Academia.eduAcademia.edu

HISTORIAS DE VIDA QUE SE PROYECTAN

Martes 3 de julio de 2012 ¡Así suena su risa! Muy lejos del sofisticado vals y más cerca de la guacharaca y la música guasca. Su risa, ingenua y sin modales, es de las pocas cosas que todavía lo conectan con la vereda Paeces, en Jenesano, Boyacá, su entrañable tierra nativa tan distinta y distante de su empinado penthouse en Bogotá. Lo veo acercarse, tras una estela vistosa de muchas cosas a sus espaldas, incluido un valioso jarrón veneciano en forma de alfil, unas cortinas pesadas color oro, un Jacanamijoy, una columna de mármol, una pareja bailando de Maripaz, un gran florero repleto de rosas y una escalera doble que delata que hay otro piso abajo y otro arriba, en un boquete tan evidente y vistoso como la boca abierta de una ballena blanca en medio de la sala. Todo parece muy ceremonial y en su puesto, hasta que se acerca nuestro anfitrión y suelta una de sus carcajadas que desbarata cualquier protocolo. Así es Jesús Guerrero, un niño de 48 años, que a los 15 salió del campo para Bogotá a trabajar como mensajero y tres años más tarde creó Servientrega, su propia empresa que hoy cumple tres décadas. Traje negro Le Collezioni, su mano izquierda anclada a un Rolex y sus pies flotan en unos zapatos oscuros Ferragamo. Atrás, muy atrás, quedan los días en que se ponía medias blancas y las mostraba con orgullo porque era lo "in" en su pueblo papero y frutero. Hoy, admite haber aprendido modales y que las blancas sólo combinan con guayabera. Sobre una mesita en su estudio un avioncito metálico parece volar sobre un delgado soporte, es la última tentación en la que ha caídodespués del botox para borrar las patas de gallina-: su jet privado para hacer sus vueltas y atender a sus clientes con Moët & Chandon y Cristal. Su Jaguar beige 2008 ya es historia. Son los vuelos del séptimo hijo, entre 13, de Rosa Helena y Concepción, una pareja que le enseñó a compartir y a saber relacionarse. Lo que aún conserva es la factura de su primer envío, su memoria de 15 reinados de belleza y el orgullo de que su segunda esposa, Andrea Paola Garzón, fue Señorita Cundinamarca en el 2002, el año que ganó Vanessa Mendoza. Él, además de ser un hombre con estrella, tiene su corona. A la hora de empezar a conversar, es su perfume el que primero habla y se toma la palabra intensamente. ¿Y ese perfume? Creed, un perfume inglés que utilizan desde 1700 todos los reyes y ahora me tocó a mí. Las personas exitosas salen adelante por una habilidad, ¿cuál es la suya? Yo creo que la habilidad mía es la empatía con la gente. Claro que mi profesor de matemáticas de la escuela, hoy asesor jurídico nuestro, dice que él me enseñó sólo a sumar y a multiplicar, y que no aprendí a restar ni a dividir. ¿Usted es profesional? Cuando la gente me pregunta eso, yo les digo que soy profesional desde el momento que tomé la decisión de ser empresario, porque desde entonces hago todas las cosas profesionalmente. Recién el gobierno de Francia me dio un título Honoris Causa en Ingeniería en la Universidad de Metz, por eso ahora cuando me preguntan por mi profesión, digo: "l'ingénieur". ¿Qué les dice a los que lo ven como un bicho raro porque viene de abajo?

HISTORIAS DE VIDA QUE SE PROYECTAN PANAMERICANA --- CARLOS FEDERICO RUIZ Librería panamericana.: El ejemplo más representativo que se tiene sobre la productividad que genera una papelería es el del Señor Carlos Federico Ruiz, dueño y creador de la librería y papelería más grande de Bogotá y quizás de Colombia, la Panamericana, que se ha convertido en una de las industrias que más ganancias produce en el país. A sus doce años el Señor Ruiz llegó a Bogotá y a partir de ese momento empezó a buscar algún trabajo para poder sostenerse en esta ciudad totalmente desconocida para él. Después de muchos intentos, consiguió un carrito en el que recolectaba libros que le regalaban en las casas para ir a venderlos. En uno de sus recorridos encontró un almacén de telas en donde empezó a guardar su carrito. La venta de libros progresó rápidamente por lo que empezó a adquirir también cuadernos y otros utensilios para venderlos también. El negocio continuó siendo un éxito y las ganancias para él eran cada vez mayores. Debido a esto, pudo obtener el dinero suficiente para hacerse del antiguo almacén de telas, para convertirlo en lo que sería su primer papelería. En vista de que el negocio era bueno, pensó en producir las cosas que iba a vender para sacar mayores