humanas que modifican
el cauce y aceleran los procesos. Hay que interpretar los cambios en la dinámica vertical
teniendo en cuenta que las afecciones no tienen por qué localizarse en la misma zona de
análisis, sino aguas arriba (como ocurre con las
presas, cuyos efectos se van trasladando progresivamente hacia aguas abajo) y con los dragados (cuya incisión va avanzando hacia arriba
de forma remontante).
La repetición de secciones transversales en la
misma zona permitirá un análisis posterior en
el que se podrían medir los cambios, siempre
que se haya realizado cuidadosamente para
que los datos sean válidos.
cm
150
100
50
0
-50
-100
-150
-200
0
5
10
Visita 1
15
20
Visita 2
25
Visita 3
30
35
m
Comparativa de una sección transversal en un río en tres visitas al campo. Se puede ver la marcada incisión que se produce entre la visita 2 y la visita 3.
77
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
veles freáticos (acuíferos aluviales o libres) y de
los niveles piezométricos (acuíferos profundos
o confinados) que puede conducir a que ríos
“ganadores” parte de cuyos caudales se debían
a la descarga de aguas subterráneas, se conviertan en “perdedores”, de tal forma que una
parte o el total de su caudal se infiltra en el
terreno (ver esquema página 27).
Los efectos de incisión y descalzamiento notable tanto en infraestructuras como en las
márgenes del río son señales que hay que interpretar y analizar.
Otra señal indicativa de una incisión desmedida es la presencia en las orillas de vegetación
muerta o seca. El brusco descenso del lecho
fluvial influye en el nivel freático ya que drena
el acuífero aluvial, dejando las zonas adyacentes en un nivel superior, sin aporte de agua, por
lo que la vegetación se seca y muere, o bien es
sustituida por invasoras o por especies climácicas mejor adaptadas a la aridez.
3.6 TRANSPORTE DE SEDIMENTOS
¿Qué es?
A veces la dinámica vertical se traduce en una
pérdida de conexión río-acuífero, pero no por
incisión sino por desconexión hidráulica con el
acuífero. Cuando se sobreexplotan las aguas
subterráneas, se produce una bajada de los ni-
El transporte de sedimentos es una de las principales funciones de los sistemas fluviales.
Consiste en la movilización de material sólido
(aluviones o material aluvial) desde las zonas
Río Trabancos. Pollos. Valladolid.
Vegetación de ribera muerta en el cauce seco del
río Trabancos. Este es uno de los ríos “perdedores”
de la cuenca del Duero, junto con el Zapardiel
y el Guareña, los tres en la zona central de la
margen izquierda. La sobreexplotación de aguas
subterráneas llevadas a cabo en los acuíferos
de la zona de “los Arenales” ha conducido a que
ríos otrora permanentes se hayan convertido en
efímeros y ocasionales.
78
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
de cabecera hacia las zonas de desembocadura, al tiempo que ese mismo material es erosionado y redondeado durante el transporte.
El transporte de sedimentos también incluye
la movilización del material que es aportado
desde las vertientes (coluviones o material coluvial) y que el río debe evacuar de su cauce.
distribuidos por las dinámicas litorales, forman
las playas, los deltas, nutren las cuencas de
sedimentación marina y producen floraciones
de algas muy productivas y esenciales para el
mantenimiento de pesquerías marinas.
¿Para qué es importante?
El transporte de los sedimentos a lo largo del
sistema fluvial será natural si no hay estructuras de retención en el cauce, como presas o
azudes, y si la conexión con las márgenes es
natural y no hay estructuras que retengan el
aporte lateral. Al efecto negativo de las presas
hay que unir el de las extracciones de áridos,
dragados o movilización artificial de los materiales del lecho.
¿Cuáles son los principales problemas?
El transporte de sedimentos es importante
porque es una función de los sistemas fluviales
que contribuye al modelado, al diseño de un
relieve diferente y característico del territorio.
Los procesos de erosión y sedimentación necesitan que exista un correcto transporte de sedimentos para distribuir a lo largo del sistema
fluvial el material, generando una sucesión de
almacenamientos (conos, barras de sedimentos, deltas, etc.) que constituyen valiosos hábitats. Tampoco podemos olvidar que el objetivo
final de todos estos materiales procedentes
de la erosión continental y transportados por
acción fluvial es llegar al mar, donde son re-
La presencia de elementos laterales en las zonas adyacentes a los cursos fluviales, como
pueden ser vías de comunicación, supone una
retención extraordinaria del aporte sedimentario de las vertientes, por lo que dicho aporte se
verá reducido o eliminado.
Río Mayas o Malavao.
Descargamaría. Cáceres.
Canal de avenidas con pizarras rodadas en la
cabecera del río Mayas, afluente del Águeda.
Río Bernesga. Cármenes. León.
Acumulación de sedimentos (cantos rodados y gravas).
79
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Interpretación de resultados
En casos extremos en que la retención sea
máxima, como ocurre con las grandes presas,
el curso fluvial va a presentar una carencia
muy importante de material, aumentando el
transporte y reduciéndose los procesos de sedimentación aguas abajo, efecto que se transmitirá hasta el mar o hasta el siguiente embalse
de forma progresiva.
En los casos de dragados y extracciones de
áridos, la pérdida de sedimentos será la principal afección que habrá que evaluar, analizando su magnitud. En cualquier caso, teniendo en cuenta que una actuación de este
tipo es una grave afección sobre el sistema
fluvial, es cierto que hay actuaciones más
agresivas, como las extracciones de áridos de
las márgenes y barras, cuya extensión suele
ser mayor que los dragados, generalmente
más puntuales.
¿Cómo medir el transporte
de sedimentos?
Para medir el transporte de sedimentos de
fondo se pueden utilizar trampas de sedimentos, con instalaciones muy costosas. Para el
transporte de sólidos en suspensión lo mejor
es tomar muestras manuales o automáticas y
analizar la concentración en laboratorio. Esta
labor hay que llevarla a cabo de forma muy
sistemática y durante largos periodos de tiempo, de tal forma que se “cacen” las crecidas
que producen la mayor parte del transporte
de sólidos en suspensión. Los turbidímetros
resultan muy inapropiados para este tipo de
mediciones, ya que las floraciones de algas son
interpretadas como si el río transportase una
alta carga sólida.
Los déficits sedimentarios alteran gravemente
la morfología del lecho y pueden tener consecuencias sobre todo aguas abajo, con el incremento de la velocidad del flujo de agua (con
el dragado se aumenta la pendiente), lo que
supone un incremento de la incisión y puede
generar problemas en las márgenes donde el
caudal golpea con una mayor velocidad. Por
otra parte no debemos olvidar que el material
sedimentario de un río es el sustrato de la vida
en el mismo.
3.7 DISPOSICIÓN DE LOS SEDIMENTOS
Con las visitas en el campo, se puede analizar
el estado global de los sedimentos y determinar si hay afecciones sobre ellos, como dragados, extracciones de áridos, movilización...
dado que estos impactos supondrán una clara
alteración sobre la naturalidad de los sedimentos y de los procesos que tienen relación
con ellos.
¿Qué es?
Los sedimentos generados y transportados por
los ríos se depositan y estructuran de forma
estratificada gracias al flujo de la corriente: se
clasifican por tamaños en función de la velocidad de la corriente en cada punto, y además
se imbrican, es decir, se colocan unos sobre
otros en dirección aguas abajo. La disposición
irregular de los sedimentos puede ser consecuencia de deficiencias en el funcionamiento
del sistema.
Una observación sencilla puede consistir en la
comprobación directa sobre las barras o depósitos sedimentarios de si el material está suelto
o bien presenta problemas de compactación o
sufre una excesiva colonización vegetal que lo
está estabilizando.
80
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
¿Para qué es importante?
estabilización de estas zonas es muy negativa
para la dinámica hidromorfológica natural de
los ríos y de sus llanuras de inundación.
También se puede producir la acción contraria,
es decir, la acumulación de material en las zonas ribereñas, los vertidos y acumulaciones de
material que el río, por sí solo, es incapaz de
movilizar. Los efectos finales son los mismos,
una estabilización que no es natural y una pérdida en el dinamismo fluvial.
La correcta disposición de los sedimentos en un
sistema fluvial incide directamente en el buen
funcionamiento del río, generando unos hábitats naturales y disponiendo el material sólido
de forma correcta y ordenada para su transporte en momentos de crecida. Si el material se
encuentra colocado de forma diferente puede
que no se movilice cuando es necesario, dando
origen a una estabilidad que no es la que le
corresponde al curso fluvial y favoreciendo el
acorazamiento de las barras.
¿Cómo analizar la disposición de los
sedimentos fluviales?
¿Cuáles son los principales problemas?
La disposición de los sedimentos se puede observar directamente en los casos en los que se
produce una acumulación de material extraído
del lecho y riberas, así como en los casos en los
que hay un vertido, una aportación extraordinaria de material.
Los problemas más importantes se originan
cuando los sedimentos del lecho o la morfología de las barras se modifican, muchas veces
a consecuencia de dragados o alteraciones del
cauce, o el material se acumula en las márgenes, en forma de mota o defensa. En estos
casos, se está produciendo una alteración del
cauce, de los sedimentos (transporte y disposición) y de las orillas (márgenes y riberas). La
También se puede realizar un análisis granulométrico, del tamaño de los materiales. Para ello
hay que realizar mediciones en la parte superficial de las barras (peso y tamaño del material)
Río Curueño. Barrio de Nuestra Señora. León.
Caballón de defensa tipo mota con cantos rodados procedentes de un dragado del lecho del río Curueño, en su margen derecha.
81
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Clasificación de los sedimentos fluviales según el diámetro del grano (D) en mm:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Arcilla: D<0,004
Limo: 0,004-0,062
Arena fina: 0,062-0,25
Arena media: 0,25-0,5
Arena gruesa: 0,5-2
Grava: 2-16
Guijarros: 16-64
Cantos rodados: 64-256
Bloques: D>256
y luego un análisis subsuperficial, por debajo
de la capa más superficial de la barra. Para ello,
se retira la parte superior de la barra o coraza y
se toman muestras de la parte interna.
3.8 VEGETACIÓN DE RIBERA
El análisis de la parte inferior de la barra ha de
completarse en el laboratorio, con tamices que
permitan diferenciar el tipo de material que
hay en la barra y una vez que se haya secado
el material.
La vegetación es el conjunto de plantas de un
lugar. En este caso, es la vegetación que crece
en el entorno de los ríos, en las orillas, en las
barras (pueden crecer dentro del cauce) y en
los espacios de inundación. Hay muchas espe-
¿Qué es?
Vegetación alóctona
Vegetación autóctona
La vegetación que no es propia del lugar en que
se encuentra. En las repoblaciones que se llevan a cabo en las márgenes de los ríos, a veces
se utilizan especies que no son las propias de
la ribera, generalmente híbridos clónicos que
empobrecen y desplazan la vegetación natural.
Al contrario que la vegetación alóctona, este
tipo de especies son las originarias del lugar en
el que se encuentran. A la hora de llevar a cabo
restauraciones de vegetación, es conveniente
utilizar especies autóctonas que son las que
están adaptadas al medio local.
Río Pisuerga. Olleros de Pisuerga. Palencia.
Arroyo Gemiguel. El Fresno. Ávila.
82
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
¿Para qué es importante?
cies adaptadas a los espacios ribereños, como
sauces, chopos, álamos, alisos…
La vegetación de ribera tiene un papel fundamental a la hora de frenar el flujo de la corriente fluvial, especialmente en crecidas. Además
de frenar el agua, la vegetación contribuye a la
sedimentación de la carga en suspensión que
lleva el río, generando un sustrato muy rico en
nutrientes y creando hábitats de especial interés para las diferentes especies animales y vegetales que viven asociadas a los ambientes fluviales. Esta función de corredor verde sirve para
una mejor interacción del río con los ambientes
adyacentes y es un espacio de gran riqueza.
Entre las varias clasificaciones, adoptaremos
aquí la siguiente, tomada de la “Guía de plantas de los ríos y riberas de la cuenca del Duero”
(Ver referencias bibliográficas):
• Árboles, plantas leñosas de más de 5 m de
altura
• Arbustos, plantas leñosas entre 2 a 5 m de
altura
• Plantas trepadoras, enredaderas o lianas
• Plantas herbáceas, sin tallos ni raíces leñosas
¿Cuáles son los principales problemas?
