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BLADE RUNNER 2049 Y EL DESEO REPLICANTE

2018, Memorias Congreso Psicología UBA 2018

ABSTRACT BLADE RUNNER 2049 AND THE REPLICANT DESIRE This work analyzes the film Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017). To do so, two contributions are fundamentally used. The first is the concept of the "desiring machine" from the authors G. Deleu-ze and F. Guattari. The second contribution is the narrative idea of "The hero's journey", developed by Joseph Campbell. The purpose of the present work of qualitative analysis of a film, is to investigate the similarities and divergences between the evolution of the Repli-cants and the human beings, to finally evaluate the differences and similarities between both of them. Keywords Blade Runner-Desire-Gilles Deleuze-Felix Guattari-Cinema-Denis Villeneuve

BLADE RUNNER 2049 Y EL DESEO REPLICANTE Guerra, Nazareno Universidad de Buenos Aires. Argentina RESUMEN El presente trabajo aborda el film Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017). Para hacerlo se utilizan fundamentalmente dos aportes. El primero es el concepto de máquina deseante de los autores G. Deleuze y F. Guattari. El segundo aporte es la idea narrativa de “Camino del héroe”, desarrollada por Joseph Campbell. La finalidad del presente trabajo de análisis cualitativo de un film, es indagar sobre las similitudes y divergencias entre el devenir en los Replicantes y en los seres humanos, para finalmente complejizar las diferencias y semejanzas entre ambos. Palabras clave Blade Runner - Deseo - Gilles Deleuze - Felix Guattari - Cine - Denis Villeneuve ABSTRACT BLADE RUNNER 2049 AND THE REPLICANT DESIRE This work analyzes the film Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017). To do so, two contributions are fundamentally used. The first is the concept of the “desiring machine” from the authors G. Deleuze and F. Guattari. The second contribution is the narrative idea of “The hero’s journey”, developed by Joseph Campbell. The purpose of the present work of qualitative analysis of a film, is to investigate the similarities and divergences between the evolution of the Replicants and the human beings, to finally evaluate the differences and similarities between both of them. Keywords Blade Runner - Desire - Gilles Deleuze - Felix Guattari - Cinema Denis Villeneuve INTRODUCCIÓN: Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017) es la secuela de la original Blade Runner (Ridley Scott, 1982). En ambas se plantea un futuro distópico, en el cual existen seres robóticos, llamados Replicantes, quienes son diseñados para asemejarse a los humanos, cumplir un propósito puntual, y luego ser “retirados” (eufemismo para llamar al hecho de matarlos). En dicha sociedad, los Blade Runners son unos detectives que se encargan de controlar que el proceso de vida útil de los Replicantes sea llevado a cabo según lo preestablecido (es decir, de “retirar” a los Replicantes que cumplieron con su ciclo y buscan seguir viviendo.) En la película Blade Runner, Rick Deckard (interpretado por Harrison Ford) es un Blade Runner que comienza a dudar de sus tareas y de su propia identidad, huyendo finalmente de aquello que era preestablecido para él, en compañía de Rachael, una bella Replicante de quien se enamora. En el film Blade Runner 2049, Ryan Gosling interpreta a K., un Blade Runner que también comienza a tener dudas con respecto a su identidad, y a raíz de esto inicia un camino de búsqueda que lo lleva a encontrarse con Rick Deckard, quien llevaba muchos años recluido, temiendo ser encontrado tras su fuga. A partir del concepto de “máquina deseante” de G. Deleuze y F. Guattari, se buscará en el presente texto evaluar cuáles son las diferencias y similitudes entre los Replicantes y los seres humanos. Se buscará entonces complejizar los límites entre ambos. Comprender su dialéctica, para intentar asir cuánto de los acontecimientos que tienen lugar entre los Replicantes, pueden interpelar al devenir en el ser humano. PREGUNTA: ¿POR QUÉ EL CAMINO DEL HÉROE? Blade Runner 2049 plantea un acercamiento a la siguiente pregunta: ¿cómo desea, cómo se agencia, un sujeto cuyo Real es distinto al humano? 