ganancias. Entonces, empezó a comprar maquinaría de segunda para hacer libretas y cuadernos. Contactó a los editores de libros de colegio y a los dueños de las películas de los libros para adquirir la autorización de imprimir. Hizo todos los negocios y con eso pudo conseguir los derechos de autor de muchos libros, que después vendía y así ganaba por ambos lados. Según algunos de sus empleados, el éxito que tuvo Don Carlos Federico se debe a que supo integrarse en todas las partes de la cadena, el punto de venta y la producción. Desde un principio, ha tenido los derechos de autor de los libros, los produce y los vende y por eso todas las ganancias se quedan dentro del grupo. Así ha sido en los últimos cincuenta años en donde la Panamericana se ha extendido… 1 LA HISTORIA DE JESÚS GUERRERO, EL FUNDADOR DE SERVIENTREGA Martes 3 de julio de 2012 ¡Así suena su risa! Muy lejos del sofisticado vals y más cerca de la guacharaca y la música guasca. Su risa, ingenua y sin modales, es de las pocas cosas que todavía lo conectan con la vereda Paeces, en Jenesano, Boyacá, su entrañable tierra nativa tan distinta y distante de su empinado penthouse en Bogotá. Lo veo acercarse, tras una estela vistosa de muchas cosas a sus espaldas, incluido un valioso jarrón veneciano en forma de alfil, unas cortinas pesadas color oro, un Jacanamijoy, una columna de mármol, una pareja bailando de Maripaz, un gran florero repleto de rosas y una escalera doble que delata que hay otro piso abajo y otro arriba, en un boquete tan evidente y vistoso como la boca abierta de una ballena blanca en medio de la sala. Todo parece muy ceremonial y en su puesto, hasta que se acerca nuestro anfitrión y suelta una de sus carcajadas que desbarata cualquier protocolo. Así es Jesús Guerrero, un niño de 48 años, que a los 15 salió del campo para Bogotá a trabajar como mensajero y tres años más tarde creó Servientrega, su propia empresa que hoy cumple tres décadas. Traje negro Le Collezioni, su mano izquierda anclada a un Rolex y sus pies flotan en unos zapatos oscuros Ferragamo. Atrás, muy atrás, quedan los días en que se ponía medias blancas y las mostraba con orgullo porque era lo “in” en su pueblo papero y frutero. Hoy, admite haber aprendido modales y que las blancas sólo combinan con guayabera. Sobre una mesita en su estudio un avioncito metálico parece volar sobre un delgado soporte, es la última tentación en la que ha caído – después del botox para borrar las patas de gallina–: su jet privado para hacer sus vueltas y atender a sus clientes con Moët & Chandon y Cristal. Su Jaguar beige 2008 ya es historia. Son los vuelos del séptimo hijo, entre 13, de Rosa Helena y Concepción, una pareja que le enseñó a compartir y a saber relacionarse. Lo que aún conserva es la factura de su primer envío, su memoria de 15 reinados de belleza y el orgullo de que su segunda esposa, Andrea Paola Garzón, fue Señorita Cundinamarca en el 2002, el año que ganó Vanessa Mendoza. Él, además de ser un hombre con estrella, tiene su corona. A la hora de empezar a conversar, es su perfume el que primero habla y se toma la palabra intensamente. ¿Y ese perfume? Creed, un perfume inglés que utilizan desde 1700 todos los reyes y ahora me tocó a mí. Las personas exitosas salen adelante por una habilidad, ¿cuál es la suya? Yo creo que la habilidad mía es la empatía con la gente. Claro que mi profesor de matemáticas de la escuela, hoy asesor jurídico nuestro, dice que él me enseñó sólo a sumar y a multiplicar, y que no aprendí a restar ni a dividir. ¿Usted es profesional? Cuando la gente me pregunta eso, yo les digo que soy profesional desde el momento que tomé la decisión de ser empresario, porque desde entonces hago todas las cosas profesionalmente. Recién el gobierno de Francia me dio un título Honoris Causa en Ingeniería en la Universidad de Metz, por eso ahora cuando me preguntan por mi profesión, digo: “l’ingénieur”. ¿Qué les dice a los que lo ven como un bicho raro porque viene de abajo? 