• Helófitos, plantas acuáticas parcialmente
sumergidas
• Hidrófitos, plantas acuáticas estrictas, que
pueden ser flotantes o enraizadas en el lecho
La intensa ocupación de las zonas adyacentes
a los ríos, así como la presencia de núcleos de
población en las márgenes de los sistemas fluviales ejerce una gran presión sobre los espacios ribereños.
• Invasoras, alóctonas con capacidad de expandirse y competir con la vegetación natural
La continuidad, anchura y estructura de la vegetación ribereña se ven modificadas en gran
Arroyo Gemiguel. El Fresno. Ávila.
Fresneda mediterránea podada a “cabeza de gato”.
83
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Curueño. Nocedo de Curueño. León.
Vegetación otoñal de ribera en el tramo alto del río.
parte de los sistemas fluviales, en especial
cuanto más antropizados están la cuenca vertiente y el valle.
nal al flujo y una reducción en la capacidad de
transporte fluvial.
En ríos con regulación muy intensa, la falta de
crecidas favorece el crecimiento de especies
vegetales dentro del cauce, limitando la dinámica fluvial y estabilizando artificialmente el
cauce y las orillas, suponiendo un freno adicio-
¿Cómo analizar la vegetación de ribera?
La cobertura de la vegetación de ribera se puede analizar mediante el uso de fotografía aérea,
especialmente a través de la comparativa entre
Ribera
Desde un punto de vista normativo
Artículo 6 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico. Se entiende por riberas las
fajas laterales de los cauces públicos situadas por encima del nivel de aguas bajas. Es decir,
la ribera es la parte del cauce que se encuentra entre las aguas bajas y el nivel de la crecida
ordinaria. A partir de la ribera, comienza la margen.
Desde un punto de vista físico
Son los terrenos adyacentes al cauce de aguas bajas junto con el que conforman el corredor
ribereño. Las riberas son un mosaico de terrenos definidos por el tipo de sedimento, su altitud
relativa respecto del cauce y la edad o estado sucesional de la vegetación. Se pueden definir
también como ecotonos o ricos ecosistemas de transición entre el ecosistema acuático de la
corriente fluvial y el ecosistema terrestre del sector más externo del fondo del valle. El terreno
de ribera, de topografía irregular labrada por las aguas de desbordamiento, está directamente
influenciado por el flujo subterráneo controlado por la corriente superficial y el nivel freático
elevado que es el responsable del desarrollo de vegetación.
84
Los indicadores hidromorfológicos y la restauración fluvial
varias fechas. De este modo, se puede ver cómo
ha evolucionado y si ha sufrido afecciones,
como en la anchura o cambio de usos del suelo
que reducen la extensión del espacio ribereño.
En líneas generales se valorará como positiva
la presencia de vegetación en las orillas y riberas, pero como indicador negativo si se ha
instalado dentro del cauce o sobre las barras
de sedimentos más activas, así como si es muy
madura y tiene poca renovación como consecuencia de la estabilización del cauce por regulación, canalización o ambas.
La composición (determinación de los taxones
que componen la ribera, la estratificación, estado de la vegetación, ejemplares maduros y
muertos...) ha de realizarse de forma detallada
con trabajo de campo.
Interpretación de resultados
Lo verdaderamente importante en los ríos, lo
que les da un alto valor ecosistémico es que
su dinámica sea lo más parecida a la de sus
condiciones de referencia.
La vegetación ligada a los ríos y sus cauces tiene un importante valor en la dinámica fluvial,
contribuyendo a laminar y frenar las crecidas,
a la vez que cumple un importante papel como
corredor biológico natural. La presencia de vegetación colonizadora en las riberas suele ser
un buen síntoma, pero la abundancia de colonización vegetal, los bosques muy maduros,
sin regeneración o la presencia excesiva en el
cauce puede suponer un déficit en el funcionamiento dinámico del río con la consecuente
dificultad en la movilización de los sedimentos.
En los últimos años se ha acuñado un término que es el “shifting habitat mosaic” que
podríamos traducir por “mosaico de hábitats
móviles” aplicable a tramos aluviales de ríos.
Estos entramados de hábitats que cambian
estacionalmente, de acuerdo con el régimen,
y a lo largo de los años, con el movimiento de
los canales a lo largo y a través de la llanura
de inundación con la consiguiente formación
de anexos fluviales, crea las condiciones perfectas para convertirse en zonas de alta biodiversidad.
Río Órbigo. León.
Plantaciones de chopos. Este tipo de cultivos y las labores de estabilización, relleno, nivelación y preparación del terreno que conllevan, han sido
responsables de la destrucción de miles de hectáreas de río y anexos fluviales en la cuenca del Duero.
85
4
SEGUIMIENTO
DE LAS ACTUACIONES
DE RESTAURACIÓN FLUVIAL
4.1 Alcance temporal
4.2 Alcance espacial
4.3 Alcance cualitativo y cuantitativo
4.4 Fichas de seguimiento
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
A la hora de realizar las actuaciones
de restauración fluvial es conveniente
establecer un protocolo de seguimiento que abarque todo el proceso, tanto
previo como posterior, relacionado con
la actuación en sí. Es importante planificar correctamente este seguimiento,
ya que es el que servirá para analizar y
evaluar en qué medida la actuación de
restauración ha cumplido los objetivos
del proyecto y para retroalimentar proyectos futuros.
completo, que al menos ha de tener en cuenta
los siguientes apartados:
1. Seguimiento geomorfológico, que debe
incluir el análisis de los cambios realizados
tanto en el cauce como en las márgenes y
riberas.
2. Seguimiento biológico, teniendo en consideración una serie de grupos que conforman la biota y que nos pueden servir como
indicadores: macroinvertebrados, diatomeas, plantas macrófitas, peces…
Una actuación de restauración fluvial es un
medida, es decir, una actuación que se adopta
en el marco de un Plan Hidrológico de cuenca
para mejorar una situación de “mala calidad
ecológica” detectada previamente. Este tipo
de actuaciones se deben llevar a cabo con un
seguimiento de las mismas, lo que en el lenguaje de la DMA se conoce como monitorización. Según esto, toda actuación de restauración fluvial debería contar con un seguimiento
3. Seguimiento de los parámetros físico-químicos de la zona de actuación.
4. Cartografía histórica (primeras ediciones
de mapas, foto aérea antigua, foto aérea de
diferentes años…).
5. Referencias históricas (grandes crecidas,
avulsiones…).
Río Aravalle. Umbrías. Ávila.
Seguimiento de la demolición de una presa mediante una cámara configurada para obtener una imagen por minuto.
88
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
Río Esla. Valdepolo. León.
Los ríos se mueven, a veces imperceptiblemente, a veces mediante cambios bruscos de lo que se denominan avulsiones y que suelen coincidir con crecidas
extraordinarias. Este puente se construyó en el siglo XVIII y no llegó a usarse ya que una ríada del Esla provocó una avulsión del cauce principal.
Además de estos apartados anteriores, ha de
tenerse en cuenta otro tipo de seguimiento relacionado con la percepción y evaluación que
la sociedad, tanto los habitantes de la zona
como los usuarios, hace de las actuaciones de
restauración. Este apartado es importante porque, al fin y al cabo, los usuarios del río son los
que van a estar en contacto directo con la zona
modificada.
el seguimiento temporal puede ser más o menos prolongado.
4.1 ALCANCE TEMPORAL
En los casos de retirada de elementos transversales en el cauce, como azudes o presas, las
condiciones previas y posteriores a la eliminación del obstáculo son totalmente diferentes,
por lo que el seguimiento temporal es muy
importante para poder identificar y evaluar las
consecuencias de la actuación. Las condiciones
que existen en los vasos de azudes o embalses
no tienen nada que ver con la situación que se
genera tras la retirada del obstáculo transversal.
El control y seguimiento de las actuaciones de
restauración debe abarcar un periodo de tiempo que incluya el proceso desde las fases iniciales, antes de llevar a cabo cualquier tipo de
acción (retirada de mota, de escollera, eliminación de obstáculos transversales...) hasta fases
posteriores, con una duración variable según el
tipo de actuación y sus efectos. Atendiendo al
tipo de actuación y de río en el que se efectúe,
En las actuaciones de retirada de defensas laterales se pueden producir cambios en los flujos
que modifiquen los hábitats del río, sobre todo
cuando se recupera cauce y/o zona inundable.
Las actuaciones de restauración fluvial que se
encaminen a la mejora de las comunidades vegetales ribereñas, con la eliminación de especies alóctonas y la plantación de especies autóctonas, también han de tener un seguimiento.
89
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Tormes. Ledesma. Salamanca.
Demolición del azud de la Purísima Concepción.
El edificio del fondo es un molino que conserva
parte de la maquinaria. Su mantenimiento es
perfectamente compatible con la actuación de
demolición del azud, y se conserva así un elemento
que puede tener un gran valor patrimonial.
Un buen planteamiento del seguimiento temporal de las actuaciones de restauración fluvial
debería contemplar un planificado calendario
de visitas. Una propuesta es la que se recoge
en el siguiente cuadro.
Protocolo de visitas de campo en el seguimiento
de una actuación de restauración fluvial
Visita previa. Antes de la actuación en sí. En esta visita se analiza la situación inicial, el pun-
to de partida, con observación de los procesos geomorfológicos y un análisis de las condiciones
físico-químicas y biológicas.
Seguimiento durante la actuación. Se deben vigilar las obras y evitar que haya una afec-
ción mayor de la necesaria, cuidando que el proceso transcurra según lo previsto.
Seguimiento posterior a corto plazo. Es conveniente volver a la zona a lo largo de la se-
mana posterior a la finalización de la actuación para realizar un análisis de los cambios que se
producen de forma rápida. En los casos de retirada de obstáculos transversales, esos cambios
se producen de forma muy rápida en los días, e incluso horas, posteriores a la retirada de azudes o presas, lo que hace más necesario, si cabe, esta etapa del seguimiento.
Seguimiento a medio plazo, aproximadamente a los 6 meses de la finalización de la ac-
tuación. De este modo se observan cambios que se producen con una mayor laxitud, conforme
el curso fluvial se va adaptando a las nuevas circunstancias y configura su nueva morfología.
Seguimiento a largo plazo, que podría oscilar entre 1 y 5 años, según la actuación y sus
efectos. Estos seguimientos pueden ser de mayor utilidad para actuaciones de restauración de
riberas, en las que se analizará mejor la adaptación de las nuevas plantas y el grado de supervivencia que existe. En las actuaciones en los cauces, los procesos geomorfológicos habrán ido
modificando las condiciones del río, estableciendo unos nuevos flujos y buscando un equilibrio
dinámico diferente al anterior. Este seguimiento a largo plazo también podría ajustarse a los objetivos del proyecto y establecerse en función de las necesidades de información que se precisen.
Seguimiento extraordinario. Para evaluar la idoneidad o los efectos de las actuaciones de
restauración fluvial que se han comentado hasta ahora, es necesario realizar un seguimiento
tras una crecida extraordinaria, en cuyo caso los procesos hidromorfológicos se aceleran y
puede resultar muy útil analizar los cambios acontecidos, o tras una sequía prolongada, en el
caso de operaciones de revegetación.
90
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
4.2 ALCANCE ESPACIAL
Debe comprobarse que los procesos geomorfológicos derivados de las actuaciones de restauración se abarcan completamente en los seguimientos, teniendo en cuenta que la extensión
puede variar de forma sustancial en función
del tipo de actuación realizada.
A la hora de analizar las actuaciones de restauración fluvial es importante tener en cuenta la
extensión de los efectos que se generan, tanto
aguas arriba como aguas abajo de la misma. En
el caso de la eliminación de barreras laterales,
como escolleras, la erosión puede acentuarse
en las márgenes, provocando un aumento de
los sedimentos aguas abajo; o al revés, un aumento de la sedimentación en la margen en el
caso de que hayamos eliminado una mota, ya
que devolvemos al río una mayor capacidad de
laminación. La supresión de barreras transversales supone cambios en el lecho, modificaciones en la pendiente local que puede originar
fenómenos de erosión remontante aguas arriba, así como un aumento aguas abajo de los
procesos sedimentarios (a corto plazo) favorecido por la presencia de sedimentos en el vaso
de azudes o embalses. En los casos de eliminación de la vegetación ribereña, se puede incrementar el aporte de sedimentos por la pérdida
de la cubierta vegetal que protegía el suelo, así
como disminuir la capacidad de retención en
las crecidas.