1 La pregunta, si bien ha sido planteada en diversas oportunidades, se complejiza, dado que los Replicantes han sido creados como un desprendimiento de la humanidad. Es decir: han sido diseñados para parecer humanos. Ahora bien, esto no se limita a la apariencia física o a la reactividad ante estímulos, sino que también afecta al devenir de los Replicantes: a lo largo del film se puede ver cómo el Agente K (Ryan Gosling) intenta crearse una experiencia deseante, imitando y emulando el modelo de vivencia humano. Este punto, la identificación de K con lo humano, es clave para comprender la forma de narrativa cinematográfica que adopta el film; ya que el desarrollo de la historia está contado desde el punto de vista de K. Es decir, se lo vé hacer sus misiones, sufrir las presiones de su entorno, buscar una relación con una mujer fantasmática, etc. La intencionalidad narrativa del film es que el espectador se identifique con K (y por consiguiente con su anhelo de ser-humano, para finalmente llegar a la pregunta de ¿qué es ser un ser humano?). Para lograr este vínculo, entre el espectador y K, se recurre a la lógica narrativa del camino del héroe.2 Blade Runner 2049 comienza entonces como la típica historia del héroe que desconoce su destino, se niega a él a pesar de su inminencia, y luego acepta su devenir y se adentra en la peripecia, para finalmente lograr aquello para lo cual estaba “destinado”.3 Parecería entonces, que la intención es mostrar que K intenta devenir un ser humano: devenir-humano. Esto se puede observar claramente cuando K fantasea con ser hijo de Deckard. También puede observarse esta tendencia hacia devenir-humano, cuando K intenta emular un vínculo de pareja con su holograma Joy. Ahora bien: la forma narrativa del camino del héroe se rompe en Blade Runner 2049, antes de llegar al desenlace esperado. Puntualmente, se quiebra el recorrido esperable, cuando K se entera que 14 no es hijo de Deckard: cuando se rompe la ilusión de que podria ser humano. Tanto el espectador como K, en ese momento, quedan emocionalmente expulsados de una trama que, hasta ese momento, se movía en terrenos narrativos ya conocidos. Ambos, espectador y protagonista, atraviesan la misma experiencia traumática: que las cosas no son como se espera que sean. ¿A qué se debe esta decisión? ¿Por qué entablar una forma clásica de desarrollo narrativo, para luego cortar, romper con aquello que se estaba gestando en la historia? PRIMERA RESPUESTA: PARA NARRAR UN DEVENIR MÁS HUMANO QUE LO HUMANO En este punto, la primera forma de pensar esa ruptura, podría abordarse desde puntualizar que el devenir de los Replicantes no está anidado en el devenir-humano. Es decir, que el film manifiesta que para devenir-replicante, es necesario poder ir más allá de la narrativa humana (representada en el film por el formato narrativo del camino del héroe). K intenta devenir-humano. Para hacerlo busca entrar en una trama filiatoria. Es decir, intenta historizarse, darse un lugar en una trama deseante. Cabe recordar, en este punto, que los Replicantes no carecen de un vacío etiológico. Los Replicantes saben quienes son, saben cuál es su función, y saben que deben cumplirla (so pena de ser acabados si esto no ocurre). Es decir, K no intenta ubicar una historia de su origen: lo que busca es que esa historia que dió lugar a su existencia, sea una lógica de cuerpos deseantes (en lugar de una mera reproducción del status quo ya existente). K anhela, aún sin saberlo, formar parte de algo que resista. Es desde esa perspectiva resistencial, que K busca historizarse a través de seres deseantes: ¿podría pensarse que K se acerca de Deckard para Edipizarse? ¿para insertarse en coordenadas que no solo den cuenta de la reproducción de las cosas, sino también de cuerpos inmanentes, de encuentros, de lógicas de asociación rizomática, de puntos de llegada no previstos? Para responder a estos interrogantes, puede retomarse el texto “Anti Edipo” de G. Deleuze y F. Guattari: “Las máquinas deseantes funcionan en las máquinas sociales, como si guardasen su propio régimen en el conjunto molar que, por otra parte, forman al nivel de los grandes números. Un símbolo, un fetiche, son manifestaciones de máquina deseante. La sexualidad no es en modo alguno una determinación molar representable en un conjunto familiar, es la subdeterminación molecular funcionando en los conjuntos sociales, y secundariamente familiares, que trazan el campo de presencia y de producción del deseo: todo un Inconsciente no-edípico que producirá a Edipo sólo como una de sus formaciones estadísticas secundarias («complejos»), al final de una historia que pone en juego el devenir de las máquinas sociales, con su régimen comparado al de las máquinas deseantes.” (Deleuze, G. y Guattari F., 1972, pág. 190). Algo de este texto anticipa los acontecimientos posteriores del film, en relación al movimiento de K, quien busca un lugar en una trama filiatoria (es decir, Edipizarse), para luego darse cuenta que eso no es suficiente, que no es ese su camino. Edipo es una forma de organización social, contingente y humana (cuya forma narrativa, cabe destacar, también es el camino del héroe). Edipo es un agenciamiento