2 Mire, como yo digo: yo no hablo mal de los pobres porque de ahí vengo, y no hablo mal de los ricos porque para allá voy. Jesús Guerrero ¿qué tiene de Jesús? Yo me iba a llamar Jesús Antonio, pero mi papá cuando llegó a registrarme al pueblo, Jenesano, Boyacá, se le olvidó el Antonio y quedé Jesús. Cuando estoy en la iglesia y escucho: “Jesús, ayúdanos”, yo me lo creo. Ayudamos y, lo que es más importante, damos empleo. Aquí en Colombia tenemos cerca de 11.750 empleados solo con Servientrega, y a nivel ya de todas las aliadas y los países tenemos 22.000. ¿Y de Guerrero qué tiene? Soy un luchador, por ejemplo, cuando voy a jugar golf con mis amigos y voy perdiendo les digo: “¡ojo! Que mi apellido es Guerrero”. Y cuando termino de jugar o les empato o les gano. No me amilano ante las circunstancias. Junto con mis otros hermanos somos bastante batalladores. ¿Qué quería ser cuando chiquito? Quería ser empresario. A los diez años vendía cilantro en la plaza y mis hermanas se ponían de mal genio porque ellas ya estaban estudiando en el bachillerato. A los catorce años vendía conejos. Y antes de cumplir los dieciocho años monté Servientrega. ¿Cuándo le dijeron que iba a ser mensajero, le gustó la idea o usted tenía en la cabeza otra cosa? No, yo en esa época tenía en la cabeza que tenía que aprender, porque era la primera vez que venía a Bogotá. El salario mínimo eran 3.500 pesos y me pagaban la mitad porque era menor de edad. Parte de haber creado Servientrega es que vi que la empresa en la que trabajaba no crecía. Fue cuando dije: “¿Yo qué hago aquí? Creo que tengo capacidad de montar mi empresa”. Y ahí fue la decisión que tome para crear Servientrega. ¿Qué le hizo pensar así? Había movimiento de paquetería pero en la facturación no se veía reflejada, entonces como a uno de mensajero le dan para autenticar los balances, yo veía tres millones quinientos mil pesos de activos, y tres años después tres millones quinientos mil pesos de activo. Entonces yo dije, bueno, yo voy a ir a decirle al gerente que es un inepto, y fui y le dije un viernes y, claro, me pidieron la renuncia, entonces me fui a la Cámara de Comercio y escogí tres nombres: Servientrega, Express Seis y Serviexpress, y el que más me gustó fue Servientrega. ¿Por qué? Ni la más remota idea, eso fue sin estudio de mercado, sin análisis. ¿De dónde sacó los nombres? No sé, simplemente los dije. De pronto, con Express Seis era porque quería entregar paquetería en Cali y Buenaventura en seis horas. A los tres los registré, y después, Carlos Flórez, un tipógrafo, me regaló unas tarjetas de presentación que decían: “Servi-entrega, (en color azul) y Jesús Guerrero: representante, transversal 57 # 1B - 08, y un teléfono que no recuerdo”. Eso era en Bogotá en el barrio Galán, un primer piso donde vivía con varios de mis hermanos. ¿Salió del pueblo como bachiller experto en mecanografía y taquigrafía? No alcancé a terminar mi bachillerato en Jenesano, pero lo más importante de haber estudiado allá fue haber aprendido todo el tema contable, porque era un bachillerato comercial, entonces a uno le enseñaban contabilidad, taquigrafía, a escribir a máquina y eso me ha servido muchísimo en mi vida. ¿Hasta qué curso llegó? 3 Yo ahí llegué como hasta tercero de bachillerato, después fui a terminar mi bachillerato a Bogotá, al colegio El Carmen mixto, en el barrio Ricaurte, calle 10ª con carrera 28. Trabajaba de día y estudiaba de noche. ¿Cuál fue el primer envío que hizo? El primer envío que hice fue un sobre de Transportes El Proveedor, ese lo recogí en Bogotá y lo envié a Buenaventura el día viernes 12 de marzo de 1982, hace 30 años. Llamé a un primo en Buenaventura que se llama Cristo Daza y le dije: “acabo de montar una empresa, necesito que me preste un mensajero”. ¿Y en qué lo mandó? Lo mandé por bus. Y al día siguiente fui a Transportes Z, a Baterías Mac, a Almacenar, donde yo conocía gente y les dije: “nosotros (me nombré representante de una multinacional), llegamos primero que Flota La Macarena a Buenaventura. Somos una multinacional que va hasta Cali en avión y de Cali sale un carro que llega a Buenaventura”. ¡Mentira, yo mandaba como todos por Flota La Macarena! Esa es la historia, de un ranchero enamorado. Ya había otras empresas de mensajería que llevaban a Cali, Medellín, Barranquilla, pero nadie llevaba a Buenaventura. Siempre hay una cifra simbólica con la se empieza un negocio. ¿Cuál fue la suya? Mi liquidación como mensajero era de $32.000, de los cuales dejé $17.000 para montar la papelería, y con los otros $15.000 me compré cinco vestidos y cinco corbatas. Entonces yo en la mañana iba y ofrecía el servicio, y en la tarde me quitaba la corbata, me ponía un buzo, y volvía a aparecer y recogía las encomiendas. Y mis clientes me decían: “pero, luego, ¿usted no es el representante?”