Por tanto, en la mayoría de los casos la extensión del seguimiento no puede limitarse solo
al tramo restaurado, sino que será prudente
analizar el sistema fluvial aguas arriba y aguas
abajo. Conforme avance el tiempo desde la actuación realizada habrá que expandir el área
espacial de seguimiento, ya que los efectos
pueden ir extendiéndose hacia tramos adyacentes, en especial aguas abajo. Esto debe ser
tenido en cuenta a la hora de dimensionar las
labores de seguimiento.
4.3 ALCANCE CUALITATIVO Y CUANTITATIVO
Pero también existe otra forma forma de abordar el seguimiento en actuaciones de restauración fluvial según la calidad y cantidad de los
elementos modificados en el cauce. Desde este
Río Eria. Torneros de la Valdería. León.
Avenida como consecuencia de la ciclogénesis explosiva que se desarrolló a finales de febrero de 2010, y que afectó fundamentalmente la zona
noroccidental de España. El seguimiento presencial de las crecidas y sus efectos es muy importante. Permite una toma de contacto directa con el río que
no puede suplir ningún medio. La toma de referencias y la fotografía ayudan mucho en las tareas de seguimiento.
91
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
punto de vista podemos diferenciar de forma
esquemática dos tipos de seguimiento:
tres fichas. La segunda parte de las mismas se
compone de 8 preguntas con respuesta cerrada, pero que incluye un extenso apartado para
describir lo observado en el campo. Sería muy
conveniente aportar documentación gráfica
que complemente la información y que pueda
servir, además, para la resolución posterior de
dudas que puedan surgir a la hora de evaluar
las actuaciones.
- Seguimiento cualitativo
- Seguimiento cuantitativo
El seguimiento cualitativo se centra en aspectos visuales que pueden apreciarse en las visitas al campo. Es más rápido pero menos preciso
y está pensado cuando hay limitaciones (tiempo, accesibilidad, presupuesto) y para personas
que carecen de una formación específica en
materia de restauración, aunque es preciso un
conocimiento básico del funcionamiento fluvial y buenas dotes de observación. El objetivo
de este tipo de seguimiento es analizar sobre
el terreno los efectos que se producen tras la
retirada de infraestructuras en el cauce, como
azudes o defensas. También se deben observar
las afecciones que se producen en el momento
de la actuación en sí, como las producidas en
márgenes o en la vegetación de ribera, o antes
de proceder a su retirada.
Las fichas recogen la siguiente información:
Ficha de retirada de elementos transversales en el cauce (azudes, vados,
presas)
Las preguntas referentes al análisis son las siguientes:
¿Quedan restos de la estructura en el cauce
o en las orillas?
Sí / No
Es importante ver la zona de actuación y
buscar restos de la estructura, como bloques
de hormigón, piedras o hierros y forjados,
que se localicen en el interior del cauce del
río o en las orillas. Estos materiales tienen la
consideración de residuos de construcción y
demolición y deben ser tratados como tales.
No así los sedimentos acumulados aguas
arriba del azud que deben respetarse para
que el río los movilice y deposite. Sólo en
el caso de sedimentos contaminados puede
tener justificación su retirada.
Por otro lado, el seguimiento cuantitativo
consiste en la evaluación a través de mediciones concretas en la zona de estudio, comenzando antes de la actuación para, mediante la
aplicación de índices e indicadores que puedan
ser analizados de nuevo tras la actuación de
restauración fluvial, poder cuantificar el grado de incidencia y, en su caso, de mejora, del
sistema que ha asistido a la actuación. De este
modo, la comparativa entre los periodos puede
servir para realizar un análisis más preciso y
cuantificado de los cambios hidromorfológicos
producidos.
¿Por qué es importante que no haya restos?
Dada la naturaleza de la actuación, que
consiste en la eliminación de elementos
transversales para devolver la naturalidad
al sistema fluvial, la presencia de material
no natural es una afección. Si se retira el
obstáculo, hay que eliminar cualquier resto
del mismo para conseguir una mejor restauración.
4.4 FICHAS DE SEGUIMIENTO
En esta publicación se presentan tres tipos
de ficha, una para cada tipo de actuación de
restauración fluvial. En cada una de ellas hay
unos datos básicos que son iguales para las
92
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
Datos básicos
Curso fluvial: Nombre del río o arroyo.
Cuenca: Cuenca hidrográfica en la que se enmarca el curso fluvial. Si se trata de un arroyo
o un tributario de escasa entidad, conviene localizarlo con respecto a una subcuenca definida
por un tributario de importancia dentro de la cuenca hidrográfica que nos encontremos.
Coordenadas: Localización geográfica.
Municipio/localidad: También se puede incluir información del topónimo del lugar.
Fecha de la visita al campo.
Fecha de la actuación: Es importante conocer la fecha de la realización de la actuación para
establecer la temporalidad al completar la ficha.
Denominación de la actuación: Título del proyecto o descripción del mismo de forma breve.
Entrada de datos realizada por: Puede ser un nombre particular o una asociación.
Caudal: Alto; Normal; Bajo; Sin caudal (en el momento de observación). Si se lleva a cabo
un aforo directo consignar el dato. Si se conoce a través de una red de hidrometría, también.
Uso de la zona: Ocio/recreativo; Urbano; Agrícola; Sin uso definido.
¿Cómo cuantificar la presencia de restos de
la estructura?
se puede acceder a ellos, se podrían tomar
medidas. En posteriores visitas al campo, se
debería ver si se han retirado los elementos
e incluso ver si el propio río se encarga de
movilizarlos aguas abajo.
Se puede contabilizar el número de elementos que hay, así como su tamaño. Si
Río Valdavia. Polvorosa de Valdavia. Palencia.
Restos de un azud parcialmente destruido por falta de mantenimiento. Como consecuencia de la rotura parcial se recupera parte de la continuidad
longitudinal del cauce, no obstante, la parte de cuerpo del azud que permanece (flecha negra) actúa como un deflector con lo que está produciendo una
erosión acelerada en la margen opuesta (flecha roja). Su retirada ha de ser acometida por motivos hidráulicos. La flecha azul indica el sentido de la corriente.
93
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Valdavia. Polvorosa de Valdavia. Palencia.
Demolición del azud. Se observa claramente la erosión en la margen izquierda, al fondo de la imagen.
¿Se observan procesos de erosión lateral o
descalces en las orillas?
medidas desde ellas hacia los escarpes de las
orillas para comparar la erosión lateral.
Sí, en una margen / Sí, en ambas márgenes
/ No
Los procesos de erosión lateral son normales
en los cursos fluviales dinámicos. Sin embargo, la aceleración o la excesiva presencia
de dichos procesos pueden ser consecuencia de una dinámica fluvial modificada. Tras
la retirada de elementos transversales que
ejercían una función de embalse de agua, es
habitual que, con la pérdida del agua embalsada que ejercía presión en las orillas, y tras
el arrastre de los materiales que se depositaban en el vaso del embalse por el efecto de
retención de caudal sólido, se incrementen
los procesos de erosión lateral. Además, se
pueden producir erosiones en la base de las
orillas, originando descalzamientos.
¿Se observa incisión en el cauce?
Sí / No
La incisión es otro proceso que se produce
de forma natural en los cursos fluviales. Es
importante analizar la incisión para ver si
ese proceso se ha incrementado de forma
excesiva.
¿Cómo se pueden cuantificar estos procesos?
El análisis de los elementos del cauce aguas
arriba y aguas abajo del obstáculo eliminado
puede permitir ver si hay procesos de incisión. Las zonas aguas abajo de los pilares de
los puentes o de sectores con defensas son
susceptibles de mostrar áreas con mayor erosión por incisión. Si se tiene la posibilidad de
acudir al campo, se pueden realizar secciones
transversales desde la misma zona (marcar
bien los puntos en las orillas para realizar el
perfil lo más parecido posible en sucesivas visitas y para poder comparar datos) y analizar
los cambios que se producen entre las visitas
¿Cómo se pueden cuantificar estos procesos?
La realización de fotografías o esquemas de
las zonas más dinámicas puede servir para
comparar los procesos. Si se tiene la posibilidad de acudir posteriormente, se pueden instalar testigos fijos (clavos, estacas…) y tomar
94
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
al campo y ver si tienen relación con la retirada del obstáculo transversal.
demasiado fino y el río no presenta dificultades para movilizarlo, pudiendo erosionar
hasta hacer aparecer la roca madre.
¿Se observan cambios en la estructura de la
sedimentación o sedimentos que no se correspondan con los localizados aguas arriba y
abajo de la zona de actuación?
¿Cómo se puede analizar la estructura de los
sedimentos?
Mediante un análisis visual se puede apreciar
si hay material que no procede del sistema
fluvial (coloración distinta, acumulaciones
“extrañas”, grandes bloques en zonas donde
no deberían estar presentes…). Por otro lado,
se puede realizar un análisis más técnico de
las barras y depósitos del cauce, analizando
la composición textural de la parte superior
por un lado (análisis superficial) y, por otro,
la interna mediante un análisis en profundidad (análisis subsuperficial). Para este último
hay que obtener muestras a cierta profundidad por lo que si disponemos de maquinaria,
por ejemplo una retroexcavadora, nos puede
resultar muy útil extraer una muestra suficientemente representativa.
Sí / No
La sedimentación es un proceso natural que
los cursos fluviales realizan, junto con el
transporte de material, a través del flujo de
agua. Las alteraciones en la estructura de la
sedimentación pueden significar un incremento o una pérdida de material sedimentario por causas no naturales. Si hay sedimentos que no son los que se corresponden
con el curso natural pueden deberse a aportaciones de canteras, escombreras, obras…
¿Por qué es importante que haya una buena
estructura?
Una correcta estructura del material sedimentario será importante a la hora de movilizar dicho material a través de los procesos
de transporte fluvial. La incorrecta posición
de los sedimentos puede dar lugar a estabilizaciones (cuando los sedimentos de mayor tamaño impiden el transporte porque
el curso de agua no tiene suficiente fuerza)
o a graves incisiones cuando el material es
¿Se observa, aguas abajo del azud retirado,
una gran cantidad de material sedimentario
procedente en su mayoría del antiguo vaso
del azud?
Sí / No
Al eliminar una barrera de esas características es normal que el material depositado
Río Bernesga.
La Pola de Gordón. León.
Incisión en los acarreos tras la
demolición del azud de La Gotera en
el río Bernesga. La flecha señala un
resto del estribo derecho del azud.
La movilización de los acarreos
comienza en las primeras fases de
la demolición, aunque los caudales
sean pequeños, ya que se trata de un
material poco consolidado.
95
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Bernesga. Villasimpliz. La Pola de Gordón. León.
Una pequeña crecida del río Bernesga acaecida un mes después de
la demolición del azud de La Gotera en el río Bernesga (La Pola de
Gordón-León) que dío lugar a unas puntas de caudal ligeramente
superiores a los 16 m3/s (ver hidrograma adjunto en la página
siguiente), supuso la movilización de unos 20.000 m3 de sedimentos
que se repartieron aguas abajo en función de sus tamaños. La foto
está tomada después de dicha crecida y se aprecia la potencia de
los sedimentos movilizados. El hecho de que este tipo de materiales
se encuentren en una situación de desequilibrio, explica que con
caudales muy inferiores a los geomórficos (en este caso el caudal
correspondiente a la crecida ordinaria superaría en este punto los 60
m3/s) se produzca una gran movilización de los mismos, que ayuda a
la restauración de la morfología original del río.
¿Cómo se puede cuantificar el material sedimentario?
Lo ideal es analizar previamente la zona,
antes de la retirada del obstáculo, tomando abundante información gráfica de los
depósitos que existan (si es que los hay).
Después, una vez finalizada la actuación,
conviene realizar varias visitas para volver
a tomar material gráfico con el cual poder
comparar en trabajo de gabinete el movimiento de los depósitos. Si hay posibilidad
de contar con fotografías aéreas de varios
periodos, se pueden calcular las superficies
y conocidas las potencias medias se puede
calcular el volumen total.
durante años en el vaso del azud se movilice
aguas abajo.
¿Por qué es importante analizar este indicador?
Hay que tener en cuenta el tiempo desde
que se ha realizado la actuación de retirada y las visitas al campo. Si se acude al
poco de la actuación, es normal encontrar
material del vaso en las zonas aguas abajo,
llegando a formar depósitos de importancia.