filiatorio del sistema capitalista. Pero la máquina social excede esa forma, y los replicantes dan cuenta de agenciamientos que los agrupan desde otro lugar, no humano o, según ellos, “más humano que lo humano”. Edipo entonces queda obsoleto, anodino. K tiene que buscar sus propios significantes por fuera de lo previsto, de lo que buscaba (ya que Edipo es un parámetro de subjetivación, que no termina de atribuir una significación pregnante en K). Ese posicionamiento falla. Devenir-humano en K es producir desde coordenadas que no le pertenecen. Lo que adviene allí, lo que surge a partir del fracaso de K como humano, es algo distinto, algo nuevo. Y esa novedad solo es posible a partir de la frustración. A partir de esta imposibilidad, es lógico el meollo de la trama: si existe o no una filiación Replicante. Es decir, si Deckard y Rachael efectivamente consiguieron dar a luz a un nuevo Replicante, por fuera de la matriz Tyrell o Wallace. Este hecho, que conlleva pensar una descendencia que exceda la fabricación en serie, supone una problemática más compleja, que no puede resolverse a partir de la forma narrativa del camino del héroe. Dicha forma de narrativa cinematográfica es utilizada para dar lugar a una lógica deseante humana. Entonces, si aquello relativo a lo Replicante, remite a algo “más humano que lo humano”, es entendible que el camino del héroe falle, caiga (debido a la propia imposibilidad de K de agenciarse en el devenir humano). SEGUNDA RESPUESTA: PARA DAR LUGAR A UN DESEO-REPLICANTE Para avanzar un paso más, en dirección hacia aquello que Blade Runner 2049 indica en relación a la existencia humana, y a la de los Replicantes, podría retomarse el concepto de “máquina deseante”: “En las máquinas deseantes todo funciona al mismo tiempo, pero en los hiatos y las rupturas, las averías y los fallos, las intermitencias y los cortocircuitos, las distancias y las parcelaciones, en una suma que nunca reúne sus partes en un todo. En ellas los cortes son productivos, e incluso son reuniones. Las disyunciones, en tanto que disyunciones, son inclusivas.” (Deleuze, G. y Guattari F., 1972, pág. 47) En este punto es importante retomar una escena, en la cual K se entera que no es hijo de Deckard, y que hay una organización de Replicantes que quiere cambiar el estado de las cosas. K se construye allí como máquina deseante. Logra desear a partir del derrumbe de su ilusión. Pero no lo hace en soledad, no lo hace buscando respuestas moleculares, para obtener un esbozo que le permita estabilizarse en su experiencia replicante. Lo hace en conjunto. Lo hace con pares. Lo hace a nivel molar, en grupo, con otros replicantes (y no de forma molecular, es decir separado, individualizado). No se trata allí de que su deseo no haya estado presente. Siempre lo estuvo. Pero allí logra agenciarse, multiplicarse y generar un lu- 15 gar que lo incluya (aún desde la frustración de no haber obtenido lo que esperaba). En términos de Deleuze y Guattari, dicho acontecimiento podría ser pensado de la siguiente manera: “Una máquina deseante, un objeto parcial no representa nada: no es representativo. Más bien es soporte de relaciones y distribuidor de agentes; pero estos agentes no son personas, como tampoco estas relaciones son intersubjetivas. Son simples relaciones de producción, agentes de producción y de antiproducción.” (Deleuze, G. y Guattari F., 1972, pág. 51). Los autores introducen un punto crucial: no se trata allí de pensar a humanos o a Replicantes, sino a puntos de fuga y agenciamientos sociales, que responden a relaciones de producción y de antiproducción.4 Los Replicantes se oponen a la forma de producción de Wallace, en la cual su vida no tiene valor alguno y son meros objetos (esclavos de la técnica científica). Lógicamente el punto crucial para ellos, a partir de esta conflictiva, será pensar la posibilidad de crearse a sí mismos (no sin primero lograr historizarse en un agenciamiento replicante). Lo que aparece en esa escena entonces, en todo caso, es algo relativo al deseo-replicante. ¿Qué sería el deseo-replicante? sería entonces esta forma no humana de agenciamiento molar que, a pesar de tener un sustento Real distinto al humano, conserva la misma lógica de funcionamiento descrita por Deleuze y Guattari en el concepto de “máquina deseante”. El deseo-replicante emerge, entonces, ante la imposibilidad de capturar las líneas de fuga Replicantes, dentro de los parámetros de subjetivación humanos: toda la historia de K da cuenta de esto. Los Replicantes autoproclaman su devenir dentro del lema “más humanos que lo humano”. En esa afirmación están implícitas las variables explicadas anteriormente: lo humano no termina de encausar al