. Les respondía que lo que pasaba era que había mucho trabajo y que yo tenía que ayudarles a recoger. La verdad era que el único empleado era yo. ¿Qué recuerda de su mamá, Rosa Helena? Una mujer emprendedora, ella nunca se quedó atrás en esa época que siempre era la mujer como un poquito atrás del hombre, no, ella era a la par de mi papá y tomaba sus propias decisiones ¿La gran enseñanza de ella? Que ella siempre tenía un pedacito de comida para cualquier persona, siempre buscaba un plato de comida adicional para alguien. Murió hace nueve años. Y murió porque en Jenesano tenían que cocinar con leña, y los pulmones se le fueron deteriorando con el humo, como si hubiera fumado toda la vida, y nunca fumó. Un momento de su vida que cambiaría. No haber podido disfrutar más a mi mamá y a mi papá, porque mi papá murió a los 75 años y mi mamá a los 73, personas muy jóvenes que en el campo les tocó sufrir muchísimo. Jairo Dueñas Villamil | Cromos.com.co 4 ASÍ LOGRARON SU ÉXITO. LA HISTORIA DE CREPES & WAFFLES Publicado por: Cristian Camilo Vergara Vargas / Octubre 22 de 2010 Beatriz Fernández, junto con su esposo, crearon hace 30 años Crepes&Waffles, una marca muy colombiana que hoy tiene cerca de 50 sucursales en diferentes países a través de franquicias. Actualmente tiene puntos de venta en Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena, Pereira y Barranquilla, y a nivel internacional está en Ecuador, Panamá, España, México, Perú y Venezuela. Lo que empezó como una idea para salir adelante se convirtió en un negocio exitoso y ejemplar que hoy se consolida como uno de los restaurantes más visitados por los colombianos. La empresaria Beatriz Fernández compartió con los estudiantes experiencias y curiosidades donde cuenta cómo llegó la receta de los waffles a sus manos, a un par de semanas de haber abierto el restaurante en el parqueadero de la casa de su papá en 1980. Fue así como citó la frase de la señora que sin explicación alguna se metió a su cocina: “Chinita, tus waffles son horrorosos¨. Cuenta que la señora abrió la nevera, revolvió y esculcó, de pronto se volteó y sin ninguna interrupción le dijo las siguientes palabras: 'Yo soy experta en waffles, mi chinita, y voy a traerte mi receta secreta”, fórmula que todavía utilizan hoy. Nunca la volvió a ver, ella simplemente decía “Esa persona debe ser Dios”. Fue hasta 14 años después que la volvió a ver en uno de sus restaurantes en el World Trade Center, una vez la reconoció le dio un abrazo y comentó que no tenía forma de agradecerle lo que había hecho por ella, afirma que esa generosidad es parte de esta historia y de éste éxito. Compartió cómo ha llevado a la práctica un modelo empresarial de gestión humana y de responsabilidad social con sus empleados, que no es muy común en todas las empresas. Su creatividad y deseo de innovar han sido clave para mantener lo que hoy en día es Crepes & Waffles, sin perder su identidad inicial. Pendiente de detalles tales como no dejar envejecer la marca, de cuidar cada elemento propio del restaurante, sorprender con nuevas propuestas, y como dice Beatriz ¨alimentar el alma y el espíritu¨, se ha ganado el mérito a ser la empresaria del año 2010. Cada mañana Beatriz Fernández alienta a sus empleados a través de avantel con mensajes de superación, de amor, de Dios y de la vida en general; a un ritmo de Colombia con el himno de Crepes & Waffles, comienzan cada día llenos de alegría, color y sabor. Actualmente Crepes & Waffles es una empresa que se ha destacado por su posicionamiento y competitividad tanto en Colombia como en el exterior, a la vez que se ha encargado de brindarles un desarrollo personal y laboral a sus empleados con programas y cursos inspirados en su filosofía de hacer ARTE. 5 LOS COMIENZOS DE MCDONALD’S En 1937 Rick (Richard) y Mac (Maurice) McDonald, cansados de estar pluriempleados, se mudaron de su New Hampshire natal a California para abrir un pequeño negocio llamado Airdrome junto al antiguo aeropuerto de Monrovia. En aquel restaurante comenzaron sirviendo únicamente perritos calientes, zumo de naranja, café y té, pero las ganancias fueron suficientes en tres años como para pensar en algo mejor, aunque nunca se imaginaron lo lejos que llegarían. I: Richard McDonald Trasladaron el negocio del aeropuerto a San Bernadino en 1940, junto a la ruta 66, pero transformaron el negocio por completo. Lo convirtieron en un restaurante de comida barbacoa para llevar, en el que los clientes podían elegir entre 25 propuestas de menú. Ocho años tardaron en percatarse de que el 80% de los beneficios de su negocio venía de las hamburguesas, lo que les dio una idea para rediseñar por completo su negocio, cerrando