Si el funcionamiento del sistema fluvial es
correcto, esos depósitos irán disminuyendo
conforme el río movilice los sedimentos. Si
el funcionamiento del sistema fluvial no es
el adecuado, esos depósitos no se movilizarán, dando lugar a una estabilidad que no es
natural. Una forma de poder seguir el transporte del material es marcarlo “in situ” en
la zona de actuación lo que nos ayudará a
reconocerlo cuando se transporte y deposite
aguas abajo. Requiere pintar un gran número de piedras, para poder reconocer algunas
de ellas aguas abajo y se usa para las rocas
de cierto tamaño, de gravas en adelante.
¿Hay exceso de vegetación en el cauce?
Sí / No
La mayoría de los sistemas fluviales tienen
vegetación en el cauce. Una presencia excesiva dentro de los cauces suele deberse a
condiciones de estabilidad del caudal (au-
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Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
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Estación de Aforos de Villamanín - río Bernesga
Q m3/s
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sencia de crecidas) u ocupaciones del cauce
con cultivos, como por ejemplo choperas,
que generará un estado de fijación del cauce y las márgenes que no es natural.
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lámina de agua y la ausencia de variaciones bruscas de nivel de agua. También es
frecuente el crecimiento de especies que
crecen dentro del vaso del azud o infraestructura similar. Se puede intentar medir
la superficie (cobertura) expresada porcentualmente y la estratificación. La identificación de especies resulta muy útil en
esta fase.
¿Por qué es importante analizar este indicador?
Tal y como se ha dicho, la presencia de
abundante vegetación en el cauce modificará el comportamiento natural del río.
Puede generar una estabilidad que no es la
que el sistema tiene de forma natural, favoreciendo el desarrollo de comunidades
vegetales que, además, frenarán el flujo de
agua. Dentro de la vegetación que hay que
analizar se encuentran también las algas y
macrófitos.
¿Se han reacondicionado los accesos a la
zona tras la retirada de la maquinaria pesada
utilizada para la restauración fluvial?
Sí, completamente / Sí, parcialmente / No
Es importante que, cuando se realicen actuaciones de mejora y restauración fluvial,
la zona no quede alterada posteriormente
debido al acceso de maquinaria pesada. Es
muy difícil volver a las condiciones iniciales
porque la maquinaria suele necesitar accesos adecuados al gran tamaño, pero hay que
intentar minimizar las afecciones en este
apartado.
¿Cómo se puede cuantificar la vegetación en
el cauce?
El material gráfico es muy importante a la
hora de analizar el desarrollo de la vegetación. Normalmente, las barreras transversales que embalsan agua suelen desarrollar una vegetación más densa en las
orillas, favorecido por la estabilidad de la
97
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
¿Por qué es importante analizar este indicador?
Dado que se va a actuar para devolver la naturalidad al sistema fluvial, es contraproducente actuar de forma positiva en un ámbito
(cauce y márgenes) y de forma negativa en
otras zonas (riberas, bosques ribereños…).
¿Se ha eliminado la mota/defensa lateral en
su totalidad?
Sí, eliminación total / No, pero se ha
eliminado parcialmente / No, pero se ha
sustituido por medidas “blandas”
Siempre que se pueda, la eliminación total
de las defensas laterales es la mejor opción
de cara a devolver la naturalidad al sistema
fluvial. En algunas ocasiones la eliminación
no es total sino parcial. Otras veces lo que
se hace es sustituir las defensas conocidas
como “duras” (hormigón, cemento, bloques,
grandes piedras…) por defensas “blandas”
(bioingeniería).
¿Cómo se puede analizar este parámetro?
El análisis básico consiste en la observación
de los accesos construidos para poder acceder a la actuación y ver si ha existido una
recuperación posterior. Por ejemplo, si se
han habilitado caminos o sendas con material procedente de la obra, es conveniente
que se hayan retirado con posterioridad a la
finalización de la actuación. Restos de basura, material abandonado… son otro ejemplo
de elementos que deberían eliminarse para
un reacondicionamiento de la zona.
¿Por qué es importante analizar este
parámetro?
Las defensas laterales limitan la movilidad
de los cursos fluviales, generando zonas
donde el río no va a poder moverse lateralmente. Esta estabilización no es adecuada
para un buen funcionamiento fluvial, por lo
que la retirada de motas y elementos defensivos laterales supone, a priori, una mejora
de calidad.
Ficha de retirada de motas / defensas
laterales
Las preguntas referentes al análisis son las siguientes:
Datos básicos
Curso fluvial: Nombre del río o arroyo.
Cuenca: Cuenca hidrográfica en la que se enmarca el curso fluvial. Si se trata de un arroyo o
un tributario de escasa entidad, conviene localizarlo con respecto a una subcuenca definida
por un tributario de importancia dentro de la cuenca hidrográfica que nos encontremos.
Coordenadas: Localización geográfica.
Municipio/localidad: También se puede incluir información del topónimo del lugar.
Fecha de la visita al campo.
Fecha de la actuación: Es importante conocer la fecha de la realización de la actuación para
establecer la temporalidad al completar la ficha.
Denominación de la actuación: Título del proyecto o descripción del mismo de forma breve.
Entrada de datos realizada por: Puede ser un nombre particular o una asociación.
Caudal: Alto; Normal; Bajo; Sin caudal (en el momento de observación). Si se lleva a cabo
un aforo directo consignar el dato. Si se conoce a través de una red de hidrometría, también.
Uso de la zona: Ocio/recreativo; Urbano; Agrícola; Sin uso definido.
98
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
Proceso de recuperación de la conectividad lateral de un río
Elevación artificial del
terreno para defensa
contra avenidas (mota).
El material suele proceder de dragados del
propio cauce.
En un proceso de avenida
el caudal queda encauzado
aumentando tanto su velocidad
como su capacidad de arrastre y
erosiva. Se incrementa la potencia
específica y ello produce incisión.
ELIMINACIÓN
El agua inunda las
zonas próximas a la
ribera favoreciendo la
recarga de acuíferos y
depositando limos que
fertilizan la tierra.
En el proceso de
avenida el caudal
se distribuye
hacia la llanura
de inundación
disminuyendo su
velocidad, calado y
capacidad erosiva.
La llanura de inundación no funciona como
tal, y cuando lo hace, las propias motas evitan
que desagüe con naturalidad, favoreciendo el
encharcamiento de las tierras adyacentes.
A veces se produce inundación por infiltración
desde el cauce al terreno adyacente.
RETRANQUEO
Aumenta la
vegetación por
el aporte de
nutrientes y la
elevación del nivel
freático.
99
Se recupera la red
hídrica de cauces
secundarios y los
ecosistemas fluviales
asociados, incluyendo
los humedales
aluviales.
Se mantiene un
aceptable nivel de
protección sobre
bienes y personas
que en muchos
casos se sitúan,
ilegalmente sobre
el propio Dominio
Público Hidráulico
o las llanuras de
inundación muy
expuestas a los
riesgos de inundación.
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
¿Por qué es importante que no haya restos?
Dada la naturaleza de la actuación, que consiste en la eliminación de elementos laterales
para devolver la naturalidad al sistema fluvial, la presencia de material no natural es
una afección. Si se retira el obstáculo, hay
que eliminar cualquier resto del mismo en el
cauce para conseguir una mejor restauración.
Por otra parte, si dichos elementos están sobreelevados sobre el terreno como es el caso
de las motas, se produce una pérdida de capacidad de laminación, con un incremento
de caudales y velocidades que pueden trasladar el problema de la inundación aguas
abajo. Recuperar las zonas inundables es
una operación básica de gestión fluvial que
redunda en un aumento de la seguridad y de
la naturalidad.
¿Cómo cuantificar la presencia de restos de
la estructura?
Se puede contabilizar el número de elementos que hay, así como su tamaño. Si
se puede acceder a ellos, se podrían tomar
medidas. En posteriores visitas al campo, se
debería ver si se han retirado los elementos
e incluso ver si el propio río se encarga de
movilizarlos aguas abajo.
¿Cómo cuantificar la retirada de defensas
laterales?
Lo más sencillo es tomar mediciones de
la longitud de los elementos retirados, así
como sus características básicas, como altura, tipo de defensa… El material gráfico
que se obtenga en el campo puede servir
para ilustrar los datos.
¿Quedan restos de la estructura en las orillas?
¿Quedan restos de la estructura en el cauce?
Sí, en una margen / Sí, en ambas márgenes
/ No
Es importante ver la zona de actuación y
buscar restos de la estructura, como bloques de hormigón o hierros y forjados de la
estructura, que se localicen en las orillas del
curso fluvial.
Sí / No
Es importante ver la zona de actuación y
buscar restos de la estructura, como bloques de hormigón o hierros y forjados de
la estructura, que se localicen en el interior
del cauce del río.
Río Órbigo. Quintanilla de Sollamas. León.
Estas fotografías están tomadas aproximadamente en la misma localización (tómese como referencia el chopo señalado con la flecha roja). La imagen
de la izquierda se realizó pocos meses después de la retirada de una mota (línea roja) dentro de las obras de restauración del río Órbigo. La imagen de
la derecha se realizó un año y medio después. El cauce de aguas bajas del río está desplazándose hacia la izquierda de la foto (margen derecha) y ha
ocupado el terreno sobre el que se disponía la mota. En la margen opuesta, en la cara interna de la curva, se está depositando una barra semilunar
(flecha verde), siguiendo un patrón hidráulico universal.
100
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
Río Órbigo. Cimanes del Tejar. León.
El empleo de vegetación como elemento de estabilización de la ribera puede ser una alternativa al empleo de escolleras, gaviones o estructuras de
hormigón. En este caso en un tramo periurbano de la margen izquierda del río Órbigo se ha utilizado una plantación muy densa de estaquilla de
diferentes especies de sauces presentes en el tramo y recolectadas “in situ”.
¿Por qué es importante que no haya restos?
Dada la naturaleza de la actuación, que consiste en la eliminación de elementos laterales para devolver la naturalidad al sistema
fluvial, la presencia de material no natural
es una afección. Si se retira el obstáculo, hay
que eliminar cualquier resto del mismo en
las orillas porque suponen modificaciones
del perfil y actúan como barreras laterales.
bargo, la aceleración o la excesiva presencia de dichos procesos pueden ser consecuencia de una dinámica fluvial modificada.
Tras la retirada de elementos laterales que
ejercían una función de defensa de margen,
es habitual que se incrementen los procesos
de erosión lateral. Además, el cauce puede
erosionar la base de las orillas, originando
descalzamientos.
¿Cómo cuantificar la presencia de restos de
la estructura?
Al igual que en los elementos del cauce, se
puede contabilizar el número de elementos
que hay en las orillas, así como su tamaño.
Si se puede acceder a ellos, se podrían tomar medidas.
¿Cómo se puede cuantificar estos procesos?
La realización de fotografías o esquemas de
las zonas más dinámicas puede servir para
comparar los procesos. Si se tienen la posibilidad de acudir posteriormente, se pueden
instalar testigos fijos (clavos, estacas…) y tomar medidas desde ellas hacia los escarpes
de las orillas para comparar la erosión lateral.
¿Se observan procesos de erosión lateral o
descalces en las orillas?
¿Se observa incisión en el cauce?
Sí, en una margen / Sí, en ambas márgenes
/ No
Los procesos de erosión lateral son normales
en los cursos fluviales dinámicos. Sin em-
Sí / No
La incisión es otro proceso que se produce
de forma natural en los cursos fluviales. Es
importante analizar la incisión para ver si
101
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
ese proceso se ha incrementado de forma
excesiva, en especial tras la retirada de un
elemento lateral.
puede afectar al cauce del río. Estas afecciones pueden ser de mayor o menor gravedad en función de la intensidad del impacto.
¿Cómo se puede cuantificar este proceso?
El análisis de los elementos del cauce aguas
arriba y aguas abajo del obstáculo eliminado
puede permitir ver si hay procesos de incisión. Las zonas aguas abajo de los pilares de
los puentes o de sectores con defensas son
susceptibles de mostrar áreas con mayor erosión por incisión. Si se tiene la posibilidad de
acudir al campo, se pueden realizar secciones
transversales desde la misma zona (marcar
bien los puntos en las orillas para realizar el
perfil lo más parecido posible en las siguientes visitas para poder comparar datos) y analizar los cambios que se producen entre las
visitas al campo y ver si tienen relación con
la retirada del obstáculo transversal.
