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Las sensaciones

Por medio de las sensaciones es que podemos precisamente " sentir " al mundo que nos rodea, en todo su esplendor y en cualquiera de sus aspectos. Las sensaciones son estímulos que recibimos desde el exterior, desde nuestro entorno, y que son captados por uno o más de nuestros sentidos: vista, olfato, oído, tacto o gusto. ¿Pero cómo es que las sensaciones se producen? Hacia allí vamos. Todo lo que se presenta ante nosotros, nos provoca de una manera u otra alguna sensación específica. No podemos comer una manzana sin que podamos sentir que su sabor es dulce o en cambio, está un poco ácida. Asimismo, todo sonido que escuchemos a nuestro alrededor (activando el sentido del oído) nos provocará sensaciones determinadas: un ruido de un auto al frenar de golpe nos generará pánico o preocupación, mientras que escuchar una de las canciones de nuestro cantante favorito nos producirá indudablemente, bastante placer o comodidad sonora. Así, con todos nuestros sentidos. Cuando un estímulo exterior en particular es recibido por nosotros –pongamos como ejemplo, una canción-, uno o más de nuestros sentidos se activan (los que sean necesarios para recibir dicho estímulo, que en el caso del ejemplo que hemos puesto sería el oído), y a través de dicho sentido, esos estímulos se transforman en impulsos eléctricos que por medio del sistema nervioso arriban al cerebro, lo cual permite clasifica y ordenar dicha información –proporcionada por el estímulo-y provocarnos una u otra sensación específica, como placer. Ese proceso, claro está, dura apenas unas milésimas de segundo, las necesarias como para que nuestra respuesta al estímulo sea más que inmediata. ¿Cuánto se tarda en fruncir el ceño o torcer la boca cuando se come una naranja que sentimos demasiado ácida? La reacción ante determinadas sensaciones a veces, no sólo depende de si sentimos la naranja muy ácida o rica y dulce, lo cual serían características físicas del estímulo, si no que otras veces podemos experimentar determinadas sensaciones a partir de vivencias o experiencias anteriores. Por ejemplo, que una canción en particular (oído) nos provoque nostalgia y angustia porque nos recuerda a un familiar que queríamos y ya no está. O ver una película de dibujos animados (vista) nos provoque alegría y placer porque evoca nuestra etapa de niños, la infancia. Por esta razón, las evaluaciones, análisis o tests sensoriales suelen ser utilizados de manera frecuente por terapeutas, psicopedagogos y psicólogos para realizar diagnósticos de sus pacientes.

Las sensaciones Por medio de las sensaciones es que podemos precisamente “sentir” al mundo que nos rodea, en todo su esplendor y en cualquiera de sus aspectos. Las sensaciones son estímulos que recibimos desde el exterior, desde nuestro entorno, y que son captados por uno o más de nuestros sentidos: vista, olfato, oído, tacto o gusto. ¿Pero cómo es que las sensaciones se producen? Hacia allí vamos. Todo lo que se presenta ante nosotros, nos provoca de una manera u otra alguna sensación específica. No podemos comer una manzana sin que podamos sentir que su sabor es dulce o en cambio, está un poco ácida. Asimismo, todo sonido que escuchemos a nuestro alrededor (activando el sentido del oído) nos provocará sensaciones determinadas: un ruido de un auto al frenar de golpe nos generará pánico o preocupación, mientras que escuchar una de las canciones de nuestro cantante favorito nos producirá indudablemente, bastante placer o comodidad sonora. Así, con todos nuestros sentidos. Cuando un estímulo exterior en particular es recibido por nosotros –pongamos como ejemplo, una canción-, uno o más de nuestros sentidos se activan (los que sean necesarios para recibir dicho estímulo, que en el caso del ejemplo que hemos puesto sería el oído), y a través de dicho sentido, esos estímulos se transforman en impulsos eléctricos que por medio del sistema nervioso arriban al cerebro, lo cual permite clasifica y ordenar dicha información –proporcionada por el estímulo- y provocarnos una u otra sensación específica, como placer. Ese proceso, claro está, dura apenas unas milésimas de segundo, las necesarias como para que nuestra respuesta al estímulo sea más que inmediata. ¿Cuánto se tarda en fruncir el ceño o torcer la boca cuando se come una naranja que sentimos demasiado ácida? La reacción ante determinadas sensaciones a veces, no sólo depende de si sentimos la naranja muy ácida o rica y dulce, lo cual serían características físicas del estímulo, si no que otras veces podemos experimentar determinadas sensaciones a partir de vivencias o experiencias anteriores. Por ejemplo, que una canción en particular (oído) nos provoque nostalgia y angustia porque nos recuerda a un familiar que queríamos y ya no está. O ver una película de dibujos animados (vista) nos provoque alegría y placer porque evoca nuestra etapa de niños, la infancia. Por esta razón, las evaluaciones, análisis o tests sensoriales suelen ser utilizados de manera frecuente por terapeutas, psicopedagogos y psicólogos para realizar diagnósticos de sus pacientes. ... de Importancia: https://www.importancia.org/sensaciones.php