en otoño de 1948 para reformarlo. A su reapertura en diciembre de 1948, los hermanos McDonald habían reducido su menú de 25 elementos a la simple venta de hamburguesas, introduciendo el novedoso sistema de comida rápida en el que se elaboraban las hamburguesas siguiendo la misma idea que las cadenas de montaje industrial, consiguiendo aumentar notablemente la rapidez en servir las hamburguesas, así como el volumen de las mismas. Gracias al barato precio de las hamburguesas, 15 céntimos de dolar por cada una, el boca a boca funcionó consiguiendo que el negocio fuera aumentando notablemente, aunque el golpe definitivo lo darían un año después de la reapertura del restaurante con la introducción de los menús que incluían un batido y patatas fritas junto a la hamburguesa. II: Hamburguesas a 15 céntimos A comienzos de los años 50 el restaurante abierto en San Bernadino ya reportaba grandes cantidades de dinero, y empezó a llamar la atención de varios empresarios, incluso aparecieron en algunas publicaciones especializadas por su éxito logrado gracias a una innovadora concepción de los restaurantes. En 1952 los hermanos McDonald vendieron su primera franquicia a Neil Fox en Phoenix, ocasión que aprovecharon para hacer al nuevo restaurante un prototipo de cómo los futuros McDonald’s serían, creando en ese proceso los arcos amarillos que se transformarían con los años en el símbolo de la multinacional. Ambos negocios continuaron creciendo asombrosamente en los siguientes años, lo que les llevó a tener que comprar seis máquinas para hacer batidos en su restaurante de San Bernadino a una compañía llevada por Ray Kroc. Este hecho, le llamó la atención a Kroc, ya que lo normal era que cada restaurante comprase una única máquina, por lo que se desplazó desde Chicago al restaurante de los hermanos McDonald para observar el negocio que tenían entre manos. III: Ray Kroc Ray Kroc se percató rápida mente de que la idea de los hermanos era perfecta para el éxito, y les intentó convencer de que abrieran nuevas franquicias por todo el Estados Unidos. La comodidad y falta de ambición de los hermanos hizo que se negasen, por lo que el propio Ray Kroc se ofreció a hacerlo por ellos. A su vuelta a Chicago se puso manos a la obra y el 15 de Abril de 1955, unos 6 meses después de su visita a California, abría el primer restaurante de la nueva compañía McDonald’s Corporation en Des Plaines, Illinois. Durante los tres años siguientes Ray Kroc comenzó a crear su gran imperio, poniendo 33 restaurantes más por todo el territorio estadounidense, aunque la explosión final se daría entre los años 1958 y 1960, cuando llegaría a más de 100 restaurantes. En 1961 compró todos los derechos sobre la marca McDonald’s en Estados Unidos a los hermanos McDonald por un total de 2,7 millones de dólares. Seis años más tarde McDonald’s saldría de las fronteras de Estados Unidos instalandose cerca de Vancouver, Canadá, y en 1971 la franquicia saltó el charco por primera vez, abriendo su primer restaurante en Europa cerca de la ciudad de Amsterdam. Y el resto de la historia… es de sobra conocida por todos. 7 UN HÉROE OLVIDADO, QUIÉN FUE EL DR. NAKI?.... Hamilton Naki, un sudafricano negro de 78 años, murió a finales de mayo de 2005 La noticia no figuró en los diarios, pero la historia de él es una de las más extraordinarias del siglo XX. El cine lo bautizo como “El cirujano clandestino “ Naki era un gran cirujano. Fue él quien retiró del cuerpo de la dadora el corazón para ser transplantado en el pecho de Louis Washkanky en 1967, en la ciudad del Cabo, en África del Sur, en la primera operación de transplante cardíaco humano con buen resultado. Es un trabajo delicadísimo. El corazón donado tiene que ser retirado y preservado con el máximo cuidado. Naki era tal vez el segundo hombre más importante del equipo que hizo el primer transplante cardíaco de la historia. Pero no podía aparecer porque era negro en el país del apartheid. El cirujano-jefe del grupo, el blanco Christian Barnad, se transformó en una celebridad instantánea. Pero Hamilton Naki no podía salir en las fotografías del equipo. Cuando apareció en una, por descuido, el hospital informó que era un empleado del servicio de limpieza. Naki usaba chaleco y máscara, pero jamás estudió medicina o cirugía. Había abandonado la escuela a los 14 años. Era jardinero en la Escuela de Medicina de la Ciudad del Cabo. Pero aprendía de prisa y era curioso. Cambió e hizo toda la clínica quirúrgica de la escuela, donde los médicos blancos practicaban las técnicas de transplantes en perros y cerdos Comenzó limpiando los chiqueros. Aprendió cirugía presenciando experiencias con animales. Se transformó en un cirujano excepcional, a tal punto que Barnard lo requirió para su equipo. Era un quiebre para las leyes sudafricanas. Naki, negro, no podía operar pacientes ni tocar sangre de blancos. Pero el hospital hizo una excepción para él. Se transformó en un cirujano... pero clandestino Era el mejor. 