¿Por qué es importante analizar la afección
sobre el cauce?
Debido al uso de maquinaria pesada, tal y
como se ha comentado, se puede afectar
al cauce de forma que la modificación sea
permanente, como por ejemplo la excavación en la zona del lecho cerca de la defensa. Otras veces, las afecciones son menores
y el propio río se encargará de volver a un
estado naturalizado.
¿Cómo se puede analizar este proceso?
Es conveniente acudir al campo antes de la
actuación para realizar un análisis visual de
la zona, tomando abundantes fotografías.
También sería correcto recorrer el tramo durante la actuación, para observar el proceso
y comprobar si las obras se realizan desde
las orillas o también hay trabajos desde el
cauce. Finalmente, se pueden realizar visitas posteriores para ver la evolución de la
zona de actuación, haciendo hincapié en el
análisis visual de la zona afectada para po-
¿Se observa incisión en el cauce?
Sí, gravemente / Sí, ligeramente; No
La necesidad de utilizar maquinaria pesada para la retirada de las defensas laterales
Río Órbigo. Santa Coloma de las Monjas. Zamora.
Crecida del Órbigo en las proximidades de su desembocadura en el Esla. Mota de protección adosada al núcleo de población. Este tipo de defensa es
más efectiva cuanto más cerca se encuentre de lo que intenta proteger. Se consigue así respetar la llanura de inundación y su capacidad de laminación.
Por otra parte, las obras son más baratas, ya que la altura y el tamaño de la mota ha de ser mucho menor que cuando se adosa a la orilla.
102
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
der comparar la información gráfica obtenida antes de la actuación.
van creciendo son las adecuadas y no aparecen especies invasoras, generalmente de
crecimiento más rápido pero que desplazan
a las autóctonas. El análisis puede enriquecerse con la toma de imágenes que sirvan
para el trabajo de los datos en gabinete.
Si hay duda sobre las especies, siempre se
puede consultar con algún experto o determinar con el uso de guías y claves.
¿Aparece colonización vegetal en el talud
restaurado?
Sí, vegetación autóctona / Sí, vegetación
alóctona / No
Tras la eliminación de las defensas laterales
comienza el proceso de colonización vegetal con especies de la zona adyacente. Es
importante estudiar si el proceso de colonización es activo o si, por el contrario, no hay
colonización o no es la adecuada.
¿Se han reacondicionado los accesos a la zona
tras la retirada de la maquinaria pesada utilizada para la restauración fluvial?
Sí, completamente / Sí, parcialmente / No
Es importante que cuando se realicen actuaciones de mejora y restauración fluvial
la zona no quede alterada posteriormente
debido al acceso de maquinaria pesada. Es
muy difícil volver a las condiciones iniciales
porque la maquinaria suele necesitar accesos adecuados al gran tamaño, pero hay que
intentar minimizar las afecciones en este
apartado.
¿Por qué es importante el proceso de colonización vegetal?
Este proceso se denomina en ecología sucesión. Su comienzo significa que la dinámica
fluvial se está recuperando. El desarrollo de
la vegetación va configurando un mosaico
que cambia y se mueve con las crecidas
(shifting habitat mosaic) que confiere dos
características ligadas a una gran biodiversidad: el cambio (dinamismo) y el efecto de
borde (mosaicismo). De ahí que la vegetación de ribera o ligada a la dinámica fluvial
pueda suponer hasta el 70 % de las especies presentes en un determinado territorio.
Cuanto más diversa sea la vegetación de
ribera, más diversa será la fauna ligada a los
hábitats ribereños. Por otra parte, la presencia de vegetación en las márgenes sirve
para frenar el flujo de agua en momentos
de crecida, laminando y depositando sedimentos.
¿Por qué es importante analizar ese parámetro?
Dado que se va a actuar para devolver la naturalidad al sistema fluvial, es contraproducente actuar de forma positiva en un ámbito
(cauce y márgenes) y de forma negativa en
otras zonas (riberas, bosques ribereños…).
¿Cómo se puede analizar este parámetro?
El análisis básico consiste en la observación
de los accesos construidos para poder acceder a la actuación y comprobar si ha existido
una recuperación posterior. Por ejemplo, si
se han habilitado caminos o sendas con material procedente de la obra, es conveniente
que se hayan retirado con posterioridad a la
finalización de la actuación. Restos de basura o material abandonado son otro ejemplo
de elementos que deberían eliminarse para
un reacondicionamiento de la zona.
¿Cómo se puede analizar la colonización
vegetal?
Se debe acudir al campo con posterioridad
a la retirada de la defensa, dejando un plazo
para que la vegetación pueda empezar a colonizar la zona. En visitas posteriores se deberá analizar la composición y la estructura
de la vegetación para ver si las especies que
103
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Ficha de actuaciones de restauración
de vegetación ribereña
¿Es estrictamente necesario llevar a cabo una
actuación de restauración de la vegetación
de ribera?
Esto esa algo que debemos matizar, ya que es
más correcto hablar de vegetación de ribera,
que de bosque de ribera. En muchas riberas,
debido a una fuerte dinámica fluvial, la vegetación no puede alcanzar una fisonomía de
“bosque”, sino que se queda en etapas sucesionales herbáceas y arbustivas, de porte
más bajo; o se desarrollan bosques de escasa
cobertura que no alcanzan la madurez debido a la elevada frecuencia de las crecidas.
Sí / No
La pregunta aunque resulte chocante, es
de lo más pertinente. La breve historia de
la restauración de ríos nos muestra que, en
muchos casos, se confunde restauración
de ríos con “jardinería fluvial”. En efecto,
muchas personas ajenas a este ámbito de
trabajo piensan que restaurar ríos es plantar árboles de ribera. Además, numerosos
técnicos y “expertos” se enfrentan a este
tipo de actuaciones con poca preparación y
muchos prejuicios, entre los cuales destaca
el que la mejor actuación de restauración
de ríos es plantar árboles para “recuperar el
bosque de ribera”.
Se da la paradoja de que numerosos bosques
galería se han desarrollado en tramos de
ríos muy modificados. Es muy frecuente que
aguas abajo de grandes embalses, cuando
éstos tienen suficiente capacidad para laminar las puntas de avenida, la estabilización del cauce favorece el desarrollo de una
vegetación de ribera de porte arbóreo que
en condiciones normales no se daría y que
puede incluso llegar a ocupar una buena
parte del cauce. Por otra parte, cuando el
río se usa para transportar agua de riego,
en verano, los caudales son anormalmente
altos y ponen a disposición de la vegetación
de ribera una lámina de agua más alta que
Las preguntas referentes al análisis son las siguientes:
Datos básicos
Curso fluvial: Nombre del río o arroyo.
Cuenca: Cuenca hidrográfica en la que se enmarca el curso fluvial. Si se trata de un arroyo o
un tributario de escasa entidad, conviene localizarlo con respecto a una subcuenca definida
por un tributario de importancia dentro de la cuenca hidrográfica que nos encontremos.
Coordenadas: Localización geográfica.
Municipio/localidad: También se puede incluir información del topónimo del lugar.
Fecha de la visita al campo.
Fecha de la actuación: Es importante conocer la fecha de la realización de la actuación para
establecer la temporalidad al completar la ficha.
Denominación de la actuación: Título del proyecto o descripción del mismo de forma breve.
Entrada de datos realizada por: Puede ser un nombre particular o una asociación.
Caudal: Alto; Normal; Bajo; Sin caudal (en el momento de observación). Si se lleva a cabo
un aforo directo consignar el dato. Si se conoce a través de una red de hidrometría, también.
Uso de la zona: Ocio/recreativo; Urbano; Agrícola; Sin uso definido.
104
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
Río Moros. Valdeprados. Segovia.
En zonas encañonadas de ríos no regulados o con escasa regulación como es el caso del cañón de Guijasalvas, la vegetación de ribera no alcanza ni un
gran porte ni una gran cobertura, pues la velocidad del agua durante las crecidas lo impide.
la correspondiente al estiaje, que garantiza
más disponibilidad de agua freática coincidiendo con el periodo vegetativo. En tramos
en los que tenemos muchos azudes, con láminas de agua estabilizadas en verano ocurre lo mismo. Aún así, siendo un producto de
la modificación drástica de un ecosistema
acuático de naturaleza lótica, muchos de
estos bosques galería han sido incorporados
a la Red Natura 2000 bajo la denominación de Lugar de Importancia Comunitaria
de ribera, y cuando se plantean proyectos y
actuaciones de verdadera restauración fluvial, consistentes en devolver un régimen de
caudales más parecido al natural o devolver
espacio al río para que pueda desplazarse
lateralmente los responsables de la evaluación de impacto ambiental y de la Red
Natura 2000 ponen reparos a este tipo de
actuaciones al amparo de la “protección del
bosque de ribera”.
¿Se ha alterado la morfología de la zona?
Sí / No
La ribera es un terreno muy dinámico sometido a todo tipo de presiones. La mera recuperación de la misma, mediante operaciones
de retirada de obstáculos perpendiculares
y transversales u ocupaciones de terrenos
o liberación de caudales formativos, es la
mejor restauración. Una vez recuperado el
terreno, los procesos de sucesión secundaria que lleva a cabo la vegetación de ribera
de forma natural, tal y como veíamos en el
105
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
Río Duero. Pereruela. Zamora.
Meandro encajado al comienzo de Los Arribes entre los términos de Almaraz de Duero y Pereruela.Vegetación colonizadora de una barra semilunar
en la margen izquierda del río Duero. El aspecto nos indica que es una zona muy batida por las crecidas, de hecho es el cauce de aguas altas o cauce
propiamente dicho, en la que domina el suelo desnudo con gravas y arenas y una vegetación rala entre la que destacan algunas matas de tarajes
(Tamarix sp). En primer plano, ya sobre la terraza, unas matas de retama, vegetación de tipo climatófilo no de ribera.
apartado 7 de la anterior ficha, son más que
suficientes.
para ver la afección de la maquinaria sobre
el área. En caso de que exista una afección,
se pueden tomar medidas de longitud y grado de deterioro del área afectada.
¿Por qué es importante analizar las modificaciones de la morfología?
Porque la recuperación de las riberas no debería entrañar alteraciones de la morfología
de las orillas, dado que se va a restaurar un
elemento del río y no por ello se debe penalizar en otros elementos. Nunca es justificable llevar a cabo actuaciones de plantación
de vegetación de ribera alterando la morfología del cauce.
¿Se han utilizado especies autóctonas en la
restauración?
Sí / No
Es importante restaurar los espacios ribereños con especies naturales, autóctonas,
evitando el uso de especies ornamentales o
todas aquellas que no sean las que se desarrollan de forma natural en la zona. Lo mejor es huir de los viveros comerciales, a no
ser que nos garanticen mediante una adecuada trazabilidad, que la vegetación que
nos ofrecen es adecuada a la zona (taxones
idénticos a los presentes en la zona dónde
¿Cómo se puede cuantificar este parámetro?
Lo más adecuado es acudir al campo antes
de realizar la actuación para ver el estado general de la zona, tomando imágenes.
También se puede visitar en el momento en
que se realice la retirada de la vegetación,
106
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
vamos a actuar y procedentes de localizaciones ecológicamente similares).
alóctonas o clones genéticamente modificados que se utilizan en las plantaciones de
ribera pueden competir con las autóctonas
y desplazarlas, perdiéndose la riqueza que
existe en los bosques de ribera.
Lo más barato y práctico es el uso de estaquillas, aunque no todas las especies son
capaces de desarrollarse por este método.
Sauces y rosáceas se dan muy bien, mientras que álamos, fresnos y alisos no. Puede
resultar adecuado montar un pequeño vivero en la zona de actuación, en el cual podamos obtener planta a partir de semilla que
luego trasplantemos.
¿Cómo se puede cuantificar este parámetro?
Con un buen control de calidad de la planta
o de la semilla que se utilice. Si se trata
de estaquillas obtenidas “in situ” hay que
tener mucho cuidado cuando se obtienen
de sauce, ya que este género tienen numerosas especies y subespecies que hibridan
y podríamos estar propagando taxones que
no interesan. Existen tablas de identificación que nos pueden ayudar en estas cuestiones, y nunca está de más consultar a un
experto.
¿Por qué es importante usar especies
autóctonas?