devenir Replicante. Ahora bien, ¿cuál sería ese plus? ¿qué representaría la palabra más dentro de ese lema? La narrativa del film parecería indicar que lo que se gesta allí, es un saber hacer con la experiencia de la muerte. En relación a la experiencia de la muerte, en la versión original de Blade Runner, Carlos Gutierrez escribió lo siguiente: “El problema para los replicantes es que su creador efectivamente sabe, conoce la respuesta [sobre el origen y su muerte]. El saber sobre la vida y la muerte ha desvirtuado radicalmente el problema sustrayéndolo de la dimensión del enigma y rebajándolo al rango del simple dato. Ese dato, en esta pretensión omnipotente, es patrimonio del científico que ha creado a su criatura. El científico ha saturado de saber el lugar del enigma. La pregunta por el origen de la vida (la sexualidad) y sobre la muerte encuentran en el científico la respuesta última que, de ese modo, pretende destituir toda ficción fundadora para ubicar su saber en el lugar de la fundación”. (Gutiérrez, 2012, p. 92). Este es un punto crucial, en relación a la cuestión del conocimiento, y de la apropiación de la experiencia de la muerte. La relación con la muerte se manifiesta de esta manera, cuestionando el poder que Tyrell tenía sobre los replicantes en la Blade Runner original. Análogamente, K también se apropia y territorializa la experiencia de su muerte, ayudando a Deckard a acercarse a su hija. En este punto, una vez más, el concepto de máquina deseante puede ayudar a abordar ese acontecimiento: “La repulsión es la condición del funcionamiento de la máquina, pero la atracción es el movimiento mismo. Que el funcionamiento depende de la condición, lo vemos claramente en la medida que ello no marcha más que estropeandose. Podemos decir, entonces, en qué consisten esta marcha y este funcionamiento: se trata, en el ciclo de la máquina deseante, de traducir constantemente, de convertir constantemente el modelo de la muerte en otra cosa distinta que es la experiencia de la muerte. Se trata de convertir la muerte que sube de dentro (en el cuerpo sin órganos) en muerte que llega de fuera (sobre el cuerpo sin órganos). (...) La experiencia de la muerte es la cosa más corriente del inconsciente, precisamente porque se realiza en la vida y para la vida, en todo paso o todo devenir, en toda intensidad como paso y devenir.“ (Deleuze, G. y Guattari F., 1972, pág. 340) Allí los autores plantean una cuestión central: la decisión de K es la de actuar, la de crear su propia experiencia de la muerte, por fuera de los parámetros producidos por sus creadores y diseñadores. Se trata allí de encontrar su muerte, de hacerla llegar desde fuera, apropiándose de ella. K logra construir en situación un agenciamiento con otros, que da lugar al deseo-replicante. Logra territorializar esa escalera donde se deja ir, haciendo que aquel lugar inerte, donde parecería que nada puede acontecer, se convierta en el escenario de una experiencia nueva. De eso se trata ser más humano que lo humano: de poder experimentar un acontecimiento social que ponga en tela de juicio el propio diseño subjetivo, la propia finalidad para la cual el sujeto ha sido creado. Se trata de apropiarse, de lograr deconstruir el modelo de la muerte, para convertirlo en una experiencia de la muerte, en un acontecimiento donde lo singular, lo deseante, cuestione los fundamentos mismos de la producción social que le dió lugar. El deseo-replicante y la experiencia de K son, en última instancia, un mismo mensaje que busca interpelar al deseo humano. NOTAS 1 La pregunta implica tomar a los Replicantes como sujetos. 2 Campbell, Joseph. (1949) The Hero with a Thousand Faces 3 Si bien no hay espacio para ahondar sobre esta cuestión, muchos filmes pueden ser analizados desde la perspectiva del Camino del Héroe: Star Wars, Matrix, Harry Potter, El Señor de los Anillos, etc. Christopher Vogler se encargó de adaptar muchas de las ideas de Joseph Campbell a la narrativa cinematográfica, en el texto El viaje del escritor 4 Sobre todo teniendo en cuenta las vertientes de pensamiento que piensan la idea de un Capitalismo Post Humano, como el escrito de Zizek: http:// thephilosophicalsalon.com/blade-runner-2049-a-view-of-post-humancapitalism 16 BIBLIOGRAFÍA Campbell, J. (1949). The Hero with a Thousand Faces. Deleuze, G. y Guattari F. (1972). Anti-Edipo, Capitalismo y esquizofrenia, Ed. Paidos, Bs. As. Deleuze, G. y Guattari, F. (1980). Mil Mesetas, Capitalismo y esquizofrenia, Ed. Paidos, Bs. As. Deleuze, G. (1981). Cine I. Bergson y las imágenes, Ed. Cactus, Bs. As. Michel Fariña, J.J. & Solbakk, J.H. (2012). Bioética y Cine: tragedia griega y acontecimiento del cuerpo. Buenos Aires: Letra Viva. 17