8 Daba clases a los estudiantes blancos, pero ganaba salario de técnico de laboratorio, el máximo que el hospital podía pagar a un negro Hamilton Naki enseñó cirugía 40 años y se retiró con una pensión de jardinero, de 275 dólares por mes. Pero eso no le importó. El siguió estudiando y dando lo mejor de sí, pese a su discriminación Después que el apartheid acabó, ganó una condecoración y un diploma de médico honoris causa. Nunca reclamó por las injusticias que sufrió en su vida entera. Pese a su clandestinidad y discriminación Jamás dejó de dar lo mejor de sí... Su pasión por ayudar a vivir.... 9 ANDRÉS, CARNE DE RES - AL PAREDÓN CON MARÍA ISABEL Su propietario le responde a María Isabel Rueda. 8 Septiembre 2007 M.I.R.: Usted da pocas entrevistas… A.J.: Me tienen que conocer bastante para saber cómo soy. M.I.R.: Entonces empecemos… ¿De dónde es usted? A.J.: De Medellín. Allí nacieron mis padres, lo mismo que mis siete hermanos y yo. Pero un día mi papá percibió que Medellín iba a ser una sociedad en crisis permanente, ya se estaban conformando las comunas. Resolvió cerrar su clínica de Medellín y abrió en los años 60 otra en Bogotá, para niños problema. Mi hogar, aunque económicamente modesto, fue de gran generosidad, siempre era de puertas abiertas. De alguna manera cada hijo sintió que debía defenderse en la vida como pudiera. M.I.R.: ¿Nombre completo? A.J.: Andrés Jaramillo Flórez. Pero mis hermanos (tengo siete) me decían Andrés María, cocinera de primera, porque siempre de pequeño organizaba todo en la casa. Arreglaba los cojines, aprendí a coser en la máquina Singer de mi mamá y les arreglaba los pantalones y les ponía los parches, que en esa época se usaban de cuero. Tengo una mente en la que el orden manda. Cuando niño mi papá me escogió como su secretario privado. A los 10 años hacía el formulario de la declaración de renta, pagaba los impuestos, desarmaba y armaba la radiola, que sólo tenía tres discos: uno era el concierto para violín de Beethoven, que a mí me gustaba mucho. Todavía me emociona. Las escalinatas de Zalamea y un disco de Navidad. M.I.R.: ¿Qué estudió? A.J.: Ingeniería electrónica en la Javeriana. Pero fui muy bien aconsejado por un profesor que me dijo que me saliera, que yo no servía para eso. Terminé en la Nacional estudiando economía. M.I.R.: ¿Cómo se escapó de ser un 'hippie'? A.J.: Nunca me he sentido hippie. Sin embargo, el primer artículo de SEMANA sobre Andrés se tituló 'Solladez y carne asada', lo cual me molestó mucho. Cuando estudiaba en la universidad sí se me presentó una crisis existencial, pero la típica de una persona de 22 años: ¿yo quién soy? ¿Qué quiero? ¿Hacia dónde voy? ¿Este planeta qué es? La parte social y la existencial evidentemente se tocaron. Rompí con todo, dejé la universidad, me fui a viajar, pero a los tres meses no aguanté el dolor del amor y me devolví. M.I.R.: ¿Estaba enamorado? A.J.: Sí, y de la misma persona que hoy es mi mujer. El amor echó para atrás a un revolucionario más. M.I.R.: ¿Cómo arranca el fenómeno de Andrés carne de res? A.J.: Ingreso en el rebusque: me convierto en ejecutivo de ventas de bulldózeres y entro en una crisis sicológica profunda, más grave que la que tenía. Sin ningún contacto en el universo, tenía que arreglármelas, peluqueado, de corbata y maletín, para encontrar quién me comprara un bulldózer de 100.000 dólares. ¿Se imagina? Me la pasaba en la avenida Jiménez tomando tinto y frotándome las manos. Pero en un momento dado digo: o mi vida, o ser vendedor. Mando todo eso para el carajo y resuelvo montar un negocito para subsistir. M.I.R.: Andrés carne de res comenzó siendo una choza… A.J.: Sí. Resuelvo montar una venta de carnes en Chía. Veo esa cabañita, la alquilo por 1.200 pesos mensuales en el año 82 y una cuñada argentina me enseña a poner la carne sobre la parrilla. Mis hermanos me ayudaron al comienzo, porque tenían la imagen del secretario que mi papá llevaba al 10 lado y que era juicioso, ordenado y trabajador: llegué hasta a trabajar 