Es importante porque están mejor adaptadas a las condiciones en las que se desarrolla
la actuación. Por otra parte, ciertas especies
Río Cea. Cea. León.
Una típica actuación con la vegetación de la ribera es su poda y aclareo, práctica que económicamente tiene poco sentido, ya que sirve para disminuir
la rugosidad durante períodos muy cortos. La capacidad de regeneración de este tipo de vegetación es muy grande, y tarda muy poco en volver al
estado original. Esta práctica ha ido sustituyendo a la eliminación total que se llevaba a cabo antes mediante maquinaria pesada, que implicaba la
destrucción de la morfología de toda la ribera y la desaparición de toda la vegetación de porte arbóreo y arbustivo.
107
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
¿Se ha realizado alguna actuación de conexión de las orillas con el cauce?
erosión naturales que se producen en todo
el territorio. Además, la ausencia de desconexiones también es importante para facilitar el desplazamiento de la fauna.
Sí / No porque ya existe conexión / No
La conexión de las riberas con el cauce es
fundamental para mantener el intercambio sedimentario y de nutrientes entre
ambos espacios. Las obras y modificaciones en estos espacios pueden limitar la
conexión, lo cual supone una pérdida de
calidad fluvial.
¿Cómo analizar las actuaciones de
conexión?
En caso de que exista alguna actuación, habría que analizar su tipología, en qué consiste, para qué se realiza y cuál es su función
principal.
¿Por qué es importante la conexión de
las orillas con el cauce?
Como ya se ha dicho, una buena conexión
favorece un correcto aporte sedimentario y
de nutrientes desde el cauce a las márgenes,
en momentos de crecida, y viceversa, desde las márgenes al cauce en los procesos de
¿Hay individuos secos o muertos que indiquen una mala conexión del nivel freático?
Sí, muchos / Sí, algunos / No
Si las zonas donde se llevan a cabo las
plantaciones no son las adecuadas, o se
Cauce seco del río Arevalillo. Arévalo. Ávila.
Entre la vegetación de los ríos destacan por su importancia las algas, si bien no son propiamente plantas y constituyen un grupo filogenéticamente
heterogéneo. Su importancia es enorme ya que de ellas depende buena parte de la producción primaria del ecosistema fluvial, y por otra parte tienen
valor bioindicador de la calidad físico-química del agua. Aquí se puede observar una bioderma, que nos recuerda algunos tipos de geotextil. Se trata
de los restos filamentosos entrelazados que quedan cuando se secan los humedales o los ríos. En muchos casos, estas biodermas pueden indicar un
problema de eutrofización del agua.
108
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
Río Sequillo. San Pedro de Latarce. Valladolid.
En los ríos canalizados, si no se pueden descanalizar, conviene llevar a cabo actuaciones de revegetación. Se supone que cuando se desarrolle una
vegetación que dé sombra, un dosel, se produce una disminución de la cobertura de macrofitas en el cauce, en este caso espadañas (Typha sp) aunque
lo cierto es que estas condiciones son muy teóricas y hay que llevar a cabo labores muy intensas para obtener resultados. En la imagen se aprecian
plantaciones de álamos y sauces.
¿Por qué es importante analizar la
conexión del freático?
Si las orillas han quedado elevadas por encima del nivel del cauce de una forma notable, es complicado que el nivel freático
alcance una cota suficiente para las raíces
de la vegetación de ribera, por lo que el
aporte de agua será deficiente y se producirá mortandad de ejemplares y colonización
por parte de especies adaptadas a la falta
de agua.
llevan a cabo un año excepcionalmente
seco, puede darse una mortandad elevada. Evidentemente, dependiendo de la vegetación empleada en la restauración el
acceso al nivel freático será más o menos
fácil. Así la estaquilla ha de plantarse en
la ribera propiamente dicha, próxima al
nivel de aguas bajas, mientras que si se
emplea planta y se dispone de maquinaria,
la plantación puede llevarse a cabo a raíz
profunda, lo que facilita el acceso de la
planta al agua. Se pueden dar riegos, aunque encarece mucho las labores. En cualquier caso, no está de más plantearse las
labores de plantación a medio/largo plazo,
en sucesivas campañas que supongan la
reposición de las marras de los años anteriores.
¿Cómo analizar la conexión con el
freático?
Hay que observar en campo si se ha producido una fuerte incisión del lecho, con la
aparición de escarpes o terrazas que quedan colgadas a una altura excesiva (varios
109
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
metros), lo cual suele originar un descenso
del nivel freático en las riberas. Además, se
puede analizar la estructura interna de los
bosques ribereños para ver si hay individuos
secos y muertos, contabilizándolos para, en
posteriores visitas al campo, poder comparar si hay un incremento de ellos.
riberas se debe a la presencia de un mosaico
que cambia con el tiempo, con una estratificación diferente en cada caso, que será mínima en las zonas muy batidas por las crecidas
y máxima en las zonas más consolidadas.
¿Por qué es importante la presencia
de diferentes estratos?
Los estratos dan riqueza al ecosistema ribereño ya que diversifican su fisonomía. Además, la existencia de estratos herbáceos o
arbustivos tendrá una importante labor de
laminación y reducción de las afecciones
en momentos de crecida. Otra función muy
importante de estos estratos inferiores es
la de proporcionar refugio y generar nuevos
hábitats para la fauna que convive en los
espacios ribereños.
¿Se observa una mejora de la estructura ribereña con la aparición de nuevos estratos
(herbáceo, subarbustivo, arbustivo, lianoide,
arbóreo)?
Sí, en toda la zona / Sí, en algunas zonas
/ No
La vegetación ribereña no se compone únicamente de especies arbóreas. La riqueza de las
Río Tormes. La Angostura. Ávila.
Ejemplo de vegetación de ribera de buena calidad en un tramo de río no regulado y muy dinámico. La combinación de barras desnudas y estratos
de vegetación de diverso porte, sin que exista dominancia ni exceso de madurez de la misma, es un síntoma de calidad ecológica en los ecosistemas
fluviales ribereños.
110
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
¿Cómo se puede analizar este parámetro?
Se puede acudir al campo con posterioridad a la actuación de restauración, dando
el tiempo suficiente para que se pueda desarrollar la vegetación, analizando la presencia de los diferentes estratos en la zona
de ribera sobre la que se ha actuado. Se
debería comparar con algún bosque de ribera naturalizado para poder valorar el desarrollo, porque pueden darse casos en los
que el área restaurada no permita, por sus
caracteres naturales, la generación de un
sotobosque denso.
Geométrica (a marco real) / Aleatoria /
Ambas
Las restauraciones de ribera se deben realizar de forma aleatoria, colocando las especies de forma desordenada, aleatoriamente. Se deben evitar las formas lineales o de
geometría sencilla.
¿Por qué es importante la forma de la
plantación?
Es importante que la plantación se realice
de forma aleatoria porque eso implica una
mayor naturalidad. Cierta alineación es inevitable, dado el ámbito lineal de las intervenciones, pero debe minimizarse.
¿Hay mucha variedad de especies?
¿Se han reacondicionado los accesos a la
zona tras la retirada de la maquinaria pesada
utilizada para la restauración fluvial?
Sí, más de 5 / Sí, pero menos de 5 / No
Las riberas naturales se caracterizan por tener una amplia variedad de especies en su
composición, dotando de una riqueza especial a estas formaciones.
Sí, completamente / Sí, parcialmente / No
Es importante que cuando se realicen actuaciones de mejora y restauración fluvial
la zona no quede alterada posteriormente
debido al acceso de maquinaria pesada. Es
muy difícil volver a las condiciones iniciales
porque la maquinaria suele necesitar accesos adecuados a su gran tamaño, pero hay
que intentar minimizar las afecciones en
este apartado.
¿Por qué es importante la variedad de
especies?
Cuando se realizan actuaciones de restauración de vegetación de ribera es importante que la riqueza de las formaciones
no se pierda, por lo que es conveniente
incluir, en caso de que se planten nuevos
ejemplares, individuos de varias especies
autóctonas.
¿Por qué es importante analizar ese
parámetro?
Dado que se va a actuar para devolver la naturalidad al sistema fluvial, es contraproducente actuar de forma positiva en un ámbito
(cauce y márgenes) y de forma negativa en
otras zonas (riberas, bosques ribereños…).
¿Cómo analizar la variedad de especies?
Se pueden realizar inventarios de vegetación en las nuevas zonas restauradas y
compararlos con inventarios realizados en
bosques sin intervención. De esta forma se
pueden comparar los resultados y ver si la
diversidad es alta o no.
¿Cómo se puede analizar este parámetro?
El análisis básico consiste en la observación de los accesos construidos para poder
acceder a la actuación y ver si ha existido
una recuperación posterior. Por ejemplo,
¿La restauración se ha hecho de forma
geométrica (lineal) o aleatoria?
111
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
si se han habilitado caminos o sendas con
material procedente de la obra, es conveniente que se hayan retirado con posterioridad a la finalización de la actuación. Res-
tos de basura y material abandonado son
otros ejemplos de elementos que deberían
eliminarse para un reacondicionamiento
de la zona.
Río Valderaduey. Becilla de Valderaduey. Valladolid.
En los ríos canalizados es muy frecuente que se desarrolle una vegetación que nada tiene que ver con la que tenía el río en sus condiciones originales.
La simplificación de formas que supone una rectificación en planta, sección y perfil del cauce conduce a un medio uniforme que ocupa de forma
masiva un solo tipo de vegetación, en este caso palustre, ya que la especie dominante de este cañaveral es el carrizo (Phragmites australis). En algunos
casos, se produce una colonización por parte de especies invasoras, como está ocurriendo con la caña (Arundo donax) y el camalote (Eichhornia
crassipes) en las cuencas del centro y sur de nuestro país.
112
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
FICHA DE RETIRADA DE ELEMENTOS TRANSVERSALES EN EL CAUCE (AZUDES, VADOS, PRESAS)
Curso fluvial:
Coordenadas
Fecha de la visita
al campo
Cuenca/subcuenca
Municipio/localidad/topónimo
Fecha de la actuación
Denominación
de la actuación
Caudal
Entrada de datos
realizada por
Uso de la zona
¿Quedan restos de la estructura en el cauce?
SÍ
NO
SÍ, EN UNA
MARGEN
SÍ, EN AMBAS
MÁRGENES
NO
SÍ, EN UNA
MARGEN
SÍ, EN AMBAS
NO
MÁRGENES
En caso de que se pueda cuantificar,
cm o m de erosión
Observaciones:
¿Quedan restos de la estructura en las orillas?
Observaciones:
¿Se observan procesos de erosión lateral
o descalces en las orillas?
Observaciones:
¿Se observa incisión en el cauce?
SÍ
Observaciones:
En caso de que se pueda cuantificar,
cm o m de erosión
¿Se observan cambios en la estructura de la sedimentación
o sedimentos que no se correspondan con los localizados
aguas arriba y abajo de la zona de actuación?
Observaciones:
SÍ
¿Se observa, aguas abajo del azud retirado, una gran
cantidad de material sedimentario procedente en su
mayoría del antiguo vaso del azud?
Observaciones:
SÍ
¿Hay exceso de vegetación en el cauce?
Observaciones:
SÍ
NO
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
¿Se han reacondicionado los accesos a la zona
tras la retirada de la maquinaria pesada utilizada
para la restauración fluvial?
NO
NO
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
NO
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
SÍ,
TOTALMENTE
Observaciones:
113
SÍ,
PARCIALMENTE
NO
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
FICHA DE RETIRADA DE MOTAS / DEFENSAS LATERALES
Curso fluvial:
Coordenadas
Fecha de la visita
al campo
Cuenca/subcuenca
Municipio/localidad/topónimo
Fecha de la actuación
Denominación
de la actuación
Caudal
Entrada de datos
realizada por
Uso de la zona
¿Se ha eliminado la mota/defensa lateral en su totalidad?
Sí, ELIMINACIÓN
TOTAL
NO, SÓLO
PARCIALMENTE
NO, PERO SE HA
SUSTITUIDO POR
MEDIDAS BLANDAS
Observaciones:
¿Quedan restos de la estructura en el cauce?
SÍ
NO
Observaciones:
¿Quedan restos de la estructura en las orillas?
SÍ, EN UNA
MARGEN
SÍ, EN AMBAS
MÁRGENES
NO
Observaciones:
¿Se observan procesos de erosión lateral o descalces
en las orillas?