23 horas diarias armando el lugar. Comenzaron a llegar los amigos de mis hermanos. Un día el restaurante tuvo una chimenea y alrededor de ella cantábamos. Puse la silla del poeta, y comenzaron a venir los poetas a recitar. Un día cogí el micrófono y dije cualquier cosa y eso empezó a volverse un cuento muy lindo, complementado por Estela, mi mujer, muy hermosa y muy buena conversadora. M.I.R.: Ya incluso han reseñado a Andrés en la 'CNN' y en el dominical del 'New York Times', en 'El País' de Madrid, en 'Newsweek'… A.J.: Eso me sirve para defenderme a nivel del municipio de Chía, para que se den cuenta de la importancia que tiene el restaurante. Les he dicho que hagamos un puente, que hagamos una calle peatonal, pero no hay una respuesta. M.I.R.: ¿Cómo hace para manejar el problema del trago entre los jóvenes? A.J.: Hace dos años montamos el servicio que se llama 'Ángeles de ruta', que son 50 conductores que llevan a los jóvenes hasta la puerta de su casa. Los accidentes bajaron casi a cero. M.I.R.: Andrés es un negocio superexitoso, pero que quizá ya creció lo que podía crecer. ¿Hacia dónde va ahora Andrés? A.J.: Estoy buscando muchas alternativas. Necesito otro tipo de vida más tranquilo, pero tampoco puedo abandonar mi obra. M.I.R.: ¿Vendería Andrés? A.J.: No le puedo contestar. ¿Cómo le voy a contestar esa pregunta? M.I.R.: ¿No puede contestar porque no lo vendería o porque sí? A.J.: Pues de pronto sí, porque puedo ser inspirador del lugar, pero vivir una vida mucho más tranquila. Trabajo 12 horas al día y 16 horas viernes, sábado y domingo. Además, yo no sabía que la fama era tan tenaz. M.I.R.: Y si lo vende, ¿hacia dónde dirigirá su creatividad? A.J.: Volvería a mi taller, donde cogía una cajita y duraba transformándola toda una tarde. Es como volver a ser niño otra vez. Hoy día soy un administrador creativo, pero no quiero ser más eso. M.I.R.: ¿Económicamente está satisfecho con lo que ha logrado? A.J.: Todo el mundo piensa que soy un hombre muy rico, riquísimo. No soy el pobre Andrés, vivo al día, pero bien. M.I.R.: ¿Su plato favorito en Andrés? A.J.: Cada tres meses me invento algo nuevo. Ahora saqué una sopa de tomate con ensalada que nadie conoce, y una carne argentina a la brasa. M.I.R.: ¿Usted es buen cocinero? A.J.: No. Como creativo tengo una intuición y percibo a través de olores, colores y texturas la calidad de algo. Anoto todo: hago más o menos unas 800 o 1.000 anotaciones el fin de semana, y luego regalo la libreta. 11 M.I.R.: Supongo que hace 15 años habría entrevistado a una persona de izquierda… ¿Hoy sigue siéndolo? A.J.: Sí. Hace 15 años iba a incendiar el restaurante como protesta artística ante el 'establecimiento', que no perdona nada. El Estado se vuelve a la fuerza socio de uno en cualquier iniciativa y coarta la libertad y la inspiración. El Seguro Social, las demandas laborales, la Dian… Hoy entiendo que hay un orden que es necesario. Soy muy rabioso, y todavía me pregunto por qué no lo incendié hace 15 años. M.I.R.: ¡No, no nos incendie Andrés! A.J.: El éxito mismo es la trampa misma. ¿Cómo resolver ese conflicto? 12 MARCO FIDEL SUÁREZ - BIOGRAFÍAMarco Fidel Suárez nace el 23 de abril de 1855 en Hatoviejo (Actual Bello) Antioquia, Colombia. Proveniente de un hogar humilde, fue hijo de una lavandera llamada Rosalía Suarez y tuvo una hermana llamada Soledad. Suarez ayudaba a su madre vendiendo galletas antes de ir a la escuela. En 1869 y por medio del sacerdote Joaquín Bustamante entró en el Seminario Conciliar de Antioquia y allí, unos años después, empezaría a dictar clases a la vez que estudiaba. En 1876 se dispuso para estudiar Derecho y Teología, pero la guerra civil intervino en el Seminario y este fue clausurado. Trabajaría entre 1877 y 1878 como tutor de la escuela de Varones de Hatoviejo pero debido a los levantamientos conservadores en Antioquia de 1879 (de los que él haría parte), perdió su trabajo y decidió viajar a Bogotá para trabajar en el Colegio del Espíritu Santo como profesor. En 1881 presentaría su “Ensayo sobre la Gramática de Don Andrés Bello”, ensayo que lo situó en la esfera de los intelectuales de Colombia. Durante un año ejerció como director de la Biblioteca Nacional en remplazo de Miguel Antonio Caro y luego como copista de José Rufino Cuervo. En 1885 publicó sus “Estudios Gramaticales”, y ese mismo año ejerció como secretario general en el ministerio de relaciones exteriores. En 1891 fue ministro de relaciones exteriores de los presidentes Carlos Holguín