Observaciones:
SÍ, EN UNA
MARGEN
SÍ, EN AMBAS
NO
MÁRGENES
En caso de que se pueda cuantificar,
cm o m de erosión
¿Se observa incisión en el cauce?
SÍ
Observaciones:
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
¿Se ha alterado el cauce al retirar la mota/defensa lateral?
SÍ, GRAVEMENTE
SÍ, LIGERAMENTE
NO
NO
Observaciones:
¿Aparece colonización vegetal en el talud restaurado?
Observaciones:
¿Se han reacondicionado los accesos a la zona
tras la retirada de la maquinaria pesada utilizada
para la restauración fluvial?
SÍ, AUTÓCTONA
SÍ,
TOTALMENTE
Observaciones:
114
SÍ, ALÓCTONA
NO
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
SÍ,
PARCIALMENTE
NO
Seguimiento de las actuaciones de restauración fluvial
FICHA DE ACTUACIONES DE RESTAURACIÓN DE VEGETACIÓN RIBEREÑA
Curso fluvial:
Coordenadas
Fecha de la visita
al campo
Cuenca/subcuenca
Municipio/localidad/topónimo
Fecha de la actuación
Denominación
de la actuación
Caudal
Entrada de datos
realizada por
Uso de la zona
¿Se ha alterado la morfología de la zona?
Observaciones:
SÍ
NO
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
¿Se han utilizado especies autóctonas en la restauración?
Observaciones:
SÍ
NO
Superficie aproximada
¿Se ha realizado alguna actuación de conexión
de las márgenes con el cauce?
Observaciones:
SÍ
NO, PORQUE YA
NO
EXISTE
Si se ha realizado actuación, ¿en qué ha
consistido?
¿Hay individuos secos o muertos que indiquen
una mala conexión del nivel freático?
Observaciones:
SÍ,
MUCHOS
SÍ,
NO
ALGUNOS
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie o número aproximado
¿Se observa una mejora de la estructura ribereña
con la aparición de nuevos estratos (herbáceo,
subarbustivo, arbustivo, lianoide, arbóreo)?
Observaciones:
¿Hay mucha variedad de especies?
SÍ, EN TODA
LA ZONA
SÍ,
MÁS DE 5
Observaciones:
¿La restauración se ha hecho de forma
geométrica (lineal) o aleatoria?
Observaciones:
¿Se han reacondicionado los accesos a la zona
tras la retirada de la maquinaria pesada utilizada
para la restauración fluvial?
GEOMÉTRICA
SÍ, EN ALGUNA
ZONA
NO
SÍ, PERO
MENOS DE 5
Determinación de
la especies/taxones
NO
ALEATORIA
AMBAS
En caso de que se pueda cuantificar,
superficie aproximada
SÍ,
TOTALMENTE
Observaciones:
115
SÍ,
PARCIALMENTE
NO
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
116
REFERENCIAS
1. Referencias bibliográficas
2. Referencias en Internet
3. Referencias normativas
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
1. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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and analysis of river channels. Wiley, 133 p.,
Chichester.
Thorne, C.R.; Hey, R.D. y Newson, M.D. (Eds.,
1997) Applied Fluvial Geomorphology for
River Engineering and Management. Wiley,
376 p. Chichester.
119
nota
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
2. REFERENCIAS EN INTERNET
• Restore Rivers
http://www.restorerivers.eu/
Para completar las referencias documentales,
no se puede dejar pasar la oportunidad de incluir algunas reseñas de internet, que facilitan
el conocimiento del agua y los ecosistemas
acuáticos, de sus presiones e impactos y de
diversos instrumentos para su gestión, y que
pueden resultar útiles para todo aquel que se
aproxime a la presente publicación, sirviéndole
como introducción en la conservación y restauración fluvial en general. Por supuesto que
hay muchísimas más, pero en las páginas indicadas hay a su vez otros enlaces que llevan a
portales cada vez más especializados. También
se incluyen algunas direcciones de sistemas de
información geográfica siempre interesantes
para la realización de trabajos en campo.
• ONU - UN-Water
http://www.unwater.org/
• Convención Ramsar
http://www.ramsar.org/cda/es/ramsarhome/main/ramsar/1_4000_2__
Centros de restauración fluvial
• Centro ibérico de restauración fluvial (CIREF)
http://www.cirefluvial.com/
• European Centre for River Restoration (ECRR)
http://www.ecrr.org/
• Centro italiano per la riqualificazione fluviale (CRIF)
http://www.cirf.org/italian/home.html
• The River Restoration Centre
http://www.therrc.co.uk/
Dado el carácter divulgativo de esta publicación, hemos considerado conveniente incluir
también algunas referencias de educación ambiental que ofrecen herramientas a los educadores ambientales para dar a conocer el funcionamiento de los ríos.
• Australian River Restoration Centre (ARRC)
http://arrc.com.au/
Otros organismos: agencias de medio
ambiente, institutos de agua, etc
Webs institucionales
• International River Foundation
http://www.riverfoundation.org.au/index.php
• Confederación Hidrográfica del Duero
http://www.chduero.es/
• Wetlands International
http://www.wetlands.org/
• Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente (MAGRAMA) - apartado
restauración fluvial (Estrategia Nacional de
Restauración de Ríos)
http://www.magrama.gob.es/es/agua/
temas/delimitacion-y-restauracion-deldominio-publico-hidraulico/estrategianacional-restauracion-rios/
• Agencia de Medio Ambiente, Reino Unido
http://www.environment-agency.gov.uk/
• Institute of Water, Reino Unido
https://www.instituteofwater.org.uk/
• Oficina nacional del agua y de medios acuáticos, Francia
http://www.onema.fr/IMG/pdf/elementsdhydromorphologie-fluviale.pdf
• Centro de estudios y experimentación de
obras públicas (CEDEX)
http://www.cedex.es/CEDEX/lang_castellano/
• Agencia del Agua del Ródano, Mediterráneo
y Córcega
http://www.eaurmc.fr/index.php?quisommes-nous
• Unión Europea - water
http://ec.europa.eu/environment/water/index_en.htm
• Agencia para la Protección del Medio Ambiente, Estados Unidos
http://www.epa.gov/ebtpages/water.html
• Agencia Europea de Medio Ambiente
http://www.eea.europa.eu/es
120
Referencias
• Materiales educativos Ecomilenio
http://www.ecomilenio.es/comunicacion/
materiales-educativos
• Institute for Water Resources, Estados Unidos
http://www.iwr.usace.army.mil/
• American Rivers, Estados Unidos
http://www.americanrivers.org/
• Agua y educación ambiental, Universidad de
Salamanca
http://cidta.usal.es/cursos/agua/modulos/
principal/principal.htm
• Gobierno de Victoria, Australia
http://www.water.vic.gov.au/environment/
rivers
• Los ríos y la educación ambiental en el Reino
Unido
http://www.kenttrustweb.org.uk/kentict/
kentict_subjects_geo_investriver.cfm
Páginas informativas y divulgativas
• Webs del agua en España
http://www.iagua.es/
• Agua y sus diferentes estados, Unicef
http://www.enredate.org/actividades
• Instituto Universitario de Ciencias Ambientales (IUCA)
http://iuca.unizar.es/
• Ciclo del agua, US Geological Survey
http://ga.water.usgs.gov/edu/watercycle-kidsadv.html
• Voluntarios por el Duero
http://voluntaduero.blogspot.com.es/
• National Geographic
http://environment.nationalgeographic.
com/environment/freshwater
Toma
• US Geological Survey
http://www.usgs.gov/
• International Rivers, people, water, life, Estados Unidos
h t t p : / / w w w. i n t e r n a t i o n a l r i v e r s .
org/resources/civil-society-guideto-healthy-rivers-and-climate-resilience8104?goback=%2Egde_167110_member_5813011343791370242#%21
Visores cartográficos
• MÍRAME - Confederación Hidrográfica del
Duero
http://www.mirame.chduero.es/DMADuero_09/
index.faces
• IBERPIX - Instituto Geográfico Nacional
http://www.ign.es/iberpix2/visor/
• GOOGLE Maps
h t t p s : / / w w w. g o o g l e . c o m / m a p s /
preview?authuser=0
Educación ambiental
• Centro Nacional de Educación Ambiental
(CENEAM)
http://www.magrama.gob.es/es/ceneam/
121
nota
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
3. REFERENCIAS NORMATIVAS
dales sólidos o la vegetación autóctona de
ribera.
En los últimos años, la legislación de aguas ha
sufrido diversas modificaciones que la han ido
aproximando a los principios inspiradores de la
Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/60/
CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 23
de octubre de 2000 por la que se establece un
marco comunitario de actuación en el ámbito
de la política de aguas, Diario Oficial de las Comunidades Europeas 22.12.2000), con el objetivo último de conseguir el buen estado de
todas las masas de agua.
TEXTO REFUNDIDO DE LA LEY DE
AGUAS, APROBADO POR REAL DECRETO
LEGISLATIVO 1/2001, DE 20 DE JULIO
Artículo 98. Limitaciones medioambientales a las autorizaciones y concesiones.
Los Organismos de cuenca, en las concesiones
y autorizaciones que otorguen, adoptarán las
medidas necesarias para hacer compatible el
aprovechamiento con el respeto del medio ambiente y garantizar los caudales ecológicos o
demandas ambientales previstas en la planificación hidrológica.
Muchas de las indicaciones recogidas en esta
guía acerca de la forma de actuar sobre los
espacios fluviales, bien para evitar su degradación o bien para procurar su restauración,
tienen hoy sustento en estas normas jurídicas.
Ello facilita a la Administración hidráulica la
fundamentación jurídica tanto de informes
como de resoluciones de autorizaciones y concesiones, y tanto frente a iniciativas promovidas por particulares como por organismos
públicos. También facilita a particulares y entidades la realización de alegaciones en trámites
de información y participación pública. Todo
ello en beneficio de la transparencia y la seguridad jurídica.
En la tramitación de concesiones y autorizaciones que afecten al dominio público hidráulico que pudieran implicar riesgos para el medio
ambiente, será preceptiva la presentación de
un informe sobre los posibles efectos nocivos
para el medio, del que se dará traslado al órgano ambiental competente para que se pronuncie sobre las medidas correctoras que, a su
juicio, deban introducirse como consecuencia
del informe presentado. Sin perjuicio de los supuestos en que resulte obligatorio, conforme
a lo previsto en la normativa vigente, en los
casos en que el Organismo de cuenca presuma
la existencia de un riesgo grave para el medio ambiente, someterá igualmente a la consideración del órgano ambiental competente
la conveniencia de iniciar el procedimiento de
evaluación de impacto ambiental.
Téngase también en cuenta que otras normativas ambientales ofrecen argumentos adicionales o refuerzan los mencionados. De gran valor
en este sentido resultan ser las normativas de
pesca y ecosistemas fluviales de las Comunidades Autónomas, así como la Ley 42/2007,
de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad,
y el Plan Estratégico de Patrimonio Natural y
de la Biodiversidad, aprobado por Real Decreto
1274/2011, de 16 de septiembre.
REGLAMENTO DEL DOMINIO PÚBLICO
HIDRÁULICO, APROBADO POR REAL
DECRETO 849/1986, DE 11 DE ABRIL
Por supuesto no es objeto de esta publicación
hacer un análisis detallado de estas normas,
pero se trascriben a continuación algunos de
los artículos de la legislación de aguas que
resultan de mayor interés para fundamentar
la importancia de valores como la continuidad longitudinal y lateral de los cauces, su
morfología natural e hidrodinámica, los cau-
Artículo 72.
1. La utilización o aprovechamiento por los
particulares de los cauces o de los bienes
situados en ellos requerirá la previa autorización administrativa.
122
Referencias
de cuenca exigirá la instalación y adecuada
conservación de dispositivos que garanticen
su franqueabilidad por la ictiofauna autóctona. Igual exigencia tendrá lugar para las
obras de este tipo existentes, vinculadas a
concesiones y autorizaciones que incluyan
esta obligación en su condicionado o que
deban incorporar tales dispositivos en aplicación de la legalidad vigente.
2. En el otorgamiento de autorizaciones para
aprovechamientos de áridos, vegetación arbórea o arbustiva, establecimiento de puentes o pasarelas, embarcaderos e instalaciones para baños públicos, se considerará la
posible incidencia ecológica desfavorable,
debiendo exigirse las adecuadas garantías
para la restitución del medio.
3. Las autorizaciones para siembras y plantaciones se otorgarán por un plazo máximo
igual al del ciclo vegetativo de la especie
correspondiente.
Se podrá prescindir temporalmente de estos
dispositivos por criterios ambientales o por
inviabilidad técnica, a justificar adecuadamente en cada caso. En función de la evolución ambiental del tramo o de la mejora de
las técnicas, el Organismo de cuenca podrá
exigir su instalación cuando las condiciones
así lo aconsejen.
4. Al amparo de estas autorizaciones no se podrán llevar a cabo, en ningún caso, obras de
movimientos de tierras que alteren la sección del cauce o su configuración.
Artículo 74.
3. En las obras y en la tramitación de expedientes de autorizaciones y concesiones que
correspondan a obras de defensa frente a
inundaciones, el Organismo de cuenca tendrá en cuenta los posibles efectos sobre el
estado de las masas de agua. Salvo casos excepcionales, solo podrán construirse obras
de defensa sobreelevadas lateralmente a los
cauces en la zona de flujo preferente cuando protejan poblaciones e infraestructuras
públicas existentes.
3 bis. Las autorizaciones de siembras, plantaciones o corta de árboles, establecerán la obligación al titular de restituir el terreno a su
condición anterior, lo que puede incluir entre
otros el destoconado, plantación de vegetación de ribera autóctona y eliminación de
obras de defensa, salvo que se obtenga una
nueva autorización para seguir con el cultivo
durante el siguiente período vegetativo.
4. Al amparo de estas autorizaciones no se podrán llevar a cabo, en ningún caso, obras de
movimientos de tierras que alteren la sección del cauce o su configuración.
4. El Organismo de cuenca promoverá la eliminación de infraestructuras que, dentro del
dominio público hidráulico, se encuentren
abandonadas sin cumplir función alguna
ligada al aprovechamiento de las aguas, teniendo en consideración la seguridad de las
personas y los bienes y valorando el efecto
ambiental y económico de cada actuación.
Artículo 126 bis. Condiciones para garantizar la continuidad fluvial.
1. El Organismo de cuenca promoverá el respeto
a la continuidad longitudinal y lateral de los
cauces compatibilizándolo con los usos actuales del agua y las infraestructuras hidráulicas recogidas en la planificación hidrológica.
5. Para el otorgamiento de nuevas autorizaciones o concesiones de obras transversales al
cauce, que por su naturaleza y dimensiones
puedan afectar significativamente al transporte de sedimentos, será exigible una evaluación del impacto de dichas obras sobre el
régimen de transporte de sedimentos del cauce. En la explotación de dichas obras se adoptarán medidas para minimizar dicho impacto.
2. En los condicionados de las nuevas concesiones y autorizaciones o de la modificación
o revisión de las existentes, que incluyan
obras transversales en el cauce el Organismo
123
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
NORMATIVA DEL PLAN HIDROLÓGICO DE
LA PARTE ESPAÑOLA DE LA DEMARCACIÓN
HIDROGRÁFICA DEL DUERO, APROBADO
POR REAL DECRETO 478/2013, DE 21 DE
JUNIO
materiales que supongan su reducción o limiten su franqueabilidad por las especies de
fauna autóctona, en particular peces, presentes en el tramo afectado o que potencialmente pudiera poblarlo.
Artículo 57. Condicionado particular para
obras en cauce, zona de servidumbre y
zona de policía.
d) Puentes, pasarelas: La construcción de
puentes o pasarelas no deberá mermar la
capacidad de desagüe del propio cauce ni
suponer una limitación para su franqueabilidad por las especies autóctonas presentes
en el tramo afectado o que potencialmente
pudieran poblarlo.
Con el objetivo de garantizar adecuadamente
la protección del ambiente fluvial, con carácter adicional a los criterios hidrológicos establecidos en los artículos 126 y 126 bis del
Reglamento del Dominio Público Hidráulico y
en el artículo 72 del Plan, para el caso de zonas inundables, las obras que se ejecuten en el
cauce, en la zona de servidumbre y en la zona
de policía, así como las autorizaciones que en
cada caso correspondan, tendrán en cuenta los
siguientes criterios:
Artículo 58.
2. Las extracciones de áridos que se realicen
en la cuenca del Duero deberán respetar
las condiciones morfológicas naturales del
cauce y su hidrodinámica, no debiendo inducir modificaciones en las mismas. La distancia mínima de la explotación al cauce se
determinará en cada caso atendiendo a las
características del cauce y del propio terreno, para lo cual se tendrán en cuenta las
bandas de protección señaladas en el artículo 70, y las bandas de protección de las
zonas húmedas establecidas conforme al
artículo 80.4, sin perjuicio de lo establecido
en el apartado 7.
a) Encauzamientos en suelo rústico: Como
norma general, no se admitirán las actuaciones de rectificación en planta, pendiente y sección de cauces y de sobreelevación
mediante motas o muros que, puedan alterar las condiciones de inundabilidad. Las
excepciones a esta norma se estudiarán
singularmente, conforme al artículo 126
del Reglamento del Dominio Público Hidráulico.
8. No serán aprovechables como áridos los
materiales acumulados de forma natural
en el paramento de aguas arriba de las
presas, azudes o traviesas. Para su movilización se requerirá autorización expresa
del organismo de cuenca, en la que se establecerán las condiciones técnicas para
su realización y que, en general y salvo
justificación técnica que lo desaconseje,
conducirán al depósito de los sedimentos
aguas abajo del obstáculo al objeto de no
alterar el caudal sólido conforme a lo previsto en el artículo 73.
b) Entubado o cobertura de cauces en suelo
rústico: No se admitirá, con carácter general, el entubado o la cobertura de un cauce
en suelo rústico, salvo que la alternativa
resultase económicamente desproporcionada, en cuyo caso se acompañará a la solicitud un estudio que justifique la nueva
modificación cumplimentando los distintos extremos que se incluyen en la ficha
sobre nuevas alteraciones prevista en el
anexo 3.7.
Artículo 59.
c) Badenes rebosables: Para la construcción
de badenes que faciliten el cruce de vías de
comunicación por el cauce se exigirá que la
sección ocupada del cauce no se cubra con
1. No se realizarán plantaciones de cultivos
arbóreos en el cauce ni en su zona de ser124
Referencias
Artículo 71. Ruptura de la continuidad
del cauce.
vidumbre. Adicionalmente en las bandas de
protección del cauce señaladas en el artículo
70, así como en las bandas de protección de
las zonas húmedas establecidas conforme al
artículo 80.4, podrán realizarse plantaciones con vegetación autóctona de ribera, en
marcos irregulares, estructurados en distintas clases de edad y con diversas especies
arbóreas y arbustivas que no comprometan
la riqueza genética de las especies y poblaciones propias de la cuenca del Duero.
1. La continuidad longitudinal y la conectividad
lateral de los cauces es un valor que debe ser
protegido. En particular, no podrá ser limitada
cuando ello conlleve el deterioro del estado
de la masa de agua implicada; sin perjuicio
de lo establecido en el artículo 24, en relación a nuevas modificaciones o alteraciones.
2. De conformidad con el artículo 126 bis del
Reglamento del Dominio Público Hidráulico, cualquier obra que se realice sobre el
cauce independientemente de cual sea su
finalidad, bien se trate de azudes, captaciones, derivaciones, instalaciones de medida
o cualquier otra actuación, deberá llevarse
a cabo garantizando su franqueabilidad,
tanto en ascenso como en descenso, por la
ictiofauna autóctona presente en el tramo
afectado o por la que potencialmente corresponde que pueble el mismo. A tal efecto,
las citadas obras e instalaciones contarán
con los correspondientes pasos por los que
deberá circular un caudal de agua y sedimentos adecuado al propósito perseguido,
y que figuraran en los condicionados de las
nuevas concesiones, o en las que sean revisadas o modificadas.
Artículo 70. Protección de la morfología
fluvial.
Con la finalidad de mejorar la protección de
la morfología fluvial ante la incidencia ecológica desfavorable de los aprovechamientos
de áridos, de pastos y de vegetación arbórea
o arbustiva, el establecimiento de puentes o
pasarelas, embarcaderos e instalaciones para
baños públicos, y en particular, a los efectos de
su autorización o concesión, en función de su
importancia y magnitud, los ríos de la cuenca
del Duero se clasifican en:
a) Clase 1: Ríos principales de la cuenca, con
largos recorridos, importantes caudales y
extensas formaciones de ribera. La banda
de protección para estos ríos se fija en 15 m
en cada margen.
3. La franqueabilidad de las nuevas infraestructuras se incorporará en los condicionados de las nuevas concesiones así
como en las que sean revisadas o modificadas. Las infraestructuras restantes con
altura sobre cauce menor de 10 m, que no
resulten franqueables, deberán adecuarse para garantizar la continuidad de los
cauces.
b) Clase 2: Ríos medios, de caudal y longitud
importante y, en su caso, con buenas formaciones de ribera en parte de su trazado. La
banda de protección para estos ríos se fija
en 10 m en cada margen.
c) Clase 3: Resto de los ríos, arroyos y otros
cauces de la cuenca, de menor dimensión
y en ocasiones rectificados, encauzados y
sin vegetación de ribera natural. La banda
de protección para estos casos se fija en 5
m en cada margen, coincidiendo con la anchura de la zona de servidumbre.
4. La Confederación Hidrográfica del Duero,
de conformidad con el artículo 28 del Plan
Hidrológico Nacional y el artículo 126 bis
4 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, valorando el efecto ambiental y
económico de cada caso, podrá impulsar la
demolición de las infraestructuras que no
cumplan ninguna función ligada al apro-
Los tramos fluviales asignados a las clases 1
y 2 se relacionan en el Anexo 8.1, el resto de
los ríos se incluyen en la clase 3.
125
HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
LEY 10/2001, DE 5 DE JULIO, DEL PLAN
HIDROLÓGICO NACIONAL
vechamiento de las aguas contando con la
correspondiente autorización o concesión
y, por tanto, se encuentren abandonadas,
previa tramitación del expediente de extinción o modificación de características iniciado de oficio.
Artículo 28. Protección del dominio
público hidráulico y actuaciones en zonas
inundables.
5. La evaluación de la franqueabilidad se llevará a cabo conforme a los indicadores hidromorfológicos de continuidad para la valoración del estado de las masas de agua de
la categoría río establecidos en el artículo
12 y en los Anexos 2.11 y 2.12.
1. En el dominio público hidráulico se adoptarán las medidas necesarias para corregir las
situaciones que afecten a su protección, incluyendo la eliminación de construcciones y
demás instalaciones situadas en el mismo.
El Ministerio de Medio Ambiente impulsará
la tramitación de los expedientes de deslinde del dominio público hidráulico en aquellos tramos de ríos, arroyos y ramblas que se
considere necesario para prevenir, controlar
y proteger dicho dominio.
6. La continuidad lateral entre el cauce y la
zona de inundación, fuera de tramos urbanos, deberá ser respetada. En particular, no
podrán desarrollarse defensas sobreelevadas (motas) que aíslen el canal de su llanura
de inundación sin la previa evaluación de
sus impactos ambientales, conforme a los
artículos 57 y 59. La Confederación Hidrográfica del Duero estudiará con las debidas
garantías de seguridad para personas y bienes, la viabilidad de eliminar, retranquear
o suavizar las motas y demás defensas sobreelevadas existentes que limiten la movilidad natural del cauce.
3. El Ministerio de Medio Ambiente promoverá
convenios de colaboración con las Administraciones Autonómicas y Locales que tengan
por finalidad eliminar las construcciones y
demás instalaciones situadas en dominio
público hidráulico y en zonas inundables
que pudieran implicar un grave riesgo para
las personas y los bienes y la protección del
mencionado dominio.
Artículo 73. Caudal sólido.
El transporte natural de material sedimentario
sólido, mediante suspensión, saltación o rodamiento, se reconoce como parte integrante del
caudal natural de los ríos, esencial para su evolución y desarrollo morfológico.
Toma
La evaluación del impacto de las obras transversales al cauce prevista en el artículo 126 bis
5 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico garantizará que las mismas no suponen un
obstáculo del paso del caudal sólido en situaciones de normalidad o prealerta, definida de
acuerdo con el sistema de indicadores adoptado en el Plan de actuación en situaciones
de alerta y eventual sequía en la cuenca del
Duero.
126
nota
Referencias
Toma
nota
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HIDROMORFOLOGÍA FLUVIAL
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