y Miguel Antonio Caro. En 1894 publicó “Rafael Núñez y Carlos Holguín” y en agosto del año siguiente se casó con Isabel Orrantia, con quien tuvo una hija y un hijo. Suarez fue nombrado ministro de instrucción pública por Manuel Antonio Sanclemente y en mayo de 1899 fue ministro de Hacienda. Su esposa muere en 1901 y Suarez no se volvería a casar. Al ser derrocado Sanclemente por José Manuel Marroquín, Suarez renuncio al ministerio de hacienda y se dedico a la academia. Entre 1902 y 1904 hizo parte de la Academia Colombiana de Historia y de la Academia Antioqueña de Historia. Años después, en 1910, publicó “El Castellano de mi tierra”. Para el gobierno de Carlos Eugenio Restrepo, Suarez fue nombrado ministro de instrucción pública y director del partido conservador en 1912. En 1914 fue presidente del senado y durante el gobierno de José Vicente Concha, Suarez fue nombrado primer designado y ministro de relaciones exteriores. Se presentó como candidato para la presidencia de la república en 1917 y al año siguiente fue elegido para suceder a José Vicente Concha, habiendo vencido en las urnas a Guillermo Valencia y a José María Lombana. 13 HISTORIA DE Muchos han escuchados de grandes Compañías creadas en una cochera, pero cuando dos jóvenes universitarios crearon una de las Compañías de mayor crecimiento en su dormitorio la convierte en una gran historia de éxito. Los Fundadores de Google Larry Page y Sergey Brin se conocieron en 1995, cuando tenían 24 y 23 años respectivamente, en un acto organizado por la Universidad de Stanford. Ambos tenían un objetivo en común: hacer disponible información relevante de una fuente masiva de datos. En enero de 1996 iniciaron su colaboración en un motor de búsqueda llamado BackRub. Larry se tomó el trabajo de crear un nuevo tipo de servidores que usaban computadoras personales (PC) en lugar de grandes y costosas máquinas. Un año después, la tecnología utilizada por BackRub para analizar los links empezaba a ser conocida en todo el campus, obteniendo una gran reputación. Google proviene de un juego de palabras con el término "googol", acuñado por Milton Sirotta, sobrino del matemático norteamericano Edward Kasner, para referirse al número representado por un 1 seguido de 100 ceros. El uso del término refleja la misión de la compañía de organizar la inmensa cantidad de información disponible en la web y en el mundo. Durante los primeros meses de 1998, Larry y Sergey continuaron trabajando para perfeccionar la tecnología que habían desarrollado. Utilizaron sus dormitorios como centro de datos y oficinas. Con esta infraestructura iniciaron la búsqueda de inversionistas que les ayudaran a financiar su novedosa tecnología, superior a todas las existentes hasta la fecha. A pesar de la fiebre de las “puntocom” en ese momento, Larry y Sergey tenían poco interés en montar una empresa propia cuyo negocio fuera el motor de búsqueda que habían desarrollado. Entre estos posibles inversores, se encontraba David Filo, amigo de ambos y uno de los fundadores de Yahoo!. Filo les animó a que ellos mismos crearan su propia compañía . Así tomaron la decisión montar su compañía y buscar capital para abandonar las habitaciones y pagar lo que habían comprado . Hicieron un plan de empresa y fueron en busca de inversores. Su primera visita fue al amigo de un miembro de la facultad. Andy Bechtolsheim, uno de los fundadores de Sun Microsystems, enseguida vio que Google tenía un potencial enorme., vió una demostración y firmó un cheque por valor de 100.000 $, a nombre de Google Inc. Como no había una empresa llamada Google Inc., para cobrarlo en un par de semanas más tarde decidieron buscar nuevos inversores entre familiares, amigos y conocidos para crar la compañía. El 7 de septiembre de 1998, Google Inc. Se mudaron a sus oficinas propias en Menlo Park, California. Google.com, tenía unas 10,000 búsquedas cada día. 14 En 1999 consiguieron 25 millones de dólares de dos importantes inversores: Sequoia Capital y Kleiner Perkins Caufield & Buyers, así que se trasladaron a Googleplex, la actual sede central de Google en Mountain View, California.Importantes clientes iban llegando, como por ejemplo AOL/Netscape que escogió a Google como su motor de búsqueda, haciendo que superase los 3 millones de búsquedas al día. Lo que empezó siendo un proyecto de dos jóvenes universitarios ya era una realidad con un crecimiento impresionante. Tomado de: http://www.historiasdegrandesexitos.com/2008/08/historia-de-google.html 15